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El Latín en La Hispania Romana

El latín en la hispania romana

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CapiTuLo 3 EL LATIN EN LA HISPANIA ROMANA: UNA PERSPECTIVA HISTORICA FRANcIsco BELTRAN LLORIS Universidad de Zaragova 1. El latin en Hispania y en el imperio romano Apenas iniciada la presencia romana en Hispania —218 a. C.|~ fue grabado en Tarraco el que pasa por ser el documento latino mas antiguo de la Peninsula Toécica una tosca inscripcién votiva en la que Manio Vibio, probablemente uno de los solda~ dos que por esas fechas emprendia 1a conquista peninsular, invocaba a Minerva. la divinidad tutelar de Roma bajo cuya advocacién se encontraba Ja poderosa murella, aiin hoy visible en Tarragona, was la que la guaricién expedicionaria romana se res- guardaba de un posible ataque de Cartago, la potencia a la que la ciudad del Lacio disputaba la hegemonia sobre cl Mediterréineo occidental. El texto, en un Jatin, arcai- co impecable, dice simplemente: Mn. Vibio Menrva, esto es «Manio Vibio a Miser va» (Alfoldy 1981, 1998: 290) Mil afios més tarde, hacia mediados del siglo vim, cuando los musulmanes con- trolaban ya gran parte del recién disuelto estado visigodo y la multisecular impronta de Roma empezaba a difuminarse en Ja Peninsula [bérica, un habitante de una remo- ta zona rural de Asturias escribié en latin tardfo sobre una placa de pizarra un largo texto religioso, cristiano esta vez, que, entre otras muchas frases, decia: ubi auit{at] famulus D(e)i Auriolus..., es decit «en donde habita e} siervo de Dios Aurolo...» (Velézquez 1989; 312-314). Diez siglos y profundas mutaciones hist6ricas separan la invocacién arcaica a la diosa de Roma del tardfo conjuro cristiano, contempordnea la primera de la forma~ cién de Ya Hispania romana y testigo el segundo de la desintegracién de sv heredero visigodo y del nacimiento del reino de Asturias. Pese @ Jas muchas diferencias histé ticas y lingiifsticas que puedan sefialarse entre ambos documentos, lo que ahora inte- resa destacar es que ambos ihistran de manera harto elocucnte la vigencia a lo largo 1. Cuando no se indique lo contrario, las fechas corresponden a nuestra Era 84 HISTORIA DE LA LENGUA ESPAROLA de em un milenio de una masma lengea, el atin, com idioma de cormunicactén Ee de ere icpania-Bpropésito de estas paginas es situa on su context MisN@ico o8 ner o> secular, explcar cfr el latin se \mpuso sobre los iomas epics thos previamente en Hispania hasla convertrse en lengua mater c¢ C90, todos los eninstares, incluios grandes Wterats como Sénece, Marcial o ica. ¥ Tas con- aerveg on Tas que se desarrol6 hasia que cn un moment, dffell de determitte. prendié el oscuro camino que condujo or un lado al lala medicr y Ft eto a su Ffagmentacign en divecsos idiomas romances, un proceso que en Hispanic, to Fae ioes debe datarse con posteriordad 2 la conquista musulmane o& 78 ‘aunque el esto Fingistico del latin de Hispania go sea comeige OF soe capitulo, Aura Siguiente para poder cumplir con Tos propésitos de conextalizacin hist ge que persignen estas péginas reslla imprescindible empezar Pot sefalat, como ee rreon aus earatefstias principales, méxime teniendo en cuent Qe &| farecer de lo especalsis a este respecto dista de ser undnime, como vverd a com finvacién 1A. GU cath pe Hispana? ‘A comienzos de Jos afos 80 del siglo pasado un prestpioso latinsta resumia ono nie ioe rasgos que tradicionalmente venian presenténdose como tpi $21 xo cn slain de Huspaniaw: presencia de arcafsmos,tendenci al conserved scromngoincidencias bésicas dentro de Ia Romania occidental, y ello pese 5 ta wars rie eects ene Ine resultados de dicho latin» (Mariner 1983: 480)" Por mucho < azara modifica las propuestas tradiconales rechauara con MESOEOI! slides Ta més cotzoverida de ells —el dialecralismo de orien sco defendi- donor Menénex Pid (1960), o cierto es queen lo exeacial l panes de to Pet dioso parte del mismo postulado bésio: a saber, ue exist un iatn Fak: cae aad lepana, yas rasgos cabria deduct de las coineidencias que ofrece Ios tere Oe inaules entre sy de sus evergencias con Tos restates idiomas dee romances Be efecto, i se repasan os argumentos en tos que s© fundamentan Jos 5 pomnm arbe enunciados, podré comprobase que tos ellos repesan mayors aoe isa estimonios romances junto 2 10s que los documentos antiguos even wm peso menor o seneillamente no existen crete os protlemas a los que se enfrenta tal caracterizacién es que 19 docu: mension antigan eopuroable, sean inscripciones 0 textos literarios, no confirms renjote Ia existencia de un latin diferenciado en Hispania, sino que, por el cana aefgja wna lengua substancialmente idéntiea ala atestiguada en [allay ows MBSE reficie Mente romano, con unas pautas evolves semejantes. En vano se Duscarén espe dferencales en las ms de 20.000 inscripciones latinas de Hispania, ss Pot rare eenjan aig hispanismo, acusen en oeasions influencias de las lenges Po Tran pineaso presenten certas peculiridadesfonéicas —que. por ett, 10 Pref 2 Un ence y denn esdo 6 cvesitn dete In peeve wacom Pode creas en a eit eos eo ELT (Menéndes Pil 1960; Dia 1960: 60 Maser 1960 3 Eh amon de Lapesa 11980! 