1 psicoandlisis y la Salud Mental
mantuvicron y manticnen relaciones |
tensas. En este libro Eric Laurent se
ocupa de estas rclaciones y estas tensiones
asigndndole al psicoanalisis y a las institucio-
nes analiticas una posicion de responsabilidad
Muestra con gran originalidad un psicoandlisis
posible que se compromete con la exigencia de
la época; que en vez de
pequefia identidad,
en una convers
autosegregarse en su
Ic y sosticne su presencia
sn con los otros y con los
dias, ofreciendo no la cura analitica para todos,
sino un lugar de uso posible para todos.
Ante los desafios que presenta la Salud
Mental, Eric Laurent explica por qué el psicoa-
nalisis es una prictica eficaz, y por qué puede
seguir sosteniendo esta eficacia -que, al pre-
sentarse como el revés del lugar del sentido
dentro de la civilizacién, tiene su importancia
sobre el sintoma~ especialmente en un siglo
XX en el cual lo que no tenga eficacia no va a
tener lugar.
TSBNOST ON!
Eric Laurent
PSICOANALISIS
Y SALUD MENTALIlustraci6n de tapa: Los amantes, de René Magritte (detale modifcado)
Disefo: 5S.
SBN. 987-9318-10-2
ES
(©2000, EDITORIAL TRES HAGH
Junin 558, piso 9, of. 905
(1026) Buenos.
Argentina
nted in Argentina
Pine taby 11.723
Impreso en Argentina ~
Queda hecho el depésito que marca
La extensién del sintoma hoy
1. La extensién del sintoma psicoanalitico
ELpsicoanilisis es contemporineo de una operacién sobre la clinica
‘de la mirada, en el sentido que Jacques Lacan y Michel Foucault podian
dar a ese término. Freud es contemporineo de Kraepelin y tetoms y
adopt de él la clinica transforméndola, adaptindola a su experiencia. Su
primer movimiento es de simplificacién y ordenamiento, Conserva las
tres neurosis de transferencia, dejando de lado las neurosis actuales,
Para las psicosis adopta los dos grupos kraepelinianos, separando mania
xy melancolia, por un lado, y paranoia y demencia precz (ego esquizs
{renia), por el otro. Hecha esta adopcidn, aparece un segundo movi
‘miento, La introduccién del narcisismo le permite llamar a atencién so-
bre las dificultades que presentaban tas personalidades narcisistas. El
mal estaba hecho. Algo del psicoanilisis, l narcisismo, comenzaba a
sobrepasar, a complicar, a subvertir la clasificacién clinica psiquitrica.
EI Hombre de 10s Lobos es pronto el ejemplo mismo del caso siempre
inclasificable, La practica de los psicoanalistas Hegé ripidamente a so-
brepasar los limites freudianos en todos los aspectos. Con Mélanie Klein
Y sus alumnos, ta interdiccién extendida sobre las psicosis infantiles fue
subvertida a parti de 1930. En Viena, en la misma época, Paul Federri
‘continuaba las investigaciones que él mismo y su hijo venfan realizando
‘en os Estados Unidos. Contemporéneamente, el Instituto de Berlin, con
Alexander y Edith Jacobson, se interesaba en las personalidades
harcisisticas y las perversiones. Los hiingaros extendieron las aplicacio-
nes pricticas del psicoanilisis por una gran soltura del setting (encua-
dre) poniendo el acento en la transferencia més que en el marco.
La prolongacién del psicoanilisis a los nitios psicticos vino ripida-
‘mente a poner a los psicoanalistas en contacto con estados psicéticos
Precoces; luego con el autismo. La extensidn de esta clinica alos nifios
traumatizados, alos nifios abandonados, hospitalizados, extendi Ia inter-
vvenci6n del psicoanalista hasta tal punto que las indicaciones clinicas
clasicas de las neurosis parecieron perder su pertinencia.
5La prictica con los adultos sigue el mismo camino
tados Unidos, donde la inclusién de las psicosis en la pri
tenfa poco alcance, los emigrados del Instituto de Berlina
Ego-Psychology por la atenciGn prestada a las personal
tras Jo cual el resultado fue la transformacién del an
la transferencia narcisista al Otro. Las toxicomanias y |
versiones pronto se incluyeron en las nuevas deman,
Agreguemos el acompaiiamiento del psicoan:
de la adolescencia bajo la figura del teenager
punto terapéutica de las edades de la vida.
El psicoanalisis en realidad respondia a tal multiplicidad de casos
que tenia problemas para orientarse. Hizo falta Lacan para enunciat que
en verdad el ta freudiano Tescubre asi una dimension cTiaisr
que Te es propia, Ia de Ta demanda insatisfecha, Hemos creldo poder
—Jomenarla por normas validas en todos Tos casos. Esto es analizable,
esto no lo es. Los desacuerdos han sido siempre escandalosos y el deba.
te confuso. Aumentando la extensién de los sintomas suscitados por su
accién, el psicoanalista disolvia la clinica y sus taxonomias; por ello mis-
‘mo el lazo freudiano entre categorias e indicaciones se encontraba di-
suelto. El resultado de esta extensién de la prictica fue 1a
sentido deT sinfoma, En esas condiciones, o bien tinicamente valia el fan-
—Fisma, o Glo valfa el sintoma como frontera entre una categoria clinica y
otra; cada una se encontraba asi subvertida.
Esta disolucién pragmitica de las barreras y las reglas en el psicoa-
nélisis acompaia a aquella que se realiza fuera de él.
Tncluso en jog
ictica kleiniang
‘obtepasaron ia
Wdades narcisis.
afreudismo por
las antiguas per.
das asi tratadas,
isis a la invencién socia,
¥ de sus crisis, puesta a
2. Las clinicas en competencia
sipic las
La clinica de 1a mirada se ha, en principio, tanstomado a
sy humanitarias. Estas aparece?
i s por la fenomenolo-
"i ‘al senti fntoma, abiertas por wal
cuestiones que evan al sentido de sintome Pie psc
ia que marca el comienzo del siglo y que acom Ree
eoitico de la interpretacion. Las taxonomias Sea aque poet _
tudidas a partir de dichas practicas y t€enieas PST Tacs
trabajar. Una corriente de verdadero disgusto po!
+6*
nuevas pricticas juridica
segregacién marca a la psiquiatria progresista, Hamada dindmica. En esa
riente se aproximan tanto los practicantes del sentido de la relacién al
con i
‘como los mecanicistas sociales que rechazan las segregaciones
ott
sedimentadas.
continuaci6n, ¢s Ja clinica de ta me in Ja que cambia la
A
sensibiidad del siglo. De la clinica del sentido, aquella del uso social, se
pasard a la que remodela el nuevo uso ée los psicotrépicos y del nuevo
‘gusto social que estos facilitan.
‘Una yuxtaposiciOn de clinicas sale ala luz en la psiquiatria: las fuentes
amadas psicodinamicas de la clfnica, surgidas del modelo hermenéutico
transformado por el psicoandlisis. A continuacién, aparecen las
causalidades atribuidas a las modificaciones psicosociales. Finalmente,
los diferentes psicotr6picos, en principio la chlorpromazine, luego la
imipramine, que constituyen los paradigms de la serie de los antipsiosticos
yy los antidepresivos, vinieron a desordenar los equilibrios adquiridgs. Se
ra entonce: de 1a psiquiatrfa en la medicina. A Jas clinicas
“Faiitiresen eo.s ezoss prontemets clase W ophdepictog
Ta clinica bioquimica, las esperanzas genéticas, Estos diferentes niveles
io se corresponden forzosamente ni se traducen armoniosamente uno)
con ofro.
EI Gnico montaje teérico posible viene a revelarse como un
bricollage taxon6mico inédito. Bajo la mascara tranquilizadora, ya co-
nocida en la historia de la medicina, de la basqueda de una lengua
epidemiol6gica Unica, un fenémeno nuevo viene a producirse. Bajo el
-Bombre de DSM, Ia Asociacién Psiquidtrica Americana puso a punto
‘una Conversa I seno de la comunidad psiqui
trica americana, Se sometié a votacién la necesidad conceptual de equi-
ibrar, de forma inédita, los conceptos que sedujeron a la mayoria de los
psiquiatras, las modificaciones de los ideales psicosociales de normal
dad en curso, los nuevos modos de tratamiento farmacoldgico, los usos
terapéuticos de las nuevas sugestiones. Asf se engendraria un modo emi-
nentemente perecedero de clinica que se quiere global, mundial, integrando
todas las tradiciones clinicas, todas las priicticas en su diversidad.
Se trat6 de un cuestionamiento radical de la clinica que se puso en
marcha y entre el DSM3, el DSM3 revisado y el DSM4, empez6 a apa-
“7}
recer una verdadera descripcién psiquidtrica de comportamientos soci
tes. Siguiendo la descomposici6n en sindromes fragmentados de la clini
ca, cada uno podia encontrar su lugar en ese gran libro que se abria. Fue
vivido en principio como un encantamiento en los afios 80. Pero un ma-
lestar sale a Ja luz. Lejos de producir una segregacin cerrada entre lo
normal y lo patoldgico, cernida por muros, luego cernida por prescripcio-
nes medicamentosas estrictas, todo acabé por enturbiarse,
El encantamiento producido por la clinica del medicamento y Ia
cextensién de esas indicaciones, terminé por producir un extrafio males-
tar. Seguramente habia un remedio para todo, éste es el aspecto fort
cante de Ja promesa terapéuicn SEH envés es que puede EMergerMIcho~
Tmas la estricta causalidad bioquimica; lo patolégico avalando la ide:
“nade lonormal. Si todos susceptible de un tratamiento medicamentoso,
‘Zegiin una indicaci6n estrictamente terapéutica 0 por extensién cosméti-
ca, zd6nde se sitdia, entonces, la frontera entre lo normal y lo patol6gico?
E Es por este camino que la descomposicidn clinica contempordnea
~ enel dominio psiquidtrico exponencializa la interrogacién que supo llevar
Canguilhem, maestro de Foucault, sobre la nueva significacién de las
normas de lo viviente. «El funcionamiento desregulado no es un caso
derivado del cual la verdad seria el caso normal. Lo patol6gico no es.
ausencia de norma. Indica por el contrario una configuracién nueva del
organismo, una adaptacién posible del viviente a las perturbaciones del
‘medio exterior o interior por la puesta en su lugar de otras normas. La
enfermedad (...) empuja a la vida a comprenderse como creacién de
normas». A partir de esta perspectiva, Canguilhem consiguié subvertir la
~ definiciGn tradicional del sintoma como «fenémeno biolégico accidental
propio para revelar la existencia, el puesto y la naturaleza de una afec-
cién mérbida». Lo que es verdad en el dominio médico limitado lo es atin
mis luego de que la medicina ha (re)incluido a la psiquiatria.
Elefecto paradojal del retomo de Ia psiquiatria al seno de la mec
ina, producido por la nueva eficacia de los psicotr6picos y el avance de
labiologfa, es justamente éste: lejos de reintegrar simplemente la enfer
medad mental en Ia ciencia y de clausurar el problema, ese retorno ha
cae toldgico. Testimonio
patente la fabricaci6n de nuevas ol ae
“We eSio es Ta constitucién de la clinica sobre las yuxtaposiciones 4°
8+
sintomas. Ya sea que se trate sindromes postrauméticos, de 1
Bias, de anorexia-bulimia, de trastormos obsesivos compulsivos, de de~
presiones, 0 de desrdenes de la identidad, vemos aparecer una clasific. ~
‘cacion extremadamente exirafia por su extensién y por =
Tidn de reduccién extrema de ta clinica a algunos simples ras; 20s. Esta
reducci6n contamina también el conjunto de la clinica y toca, cada ver
més de cerca, a todo el resto. Frente a los grandes rasgos sistematicos,
0 a la clinica freudiana clisica, tenemos répidamente la sensacién de
encontrarnos en una suerte de enciclopedia china en el sentido de Bor-
ges. Pero no es necesario detenerse por esta sensacién. En esta des-
composicién misma, y el modo de tratamiento que engendra, algo nuevo
surge. Ya no se trata més de curar, se trata de determinar la evaluacién
de una cierta eficacia sobre los modos de lo viviente asf definidos. Ja
invencién del sistema de evaluacién de la eficacia forma parte asi de las
normas que lo viviente ayuda a definir por la organizacién misma de su
sintoma. Artimafia de lo viviente, asi se organiza lo que la norma cree
que es el tratamiento de la enfermedad, cuando se trata de una subver-
, -Si6n de la norma por la organizacién misma de,lo que ya no podemos
lamar enfermedad sino sintoma.
