Cristianismo primitivo
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«Paleocristiano» redirige aquí. Para otras acepciones, véase Arte paleocristiano.
Carpa sobre piedra hallada en numerosos sarcófagos de los primeros siglos del cristianismo.
Cristianismo primitivo, Iglesia primitiva o paleocristianismo es el periodo de la historia del
cristianismo anterior al Primer Concilio de Nicea (año 325). Se divide habitualmente en dos fases: el período
apostólico (siglo I) y el período preniceno (siglos II, III y comienzos del IV). Para el periodo posterior, en que
el cristianismo pasa a ser la religión oficial del Imperio romano, se utilizan denominaciones como cristianismo
bajoimperial; y, más adelante, cristianismo medieval.1
Los primeros cristianos, tal como son descritos en el Nuevo Testamento (especialmente en Hechos de los
Apóstoles), eran judíos, ya fuera de nacimiento o por conversión, para los cuales se utilizaba el término bíblico
"prosélito",2 y denominados por los historiadores como judeocristianos. Hechos de los Apóstoles y la Epístola
a los Gálatas recogen que la primera comunidad cristiana estaba centrada en Jerusalén y entre sus líderes
estaban Pedro, Santiago y Juan.3 Pablo de Tarso, tras su conversión al cristianismo, reivindicó para sí el título
de "Apóstol de los gentiles". La influencia de Pablo en el pensamiento cristiano es reconocida como más
significativa que la de cualquier otro escritor del Nuevo Testamento.4 Hacia el final del siglo I, el cristianismo
comenzó a ser reconocido interna y externamente como una religión diferente del judaísmo rabínico, el cual
se refinó y desarrolló con posterioridad a la destrucción del segundo templo de Jerusalén.
Tal y como aparece recogido en numerosas citas del Nuevo Testamento, así como en otros textos cristianos
del primer siglo de nuestra era, los primeros cristianos generalmente utilizaban y reverenciaban la Biblia
Judía como su libro sagrado, fundamentalmente a través de las traducciones griegas (Septuaginta) o arameas
(Targum), buena parte de las cuales están escritas en forma narrativa donde "en la historia bíblica Dios es
el protagonista, Satán (o las personas o poderes malignos) son el antagonista, y el pueblo de Dios es
el agonista".56
A medida que se desarrollaba el canon del Nuevo Testamento, las Cartas de San Pablo, los Evangelios
canónicos y varios otros textos fueron también reconocidos como escrituras y textos sagrados para ser leídos
en la iglesia. Las cartas de Pablo, especialmente la Epístola a los Romanos, establecieron una teología
basada en Cristo antes que en la Ley Mosaica, pero la mayor parte de las denominaciones cristianas todavía
consideran las "prescripciones morales" de la Ley Mosaica, como los Diez Mandamientos, el Gran
Mandamiento y la Regla de Oro como relevantes. Los cristianos primitivos demostraron un amplio catálogo de
creencias y prácticas, buena parte de las cuales fueron posteriormente rechazadas como heréticas.
Índice
1Historia
o 1.1Comunidades paulinas
1.1.1Año 50
1.1.2Década del año 50
o 1.2Años 70-100. Redacción de los evangelios
1.2.1Años 70: Evangelio de Marcos
1.2.2Años 80: Evangelios de Mateo y Lucas
1.2.3Final del siglo I
2Véase también
3Referencias
4Bibliografía
5Enlaces externos
Historia[editar]
Propagación del cristianismo en el año 325 d. C. Propagación del cristianismo en el año 600 d. C.
Las comunidades primitivas del cristianismo surgen como una secta apocalíptica del judaísmo (Hechos 24:5)
a la que los historiadores denominan judeocristianismo. Estos primeros cristianos se llaman a sí mismos
"Nazarenos" o "los del Camino". Los primeros cristianos acuden a las sinagogas, como todos los otros grupos
dentro del judaísmo tradicional (época del segundo templo). Su proclama es de tipo profético y enseñan que
Yeshua el Nazareno, Jesús de Nazaret, es el Mesías anunciado por los profetas. A Jesús, a quien las
autoridades romanas y judías habían crucificado, Yahve lo ha resucitado (según el Nuevo Testamento). Como
regla de vida enseñan la Torá y las obras del Espíritu Santo, de acuerdo con las enseñanzas de
Jesús. [cita requerida]
La primera parte de este período, durante la vida de los Doce Apóstoles, se denomina Período Apostólico.78
Luego de la resurrección de Jesús, los Apóstoles se dispersaron fuera de Jerusalén y la labor misionera del
primer cristianismo lo expandió a diferentes ciudades del mundo helénico e incluso más allá del Imperio
Romano. Los primeros cristianos sufrieron persecuciones como consecuencia de su rechazo al culto imperial
del emperador como divinidad. La persecución aumentó en Asia Menor hacia el final del siglo I,9 así como en
Roma en las postrimerías del Gran incendio de Roma en el 64 d. C.