68-110). L LATIN EN LA PENINSULA IBERICA 85 uray necesaramente las de os romanesshispanos (Hesman 199087 y 8) = tl len soe igfcg se usa bésicamente a Tos parker del ata ernie (Camoy Boe rie 994, 314 y sz Blanco 1996; Marina 2001). Tampoco los autores cli: 1a eae en Hispano tos que se ocuparon de ela aportan inicios de wn Iain eee ace (Mariner 1960), més alld de algun hispanisma, no siempre undnime- seer ereptago (Velaza 1994; de He. 2003). Incuso en plena én visigods a de ren aes disponible raucsta que los fendmenos lingUisticas que experiments et Tuute cn tispaniatenlan una extensign pan-tomanica (Gil 1970) y hesta en los (en's eae coiente nistice eardcter documenta de fecha mas avanzada. o que enconirs oe aera vaiane mds o menos descuidada de atin iterano tard, como se com Franse, por ejemplo, en una epsoa cacerefa de comienzos gel vi que 6 itis ar Tras, bono) Poulo, Faustina: salto war {Jem ef ro{g0) te done as Red 1989, 309-911¢ 450-451), es desi «A stior Paso, (Yo) Faustino Sr Tudo a tu (—] ¥ t tego, str, que.» sien se, esa dificliad no pas6 desapercibida a los defensores de la exit- tencin de un latin de Hispania» diferenciado, Pero la solventaron féilmente stnibu- wen or ragos ol latncutvado de Ios textos terre y la nserigcions ind yore ar taderdel que no se conservan testimonios, pero cuys existencin Jemosine ae crrnrmcerdanias romances, con un planteammiento metodolégico muy simiar, For cet, al empleado por fs ingsts para reconstr a primigenia cnsde Wt reropen, Es evidete que unto al [alin esenito, culty normativo, debian 8 «>\sht Pages rlijadas,habls familiares, populares 0 risticas,y modaliades regions format vides por subseatos 0 adscaos paleohispfnicos, cuya tmparancia. pest & f0 errr ceaadas, no debe subestimarse pues eran Tas empleadss eo [a vida cot, sea ar mayor parte de les Nspanos, Como en el resto del mundo roman, se diana pore cutvada tendrfa acceso al latin literario y es poco probable que fuera are et 20 % os que supieran leery escribir incluso en los momentos de méximna mit innciOn. Ahora bien no es menos cieto que, en comparacion con cas sie siedes preinductiles, To famibaridad coo Ja esritura estaba moy-difunide en = dadss romano, qe debia contat con un elevado porceniaje de semiletrados)y con sre Glwaige que poseian documentos esritos se hacfan colocar un epitafios0- rare tamba y que, al menos ea las ciudades de las primeras centuries de nuestra En ae aarnersos en un ambiente intensamentealfabetizado. Por todo ello, no debe su Haan area arivencie que el lain cult podieraejercer sobre Ia engua de la po- Tiss iewada y no ado través de Tos textos eseritos, sino tambien de palabra, pues Clarion esedad como ia romana, en la que la cultura oral era predominante, los dis- 5. Asi por elemplo, en el Sarin de Pernio, bea que ofece ui viva imagen del nena Fe de tae nan ee ambiente urbanos del spo |, 90 de los invitados 2 La Cena de Trmncin spe: ect fe emia facade er capa de hacer cunts y de es bs lpi sae areas mayncaas gue seotizaban en Yr texts eiraicas—. pss. # 1 haber ev sings jas (38.7). Le a) jaayene esti (1989: 272) esblece el prcentaje de Heracy —es det. rexatea ari fonnns oodentale ee el 3 el 10, peo 0 valorcion mAs SD Emi ee oh comdrastn oxo factoes como ln extent impliatn de tad en I ocuteaen 1 ie Somers en Up o hs exgetatvs de esta gb pital comaniaccn cP sien rds optima en vais de as contbucionesreunias por Beard y otros (1991) 86 HISTORIA DE LA LENGUA ESPAROLA urs0s, los rcuals religiosos, las eepresentaciones tetrales y otras muchas manifes- tsciones pblieas facltaban la failiasizacién de Ia poblacién iletrada con la lengua calla, En sina, la cuestién no radica tanto en la indiscutible exstenci junto al latin ccltivado de modalidades cologusles mis relajadas, sino en precisarcusnto diferfan ‘as de aquel: sunque no se conserve testimonio alguno de las variantes habladas, si atendemos alo dicho previamente, todo induce a pensar que la distancia que las se- paraba de la lengua culta no debia ser grande, De hecho, bay indicios més que con Sistentes de que la comunicacidn vertical entre Jetrados ¢ iletrados fue fuida en His pnia hasta el final de la anigiedad, si bien desde comienzos del siglo vit, como que- th claso en el cas0 de Isidro de Sevilla, se observan acomodaciones que son un ciao sintoms de un creciente dstanciamiento entre las lenguas de unos y atts’ ara terminar debe resolverse también wn problema cronoldgico, pues no basta con postular a existencia de un latin hablado precursor del romance, sino que ademés es necesaiositutrlo en el iempo, Desde luego no hay inconveniente, por ejemplo, en aceptar que, debido a Ls temprana introducciGn del latin, se conservaran en Hispania caismos, esto ¢5, palabras que fuera de la Peninsula Tbétics dejaron de utlzarse Gon el tiempo, 0 que otras fueran tomadas en préstamo de las lenguas paleobispénias. Sin embargo, parece més dificil de admits que exstera uo latin no s6lo peculiar de Hise pnia, sino ademés diferenciado regionalmente en varantes que prefiguraran Ins len- fas romances antes del final del reino visigodo. De hecho, como bien se ha subrayse dlo, se aribuye tanta mis antgiedad a estos rasgos precursores cuanto més expecula- {vas son las hipotesis en las que se sustetan, en contaste con la impresign unitaria que se deduce de Ia documentacién efectivamente controlable basa et final de J antic fuiedad (Mariner 1983: 488). En consecuencia, tanto lo expuesto hasta el momento Como el contexio histéico en el que se desarrolla el letin en Hispania indueen a pen- Sar que el escenario ms verostmil para que se produjeran las ciferenciaciones que conujeron& las lenguas romances fue el que se sbr6 con Ia conguista musulmana de 711 que, paca Hispania, fue en