_Elsintoma invade las normas del campo social, Constituye aquetlo
que’ mds bien vamos a llamar «estilos de vida», EI DSM llega de hecho a
poner en su lugar sintomas como nuevas normas de lo viviente, lo que
Hamamos con J.-A. Miller, quien supo extraer el término de Lacan: mo-_
_dos de gozar. Estamos, a la vez, en la época del Spleen y en la de los
‘modos del Joy. El psicoandlisis recuerda que no alcanza la época més
ue por una vuelta intransitiva por el Otro. Incluso auto-erdtica, ,ghay???
No distrutamos -enjoy-de una coca-cola, disfrutamos de la coca-cola
del Otro.
3. Los modos del Otro en presencia
Pero cde qué Otro «enjoy Coca-Cola»? ;,Cémo se organizan nues-
ros modos de gozar? Lacan se dedica, en 1938, a una investigacion
sobre «los complejos familiares», Evalia las formas de la familia exis-
a catlcios familiares.
19°A
Edipo, y deduce de esto que la verdad
“Je la famailia se verifica en las formas del matrimonio. Anun:
fe aot oria de ta familia va a ser reemplazada por Ia historia del
Trial ae i y Esetac imente lo que nosotros constatamos, La historia de
“Frimnlia se ha detenido sobre la falsa ia de la familia nuclear.
PRT
sistema. Ahora, después de cierto concienciacion vic eae
Poco de responsabilidad, pero se temen ls efectos a¥°P
€sto dentro de unos afios. ae ta situacion del padres
Podriamos quejarnos de la degradacién d¢ 8200 ire en el
Pero al Tlegar a este punto, .gué queda de 12 sta? Por
Sentido agustiniano de la palabra, o inclus
€ste motivo, se convoca a los psicoanalistas- bes
Coterapias en general, Wemien poco que dec
43°jo de Edipo y es;
mpre estén hablando. del Compleje - ipo y esas
nalistas, como SiGHP re, De modo que les preguntan: estén ustedes
cosas, saben algo del padre analistas dicen que hay que proteger
> Algunos ps
a favor o en contra? Alsi una ilusién del padre. Otros no es-
ne
snecesario mante : e.
al padre. oS 7 que esocalme la llamada a padre, y consTatan que'el
ncidos
tin conve! js no es el derecho a tener un padre; a
soanalisi
Tescubrimiento del psic
esa de ese derecho, nunce se Hega a ener
Tupone primero a Tos ps Lobia piconet
mental partir de ea, Los se eT i SPENT TET od
conde psicoanalistas, AST Com eT DE ; Presentando Ia psico-
Togia, constataba que en lugar de partir de la definicién general de 1a
psicologia, tan dificil de establecer, por lo menos habia un objeto que
existia, que era el psicblogo clinico argentino ~objeto del cual no es tan
claro define para que sirve, para qué puede servir. La esencia de este
objeto no esta muy claramente definida, pero lo que esté claro es que el
objeto mismo se inventa con esto una multiplicidad de usos, de los cuales
incluso el Departamento de Psicologia Clinica de Argentina no podia
tener la menor idea. Se inventaron usos de este objeto, no s6lo en Argen-
tina, sino en Latinoamérica, en Europa, en los pafses globalizados. Lo
que se invents con este objeto es también lo que se inventa con el psi-
coandlisis.
Primero hay que parttde Ia existencia de este objeto producido por_
“Pos an ese eL anal, x depp 6 eusuentvan Los usos: Digs:
‘os, entonces: hay que partir de esto, de este objeto, incluso del hecho
de que este objeto es embarazoso para la civilizacign. Hay demasiados
~PsioGlogascliniags, hay demasiados psicoanalistas, nadig sabe qué hacer,
_SOLEsto; pero el régimen fundamental del objeto en nuestra civilizacion
“Seta itmare dems ta funcién no esta exactamente a Ia altura
de jt
Poder asignar un Tagar al objeto, nos supera~; con los analistas es
igual que con los coches: hay demasia:
Percibe la experiencia profunda de ni
alee existencia y esencia. Lo princip
Ia xistencia, hay este objeto, y esto q
\dos. Lo fundamental es que asi se
estra civilizaciGn, 1a separacién
al es el hecho de que primero esté
Jue Se percibié al inicio del siglo con
“el sentido €s el uso”.
fay que encontrar usos de to
Queda, porque del lado de las esenci
ja; y cada vez més VeMOs que hay exist
ies hay que encontrarles usos. Esto aho,
Jos ra y mas clara. Es la raz6n por la cual he
a ee de otras tendencias, que Ia definicin de psicsantsn que Jae
jes Lacan introdujo en los afi 60}*el psioaniisiseselingminy
aie se puede esperar de un analisa™ que parega un ecg oe
Sento, esta cada Vez MUS ACepTada Como apuntndo a esta vend
primero esti la existencia del psicoanalise y despues
-ostles de ete objeto. Lacan encontré otras ianeras diveridas deTha~
Fer percibir el divorcio existencial, cuando decia: “Viva Polonia, porque
sin Polonia no habria polacos”. Pero esta disyuncién enteexistencia y
esencia es, probablemente, una de las Haves que hace a este uso funda-
mental del analista, que se transforma en un instrumento para expeti-
mentar Ja falta en ser del sujeto moderno,
Sin Ja sesiOn analitica la tirania de la identificacin se relajaello
no tiene nada que ver con las medicinas dulces, la relajacién, el carifio,la
CaS de ess objets g
a lo percibimas de mang.
Constatado también, entre
ondad. El espacio analitico es un espacio en el cual se juega un destino
fundamental del sentido ena civilizacion.
et
Quiero ahora destacar siete puntos que se deducen de este uso
fundamental del encuentro con el analista en nuestra civilian
El primer punto es que la hipétesis ssicoanalitica a Lowe oa
imposibilidad de contener el objeto de goce o¢l bjet0PU Ter ig
buscar la hip6tesis del Uno en otra parte que en Ja uniter aed
eatonces implica que donde esté, el psicoandlisis mt sica un
lettitorio de los saberes. El psicoandlisis lleva comsig® "conta
tnjambre de saberes que lo rodean y que no Welt
Slasificaci6n universitaria actual 0 la clasficaciOn’™ ©
ue las ciencias de la interpretacin de una época oie
er del analista -y lo que tiene que saber y (at
ue hace que ninguin recorte organizativo de 05S
- tiene q
Sea satisfactori unto de vista de 1oque NON * oy tra
rio desde el p jo XxIva
cidn de
Hedo que una de las cuestiones ¢n el SE pre Ta disnibue
Sonvencer a los demés, a los que pueden Im
*5I*
ide lossaberes et 8 civilizaci6n, del porqué hay una necesidag
Josliiies Ceres agrupaciones y desconfiar de vigjas costumBres,
Te constituir nuevas #8 is €S una prictica
rend
sr pinto s verdad gue eT:
YV eSicaz) pede FP ata posiion en el siglo XXI porque es verdag
eficazy s
Paes AX sino se es eficaz nose teneningtinI0gat,Tneluag
que en el siglo XX1s
ee ep cin esac a ese COI Eres de
bud gue Soe ao del civilizacon, ene su importancia sobre et |
here Esto se puede verificar con estadisticas y es verdad que ten
Ss ene como los colegas nrteamericanos, una zona dedicada
oe enfgr El hecho de que no tengamos el mismo afén. que
2s preston ets se debe aque I historia de la psicologfa cuanti
aitesen Europasiempre ha tenido un matiz policial. La psicologia cvan-
titative sine en general para producir segregaciones ~selecciones di- |
ten-, clases de sujetos segin su capacidad para hacer tal 0 cual cosa,
fneluso podrian ser clases de sujetos que podrian analizarse la
analizablidad. Estas producciones, en general, levan a selecciones que
se transforman en segregacién y en instrumentos de exclusiGn; por esto
Je tenemos desconfianza a un afén cuantificador demasiado satisfecho.
En nombre de medir la eficacia para verificar la profesionalidad, lo que
se puede producir son catéstrofes; lo hemos visto en la historia de la
psicologia con el coeficiente intelectual. El resultado de Ia historia del
coeficiente intelectual produjo una segregaci6n brutal entte nifios intli-
gentes yno intelgentes. ¥ las medidas que después vinieron en ayuda
4e los no inteligentes tienen poca validez, si se comparan con los desgas-
tes producidos por la seleceiiny la exclusi6n. Ni hablar de lo que ocurrié
rene Unidos; e! libro de Steve J. Gould sobre “la mal medida
Fae eee de os bos que testimonian, como dice el ator
Tuvo un efecto distint pas eae commer Ge las note
Tene tne fom Pogue la seprepacién en los Estados Unidos
Gist, 9 et Broduccén de ghettos, de comunidades
Europa Esa sca yes conseevenias festa ocuids ¢b
dimensifntancaasecade een an orl de Europe, a
ims prudentes que en los Estados rene oad leva a medidas a0?
Mas segreaciones cuando entamos oye eres Produc ME
0S en esta justficacién de Ia eficacia. |
“52+
ye progucir justo 10 necesario para seduc
W os re que Seamios eficaces, podemos demos
pe auie” sivo por entrar en esta logica que conlle
tal amo my
rm
strato, peto sin 95 ya
ningiin
xoesi ee va.en si
ine jevar, consecuencias terribles. "misma, o pue.
conlleva Fs
i Eltereer punto que queria subrayar, en lo que hace aa distancia g {
n
stra cvilizaciOn entre esencia y existencia y la prevalencia de]
i uso
“ico y efiCaz, €5 €l NUEVO estatuto de toda lac
¥ ca Laci
JF durante Toda una Epo por la creenca qi tens dj i
‘nica. Incluso la clinica en la salud mental t aoe
;
frente ala li cacal tenfa su consisten-
iegin los Estados, las lenguas;tenfa una consistenci nacional, An.
ta in ereencia del practicante en la clinica se a transformado lo he
rreachado muchas veces en las mesas de este Encuentro, No solamen,
tetrabajamos ahora, de hecho, con las clinicas de Freud, la clinica quese
“dcsputs las ctinicas de los postirendianos lade Melani Klin apie.
i ein, la ultima, la de Winnicott; y para los lacanianos tam-
la clinica del primer Lacan, Ta clinica del Lacan clasico, la clinica
Gel Lacan Gltimo, Todo esto se yuxtapone y asi la creencia del practican-
ie que hace uso de todo —todo lo que parece necesario~y las clasfica-
ciones apay As bien como un artefacto. Pero esto no esta vincula-
“Traslawonte con La vieja sabiduria médica biporiica de quelaentr
medades no existen y s6lo existe el enfermo. Ahora estamos en ola
época en la cual, como sélo esté la existenciay Ia esencia no es pare
nosotros més que un paraiso perdido- entonces es en otro seniidoquen®_
Wy clasificaciones: 1o que hay es a exisenca simulta densa —
Paciente. En este punto se anuda un uso pragmatico de las arg! ae
TeiaT nadie cree mucho. Cree lo suficiente como pare ordensr= TT
‘ree en las clinicas solamente para ordenarse un pococl Mes 4
tay un cruce con lo que es la pragmatica, el nominalism
'ndividualismo contempordneo, Se cruzanenun nudo: ee
'esde descreimiento que, al mismo tiempo, pueda ala
$241 cual uno no eree més que en su propia cna. FE
~Weisismo de la clinica”. Esté profundamen ancla
253°ssidad, y es una consecuencia fundamental en el estatuto del sintoma,
Esto voy a [ecarrolfarlo en el Congreso que tiene Tugar manana
as tiempo para explorar sus consecuenclas. ;
ero punto esque, en la medida enue la consistencia de estas
nominalismo del sujeto moderno, hay un
i a el
inicas esta animada por | su Ff
ree que se impone Ete realism se manifiesta cada vez.mis en las
patologias del objeto Amico que ef etal Gel sueto Se pravrematza,
‘se independiza del io, estin estas patologias que Van GESGE TOs aston.
se enticios tipo anorexia, bulimia~ a las precticas COmpulsivas &h
‘Eneral, los tastornos obsesivos compulsivos, los trastornos como las,
aicomanfas y la adicciones multiples, que s6lo con su cardcter de epi-
emia. nos aseguran a consistencia de un realism del cual el nominalismo
fineo po-puede escape.
kL 9, El quinfo punto es la confluencia en la clinica psicoanalitica de los
Basico primeros puntos. Esto, entonees, implica una consecuencia en la
clinica. Para conjugar el nominalismo subjetivo y el realismo del objeto
estamos empujados «"producir una clinica no esténdar que, al mismo
Aempo incugs los esis otenidos on 1a rata apa
neurosis, es decir, todo lo que hemos ‘aprendido de la ientificacién del
sujeto en su relacién con la identificacion paternal, con el Edipo, con el
(sare pesien ota onl significant patemo, Se ‘yuxtapone
con lo que estamos aprendiendo sobre las patologias del objeto. Esto nos
empuja a producir una clinica “no estandar” que efectivamente forma
pa del siglo XXI.