Durante el Período Preniceno que siguió al Período Apostólico, surgió simultáneamente una gran diversidad
de visiones, siendo significativa la presencia de características unificadoras entre ellas que no habían existido
en el anterior Período Apostólico. Entre estas tendencias unificadoras se encuentran el rechazo del
judaísmo y de las prácticas judaicas. El cristianismo primitivo se fue separando gradualmente del judaísmo,
hasta el distanciamiento definitivo después de la destrucción del segundo templo de Jerusalén, en el año 70.
En el siguiente siglo se establecería como una religión predominantemente de gentiles en el ámbito del
Imperio Romano.
De acuerdo con Will Durant, la Iglesia cristiana prevaleció sobre el paganismo porque ofrecía una doctrina
mucho más atractiva y porque los líderes de la iglesia se dirigieron a las necesidades humanas mejor que sus
rivales.10 Sin embargo, esta explicación no es suficiente para los cristianos, quienes ven allí más bien el
cumplimiento del mandato y la promesa de Jesús a sus apóstoles, al finalizar el evangelio de Mateo (28: 18-
20): "Y Jesús se acercó y les habló diciendo: Toda potestad me es dada en el cielo y en la tierra. Por tanto, id,
y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu
Santo; enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado; y he aquí yo estoy con vosotros todos
los días, hasta el fin del mundo. Amén.".
Comunidades paulinas[editar]
Aunque la evangelización de paganos ya se había iniciado antes de la conversión de Pablo de Tarso en el
año 36, es este quien impulsa la propagación del cristianismo, comenzando por Arabia y Damasco, pero será
en el año 45, con el inicio de su primer viaje misionero, cuando se empezará a propagar ampliamente el
cristianismo.
Año 50[editar]
En el año 50, surge la tensión entre las tendencias judías tradicionales y los creyentes gentiles (no judíos)
convertidos al cristianismo primitivo provenientes de las comunidades palestinas. Llega a un momento de
crisis y confusión, lo cual ocurre al no saber si a los nuevos creyentes de origen gentil (no judío) les
corresponde el observar la Ley al igual que al pueblo hebreo. Esta disputa (Hechos 15) es resuelta en
el Concilio de Jerusalén.
Década del año 50[editar]
Hacia el año 51, Pablo de Tarso escribe la Primera Carta a los Tesalonicenses dirigida a la comunidad
de Tesalónica, fundada en el año 50. Este es el texto más antiguo del Nuevo Testamento. Ya se definen por
escrito algunos de los dogmas más importantes del cristianismo.
Pablo, Silvano y Timoteo, a la iglesia de los Tesalonicenses, en Dios Padre y en el Señor Jesucristo. A
vosotros gracia y paz. (1 Tes 1, 1)
Y vosotros seguisteis nuestro ejemplo y el del Señor, acogiendo la Palabra entre tanta lucha con la alegría
del Espíritu Santo. (1 Tes 1, 6)
... cómo abandonando los ídolos, os volvisteis al Dios vivo y verdadero, y vivir guardando la vuelta de su Hijo
Jesús desde el cielo, a quien ha resucitado de entre los muertos y que nos libra del castigo futuro. (1 Tes 1,
9b-10)
No se nombra en todo el Nuevo Testamento a la Santísima Trinidad. Sin embargo, en esta carta se habla del
Espíritu Santo, de Dios Padre y de su Hijo. De la afirmación monoteísta de un solo Dios vivo y verdadero. De
la esperanza en la segunda venida de Jesucristo y de su papel redentor. Se da a Jesús el título de Señor, que
era habitualmente utilizado para dirigirse al dios nacional en los países del entorno
de Judea (Egipto, Mesopotamia, etc.).
Hermanos, no queremos que ignoréis la suerte de los difuntos para que no os aflijáis como los hombres sin
esperanza. Pues si creemos que Jesús ha muerto y resucitado, del mismo modo a los que han muerto, Dios,
por medio de Jesús, los llevará con Él. (1 Tes 4, 13-14)
Se afirma la creencia en la resurrección de los muertos. Creían en esos momentos que la segunda venida de
Cristo era inminente. Se preocupaban y entristecían porque algunos seres queridos morían sin haber visto
llegar a Jesucristo en la gloria del final de los tiempos. Por esta razón, Pablo continuó:
Esto es lo que os decimos como Palabra del Señor: Nosotros, los que vivimos y quedamos para cuando
venga el Señor, no aventajaremos a los difuntos. Pues Él mismo, el Señor, cuando se dé la orden, a la voz
del arcángel y al son de la trompeta divina, descenderá del cielo, y los muertos en Cristo resucitarán en primer
lugar. Después nosotros, los que aún vivimos, seremos arrebatados con ellos en la nube, al encuentro del
Señor, en el aire. Y así estaremos siempre con el Señor. (1 Tes 4, 15-17)
Durante el tercer viaje de Pablo de Tarso, el Apóstol escribe la mayoría de su obra epistolar. Tradicionalmente
esta etapa se data de los años 54 a 57, en tanto que las posturas revisionistas tienden a ubicarla entre los
años 51 y 54. En esa etapa de su vida, Pablo escribió buena parte de su obra epistolar: la Carta a los gálatas,
la Carta a los filipenses, dirigida a la comunidad de Filipo, fundada hacia el año 49, la Carta a Filemón y
la Carta a los romanos. Esta última está datada de los años 55 a 58.11
Años 70-100. Redacción de los evangelios[editar]
Diversos relatos originados entre los años 28-30 y los años 70, se transmiten de forma oral o escrita. Son
recopilados y reelaborados por los evangelistas, que los insertan en un marco geográfico con bases
históricas[cita requerida], dando lugar a los Evangelios.
