0% encontró este documento útil (0 votos)
114 vistas89 páginas

Barbero, María Inés y Devoto, Fernando. Los Nacionalistas (1910-1932) (1983)

Este documento analiza diferentes perspectivas sobre el concepto de nacionalismo. Discute cómo autores como Irazusta, Ibarguren, Zuleta Alvarez y otros historiadores definen y delimitan el término de maneras diversas. También examina cómo el nacionalismo ha sido entendido como una ideología, corriente política o fenómeno cultural más amplio.
Derechos de autor
© © All Rights Reserved
Nos tomamos en serio los derechos de los contenidos. Si sospechas que se trata de tu contenido, reclámalo aquí.
Formatos disponibles
Descarga como PDF, TXT o lee en línea desde Scribd
0% encontró este documento útil (0 votos)
114 vistas89 páginas

Barbero, María Inés y Devoto, Fernando. Los Nacionalistas (1910-1932) (1983)

Este documento analiza diferentes perspectivas sobre el concepto de nacionalismo. Discute cómo autores como Irazusta, Ibarguren, Zuleta Alvarez y otros historiadores definen y delimitan el término de maneras diversas. También examina cómo el nacionalismo ha sido entendido como una ideología, corriente política o fenómeno cultural más amplio.
Derechos de autor
© © All Rights Reserved
Nos tomamos en serio los derechos de los contenidos. Si sospechas que se trata de tu contenido, reclámalo aquí.
Formatos disponibles
Descarga como PDF, TXT o lee en línea desde Scribd
Está en la página 1/ 89

LOS NACIONALISTAS

Biblioteca Politica Argentina

Centro Editor de América Latina

Buenos Aires, 1983


María Inés Barbero y
Femando Devoto

BIBLIOTECA
POLÍTICA
ARGENTINA Centro Editor de América Latina
Dirección: Osear Troncoso
Secretaría de redacción: Margarita B. Pontieri :
Asesoiramiento artístico: Osear Díaz
Diagramación: Gustavo Valdés, Alberto Oneto f

Diego Oviedo
Coordinación y producción: Natalio Lukawecki,
Juan Garlos Giraudo

INTRODUCCIÓN

Es a todas.luces evidente, que un estudio sobre el


nacionalismo requiere de algunas precisiones previas,
quizás innecesarias para otros textos de historia política.
En primer lugar, aparece como imprescindible la defini­
ción del campo de análisis, sólo posible a partir de la
delimitación que se le dará al término nacionalis­
mo en este trabajo. A diferencia de otras expresiones,
como por ^ejemplo radicalismo o desarrollismo, en las
que siempre se sabe a qué tipo de fenómeno se está
haciendo referencia, el término nacionalismo es equívo­
co e impreciso. Con él designamos alternativamente,
tmto%*ün grupo político, como a una línea ideológica,
como, en un sentido mucho más amplio, a un movimien­
to cultural equiparable, por su grado de amplitud a
grandes corrientes como el iluminismo o el romanticis­
© 1983 Centro Editor de América Latina S. A. - Junfn 981, mo. Los distintos niveles de generalidad en el uso del
Buenos Aires. concepto "nacionalismo" permiten desde un uso restric­
Hecho e! depósito de ley. Libro de edición argentina.
Impreso en mayo de 1983. Pliegos interiores: compuesto en to del mismo, aplicándolo a un grupo o a una serie de
Gráfica Integral Av. Pueyrredón 538,4o. A, Buenos Aires; grupos que actúan políticamente, hasta una utilización
Impreso en Talleras Gráficos FA.VA.RO. SAIC y F, Inde­ amplísima, incluyendo en él a cualquier manifestación
pendencia 3277/79, Buenos Aires. Distribuidores en la
República Argentina: Capital: Mateo Cancellaro e Hija,
Echeverría 2469, 5to. C, Buenos Aires. Interior: Distrimeco * Los autores agradecen a Eduardo Cárdenas, Fermín
SRL, Av. La Plata 2138, Capital.
Chávez, Lucía Gálvez de Tiscornia, Norberto Galasso y
Osear Troncoso por los materiales que facilitaron para la
ISBN 950 25 0008 3 confección de este trabajo y a Jorge Guberman por las
sugerencias realizadas.

7
que exalte la tierra, la nacionalidad o la patria.. La definir una empresa política [y] que también desea
:

ambigüedad esencial del término permite que se hable de afirmar y consolidar la nación, pero como parte.de. una
un "nacionalismo cultural" o de un "nacionalismo eco- visión homogénea del mundo y la política"? . T a m b i é n
nómico"., o de un "nacionalismo político" y, dentro de aquí, como, en el caso de irazusta, Zuleta define al
éste, de un "nacionalismo de izquierda" y de un "nacio- nacionalismo c o m o . u n a ideología, ¿ o í r l a cual por otra
nalismo de derecha" y que incluso no'faítara, hace pocos parte se identifica. Una diferencia entre'ambos'.pensado-
años, quien vinculara' al nacionalismo con la economía res es sin embargo evidente: mientras para; Irazusta la
social de mercado y creara un "Partido Nacionalista ideología aparece como un criterio de base suficiente que
Liberal". Por supuesto que toda utilización de un térmi- permite sin dificultades la asunción de distintas opciones
no es lícita siempre y cuando se especifique previamente políticas ;prácticas, para Zuleta, en cambio, el ideológico-
qué se quiere decir con ello. es sólo un criterio de clasificación al cual se superpone
otro: el: de la elección política concreta.; E l : primer
Tampoco los distintos autores que han estudiado el
criterio sirve mayormente para deslindar el. campo del
tema se han puesto de acuerdo sobre los alcances del
nacionalismo hacia afuera y el segundo para subdividirio
mismo. Julio Irazusta, en su obra "El'-pensamiento
1 hacia adentro.
político nacionalista" , ha utilizado el concepto en un
sentido muy ceñido, limitando su estudio al análisis de Si la visión que los propios nacionalistas elaboraron
algunos pocos grupos político-ideológicos, y en especial del , problema está manifiestamente vinculada^., con la
de u n o de ellos —el de La Nueva República. El noción de nacionalismo como ideología o, <a lo sumo,
nacionalismo que, para Irazusta, aparece recién a fines de como corriente doctrinaría de acción política, distinta es
1927, lo cual ya es toda una definición, es implícitamen- la imagen que brindan historiadores ajenos a dicho
te considerado como un sistema de ideas muy preciso campo. Para la historiadora hisp ano-no ríe americana Ma-
5
encamado en un puñado de intelectuales y teóricos de la rysa "Navarro Gerassi , el nacionalismo es un fenómeno
política. En una. línea restrictiva semejante, se ubica el * demasiado complejo, que no puede englobarse en su
libro de otro nacionalista, Federico Ibarguren, Orígenes totalidad, dentro de un marco homogéneo de creencias.
2
del "nacionalismo argentino . Si el punto de partida.de Por ello, la autora-ajdaj;a que su objeto de estudio es lo
este autor es similar al de Irazusta: 1927, o sea el que se denomina "nacionalismo de derecha" y no analiza
momento en que surgen los primeros grupos políticos en su. trabajo a los; que designa como "nacionalistas
que se definen explícitamente como "nacionalistas", el populares", pues considera que los mismos parten de
modelo subyacente es bastante diferente. Para Ibarguren, otras premisas doctrinarias. Ni siquiera.dentro del "na-
que demuestra a lo largo de su trabajo un muyo* Interés cionalismo do derecha", agrega Marysa Navarro, puede
hablarse de una ideología común, ya que éste es tan sólo,
por la acción directa que por la filosofía, el nacionalismo 6
" u n collage más o menos artificial" . El criterio de
aparece no como un sistema coherente de creencias sino delimitación, para esta autora, es apenas la presencia de
como una serie de lealtades políticas estructuradas en ciertos principios políticos compartidos y, por ello, su.
torno a una militancia contra ciertos previsibles enemi- historia d e l nacionalismo comienza a principios de la
gos comunes: la democracia, el liberalismo, el comunis- década del 20.
mo. La columna vertebral de ese nacionalismo así defini-
do es, obviamente, el propio grupo de pertenencia: la Un enfoque diferente es el que utilizan algunos
7

"Liga Republicana". historiadores norteamericanos, como Cari Solberg . Para


Una perspectiva bastante similar a la de Julio irazusta este autor, en una posición que se encuentra en el
es la del autor de una documentada obra titulada El extremo opuesto de las antes mencionadas, toda mani-
3 festación patriótica es. considerada como nacionalismo.
Nacionalismo Argentino, Enrique Zuleta Alvarez . El
El fenómeno ha perdido toda entidad ideológica y es
nacionalismo que le interesa a este escritor es "el que se
considerado como una actitud cultural en sentido amplio
caracteriza por constituir una -actitud política, más o
que no tiene conexión alguna con el pensamiento de la
menos sistemática, más o menos doctrinaria, que aspira a
9
derecha tradicional o con cualquier otra filosofía políti- " C r i t e r i o " - y el nacionalismo filofascísta -ejemplifica-
:
ca determinada. Nacionalismo -es pues toda reacción do por los grupos de choque como la "Legión Cívica" y
patriótica, y ello permite al autor remontar su análisis la "Legión de M a y o " - . Los otros dos pueden englobarse
hasta fines del siglo XIX e incluir en ella a cualquiera que dentro de lo que se denomina nacionalismo "popular".
se haya manifestado a favor de la educación nacional, el Escasamente representados en esta época, pueden carac-
culto del gaucho o las fiestas cívicas. Entran de este terizarse uno, como de matriz laico-democrática —el
modo en esta clasificación, siquiera como precursores, primer Rojas y M o s c o n i - ; el otro como de base católico
algunos insospechables liberales como Ramos Mejía o popular, ejemplificado en Gálvez.
Miguel Cañé.
Esta clasificación, como todas imperfecta e instru-
Luego ' de esta fatigosa enumeración de distintos mental, integra con algunas innovaciones los distintos
puntos de vista, que no hacen más que reflejar la criterios utilizados por los historiadores que se han
complejidad del problema, corresponde explicitar la ocupado del tema. El más conocido de ellos es el que,
definición de nacionalismo que con carácter operativo con cierta simpleza, divide a los nacionalistas exclusiva-
utilizaremos en este trabajo. El término "nacionalismo" mente en dos grandes grupos según la actitud política
será usado aquí en el sentido de un movimiento cultural asumida por ellos con respecto a los grandes movimien-
acotado, por un lado, por la presencia en el pensamiento tos populares argentinos contemporáneos: nacionalismo
de aquellos a quienes denominaremos nacionalistas de " p o p u l a r " el que mantuvo una actitud favorable hacia
ciertos elementos político-ideológicos comunes y, por dichos movimientos y nacionalismo "oligárquico" o
otro, por una conciencia de pertenencia- Todos ellos 8
"elitista" el que fue hostil a e l l o s . Un segundo criterio
comparten una serie de actitudes y principios: cierta es el q-ue diferencia, quizás especiosamente, entre un
posición de crítica y disconformidad hacia el sistema^ nacionalismo "extranjerizante" por la procedencia de sus
imperante; una revisión no uniforme de los valores"" ideas y un nacionalismo "vernáculo" conformado virgen
históricos aceptados como producto de este cuestíona- 9
de influencias extranjeras . Otro criterio clasificatorío de
miento del presente; una manifiesta hostilidad hacia el-- alcance más limitado es el que propone Zuleta Alvarez
positivismo, relacionada con una crítica a diversos aspec- de subdividjr^lo que él denomina "nacionalismo", y que
tos del liberalismo; una exaltación de la nacionalidad y, corresponde poco más o menos a lo que otros autores
por último, una actitud de oposición hacia las filosofías llaman nacionalismo " d e élite", en dos grupos: un
y las organizaciones internacionalistas. De todos modos, nacionalismo "doctrinario", autoritario y hostil a la
consideramos el elemento esencial de nuestra definición actividM política, representado por Lugones, la "Liga
que aquellos a quienes calificamos como nacionalistas se Republicana" o la "Legión de Mayo", y.otro nacionalis-
reconozcan a sí mismos como tales y sean vistos del m o ' " r e p u b l i c a n o " , inclinado hacia la idea de la confor-
mismo m o d o por el resto de la comunidad. mación d e . u n partido político y ejemplificado en los
10

Una vez precisado de este modo el alcance que se hombres de "La Nueva R e p ú b l i c a " . También en.Na-
otorgará a nuestro estudio,- es conveniente hacer una varro Gerassi, aunque no explícitamente, subyace un
clasificación con fines exclusivamente explicativos de los deslinde del llamado nacionalismo " d e derecha" en tres
distintos grupos que quedan englobados en la definición grupos: uno afrancesado de influencias maurrasianas,
de nacionalismo a d o p t a d a . ' A partir de las fuentes otro hispanista católico y un tercero fascista* *. Por
ideológicas que conforman su pensamiento, se pueden supuesto que ninguna clasificación resuelve los proble-
distinguir cinco grupos principales. Tres de ellos pueden mas que presenta un movimiento caótico y polifacético
agruparse a su vez dentro de la clásica definición de como el nacionalismo - ¿ d ó n d e ubicar a Lugones, por
nacionalismo "de élite" y .son: el nacionalismo clásico o ejemplo? - , sino que tan solo ayuda a hacer más com-
republicano —representado en esta etapa por el grupo de prensible lo que a primera vista parece un mosaico
"La Nueva R e p ú b l i c a " - , el nacionalismo tradicionalista demasiado complejo.
católico —integrado en este período por el grupo de
Completada la caracterización y la clasificación, del
10
nacionalismo §5gu.r.. si modelo adoptado, parece perti- tras algunas voces precursoras de la década del diez,
nente preguntarse por el origen y el significado del surgirá en los años veinte .hasta alcanzar una gran
nacionalismo en la Argentina contemporánea. Sobre el importancia con la revolución de setiembre de<193G y
primero de los puntos, mucho han discutido los historia- en la década posterior, sorprende, al observador..,Una
dores de distinto signo. Mientras para algunos el naciona- amplísima influencia en el campo de las ideas políticas y
lismo es solo un reflejo de movimientos políticos y en las instituciones culturales coincidió con una también
corrientes ideológicas europeas, y por lo tanto es lícito evidente incapacidad para transformar díchai influencia
hablar de "una ideología originada en Europa y adaptada en un proyecto de poder político estable y viable. Esta
12
e n - f o r m a s diversas en H i s p a n o a m é r i c a " o de una aparente paradoja llevó a uno de sus integrantes más
"línea del fascismo argentino que recibió corrientemente destacados a formular hacia los años setenta una amarga
1 3
el nombre de "nacionalismo" , otros autores prefieren reflexión sobre el nacionalismo visto en la perspectiva
remarcar las condiciones internas que independientemen- del siglo. "Como los .partidos de la extrema izquierda,
te de Europa permitieron que surgieran aquí movimien- sufrió las tentaciones ofrecidas por las revoluciones del
tos de características semejantes a las de los ^países del mundo - h a c i a la extrema d e r e c h a - . . S u anti-electoralis-
Viejo Continente. Movimientos que si bien* tuvieron mo recalcitrante . le hizo rechazar ¡toda propuesta de
posteriormente una influencia marcada de las doctrinas constituir un partido nacionalista, al estilo tradicional,
europeas, fueron inicialmente respuestas-a una problemá- para' ir a las. urnas, con una dirección colegiada y en la
tica local. En esta segunda línea de in-térpretación, las que el liderazgo resultara del acierto en los consejos,
opiniones se dividen en cuanto al tipo de causas internas cuando, el movimiento reunía en las. calles multitudes
que provocan la "reacción nacionalista". Para algunos el mayores que sus rivales. El afán de. llegar, a la jefatura
problema principal es el conflicto social creciente y los suprema, como los dictadores en boga, hizo estragos
temores que genera en un segmento de la cíase dirigente, entre los jefes del grupo. La idea de copar un movimien-
segmento del cual, según esta hipótesis, provienen los to'ajeno, determinado gobierno o el régimen mismo, les
nacionalistas. Para otros, el problema no se presenta hacía descuidar el_hgcho de que los caudillos que
tanto como una respuesta al conflicto social sino como admiraban en Europa ""habían empezado de abajo, y
una respuesta a la pérdida creciente-de prestigio y de triunfado con el apoyo popular, más que con habilidades
poder político en el seno del grupo dirigente, de las maquiavélicas"; con el correr de los años la situación se
familias tradicionales —de las cuales saldrían los naciona- agravó y "el nacionalismo degeneró en una internacional
listas— a manos de los nuevos grupos sociales en ascenso. ideológica, y ya enteramente maniobrado por el régimen,
Un tercer tipo de análisis remarca en cambio más el -colaboró con los sucesivos gobiernos y no cuajó en ia
aspecto cultural que el social y ve al nacionalismo como práctica. No teniendo domicilio político fijo y conocido,
una reacción natural, en especial en los ambientes pro- cuando le llegó su hora, la historia no tenía señas donde
vincianos, ante la creciente cosmopolitización y disgrega- 15
e n c o n t r a r l o " . Esta lúcida reflexión de Julio frazusta,
ción cultural de la Argentina como consecuencia del si describía admirablemente las políticas llevadas a cabo
14
impacto i n m i g r a t o r i o . Probablemente las tres hipótesis por los nacionalistas en los cincuenta años centrales del
de esta segunda línea de interpretación reflejan, por las siglo, confiaba en demasía en que otra actitud política
razones que se dan a lo largo del trabajo, la mejor por parte de aquellos les hubiera permitido ejercer un
explicación comprensiva del surgimiento del nacionalis- papel más destacado. Ello es a nuestro juicio improbable.
mo. Si los nacionalistas se hubieran reunido en un único
partido político es previsible que n o hubieran alcanzado
Si el problema de las causas que explican el surgimien- de. todos modos un peso electoral considerable y que,
to del movimiento nacionalista ha concitado el interés de ante ello, a la larga hubieran recaído en el golpismo
los' historiadores, también lo ha hecho y en mayor militar. A impedir la constitución del nacionalismo como
medida la cuestión del significado del nacionalismo en la opción política contribuyó sin duda al menos tanto
historia argentina contemporánea. Este movimiento que,

12 13
como la actitud de sus integrantes hacia la política, que
Irazusta les reprocha, la existencia de grandes partidos
populares que incluían en su ideario buena parte de los 'I
postulados nacionalistas, en lo que ellos tenían de [_
moderno ¡ y atractivo; el escaso eco hallado por. las ¡
propuestas del nacionalismo en una clase dirigente for- |
mada e n ' o t r o s moldes doctrinarios; la escasa influencia f
en los sectores medios, producto probablemente del bajo í
nivel de conílictividad social de la Argentina; lo anacró- 1
nico de muchos de sus postulados, que confiaban inge- ¡
nuamente en poder revertir el paso del tiempo. Si todo |
lo expuesto reducía al nacionalismo a una ubicación ¡
marginal en el sistema político, otras condiciones favore- ¡
cían su expansión en el terreno cultural. La posibilidad í
de presentarse como alternativa a la cultura oficial, los ¡ i
problemas generados por los temores a la desintegración ¡
cultural como consecuencia del impacto migratorio, el [
favor de que gozaron en este yerren o durante los distín- \ ALGUNOS PRECURSORES
tos gobiernos militares, permitieron que pese a su mi- \
núscula fuerza política alcanzaran una influencia amplia [
y sostenida que perdura aún hoy en la cultura argén tinaV*.J La Argentina del Centenaxio
N o es propósito de este libro juzgar alnacionalísmo o j
a sus integrantes, los abundantes documentos transcrip- \ A cíen años de la Revolución de mayo la Argentina ,
tos permiten, mejor que nuestras palabras, formarse una t parecía haber alcanzado una envidiable prosperidad.
idea de su valor. Más modestos, solo hemos querido aquí j Todos los'lndicadores económicos mostraban un progre- i
contribuir a "comprender y hacer comprender". [ so sensible en los últimos treinta años: el valor de las
exportaciones había crecido seis veces y media; la exten- ;
siónvde la red ferroviaria había aumentado más de diez
veces; el total del área sembrada se había cuadruplicado ;
desde 1872. Los continuos déficit de la balanza comer-
cial y sus implicancias sobre la balanza de pagos, que .
habían hecho evidentes las debilidades del modelo de
desarrollo ya en la crisis de 1890, no alcanzaban a :

atenuar el ilimitado optimismo acerca del presente y el


porvenir.
Al mismo ritmo que la economía había crecido la ;

población: de algo menos de dos millones en 1869 :


llegaría a casi ocho en 1914. La causa principal de este i
incremento la constituía el fenómeno inmigratorio: más •
de cuatro millones de extranjeros —en su mayoría
italianos y españoles— llegaron a estas costas entre 1880
y 1910, y más de la mitad de ellos se radicó en forma
permanente.
G 1 S
En eí centro áe esta expansión, una ciudad, Buenos socialistas—, en el aumento del número de huelgas, que
Aires, que había dejado de ser la gran aldea al compás alcanzaron a 298 en 1910, y en ía escalada de violencia
del tranvía, el Teatro Colón, los edificios de seis pisos, la que alcanzó uno de sus picos con el asesinato del Jefe de
coexistencia de los distintos grupos étnicos —uno de Policía Falcón en 1909. Las consecuencias se harían
cada dos habitantes de la Capital era extranjero— y un visibles en los festejos de un Centenario acompañado por
activo movimiento cultural. Llegaban a ella algunas VA vigencia del estado de sitio. >
figuras ilustres: poetas como Rubén Darío, políticos Un dato de no menor importancia lo constituía el
como Jean Jaurés y Georges Clemenceau. Miguel de carácter predominantemente extranjero de las ideologías
Unamuno y Anatole France desde las columnas de La y las organizaciones obreras, que permitía a los grupos
Nación, Ramiro de Maetzu y Cesare Lombroso desde La dirigentes una fácil y simplista traslación deíconflicto de
Prensa entre tantos otros, contribuían a dar brillo 1
términos sociales a términos nacionales, atribuyéndolo
a una vida cultural a primera vista impactante. no u la industrialización y sus consecuencias sino a la
Lugones en la "Oda a los ganados y las mieses" y acción conspirativa de ciertas grupos de inmigrantes.
Rubén Darío en el "Canto a la Argentina" celebraban el La agitación social y el aluvión inmigratorio no eran
optimismo de un Centenario que parecía pronosticar una sin embargo las únicas amenazas, al orden político social
era de progreso incesante e ilimitado. Sin embargo, por instaurado en las últimas décadas del siglo XIX. El
debajo de la prosperidad económica y del resplandor mismo se veía también afectado por la falta de sustenta-
cultural, se manifestaban algunos sintonías preocupan- ción del sistema político, expresada en el bajísimo
tes. El temor a la desintegración nacional como conse- porcentaje de votantes que concurría a los actos comicia-
cuencia del impacto inmigratorio, la aprehensión con les (menos del 2 % del total de la población) y por la
respecto al conflicto social, producto casi inevitable de la permanente, acción conspirativa de Hipólito Yrigoyen y
urbanización y de la incipiente industrialización, y la el radicalismo. La búsqueda de un mayor consenso y de
debilidad del sistema político, que mantenía al margen uña ampliación de la legitimidad de los gobiernos llevaría
de la vida cívica a amplísimos sectores de-la población, al sector más moderno, de las fuerzas conservadoras a
desvelaban a la élite dirigente. Ya Sarmiento había dado impulsar: una reforma electoral. Roque Sáenz Peña,
la voz de alarma hacia fines del siglo, en su Conflicto y llegado a la presidencia en 1910, y su ministro del
armonías de las razas en América, y tras él, entre otros, Interior,. Indalecio Gómez, propondrán la nueva ley de
Joaquín V. González y Carlos Pellegrini. sufragio.'aspiran do a que actuara como antídoto, de los
Indudablemente, más allá de lo exagerado de los problemas enumerados, integrando al sistema político a
temores que manifestaban los sectores tradicionales, otros grupos sociales nativos, especialmente los argenti-
aquéllos encontraban su explicación en las características nos de primera y seguna generación. ¡
excepcionales que adquiría eí fenómeno inmigratorio en
la Argentina. La proporción de extranjeros sobre el total También hacia los años del, Centenario alcanzaba
de la población era mucho más alta que la de cualquier notoriedad :una nueva generación literaria, influida por
otro país de inmigración en América - u n 30% frente a el espirituaíismo y el modernismo, admiradora de Darío,
un 14,5% para los Estados Unidos para esta época—; a Tolstoi, Wagner y los impresionistas franceses, y también
ello se agregaba una asimilación de los mismos que los de la generación española del 98, en el marco de una
estudios más recientes revelan como más lenta que lo época que reaccionaba:contra el naturalismo y el positi-
1
que tradicionalmente se ha s u p u e s t o . 6 - vismo. Nacidos en la primera mitad de la década del 80,
Los temores a la desintegración nacional se agravaban y nucleados inicialmente en torno a la revista Ideas,
a la vez que se confundían con la amenaza de un Manuel Gálvez, Ricardo Rojas, Emilio Becher, Alberto
conflicto social creciente —aunque todavía de dimensio- Gerchunoff y Mario Bravo eran algunos de sus principa-
nes modestas—, que se expresaba en el peso cada vez íes representantes. De entre ellos, dos concitan nuestra
mayor de las organizaciones obreras —anarquistas y especial, atención, Rojas y Gálvez, jóvenes miembroside

16 17
las élites dirigentes que reaccionarán contra las temidas su primer libro de poemas en 1903); Rodó, que había
consecuencias del aluvión inmigratorio. denunciado en Ariel los riesgos de la inmigración ¡
masiva. Pero también la observación cotidiana de la ¡
realidad de Buenos Aires y las dificultades que un joven ;
Dos precursores de! nacionalismo: provinciano encontraba para integrarse en la gran ciudad,
Ricardo Rojas y Manuel Gálvez a la que parecían adaptarse mejor los extranjeros que los
hombres del interior. Por último, el viaje a Europa,
Ambos compartían algunos rasgos comunes desde el iniciado en 1907, enviado por el gobierno para "estudiar
p u n t o de vista social: pertenecían a prestigiosas familias el régimen de la educación histórica en las escuelas ;
provincianas que habían alcanzado el pináculo, de su 2 0
e u r o p e a s " , que le sirvió también, según testimonia en
carrera política bajo el rbquismo en la década del otras obras, para revalorar las raíces hispánicas de núes- ¡
ochenta. Absalón Rojas, padre de Ricardo, fue goberna- 2
tra cultura í .
dor y hombre fuerte de Santiago del Estero, y. José Las conclusiones del viaje se plasmaron en su propues- ¡
Gálvez, tío de Manuel, lo fue en la provincia de Santa ta de reforma educativa expuesta en La restauración
Fe. Pero mientras los Gálvez constituían una antigua y nacionalista. AHÍ consideraba a dicha reforma como la ¡
acomodada familia santafesina,. Absalón Rojas era de clave para evitar la desnacionalización cultural y social
origen humilde y su fortuna y su poder; de origen de su patria. Pero su propuesta de reforma está enmarca- , !

11
reciente . da en un análisis global de la Argentina del Centenario,
Ambos van a enjuiciar a la a r g e n t i n a del Centenario en el que presenta un panorama oscuro de esta época !

iniciando una prédica de contenido nacionalista con la que aparecía a los ojos de la mayoría como un período ¡
publicación de dos obras casi contemporáneas: La-res-^ de esplendor. Denuncia el "cosmopolitismo", la "indife-
tauración nacionalista (1909) y El diario de Gabriel"** rencia para con los negocios públicos", el "ansia de
Quiroga (1910). En ellas se manifiesta eí rechazo de los riqueza sin escrúpulos", el "individualismo demoledor",
jóvenes aristócratas provincianos a la ciudad cosmopolita significativamente junto a la "venalidad del sufragio" en
y hostil, en la cual se podía confundir a Sócrates con un un planteo que recuerda demasiado al de Hipólito ]

mendigo.' Yrigoyen, -en boca de quien aun n o era radical. Señala


Diez años después de haber llegado a Buenos Aires, que, al igual que en los tiempos anteriores a 1810, la
donde había comenzado estudios de Derecho qué no Argentina depende económica e intelectualmente de las i
terminó para dedicarse al periodismo y a. la actividad viejas-^-metrópolis y que también, como entonces, "el i
literaria," Rojas (1882-1957) escribió La restauración pueblo permanece ausente de las funciones cívicas". La
nacionalista. En el prólogo a la segunda edición, del año invasión de brazos italianos y capitales británicos y la i
1922, explicaba cuál había sido el propósito de su obra: ausencia en el país de una "Iglesia inteligente" han |
"despertar a la sociedad argentina de su inconsciencia, contribuido a la desnacionalización de la cultura. Frente i
turbar la fiesta de su mercantilismo cosmopolita, obligar a esta situación el problema que se presenta es el de una j
a las gentes a que revisaran el ideario ya envejecido de "restauración nacional" (documento 1).
16
Sarmiento y A l b e r d i " . Confesaba haber .elegido el En el documento 2 se precisan y limitan los conteni-
título con objetivo polémico,-"con juvenil simpatía dos de la restauración nacionalista, lo que constituye '..
precisamente por su tono alarmante, inactual y agresi- uno de los rasgos más originales de la obra. No se trata .
1 9
vo" . de atacar el "progreso" o la "civilización", sino de ;

Diversas experiencias se volcaban en esta obra. En integrar equilibradamente el aporte extranjero al desarro-
primer, término la labor intelectual j u n t o al grupo de llo nacional. Un nacionalismo que quiere, "como lo i
Ideas y las influencias comunes: el modernismo; los querían Alberdi y Sarmiento, campeones aquí del cos-
españoles del 98 (y en particular Unamuno, con el que mopolitismo", que vengan "sus capitales, sus hombres y
había mantenido correspondencia tras la publicación de sus ideas", pero que se extraigan beneficios de dichos

1o 1Q
capitales, se asimile al hijo del inmigrante y que las ideas cercanos a lo que en la Introducción denominamos
se conviertan en "substancia propia". nacionalismo popular, comenzando por Gálvez, recono-
!
;
Ello sólo será posible a través de la reforma educativa, cían la deuda de los nacionalistas, con Rojas y su .obra
2 7
que permita "crear una comunidad de ideas nacionales juvenil . ; -
22
entre todos los a r g e n t i n o s " . Para Rojas, como para . Si las relaciones con los grupos nacionalistas no
Alberdi y Sarmiento, la educación jugaba un rol primor- fueron muy fluidas, si lo serían con el radicalismo, al
dial: "una educación nacional" centrada en el estudio de cual Rojas terminará p o r afiliarse, .participando activa-
las humanidades modernas y ' en la que la historia mente a. partir de la década del treinta, tras revisar ¡las
ocupara un lugar preponderante. aristas más conflictivas de su pensamiento juvenil. .
Si bien el diagnóstico que presenta Rojas tiene mu- Intentando una síntesis .del primer Rojas, .expresado
chas facetas novedosas, la solución que propone es en.las obras que van desde La restauración nacionalista
parcial y poco original: muchos antes que él habían h a s t a Eürindia (1924), podríamos señalar algunas
señalado a la educación como remedio a los problemas características distintivas, sin pretender agotar un tema
planteados por la inmigración masiva. Entre otros el manifiestamente complejo: un nacionalismo particular,
entonces rector del Colegio Nacional de Buenos Aires, democrático, iaico, n o tradicionalista ni xenófobo, que
Enrique de Vedía, planteaba la necesidad de "argentini- propone: una: síntesis armónica entre l o . antiguo..y lo
zar nuestra educación" como el medio más eficaz para nuevo, entre lo nacional y i o extranjero, entre lo indíge-
asimilar a la masa de hijos de extranjeros, ahuyentando na y lo hispánico, que denuncia la dependencia cultural
23
de sus mentes "ideas exóticas y tendencias e x t r a ñ a s " . y económica, pero sin detenerse a analizar sus mecanis-
La visión crítica que el joven intelectual santiaguéño mos ni a ahondar en soluciones, que propone una visión
tenía del tiempo presente llevaba necesariamente a una renovada de la historia nacional, de.la cual no debe estar
cierta revisión del pasado. Un punto central de esa tarea" ausente la perspectiva del Interior.
era la superación de ciertos conceptos clásicos como el Personaje singular ' dentro de . las letras argentinas,
de "Civilización y. Barbarie". En Blasón de Plata, obra Manuel Gálvez (1882-1962) llegó también muy joven a
publicada en 1912, propuso reemplazar a esta vieja la gran ciudad, d o n c ^ p r o n t o fundaría, junto ,con Ricar-
fórmula por la de "exotismo e indianismo", q u e él do Olivera, la revista Ideas, que fue, desde 1903:

consideraba como mucho más adecuada para compren- hasta 1905, el vocero de una nueva generación literaria.
der la totalidad de nuestro'pasado (documento 3 ) . El
Definiendo a esta generación decía el mismo Gálvez años
desarrollo de estos conceptos lo llevaría incluso a elabo-
despuésque "pasado el europeísmo inicial, fue ardiente-
rar una revalerización de la figura de Rosas, a quien
mente 'nacionalista', dando a esta palabra un vasto
calificaba de "gaucho hermoso" de "profundo instinto 2 8
24 significado, no el restringido que tiene a h o r a " . En su
indiano y vasta conciencia t e r r i t o r i a l " .
gran mayoría provincianos, como ya se señalara, admira-
Rojas n o formó parte de ninguno de los grupos
políticos nacionalistas que se constituyeron a partir de dores de Darío, ai que llamaban "el Maestro. Así, con
29

fines de la década del veinte, cuyos postulados en su m a y ú s c u l a " , pero más de su estilo que de su temática:
mayor parte no compartía. Ya en ¿ a restauración nacio- "Carecíamos de fervor hacia las princesas, las marquesas
nalista había censurado premonitoriamente al na- versallescas y la Grecia de tercera mano que nos evoca-
cionalismo de cuño francés que a través de la influencia ban el maestro y sus discípulos inmediatos. Nosotros
de Maurice Barres comenzaba a difundirse en Buenos éramos mucho menos cosmopolitas que ellos, y en
Aires y que no era.para el autor sino otro síntoma de nuestra. subconcíencia se agitaban ya, seguramente, las
que los argentinos pensaban con ideas hechas en el imágenes d e los seres y de las cosas de nuestra tierra, que
3 0
25
e x t r a n j e r o . Por otra parte, muchos nacionalistas tam- haríamos vivir más tarde en.nuestros l i b r o s " .
poco reconocían a Rjjas como un antecesor, criticando Desde los primeros años de su permanencia en Buenos
duramente las desviaciones de un "nacionalismo cercena- Aires, Gálvez sentiría, al igual que Rojas, un profundo
2 6
do y e u r í n d i c o " . Otros pensadores, en cambio, más rechazo hacia la ciudad cosmopolita e iría modelando
20 21
una visión propia de la realidad en cuya conformación se de la masa popular", para terminar elogiando el neutra-
pueden reconocer distintas vertientes. En prirnertérmi- lismo, el hispanoamericanismo y la "admirable política
no, la reacción antipositivista y espiritualista de cuño 3
obrerista" de Y r i g o y e n 3 . Dichos conceptos chocaban
modernista, j u n t o a una apertura hacia la problemática con la imagen plebeya y demagógica que del radicalismo
social —apertura que entre otras cosas distinguiría a la tenían los jóvenes de 'La Nueva Repi'iblica r" y con la
obra de Gálvez de la obra de Rojas— bajo el influjo de negativa impresión que les causaba la figura del presiden-
Tolstoi, Sicardi y Almafuerte, y a una cierta influencia te reelecto. Gálvez respondía a las críticas recordando
del krausismo a través de alguno de sus profesores de la que " l a barbarie, el plebeyismo, la guaranguería, la
3 1
Facultad de D e r e c h o . El redescubrimiento de España demagogia, n o son productos radicales. . . sino producto
iniciado en su primer viaje a Europa en 1906 y completa- 3 4
de un país en formación" . Muchos años más tarde,
do en el segundo en 1910 —cuyo resultado sería'El solar seguía reprochando a aquel grupo lo harto incompleto
de la raza—, su retorno al catolicismo en 1907 de su nacionalismo, en el que no figuraban ideas de
bajo la influencia de su futura esposa Delfina Bunge, y su
3 s
encuentro con las provincias del norte producto de sus justicia social .
viajes como Inspector de Enseñanza, en las cuales según El mismo Gálvez ha retratado su ideario político en
propia confesión, se sintió "argentino de veras" -así como sus Recuerdos de la vida literaria, reconociéndose
"español y cristiano", terminarían de completar la for- antiliberal, católico, tradicionalista, demócrata, "popu-
32
mación del joven e s c r i t o r . lar", admirador de la obra social del fascismo italiano,
pero no de "su orgullo, su culto de la violencia y su
Novelista de éxito con d-.eorrer de los años, sería 3
sentido pagano de la vida " 6 _ T o d o ello atemperado por
G á l v e z u n a figura original autónoma dentro del
una tolerancia hacia la diversidad ideológica que sus
nacionalismo argentino. Profundamente católico y pxo-
fundamente provinciano, elaborará una visión del mundo'" buenas relaciones con los socialistas más notorios atesti-
que, rechazando el cosmopolitismo y la tradición liberal, guan.
se anticipará en muchos aspectos a ciertas temáticas del - El diario de Gabriel Quiroga, publicado en 1910,
nacionalismo de la década del 30. Excepto un brevísimo en una edición escasa de apenas quinientos ejemplares,
paso por una agrupación católica promovida por Monse- reveló porjeHnomento con escaso éxito al futuro célebre
ñor De Andrea, n o perteneció Gálvez a ningún/partido novelista de Nacha Regules y la Vida de Hipólito
político. Izquierdista anárquico en su juventud, abando- Yrigoyen. Reflejando en parte como señalara Halperin
37
nó dichas posiciones tras su reacercamiento al catolicis- Dongjhi , la hostilidad del joven literato provinciano
mo. Fue uno de los pocos intelectuales no radicales que hacia^Ta gran ciudad que ignora su talento, el Diario se
apoyó a Yrigoyen, a partir del neutralismo de la primera presenta como un curioso breviario nacionalista "avant
presidencia, y mantuvo a partir de entonces una actitud la lettre", que quizás sea mejor llamar, como prefería
de comprensión benevolente hacia los grandes movimien- Quiroga-Gálvez, tradicionalista.
t o s populares de la Argentina contemporánea, distin- < . Casi contemporáneo del libro de Rojas, el Diario
guiéndose en ello de otros sectores del nacionalismo. Más muestra rasgos comunes con aquél, que parten de coinci-
aún, hacia 1-928 sostuvo una significativa polémica con dencias generacionales e intelectuales que ya se han
Julio Irazusta y ' La Nueva República* a propósito de la señalado, pero presenta también aspectos diferentes, que
figura de Hipólito Yrigoyen. El futuro biógrafo del son producto de marcos ideológicos diversos. Coinciden-
caudillo ; radical pronunció una breve alocución en el cias y discrepancias surgen de la comparación entre los
comité radical de Córdoba, como introducción a una documentos seleccionados.
conferencia de Ernesto Laclau, en la que consideró al El primer texto (documento 4) describe la situación
radicalismo como una "expresión viviente y exaltada del
de la Argentina que, en el marco de un materialismo
sentimiento nacionalista" que "nada debía a las doctri-
creciente, ha perdido "el espíritu nacional y el patriotis-
nas, ni a los métodos europeos. . . sino que había surgido
m o " y propone, al igual que Rojas, la reconquista de la
vida espiritual del país. El segundo (documento 5)
79
•'-¿chaza los resultados de la civilización predicada por cantidad \ extraordinaria de capitales británicos mueve
Sarmiento y Alberdi. La inmigración y la europeización nuestras empresas.'En medio de este cosmopolitismo de
han llevado a la pérdida de la tradición y las costumbres hombres i y capitales, que nos somete a una verdadera
y a la desnacionalización. .También aquí, como en el sujeción ¡económica, el elemento nativo abdica en la
texto anterior, seguimos en las huellas de Rojas, a indiferencia o el descastamiento de las-ideas, das pocas
diferencia de lo que ocurrirá en los dos textos subsi- prerrogativas que ha salvado. Todo ello, nosiha traído a
guientes. una situación, que sería pavorosa si se manifestara con
1

Una visión crítica del pasado argentino - s o l o esboza- gestos dramáticos, p e r e q u e parece próspera, porque su
da en Rojas— se manifiesta en el documento 6, que manto de púrpuras extranjeras, esconde congojas en esta
podría fácilmente confundirse con la de algún historia- silenciosa tragedia del espíritu tradicional. - ¡ '•<•-.•-. •
dor revisionista contemporáneo. Sin embargo, la revisión El m o m e n t o aconseja con urgencia imprimir a nuestra
no ha sido en Gálvez aún completada. Sarmiento y educación un - carácter nacionalista por medio de la
Mitre, a quienes está dedicado el Diario, permanecen aun al Historia y las humanidades. El cosmopolitismo en los
1
margen del cuestionamiento; Roca aparece como conti- • hombres y Tas ideas, la disolución de viejos núcleos
nuador de la tradición federal. Años después, en un morales, la indiferencia para con los negocios'públicos, el
célebre artículo pubücado en Criterio en 1928 y del olvido creciente de las tradiciones, la corrupción popular
que se transcribe un fragmento más adelante, el proceso del-idioma, el desconocimiento de nuestro propio terri-
de crítica a la. tradición liberal sería completo. torio, lá falta de solidaridad nacional, el ansia de la
r
riqueza sin escrúpulos,' el culto de las jerarquías más
El ultimo texto (documento 7) sirve para definir al
innobles, el desdén por las altas empresas, la falta de
nacionalismo en la concepción de Gálvez. Reconoce la
pasión'en las luchas, la venalidad del sufragio, la supersti-
deuda con. Rojas, pero la propia' preferencia por el-
ción por'los nombres exóticos, el individualismo demole-
término tradicionalismo en reemplazo de nacionalismo
dor,, el desprecio por los ideales ajenos, la .constante
insinúa las diferencias que de aquél lo separan y que se
simulación y la ironía canalla '—cuanto define la época
ahondarían ^en eí futuro. A riesgo de extremar los
actual—,' comprueb'SñTa necesidad de una reacción pode-
términos podrían contraponerse un nacionalismo más
rosa-en favor de la conciencia nacional y de las'discipli-
afincado en una visión laica y liberal y en la noción de
nas civiles. • • ,
progreso (Rojas) a un nacionalismo más apoyado en una
visión católica y tradicionalísta, con una más inquieta Este scuadro acaso parezca ensombrecido ' por una
preocupación social (Gálvez). Visiones diferenciadas cu- pasión pesimista; pero dentro y fuera de las aulas,
yos contornos se precisarían en el futuro, que en el desoladores'signos comprueban su veracidad. En tiempos
presente coincidían en la interpretación crítica del mis- de Alberdi era el desierto lo que aislaba a los hombres,
mo y en el diagnóstico de sus causas. impidiendo la formación .de la opinión pública y de la
Obra casi olvidada, el Diario señala sin embargo un acción organizada.- Hoy es el cosmopolitismo y una
hito precursor en el pensamiento nacionalista y es atmósfera de ideas y sentimientos corruptores, lo que en
testimonio de la deuda que el mismo tiene para con medios demográficamente densos como la capital, pone
Gálvez, y que Garulla - e l denostador de Rojas— oportu- su masa disolvente, e impide, como antes el desierto, la
38
namente r e c o r d a r a existencia de una opinión y de una acción orgánicas. La
política exclusivamente económica'que venimos realizan-
do, n o : h a sido suficientemente poderosa como para
suprimir el desierto en medio siglo, pero si lo ha sido
Documento 1: Una visión crítica de la Argentina del para dar a la capital, populosa y rica, una influencia
Centenario. excesiva sobre el resto del país, de tal manera, que
catorce provincias viven a su ritmo. Esta impone los
Bástenos recordar que una cantidad exorbitante de valores políticos, económicos, morales e intelectuales a
brazos italianos trabaja nuestros campos, y que una
24 25
todo eJ resto de la república. De ahí que, cuanto aquí da la tradición americana por los mismos que no supie-
ocurra en contra o pro de los intereses argentinos, sea ron embellecerla, corrompido el idioma por la barbarie
trascendental para la salud de. toda la nación. dialectal de las inmigraciones, privado el país de una
Puede decirse que la grandeza aparente de Buenos Iglesia inteligente que hubiera tomado como el clero
Aires se ha formado por la agregación fatal de esfuerzos inglés la dirección moral de su cultura, desprovistos los
individualistas o egoístas, y de intereses internacionales o argentinos de esa aptitud metafísica que salvó del desas-
ajenos a la nación. El ideal nacionalista, que es la tre a los alemanes, estimulado más bien el sensualismo
conciliación de ambos extremos, falta entre nosotros. criollo por la belleza de sus hembras y la generosidad de
Bajo las apariencias de un progreso deslumbrante, segui- su suelo, la escuela nacional .debió haber sido baluarte
mos, espiritualmente, como en tiempos de la colonia y que salvara generaciones argentinas. Pero en vez de
de la famosa Representación de los hacendados. La meditar sobre nuestras propias realidades, preferimos
sombra de la Patria, que se exaltara al fuego místico de pedir a ias más recientes revistas extranjeras, la solución
la Revolución, ha vuelto a ser la imagen borrosa de la absurda de nuestros problemas peculiares, y así hemos
víspera. Continuamos ausentes de las funciones cívicas, a padecido esos programas enciclopédicos, esas humanida-
las cuales no asiste el vecindario ni en los grandes des sin material didáctico, esas lecciones por manuales
instantes, como en los días de "cabildo abierto". rVivi- franceses, y toda nuestra vida sin transcendencia históri-
mos a la espera del barco de ultramar, que antes venía ca. Y el error ha llegado de tal modo a viciar el ambiente,
cada tres meses con noticias de Cádiz, y que. ahora llega que tal vez se juegue este esfuerzo del liberación nacional
cada día con noticias de Fraocia.o de Inglaterra. Para como osadía tremenda o delirante orgullo. Más los
completar el símil, los doctores siguen representando a elementos técnicos que entrega este informe a los educa-
los hacendados, y los intereses agropecuarios constituye^ dores, tosca forja, como toda elaboración primitiva,
la preocupación más cara a los habitantes de la ciudad/ deberán, con el tiempo y e] concurso de todos, perfec-
La riqueza y la inmigración la han sacado de su cionarse. Dada la vastedad deí problema, según se verá en
antigua homogeneidad aldeana, pero n o para traernos a el'resto de este libro, sólo la formación de programas, de
lo heterogéneo orgánico, que es la obra verdadera del maestros y dejnaterial didáctico genuinamente naciona-
progreso social, sino para volvernos al caos originario, les, quizá requieran el esfuerzo de una generación.
cuando en tiempo de los últimos adelantados, aquí se A los hombres nuevos de nuestro país nos ha tocado
aglomeraban castellanos y vascos, y andaluces y queran- vivir en uno de los períodos más difíciles por que haya
díes, y criollos, y negros, y mulatos, entre la ranchería atravesado la sociedad argentina. Obsesionáronse unos
de los fosos y las playas del río. Al igual de entonces, con el fenómeno político, como si él solo compendiara
continuamos careciendo de partidos, de ideas propias, de toda la suerte de las naciones. Otros se enorgullecieron
arte y de instituciones. de la riqueza, como si ella fuese eí destino de la
En medio del ambiente que este parágrafo evoca, civilización. Los menos se refugiaron en el culto silencio
presurosamente y sin aliño, la escuela nacional se nos de la belleza, incluyendo de las ásperas realidades am-
aparece también como un transplante de instituciones bientes. Pero todos, absortos ante eí desarrollo material,
europeas, sin que el pensamiento .nativo haya tentado que al par colmaba nuestros orgullos o acallaba con sus
ninguna empresa sistemática para libertarse de las nuevas rumores cualquier protesta, han sentido rodar en la
tiranías que le deprimen. La guerra por la independencia sombra, desde hace varios lustros, las cosas que consti-
política, obligábanos a empeñarnos más tarde por nuevas tuían el alma argentina, de tal suerte, que hoy se plantea
guerras en favor de la independencia intelectual y de la para algunos espíritus un verdadero problema de restau-
independencia económica, en tanto que hoy, al celebrar ración nacional. Si éste llega a interesarnos muchos,
el centenario de la primera, aun nos sentimos colonia de tendrán estas generaciones que dividirse entre los que
las viejas metrópolis. Entregado el escaso elemento nati- quieren el progreso a costa de la civilización, entre los
vo a la invasión ávida de pueblos heterogéneos, deprimi- que aceptan que la raza sucumba entregada en pacífica