4 4 El ea Punto: la clinica no estindar es una clinica consumidora de
wevas ficciones juridicas, Estas patologfas o este nuevo estatuto clinico
necesita
armar ficciones que permitan ordenar la coexistencia de goces
miltiples. Las viejas formas de i le goce
3 lc ideales i cia
ya noconsiguen hacerlo Sine que organizaban Ja coexisten
re
~,
yD
gades de goces distintos,sintomatcns tog
ta especializacién afirmada por 1a biotéen
mejor productividad, se va cada vez misenene eg
cidnde ese universo. Esto hace reflexionar sabre la dere ee
jo piblico, de la salud piiblica. ;Cémo hacer existe i a
campo una forma que permita pensar esta tension entte In de nuestro
des distintas y un universo comiin? Eso es comunida-
s6lo una forma més limi
de una cuestiGn muy general; Jacques Lacan lo deci wen muted
scanles hay que ditigirse. En
ica como una esperanza de
i il {e6mo nuestro
universo de segregaciones iba a poder soportar estas segregaciones?
Pero no es s6lo Lacan, hay que decir que un autor como Walt
efectivamente muy lacaniano en la manera de plantar el problema, He
visto en Ja librerfa que esté afuera de esta sala una traduccién de su
Tratado sobre la tolerancia. El plantea que el problema de nuestra
civilizacion es C6 ~comio hacfan los imperios que
fan yuxta-
incluian-,
Cuando Lacan enuncia esto como aquello que iba a surgir, lo anun-
cia en el 60, y surge, efectivamente. Ahora nos rodea en el pensamiento
‘contempordneo y, como analistas, tenemos que leer a Waltzer, a Rorty, a
Charles Taylor, a los que tratan de pensar las contradicciones que modi
fican la nocién misma del espacio piblico. En este sentido, somos consu-
midores de ficciones juridicas para adaptarnos a estas modificaciones.
Es una de nuestras tareas en el siglo XXI.
~~ El séptimo punto es que tenemos nate ae
i aquellos gock
tnalistas, c6mo se estén ransformando aquellos goees ET
nales, que no estaban en las normas, c6mo se ine on
ema diferente del de Ia clasifica
in que aprender, en tanto
mas nuevas. Este es otro tipo de prob! ac
7 : 5 ficci ji sas. Por,
i6n deTos sintomas, Ta patolo, a del objeto as fecones june
EMPIT, Vemos cémo la homosexualidad se transforms ¢
a
weva y lo hace con paradoja piopolitica, cémo ha-
lenemos que aprender efectivamente, fs mI me Te eanel amore
cen i ses en los cuales buscan © 7”
<1 los grupos gay en los distintos paises Yi gag, Que seit Unt
Cimiento de normas que incluyan 8
esserorma que los incluyera? Produce efectos sobre las normas. Y sobre jy
ior Tenemos que pensar, desde el punto de vista de In investigacign
clinica, tod ico des : udesde las preguntas
do, que el analista forma parte del inconsciente y qué debe darse cae
ae ello, La frase de Lacan se comprende mejor a partir de la tesis fre
mulada porJ.-A. Miller, quien nos dice que el inconsciente interpreta .
analista slo interpreta porque forma parte del inconsciente y porque 4
| “ha vuelto el producto de esta operacién. Cémo adapta :
i es la formacién del psicoanalista. -
‘I Bn cada pais, el psicoandlisis se instal6 en relacién con, y co
derivacin de, ls homologaciones sociales del deseo de curar. Freud se
mostrédispuesto a negociar con los poderes piiblicos la salvapuarda a,
ta dimensinterapéutia del psicoanalisis con la condicién de senso
peepaip abies s ; le no renun-
sion més elevada: la que atribuye a la ciencia psicoanaliti
i ia de alertanas contra la ideologfa terapéutica. Lo formula,
lecis aie
jo cae ee 1926, El andlisis profano. «S6lo quiero
‘Tonbléa évoca ch og, ejarén que la terapéutica mate a la ciencia».”
ntrapunto de esta derivacién terapéutica del psicoa-
} nilisis, «Lo
t S Fepresentar i se
| aprender psicoan di intes de las diversas ciencias del espiritu deben
‘sitimacis
iSenciigy
WE el analy
1 inconsciente
INOS a €S€ ser, es
| lisis... sometié er que aprendan a comprender el and
" lehranatytiker 4 andlisis»."* E] analista didactico, el
en un pring ee
PeUaS sino el aatista fee i0 el formador de los analistas tera
°st08 representantes de las ciencias humanas.
a Para dedicarse a aquél que
iplina para investigar la civilizaci6n.
Sino un tipo de cura, ung } NO se trata
sport del Psicoanliss sepne e608 l bjetivo de transmit a otros el
sManstetencia de trabajo: poses lzaci6n como tal, algo as{ como un
berian pee «cuidada formacién» estos analist25,
0 etd a favor ee armas en el émbito de la tera”
Ge existan dos categorfas de analis
y lew
tas. «Todo esto requiere cierta dosis de libertad de movimiento y no
{olera ninguna restriccién mezquina»,"*
Ya sabemos cOmo se recibieron las propuestas de Freud en las
sociedades psicoanaliticas existentes. La apertura hacia los no-médicos,
es decir el acotamiento del aspecto terapéutico, iba a ser muy mal reci-
pido. Desde el rechazo mas contundente por parte de los norteamerica-
nos, hasta la aceptaciGn a regaitadientes de los ingleses™, pasando por la
entusiasta adhesin de los hingaros encabezados por Ferenczi, aun sien-
do representante de su conocido activismo terapéutice. El modelo del
Instituto de Berlin en cuanto a la habilitacién iba a imponerse y trasmitirse
Juego en forma adaptada a los paises anglosajones. El no-médico tenia
su lugar en el curso de forma excepcional o transitoria. z
La esperanza de prevenir las neurosis con el andlisis infantil haria |
nacer muy pronto una categoria inédita, la de los psicoanalistas infanti-
les, sobre todo formada por no-médicos, como A. Freud o M. Klein.
Més atin, durante la posguerra, en Europa, en América Latina, en Brasil
y en EE.UU. se ve desarrollarse un pacto técito. Los evidentes benefi-
cios que brinda el psicoandlisis, su alcance terapéutico, probado por la
importante cantidad de médicos con formacién psicoanalitica, eran reco-
nocidos a través de una tolerancia de hecho de las actividades terapéu-
ticas de los psicoanalistas. La psicologia universitaria quiso también to-
mar el camino que Freud habja abierto y que se reconcciera asi el titulo
y la practica de psicélogo universitario clinico. Alguros psic6logos s¢ |
\\
|
unieron a las sociedades de psicoanilisis y las filas de los no-médicos
pronto se dividirfan entre psicSlogos como paramédiens y los otros. El
problema que planteaba Freud tenia de esta forma una aparente res-
puesta prictica. ;Pero esta asociacién es una respuesta satisfactoria
para la pregunta de Freud? Es necesario preservarla en el seno de las
sociedades psicoanaliticas para asegurar su legitimacién necesaria en la
organizacién social del deseo de curar -y asi evitar las «restricciones
mezquinas» que no tardarfan en surgir~ pero no es suficiente para cum-
plir con nuestras obligaciones hacia el psicoanilisis. me
Para Freud se trataba de otra cosa: de la insercién del psicoanilisis
en la civilizacién, Lacan comprobs primero que el sistema funcionaba de
modo contrario a aquello por lo que Freud Io habia imaginado: el sistema
+89"se deja it cada vez. mis Des enn arent 1 ideology,
expotnea del rapeua se revelaba sie zs mis: pensar que
que incidir sobre las formas Gel no respeto o de la fata de Tse |
Francia, hace dos afios, un suetopsidtieo comets un ater ee
escuela bajo el apodo The Human Bomb, (1.8, es tene ges ons
taciones en Espafa. The Human Bomb, pues Pero lospliis ane
empezar el asalto final para liberar als nos que haban side mates
como rehenes, consultaron con un psiquiatra, un psiquiatra normal Ee
el psiquiatra de guardia en el sector, lo més parecido a un servicio de
urgencias. Después lo entrevistaron en la radio, y lamaba la atencién ¢
4que fuera capaz de hablar del hecho de que el sujeto era claramente un
Paranoico, que pudiera referrse al pasaj al acto de un sujeto que tena
ya.ciertos antecedentes, todo ello con un respeto hacia la patologta y et
sujeto que no era una pose. Fue capaz de ayudar a los policias a tratar de
80 provocar una eatdstrofe y, al mismo tiempo, a respetat ls derechos
humanos de aquel sujeto. Aunque al final no pudo impedir eclaia
cias aplicaran la pena de muerte, porque el problema es que a rane
muerte se puede suprimir del cédigo penal, pero aun asi sigue si
aplicada por la policia en la vida real. oa
. La osicion tan delicada de aquel psiquiatra francés, eo nee i
contrasta con la de los americanos, que produjeron una a wiaccatl
0, por la misma época, se enfrentaban con el problema d= Wa \
5 F de su secta como |
otro paranoico que habia tomado 80 personas desu sca one |
Se apreciaba una completa falta de respeto por su pare TM A \
las declaraciones de los psiquiatras. Por ejemplo, ¢ todas ella ani
ne: son declaraciones completamente LT a sin que nadie to
laciones, llenas de consideraciones sobre bss * saat ne
Viera en cuenta exactamente de qué se tral ate A iren et. ¥ nc
De modo que, sin lugar a dudas, hay mo no recverdose ape
lamos psiquiatras corno aquel ee vi én.
‘que luego no hizo declaraciones aa
urAsi que los analistas no han de mantenerse como Analistas 6.
Han de pedi epden algo a salud mental. Pedimos ung sty
tenca en sled menial que sea democratica y, como sucege eit
iene a ful que se a utlizad, sea eapaz de respeyeet
ches de cudadnia de Ios sujtos que estén en este oan 8 tee
aro enn dela salud mental. En este sentido los analog S*
czas hand inciiren estas cuestiones, tomar partido ye
pubzaones atv de intervenciones, manifestar que quienes
deteminado de slud mental Nora institucién utopiea gun en
‘ibn asistido. -
Es as{ como se transforman las técnicas. Mientras que si uno se.
mantiene en los media dando sus opiniones en términos generales, no
tiene ninguna incidencia en el campo de la salud mental, ni tiene ninguna
incidencia en la forma de civilizacién que nos corresponde. Solamente
opinando sobre cosas, sobre determinadas transformaciones técnico-cien-
tificas de los ideales y el nuevo aparato social que se produce, silo asi
egaremos a tener influencia, y no dnicamente en los comités de ética.
Ahora hay comités de ética para cualquier prictica cienifica, e&
pecialmente en Medicina. Esos comités agrupan a distintos sectores cu- |"
yos ideales se ven afectados por la Ciencia. Se establece un comité de
este tipo para calmar las cosas, para asegurarse de que la Religién o el
pensamiento en general van a aceptar la modificacin técnica del ideal
que se plantea. En cuanto a los analistas, hay alguna raz6n para que no
participen en comités de ética? Hay que animarles a hacerlo. Por ejem-
plo, animo a mis colegas a participar en los comités de los hospitales
donde estén, Ahora se solicita esta partcipacidn, a titulo de psicélogo, en
el marco multiprofesional propio de las nuevas formas de asistencia, para
constituir el comité de ética de los hospitales. Por una parte, cme |
Participar en esto, y por otra parte hay que influir en 1a opinion para
incidir en las cuestiones pricticas cada vez que el ideal resulta modifica-
Wo por la Ciencia.
"tn este sentido el analista util, ciudadano, es alguien que evalda| es 4
Pricticas y también acepta ser evaluado, pero ser evaluado sin icon
Un Tespeto temeroso, cauteloso, ante los prejuicios dela Ciecin 0 ust
{es vienen a decir con arrogancia que Ia prictica analitica no es, ilone
£8 eficaz, porque tal tipo de terapia cognitivista es supuestamente »
Il, los analistas tienen que demostrar lo contrario con su experienc, J
+119iil. No hay que pensar que €S0 ¢s algo estrafatari
noes cal verqu ba saqus de este tipo contra el Psicoan
shes pefectamente posible mostar Una experiencia que demuegia
contrario.. e ee
Por ejemplo, et Dr. Zarfian es un psiquiatra francés ue dura
die aos ededicd a publica sobre los psicofrmacos, y ahora est
de los mejores abogado de una prictica miltiple y de la consideracin,
de lamodenidad como limite de la revolucin terapéutica. En un arteyy
reciente dia que lprescripcin de férmacos tiene limites claros y ug
«30 no ha cambiado en los whtimos veinte afios, de modo que hay tna
profunda isis. Zarfian conluia que los médicos han de despertary
darse cuenta de qu son prsioneros de la ideologfa de las multinaciona,
tes farmacéutica, una industria que lucha con millones de délares ay
favor para convencer a los Sistemas de salud mental, por ejemplo, de
seitas Qlatea que siante una depresi6n ligerao un trastomnoansio.
imac enone fan EseMtraPa tiene Los mismos efectos que e
crcl ae ene una eficacia compatible con el efec-
adel efecto placebo cea ist ued formularse ast: como la medi
10 bay firma, taller que sea, e efecto que se produce cuando
a ma los ‘analistas, sj ‘Son ciud:
do cone atu cvlizacén nel
es ne Campo efectivo de lus di
nai
lad.
ladanos dtiles, son evaluadores de
iene cs Pef, Salir de lo que fue aquella
de exilio de sf mismo, de su propit
€sl0 analista agujero, el analista que
lucido pot su préctica: ef agujero de 108
+1206
jor Jo tanto, en mi opini6n, el analista que no se
- es partido en los debates e anata ily ciudany sais
mente compatible con las nuevas formas de asistencia en salud mental,
formas democrdticas, antinormativas ¢jrreductibles a una caualtid
ite nuestro mundo modemno, la causalidad es una causlidad mili
ple. Lo descubrimos desde distintas teorfas, incluso a teoria del caos ola
feorfa de la causalidad que sobredeterminan muchos aspecto.
