1
Enfoque desde la Bioética apuntando a la promoción y prevención
de Riesgos Laborales en Seguridad y Salud en el Trabajo.
Focus from the Bioethics aiming at the promotion and prevention
of Occupational Risks in Safety and Health at Work.
Andy CABARCAS SIERRA
Julieth CASTILLEJO MARTELO
Elias LLAMAS HERNANDEZ
Dario SIERRA CALDERON
Camilo SIERRA FERREIRA
RESUMEN
Desde la disciplina de la bioética el conflicto en relación al derecho a la salud y
seguridad del trabajado en todo el ámbito laboral, y el legítimo objetivo de las empresas
a maximizar la productividad, sigue siendo un tema pendiente. En la actualidad
persisten trabajos con elevados niveles de inseguridad y enormes diferencias en
materia de seguridad laboral, entre países, sectores económicos, grupos sociales y
entre rubros laborales, a pesar de los logros alcanzados en derechos laborales durante
el último siglo. La persistencia de trabajos altamente riesgosos y procesos de
innovación tecnológica, entre otros, han acarreado nuevos y desconocidos riesgos para
la seguridad y salud en el trabajo. Frente a esta incertidumbre el principio de la
precaución basado en los avances científicos y los valores sociales, permite adoptar
medidas para evitar o disminuir el daño cuándo la actividad humana se expone a un
riesgo laboral que no son moralmente aceptables. Ello impone la necesidad de
mantener eficientes programas de prevención, vigilancia y evaluación de riesgos. Lo
anterior, conlleva a considerar el principio de responsabilidad, considerando que cada
miembro de una sociedad sería responsable por el bien de los demás. En este sentido,
la responsabilidad social debiera reflejarse en acciones por los tomadores de
decisiones, tanto del sector Estado como del privado, para proponer políticas públicas y
normas que protejan a los trabajadores. La salud ocupacional como un bien global,
debe orientase a políticas públicas de carácter global, pero con responsabilidad
colectiva y favoreciéndose de la coherencia de intereses entre el Estado, los
trabajadores y el sector privado.
Palabras Clave: Bioética - riesgo laboral – justicia – autonomía – precaución -
responsabilidad social.
2
ABSTRACT
From the discipline of the bioethics the conflict in relation to the right to the health and
safety of the worker, and the legitimate aim of the companies to maximize the
production, continues being a hanging topic. At present works, persist with high levels of
insecurity and enormous differences as for job safety, between countries, economic
sectors, social groups and between line of business, in spite of the achievements
reached in labor laws during last century. The persistence of highly work hazards and
processes of technological innovation, between others, have transported new and
unknown risks for the health. Opposite to this uncertainty the beginning of the precaution
based on the scientific advances and the social values, it allows adopting measures to
avoid or to diminish the hurt when the activity humanizes is exposed to a labor risk that
they are not morally acceptable. It imposes the need to support efficient programs of
prevention, vigilance and risk evaluation. The previous thing, he carries to considering
the beginning of responsibility, considering that every member of a company would be
responsible for the good for the others. In this respect, the social responsibility must be
reflected in actions for which they take decisions, so much of the State sector as of the
Private sector, to propose public policies and procedure that protect the workers. The
occupational health as a global good, debit was orientating to public policies of global
character, but with collective responsibility and favoring of the coherence of interests
between the State, the workers and the private sector.
Keywords: Bioethics - work hazards - safety of worker – justice – autonomy –
precaution – social responsibility.
*****
Introducción
El término bioética lo empleó por primera vez el médico estadounidense Van
Rensselaer Potter en su libro Bioethics: bridge to the future (1999); allí expresa una
visión positiva y optimista acerca de los avances científicos y tecnológicos que en el
ámbito biomédico ayudan al ser humano y mejoran su calidad de vida, pero que
igualmente dan lugar a reflexiones éticas en cuanto a los beneficios y riesgos, que en
algún momento pueden llegar a vulnerar valores, principios o derechos que afecten la
dignidad, la existencia o la vida de las personas.
En este punto, se debe aclarar que la bioética es un conocimiento complejo que se
compone de dos afijos: bíos–, que significa vida, y –ethos, referido a la ética, que
recomienda parámetros o cursos de actuación en circunstancias dilemáticas, en donde
un problema ofrece dos o más soluciones posibles, que son a su vez difíciles de aplicar.