26 ?7
esclavitud al extranjero, y ios que queremos el progreso diferenciara de sus padres ¡a poderosa influencia territo-
con un contenido de civilización propia. que no se. | rial. Quiere que el espíritu argentino continúe recibiendo
elabora, sino en substancia tradicional. .] ideas europeas, pero que • las asimile y convierta en
5 substancia: propia, como lo hace el britano glotón con la
(Ricardo Rojas, La restauración nacionalista, 2a. ed., Bs. dulce carne de las ovejas pampeanas. Quiere que cuando
As.,.La Facultad, 1922, p p . 116-121) se planteen conflictos entre un interés económico argen-
l tino y un interés extranjero, estemos por el interés
;i argentino.; Quiere que el hijo del italiano no sea un
' Documento 2: El nacionalismo entre tradición y progre- italiano, ni el hijo del inglés un inglés, ni el del francés un
so. - . l francés: a todos los desea profundamente argentinos.
! Quiere que el patriotismo y el sentimiento nacional
La crisis moral,de la sociedad argentina, hemos visto, ^ dejen de consistir en el culto de los héroes miÜtares y de
sólo podrá remediarse por medio de la educación. .Crisis la bandera, para consistir en todo esfuerzo generosa y
de disciplinas éticas y civiles, según el cuadro descripto í concientemente realizado en favor del territorio, del
en el primer capítulo, es sobre t o d o en las.- escuelas • idioma, de la tradición o de la hegemonía futura del
donde deberemos restaurarla. La desnacionalización y el I-, país. Quiere que la educación nacionalista sea el hogar de
envilecimiento de la conciencia publicaban llegado a ser esa concepción y que prepare a la juventud para las más
ya tan evidentes, que han provocado,, una reacción, nobles funciones de la ciudadanía. Quiere que la ciuda-
radical en muchos espíritus esclarecido^'de nuestro país. danía llegue a constituir por sí sola una aristocracia
Acaso en la lucha que se inicia hemos de ver llegar a l moral. i . . .
algunos hasta las exageraciones más absurdas. Explica-
bles en toda controversia, espero más beneficio de dias- (Ricardo Rojas, La restauración nacionalista, cit., pp.
que de la funesta indiferencia que comenzamos a aban- ^ 198-201)
donar. Cuidemos, sin embargo, de que nuestro afán
moralizante no se convierta en fanatismo dogmático y
nuestro nacionalismo' en regresión a la bota de potro, Documento 3 : La revisión necesaria: Exotismo e India-
hostilidad a lo extranjero o. simple patriotería litúrgica. •< nismo. -
No preconiza el autor de este libro una restauración de
las costumbres gauchas que el progreso suprime por ¡ Tal ha sido el origen y la diferenciación de nuestra
necesidades políticas y económicas, sino la restauración f¡ población ¡urbana y nuestras muchedumbres rurales. Sus
del espíritu indígena que la civilización debe salvar-en 1 acuerdos, sus crisis,,sus guerras, sus fluctuaciones, expli-
todos los países por razones estéticas y religiosas. No | can toda nuestra historia interna. Ambos constituyen el
puede proclamar tampoco, en regresión absurda, la núcleo del antagonismo que Sarmiento designó después
hostilidad a lo extranjero, que tiene por la cultura de 1 con el nombre de "Civilización y Barbarie". Pero este
Europa una vehemente admiración. Esta manera de I dilema no puede satisfacernos ya; aplícase a un período
nacionalismo quiere, por el contrario, tanto como lo ¡J restringido de nuestra historia, y nosotros deseamos una
querían Alberdi o Sarmiento, campeones aquí del cos-
¡í síntesis que explique la totalidad de nuestra evolución;
mopolitismo, que vengan sus capitales, sus hombres y sus
trasciende además, odio unitario, y nosotros buscamos
ideas. Pero quiere que una hábil política económica
ü una teoría desapasionada y de valor permanente; expre-
radique en el país el mayor beneficio de esos capitales.
sa, en fin, un juicio " e u r o p e o " , puesto que transpira
Quiere que el hijo. del inmigrante sea profundamente
¡ desdén por las cosas americanas, y nosotros queremos
argentino, por el discernimiento cívico que le dé nuestra
educación; que razone su patriotismo; que haga fecundo ver nuestro pasado como hombres de América. Bárbaros,
para la nación el instinto y orgullo criollos con que ya le para mí, son los "extranjeros" del latino: y no pueden
serlo quienes obraban con el instinto de la patria - a s í

28
fuera un instinto ciego. Por eso yo diré en adelante: "el ensueño de grandes ideales. Ahora solo queremos ser
Exotismo y el Indianismo", porque esta síntesis que poderosos, ricos y sanos. Hemos olvidado por completo
designa ía pugna o el acuerdo entre lo importado y lo la intensa vida espiritual de antaño; todo por el efímero
raizal, me explica la lucha del indio con el conquistador propósito de hacer lo que aquellos adolescentes de que
por la tierra, del criollo con el realista por la libertad, del hablaba: engordar.
federal con el unitario por la constitución— y hasta del Reconquistemos la vida espiritual d e l país: por la
nacionalismo con el cosmopolitismo por la autonomía educación de los ciudadanos, el estudio de "nuestra alma
espiritual. Indianismo y Exotismo cifran la totalidad de colectiva y la sugestión de los viejos ideales. Y si tal
nuestra, historia, incluso la. que no se ha realizado conseguimos, los hombres de las actuales generaciones
todavía". habremos realizado, sobre el prodigio de las fábricas y las
cosechas, el milagro de nuestro renacimiento nacional.
(Ricardo Rojas, Blasón de Plata, Bs. As., M. García
Editor, 1912, pp. 163-164). (Manuel Gálvez, El diario de Gabriel Quiroga, Bs. As., A.
Moen y H n o . Editores, 1910, pp. 51-53).

Documento 4: Esplritualismo y materialismo.


Documento 5: Inmigración, Civilización y Nacionalidad.
La hora actual exige de nosotros, los argentinos,
todos los esfuerzos de que peamos capaces para hacer Sarmiento y Alberdi hablaron con e n c o n o d e nuestra
que renazca la vida espiritual, que en nuestro pasado barbarie y predicaron la absoluta necesidad de europei-
supimos vivir intensamente, acabó con el advenimiento zarnos. T a n t o nos dijeron que en efecto nos convenci-
de -la época materialista y transitoria que vamos atrave- mos de que éramos unos bárbaros y con una admirable
sando. Hemos abandonado aquellos ideales nacionalistas, tenacidad nos pusimos en la tarea de hacernos hombres
que fueron el más noble ornamento del pueblo argenti- civilizados. Para eso se empezó por traer de las campa-
no, para preocuparnos tan solo de acrecentar nuestra ñas italianas esas multitudes de gentes rústicas que
riqueza y acelerar el progreso del país. Fuimos como debían influir'"tan prodigiosamente en nuestra desnacio-
esos adolescentes delicados y enclenques, pero.de una nalización. Después se imitó las costumbres inglesas y
precoz inteligencia, que abandonan de p r o n t o sus tesoros francesas, vinieron judíos y anarquistas rusos y se convir-
espirituales para cuidar su salud, adquirir músculos y tió a Buenos Aires en mercado de carne humana. En fin
vigorizar su vida. Hasta hace pocos años el país era no apuntaré, por ser innecesario, t o d o lo que hemos
pobre, carecía de fuerza y de prestigio, tenía escasa realizado para conseguir nuestra europeización. E! hecho
población, la industria y el comercio prosperaban ape- es que ahora estamos completamente civilizados. Si
nas, los extranjeros no pensaban en este rincón de Sud Sarmiento y Alberdi resucitasen se asombrarían al ver
América y vivíamos en continuas revoluciones y guerras. que ya no quedan restos de barbarie: las plazas criollas
Pero entonces, en cambio, había un espíritu nacional, el han sido reemplazadas por parques ingleses; el bárbaro y
patriotismo exaltaba á nuestros soldados y a nuestros pobre idioma español ha sido suavizado y enriquecido
escritores, ideales de patria se dilataban por todas las con multitud de palabras italianas, francesas, inglesas y
comarcas del territorio, eramos argentinos y n o europeos alemanas; el té sustituye al mate lo cual demuestra que
y teníamos esos grandes espíritus románticos que sen- somos bastante adaptables a la civilización; hemos olvi-
tían el alma de la raza y la expresaban en sus escritos y dado las groseras tradiciones nacionales y las ridiculas
en sus hechos. Desde entonces no hemos vuelto a tener costumbres de antaño; la deliciosa moral parisiense ha
un Sarmiento, ni, un López, ni un Mitre, ni un José conquistado a nuestros jóvenes que ya detestan la estúpi-
Hernández. En aquellos tiempos nuestras fuerzas eran da moral antigua; la literatura se ha vuelto una sucursal
escasas pero el alma colectiva era noble y vivía en el del bulevar, y el público y los literatos no leen sino las

30 31
lubricidades a tres francos y medio que nos manda París; I gauchas. Detesta a España. Carece de verdadero patriotis-
los pueblos nuevos y las estaciones ferrocarrileras llevan | mo porque no siente el alma nacional. La patria es para
nombres extranjeros en lugar de los nombres feos, indios 1 él una entidad abstracta,-sin relación .visible con el suelo
y bárbaros que llevaban antes, hemos cambiado el | que habitamos. Y así cuando llega' a concretarla, la
nombre de ciertas calles por los de ilustres héroes i concreta en Buenos Aires solamente. Sin embargo se cree
italianos; y por último, todo el m u n d o puede ahora leer, | patriota y en todas las ocasiones solemnes ostenta su
gastando apenas treinta centavos, a Vóltaire, a Marx, a J patriotismo: un patriotismo verbal y oratorio, de ñesta
Kropotkine y a Bakounine. Como se vé, estamos comple- 1 cívica, de: bandera y de mitología histórico-guerrera. El
tamente civilizados. | unitarismo existe aún en Buenos Aires y casi todos sus
En la hora presente, gobernar es argentinizar. i adeptos pertenecen a la sociedad más elevada, a familias
l de abolengo. Al unitario se le encuentra en los partidos
(Manuel Gálvez. El diario de Gabriel Quiroga, c i t , p p . ! de oposición, algunos de los cuales como el radical y el
100-103). ¡ extinguido partido republicano, son mera continuación
l del partido unitario.
f El federal representa el tipo opuesto.- El federal
Documento 6: Unitarios y Federales: dos líneas históri- I genuino casi nunca es doctor: es estanciero, general,
cas. f "comandante de campaña". No tiene ideas sobre la
í patria pero la siente intensamente, criollamente, sin
La cuestión del unitarismo y del federalismo no ha [ alardes de patrioterismo. Forma con el país un solo todo
terminado, todavía. El espíritu unitario y el espíritu Í pues es un producto genuino de la tierra: como el ombú,
.federal se hallan latentes eri- todo el territorio del país y • como el caballo criollo, como la vidalita, el federal típico
los viejos partidos, que encarnaban aquellas tendencias^ ¡ casi nunca es orador ni retórico. Tiene toda la viveza del
perduran,, aún hoy día, prolongados en las actuales \**$ gaucho. Carece de ilustración y de preocupaciones íbr-
agrupaciones políticas. Este asunto, que no es una mera ' males. Es sencillo, democrático, " a la que te criaste";
lucha de partidos, tiene una decisiva importancia pues se I sonríe socarronamente^nte los teatrales amaneramientos
trata de dos tendencias fundamentales y antagónicas que I del unitario. No habla con la pulcritud de! éste ni.se
han.combatido, y combaten, aun pero no ostensiblemen-. | atribuye importancia. Es conservador y •proteccionista,
te, por implantar su espíritu en las instituciones y en el j Generalmente provinciano, conoce bien el país y, por su
gobierno del país. I : perspicacia y su sentido de la realidad, iresulta un
El unitario típico es casi siempre doctor, pedante y I excelente; hombre de gobierno. En la actualidad se
literato. Cultiva la oratoria y exhibe en ella, junto a sus l encuentra al federal típico gobernando alguna provincia,
maneras de una solemnidad clásica, un vocabulario jaco- i ocupando un sitio en el Congreso ó, en algún ministerio
bino y campanudo. Cuida las formas sociales y habla con ! nacional. I Se ha dicho que Rosas fue en la práctica un
pulcritud e importancia. Se afana en el vestir y usa I verdadero unitario. Esta absurda afirmaciones sin em-
diariamente las prendas menos comunes. Sarmiento re- . 1 ; bargo, casi un lugar común; pero ello no debe extrañarse
fiere que la administración de Rivadavia iba a las oficinas i tratándose de un país donde h a y - m u y pocos hombres

¡
de corbata blanca. El unitario es librecambista y liberal; I capaces de penetrar en el espíritu de las cosas. Rosas fue
tiene la manía civilizadora y, desconocedor, del ambiente un federal genuino, como lo fueron ciertos caudillos,
y careciendo del sentido de la realidad, implantaría de como lo fue, a pesar de su unitarismo político, Sarmien-
golpe las mejores instituciones de pueblos más evolucio- to, comoUo es ahora el general Roca. Roca es el tipo del
nados. Vive retóricamente y no abandona jamás sus actual federal y entre los rasgos que en este sentido más
bellos gestos. Es ingenuo, orgulloso y vanidoso. Repre- le caracterizan debe contarse el haber sido "comandante
senta el espíritu europeo; esto le hace creerse por encima de campaña". El partido federal se ha prolongado en el
de todos y despreciar las cosas criollas y las costumbres I partido nacional. •

32 l 4 5
33
El-unitarismo es un "estado ficticio y an ti tradición alis- instituciones y todos los hábitos que puedan, de algún
ta, un parásito que necesitamos extirpar. Los unitarios y modo contribuir a la supresión de un átomo de nuestro
sus actuales equivalentes significan, para el cuerpo social, carácter argentino. El nacionalismo es la más alta expre-
muchos átomos de extranjerismo, de monomanía euro- sión del amor a la patria en los actuales momentos de
peizante, de pedantería y de afectación de la cultura. nuestra civilización.
Conspira contra nuestro carácter americano y contra el
resurgimiento de la tradición nacional. (Manuel Gálvez. El diario de Gabriel Quiroga, cit. pp.
230-232),
(Manuel Gálvez. Él diario de Gabriel Quiroga, cit., pp.
219-223).

Documento 7: ¿Nacionalismo o Tradicionalismo?

. Pero frente a las ideas antitradicionalistas ha apareci-


do en los últimos anos un sentimiento vago \ y complejo
que aún no h a sido exactamente definido y al que se ha
llamado ^nacionalismo. Esta denominación no me agra-
da del todo. Habituados c o r u p ^ s t a m o s a bautizar las
cosas con etiquetas francesas, ella ofrecei demasiado
margen a la propagación de criterios equivocados sobre
la esencia y el espíritu de nuestro nacionalismo. De no *
estar ya en circulación esta palabra, hubiera preferido su
casi homologa "tradicionalismo", que presenta sobre
aquella la ventaja de sugerir ideas de pasado y de
conservación.
.El nacionalismo significa ante t o d o un amor serio y
humano hacia la raza y hacia la patria. El nacionalismo
no pretende anglicanizarnos, ni afrancesarnos, sino ar-
gén tinizarn os. Nos recuerda que somos latinos, pero
antes españoles, pero antes aún americanos [y antes de
todo argentinos para que, sacando de nuestra conciencia
colectiva, de nuestra historia de nuestra estirpe y de
nuestro ambiente, lo argentino, lo americano, lo español
y lo latino que hay en nosotros podamos, fundido todo
en fragua común, ofrecer al mundo una civilización
original y propia. Eí nacionalismo persigue,el afianza-
miento del-espíritu. nacional, la conservación de las
tradiciones, la emoción del pasado, el amor a nuestra
historia, a nuestros paisajes, a nuestras costumbres, a
nuestros escritores, a nuestro arte. El nacionalismo anhe-
la la grandeza espiritual del país sin despreciar por ello
los intereses materiales. El nacionalismo combate todas
las causas de desnacionalización, todas las ideas, todas las
eí mismo elenco ministerial .del nuevo gobierno estaba
bien representada. Cinco ministros sobre ocho —igual
cantidad que en los gobiernos de Roque Sáenz Peña y
Victorino de la Plaza— pertenecían a la Sociedad Ru-
ral"!.- , . i • : : • > . -.-i
:
Sin embargo, aunque la élite tradicional conservara
gran parte de sus posiciones políticas, al igual q u e sus
posiciones económicas, ya que el. radicalismo no se
proponía i reemplazar el modelo agróexportador vigente
desde las ¡últimas décadas del siglo XIX, el proyecto de
Yrigoyen ¡significaba una. renovación profunda en la vida
política y social argentina: por primera vez un gobierno
era representante de sectores mayoritarios y como tal
permeable a la influencia de éstosJ Una nueva ^actitud
tanto en la política exterior —el neutralismo intransigen-
lí t e - , como en la política interior -~la mediación en los
conflictos sociales— eran lo más significativo de un
gobierno más rico en proyectos que en realizaciones.
NACIONALISMO Y ORDEN De todos modos, en la percepción del grupo dirigente
tradicional el problema principal era una cuestión ¡.de'
estilo. La plebeyez incontrastable de los vencedores, a
La época de los gobiernos radicales comenzar por el propio Presidente .triunfante, y de sus
J í
seguidores impactará profundamente a las mentes de los
La sanción de la Ley Sáenz Peña no produjo los jóvenes de las familias tradicionales acomodadas, muchos
resultados electorales, esperados por sus inspiradores, y de los cuales deducirán* de ello una profunda crítica no
permitió el acceso del radicalismo al gobierno a partir de sólo al sistema instaurado con la Ley Sáénz Peña sino
:
las elecciones nacionales d e 1 9 1 ó . Por primera vez desde también al propio orden liberal establecido después de
1862 ia élite tradicional era desplazada del poder políti- Caseros. Las multitudes que idolatraban al nuevo Presi-
co: nuevos grupos sociales aparecían representados en y dente y | que ya el 12 de octubre de 1916 habían
por el gobierno, hombres nuevos ocupaban los cargos manifestado su entusiasmo ante la asunción del nuevo
ministeriales, argentinos de.primera generación —impia- gobierno, en una concentración como nunca antes había
dosamente retratados por Ramón Columba— se instala- presenciado Buenos Aires, generaban en el joven Alfonso
39
ban en las bancas del C o n g r e s o . La Casa Rosada ; de Laferrere - l u e g o maurrasiano " o r t o d o x o " y mentor
parecía invadida por ''gente en su mayoría mal trajeada, de los jóvenes nacionalistas de La Nueva República y de
(que) entraba y salía hablando y gesticulando con la Liga ^Republicana la imagen de " u n a - t u r b a de
fuerza", según el recuerdo maledicente del entonces beduinos;a cuyo frente un santón neurótico predica el
político opositor, y futuro nacionalista, Carlos Ibargu- exterminio" ante eí cual "bramaba de entusiasmo el
4 2
ren^o. mulataje delirante" . . '
Indudablemente, observadas las cosas con mayor de- Sin embargo, pese al desagrado que provocaba el
tenimiento, los cambios eran menos drásticos que lo que nuevo gobierno, las fuerzas conservadoras globalmente
podría suponerse. La oligarquía "falaz y descreída" —en consideradas no cuestionaban todavía el orden estableci-
el decir del Presidente electo— conservaba gran parte de do por la Constitución y por la Ley Sáenz Peña, sin duda
sus posiciones en el aparato del Estado,'mantenía una porque conservaban aun una buena cuota de poder que
sólida mayoría en ambas cámaras del Congreso y aun en desde las Cámaras y desde la prensa les permitía hostigar

36 37
y obstruir a] radicalismo, mientras esperaban poder como reacción contra la agitación obrera y ante lo que
volver a instrumentar el sistema político a su favor, tal parecía un desfallecimiento momentáneo del gobierno.
vez en combinación con algunos sectores del partido Los hechos son conocidos: una prolongada huelga en los
gobernante, cuya escisión se fomentaba. Aún no sospe- talleres Vasena, motivada por las continuas caídas del
chaban la temible capacidad del radicalismo para generar salario real y nominal —las industrias metalúrgicas ha-
desde el Estado una máquina electoral prácticamente bían sufrido en primera línea la crisis de materia prima
imbatible. provocada por la guerra— y por las duras condiciones
A la tenaz oposición conservadora se sumaba desde el laborales, derivó en una serie de enfrentamientos san-
otro extremo político la agitación obrera. Favorecida en grientos de los huelguistas con la policía y la guardia de
parte por la permisividad del gobierno e impulsada por la seguridad de la empresa. Los incidentes del 7 de enero,
oleada revolucionaria que siguió en Occidente a la sobre t o d o , que tuvieron por saldo cuatro obreros
Revolución Rusa, y al fin de la Primera Guerra Mundial y muertos, fueron la causa desencadenante de los sucesos.
en el marco de la depreciación del salario real, que de un El día 9, al margen de las estructuras sindicales, se
índice 61 en 1915 había descendido hasta 42 en 1918, declaró una huelga general que se cumplió con señalado
(1929 ^ 100) y de un alto porcentaje de desocupados éxito en las zonas más cercanas a la fábrica metalúrgica y
sobre, el total de la fuerza de trabajo que oscilaba entre con menor intensidad en otras áreas industriales como
un 12 y un 19 % provocados por la crítica situación del Avellaneda o la Boca; un intento de mediación del recién
43
sector industrial en los años de g u e r r a , la misma designado Jefe de Policía y hombre de confianza del
alcanzará dos hitos signifícateos durante la Semana Presidente, Elpidio González, fracasó, y nuevos inciden-
Trágica a comienzos de 1919 y en las huelgas de la tes se generaron durante la procesión de entierro de los
Patagonia de 1921. - v
muertos del 7. Numerosos muertos entre los obreros
En el marco de la agudización del conflicto social —¿e** movilizados, atentados y depredaciones caracterizaron a
64 huelgas con un total de 14.137 participantes para la tumultuosa jornada. Una cierta pasividad de la policía
1914^se.llegará hasta 367 huelgas con un conjunto de ante la falta de órdenes por parte del Ejecutivo, dubitati-
308.967 para 1 9 1 9 - y de la exasperación de la polémica vo sobre la conveniencia o no de reprimir a los huelguis-
ideológica desatada por la Revolución de Octubre, sur- tas, generosía imagen de un vacío de poder pronto
gieron en esta época las primeras voces y los primeros colmado por el Comandante de la II División con asiento
grupos nacionalistas, de dimensiones aun reducidas y en Campo de Mayo, el General Dellepiane, que ocupó
comparables con la entidad del peligro que pretendían con susvtropas la Capital, y por grupos de civiles armados
conjurar. Alarmados por el caos social que .percibían que comenzaron a reunirse para contraatacar.
inminente, y. que muchos creían favorecido por el La idea de un complot soviético ganó pronto numero-
"obrerismo" d e l viejo caudillo, elitistas y; hostiles al sos adeptos y todavía muchos años más tarde, la repite
estilo populista de Yrigoyen, se enrolaron en la oposi- Carlos íbarguren en La historia que he vivido: "La
:
c i ó n / pero desde una perspectiva distinta a la de las Semana Trágica fue indudablemente fomentada por agi-
fuerzas conservadoras. Aunque todavía sin contornos 44
tadores rusos, agentes revolucionarios del s o v i e t " .
muy precisos, comenzaba a delinearse una osada crítica Aunque no se hayan encontrado pruebas para esa
al prestigioso sistema demoliberal - y no ! sólo a los afirmación, así como tampoco para aquella que atribuía
radicales- por los males que padecía el país y que, un rol preponderante en los sucesos de enero a los
aunque con muchas diferencias entre u n o s ' y otros, anarquistas, y la moderna investigación histórica tienda a
proponía el restablecimiento del orden y las jerarquías, ver los sucesos como un producto espontáneo, sin metas
la abolición del sufragio universal, y en algunos casos 45
políticas o sociales muy d e f i n i d a s , lo importante
hasta la reforma constitucional. desde eí ángulo de este trabajo no es " c ó m o las cosas
Uno de esos grupos, de larga actuación posterior, fue efectivamente sucedieron" sino la percepción que de
la Liga Patriótica Argentina, surgida en enero de 1919 ellas tuvieron los grupos medios y altos de Buenos Aires.

IR
Es indudable, en este sentido, que los sucesos fueron Por otra aparte, el marco ideológico era excesivamente
amplificados por la prensa y por el rumor callejero como contradictorio y confuso ya que confluían en él sectores
es inevitable en estos casos, y generaron un estado de de la más diversa; procedencia: católicos moderados,
ansiedad y temores crecientes probablemente despropor- liberales, nacionalistas antidemocráticos, conservadores y
cionados en relación: a lo que parece.ser la verdadera hasta radicales, reunidos por algunos odios comunes más
magnitud de los mismos. que por afinidad entre: ellos. Monseñor Del Andrea se
Una consecuencia directa de los acontecimientos fue codeaba en ella con representantes de grandes empresas
la organización de los grupos de civiles armados que, extranjeras como S. Hale Pearson o - S . O'Farrell, con
nucleados. desde el-Centro Naval, habían intervenido en militares ;de alta graduación como el éx-presidente del
el conflicto desde el 10 de enero atacando a l o s obreros, Círculo.Militar el General Eduardo Munilla o con políti-
rebelados, a la comunidad j u d í a (cuyos miembros eran cos de zigzagueante carrera como Manuel Caries/Miem-
identificados con los "rusos" maximalistas) y a la catala- bros d e l ; J o c k e y Club, del Círculo de Armas, de la
na (asociada con los anarquistas). Estos grupos cristaliza- Asociación de Damas.Patricias, del Círculo Militar y del
rán en una organización poderosa y de vasta actuación, Centro Naval, de la patronal Asociación del Trabajo y
la "Liga Patriótica Argentina", el 19 de enero*de 1919. del Comité Nacional de la Juventud —entidad aliadóf¡la
Aunque reunía en su seno elementos contradictorios, la con conexiones con el radicalismo metropolitano— com-
"Liga" puede ser considerada el primer grupo nacionalis- ponían sus cuadros, entre los cuales resaltaba significati-
ta argentino, pariente y antecesora de los. escuadrones, vamente ¡la alta cantidad de oficiales del Ejército y la
legiones o guardias que abundarán en la"A..rgentina de la Armada de alta graduación que en.un porcentaje supe-
década del treinta en imitación más o menos explícita de rior al 10% del total componían sus cuadros directivos.
los "fasci di combattimento" mussolinianos.
La ambigüedad de la Liga se expresa con claridad en
El ideario político de la Liga, expresado en la declara- la t r a y e c t o r i a de :su p r e s i d e n t e Manuel Caries
ción de principios de la misma, contiene muchos (1872-1946). Este abogado rosaríno, descendiente de
elementos del tipo nacionalista-fascista descripto en la una familia acomodada, que residía en el Plaza Hotel y
introducción. Bajo el lema "patria y orden", la LPA.se que era profesor de=fa-Escuela Superior de Guerra y del
constituía en "guardián de.la 'argéntinidad' para "esti- Colegio Militar así como de la Facultad de Derecho y del
mular el amor a la patria", "cooperar con las autoridades Colegio Nacional de Buenos Aires, reflejará en su carrera
en el mantenimiento del orden público", "inspirar.al política ciertas dualidades de la situación que una oposi-
4 6
pueblo amor p o r eí ejército y la m a r i n a " , en un ción muy neta entre radicalismo y conservadurismo
contexto de marcado chauvinismo y antisemitismo. impedirían percibir. Radical en su juventud, participó en
Igualmente, su "filosofía de la acción" y su estructura la revolución del 9 3 ; posteriormente seria miembro del
paramilítar será notablemente semejante a ia de.organiza- parlamento conservador como diputado entre 1898 y
ciones posteriores. 1912 para ser recuperado por Yrigoyen quien lo designa-
Si la metodología de acción política y numerosos rá interventor en Salta en 1918 —antes de la Liga
elementos doctrinarios permiten considerar a la Liga Patriótica Argentina—, y por Alvear que lo designará
Patriótica dentro de cierto tipo de grupos nacionalistas, interventor en San Juan (1922) durante su actuación
otros aspectos no menos importantes la diferencian de como Presidente de la LPA. Alejado nuevamente de sus
aquéllos. En primer lugar, el respeto al marco constitu- simpatías yrigoyenistas, apoyará el golpe de Uriburu
cional —explicitado en la declaración de principios—, que para luego distanciarse de él ante los "excesos" de su
47
sumado a la escasa autonomía de sus objetivos políticos g o b i e r n o . Su ideario político, que es el de la Liga
y al rol subordinado a las instituciones y a los poderes Patriótica que presidiría con mano férrea durante 28
que la Liga se asignaba darán a esta más un papel de años, aparece claramente expresado en el documento 8,
reserva estratégica que de punta de lanza o vanguardia cuyo título resume admirablemente el contenido: "Sal-
transformadora, tan típico en otros grupos del género. vemos el orden y la tradición nacional". Se trata de un

40
discurso pronunciado en la Sociedad de Beneficencia el modo que tampoco entendieron la poesía épica de
26 de mayo de 1919. Dios, patria, hogar es ja írfadaque Martin Fierro, superior, como se verá, al purismo y a l a
evitará "el mal en las generaciones argentinas" amcna/a- 45
l i t e r a t u r a " . Para Lugones Martín Fierro era el poe-
das por el extranjerismo de los inmigrantes y También ma épico nacional, y los payadores los herederos de los
por el exotismo de los argentinos que quieren ser aedas y rapsodas, mientras que el gaucho era el prototipo
franceses o ingleses; sólo ella podrá recuperar la tradición del argentino, en sus cualidades y defectos, el cimiento
y el espíritu de la moral argentina, nunca tan amenaza- heroico de nuestra nacionalidad, aquél que había hecho
das como en los actuales tiempos. posible la conquista de nuestra libertad. En el gaucho
veía la encarnación del héroe que expresaba los valores
de lo nacional. En la misma obra caracterizaba a Buenos
Leopoldo Lugones y la hora de la espada Aires como "una nueva Salónica", en la que se había
49
censurado su "enérgica evocación de la p a t r i a " y
Más allá de las evidentes afinidades de la Liga Patrióti- expresaba su menosprecio por los extranjeros y por el
ca con muchos grupos nacionalistas de tiempos posterio- sistema democrático, que profundizaría en obras pos-
res, no cabe duda de que la figura clave del nacionalismo teriores: "La plebe ultramarina, que a semejanza de ios
en los primeros tiempos de la década del veinte fue la de mendigos ingratos, nos armaba escándalo en el zaguán,
Leopoldo Lugones. El conocido escritor cordobés, que desató contra mí al instante sus cómplices mulatos y sus
había nacido en 1874, unió a su vocación literaria una sectarios mestizos. Solemnes, tremebundos, inmunes con
constante preocupación polític^gue conservaría hasta el la representación parlamentaria, así se vinieron. La ralea
fin de sus días. Socialista en su primera juventud, mayoritaria paladeó un instante el quimérico pregusto de
abandonó el partido en 1896 con un grupo de jóvenes^ manchar un escritor a quien nunca habían tentado las
50

radicalizados para dirigir el periódico La montaña lujurias del sufragio universal." ^


desde donde, atacaba con violencia al sistema y sus Tras el fin de la Primera Guerra Mundial viró hacia
instituciones, incluidas las militares. De esta primera posturas nacionalistas y antiliberales, alarmado sin duda
época data también su vinculación al modernismo del por las convulsiones que habían sucedido a la paz en
que fue uno de ios impulsores junto a Rubén Darío, al Europa y en 'América. Abandonó el idealismo racionalis-
cual lo unió una amistad permanente. ta que había sustentado durante la guerra para confiar
En los primeros años de este siglo abandonó el cada vez más en el uso de la fuerza: "Entramos a
izquierdismo juvenil para acercarse a posiciones liberales, comprender que para la nación resultaba más importante
apoyando al roquismo y a la candidatura de Quintana. la potencia que el derecho y la soberanía que la libertad.
Comienza en esta época la contribución de Lugones al Pues la vida no era un régimen jurídico ni moral, sino un
nacionalismo pero dicha contribución no es aun de 51
estado de. f u e r z a . . A lo largo de la década del veinte
carácter político sino literario. En 1916, con la publica- comenzó a difundir sus nuevas ideas a través de confe-
ción del El Payador, culminaba su obra de revaloración rencias y escritos periodísticos (fue en esos años colabo-
del Martin Fierro, iniciada en un ciclo de confe- rador permanente en La Nación). Allí expresó muchas
rencias en el teatro Odeón en 1913, a las que asistió el de las que fueron constantes de] pensamiento de una
mismo presidente Saenz Peña. El poema de Hernández gran parte de los grupos nacionalistas argentinos: la
gozaba entonces de gran popularidad, pero los medios condena al liberalismo y al régimen democrático, una
académicos lo consideraban con total indiferencia: "Los valoración del patriotismo como virtud suprema, y la
pulcros universitarios que, por la misma época, mote- misión de las fuerzas armadas, destinadas a restablecer el
járonme de inculto, a fuer de literatos y puristas, no orden de la república, amenazado, según Lugones, por la
supieron apreciar la diferencia entre el gaucho viril, sin ineficacia de su sistema político y por la creciente
amo en su pampa, y la triste chusma de la ciudad, cuya agitación maximaíista que, conducida por extranjeros,
libertad consiste en elegir sus propios amos; de igual ponía en peligro la supervivencia de la patria.

A")
En la base d-s la nueva prédica lugoniana se encontra- Allí —y frente a representantes de todas las naciones
ba una. concepción de la vida caracterizada, según pala- americanas— llamó al ejército, "responsable de lo único
bras de Julio Irazusta, por un "nietzchismo desenfrena- enteramente logrado que tenemos hasta ahora, .-y es la
5 2
do" que lo .llevaba a manifestar una apocalíptica independencia", a restaurar el orden y la jerarquía
hostilidad al cristianismo. Consideraba a los primeros amenazados por la democracia, la demagogia y.el socia-
cristianos como una "plebe brutal enemiga de ios intelec- lismo. El discurso, que suscitaría una oleada de comenta-
tuales" y como "antecesores de los comunistas rusos". rios desfavorables, le serviría sin embargo, a l ' p o e t a
Era en cambio ferviente admirador de la cultura greco-la- argentino .para comenzar a anudar firmes lazos-que se
tina, a la que consideraba "el fundamento de la civilizar :harán evidentes hacia 1930. En ese año, el "Discurso de
53
ción a la cual p e r t e n e c e m o s " , mientras que "la civili- Ayacucho" fue reproducido j u n t o . con una serie de
zación cristiana es un fracaso en todo lo que no represen- artículos publicados en La Nación entre 1927 y 1930 en
54
ta una prolongación del p a g a n i s m o " . Su anticristianis- la obra titulada La Patria Fuerte, significativamente
mo, que se atemperará en la década del treinta hasta editada por el Círculo Militar en vísperas de la Revolu-
culminar con la conversión de Lugones al catolicismo, ción de setiembre y distribuida entre sus socios poco
hará difíciles las relaciones de éste con los nacionalistas antes de ,1a comida de camaradería de las Fuerzas
católicos, de lo cual es un ejemplo su elíptica polémica Armadas celebrada en julio de 1930. 5 6

5 5
con Tomás Casares sobre política y moral .
Poco después del discurso continuó su campaña anti-
Un m o m e n t o significativo en los comienzos de la liberal desde las páginas de La Nación .en una serie de
nueva campaña nacionalista iniciada" por el poeta lo ocho artículos que serían editados al año siguiente con el
constituye la serie de conferencias que pronunció en el título de. La organización de la paz. En el, prólogo
teatro Coliseo, organizadas por la Liga Patriótica Argen- explicaba cómo y porqué había abandonado la ideología
tina y el Círculo Tradición Argentina, en 1923. El democrática y pacifista, a la que acusaba de. falaz y
primer texto seleccionado (documento 9) reproduce " peligrosa, afirmando que "cada nación, como cada indi-
parte de una de ellas, Acción (. . .) de julio de dicho año viduo, tiene que vivir su. vida de acuerdo con sus
que sintetiza bien el.nuevo ideario político de Lugones. posibilidades y sus conveniencias" y que " t o d o conflicto
Allí denunciaba lo que consideraba el doble peligro que 5
entre la vida y la moral es una perversión m í s t i c a " . 7

se cernía sobre la Patria: la paz armada, en la que la Las posiciones políticas de Lugones.lo llevaron natu-
Argentina se veía doblemente amenazada a causa del ralmente a vincularse con los distintos grupos nacionalis-
pacifismo de la izquierda, y la invasión de "una masa tas que preparaban la conspiración que estallaría en
extranjera disconforme y hostil que servía en gran parte :
setiembre de 1930. Colaboró así con los jóvenes de "La
de elemento al electoralismo desenfrenado". Frente a Nueva República" - a u n q u e en muchos aspectos sus
esta doble amenaza, se imponía "exaltar el amor a la ideas no. fueron coincidentes— y estrechó lazos.con los
patria hasta el misticismo". El fragmento transcripto militares golpistas encabezados por el general Uriburu.
corresponde a la parte del discurso en que Lugones se Según testimonios coinciden tes de su hijo y del teniente
refiere a los extranjeros, desde una perspectiva común a coronel Sarobe, Lugones había sido el redactor del
gran parte de los nacionalistas de entonces. manifiesto revolucionario que el general Uriburu se
El segundo texto (documento 10) fue sin duda el que proponía dirigir a la nación el 6 de setiembre y que fuera
más polémicas despertó. Conocido como el "Discurso de modificado, antes de ser hecho público, por el citado
Ayacucho" o "La hora de la espada", fue pronunciado teniente coronel.
por Lugones en Lima en diciembre de 1924, en ocasión Poco antes de la revolución, el escritor cordobés,
de los festejos del centenario de la batalla de Ayacucho. como parte de su prédica agitativa, publicó en agosto de
Lugones formaba parte de la comitiva argentina que 1930 La Grande Argentina. Ou*ra escrita con propósi-
acompañaba al ministro de Guerra, Agustín P. Justo, y tos didácticos, fue "su mayor esfuerzo para sistematizar
pronunció su discurso clausurando la conmemoraciói 5 8
sus opiniones acerca del interés nacional", ; y contiene,

44 45
j u n t o a las constantes del pensamiento lugoniano de la f balance de esta compleja figura que permita integrarla en
época, un programa de gobierno destinado a quienes se
: el cuadro más amplio del nacionalismo de su época.
hicieran cargo del poder tras el derrocamiento del presi- í: Con la mayoría de los nacionalistas de su tiempo
• dente Yrigoyen. A lo largo de varios capítulos se modela | compartió numerosos rasgos comunes: en primer lugar,
un proyecto de país que aparece como alternativo al de ! un origen provinciano; luego, una juventud contestataria
la Generación del 80, en el que se cuestiona la validez del l y con abundantes influencias antipositivistas, por último,
modelo agroexportador, el ingreso irrestricto de extran- f una etapa adulta caracterizada por una ideología antili-
jeros, la política internacional y el sistema político^ | beral, antidemocrática y antiextranjera y por una opción
Lugones propone la reforma de la Constitución, a la que ¡". política frustrada: la revolución de Uriburu. Sin embar-
califica de "máquina anglosajona que el pueblo nunca ha f go, sobresalen algunas notas profundamente discordan-
59
e n t e n d i d o " , la abolición del sufragio universal y del [• tes: su exacerbado anticristianismo que al igual que su
sistema parlamentario, la supresión de los partidos políti- \ violento y casi único antihispanismo lo alejaba de la gran
eos y la instauración de un régimen corporativo, en e! r mayoría de los grupos nacionalistas, en especial de los de
que los militares tendrían un rol preponderante. De esta [ origen católico. Igualmente, la poca influencia recibida
obra se han seleccionado dos fragmentos (documentos [. por Lugones de los tradicíonalistas europeos, tanto laicos
n y 12). como Maurras o católicas como de Maistre, lo separaba
El primero de los textos revela algunos aspectos del • de otros grupos como el de "La Nueva República", cuyo
ideario económico expuesto en ella. Señala los riesgos a t nacionalismo le parecía "precipitada imitación de mala
que está sometida la Argentin^^specializada como país ! cosa europea". En represalia, estos últimos recordaban
agroexportador, y propone una política de desarrollo i otras diferencias al señalar la admiración del gran poeta
industrial basada en el proteccionismo aduanero. En j por Mussolini y el sistema corporativo, así como por la
otros capítulos se amplían estos conceptos: "la guerra T" --"filosofía de la acción de estirpe d'annunziana. Pese a las
moderna h a erigido la siderurgia en uno de los funda- a veces profundas diferencias, fue respetado y admirado
60
m e n t o s de la defensa nacional'*; "un país se basta, por sus compañeros de ruta que toleraban sus opiniones,
cuando sabe explotar sus riquezas naturales con eficacia
aán, las más ^discordantes, ta] vez fascinados por su
suficiente para no depender del exterior en ningún ramo
61 personalidad, su mayor edad o su prestigio.
indispensable", Aunque Lugones n o propone una
A diferencia de los otros nacionalistas, este criollo
política restrictiva hacia el capital extranjero, es intere- ,
viejo,'voluble, autoritario, a menudo irreflexivo y que
sante comparar este bastante elaborado programa econó-
tiene el''dudoso honor de ser el primero que convocó
mico nacionalista con las escasas reflexiones que al
respecto se formulaban para esa época los escritores de públicamente a los militares a la escena política, trascen-
"La Nueva República". Por su parte el documento 12 • dió su propio círculo, alcanzando una notoriedad excep-
señala la imposibilidad de llevar a cabo el plan de ¡ cional para su tiempo. Notoriedad que explica quizás por
reforma —"plan, metódico del progreso nacional"— en el ; „ qué fué el único nacionalista antiliberal que pudo repeti-
marco del sistema liberal democrático. El gobierno ma- damente exponer sus ideas desde las exclusivas páginas
yoritario es siempre "caro, torpe y con frecuencia ; de La Nación.
corrompido". Se impone un gobierno de orden.
Al igual que la gran mayoría de los nacionalistas, | Documento 8: La Patria y sus peligros
Lugones se sentiría pronto desilusionado con el gobierno \
de Uriburu ante la imposibilidad de éste de llevar a cabo j
Señora Presidente:
sus proyectos de ribetes corporativos y, en una muestra I Ilustrísimos señores:
de desesperanza, terminará apoyando la candidatura de |¡ Señoras y señoritas:
Justo en las elecciones de 1931. Pero de esto se hablará • Al encontrarme en medio de la ilustre Sociedad de
en otro capítulo. Se impone, para cerrar éste, intentar un | Beneficencia, jamás, como en este instante, sentí más
46
f
intensamente la memoria de mi santa madre. La Socie- | Un alma sin fe fácilmente es víctima de la angustia,
dad, de Beneficencia es la personificación de la virtud en l como un corazón sin patriotismo es presa de cualquier
tierra argentina, como mi madre que la presidió fue la | rebelión. La angustia es el mal del siglo en las ciudades
encarnación de la virtud militante en la dama de los jf populosas; comienzan en la imaginación envidiando lujos
hogares argentinos. Si vuestra Sociedad es la historia ;{. que vé imposibles para sí, continúa en el sentimiento
inmaculada del honor nacional, las madres que la forman | abrazándose .con el rencor para odiar al dichoso y
;

son la expresión de la hidalguía, cuyo ejemplo viene de concluye por convertirse en sistema que la utopía con-
Jesús y que perdurará inmortal como la Patria, eterno cierta en conciliábulos emocionantes para lanzarla des-
como Dios, pués a la calle, entre el alarido del poseído y el estallido
En ningún m o m e n t o de nuestra historia fué más '( del arma homicida. Se explica que el esclavo se rebele
y- contra el amo, que la tiranía arme el brazo del ciudada-
necesario invocar a Dios y recordar la Patria como en los
I no, que el hambre lastime el despecho del trabajador
actuales tiempos, en que el pesimismo ha declarado la
agotado.en el trabajo sin recompensa; se explica que el
guerra a la tradición y que gentes extrañas pretendieron
I héroe compasivo liberte al oprimido y defienda la justi-
conmover el espíritu de la moral argentina.
cia del salario remunerador, lo que en definitiva conclu-
La civilización nacional encaminó sus destinos bajo la
ye por modificar el espíritu del campeón para entriste-
égida de Dios, "fuente de toda razón y justicia"; y cerlo, y angustiarlo. Se comprende, pues, que Europa
mientras la sangre pura de nuestros mayores circule por haya hecho de esa lucha la odisea vibrante de la debili-
las venas de sus descendientes legítimos, hemos de | dad del obrero y de.su fatalismo económico contra el
enaltecer el honor como fundamento dé los caballeros, el I poderoso y su insolente fortuna; pero, aquí, donde, todo
trabajo como base de la República y la familia como la j brinda abundancia, generosidad y alegría en la extensión
consagración del amor sacramental. La furia q u e . el j| ilimitada de la pampa inculta, al alcance de la voluntad
hambre desata y la insensatez que la injusticia exalta en' .\ inteligente para que el fruto enriquezca al trabajador,
países agotados de Euro-Asia, invadieron, nuestro edén, ¡ aquí, la protesta aparece, exótica, artificial o mórbida,
patria de la luz, de la gracia y del fruto abundante, ¡j Debemos,.por consiguiente, prevenirla y curarla,
intentando vengar aquí extraños agravios y predicando i La obra de la previsión es oficial, corresponde a la
reformas que perturbaron las imaginaciones de los des- .1 policía internacional y .a la salubridad m o r a l , d e los
cuidos en hogares sin patria y en escuelas sin Dios. í municipios, impidiendo la entrada del malhechor expul-
La energía de los buenos contuvo el desorden durante \ sado de Europa, extrañando el mal habitante que consi-
la primera semana de Mayo; pero las causas subsisten ! guió colarse entre nosotros y alejando al ciudadano que
ocultas, si queréis, aunque, a todas luces, latentes. Es j olvidó sus! deberes para .atentar contra la existencia de la
peligrosa la medicina sintomática que se satisface con sociedad, i La gran tarea consistirá, sin embargo,- en
disimular el dolor, prolongando el mal sin' curarlo; es prevenir el mal en la niñez propensa al contagio en
necesario en estas circunstancias sociales aplicar la medi- hogares inmorales, sin escuela o con escuela sin virtud,
1
cina causal que averigua el origen de la enfermedad, lo almacigo de todos los venenos que amortiguan.primero
evidencia y lo extirpa como condición de la salud. Nu en la dignidad del niño para lanzarlo a la vida después en
bastan policías prudentes y enérgicas para prevenir y condiciones de contaminarse en la primera ocasión.
castigar el mal, por el ejercicio del bien; la ignorancia por Sólo el hogar con patria y de escuela con Dios pueden
la difusión de la ciencia; el delincuente, por la educación * prevenir' el mal en. las generaciones de argentinos. El
de la honestidad; los efectos de la infamia patentizando otro, el hogar extranjero que comienza por amortiguar el
1

las ventajas del honor, todo lo cual se consigue impreg- cariño del; hijo y de la madre, el respeto del padre y del
nando el corazón del hombre con el sentimiento de esposo y la amistad del vecino, concluye por renegar de
patria que es la virtud de la gloria y vivificando las i ia patria, por odiar la sociedad, burlarse de la tradición y
' envilecerse a sí mismo. La otra, la escuela, sin Dios,
conciencias con la fe en Dios, esperanza y encanto de las
almas fuertes para perseverar en el deber.