Lo que tenemos en comiin los psiquiatra, los trabajadores de a -
salud mental y los analistas es que sabemos que las democracas y el
Jazo social son cosas muy fragiles, basadas en un manejo delicado de las
creencias sociales. Las creencias sociales son ficciones, pero fcc
que hay que res
que conocemos estas ficciones. Frente a esto, una tendencia podria con-_
sistir en despreciarlas, no creer en nada, y asi el punto de vista cinico del
analista agujero podrfa aproximarse al punto de vista cinico dl psiquiatra
que sabe que la creencia social no tiene limi
Debemos recordar que el deseo de curar, el deseo de curar propio.
de quienes estin en la salud mental, tiene sombras, El deseo de eurar
que permite incidir sobre la depresiGn, sobre la falta de existencia efec-
tiva de un deseo o de un ideal, puede producirlo de nuevo. Y tee oa =
Feverso: que también puede conducir a una posicién cinica. No a ie.
Mos que dos psiquiatras serbios estin a la cabeza de los Toners ae
insoportables que ha atravesado Ia historia de Europa desde a Sees
dela
Guerra Mundial. Radovan Karadzic es psiquiatr, es un trabsjador de
Salud mental. ;No hay que olvidarlol* 6
— izacidn del
. yet,con autor
én corregida del texto establecide por Enric Berengve-<™
Y Publicado en Notas freudianas n° 2
“12
I
|
|
etar, que hay que tratar. Lo que tenemos en comin es | -
}la oe » Lingiistica: Europa, traduccién
y exclusion. La fuerza de una ilusion
La fuerza de una ilusién* Este titulo
de obras célebres: La fuerza del destino,
de la unidad italiana, y El porvenir de
manifiesto en el cual Freud desea que
sade los nifios, contra la opinion de su discipuloy amigo,
Nabucco fue el primer éxito de Versi, aoe on oes
piblicamente, por su tema, con las aspiraciones politcas de pats, conel
deseo de libertad y de autonomia de sus compatriotas” encarnindose en
una unidad a consumar, no la de Europa, sino la de Italia. Veinte ahos
después, La fuerza del destino es de otra naturaleza, Su libreto es de
Francisco M. Piave, basado en un drama espafiol de! duque de Rivas:
Don Alvaro o La fuerza del sino. Creada en San Petersburgo el 10 de
noviembre de 1862, esta pera esta ahi para ensefiamos la modestia. *
Nosotros no nos hemos vuelto tan europeos como Verdi hasta hace bien
poco.
El argumento de la pieza del duque de Rivas estaba centradoenel
desmantelamiento de dos ilusiones: la vendetta y el sentido del honor,
con los cuales las familias nobles espatiolas regulaban el malestaren las
familias. El liberal Rivas quiso mostrar que la verdadera vida debia estar. >
orientada por consideraciones distintas de las de! honor de las familias
espafiolas.* Rivas era un verdadero europeo. Condenado a muerte por
Fernando VII por causa de sus ideas liberales, consiguié huir y estuvoen
¢lexilio durante diez afios en Italia, Inglaterra, Malta y Francia. Elestre-
0 teatral de Don Alvaro o La fuerza del sino tuvo lugar en 1835, ¥ >
marca el triunfo del romanticismo en Espatia. Este drama foe en Esta i
'o que Hernani habia sido en Francia. Con el fin de Femando VIL, Riv
Volvié a Espafia, fue primer ministro, y después su pluma See :
donde comienza Freud, puesto que uno de sus mas célebres mee é
histéricos se titula Un solemne desengaiio, que trata sobre lt
Sin de San Francisco de Borja.
+123*
std en el cruce de dos titulos
Opera de Verdi, gran cintico
tuna ilusion, de Sigmund Freud,
Se renuncie ala educacinreligio.Freud intenta, en El porvenir de una ilusién —que inj
queria lamar El porvenir de nuestras ilusiones- un dese
desengato. Dialogando con un guerrillero, del desengatio espirtuay
pecto del mundo apuestafirmemente por un proyecto de educacign
ca, que hoy resulta extraiamente provocador del escéndalo de ottgg
ca? El érmino ilusin es distinguido por Freud del de error, por ¢| a
de anheloal uals liga la ilusiGn. El ejemplo mis simple es cl de Coan
bal Colén y suilusién de haber descubierto las Indias Occidentales.L,
itusionse aproxima ala idea detirante, pero sin serlo verdaderamente,
término esté cerca del sentido actual de delusion en inglés. Para au.
mentar el vértigo de traduccién interlenguas, Freud retorna el término de
'apluma de un francés. Es Romain Rolland quien le dedicaba una pieza
«al destructor de ilusiones, Prof, Dr. Freud»,
Europa es para nosotros una ilusién,
acompafian, especialmente cuando
empleo, o incluso cuando,
la Escuela Europea de Psi
Asociacién Mundial. Hay,
Cialmen
ABA dg
puesto que nuestros votos la
quiere concertar una accién para el
como psicoanalista, constato la necesidad de
icoandlisis al lado de otras en el seno de la
» Pues, ideal, hay deseos ligados, reuni6n de los
ooo =n horn, ilusién, Ahora bien, el psicoanalista puede ser
viaal mortal yof Para Presentar su discurso antiideal. Esto nos reen-
ycémico: ae segtin el cual, cuando, hay veneno,
to ilusionist ~ neo hay contraveneno, hay veneno. Este aspec-
es pues, ca poe debe desviarnos de una interrogacién: {qué
queda por saber si eg ora alilusion, del psicoanalista, del que n0s
Voluniad dehacer vanes ot? © 2Atraveneno? No es otra cosa que It
padre ase los. ideales, especialmente aquellos
cio de la conversacién iferentes versiones religiosas, en el ¢SP*
Releamos a Freud: Habre tition bajo los auspicios de 1a raz60-
completamente fuera de jue a considerable ventaja en dejar a Dios
nbn de i ¥ admitir honestamente el origen ue
fjandens MMS exablecerian iYe® Y 28 preocupaciones culture
Jose como: Con ellos una relacién més amistos®
5 Meta, en hy i
seria un progreso importage * ®Politlos, nicamente mejorartos. Est
ia que conduce a la reconciliacio®
Portante en Ja y;
ete la cultura» «
‘contraveneno, y cuandi
on Ia presion que ej
"1240
El Porvenir... eS uno de los pocos
cultura europea como tal, haciéndose objet poner Freud evoca ta
tor: «Siusted quiere elimina la religion de nuestra cult no
no se puede hacer més que con otro sistema de doctrine. ene
sagrado,rgido, intolerante, con a misma prohbicién de penn ons
Enel sentido freudiano, Europa siempre ha sido una ilsion dese
existe, es decir, desde que fue nombraca en griego. Sabe Dios s nectot,
taun nombre, puesto que su lugar en el continenteasistico y su limites
al este no estén claros. Es més bien por una medida contrafibica port
que los nifios de las escuelas europeas aprenden la existencia de los
cinco continentes.
Europa, realidad siempre en movimiento y plural, especialmente en
sus lenguas, es de entrada una paradoja simbélica, una unidad siempre
perdida, inasible. Si existe, es como un espacio de traduccién. Cada vez
que en su historia la traducci6n en una esperanza de unidad se ha reve-
lado imposible, Europa ha reaccionado excluyéndola, reduciéndola ala
nominacién, a esta exclusién misma. Este es el aspecto sombrio de su
historia. El aporte del psicoandlisis a la cuestién europea en la linea que
indicaba Freud es el de echar por tierra los ideales y al mismo tiempo
sostener el deseo de traduccién que no debe cesar nunca, incluso si Dios
no es el garante de Ja compatibilidad de la obra humana después de
Babel.* Una unidad siempre perdida, una pluratidad inasequible
Nada es evidente en Europa. Su primera poblacin misma es fai
de discusién y escisiones. Hubo en su estudio la unida sofada elas
tamiento indoeuropeo a través de diversas oleadas que omeie
Anatolia, Hay ahora teorias que no suponen ninguna homogeto
© ninguna mezcla de grandes grupos humanos en es Sea
invasiones compactas; més bien, una poblacién de 12
diéndose por capilaridad, en busca de tierras catia -
___ Esta es la hipétesis que se funda menos sobre
siones guerreras que sobre la introducci6n de EA a ge Aatlit®
in de dos grandes cereales de base, el trigo Yt
Grecia y después, a través de Europa hasta Gran °°
%Sentamiento se hace, entonces, nO Por MIB! A. estos
Mentos sucesivos. «El efecto gradual y cum
“125°
Bretafae Irland3»’nto, como lo muestra elegantemente el modelo de la ola g
fitlade Ammerman y CavalliSforze, € traduce por el desarro
nueva poblacién.» He aqui quizé la primera leccion de Euroy
fugar de dscutso donde la genética aplicada a las poblacione
le avany,
Ma
Ho de ung
Pa. Es yy
: nae eee es Petite
descr a concepcin de la raza bildgica,y de las etnias compas
{El Imperio romano habria dado a este espacio una unidad sosu
da {érreamente? La nostalgia del Imperio esta siempre presente,
en Jas encrucijadas de la historia, pero Roma no es definitivamente una
buena encarnaciin de la unidad, Su imperio es tan africano como eum
peo y demasiado medioorienal para ser garante dela Europa Una, Dg,
ademtis una Europa cortada en dos por un limite que encarné la frontey,
enire barbaric y civlizacin. Hay que sefalar de antemano que la pes.
pectva de contencién de la barbarie ¢s a muy corto plazo. Me gust
tmucho el inicio provocador de una obra redactada por un historiador de
Oxford: «De todo lo que produjo el genio politico y militar de Roma,
Germania es quizé la creacién més grande y més duradera»,’ Es una
Perspectiva mis dialéctica que reine los desarrollos de un historiadory
hombre politico polaco: «La integracién de los antiguos y nuevos habi-
nee ui oc setermina al principio del siglo octavo. Vuelve aun
te norte de la Galia, a un descendiente de francos,
pa ashe, la tarea de realizar la primera Europa, que no duré cien
afios, pero que permaneceri mitica»,
h pana ees as divisiones internas, lingiifsticas y étnicas
- Asistimos a la puesta en escena de dos
Cierto,
cando la dignidad de expresiGn y la poesia de cada una
culminard alrededor dela figura de Erasmo, humanisinae
do-como J. Le Goff lo subraya~enelsinbolode a borne ne
mento." Igualmente la técnica dela imprena permilrtteves ean!
cet los grandes textos latinos y giegs tansatden por Bosse,
srabes y difundir los escritos en lengua vernacula, Las bibline a
puesto, pero también la poesia. nee
Ya el g6tico es internacional, el barrocoo ls Laces lo setin, Estos
movimientos se desplazan alrededor de una tensin entre la unidad de
una cultura asegurada por el predominio de una lengua de cultura ave.
cesdominante y el mantenimiento de las lenguas naturales en su diversi.
dad. Latin, italiano, espafiol, francés, compartiran siglos de oro. La edi-
cin holandesa imprimiré para la Europa de las Luces en francés. Ven-
drd enseguida la vuelta romantica a las lenguas entonces nacionales y a
Ia teoria de su genio propio, reencontrando de este modo un acceso de+
sarrollado a partir del siglo XVIILLa vuelta del inglés, enel siglo XIX, va
ala par con la extensin de las lecturas de Europa, con Ia filosofia ale-
mana, la novela rusa y la miisica polaca. i
{Cual es nuestra situaci6n actual? Tenemos una extraia configura-
161 koiné con ayuda del
cién. Europa ha elaborado, tenga lo que tenga, una y
inglés venido de los Estados Unidos de América. La koiné fue una Pa
gua culta para los griegos y, sin embargo, ha quedado como eng
ningiin pueblo, y los griegos actuales no tienen una lengua unificada.
hay nada mis delicado en Grecia que la cuestién lingiiistica. Sees
La koiné que usamos en tos intercambios comerciales len ets
¥ en el uso corrente,esté cada vex mis aqucjaa de una ine RT
extra, seialada por el linglsta J.-C. Miler esd en cu Str
Ja separacion, el clivaje, entre lo escrito y Jo oral Lee el irabe. Este
lenguas en el curso de la historia, la hoine, peo tambien eA
estado conviene a una época fascinada por ¢l Soe alt
lengua, the great conduct. Deca Locke, la gran 0 os
Que seria Ia lengua perfecta que Europa tanto baw ar
{6 U. Eco en su hermoso estudio." Mas que una ai rae
a necesita todas las lenguas de las que dspone MN eras,
Que sus distintas lenguas culturales hayan sido Tene
127"
El movimientodecir, sistemas de descripcién auténticos de un ae ESt0 €5 lo aug
hace que no se pueda traducir en otras lenguas el inglés John hops.