muchos sentido el finde wna era. A pati de entonces, fran parte de {a Peninsula Toériea quedo integrada en un mundo nuevo, de cultura is- limice y lengua abe, mientras que la poblaciGn letina-paranté qued6 fragmentada ete el Al-Andalus musulmén y las pequefiss comunidades independientes que fueron ferméndose& fo largo elas montsfas septentrionales, desde Asturias a Catala, con uinenciave central vascofono, muy cerea del cuel se produjeron los primeros textos co socidos en lengua romance —y en vascucnce— pats del siglo x. Dejaremos, pes, para los historiadores del Medioevo el tratamiento det am- biente social en el que se generaron los idiomas romances y pars los lingGists lav toracién de sus deudas con ! latin anterior a siglo vu, centréndonos aqui en la con textualizaciGn histéricu de Ie lengua que docurnentan las ineripeiones y ls textos lic terarios aniguos* A cambio, sf prestaremos atenciOn Tos escenarioshistrico a los aque en ocesiones recurren los ingtists para justifiar determinados fendmenos del 15 Danian (1992; 485 y st; 425-44) fs ene sgl OF e momento de ropa de i comune ci vesical en Hspata: ver tmbin pigs. 181-221 propésito de Tsdoro de Sevilla; Wright (1986: 543), you su pare. conedeta que eae fendmeno 4 dio abn mis tarde en peo siglo X ‘8 Coma en un enovadorextado de a susie recomuenda hacer Mayet (1994: 362) ropSsito et estado lnghstiz cet tn de Hispania [BL LATIN EN LA PENINSULA IBERICA I Idioma, pues esta cuestin entra de Hleno en los propésitos de este capftulo y entron: cca ademds con una fruciifera tradicién de intercambios entee los estudiosos de la lens ua y ta historia, 1.2. DiveRsioao, UNIDAD, FRAGMENTACION Si ceniamos ahora Ie atencign em la trayectoria dl iin en Hispania enue 218 a. C.y 711, eabra distinguir cuatro etapa fundamentals. Las dos primers estén rarcadas por la diversdad linguistic, plasmada po el empleo de no menos de sete lengua con las que el idioma de Roma coexsié en uta posicisn subaltema anes de par, en un paaoreativamente breve de tiempo, a iroponerse sobre ells y dest pefiar un papel hegeménico. La unidad, a cambio, define Ja tercera, durante la cual ¢} Foes pricicamente le nica lengua de Hispana, © Hispania, una parte dela vaste comunidad ljno-palane que se exteadia por las reglones ocldentales de Euopa-y Gel norte de Aties, La ers, por ilo, mvesta los primers sintomas de deren. tiacion denzo de este amglio espacio Knglstico,cuya definiva fagreentacion se produ, fuera ya del peioda que nos conesponde anlar como consecwenin de fmipeidn mostinana de 711. Natualmenc, fs fendmends que acabamos de esr bir somriamente xe desaroliron con ritns ¢inensidadesiferentes seg las 1 tiones y cuentas también con encepcions: cs el caso, por empl, de lo iiomas Yereulo,cuyaextincén tivo lugar mucho ates ene sr yest Ge Hispania it fen las regione oscidentales y que en otros lugtes no legs a completase, com lo demuesta la peristenca del evsquers en los Pirneos occidentes, Tanto los grandes eambios lingtsticos mencionados como sus diferentes ritmos regionals pueden ser explicad de manera bastante saisfatoia na ver interados fn su conespondiente marca histrico. steno es otro que el rerio romano t= onsale ele generaion de esa podecosacomiene de intgracion culutly plea fn tora al Mediterrineoconocids come roranieacisn’ queen tGrminas scales ca 7. BL concepo de romanizacin naci en el siglo 20x impregnado de connataiones caloialistas ut pont el acento en In Inboreiviizadora de Roms y, precsamente por ele, ha reside en os i mot Uempos jstficads eves que ponen de manfesc no ume su saperancia cuanto la nersidad ce relormulel. Aq lo eateademos coma el conjunto de taneformaciones ques oundo camer ‘neo experimeats como cansecianei de is expansin rrmana yn slo en la ovincins sina tambien en Tein in mina Roms. Los resultados de ext procera difiereanotablermente en el emnpeY ene ep io debido a la inleaccidn de comientes generals y adciones o condicionamentos Locales, de suerte {que rela Eprosindibe dating, al Mevos, as fsesrepubica,aimpeily wr Sl proceso Gee. 1a vous esa clarasdivergeaeiat wo io en et cent ye acide del mpi, sao dono de ‘ada una de tsas regione, en lar Que con frecuencia sigue tar diferentes y maces intents vs fiobes dada Iugar 8 soviedudes provinies —y aun fegionaesy foals con personalidad prop. Pese a ell, ao et meaos cio que el mundo metterrineo alana bajo el dominio de Roma un geno ‘de homogenciacisn desconorido ast etonces,en el qv as radiones romans deempedron utp el hegeidnicoycuyo raxgo mde carcterticoy deintora ex precizament la capacas se Roma pitt Absorber en gu cuerpo civico —hacéndols civdadans romana de pleas derecho — a quienes prev: renieferun sus abo, aca que culming »exals imperial co 212 con el decreto pote gee Cae ala concede cudadana a odos os habitanes ies él imprio (Woolf 001, Belin 2003, ANS © p. con bibliogralsexhasstv). define como una experiencia de mundializaci6n regional, valga la paradojn, de te que fa hegemonta del Latin en su parte occidental no es mis ave wre manifestacién Surplifcende le cuestisn: el latin se expandi6 por occidente junto cone) sper de savea y auantuvo una substancial unidad mientras se conservaron {0s vinewias Pole soy culluales que lo verrebraban. Después, se fragments al compés de disolu. «sje viejo mundo comano y s6lo sobrevivio en esa vers literara eclesieee cine ee da en epoca earolingia, que es el latin medieval. Si del marco gener) Past fuoe al parseular. también las Cuatro etapa lingUfsticas antes Mencionadss pueden ser Tmmodamente antegradas en la periodizacién tustérica tradicional: te fase 6 variedad Tinguistiea en Ta Republica trdia (it aC) ta de hegemonta del tan 6 el Princ tage Lin), lade unidaé ingistica —con Ia excepci6n eusquérica— en Tos £Omner poe in satighedad tarda (u-v) y el peludio de la diferenciacion en eh periodo vi- sigodo (VEVi). 