3
La ética médica tradicional se centró en dos principios éticos, presentes desde el
Juramento hipocrático: el principio de no maleficencia, no hacer daño al paciente, y el
principio de beneficencia, hacerle el mayor bien posible. El médico nunca puede utilizar
su saber, su arte, para dañar a las personas, y por el contrario, debe tratar de hacerles
el mayor bien posible. A estos principios, se han añadido en el último tercio del siglo XX
otros dos, el de autonomía del paciente y el de justicia. El principio de autonomía
significa reconocer la madurez moral de cada paciente, que debe participar en la toma
de decisiones que afectan a su salud y su vida, con voluntariedad, información y
competencia, con respeto por su capacidad de autodeterminación. El de justicia
significa no realizar discriminaciones injustas en la atención de salud, por criterios de
edad, creencias, nacionalidad, etc. Y a la vez, distribuir con equidad los recursos
disponibles en nuestros sistemas de salud.
En el ejercicio de la prevención de riesgos laborales, es frecuente encontrase con que
pueden contraponerse los intereses de distintos actores sociales y las diferencias de
opinión profesional. Es probable que la decisión final no satisfaga plenamente a todos o
incluso que acentúe discrepancias entre colegas profesionales. Disponer de algún
referente que ayude a razonar y a guiar nuestra conducta puede ser útil en tales
circunstancias. La ética, como una parte de la filosofía que pretende razonar cuestiones
del bien y del mal, puede aportar ese referente. Específicamente, los principios éticos
nos ayudan a razonar, entender y comunicar una decisión cuando tenemos clara la
actitud correcta que hay que adoptar (es decir, cuando se trata de elegir entre algo
correcto e incorrecto). Y también son útiles para razonar, guiar y adoptar una decisión o
acción concreta cuando la situación no está tan clara (es decir, cuando se trata de
elegir entre diversas opciones correctas, o entre el menor de varios males).
En esta presentación se definirán los principios éticos que orientan el ejercicio
profesional de la salud ocupacional, se describirá la utilidad de los códigos éticos
profesionales, y se compararán y contrastarán diferentes códigos éticos en este campo.
También se identificarán las responsabilidades éticas del profesional, en el contexto de
los reconocimientos médicos, la evaluación de riesgos, el ámbito médico-legal y en la
investigación, y por último se propondrán algunas medidas preventivas para evitar los
conflictos éticos en este campo profesional. La presentación incluirá, a modo de
ejemplo, algunos casos para estudio.1
1
Prevención integral. conferencia UTHealth The University of Texas, principios bioética aplicados a la
salud ocupacional [internet]; 2015 [citado 25 de septiembre 2017] https://www.prevencionintegral.com/
4
1. Los fundamentos de la ética.
La tarea o función de la ética es llevar a cabo juicios y ponderaciones sobre conductas
humanas, con el fin de recomendar y orientar (mas no imponer) cursos de acción
adecuados, que resulten prudentes y equilibrados, y que permitan tomar decisiones
racionales en forma amplia y suficiente.
Cuando se habla de ética, por lo general aparecen las nociones relativas a qué es lo
que resulta “bueno” o “malo”, en cuanto a los riesgos, efectos y consecuencias que se
producen por la resolución de los individuos, que puede a su vez motivar la conducta de
una persona, y que involucra a otra o a una comunidad.
En este sentido, la prudencia, es decir, la cualidad que permite tomar decisiones para
actuar en forma equilibrada, evitando o previniendo daños a otros o a sí mismo, y
generando bienestar para sí o para otros, es un común denominador en las reflexiones
éticas.
Las reflexiones éticas –ausentes en algunos casos son arduas cuando se trata del
diseño, implementación y evaluación de la gestión de sistemas de gestión de riesgos
laborales, como en el caso en el cual, no se tienen claros los verdaderos objetivos y
fines de la protección efectiva de los empleados frente a riesgos y peligros en el trabajo,
y se diseñan los sistemas de gestión como requisitos formales de cumplimiento de
normas legales, o de requisitos técnicos de administración.
