Las Bases de La Metodologia Profesional de Mary Richmond
Las Bases de La Metodologia Profesional de Mary Richmond
Recibido: 19/05/2011
Revisado: 19/05/2011
Aceptado: 05/06/2011
Disponible on line: 29/09/2011
Resumen
En este trabajo se presenta un análisis y una síntesis de ciertas ideas de la obra de Mary Richmond, quien merece
junto a G. Hamilton, H. Perlman o Ch. Towle una consideración fundamental como fundadora de la profesión. Su
obra concentra, a nuestro entender, una gran sabiduría metodológica, filosófica y social. Se hará referencia al es-
fuerzo de la autora por otorgar un status científico a la profesión y desarrollar las bases de su metodología, a los
valores que inspiran el Trabajo Social, su concepción de sujeto Richmond y el análisis de dos aspectos totalmente
integrados: su inspiración igualitaria y junto con esta la defensa de la individuación.
Palabras clave: Richmond, metodología, valores, individualización, igualdad.
Abstract
This article presents an analysis and synthesis of certain ideas from the work of Mary Richmond who deserves,
along with G. Hamilton, H. Perlman or Ch. Towle, fundamental respect as a founder of the profession. To our un-
derstanding, her work brings to bear a great methodological, philosophical and social wisdom. The article refers
to the author’s efforts to accord a scientific status to the profession and to develop the bases of its methodology, to
the values that inspire Social Work, its conception of the Richmond subject and analyses of two completely inte-
grated aspects: her egalitarian inspiration along with her defense of individuation.
Keywords: Richmond, methodology, values, individuation, equality.
Referencia normalizada: Di Carlo, E. (2011). «El Programa de Mary Richmond y las bases fundamentales de la
metodología profesional». Cuadernos de Trabajo Social, 24: 47-55.
Las autoras desarrollan sus pensamientos vista profesional, estaba ocupado en general
principalmente en relación con el caso social por enfoques sociológicos, dentro de los cua-
individual. Hemos encontrado en ellas las ba- les la profesión jugaba un papel relativamen-
ses fundamentales de la metodología profe- te accesorio. Este enfoque sociológico, que
sional, que hemos retomado en parte, para empezó a expandirse a partir del desarrollis-
desarrollarla en nuestras investigaciones so- mo como corriente política internacional, no
bre el método de trabajo con grupos. tuvo mucho éxito en nuestro país como trans-
Muy explícitamente nuestro trabajo de in- formación de las comunidades reales ni para
vestigación, durante diez años consecutivos el desarrollo de las mismas. Dentro de él la
con un grupo profesional en la Universidad metodología del Trabajo Social quedó como
de la República de Uruguay, estuvo orienta- algo anexo y subsumido.
do a desarrollar la investigación del Trabajo Este artículo –se nos sabrá disculpar por
Social con grupos desde las perspectivas de la amplitud de las citas de los autores trata-
la metodología profesional, como ya expre- dos– se debe a los argumentos ya indicados y
samos, presentes de manera más general en además a una voluntad de propiciar la lectu-
los escritos de Trabajo Social individual3. ra o relectura de los mismos, que pueden te-
Hasta ese momento, la enseñanza acadé- ner funciones reconciliadoras con el Trabajo
mica del método de Trabajo Social con gru- Social profesional, pese a tantos prejuicios
pos se parecía más, en casi todos los casos en actualmente existentes en nuestros medios.
nuestros medios, a una Psicología social o a Asimismo, sentimos la necesidad de comuni-
un curso sobre dinámicas de grupo. Es un car que la relectura y estudios de los textos
trabajo que sentimos que debía hacerse para clásicos citados nos volvieron a asombrar por
evitar la sustitución de la metodología espe- la profundidad de sus análisis y por lo que de-
cífica profesional por otra cualquiera. En Ar- jan de saldo positivo para la labor científica
gentina, por ejemplo, los cursos de Trabajo cotidiana de los trabajadores sociales. Son es-
Social con grupos eran, en general, exposi- pecialmente recomendables y constituyen
ciones sobre el enfoque operativo de Pichón además un buen instrumento para la docen-
Rivière, enfoque que consideramos interesan- cia con los nuevos estudiantes del Trabajo So-
te, pero muy diferente del profesional de Tra- cial profesional.