13. LAS LENGUAS EN EL SMPERIO ROMANO sin embargo, anes de segue adelante, convene introduc aguas observaci= mba eel echo lingoien en el mundo rome, puss ii 1 nes sobre in comida On gn suet soiedad. Para expeza, no exis ewes eblements de ae tree Tengu ¢idenided comnts como [a Herdada waa net porn dlp de conan es pacones oes ra ep a): Roma po desaro junds una poten ciemaicn (Campane 2 am medias cota ls Tengoas ingens del imperc A i gu mo alien eflexiones erie angus 1m ue el at. Son ae ogo, como on osruent diving pra dar uns eng comin resent, or em perio Cio, Historia nara! 38) ni tatoos sos Ste Proud ce sles gene les? Yenc ated aa a ete pect de una police tings dlbeads sino un fb: foi del tn 99 rane en eau parigson atvament les poblcions ee epee «unas dermnatas rinsancis ates 408 vine a apni, enpondeas ms ean. ilo 90 oss, el eae ea eager elec desu eng exe eco enn bunds 2 Fa eer los magisadcs,e senado o el emperador— parcel tt Feta el gnego—,) pespuses su corocimien po Pate en ae abi aommane'o de auines sspears + converte 1s, One Fo eee dl ln Is era prescindble com instrument de 3 Ce eg exgansion romana comport le tia, aunque come EEO Sc a act reader. Sie embargo, en singin momento uses 4, Eneas semi ex puadigntuc el cto de ngs gates de Bini fines dtl ae nie grace ope me asiein de lot Ho dele noes wo mayer Pe See eege an an Pam, ua rt Nn Sunol 16, en 8 dat tp etree qa via one iene Se EESSTcs anata, por Jesconacer el at, Roma imponer la homogeneidad lingUfstica como referencia identitaria; por el con. teario, la diversidad fue en este terreno [a nota dominante en todo e! Imperio romano ‘En Oriente, e! latin no consiguis desplazar como Lengua de comunicacién gene ral al griego, consolidado com tal a partir de la expabsiGn macedonia, que convivia én toda la regidn con otras lenguas locales 0 con idiomas de relacién como et arannco: fen unos casos éstos desaparecieron en el curso de Los primeros siglos de la Bra; ‘otros, como el del egipcio jeroglifico. se conservaron hasta la antigiedad tarda em pezaron entonces @ utilizarse por escrito —copto, sitiaco, armenio—, sin olvidar los {que han persistido hasta hoy sxismo como el hebreo. En grado méximo ilustra este Ambiente multlingiistico la ciudad carvanera siria de Dura Buropos, en fa froutera oriental de! imperio, con inscripeiones en latin, griego, atameo, parto, persa, pale Teno y safatico... Ea Occidente, y particularmente en Italia la situacidn era bien di- ferente, pues, aunque el griego también se hallaba difundido enue las elites urbanas como lengua de cultura, el latin se impuso y, ttas convivir mucho tiempo con 108 di versos idiomas locales, lleg6 incluso a ser adoptado como propio por fa mayor parte de los itélicos en detrimento de sus propias lenguas, la mayor paste de fas cuales de~ Jaron de emplearse —al menos por escrito— durante los primeras siglos de nuestra Era: asf, no existen tras el siglo £ testimonios del etrusco —en ef que ¢l erucito em- perador Claudia (41-54 d. C) todavia redact6 un tratado— ni del osco tras {a.erup- Gién del Vesubio del afo 79 d. C. En lo que respecta al griego, lengua matema de hnumerosas ciudades del sur de Malia y de Sicilia, su uso Se prolongo en elas hasta plena antigiedad tardia. En el norte de Africa la situscién era algo més simple. pues, Junto al Latin y el griego, sdlo se hablaban lenguas locales como el tibico —prec dente del actual bereber— y una lengua colonial, el piiico, difundida gracias a la i tensa emigracién fenicia y a la irrdiaciGn de Cartago, que todavia tenia por idioma tatemo el emperador Septimio Severo (193-211 d. C.), natural de Leptis Magna —en ta actual Libia.~.y se hablaba adn més tarde en los alrededores de Cavthago (Tiinez), sidamos crédito al testimonio de Agustin de Hipona (354-430), En las provincias da rubianas mds occidentales y en el resto de Europa el latin era Ta lqngua predominan: te, pero coexistia con diversas lenguas locales, célticas mayoritariamente: asi, en Tas alias el galo se utili por eserito hasta el siglo vy en Gran Bretafia han petsistido hasta tiempos modemos otros idiomas eéltieas como el galés, ef eGmico y el bret6n, Este teansferido a la Bretafa francess por emigrantes briténicos tras el derrumba: ‘miento del poder romano sobre Britania ‘Ea Ja Peainsula Ibérica, a situacidn lingUfstica presentabe dos claras peculiar ‘dades." Por una parte y a diferencia de otras provincias como las Galias, Britania 0 fog territories africanes, en Jos que fuera de los enclaves coloniales dominaba uns sola lengua, en Hispania convivian no menos de siete idiomas, pertenecientes ademés 2 famibas linglistieas may diferentes. Aparte del griego y el fenicio propios de las 10, Sobre taste tnglsica ene imperio roman que retmiernos »contnascién, vémse tas ifereoescoottbucionescevndas por Neumann Unteriann (edd 1960) Haase (el 1983) It tess de Caan (1989) 11 Sobre la iengues pateohspéncas, vate In cootibucié de J. A. Contes on si mitno vou roen, asl come MLE) ELH" pueden conautrte ambien los tajosetpecialados publics ci ‘ACECP y en evista Palacohispanicay.ente avs muchas. assess de Untermann (1980) de Ho (4985) y Veeza 2002), 90 HISTORIA DE LA LENGUA ESPAROLA colonia hetenas y series, tenemas constanciaescrit d cinco lenguas vemdculas colonas hela J suaésicon en Andalucia orden, ibésio —agluinanle orcas coneetos- ene este peninsula] clio el festne = indo sn anes Pony el osie de Hispana, ye vtec, pecs de nahes Lopate aranaynoroeste de Aragon Por oa pate 9 eo relagion com el 0 actual eh Nayar como en Ttai-~ as lengus locales dejron de eseribrs on occiente en Hisar gran, Ge suerte qe a pat del sigh os tesimonis ede, fecha lame scepetnaes, en contrast on a ltada peduracién del pcico tg as gots de Ain, es Tenguss eas en ef oeiene de Europa 4 ded riego eel sur de tala ee gain linlistica de Hispania a empranadesaparcién de los io- Fr ae fice del atin son, pes, dos de os rasgos que desde Ia pete” a ere ene, jor craeizan a Peninsula Ties el sno 4165 Fert ee anes consecuencia a contextalzafos histncamente dediaremos le a er das pan siguientes, que, no obsat, Se ocupard también, unas YO a ede suman de la siuacon que se abe a parr de siglo wna mane rc habia conver ya en lenge materoa de mayor pate dels hispanes ® 14, Foestes: Para teminar ya con ests consideraciones introductrins s6lo algunas observe cone sabe as Tuentes en particular sobre las epgréficas que, como se bar po, cone rSbardesempenan in papel esecial no slo como ttimonto bésic te as ‘aguas pateobispénis y del latin eo Hispania sno como fuente hisrcs Fars la ‘eatiolicn tarda y 1 Tvinapado. Ante todo interest subrayar qu lo. ave SH ado Recs endbito epigréfico» (MeMullen 1982), es decir el recurso alas insenPeio> en Maines (nedio de eemunicacin social normalizado (Belin ed. 1995: 11 y sigs) ae corgmena con rtnes props, que no depende solo del nivel de Jatnizacén © m, ld>, rnd>n-- pudieran pasar al latin hablado y de Al al romance medieval (Mariner 1979: 1983, 499), pues més de mil afios separan a éste de los cikimos testimonios ibéricos. EE profundo arraigo de las formas de vida romanas queda también de manifies- to en in nutrida nraina de hispanos del sur y el este que lograran el ingreso en los, dos Ordenes sociales més elevados del imperio —el ecuestre y el senatorial, inau- urado ya en tiempos de César y Augusto por dos personajes oriundos de la antigua colonia fenicia de Gades (Cédi2), los Cornelios Balbos. Mas significative ain es que algunos de ellos, ademés, se convirtieran en literatos farmosos y en pensadores de re- conocido prestigio, como tos Anneos de Corduba —los dos Sénecas y Luceno— en epoca de Nerén (54-68). Todos los mencionados, al igual que otros autores del siglo 1 como el gedgrafo Pomponio Mela, nacido cerca de Algeciras, o el agrénomo Colu- mela, también de Gades, eran oriundos de la Bética, uno de los terttorios en los que inds precoz fue la difusién del latin como lo demuestran las acutaciones turdetanas con leyendas latinas de época republicana y et pasaje antes comentado de Estrabén. Poca después, bajo la dinastfa Flavia (69-96), escribieron en Roma ef poeta satirico Marcial, nacido en el municipio de Bilbilis (Catatayud) al que regres6 al final de su vida, y ¢l gran retor Quintiliano, municipe de Cafagurris (Calahorra), ambos proce entes del nordeste de ta Hispania Citerior Tarraconense, provincia que tuvo también lteratos de renombre desde fecha temprana, como el retor Gavi Silén, a quien Au- gusto escuché a menudo durante su estancia en Terraco (26-25 a. E.). ‘recisamente con Vespasiano, el primero de los principes Flevios, ta integracién poltica de Hispania en la comunidad civics romana —y, con ella, la difusién del la- — experiments un nuevo punto de inflexién, al conceder este emperador a todos 19s hispancs libres el derecho latino, una condicién juridica préxima a la plena cit- dadan‘a, cuya obtencién facilitaba a las elites urbanas, Con esta medida, sin prece- entealgono de tanta magnitud en el imperio, todas las ciudades hispanas se eonvir~ tieron en municipios latinas de funcionamiento institucional casi idéntico al de una colonia 0 un municipio romanos, segin puede deducirse de las diversas teyes muni cipales procedente: de la Bética grabadas en bronce durante el reinado de Domicia- no, ef tiltimo principe Flavio (4 Ors 1986), Pese a ello y frente a lo que ocurfa en la Bética y la Terraconense oriental —re- gions de tadieién ibérica—, en la parte occidental de esta provincia y en Lusitania Tas numerosas inscripefones latinas grabadas s partis de este momento reflejarda b ta pteno sigto Ta pervivencia de las lenguas vernéculas. Asi, en el érea vascénica “entre Navarra y el noreste de Aragén—, al igual que ocurre en la vertiente aquita- 25. Enel siglo cha sido ditado un grafite ibsico de Requens (Marines 1993), 1a al norte de os Prineos, la inscripeiones latinas exhiben junto a nombres persoas- les romanos, céticos ¢ ibéricos, eSnimos y antropénimos de tipo eusquésico como Serhuhoris (Valpalmas, Zaragoza) 0 Narhunges! Abisunhari f(ilio) —er, dativo— (Lerga, Navarra) entre los nombres personales 0 bien Losa Loxa, Laharri, teilawse todos en Navarra entre los divinos (Gomrochategui 1995; de Hoz 1995; Beltran 2001) ‘Aungue el dominio eusquérico Uegaba por el norte de los Pitineos hasta el valle de ‘Arén, en fa vertiente sur los testmonios seguros sdlo alcanzan por el este haste fs Cinco Villas de Zaragoza: otros aducidos en lugares més orientales, como la Riba. gorza aragonest, vinculados a la defensa de un panvasquismo pirenaico (Coromines 1976: 133, 142 y 35), cafecen de relevancia