Jol sip segin el ejemplo elegido por U. Eco, y que sigitia ay”
de una piema a la oa, 0 saltar dos veces sobre un pie, des
veces sobre el otro; 0 que no se pueda traducir Full Mon
desde hace poco en la lengua inglesa a partir de una transfo
lavija palabra Monte, hace a tempo natualizada.
Es asi como Buropa empuja a ta construcciGn de un espacio ge
traducci posible, eso que el lingista C. Hagége Hama la atencidn a
otro que habla su lengua" El psicoanalista est interesado en elo, yen
ése sentido ¢s europeo, El inconsciemte de cada sujeto est4, contrari
mente alo que piensa Wittgenstein de la imposibilidad de los lenguajes
Privados,estructurado como un lenguaje privado. Sélo por un esfuetzo
¢ traducci6n, de metéfora y sostenido por el amor de transferencia,
este lenguaje privado viene al pablico. Si es dificil encontrar cémo trad.
cit John hops, es ain mas dificil traducit John loves. No solamente
Porgue set feliz se dice de muchas maneras en las lenguas,
modo se sedimentan cos
PUES dog
ty, entradg
TMACICn de
y de este
sas distintas. Se conoce la historia del emigrado
» al que se le pregunta después de la guerra
Bemillich, responde. Es también asi que
ido que tiene el amor en cada sujeto mis
en la transferencia. Para uno, amat
con una radical falta de miras, puesto
& todo. Para otro, querré decir que tiene tantss
Pedestal, puesoque ats RO puede mas que dejarlo esperando en st
judio austtiacoen los EE.UU,,
Si él es happy. «Yes, but not
meus, las significaciones, el componente
ta tranquilo. H; sala, pasion
Una lengua siempre “Std tranquilo. Hay combate, batalla, p:
ado J.-A. Mil Tope Pot Guerer dominar a otra, como Io ha sei
ler, impidi ee 1 1
sujeto entre las diveresen ste posible traduccién, y 1a circulacién de
ines,
esas signi
’r con un inconsci
semintico en genera
Se podifa soa,
bate, un inconscie
ue ol sujeto pudiera estar copresente a todos los a
5 todos los valores de las huellas de experienciag ie ee anes
para él Esto serfa de hecho una especie de extetioridad el sujeto con su
inconsciente mismo. Nunca, efectivament, la unidad sere completa, y
siempre el sujeto se asegurard de la incompletud, Ly experiencia clinica
del psicoanslisis es lade un limite de la traduccion posite Ee para
cada sujeto, y es asf para los sujetos que se hallan en las mismes clases
de sintomas. Un sujeto obsesivo no comprende las ‘obsesiones de otro, y
la religiOn privada de cada uno no permite comprender la rligin del
otro, como lo demuestran las guerras de religiGn, De la misma manera,
entre sujetos histéricos, no hay un sentido comin del cuerpo del cual
hacen la experiencia,
La Nominacién y sus exclusiones
Una y miiltipte, Europa no es la tnica. E pluribus unum esl divsa
de los EE.UU. Ellos aftaden una funcién de traduccién ress oe
remedia los efectos disolventes del atomismo democrat sno ha
sefialado muy bien Tocquevil, eel in god we ius, red sobre ee
ironiza, hablando de un aspecto de Ia divinidad me pra
sobresalia la convertibilidad del délar. eee ea sles
Profundamente de Europa en que no conoceneiph ere
‘modo de pluralidad, el multiculturlismo, Pas de ime Fe ee
cen la modalidad de 1a angustia propia europe:
i inasible.
enloquecer por la unidad perdida, inasi Aare
Cada Giudadano americano aancao, de Sean i
‘una tierra de origen, el retorno angustiante ie Oe eid
bajo la méscara de lo extraterreste (Alien Indcrern apes
mias, objetos voladores no identificados) 0994
iad istoria (Jurassic Park). ee
historia de antes de Ia historia ( 1 anid exclu,
E de de otro modo, siempre ha sido CA is
ease itarios de su histor’, de a ince-
¥eees en los momentos més uniatios de sy He abe Jee
Gtisis de identidad. La historia del cristianda Ta divin.
Sante baisqueda del chivo expiatorio amens
| mesianis-
vido dar aconocer el
€studios sobre el milenarismo, N-Cohnbassbidods
+129"sno hacia los pobresy los medios urbanos donde los franciscanos
taban, B. Geremek ba mostrado c6mo la exclusién de la Edad Mi
de tiempos modernos de marginados, privados de domicilio y de trabajo,
pudo lanzar sobre las rutas de Europa a grupos de vagabundos y ‘mendj.
gos que se transformaban tranquilamente en ladrones y criminales
M Foucault, finalmente, ha hecho de su obra una vasta encuesta sobre,
reverso del orden de las razones y sobre la l6gica de la exclusién,
Hay que dstinguir este modo de exclusion de la divisién del réyi
men de la creencia tan particular de Europa. La falla en la interpretacién
del texto religioso, preparada sin duda por la ruptura entre el papa y e1
‘emperador, y los cismas prestos a aparecer en caso de debilidad de la
institucién papal, conduce en Europa a las guerras de religi6n. El fend.
‘meno no es espontineo si se lo compara con el ejemplo del Japon, que
sin embargo conoce la yuxtaposicién de religiones antinémicas, como!
budismo y el shintofsmo. Se puede sostener que la falla en el saber asi
Producida preparé el siglo del genio, la introduccién de la ciencia en el
‘mundo, y después el siglo de las luces, 8
J-A. Miller ha puesto de relieve c61
Canesiana ibaa poder calmar, por la certeza producida, la angustia abierta
a ca. Las Luces, finalmente, iban a poder extender el método
* de los limites politicos que el cartesianismo se habfa asignado.
Feely.
eda y
mo solamente la duda hiperbélica
ee S trata de otra cosa distinta de la divisién
espectfion ae ee Puede a continuacién recubrirla, Se trata de un modo
de aquel que oponia ue no tiene nombre, régimen diferente
Sal ctisiano noes sin duda ajeng, annem Y al civilizado; lo univer”
El gran Michelet ha sido, whee como. Freud losefaléensu Malestar-~
un lector modemo su Histor 5": Inicia de manera llamativa part
*130+
abrir las tentativas de la diplomacia
Jos ristianos, la de Los humanists para rehabiltar ain 5 judios a pesar de
un furiosisimo perjucio popular, son sas ls casas tan once =
atevieron a Sofa, inlusoSe hicieron improvisadamene oa
necesidad»."” Por
Europa ha inventado esta cosa inaudita
judfos de Espafia. Fueron los humanistaslos que ugaron un papel deci,
vo para cambiar el estatuto de os judiosreencontrando el hebreo como |
Iengua santa. Pero los trabajos de M. Olender'* han mostrado cémo el
niicleo de exclusién y sus mitos fundadores sin cesar se reforman. En el
siglo diecinueve se perfila un cambio de mitos. Yanoesel dela primacia |
de una lengua lo que esta en juego, sino el de la primacfa de una cultura
ode una raza. El fantasma de la civilizacién y de las lenguas de origen
ario va a alzarse contra el uso de la civilizacién y la lengua hebrea. Del _
mismo modo que Europa no es el tinico espacio de civilizacién plural,
tampoco es el tinico en conocer el racismo y la masacre. Sin embargo,
su relacién con la exclusiGn ha instaurado en la historia una modalidad
jamés vista en otros sitios, que ha conocido en el siglo veinte los. ei
llos que se conocen, y si no evocamos aqui de forma més desarrol ee
Shoah, es por pudor y rechazo ante lo impensable. Desde eI patie de
vista, la exclusién es aquello que define la tact ie Baa ;
punto mas justo, Cuando en este espacio, el deseo i se opi, ue
hace, surge entonces en esta Europa un horror que le esp
¢l mismo movimiento la identifica y la deshace.
Para crear la alianza de los turcog
‘Que fue la expulsidn de los
Una Europa antisegregacion
“ac 1pe djgoursos sobre 10Uni
Desde el punto de vista del psicoantl eet Ia ribrica dela
versal y lo unificador son sospechosos de cara duce 10 peor. Es €st0,
ilusi6n, del ideal, de 1a mascara bajo Ta cu uropa debe permanecet in-
Ime parece, Io que nos leva a pensar q¥e FHOE Zt, que debe sth
Completa, inacabada, el mayor tiempo PP ge 1 raducti6n y lene
10 idealmente, sino pragméticament: MEY
caracion, mas atin que el libro de ae
Jenguas son imperfectas por ser plurales-
131"iritan con frecuencia de las extras Tatezas
Lee aes encase tortor as Gays Tibrica de
ie lee ee Quizé lo mejor que puede aportar Francia g
oe aor al debate. Se tratarfa de no encerrarse
a ee Metcados, sing
Se magia oc eaccespeiaca ens oe concebit ing
eee sais encanta al rechazo, ¢
Lahcanasel eters > su disiplinaantiideal, ala invencién ene
Deal ein eal ae es See juridicas de las que
cer seal amas ver necesidad, ya que nos men.
eae oa cei ais aT PT las trampas
Si GaeeaVESSInIE! rechazo, nuevas y auténticas leyes serin
eae época de la mundializacién del derecho,
sepin expen de N.Lenis cane empresa dificil. El psicoandlisis
puede contribuir con otras. Lo harder
enel
i én del Instituto Cultural
Recssitura de una conferenca dads en Madrid, por invitacién del y
Franots en coaboracin cna Seecin Mattila de a Escuela, Europea de Bees
TeSlmstt del coloquio «La Europa inacabada>. Version ‘corregida de la traducci
2. Nabucco dala de 1842,
ratte tla t bra de. Kobbé Tada la épera, texto revisado por Harewood,
Robert Lafont, 1980, =
4. Si creemos en sus publicaciones recientes, 1. Derrida y G. Vattimo juzgan pelig
Sap cesta joventu perdida el encontrarse sig ninguna referencia religiosa, ie
5. Toa 52 Elorvenir dena usin Ten OC, Bs. As., Amorrortu, 1990, t
6. Ibid,
7- Tomo agile lode uns obra de G. iene
8.Colin, 21
‘Ne indocopteme erchiloie ct lngage, p.337.
9. tb.
10. Greary,P, Before France and Germany, 7h,
Merovingian world, Oxford Unive,
11. Pomian, K, “L'Europe
45 Merturas europeas, Ch Bet y
12. Chel libro clsico de RG
Bonn, 1947, Véase también
Creation and Transformation of the
sity Press, 1998, logit
tic <2 Mémoires d'Europe, 1453-1789. Antol 26.
2 Brighelli comp.) Paris, Gallimard, 1993, P- a
ra be literatura europea y la Edad Media lati
‘Se Mémoires d'Europe, op. cit, n° 10.
+132
rille Eur et la nétre, Paris, Seuit ‘1994,
ff, 1, La vieille Europe et p42
3B. des eo ‘La brisqueda de la lengua perfecta
se Eee
15. dbl ean Ibid.
16 Gia "ALMiler L’Aure quince pasetses comida
17.CF. “jos bellos estudios de F. ‘Venturini: “Es sufcente con pensar ene problema de
rane or genes dolnslicesen Eur, Cotas veces sa repetid gu ea des
soe ai lasigd nomena or las excesvamente lags guemasderelgién, elas
peronde jn vis-a-vis del mundo de fa Contrarreforma! No esa las eas uemas
Jeretgén, sin Ia volunad de tleania oq cme no Europe des
de religion, sit ia r le XVIII siécle, Patis, Mouton, 1971, p.5.
Lair begcanicaclanda France au seme sil, Pa Lene, 18.91
Ip lca, Mal Langa a Piso ula
erla cultara europea, Sexi, 1994
ehique, 197-1998 ini,
133"éMental?