bajo Social. Expresamente el enfoque opera-
tivo de Pichón Rivière está destinado a tratar El Programa de Mary Richmond
la incidencia de las operaciones y resistencias Tal vez sea interesante introducir algunos da-
en el aprendizaje y no al Trabajo Social. La tos biográf icos de esta autora central para
escasa bibliografía universal disponible sobre el Trabajo Social. Nos basaremos en algunas
el nivel grupal en Trabajo Social (Trecker, Ko- –pocas– fuentes, a saber: los archivos de la
nopka, Wilson y Rylan, etc.), contribuía a es- Russell Sage Foundation de Nueva York, la
te fenómeno. National Asociation Social Worker de Esta-
Intentamos seguir el mismo esquema en dos Unidos (NASW) y en el prólogo de Na-
nuestras investigaciones oficiales, desde el talio Kisnerman al libro de la autora Caso So-
año 1993, relativas al trabajo con comunida- cial Individual, publicado en español en 1993.
des en la Universidad Nacional de Mar del Mary Richmond nació en Belleville, Illi-
Plata (Argentina). Con otro equipo profesio- nois, EE.UU., en el año 1861. Después de sus
nal hemos tratado de profundizar en el proce- estudios secundarios en Baltimore ingresó co-
so de Trabajo Social con comunidades barria- mo tesorera, en 1889, en la institución dedi-
les con cierto éxito. También en este caso, el cada a la filantropía, la Charity Organization
trabajo con comunidades, desde el punto de Society (COS). Dos años más tarde pasó a ser
3
Véanse los numerosos artículos y los siguientes libros de Di Carlo, E. (1969). Perspectivas en
la Conducción de Grupos. Montevideo: Guillaumet. Del mismo autor (1971). Una Investigación so-
bre la Orientación de Grupos. Montevideo: Guillaumet. Así como (1971). Necesidades Básicas y
Cambio Social. Montevideo: Guillaumet; (1976). El Trabajo Social: Teoría - Metodología - Inves-
tigación. Buenos Aires: ECRO.
Secretaria General de la misma, incorporán- principal fundadora del Trabajo Social profe-
dose al equipo de las «visitadoras amigables» sional moderno. No signif ica que nuestra
y a tales efectos, concurrió a las conferencias vuelta a ella se deba a un interés puramente
para capacitarse. Tomó conciencia de las di- histórico, sino a que esta autora, como casi
ficultades para elevar el nivel de conocimien- todos los clásicos de cualquier disciplina,
to de las «visitadoras» y comenzó entonces configura un punto de partida alto, con tan-
estudios de Sociología y Filosofía. Le influ- tas condiciones de capacidad, de dominio de
yó especialmente el pensamiento de William perspectivas sobre el asunto tratado, unidas
James y de John Dewey. Conoció y trabó una generalmente a expresiones inspiradoras de
sólida amistad con George Mead, circunstan- aprecio por el camino que se propone reco-
cia que influiría en la obra de ambos. Tomó rrer. Capacidad e inspiración son caracterís-
contacto con la obra de Freud y con la de los ticas que encontramos en la autora y que, al
antropólogos culturalistas del momento. releerla, todavía nos asombra por su despeja-
Como Secretaria General de la filial de la da lucidez en puntos que preadvirtió desde el
COS se propuso el objetivo de transformarla, primer momento, a principios del siglo XX.
trabajando con ahínco en ese cargo durante Asuntos tales como, por ejemplo, la preocu-
diez años en diversos temas para la creación pación expresa por los riesgos que correría el
de legislaciones en torno a problemas de la Trabajo Social profesional al pasar de las aso-
familia. Insistió en la creación de una Escue- ciaciones sociales de entonces a la orbita es-
la para trabajadores sociales. La COS concre- tatal: el temor a una creciente burocratización
tó esa idea en 1898 con la creación de la Es- y politización del mismo: el riesgo de que se
cuela de Filantropía de Nueva York a la que pudieran poner al servicio de los intereses de
Mary Richmond se incorporó como docente. los partidos políticos dominantes.