pues son claramente ibéricos (Beltrin 1987: 29), mientras que al oeste no se documentan ya ex el Pais Vasco, on dande In ‘owoméstica indigena es fundamentalmente céltca, En lo que respecta al interior céli- co, queda claramente reflejada en las inscripciones latinas la persistencia uo s6l0 de Ja onoméstica personal vemécula y de los cultos locales, sino también de insttuco nes de reigambre indigena o de fs estructura parental tradicional, plasinada en el er pleo de un nombre familiar 0 apellido en genitivo de plural (Beltrén 1993) —por tjemplo, Dobiterus Caburonig(un) Equafesi) lias), nn>e (Guerna { Schattner/ Fabito / Almeida 2003; Garcia 1991, nims. 64-148). Es muy probable que este ambiente diglésico, con el latin como lengua culta eserita conviviendo con un uso coloquial —0 ritual-— y, por Jo tanto agrafo, de tes ‘vernéculas persisticra a Jo largo de todo el siglo i, y aun en el en Tas regiones nor~ occidentales de la Peninsula, en las que, no obstante, el papel difusor del latin de- sempefiado por acvartelamientos militares como Legio Vil (Le6n) no debe ser mins~ valorado, Con posterioridad, las escasas inscripciones conservadas no pemiten afir- tar su supervivencia, aunque en e8sos como el vascnico es evidente su continuidad basta el final de la antigiledad. Testimonios epigrficos como el consagrado en Can labria al dios indigena Enudino que, en su momento fue esgrimido como prueba de ka 26, Ast es un mismo epigiae de Bacebatejo (Sosa), fence sf forma lana geitivo dep ‘al Meduciorun,encontanos Ia ctlica Meduticum (Goszilez 1986:128 nim. 66.131 mim, 143. 98 ASTORIA DE LA LENGUA ESPAROLA soninidud en 1a egién de an ambiente vernculo hasta fines del va perdido 16 Cat en re convincentemente a metiados del n (Iglesias Re: 1998, levanci let dad Os ‘or defensres de whites ifenen del evbsato in, 4), En connecient Gomas romances Tovar 1951, 1955: Lapesa 1980: 42-44 A Sot), por mucho que seenfenien 2h laps de tiempo menor qe ee ests dosaparcion de la lengua ibérica y puedan apoyarse en Ur ol eanseid,ese erenits ene o la 9 Tas lengua indonaropeas spas, largo peri lcs prestames conservados en Jos Hiomas romances como para ane que confieren a Sus propuestas mayor verosinulitd—, deben, a ee na perustencia de sts rasgos durante cerea de medio mle wes eanpoder curs a nmgin docurento costes. eee] igo el lin eva ya la lengua indisetign de Mspania: en lt Bé- sca Pon pn orem dela Tanaconense bi io abide como iio mater. a eet auc en ie relone mls ocidetales y septenionales er erpleada por 0 re als cono lengua esta o la unt as hala vermculs en ins exten, cies una pane de eta cenria, Hispania sigué dsfatando del lime de rosie parte dese Gpoca de AUgsto 7 tanto un note peso ese rospeida pe a ectamente stad por os personajes onundos de ell i ee oan edad amperal —Trajano (98-117) y Adriano (117-128), oativos de oa a ip auprarona cla —Nigrto Coraco Materno, val de Trae jjano, de Liria, en la Hispania Tarraconense (Alfoldy 1998: 294)—. Sin embargo, a fi- srg tenenei so ivi y os sous decisis dejarennotar en His ts buona con de anera Case sa comlecos dl silo m ies p+ ene cae Emporia, 1a vieja cotonin grieg, 0 Bilis, la pia de Marcia, yactan abandoned. Sa a a de fos Antoninas (96-192), tgunos de cuyos pincipes eran, orm a ache viandos de Hispania, el ascnso al trono de fos Severos (193-235) com Gala Paetpad,sobayando el reciente peso on elmer de Alien re ine gue era nave ls asevs emperadoe,euyeisauacn ajo are sa con muchos notables bispanos que habin favorecdo It exusa consi ee al tron fraeasado, pero se adj, a scala impel en It definitive ea aapuipolica de todos tos bubiantes bes del impr, los que cl emperador creeita conedis en 212 Ia eldadanfa romana 4, Blcomienzo de ta antigtedad tardia (av) el latin, lengua materna de Hispania ‘Teas la dinastia de los Severos el imperio se enfrenté a un perfodo convulso en cl que a las presiones exterires de los pueblos que habitaban tas sus fronters $= Shiné ta inestabilidad politica provocads pot pronunciamientos militares, enfrents- {77 ledemina aparece en un inci nna de Len (CHL T2660, pro uso, en dos ot indice norte paso), p ema subset sgt, en ho ga, Monnet (200%: 21-28. ee Maptai en a amiga tra, Arce (1982), Saya / Gala Moreno (1981) EL LATIN EN LA PENINSULA IBERICA 99 mnientos entre aspirates al trono y tendencias secesionistas tanto en otiente como en ccidente, El mundo romano slo pudo secuperarse de esta dramstica experiencia a Costa de profundastrarsformaciones que modificaron nolablemente su fisonomsa, pro gue le permtieron disfrutar durante el siglo TY de un breve periodb de estabilida. ‘Retcel ristianisto progresd desde la ilegalidad a la condiciOn de religion oficial, ym nero, exclusiva, después, del imperio. La vida municipal y urbana expernent6 una Clara etraci6n, mis profinda en occidene, crecientemente ruralizado, que en 0 te en donde mantuvo une mayor valida, claramene subrayada por Ia fondacién d= tina nbeva Roma en Bizaocio, Constantinopta. El emperadorrefar26 su atoridaé, at tiempo que la administracidn el ejéreito incremeniaban su peso specifica en dets? mento de las cudades, aun a costn del aumento de Te presiGn fiscal sobre lor habe tantes del impeio, ene los que las diferencias de riqueza tendian a polarizarse Los jntercambios a larga distancia y la produecién orientada a la comercializacién, scbre {odo en occidente, dezrecieron pavlatinamente, : Con el emperadorhispano Teodosio (379-395), el crstanismo se convirti6 en la