De esta forma, ¿qué conducta, o grupos de conductas resultan prudentes o éticos (que
para el caso son sinónimas) por parte del gestor o gestores de un sistema de gestión de
riesgos laborales y salud ocupacional?2 Algunas respuestas son bien conocidas y
variadas. Es claro que hay suficientes soluciones prudentes para algunos casos y
problemas, pero en otros, especialmente durante las fases de implementación y
evaluación del sistema de gestión, aparecen circunstancias que contradicen lo
establecido en el sistema y los resultados reales, por ejemplo, cuando se incrementa la
accidentalidad en el trabajo, a pesar de que se cumplen con todos los requerimientos
del sistema de gestión.
2
Congreso de la República de Colombia. Ley 1562/2012 de 11 de julio de 2012. Por la cual se modifica el
sistema de riesgos laborales y se dictan otras disposiciones en materia de salud ocupacional. “Artículo 1
definiciones: (…) Programa de Salud Ocupacional: en lo sucesivo se entenderá como el Sistema de
Gestión de la Seguridad y Salud en el Trabajo SG-SST. Este sistema consiste en el desarrollo de un
proceso lógico y por etapas, basado en la mejora continua y que incluye la política, la organización, la
planificación, la aplicación, la evaluación, la auditoría y las acciones de mejora con el objetivo de
anticipar, reconocer, evaluar y controlar los riesgos que puedan afectar la seguridad y salud en el
trabajo”.
5
2. De la prevención a la promoción.
“Es difícil conciliar las diversas exigencias asistenciales –expone Berlinguer en su libro
“Ética en salud”-: la regulación de los costos, la calidad e igualdad para acceder a los
servicios, la libertad de elección. Se podría, incluso, decir que es casi imposible. Pero
se volverían ciertamente menos difíciles: a) si los medios técnicos fueran usados de un
modo más apropiado, b) si más allá de pensar en los recursos monetarios se pensara
en lo recursos científicos y humanos, que comprenden las funciones profesionales pero
también los que puede poner sobre el terreno cada grupo y organización social en
cualquier movimiento colectivo, e incluso personalmente cualquier ciudadano; c) si
además de apuntar a los servicios sanitarios para conseguir sus prestaciones directas,
se pensara también en sus funciones como vehículo para conseguir una ‘cultura de la
salud’; d) si fuesen utilizados más ampliamente los recursos de la solidaridad
espontánea y organizada; e) si además de reparar los daños, se trabajase para
maximizar el impacto positivo que cada actividad humana, a partir de la educación, del
trabajo y de la producción, puede tener a favor de la salud”. 3
3. Promoción y prevención en salud.
La promoción de la salud surge como reacción a la acentuada medicalización de la
salud en la sociedad y en el interior del sistema de salud. Hoy en día este término está
ligado a una serie de valores: vida, salud, solidaridad, equidad, democracia, ciudadanía,
desarrollo, participación y asociación, entre otros. Y también a una serie de estrategias
por parte del estado –políticas públicas saludables-, de la comunidad –refuerzo de la
acción comunitaria-, de los individuos –desarrollo de habilidades personales-, del
sistema de salud –reorientación del propio sistema-, y de asociaciones intersectoriales.
Responsabilidad múltiple, no solamente individual en la salud4.
“La idea de la promoción de la salud se traduce en expresiones propias referentes a la
realidad actual, como „políticas públicas saludables‟, „colaboración intersectorial‟,
„desarrollo sostenible‟. Se rescata la perspectiva de relacionar salud y condiciones de
vida, y se resalta la cantidad de múltiples elementos -físicos, psicológicos y sociales-
que están vinculados a la conquista de una vida saludable, destacándose la importancia
tanto del desarrollo de la participación colectiva como del de las habilidades
individuales.” 5
3
Berlinguer G. Ética de la prevención. En: Ética de la salud. Buenos Aires: Lugar Editorial; 2003: 85.
4
Czeresnia, Dina; Machado de Freitas, Carlos (Organizadores) Promoción de la salud. Conceptos,
reflexiones, tendencias. Buenos Aires: Lugar Editorial; 2006: 20.
5
Ibídem: 11.
6
Se refiere al fortalecimiento de las capacidades individuales y colectivas para enfrentar
los múltiples condicionantes de la salud, construir en definitiva “capacidad de elección”
y va por tanto, unida al reconocimiento de los valores de la subjetividad, la autonomía, y
la diferencia. Se habla así de conceptos de vulnerabilidad y „empowerment‟ en salud.
Los conceptos de la promoción de la salud se pueden reunir en dos grupos 6:
actividades dirigidas a transformar los comportamientos de los individuos,
apuntando hacia sus estilos de vida, sobre todo familiares, y del ambiente de las
comunidades en que se encuentran. Actividades se concentran en componentes
educativos.