En 1907 volvió a Nueva York, vinculándose Sabemos ahora que tal peligro no era ima-
en calidad de investigadora a la Russell Sage ginario, por más que nos resulte en un balan-
Foundation y asumió la dirección del Depar- ce general muy positivo el paso del Trabajo
tamento de Caridad de dicha fundación, inte- Social profesional a la órbita estatal.
grándose también en el Comité de Instrucción Para que los trabajadores sociales especia-
de la Escuela de Filantropía. lizados en el servicio de casos individuales en-
Dictó numerosas conferencias en su país tren de buena gana y en buen número en el ser-
y propició el crecimiento institucional de la vicio de los poderes públicos, es necesario que
profesión en distintos aspectos hasta que, en estos den alguna seguridad de continuidad en
1917, publicó el libro Social Diagnosis, obra los métodos seguidos y cierta garantía de inde-
pilar inicial de la profesión del Trabajo Social pendencia entre los partidos políticos. Una vez
profesional. El inicio para el Trabajo Social cumplida esta condición puede ser que (…)
que constituye esta obra es al mismo tiempo cuantas formas del servicio social de casos in-
la conclusión de diecisiete años de investiga- dividuales haga progresos más considerables.
Servirán seguramente a una clientela mas nu-
ción e intervención de campo de Mary Rich-
merosa que bajo nuestra dirección privada
mond. Por fin, en 1918, la Escuela de Filan- (Richmond, 1993, p. 166).
tropía pasó a llamarse Escuela de Trabajo
Social, dirigiendo Mary Richmond la cátedra A continuación veremos la importancia de
de Caso Social Individual. Esta autora en los alcances y de los que pueden llamarse va-
1921 recibió el Master of Arts del Smith Co- lores permanentes en el principio de la profe-
llege en reconocimiento de su tarea. sión protagonizado por Mary Richmond. Nos
Estos datos biográficos pueden ampliarse basaremos fundamentalmente en dos obras:
en las fuentes citadas y fundamentalmente en Social Diagnosis (1917), y What is Social Ca-
el libro reciente de Bibiana Travi, La dimen- se Work? (1922). El análisis de estas obras nos
sión técnico-instrumental en trabajo social. permite comprender su arduo esfuerzo creador
(2006), libro recomendable por su riqueza en de teoría y práctica para la profesión; como su-
muchos aspectos. cede con casi todos los clásicos, su trabajo in-
Como todos sabemos, se le adjudica a cita a la reverencia respetuosa. Sin embargo,
Mary Richmond el papel de haber sido la sabemos que no es este tratamiento el que se
Todavía hoy podemos observar conductas terística de lujo para algunas conciencias pri-
frente a la persona en situación de discapaci- vilegiadas, sino la condición de lo humano
dad que oscilan entre la represión y el senti- mismo que se desvela como responsabilidad
mentalismo frustrante. Gran parte de la edu- educativa.
cación familiar está amenazada todavía por Si bien no todos los hombres reciben condi-
unos errores como éstos que cuesta mucho ciones de desarrollo adecuadas: los más pobres
erradicar en el mundo. Hay que reconocer que generalmente carecen de ellas y los ricos supri-
también observamos todavía a algunos traba- men su capacidad de discernimiento muchas
jadores sociales mal formados que se consi- veces y lo sustituyen por un esnobismo des-
deran una autoridad legítima para dictaminar orientado. A los primeros se les niega la posi-
sobre la vida del asistido, contraviniendo en- bilidad de discernir y este hecho, en el medio
tonces a uno de los principios rectores del pro- subdesarrollado, sucede de forma alarmante por
grama transformador de Mary Richmond en las carencias de trabajo, nutrición, educación e
la educación social: el del respeto a la perso- ideales de vida. Son los destinatarios principa-
nalidad del otro. Este respeto no consiste en les de la tarea profesional del Trabajo Social,
una postura pasiva frente a los problemas del aunque la destrucción de la clase superior, la
otro, una posición contemplativa, sino que se banalidad, el consumismo desenfrenado, etc.,
desenvuelve como solidaridad activa y com- no pueden quedar completamente fuera de la
prometida con el otro (sea un individuo, una esfera de preocupación de los profesionales y,
familia, un grupo o un sector social). menos aún, en cuanto influyen sobre las otras
No se trata de un respeto místico a no se sa- clases sociales (Guillebaud, 2001).
be qué parte de la personalidad del otro, sino Mary Richmond abre un nuevo camino
de un respeto a su condición de ser pensante, profesional, el del Trabajo Social como una
que es lo que definitivamente le hace ser hu- profesión de cambio del otro y de sus circuns-
mano con capacidad de discernir entre una po- tancias, basándose en la hipótesis de una ra-
sibilidad y otra, entre un camino u otro. Capa- cionalidad potencial a la que apelar en todo
cidad de discernir y de autoorientarse que atañe sujeto. Es su teoría del hombre y del método.