48 2 5 49
comienza por suponerlo todo, discutirlo todo y creer f hombres de esas razas selectas.
que todo lo sabe para concluir por despreciarlo todo; l a !
¿Qué se puede esperar de tales sujetos sin alma, sin
familia, la patria, el honor, el trabajo y la; mujer, para |
personalidad, sin patria ni Dios? Estos argentinos exóti-
gritar en seguida con énfasis de energúmeno las mayores {
cos son peores, si cabe, que aquellos argentinos desalma-
insolencias y reemplazar con su pedantería los respetos |
más sagrados. No debemos ir muy lejos, ni mirar el f dos, porque son disolventes de la nacionalidad por
pasado remoto, para comprobar el espectáculo de socie- f degradación, por hastío; son perturbadores de nuestra
dad tan amenazada por la inmoralidad de la anarquía. I civilización cuya moral deforman con los vicios extran-
Hace un año que el pueblo de la República vive una \ jeros que desde la niñez han contraído; por último son
existencia de sorpresas inauditas, durante el cual la } perniciosos por el mal ejemplo que dan con sus apellidos
prensa del suburbio, del insulto y de la: rebelión se j ilustres y el lujo de sus viviendas a la gente sencilla
difundía con miles de ejemplares en los barrios de { impresionable, que sigue la moda de los brillantes de!
familias buenas, se la veía en las manos de los escolares y { gran mundo.
hasta, se ,1a honraba con transcripciones en los diarios del t Apresurémonos a cambiar de panorama; trasladémo-
orden. Los locales anarquistas funcionaban a vista y I nos del imperio de las sombras al reino-de la luz,'donde
paciencia de todo eí mundo, para que fuese moda llevar f el contento del civismo hace buena a la gente y donde
en el ojal la flor roja del credo disolvente. Fue necesario : los corazones laten los mismos sentimientos. Por educa-
pasara de la amenaza y revelase el ademán del golpe para ción y temperamento soy optimista, pertenezco a los
que saliéramos todos a la calie^dispuestos a repeler la : millones de argentinos que nos enternece la gloria de la
:
osadía y castigar ejemplarmente a los osados. patria y que ofrendamos en sus altares todos-los dones
con que la naturaleza nos* dotó. Contemplo el pasado de
Cambiemos de sombras, pasemos a la sombra triste de .
1 mi tierra y lo veo civilizarse incesantemente, de año en
los angustiados, a'-las sombras de figuras pálidas q u e ^
vislumbraron a los personajes del drama e n l o s palacios . año; primero fue.la familia castellana honesta, numerosa,
de las grandes avenidas. También una educación deficien- : sana y valiente; después apareció la libertad amplia,
te deforma el alma de la niñez en las moradas suntuosas práctica y generosa; luego perduró la constitución libe-
donde se confía en institutrices extranjeras la dirección ral, humanitaria, y amparadora de la libertad del bien y
mental de los pequeños argentinos. La institutriz-enseña para los buenos; y, por último, recordemos como fue
lo que sabe; el idioma, el credo, la tradición y el espíritu aquel día de 1910, cuando con emoción profunda eí
social de su raza, de su patria y de su Dios; no enseña lo '. pueblo de la república presenció el saludo universal a la
que no sabe: el idioma, la tradición y el espíritu social :
bandera" invicta de los argentinos, que. ampara al trabajo
argentino. Tales discípulos saben decir sus gracias como ;
menos doloroso del mundo en las tierras más fecundas
el más parisién de los franceses y el más londinense de ¡ del orbe.
los ingleses, se apasionan por las glorias y las penurias de \ ( . . .)Y, así pasarán los tiempos y cada -uno irá
Inglaterra y Francia y hacen gala de ignorar las cosas ' agregando una nueva suerte a esta tierra privilegiada,
argentinas; y si las saben, las sienten mal, porque reflejan | para' que algún día cien millones de argentinos, al
lo que oyeron a la institutriz referir con la indiferencia o l compás de su " O í d mortales el grito sagrado de la
el mal h u m o r de las personas que habitan por necesidad f libertad", puedan con noble unción elevar su plegaria de
países que consideran de índole inferior. Cuando esa i "Gloria a Dios en las alturas y paz en la tierra a los
niñez deformada alcanza la juventud, la mueve una i hombres de bueva voluntad". >
preocupación: ser como la educaron, francés o inglés. { He dicho.
donde le enseñaron que ía vida merece pasarse, en i
Europa; y allá van y allí permanecen y de allá regresan, \ (Manuel Caries. ¡Salvemos el Orden y la Tradición
pero regresan convertidos en el francés artificial, en el | Nacional! , en Revista, Estudios, año IX, t o m o XVII, Bs.
inglés de comedia, con los vicios y sin las virtudes de los ¡ As., julio-diciembre 1919).
ento 9: La. doble amenza: el pacifismo y el
tro , extranjeros descontentos del país, que acababan. de
manifestar, en incidentes aislados, pero repetidos con
Í i Nosotros hemos querido cumplir el m a n d a t o de demasiada frecuencia, desagradable, animosidad. Basta
nuestros padres, haciendo de esta Patria lo que debe ser: recordar la tradición más que: cincuentenaria ya, la
una gran concordia. A la discordia nos la han traído de templanza, el liberalismo del gran diario, para inferir lo
afuera. Y necio el que por mal entendida hospitalidad, que diría ese suelto, cuyo autor conozco. No decía sino
;

siguiera mulléndole la cueva a la víbora clandestina que esto, en dos palabras: .las puertas abiertas para entrar
se metió en su huerto. quien lo desee, lo están, por cierto,, para salir de igual
1
modo. Nadie que venga al país por simpatía o conve-
A la discordia nos la han traído de afuera. niencia, tiene obligación de permanecer cuando dejen de
Hemos asistido últimamente a dos huelgas que ya no animarlo esos móviles. .
pedían lo que suele hacer dignos de atención y hasta
simpáticos esos . movimientos: la mejora económica o No se necesitó más para revelar en gran parte de la
gremial: pues la protesta del trabajador que padece es prensa extranjera un singular estado de prevención y de
:

digna de r e s p e t o . e n sus propios extravíos ;*"sino que • amargura. ¡ , . ; ! . , .


declaraban sin ambages una insolente solidaridad con el Durante diez días continuos, estúvose formulando
crimen. Huelgas de rebelión contra el país, declaradas toda suerte" de mortificantes comparaciones^ T o d o : lo
por una-inmensa mayoría extranjera. J^si se vio, por debíamos al extranjero: riqueza, cultura, progreso," con
ejemplo, e n . e l choque final: tres argentinos tan solo :una evidencia que definiría la más completa: superiori-
sobre dieciocho heridos. Así en la prensa sectaria y dad. Y hasta apareció la intolerable diferencia: nuestros
cómplice, cuyos redactores y propietarios son extranje- hijos, y los otros. . . i
ros sin excepción. :] Hubo periodista de ésos que llego a suponer, en su
Es que se trata de una consigna tendiente a realizar el H extravío, la posibilidad de'choques entre una columna de
programa del maximalismo ruso y sus adherentes más o juventud nacionalista y otra de extranjeros indignados,
menos encubiertos, la declaración de huelgas con o sin lanzada a manifestar^gor las calles, como si: se tratara
motivo, a, título de "gimnasia revolucionaria", para para ellos de una colonia levantina: ¡extranjeros en
engendrar ,1a guerra civil que será el instrumento de la manifestación pública contra la juventud deí país! Otro
revolución social. Programa enunciado con alarde por los nos hizo saber que los extranjeros venían porque se les
corifeos de Rusia y.de todo el mundo. daba la ganaj a favor de garantías constitucionales que
nadie osaría. tocar, como si ellas nos crearan ante los
Pero olvidan esos sectarios que sí la guerra social favorecidos una verdadera subordinación.
resultaría civil en Rusia, en España o en. Italia, donde
existe homogeneidad de población, la consecuencia es Este asombroso olvido de la conveniencia, recíproca
inaplicable a un país como la Argentina. La guerra que que engendra ía vinculación leal deí residente con el país,
nos traen los extranjeros rebeldes, conforme al programa impone, a mi entender, definiciones categóricas.
de un gobierno extraño, es un ataque exterior, mucho Y - e s ¡la primera, que la condición d e ; ciudadano
más peligroso que la guerra militar porque maniobra a comporta dominio y privilegio para administrar el país,
traición desde adentro: No hay guerra civil con extranje- porque éste pertenece exclusivamente a sus-ciudadanos,
ros. Por el contrario: toda guerra con extranjeros es una en absoluta plenitud de soberanía. Nosotros ejercemos el
guerra nacional. gobierno!y el mando. Somos los dueños de la constitu-
ción. Del propio m o d o que la dimos, podemos modifi-
El estado de conciencia de otros extranjeros, conser- carla o suprimirla por acto exclusivo.de nuestra volun-
vadores más bien, o liberales templados, no es menos tad. No hemos creado con ella ningún dogma,: ni nos
inquietante. Así nos lo reveló el otro día un episodio hemos comprometido temporalmente ante los extraños.
pequeño, y por lo mismo, más significativo aún. La La declaración de los derechos del hombre que en ella
Nación había publicado un suelto de advertencia a los formulamos con amplitud jamás alcanzada por otra, es
52
53
acto propio, n o subordinado directa ni indirectamente, saqueo internacional a las manos de bandoleros sin ley y
antes ni después, a ninguna voluntad ajena. Nosotros ¡ de impúdicos mendigos.
somos quienes aceptamos al extranjero, no el extranjero | • Tenemos que afrontar virilmente la tarea de limpiar el
quien nos acepta a nosotros. Entre el extranjero y el país | país, ya sea por acción oficial, ya por presión expulsora,
hay reciprocidad de conveniencia, n o de potencia. Núes- j es decir tornando imposible ía permanencia a los elemen-
tra soberanía no puede compararse a su potestad negati- ) tos perniciosos, desde el malhechor de suburbio hasta el
va de n o venir o de no permanecer. Su residencia es [ salteador de conciencias.
siempre'condicional respecto a nuestra soberanía, mien- | La deportación de los extranjeros perniciosos, a sus
tras que ésta no lo es respecto a ninguna voluntad | países de origen, es un reclamo de la conciencia nacional.
extranjera. Somos los dueños del país. Y de tal modo, i Esta Jo exige con energía mayor aún que la n o menos
que si sólo quedáramos mil argentinos entre diez millo- I necesaria para el resguardo venidero del territorio, des-
nes de extranjeros residentes seriárnoslo sin duda: por- | cuidado, si no abandonado por complacencias inauditas.
que cuando esto dejara de suceder, el hecho revelaría A impulso de un sentimentalismo desviado hasta la
que el pueblo argentino había también dejado de existir perversión, conocemos casos reiterados de mendigos,
bajo una dominación extranjera. f ciegos, tullidos, dementes, a quienes se concedió ingreso
La segunda definición es que para nosotros no existen de inmigrantes " p o r orden superior", mientras numero-
acá hijos de extranjeros y otros que no lo sean. No hay sas personas de la clase pudiente, desequilibradas por la
más q u e argentino, hijos de u^ajriisma patria, con un ideología maxímalista que estaban lejos de comprender
solo derecho y con un solo deber. ni de sentir, pero que, a guisa de escandalosa novedad,
"vestía m u c h o " , concurrían con sumas importantes al
Y la tercera es que si, llegado el caso, la defensa de la,. [
socorro de los hambrientos rusos, cuando nuestra peona-
Patria en bien de todos, ciudadanos y extranjeros, solo a "1
da obrajera del interior sucumbía al hambre, la miseria y
nosotros concierne, su respeto obliga a todos sin la más
ios contagios, sin inspirarles la más mínima piedad. La
mínima discrepancia. Tolerarlo, en virtud de armonías
extirpación de ese extranjerismo maléfico, será, un reco-
ideológicas equivale a a c e p t a r l a traición. La Patria n o es
bro de salud„,El apostolado de la rebelión contra el país,
una ideología. Es un hecho. No, tampoco, uña pertenen-
s
ejercido por extranjeros traidores, que no siempre son
cia internacional, sino un bien de los argentinos.
agitadores gremiales, requiere una perentoria interven-
Por esto, en presencia del doble peligro que la ción.
amenaza, y que bajo su aspecto interior lo comprueba la
misma necesidad de formular estas declaraciones, la (Leopoldo Lugones. Acción ante la doble amenaza, en
actitud militante resulta un caso de conciencia. Tenemos
Antología de la prosa, Bs. As,, Centurión, 1949, p p .
que exaltar el amor de la Patria hasta el misticismo, y su
respeto hasta la veneración. 365-373).

Militantes se declaran a su vez los enemigos extranje-


ros que traicionan su hospitalidad. Militantes hasta lá Documento 10: La hora de la espada
agresión insolente o pérfida, son los agentes de sectas y
de gobiernos extraños que han perturbado tantos espíri- (. - •) Señores: Dejadme procurar que esta hora de
tus, hasta convertir la República, para muchos de sus emoción no sea inútil. Yo quiero arriesgar también algo
propíos hijos, en una colonia experimental del Soviet, que cuesta m u c h o decir en estos tiempos de paradoja
artificialmente contaminada por rencores ajenos, aver- literaria y de fracasada bien que audaz ideología.
gonzada de sí misma en la negación de bellezas y de fía sonado otra vez, para bien del mundo, la hora de
glorias dignas de enorgullecer a cualquier país, deprimida
la espada.
por el pesimismo de los fracasados que revierten en
Así como ésta hizo lo único enteramente logrado que
deyección de calamar su siniestra envidia, y en trance de
tenemos hasta ahora, y es la independencia, hará el
i~-i necesario, implantará la jerarquía indispensable Laureles rindo a tu.fama, que así fueran de oro fino en el
que la democracia ha malogrado hasta h o y , fatalmente parangón !de homenaje, • y • palmas a tu belleza que hizo
derivada, porque esa es su consecuencia natural, hacia la flaquear. —dichoso de él. en. su-.propia, demisión— al
demagogia o el socialismo. Pero sabemos demasiado lo Hombre, de los Andes con su estoicismo.' ¿Pues quién, no
que hicieron el colectivismo y la paz, del Perú de ios sabía porjsu bien — y por su mal— ique ojos de limeña
Incas y la China de los mandarines. eran para jugarles, n o ya el infierno, puesto que.en penas
Pacifismo, colectivismo, democracia, son sinónimos lo daban, sino la misma seguridad del Paraíso?. \ /• ¡
de la misma vacante que el destino ofrece al jefe En el blanco de tus nubes veo embanderarse el cielo con
predestinado, es decir un hombre que manda por su los colores de¡ mi Patria, y dilatarse:en el .tierno azul.la
derecho de mejor, con o sin la ley. porque ésta, como caricia, de: una mirada .argentina. Y generosa me. ofrecen
expresión de potencia, confúndese con su voluntad. , • . la perla de la intimidad y el rubí de la constancia, tus
sonrisas de amistad y tus rosas de gentileza.
El pacifismo no: es m á s que el culto del miedo, o una :
i Y tu, nación de Ayacucho, tierra tan argentina por lo
añagaza de la conquista roja, que a su vez lo define como
franca ,-y jpor lo hermosa; patria donde no puedo; ya
un prejuicio burgués. La gloria y la dignidad son hijas
sentirme extranjero, Patrie m í a del Perú: vive tu dicha,
gemelas del riesgo; y en el propio descanso de verdadero
en la inmortalidad, vive tu esperanza, vive tu gloria. *
varón yergue su oreja el león dormido. ;
La vida completa se define por cuatro yerbos de
acción, armas, combatir, mandar, enseñar. Pero observad (Leopoldo Lugones. El discurso de Ayacucho (fragmen-
que los tres primeros son otras tantas expresiones de to), en La Patria Fuerte, Buenos Aires, Círculo Militar,
conquista y de fuerza. La vida misma es un estado de 1 9 3 0 , p p . : 1 9 y ss.)
fuerza. Y desde 1914 debemos otra vez a la espada esta
viril confrontación con la realidad.
En el conflicto de la autoridad con la ley, cada vez Documento 11: La Argentina industrial
más frecuente, porque es un desenlace, el hombre de
espada .tiene que estar con aquélla. En esto consisten su . La república rurafqúe hasta hoy somos, constituye de
deber y sacrificio. El sistema constitucional del siglo XIX hecho un estado colonial respecto de las naciones que
está caduco. El ejército es la última aristocracia, vale habiendo alcanzado civilización completa, mantienen su
decir la última posibilidad de organización jerárquica que industria con los prpductos primarios suministrados por
nos resta entre la disolución demagógica. Solo la virtud aquélla. Dicha subordinación económica resultará tanto
militar realiza en este m o m e n t o histórico la vida superior mayor, cuanto menos variados sean los productos rura-
que es belleza, esperanza y fuerza. les, y .más grande en consecuencia la diversidad de
Habría traicionado, si no lo dijera así, e l m a n d a t o de artículos ¡que su rendimiento global debe costear de
las espadas de Ayacucho. Puesto que este centenario, retorno. Por grande que sea su prosperidad, la monocul-
señores míos, celebra la guerra libertadora; la fundación tura engendra la vida cara, retarda la difusión de la
de la patria por el triunfo; la imposición de nuestra riqueza y está fatalmente condenada a declinar ante el
voluntad por la fuerza de las armas; la muerte embelleci- primer cambio de condiciones en el mercado .comprador;
da por aquel arrebato ya divino, que bajo la propia porque su propia rigidez le impide acomodarse a tiempo.
angustia final siente abrirse el alma a la gloria en,la Monocultura y latifundio son correlativos; de suerte que
heroica desgarradura de un alarido de clarín. la única manera de acabar con este último, sin causar
trastornos peores que sus inconvenientes, es transformar
Poeta y hermano de armas en la esperanza y la
aquélla en producción variada y elaborada. La situación
belleza: ahí está lo que puede hacer.
general que después de la Gran Guerra se ha producido,
Déjame solamente decirles a tu Lima y a tu Perú dos o
comporta una doble .enseñanza experimental: I que al
palabras finales que me vienen del alma. abaratarse nuestra producción agraria, competida por la
Gracias, dulce ciudad de las sonrisas y de las rosas.

56 2A- 57
. ios Estados Unidos, el eslabón correspondiente a 1928
de aquellos países resueltos a bastarse, como Italia con . fue de trece millones de pesos oro.
sus "batallas de trigo" y España con *u protección El sacrificio consistiría en un aumento temporal del
ganadera a t o d o .trance, crece el gasto sin aumentar las precio de ciertos artículos cuya protección hallaríase
ganancia, subordinándonos cada vez más a las importa- :
¡imitada por un máximum fijo de gravitación sobre ei
ciones de los Estados Unidos; y 2° que de acuerdo con . término medio de los presupuestos familiares; mientras
aquella actitud, • compartida por el mundo entero, el su compensación inmediata estaría en el aumento de
secreto de la prosperidad nacional no está en el comercio ; trabajo y de salarios consiguientes a la instalación de
exterior sino en el mercado interno. Como triple garan- nuevas industrias. Así se evitaría el proteccionismo
tía de bienestar, seguridad y progreso, la nación necesita prohibitorio o de agresión; pues bastarse no significa
p o s e e r ' s u s industrias vitales, que son; alimentación, aislarse, sino t o d o lo contrario. Los Estados Unidos son
vestido, electricidad, higiene, transporte, utilería agraria, el país más proteccionista y el que sostiene mayor
combustible industrial y doméstico, siderurgia y cons- comercio internacional.
trucción. Tiene para ello todas las materias primas en
condición natural verdaderamente privilegiada. No falta Conviene, por otra parte, advertir que en relación a la
sino la adopción del rnétodo conducente a dicho fin. vida individual, no es la baratura de las cosas lo que la
facilita, sino los mayores recursos del consumidor; rmen-
Nuestra subordinación de meros productores de mate- ¡ tras en relación a la vida colectiva, lo que abarata las
ria prima, limitóse primero a la Gran Bretaña. Ahora lo • cosas es el mayor consumo. Ambos propósitos alcánza-
es también, y en proporción mucho mayor, respecto de los, pues, el incremento de salarios y de población,
los Estados Unidos, hasta alcatifar la relación siguiente: sendas consecuencias de la organización productiva. Esta
con solo seis productos agropecuarios que representan el será tanto mejor a su vez, cuando más ramos comprenda:
ochenta por ciento de nuestra exportación (trigo, m a f e - ; condición que satisface el adelanto de ía industria. El
lino, carne, lana y cueros) debemos costear la importa- principal estímulo de la prosperidad común es la circula-
ción de , mój de • tres mil artículos, industriales que ción del dinero g a n a d a O en otros términos: cuanto
constituyen más de un tercio de nuestro consumo de menos dinero improductivo haya en el país, mayor será
manufacturas; de m o d o que un solo año malo para la ia prosperidad^de todos. Nada favorece tanto ese movi-
producción agraria nos obliga ya a echar mano del
• miento bienhechor como la industria empezando por el
crédito y del capital nacionales, añadiendo un eslabón
fraccionamiento y el traspaso de la propiedad raíz. El
más a la cadena que no sabemos romper.
• latifundio dura tanto como el período de la monocultura
Esta-contingencia es un resultado directo de la subor- . rural a cuyo sistema de producción corresponde.
dinación a los países que compran materia prima exte- No solo requiere la industria una adecuada protección
rior para venderla valorizada por la transformación in- arancelaria; sino una diligente policía contra el dumping,
dustrial: dependencia que mostraré con un solo ejemplo que es la maniobra de guerra comercial, y contra la
entre muchos. introducción de similares baratos procedentes de países
Somos el principal consumidor de suelas americanas, . que nada nos compran, como el aceite manchuriano de
aunque la posibilidad de fabricarías en el país data del soya, para no citar más que un caso; y naturalmente,
siglo XVIÍ; y los Estados Unidos son a ía vez los crédito organizado en la escala variada y flexible que
principales compradores de los cueros y del tanino de indica su propia multiplicidad.
acá con que las fabrican. He aquí los motivos por qué
El abandono aduanero que padece la Nación, puede
aun cuando se trate de artículos de primera necesidad
apreciarse en dos líneas de resumen. Mientras el prome-
para nuestros clientes, sean ellos quienes nos fijan el
dio del gravamen sobre el valor efectivo de la mercadería
precio, manteniendo la subordinación conforme a su
de importación, excede del treinta y cinco y del cuarenta
conveniencia'. El fomento de la industria nacional equiva-
por ciento en la mayor parte de Europa y en ios Estados
le a un verdadero movimiento liberador, digno por cierto
Unidos respectivamente, aquí no pasa del veintiuno. La
del sacrificio que cuesta. Solo en nuestro comercio con
revisión que se impone, debe comprender además la disciplina: la religión, la costumbre y el mando.. Triple
mercadería libre de derechos y la negociación de trata- expresión a, su vez de. la autoridad, allá donde u n o u otro
dos comerciales que estudiaré en otro lugar. • falla, dicho ¡poder lo compensa con el incremento de los
otros: diferencias correspondientes a cada índole nacio-
(Leopoldo Lugones. La Grande Argentina, Buenos Aires, • nal, que determinan las distintas formas de gobierno.
Babel, 1930, pp. 113-115) Allá donde fallan los tres, sobreviene l a a n a r q u í a . :i ,
.'••En los Estados Unidos, nuestro modelo constitucio-
nal, la religión o sanción de conciencia, y. la costumbre o
Documento 12: Disciplina y Libertad sanción social, son los medios más eficaces. Entre noso-
1
tros no; de suerte que la autoridad debe a s u m i r c o n
La incapacidad del conjunto político llamado pueblo, ;
mayor amplitud la forma de mando. Por esto, aquellas
para comprender y realizar la tarea que,dejo expuesta, o instituciones resultan fatalmente inadecuadas a.nuestra
sea el plan metódico del progreso nacional conducente al índole nacional. Religión y costumbre, son estados de
estado de potencia que debe alcanzar la República —es conformidad que imprimen carácter , deliberativo a la
:
evidente. Fáltale no sólo la competencia técnica indis-; adopción de las órdenes y leyes. El m a n d o es un estado
pensable para apreciarlo, sino la voluntad coherente para ; de imposición, determinado por la necesidad social del
seguirlo, y la elevación patriótica de subordinar al bien , orden; y de consiguiente, no se basa en la conformidad;
común todo interés egoísta. La masa es siempre ignoran- sino en el prestigio. Es resultado personal y n o colectivo.
te, anárquica y concupiscente, por lalsencilla razón de Pero, acá como en cualquier parte, la. sociedad se
que el hombre no nace culto, equitativo ni virtuoso. constituye para el bienestar de todos y de cada u n o . El
Cultura, equidad y.moral, son estados de alma creados objeto del gobierno es asegurar el bienestar adquirido y
por la educación, y cuya síntesis denominamos conduc-- la adquisición del bienestar aspirado. Esto requiere cua-
ta: sendas palabras que significan dirección. La falacia: ntío condiciones fundamentales: el orden, o sea el desa-
del ente político, creado por la ideología liberal bajo eli rrollo colectivo y personal de todas las actividades, sin
nombre de ciudadano, proviene de esa condición nativa; estorbo ni perjuicio deninas por otras:; la libertad, o sea
pues conforme lo h a mostrado la experiencia, el hombre la potestad personal de ejercer todas las actividades
n o es capaz ni libre por el mero hecho de nacer. La, lícitas: la igualdad de condiciones para hacerlo, mediante
formación de su conciencia mediante el ejercicio de la • la instrucción y la organización económica del Estado; y
razón, la mente y el sentimiento, cuya síntesis constitu-' la defensa contra ataques exteriores. Estas cuatro obliga-
ye, es, pues, un resultado experimental. Si aquella ciones determinan, según se ve, otras tantas funciones
operación se efectúa espontáneamente, su fruto es un: .técnicas: la judicial, la política, la docente y la militar.
:
individuo antisocial o inepto para la v;da asociada. Por En la cooperación de todas las capacidades que a eso
esto, la sociedad la dirige; es decir, educa mediante la puedan concurrir, consiste la democracia. Ese es el
triple acción de escuela, familia y autoridad. Esta [gobierno del pueblo por el pueblo y para el pueblo, pero
imposición del deber, que empieza con la vacuna y la formado p o r los idóneos, no por la voluntad igual de
enseñanza obligatoria, tiene por objeto adecuar el hom- 1
competentes y de incapaces. Y bajo este concepto, el
bre a su función social, y se llama disciplina. Más, como- i orden es la imposición de la equidad. Orden inicuo
al mismo tiempo, el hombre tiene la facultad de labrar y quiere decir tiranía:.
buscarse su propio bien según mejor le parezca, la
conciliación de este poder personal, que es la libertad, Mas ¿quién, se dirá, va a designar a los idóneos? Pues,
con el interés social, que es el bienestar común, requiere? los idóneos.: ¿No se gobiernan así la universidad, el
un instrumento regulador, que es el gobierno. Así se ejército, la iglesia? Y si el gobierno de la Nación, es
1
forma la organización humana que llamamos civilización. mucho más complicado y difícil ¿por qué se ha de
1
Tres son. los medios concurrentes al sostén de la. excluir de su formación la competencia, más necesaria
por lo mismo? . . . A q u í está la paradoja de la ideología

60 61
liberal.. Porque, según ella, desde que todo hombre me.
:
libre, el hecho de nacer constituye derecho para gober- darse a él como el líquido al vaso. Cortar lo que sobra y
nar:/mera trasposición, como se ve, del ¡derecho divino aumentar lo que falta, es la revolución con sus ejecucio-
hereditario. Si el rey era malo por esto ¿en virtud de qué nes y sus despojos. Tengo advertido ya que la lógica del
ha de resultar bueno declararnos a todos reyes? Racio- igualitarismo liberal lleva fatalmente al comunismo.
nalmente, debe resultar peor, como todo mal que (Quinta Parte. La cuestión social). De igual manera, por
generaliza. Mas, esto no era, en suma, sino una satisfac- cierto, el humanitarismo conduce a la negación de la
ción' de la envidia y la concupiscencia. Lo que el siervo patria. Por amor a la humanidad, odia a los suyos' el
quiere, n o es suprimir al amo, sino ser amo a su vez. b ideólogo, declarando santa la guerra civil y fraternizando
libertad es una aspiración aristocrática. .-.•<• con el enemigo extranjero. Así viene a definirse también
la lógica del pacifismo.
No menos falaz resulta la determinación de la capaci-
dad común de gobernar, por el interés común de formai Este sistema de paradojas destructoras, verdadera
un buen gobierno. El ignorante empieza por no saber en organización del pesimismo, si bien se ve, culmina en el
qué consiste el gobierno bueno. Cree, en cambio, que lo misticismo nihilista de la libertad. Ella resulta, así, un
es, aquel que' le apaña sus transgresiones policiales' y principio abstracto y negativo cuya satisfacción está en
dilapida en su favor la fortuna pública y ajena. Recorde- ei atropello antisocial del derecho ajeno: perversión que
mos que la moral no es nativa, sino adquirida o impues- arrastra al respeto del desorden, confundido con el
ta. De aquí que el gobierno mayoritario sea siempre respeto a la libertad. Nuestros ideólogos son especialistas
caro,:torpe, y con frecuencia_corrompido. Por vincula- en la materia. Así han llegado a una verdadera complici-
ción natural, el gobierno tiene que ser para quienes lo dad sentimental con el delito.
hacen:- es decir para el comité, según lo enseña 'la Pero la libertad no tiene su finalidad en sí misma. Es
experiencia a despecho de la ideolog para algo. "Para hacer lo que se me dé la gana", dirá el
Esta creación dogmática, puesto que afirma principios ignorante. Pero esto es, por decirlo así, una idea de
indemostrables, sigue prefiriendo su sistema a la realidad- caballo. Libertad es el poder que cada hombre tiene para
Es decir el criterio lógico, o de perfección, al empírico, o procurar y labrarse su propio bien, sin perjuicio de
de posibilidad. Pero lo cierto es que no se puede terceros. Está^pues, dentro del orden; y cuando le falta
gobernar sino con éste. El gobernante resulta, entonces, esta condición y aquel objeto, desvanécese en la abstrac-
un artista. En el otro caso, un lógico riguroso; un ción o degenera en atentado.
profesor. Y he aquí por. qué fueron matemáticos los
principales autores de la Revolución Francesa. La noción
(Leopoldo Lugones, La Grande Argentina, cit., pp.
del progreso indefinido, en que se basa la ideología
:
liberal, es la misma de la recta infinita: vale decir una 161-164) '
abstracción insostenible y arbitraria. Por esto asistimos a
su simultánea rectificación. La continuidad lógica, que es
otro de sus aspectos, tampoco existe en los dominios de
la vida. La evolución no es una ley de progreso, sino de
mera transformación, muchas veces brusca e inconse-
cuente, y no pocas funesta a las especies que bajo ella
degeneran y sucumben.
Pero eí ideólogo carece de concepto experimental. Es
un señor que instalado en su bufete, pónese a idear un
sistema de organización humana: un teólogo laico. Dicho
sistema hállase, así, subordinado a su lógica que es el
instrumento constructor, y la vida humana debe amol-
va, que estaba signada por un ciclo suavemente ascenden-
te que, salvo.dos ligeros desfallecimientos a mediados de
1925 y a fines de 1926, se continuó hasta más allá del
6 2
fin de su m a n d a t o . •
La aliviada situación económica, después de los. difíci-
les años que como consecuencia de la guerra se vivieron
durante la presidencia de Yrigoyen, se percibía en la
retracción de la desocupación y el crecimiento del salario
real, que pasó de un índice 73 para 1921 a 89 para 1925
63
y.a. 101 parai-1928 ( 1 9 2 9 - 1 0 0 ) , lo que se reflejaba a
su vez en la disminución de la conflictividad. social,
manifiesta en la caída del n ú m e r o ' de huelgas para el
período, en. el menor grado de violencia de.las mismas y
en.el descenso del número de afiliados a.los sindicatos.
Todos los indicadores económicos mostraban u n a lenta y
persistente expansión: crecimiento del volumen físico de
III
las exportaciones y de la producción 'industrial'.que .en
números índices,pasa de .27,9 en 1922 a 43,4 en 1928
4
(1950= 100)6 . Algunos problemas estructurales n o pa-
EL NACIONALISMO DE ÉLITE
recían preocupar mayormente: la escasa participación de
la industria en la formación'del producto b r u t o interno
(menor al 20%), el crecimiento más lento de la produc-
De Alvear a Yrigoyen e n agr icol o-ganadera —como consecuencia de haber
llegado a los límites naturales de la frontera agropecua-
ria-, y sobre t o d o , el-pesado servicio de la cuantiosa
Promediaba la década del veinte y, pese a las atrona-'
deuda externa que evaporaba el superávit de la balanza
doras palabras de Lugones, las cosas en la Argentina;
comercial y provocaba que la balanza de pagos sólo
transcurrían en forma apacible. Gobernaba desde 1922i
pudiera sostenerse gracias a la continua afluencia de
Marcelo T. de Alvear, el aristócrata radical que al igual \
capital, extranjero. Especialmente significativa ' era en
•que un antecesor, Roque Sáenz Peña, había ido direc-1
estos años la creciente importancia de las inversiones
tamente de Europa a la Casa Rosada sin pasar por la :

norteamericanas (que en 1929 igualarán al capital.britá-


campaña electoral, en lo que parecía una elocuente'¿
nico invertido en el país) y cuyo símbolo era la instaía-
demostración de la permanencia de ciertas prácticas masi
dón de la Ford, en 1922, y la General Motors, en 1925.
allá o más acá de la Ley de Sufragio• Universal de I912.'í
1 Comenzaba un prolongado, conflicto entre el automóvil
Su candidatura para la primera magistratura debíase,
y el ferrocarril que reflejaría la sorda Jucha p o r . l a
exclusivamente a una decisión personal de Hipólito.;
1 hegemonía y ¡el c o n t r o l de la economía argentina entre
Yrigoyen, quien, probablemente, veía las mejores garan*: 6 5
;

Estados Unidos y Gran Bretaña .


tías para la continuidad de su predominio en el partido,-
i . Nada sin embargo parecía perturbar la tranquilidad de
en la falta de sustento propio de don Marcelo en el :

¡un gobierno, convencido de.las bondades del laissezfaire


aparato partidario y en la confianza que despertaba si;
c t e n
y de las ventajas comparativas del agro argentino. Su
personalidad mundana y caballeresca. Y ^ ^ ^ t ' ¡mico plan coherente era", a la usanza de los gobiernos
así ocurrió. La presidencia de¡ Alve ai-paso como j . ^ d controlar el gasto público y r e d u c i r el
liviano intermedio
n i ¡.fciiij.wu.j.w entre- —las dos del -gran
_
caudillo A | . u n
déficit fiscal, • limitando la "empleomanía" del primer
.
pasar inadvertido le ayudó tanto su propia personalidad tobierno radical y reduciendo las obras públicas. Si en su
como una situación económica moderadamente expana-.]
^ 65
64
política liberal y en la defensa del modelo agroexporüj
••• A partir de la segunda mitad de 1925, Alvear realizó
d o r el gobierno de Alvear' carecía de adversarios dentni
una política ambigua respecto de los dos grupos radicales
del propio partido, o aún fuera de él entre los conserva}
y de escasa ingerencia en las situaciones provinciales:
dores o los socialistas, distinto era en cuanto al problen^
: 1 apenas cuatro intervenciones federales en tres años y
del gasto público. Ahí se• chocaba con la oposición de
ninguna en 1926 y 1927, lo-cual estaba decididamente
buena parte del aparato radical p r e o c u p a d o ' p o r \k
6 por. debajo del promedio de la época y reflejaba que el
consecuencias electorales de una política semejante *.
; gobierno no estaba especialmente interesado en la cam-
He aquí uno de los nudos —aunque no él'principal- dt
paña electoral. La misma ambigüedad esencial se refleja-
conflicto que crecientemente'opondrá! al gobierno de
: ba en otras áreas de acción. ¿Cómo compatibilizar si no
Alvear con la estructura partidaria controlada por Yrigo-
a.las políticas del Director de YPF designado por Alvear,
yen. De mayor importancia era el conflicto político qn;
Enrique Mosconi, con las del ministro de Hacienda
pronto opondrá a partidarios y adversarios del caud/'o
: Herrera Vegas?
de Balvanera y que generará la división del partido ente
. Se acerca el año 1928 y la sucesión presidencial. En
radicales antipersonalistas y radicales yrigoyenistás, la-,
Buenos Aires, entre tanto el tango abandonaba el subur-
tente • desde hacía años en su •seno-. En la base it
bio para ocupar el centro y una polémica estético-litera-
conflicto, la confrontación entre los "galeritas" pertent-
ria, que atraviesa el segundo lustro de la década del
cientes a los estratos sociales elevados, 'en general drf
veinte, concitaba la atención de los intelectuales: Boedo
origen tradicional, conservador y a menudo terratenientij
o Florida. Fuera del radicalismo, otro viejo partido se ha
y los' oscuros hombres'"dejeomité,-incondicionales dfj
escindido en 1927: el Socialista. La tradicional tensión
Yrigoyen y - pertenecientes" á la pequeña cíase medií!
: en los partidos socialdemocrátas entre la tendencia hacía
urbana, con apellidos nuevos y poco ilustres. > I
v
ios sectores obreros y la tendencia hacia los sectores
El Presidente, tironeado por ambos igrupos, p r e t a l
medios hace crisis y una parte importante del partido,
mantenerse neutral, pese a sus secretas simpatíasporlocj
con de Tomaso y Pinedo a la cabeza, se separa fundando
antipersonalistas —lo que se reflejaba ya en la composj
el Partido Socialista Independiente, pronto disponible
c i ó n ' d e su gabinete: sólo un yrigoyenista contra cuátnj
1 para diversas combinaciones con los conservadores y
que podían considerarse de tendencia "azul" y urj
7 aun con los incipientes sectores nacionalistas.
conservador^ . Porque estaba más preocupado por drj
El J ° de abril de 1928 Yrigoyen obtiene un clamoro-
puntapiés iniciales en los estadios o por inaugurar expoáj
so éxito electoral, el mayor del radicalismo en toda su
clones de pintura, según la conocida imagen, que poc
historia, "'triunfa con el 57,4% de los votos emitidos
organizar un nuevo partido, o porque conservaba uní
—más de ochocientos mil ciudadanos apoyan al viejo
lealtad inquebrantable hacia Yrigoyen, o porque era ta!
caudillo próximo a ios 76 años contra la fórmula del
vez un auténtico demócrata, Alvear no dio los único?
"contubernio" antipersonalista-conservador qué obtiene
pasos que hubieran permitido al antipersonalismo luche
a p e n a s 15 5.000. . Desde todo punto de vista, la
con ''éxito: intervenir la provincia de Buenos Aires j
situación del nuevo gobernante es superior a la que
retornar a la "empleomanía" en gran escala. Los insisten
encontrara en 1916: una situación social más holgada,
tes reclamos del ministro del Interior, Vicente Gallo, c
un conflicto social decreciente, un mayor conocimiento
esos dos sentidos fracasaron ante Aívear y el resto de jos
de la cosa pública, un programa de .gobierno más defini-
ministros, y Gallo, uno de los creadores de la U.C.R,
do - p o r ejemplo, en materia petrolera—, un partido
antipersonalista en septiembre de 1924, se vio obligados
mucho más homogéneo tras la escisión "galerita" —lo
renunciar diez meses después tras un fracaso completa.
que podrá observarse en ia composición del nuevo
El nuevo partido no estaba bien arraigado y sólo en.'
gabinete " p l e b e y o " integrado casi exclusivamente por
fuerte-en la provincia de Santa Fe, donde existía UBÍ
profesionales provenientes del sector medio y de larga
larga tradición antiyrigoyenista y una profunda rivalice
miíítancia radical—, y, por último, un mayor control
con Buenos Aires.
sobre el aparato legislativo a través de una amplia
mayoría en diputados (a diferencia de 1916 cuando los mente muy heterogéneo compuesto por: "católicos tra-
radicales estaban en minoría): 92 radicales sobre un total dicionales, o conversos recientes, maurrasianos, conserva-;
68
de 156 miembros e f e c t i v o s . Sólo el Senado permanece dores, antipersonalistas e yrigoyenistas, nacionalistas de
bajo control opositor —además de la Suprema C o r t e - , actuación flamante y. empíricos puros", en el decir de
70

como consecuencia de la escisión antipersonalista: ocho uno de . sus p r o t a g o n i s t a s . .El proyecto inicial er-a
radicales se enfrentan allí con diecinueve antioficialistas. constituir un periódico que expresara a una generación
Cómo todas estas ventajas no pudieron evitar que, menos intelectual: la de los nacidos entre 1890 y 1900, pero
de dos años después d e asumir, el nuevo gobierno pronto seria abandonado por.:el proyecto más militante
pudiera ser derribado por un cuartelazo, en medio de la de constituir un órgano político-doctrinario de. oposición :

indiferencia general, es algo de lo que se hablará en otro al gobierno. Las consecuencias -de dicha elección eran
capítulo. Toca ahora detenerse en los grupos nacionalis- inevitables: reunión tan heterogénea debía decantarse y
tas que se han ido conformando desde ía segunda mitad así<sucedería!. Abandonaron las conversaciones ..Mario
de la presidencia de Alvear y que adquirirán una fuerza Jurado y Carmelo Pellegrini, • radicales yrigoyenistas, y
insospechada como avanzada de la oposición a la segun- Alfonso de Laferrére, periodista de "La F r o n d a " de edad
da presidencia de Yrigoyen. .algo superior al resto de los miembros del grupo, .que se
declaraba imaurrasiano.-ortodoxo y ,que; efectivamente
había sido; uno de los introductores del.político francés
71

La Nueva República ;entre n o s o t r o s . Eí staff de la nueva publicación quedó


^compuesto entonces por Rodolfo Irazusta, su Director,
1
• En la segunda mitad de la presidencia de Alvear ,.Ernesto Palacio como Jefe dé Redacción, Juan E n c a n i -
comenzaron a aflorar las primeras voces periodísticas lla, Julio iírazusta y Mario Lassaga..,.como.'.redactores
nacionalistas. La primera, aunque no la más importante ^permanentes y César Pico.y Tomás Casares.como colabo-
£1
fue La Voz Nacional", órgano .dirigido por un médico, r a d o r e s especiales. El nuevo periódico semanal se llama-
entrerriano, Juan Emiliano Canilla, y respaldado y finan- ba "La Nueva República" —título que había provocado
ciado por un heterogéneo grupo de personajes extrava- el disgusto y ;retiro delSaferrere— y, por imposición de
gantes. Una marquesa francesa, dos condes italianos, un Canilla, llevaba como subtítulo el de;."órgano,delnacio-
;

capitán del ejército italiano mutilado de guerra y un nalismo ¡argentino". Que ese nacionalismo era menos
periodista de "La Fronda*' - d i a r i o conservador dirigido preciso que lo que posteriormente ise ha. supuesto, lo
por Francisco U r i b u r u - eran algunos de sus integrantes. prueba uno de los lemas adoptados por los jóvenes de la
1

Sólo tres argentinos componían el elenco del primer nueva :publicación, tomado significativamente de Alber-
periódico nacionalista según el recuerdo irónico y casi, ... .di: "La: República, tan fecunda en formas,, reconoce
69
burlesco del mismo Canilla en sus m e m o r i a s . El éxito : .muchos grados y se "presta a.todas las exigencias de. la
fue escaso, a pesar de haber tenido algunos suscriptores edad y del espacio. Saber acomodarla a nuestra edad es
7 2

famosos como el ex presidente Figueroa Alcorta y.el. todo el arte de constituirse entre n o s o t r o s " . Se utiliza-
general Uriburü, quien entusiasmado con la publicación ba a los mentores ideológicos del 80 -liberales pero no
;

quiso conocer a su director, hecho que acontecióla democráticos— para cuestionar un régimen y un sistema
mediados de 1925 y que tendría importantes implican* por democráticos pero n o por liberales. •
cias para el futuro. El periódico dejó de publicarse en. , ' . ¿Quiénes eran estos • ambiciosos jóvenes? ¿Qué ele-
noviembre de 1925, a los ocho meses de su aparición. mentos tenían en común? El Director, Rodolfo Irazus-
• Si " L a Voz Nacional" pasó con poca trascendencia ;ta, nacido en 1897, figura muy admirada, entre los
por la época, distinto será el caso de otro periódico nacionalistas posteriores, aun de corrientes diferentes,
nacionalista: " L a Nueva República". El origen del mis- ;era por entonces un joven entrerriano con ciertos an-
mo debe buscarse en las conversaciones que por varios : tecedentes en el radicalismo no yrigoyenista de su.
meses, a lo largo de 1927, sostuviera un grupo inicial- provincia, sobre todo a través de acompañar a su padre,

