Herramientas de Gestión:
El Diagnóstico Empresarial1
Autor: Jorge Prieto
El Diagnóstico Empresarial constituye una herramienta sencilla y de gran utilidad a
los fines de conocer la situación actual de una organización y los problemas que
impiden su crecimiento, sobrevivencia o desarrollo. Gracias a este tipo de
diagnóstico se pueden detectar las causas principales de los problemas "raíces", de
manera de poder enfocar los esfuerzos futuros en buscar las medidas más efectivas
y evitar el desperdicio de energías. Si bien en muchas ocasiones este trabajo es
realizado por consultores o personas ajenas a la organización, existen numerosos
casos en que son efectuados por los mismos responsables de la empresa. En este
artículo comentaremos dos opciones metodológicas de diagnóstico. Cada una de
éstas puede resultar de utilidad, en función de las condiciones y situaciones que se
deseen resolver en cada caso.
Definición
Según el diccionario de la Real Academia Española, la palabra diagnóstico proviene
del griego "Diagnosis", que significa "Conocimiento". En el mundo de las empresas,
cuando se habla de diagnóstico se hace referencia a aquellas actividades tendientes
a conocer el estado actual de una empresa y los obstáculos que impiden obtener
los resultados deseados. Existe una gran diversidad de metodologías y tipologías
para realizar estudios diagnósticos en empresas, y cada una de ellas se enfoca en
algún aspecto particular de la vida empresarial. Algunos hacen énfasis en los
procesos productivos, otros en aspectos relativos al mercado y los consumidores.
Es posible clasificar los diagnósticos empresariales en dos grandes tipos: los
"integrales" y los "específicos". Los primeros se caracterizan por la visualización de
una amplia gama de variables o aspectos empresarios. Como un buen exponente
de esta categoría, puede mencionarse al "Diagnóstico de Competitividad"
desarrollado e implementado por el Consejo Federal de Inversiones en la mayoría
de las provincias del país, a través del Programa Federal de Competitividad. La
metodología utilizada se basa en un estudio de Fortalezas, Debilidades,
Oportunidades y Amenazas (FODA), trabajando con una amplia gama de variables
de diversas categorías que reciben un puntaje por parte del consultor a cargo del
trabajo. En tanto, los diagnósticos "específicos" hacen énfasis en los procesos
productivos, financieros, de gestión, y otros en aspectos relativos al mercado y los
consumidores.
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Tomado https://inta.gob.ar/sites/default/files/inta_revista-fd_52.pdf Mayo 2019.
Pautas para un diagnóstico eficaz
Cualquiera sea el enfoque elegido para el diagnóstico (integral o específico), son
cuatro los pasos básicos que conducen a un trabajo conciso, completo y con
resultados innovadores: El primero consiste en establecer el parámetro de
evaluación. Para ello se debe prestar atención a los mercados o clientes que
resultan de interés para los responsables de la empresa. El segundo paso es
obtener una visión clara y detallada sobre el estado actual del sistema de producción
de la empresa. Para lograr esto, se utilizan recursos como las entrevistas con
registro (escrito o grabaciones), fotografías, filmaciones, observación directa, etc.
El tercero es determinar el grado de alcance del parámetro establecido, y, si es
posible, establecer un porcentaje de alcance. Finalmente, en el cuarto paso debe
realizarse una pregunta clave: ¿Por qué no se pueden alcanzar los parámetros de
referencia establecidos en la empresa? En muchos casos las causas (respuestas)
a esta pregunta se encuentran alejadas en el espacio o en el tiempo. Para encontrar
las respuestas, se considera apropiado utilizar el enfoque propuesto por Norton y
Kaplan, donde se visualiza a la empresa desde cuatro perspectivas integradas:
1. Perspectiva financiera: Es la visión de los números y la situación financiera
de la empresa, estudiando los niveles de inversión, las políticas de
financiación, los resultados económicos, el uso y aplicación de los fondos del
negocio, etc.
2. Perspectiva de los clientes: Desde esta visión se enfocan los aspectos
relacionados con los clientes a los cuales está dirigida la organización.
3. Perspectiva de los procesos internos: Es el momento de analizar los
procesos productivos de la organización, estudiando su eficiencia y
correspondencia con el resto de la organización.
4. Perspectiva de las capacidades del personal y la organización:
Finalmente se analizan las capacidades del personal y la brecha que puede
existir entre las capacidades requeridas para un funcionamiento eficiente de
los procesos productivos y la capacidad actual del personal. Estas cuatro
perspectivas permiten abarcar aquellos aspectos más importantes del
fenómeno empresarial.