a las condiciones prudenciales de la existen- Ahora bien, la autora comprende desde el pri-
cia, cuando se toma consciencia, por ejemplo, mer momento la relación entre los cambios in-
de «que la mejor manera de defender la vida dividuales y los cambios de la sociedad como
es el trabajo y que la mejor manera de criar los una totalidad. Esta idea ordena casi todo su
hijos es con amor»; y también tiene alcance pensamiento y estará presente en el Servicio
moral en todo lo concerniente a elegir formas Social tradicional en casi todos los autores:
de vida no agresivas, sino respetuosas y coo-
Aunque el trabajador social goza de un cier-
peradoras. La capacidad racional crítica de dis- to grado de reconocimiento gracias al desem-
cernir entre posibilidades diferentes y proce- peño de una actividad útil para la comunidad,
sos diversos abre siempre disyuntivas muy se ve limitado por el hecho de que su público
especiales en sus significaciones para nuestro desconoce la diferencia existente entre preten-
bienestar y para nuestra moralidad. Esta carac- der hacer algo y hacerlo realmente. «Hacer el
terística universal, este sentido común del hom- bien era la vieja expresión que definía el servi-
bre, «su racionalidad», es reconocida como el cio social. Se trata de una petición de principio,
principio de su humanidad y encuentra formu- al igual que las expresiones mas recientes de
laciones supremas en la filosofía kantiana, que «servicio social» y de «trabajo social» –a me-
influirá en Mary Richmond a través de Geor- nos que la sociedad sea realmente servida. De-
ge Mead entre otros. bemos congratularnos, pues, de que los traba-
jadores sociales ya no basan sus demandas de
Es decir, el programa de Mary Richmond, respeto únicamente en las buenas intenciones.
como todo el Trabajo Social tradicional, es el Para poder realizar un análisis critico de su ta-
de capacitar al hombre en sus prácticas de to- rea, hemos de evaluar sus grandes esfuerzos des-
ma de decisiones, tanto para defender su vi- de la distancia y debemos instarles a valorar su
da como para realizarse como agente moral. trabajo mediante los mejores criterios propor-
Esta unidad entre la preocupación por lo vi- cionados por la experiencia– criterio que a pe-
tal y la humanidad del sujeto no es una carac- sar de sus imperfecciones actuales, están pro-
gresando hacia un punto que nos permitirá ca- de las ciencias sociales, unida a su formación
lificarlos de profesionales. práctica en el campo del servicio social, les
permite situar bien sus estudios (Richmond,
Los trabajadores sociales de los Estados 2005, pp. 150-151).
Unidos forman un gran grupo ocupacional. La
mayor parte desempeña su actividad en la es-
fera del trabajo social de caso –es decir, una
En el programa de Mary Richmond que es-
actividad cuyo objetivo inmediato es la mejo- tamos analizando se destacan claramente dos
ra de la situación de individuos o familias, uno aspectos. Por un lado su inspiración igualita-
a uno, y no la mejora del colectivo. No obs- ria y junto con ésta la defensa de la individua-
tante, mejora colectiva y mejora individual son ción. El punto de vista igualitario se expresa
interdependientes; la reforma social y el tra- de manera muy explícita en sus adhesiones al
bajo social de caso progresan necesariamente marco histórico progresista de actuación pa-
juntos. Esta verdad fundamental se reiterara ra cuyo análisis nos remitimos de nuevo al es-
en varias ocasiones a medida que el presente crito de Bibiana Travi (2006), y a los escritos
estudio sobre diagnostico social avance (Rich- de Mary Richmond:
mond, 2005, pp. 2-3)
Es fácil sentirse satisfecho de los resulta-
dos del servicio social, si nos conformamos
En este mismo sentido, la autora señala: con los primeros síntomas de mejoramiento o
No creo que se pueda dar un mejor conse- si juzgamos estos resultados desde un solo pun-
jo a la asistente del servicio familiar de casos to de vista, pero no si nos atrevemos a exami-
individuales que el de estudiar y desarrollar la nar como punto de vista la vida en conjunto,
parte de su esfera de la actividad que atañe a pensando constantemente en el bienestar per-
las investigaciones sociales o a la mejora «en manente del individuo y de la sociedad (Rich-
conjunto de las masas». No quiero decir que mond, 1993, p. 62).
