100% encontró este documento útil (2 votos)
2K vistas79 páginas

Laurent Eric-Psicoanálisis y Salud Mental

laurent psicoanalisis y salud mental

Cargado por

Angie Macor
Derechos de autor
© © All Rights Reserved
Nos tomamos en serio los derechos de los contenidos. Si sospechas que se trata de tu contenido, reclámalo aquí.
Formatos disponibles
Descarga como PDF o lee en línea desde Scribd
100% encontró este documento útil (2 votos)
2K vistas79 páginas

Laurent Eric-Psicoanálisis y Salud Mental

laurent psicoanalisis y salud mental

Cargado por

Angie Macor
Derechos de autor
© © All Rights Reserved
Nos tomamos en serio los derechos de los contenidos. Si sospechas que se trata de tu contenido, reclámalo aquí.
Formatos disponibles
Descarga como PDF o lee en línea desde Scribd
Está en la página 1/ 79
1 psicoandlisis y la Salud Mental mantuvicron y manticnen relaciones | tensas. En este libro Eric Laurent se ocupa de estas rclaciones y estas tensiones asigndndole al psicoanalisis y a las institucio- nes analiticas una posicion de responsabilidad Muestra con gran originalidad un psicoandlisis posible que se compromete con la exigencia de la época; que en vez de pequefia identidad, en una convers autosegregarse en su Ic y sosticne su presencia sn con los otros y con los dias, ofreciendo no la cura analitica para todos, sino un lugar de uso posible para todos. Ante los desafios que presenta la Salud Mental, Eric Laurent explica por qué el psicoa- nalisis es una prictica eficaz, y por qué puede seguir sosteniendo esta eficacia -que, al pre- sentarse como el revés del lugar del sentido dentro de la civilizacién, tiene su importancia sobre el sintoma~ especialmente en un siglo XX en el cual lo que no tenga eficacia no va a tener lugar. TSBNOST ON! Eric Laurent PSICOANALISIS Y SALUD MENTAL Ilustraci6n de tapa: Los amantes, de René Magritte (detale modifcado) Disefo: 5S. SBN. 987-9318-10-2 ES (©2000, EDITORIAL TRES HAGH Junin 558, piso 9, of. 905 (1026) Buenos. Argentina nted in Argentina Pine taby 11.723 Impreso en Argentina ~ Queda hecho el depésito que marca La extensién del sintoma hoy 1. La extensién del sintoma psicoanalitico ELpsicoanilisis es contemporineo de una operacién sobre la clinica ‘de la mirada, en el sentido que Jacques Lacan y Michel Foucault podian dar a ese término. Freud es contemporineo de Kraepelin y tetoms y adopt de él la clinica transforméndola, adaptindola a su experiencia. Su primer movimiento es de simplificacién y ordenamiento, Conserva las tres neurosis de transferencia, dejando de lado las neurosis actuales, Para las psicosis adopta los dos grupos kraepelinianos, separando mania xy melancolia, por un lado, y paranoia y demencia precz (ego esquizs {renia), por el otro. Hecha esta adopcidn, aparece un segundo movi ‘miento, La introduccién del narcisismo le permite llamar a atencién so- bre las dificultades que presentaban tas personalidades narcisistas. El mal estaba hecho. Algo del psicoanilisis, l narcisismo, comenzaba a sobrepasar, a complicar, a subvertir la clasificacién clinica psiquitrica. EI Hombre de 10s Lobos es pronto el ejemplo mismo del caso siempre inclasificable, La practica de los psicoanalistas Hegé ripidamente a so- brepasar los limites freudianos en todos los aspectos. Con Mélanie Klein Y sus alumnos, ta interdiccién extendida sobre las psicosis infantiles fue subvertida a parti de 1930. En Viena, en la misma época, Paul Federri ‘continuaba las investigaciones que él mismo y su hijo venfan realizando ‘en os Estados Unidos. Contemporéneamente, el Instituto de Berlin, con Alexander y Edith Jacobson, se interesaba en las personalidades harcisisticas y las perversiones. Los hiingaros extendieron las aplicacio- nes pricticas del psicoanilisis por una gran soltura del setting (encua- dre) poniendo el acento en la transferencia més que en el marco. La prolongacién del psicoanilisis a los nitios psicticos vino ripida- ‘mente a poner a los psicoanalistas en contacto con estados psicéticos Precoces; luego con el autismo. La extensidn de esta clinica alos nifios traumatizados, alos nifios abandonados, hospitalizados, extendi Ia inter- vvenci6n del psicoanalista hasta tal punto que las indicaciones clinicas clasicas de las neurosis parecieron perder su pertinencia. 