Dan Buettner y las Zonas Azules
B uettner resume lo que aprendió en
las Zonas Azules en 9 puntos o
lecciones, de las cuales 6 están
directamente relacionadas con
los puntos tratados en esta
sección, la actividad física, la
alimentación y el descanso:
A Moverse de manera
natural. Los habitantes
de estas regiones no
necesariamente son
atletas o deportistas,
pero casi todos están
activos físicamente: en
Cerdeña son pastores, en
Okinawa muchos cuidan
sus propios jardines y huertos
y en general se mueven
naturalmente al realizar sus
actividades diarias.
Tener un propósito: en las diferentes zonas azules existe alguna
B frase o palabra que quiere decir “tener una razón para levantarse
cada mañana”. Los habitantes de estas regiones demuestran lo que
se mencionó en la sección anterior sobre beneficios de tener una
vida con sentido.
Rutinas para manejar el estrés: cada una de estas zonas tiene
C prácticas culturales que ayudan a que las personas no estén tan
estresadas. Algunos rezan, otros hacen la siesta, y otros tienen un
ritual diario para recordar a sus ancestros.
La regla del 80%: En Okinawa las personas antes de comer dicen
D “Hara hachi bu” se refiere a comer solo lasta estar saciados al 80%,
no hasta sentirse completamente llenos. Buettner encontró que en
todas las zonas azules las personas ingieren una comida pequeña
al final de la tarde o temprano en la noche y ya no comen después
de eso.
El “sesgo hacia las plantas”: la mayoría de la gente centenaria
E come muchos más productos vegetales que de otro tipo. Solo
comen carne, generalmente de puerco, unas cinco veces al mes y
comen muchas leguminosas como frijoles, habas, lentejas y soya.
F Beber vino: En todas las zonas azules (excepto en Loma Linda
porque son adventistas y su religión prohíbe beber alcohol) la gente
consume vino regularmente y con moderación, una o dos copas
al día, siempre con alimentos y siempre acompañados de otras
personas (y Buettner aclara: ¡no se vale acumularlo y tomarse 14
copas el fin de semana1).
Las otras tres lecciones de las Zonas Azules están relacionadas con
otros temas estudiados en el curso, como la importancia de tener un
sentido de pertenencia, los beneficios de la espiritualidad y de las
relaciones familiares y de amistad.
Una de las conclusiones más
importantes a las que llegan
muchas de las investigaciones
sobre el bienestar físico es que
éste es algo que podemos cultivar
y construir cada día. Que no es
el resultado de algún esfuerzo
heroico o una gran hazaña, sino
de las pequeñas decisiones
cotidianas sobre lo que comemos,
sobre cuánto nos movemos y
sobre cómo descansamos y nos
renovamos. Todas estas están en
nuestras manos.