ellas deban renunciar a su propia tarea ni des- En estas páginas, hemos hecho menor hin-
cuidarla, a fin de emprender estudios especia- capié en el gran número de reformas sociales
les o lanzarse en campañas legislativas, pero que han sido fruto directo del Trabajo Social
entiendo con esto que su actividad debe ser mas y en muchas otras que le deben su eficaz mo-
fecunda desde el punto de vista científico de
lo que es actualmente; que los descubrimien-
dif icación o su buena gestión (Richmond,
tos sociales deben ser el producto accesorio de 2005, p. 427).
su servicio provechoso en el terreno de casos Aunque la autora utiliza varias veces el
individuales, para emplear una frase de Shef- concepto de masa para referirse a lo general
field y que debería constituirse en testigos fie- humano en la sociedad, toda su filosofía va
les de la necesidad de reformas sociales cada en contra de lo que más tarde se entenderá
vez que esta necesidad se manifiesta en el cur- como masa, el hombre masificado que tanta
so de su trabajo diario. Deberían también pro- críticas ha recibido en la época contemporá-
porcionar argumentos que preparan al público nea. Por el contrario, tanto Mary Richmond
para la reforma. como el Trabajo Social posterior defienden
La exploración social debe ya al servicio acérrimamente el principio de individuación
social de casos individuales diversas reformas concerniente a la persona como fundamento
relativas a las viviendas y a las primeras cam- de su ser y de la convivencia democrática, al-
pañas emprendidas contra la tuberculosis. El go completamente en polémica con el con-
servicio social familiar ha contribuido, tam- cepto de masa:
bién como lo indicaremos mas adelante, a la
legislación del trabajo con los niños (...) agre- El éxito, en la empresa especial conocida
guemos «en fin» las investigaciones ya publi- bajo el nombre del servicio social de casos in-
cadas sobre el abandono conyugal y sobre la dividuales, exige un alto grado de la facultad
negativa de sostener a la familia. No hay du- de percepción de la esencia que le es propia a
da de que los trabajadores sociales especiali- cada ser humano. Entre los dones naturales de
zados en el servicio familiar se encuentran co- todo trabajador social especializado en el ser-
locados para hacer observaciones de primera vicio de casos individuales, debe figurar una
intención, si no están1 sobrecargados de tra- deferencia instintiva para la personalidad y so-
bajo, y que su formación teórica en el terreno bre todo para las personalidades que le son mas
extrañas. Establecer un modelo de excelencia ellos mismos y el medio en que ellos viven
y exigir con que se conformen con el mismo, dejen de necesitar adaptaciones y readapta-
no es su finalidad. Es, por el contrario, su pri- ciones particulares, condensados en una fór-
vilegio descubrir y liberar lo mejor que existe mula de pensamiento que precede. Llego a es-
en cada individuo, amar profundamente el di- ta tentativa de definición: el servicio social
bujo infinitamente variado de la humanidad y
esforzarse con alma de artista, en desarrollar
de casos individuales es el conjunto de méto-
la profundidad y la riqueza de todo lo que lo dos que desarrolla la personalidad, reajus-
conforman (1993, p.106). tando consciente e individualmente al hom-
bre a su medio social (p. 67).
Vemos entonces cómo el Trabajo Social Sólo nos cabe consignar que la fórmula «lo
Profesional hace desde el inicio una gran único que esta prohibido es prohibir», como
defensa de la individuación y con ella de la forma de vida en la que todo es posible, pa-
autodeterminación. Con esto se diferencia de rece ser una expresión más bien de una clase
toda igualación en clases o categorías de hom- alta intelectualizada que de ser humano co-
bres y se acerca a la crítica del hombre masi- mún. El hombre común sabe que con su inte-
ficado. gridad y libertad necesita estar comunicado y
Esta crítica que –como dijimos– es propia aceptar a la realidad en muchos más sentidos.
de la conciencia contemporánea, encontró tal La idea de adaptación que promueven origi-
vez su máxima expresión en el Movimiento nariamente los asistentes sociales tiene que
del 68 francés, que con la máxima de que «lo ver con un comportamiento social según el
único que está prohibido es prohibir», con la cual el sujeto acepta participar en normas res-
revolución de la imaginación, puso en marcha petuosas para con sus semejantes (muchas ve-
un amplísimo movimiento mundial. Este fe- ces abandonando la agresividad de la delin-
nómeno por su complejidad no puede ser am- cuencia que no tiene nada de original)
pliamente comentado en este artículo, aunque integrándose así en la comunidad.