5 La prictica con los adultos sigue el mismo camino tados Unidos, donde la inclusién de las psicosis en la pri tenfa poco alcance, los emigrados del Instituto de Berlina Ego-Psychology por la atenciGn prestada a las personal tras Jo cual el resultado fue la transformacién del an la transferencia narcisista al Otro. Las toxicomanias y | versiones pronto se incluyeron en las nuevas deman, Agreguemos el acompaiiamiento del psicoan: de la adolescencia bajo la figura del teenager punto terapéutica de las edades de la vida. El psicoanalisis en realidad respondia a tal multiplicidad de casos que tenia problemas para orientarse. Hizo falta Lacan para enunciat que en verdad el ta freudiano Tescubre asi una dimension cTiaisr que Te es propia, Ia de Ta demanda insatisfecha, Hemos creldo poder —Jomenarla por normas validas en todos Tos casos. Esto es analizable, esto no lo es. Los desacuerdos han sido siempre escandalosos y el deba. te confuso. Aumentando la extensién de los sintomas suscitados por su accién, el psicoanalista disolvia la clinica y sus taxonomias; por ello mis- ‘mo el lazo freudiano entre categorias e indicaciones se encontraba di- suelto. El resultado de esta extensién de la prictica fue 1a sentido deT sinfoma, En esas condiciones, o bien tinicamente valia el fan- —Fisma, o Glo valfa el sintoma como frontera entre una categoria clinica y otra; cada una se encontraba asi subvertida. Esta disolucién pragmitica de las barreras y las reglas en el psicoa- nélisis acompaia a aquella que se realiza fuera de él. Tncluso en jog ictica kleiniang ‘obtepasaron ia Wdades narcisis. afreudismo por las antiguas per. das asi tratadas, isis a la invencién socia, ¥ de sus crisis, puesta a 2. Las clinicas en competencia sipic las La clinica de 1a mirada se ha, en principio, tanstomado a sy humanitarias. Estas aparece? i s por la fenomenolo- "i ‘al senti fntoma, abiertas por wal cuestiones que evan al sentido de sintome Pie psc ia que marca el comienzo del siglo y que acom Ree eoitico de la interpretacion. Las taxonomias Sea aque poet _ tudidas a partir de dichas practicas y t€enieas PST Tacs trabajar. Una corriente de verdadero disgusto po! +6* nuevas pricticas juridica segregacién marca a la psiquiatria progresista, Hamada dindmica. En esa riente se aproximan tanto los practicantes del sentido de la relacién al con i ‘como los mecanicistas sociales que rechazan las segregaciones ott sedimentadas. continuaci6n, ¢s Ja clinica de ta me in Ja que cambia la A sensibiidad del siglo. De la clinica del sentido, aquella del uso social, se pasard a la que remodela el nuevo uso ée los psicotrépicos y del nuevo ‘gusto social que estos facilitan. ‘Una yuxtaposiciOn de clinicas sale ala luz en la psiquiatria: las fuentes amadas psicodinamicas de la clfnica, surgidas del modelo hermenéutico transformado por el psicoandlisis. A continuacién, aparecen las causalidades atribuidas a las modificaciones psicosociales. Finalmente, los diferentes psicotr6picos, en principio la chlorpromazine, luego la imipramine, que constituyen los paradigms de la serie de los antipsiosticos yy los antidepresivos, vinieron a desordenar los equilibrios adquiridgs. Se ra entonce: de 1a psiquiatrfa en la medicina. A Jas clinicas “Faiitiresen eo.s ezoss prontemets clase W ophdepictog Ta clinica bioquimica, las esperanzas genéticas, Estos diferentes niveles io se corresponden forzosamente ni se traducen armoniosamente uno) con ofro. EI Gnico montaje teérico posible viene a revelarse como un bricollage taxon6mico inédito. Bajo la mascara tranquilizadora, ya co- nocida