Nada es més preciado que la salud
relata Freud en su obra EV chistey yy nye o8°205
que , relacin con Io ine
dean pobre judo de Viena, His, que tomaet ens aoe
aguas termales. Estéen el tren y no tene boleto tt miakvee
ye pide que baje del ten. Lo hace y welve a susie min
vagén, Lo agarran, el guards le pega y lo echa dl ten, alas
vuelve a subis, el guarda lo mucle a gopes ec Asteanina” dorantew
cierto nimmero de estaciones. Al cabo de algunas paras agiads,porel
mismo episodio, se cruza con uno de sus amigos de Viens qn ere
logrado no ser descubierto por el guarda y qu le pregunis: “hee ieee
haces aqui, y Hirsh responde: “Vay aKarsbadatomarbatostemeke
isimi salud me lo permite!”
La salud mental, ¢s un poco eso, Es permanecer en ltrensinuestra
salud mental nos lo permite. La relacin entre Hish y el guarda nos
Sefiala algo profundo: que indiscutiblemente la salud mental exist, pero _
tiene poco que ver con lo mental, y muy poco con a salud. iene rlaci6n
Conel Otro, y conel silencio. Lasalud mental és lo que asegura el silencio
~~ del Otro, asf como la salud es el silencio de los Grganos. Jacques-Alain
Miller situaba esto diciendo que la salud mental es ante todo una cuestién
de orden paiblico. El Witz freudiano seiala esta relacién al oto del con-
tol decisivo en todas las cuestiones de salud, mucho antes que nos
4gotemos en querer controlar los presupuestos. Pero también es necesario
tener en cuenta esto: en lo que concierne a Ja salud, el orden pi
-£esplazado por el nuévo estatuto del amo. El nuevo amo esti pre -
Pot las mediciones. Cada vez més los nuevos politicos e centran i
fiblictcién de cifras, indices y sondeos, consderando e eat
ica y Pequefias frases. Es un uso de las matemitics reanhticn
auetente al de las Luces, donde Condoret ve ala cencia ma
los impasses del proceso electoral. seselis
© Bam sntigvsias cea en absolutopreacupao pts
hanntiaba el orden del mundo, Siuna mina deal pa por el
"san establecido los mandarnes,urgentemete
“135°sn 0 del Antiguo régimen no se precey
bien del imperio, ae preocupaba por la suya, la de oa
Por Ios eos ees cones Lices, luego con los Derechos del Hombre
‘venfa por afiadidura. Escon. 5 la salud, y ln sald mentat re,
se introduce la preocupacién por la Salve, y 8 salud mental. A part,
de ese momento el saber considera la organizaci6n social, la critic Yla
cit. Desde entonces no deja de tastomar alamo. El saber hace surgi,
postldades-posbilidades de vida y de sobrevida— de las cuales nat
sabe la uilda, :Es bueno, es malo? Los comités de ética intemas
apreciar,evaluar,dividir estos efectos en tonos compatibles no sélo con
elamo, sino con a vida. Es necesario seguir detalladamente el embaray,
de la defiiciones con ls que el amo intenta utilizar la ciencia y sua
procedimientos para cefir lo que €S deber de Estado en la salud, es decir ~
Para Tegitimar su descompromiso. El Estado
profundamente endeudado, propone una nueva defini:
emocritico prometido al ciudadano. Ya no se
felicidad ni el bienestar social (Welfare),
Jo que tiene un efecto cientificamente demostrado. En lo’ que concierne a
ts flicidad noes mucho. Sin embargo, el amo quiere estar justificado al
Himitarse alo que esté de este modo reducido, y privatizar el reste,
El psicoandlisis, tolerado entre las dos guerras mundiales en el
Fo ito de las ténicastrapéuticas, fue requerido después de la guerra
i6n. Un informe célebre redactado para la
contemporaneo,
icin del horizonte
trata més de asegurar la
€s necesario ahora limitarse a
Cuidados maternales del nifio, E] Tepresentai
inte del psicoandllisis habia
* era la madre. Esta fue
transformada en aliada de
'ntros de consulta (Clinics) en el émbito de los
scicipalidades, sin alcanzar el nivel federal. El
Consejos a las madres” fue considerablemente
sass desde Winnicott a Betelheim pasande
“ines de Melanie Klin, escribieron gufas practiiS
9136+
dos, incluso de las Mi
éneto literatio de los “
Tenovado por los psi
Por Anna Freud y los a
ra ser usadas por las madres salt
pis’ Bsclaro que la Madre, como
(OMS ya no cree que la causa es
sean Jos malos salted mala No se ve, por otra part, como esta
perspectiva no culpabilizaria a las madres, y si se lan culpabiliza, eg
necesatio aliviar esa falta con ayuda El sosén de ng cuesta
muy caro. Ahora no se trata ya de ayudar, sino de Promulger una Carta
Internacional de los Derechos del Nifo, y de Confiar luego ala justcia la
inquietud de intervenir cuando los cuidados matemales: Son distorsionados,
Nose habla més de nifios mal cuidados porsu madre, se evocaelmaltae,
de los nifios y se los confia a instituciones cuya definicién es mas
asistencial que cientifica, lo que autoriza a emplear antes un personal
educativo que un personal altamente calificado, y por consecuenc
oneroso. Wile
leandose ala auy
% loridad pedis
piensa el Estado, es eee
0, std en petigro,
encial de las enfermedades meals
En el mismo movimiento es necesario inscribir las nuevas
consideraciones juridicas sobre el padre. Uno ve apareceruna suerte de
Comité de defensa de una especie en vias de extincién: el padre. Uno
recuerda todo el bien que él le hace al nifio. Los técnicos de procreacién _
artificial devolverian con urgencia un “Derecho al padre” que pondria al
‘abrigo de las psicosis y otros problemas que tocana cement :
tl. Noes seguro que pueda existrun derechos pa, tampa un
derecho al amor. Sin duda las ficciones juridicas que consttuy in
‘ jas juegan su papel, pero
de parentesco de las sociedades complejas juegs ‘én del padre no se
incidencia en el inconsciente del sujeto de poets id situaba muy
agota con la consideracién de su estatuto juridico. stalgia por el padre
bien en El malestar en la cultura el alcance ae i aris derecho que s¢
~Vatersehnsucht. Sean cuales fueren las me we peditem0s mis. Una
tomen, no habré jamas bastante padre see ferechos paternas y 15
cosa es detener ol desmantelamiento de Tas dete PT Ta.
Paradojas que esto evenualmente provoe ores TT
Mamado alo que vendria a asegurarla consstencia OTT,
Con este derecho al padre sélo encontramos
haico, isis es sin duda el psicoandlisis sim
El mejor aliado del psicoanilisis es sin. el picosti wd!
£n Surefectividad: Lacan distingufa respecto
°137"elpsicoanilisis aplicado, Contrariamente a una costumbre
Ja aplicacion del psicoandlisis apuntaba a un desciframi
prodlucciones de ta cultura en el marco edipico y pulsion,
para él de aplicarlo en ef campo de Ia medicina:
médica’, Se espera de nosotros ~decia- la eritica de nuestros 4
Ta puesta a prueba de nuestras categorias y el examen de
proyectos terapéuticos. Nosotros retomamos e:
explicitamente propuestos por Jacques Lacan en
Seccidn de psicoanalisis aplicado” de su Escuela.
De este modo proponemos examinar la insercién actual del
psicoanilisis en todo el campo producido por la re-engeenering de ig
Aistribucidn de los cuidados psiquistricos, La transmisién y la transferencig
de los cuidados o la recepcidn en “lugares de vida” fuera del hospital
stean toda una zona donde el psicoandlisis puede hacer escuchar
proposiciones positivas,
El psicoanilisis no es “para todos”, no tiene si
péto en todos lados puede recordar
hablante, ser hablado, hablante ser. A través
{as estructuras clinicas y las lenguas,
Propone una alternativa al peso angus
que no es la esperanza de un milagro,
‘mantiene el lugar de lo contingente*, 2
8H La yy
lento de jay
“Y clinica
eSultados,
Auestros
OS Ure registro,
1964 como los de iy
u lugar en todos lados,
que el sujeto surge de la palabra ser
de los afios y las culturas,
evalia la potencia de Ia palabra,
iante del determinismo cientifico
Sitia el campo de lo necesario,
tana los cinco i de Ja revista
red Primeros nimeros
Europea de Prccaniisis, yen uf eee © de santé mentale, publicada por la Escue2
eae palin. Esa conesponde ase I tespectivas notaseditoiles a
‘raduccin de Mara Inés Negri (N a e de junio de 1995. Version vorte ida de
"138+
La institucion, la regla y lo particular
Se puede | institucional, en el campo dea salud
mental, lt psiquiatria y la medicina, una doctina de la prudence Ne
querer saber demasiado qué es, admitir su exstncia camo un hecho,
profesarle una desconfianza en este campo o ene campo socal ex
general, la del sabio de todos los tiempos. 1 psicoanlisis puede alent
esto en la medida en que desconfia de las identificaciones.
de este modo la indiferencia.
Freud apuntaba a otra cosa. Establecié bien pronto una doctina de
las instituciones sociales como tales. Precisando los trabajos dela
sociologia francesa y especialmente las consieraciones de Tarde sobre
as masas, muestra los estragos del proceso de idealizacién que fundan
la autoridad del lider. El papel del partido bolchevique en la revolucion
rusa le parece confirmar Io que él anunciaba en sa Titem tb De
duce de ello una formula impactante: lo que empecd po alps ee
con las masas. El capitulo sobre la identifieacion de 07) ey
malestar en la cultura, anunciaron el papel que prom
partido dnicoen as sciedades CURES pc: ad
La indiferencia feudiana solo vale en mater
siempre desconfid de esta prictica justifcaes Pen e e
desconfianza freudiana respecto al mandarin seme
Pablo de amar al pr6jimo como a si mismo, 10
querer liberar al hombre de la ley.
En un primer sentido, po se se
una de una desconfianza propia de it
na su extensi nae
del amor que sefalan a los qu‘ es tro sentido, podemoS deci q
objetos particulares de una masacre. EA ode
i ge dea wentacion de
el cientificismo mismo del maestro de V eat Oe ey ln que puede
universalizar y lo Ieva a sostener que mo ae
venir a romper la sujeci6n al ideal. J profundos que _
Para ello es necesario est i pacoandliis an a
ciencia y ley. Jacques Lacan, ¢ ,jsme y
Kojeve en el punto de admitir qu
#139
esperar
decir qu Freud da testimonio aff
Jia para con os
son universal ComoJo que da lugar a la ciencia; acentiia atin mas que Kojave Ia fuente
propiamente judia de la ciencia. Sigémoslo y podremos entender que
ley no conduceal ideal sino alo real Olvidémoslo y seremos conducidgs
a.una variante del amor universal tan perniciosa en sus efectos como sy
primera versiGn: el ideal cientifico, Seria necesario que nos gustan,
constituir conjuntos siempre més vastos de casos que valdrian s6lo en
que todos responden a la regla que los constituye en su aplicacién,
Es un ideal terrible donde pueden confluir el ideal del resultado
cientfico y la uilizaciGn politica para establecer un mundo en el que la
‘az6n justficaria que las reglas sean verdaderos dogmas. Una tradicién
escéptica y cientfica, desde Hume, nos ensefia a desconfiar de este
encadenamiento. La escuela de la raz6n debe separarnos del asentimiento
spontineo que damos a las reglas. Es lo que la lectura de Wittgenstein
por S. Kripke supo hacer escuchar a nuestros ofdos contemporaneos.