AS 3 3 69
dirigente de dicha corriente. De familia acomodada,
al radicalismo y a establecer vínculos amistosos con Raúl
tuyo, ai igual que su progenitor, un escaso interés por las
Scalabrini Ortiz y el grupo FORJA, se interrumpió ante
tareas agropecuarias y una' marcada inclinación hacia la
la reaparición "en a c t o " de la " h o r d a " con el surgimien-
política; De formación asistemática, no completó sus to del peronismo, al cual se opondrá. Años antes, en
estudios de Derecho, cayó en 1923, durante su estadía 1933, en un día y medio, había escrito la mayor parte de
en París, bajo el influjo de Charles Maurras a través de la su contribución a una obra conjunta con'su hermano y
lectura cotidiana del periódico monárquico L'Áction que haría época: La Argentina y el imperialismo britá-
Frangaise, en el cual aquél firmaba diariamente un nico. En la línea del pensamiento tradicional europeo
extenso artículo titulado " L a Politique". Hombre más criticó a los "ideólogos" defendiendo una concepción
preocupado por Ta acción que por la labor intelectual, "realista" de la política; sin embargo, paradójicamente,
poseía una" personalidad vigorosa, descripta así por su su influencia sobre la realidad argentina fue exclusiva-
entonces colega Canilla: "Desde el primer instante pude mente ideológica.
apreciar en Irazusta condiciones excepcionales de diri- El Jefe de Redacción de la revista era, sin dudas, la
gente: visión política, arrojo, conocimiento a fondo de la p l u m a m á s b r i l l a n t e del grupo. Ernesto Palacio
doctrina constitucional y republicana, y singular versa- (1900-1979), perteneciente a una destacada familia de
ción en materia de historia y filosofía de los regímenes Buenos Aires - s u padre había sido Presidente del Conce-
de gobierno. En cambio, carecía de otras, tales como jo Deliberante—, había mostrado una rápida inclinación
perseverancia en el esfuerzo, diplomacia y ductilidad en hacía las letras, a pesar de estudiar y recibirse de abogado
1 7
el trato, modestia en sus "-aspiraciones " ^ Enemigo en la Universidad de Buenos Aires. Anarquista en su
acérrimo del liberalismo, término que "tenía la propie- juventud universitaria, partidario de la Reforma del 18,
dad de enfurecerlo, como- el paño rojo enfurece al^ pronto se vinculo a las "vanguardias" literarias y, en
7 4
t o r o " , admirador incondicional de España, de donde' 1924, se contó entre los fundadores de la innovadora
recibió el influjo doctrinarista de Donoso Cortés, y, en revista Martín Fierro. Colaborador asiduo de la nueva
un marco más amplio, de la civilización greco-latino-cris- publicación, sobre todo con artículos críticos o satíricos
;
tiana, déjó una escasísima producción intelectual com- firmados corcel seudónimo de Héctor Castillo, cayó bajo
1
puesta por' artículos periodísticos en los que, en su la influencia del filósofo tomista César Pico, quién lo
mayor parte,',se refiere a la actualidad política y no a convertiría en un católico militante. Su conversión lo
aspectos téórico-ideológicos. Su hermano Julio lo definió' llevó a abandonar sus tareas literarias para acercarse a los
c o m o : " u n ' periodista nato. Desde el principio al fin de problernas de la teoría y de la acción política, a la cual se
1
:
su vida fué incapaz de" escribir para q u e ; s u prosa se dedicará de ahí en adelante. Menos influido por
publicara a semanas, meses o años de distancia del. Maurras que sus colegas, tal vez a causa de su catolicis-
75
m o m e n t o ' e n que terminaba su t r a b a j o " . ' G o z ó de un mo, ya que el líder dé L'Áction Francaise había sido
•notable;"prestigio 'en los círculos nacionalistas, proba-' interdicto por el Papa en 1926, estaba en cambio quizás
blementQ debido -a su dinámica personalidad y a sus más impresionado que sus compañeros por la acción de
observaciones originales, sobre todo a partir de 1930, Mussoiini en Italia. Buen conocedor de los clásicos y del
con'respecto a lá'historia argentina. Adversario encendí- pensamiento reaccionario europeo, hará buen uso de ello
do de la democracia, del "vulgo" o "populacho", conspi- en sus artículos doctrinarios publicados en " L a Nueva
ró contra Yrigoyen apoyando activamente la revolución República" y en las obras de reflexión ideológico-p olí ti-
: :

de Uriburu. A la luz de sus resultados se arrepintió e ca escritas posteriormente, como su célebre "Catilina" o
;

inició una re valorización del pueblo y la democracia y .su Teoría del Estado. La lista de "autoridades" citadas
del rol que habían jugado en la historia argentina, lo que. en sus artículos es inmensa —a diferencia de lo que
ocurre con los de Rodolfo Irazusta— y sobre ellos se
lo llevó:a una polémica con César Pico en las páginas de.
76 hablará en el análisis de los textos. Su temática es
Criterio' . Sin embargo, este rescate de una tradición
previsible: la defensa del orden y las jerarquías, del
popular en el pasado que lo impulsó a un reacercamiento
^iwlsmo y de¿ espíritu clásico, oposición a la Revolu- . sobre la M o n a r q u í a " . Vuelto a Buenos Aires, fundó el
ción Francesa, partera de los males del mundo, contem- primer opúsculo nacionalista, como ya se ¡señalara, y
poráneo —en una línea que continúa a Burke por un lado luego, tras escribir en el diario conservador La Fronda,
y a de Maistre por el otro— y a su continuador, el se integró al grupo de "La Nueva" República" donde
romanticismo. En sus opciones políticas prácticas, fue . publicaría artículos sobre temas históricos,apolíticos y
opositor a Yrigoyen y apoyó el golpe de Uriburu. Pronto-, culturales. Amigo de Uriburu, jugó.y se atribuye un rol
se arrepentirá del hecho cometido: "Me sentía defrauda-, principal en la conspiración.que derrocara a Yrigoyen.
d o . e n mi patriótico fervor juvenil; y, lo que es peor, No se apartó de Uriburu tras el golpe, c o m o algunos de
culpable de haber participado, por inexperiencia.y por sus amigos, sino que continuó colaborando con el mismo
una suerte de fatalidad, inherente a mi posición y mis a través de su participación en la creación de la "Legión
1

vinculaciones, en una empresa cuyo carácter maléfico Cívica Argentina", organización semi-müitar;de caracte-
se me hacía cada día más p a t e n t e " y se apartará de aquel rísticas: "fascistoides", y de un efímero "partido Nacio-
decidiendo "romper con los comilitones de la víspera, nal" oficialista. A mediados de 1932 fundó u n diario que
1

abandonar la mesa del infame festín y solidarizarme en pretendía continuar con los principios. del golpe de
77
la calle con los v e n c i d o s " . Con los años se'"mostrará setiembre de 1930 y que estaba claramente influido por
79

más consecuente que sus amigos los Irazusta y, a diferen- el modelo del régimen mussoliniano -! El nombre ya era
cia de aquéllos, apoyará al peronismo, siendo elegido todo un programa: "Bandera Argentina" con referencia
diputado por el nuevo movimiento, corrió cabeza de y en oposición a la "bandera roja". Tras varias experien-
lista por la Capital Federal. Sorpresivamente, el temido, cias del género en la década del 30, viró, en lo externo,
polemista, el crítico mordaz, enmudeció en la Cámara de hacia posiciones aliadófilas durante la Segunda Guerra
Diputados, donde el teórico político tuvo una actuación Mundial y, en lo interno, hacia posiciones liberal-conser-
anodina pasando totalmente desapercibido. _ Autor de vadoras y antiperonistas. Deja unas memorias m u y cono-
numerosos libros, entre ellos una- Historia Argentina cidas y bastante denostadas por los nacionalistas por el
de carácter revisionista, y escrita en pocos meses, que tono burlesco que utiliza, en sus recuerdos, para con sus.
6

publicó en 1954, muestra como rasgo original ' u n a antiguos camaradas.


acendrada defensa de Mariano Moreno en lo que puede Desde una perspectiva contemporánea, la figura de
verse la admiración del teórico político hacia un político mayor trascendencia entre los hombres que integraban
teórico, deja inéditas unas "Memorias" seguramente de "La Nueva República" fue sin dudas la de Julio Irazusta.
gran interés para el análisis del nacionalismo. Dos años menor que su hermano Rodolfo, "lector
Juan Emiliano Canilla (1889-1968), médico entrerria- omnívoro", como le gustaba definirse, desde muy joven
no, era otro de los fundadores del periódico. Anarquis-. manifestó una marcada inclinación hacia la crítica litera-
ta en su juventud, fue colaborador de La Protesta.y ria, que lo llevó a abandonar, pocos años después de ia
de otros periódicos izquierdistas, durante la Primera muerte de su padreólos estudios de Derecho. En 1923
Guerra se enroló como profesional en el ejército francés. realizó su primer viaje a Europa, en donde permanecería
participando en la contienda. En París, se convirtió al con pocas interrupciones hasta 1927. La experiencia
;

credo de "L'Action Francaise", "el trato directo con tres europea fue fundamental en su formación intelectual; En
o cuatro de sus dirigentes, todos ellos magníficos comba- primer lugar, en París, tomó contacto a través de su
tientes de primera línea, así como la lectura del diario hermano con la obra de Charles Maurras. La. influencia
:

del partido y algunos libros de Maurras que no conocía' del pensador francés, aunque significativa, fue mucho
78
hubieron de influirme p r o f u n d a m e n t e " , recordaba en menos importante que en Rodolfo y, a todas luces,
sus memorias. De todas formas, según testimonio de inferior a otras. Así lo reconocía él mismo en sus
Julio Irazusta, de los dos directores del periódico monár- Memorias: "ni en seguida de caer bajo su hechizo, ni
quico, Garulla se sentía más atraído por el panfletista más tarde, ni nunca estuve en entero acuerdo con su
León Daudet que por el reflexivo autor de la "Encuesta enfoque de la política. El beneficio que me procuró su

12
acción y su obra fue el de darme un interés por las cosas diputado provincial "de relleno" en 1939. Su actividad
de la práctica que y o n o había sentido jamás. Mucho más principal es, de todas maneras, histórica y literaria. En
debía yo a la enseñanza de Benedetto Croce y a la de 1937, recibe el Premio Municipal por Actores y Espec-
Santayana". De mayor relevancia para el análisis de su tadores y en 1941 aparece el primer volumen de su
obra es la experiencia que realizó en Inglaterra. En este monumental Vida política de Juan Manuel de Rosas~a
país.donde, según sus palabras: "más que en ningún otro través de su correspondencia. :
Fue en los años posterio-
país de Europa (con excepción de España) me sentí res decidido antiperonista, contra cuyo régimen escribió
8 0
(. . .) a t h o m e " , realizó, por consejo de Pearsall Smith, después de su caída Perón y la crisis argentina.
cursos en Oxford que tanto contribuirían a conformar De los pocos historiadores revisionistas sistemáticos y
esa amplia cultura humanística que lo distinguía de eruditos, gozó Julio Irazusta del respeto de sus colegas y
tantos otros intelectuales contemporáneos. La tercera de sus adversarios políticos, aún los más encarnizados.
etapa d e . .su periplo. europeo fue Roma, donde dos Entre sus influencias no debe omitirse la del "whig"
experiencias distintas completaron su formación. Por un tradicionaíista Edmund Burke, a quién consideraba uno
lado, la amistad que entabló con el filósofo espiritualista de los más notables escritores políticos de todos los
y conservador Jorge Santayana, el hombre que j u n t o con 63
t i e m p o s y con el cual su filosofía política encontraba
su coterráneo Luis Doello Jurado,más influiría sobre el numerosos puntos de contacto. Enemigo del autoritaris-
futuro escritor, y con quien iniciara sus lecturas sistemá- mo y de los gobiernos despóticos, así como de las
ticas de los grandes filósofos modernos, a comenzar por diferencias raciales o religiosas, tolerante y respetuoso de
Spinoza. Por otro lado, p u d o conocer de cerca el sistema las divergencias ideológicas, encarnó lo mejor de un
fascista, en ese m o m e n t o (1925) en tránsito de un nacionalismo nostálgico de un pasado agrario, elitista y
régimen autoritario a u n o totalitario, y la opinión que moralizante. Representó el modelo clásico del intelectual
elaboró del mismo fue francamente desfavorable sobre humanista que, ayudado por un discreto patrimonio
todo por la violencia que veía ejercer sobre los oposito- familiar que consumió a lo largo de los años, pudo
8 1
res . Vuelto a Buenos Aires, por influjo de su hermano mantenerse independiente y crítico de los distintos
comenzó a colaborar en el proyecto de "La Nueva gobiernos, no,_ocupando cargos públicos. Murió en 1982
República" y, desde posiciones poco relevantes, en la y como la faayoría de ios hombres de su generación, no
"Liga Republicana". De todos modos, su interés por la dejó discípulos.
política seguía siendo escaso y la prueba de ello es que A los escritores mencionados, habría que agregar
pocos meses a n t e s . d e la revolución de setiembre se otros"trbs colaboradores ocasionales, provenientes de la
embarca nuevamente para Europa, en donde se encontra- más rígida ortodoxia católica y de los cuales se hablará
ba cuando aquélla estalló. A finales de 1930 retornó al más extensamente al analizar la revista Criterio. Todos
país y p u d o comprobar de cerca el fiasco de la aventura los integrantes del nuevo periódico, más allá de sus
uriburista. Como ha señalado en su discurso de incorpo- diferencias, que se harán más evidentes con el correr dé
ración a la Academia Nacional de la Historia, fue el. los años, compartían un fundamento común. Como
fracaso, del proyecto revolucionario lo que inclinó su dijera mucho más tarde Julio Irazusta, en referencia al
vocación hacia el estudio del pasado argentino en detri- grupo: "El criterio de base, católico, aristotélico, hispá-
82
mento de. la crítica .literaria . En 1934 aparece, como nico, siguió siendo siempre el mismo. En las opciones
respuesta al pacto Roca-Runciman, el célebre La Argen- prácticas de la política es donde se produjeron los
tina y el imperialismo británico escrito en colaboración 84
mayores c a m b i o s " . Si las opciones concretas dividi-
con su hermano y, de menor notoriedad pero mayor rían ' con el tiempo a sus integrantes, por ahora eran
enjundia, el notable Ensayo sobre el año 20, modelo comunes: la oposición a la democracia radical y en
de historia social. De esta época data también su amistad especial a Yrigoyen.
con Raúl Scalabrini Ortiz y su acercamiento al radicalis- Como se ha señalado, " L a Nueva República" no quiso
mo, ai cual se afiliará en 1935 y del cual será candidato a ser solamente un periódico de actualidad política, sino
75
que trató de desarrollar el fundamento teórico de sus Jacobo Rousseau. Por otra parte, se deslindaba el campo
posturas frente a la realidad.argentina. Desde los prime- señalando que n o era nacionalismo el "indianismo artifi-
ros números, las colaboraciones de • Palacio, Pico y cial y literario" (en manifiesta alusión a Rojas), ni
Casares hicieron evidente la vinculación ideológica del t a m p o c o "el sospechoso americanismo ! antiyanqui"
grupo con el pensamiento tradicionalista católico euro- (como aparecía caracterizado el de Ugarte), sino " u n a
peo, del que recogían los principios básicos en una doctrina, precisa y clara" cuyos términos quedan clara-
visión que-abarcaba la situación mundial y, dentro de mente anunciados. Debería pasar un tiempo para que
ella, la argentina en particular. 1
Palacio -reconociera, en una obra bastante posterior, que
Ya en el primer número, Palacio desarrollaba sus ideas el movimiento nacionalista con que se identificaba en ese
en el artículo "Organicemos la Contrarrevolución" (do- entonces "coincidía estrictamente. en sus finalidades con
cumento 13).en el que la crítica al liberalismo: "nuestra el radicalismo tradicional y obedecía a idénticos móvi-
juventud ha podido comprobar la vaciedad de las.ideolo- 8 5
l e s " . Por .ese entonces, 1928, radicalismo.y nacionalis-
gías democráticas y liberales con que se nutrieron sus mo aparecían a los hombres del nuevo periódico como
antecesores inmediatos", quedaba enmarcada en una dos términos antagónicos.' i-. •• -
crítica global al romanticismo —responsable del descono- :
En inteligencia y Revolución,' su primera contribu-
cimiento de.las jerarquías espirituales y de las jerarquías
ción a " L a Nueva República" (documento'. 15), César
naturales- y. 'a la Revolución Francesa, " q u e emponzo-
Pico, uno de los pensadores católicos más conocidos de
ñaron toda la actividad pensante de varias ^generaciones
los años treinta, escribía su consabido artículo sobre la
argentinas y obstaculizaron nuestro crecimiento políti-
decadencia de la civilización occidental, que con distin-
co". Según el polémico abogado, la infección demagógi-
tas variantes reproducía m o n ó t o n a m e n t e en diversas
ca que se propagaba como una epidemia por todo el T

país, dejaba espacio para la amenaza del obrerismo publicaciones (cfr. con el artículo publicado en Criterio
bolchevizante. La organización de la contrarrevolución y transcripto adelante). Partiendo de lo que conside-
consistiría, entonces, en una doble tarea: la destrucción raba "el fracaso de la democracia' mayoritaria", se.
de los sofismas democráticos y liberales y la "lucha sin remontaba en el tiempo para analizar la decadencia de la
cuartel contra los adversarios de la nacionalidad y el civilización occidental, iniciada a partir deí Renacimien-
orden". Por supuesto que el artículo no se apoyaba tan to y la Reforma " y completada por el triunfo • del
sólo en un marco teórico muy conocido sino también en cartesianismo en el terreno filosófico y de la democracia
modelos políticos reales contemporáneos, y Palacio ío mayoritaria en el orden político.
reconocía, que eran la España de la dictadura del De la primacía, de los valores espirituales (la cultura)
General Primo de Rivera y la Italia de Mussolini. se habría pasado a un predominio de la materia (la
civilización); se imponía pues, según Pico, un retorno a
Al año siguiente, el mismo Palacio se ocupaba de
ía cultura, a la gran tradición greco-latina y a la reivindi-
esclarecer el significado del término "nacionalismo", en
cación de la Iglesia y del tomismo." Para este: nacionalis-
su artículo "Nacionalismo y Democracia" del 5 de mayo
mo tradicional católico, el modelo de sociedad ideal es el
de 1928 (documento 14), u n o de los trabajos clave para
definir la postura de los hombres de "La Nueva Repúbli- de la Europa Medieval, "el cénit de la cultura con el
ca". Allí se expresaba que el nacionalismo consistía en predominio de una honda espiritualidad que no han
8

una "restauración de' los principios políticos tradiciona- vuelto a contemplar los siglos m o d e r n o s " 6 en la cual
;

les, de la idea clásica de gobierno, en oposición a los prevalecía el respeto por el orden y las jerarquías y en la
errores del doctrinarismo democrático", que sus verda- que la íglesiaocupaba un lugar preponderante. Se pro-
des fundamentales eran el orden, la autoridad y la ponían por lo tanto, siguiente a Berdiaeff, contribuir al
jerarquía. Se agregaba además que el mismo era incom- tránsito hacia " u n a nueva Edad Media".
patible con la democracia, con "las imaginaciones malsa- También en la Edad Media, según afirmaba Casares
nas del psicópata ginebrino" en obvia referencia a Juan en "Política y Moral" (documento 16) la Iglesia había
logrado "el milagro de la armonía estricta de lo moral y
76
lo político" mientras que la sociedad moderna contem-
las repúblicas democráticas (documento 17). Subyace en
poránea, al esgrimirla doctrina de la soberanía individual
como fundamento de la soberanía del pueblo, desligaba, este artículo, además de la influencia obvia de Maurras,
estos términos inseparables, llevando necesariamente al el modelo romano de gobierno mixto y de constitución
predominio de la fuerza y al despotismo o la revolución. no escrita tal cual este fuera de.scripto —imaginativamen-
Agregaba el.futuro miembro de la Suprema Corte que te— por Polibio.
"lai salvación vendría de un reconocimiento de la supre- En República y Democracia ampliaba sus considera-
macía de los deberes del hombre en cuanto tal sobre los ciones. " L o s principios de libertad e igualdad sin restric-
derechos de. la persona individual concreta", y ese ciones que son el fundamento de la democracia hacen
reconocimiento sólo podría ser obra de la iglesia, " d e p o - imposible toda organización, la cual no vive sino de
sitaría de la Revelación en que está la raíz viva de esa diferencias y de sometimiento de unas partes a otras".
norma trascendente". A la soberanía del Estado absoluto N o deben pues, para Julio Irazusta, confundirse los
y a la soberanía popular oponía el reconocimiento del términos república y democracia: la República, según la
orden sobrenatural, que consideraba anterior y superior definición clásica, es sólo "la cosa pública", y n o
a cualquiera de ellas. Casares de igual orientación ideoló- puede identificarse con ningún régimen de gobierno en
gica que Pico —pero de formación más sistemática- particular. El régimen político es sólo un medio, el fin es
reafirmaba aquí las aseveraciones de su artículo "La el bien común, y a este fin debían subordinarse las
política y la moral/A propósito de Machiaveío" en el que instituciones para el joven entrerriano (documento 18).
había contrarrestado el metzchisrq cL..de Lugones y su
i Nuevamente aparece aquí la influencia greco-latina, tan
identificación con las afirmaciones del pensador florenti- marcada en él a partir de sus estudios en "Oxford, y
no. 8 7 dentro de ella es evidente la referencia a la Política de
Aristóteles.
Los hermanos Irazusta, menos preocupados por las La mayor parte de los artículos de Rodolfo Irazusta
cuestiones de orden dogmático, enfocaban el problema se ocupaban de temas de actualidad, agrupados en la
desde una perspectiva más laica, en la que se reconocía sección "La Política", pero en vísperas del aniversario de
junto a la presencia de los tradicionalistas modernos la sanción,,.de la Constitución Nacional inició una breve
como Maurras o Rivarol, la influencia marcada de los serie dedicada al análisis de algunas de sus disposiciones.
grandes pensadores políticos""clásicos —en especial ios A diferencia de Lugones, el grupo de la Nueva RepúbÜca
greco-latinos— que tanto influyeran en su formación. no proponía la reforma constitucional, sino la del sis-
Julio Irazusta, en el que consideraba su artículo más 1
tenía "electoral establecido por la ley Sáenz Peña. Ro-
logrado del período a pesar de sus tintes maurrasianos, dolfo Irazusta remarcaba insistentemente que nuestra
8 8
"La forma mixta d e . g o b i e r n o " , sostenía que; " L a constitución republicana y el régimen democrático eran
mejor forma de gobierno es aquella que contemple la incompatibles: " E n los ciento y tantos artículos de la
colaboración entre, un. Jefe del Estado, una minoría constitución del 53, ni una sola vez se habla de democra-
asesora y u n . p u e b l o que preste su asentimiento". Sin cia". Sus autores, agregaba con agudeza, "sabían que la
embargo, "los ideólogos con sus constituciones escritas" democracia era el desorden, la crisis de las repúblicas
han venido a revertir el orden tradicional, transforman- y de las monarquías y no un sistema de gobierno y
do lo que debía ser la base de la pirámide —el consenso tenían fresco el recuerdo de los horrendos crímenes que
popular— en su vértice, y este absurdo geométrico n o es el desborde del-Demos había producido en Francia el
sino una forma de gratificar un absurdo ideológico. Y año 9 3 " .
culminaba sosteniendo que "la democracia sistemática Deducía entonces que suprimir la democracia signifi-
que conocemos es lo más absurdo que hay, es el pecado caba restablecer el republicanismo. Al fin y al cabo "El
contra el espíritu", ya que, remarcaba, para realizar los pueblo siempre estará en retraso con respecto al presente
altos fines del gobierno, es necesario respetar el orden de todo momento, que sólo contados espíritus pueden
natural de las cosas, y de esto eran incapaces, suponía, descifrar", suponía. Por último, analizando el artículo
o
2 , ble£@ i:i , ¿chismo republicana, daba enmarcado en u n análisis global y lineal del pasado
repita™ _ava y, federal, concluía con que ninguno de argentino, en el que la corriente liberal, encarnada por
estos términos era inseparable del concepto de democra- Moreno, Rivadavia y más tarde por los hombres de
cia y que, mas aún, dos de ellos, republicana y federal, Caseros, comenzaba a ser considerada responsable de que
le eran francamente hostiles (documento 19). :
la república fuera "derrotada, desmedrada, amputada", y
En los artículos que completaban la serie, Irazusta a la cual Irazusta''opone la corriente nacional represen-
continuaba sus ataques al régimen democrático. Así, p o r tada, por ahora, por Funes primero y por Rosas que
ejemplo, en "Las relaciones entre la Iglesia y el Estado", "encarna la reacción del espíritu nacional" después. De
afirmaba: "La Constitución ha formado pues un Estado donde "La corta historia de esta bulliciosa república
católico, y como católico antidemocrático. La democra- demuestra que no en t o d o m o m e n t o nos es-provechoso
cia es en los tiempos modernos de origen protestante el liberalismo y que cuando lo fue, sus beneficios
(. . . ) porque el protestantismo es la rebeldía contra el pasajeros se pagaron a un precio excesivo". Es cuando
dogma católico y por lo tanto el principio de la revolu- menos sugerente que la recuperación de Rosas se inicie
ción", en lo cual coincidía con la postura de Pico y antes 'que la crítica al modelo liberal agroexporlador y a
89
Palacio . las relaciones de dependencia económica con Gran Bre-
Si el rostro del modelo político diseñado por Rodolfo taña, de donde su reivindicación-aparece más vinculada
Irazusta es a esta altura'bastante preciso —antidemocrá- con el carácter de su sistema político que con ios
tico, tradicionalista, elitista y a u t o r i t a r i o - , lo,,£S menos eventuales beneficios de su política.
la conexión entre ese modelo y el pasado nacional. Además de los artículos teórico-d o c trinarlos, eí perió-
Todavía se mantiene cierta incongruencia entre presente dico incluía comentarios 'de actualidad, generalmente
deseado y pasado valorado, incongruencia que nace de agrupados en la sección "La Política", siguiendo eí
un elemento común entre ambos términos: el antidemo- modelo de "L'Action Francaise", y redactados- por
cratismo característico t a n t o de los hombres de la tradi- Rofolfo irazusta. En los análisis de la realidad argentina
ción liberal como del nuevo grupo. Pero si ese elemento se hacían evidentes ciertas constantes, tales como la.
es común, no lo serán en cambio los otros términos de la condena al liberalismo, al régimen democrático y a los
ecuación y p r o n t o Rodolfo sacará de ello las conse- partidos políticos, aderezadas con abundantes expresio-
cuencias lógicas. En un artículo publicado en 1929 en el nes de desprecio hacia las mayorías —"el vulgo", "el
aperiódico El Baluarte, publicación que sostenía un populacho"— y en las que no faltaba la visión apocalíp-
grupo de estudiantes universitarios identificados con la tica de los extranjeros, a los que se acusaba de poner en
;prédica del por entonces extinto semanario, comenzará peligro, con sus ideas y su acción, los cimientos de la
:1a lógica revisión. E n el trabajo, titulado "El precio, del sociedad. ;
liberalismo" (documento 20), formulaba su a u t o r una Aunque los socialistas recibieran las críticas más
^crítica al liberalismo ahora apoyada en una visión dife- mordaces: "Nada más repugnante que ese desfile de
r e n t e de la historia argentina, que había sido, apenas fósiles, que ese museo de palabras vanas y de gritos
; esbozada en trabajos anteriores, pero que sería clave en gastados" 93
y que, al morir Juan B. Justo,- Palacio
;su evolución posterior como uno de los iniciadores de la hubiera escrito que "nunca es lamentable la muerte de
corriente denominada revisionismo histórico. Hasta una personalidad tan peligrosa como la del que fue jefe
;entonces, más allá de alguna reivindicación parcial de la 9 4
supremo del socialismo c r i o l l o " , el responsable último
'figura de Rosas, en la que se alababa su resistencia a la de todos los males, que recibía la mayor parte de las
9 0
intervención anglofrancesa o su obra en lo que respec- 1
acusaciones, era el régimen demoliberal, del que conside-
ta a la consolidación de la unidad nacional , éste era raban una consecuencia natural el triunfo del socialismo
presentado como una personalidad negativa con la cual en u n plazo no muy largo. Así, por i ejemplo, decía ¡

se comparaba —no para alabarlo sino para denostarlo— al Rodolfo Irazusta de los dirigentes del Frente Único en
92
presidente Y r i g o y e n . Ahora, en cambio, Rosas que- vísperas de las elecciones del 2 8 : "los más, aunque de un

8-1
democratismo bastante amenguado, son de formación dinero vagabundo y sin entraña, que la corrompe y
98
liberal, discípulos de Montesquieu y de Rousseau, y serviliza pero que- no la ofende con su p r e s e n c i a " .
algunos hasta de Marx. (. . .) El caso de Meló puede ;
En cuanto a los temas de política exterior, merece
convertirse en el de Kerenski o Karolyi, que precipitaron destacarse una visión muy crítica hacia los Estados
a sus países en la anarquía más espantosa por lealtad a Unidos y su política imperialista, denunciada en ocasión
95
las ideas liberales en que habían sido e d u c a d o s " . de sus intervenciones en Centroamérica y de sus proyec-
El manifiesto temor a la revolución social quedaba tos panamericanistas. La condena aí imperialismo no es
también expresado en la caracterización que hacían de formulada por Irazusta en términos principistas: también
Yrigoyen, al,que imaginaban encubriendo bajo.su prédi- en este terreno en desacuerdo con el gobierno —y sobre
ca las ideas socialistas, presentándolas "aderezadas de mil todo con la actuación del embajador Púeyrredón en la
maneras", despojando a su socialismo "de esa frialdad Conferencia d e . La Habana— n o niega el derecho de
ideológica inhumana que lo caracteriza en su estado intervención, sino el derecho de los norteamericanos a
original y que debe' a su origen j u d í o y a su crianza hacerlo en América. Propone en cambio la formación de
6
protestante".* • ; una fuerza de intervención integrada por tropas de países
El cuestionamiento al régimen democrático tenía h i s p a n o a m e r i c a n o s " . No hay en cambio referencias al
también argumentos económicos: acusaba R. Irazusta a imperialismo británico, que empezará a ser denunciado
los gobiernos de ser insensibles a los .reclamos de los recién a medida que los efectos de la crisis mundial se
productores agropecuarios, que tanto contribuían a la hagan evidentes a l o largo del año 30.
riqueza del-país. El origen de esta política debía en su Las criticas formuladas p o r el periódico al radicalismo
opinión, buscarse, en el predominio'"dé la población n o fueron durante la presidencia de Alvear mayores que •
urbana sobre la rural, q u e llevaba a los políticos a buscar aquéllas que se dirigían a la democracia en general,
sus votos en las ciudades, al p u n t o d e . q u e en algunos aunque al fin de su gobierno lo sometiera a un "juicio de
casos —como el de mantener bajo el precio de la carne en residencia" en el que se condenó la mayor parte de su
defensa de los consumidores— preferían.beneficiar a los política, pero no la referida a la defensa nacional, en la
frigoríficos extranjeros: "la democracia que nos gobierna que atribuían especial mérito al ministro de Guerra Justo
y el extranjero están de acuerdo en expoliar al productor (al que.añ'bs más tarde dirigirían abundantes críticas).
97
a r g e n t i n o " . De todos modos, en toda esta primera Con Yrigoyen fueron en cambio menos prudentes, ya
época, la cuestión económica ocupa en el periódico un que éste resumía en su persona todo lo que ellos
lugar muy secundario, a diferencia de lo que ocurrirá consideraban los vicios de la democracia. Después de
más adelante, y la denuncia contra el capital extranjero haberle ofrecido un programa de gobierno del que ense-
queda por otra parte reducida a la visión que podían guida hablaremos, fueron lanzando sus dardos hasta
manifestar entonces los pequeños y medianos ganaderos culminar con eí artículo "La Política" (documento 21),
del Litoral. La reivindicación del mundo rural ante el publicado en el último número de la primera época, del
crecimiento del m u n d o u r b a n o es también una de las 5 de marzo de 1929. No queda allí nada por decir: la
constantes del pensamiento de las derechas europeas, comparación con "los ominosos tiempos de Don Juan
defensoras de. u n - m u n d o agrario que aparecía como el Manuel", su "franca amistad con el populacho", "el
último baluarte del Antiguo Régimen, y con éstas coinci- absolutismo democrático", la desilusión de los cesantea-
día Irazusta, de.acuerdo a lo expresado en el fragmento dos por el nuevo presidente. Y la solución propuesta es:
que sigue: " E n todas las grandes civilizaciones el médico "o la voluntad soberana del sufragio universal o la
o el curial han sido subordinados del señor agrario, que primacía de la ley que es su contrario".
la naturaleza de las cosas ha hecho para dirigir y El tono amenazador de la última frase transcripta
gobernar. ( . . . ) . La democracia odia la riqueza con debe vincularse con la tarea conspirativa que el grupo
nombre, que honra y obliga a su posesor, que establece había iniciado- desde fines' del año anterior a través de su
la natural jerarquía. Prefiere el capital anónimo, el relación con el General Uriburu, que había festejado

82 83
junto • & los. redactores és "La Nueva República" el
primer aniversario de la publicación. Desde marzo del
29, volcarían sus esfuerzos a la acción agitativa, y el En marzo de 1928 aparecía un semanario de orienta-
periódico recién volvería a aparecer pocos meses antes de ción católica de vasta influencia y perdurable existencia
la Revolución de Setiembre. que se prolonga hasta eí presente. Aunque no era una
i De las propuestas de la primera etapa quedaban revista típicamente nacionalista, debe ser incluida en esta
también como testimonio dos programas: el que había selección t a n t o porque en ella colaboran numerosos
servido de presentación al grupo, en el primer número, y grupos de esa tendencia, como porque su orientación
el que ofrecieron "a Yrigoyen cuando éste asumió la ideológica —desde eí catolicismo tradicional- coincidía
presidencia. El primero más que un programa es una en no pocos aspectos con ía prédica que los nacionalistas
denuncia de la crisis espiritual e institucional en que realizaban. El origen • de la nueva publicación debe
sostenían que se debatía la Argentina, y en el qué n o buscarse en la expansión de los movimientos culturales
están ausentes los elementos doctrinarios en la crítica al católicos que surgieron con fuerza en la primera posgue-
positivismo y al cientificismo o en la defensa de la Iglesia rra, tanto en Europa como en la Argentina;
yÍafamilia.ioo • •:*<** • Particular importancia revistieron el Ateneo Social de
1
El programa . de gobierno presentado a Yrigoyen la Juventud, fundado en 1917 por entre otros, Tomás
abarcaba todos los ramos del gobierno, desde la legisla- Casares y 'Atilio Dell'Oro Maini y sobre todo los Cursos
ción general hasta la acción de cada uno de los ministe- de Cultura Católica organizados en la década del veinte
rios, pero tampoco proponía, excepto en el "tema del por los d o s pensadores mencionados y a los que habría
sufragio, modificaciones .radicales en la estructura del 101
que agregar a César P i c o . , Los Cursos, que contaban
Estado. Se trancriben (documento 22) los fragmentos con el i apoyo de importantes personalidades de Ta
más signficativos desde él p u n t o de vista ideológico. Iglesia, ;así como de laicos destacados, jugarán-un rol
Entre ellos la restricción del derecho de sufragio, la central como'centro de difusión intelectual del catolicis-
limitación al derecho de asociación, la reforma al Código mo ortodoxo. Su p_apel será sobre t o d o muy destacado
Penal, haciéndolo más severo, la reimplantación de la en la d é c a d a d e l treinta, época en que eran dirigidos por
enseñanza religiosa en las escuelas, la supresión de la Casares,! al albergar no sólo a los principales representan-
Reforma Universitaria y la insólita propuesta de reexhu-
tes .del catolicismo vernáculo ultramontano, como Mein-
mar a una institución .colonial: el cabildo. En otros
vielle, Sepich o Pico, sino también a destacados visitantes
aspectos, el programa era menos innovador. Así, en los
extranjeros: como Garrigou-Lagrange o Jacques Maritain
temas referidos, a Hacienda, Agricultura e Industria se
quienes i expusieron sus ideas en los cursos organizados,
mantenía con pocas variantes el modelo agroexporlador
por dicha institución. • ¡ :
" ^..•i ;-v
vigente. Algunas medidas parciales sugeridas, como da
instalación de fábricas de armamentos y astilleros o la El intenso movimiento intelectual generado en el
formación de una compañía de navegación transatlánti- campo católico culminó con la aparición de "Criterio",
!

ca, no alcanzaban a alterar el Cuadro de conjunto. Por dirigida ¡ en su primera época por Atilio Dell'Oro Maini.
otra parte conservaban todo su prestigio algunos de los Disponiendo de abundantes medios económicos, como
grandes lemas del 80, como la inmigración, a la que se consecuencia del apoyo prestado por distintas institucio-
proponía hacer selectiva pero no suprimirla, y sobre nes religiosas, la revista poseía una excelente presenta-
todo el "gobernar es poblar" alberdiano. ción gráfica y, según recuerda con nostalgia Manuel
102
Gálvez, pagaba excelentemente a sus c o l a b o r a d o r e s y
i No aparecía, en cambio, ningún atisbo de programa se daba el lujo de publicar artículos de destacados
corporativista, que . enunciarán . recién. en el período pensadores católicos europeos como Chesterton, Belloc,
siguiente, en las propuestas presentadas a Uriburu. Maritain o Papini. Durante toda esta primera época la
publicación expresaba, un poco sorprendentemente, la
combinación de lo más tradicional en materia filosófica,
34
apoyado en la autoridad de Santo Tomás, y el vanguar- Antes de cumplir los dos años, se produjo en el seno
dismo en materia literaria aportado por jóvenes que o de la revista una escisión del grupo perteneciente a la
bien procedían directamente de los "martinfierristas" o "nueva sensibilidad" estético-literaria que ya desde el
bien de otros grupos afines en. cuanto a , sus ideas inicio había chocado con la estrechez de miras del Padre
estéticas." Colaboraban así en un equilibrio inestable Vizcarra asesor religioso y verdadero censor del periódi-
— debido en gran parte a la amplitud del D i r e c t o r - co. DelFOro Maini presentó su renuncia y lo acompaña-
distintas actitudes mentales apoyadas, por supuesto, en ron en la retirada varios jóvenes colaboradores de la
un marco, doctrinario, espiritualista y católico común. publicación que fundaron otra denominada Número
Hombres que incluso tenían opciones políticas neta- dirigida por Julio Finguerit y en la cual colaboraban
mente diferenciadas colaboran en la revista desde su durante la efímera existencia de la misma, Anzoátegui
iniciación: Jorge Luis Borges, Eduardo M alie a, Ignacio (que comenzó a publicar allí sus visiones satíricas de
Anzoátegui, Ernesto Palacio, Manuel Gálvez, Guillermo figuras de nuestro pasado, compiladas luego en Vidas de
de Torre, Alfonso de Laferrere, -Leonardo. Castellani o Muertos) Ernesto Palacio, César Pico, Jacobo Fij-
Rómulo Carbia eran algunos de ellos. . man, Francisco Luis Bernárdez y el filósofo ultramon-
Si ía lista de colaboradores refleja amplitud, el tono tano cordobés Nimio de Anquín. Fí cisma no afectó sin
general de la revista era marcadamente tradicionalista y embargo la orientación ideológica de Criterio y el
el p e s o . d e los nacionalistas demasiado evidente. En el nuevo director era toda una garantía de la continuación
número uno, de los seis artículos firmados, tres perte- de la tendencia católica, tradicionalista y autoritaria:
necen a- escritores :que también colaboraban en "La
;
Enrique P. Oses, de larga actuación posterior en perió-
Nueva República": Palacio, CaruTfa'y Casares.; Además, dicos nacionalistas filofascistas de la década deí treinta.
en el editorial, inicial sin firma, se expresa e3 deseo de un Recién después del retiro de Oses y durante la época en
"retorno al orden natural" y un "anhelo de disciplina y que la revista católica fue dirigida por Monseñor ..Gustavo
1 0 3
de restauración de j e r a r q u í a s " . Un artículo contra la Franceschi, esta viró hacia una temática más religiosa^
penetración del.comunismo en la escuela y en la prensa, cultural en la que la política ocuparía un espacio muv
1 0 5
y una referencia a. "nuestros amigos de " L a Nueva reducido . . i
República". completan el panorama. En el segundo nú- Decios documentos seleccionados, el primero corres
mero, la proporción es semejante. Es cierto que hay una ponde a Manuel Gálvez (documento 23) y es.un articule
colaboración de Jorge Luis Borges, por ese entonces sobre Sarmiento que levantó mucha polvareda en si
yrigoyenista,.pero j u n t o a ella otras de César Pico (sobre
ér¿oca por tratarse de uno de los primeros ataque
la tradición occidental), Julio Irazusta y Manuel Gálvez.
frontales contra uno de los proceres de la histori:
La impresión que genera la lectura de los números de los
argentina. Allí se acusaba al expresidente de falta di
dos primeros años de la revista es el de una publicación
sensibilidad hacia ía religión, la filosofía, el arte y;l
hostil- _a la democracia, al liberalismo, al socialismo y al
historia, se le criticaba su antiespañolismo y su laicisme
positivismo, elitista y conservadora, más tradicionalista
que nacionalista (se. manifiesta contraria a la naciona- recuperando como único valor positivo —y débeme
lización 'rdeL.-petróleo) a la usanza de la época. Las recordar que nos encontramos en este momento con;í
opciones políticas escogidas por la revista posterior- Gálvez más influenciado por los modelos totalitaric
mente lo confirmarán. Enemiga acérrima de Yrigoyen, europeos— su autoritarismo. j
aplaudirá el golpe de Uriburu al que se le hará un El segundo artículo transcripto (documento 24) pe:
reportaje en octubre de 1930 y en el cual el militar se tenece a la pluma de nuestro conocido César Pico. Est
manifiesta lector habitual de Criterio de "Sus artícu- destacado médico bacteriólogo de profesión pero filóse
los de doctrina, sus editoriales políticos" agregando que fo por vocación, ejerció una considerable influencí
"Estoy en la corriente de ideas que Uds. difunden y especialmente entre los católicos nacionalistas de gener;
defienden" . 1 0 4
clones más jóvenes a través de sus charlas en los Curse
de Cultura Católica en los cuales exponía con amenída

86 9.
y en un lenguaje • campechano las ideas del Doctor Vice-Decano de la Facultad de Filosofía y-Letras de
Angélico, según recuerdo de uno de los asistentes, .Buenos Aires, Decano de la Facultad de Humanidades-de
1
1 0 6
¡Federico I b a r g u r e n . Colaborador de numerosos pe- la Plata, fue designado Interventor de la Universidad de
riódicos católicos y nacionalistas, este católico intoleran- Buenos Aires por el régimen militar surgido trás'el golpe
t e , llamado por ello el "Vice-Papa" por sus amigos,; de 1943. ÍEste Doctor en Jurisprudencia, tradicionalista
estaba muy influido por el primer Maritain, por Ber- de cuño tomista, antimoderno, que colaboró intelectual-
diaeff - a l cual glosa de diferentes maneras, en un mente con los grupos nacionalistas pero sin participar
sinnúmero de. artículos publicados en Criterio y La activamente en ellos, culminó su carrera política como
Nueva República- y.por Belloc, entre otros, y bastante miembro d e la Suprema Corte designado por elgobierno
poco por Daudet y Maurras, á los cuales había relegado a de Peróv; E l t e x t o que hemos seleccionado de él,-refleja
la fila de atrás de su biblioteca, según el decir de Julio una facera diferente del pensamiento nacionalista: su
1 0 7
Irazusta, después de. la condena V a t i c a n a . E n l a:
imagen del papel de la mujer y, en especial, de la mujer
década del treinta, polemizó con el nuevo Maritain en la vida política. Enemigo del liberalismo moderno,
demócrata, a propósito de la colaboración de los católi- Casares lógicamente considera que la participación de la
cos con los movimientos de tipo fascista. Justificaba £¿co mujer debe reducirse al hogar.y se manifiesta absoluta-
dicha, colaboración sosteniendo que los ciudadanos cató- mente contrario a su ^actuación política a; través del
licos tenían como misión detener la expansión del sufragio. Todo el artículo (documento 25)refleja con
comunismo y ayudar a que el fascismo o el corporati- mucha claridad el ideario clerical, y conservador del
vismo' n o se apartasen de la- doctrina católica. Este autor, así como de. la revista que hemos analizado. •
impávido pensador tomista sufrió en la década del • El último texto seleccionado pertenece: a Juan E.
treinta la importante influencia de Ortega y Gasset, a Garulla, de quién se ha hablado en la presentación de
:

partir de lo cual intentó una.confusa elaboración doctri- La Nueva República. El mismo (documento .26) es casi
naria que integrara el pensamiento del filósofo español una antología de los temas que han aparecido ya" en
con el de Aquino. Furioso.antipopular y antidemócrata otros artículos. Los-males del mundo contemporáneo
—había polemizado ya al respecto con Rodolfo Irazusta son, en la visión deLmédico entrerriano, producto del
en 1931— fue un enconado adversario del peronismo. Eri liberalismo, la Revolución Francesa, el siglo XIX, las
el documento que transcribimos,- retoma uno de sus izquierdas latinoamericana y argentina, los.extranjeros y
temas favoritos, la gran tradición greco-latina-cristiana la enseñanza laica.; En algunos países, algo se está
europea que habría empezado a decaer con el Humanis- intentando para revertir esta situación, restaurando la
mo y la Reforma. Todo ello enmarcado en el análisis del enseñanza religiosa en las escuelas. La obra de Mussolini
problema de Oriente y Occidente. es mostrada como paradigmática en este campo.