en la historia de la medicina, de la basqueda de una lengua epidemiol6gica Unica, un fenémeno nuevo viene a producirse. Bajo el -Bombre de DSM, Ia Asociacién Psiquidtrica Americana puso a punto ‘una Conversa I seno de la comunidad psiqui trica americana, Se sometié a votacién la necesidad conceptual de equi- ibrar, de forma inédita, los conceptos que sedujeron a la mayoria de los psiquiatras, las modificaciones de los ideales psicosociales de normal dad en curso, los nuevos modos de tratamiento farmacoldgico, los usos terapéuticos de las nuevas sugestiones. Asf se engendraria un modo emi- nentemente perecedero de clinica que se quiere global, mundial, integrando todas las tradiciones clinicas, todas las priicticas en su diversidad. Se trat6 de un cuestionamiento radical de la clinica que se puso en marcha y entre el DSM3, el DSM3 revisado y el DSM4, empez6 a apa- “7 } recer una verdadera descripcién psiquidtrica de comportamientos soci tes. Siguiendo la descomposici6n en sindromes fragmentados de la clini ca, cada uno podia encontrar su lugar en ese gran libro que se abria. Fue vivido en principio como un encantamiento en los afios 80. Pero un ma- lestar sale a Ja luz. Lejos de producir una segregacin cerrada entre lo normal y lo patoldgico, cernida por muros, luego cernida por prescripcio- nes medicamentosas estrictas, todo acabé por enturbiarse, El encantamiento producido por la clinica del medicamento y Ia cextensién de esas indicaciones, terminé por producir un extrafio males- tar. Seguramente habia un remedio para todo, éste es el aspecto fort cante de Ja promesa terapéuicn SEH envés es que puede EMergerMIcho~ Tmas la estricta causalidad bioquimica; lo patolégico avalando la ide: “nade lonormal. Si todos susceptible de un tratamiento medicamentoso, ‘Zegiin una indicaci6n estrictamente terapéutica 0 por extensién cosméti- ca, zd6nde se sitdia, entonces, la frontera entre lo normal y lo patol6gico? E Es por este camino que la descomposicidn clinica contempordnea ~ enel dominio psiquidtrico exponencializa la interrogacién que supo llevar Canguilhem, maestro de Foucault, sobre la nueva significacién de las normas de lo viviente. «El funcionamiento desregulado no es un caso derivado del cual la verdad seria el caso normal. Lo patol6gico no es. ausencia de norma. Indica por el contrario una configuracién nueva del organismo, una adaptacién posible del viviente a las perturbaciones del ‘medio exterior o interior por la puesta en su lugar de otras normas. La enfermedad (...) empuja a la vida a comprenderse como creacién de normas». A partir de esta perspectiva, Canguilhem consiguié subvertir la ~ definiciGn tradicional del sintoma como «fenémeno biolégico accidental propio para revelar la existencia, el puesto y la naturaleza de una afec- cién mérbida». Lo que es verdad en el dominio médico limitado lo es atin mis luego de que la medicina ha (re)incluido a la psiquiatria. Elefecto paradojal del retomo de Ia psiquiatria al seno de la mec ina, producido por la nueva eficacia de los psicotr6picos y el avance de labiologfa, es justamente éste: lejos de reintegrar simplemente la enfer medad mental en Ia ciencia y de clausurar el problema, ese retorno ha cae toldgico. Testimonio patente la fabricaci6n de nuevas ol ae “We eSio es Ta constitucién de la clinica sobre las yuxtaposiciones 4° 8+ sintomas. Ya sea que se trate sindromes postrauméticos, de 1 Bias, de anorexia-bulimia, de trastormos obsesivos compulsivos, de de~ presiones, 0 de desrdenes de la identidad, vemos aparecer una clasific. ~ ‘cacion extremadamente exirafia por su extensién y por = Tidn de reduccién extrema de ta clinica a algunos simples ras; 20s. Esta reducci6n contamina también el conjunto de la clinica y toca, cada ver més de cerca, a todo el resto. Frente a los grandes rasgos sistematicos, 0 a la clinica freudiana clisica, tenemos répidamente la sensacién de encontrarnos en una suerte de