queremos realizar algunas reflexiones sobre A nuestro entender, entonces, aunque la
todo lo concerniente al Trabajo Social. En un idea de individuación como diferencia es cen-
sentido podría considerarse contradictoria la tral para el sujeto y para la convivencia de-
idea de individuación-autodeterminación con mocrática, puede llegar a justificar muchas
la de adaptación, que encontramos en gran locuras sociales y fracasos existenciales, so-
parte de los escritos iniciales de Trabajo So- bre todo relacionales5.
cial y que figura como un elemento básico de Si nadie con sinceridad quiere tener, por
la definición del Trabajo Social profesional en ejemplo un hijo inadaptado en la escuela, en
el texto de Mary Richmond. casa, con sus conocidos, compañeros, maes-
Mientras los seres humanos sigan siendo tros, etc., no hay que tener miedo a usar el
humanos y su medio siga siendo el mundo no concepto de adaptación. En realidad lo que se
se podrá imaginar un estado de cosas en el que opone a la masificación es la humanización,
5
Diario Clarín. República Argentina. 26 de Julio de 2006. Artículo de Marcelo A. Moreno: «¿Es
civilizado legalizar al degenerado?»: «Por lo menos desde los años 60, ciertos países del norte de Eu-
ropa suelen ser tomados como modelos de sociedades avanzadas. Y en verdad Suecia, Noruega, Fin-
landia, Dinamarca y Holanda hicieron suficientes méritos como para ser consideradas así. Esas nacio-
nes construyeron sociedades que se transformaron en ejemplos de solidez institucional, justicia social,
ecuánime distribución de la riqueza y respeto por los derechos humanos. Es decir, genuinos paradigmas
de civilización en un mundo surcado por el salvajismo y caos. Pero quizás el rasgo más distintivo de es-
tas democracias sociales es la tolerancia. Allí las minorías fueron y son respetadas a raja tabla y las li-
bertades individuales, inviolables. Pero el 18 de Julio último Holanda pasó un límite que quizá incluya
todos los límites. Según informa el diario inglés The Guardian ese día un tribunal autorizó la formación
de un partido político formado por pedófilos, esto es, individuos cuyo objeto de deseo sexual son los ni-
ños. Así la formación «Amor Fraterno, Libertad y Diversidad» podrá participar en las elecciones de no-
viembre, con el sólo requisito de presentar candidatos y 500 firmas de adherentes. Su programa nos es
complicado: pugna por bajar la edad de consentimiento legal para las relaciones sexuales hasta los 12
años, quiere legalizar la pornografía infantil y permitir que ésta se emita por TV.»
que contiene la tolerancia y el respeto a las cas causas de las calamidades públicas y de la
diferencias, y lo que se opone al individualis- corrupción de los gobiernos, han resuelto ex-
mo extremo es la participación en el ser en poner, en una declaración solemne, los dere-
común, algo que podemos reconocer como chos naturales, inalienables y sagrados del
necesidad y disfrutar. Uno no pierde ni ena- hombre, a fin de que esta declaración, cons-
tantemente presente para todos los miembros
jena su individualidad, por participar en un del cuerpo social, les recuerde sin cesar sus de-
coro vocal, solamente se integra a «un nos- rechos y sus deberes; a fin de que los actos del
otros» ampliado. Esta es la concepción de la poder legislativo y del poder ejecutivo, al po-
relación entre universalidad e individuación der cotejarse a cada instante con la finalidad
humana que orienta el Trabajo Social desde de toda institución política, sean mas respeta-
el principio, que va desde la afirmación de dos y para que las reclamaciones de los ciuda-
una convivencia pluralista (democrática), has- danos, en adelante fundadas en principios sim-
ta el respeto de búsquedas exclusivas de la in- ples e indiscutibles, redunden siempre en
dividualidad. beneficio del mantenimiento de la Constitu-
Veamos estas ideas: igualdad, individua- ción y de la felicidad de todos.