Otro de los colaboradores habituales de Criterio' y Observados en conjunto, los cuatro artículos seleccio-
también de La Nueva República fue el destacado filósofo nados de Criterio pueden confundirse perfectamente
y jurista Tomás Casares. Como ya se ha señala- con los del semanario nacionalista dirigido por Rodolfo
do, estuvo vinculado desde muy joven a los grupos Irazusta. Sin embargo, un análisis más amplio del conjun-
católicos, de varios de los cuales fue organizador. Repar- to de artículos de ambas publicaciones revelaría algunas
tió su tiempo entre esta actividad, sus cátedras, en la diferencias significativas. Apuntemos solo dos: por una
Universidad de Buenos Aires de Filosofía del Derecho y parte, mientras La Nueva República era una • revista
de Introducción a la Filosofía, y su carrera judicial exclusivamente nacionalista, Criterio era una revista ca-
(secretario de Juzgado Civil de 1926 a 1932, Asesor de tólica, controlada por la Iglesia, en la cual tenían un
Menores hasta 1937 y luego Juez en lo Civil). Típico peso decisivo los nacionalistas; por otra parte, con el
exponente del nacionalismo católico, fue uno de los correr del tiempo, ambas irán diferenciándose. Las cola-
hombres de dicha tendencia que más participación tuvo boraciones de Pico y Casares en el Semanario republi-
en las instituciones del Estado bajo distintos regímenes. cano se harán mucho más espaciadas y las de Palacio o
Irazusta, en Criterio, también. El criterio de base sera •
siempre común, pero dentro de él se perfilarán dos líneas monumento levantado por la cordura de nuestros consti-
internas, del nacionalismo: el hispanista católico:por un tuyentes.
iado y el elitista republicano por la otra y ello ocurrirá Entre ambos fenómenos existe una evidente correla-
en.la década del treinta. ción. Los dos pueden tratarse bajo el rubro común de la
barbarie.
Documento 13. Contra ¡os adversarios de la nacionalidad El romanticismo es, en eí orden especulativo, desco-
y el orden "
nocimiento de las jerarquías espirituales. Significa una
defección de la inteligencia ante el sentimiento o la
Organicemos la contrarrevolución experiencia sensible y se manifiesta bajo múltiples for-
mas: en el orientalismo contemporáneo, en las filosofías
La generación a que pertenecemos tiene ya bien de la intuición, en las seudometafísicas "científicas" y
definida su misión en la historia de la cultura argentina. en los extremos literarios del naturalismo y el futurismo.
Al revisar su patrimonio, nuestra juventud (la q u e cuen- El romanticismo político, a su vez, significa descono-
ta) ha podido comprobar la vaciedad de las ideologías cimiento de las jerarquías naturales. Su expresión categó-
democráticas y liberales con que se nutrieron sus antece- rica es eí dogma de la soberanía del pueblo, fuente de
sores inmediatos. Reconoce, en consecuencia, la necesi- casi todos los errores doctrinarios que hacen del siglo
dad de reaccionar contra ellas. pasado uno de los más funestos en la historia del
Fortalecida en el estudio de la^mejor tradición nacio- pensamiento universal.
nal, la juventud argentina digna deteste nombre rinde el Nuestra vida de nación organizada se ha desarrollado
homenaje de su respeto al genio político y al buen en su totalidad bajo el signo del romanticismo. Por eso la
sentido superior de quienes realizaron la organización del negación de toda clase de jerarquías parece haberse
país, no obstante los errores intelectuales que profesa- • hecho carne en la República Argentina, como también
ban. Pero al mismo tiempo sabe que, si bien e! sentido en las otras naciones de América. Negación de la jerar-
político exacto y el conocimiento de la realidad pueden quía sobrenatural de la Iglesia de Cristo; negación de la
primar sobre las nebulosidades doctrinarias —gracias a la jerarquía natural del Estado. Predominio del arbitrio
relativa autonomía de que goza eí orden práctico con individual y de la sensibilidad revolucionaria.
respecto al especulativo—, los errores son siempre peli- La escuela laica y el sectarismo de la enseñanza que se
grosos y a la.larga funestos. Tanto más peligrosos y imparte en nuestros colegios y universidades, unidos a la
funestos cuando menos a b u n d a n í las personalidades prédíca'*'rlisolvente de los partidos avanzados y a ía
capaces de sobreponerse a ellos en virtud de esa facultad propaganda de la prensa populachera, contribuyen al
de conformar los propios medios a la realidad circundan- mantenimiento de ese estado de espíritu.
te, que es privativa del genio y del talento superior en las La infección demagógica conspira hoy más fuerte-
bellas artes como en las artes políticas.
. m e n t e q u e nunca contra la salud de nuestro organismo
• Tenemos a nuestras espaldas más de medio siglo de
social y se propaga de tai modo que apenas queda
desorientación intelectual. Los sofismas del romanticis-
institución en el país completamente libre del contagio.
mo y ía revolución francesa, que emponzoñaron t o d a la
Los cabecillas ambiciosos e ignorantes, alimentados
actividad pensante de varías generaciones argentinas y
con odio y con discursos, escalan los consejos de Facul-
obstaculizaron nuestro crecimiento político, siguen sien-
d o en el ambiente nacional la ideología dominante. tad y las cátedras de toda categoría, pontifican libremen-
te en las columnas de los diarios y ocupan importantes
Sus consecuencias naturales son: en el orden cien- puestos administrativos.
tífico y artístico, ía apoteosis de la improvisación y la . El obrerismo bolchevizante asoma ya en algunas
incultura; en el orden político, una torpe demagogia que constituciones provinciales del Norte y amenaza con
amenaza arrasar hasta con íos más firmes pilares del
invadir el litoral.
90 Y por si esto n o fuese suficiente, bastaría contemplar
el panorama que ofrece parte de nuestra juventud univer- desparpajo con que se les adjudica sentidos arbitrarios,
sitaria — que por natural destino está llamada a gobernar adecuados al fin que cada propagandista se.propone..Tal
al país dentro de quince o veinte a ñ o s - para temblar por ocurre h o y con la palabra nacionalismo y otras análogas,
.el porvenir de la República. a las 'que se atribuye la influencia magnética de atraer
Frente a esa vasta conspiración de fuerzas enemigas, voluntades o la virtud mágica de multiplicar .los'sufra-
debemos'emprender sin demora una labor constante y gios. |
metódica, en nombre de la salvación nacional. . • > . Entre nosotros hemos visto calificar de nacionalista a
En todos los círculos del país domina u n estado de un indianismo artificial y literario; o bien, con el califica-
mentalidad romántica y revolucionaria. Nos corresponde tivo de "continental", a un sospechoso americanismo
iniciar la contrarrevolución de los espíritus. "anti-yanqui" bajo el cual p o d í a ' adivinar el m e n o s
La tarea que nos incumbe tiene un doble aspecto. advertido una añagaza bolchevique para difundir, a
Uno puramente intelectual, que consistirá en la des- cubierto de la solidaridad invocada, el virus prendido en
trucción paulatina de los sofismas democráticos y libera- algunos países del Norte. Ciertos grupos* de' estudiantes
les con que se envenena a nuestra juventudV.desde la universitarios invocan 'un "nacionalismo idealista'' del.
cátedra, el periódico y el libro. El otro —político— será mismo jaez, es decir, mexicanizante y soviético.:-Y para -

la lucha sin cuartel contra los adversarios de la nacionali- colmo de confusión, hasta una de las fracciones del
dad y el orden, contra la coalición de la canalla revolu- socialismo internacional acaba de usar con éxito el
cionaria cada vez más insolente y envalentoriada. disfraz nacionalista en las últimas elecciones y ha llegado
Contaremos para.nuestra campaña con el concurso de al extremo de prostituir la bandera argentina, paseándola
todos los hombres de bien, y por eso estamos seguros de enlazada con el trapo rojo al frente de su turba partidaria
o

triunfar. extranjera el I de mayo. N a d a d í r e m o s de los demás


La República de mañana será lo que.nosotros haga- .partidos políticos que naturalmente, y guiados por idén-
mos de ella. La invasión demagógica no ha de ser para tico propósito" utilitario, se atribuyen cada cual por su
nuestra patria una fatalidad histórica —como lo pretende parte la exclusividad de la doctrina. La democracia es el
la impostura socialista-, si nosotros mismos - no lo reino de la impostura y ya hemos visto cómo, en-trance
permitimos. Frente a quienes proclaman la dictadura del' de sufragio, triunfa el que miente mejor. •
populacho como una necesidad impuesta p o r presuntas Por supuesto, ninguno de esos conceptos vagos que
leyes de la economía y la historia y se regocijan o se .brotan de la boca de los demagogos, ya desmentidos e n
resignan ante ese monstruoso destino, opongamos el la intención y ultrajados en los actos, tienen nada que
ejemplo confortador - h i s t o r i a viva— de Italia y España/ ver con el nacionalismo. No lo es tampoco la simple
donde se nos demuestra que más puede la-voluntad aspiración al bien del país, aún suponiendo benévola-
inteligente de los hombres que las fuerzas ciegas del azar. mente que sea de buena fe, ni la ostentación ruidosa de
Organicemos, pues, la contrarrevolución. . . la hojalatería patriótica. El nacionalismo es una doctrina
' (Ernesto Palacio - La Nueva República, 1/12/1927) precisa y clara; como tal, se dirige a la inteligencia más
que al corazón, n o obstante estar fundada en un h o n d o
sentimiento de patria. El nacionalismo razona, no decla-
ma, y así las dianas del 25 de mayo más le estorban q u e
Documento 14: Nacionalismo y democracia le ayudan. Esto en cuanto a su aspecto intelectual,
doctrinario. Lo que no. significa, claro está, carecer de
emoción patriótica, sino devolver a la inteligencia lo que
Nacionalismo y democracia 3e pertenece. La perfección de la doctrina no es obstácu-
lo para que el nacionalista típico pueda llorar y llore, en
La ignorancia del significado tradicional de los térmi- efecto, como el más simple de los ciudadanos,' contem-
plando el paso de las banderas en los desfiles militares o
nos inherente a la decadencia de la cultura, se alia así al

93
escuchando los acordes del Himno en cualquier fiesta deberes del individuo hacia la sociedad, es enemigo
conmemorativa..Porque ese es, precisamente, el secreto: natural de la autoridad y la jerarquía; por consiguiente,
sentir como el pueblo, no pensar como él. del orden; por consiguiente, del bien de la nación, de su
Para definir el nacionalismo es útil comenzar distin- unidad, su paz y su grandeza.
guiéndolo de sus contrarios. El demócrata que se declara nacionalista o miente a
El nacionalismo persigue el bien de la nación, de la sabiendas, o ignora en absoluto eí valor de los conceptos.
colectividad humana organizada; considera que existe Porque en t o d o demócrata hay un creyente en el
una subordinación necesaria de los intereses individuales Contrato Social y en ios "Derechos del h o m b r e " , y ya
al interés de dicha colectividad y de los derechos indivi- hemos visto cómo estos derechos explosivos son un
duales al derecho del Estado. Esto basta para diferenciar- constante peligro para el mantenimiento de esa suprema
lo de las doctrinas del panteísmo político, las cuales se realidad política que es la"nación constituida.
caracterizan por el olvido de ese fin esencial de todo Los razonadores políticos pueden dividirse en rigor en
gobierno —el bien común— para sustituirlo por princi- dos grandes grupos: los que, reconociendo la naturaleza
pios abstractos: soberanía del pueblo, libertad, igualdad, social deí hombre, consideran a la sociedad como un
redención del proletariado. fenómeno natural y los que creen que ella es una
' Sabemos ya los orígenes de esta desviación moderna. creación más o menos artificiosa de los individuos. Los
Reconocemos'inmediatamente las imaginaciones malsa- primeros pueden ser nacionalistas; los segundos nunca.
nas del psicópata ginebrino que trató de encontrar las Los primeros, ai aceptar la sociedad como un hecho
leyes eternas a que obedecen las sociedades en el murmu- anterior y superior, se someterán a ella, tratarán de
llo de los álamos de Ermenonville y hurgando en su hacerla objeto de conocimiento y descubrir sus leyes
propio corazón, p o d r i d o , d e vanidad. Las doctrinas del propias. Los demócratas, en cambio (presuntos herede-
panteísmo político son, en efecto, consecuencia lógica ros directos de los distinguidos salvajes que en un día de
de la falsificación previa del hombre imaginada por Juan mortal aburrimiento pusieron sus firmas prehistóricas al
Jacobo Rousseau, funesto genio que se enternecía descu- pie del contrato donde resolvían vivir en común), serán
briendo p o r introspección la bondad natural de la espe- los eternqs.,disconformes en cualquier sociedad organiza-
cie, mientras abandonaba metódicamente en la Inclusa a da, pues'cada una llevará un plan de república ideal en la
los tristes frutos de sus amores. cabeza, un contrato nuevo o una nueva cláusula que
Los movimientos nacionalistas actuales se manifiestan satisfaga las ansias de expansión de su yo incontenible.
en todos los países como una restauración de los princi- JJ
Cosa .muy natural, por otra parte, en quienes se sienten
pios políticos tradicionales, de la idea clásica del gobier- sometidos a obligaciones generalmente molestas por
no, en oposición a los errores del doctrinarismo demo- estipulación de un antepasado remoto que no pudo
crático, cuyas consecuencias desastrosas denuncia. Fren- consultarlos y que además era salvaje. Para resolver estos
te a los mitos disolventes de los demagogos erige las incómodos pleitos de familia a largo plazo se inventó ei
verdades fundamentales que son la vida y la grandeza de mito del Progreso y se crearon íos parlamentos moder-
las naciones: orden, autoridad, jerarquía. Principios fun- nos. ' "j
dados en la razón y ía experiencia y en los cuales se Quienes aceptan que ía sociedad está fundada en la ;
compendia íntegra ía ciencia del gobierno. naturaleza, pueden ser nacionalistas. Reconocerán el |

. Existe, pues, una divergencia profunda entre el nacio- carácter necesariamente limitado de los propios derechos "¡
nalismo y la democracia. El nacionalismo quiere el bien y su subordinación al orden de la sociedad -a que ;
del país: su unidad, su paz, su grandeza. Estos beneficios pertenecen. Aceptarán la necesidad de un jefe y de"una [
no se obtienen sin el orden, garantía de justicia y jerarquía. Tratarán por todos los medios de que la j
bienestar social; sin el orden, cuyos elementos son la nación propia se organice de acuerdo con las leyes--j
autoridad y la jerarquía. El espíritu democrático, con su naturales descubiertas por la inteligencia. Serán, pues, ;
invocación de derechos absolutos y su ignorancia de .los antidemócratas. ( . . . ) " !
• !•• :¿jiial¿3xr_:-, <s ¿ f i n c a n en el orden que la vindicación de la naturaleza violentada, por los
polfc*,^ u a restablecimiento de la primacía de la Inteli- sofismas del humanismo individualista, por el subjetivis-
gencia sobre las creaciones oscuras del sentimiento y la mo criterio-lógico de las filosofías del parecer que se han-
imaginación. Reanudan así en cierto modo una tradición ido sucediendo desde Descartes hasta nuestros días. ;
de cultura interrumpida por la Revolución francesa. Esta La democracia .mayoritaria es, en el orden político,
abrió, efectivamente, un abismo profundo entre, dos una expresión . lógica • de - esa indiferencia (fruto. del
épocas; pero en un sentido completamente opuesto al escepticismo) ante la verdad y el error y que ha recibido:
proclamado, por las ridiculas profecías de los románticos. el nombre de tolerancia. Faltos d e u n criterio objetivo,
:
La cantaron como el triunfo de la razón. Fue, en trascendente al simple parecer subjetivo, los teorizadores
realidad, su breve eclipse. de la política se.vieron constreñidos a aceptar el criterio
seudomayoritario para acomodarse a la necesidad, inelu-
(Ernesto Palacio - La Nueva República, 5/V/1928) '" dible de ía vida pública y colectiva. Los frutos están a ía
1
vista. El régimen parlamentario ha podido desenvolverse
mientras no se presentaron problemas apremiantes. Ante
D o c u m e n t o ! 5. ¿ a decadencia de Occidente ^ un grave peligro, exterior o interior, ha sido constante-
mente necesario apelar a la "unión sagrada",' a los
Inteligencia y revolución regímenes de fuerzas. Concomitantemente, la evolución
de las ideas h a respondido a los hechos, y así hemos visto
\ El fracaso de la democracia mayoritaria, considerado a los más diversos pensadores desarrollar doctrinas que,
como acontecimiento contemporáneo, obliga a reflexio- por impositivas, testimonian de ¡una manera precisa o
nar sobre ios factores que lo determinan. Désele al hecho instintiva, una adhesión a lo que se considera verdad, a
la importancia.que se quiera, el hecho subsiste y sobre los regímenes de intolerancia. El fascismo y el bolchevi-
este punto no cabe discusión. Hay, pues, que establecer quismo son dos exponentes extremos de este estado d e
el determinismo (para emplear una terminología científi- espíritu. Y es. precisamente este estado d e espíritu
;

ca) de este hecho indudable. - colectivo lo que trae consigo, por incompatibilidad, el
i Nicolás Berdíaeff, en su notable libro titulado " U n a . fracaso de la democracia liberal. • - -
hueva edad media", hace el proceso de la historia a partir. Ante el hecho consumado se plantea el problema de
del Renacimiento y la Reforma y establece, con admira- la elección entre dos direcciones divergentes.
ble sagacidad, las etapas que marcan la transición entre la La demagogia revolucionaria se deja guiar por la
cultura —orden y primacía de los valores espirituales— y lógica de los acontecimientos y, desvanecida la democra-
,1a civilización, es decir, el agotamiento de las energías cia social (el socialismo), se dirige hacia el consumismo
creadoras, por aplicación de las mismas hacia la práctica, integral. Esta actitud, lógica a fuerza de antiliberai, tiene
hacia ,el orden específicamente material. En términos el grave inconveniente de carecer de autocontrol. Es un
.filosóficos, se diría que el tránsito de la cultura a la movimiento instintivo, sentimental, encubierto por el
'civilización técnica y aplicada obedece a una inversión aparato de un cientifismo fuera de m o d a . La literatura
del predominio del espíritu sobre la materia, de ía demagógica corrobora este aserto con la ininterrumpida
:inteligencia sobre el sentimiento y la voluntad. palabrería que expresan los más abominables lugares
. Una vez introducido el desorden en las jerarquías, la comunes, detrás de los cuales solo se percibe.el vacío
reacción se produce fatalmente en virtud de la dialéctica intelectual más absoluto, no obstante el poder de suges-
interna de los principios que rigen los acontecimientos: tión'sentimental y colectiva ejercitado por la terminolo-
"Chassez le naturel et il revient au galop". Ahora bien la gía izquierdista. Claridad, progreso, vanguardia, ¡libertad,
inaturaleza misma exige la primacía de ía inteligencia; y opresión, juventud, tiranía.. .: "soyez beni mon Dieu
la confusión delirante que caracteriza este período agóni- qul m'avez dé livré des idoles" diría Paul Claudel.
ico de la historia moderna y contemporánea no es más La reacción intelectual (es sintomática la aversión de
96 97
ios "dirigentes" comunistas por los intelectuales) respon- reconocimiento de la supremacía de los deberes del
de, también, a los acontecimientos de esta hora del hombre en cuanto tal sobre los derechos de la persona
mundo. Pero consciente del significado filosófico de la individual concreta. Y ese reconocimiento sólo puede
crisis contemporánea busca el remedio en un retorno a la venir por obra de la Iglesia depositaría de la Revelación
cultura, -a la primacía del espíritu y de la inteligencia. en la que está la raíz viva de esa norma trascendente; la
Ante todo, una revisión de los sofismas del subjetivismo Iglesia que logró el milagro de la armonía estricta de lo
filosófico, -una vuelta hacia la gran tradición de la moral y lo político en el esplendor de la Edad Media,
filosofía realista. Cultura greco-latina y católica; reivindi- muchas veces contra reyes y caballeros, y pueblos enso-
cación de la Iglesia y del tomismo; disciplina obligada de berbecidos, pero que no pecaban contra la luz, vale
la soberanía romántica. Busca primero el reino de Dios y decir, que reconocían la realeza de Cristo con toda la
;
su justicia, que lo demás vendrá por añadidura. secuela de consecuencias sobrenaturales y temporales,
comenzando con la sujeción de " t o d o " al destino
(César E. Pico - ¿ o Nueva República 1/1/1928) sobrenatural del hombre porque todo ha sido -creado
para el hombre- y eí hombre para Dios, y concluyendo
por la salvaguarda de la humana dignidad en su plenitud
Documento 16: El orden sobrenatural moral.
:
Política y moral (Tomás D- Casares - La Nueva República 15/1/1928).

(-. . .) La doctrina moderna del Estado basada en la


soberanía del pueblo respondió como un eco fiel a la Documento -17: La mejor forma de gobierno
doctrina .moral de la autonomía individual, instaurada
por la-Reforma y teorizada luego por el genio de Kant. La forma mixta de gobierno
Pero como en el hecho las sutiles teorías de la universali-
dad de la norma autónoma, y de la voluntad general eran Todos los gobiernos son monárquicos, aristocráticos'
incapaces de suscitar y mantener un orden de estricta democráticos al mismo tiempo, porque la persona que e
sujeción,, una obediencia en conciencia en todos y cada definitiva es la que gestiona los intereses de todo:
uno de los ciudadanos, abierta como estaba la perspec- aprovecha los otros poderes, diferentes del suyo, que so
tiva fatídica de la autonomía, triunfa en moral y en „ei intelectual de las "élites" y el práctico del pueblo. Si
política el principio de la plenitud individual sin restric- la colaboración .del pueblo no hay régimen que. í
ciones, a lo Nietzsche. No hay deber, sólo hay derecho a mantenga, por más violencia que emplee; sin las luces c
vivir y triunfar; el mundo es de la voluntad de potencia. las distintas capacidades no hay consejo para la buer
De aquí' la perenne disposición a la rebeldía en los dirección de la voluntad ejecutiva; sin agente person
subditos, y la.exaltación de la fuerza estatal para impo- q u e decida prontamente no hay voluntad ejecutiva,
ner u n orden que- cada día se hace más difícil en el caos por lo tanto no hay gobierno. Mirando bien las COSE
de las individuales autonomías desorbitadas. esos tres elementos se encuentran en todos los regím
Y así viven los pueblos entre el despotismo y la nes. Según sea el elemento que predomine, los diferení
revolución repitiendo un ciclo del que sólo puede sacar- gobiernos históricos han recibido los nombres de moni
los el reconocimiento liso y llano del concepto del quicos, aristocráticos o democráticos. Pero antes <
"deber" entendido como sometimiento racional a una tomar nombres existieron, y aí tiempo que funcionab
norma que tenga en su absoluta trascendencia la garantía como el órgano propuesto a la gestión de los intereses •
de su. universalidad, y en su vinculación con la causa los pueblos eran menos simples que en las designación
primera de todo lo que es, la prueba de su autoridad con que han pasado a la historia de la ciencia poli tic
indisputable. En una palabra, la salvación vendría de un
i Los óiganos de representación pueden ser soberanos una escala rígida de valores en que la monarquía tuviera
de nombre y estar llamados a decidir de la paz y de la el primer lugar es querer establecer otra en la 'cual lo
:
guerra, como en las repúblicas; pueden dar la ilusión de tenga la democracia. ( . . .) ' •"•
una identidad perfecta con el ejecutivo salido de su seno, La democracia sistemática que conocemos, es lo más
como en las aristocracias; o no tener aparentemente absurdo que hay, es el pecado contra el espíritu como
1 :

ninguna función como en las monarquías llamadas abso- decía el otro. Precisamente por ser sistema; porque
lutas. Pero todos son, en los gobiernos de distintas siéndolo, espera que en el desierto moral realizado por la
etiquetas, medios de expresión de las necesidades parti- revolución, el pueblo, esa entidad amorfa y sin cabeza,
culares. Porque aún en las monarquías la voz del pueblo quede solo y se guíe a sí mismo, que vea el oasis y
:

rio es acallada, y aunque más no sea en la plaza pública calcule con exactitud el linde lejano de una nueva
(con motivo de una fiesta popular o en amotinamientos civilización.
deliberados) sabe encontrar el camino de los oídos del La forma mixta de gobierno no quiere la supresión de
soberano. ninguno de los elementos de la sociedad. ( . , . ) '
. La ciencia política ha proclamado por medio de sus (Julio Irazusta- La Nueva República (31/1/28) ' :

más altos representantes la verdad que resulta denlas


comprobaciones anteriores. Platón, Aristóteles, Santo
Tomás de Aquino, Maquiavelo, Vico, Rivarol reconocen Documento 18: La República ;
-
como la mejor forma de gobierno a aquella que concille
los anhelos de la libertad con las exigencias de la
autoridad. La aparición de los ideólogos con sus consti- República y democracia
tuciones escritas provocó el'olvido del orden tradicional
que se había establecido espontáneamente. Desde enton- República es, entendida la palabra en su acepción
ces la especulación política brega p o r establecer a pluma- etimológica, la cosa pública. Es la suma de acciones
zos un orden perfecto y por acreditar la superioridad de realizadas por un agente, de acuerdo con ciertas reglas
uno solo de los elementos que entran en juego en el establecidas por éltT^or leyes anteriores a él, y endereza-
hecho del gobierno. No habría en ello nada de malo si, das al bien común. En tal sentido podían hablar de
como en la comprobación de los filósofos aludidos, se república los clásicos españoles y franceses que vivieron
hubiese querido dar un estatuto filosófico a la realidad bajo regímenes monárquicos. Como se ve la acepción es
de las cosas, y-del hecho de que el elemento personal en lata. Comprende el hecho político de, los más variados
el poder político es la cumbre de una pirámide que países. Es la realidad misma del gobierno.- ;
puede simbolizar a la actividad práctica en uno de sus La democracia es la utopía, la abstracción. De la justa
aspectos, deducir que la forma de gobierno que asegura exigencia de clasificar los gobiernos por géneros, según el
mejor el desempeño de. aquel elemento personal es 1
orden; de distribución del poder, para luego pasar más
superior a todas las otras, como lo hace Vico con la fácilmente: al estudio de los gobiernos particulares, los
monarquía. Pero lo que hicieron de un siglo y medio teorizadores racionalistas han pasado a hacer de los
para acá los pensadores políticos, o los que hacen las géneros! verdaderas hipóstasis. Cada forma de gobierno se
veces de tales, que son los ideólogos, fue precisamente ha convertido así en una persona con más; vida que los
acreditar la superioridad. de las fuerzas populares, y gobiernos de tipo semejante de los cuales se han sacado
tratar de convencernos de que una pirámide se quedará las cualidades que caracterizan á aquélla. Y el teorizador
en reposo sobre su punta como si fuera un t r o m p o . El dice que n o habrá gobierno . perfecto en cada caso
momento de la deliberación fue considerado por ella particular sino cuando se reproduzcan exactamente los
como más importante que el de la decisión. Y eso es lo rasgos de una de aquellas personas ideales. Cada una de
que lo ha echado todo a perder. Mucho más absurdo que éstas ha tenido sus propugnad ores. Pero ninguna tantos
la pretensión de establecer para las formas de gobierno como la democracia.'Ni tan sistemáticos. Es que de la

100
aristocracia y ía monarquía, de la república romana y el bien organizado, donde éste sea regido por aquél como el
reino de Francia se ha ido formando ía teoría al mismo cuerpo lo es por el alma. Implica la admisión, en el
tiempo que la realidad histórica, y el teorizador na sido ejercicio del gobierno y en su formación, de un principio
en la mayoría de los casos nada más que el historiador de más espiritual que el mayoritario, la capacidad y la
aquellas formaciones políticas. Así las teorías de ¡la representación de la capacidad, y en el organismo social,
monarquía, la aristocracia o la república son, en los de las diferencias establecidas p o r la naturaleza; el
mejores autores, una misma cosa con la de ía forma respeto por las superioridades de la posición, de la
mixta del gobierno, la cual permite una razonable organi- cultura, de la edad, etc.; una equitativa consideración de
zación social bajo cualquiera de aquellos regímenes. La todas las clases. No es la manera menos eficaz de atender
teoría de la democracia, perfecta ha surgido como un a las justas reivindicaciones de los trabajadores el procu-
movimiento de oposición, hecha por hombres que su- rar su buena inteligencia con los capitalistas para el
frían de los inconvenientes inevitables en toda formación mejor resultado de la producción. En una república bien
social y que se vengaban teorizando sus rencores. Osten- organizada la acumulación de la riqueza no es delito; el 1

ta la unüateralidad y el espíritu sectario de un programa dinero es honrado porque sólo así se consigue que preste;
de partido. un servicio público. Eí Estado necesita que haya quienes:
puedan y quieran servirlo desinteresadamente. (. . .)
El demócrata siempre está a la puerta de las condicio-
nes que harán posible la democracia perfecta. La demo- •
cracia existente es siempre la mala. La buena siempre (Julio Irazusta -La Nueva República- 15/3/1928)
está por hacerse. Y como ía construcción no terminará
nunca, nunca le será posible a la cie^freva juzgarla definiti- Documento 19: Constitución y Democracia 1

vamente. Por eso, si Platón y Aristóteles fueron partida-


rios de la aristocracia, dice el teórico demócrata, sus (. . .) Una misma institución puede variar de conteñi-
preferencias no tienen valor alguno. ( . . . ) do en el curso del tiempo, si no variar radicalmente sus^
En el aspecto económico, la democracia es un régi- formas. Nuestra constitución republicana hasta Sáenz;
men de consumo. Como en teoría todos somos iguales, Peña, h a podido tolerar hasta ahora el desenvolvimiento ;
nadie acepta de buen grado los duros oficios de la democrático que la está poniendo a prueba, pero es i
producción, que quedan únicamente para aquellos que conveniente no continuar tan peligroso juego si se desea
no alcanzan . una, participación en el presupuesto'del su salvación. No será ésto el volver a los gobiernos de ;
Estado., Se puede empezar a poner en práctica, en gran familia, que gobernaron el país durante medio siglo, pero .
:
escala, sólo después d e u n régimen de producción y
;
sí la supresión total del elemento democrático. L a
economía, iniciándose con la expoliación de los que han reforma debe venir de un estudio . detenido de los
acumulado, la riqueza. A medida que. la democracia se recursos que ella contiene para restablecer el republica-
acerca a su ideal, c.ada vez los ricos tienen menos sin que nismo. Despojándola del vértigo democrático, la veremos
los pobres tengan más, hasta eí momento de la nivelación más hermosa y esperaremos el día sereno en que la paz ;
por abajo en la miseria de todos; y con fugaz realización social perfecta y eí espíritu ciudadano más esclarecido, i
de la democracia perfecta coincide su ruina o ía del país permitan suplantarla si no sirve.
en el que se practique. Rivarol trae al respecto el En los ciento y tantos artículos de la constitución del •
siguiente apólogo: • se acusó a las fuentes públicas de 5 3 , ni una sola vez se habla de ía democracia. Esa palabra ,
acaparar las aguas; las fuentes fueron destruidas y el agua n o figura para nada en t e x t o tan extenso. Esto se debe a
se perdió. Como se ve, no se pretende negar en absoluto que sus autores, algunos de ellos muy cultos, conocían
la posibilidad de la democracia, que todo es posible. Sino ios clásicos políticos y sabían el verdadero significado de =
que tampoco'se puede ganar, dada la correcta aplicación los vocablos. Sabían que la Democracia era el desorden, ;
de aquélla, lo irremediable deí fin al que conduce. la crisis de las repúblicas y de las monarquías y no un ;
1
República es el gobierno existente en cualquier país sistema de gobierno y tenían fresco el recuerdo de los

102
horrendos crímenes que discoide del Demos había nal, que demuestra claramente. la primacía del derecho
producido en \ e l año 9 3 . Sin embargo, en esa privado. El republicanismo y el democratismo son, pues,
época Í3 palabra ooga universal; se la usaba en toda antitéticos. ]
Améfjcs y era en Europa ei estandarte de todos los En la palabra representativo, podía caber un sentido
levantamientos. (. . .) democrático, aunque en la democracia .no .exista en-
Busquemos, pues, la senda constitucional que nos realidad representación. Podría aducirse q u e .representa-
lleve a suprimir el mal. tivo ¡significa • representantes del pueblo, como se suele
llamar a los magistrados democráticos. Pero aparte de ser
impropia esa denominación c u a n d o ' s e refiere a los
: i 7 . El articulo primero diputados, es imposible concebir que los - gobernantes
representen al pueblo. Entiéndese bien, que. lo represen-
"La Nación adopta para su gobierno la forma republi- ten cuando gobiernan, porque todo gobierno representa
cana representativa y federal." a sui país ante el extranjero, aunque sea el* Emir de
De las tres palabras que definen la forma de gobierno, 1
Afganistán. Porque la representación debe ser ante al-
ninguna de ellas es inseparable del concepto de Denfocra- guien y. el uso de ese vocablo para : designar -a. los
, cia y dos son francamente hostiles. .. mandatarios democráticos, proviene de las antiguas Cor-
En efecto, Republicano es el interés por la cosa tes o Estados Generales, en que los diputados o procura-
; pública, causa pública, como dice el diccionario de la dores de las clases de la sociedad, los representaban-ante
í Academia. Es decir, la subordinación de tocias las accio- el soberano. Además, si un diputado puede pretenderse
. nes públicas al interés, general. En último término, representante, J a m á s puede, invocar esa condición un
Republicanismo significa la primacía del derecho público gobernante. Lo que en teoría es la Democracia, es una
sobre el derecho privado, que según Vico es la salud del delegación de poder, que es muy diferente. Y una
i Estado, siendo su contrario la disminución y ruina del delegación de poder, que en una -Monarquía o en" una
! Estado. La Democracia es precisamente la primacía del república es precaria, debido a la permanencia del sobe-
! derecho privado, como se ve en Spencer, en El Individuo rano' en una democracia es absoluta. - j
i contra e/. Estado y como lo confirma Alain, * el La elección n o . p u e d e dar una'representación fiel, si
1
teorizador de la Democracia Francesa cuando sostiene no se opera entre hombres de la misma condición social
i que los ministros no son sino delegados de la representa-
o profesional- Puede ocurrir que un diputado de'sufragio
i ción popular para, defender a los ciudadanos contra los
universal represente vagamente su distrito y los intereses
i cuerpos del Estado, Ejército, administración, etc. Ade-
particulares de su ciudad, pero no que'represente a todos
; más, el último argumento de todo buen demócrata, es el
los ciudadanos. Por lo general un abogado, un profesio-
| de la dignidad. El de que nada tiene tanta importancia
nal de la política no representa a nadie-para-gestión de
; como su propia libertad. Lo natural es que. el.hombre
; defienda sus derechos ante la sociedad, pero también lo los intereses públicos; la p r u é b a l a dan las numerosísimas
! es que la sociedad defienda los suyos ante la tendencia a corporaciones y comisiones eventuales 'que- están o se
¡ exagerar los propios de todo individuo. Eso se ve con los forman para defender los intereses particulares. Cuanto a
delincuentes de toda naturaleza, que invocan mil veces que los diputados representan el interés general, es un
sentimientos respetables y que la sociedad debe castigar contrasentido, porque ese sólo puede representarlo el
. para su conservación. En el régimen democrático, todos Estado en su unidad. Podría pues la representación
los excesos de dignidad personal, de capricho y de involucrar la democracia, pero la realidad de la democra-
interés que pueda tener, el ciudadano se traducen en cia destruye toda representación con el sufragio univer-
votos contra el Estado. Por eso los gobiernos democráti- sal, j
¡ eos hacen mala policía y desorganizan la justicia. Eso Queda por último el Federalismo. Aquí no hay duda
. cuando no aparece una ley como la de condena condicio- alguna; el federalismo y la democracia son sencillamente
incompatibles. Ya vimos que la delegación de poder que

104 105
significa la democracia es absoluta, y el absolutismo del económico mantenido con intermitencias casi un siglo.
sufragio es m u c h o más efectivo que el de los monarcas Pero no se tiene ninguno cuando se afirma que ía
llamados absolutos, porque éstos se apoyan siempre política inglesa haya sido b'beral durante el período de su
sobre otras instituciones permanentes, como la Iglesia, la enriquecimiento con el libre cambio. Nos referimos
cual tiene grandes fueros y empieza por consagrar los naturalmente a su política exterior, que es ía verdadera
reyes o emperadores. Cuando el Estado proceda del política de los estados prósperos y bien organizados.
sufragio universal, n o respeta nada porque ninguna limi- Cierto es que ai individualismo que de acuerdo a la
tación tradicional puede valer su soberanía. Esto se ha doctrina liberal equivale en el orden político, al libre-
visto con la primera presidencia democrática, la de cambio en el orden económico, ha tenido gran desarrollo
Yrigoyen, que arrolló, las autonomías provinciales al en la vida del pueblo inglés; su condición insular permi-
mismo tiempo que los gobiernos provinciales atrepella- tió siempre a Inglaterra relevar a sus habitantes de la
ban los municipios. Lo mismo ocurrió con los fueros de disciplina a que se ven obligados los ciudadanos de países
las regiones españolas que los reyes absolutos habían con fronteras abiertas e inseguras. Pero, esa disciplina les
respetado'y los gobiernos de sufragio universal suprimie- era impuesta a los ingleses con respecto a los intereses
ron sin contemplación. capitales del Estado, no sólo p o r la simplicidad y
El federalismo es por naturAleza tradicionalista y por concreción de esos intereses, sino también por el disposi-
ello constituye una valla para el poder político. Por eso o tivo de su política. Además, por su conducta en el
hay federalismo o hay democracia; i o s dos juntos no extranjero, el inglés, es típicamente disciplinado, patrio-
pueden vivir. ta y solidario; su individualismo insular se convierte
súbitamente al transponer las aguas de la Grm Bretaña
(Rodolfo Irazusta. La Nueva Repúb5ca2&/4/1928) en el mutualismo más estrecho de las colonias que
forma.
Documento 20: La revisión del pasado Si consideramos la existencia del liberalismo en otros
países, no podemos menos de constatar lo dicho ante-
riormente, es decir que el liberalismo político es dañoso,
El precio del liberalismo sin que necesariamente lo sea el liberalismo económico.
En los Estados Unidos no ha existido propiamente dicho
El liberalismo se-ha mantenido muchos años en auge el liberalismo. Sus métodos económicos, han tendido
basado sobre el prestigio de su utilidad. Es indudable que generalmente, al proteccionismo y su política ha sido, es
ciertos aspectos del bien público, sobre todo en el orden y será completamente imperialista, aunque las formas de
material, han sido logrados por esa escuela, siempre que ese imperialismo hayan pasado de la conquista territorial
ella se ha limitado, obligada por las circunstancias, a ai industrialismo y de éste al dominio financiero como 3o
operar solamente en el campo de la economía. Los estamos viendo en nuestros días. Por otra parte, el
liberales positivistas pueden vanagloriarse de haber pro- individualismo protestante sobre el cual se asienta la
vocado el desarrollo de la prosperidad material de mu- doctrina liberal es allí rigurosamente contrarrestado por
chos países, pero n o es posible admitirles que esa
el fanatismo puritano, de cuyo dominio no es posible
prosperidad haya sido jamás completa y menos aún
dudar después de la íey seca. ( . . .)
favorable a las naciones que. la han usufructuado tempo-
Si observamos el siglo diez y nueve español o italiano,
rariamente, sino en aquellos países de donde procedía la
doctrina y en donde las instituciones políticas tuvieron no podremos menos de constatar a cada paso el efecto
bastante fuerza para restringir sus efectos el campo desquiciador que la doctrina liberal ha operado en ambas
estricto de la economía. naciones, en todo sentido. Y es que las instituciones
políticas solo sirven a ios países que ías han creado, de
= Así, por ejemplo, puede sostenerse con fundamento, acuerdo a sus necesidades y a sus condiciones.
que la prosperidad de Inglaterra se debe al liberalismo Un país hay que parece ser eí ejemplo más concluyen-
106
: te de los beneficios que rinden las instituciones liberales, atemperada por las necesidades de la guerra. Su ideal
i Hse país es la .República Argentina. En ella el liberalismo hubiera sido suprimir a los generales, si la causa america-
I ha estimulado la inmigración, fomentado la agricultura y na no hubiera requerido para consumar la independencia
' el comercio, implantado industrias, construido ciudades de la disciplina y de la jerarquía militares. Rivadavia.
; y desarrollado una estupenda red ferroviaria. Los benefí- significó la introducción en el país de la lucha de.
: cios recibidos por los ciudadanos individualmente y por principios ideológicos y la consiguiente aparición de.las
: la colectividad, son incontables aunque no inapreciables banderías políticas, origen de la guerra civil. Rosas
en conjunto. El liberalismo, enriqueciendo a los argen-
:
encarna la Ireacción del espíritu nacional, (ya nacional)
; tinos, les permitió la formación de un estado poderoso a
en formad banderiza, la primacía del interés supremo del
. cuya voluntad sistemática se debe una maravillosa difu-
Estado y' la absorción por éste de todos los intereses y.
: sión de la enseñanza y el afianzamiento de la seguridad : !
derechos individuales. ' • !
elemento esencial este último para el perfeccionamiento
: social y el desarrollo de los estados. Agregado a todo ; En esta: lucha se jugaba un largo porvenir encarnado
:
estos bienes de orden material, el país= argentino ha en la voluntad patriótica de consumar precisamente la
: gozado durante la vigencia (ya terminada) de la Consiitu- unidad geográfica y política p o r un lado ! y en la
i ción liberal del 53, del bien inapreciable que signifícala ambición mediocre e impaciente de 'dar al pueblo una
'libertad individual más amplia efectiva y completa de vida pacífica y próspera, poco apropiada al temperamen- .
que haya ejemplo en la historia del mundo. Los argenti- to nacional de entonces. '
nos y aun más los extranjeros que habitaban 'el* país, han La segunda mitad del mismo siglo nos muestra el
gozado durante cincuenta años del máximum de liber- liberalismo! triunfante en Caseros y a la República defini-
tad, con eí mínimum de sacrificio en pro del interés tivamente derrotada, desmedrada, amputada. El liberalis-
general. El derecho argentino elaborado por los liberales mo prefirió la prosperidad a la gloria, sin sospechar que
1
establece tal desproporción en beneficio del derecho detrás de ! ésta última también esta la riqueza, una
privado y en .perjuicio del derecho público, que. los ^prosperidad pacífica más duradera. (. ...)
1
usufructuarios de ese orden se creyeron por cierto Los liberales argentinos olvidaron la lección de' la
tiempo, enceguecidos por el orgullo, una especie de historia. Ella les hubiefí^enseñado que nuestra'patria fue
superamericanos. desde la cuna, la víctima de esa doctrina destructora.
Ello les hubiera recordado que el primer destello del
Dicen algunos historiadores que tal resultado era la liberalismo universal trajo también la prosperidad a estas
aspiración del movimiento de Mayo que originó la lejanas playas del Plata, que trajo al ilustre Don Pedro de
independencia y en parte tienen razón. Cevallos munido de poderes para estimular el comercio,
Sin embargo, la corta historia de esta bulliciosa aunque también munido de una escuadra para contra-
república demuestra que no en todo m o m e n t o nos es rrestar el avance del enemigo tradicional. La Historia les
provechoso el liberalismo y que cuando lo fue, sus había recordado también, que la misma inspiración
beneficios pasajeros se pagaron en un precio excesivo. progresista que nos enviara a Cevallos, nos h a b í a manda-
El proceso histórico argentino de la primera mitad del do unos años antes a un oscuro gobernador, Don
siglo diez y nueve no es más que una lucha de excesos Francisco le Paula Bucarelli,' el cual por orden del
entre el liberalismo político de importación y el senti-
progresista Carlos III había procedido a la expulsión de
miento patriótico naciente, exacerbado.por la lucha de la
los Jesuítas de las Misiones, mantenedores del baluarte
independencia. Primero el jacobinismo abiertamente an-
de la frontera oriental, sobre cuyos escombros ha podido
tijerárquico de Moreno, ante el sentido tradicional y
penetrar en el flanco doloroso de la Patria esa cuña
culto de Don Gregorio Funes, a continuación el princi-
torturadora: el rincón del Cuareim.
pismo exótico de Rivadavia, cuyo desarrollo provocó la
reacción nacional de Rosas. Moreno significa la destruc- (Rodolfoirazusta - El baluarte 25/XII/1929)
ción de las jerarquías mantenedoras de orden social,

108 109
Documento 2 1 : Yrigoyenismo y totalitarismo participar de sus beneficios, colaboración y participación
que el triunfo del partido democrático ha exagerado
sobremanera.
La política
La situación afligente en que se encuentran en la
actualidad las personas que por una u otra razón depen-
(. . •) den del Estado, debido a las veleidades del caudillo de la
democracia, está indudablemente acumulando la indigna-
II. La indignidad de los tiempos presentes
ción de los hombres de conciencia, pero mientras no se
produzca una saludable reacción política, una ola de
Cuentan las historias q u e en los ominosos tiempos de servilismo deprimente para la moral pública y solo
Don Juan Manuel, las madres y las hijas de los políticos enrostrable a quien con medidas inconsultas y arbitrarias
unitarios'o supuestos adversarios del régimen existente, se empeña en vejar y deprimir a los ciudadanos.
solían temblar a la caída de la tarde, presagiando ios
riesgos que la alianza de la barbarie con la noche, hacían
frecuentes por entonces. De los hombres no se dice que
temblaran; será quizás que los de esta tierra no habían III. El protector de los humildes -
aprendido todavía.
Cuando el actual presidente llegó por primera vez a la .
Las angustias de esos pobres seres castigados por la Casa Rosada en 1916, arrastrado por la turba democrá-
brutalidad de las pasiones políticas no terminaron con la tica, dio a entender desde el primer m o m e n t o su vojun- :
emigración de los enemigos*déT restaurador, al cual tad de castigar el orgullo de los poderosos en franca
combatieron denodadamente durante quince años, con amistad con el populacho cuyo amor desenfrenado no '
la pluma o con la espada, muchas veces con las dosf*^.. sospechó jamás en su retiro de veinte años, durante los ¡
amparados en las capitales extranjeras o luchando en los cuales prefirió sistemáticamente el cuartelazo al comido,
campos de batalla. La trágica situación de las familias de pues sus aspiraciones no fueron hasta entonces de caudi- '
los hombres que por su posición o condición se veían lio popular, sino de dominador inaccesible.
obligados a participar en la acción pública, fue el Tal propósito se traslució, por ejemplo, en la despreo-
argumento más ardiente de la lucha, el elemento más cupación de proveer las altas dignidades del Estado, las
poderoso de los que contribuyeron a destruir un poder, funciones directivas, en tanto que atiborrábalas grandes
cuya utilidad fue grande en el momento, pues consolidó dependencias del gobierno con millares de modestos
la unidad nacional y hubiera quizás realizado obra mayor empleados que habían de constituir más tarde los cua-'
si las fallas morales del hombre que lo encarnaba no dros de su ejército electoral. Se tradujo en el tono
hubieran precipitado su destrucción. Con todo, la trágica despectivo que empleaba con el Congreso, mientras.
grandeza de la lucha da a la historia de aquella época una halagaba a las representaciones obreras:, se puso d e :
dignidad que no tiene la nuestra; poseemos suficientes manifiesto en mil gestos de dudoso gusto con que,
garantías para vivir y trabajar, pero nos toca a todos un manifestó a la burguesía liberal que había sido desposeí- ¡
poco de la vergüenza con que el actual gobierno nos está da del gobierno, su más olímpico desprecio. ( . . . ) :

cubriendo. , . . 1
Y desde entonces todos los humildes se creyeron
Los abusos del gobierno n o tienen la. intensidad que amparados, protegidos por eí poderoso caudillo, que'
supieron;tener en el año cuarenta,.pero influyen más había hecho inclinar la cerviz a los privilegiados, a los;
ampliamente en la vida social, debido a la estructura poderosos. El demos creyó en su protector y jefe y el
tentacular del estado moderno, hipertrofiada en.la Repú- ejército de los que esperan más de los trastornos poli ti- 1

blica Argentina por la enormidad de sus recursos y por la eos que de su propio esfuerzo, creció considerablemente.
afición que entró a los argentinos desde la i época del A cada elección la preferencia de los sufragantes se
positivismo alberdiano a colaborar en el gobierno y a inclinaba más hacia ía hueste yrigoyenista.' Pero esa