enciclopedia china en el sentido de Bor- ges. Pero no es necesario detenerse por esta sensacién. En esta des- composicién misma, y el modo de tratamiento que engendra, algo nuevo surge. Ya no se trata més de curar, se trata de determinar la evaluacién de una cierta eficacia sobre los modos de lo viviente asf definidos. Ja invencién del sistema de evaluacién de la eficacia forma parte asi de las normas que lo viviente ayuda a definir por la organizacién misma de su sintoma. Artimafia de lo viviente, asi se organiza lo que la norma cree que es el tratamiento de la enfermedad, cuando se trata de una subver- , -Si6n de la norma por la organizacién misma de,lo que ya no podemos lamar enfermedad sino sintoma. _Elsintoma invade las normas del campo social, Constituye aquetlo que’ mds bien vamos a llamar «estilos de vida», EI DSM llega de hecho a poner en su lugar sintomas como nuevas normas de lo viviente, lo que Hamamos con J.-A. Miller, quien supo extraer el término de Lacan: mo-_ _dos de gozar. Estamos, a la vez, en la época del Spleen y en la de los ‘modos del Joy. El psicoandlisis recuerda que no alcanza la época més ue por una vuelta intransitiva por el Otro. Incluso auto-erdtica, ,ghay??? No distrutamos -enjoy-de una coca-cola, disfrutamos de la coca-cola del Otro. 3. Los modos del Otro en presencia Pero cde qué Otro «enjoy Coca-Cola»? ;,Cémo se organizan nues- ros modos de gozar? Lacan se dedica, en 1938, a una investigacion sobre «los complejos familiares», Evalia las formas de la familia exis- a catlcios familiares. 19° A Edipo, y deduce de esto que la verdad “Je la famailia se verifica en las formas del matrimonio. Anun: fe aot oria de ta familia va a ser reemplazada por Ia historia del Trial ae i y Esetac imente lo que nosotros constatamos, La historia de “Frimnlia se ha detenido sobre la falsa ia de la familia nuclear. PRT sistema. Ahora, después de cierto concienciacion vic eae Poco de responsabilidad, pero se temen ls efectos a¥°P €sto dentro de unos afios. ae ta situacion del padres Podriamos quejarnos de la degradacién d¢ 8200 ire en el Pero al Tlegar a este punto, .gué queda de 12 sta? Por Sentido agustiniano de la palabra, o inclus €ste motivo, se convoca a los psicoanalistas- bes Coterapias en general, Wemien poco que dec 43° jo de Edipo y es; mpre estén hablando. del Compleje - ipo y esas nalistas, como SiGHP re, De modo que les preguntan: estén ustedes cosas, saben algo del padre analistas dicen que hay que proteger > Algunos ps a favor o en contra? Alsi una ilusién del padre. Otros no es- ne snecesario mante : e. al padre. oS 7 que esocalme la llamada a padre, y consTatan que'el ncidos tin conve! js no es el derecho a tener un padre; a soanalisi Tescubrimiento del psic esa de ese derecho, nunce se Hega a ener Tupone primero a Tos ps Lobia piconet mental partir de ea, Los se eT i SPENT TET od conde psicoanalistas, AST Com eT DE ; Presentando Ia psico- Togia, constataba que en lugar de partir de la definicién general de 1a psicologia, tan dificil de establecer, por lo menos habia un objeto que existia, que era el psicblogo clinico argentino ~objeto del cual no es tan claro define para que sirve, para qué puede servir. La esencia de este objeto no esta muy claramente definida, pero lo que esté claro es que el objeto mismo se inventa con esto una multiplicidad de usos, de los cuales incluso el Departamento de Psicologia Clinica de Argentina no podia tener la menor idea. Se inventaron usos de este objeto, no s6lo en Argen- tina, sino en Latinoamérica, en Europa, en los pafses globalizados. Lo que se invents con este objeto es también lo que se inventa con el psi- coandlisis. Primero hay que parttde Ia existencia de este objeto producido por_ “Pos an ese eL anal, x depp 6 eusuentvan Los usos: Digs: ‘os, entonces: hay que partir de esto, de este objeto, incluso del hecho de que este objeto es embarazoso para la civilizacign. Hay demasiados ~PsioGlogascliniags, hay demasiados psicoanalistas, nadig sabe qué hacer, _SOLEsto; pero el régimen fundamental del objeto en nuestra civilizacion “Seta itmare dems ta funcién no esta exactamente a Ia altura de jt Poder asignar un Tagar al objeto, nos supera~; con los analistas es igual que con los coches: hay demasia: Percibe la experiencia profunda de ni alee existencia y esencia. Lo princip Ia xistencia, hay este objeto, y esto q \dos. Lo fundamental es que asi se estra civilizaciGn, 1a separacién al es el hecho de que primero esté Jue Se percibié al inicio del siglo con “el sentido €s el uso”. fay que encontrar usos de to Queda, porque del lado de las esenci ja; y cada vez més VeMOs que hay exist ies hay que encontrarles usos. Esto aho, Jos ra y mas clara. Es la raz6n por la cual he a ee de otras tendencias, que Ia definicin de psicsantsn que Jae jes Lacan introdujo en los afi 60}*el psioaniisiseselingminy aie se puede esperar de un analisa™ que parega un ecg oe Sento, esta cada Vez MUS ACepTada Como apuntndo a esta vend primero esti la existencia del psicoanalise y despues -ostles de ete objeto. Lacan encontré otras ianeras diveridas deTha~ Fer percibir el divorcio existencial, cuando decia: “Viva Polonia, porque sin Polonia no habria polacos”. Pero esta disyuncién enteexistencia y esencia es, probablemente, una de las Haves que hace a este uso funda- mental del analista, que se transforma en un instrumento para expeti- mentar Ja falta en ser del sujeto moderno, Sin Ja sesiOn analitica la tirania de la identificacin se relajaello no tiene nada que ver con las medicinas dulces, la relajacién, el carifio,la CaS de ess objets g a lo percibimas de mang. Constatado también, entre ondad. El espacio analitico es un espacio en el cual se juega un destino fundamental del sentido ena civilizacion. et Quiero ahora destacar siete puntos que se deducen de este uso fundamental del encuentro con el analista en nuestra civilian El primer punto es que la hipétesis ssicoanalitica a Lowe oa imposibilidad de contener el objeto de goce o¢l bjet0PU Ter ig buscar la hip6tesis del Uno en otra parte que en Ja uniter aed eatonces implica que donde esté, el psicoandlisis mt sica un lettitorio de los saberes. El psicoandlisis lleva comsig® "conta tnjambre de saberes que lo rodean y que no Welt Slasificaci6n universitaria actual 0 la clasficaciOn’™ © ue las ciencias de la interpretacin de una época oie er del analista -y lo que tiene que saber y (at ue hace que ninguin recorte organizativo de 05S - tiene q Sea satisfactori unto de vista de 1oque NON * oy tra rio desde el p jo XxIva cidn de Hedo que una de las cuestiones ¢n el SE pre Ta disnibue Sonvencer a los demés, a los que pueden Im *5I* i de lossaberes et 8 civilizaci6n, del porqué hay una necesidag Josliiies Ceres agrupaciones y desconfiar de vigjas costumBres, Te constituir nuevas #8 is €S una prictica rend sr pinto s verdad gue eT: YV eSicaz) pede FP ata posiion en el siglo XXI porque es verdag eficazy s Paes AX sino se es eficaz nose teneningtinI0gat,Tneluag que en el siglo XX1s ee ep cin esac a ese COI Eres de bud gue Soe ao del civilizacon, ene su importancia sobre et | here Esto se puede verificar con estadisticas y es verdad que ten Ss ene como los colegas nrteamericanos, una zona dedicada oe enfgr El hecho de que no tengamos el mismo afén. que 2s preston ets se debe aque I historia de la psicologfa cuanti aitesen Europasiempre ha tenido un matiz policial. La psicologia cvan- titative sine en general para producir segregaciones ~selecciones di- | ten-, clases de sujetos segin su capacidad para hacer tal 0 cual cosa, fneluso podrian ser clases de sujetos que podrian analizarse la analizablidad. Estas producciones, en general, levan a selecciones que se transforman en segregacién y en instrumentos de exclusiGn; por esto Je tenemos desconfianza a un afén cuantificador demasiado satisfecho. En nombre de medir la eficacia