Papel protagonista de los determinantes sociales en salud. Actividades
orientadas a la colectividad de individuos y al ambiente, por medio de políticas
públicas y para refuerzo de la capacidad y participación de los individuos y de las
comunidades.7
4. Prevención y riesgos.
Sandra Caponi concuerda con el punto de vista de que la salud es un estado singular,
imposible de ser definido y generalizado por medio de un concepto científico 8. Compete
a los programas de salud colectiva crear estrategias de prevención de las
enfermedades capaces de evitar la exposición a riesgos innecesarios, pero esos
programas deben considerar, al mismo tiempo, la necesidad de políticas de promoción
de la salud que permitan a los sujetos maximizar la capacidad que cada uno posee para
tolerar, enfrentar y corregir las infidelidades del medio, que inevitablemente conforman
sus historias.
La salud no es solamente seguridad contra riesgos, sino también la posibilidad de
superación de las condiciones y capacidades iniciales, la capacidad de enfrentarse a
los desafíos que implican riesgos. Hay que repensar críticamente la noción de riesgo,
central en la epidemiología y en el discurso de promoción de la salud de la llamada
“nueva salud pública”, pues con frecuencia “la dimensión cultural del concepto de riesgo
tiende a estimular la primacía del individualismo, con el descrédito en relación a la
6
Buss PM. Una introducción al concepto de promoción de la salud. En: Czeresnia D, Machado de Freitas.
Ob.cit.: 23-24.
7
Menéndez, Eduardo L.; Spinelli, Hugo G. Participación social, ¿para qué? Buenos Aires: Lugar Editorial;
2006.
8
Caponi S. La salud como abertura al riesgo. En: Czeresnia D, Machado de Freitas. Ob.cit.: 65-92.
7
autoridad política de los gobiernos y el énfasis en el mercado como instancia reguladora
de la economía, adecuando la nueva salud pública al proyecto neoliberal vigente”. 9
5. La inevitable convivencia del trabajo con el riesgo.
La reflexión bioética ha estado distante de los procesos productivos peligrosos, la
condición de mantenerla o prohibirla, no ha sido resuelto por sociedades que tienen su
foco en la generación de bienes y riquezas. En la actualidad, dada la desregulación
existente y la fuerza del libre mercado, se sigue sometiendo a los trabajadores a
condiciones de riesgo inaceptables, permaneciendo pendiente la evidencia científica
suficiente para proveer medidas de prevención efectivas. Como apoyo al debate
bioético, el Principio de Precaución, que analizaremos más adelante, nos permite
adoptar medidas para evitar o disminuir el daño cuando las actividades humanas
pueden acarrear un daño moralmente inaceptable, que resulta ser científicamente
plausible pero incierto10.
A pesar de que organizaciones internacionales declaran el valor de programas
preventivos en los lugares de trabajo y especialmente en aquellos de alto riesgo11, dado
que reconocen que es inevitable la convivencia con actividades laborales riesgosas, no
han sido explícitos en propiciar discusiones bioéticas frente a la flexibilidad con que los
países, sobre todo aquellos en desarrollo, administran los riesgos laborales. Sin
embargo, si han alertado de las consecuencias del sistema de globalización en materia
ideológica, política y económica y la acción depredadora del libre mercado a costa del
de los trabajadores.
Dada la naturaleza de una empresa, donde el objetivo es optimizar el rendimiento de la
actividad productiva, la salud de los trabajadores no resulta ser el propósito principal del
negocio, sino una condición del entorno para el logro de los objetivos productivos. En el
mundo laboral real los derechos de seguridad y salud del trabajador siguen aún
pendientes, empleadores no respetan los derechos laborales y los Estados no cumplen
su rol regulador, dando lugar a trabajadores sometidos a actividades altamente
riesgosas sin mínimas garantías de seguridad. El problema se acentúa cuando los
trabajadores optan voluntariamente por un trabajo de estas características, sin
embargo, en la mayoría de los casos es porque no existen para ellos otras alternativas.
9
Castiel LD. Dédalo y los dédalos: identidad cultural, subjetividad y los riesgos para la salud. En: Ibídem:
93-112.
10
Derechos fundamentales en el trabajo y normas internacionales del trabajo. Ginebra, OIT. International
Labour Organization (2003).