110 111
posición de padre dei pueblo requería la oposición para dente no'desea más triunfos electorales, no faltará quien
triunfar definitivamente; al despedirse el año 22 distribu- ambicione conseguirlos". El cordón umbilical que une al
yendo- nombramientos a diestra y siniestra, dejó en el electo con el elector, ofrecerá siempre el mismo fenóme-
puesto a ese buen mozo de Alyear, de perfiles distingui- no de interdependencia, Subordinando las gestiones ad-
dos, con una incurable inclinación a las frecuentaciones ministrativas y la misma administración al interés de-los
discretas y" elegantes que forzosamente tenía que ser partidos.' ]
irritante al espíritu del demos cultivado con halagos
durante seis años. ¡Maravillosa previsión!
La certeza del. retorno estaba" asegurada. La vigilia V. Las garan tías de la Ley
1
impaciente de seis años no p o d í a menos de acicatear la j ;
esperanza de los humildes ambiciosos que anhelaban Mientras el presidente se entretiene en mantener un
repartirse el cuantioso b o t í n con las primeras auras estado de! ansiedad • e n ' l o s medios administrativos, sus
primaverales de 1928. comisionados en San Juan cometen día a día un sinnú-
La decepción ha sido grande. El caudillo, el poderoso mero de torpezas y de abusos que amenazan-desprestigar
señor de la democracia no quiere ver al pueblo, se rodea completamente una acción política que ía mayor parte de
de soldados y de polizontes y con gesto agrio maltrata a la opinión del país consideró-justa y, oportuna. Estamos
sus ministros,- los cuales dan muestras de su, servilismo a en presencia de un caso gráfico de incapacidad. Incapaci-
toda prueba. Desde su cámara sombría) "fulmina cesan- dad del presidente para elegir sus colaboradores; incapa-
tías en masa que siembran el pánico en hogares modes- cidad d e ; é s t o s para llenar su cometido; incapacidad
tos, que provocan .la desesperación elocuente de las absoluta de conducta polírica en el partido gobernante.
víctimas. El padre de.los humildes, no solólos desampa- La manera de encarar el problema de la administra-
ra, sino que los persigue; no solo los veja,- sino q u e los V c i ó n de Justicia, ha sido por lo menos insuficiente. La
atrepella sin más razón que su soberana voluntad. Prensa reeditó en estos días las instrucciones q u e diera
¡Bendita protección! ¡ Justicia democrática llaman a .Don Vicente Gallo, ^entonces ministro del Interior,' a un
eso! interventor en Mendoza. El problema es grave en sí
mismo, pues si bien es cierto que nombrar jueces para
entablar acciones contra funcionarios depuestos el día
IV. £7 criterio eliminatorio antes puede parecer fuera del principio constitucional
que prohibe los jueces especiales, no lo es menos que
( . . .) Si muchos empleados despedidos últimamente hacer juzgar a un gobernador por jueces nombrados por
por el gobierno, n o rendían ninguna utilidad a la Repú- él mismo, como se estila en San Juan, es hacer ilusoria
toda sanción,
blica, la culpa no es de ellos, sino de quienes los
nombraron con el fin de favorecerlos o de servirse de su Pero en todo caso, éstos deben brindar a los inculpa-
voto. De cualquier manera el Estado no tiene derecho a dos todas las garantías que la ley acuerda a los habitantes
ser injusto ni le conviene serlo, dado que la injusticia de la República, sin excepción alguna. ( . . . )
socava el principio de autoridad y, por ende, contribuye
a desprestigiar el orden existente.
Quedamos de acuerdo con el gobierno en qué no son VI. El silencio - -• '- - •• • •
necesarios tantos empleados administrativos, pero siem-
pre que los puestos de que se despoja a los existentes no La República pasa por un m o m e n t o de vergüenza.
sirvan para ubicar, más tarde a otros tan innecesarios Desde hacía muchos años, desde muchos años antes que
como ellos, tuviéramos uso de razón, no sufría el país un gobierno
Pero esto es pedir peras al olmo. La democracia tan deprimente y tan indigno de su alta misión. Asom-
necesita amamantar a sus cachorros y sí el actual presí- :
bra, sin embargo, ver cómo los abusos de este gobierno

113
no provocan reacción alguna en el espíritu público. Las
día u otro. Esos programas suelen contener proyectos de-
víctimas de las expoliaciones expresan en voz baja su
toda índole y en apreciable proporción, puntos que
indignación, mientras las presuntas victimas tiemblan de
requieren reformas a la Carta fundamental y medidas
miedo. La prensa del país hace consideraciones sobre la
que pueden adaptarse por simples decretos ejecutivos.
oportunidad o extensión de las medidas y protesta por
los atropellos de San Juan, sin responsabilizar enérgica- Tal conducta proviene de la necesidad de mostrar algo
mente al autor directo, que es el presidente. Ninguna voz que deslumbre al elector, el cual ignora generalmente la
prestigiosa se alza para dejar a salvo la dignidad del país mecánica legislativa, aunque su buen sentido le permita
ante los desmanes de sus .indignos gobernantes. Parece apreciar la bondad o vicio de las instituciones.
como que se esperara la evolución del espíritu público A más de eso, delata la falta de sistema, por parte de
por reacción directa. Nadie quiere comprometer ni su los directivos políticos, para colocar las cuestiones en su
posición ni su prestigio enfrentándolos al autoritarismo debido plano.
de! caudillo democrático. ¡Esa es la indignidad de los Las reformas constitucionales n o deben intentarse
tiempos presentes! - parcialmente. Deben ser coordinadas en plan de conjun-
Más que en los tiempos de Rosas, la gravitación del to, que eí día oportuno tendrá p r o n t o La Nueva Repú-
gobierno sobre el país es absoluta. Gobierno de partido, blica. Pero antes habrá que demostrar que la actual
como el de Rosas, ningún partido adverso lo combate. constitución' es inadaptable a ias necesidades actuales y
Tal actitud sería encomiable, si su gestión administrativa que su reforma es imprescindible. Más aún, será preciso
fuera correcta.y proba o si el supremo interés de la que el gobierno esté en manos de hombres, que sean
República estuviera en p e l i g r b r ^ e r o la conducta del claramente capaces de inspirar una reforma de tal impor-
gobierno..es detestable; se concreta en el abuso, el tancia y de realizarla con acierto infalible. Si desgraciada-
1
prevaricato y el atropello. El país n o teme en este' ' mente esto último es aún remoto, felizmente no se ha
momento desmembración alguna y se encuentra en paz demostrado que la reforma es imperiosamente necesaria.
con todas las naciones del mundo y, por lo tanto, el Mientras tanto, acudiendo a lo inmediato, enuncie-
absolutismo gubernamental no puede sustentarse sobre mos las medidas más factibles para regularizar el instru-
ningún motivo elevado, sobre ninguna necesidad impe-
mento de gobierno, para mejorar la administración, para
riosa.
estimular el desarrollo de las poblaciones y fomentar el
(Rodolfo Irazusta - La Nueva República (2/01/1929) crecimiento de la riqueza pública y abrir nuevos caminos
a la actividad nacional.

Documento 22: El programa de "La Nueva República"


LEGISLACIÓN GENERAL
Programa d e Gobierno de "La Nueva República"
(. . .) HI. Reforma de la ley electoral
Para concretar sus propósitos directivos, para enun-
ciar las necesidades más imperiosas del país, La Nueva • La ley electoral vigente a más de ser defectuosa en
República presenta en su primer número del actual cuanto al sistema electivo, lo es también en la distribu-
período presidencial su programa de gobierno, que ofre- ción de la representación. La lista incompleta ha fracasa-
ce, como es su deber, a los gobernantes. do en su fin, que era la organización de los grandes
Los partidos políticos al confeccionar los programas, partidos nacionales, sin resolver el problema de la repre-
incluyen todo género de reformas novedosas, sacadas las sentación directa. Preconizamos una reforma que esta-
más de'ellas de modelos extranjeros de los países "más blezca la circunscripción uninominal, como más fiel,
adelantados:: y que según el progreso actual a que nos pues pone al electo en relación directa con el elector y
quieren condenar los demócratas, debemos adoptar un contribuirá a mejorar el personal legislativo.
114 1 K
Para restringir el electorado y sustraer ía administra- Hay que llevar a la Paíagonia y al Chaco, generales y
• ción pública a las influencias electorales, habrá que obispos, profesores e ingenieros que representen ía civili-
eliminar de los padrones: zación. Hay que llevar jueces y gastar grandes sumas en
Los funcionarios y empleados públicos de todas las crear centros sociales que galvanicen la población y
jurisdicciones. prestigien la República.
o
2 Los delincuentes de toda categoría.
o
3 Los analfabetos. XII. Adaptación de la denominaciones tradicionales ,!
"
o
. 4 Los insolventes.
5 o
Los extranjeros. Para dignificar la-vida colectiva, debe dictarse u n a l e y
:
restableciendo las denominaciones tradicionales de los
organismos del Estado, cambiadas'bajo la influencia
Deberán ser suprimidas las penalides a la absten- extranjera en los primeros años de la independencia y,'
ción, pues eí voto es un derecho y no un deber.
sobre todo, restablecer la más ilustre de todas: el
cabildo.
VI. Reforma del Código Penal

Las últimas reformas operadas en el Código Penal y


MINISTERIO DE I. PUBLICA '
especialmente la condena condicional,-han disminuido
grandemente su eficacia punitiva, cuya consecuencia ha
sido el desarrollo de la delincuencia y de la criminalidad. 1. Supresión de la enseñanza laica
Es preciso rectificar el código estableciendo penas más
severas y facilitando la acción judicial. Instaurar la obligatoriedad de la enseñanza religiosa
en la Escuela Primaria, es hoy una necesidad fundamen-
VIL Reglamentación del derecho tal para el enderezamiento moral del país. Es urgente
"asociarse con fines útiles" soldar los cabos dedla^adición r o t o s lamentablemente el
día en que se sacó.el Cristo de las Escuelas. La desmorali-
Existen en el país gran cantidad de asociaciones zación actual del pueblo, que se manifiesta en estos
ilegales, pues su propósito no es de fines útiles como lo momentos de manera tan alarmante en la decadencia de
permite el artículo 14. Es preciso dictar una ley general la familia, en la inmoralidad de las costumbres, en la
que d e t e r m í n e l a utilidad de las asociaciones y especial- venalidad política y en el auge de un feminismo de
mente las misiones religiosas extranjeras y las organiza- cabaret que no respeta ni el sagrado del hogar, solo
ciones de los sindicatos obreros. podrá combatirse a ese precio, es decir, volviendo a
colocar en la base de la educación de nuestros hrjos ía
VIII. Ley de inmigración verdad del Evangelio.
La escuela Primaria no debe tener otro objeto.que el
Una ley de inmigración que establezca un procedi- de enseñar a leer, escribir y sacar cuentas, amén de'
miento selectivo y ía organización de estable cimientos de conferir al niño unas cuantas nociones simples y precisas
trabajo de asimilación del inmigrante. del mundo que lo rodea. Sobre esos núcleos de conoci-
mientos, reducidos, pero claros y bien aprendidos, el
XI. Fundación de pueblos
auto aprendizaje posterior y la experiencia vital, edifica-
rán algo más sólido, que lo que se puede.construir hoy
El Congreso deberá dictar una ley de fundación de sobre los pequeños cerebros de nuestros niños cuajados
pueblos y destinar para su cumplimiento una gruesa de extensas, inútiles y confusas nociones impropias de ía
cantidad de millones. Hay que terminar con el desierto. edad. . - •
116
117
Eí Colegio Nacional, cuya misión es, sobre todo, chos años. En estas tierras comenzaba ú. ser atacado por ¡
formadora de la inteligencia, debe ser podado de los algunos jóvenes, pero perduraba, casi intacto en su :

excesos de erudicción y orientado hacia un fin de cultura gloria, en las regiones oficiales. Hoy el positivismo no
que solo se puede alcanzar entregando la Dirección de la existe. Sólo admiran sus doctrinas algunos maestros de ;

:
Enseñanza secundaria a la Universidad y librándola así escuela, mulatos étnicos y mentales que van a los
de la influencias de la politiquería y del electoraüsmo. El congresos pedagógicos para hacer reír a la gente.
número de Colegios nacionales es h o y demasiado creci- Pero, por singular paradoja, despreciamos al positiva- •
do, hecho que proviene de un falso concepto sobre su mo, al que creemos aciago, y seguimos venerando la obra
misión verdadera. Los ministros vienen creyendo que el positivista de Sarmiento. A riesgo de atraerme el enojo
hecho de producir muchos bachilleres resulta de benefi- de "primarios", izquierdistas y toda laya de liberales,
cio para.el país. En realidad, con esto solo se consigue voy a decir una palabra sincera y verdadera sobre nuestro
aumentar la burocracia, desviando a la juventud de otras
educador y gobernante.
actividades. ( . . . )
Sarmiento fue insensible a ios valores estéticos y
En cuanto a la enseñanza universitaria, se impone, en espirituales. No comprendía ni el arte, ni la religión, ni la
primer lugar, la supresión de la Ley de Reforma de 1918, filosofía. Es preciso leer sus viajes por Europa para
que fue un verdadero acto de estupidez, por el cual el asombrarse de la pobreza de su sensibilidad. Poco le
gobierno de las Universidades Argentinas pasó a manos dicen las grandes obras del arte a este hombre inculto y
de los Comités Electorales. Junto con esa medida, debe bárbaro, que, con un fanatismo ingenuo, busca, en las
procederse a una inmediata reorganización del profesora- viejas ciudades del arte, las manifestaciones del Progreso.
do de la enseñanza superior, buscando atraer a la Menos aún comprendía la religión. Era un espíritu;
cátedras elementos de reconocida competencia del país y absolutamente arreligioso, lo cual le condujo a ser
del extranjero si es necesario. La misión actual de esTós^ irreligioso. -La realidad de lo sobrenatural no existía para
establecimientos se h a reducido a la producción sin tasa su estrecha mentalidad laica. Escribió algunas frases
de profesionales, cuando lo que el país ha menester es sobre la necesidad de la religión, pero es evidente que no
una élite de jóvenes sabios de todas las clases y condicio-
sentía inquietudes trascendentales, aparte de lo violen-
nes, capaces de dar un t o n o propio a nuestra cultura.
tamente-'' que combatió a la Iglesia y a la doctrina
(U Nueva República 20/X/1928) católica, a las que, como es claro, n o conocía sino
superficialmente. Con todo esto queda dicho que tampo-
co-^le interesaba la filosofía. Era ametafisico irremedia-
ble.
Documento 2 3 : La critica a la tradición liberal Yo creo que poco vale un hombre a quien no le
preocupan la religión, el arte y la filosofía. Y si tiene
La verdad sobre Sarmiento capacidades para la obra activa, su acción se resentirá de
aquella fundamental falla. Mussolini, por ejemplo, es un
Ha cambiado tanto, en los últimos años, la conciencia h o m b r e de acción, pero nadie negará que le preocupen
del país - q u i e r o decir: de las selecciones intelectuales y hondamente la religión y el arte. La obra de Sarmiento
sociales—, que ya es posible establecer la verdad sobre fue materialista. Jamás le inquietaron, ni al hombre ni al
Sarmiento. Hasta hace dos lustros, nadie hubiera osado gobernante, los problemas espirituales. Su afán consistió
tocar a aquel prestigio casi mitológico. Dominaba toda- en "civilizar"; pero para él esta palabra solo significaba
vía, en las universidades, en los colegios y en toda la vida realizar obras de progreso material o, a lo sumo, cultural.
nacional, el positivismo, funesta tendencia filosófica en Nuestro país n o se enriqueció espiritualmente por la
la que Sarmiento educó su espíritu y la que guió su obra acción de Sarmiento. Al contrario, se empobreció por
escrita y su acción. Ya entonces, el positivismo estaba causa de su política materialista y arreligiosa y de su
definitivamente muerto en Europa, y desde hacía mu- propaganda anticlerical en los diarios.
11 o
11 o
Sarmiento carecía de sentido histórico, como todos esta unidad específica h a sacado E u r o p a su fuerza y su
los materialistas. Por ésto, no comprendió la obra gigan- cultura. I i
tesca de la conquista y de la colonización en la América
española. Por falta de sentido histórico fue enemigo (César Pico - Criterio - Año i - N° 2 , p p . 270-71)
furibundo de España, y de todo nuestro pasado. Y por
esta misma falla, llegó al ridículo de su reforma ortográ- Documento 2 5 : La mujer y la política .
fica, ignorando que cada palabra tiene una historia y que
es preciso respetarla para que la palabra conserve su La mujer y la vida pública
espíritu y su verdadero significado. La ortografía es el
rostro de las palabras y sólo un mal escritor puede . Eí partido conservador inglés ha llevado al éxito la
ignorarloo desconocerlo. ( . . . ) iniciativa del voto femenino, sin otras restricciones en lo
.(Manuel Galvez — Criterio - Año I - N° 12, p p . que se refiere a las condiciones de las sufragantes y en lo
360-361) que atañe a las materias sobre las cuales les será permiti-
do votar, ¡que las vigentes, para el voto masculino. En una
palabra, se abren de par en par a la mujer las puertas de
la actuación pública. .
Documento 24: La tradición greco-latino-cristiana
Creemos que en esta iniciativa conservadora hay un
error de táctica y un grave error de fondo. La fuerza
conservadora que las mujeres representan, reside - y no
Cultura Greco-latina es p a r a d o j a - en su debilidad, o mejor dicho, en lo que
corrientemente se llama su debilidad, y es su sujeción a
(. . . ) No hay duda que la Europa " m o d e r n a " padece la intimidad del hogar.
muchísimos'de los defectos que le adjudican sus críticos Decimos que en esa debilidad está su fuerza, porque
despiadados: fácilmente se demuestra, sin embargo que sólo desde esa intimidad puede la mujer influir con
tales defectos proceden de los principios del Renacimien- eficacia en la dirección* espiritual del hombre al inspirar
to humanista y de la Reforma que iniciaron la edad callada, pero hondamente, por el camino de la compren-
" m o d e r n a " . Pero no es menos cierto que esas caracterís- sión en el cariño, la conducta del marido, del padre, del
ticas resultan accidentales si se las opone a la gran hermano o del hijo. •
tradición de la cultura greco-latina y católica que formó En la intimidad hogareña la vida despliega su sentido
la Europa, y que se continúa hasta nosotros, representan- profundo; allí recuperan las cosas su valor estricto al
do un elemento de unidad y cohesión. Hilaire Belloc, h a despojarse del ropaje con que las disfraza la discusión
explayado maravillosamente esta concepción en su obra ;;
pública y el ajetreo de la calle. Allí, en fin, recobra el
Europa y ¡a Fe. Frente a los sofismas disolventes del espíritu su primacía. Y bien, lo que se llama tendencia
subjetivismo filosófico y del libre examen, frente a las conservadora es el respeto de los valores esenciales; el
criteriologías del parecer individual autónomo, una filo- afianzamiento de los deberes del espíritu en la subordi-
sofía perenne sostiene el criterio objetivo de la certeza nación a la Verdad, contra las declamaciones de un
-filosofía del s e r - y predica el magisterio inapelable de liberalismo para el que la libertad vale más que la verdad
la Iglesia, en los dominios de la teología. y que por eso concluye infaliblemente en la Hcencia.;(., .)
Decimos que Europa representa la tradición greco-la- Y no hay hogar si no hay en él una mujer en
tina y católica, porque la criteriología objetiva y l,a condiciones de darle lo mejor de sí misma. Y como las
cultura filosófica de Grecia, se continúa luego y se preocupaciones de política electoral antes que la volun-
explaya por el genio político de Roma, fuente del tad recta y la inteligencia desinteresada ponen en movi-
derecho y porque la Iglesia asumió dicha tradición miento la sensibilidad con todos sus requerimientos
sobreelevándola al orden religioso y sobrenatural. De subalternos y sus inquietudes por lo circunstancial y lo

120 121
inmediato, lanzada la mujer a la actividad pública la vida estado argentino una organización y una orientación que
del hogar se hace imposible porque se extingue la llama envidiarían países más viejos, pero estamos lejos de la
sagrada: la preocupación silente de la mujer que mantie- consolidación espiritual y cultural y esto por dos causas
ne con su delicadeza, su sencillez, su Ternura, su sentido principales. -
del orden, esa intimidad recogida en que la vida recupera En primer lugar, nuestras naciones tuvieron la mala
su ritmo natural y su profundidad, y toda virtud florece. suerte de nacer a la vida libre en una centuria poco!
(. . .) La reforma convertirá a la depositaría del senti- propicia a las altas empresas espirituales. Francia, pero
do sobrenatural del respeto y la obediencia, condición n o la Francia eterna, sino la Francia de la Revolución,
indispensable de todo orden verdadero y esencial, en fue la maestra que les deparó el destino al abandonar el
rival del h o m b r e en la contemporánea carrera hacia el regazo de la madre España. Junto con los primeros pasos
abismó que se llama "conquista de las libertades en la hicieron el aprendizaje de ideologías destructoras y
igualdad".- !
falaces. Tanto más arraigó la mala planta cuanto que la
-.' La raíz-de los males que padece la sociedad actuales tierra era más nueva. El espíritu de la brillante genera-
el laicismo .—negación de la dependencia de Dios en que ción de la indepenndencia, que fue la última modelada
está-todo lo h u m a n o . en el crisol de España se trocó en ese romanticismo
Lo único que desde dentro resiste victoriosamente liberal y humanitario que constituía Ta atmósfera del
1

todavía es el hogar cristiano, impenetrable como el orbe civilizado a mediados del "siglo estúpido '.
Sancta Sanctorum del Antiguo Testamento.' Y si aun La educación pública organizada durante el coloniaje
puede decirse que no son potos-Ios hogares cristianos, es por los misioneros metropolitanos, debió así declinar sus
por la • influencia de la mujer en ellos, pero de esas doctrinas clásicas y cristianas para abrazar los ideales
mujeres para las que el hogar es u n mundo, porque ente] triunfantes, perdiendo poco a poco "la más fundamental
se forman y se templan las. almas de aquellos de cuyo y elevada de todas las inspiraciones humanas, la inspira-
destino debe dar cuenta a Dios. He ahí la razón de la ción religiosa y trascendental sin la cual no hay cultura".
simpatía liberal y socialista por esta iniciativa (unos y (Vasconcelos). ( . . . )
otros votaron el proyecto en Inglaterra): no es fácil Los -problemas de los pueblos de América se reducen
arrancar a Dios del alma femenina mientras el hogar sea cada vesl'más a un problema de educación, que es como
un santuario de intimidad profunda: no es fácil conse- decir de homogeneización de las distintas corrientes
guir la laización total mientras existan hogares en los que étnicas y culturales que los integran. En esto también
la manó femenina deshaga pacientemente la urdimbre de es.tamos de acuerdo con lo resuelto en el mentado
negaciones que teje la enseñanza oficial. Congreso de Maestros. Cambia nuestra actitud cuando se
No hay derecho humano cuyo ejercicio pueda exigir trata de las bases que h a n de operar la reforma pedagógi-
como precio la integridad dej hogar. ca. Desde luego no pueden serlo las declaraciones enfáti-
cas, vacías y atrasadas de esos señores "avanzados".
(Tomas D. Casares - Criterio - Año I - N° 6, p. 175) Nuestra enseñanza está viviendo en el aire, falta una
ética orientadora, que se pretende todavía suplir con los
viejos mitos del siglo pasado. Pero ya los conceptos
ciencia, progreso, evolución, han sido devueltos a SUí
Documento 26: Contrarreforma de la educación
verdaderos significados, h a n perdido la potencia anima-
dora, diríamos talismánica, que teñían para los abuelos
Reforma educacional Se busca otra cosa, aunque no se sabe bien qué. Lí
1
desorientación reina sobre todo en los medios oficíale,
de la enseñanza en donde todavía predominan camarilla
( . . . ) A penas hace medio siglo que nuestra nación se
adictas a las doctrinas líberales y cientificistas. En reab*
ha consolidado. Bien es cierto que una serie de adminis-
dad, esa gente está allí debido al juego.de la política
traciones excelentes, desde Caseros hasta 1916, dio al
pues las terribles luchas electorales a que nos ha abocado
este primer ensayo de democracia pura que nos regaló el
presidente Sáenz Peña, imponen a los gobiernos la
necesidad de llamarlos a esos puestos.
La democracia pura no hace cuestión de capacidades;
le interesa solamente el problema de las urnas.
El primer paso hacia Ta reforma deberá consistir en
una restauración de las disciplinas espirituales que consti-
tuyen la médula de nuestra cultura, en u n restableci-
miento de la continuidad histórica, rota durante algunos
decenios por la incorporación al cuerpo nacional de
doctrinas negadoras de la tradición. Que no se interprete
mal este aserto. Bienvenidos sean el progreso, la ciencia y
los adelantos técnicos. Apreciamos esas cosas en lo que
valen. Pero la cultura es otra cosa. Se ¿ a s a en el
mantenimiento de ideas morales y de reglas espirituales
jerárquicamente superiores a los postulados de las cien- IV
cias aplicadas.
Hay que restaurar esas bases. Encuentro el ejemplo de
ello e n la obra educacional realizada en Italia por EL OTRO NACIONALISMO
Musolini. Otros pueblos de Europa empiezan a inspirarse
en ella. La misma Alemania, todavía en luna de miel con Dos precursores del nacionalismo popular
la democracia, defiende bravamente su cultura, mante-
niendo a pesar de ía oposición tenaz de ios partidos Mientras los jóvenes nacionalistas desde sus periódicos
izquierdistas la enseñanza religiosa, que sin duda ninguna atacaban al radicalismo y a la democracia, Hipólito Yrigo-
ha contribuido a su preeminencia científica sobre pue- yen iniciaba su segunda presidencia. Pese a ,las condicio-
blos como Francia, invadidos por el " m o r b u s demagógi- nes favorables, que, como ya señalamos en eí capítulo
cus", y al actual renacimiento de su poderío. anterior, encontraba el nuevo gobierno, éste pronto se
vería en crecientes dificultades. A- ello contribuía no
(Juan E. Garulla - Criterio - Año I - N ° 1, p p . 6-7) . poco la avanzada edad del!primer mandatario y su
tendencia a centralizar las decisiones, a lo que se suma-
rían las pugnas dentro del elenco gobernante con vistas a
;

la sucesión del anciano caudillo y la falta de un plan de


gobierno orgánico y sistemático. Cuando ía coyuntura
económica favorable comenzó a revertirse en los dos
últimos: trimestres de 1929, como consecuencia del
agravamiento deí déficit en la balanza de pagos, producto
de ía caída en eí precio de ias exportaciones agropecua-
rias! y de la, disminución en la anuencia de capital
1 0 8
extranjero, en especial de corto p l a z o , la situación
comenzaría a adquirir ribetes peligrosos.
Si la política económica del segundo gobierno de
Yrigoyen no presentaba contornos más precisos que la
deí primero, y al igual que en éste existía una excesiva
6
124 125
confianza en las bondades del modelo agroexportador,
de ellos y colaborando en sus gobiernos el otro, contri-
contenía por lo menos un aspecto novedoso: la política
buyeron a hacerlos más manifiestos. Se trata de Manuel
petrolera. Si bien es cierto que ya en las postrimerías de
Ortíz .Pereyra y Enrique Moscoñi, a quienes se puede
la primera presidencia radical se había manifestado una
considerar precursores de lo que en la introducción
preocupación por el tema, reflejada en la creación de
hemos llamdo nacionalismo popular. i
YPF en junio de 1922, recién en la última época el
petróleo se convertiría en tema de campaña política y en El general Enrique Mosconi, nacido en 1877, hijo
proyecto de nacionalismo económico. Desde fines del de un ingeniero italiano, egresó del Colegio Militar en
gobierno de Alvear, la cuestión alcanzaría amplia reper- 1894 y posteriormente, en 1903, terminó la carrera de
cusión tras la aprobación por parte de la Cámara de ingeniería civil en la Facultad de Ciencias Exactas de la
Diputados de una ley que establecía la nacionalización Universidad de Buenos Aires. Admirador de Francia.y
de los recursos mineros y el monopolio de su-explota- significativamente de la Revolución Francesa, fue parti-
ción por parte del Estado nacional. La nueva ley as- dario de la Entente franco-inglesa durante la guerra
piraba a reemplazar al Código de Minería de 1886 que mundial tomando contacto por ello con algunos intelec-
restringía la posibilidad del Estado de participar en la tuales que .compartían su posición como Ricardo Rojas y
explotación minera y dejaba en manos de las provincias Leopoldo Lugones. En ese entonces, el coronel Mosconi
el derecho a otorgar concesiones. El nuevo proyecto, era Subdirector de la Dirección de Arsenales y desde allí
impulsado por la bancada yrigoyenista, fue aprobado colaboró en la elaboración de los primeros planes de
después de un largo debate en^l927, con el apoyo de los sustitución de importaciones, propugnando la creación
socialistas independientes, y al año siguiente, poco antes de industrias de guerra que aseguraran cierta autonomía
de la asunción de Yrigoyen, se completó con una 1 0 9
a la defensa n a c i o n a l . En 1922, accedió a la Direc-
cláusula que establecía la expropiación de todas l á > ^ ción de YPF, designado por Alvear a los pocos días de
concesiones en manos de empresas privadas. A pesar de haber asumido la presidencia, y se mantuvo en ella hasts
los • esfuerzos del Ejecutivo, el Senado, con mayoría el fin del segundo gobierno de Yrigoyen. En pocos años,
opositora, se negó no sólo a aprobar el proyecto de Ley la joven empresa estatal consiguió, bajo su conducción
sino también a considerarlo en sus sesiones, por lo cual la duplicar'"'su producción, instalar la primera destilen?
nueva legislación n o llegó a entrar en vigencia. El tema
nacional, poner en marcha nuevos yacimientos y sobre
del petróleo, que fue uno de los ejes principales de la
t o d o empezar a desempeñar un rol preponderante en h
campana electoral de Yrigoyen, planteó por primera vez
comercialización de los derivados del petróleo. Desdi
con claridad un debate de amplia resonancia posterior
acerca del papel del capital extranjero en la economía agosto de 1929, controló los precios de ventas de
nacional y del roí del estado en la actividad económica. mercado interno, obligando a las empresas privadas ;
fijar los suyos de acuerdo a los valores establecidos po:
El problema del petróleo, así como la defensa de la YPF. Moscona consideraba a este momento como :e
neutralidad durante la. Guerra o el rescate de ciertos p u n t o clave "en la ruptura de los trusts norteamericano í
elementos culturales autóctonos son indicadores de la '* inglés, y lo llamaba un "nuevo San Lorenzo", esto es un;
presencia de ciertos contenidos nacionalistas en el radica- batalla clave en la lucha por la "independencia económi
1 0
lismo. E n realidad, muchos nacionalistas que conspira- ca de nuestra América". j
ron contra Yrigoyen, como Ernesto Palacio en su Histo- Bajo su acción, YPF se convirtió en la primera grai
ria de la Argentina o, en menor medida, Julio Irazusta empresa estatal argentina, rompiendo de esta forma lo
en Balance de siglo y medio, reconocieron a posteriori moldes de una tradición muy afirmada que dejaba 1;
que el radicalismo yrigoyenista encarnaba principios actividad económica en manos casi exclusivas de i;
fundamentales del nacionalismo. Estos contenidos nacio- empresa privada. Si su obra al frente de YPF es bíei
nalistas del radicalismo nos permiten tratar aquí a dos conocida, menos lo son en cambio las ideas que .1
pensadores que desde el partido fundado por Alem uno Z sustentaban. Muchas de ellas están expresadas en un
IT
c o r r e n c i a radiofónica pronunciada en 1927, cuyo tex- Hmcom no perteneció a ningún partido político, y,
to reproduce el documento 27, Sin cuestionar el proyec- si bien él fue funcionario de alta jerarquía durante los
to global de. los hombres de la Organización Nacional, gobiernos de Alvear e -Irigoyen, no estaba. afiliado al
111 :

consideraba necesario revisar "los conceptos constitucio- radicalismo. Dentro del ejército, sin embargo, estaba
nales y normas legales que fueron excelentes a mediados sindicado como perteneciente al grupo yrigoyenista.
del siglo pasado" y de ir transformando al p a í s en " u n a Estuvo ligado al del general Deílepiane, y en 1928
organización económica nacionalista". Mosconi fue par- encabezó ía lista que triunfó en las elecciones del Círculo
tidario del desarrollo de la empresa privada de capital Militar, derrotando a la que presidía el general Uribu-
1 1 2

nacional y, aunque aceptaba la colaboración del capital ru . Después de la revolución del 30, le fue aceptada
extranjero, se oponía a la ingerencia política de las su renuncia a la dirección de YPF y se lo marginó de
grandes empresas que, según afirmaba, creaban "gérme- todo cargo de responsabilidad, enviándoselo primero a
nes de futuras dificultades y perturbaciones internas y Europa y pasándolo a retiro en 1933.
externas" en ios países en que se instalaban. Su importancia radica, sin duda, en su reivindicación
Es interesante señalar que la defensa del petróleo no del nacionalismo económico desde una perspectiva in-
se fundamenta en este texto exclusivamente en razones dustrialista y de la defensa del capital nacional estatal
de seguridad nacional, sino que se lo. considera un y privado ante, eí avance de las grandes compañías
elemento básico "para fomentar y proteger el crecimien- . extranjeras y que, aunque reducida al área específica del
to de la industria nacional", que Moscón! veía como petróleo, anuncia una actitud que será característica de
indispensable para el logro del bienestar de la población g r a n e a r t e de los grupos nacionalistas de la década'
y la consolidación de la nacionalidad, trascendiendo así siguiente, Centre ellos el de F O R J A , que lo. calificó de
eí esquema liberal agropecuario que sobrevivía a pesar de "digno; soldado de ía emancipación nacional" recono-
los cambios políticos. Con respecto al petróleo en ciéndolas!' una filiación común.
particular, proponía como medidas fundamentales; "na- Para la misma época en que Mosconi desde YPF
cionalizar y resguardar por el Estado las fuentes de encabezaba la lucha contra ía penetración de los gran-
petróleo", deteniendo el avance de ios trusts, y " d o t a r a des trusts petrolsf3s, un radical yrigoyenista, Manuel
la Nación de la conveniente legislación". Ortiz Pereira, publicaba dos obras que merecen tenerse
en cuenta'por la.originalidad, para la época, de las ideas
En el segundo texto seleccionado (documento 28),
en ellas expuestas. Se trata de Xa tercera emancipa-
parte de su prólogo a una obra colectiva titulada El
ción y de Por nuestra redención cultural y económi-
petróleo del Norte argentino y publicada en 1928,
ca, d e ' 1 9 2 6 y 1928 respectivamente, l a s q u e tuvieron
expone sus ideas acerca de la penetración de los grandes
escasa difusión y son hoy muy difíciles de encontrar aun
trusts petroleros. Consideraba, al petróleo como "el
en las bibliotecas más completas-
elemento de potencia más extraordinario del m u n d o " ,
La acción de Ortiz Pereyra consiste en uno de los
del cual; señalaba, pretendían adueñarse las naciones
esfuerzos más importantes de la década por denunciar las
poderosas, sin reparar en ios métodos a utilizar, ponien-
características y ias consecuencias de lo que definía
do en peligro la paz y ía seguridad, en especial las de
como la dependencia económica y cultural en que veía
ios estados americanos.' Eí p u n t o de partida de estas
sumergida a la Argentina de la "belle époque".
reflexiones era eí conflicto que mantenía YPF con ía
Pertenecía por su edad a la generación' de Gálvez y
Standard 011 en la provincia de Salta por el control de los
Rojas,: ya que había nacido en 1883, y al igual que
-yacimientos petroleros, ya que eí gobierno de ía provin-
ellos era hombre del Interior, correntino. No llegó a ser
cia, propietaria de su subsuelo de acuerdo ai Código de
un novelista famoso ni tampoco rector de la Universidad,
Minería de 1886, había entregado importantes reservas a
y ío más trascendente de su obra, además de sus libros,
ía Standard Oil mientras negaba a YPF autorización para
fue la influencia que ejerció sobre el grupo de FORJA, y
operar en su territorio.
en particular sobre Arturo Jauretche, que fue en gran
128 129
medida heredero de su estilo campechano y satírico.
Radical como y a se señaló, renunció a su cargo de fiscal fierro de nuestros productores, sino en Europa y Estados
1 1 4
federal después de la Revolución de setiembre^ y se Unidos". Aunque Ortiz Pereyra no deja de señalar su
ofreció como defensor del expresidente en el proceso postura favorable a la nacionalización del petróleo, su
judicial que le iniciaron las nuevas autoridades. propuesta no es industrialista, sino más bien de defensa
En toda la década del 30, hasta su muerte en 1941, se del productor nacional, pequeño y mediano propieta-
enroló en los sectores más intransigentes del radicalismo, rio, ganadero y agricultor, .perjudicado por la política
y fue uno de los firmantes del "Manifiesto de los 'de las grandes compañías extranjeras, en una línea
Radicales Fuertes", emitido en vísperas de la reunión de temática bastante cercana a la de los hermanos Ira-
1 1 5

la convención nacional del radicalismo que, a principios zusta. Sobre su postura económica se han selecciona-
de 1935, levantaría la abstención electoral que el partido do dos fragmentos de "Por nuestra redención cultural y
había mantenido desde 1932. El "Manifiesto", cuyos económica" (documentos 29 y 30). El primero de ellos,
firmantes quedaron en la minoría, j u n t o con el mante- "Somos una factoría elegante", reúne gran parte de los
nimiento de la abstención, enunciaba como misión de conceptos que hemos acabado de exponer. El segundo,
la UCR promover la.reconquista de la soberanía econó- "Los transportes", es una crítica a.las empresas ferrovia-
mica y política de la Argentina y de todas las naciones rias extranjeras., con una interesante observación acerca
latinoamericanas. En 1935. Ortiz Pereyra formó parte de de la política de tarifas y su incidencia sobre la produc-
lo que se llamó eí grupo de los "Cinco Iniciadores", en el ción local.
cual se gestó la idea de la fundación de F O R J A , que se Más originales son sus consideraciones sobre la falta
concretaría a fines de junio de^T935 teniéndolo como de originalidad de nuestra cultura, a la que suponía
uno de sus participantes. Desde FORJA continuó con su tributaria de modelos extranjeros. Consideraba a los
prédica, y su última obra, "El S.O.S. de mi pueblo'V-^ argentinos "emigrantes intelectuales": "mientras estimu :

inauguró las publicaciones forjistas en el mismo año de lábamos la inmigración de las personas, íbamos organi-
1935. Para la misma época colaboraba en Señales, el zando la emigración de nuestras ideas". A partir de allí;
periódico de Martínez del Castillo que en su momento señalaba el afán por copiar, lo que él llamaba "sobresatu-
13 3
dirigieran Scalabrini y J a u r e t c h e . ración de..,europeísmo", y que resumía censurando el
temor de los argentinos a ser originales y hacer aquí lo
En las obras de Ortiz.pereyra de la década del 20, dos
que n o se hacía en otras partes. !
temas sobresalen: la preocupación por la enajenación de
la riqueza nacional y el rechazo a lo que Consideraba Sus "frases sin sentido argentinista", en las que no
falta de originalidad del pensamiento argentino, tributa- pneXie dejar de verse un antecedente de las "zonceras" dé
rio de ideas importadas. jauretche, le servían para hacer más gráfica su denuncia.
En el documento 3 1 , se transcribe el análisis que hace de
Con respecto al primero,.veía a la Argentina como
u n a . de dichas frases, lo que sirve para enunciar sus
una " F a c t o r í a elegante" que, siendo un país rico, conta-
'propuesta: "emanciparnos de la tutela intelectual, po-
ba con una población empobrecida, y en la que las más
lítica y económica que ejercen sobre nosotros los
importantes fuentes de recursos estaban en manos de •
extranjeros^ sin culpa de ellos, seguramente". Una nota
empresas extranjeras: "nuestras grandes riquezas agrope-
apíaratoria en la que señala que " n o están comprendi-
cuarias están en manos de media docena de firmas, y los
dos en la denominación genérica de extranjeros que
habitantes de la República vivimos en unaa permanente
empleo en este capítulo, ni los italianos ni los españo-
crisis económica". Las grandes firmas acopiadoras, las
les. Estos no vienen al país para ganar dinero, y, luego,
empresas de transporte, los frigoríficos, son para Ortiz
despreciarnos" delimita el concepto y a la vez lo diferen-
Pereyra los beneficiarios de la abundancia de nuestra
cia de otras propuestas nacionalistas que hemos obser-
producción y, a pesar del. 'Volumen de su comercio
vado. Otros dos aspectos merecen subrayarse en el
exterior", cuyas • cifras alcanzan sumas siderales, los
QC^ texto analizado: el pronunciamiento a favor de la partici-
millones " n o quedan en el bolsillo ni en las cajas de
pación del estado en la economía, como forma de
i
romper con el predominio de la empresa extranjera, y democrática, y q u e realizará en 1930 una opción política
la defensa de la soberanía popular opuesta a la de aquéllos: la defensa del gobierno radical.