para verificar la profesionalidad, lo que se puede producir son catéstrofes; lo hemos visto en la historia de la psicologia con el coeficiente intelectual. El resultado de Ia historia del coeficiente intelectual produjo una segregaci6n brutal entte nifios intli- gentes yno intelgentes. ¥ las medidas que después vinieron en ayuda 4e los no inteligentes tienen poca validez, si se comparan con los desgas- tes producidos por la seleceiiny la exclusi6n. Ni hablar de lo que ocurrié rene Unidos; e! libro de Steve J. Gould sobre “la mal medida Fae eee de os bos que testimonian, como dice el ator Tuvo un efecto distint pas eae commer Ge las note Tene tne fom Pogue la seprepacién en los Estados Unidos Gist, 9 et Broduccén de ghettos, de comunidades Europa Esa sca yes conseevenias festa ocuids ¢b dimensifntancaasecade een an orl de Europe, a ims prudentes que en los Estados rene oad leva a medidas a0? Mas segreaciones cuando entamos oye eres Produc ME 0S en esta justficacién de Ia eficacia. | “52+ ye progucir justo 10 necesario para seduc W os re que Seamios eficaces, podemos demos pe auie” sivo por entrar en esta logica que conlle tal amo my rm strato, peto sin 95 ya ningiin xoesi ee va.en si ine jevar, consecuencias terribles. "misma, o pue. conlleva Fs i Eltereer punto que queria subrayar, en lo que hace aa distancia g { n stra cvilizaciOn entre esencia y existencia y la prevalencia de] i uso “ico y efiCaz, €5 €l NUEVO estatuto de toda lac ¥ ca Laci JF durante Toda una Epo por la creenca qi tens dj i ‘nica. Incluso la clinica en la salud mental t aoe ; frente ala li cacal tenfa su consisten- iegin los Estados, las lenguas;tenfa una consistenci nacional, An. ta in ereencia del practicante en la clinica se a transformado lo he rreachado muchas veces en las mesas de este Encuentro, No solamen, tetrabajamos ahora, de hecho, con las clinicas de Freud, la clinica quese “dcsputs las ctinicas de los postirendianos lade Melani Klin apie. i ein, la ultima, la de Winnicott; y para los lacanianos tam- la clinica del primer Lacan, Ta clinica del Lacan clasico, la clinica Gel Lacan Gltimo, Todo esto se yuxtapone y asi la creencia del practican- ie que hace uso de todo —todo lo que parece necesario~y las clasfica- ciones apay As bien como un artefacto. Pero esto no esta vincula- “Traslawonte con La vieja sabiduria médica biporiica de quelaentr medades no existen y s6lo existe el enfermo. Ahora estamos en ola época en la cual, como sélo esté la existenciay Ia esencia no es pare nosotros més que un paraiso perdido- entonces es en otro seniidoquen®_ Wy clasificaciones: 1o que hay es a exisenca simulta densa — Paciente. En este punto se anuda un uso pragmatico de las arg! ae TeiaT nadie cree mucho. Cree lo suficiente como pare ordensr= TT ‘ree en las clinicas solamente para ordenarse un pococl Mes 4 tay un cruce con lo que es la pragmatica, el nominalism 'ndividualismo contempordneo, Se cruzanenun nudo: ee 'esde descreimiento que, al mismo tiempo, pueda ala $241 cual uno no eree més que en su propia cna. FE ~Weisismo de la clinica”. Esté profundamen ancla 253° ssidad, y es una consecuencia fundamental en el estatuto del sintoma, Esto voy a [ecarrolfarlo en el Congreso que tiene Tugar manana as tiempo para explorar sus consecuenclas. ; ero punto esque, en la medida enue la consistencia de estas nominalismo del sujeto moderno, hay un i a el inicas esta animada por | su Ff ree que se impone Ete realism se manifiesta cada vez.mis en las patologias del objeto Amico que ef etal Gel sueto Se pravrematza, ‘se independiza del io, estin estas patologias que Van GESGE TOs aston. se enticios tipo anorexia, bulimia~ a las precticas COmpulsivas &h ‘Eneral, los tastornos obsesivos compulsivos, los trastornos como las, aicomanfas y la adicciones multiples, que s6lo con su cardcter de epi- emia. nos aseguran a consistencia de un realism del cual el nominalismo fineo po-puede escape. kL 9, El