Años 70: Evangelio de Marcos[editar]
El estudio crítico del Evangelio según Marcos ha aportado en los últimos años datos acerca de las
características de las primitivas comunidades cristianas.
Años 80: Evangelios de Mateo y Lucas[editar]
En el Evangelio según Mateo se observa la relación conflictiva de la primitiva comunidad cristiana con
los fariseos que habían escapado a la destrucción de Jerusalén. El Evangelio según Lucas muestra ciertas
características de las comunidades cristianas procedentes del paganismo.
Final del siglo I[editar]
El Evangelio según Juan, las cartas y el libro del Apocalipsis aportan algunos datos del final del siglo I y
principios del siglo II, que estuvo marcado por las persecuciones romanas.
Véase también[editar]
Judeocristianos
Judaísmo y cristianismo
Restauracionismo
Arte paleocristiano
Descripciones contemporáneas cristianas de la cruz de ejecución
romana
Referencias[editar]
1. ↑ Ramsay MacMullen, "Christianizing The Roman Empire A.D. 100-
400, Yale University Press, 1984, ISBN 0-300-03642-6. Fuente citada
en en:Constantine the Great and Christianity González, Justo L. (1984). The
Story of Christianity: Vol. 1: The Early Church to the Reformation. San
Francisco: Harper. ISBN 0-06-063315-8. Fuente citada en en:Medieval
Christianity
2. ↑ Catholic Encyclopedia: Proselyte
3. ↑ Galatas 2:9, Hechos 1:13
4. ↑ Oxford Dictionary of the Christian Church ed. F.L. Lucas (Oxford) entrada
sobre Pablo
5. ↑ [1] A View From Above – The Bible's Big Picture - Greg Chaney
6. ↑ [2] How to Read the Bible for All Its Worth - Gordon D. Fee - Douglas
Stuart - Harper Collins Publishing
7. ↑ Geza Vermes, Christian Beginnings: From Nazareth to Nicaea, Yale
University Press, USA, 2013, p. 134
8. ↑ Everett Ferguson, Encyclopedia of Early Christianity, Routledge, USA,
2013, p. 254
9. ↑ Ehrman 2004, p. 318 - "Si la carta [Pedro 1] está efectivamente asociada
con Asia Menor, tal y como sugiere, debería probablemente ser datada del
siglo I, posiblemente hacia su final, cuando la persecución a los cristianos
estaba en ascenso"
10. ↑ Durant, Will. Caesar and Christ. New York: Simon and Schuster. 1972
11. ↑ Para la datación de esta carta, las opiniones se agrupan en dos
tendencias generalizadas. Algunos autores sostienen que la Epístola a los
romanos habría sido escrita hacia el año 58. Entre ellos se encuentran J.
Fitzmyer («Carta a los Romanos», en: Comentario Bíblico San Jerónimo,
Tomo IV, Madrid, 1972, página 102); R. Jewett (Dating Paul's Life; Londres,
1979); J.M. Cambier («La lettera ai Romani», en: Introduzione al Nuovo
Testamento III; Roma, 1981, página 127); O. Michel (Der Brief an die
Römer; Göttingen, 1978, página 1); U. Vanni («Romanos», en: Nuevo
Diccionario de Teología Bíblica; Madrid, 1990, página 1700). Para otros,
la Epístola a los romanos fue escrita hacia el año 55. Dan preeminencia a
esta datación L. Alonso Schöckel («Carta a los Romanos», en: Biblia del
Peregrino III; Bilbao-Estella, 1993, página 380); G, Barbaglio (Pablo de
Tarso y los orígenes cristianos; Salamanca, 1989, página 32); G. Bornkamm
(Pablo de Tarso, Salamanca, 2002, página 138); J. Becker (Pablo, el
apóstol de los paganos; Salamanca, 1996, páginas 313-315); S. Vidal
(Pablo, de Tarso a Roma; Santander, 2007, página 223); y S. Lyonnet
(Nueva Biblia de Jerusalén; Bilbao, 1998, página 1646).