ción y autodeterminación y cómo se expresa En consecuencia, la Asamblea nacional re-
en el verbo de Mary Richmond: conoce y declara, en presencia del Ser Supre-
mo y bajo sus auspicios, los siguientes dere-
Los trabajadores sociales deben mirar de
chos del hombre y del ciudadano:
frente este hecho capital: que existen diferen-
cias individuales que no se pueden desarraigar Artículo primero: Los hombres nacen y
entre los hombres. La democracia también de- permanecen libres e iguales en derechos. Las
be tener en cuenta este hecho y la enseñanza no distinciones sociales sólo pueden fundarse en
debe jamás perderlo de vista. Afirmar que di- la utilidad común.
ferimos los unos de los otros parece una verdad
baladí, ya que no solamente debemos contar Artículo segundo: La finalidad de toda aso-
con las diferencias heredadas e invariables, si- ciación política es la conservación de los de-
no también con todas las disimilitudes prove- rechos naturales e imprescriptibles del hom-
nientes de la diversidad de nuestras impresio- bre. Tales derechos son la libertad, la
nes en el curso de nuestra vida social (…) Pocas propiedad, la seguridad y la resistencia a la
verdades evidentes son tan a menudo descuida- opresión (…).
das por los hombres del estado, por los admi-
nistradores públicos, por la masa y, lamento de- Del mismo modo, tal y como planteamos
cirlo, por los mismos trabajadores sociales. Es en La profesión de Trabajo Social (2005):
otro hecho, correlativo al primero, que sigue
Es en este marco del pensar moderno y con-
llamando nuestra atención: la existencia de una
temporáneo desde donde surge el Trabajo So-
naturaleza común a todos los hombres. Tene-
cial Profesional. La primera declaración apro-
mos por otra parte, razón de recordar esta ver-
bada de los Derechos del Hombre y el
dad en el caso de que solo la acción y el trata-
Ciudadano en el siglo XVIII romano, consa-
miento en masa puedan llevarnos a resultados
gra al hombre como el fundamento de la nue-
que nos proponemos (p. 100).
va sociedad. Son los derechos del hombre y el
Como ya expresamos, estas ideas proce- ciudadano, entre los que se destacan la liber-
tad de acción, pensamiento y expresión.
den del marco intelectual de la Ilustración,
momento histórico en el que la relación de Sencillamente: ¿Puede considerarse que al-
respeto al semejante pasa de la esfera de lo guien que se crea superior a otro pueda ser un
religiosamente recomendado a la interioriza- trabajador social? ¿Que alguien que manipule
ción de lo socialmente exigible, tal y como a otro pueda ser un trabajador social? ¿Que al-
aparece en la Declaración de los Derechos del guien que fomente la dependencia y sumisión
Hombre y del Ciudadano (1789): pueda ser trabajador social? ¿Que alguien in-
tolerante con creencias religiosas diversas pue-
Los representantes del pueblo francés, da ser un trabajador social? Y así podríamos se-
constituidos en Asamblea nacional, conside- guir definiendo al trabajador social por todos
rando que la ignorancia, el olvido o el menos- lo valores de la conciencia moderna y contem-
precio de los derechos del hombre son las úni- poránea. (Di Carlo, 2005, pp. 154-156).
2. Referencias bibliográficas
Di Carlo, E. et al. (2005). La profesión de Trabajo Social. Mar del Plata: PAIDEIA-Universi-
dad Nacional de Mar del Plata.
Guillebaud, J. C. (2002). El principio de la humanidad. Madrid: Espasa-Calpe.
Richmond, M. (1917). Social Diagnosis. Londres: The Free Press - Nueva York: Collier-Mac-
millan.
Richmond, M. (1993). Caso Social Individual. Buenos Aires: Humanitas, (1ª ed. 1922, Rus-
sell Sage Foundation, Nueva York).
Richmond, M. (2005). Diagnóstico Social. Madrid: Siglo XXI Editores (1ª ed. 1917, Nueva
York: Russell Sage Foundation).
Travi, B. (2006). La dimensión técnico-instrumental en Trabajo Social. Reflexiones y propues-
tas acerca de la entrevista, la observación, el registro y el informe social. Buenos Aires:
Espacio.
Travi, B. (2005). Primeras aproximaciones para la comprensión de la naturaleza, fundamen-
tos y formas del Trabajo Social en la obra de Mary Ellen Richmond. En E. Di Carlo.et al.
La profesión de Trabajo Social. Mar del Plata: PAIDEIA-Universidad Nacional de Mar del
Plata.