Temperatura de Color: Qué Es y Cómo
Sacarle Jugo en tus Fotos
NOEMÍ LEÓN
CONCEPTOS BÁSICOS
Es posible que hayas oído hablar alguna vez de la "temperatura de
color", pero que no tengas claro lo que es. Está muy relacionada con
el "balance de blancos", otro concepto que probablemente te suene.
¿Quieres entender completamente estos conceptos y saber cómo
influyen en tus fotografías? Has llegado al lugar adecuado.
Antes de empezar a explicarte qué es la temperatura de color, me gustaría que hagas
memoria y pienses en alguna situación en la que hayas tomado una foto, y el color que
te ha salido era muy diferente al que había en realidad. Te ha salido mucho más rojiza
o anaranjada (cálida), o mucho más azulada (fría). Es decir, te ha salido con una
"temperatura de color" diferente. Esto lo podemos corregir con el balance de blancos,
que te explicaré más adelante. Vamos primero con la temperatura de color.
A la izquierda, una fotografía con temperatura de color fría, tomada a 3230K. A
la derecha, la misma fotografía con una temperatura de color cálida, a 7690K.
¿Qué es la Temperatura de Color?
Podríamos definir temperatura de color como la dominancia de
alguno de los colores del espectro lumínico sobre los demás, de
modo que altera el color blanco hacia el rojo o hacia el azul en dicho
espectro. ¿Qué quiere decir eso? Pues que la luz, ya sea natural o
artificial, tiene una dominante de color que tiende hacia el rojo
(pasando por el amarillo y el naranja), o hacia el azul (pasando por el
blanco). Esto hará que los tonos de nuestra fotografía se alteren, y
que el blanco no aparezca como un blanco puro, sino que tenderá
a ser rojizo o azulado.
El color de la luz, o la temperatura de color, se mide en Kelvin, donde
el color blanco o neutro se sitúa en los 5.500 K, que equivaldría a la
luz del mediodía. La luz con temperatura menor de 5.500K se irá
haciendo más amarillenta gradualmente, hasta alcanzar tonos
anaranjados y finalmente rojizos. Por otra parte, la luz con
temperatura mayor de 5.500K se irá haciendo más azulada
gradualmente, desde un tono cian hasta un tono azul marino.
Así pues, un día nublado podría llegar a los 12.000K, es decir, tendría
una luz muy azulada, mientras que un atardecer bajaría hasta los
2.000K, es decir, tendría una luz muy anaranjada. A continuación
encontrarás una tabla donde están situados varios ejemplos en su
correspondiente temperatura de color.
¿Cómo Influye el Balance de Blancos en
la Temperatura de Color?
Así como nuestros ojos son capaces de compensar la temperatura de
color que hay, nuestra cámara no será capaz de hacerlo
correctamente por sí sola. Por eso será importante decirle a nuestra
cámara qué temperatura de color hay en el ambiente en el que
estamos, mediante el balance de blancos. Hoy en día la mayoría de
las cámaras digitales tienen un apartado de balance de blancos en su
menú. Podremos encontrar 4 maneras diferentes de decirle a nuestra
cámara qué temperatura de color tiene la luz en donde estamos
haciendo la fotografía.
1. Modo automático: El modo automático es el menos preciso de
todos, ya que la cámara interpreta mediante su sensor qué tipo de
luz hay. Normalmente funciona bien con luces neutras, pero si nos
encontramos en un atardecer, o una habitación con luz artificial,
es posible que no nos de un buen resultado.
2. Modos semiautomáticos: La mayoría de cámaras tienen unos
presets de balance de blancos en los que le podemos indicar a la
cámara situaciones específicas, como luz artificial, día soleado,
día nublado, atardecer, etc. Estos modos suelen funcionar
bastante bien en situaciones estandard, ya que podremos
indicarle a la cámara en qué situación nos encontramos. Sin
embargo, no nos servirán si nos encontramos en un ambiente
diferente, o si queremos conseguir un balance de blancos que no
sea neutro.