11
Carta de los Derechos Fundamentales de la Unión Europea, Diario Oficial de las Comunidades
Europeas. Parlamento europeo (2000).
8
Es una premisa falsa afirmar que los trabajadores tienen plena libertad para aceptar un
trabajo y las condiciones de este. Aunque algunos componentes de la libre
determinación están presentes, las condiciones económicas y sociales ejercen una
influencia en la elección que hace un trabajador, en el nivel de riesgo a tolerar y su
capacidad para participar en la gestión del riesgo.
Conclusión
La Bioética surge en la sociedad actual como una necesidad. Sus objetivos de
descubrir, analizar y orientar la toma de decisiones en situaciones en las que los
avances biotecnológicos, las desigualdades y los intereses económicos puedan estar
sobrepasando los límites aceptables por la ética, la hacen imprescindible a la hora de
programar la búsqueda de nuevos programas de prevención y promoción de la
seguridad y salud en el trabajo.
La bioética no se reduce a una Bioética médica, pues no responde solamente a
preocupaciones médicas. Su objetivo es mucho más amplio en la medida que consiste
en la comprensión, el cuidado y el posibilitamiento de la vida humana y no humana, de
la vida del planeta, vida que emerge en la medida que el cuidado de la salud vista como
un fin de sí misma y no en oposición a la enfermedad el objetivo de la Bioética es
biocentrico.
Para la Bioética, fundamentada en conceptos biocentricos de salud y vida, cuidar la
salud equivale a cuidar la vida. Cuidado que hace posible en medio de las dinámicas
propias de la vida las cuales se manifiestan en la multiplicidad y variedad en las
relaciones e interdependencias entre las diferentes formas de vida y entre la vida y la
no vida. En esta medida, cuidar la vida implica el cuidado de la no vida.
La aplicación de los principios de la ética, y en concreto de la bioética, puede resultar
útil en el diseño, implementación y evaluación de sistemas de gestión de riesgos
laborales, sirviendo además como parámetros para la solución de circunstancias que
pueden resultar problemáticas o dilemáticas dentro de la gestión del sistema,
situaciones a las cuales haremos referencia en una oportunidad futura.
Referencias Bibliográficas.
Berlinguer G. Ética de la prevención. En: Ética de la salud. Buenos Aires: Lugar
Editorial; 2003: 85.
Buss PM. Una introducción al concepto de promoción de la salud. En: Czeresnia D,
Machado de Freitas. Ob.cit.: 23-24.
9
Caponi S. La salud como abertura al riesgo. En: Czeresnia D, Machado de Freitas.
Ob.cit.: 65-92.
Carta de los Derechos Fundamentales de la Unión Europea, Diario Oficial de las
Comunidades Europeas. Parlamento europeo (2000).
Castiel LD. Dédalo y los dédalos: identidad cultural, subjetividad y los riesgos para la
salud. En: Ibídem: 93-112.
Congreso de la República de Colombia. Ley 1562/2012 de 11 de julio de 2012. Por
la cual se modifica el sistema de riesgos laborales y se dictan otras disposiciones en
materia de salud ocupacional. “Artículo 1 definiciones: (…) Programa de Salud
Ocupacional: en lo sucesivo se entenderá como el Sistema de Gestión de la
Seguridad y Salud en el Trabajo SG-SST. Este sistema consiste en el desarrollo de
un proceso lógico y por etapas, basado en la mejora continua y que incluye la
política, la organización, la planificación, la aplicación, la evaluación, la auditoría y
las acciones de mejora con el objetivo de anticipar, reconocer, evaluar y controlar
los riesgos que puedan afectar la seguridad y salud en el trabajo”.
Czeresnia, Dina; Machado de Freitas, Carlos (Organizadores) Promoción de la
salud. Conceptos, reflexiones, tendencias. Buenos Aires: Lugar Editorial; 2006: 20.
Menéndez, Eduardo L.; Spinelli, Hugo G. Participación social, ¿para qué? Buenos
Aires: Lugar Editorial; 2006.
Derechos fundamentales en el trabajo y normas internacionales del trabajo. Ginebra,
OIT. International Labour Organization (2003).
Prevención integral. conferencia UTHealth The University of Texas, principios
bioética aplicados a la salud ocupacional [internet]; 2015 [citado 25 de septiembre
2017] https://www.prevencionintegral.com/