Otro aspecto significativo del pensamiento de Ortiz


Pereyra es su crítica a los socialistas, desde una perspecti- Documento 27. La Argentina industrial
va diferente a la que usaban los nacionalista elitistas que
se han visto en capítulos anteriores. En un lenguaje que El petróleo y la economía latinoamericana ;
se asemeja y a la vez se anticipa al que utilizaran F O R J A
Concepto motriz
y más tarde la denominada "izquierda nacional", Ortiz
Pereyra acusaba al partido de Juan B. Justo, con su
Nuestra Nación, al igual que otras latinoamericanas,
fundador a la cabeza, de extranjerismo. Esta acusación
se' encuentra empeñada en la laboriosa y compleja
no se dirigía tanto al origen de sus cuadros sino a lo que
organización de su economía. Estos países, constituidos
consideraba su falta de capacidad para comprender la
políticamente después de grandes y penosas dificultades,
realidad local, al trasponer mecánicamente los esquemas
de largas y sangrientas perturbaciones, que tienen su
sociales enunciados en Europa. Renrarcaba este^concep-
explicación en la calidad de los .factores étnicos que
to en una frase que recuerda polémicas más recientes en
intervinieron en la conquista y en la evolución social de
el área de la izquierda argentina: los socialistas no
la colonia, inician la tercera y última etapa de su historia
comprenden, decía, que los burgueses de aquí son "los
(1
ascendente.
dueños de las grandes empresas extranjeras, que están y
1
viven en E u r o p a " . Por detrás de esta postura subsis- Emancipados del dominio ibérico, los pueblos suda-
tía empero —a diferencia de lo que puede ocurrir con mericanos, formados por foscos ; elementos raciales, se
muchos de sus epígonos m o d e r n o s - una veta tradiciona- debaten en procura de su organización definitva, guiados
lista, manifiesta cuando afirmaba que no p o d í a soste- por confusos principios políticos, que van desde el
nerse que los estancieros fueran considerados como gobierno monárquico hacia la república unitaria o fede-
burgueses argentinos por la condición a que habían ral y disponiendo de rudimentaria base económica.
quedado reducidos " p o r culpa de la desvalorización'de Mientras nuestras provincias cruzan la larga noche de
los ganados". Pero la crítica no se agotaba en el planteo incertidumbre y desconcierto de la fratricida lucha arma-
de la inexistencia de una burguesía nacional, sino que da, expresión final de las ambiciones y rivalidades de
negaba también la existencia del proletariado. N o sin personas o de grupos, y solución a la vez de localismos
cierta perspicaeia observaba que en los circunstanciales preñados de envidias y enconos irreductibles, germina la
proletarios, se encontraban en realidad "propietarios en nueva vida. De los dolores del mañón indio o mestizo, de
gestación 117
o pequeños burgueses en embrión con la opresión instituida por la barbarie, alumbra al fin,
grandes posibilidades de triunfar", con lo que describía felizmente, la fórmula definitiva de nuestra constitución
con agudeza la mentalidad de la base electoral del política.
socialismo. Tras otras consideraciones como la alabanza Las nacionalidades se asientan sobre normas de pro-
a la política obrera de Yrigoyen o la reivindicacióon de greso colectivo. El trabajo y una evolución forzosamente
1 1 8
la "política criolla" en disidencia con J. B. J u s t o , lenta, pero inevitablemente segura, alcanzarán el bienes-
culminaba Ortiz Pereyra con una exhortación a los tar del pueblo, propósito cardinal que en todos ios
argentinos " a ser autodidactas y originales, repudiando tiempos ha orientado el pensamiento y la acción de los
toda tentativa de imitar o plagiar ideas e instituciones hombres de gobierno patriotas.
1 1 9
extrañas". Nuestro estatuto provisional de 1815 y la Constitu-
ción de 1826, que disuelve nuevamente la Nación en
Las voces de Mosconi y Ortiz Pereyra delinean el tentativa de organizarse, establecían en sus declaraciones
rostro de un nacionalismo de distinta matriz ideológica de derechos y garantías principios fundamentales de
del de los conspiradores uriburistas, de base romántica y atracción deí extranjero. Los necesitaban dos elementos

132 133
de que n o disponían en la inmensidad del suelo argenti- el hábito de tomar ingerencias políticas en los países en
no: hombres y capitales. La Constitución del 5 3 , refor- que operan, que empleen por sistema procedimientos y
mada el 60, es una liberalidad excepcional, inspirada normas inmorales, que pretendan no ser'regidos por las
en la necesidad acentuada de atraer y asimilar al extran- leyes en que se basa nuestra soberanía, deben ser
jero, a todos los hombres del mundo que quieran habitar rechazados, porque esos capitales llevan en si gérmenes
nuestro suelo y compartir el imperio de nuestras leyes. de futuras dificultades y perturbaciones internas y exter-
(. . .) Llegó ya el m o m e n t o de seleccionar hombres y nas.
capitales y establecer asimismo protección para hombres La situación de la RepúbÜca Argentina es-semejante a
y capitales nacionales. Organizado el trabajo y las explo- la de los demás países de Latinoamérica, que bregan por
taciones de las riquezas nacionales con hombres y la consolidación de sus economía y su progreso moral y
dinero del_ país, mejoraremos evidentemente nuestras material.
condiciones de vida, lo que es indispensable si, como lo En esta organización económica, el petróleo desempe-
hemos manifestado, nos encontramos aún en la necesi- ña y desempeñará en lo futuro un papel trascendente,
dad de continuar atrayendo inmigración deseable. Esti- pues es el elemento indispensable para fomentar y
mulando el espíritu de empresa en el capital nacional, proteger el crecimiento y desarrollo de la industria
refugiado hoy en la inacción o en el interés de los títulos nacional y seguir así el proceso evolutivo de los pueblos,
o cédulas hipotecarias, aprovecharemos los mayores sal- que, en plena expansión de su fuerza creadora, han
dos del trabajo y en ello tendremos otra razón más de arribado a un positivo bienestar y consolidado la nacio-
mejoramiento. En las actividades"- industriales, en las nalidad,
grandes organizaciones agropecuarias que, coordinadas JLos países de Latinoamérica que, como el nuestro,
en el intercambio mundial, controlan y fijan, no siempre'v explotan petróleo y n o posean yacimientos carboníferos
con toda la equidad que sería de desear, la remuneración ""^ o bien no sean éstos comercialmente explotables, deben
del trabajo de la campaña; en las industrias de los preservar las fuentes de combustible líquido de toda
transportes fluviales, marítimos, terrestres y aéreos, en influencia que no sea eminentemente nacionalista; el
el comercio y en las organizaciones bancarias, es tiempo combustible., constituye la plataforma sobre la que se
ya que la inteligencia y el capital argentinos intervengan levantará "su futura organización industrial. ( . . . )
en más vasta escala y recojan los beneficios colectivos
Es menester nacionalizar y resguardar por el Estado
que hoy se nos escurren de las manos.
las fuentes de petróleo, sobre las cuales se cierne el
Con la cooperación de Europa hemos organizado el proposito de acaparamiento de los sindicatos y trusts
país y l o ' h e m o s equipado, colocándolo en condiciones petrolíferos: los gobiernos de los países de Sudamérica
de emprender la explotación de sus. riquezas; y posibili- que para mantener la certidumbre de su futuro progreso
dades en mayor escala; en los últimos años los Estados así lo hagan, ejercitarán una alta previsión patriótica.
Unidos, con el envío de capitales y representantes de sus Nacionalizar y explotar con criterio que consulte el
grandes empresas, se incorporaron a nuestras actividades. s. interés de la Nación los yacimientos de combustible
Podemos, pues, elegir ahora el elemento que nos conven-
líquido, es robustecer la propia economía y al mismo
ga; pero, en primer término, nuestro deber .'es realizar
tiempo restar predominio a los trusts acaparadores que
con nuestros propíos medios una máxima tarea y luego
absorben y oprimen con sus imposiciones y refuerzan su
aceptar la colaboración de hombres y capitales, sin
poder explotando nuestras riquezas naturales y utilizan-
distinción de nacionalidad, siempre que éstos se sometan
do en su provecho los enormes beneficios que de ellas se
sin reparo a las imposiciones de nuestras leyes. Capitales
que pretendan condiciones especiales, exigiendo un tra- obtienen, pero para nacionalizar las fuentes de petróleo,
tamiento de excepción que algunas veces n o h a de poder para que el Estado mantenga en sus manos el contralor
acordarse a los del país, no favorecen a la Nación; conveniente y perciba participación equitativa en los
capitales que aspiren al dominio económico, que tengan QG beneficios muchas veces extraordinarios de las explota-
ciones, es menester que los hombres de Gobierno den
pruebas de gran espíritu de previsión y obtengan en catos, \respaldados por los gobiernos de las naciones a
oportunidad la adecuada legislación. que pertenecen, combaten sin tregua por adueñarse del
Las leyes de petróleo, corno lo he manifestado en elemento vital por excelencia, sin el cual .Gran Bretaña,
otro lugar, pueden sancionarse con toda facilidad cuando por ejemplo, no podría mantener el predominio de que
no existe petróleo. Esta observación es de interés para disfruta y los Estados Unidos de Norte América no
los países donde aun no ha alumbrado yacimiento podrán llegar a la. ansiada meta de su política mundial.
alguno, lo que puede ocurrir en forma inesperada. La En todos los pueblos de la América latina donde existen
experiencia argentina constituye un amplio e incontras- yacimientos, luchan los grandes trusts por el acapara-
table ejemplo. Entre nosotros, a pesar de toda la labor miento del subsuelo, rico en petróleo, y triunfa el más
cumplida en cuanto a legislación se refiere desde que se hábil, :el más sagaz, generalmente el menos escrupuloso.
descubrió petróleo en Comodoro Rivadavia, hace 20 En estos países es donde se observa con más crudeza el
años, no hemos definido aun la ley que dé unidad de triste espectáculo que ofrece la controversia enconada y
doctrina e interpretación a la aplicación de las normas el debate irreductible que se libra entre los que defien-
para la explotación metódica y racional de los yacimien- den el interés nacional y los que conspiran, muchas veces
tos; que modere, si así fuera necesario, el interés particu- con éxito, contra él, apoyando y estimulando el arraigo
lar que aleje los perjuicios que la ignorancia y la de las organizaciones extranjeras, que, por lo general,
incapacidad pueden producir en los depósitos naturales; succionan la riqueza del país, comprimen su economía y
que d é , en fin, a la Nación la verdadera posesión de sus
dominan su política. ••
minas, y que la Nación y las Provincias, usufructúen
En nuestro país la opinión pública presencia el mismo
equitativamente sus beneficios.
espectáculo. Van corridos ^cinco años desde que se inició
la lucha. Formamos parte del grupo que ha dado la señal,
(Enrique Mosconi, El Petróleo Argentino, Bs. As., 1936, mantenido la fundada alarma, y quiere que sea la Nación
pp. 198-208) la que administre la riqueza petrolífera, porque sólo así
se cumplirán íos_rjreceptos establecidos en el preámbulo
de nuestra Constitución. ( . . . )
Documento 28: El petróleo y la política Desde el punto de vista económico, en poco o nada se
benefician los países donde operan los grandes trusts. El
Ya se ha difundido en el conocimiento popular que el torrente de petróleo, convertido en oro, engrosa las arcas
petróleo es el elemento de potencia más extraordinario de las compañías, y claman, protestan.y resisten, invo-
del mundo moderno. Factor irreemplazable para el cando propósitos confiscatorlos, cuando los gobiernos de
dominio del mar y del aire, es preponderante para los países en que'desarrollan sus actividades se proponen
triunfar en tierra firme. El acorazado, el submarino, el establecer equitativos tributos. Tal ocurre en Méjico y
avión y la tracción mecánica exigen petróleo y derivados Colombia; en Perú no sucede lo propio porque la ley
de ese mineral, y con el dominio del mar, de la tierra y pertinente priva al gobierno establecer tributo o impues-
del aire se asegura la riqueza y se mantiene el poderío. t o alguno a la más poderosa de las compañías extranjeras
Las naciones poderosas procuran la conquista de los que explotan petróleo.
.yacimientos petrolíferos y sus "pioneros" ejercitan para Los pueblos de los. países que poseen yacimientos
su adquisición todos los procedimientos, invocan dere- acaparados por los grandes trusts tampoco se benefician
chos, trafican con las conciencias, presionan con su con bajos precios de venta, como se podría suponer. Las
diplomacia y la brutal intervención armada o el bloqueo organizaciones acaparadoras del combustible líquido re-
económico termina con la codiciada posesión. En todas gulan y fijan los precios sin considerar los factores
partes se advierten señales de la encarnizada lucha entre económicos locales. América del Sur pagará así las
los grandes vampiros que se disputan la sangre negra de pérdidas sufridas en Oriente o viceversa. Si se incendian
los organismos económicos modernos. Los grandes sindi- instalaciones o evaporan productos que importan mülo-

136 137
nes de dólares, se elevará el precio de venta en la No tiene usted, en definitiva, más que un bello suelo
cantidad y tiempo necesarios en el mercado que pueda donde va a ser enterrado dentro de poco.
soportarlo. Los precios se fijan para llegar al máximum Nuestras grandes riquezas agropecuarias, están en
de ganancia que puedan proporcionar las plazas de manos de media docena de firmas, y los habitantes de la
consumo y n o para alcanzar beneficios equitativos y República vivimos en una permanente crisis económica
proporcionales al capital invertido. de la que no podemos salir sino mediante la conquista
del empleo público o privado.
(Enrique Mosconi, Prólogo a El Petróleo del Norte De este modo, una parte de la población del país vive
Argentino, Salta, 1928, pp. VIIÍ-X) d é l o s sueldos nacionales, provinciales y municipales; lo
que determina las crisis financieras en que se debaten la
nación, las provincias y las municipalidades, no obstante
Documento 29: La falsa prosperidad cargar cada día con más gabelas sobre eí pueblo trabaja-
dor, por concepto de impuestos.
Somos una factoría elegante Otra parte vive del empleo privado al servicio del
capitalismo extranjero o del pequeño comercio y de la
Hermano y compatriota: pequeña industria y los únicos que no viven del empleo
¿Quiere usted saber qué es la República Argentina? público o particular son ios que se consagraron a los
Tome un mapa plano del m u n d o , extiéndalo sobre trabajos agropecuarios y éstos no viven ni del empleo ni
una mesa y dóblelo por la mitad, de-abajo para arriba, de del salario porque son muertos que caminan como se ha
modo que el Ecuador quede como lomo de la dobladura. demostrado en el último Congreso de la Federación
Observará en seguida que nuestra Argentina, super- Agraria reunido en Rosario en Agosto de 1927.
puesta sobre la América del Norte, cubre un espacio que Nuestros gobernantes" dicen, sin embargo, que el país
abarca desde la mitad de Méjico hasta casi la mitad Sud goza de una gran prosperidad y se manifiestan encanta-
del Canadá. dos del bienestar colectivo, pues como ellos están bien y
¿Quiere saber más? Tome una regla y mida la son incapaces de ver las tristes realidades profundas de
distancia que separa la Argentina de la línea del Ecuador nuestra vida económica, juzgan el estado del pueblo por
y de ía línea del Polo. Encontrará que está equidistante su estado de satisfacción interior. ( . . . )
de ambos climas extremos.
¿Quiere saber, todavía, algo más?, (Manuel Ortiz Pereyra, Por nuestra redención cultural y
Corte el mapa mundi por la dobladura y superponga económica, Bs. As., Peuser, 1928. pp. 25-30)
la hoja que contiene el mapa de la Argentina sobre los
mapas de Europa, de Asia, de África y de Oceanía,
teniendo cuidado de seguir la línea del Ecuador con el Documento 30: El Ferrocarril y la economía argentina.
filo correspondiente de su hoja. No encontrará ningún
otro país mejor colocado sobre la superficie del planeta. Los transportes
Eso le dice a usted que debe inclinarse y rezar su En la sesión celebrada por el Senado Nacional el día
oración más sentida loando a Dios por el beneficio que le en que se discutieron los diplomas de Porto y.Cantoni, eí
ha hecho al ponerlo para vivir en la más privilegiada zona señor Senador por Santa Fe, doctor Ricardo Caballero,
del m u n d o de su cieación. pronunció estas palabras:
Ahora, lleve las manos a su bolsillo y cuente sus "La campaña hecha para desprestigiar a los F.F. C.C.
moneditas. . . del Estado ha sido pagada por las empresas ferroviarias
¡Qué contraste! Ahí está su vida en plena República extranjeras".
.Argentina y en el siglo de la más esplendorosa civiliza- Cualquiera hubiese pensado, al oír una denuncia
ción. concreta de semejante gravedad, que ella hubiese provo-
caá o un extraor&iUíií: -revuelo» en los círculos periodís- Documento 3 1 : Xa emancipación intelectual
ticos y gubernativos del país. Sin embargo nadie se dio
hasta hoy por enterado de tales manifestaciones del
senador santafesino. (. . .) El recelo de lo nuestro y la fe en los extranjeros
Vamos a ver si dejándolas consignadas en estas pági- nos sirve como guía para juzgar todos los asuntos que
nas aparece alguien que tenga interés en comentarlas y pueden interesamos, en el orden público, de un modo
atribuirles todo el inmenso valor que encierran. fundamental.
Para adobarlas y corroborarlas nos referiremos a otro
aspecto de la misma cuestión.
5. — Frases sin sentido argentinista
Todos los años en el m o m e n t o de la venta de las
cosechas se alzan protestas por la falta de vagones que los
diarios de Buenos Aires registran en sus informaciones Contamos, para ello, con frases hechas, generalmente
del interior. Y este año se produjo en Oncativo, importadas, que erigimos sin contralor, en norma de
centro de una de. las regiones agrícolas más dejasas de nuestro gobierno y de nuestra conducta. Son frases que
Córdoba, una verdadera conmoción casi revolucionaria, fueron felices en su hora, pero que ya no lo son.
por que los productores locales, unidos en cooperativas, De Nicolás Avellaneda, por ejemplo, conservamos
se veían precisados a mantener sus cereales en los una, para nuestro mal, porque es europea. La pronunció
depósitos a la espera de vagones, mientras-'dómprobaban para atemorizar a los políticos de su tiempo y nosotros
el ir y venir de trenes enteros, completamente vacíos, la aplicamos en serio y a destajo.
por las vías del Ferrocarril Central Argentino que cruzan "El Estado debe ahorrar aunque sea sobre el hambre
precisamente esa zona. y sobre ía sed del pueblo", dijo, en un arranque oportu-
Tales protestas no las han formulado ni las formulan n o de su elocuencia tribunicia. Desde entonces, cerramos
las grandes firmas extranjeras acopiadoras y exportado- l o s ojos y arremetimos enfurecidos contra cualquier
ras de cereales, sino las sociedades cooperativas y los gasto de cualquierugobierno sin reparar que la mejor
comerciantes lugareños, que se ven obligados a sufrir ciencia de gobierno consiste, precisamente, en hacer
todo género de mermas en sus productos y en los precios gastos, aunque sea comprometiendo el crédito de la
por causa de la espera de vagones q u e deben soportar. Nación, con tal de satisfacer las necesidades del pueblo.
Exactamente lo mismo ocurre en todo tiempo a los Pero donde culmina la incomprensión de las cosas
ganaderos de Entre Ríos, Corrientes y el Paraguay. No nuestras, por culpa de nuestra excesiva comprensión de
pueden conseguir trenes para conducir sus haciendas las ajenas, es e n los asuntos relativos al estatismo econó-
hasta Buenos Aires, porque los libros del F.C.N.E.A. mico y nos asalta un verdadero miedo, casi pánico,
están siempre repletos de solicitudes de Liebig's y de cuando alguien nos dice que el Estado debe hacer tal
Bovril para quienes jamás faltan máquinas, vagones y vía cual obra que los particulares no quieren o no son
libre. Eso sí: hay que ser justos. N o podemos quejarnos capaces de hacer por su espontánea iniciativa.
de esta ventaja de q u e gozan Bovril y Liebig's en elNord Ahí, no más, aparece el criterio europeo escondido,
Este Argentino, porque, al fin y al cabo, el Nord Este, como un puñal, bajo eí poncho criollo.
Bovril y Liebig's son tres firmas inglesas, tienen su " ¡No!., n o debe hacerse eso, porque el Estado es mal
administración en Londres y hasta parece que fueran los administrador". Tal es la frase hecha, la sacramental
mismos empresarios, por que en los Directorios figuran frase, sin sentido argentinista, erigida en norma de la
nombres idénticos, cabalmente homónimos. (. . . ) mentalidad argentina.
En Europa, la cultura comercial y fabril de los
pueblos, ha llegado a su apogeo; el espíritu de empresa
(Manuel Ortiz Pereyra - Por nuestra redención.. . - cit, Q£{ existe y se hace presente para competir con los gobiernos
pp. 130-134) en la realización de las grandes obras de interés común;

140 141
el espíritu de solidaridad tiene gestación secular, y'
ningún gobierno puede ser buen administrador de Ban-
cos, Ferrocarriles, Frigoríficos o cualquier otro negocio
que afecte servicios públicos o responda a necesidades
públicas, porque cualquier empresa privada administra,
hasta el centavo, cien veces mejor que el mejor gobierno
de Europa.(. . .}
_Los argentinos que leemos las protestas que se levan-
tan, con tal motivo, allá, contra los gobiernos que
pretenden realizar obras en competencia con los capita-
les particulares, nos pronunciamos sentenciosamente
como ellos, diciendo que el Estado es mal administrador,
pero no miramos que carecemos de espíritu.de solidari-
dad y de empresa; no vemos la ineptitud de nuestros
capitalistas criollos para realizar grandes obras, bancarias,
frigoríficas, ferroviarias, etc., etc.; no observamos que es
V
tanta nuestra incultura comercial que siempre nos vemos
obligados a llamar extranjeros y hacerles grandes conce-
LA REVOLUCIÓN DEL 30 Y EL NACIONALISMO
siones para que realicen las obras-qu-e-no fuimos capaces
de hacer nosotros; no comprendemos que, si no las hace
el Gobierno, las tendrán que realizar los europeos o los
yantas, con sus hombres y con sus capitales, para llevarse La Revolución de setiembre
nuestro dinero y para tenernos bajo su yugo, cosas éstas
peores que la incapacidad para administrar que atribui- El 6 de setiembre de 1930 los porteños presenciaron
mos a nuestro gobierno. Pero esto mismo no es verdad, un espectáculo por ese entonces inusual: una columna
del todo, porque si bien hemos fracasado muchas veces, militar compuesta por los cadetes del Colegio Militar,
también hemos acertado muchísimas y no tenemos secundados por algunos pocos efectivos de la Escuela de
razón para apoderarnos del encono ajeno y atacar las Comunicaciones y del Regimiento 1 de Caballería, y
iniciativas que quiera tomar el Estado de aquí, olvidando acomnañados en lo que parecía un desfile por una
que nuestro Banco de la Nación, nuestro Banco Hipote- muchedumbre de -civiles, avanzaba sobre la Plaza de
cario Nacional y la magnífica realización de los caminos Mayo para derrocar a un gobierno Constitucional. Salvo
públicos de Córdoba, son obras del Estado Argentino que un serio incidente en los alrededores del Congreso
a todos nos honran. - Racional que ocasionó varios muertos, la pequeña co-
lumna- pudo cumplir sin tropiezos su cometido. El
Debemos convencernos de que si nada hacemos me- Vicepresidente a cargo del Poder Ejecutivo desde el día
diante la administración del Estado, nada tendremos, o anterior, Enrique Martínez, presentó su dimisión, y
todo seguirá siendo ajeno, como los frigoríficos, como horas más tarde haría lo mismo Hipólito Yrigoyen. El
los ferrocarriles, como t o d o lo que hay de grande en gobierno radical se había derrumbado sin estrépito y
nuestro país que no es nuestro, sino de nombre, en ese asumía su cargo el primer presidente de facto de este
orden de asuntos.
siglo: el General José Félix Uriburu. Cómo pudo triunfar
una revolución que, según la mayoría de los testimonios,
(Manuel Ortiz Pereyra, La Tercera Emancipación, Bs estuvo mal dirigida y peor organizada - l o s revoluciona-
As., Lajouane, 1926, pb. 76-80) rios debieron cambiar sus planes el mismo día de la
acción—, que contaba con escasísimo apoyo en las
Fuerzas Afr/jadas, &obre fc>a sitvsles medios y altos, ssge&ti&o - y e! tramilo D'Abemon-Oyhanarte de setiem-
que no consiguió q u e se plegaran a ella ninguna de las bre de 1929 que reforzaba los lazos con Gran Bretaña
Unidades de batalla del área de Buenos Aires, es u n a era una prueba de ello— sino que tampoco estaba en
20
pregunta inquietante y de difícil r e s p u e s t a * . El gobier- condiciones de readaptarse a los tiempos de la gran
no elegido con el 57,4 % de los votos dos años antes caía depresión. Si esto es hoy evidente, lo era mucho menos
sin resistencia ante los cadetes del Colegio Militar. ¿Qué en setiembre de 1930 cuando la crisis no había aún
lo había derribado.? ¿La crisis económica y financiera golpeado' plenamente sobre la Argentina y donde nadie
mundial? ¿El petróleo? ¿Las disensiones internas? ¿La tenía —ni siquiera los nacionalistas como vimos— recetas
conspiración cívico-militar? ¿La ancianidad del viejo alternativas.
caudillo? Ninguna respuesta, individualmente considera- Si la situación económica no puede darnos la clave
da, es convincente; un cuadro de conjunto de todas ellas sino sólo un marco de referencia, tampoco puede hacerlo
tal vez sea más plausible. la simplista explicación del petróleo como móvil central
Tal cual se señalara en el capítulo. anterior, desde de la conspiración. Probablemente sea un ingrediente
mediados de 1929 la situación económica faxorable más pero hacer de ello el tema principal parece una
comenzaba a revertirse. El problema tendería a agravarse i n t e r p r e t a c i ó n excesivamente unilateral del proble-
tras el cierto desorden que en el sistema financiero 1 2
m a ^ . De mayor peso son las disenciones internas,
internacional se generara a partir del derrumbe de la vinculadas a la vejez del presidente. Una intensa lucha
bolsa de Nueva York en octubre de 1929. Las serias tenía lugar en el elenco gobernante, lucha por la sucesión
dificultades de la balanza de pagos argentina, afectada de Yrigoyen cuyos cabecillas eran el Ministro del interior
por la iliquidez internacional y por la caída del valor de y el Vicepresidente. A este problema se sumaba la
sus exportaciones, obligaron al gobierno de Yrigoyen a relativa parálisis administrativa del gobierno, que alimen-
abandonar el patrón oro a fines de 1929. El año 30 verá tada por la prensa opositora y por el rumor callejero
profundizarse la recesión: la caída de las exportaciones daba la impresión de desgobierno e inacción. El tradicio-
agrícolas —producto de una mala cosecha 1929-30—, la nal mutismo deLpiirner mandatario tendía a agravar la
ligera flexión de la producción industrial y el descenso
1 2 1
imagen y a dar la sensación de que el mismo se
también moderado del salario real lo d e m u e s t r a n . La
encontraba secuestrado por sus colaboradores e ignoran-
situación de todos modos distaba de ser crítica como en
te de lo q u e sucedía en el exterior. El tradicional manejo
algunos momentos de la primera presidencia de Yrigo-
desordenado de la cosa pública contribuía también a
yen, la ocupación se mantenía elevada y el grado de
1 2 2 conformar un cuadro que sin ser tampoco decisivo
conflictividad social era muy b a j o . Si la contracción
de la actividad no era muy grave desde e l ángulo creaba un clima de escepticismo e incertidumbre.
socio-económico, si lo era más desde el punto de vista Que las cosas no funcionaban bien ni económica ni
político. El sistema de "estado benefactor" sui generis políticamente lo reflejaron las elecciones de diputados
que había instalado el radicalismo a través del'gasto de marzo de 1930. El radicalismo fue castigado electoral-
;

público, recibía un fuerte cimbronazo. Como señalara un mente descendiendo del 57,4% de 1928 al 41,7,% de los
1 2
historiador de la e c o n o m í a 3 , la disminución de los votos;de 1930. Particularmente grave fue el resultado
recursos fiscales como consecuencia del descenso del en la; Capital Federal donde el radicalismo empató el
nivel de actividad económica entre 1928 y 1930, conge- segundo lugar con el Partido Socialista, ambos a buena
niaba mal con el aumento del gasto y por ende del distancia del triunfador el Partido Socialista Indepen-
déficit público. La no absorción por el mercado de los diente. Siendo grave el resultado —el radicalismo sacaba
títulos colocados para cubrir el déficit público colocaron sólo los votos propios históricos del partido y obtenía
12
al gobierno en una parcial cesación de pagos. Era uno de sus más bajos porcentajes en e s a . é p o c a ^ — \ 0

ostensible que el radicalismo no sólo no tenía recetas era aún más, porque de todos modos había triunfado.
para resolver la tormenta que se cernía sobre el modelo Desde cierto punto de vista> el resultado era el peor
posible: lo suficientemente malo como para dar. cierto
144 145
consenso a un golpe militar, lo suficientemente bueno Mundial del lado alemán, y al igual que muchos entre sus
:

como para demostrar a los opositores que el camino de compañeros de armas se había convertido en un admira-
las urnas para derribar al gobierno seguía vedado. dor del sistema prusiano. Durante el Gobierno de Alvear
Si la crisis económico financiera, el relativo desgobier- llegó al máximo cargo del escalafón: Inspector General
no y la pérdida de consenso son las condiciones de del Ejército. Lector asiduo de periódicos nacionalistas
posibilidad del golpe, el instrumento es el Ejército. Dos como La Voz Nacional, La Nueva República y Criterio, .
proyectos, minoritarios ambos, han ido forjándose en las se había manifestado muy impresionado por los logros ;
Fuerzas Armadas para derribar a Yrigoyen, basándose en de la Italia mussoliniana, probablemente influido por las
el malestar que generaba en dichas instituciones la ideas de su primo Carlos Ibarguren y de su amigo
política de pases y ascensos del yrigoyenismo, el des- Leopoldo Lugones. Los distintos protagonistas no son .
censo del gasto militar en el rubro equipamiento y la coincidentes sobre la fecha en que el General habría \
tradicional hostilidad de los militares a la "chusmocra- comenzado su tarea conspirativa, después de su. pedido \
cia". Uno encabezado por el ex Ministro de Guerra de de retiro del Ejército en mayo de 1929. Sus propósitos, :

Alvear, Agustín P. Justo y el otro por el .ex Inspector según le informó a Carlos Ibarguren eran más amplios •
General del Ejército, Uriburu; liberal, partido crático, que las de un simple cuartelazo: "Mi plan es hacer una
"constitucionalista", el del primero, el otro "naciona- revolución verdadera que cambie muchos aspectos de
lista", autoritario y corporativo. Así al menos lo han nuestro régimen institucional, modifique la Constitución ,
descripto los protagonistas de los sucesos. La informa- y evite se repita el imperio de la demagogia que hoy nos .
ción es de todas maneras fragmentaria y, con referencia a desquicia. No haré un m o t í n en beneficio de los políti-
la conspiración militar, sospechosa: las dos principales cos para cambiar hombres en el gobierno, sino un .
fuentes :el Teniente Coronel Sarobe y el entonces ^ levantamiento trascendental y constructivo con presan- :
Capitán Juan Perón reflejan los puntos de vista justistas. 1 2 7
dencia de los p a r t i d o s " , Eí objetivo, como se ve, era
Dejando al margen al hombre que a la larga vencería ambicioso y distinto del que simultáneamente llevaban
en esta complicada partida de ajedrez que disputaron los adelante Justo y sus amigos, más preocupados por dar un ;
dos proyectos, concentremos nuestra atención en el golpe que np modificara la Constitución y conservara
aparente vencedor, el General Uriburu. Dos imágenes el predominio de los políticos. Ambos grupos, por su j
contrapuestas han quedado de. este hombre.,La de su condición minoritaria agravada por la presencia de un \
primo y mentor político Carlos Ibarguren que. lo descri- militar enérgico y popular en el Ministerio de Guerra, el \
be como: "un_ espíritu enérgico, firme, rectilíneo y General Dellepiane, debían buscar conformar una alianza
valiente. . . hablaba con precisión, expresando su pensa- para tener, ciertas posibilidades de éxito. En junio de
miento en tono decidido, en forma clara y terminante" y 1929 se enfrentaban dos listas en las elecciones de :
la mucho más desfavorable.de! biógrafo de Yrigoyen, autoridades del Círculo Militar, en lo que era un buen
Manuel Gálvez: " N o me pareció hombre de talento ni de
barómetro de las tendencias políticas. La lista encabeza-
s a b e r . . . indudablemente carecía de, visión política" y
da por el General Uriburu a quién acompañaba el
terminaba recordando que desde 1929 y hasta entrado
Coronel Manuel Rodríguez, colaborador estrecho de \
1930 lo v e í a ' p o r la calle Florida con tres o cuatro
1 2 6 Justo, era cómodamente d e r r o t a d a p o r la lista pro-guber-
amigos piropeando a las mujeres que p a s a b a n . Este
namental encabezada por el General Pablo Ricchieri por
militar, que pertenecía a una familia muy tradicional de
Salta, - e r a bisnieto del General Arenales y sobrino del 929 votos contra 6 3 5 * 2 8 /
ex-presidente José Evaristo U r i b u r u - , había sido revolu- Uriburu, que desarrollaba sus actividades conspirati-
cinario en 1890, cuando era subteniente, y había milita- vas desde los aristocráticos Jockey Club y Círculo de
:
do en el Partido Demócrata Progresista junto a su amigo Armas, continuó con su tarea secundado por un selecto
Lisandro de la Torre. Al igual que su subalterno en el grupo de oficiales y por algunos jóvenes nacionalistas. El
golpe, el Coronel Kinkelín, había visto la Primera Guerra ^f2_ aspecto militar de la conspiración ha sido ya prolija-
129
mente descripto en otras obras a las que r e m i t i m o s ,
solo sti recordará aquí el m o m e n t o decisivo. El día 27 de las ideas expuestas, por Lugones unos años antes no era
agosto la conspiración fue detectada por el Ministerio de ajeno sin duda el resultado de las elecciones de 1928,
Guerra y Dellepiane comenzó a presionar sobre el Presi- que habían llevado a Yrigoyen por segunda vez a la
dente para que éste diera los pasos necesarios para presidencia, y que los nacionalistas veían como el signo
detener el movimiento que debía estallar el 2 de setiem- más ostensible del fracaso del régimen demolibcral,
bre. El Presidente a instancias de sus círculos íntimos como se señalara en el capítulo III.
no da crédito a su Ministro de Guerra y éste decide Cuando La Nueva República cumplió su primer ani-
renunciar el 3 de setiembre ante la pasividad del gobier- versario, i el . banquete con el cual sus redactores lo
no. La renuncia de Dellepiane allana los propósitos de festejaron en el Munich de la Costanera tuvo un inespera-
los conspiradores. A Ultimo m o m e n t o una complicación do comensal, muy aplaudido por los participantes, que
adicional afecta a los conjurados, las diferencias ideológi- no era otro que el general Uriburu, con el cual de allí en
cas. Justo y los políticos opositores presionan sobre más los ; contactos se harían muy frecuentes. Desde
Uriburu, a través del Teniente Coronel Sarobe para que principios del año 29 los Irazustas y.Camila comenzaron
este de garantías de no alterar la Constitúción^y de
a.visitar al general en su casa, desde donde irían poco a
retornar p r o n t o al sistema partidocrático. El día 5 de
poco preparando el aspecto civil de la conspiración. Y el
setiembre el General Uriburu aceptaba las reformas- al
periódico', que para entonces arreciaba en sus críticas
manifiesto de ligero tinte corporativista que pensaba
contra Yrigoyen, suspendió su publicación en el mes de
proclamar una vez asumida la Presidencia y i i e b i d o a la
m a r z o , . ya que sus redactores abandonaron por un
pluma de Leopoldo Lugones. Uriburu comenzaba a
comprobar la diferencia que media entre un plan políti- tiempo'la labor periodístiqa para dedicarse de lleno a la
co teórico y su concreción en la realidad. El día 6, más actividad: revolucionaria. Para los neorrepublicanos, co-
por inacción del gobierno que por propia capacidad, la m o queda expresado en el fragmento de Carulla antes
revolución resultaba triunfante. citado, Uriburu encarnaba la posibilidad de hacer concre-
tas sus' aspiraciones a una modificación del régimen
político,; que sokwveían posible . como obra de un
gobierno fuerte y respaldado por las fuerzas armadas, y
Los grupos nacionalistas y la confiaban en que la revolución n o culminaría, como la
Revolución de setiembre del 90, en un cambio del presidente,, sino que llevaría
adelante ]un plan de reformas en las instituciones del
Si el primer objetivo de La Nueva República había Estado, que debía comenzar p o r la del sistema de
sido expresar desde el p u n t o de vista doctrinario y sufragio.; Uriburu, por su parte, y más allá de sus
político las ideas de lo que desde el primer número objetivos; a largo plazo, de lo cual ya hemos hablado,
llamaban "el nacionalismo argentino", pronto se agrega- consideró al grupo de La Nueva República, al que se
ría el de contribuir por medios más directos a reemplazar sumaron p r o n t o otros nacionalistas q u e n o colaboraban
el sistema político existente por uno más acorde con las en el periódico, como un factor importante en la prepara-
ideas expuestas en el periódico. ción de- la acción revolucionaria.
Aunque los testimonios de los protagonistas difieren
en el relato de los pormenores de los acontecimientos en
que participaron, .coinciden en señalar que el punto de La Liga Republicana y la Legión de Mayo
partida de su nuevo accionar fue el acercamiento al
general Uriburu, en quien veían " u n militar de prestigio, Antes de promediar el año 1929, en una concurrida
con dotes de estadista, (que) podría aunar las voluntades reunión de la que participaron t a n t o los nacionalistas de
dispersas del elemento civil, respaldándolas con el apoyo La Nueva República como muchos otros que nunca
del sector sano de las fuerzas armadas, que sabíamos habían colaborado e n el periódico se decidió organizar
1 3
numeroso y bien inspirado" ° . A esta coincidencia con un grupo de choque, la Liga Republicana, a la que sus

148 149
miembros definieron como "milicia voluntaria de la Uriburu, según testimonio de Canilla, contribuía a soste-
juventud para luchar contra los enemigos interiores de la ner financieramente a la nueva agrupación.
131
República". En octubre de 1929 quedaron definitivamente consti-
Los principales inspiradores de la creación de la tuidas las autoridades de la "Liga", a cuyo frente se
"Liga" habían sido Rodolfo Irazusta y Roberto de designó un triunvirato compuesto por Rodolfo Irazusta,
Laferrere, después de haber pedido y conseguido el visto Daniel Videla Dorna y Roberto de Laferrere, a quien
bueno de Uriburu, que ya les había expresado en otras Lizardo Zía llamaba el "alma pater" de la misma.
oportunidades la necesidad de "ganar la calle" para Roberto de Laferrere fue sin dudas la figura principal
1 3 2
preparar el ambiente necesario a la revolución. Aun- de la "Liga Republicana". Periodista, redactor de "La
que en un principio la Liga era amplía y, según consta en F r o n d a " , había alcanzado notoriedad entre los naciona-
sus ,"Bases y Programa de Acción" (documento 32) listas a raíz de un grave incidente con Enrique Larreta, al
admitía en su seno "a todos los descontentos del cual había acusado duramente desde las columnas del
gobierno del señor Yrigoyen dispuestos a iniciar una diario por haber apoyado la candidatura de Yrigoyen a la
campaña de agitación callejera", fue siempre controlada presidencia. Después de haberse iniciado, como muchos
por los nacionalistas, y uno de ellos, Carlos Ibarguren (h) otros nacionalistas, en -el Partido Demócrata Progresista,
la' llamó "agrupación precursora del movimiento nacio- en cuyo periódico Tribuna Demócrata había hecho sus
13 3
nalista a r g e n t i n o " . Se proponía resistir al gobierno primeras letras en el periodismo, abandonó sus convic-
no solo a través de la prédica oral y escrita, sino "iniciar ciones democráticas y se convirtió, por influencia de su
una acción enérgica en defensa d^te^ Constitución y las hermano, en ferviente admirador de Maurras. Aunque
leyes de la República", utilizando para ello "cualquier mantenía buenas relaciones con el grupo de redactores
medio" y "cualquier sacrificio" y " e n previsión de de La Nueva República, en cuyo periódico no colaboró,
posibles agresiones oficiales, organizará a los adherentes se distinguía de aquellos por una preocupación mayor
en forma que puedan repelerlas". El Programa de la por la acción que por la reflexión teórica. En consonan-
"Liga" justificaba su acción invocando el derecho de los cia con ello, en la década del treinta y desde la conduc-
ciudadanos a resistirse al despotismo, en consonancia ción de la "Liga" que mantuvo hasta 1942, estuvo al
con la tradición escolástica. Igualmente sostenía la nece- frente del -conflicto que algunos grupos nacionalistas
sidad de respetar la Constitución, y esto que la alejaba de generaban con fuerza de orientación opuesta. Durante la
algunos nacionalistas como Lugones, la emparentaba en Segunda Guerra Mundial mantuvo una posición de neu-
su planteo político con La Nueva República. tralismo intransigente desde las páginas de El Fortín,
El cuartel general de los liguistas era el local del diario periódico fundado y dirigido por él. A diferencia de
La Fronda, el matutino furiosamente antiyrigoyenista 'muchos otros, no participó de los elencos gobernantes
del que era propietario Francisco Uriburu, primo del del régimen militar instaurado en 1943, y posteriormen-
general, y que desde sus páginas atacaba con epítetos de te fue un decidido adversario del peronismo participando
1 3 4

todo calibre a los miembros del gobierno, especialmente del complot del general Menendez en 1 9 5 1 .
al presidente. Aunque La Fronda era un diario de En consonancia con los propósitos de su Programa de
orientación conservadora, para esta época colaboraban acción, pronto la "Liga Republicana" comenzó a cum-
en ella muchos nacionalistas: Alfonso y Roberto de plir con la, labor agitativa para la cual había sido creada,
Laferrere, los Irazusta, Palacio, Pico, Lizardo Zía y el y sí su primera actuación pública tuvo escasa repercusión
mismo Lugones, que publicó en ella varios artículos. Los - u n o s pocos que, al grito de "Viva la patria, abajo el mal
dos redactores más importantes del periódico, Justo gobierno" enfrentaron a la comitiva oficial que se dirigía
Pallares Acebal, que en esta etapa estaba a cargo de la al Tedeum en que se conmemoraba el aniversario de la
dirección, y Delfín Ignacio Medina, también, estaban Independencia y que costó una horas de cárcel a Rodol-
vinculados al nacionalismo, y formaron parte de la fo Irazusta y Mario Lassaga, otro miembro del plantel de
"Liga". El mismo propietario del periódico, Francisco La'Nueva República— en los meses siguientes consiguie-

i en 1C 1
incrementando su accionar. Este consistía en a partir :de una ruidosa silbatina al Ministro de Agricultu-
realizar actos relámpagos, ahora al grito de "Abajo el ra Fieitas al inaugurarse la Exposición rural e l ' 3 0 de
Peludo. Viva la revolución", empapelar los frentes de la agosto de 1930, que buscaban crear el clima de conmo-
: :

ciudad y los medios de transporte con pequeños carteles ción preparatorio de la asonada militar. •"
:

antiyrigoyenistas, y convocar a algunos mitines que La Legión de Mayo era, al igual q u e ' la Liga, una
lograron un discreto apoyo, como los. que realizaron en organización agitativa, pero a diferencia de é s t a ' f u e
plaza Congreso en protesta por diversas facetas de la - creada recién en vísperas de.la revolución y por iniciativa
acción del gobierno. Muchos de estos actos terminaban a directa de Uriburu. En su primer manifiesto, lanzado.el
los tiros, enfrentándose los liguistas a los miembros del 25 de agosto del 30, calificaba al país como " u n buque a
"Klan radical", eí grupo de choque que había sido la deriva (que) va a estrellarse en los escollos d é l a
creado en el seno de diversos comités del partido oficial miseria, la vergüenza y la anarquía" y llamaba a la acción
1

para actuar como factor de presión ante las fuerzas contra el gobierno para " r e s t a u r a r l a organización repu-
3

opositoras. blicana, representativa y federal.* ? Su fundador fue


Alberto Viñas, diputado conservador y hombre de Uri-
Aunque la "Liga" era primordialmente un grupo de
buru, y aunque estaba integrada en gran parte por
acción directa, existían algunas discrepancias en torno al
ciudadanos independientes que dieron su apoyo al golpe,
papel que la política debía jugar en ella. Las divergencias 1
también muchos miembros de la "Liga Republicana",
hicieron crisis en vísperas de las elecciones de diputados
entre ellos Laferrere y Canilla, firmaron el manifiesto
por la Capital que debían realizarse en marzo de 1930.
inicial.
Cuando llegó el m o m e n t o de decidir que actitud tomaría
el grupo ante los comicios se presentaron 'diferencias en . Además de la silbatina en la Rural, la "Liga" y la
el seno del triunvirato directivo y como consecuencia -- "Legión" actuaron en conjunto en los días inmediata-
Rodolfo Irazusta, que quedó en minoría, renunció. El mente anteriores a la revolución, en que Uriburu designó
problema suscitado era producto de que mientras Videla a Alberto Viñas como jefe de todas las fuerzas civiles,
Dorna y Laferrere eran partidarios de votar la fórmula que participaron e n l a custodia del general y acompaña-
del socialismo independiente, Irazusta, proponía integrar ron al ejército en siT'march.a hacia la capital, logrando
una fórmula conjunta de socialistas independientes- y movilizar, según sus protagonistas, un millar de ciudada-
personalidades vinculadas al nacionalismo como Caries y nos. I 3 8

Lugones. La diferencia n o era meramente coyuntura!


sino que reflejaba discrepancias más profundas que se
ahondarán hasta hacerse evidentes en la década siguiente, La Nueva República
entre quienes como Irazusta eran más proclives a la
formación de un partido político nacionalista y, por Tal como hemos señalado, en marzo de 1929 La
ende, a aceptar las reglas de juego del sistema demolibe- Nueva República dejó de aparecer, y sus redactores
ral, y aquellos como Laferrere más inclinados hacia reemplazaron la labor periodística por la actividad cons-
13 5
soluciones corporativas o militaristas. pirativa. Pero pocos meses antes de la revolución, el 18
A medida que avanzaba el año 30, la acción de los de junio de 1930, inició el periódico su segunda época.
"lingüistas" se hacía más provocativa y más intensa y, En toda esta etapa. Xa Nueva República cumpüó como
como consecuencia de ello, los enfrentamientos con el órgano periodístico la misma tarea que realizaba la "Liga
"Klan" radical en los que —pese a la homérica imagen Republicana" en la calle, esto es preparar el ambiente
136
brindada por Federico I b a r g u r e n — los resultados a para la Revolución. Según testimonio del entonces capi-
menudo eran desfavorables, más continuados. En los tán Perón, en una reunión de oficiales conspiradores que
días previos al golpe militar de septiembre, los "liguis- se realizó en julio de 1930, se consideró "la necesidad de
tas" junto a los miembros de otro grupo de choque, la V J intensificar la propaganda entre los Oficiales, para lo cual
"Legión de Mayo", organizaron una serie de incidentes,. se mandaría a todos los que fuera posible el diario La