La introduccién de la paradoja escéptica de Kripke en el psicoanélisis
Por Jacques-Alain Miller en su curso. del afio 1993-1994, titulado’ “Donec”,
nos despert6 a esta distincién entre la aplicacin de la regla y el acto de
fe que se necesita franquear e1
. n cada etapa,
en La ann ih desconfianza que debe estar interesado aquél que trabaja
Sane setviades designadas con el término general de
"enel de i ria licit
Enla sociologia eats la psiquiatria, la salud mental y la medicina.
itemporénea, los trabaj ie
Que més han contrbuido al aborgay a oo oe Piette Bourdieu son los
campo eletiva de aplicacis aj¢ del campo de las instituciones como
agentes sociales, Pi" Ae wna regla que seria desconocida por os
Qué es .
masta a ees b, Procedimiento y su aplicacion? Hay muchas
da una agenda, pero eg pynCiPi® ¢8 lo que se debe seguir, 1o que nos
ras ood MS 10 que debe permitirnos resolver
situaciones nuevas, os di
. los disfuncionami 7
las diversas institcie ‘onamientos, incluso las crisis que socorren
140+
en subsistit una sociedad inftingiendo «
paint qué nos hace seguir una tek? Lene Por otra parte
i ponia més el acento cna palabraveradcr sino és ene a
de la palabra, subrayaba la relacin de sega yy pn ne
pordes uno de otro; la regla y la transaccién con la tegla se pap
manera necesaria. Que no sepamos nada de qué nos hace seguir Ia
regla en ditima instancia puede se levado a iit porel moras tjo
Ja parad6jica forma famosa: “los vieiosprivades hacen a vit piblicn”
Lacan cita a propésito de esto La fabula de las abejas de Bernard de
Mandeville, quien, como su nombre no indica, es inglés y escribia en el
siglo XVIII para recordar algunas observaciones del gran moralista ena
linea de Montaigne: “Las leyes y el gobierno son a las corporaciones
politicas de las sociedades civiles lo que al cuerpo natura de las criaturas
animadas son el espiritu vital y la vida misma... Lo que hace de este
hombre un animal social no es su deseo de compafia, su bondad natural,
su piedad, su afabilidad y otras gracias de apariencia bell, sino masbien
sus caracteres mas viles y odiosos, ls prfecsions més neces pars
equiparlo para las sociedades més vastas, y como va el mundo las
i 4s florecientes”. A
oe Sdasmaner de ser sensible al anudamiento dela rl y ae
puede ser aquella en Ia que Wittgenstein critical iets a aa
célculo, la suposicin que “aquél que enuncia una eT as
comprende, efectiia esto haciendo un cai eee
determinadas....La utilizacién de una palabra pus aa para el wo del
€so estar limitada en todas partes por reglss are
lenguaje, pero la critica de Wittgenstein a ‘ue lev, en a8
mecinicamente inductiva de lo que ¢8 00 OO
Ctapa de aplicacién de la regla, a 18 ae regis noms tet
cabo, es enigmatico. Sean cuales es : pel ee
due, entre Iineas, nos Ieva 2 quer! Ts, no stl aaa
Consistencia, La hipétesis de pscoansiss rapign et gue em eS
de Ia identificacién y 1a regla social, S10 gob I OH?
: a sisi tien P
Tega satisface 1a pulsin. Esta hipstesis «oon
Superyé. ;No reencontramos en ¢ acques Lact
fente a toda regla? La ensefianza 4°
“ureducién erénea. Opone la falsa universlidad de la regla a Io que eg
a cada uno, es decir o particular de la falla,
Ls com mane para luchar contra el imperio del Superyg y jy
flsaidologia de casalida, queremos instituciones en el campo da
salud mental y de la medicina que den lugar a la Particularidad y que
desconfen de ser tomados en masa por identificacidn. Los diferentes
anteulosreunidos en este nimero de Mental abordan esta cuestién de
diferentes maneras. Una primera parte sitia eémo la orientacién de]
psicoandlsise opone alas teorfasinstitucionales derivadas o inspiradas
én una conformiad a a rela. En eso discutimos a Bruno Bettelheim y
su concepcin fotalitaria de la institucién, La hipétesis freudiana del
inconsciente implica que la particularidad no se alcanza solamente
respetando los derechos de la persona, lo que es una cuestidn previa
Reoestia, sino dejando hablar al sujeto; en principio es necesario no
hablarle osujetarlo a la regla, aunque sea la mejor.
Para ir contra la agregaci6n institucional, es necesario querer dar
san eh Slt palabra del sujeto, ya sea en la entrevista clinica, en el
Aiflogo constante con el enfermero o el educador, o aun en el equefio
amipo,Incluso es necesario saber Jo que se oye en la palabra, tanto més
se modo no habla de entrada, sea un nifio
también una manera defija el sem
clcampo abiertoente silencio y
RTBOSiguiendoe! hilo dela cade
Para, de ‘este modo, dat
ido que desfallece. La orientacién en
Pasaje al acto s6lo es posible, sin em-
na. Hacen falta instituciones particulares
inconsciente. Por més que en el campo
das pueda ser mal soportado, ya que se
Palabra aj ‘mensaje sin hacer el rodeo por el cédigo
R0c880 al descifrado,
Mis allé del cam,
1p.
‘Campo de la préctica medi
de las instituciones Psiquidtricas, en el extenso
‘4 Se interroga de otra Manera al sujeto y sus
"142s
ticularidades. Una tercera parte reagrupa investi
miimonian. E1sujet0Sesitia por sucuerpo se jane
ei puede perder y alo que debe responder Els
logos fe inconsclente mantienen cura Proximidades. En est mismo
soe entre las demandasformuladas on Mis vaguedad que se diigen
cm ico elinico, 1 que el médico yet Sujeto deprimido ganan, saben
i peon a pastir Gel inncetclente, justifica que se interesen en ello
oar ent Ia, HUEV insttucionalizacin dea necesidad de cuidaos all
ae einer nies infers yA no esté, en una prictca Hamada
— jente “cuidados paliativos”, obliga a reconocer la necesidad de
ae peat las an gustias el jet il elena)
re oer insttuciones paricalares no es queer un dono reserva
; oS nueva segregaci6n, es querer que en cada espacio conituido
oe ie determinaciones insttucionales estemos dspuesios a
ete ones referentes al sufrimiento psiquico, por le
ofentarams en as evens referees lsu iq,
existencia de la cadena inconsciente,
‘uno, y no por la identificacién comén*.2s
igaciones que Jo
SUS Pertenencias,
to del derecho ye
coreg
1096, esi
aces ta revista Menta 2,marde
{Publicado como editorial en i evita Ment
"ateaduecin de Marta inés Neg (N- det)
«143°:Qué quieren los que nos miden?
xia en todas las cosas! La expresidn cambia de sentido, Ly
ética nedida es griega, especialmente aristotelica, y signi oh
aecesidad de estar en el justo medio entre dos polos extremos, De ahors
ea mis significa que la unica ética posible es medir para comparar entre
los efectos esperados de una accion y los progresos efectivamente
reaizados Solo que se desprende de la medicion valdra para establecer
lalegiumidad de la nvestigacién. En este marco neo-utilitarista, el tinioe
bien auténticamente reconocido seria la mejor relacién calidad-precio,!
Hay pues sujetos que se colocan en la posicin subjetiva de
“medidor”, figura que se cubre gustosamente con la postura del pionero
‘en busca de ese dominio atin no. medido, que enuncia verdades duras de
despa per saludables,desilusionando regiones enteras del saber, pues
Ese es su deber,
Desde e siglo del genio, nos desilusionamos, y qué podriamos decir
al respecto. Los esfuerzos para denunciar las Posiciones espiritualistas
0 faltaron y las Luces no
Bi a aguel que exandna to” 4 Agu que se inscribe en esta tradicién
pate fo mis inna 2° Slizador de le medida en co que
de la subjetividad: | i a
Cuerpo 0 ta * la exploracién de lo intimo del
sre.° Ht evaluacién det dolor Moral. La filosofia de las técnicas
médicas, la de la segurid on
Pretium doloris nos rnd ° teflexién sobre el establecimiento del
de
sjaimags 1udocritcada
ie i : I
oa este rol de equivalente, al mismo, tiempo que peinlonee
No se trata aqui de esta voluntad de consti
que funde la posiildad te acter cteds jets perlsmne ss
de Ia cosa. Se trata de otra sospecha que pesa sobre yar
en Universitaria se estableis como dicptin experimental
siguiendo variantes que dependian dels taicions flostia de
diferentes patses. Desde el conducismo hasta Piaget las pesiiliddes
son numerosas, también los departamentos de la Universidad. Sin mm
bargo, queda un sentimiento, que Georges Canguihem ba formlaren
1956° bajo una forma inresistible, al eslizamiento siempre posible entre
laSorbona y la Prefectura de Policia. La psicologia como pseadocincia
irfa sobre todo, a través de sus diversas evaluaciones, para asegurat
iasseocis ientaci “endo una funcin de con-
laseleccién y la orientacién de cada uno, eerc ace,
trol social inseparable del manejo de las masas que tae soe
proyecto de racionalizaciGn de la vida cotidiana de las soci
foes Ios afios cincuenta, la psicologfa se dis poe
una serie de disciplinas, centradas en torno Se
exploracién del lenguaje como 6rgano, la enriq Seana
ciones sucesivas han integrado la buena y Vie} en nexsieanel
€l cuerpo de las neurociencias, cuyo proyecto a icon mis
intencién de “naturalizar la intencionalidad”. area
Psicologfa del aprendizaje, se transformé et pe nletils
‘mbargo, la sospecha continda. Una serie ee guile, desconfiaban de
to desarmaron a todos aquellos que, CAB cro br
'a manfa de la evaluaci6n psicol6gica ap hata pss
‘SUS evaluaciones de lo viviente y SU seed todos awl on
tiende a caer en generalizaciones que sora H0 $00 €P
Que anhelan segregaciones nuevas, on ee
directamente, por diversos proyectos aia
Cuando Binet establecid €l Cort sia
lizar la medici6n de laintelige
Per bil
‘una metifora feos de la instruccién obligatoria
ea Sea cai se trataba para él de aa
ee ie deluchar contra Ia evidencia de “que en una clase donde hg
primeos debe haber también Gltimos; que es un fenémeno natural, iney;,
tbe, del cual un maestro no debe preocuparse, como la existencia gg
rios y pobres en una sociedad”.* Como nota S. J. Gould en su libr,
acerca dela ulizacién de los tests de inteligencia en los Estados Unidos
“los ifios qu sefalaael test de Binet debfan serayudados, no etiquetadog
de manera indeleble. Binet hizo sugerencias pedagégicas, de las cuaies
se realizaron un gran nimero”. Gould elogia mucho los esfuerzos de
Binet y la localizacin de su “ortopedia mental”. Foucault habria sido
mucho més eritico con este conjunto de evaluaciones que definen
Perfectamente una de las nuevas disciplinas de los dispositivos de vigilancia
modems’: “hace falta darles lecciones de atencién, de voluntad, de
isciplina; antes de los ejercicios de gramética, hace falta flexibilizarlos
Con ejercicios de ortopedia mental, en una palabra, hace falta ensefiarles
aprender.’ Por otra parte, este texto da a entender lo que hay siempre
e inguietnte en la voluntad de ensefiar a aprender. Pero finalmente,
Binet desconfiaba de las encarmaciones de la magnitud evaluada por su
test. Sobre todo se trataba de aumentarla en los desfavorecidos, Binet
2m filantropo Sin embargo, lo que debia llegar llega. A partir de que
fue transladado a los Estados Unidos, i
'spués de los tests efectuados por
‘ los elementos mas tacistas en el debate
ne eae om a saris a la inmigracién y lo bien fundadas de
Coolidge, ‘on de la firma del Restriction Act (1924) por Calvin
8.5. Gi it
loncreipvan fa can bra, entre un forilegio de dectaraciones dé
‘Sto las de Henry Fairfield Osborn, administrador
"146"
1s Universidad de Columbia y presidene Ce
ral, que datan de ese Momento y permanccen. Settisra Nau
astas tests valen 10 que costs ta guerra
sermitieron a NUEStTO Pueblo hacerse y
que se encuentra en este pais y de |
diferentes razas que llegan, de una
scialidad (..) hemos aprendid de este mado que Negronoes come
nosotros. En cuanto a las numerosasrazasy svar Europa, hemos
descubierto que algunas entre ellas de las cuales ‘habiamos ceido poseian
una inteligencia quizas superior la nuesta(incluse en judo) eran muy
inferiores”. Lo mas sorprendente en la lecturade eta historia espantosa
es que en el momento en que Gould la publica, ls tess con ae rane
desarma la fabricacin y el semblante de cientfcismo volvianaenoonns
esplendor a partir de la sociobiologi de EO. Wilson vesién del sue
segregacionistasostenido por una piclogiadarwinian, yncuntan
en 1979 un entusiasta partidario en el psicslogo conservador A. Jensen.
Quince afios después del libro de Gould esta el esendalo mis
importante, en ocasién de la publicacin de The Bell Curve" por el
mismo editor. Se trataba entonces de atacar las leyes ‘sobre iS offirma-
tive ation y los proyectos par la edcacin eye consbios le
dministraci6n Clinton. Las tesis publicadasrecuperaban seat
4os partidarios de las cwotas de acuerdo a bases ‘into eos fogs
veinte, Una de las novedades consistfa en poner a B eee
cispide de la inteligencia, lo que estaba lejos de et pee
Yeinte, Muchos otros puntos son tocados en este libro st AN
decir que no habria aliviado a Canguilhem de sus pe
‘as consecuencias de la mediciGn psicol6gica. ;
Este recuerdo es necesario porgue 8 tt
las actuales veleidades de diversas corrientes Ps nae
Abe quieren medir ya no Ia inteligencia de los ana an popes
I" eficacia de ta préctica analtica y logran sia el cals 0
tombre del bien piblico y de la oe a suerte comen y
‘ometerse, El psicoandlisis no Se sole as
tnd anglosajén se mide su eficacia ee ct Pe
“FOS cincuenta, y est el reproche dev
“147
} incluso en vidas
0 idea exacta de ly
ws eats de inteligencia de lag
manera que nadie puede tachar de
intligencia
ahora de situarnos ¢
pica universitariasinglés Eysenck de que es totalmente ineficaz. Como Tespuesta al gusto
por las demostraciones técnicas, un cierto numero de psicoanalistas
hicieron una evaluacién de la muestra de pacientes, seleccionados con
més 0 menos precauciones estadisticas segin el financiamiento obtenido,
tratados con terapias de inspiraciGn psicoanalitica mas o menos estrictas
0 adaptadas. Sefialemos que la constitucién de estas muestras presenta
de entrada un problema: las condiciones normales del psicoandlisis son
‘que aquél que viene a a pedir un psicoandlisis no se considera reducible
aun sintoma de orden médico. Se establece asf la eficacia de las terapias
psicoanaliticas, pero esto no alcanza frente al pedido de cifras, Tal
profesor de la Universidad considera que si el psicoanilisis es eficaz,
nada puede justificar su duracién; tal otro que lo que se evalia no es otra
cosa que la eficacia del terapeuta y su propio efecto més alld de toda
teoria; tal otro finalmente subraya que es imposible predecir una
‘evaluacién de la eficacia considerando solamente la definici6n de sintoma.