3. Personalizado: Aunque no todas, muchas cámaras te darán la
opción de personalizar el balance de blancos haciéndole una
fotografía a una superficie blanca o con un gris neutro, para que la
cámara determine cuál es el blanco en ese ambiente y adecúe los
demás tonos a ese que le hemos indicado. Pese a que existen
unas tarjetas llamadas "carta de grises" que te permiten llevar
siempre encima blanco, gris y negro neutros, también puedes
usar un folio, o incluso una pared blanca que haya en el lugar.
4. En Kelvin: Muchas cámaras también te ofrecen la opción de
especificar tú mismo en qué número Kelvin queremos tomar la
fotografía. Sin embargo, esto tenemos que entenderlo bien porque
puede llevarnos a confusiones. Si por ejemplo ponemos 2000K en
este menú pensando en la tabla que hemos visto anteriormente,
podríamos pensar que la fotografía nos saldrá con una
temperatura de color anaranjada. Sin embargo nos saldrá una foto
muy azulada.¿Por qué ocurre esto? No, no nos hemos
equivocado. Lo que ocurre es que la cámara no está disparando a
2000K, sino que está intentando compensar los 2000K que "le
hemos dicho que hay en el ambiente" con ese tono azulado, para
que el blanco sea blanco puro. Eso es lo que hace este modo:
nosotros le indicamos qué Kelvin tenemos en el ambiente, para
que ella lo compense y deje el blanco de color blanco. Sin
embargo, este modo normalmente no lo usaremos así, sino que lo
usaremos para "engañar" a nuestra cámara, para conseguir
exactamente la temperatura de color que más nos interese.
Finalmente, recuerda que un balance de blancos que no sea neutro
no siempre será incorrecto. Muchas veces no buscaremos que el
blanco sea blanco, sino que querremos darle a nuestra fotografía una
temperatura de color más atractiva. Por ejemplo, en una atardecer
será más interesante tener una dominante anaranjada o cálida,
mientras que en una fotografía nocturna quizás nos interese más tener
una dominante azulada o fría.
Por eso es importante conocer también los modos manuales del
balance de blancos, y no depender únicamente de los modos
automáticos. Así podremos determinar exactamente qué
temperatura de color queremos que tenga nuestra fotografía.
La Temperatura de Color en la Edición
Digital
Pese a que siempre recomiendo intentar sacar tu fotografía lo mejor
posible directamente en tu cámara, para tener que procesar lo menos
posible, también podemos ajustar la temperatura de color en
programas de edición como Photoshop o Lightroom. Podremos
editar imágenes tanto en formato RAW como en formatos
comprimidos como JPG, PNG o TIFF.
En ambos programas encontraremos un deslizador principal, donde
podremos virar nuestra foto a una temperatura más azulada o más
amarillenta. Además, debajo de este primer deslizador encontraremos
otro secundario que nos permitirá dotar a nuestra fotografía de un
matiz verde o magenta. Así, podremos ajustar el color de nuestra
fotografía completamente a nuestro gusto, de manera rápida y
sencilla.
• En Photoshop deberemos entrar en el menú Filtros/Filtro de
Camera RAW y lo encontraremos al principio de la primera pestaña
llamada "Básicos".
• En Lightroom deberemos ir a la pestaña Revelar, y lo
encontraremos al principio del primer submenú llamado "Básicos".
Controla el Color de tus Fotografías
Ahora que ya conoces qué es la temperatura de color y cómo
controlarla usando el balance de blancos, tan sólo te queda ponerlo en
práctica. Intenta realizar la misma fotografía usando temperaturas de
color diferentes para ver el resultado, y comprobar cómo cambian y
qué sensaciones tan diferentes nos transmiten, pese a ser la misma
imagen.
¿Quieres enseñarnos alguna foto que hayas realizado donde la
temperatura de color marque la diferencia? ¿Has hecho alguna
prueba con diferentes temperaturas de color? ¡Nos encantaría verlas!
Foto de cabecera por Andrés Nieto (licencia CC)