152 153
Nueva República que salía, defendiendo en particular las tomaba partido entre las líneas que se iban esbozando en'
13 9
ideas sustentadas por el G e n e r a l " . el seno de la conspiración, y daba su tácito apoyo a'
Tanto Palacio, que ocupaba ahora el cargo de direc- Uriburu, en quien habían depositado, como ya dijéra-
tor, como Rodolfo Irazusta, que seguía siendo el respon- mos, todas sus expectativas: "Que asuma el Ejército
sable de la sección " L a Política", insistían desde sus todos los poderes del Estado, en buenahora. Pero que sea
páginas, al igual que la mayor parte de la prensa de j por lo. menos para plantear, después de una depuración
entonces, en sus críticas al gobierno. Pero, a diferencia I profunda de los vicios colectivos, la reorganización
de otros periódicos, y en consonancia con su prédica | nacional." (. . . )'Acudir a la fuerza, reclamar la interven-
inicial, propugnaban el cambio en el sistema político, al ción del Ejército en las actuales circunstancias, es perfec-
que consideraban tan responsable de los sucesos que
tamente legítimo. Pero, si esa intervención no significa
denunciaban como al propio gobierno: "El hartazgo de
otra cosa que la renovación y continuación de la farsa
la política electoral, ja repugnancia por el " h e c h o " 1 4 4
¡ electoral, será mejor q u e no o c u r r a . " .
democrático, extendida hoy a Todas_las clases sociales,
• En lo que consideraban que debía ser el programa del
es, como se ve, el mejor aliado de nuestra propaganda.
(. . .) Los hombres sensatos votan por los socialistas í gobierno revolucionario no manifestaban aún una pos-
independientes y se quedan satisfechos. Nosotros sabe- | tura favorable a la reforma de la Constitución, y lo
mos que hay que arrasar con todo y nos parece una tarea \ prioritario seguía siendo, a su criterio, la modificación
liviana. Nosotros tenemos r a z ó n " . 1 4 0 1
Así como en la del sistema de sufragio: (. . .) "es necesario un régimen,
primera etapa, justificaban sU--postura con una visión dictatorial que suprima las elecciones de sufragio univer-
1 4 5
apocalíptica de las posibles consecuencias de la democra- sal"; pero a diferencia nuevamente de la primera,
cia: " L a salvación del país solo puede venir de un etapa del periódico, aparecía una preocupación mucho
movimiento de opinión contra el régimen y el estableci-'^- mayor por el tema económico. En esto juega sin duda un
;
miento, en la Casa Rosada, de un gobierno nacional, no ¡ papel fundamental el hecho de que comenzaran ahacer-
partidario. Arrancar la patria de las manos rapaces de los \ se evidentes las consecuencias de la crisis mundial, en la
profesionales de la política, esto es lo que importa. Todo i que quedaron en descubierto todas las debilidades del
lo demás será seguir agonizando, hasta que Eegue la hora i modelo agroexportador y la estrecha dependencia en que
de la catástrofe definitiva: invasión extranjera o revolu- l se encontraba nuestra economía con respecto 3 la econo-
14 1
ción s o c i a l . " í mía británica. La situación presente y la agudización de
f la crisis económica llevarían a los Irazusta, en la década
Pero a diferencia de la primera época, no solo confia-
ban en una solución a corto plazo: " Y hasta es posible I siguiente, a buscar sus orígenes en el pasado y a conde-
que no haya que esperar la eternidad de cuatro años a nar la acción de los gobiernos liberales como responsa-.
1 4 1
que nos tiene condenados el calendario p o l í t i c o " | bles de la penetración económica inglesa.'Aunque falta-.
sino que exponían con claridad cuáles serían los medios \ ban todavía varios años para la publicación de La
para lograrlo: "el país puede confiar en sus Ejércitos de . | Argentina y el imperialismo británico, algunas de las:
Mar y Tierra, pues son las únicas instituciones del Estado j que serían sus afirmaciones aparecían ya esbozadas con;
:

que la podredumbre de éste no ha podido descompo- ¡i claridad en algunos artículos de Rodolfo, como cuando
ner." 1 4 3
A casi seis años del "Discurso de Ayacucho", ¡ sostenía que "el libre cambio es el instrumento de
aceptaban por fin la solución.lugoniana, lo que también f nuestra dependencia económica a los mismos anglosajo-
se hizo evidente en la intensificación de sus relaciones f nes" o cuando denunciaba que ciertos resortes básicos de :

con el poeta y en la publicación en La Nueva República • la economía, como los ferrocarriles, los frigoríficos y las
del prólogo a La Patria Fuerte, en junio, y el de La l finanzas 146
estaban en manos del capital i n g l é s .
Grande Argentina, en agosto. !' Y a menos de una semana de la revolución, Rodolfo
En estos artículos que -anunciaban la necesidad y la I Irazusta reclamaba un gobierno fuerte, al que considéra-
posibilidad de la revolución militar, La Nueva República l a ^ ba el único capaz de "realizar la transformación econó-
1 7
rdc~ que el país necesita" « y en el que todos los k confusión ideológica de los nacionalistas gobernantes,
racionalistas depositarían sus esperanzas. e s imposible saberlo con certeza. Lo cierto es que el
proyecto revolucionario se empantanará no sólo en las
incapacidades políticas de su conducción —por otra
Ei Gobierno del General Uriburu parte evidentes—, sino principalmente en las resistencias
que dicho proyecto encontraba en las distintas fuerzas
El 8 de septiembre de 1930 asumió el nuevo gobierno sociales y políticas. Sin peso ideológico en ía clase
entre las aclamaciones de los sectores medios'opositores dirigente o en el ejército — donde la línea corporativa era
al radicalismo. El elenco ministerial había sorprendido a francamente minoritaria, sin base en ninguna fuerza
los jóvenes e inexpertos nacionalistas, pero no sin duda a social como los sectores medios o medio bajos imprescin-
quién tuviera cuenta de las reales fuerzas sociales y dible para dar una entidad real a un proyecto de este
políticas q u e ' se movían detrás de la revolución. Un tipo, como lo mostraban los ejemplos europeos, el
elenco de veteranos políticos conservadores, en su gran programa corporativo pasará sin pena ni gloria. La
mayoría miembros del Jockey Club como el nuevo ausencia de conflictos externos movilizadores o de desór-
Presidente ocupaban las distintas carteras. Sin -fuerza J
denes sociales internos amenazadores quitaba toda posi-
para impulsar por ahora sus propuestas, el General bilidad a un sistema de tipo nacionalista autoritario en la
Uriburu transaba con las fuerzas tradicionales. Sin em- Argentina de los años treinta.
bargo los proyectos corporativos n o habían -sido olvida-
r
El General Uriburu, a través de sus seguidores los
dos, la designación del ex-conservador y flamante nacio- Coroneles Molina y Kinkelín y del Dr. Carulla hizo
nalista — aunque algo paradójicamente también abogado algunos intentos de imitar el ejemplo italiano mediante
de compañías petroleras extranjeras— Matías Sánchez la creación de una agrupación paramilitar cuyo objetivo
Sorondo, así como la designación de Interventor en la era por un lado apoyar desde Ja calle la acción del
Provincia de Córdoba de Carlos Ibarguren así lo ratifica- gobierno y a más largo plazo, constituir el embrión de
o
ban. Por los demás el I de octubre si nuevo Presidente una agrupación política sustentadora de un nuevo régi-
daba un Manifiesto en el que entre protestas de respetar men. Se trataba a V h t "Legión Cívica Argentina" funda-
la Constitución y los partidos, se expresaba la necesidad da en febrero de 1931 y reconocida oficialmente por el
de propender a reformas constitucionales pero solo " p o r gobierno en mayo del mismo año. Entrenada por oficia-
los medios que la misma Constitución señala" y se volvía les en actividad en cuarteles del Ejército, sus integrantes
a sugerid v líternativa de tipo corporativo: "Cuando los usaban uniforme y grados y desfilaban en las fiestas
representantes del pueblo dejen de ser meramente repre- cívicas j u n t o a las fuerzas regulares. En el marco de una
sentantes de comités políticos y ocupen las bancas del concepción de la acción y de una filosofía de la fuerza, la
Congreso obreros, ganaderos, agricultores, profesionales, "Legión" se proponía inculcar las virtudes militares y,
industriales, etc., la democracia habrá llegado a ser entre prevenir la repetición de los excesos democráticos para
1 4 8
nosotros algo más que una bella p a l a b r a " . El 15 de lo que convocaba a " t o d o s los hombres de bien, amantes
octubre estos conceptos eran reiterados en una conferen- del orden y dispuestos a luchar para que no se malogren
cia pronunciada en Córdoba por el nuevo interventor 1 4 9
los frutos del 6 de s e p t i e m b r e " . La "Legión", tolera-
Ibarguren (ver documento 33). Nuevamente aquí envuel- da por.los sucesivos gobiernos, continuará su actividad,
tas en un ropaje liberal aparecían lo que eran dos ideas siempre muy ligada y controlada p o r grupos de oficiales
esenciales del nuevo grupo: reformar la Constitución y de las Fuerzas Armadas —lo que era una diferencia de
establecer algún tipo de representación corporativa sin importancia con las organizaciones del género europeas-
suprimir el sistema político existente. Si las contradic- a lo largo de la década del treinta y hasta principios de la
ciones flagrantes que estos discursos muestran eran del cuarenta. Más impresionante que efectiva, más ruido-
producto solo de la necesidad de evitar reacciones graves sa que poderosa esta agrupación creada a imitación de
contra los mismos, o si por el contrario eran producto de otras extranjeras —incongruencia nacionalista— no consi-

156 157
guió ejercer una efectiva influencia sobre los reales integrantes de la Liga Republicana, encabezados por
factores de poder de la sociedad argentina. Roberto de Laferrere, acompañó a Carlos Ibarguren en
Los dos documentos que se transcriben referidos a la su gestión como interventor en Córdoba, que se prolon-
"Legión Cívica" marcan con claridad los propósitos del gó hasta mediados de abril del 3 1 , y que fue tal vez el
gobierno al formarla (documento 34) y los objetivos de único intento —muy tibio por cierto— de aplicar las
la misma a través del breve fragmento referido a la reformas anunciadas. Ibarguren contó también con el
organización de las escuadras que aparece en el "Progra- respaldo de las principales figuras del nacionalismo cor-
ma de instrucción fundamental para escuadras" (docu- dobés, encabezadas por Nimio' de Anquín y Luis Martí-
mento 3 5 ) , : nez Villada, que e n la década siguiente fundarían el
De fracaso político en fracaso político, el gobierno de Partido Fascista de Córdoba, uno de los núcleos más
Uriburu aislado completamente de la sociedad argentina, importantes del nacionalismo en el Interior. Los Irazusta
sólo fuerte a través de una dura represión a los sectores no ocuparon cargos públicos, pero según testimonio de
extremistas opositores, debió ir cediendo posiciones, su hermano, Rodolfo era siempre bien recibido por
hasta convocar —tras el fiasco electoral de la Provincia de Uriburu en la Casa de Gobierno.
Buenos Aires que produjo el alejamiento del Ministro Si en un principio los nacionalistas no hicieron públi-
Sánchez S o r o n d o - a elecciones generales con proscrip- cas sus críticas al gobierno, no por ello dejaban de
ción de la fuerza mayoritaria, el radicalismo. En las manifestar su descontento, y Rodolfo Irazusta escribía a
elecciones de fines de 1931 era elegido presidente su o
su hermano el I de octubre del 30, a menos de un mes
rival del año anterior: el General "Justo. El 20 de febrero, de la revolución, que "elcarnbio de gobierno operado en
tras un absoluto fracaso político, fracaso que reiterarán el país (. . .} ha sido una de las cosas más absurdas que
otros golpes militares "nacionalistas" posteriores, el Ge- darse puedan. Preparado y efectuado por los reacciona-
neral Uriburu debía entregar el poder formal al poder 5
rios, es usufructuado abiertamente por los l i b e r a l e s . '150

real. Pronunció entonces su último manifiesto, y su La Nueva República siguió defendiendo desde sus
documento político más importante, en el cual expresa páginas lo que siempre había considerado los principios
la amarga queja del militar atrapado en la sutil telaraña de la revolución, y fue poco a poco manifestando una
de la política (documento 36). Como tantos otros actitud opositora que alcanzó un punto culminante en el
después de éí muestra la inconducencia de aplicar las editorial que publicó el 5 de octubre de Í 9 3 1 , fecha en
recetas del cuartel a la realidad. Su ideario claramente que comenzó a salir como diario. En él sus redactores
corporativo (nótese la mención a las comunas medievales hicieron pública la ruptura con el gobierno, al que
y la referencia- a Mussolini) aparece como una utopía acusaron de haber traicionado el espíritu de la revolu-
nostálgica y trasnochada. ción, convirtiendo lo qu~e debía ser un movimiento de
cambio en una restauración conservadora. Y si eran
prudentes al hablar de Uriburu, al que consideraban
Los nacionalistas y el gobierno de Uriburu "mal aconsejado por sus colaboradores inmediatos",
dejaban entrever con claridad la parte de responsabilidad
Tras haber apoyado fervientemente a la revolución, la que le cabía: "Diariamente se esperaba con ansiedad, de
mayor parte de los grupos nacionalistas, como ya dijéra- los labios del jefe, la palabra que enterraría definitiva-
mos, se sintió pronto desilusionada por las medidas del mente el pasado. Y cuando esa palabra fue una promesa
gobierno, que manifestó desde un principio una orienta- de elecciones hubo decepción general.. .". Este texto,
ción muy distinta a lo que parecían haber sido los del que se transcribe un fragmento, es sin duda uno de
objetivos del movimiento de septiembre. los que expresa con mayor claridad la desilusión de los
De todas maneras, algunos nacionalistas colaboraron jóvenes nacionalistas, muchos de los cuales buscarían
en la nueva administración: Palacio fue como ministro nuevos rumbos en la década siguiente (documento 37).
de gobierno a San Juan, y una buena parte de los El grupo de la Liga Republicana era igualmente
críü^o con respecto al gobierno, pero, al igual que Plan general de acción de
Garulla, guardaba mayor admiración por Uriburu y la Liga Republicana
confiaba en que el presidente, al que consideraban
i de la conspiración justista y de su deteriorada Conforme a su carácter de liga de acción y en
"a'^-í, pudiera alguna vez volver a encabezar un movi- consonancia con sus baies y programa ya aprobados, la
miento revolucionario. No le perdonaron en cambio que Liga Republicana se propone concretamente aplicar toda
creara la Legión Cívica, en vez de apoyarse en el grupo su actividad organizada a poner de relieve los actos del
11
de fieles que desde la "Liga habían contribuido a hacer gobierno nacional que merezcan las censuras de Sa
151
posible la r e v o l u c i ó n . opinión y a expresar su protesta pública contra los
Paradójicamente, muchos nacionalistas terminarían mismos cada vez que las circunstancias lo reclamen. A
apoyando la candidatura de Justo, a la que vieron como tales efectos:
única alternativa para evitar el triunfo de la Alianza Civil. o
I ".— Dispondrá de un servicio propio de informacio-
En una historia que volvería a repetirse reiteradamen- nes relacionadas con las actividades del gobierno y su
te a lo largo de este siglo, terminaron derrotados y partido, que le permita documentar sus denuncias.
teniendo que apoyar a sus adversarios políticos, que eran o
2 .— Organizará en su seno comisiones encargadas de
los que representaban los verdaderos factores de poder estudiar los distintos asuntos que se refieran a dichas
en la sociedad argentina. actividades y de redactar las comunicaciones a la prensa
en que se hagan constar las irregularidades, transgresio-
nes o vicios comprobados.
Documento 32: La Liga republicana o
3 .— Acusará ante los tribunales a los funcionarios
que cometan actos punibles, para lo cual se hará asesorar
Bases y programa de acción por autoridades en la materia.
de la Liga Republicana 7-XI-1929 4°.— Dará conferencias públicas en las calles de la
ciudad, designando un cuerpo de oradores para que
Los firmantes de esta declaración —hombres jóvenes, desarrollen los temas que indiquen las autoridades de la
desvinculados de los partidos que se disputan la primacía Liga.
electoral- han resuelto constituirse en una liga de 5 ° . ~ Producirá actos callejeros de protesta contra los
acción, cuyo objeto será combatir, por todos los medios, actos ¡del gobierno que deban ser destacados ante ía
la corrupción política que ha hecho presa de la Repúbli- opinión pública y en previsión de posibles agresiones
ca, denunciar sus • orígenes, proponer los remedios y oficiales, organizará a los adherentes en forma que
procurar su aplicación. Comprenden todos que las cir- puedan repelerlas.
cunstancias actuales imponen a los ciudadanos de buena
voluntad un alistamiento extraordinario para el servicio (En: Julio irazusta, El pensamiento, político nacionalis-
del país. Es posible, en efecto, desinteresarse de la lucha ta, Bs. As., Obligado, 1975, pp. 25-28).
política —si no se siente por ella una vocación especial—
cuando se vive bajo regímenes de progreso y orden que
inspiran confianza en eí destino de la patria; pero no Documento 3 3 : Un proyecto corporativo .
sucede lo mismo cuando, como en el estado presente,
cualquier ciudadano que posea un mínimun de lucidez VIII. La representación de los
debe temblar por ese destino. La conciencia de los males intereses sociales en el gobierno
actuales y de los más graves aún que que a todos nos
amenazan, ha decidido la formación de esta Liga, que es Uno de los vivos anhelos que animan el contenido de
una milicia voluntaria de la juventud para luchar contra la Revolución es el de que en el Estado actúen los
los enemigos interiores de la República. ( . . . ) representantes genuinos de los verdaderos intereses socia-

160 161
:
otros importantes órganos de servicios públicos, debieran
les, en todas sus capas, evitando así que elementos
tener algunos asientos establecidos por la ley en las.
parasitarios del profesionalismo electoral, que no signifi­
comisiones directivas representantes de los intereses so-'
can ningún valor, acaparen el Gobierno como ha ocurri­
cíales vinculados a esas entidades. Entre nosotros existe
do, y se interpongan entre éste y las fuerzas vivas y
un ensayo aislado, que es una feliz experiencia de esas'
trabajadoras del país. El Estado no puede ser burocracia
representaciones, en la Caja de Pensiones Ferroviarias, en
de comité, ni el funcionario caudillejo de parroquia,
cuyo Consejo Directivo tienen asiento mandatarios de
parásito que nada representa como fuerza social. (. „.) .- :
obreros, de empresas y del Estado.
El anhelo expresado p o r el jefe de la Revolución, de
la representación .directa de los intereses sociales en el
Congreso, y en general en el gobierno, puede ser realiza­ (Carlos Ibarguren, El significado y las proyecciones de la\
do y hacerse efectivo sin alterar el sufragio universal revolución del 6 de setiembre, Córdoba, Talleres de la'
como fuente del mandato legiíiativo, Lo que debe Penitenciaría, 1930).
transformarse es la organización de los partidos políti­
cos, en cuyas convenciones electorales debe establecerse
y mantenerse —como lo sostiene el eminente maestro Documento 34: El rol de la Legión Cívica
Rodolfo Rívaroía— representaciones de fuerzas y de
gremios sociales, con lo que se llegará a formar grandes
agrupaciones cívicas y orgánicas sin caudillos que las Discurso pronunciado por el General Uriburu ante la
acaparen para explotación persorfaír Legión Cívica Argentina (25 de mayo de 1931)
Por otra parte, en el Parlamento pueden estar repre­
sentados los partidos por el sufragio universal y acordar­ "Saludo en vosotros - d i j o - , a la fuerza cívica qué
se una representación parcial a gremios que estén sólida­ condensa y expresa con fervor el espíritu genuino de lá
mente estructurados. La sociedad ha evolucionado pro­ Revolución de Septiembre. Sois hijos de ella, la habéis
fundamente del individualismo democrático en que se aclamado el día memorable en que la República era
inspira el sufragio universal, y del que se desprende la salvada del vilipendio y-de la bancarrota; la comprendéis
suma de intereses individuales, a la estructuración colec­ en su significado trascendental y renovador, y la defen 7

tiva que responde a intereses generales más complejos y deréis con vuestra vida, como se defiende a la Patria
organizados en forma coherente dentro de los cuadros amenazada. j
sociales. .-."Milicia ciudadana consciente de su deber en está
• Estas trascendentales ideas de grandes reformas que la hora grave; columna popular vibrante de entusiasmo, la
Revolución anhela son entregadas a examen de la opi­ legión cívica que formáis representa el orden contra la
nión pública, n o para imponerlas por la fuerza, sino para demagogia, la fuerza sana contra la intriga cobarde, lá
discutirlas a la luz de la razón. Si se juzgara prematuro el disciplina fecunda contra la anarquía destructora, el
introducir en el Congreso la delegación, siquiera parcial' desinterés de los patriotas contra la voracidad de los
de gremios, por considerarse que la Argentina no está ambiciosos.
suficientemente evolucionada todavía como para que "Vais a combatir con la verdad severa y la acción
refleje adecuadamente en el Parlamento representaciones valiente a la mentira y al verbalismo perturbador implan­
tan complejas, ello no impide que los intereses sociales tado como sistema. Vais a bregar para que la reconstruc­
que estén sólida y maduramente' organizados participen ción institucional que el país reclama, se asiente sobre las
por medio de delegados auténticos, no de mandatarios reformas fundamentales que hemos planteado y que
ajenos a esos intereses, en los directorios y consejos evitarán la reproducción de los males que hemos sufrido.
técnicos de grandes entidades de la administración. Así, Vais a impedir que sean defraudados los anhelos naciona­
por ejemplo, en las instituciones bancarias oficiales, en les en las grandes soluciones que la República necesita
los ferrocarriies del Estado, en las cajas de pensiones y en para ser normalizada.
'•'Vuestra acción será irresistible, porque es empujada . dos puntos del programa; y, también, fraccionar las
por la pasión generosa del bien público y no responde a reuniones, según lugar y hora, para tratar en conjunto,
intereses menguados, ni fluye de la fuente turbia en que una vez un p u n t o con un instructor común y otras veces
se elaboran bajas maniobras de caudillos o plataformas otros puntos con otros instructores.
embusteras de agitadores. El instructor tiene que ser paciente y sufrido en la
"La corriente enérgica y pura que viene con vosotros tarea. Debe esmerarse en llevar al espíritu del legionario
significa renovación y juventud, paz y progreso, orden y la absoluta convicción de la elevación de miras y sinceri­
jerarquía de valores en nuestra vida pública intoxicada. dad, de propósitos nacionalistas, teniendo en cuenta, a tal
Será el soplo fuerte y salubre que derribará lo carcomi­ objetp, que el nacionalismo —al contrario del marxismo,
do, tonificará lo debilitado y aventará los gérmenes que! explota las ideas con finalidad disolvente, y de la
perniciosos de toda demagogia. política demagógica, que las deforma y aprovecha para
"Al veros rendir un homenaje al Ejército y a la satisfacer ambiciones personales—, . es, más bien, un
Armada, hoy que celebramos el aniversario más glorioso sentimiento, y que para inculcar este sentimiento en los
de nuestra historia, evoco el magnífico cuadro que elevó no iniciados y mantenerlo .latente en los .confesos, hay
el corazón y templó el alma de los argentinos*-e4 6 de que. llegar al corazón de los hombres y conmoverlo. El
Septiembre, la fraternal comunión de ciudadanos dis­ instructor debe preparar cuidadosamente sus academias,
puestos a sacrificarse por la salvación de la Patria. para que resulten, breves, claras y rotundas. La obra del
"Legionarios: como Jefe de la Revolución, soy vuestro instructor es la base de la conciencia colectiva de la
Jefe, y os aseguro que, a pesar de las asechanzas de todo Legión.
orden con que sordamente se intenta contrariaría, ella, El j Comandante de la brigada y el Jefe de la sección
sostenida por vuestra acción patriótica y valiente, seguirá revistarán frecuentemente las escuadras, controlando la
su marcha vencedora hasta la plena realización de su instrucción. Intervendrán en la instrucción siempre que
programa". observen extralimitaciones o errores de concepto, pero
haciéndolo con el tacto necesario para ayudar y enalte­
(José F . Uriburu, La.palabra del General Uriburu, Bue­ cer la importante-función de los instructores..Ambos
nos Aires, Roldan, 1933, pp. 91-92) . . . deben ser conocidos personalmente por todos los hom­
bres de la escuadra. i _ -
Las reuniones comprenderán, además de la instruc­
Documento 35: La organización de la legión cívica c i ó n ; f u n d a m e n t a l prescripta, conversaciones sobre
novedades de la Legión y asuntos de interés común y la
lectura y comentario del periódico " [Combate!
Reuniones de escuadra . Antes.de empezar el ciclo, debe convenirse la forma
de llamamiento rápido de los hombres, para concentrar
La instrucción fundamental de la escuadra comprende la escuadra. -\ ...
tres academias; doctrinaria, sobre reglamentación y de Cada legionario debe comprometer su colaboración a
ejercicios. la obra nacionalista, en el sentido de obtener la afiliación
El Guía de la escuadra es el encargado de la instruc­ de un nuevo adherente, si es posible antes de que
:

ción de su escuadra. Si es posible, debe asegurarse la termine el ciclo.


colaboración de otras personas, aún de sus propios
subordinados, para desarrollar los diferentes puntos del (Legión Cívica, Programa de instrucción fundamental
programa, que estas personas conozcan a fondo. para escuadras, 1934)
Para aprovechar el trabajo de buenos instructores,
varias escuadras pueden combinar su instrucción funda­
mental, designando un instructor común para determina-

164 165
Documento 36: El proyecto de Uriburu y su fracaso los intermediarios de la política será ardua, pero confia-
mos en que el pueblo comprenderá cuando se le diga que
no necesita de abogados ni de médicos para defender sus
El último manifiesto (20/2/1932) propios intereses; que no es razonable que intereses
antagónicos, como son los de las diferentes clases sociales,'
(. . .-)Asegurada hoy para el gobierno del país la de las diferentes actividades, de los diferentes gremios,,
continuidad de la obra revolucionaria, por la elección de las diferentes profesiones se cobijen bajo una misma
que ha hecho el pueblo de uno de nuestros más eminen- organización política, dentro de la estructura actual de
tes colaboradores de Setiembre, quiero decir a los que los partidos, y se vean obligados a elegir un representante
me acompañaron ese día, con una franqueza que lastima- forzoso que no conoce sus problemas ni está vinculado a
rá muchos oídos, que el peligro subsiste, que la causa del ellos; cuando se le diga que los que sostienen estas ideas
mal no ha sido extirpada y que esperan días tristes a la han empezado por renunciar a toda aspiración personal y
República si el pueblo continúa dejándose adormecer que si mañana son elegidos para llevar la voz de este
por la palabra interesada y promisora de los que no han pensamiento lo harán como representantes de alguna
sido capaces de jugarse por él cuando lo ha necesitado. fuerza o interés social, dejando su sitio para que se
No puedo, como es lógico, exponer íntegramente en prueben otros, después de haber cumplido su tarea, bien
este manifiesto de despedida mi pensamiento sobre un o mal.
mejor sistema electoral, pero quiero anticipar algunas N o nos arredra, pues, la lucha y no consideramos;
ideas que los hombres que estuvieron a mi lado sosten- indispensable la formación de un nuevo partido político,
1
drán y desarrollarán en la acción política que deben para sostenerla.
emprender. Existen afortunadamente, agrupaciones y hombres
Consideraríamos absurda la implantación en nuestro capaces de evolucionar y. renovarse aceptando nuevos
país de cualquier sistema que no se apoyase en principios sistemas y nuevas ideas.
esencialmente republicanos. En ellos confiamos los revolucionarios argentinos de
Preferimos hablar de principios republicanos y no de 1930, que.no podemos tomar en serio que se nos tilde de
principios democráticos, porque es la palabra que emplea reaccionarios con el lenguaje y con las ideas de la
nuestra Constitución Nacional y porque la Democracia, revolución francesa; que no podemos tomar en serio que
con mayúscula no tiene ya entre nosotros ningún signifi- se nos acuse de enemigos de la democracia por los
cado a fuerza de haberla usado para lo que convenía. demagogos, que en lugar de servir al país, se sirven a sí
(. . .)E1 voto secreto es precisamente lo que ha permi- mismos; que no podemos tomar en serio que unos
tido el desenfreno demagógico que hemos padecido y los cuantos ciudadanos naturalizados que han vivido las
vicios que ha pretendido corregir se han legalizado angustias de lejanas opresiones se escandalicen ante el
1
mediante- una acción parlamentaria funesta para los supuesto propósito que maliciosamente nos atribuyen de
intereses económicos del país. !
querer importar sistemas electorales extranjeros. i
Prestigiar la abolición del voto secreto no quiere decir Cumple a nuestra lealtad declarar, sin embargo, que si
que seamos partidarios del voto público en la forma que tuviéramos que decidir forzosamente entre el fascismo
se lo practicaba antes de la sanción d e ' l a actual ley italiano y el comunismo ruso y vergonzante de los
electoral. Este aspecto del asunto como toda la organiza- llamados partidos políticos de izquierda, la elección no|
ción de la rama legislativa del Estado- mediante un sería dudosa.
sistema mixto de representación proporcional popular y Afortunadamente, nada ni nadie nos impone este
gremial," constituye una de las materias fundamentales dilema.
del programa revolucionario, que se concretará y discu- (José F . Uriburu: op. c/r.,pp. 163 y ss.)
tirá oportunamente.
Sabemos de. antemano que la lucha para desalojar a
5 5
ser «'amigo personal ' y no "amigo político". La distin-
ción ésta n o nos pertenece. . .
Si "nuestra" revolución ha fracasado momentánea-
mente - t a l como resulta de la exposición que a n t e c e d e -
ello no significa la extinción del espíritu revolucionario
( . . J A h o r a nos encontramos a u n mes de- una elec- que .informó el movimiento del 6 de setiembre. La
ción general, cuyo resultado no puede preverse, sin que reaparición de esta hoja, insistentemente reclamada por
la revolución haya cumplido ninguno de sus propósitos nuestros amigos de t o d o el país, así lo demuestra. Hay
trascendentales y con una disposición de las fuerzas una juventud argentina, "temperata e forte" como la
políticas exactamente igual a la que existía antes del 6 quería el padre Dante, que se siente defraudada, pero no
de setiembre. En el saldo favorable de la revolución debe vencida. Y este sentimiento momentáneo de desánimo
computarse el derrocamiento del señor Irigoyen y la suele ser fecundo porque predispone, cuando h a y tempe-
obra de depuración administrativa, pero estos son sim- ramento y voluntad, a las reacciones desesperadas, a los
ples detalles comparados con la magnitud del propósito desiguales combates en que David triunfa sobre Goliat.
inicial. Reina en todo el país el mas desenfrenado Esa juventud es h o y la e s p e r a n z a r e la patria. Si no ha
eíectoralismo, del cual participa, según se dice, hasta el visto, como lo creyó, el triunfo de la revolución sobre la
gobierno. . . Y tendremos plebiscito, cualquiera resulte casta de profesionales en elecciones, que trafican con el
elegido, como en .los mejores tiempos de nuestra demo- hambre de los productores y la conciencia de los ciuda-
cracia, puesto que n o se ha modificado su"'instrumento, danos; si al cabo de sus esfuerzos patrióticos, contempla
que es el sistema electoral. La revolución está todavía " s u " revolución escamoteada por núcleos de políticos,
por hacerse. Si ahora el gobierno revolucionario ha cuya moralidad y patriotismo n o ofrece diferencias
limitado sus propósitos simplemente a impedir que apreciables con la gavilla derrocada; si en vez del cambio
vuelvan al poder los elementos del régimen derrocado, de "sistema", que se le había prometido y en el cual
debemos aprobrlo, siempre que dicho resultado no sea cifraba sus esperanzas, se encuentra con un simple
—como suponemos que no lo será, aunque pretendan lo cambio de hombres, tan ignorantes unos como los otros
contrario algunos conservadores "legalistas"— al precio de-las necesidades del país, esa juventud ha obtenido por
del fraude o la violencia; pero ese no era el objeto de la lo menos una enseñanza: que no puede confiar sino en
revolución. No hay revolución sin un cambio completo ella misma. Y sabrá aprovecharla.
de hombres y de sistemas. Y nosotros, en cuestión de
revoluciones, somos partidarios de las revoluciones ver- Al terminar estas líneas, reiteramos nuestra solidari-
daderas, como en cuestión de elecciones —cuando se dad con los móviles que determinaron la revolución del 6
trata de hacerlas, aunque sea con la ley Sáenz, P e ñ a - de setiembre, con el pueblo que la aclamó y con la
somos partidarios de las elecciones limpias. Hay un mal oficialidad del ejército, que acudió a ella por altas
más grave, por sus consecuencias, que el de consultar razones patrióticas y que no es responsable de las
desacertadamente la voluntad popular, y es el de oponer- desviaciones posteriores, originadas en una política sin
se a su veredicto. inspiración y sin estilo.

(La Nueva República, Declaración, en "La Nueva Repú-


• »» blica", 5/XI1931).

No hacemos cargos personales. El error es humano y


aún la persistencia en el error. Pero quienes no se
equivocaron n o tienen por qué mantener —dejando
aparte las consideraciones de orden amistoso— una soli-
daridad absurda con quienes se equivocaron. Se puede
5
168
169
T 3 , i
José Luis Romero: Las ideas políticas en Argentina,
México, FCE, 1956, p. 228.
1 4
Véanse por ejemplo los trabajos do T. Halperin Donghi, E.
Cárdenas y A. Rouquié analizados más adelante, como así
también la obra de G. Solberg citada.
1 5
Juiio Irazusta, Memorias [historia de un historiador ala
fuerza), Buenos Aires, Ediciones Culturales Argentinas, 1975,
pp. 223-224.
1<s
Véanse por ejemplo los recientes trabajos de Mark D.
Szuchman, 77íe Umits of the melting pot in urban Argentina':
marriage and integration in Córdoba, 1869-1909, en "Híspanle
NOTAS American Historical Review", vol. 57, N° 1, 1977, pp. 24-50; o
de Samuel Bafly, Chain rnigration of Italians to Argentina., en
"Studi Emigiazione", N° 65, mar. 1982, pp. 73-90.
Julio Irazusta, El pensamiento político nacionalista, Buenos 1 7
C. Paya y E. Cárdenas, £7 primer nacionalismo argentino',
Aires, Obligado, 1975, 3 vol. Bs. As., Peña Lulo, 1978, pág. 39 y ss.
Federico Ibarguren, Orígenes del nacionalismo argentino, R. Rojas, La restauración nacionalista, Bs. As., La Facul-
Buenos Aires, Ceícius, 1969, passirn. tad, 1922, p. 13.
Enrique Zuleía Alvarez, El nacionalismo argentino, Buenos 1 9
Ibid., p. 13. Según testimonia Rojas en el prólogo a la
Aires, La Bastilla, 1975. segunda edición (1922) la primera respuesta fue la indiferencia
4
.Ibid.,p. 22. de los principales diarios de Buenos Aires y el ataque, sin duda
1

5
sugestivo, de los periódicos de- izquierda y católico. Más tarde,
Marysa Navarro Gerassi, Los nacionalistas, Buenos Aires, tras los elogios enunciados por algunas personalidades extranjeras
Jorge Alvarez, 1968, Introducción y pp. 138-139. (Unamuno, de Maeztu, E. Ferri, .!. Jaures), la obra pasó a ocupar
6
Ibid.,p."l6. un rango primordial.
Cari Solberg, Inmigration and nationalism: Argentiae and R. Rojas, La Restauración.. ., cit, p. 8.
Chile (1890-1914), Austin-London, Univ. of Texas Press, 1970, 2 1
C . Paya y E. Cárdenas, op. cit., p. 70 y ss.
cap. VI; un concepto bastante semejante en Samuel L. Bafly,
Labor, Nationalism and Politics'in Argentina, New Brunswick, ?fl R. Rojas, La Restauración.. -t cit, p. 193. Rojas insistía'
Rutgers University Press, 1967. en la necesidad de suprimir las escuelas privadas, tanto las de
colectividades como las religiosas.
"oligárquico" es un término utilizado por ios escritores de
la denominada izquierda nacional, CÍT. Noxbetto Galasso, Vida de Enrique de Vedia,"Educación secundaria^ Bs. As., T.G.
Scalabrini Ortiz, Buenos Aires, Mar Dulce, p. 106; nacionalismo Penitenciaría nacional, 1906, pp. 55-56.
"de élite" es utilizado entre otros por Fermín Chavez, Perón y el 2 4
R. Rojas, Blasón de Plata, Buenos Aires, Martín García,
peronismo, Buenos Aires, Oriente, 1975, p. 34. 1912 p, 39. Ya en La Revolución Nacionalista había dicho: "Esa
Arturo Jauretche, FORJA y la década infamé, Buenos barbarie, tan calumniada por los historiadores fue el másf

Aires, Peña Tillo, 1973, passirn. El término utilizado .por este genuino fruto de nuestro territorio y de nuestro carácter. (.. .)
autor es el de nacionalismo "de importación". Había más afinidades entre Rosas y su pampa o entre Facundo y
1 0
su montaña, que entre el señor Rivadavia o el señor García y el
E. Zulcta Alvarez, op. cit., pp. 263 y ss. país que querían gobernar". Ed. cit, p. 135. Aclaraba sin
1 1
M. Navarro Gerassi, op. cit., en especial capítulos II, VI y embargo que era deplorable que la barbarie se hubiese prolonga-
VIL do tantos años.
2 5
La expresión paradójicamente es de un nacionalista, E. R. Rojas, La Restauración.. ., cit, p. 60.
Zuleta Alvarez, op. cit, p. 43. Juan E. Camila., Perspectivas de decadencia, en "Criterio",

170
Asió l H° 10, 9 de :--:;¿a:- de 1928. 4 é
Nación", 21-1-1919.
i"La ~
f
' Manuel Gálvez, ,67 ¡iianí? de Gabriel Quiroga, Bs. As., A. P. Maglione Jaimes, M. Caries. Una figura señera, en "La
Moen, 1910, p. 230; e id., Amigos y maestros de mi juventud, Nación", 12-1-1969, 3a. sección.
Bs. As., Hachette, 1961, p. 37. 4 8
Leopoldo Lugones, El payador, en L. Lugones, Antología
M. Gálvez, Amigos.. cit., p. 37. de la prosa, Bs. As., Centurión, 1949, p. 282.
*?íbid., p.'214. • 4 9
Ibid., p. 282.
3 0
Ibid., p. 41. 5 0
Ibid., p. 282, Ai año siguiente de la publicación de El
" C. Paya y E. Cárdenas, op. cit., p. 124 y M. Gálvez, Payador Ricardo Rojas coincidiría en Los gauchescos con esta
Amigos..., cit., cap. 8 y 9, passíin. nueva valoración del poema de Hernández.
5 Í
3 2
• M. Gálvez, Amigos, cit, pp. 238-239, p. 278, p. 311 y ss. L. Lugones, La Patria Fuerte, cit. por 'Julio Irazusta,
3 3
Genio y figura de Leopoldo Lugones, Bs. As., Eudeba, 1968, p.
Manuel Gálvez, Entre la novela y la historia, Buenos Aires, 111.
Hachette, 1962, p. 31. 5 7

3 4
J. Irazusta, cit, p. 111.
"La Nueva República", 26-VI-1928, cit. por Fermín 5 3

Chávez, Perón y el Peronismo en ta Historia Contemporánea, Bs. L. Lugones, Prometeo, en Antología. .., cit, p. 157.
As., Oriente, 1975, p. 40. 5 4
Ibid., p. 159.
5 5
3 s
M. Gálvez, Entre la novela.. cit., p. 34. Ver Julio Irazusta, Genio. . .,, cit., p. 113.
3 6 5 6
M. Gálvez, En el mundo de los seres ficticios, Bs. As., Según testimonia Julio Irazusta en la obra citada, al
Hachette, 1961, pp. 157-158. término de los discursos programados, los jóvenes oficiales
3 7 asistentes al banquete obligaron a Lugones, qne había sido
Tulio Halperín Donghi, ¿Para qué la inmigración? Ideo- invitado como espectador, a dirigirles la palabra. Fue este un
logía y política inmigratoria y aceleración del proceso moderni- hecho inédito que nunca se repitió (Genio.. ., cit, p. 115).
zador: el caso argentino (1810-1914), enjahrbuch für Geschich-
te von Staat, Wirtschaft und Geselhchaft Lateinamerikas, Band L. Lugones, la¡--organización de la paz, en Antología cit
13, Koln-Wien, Bohlau Verlag,1976, p. 483. pp. 407-408,
3 8
M. Gálvez, Entre la novela. . ., cit., p. 26. J. Irazusta, Genio..cit., p. 115.
5 9
3 9
Ramón Columba, El Congreso que yo he visto, Buenos L. Lugones, La Grande Argentina, Buenos Aires, BABEL.
Aires, Columba, 1948, Vol. 1, passim. y Darío Cantón, El 1930. p. 166-
Parlamento Argentino en épocas de cambio: 1890, 1916 y 1946, 6 0
Ibid., p. 83.
Bs. As., Ed. del Instituto, 1966, cap. 2. 6 1
4 0
Ibid., p. 85.
Carlos Ibarguren, La historia que he vivido, Bs.. As.,
Dictio, 1977, pág.426. G. Di Telia y M. Zymelman: op; cit-, pp. 356 y ss.
6 3
4 1
Alain Rouquié, Poder militar y sociedad política en la Adolfo Dorfman; Historia déla industria argentina, Bue-
Argentina, vol. 1, Bs. As., Emecé, 1981, p. 139. nos Aires, Solar/Hachette, 1970, p. 270.
6 4
4 2
Alfonso de Laferrere, Literatura y política, Buenos Aires, G. Di Telia y M. Zymelman: op. cit., pp. 366 y 393.
Gleizei, 1928, pp. 13 y 19. 6 5
Cfr., Pedro Skupch, El deterioro y fin de la hegemonía
4 3
Guido Di Telia y Manuel Zymelman, Las etapas del Británica sobre la economía argentina (1914-1947) en Estudios
desarrollo económico argentino, Bs. As., Eudeba, 1967, pp. 317 sobre tos orígenes del peronismo/2, Buenos Aires, Siglo XXÍ,
y 343. 1973, passim.
6 6
4 4
C. Ibarguren, La historia..., cit, p. 460. David Rock, El radicalismo argentino, 1890-1930, Buenos
4 5 Aires, Amorrortu, 1977, pp. 225 y ss.
David Rock, Lucha civil en la Argentina. La semana
6 7
[
trágica de enero de 1919, en "Desarrollo económico", vol. 11, Félix Luna, Yrigoyen, Buenos Aires, E3 Coloquio, 1975
N° 42-44, Marzo-julio 1972, pp. 166-215. p. 295.

172
6 8 15/1/1928. :
Darío Cantón y José Luis Moreno, La experiencia radical
9 5
(1916-1930) en La democracia constitucional y su crisis, Buenos "La Nueva República", 15/111/1928. >
Aires, Paidos, 1980, pp. 96-97.' 9 6
"La Nueva República", l/IV/1928, ;

6 9
Juan E. Canilla, Al filo del medio siglo, Buenos Aires, 9 7
"La Nueva República", 15/111/1928..
Huemul, 1964, pp. 228 y ss. 9 8
7 0
"La Nueva República", 31/1/1928. .
J. irazusta, Memorias..., cit, p. 176.
7 1
Carlos Ibarguren (h), Roberto de Laferrere (periodismo- La conferencia de La Habana, en "La Nueva República",'
política-historia), Buenos Aires, EÜDEBA, 1970, p. 28. 15/11/1928.
1 0 0
7 2
J. Irazusta,Memorias. . . , cit, p. 185. Nuestro Programa, en "La Nueva República",'
7 3
l/XII/1927.
J. E. Canilla, Al filo del.. ., cit, p. 241. 1 0 1

7 4
Enrique Zuleta Alvarez, op. cit., p. 188. !
I b i d . , . 241.
P 1 0 2

7 5
Manuel Gálvez, Entre la novela. . ., p. 17.
J. Irazusta, El pensamiento político. . ., cit., vol. I. 1 0 3 D

7 6
"Criterio", Año í, N 1, 8/IH/1928.
E. Zuleta Alvarez, op. cit, vol. 2, pp. 278-281. 1 0 4
"Criterio", Año III, N° 142, 21/X/1930.
Ernesto Palacio, Catilina, una revolución contra la pluto- 1 0 5
Según Zuleta Alvarez, op. cit, p. 300, en contraposiciór.
cracia en Roma, Buenos Aires, Huemul, 1965, prefacio, p. 9. con la opinión de Maxysa Navarro Gerassi, op. cit, pp. 107 y ss
7 8
J. E. Canilla, ¿ / filo del . ., cit^pp^201-202. 1 5 6
Federico Ibarguren, op. cit., p. 213.
7 9
Asilo admite en AI filo del. .., cit, p. 309. 1 0 7
Julio Irazusta, El pensamiento político. . ,, cit, I, p. 29:
Julio Irazusta: Memorias,. ., cit, p. 138. 1 0 8
G. Di Telia y M. Zymeíman, op. cit, p. 381.
8 1
Ibid.,p. 154. 1 0 9
A. Rouquié: op. cit, p. 154.
Julio Irazusta: De la crítica literaria a la historia, a través 1 1 0
Enrique Mosconi, El petróleo argentino, Buenos Aires,
de la política, Buenos Aires, Academia Nacional de la Historia, Talleres Gráficos Ferrari, 1936, p. 159.
1971, pp. Syss. 1 1 1
8 3 Gabriel Del Mazo, El radicalismo, Buenos Aires, Gure,
Estudio preliminar a Edmund Burke: Reflexiones sobre la 1959, tomo II, p. 76.
Revolución Francesa, Buenos Aires, Dictio, 1980, p. 9. 1 1 2
A. Rouquié, op. cit., p. 192.
B<
* Julio Irazusta: El pensamiento político. . ., cit, í, p. 15. 1 1 3
Sobre los datos biográficos de M. Ortiz Pereyra, ver
Ernesto Palacio: Historia de la Argentina, Buenos Aires, Norberto Galasso, Vida de Scalabrini Ortiz, Buenos Aires, Mar
Peña Lulo, 1965, tomo II, p. 365. Dulce, 1970, passim e Id., Manuel Ortiz Pereyra, un argentino
1
8 6
César Pico: El problema de Oriente y Occidente, en "La silenciado, en "Crisis", Buenos Aires, 1975.
Nación", 25/XII/1927. 1 1 4
Manuel Ortiz Pereyra, Por nuestra redención cultural y
8 7
Julio Irazusta: El pensamiento político..., cit., I, pp. económica, Buenos Aires, Peuser, 1928, p. 125.
48-49. 1 1 5
Véanse por ejemplo los artículos de Rodolfo Irazusta
8 8
Julio Irazusta: Memorias, cit, p. 187. "Los frigoríficos y Ía democracia", LNR, 1-111-1928 y "Enseñan-
8 9 za religiosa", LNR, en vísperas de la Revolución de Septiembre.
"La Nueva República", 5/V/1928. '
1 1 6
9 0 M. Ortiz Pereyra, op. cit, p. 82.
"La Nueva República", 15/11/1928. U 7
9 1 I b i d . , p. 83.
"La Nueva República", 2/III/1929.
I i e
9 2 I b i d . , p . 90.
"La Nueva República", 2/ÍII/1929.
u 9
9 3 I b i d . , p p . 90-91.
"La Nueva República", l/ÍV/1928.
94 - El escaso apoyo militar según A. Rouquié, op. cit.,
"La muerte de Juan B. Justo", en "La Nueva República ,
passim; ¡a rmpiovisaáó;á de los conjurados según Juan Perón, ' 4 2
Ibid.
Algunos apuntes en borrador sobre lo que yo vi de la preparación 1 4 3

y realización de la Revolución del 6 de setiembre de 1930, en R. Irazusta, "La dificultad de la Revolución", en "La
José María Sarobe, Memorias sobre la Revolución del 6 de Nueva República", 28/VÍ/1930.
septiembre de 1930, Buenos Aires, Guie, 1957, pp. 231 y ss. 1 4 4
Ibid.
1 3 1
• G. Di Telia y M, Zymelman; op. cit, pp. 393-399. 1 4 5
R. irazusta, "La política", en LNR 30/VUI/193O.
1 3 2
; A. Doxfman: op. cit, pp. 263 y 371. 1 4 6
Ibid.
1 2 3
• Ricardo M, Ortiz, El aspecto económico-social de la crisis 1 4 7
Ibid.
de 1930, en "Revista de Historia" N° 3, 1958, p. 71. 1 4 8
. José F. Uriburu, La palabra del General Uriburu, Buenos
l i 4
Un análisis detallado del problema en A. Rouquié; op. Aires, Roldan 1933, p. 24.
cit, pp. 210 y ss. 3 4 9
F. Ibarguren, op. cit., pp. 68-69.
1 2 5
¡ D. Cantón y J. L. Moreno, op. cit, p. 112, 1 5 0
Carta de Rodolfo Irazusta a Julio irazusta, en J. Irazusía,
: 1 2 6
M. Gálvez, En el mundo de. . ., cit, pp. 148-149 y £ . Memorias. . ., cit., p. 197.
Ibarguren, op. cit., p. 512. 1 5 1
F. ibarguren, op. cit., p. 87.
1 2 7
• C. roarguren, op. cit, p. 517.
Í 2 S
. Roberí Potash, El ejército y la política en la A,zgentina
(1928-1945), Buenos Aires, Sudamericana, 1971, pp. 66-67.
1 2 9
• En especial José María''Sarobe: op. cit, passim.
1 3 0
1. E. Caiulla, Al filo del. ., cit., p. 247. Dos versiones
lis tintas del momento y las circunstancias del acercamiento
mire Uriburu y "La Nueva República" dan Carulla en la obra
;itada y Julio Irazusta en El pensamiento político. .., cit, tomo
:,p.l79.
1 3 1
Liga Republicana, Bases y programa de acción, 7/XI/
1929.
RODEL (Roberto de Laferrere), La liga republicana (su
xtuación revolucionaria), "La Fronda", 7/IX/1934, cit., por
darlos Ibarguren (h), op. cit., pp. 41 y ss.
i 3 3
i Carlos Ibarguren (h), op. cit, p. 39.
:134
Los datos biográficos de Laferrere en Ibidem, passim.
1 3 s
! J. Irazusta, El pensamiento político. . ., cit., Tomo II,
>p. 39-40.
1 3 6
F. íbarguten, op. cit, passim.
1 3 7
Cit. por F. Ibarguren, Id., pp. 34-35.
1 3 B
: RODEL, cit.
1 3 9
Juan Perón, op. cit, p. 288.
1 4 D
; E . Palacio, "Escándalo", en "La Nueva República",
S/Vl/1930.
í 4 i
¡ Id., "Recapitulación", en "La Nueva República", 18/
'1/1930.
76 Mi
ÍNDICE

Introducción 7

L Algunos precursores . : 15
II. Nacionalismo y orden 36
III. El nacionalismo de élite 64
IV. El otro nacionalismo 125
V. La revolución del 30 y el nacionalismo . . . . . 143

También podría gustarte