El problema se desplaza entonces hacia la voluntad de definir las
condiciones de una buena relaci6n terapéutica ms all4 de la
sintomatologfa. El Penn Psychotherapy Project con L. Luborsky se
centra en la definicién de un conflicto central individualizado, més allé
del sintoma generalizado. En Inglaterra, D. Malan intenta elucidar la
cficacia diferencial de las terapias de inspiraci6n analitica breves o largas
y establecer por qué algunas pueden beneficiar y otras no. En Alemania
Kiichele intenta establecer un modo de evaluacién del cambio ps{quico,
evaluable a partir de transcripciones de entrevistas recogidas en un banco
¢ datos. En Francia el interés por la investigaci6n clinica planificada en
Psicoterapias moviliza el Inserm que publica sobre el tema un amplio
informe en 1992." Los abordajes son, vemos, ricos, diversos y
COncordantes. Sin embargo algunos universitarios se sienten insatisfechos.
Si conceden eficacia a las psicoterapias de inspiracion psicoanalitica,
nada justifica la duracién de un analisis, ni la construcci6n te6rica que
Pretende realizar.
sata iene tanto valor como la que se
uno en la Tectura de Spinoza. Peor para él Algune inv
jenen 1a misma vergiienza que los que en none de una aa
eatin decididos a sOstener los preuicios racine na viens oe
odiosos en un debate mantenido con las formas de I, Contesia ur los y mas
i bre 1a impecable “ausenc; nivestaria,
Las declaraciones sol Pecable “ausencia de parcialidag” hacen
ensat bastante en las declaraciones de Osborn eindas antes. El
sicoandlisis preocupa porque no se reduce a una técnice Psicolégica
como las demas. Las terapias ‘no se plantean en general Preguntas sobre
su lugar en Ia civilizaci6n. Ellas estn decididas a reduc a cuestn oo
su existencia a su eficacia evaluada y asegurar la honestidad de sus
servidores, ligados por una deontologia més o menos deducida de fa
deontologia médica. El psicoanilisis los preocupa porque en su centro
reside una teorfa de la civilizaci6n, de esta civilizacién técnica que quiere
evaluar todo. El psicoandlisis no se reduce a una técnica y no deja a
nadie la preocupaci6n de pensar sus efectos sobre lo ms complejo deo
que desplaza de los discursos establecidos sobre Io sexual. No es
asombroso que se pueda querer la desaparicién del pions
Simplemente nos recuerda que el psicoanalista ocupa en re
civilizaci6n el lugar que en otra época ocupaba el i, a te
hacfa que cuando se era cristiano, s¢ lo elegia isi a ie
poder matarlo en caso de necesidad. EI médico moder pitt
alabrigo de semejante transferencia negativa, aque gi un eres
autoridad cientifica. Los juicios por mala Fae ignora 4
frecuencia y su distribuci6n, que la sociedad de
problema, lo desplaza. ; sis en la perspectiva
Asi, Ia evaluacién de la eficacia eens volun
‘razada por la ensefianza de Lacan est os pscoandiss
Teductoras. Se trata de evaluar los result intotca
de aquellos seleccionados no a partir de une
deuna declaracién: la de haber terminado sus bes
* Partir de un cuestionario rigido y ¢ eee ndi6,
frahia su propio andlisis, y lo que de €1
heterogénea compuesta por analstas .
“Perimentados. No buscamos la cvantif
+149"
ale;
8F2Ta €0 no encontray interés
del psicoandl
ia contrapel0
fados obtenidos en
vas
perspect
‘anilisis Noose
rn ef sero mismo a
ante wna
jon y a8
oe efectos, sino 8
alistasserie, la gradaciGn, la mutacién. No se trata de rechazar el orden de ty
medida en nombre de una subjetividad que se mostraria rebelde a ella,
Se trata de poner la evaluacion en su justo lugar en la ética. La serie de
Jos efectos solo tiene sentido si el sujeto en su andlisis descubrié to que
para él tiene valor de ineonmensurable. Este dispositivo de evaluacién
{que se Hama el pase funciona en las cinco Escuelas de orientacién
Lacaniana reconocidas por la Asociacién Mundial de Psicoanilisis
(AMP). Los resultados obtenidos son publicados cada dos afos. A la
pregunta de cul es laeficacia del psicoanilisis, Lacan responde: producir
psicoanalistas. A la pregunta de saber qué ¢s, reenvia al debate racional
que se instala a partir de una certidumbre establecida en comin por
aquellos que se quieren hacer responsables del devenir de la pregunta al
escuchar el relato del psicoanilisis de un sujeto.
De este modo, el nudo entre “terapéutica, experimentacién y
responsabilidad” que Georges Canguilhem podia considerar exigible,
no Hega a romperse y el psicoanalista debe llegar a hacerse responsable
del resultado de la experiencia misma* es
1-Se leeréen ese nimero de Mental {n° 3] la contribucin de Patrik Eche sobre el Estado
3 gALy asian eas précis de evaluacion
3 Frangois Dagognet, Rflerions sur a mesure, Encre Matin, Paris, 1993, p. 23
Ka Coats see {ue a psychologie?,pubicado en el N” de enero-nareo
ue iysique et de Morale, retomada en sus Etudes d'histoire et de
threo le, retomada en sus Etudes d'histoi
libro de E,Pacherie que leva este nomb a
‘este nombre asi co sa de Christian
riscempsge deli de Pascal Engel, Phlasophieerpayohologte,Calineed
'ascal Engel, Philosophie et psychologie, Gallimard, 1996,¢8
Lee etna em a
a ies imodernes sur les enfants, (1909), Flammarion, 1973, pp.16-17-
om *" J8y Gould, La mal-mesure de Phomme, Editions Ramsay, 1983.
ne Dine uri per, Pats, Gallimard, 1975,
annde pacholognan eg teelanrement de 'nelligene chez les enfots (1908)
i eae ee credo Gould, op. cit, p. 168
*150°
O.Wilson, Lhumaine nature essai de so,
i en Stock. tobiolgie 19
JOA R-densen, Bias in Mental Testi
Jprwinismo social en 10s Estados Un,
tra del historiador Richard Hofstad
11. R.J. Hermstein & C. Murray,
American Life, Free Press, 1994,
1D, Las criicas M&S SeVeras han sido pubiadas ene
Review of Books, y el Tunes Literary Supplement
13. Se pods consultar también Ia bra coletva de
Paychanalyse et Psychothérapies,Fammation 196,
despsychotérapies” de E. Rappard pp. 245.255
14.Elantculo de Michaél Turnim en este nimerode Menales desueshe, Arla al
demaneracriica la posicin de K. Grave. er umbilical de Fraga Suroo
15. Bs el titulo de una conferencia pronunciada en 1959 reomads en ss Eels
Ahistore et de philosophie des sciences.
* Publicado como editorial en a evista Menal 3, de neo de 197. Ves cepa
de la raducciGn de Marfa Inés Negri. (N- del.)
75nd
NewYork, Fre Fsg 1p
Idos ¥ sus diversas variants oeenertd
ess nce
men Tn
ond Cl Sain
al francésen
Sac Deron
The al Cine tan
New York Times, ta New York
D. Widlocher y A. Braconsier,
*speciaimente el articulo“E valuation
151"De la evaluaci6n de la culpabilidad a su desenlace
La verdad siempre ejerce una extrema seducci6n. Reconozcémos-
Jo, ¢s en nombre suyo que partimos a la busqueda de un sistema para
demostrar que somos eficaces, tan eficaces como los demas y en conse-
‘cuencia tan dignos de ser queridos como ellos.
Lo que podemos olvidar, por amor a la verdad, es que nos encontra-
mos de esta manera sumergidos en la busqueda inquieta por justificar
nuestra existencia, en una época en que el ideal se reduce a un ideal de
funcionamiento. Cada uno debe funcionar en el nivel més eficaz posible,
La frase de Wittgenstein “meaning is use” [el sentido es el uso], no
implica solamente una doctrina del vaciamiento de sentido; deja en el
ugar del Ideal s6lo el uso y el funcionamiento.
En ning lugar es mas perceptible que sdlo se trata de un ideal que
en el campo donde el psicoandlisis est4 parcialmente incluido, el campo
de la salud mental, donde los limites de la eficacia se tocan de muchas
maneras. El equilibrio conquistado entre las diversas formas de abordaje
4 Jo real en juego en este campo ~el tratamiento farmacolégico, el trata-
tmiento social, el tratamiento psicoterapéutico-, se reduce cada vez més
Por razones econémicas al tratamiento a través de medicamentos, dado
que en el horizonte s6lo ellos pueden prescindir de toda presencia huma-
1a. EI mejoramiento de la productividad, acd como all4, pasa por la com-
PresiGn de los salarios y el ideal de distribucién a través de supermerca-
dos con diagnésticos automaticos autoadministrados.
E1 futuro tecnolégico tiene la ventaja de mantener las esperanzas a
4a altura de las esperanzas de la religién, que es la Gnica que puede
Prometer lo que quiere, pero después de 35 afios de reorganizaciones
Sucesivas y de distribucién de medicamentos a todos los niveles del sis-
tema, reina una gran insatisfaccién. El consumidor queda insatisfecho, la
eat siala concreta es que nadie sabe a ciencia cierta cuél queja ¢s
Ighima Nuestro amor a la verdad no puede conmoverse ante el choque
estas verdades que se enfrentan, la de los médicos, los enfermos, los
ase Con buena salud, los médicos privados, los médicos de hospi-
* 108 enfermos leves, los enfermos graves, los psicoterapeutas, 10s
152°
ocioterapentas; cada uno Se queja de sopra los casos
oon. De modo que es necesario con Teorgani-
2ciOD-
Wocar un Comité de é
Peererare le tea
cqdenr el debate y reinroduct esta industia deseniconeg teen
sptiea de los Derechos del Hombre. El derecho universal ee derecho
jsuscribir un seguro. El resto es distibucin social de laculpabildes Pa
apuesta eS saber quién va a poder quejarse legitimamente de lo que
continéa cojeando en el campo de la salud mental,
El psicoandlisis contribuyé mucho a esclarecer el debate del gpo-
caen torno a la culpabilidad. Puede dar también pruebas de su efcaia,
y de la eficacia de la transferencia. Debe también denuncia lus del
ideal de funcionamiento en la politica de distribucién social del culpabi-
lidad. La politica en muchos niveles parece reduirse a una lucha para
no permitir que otros pidan una declaracién de arepentimiento. Lainsu-
ficiencia del tratamiento que de Ia falta hacen el sistema judicial y ta
atribucién penal provoca una ola de declaraciones de anepentiniens
sun sintoma mundial, muchos observadores no han dejado de sefialar-
}
* La Iglesia Catélica no es la tinica en echar esta a a cad
cién sobre el pasado de este siglo que termina. as eee
hecho la sociedad francesa con Vichy, la suiza eae ea
su neutralidad durante la guerra, los Estados ee
que tuvo que padecer la comunidad afro-americat Co ioser
ias a su extraordinaria Comision verdad Ye rs al desubiei0e1 08
menes tanto de unos como de otros han eee olectivo, © incluso
verdadero happening de amonestaciont erp Bank SOP
Israel, donde el dirigente de la oposici sufridoen os afos
don a los sefardies por las humillaciones 8° han sui ms jos
.
Acesta lista podemos agregar las excus' 7
Espaiia con motivo de su expulsion por © eaipbiiad pues
Esta politica social de distribuci6n de te ‘el lugar dea a
i inquietar 4! trata
siada de manera diversa. Puede ingbieh om a re y PO
© como tal. Se puede constatar 4! ign con
ij de
iurdio creciete de nuestra cultura 195, pxajsi
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