sinicacelipintolrada en el mando rornano y la divisin del imperio en dos mitades ‘oriental y occidental, qued6 sancionada como recurso sltimo para hacer frente de mer pera mas eficaz Ins presiones externas, Sin embargo, esta vez los moviraientos de pueblos que se productan més alléde las fronteras Sepremionales —hunos, perma, fof, anos... n0 pudieron ser contenidos. Durant el sighe V les fronteras ene El mundo mediterrineo y el norte germénico se permeablizaron extraoréinarn: mente con la iupcidn de centenares de miles de emigrantes que acabaron aseatados como eampesinos en las fronteras 0 empleados como contingentes militares eminde Ge provinela en provinie. La extremada debilidad politica y militar dela pate occ dental del impetio —la oriental sobrevivié mil aos més en Bizancio— faciié so dispregacin a fines del siglo (476), avanzando un paso més hacia Ia definitiva de. saruculacion del mundo romano en desidente. De ella se beneficaron taco to ps bor germénicas asentados previamente en las diversas provincias ~-visigodos“y ctrogodos-- como los que fueron Degando después —véndalos, svevos,franeos Tongobardos, .— Hispania fue, ao obstante, de todas las provincas occidentaes, una de las gi disfruté de mayor estabildad durante el siglo tv y. pese a su creciente marginaias- cin, de ella surgivon todavia personajes influyentes en Roma como el emperador TTeodosio de Cauca (Coca, Segovie) 0 el alto funcionaio y poeta celagumitano Pru dencio. oriundos ambos de la Hispania interior, en la que ia hegemonia de ta lengua latina se habla afirmado también definitivamente sin gue. a partir del siglo ul, pueda aducisse nun solo testimonio de la persistencia de Jas lenguas verdculas. La ex cepeién la constiuye, obviamente, el eusquers, de cua supervivencia tenemos cons tancia, sin erubargo. gracias a documentos muy posterioes ~del siglo x— y proce- denies, adem, de teas como Ia Rioja, que hasta el siglo io eran de Fengus cel fica, por lo que no debe exciirse ia posibilidad de que bien en cl curso de la antipedad tarda, durante la cual el contol politico sobre fos Pirneos occidentales se relaj6y los Vascones disfrataron de una amplia libertad de accién que se trad in ‘lus0 en ineursiones de saqueo contra ciudades del valle del Ebro (Sayas 1994: 288, 369 y ss), o bien, més probablemente, tras 1a conquista musulmana se provlujera 100 HISTORIA DE LA LENGUA ESPAROLA una cleta expansién del eusquera desde sus reductos del Pirineo occidental, favore- cide sin duda por Ia vtalidad del reino de Navare. fe to que respecta al latin, ademnds de lo que puede inferirse acerea dela vitalic dad entural de unt determinada regién a partir de los autores gue eseribieron en ells, tos problemas que se plantesn son de indole més lingUstca que histérca, pues afte ten tobre todo'a la diferenciacién del latin tanto en el sen0 de la sociedad bispana verse en relacidn con el resto del occidente romano y. en consecuencia, Serdn tatae dos agu{ de manera mucho ms somera que el proceso de latinizacién que eon us Cierto detlle hemos seguido en las pAginas previas Durante el siglo V fa oayor parte de los textos conservados tienen que ver con elenstisnismo, sean epitefios eb escaso ndmero, dada la recesién de ts comunica- ‘on epigrdfica a parts del siglo m (Alfoldy 1998: 298) ~ sean aces conciliares como fas de Zlvira (Granada), a comienzos del siglo 1v, y Zaragoza (C. 379), 0 bien, poe MSS come los de Tuvenco, autor de una epopeys cristiana de estilo vigiiano, o de Prudencio de Calagurris (348-405), que en st composiciéa més conocida presenta & qos manizes cristianes bajo los ropajes de los héroes clésicos.” Todas estas obras re- fisjan sl complejo proceso de expansiGn social, de consolidacién politica y de afr. soion tanto respecto de las tradiciones eldsicas como de las doctrinas reputadas de Rinttives en el que estaba inmerso el crstianismo. A diferencia de lo que ocurra en Ruente, en donde el ariege cedi6 ante idiomas locales como el copto, en Egipto, 0 el Sihace, pero también ante otos que hasta entonces sélo eran coloquiales como el ar~ mmonio, el georgiano o el gético, en occidente In iglesia wiliz6 como Jengua Hiren } pastoral exclusivamente ef latin, Si aquf no recurrg a Jos idiomas locales fue segs 2imene porque estos, como hemos visto, ye no jugaban un papel relevante en la co vmamieacidn_aungue puedan aducirse también razones de otros tipos (Mariner 1976: ily sigs). La dnica excepcién resefable es el opisculo De similtedine carnis pec- att que aluge ala evangelizacién de unos rdstcos de lengua bécbara practiads por fe pisiosa Gamma Cerasia en su propio idioma: el problema radica en que tanto ta fe- ‘cha como el escenario de este suceso son may debatidos, de suerte que se data tanto S fines del (¥ como a comienzos del vty se identifica a Jos evangelizadas ora con los Suevos gemmanos de Galicia, ora con poblaciones indigenas, entre las que, natural: fpente, figuran Jos vascones y los aquitanos del sudeste de Francia (Mariner 1976: Tht y sas Sayas 1994: 286 y 38). Aunque se confirmara esta tims posibilidad, ello no sipnifica necesariamente que fa conservacién de! eusquera obedezca a una pene- tiacion limitada o tardia del cristianismo, pues existen indicios lingtisticos que pare- ten confirmala ys desde el siglo tu (Mariner 1976: 278-281) ‘Desde comsenzos del siglo ¥ la estabilidad disfrotada por Hispania durante la centuria anterior, se quebré con la penetraciGn de vindalos y alanos, pronto diezma- ddor o emigrados,y de los suevos, que se instalaron en Galicia (408), De estos y otos Sucesos dan cuenta, a mediados de La centura, los historiadores Orosio ¢ Hidacio, procedentes ambos del noroeste peninsular, de Braga y Chaves, en Portugal ¥ com Temporineos del ascenso visigodo, primero como brazo armado de Roma y después, teas ta deposicién del dtimo emperador de oceidente (476), en beneficio propio. 29, Sobce te Hapane evsiana, Sotomayor/ Gonzales! Lope (1979). EL LATIN EN LA PeninoULA wenn ue 5, La hegemonia visigads (vi-vul) el preludio de la diferenciacion lingitistiea {Alo largo del siglo Vt el poder visigodo se afirmé en Hispania, de suerte que a fines de la centuria habian quedado reducidos a su autoridad tanto los suevos de Ga- Ties como los teritorios del sudeste brevertente dominadas pot Constantinopla —s6lo cl Pirineo occidental permaneefa sin controlar— , al tempo que obtenia la plena co IaboraciGn de Ia iglesia con la conversién de Recaredo al catlicismo, abjurando del suriaismo —doctrina que pas6 en estos ahs varias veces de la ortodoxia a 1 ete Jia, abrazado por los visigodos en su largo deambular por el imperio desde el siglo tv. Ello explica el elevado grado de integracién que habian alcanzado cuando llega ron a Hispania, que utilizaran el fain como Jengua administrative y de cultura ys como consecuencia de todo ello, que no Se conserven inscripciones en lengua ger- mana que los gotismos presentes en los texlos de Ia época 0 en los romances his- panos sean reducisimos, salvo en la onoméstica personal (Gamillscheg 1967) ‘La Hispania visigoda desarollé una activa vida cultural, sobre todo en el seno de la iglesia, que asunié progresivamente lw iastrueci6a primaria, hizo de los mo- ‘nasterios centeus de estudio y lideré ls compleja labor de ajustar Ia tadicisn clisica 4 las nuevas condiciones de un reino con ralces germénicas bispanas Son numerons as ciudades que durant los silos Vy vu euentan con focos lx terasis erstignos: Martin y Fructuoso ea Braga, Juan en Bfclao, tdefonso y Julién en Toledo, Braulio y Tajén en Zaragoza, Leandro © Isidoro en Sevilla. Pero quizs sea éste dhimo, sidoro, el autor mas representativo de todos ellos (360-636) (Fon taine: 1983) tanto por ese compendio de la sabidurfa antigua —y epflogo de una Epoca— que son las Etimologias como por la Historia de los gods, en uno de cuyos pisajes ettona una apasionada los de Hispania, ala que presenta como una mucha cha, antago requerida por Roma y en sus dias felizmente desposada con el vitorioso pueblo godo. El mando romano se convert asf en un horizonte cultural y politico en trance de ser superado : La obra de [sidoro permite apreciar también las distancias que se habfan abesto cntze ia lengua cults escritsy la cologuial més popular a través de sos consejos para Ja accign pestoral, en los que recomendaba expresarse lanamente pasa asegurarse la ccomprensién de todo el auditorio, De cuslquier forma, el latin imperante en sus das, pese a las méltiples modificaciones experimentadas desée el perfodo clisico, todavia no habia padecido grandes cambios fonéticas o morfol6gics como los que Te con ducirfan, sighos ms tarde, al romance, al tempo que para Is mayos‘s de los hablan~ seu ode nel mea sep Seno sempesie Di 955 812.84) o rmunicaciés vertical entre Jetrados e iletrados segufa siendo fluide (Bannia Ts dos ¢ iletrados seguia siendo fuida (Banniaid 1992: "Y esto no solo ocurta en ciudades de larga tradici6n cultural como Sevilla, sino ‘en zonas rurales de Extremadura, Salamanca, Avila o Asturias, en las que las pizarras de época visigoda pertaiten observar uns lengua més popular, descuidada en muchos casos, pero que, pese sus cambios en el sistema fonoldgico y también en Ia morfolo- gia y la sintaxis,seguta siendo lain (Veldzquez 1989: 647). ‘eno (1989), Orundis (198), Torres y otras (1976). " me 102 HISTORIA DE LA LENGUA ESPAROLA De cunlguie form, In larga andadura del ltin en Hispania estaba Hlegando asa fin. La iupelon de os rapsoinanes a parr de 711 dio luge aun radical sesgo en la hinoria dela Peninsula que qed divigia cauralmente en dos al nore ertiaa y rominica, yen el resto erecentemente islamicay arabiaada. Eo la Cérdcba tsb nana del siglo, algunos erdios empleaban toda el Latin, pero la mayor parte de tn poblacionhablaba una lengua muy difereniads, hasta el punto de que un polemisia llamado Sensén po acustr aun antagoista de Malaga, que se expresaba en alee aa popular local el mozirabe—-, de hablar un idioma nuevo... (Banniard 1992 480-481). En a siguiente centri yesia vez en el none cristiano, tenemos ya test moniosescitos en esa nueva lengua romance, La vigenca dl lain como lengua de onuicacién gener se agoaby a pestenencia Ge Hispania a} mundo romano eva ya pasado, y emote cuando les reyes crsianos de Asturias busqen un referent ideo login det que mostrare cotingadores, te, comprensiblemente, ya no set Rom, sino su epfgon, el rein vsigodo. La fragientacin del Medtsrinco antigua que di sanionade: la Bad Media habia comeazado, Bibliogratia Anns, Juan Manvel; Esriass, Usban (1989): La cid hipanromano: prises y pode, Logrofo: Col Aparjaores de La Ril Apa 1. Noe al ed8) (O02) Biingualio in Ancien Scie. Language Contac and the Writen Tex, Ono (203) Bingualn andthe Latin Language, Canine ‘Awouoy, Ofna (981: sie tet rmiace Insert de esschen Habinsle, einehit fir Popyrolgie und Epigropit 43, 1-12, ~ {Uo01) sAuguin d de nscihes: radii wn Innovation. 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