quinfo punto es la confluencia en la clinica psicoanalitica de los Basico primeros puntos. Esto, entonees, implica una consecuencia en la clinica. Para conjugar el nominalismo subjetivo y el realismo del objeto estamos empujados «"producir una clinica no esténdar que, al mismo Aempo incugs los esis otenidos on 1a rata apa neurosis, es decir, todo lo que hemos ‘aprendido de la ientificacién del sujeto en su relacién con la identificacion paternal, con el Edipo, con el (sare pesien ota onl significant patemo, Se ‘yuxtapone con lo que estamos aprendiendo sobre las patologias del objeto. Esto nos empuja a producir una clinica “no estandar” que efectivamente forma pa del siglo XXI. 4 4 El ea Punto: la clinica no estindar es una clinica consumidora de wevas ficciones juridicas, Estas patologfas o este nuevo estatuto clinico necesita armar ficciones que permitan ordenar la coexistencia de goces miltiples. Las viejas formas de i le goce 3 lc ideales i cia ya noconsiguen hacerlo Sine que organizaban Ja coexisten re ~, yD gades de goces distintos,sintomatcns tog ta especializacién afirmada por 1a biotéen mejor productividad, se va cada vez misenene eg cidnde ese universo. Esto hace reflexionar sabre la dere ee jo piblico, de la salud piiblica. ;Cémo hacer existe i a campo una forma que permita pensar esta tension entte In de nuestro des distintas y un universo comiin? Eso es comunida- s6lo una forma més limi de una cuestiGn muy general; Jacques Lacan lo deci wen muted scanles hay que ditigirse. En ica como una esperanza de i il {e6mo nuestro universo de segregaciones iba a poder soportar estas segregaciones? Pero no es s6lo Lacan, hay que decir que un autor como Walt efectivamente muy lacaniano en la manera de plantar el problema, He visto en Ja librerfa que esté afuera de esta sala una traduccién de su Tratado sobre la tolerancia. El plantea que el problema de nuestra civilizacion es C6 ~comio hacfan los imperios que fan yuxta- incluian-, Cuando Lacan enuncia esto como aquello que iba a surgir, lo anun- cia en el 60, y surge, efectivamente. Ahora nos rodea en el pensamiento ‘contempordneo y, como analistas, tenemos que leer a Waltzer, a Rorty, a Charles Taylor, a los que tratan de pensar las contradicciones que modi fican la nocién misma del espacio piblico. En este sentido, somos consu- midores de ficciones juridicas para adaptarnos a estas modificaciones. Es una de nuestras tareas en el siglo XXI. ~~ El séptimo punto es que tenemos nate ae i aquellos gock tnalistas, c6mo se estén ransformando aquellos goees ET nales, que no estaban en las normas, c6mo se ine on ema diferente del de Ia clasifica in que aprender, en tanto mas nuevas. Este es otro tipo de prob! ac 7 : 5 ficci ji sas. Por, i6n deTos sintomas, Ta patolo, a del objeto as fecones june EMPIT, Vemos cémo la homosexualidad se transforms ¢ a weva y lo hace con paradoja piopolitica, cémo ha- lenemos que aprender efectivamente, fs mI me Te eanel amore cen i ses en los cuales buscan © 7” <1 los grupos gay en los distintos paises Yi gag, Que seit Unt Cimiento de normas que incluyan 8 esse rorma que los incluyera? Produce efectos sobre las normas. Y sobre jy ior Tenemos que pensar, desde el punto de vista de In investigacign clinica, tod ico des : udesde las preguntas do, que el analista forma parte del inconsciente y qué debe darse cae ae ello, La frase de Lacan se comprende mejor a partir de la tesis fre mulada porJ.-A. Miller, quien nos dice que el inconsciente interpreta . analista slo interpreta porque forma parte del inconsciente y porque 4 | “ha vuelto el producto de esta operacién. Cémo adapta : i es la formacién del psicoanalista. - ‘I Bn cada pais, el psicoandlisis se instal6 en relacién con, y co derivacin de, ls homologaciones sociales del deseo de curar. Freud se mostrédispuesto a negociar con los poderes piiblicos la salvapuarda a, ta dimensinterapéutia del psicoanalisis con la condicién de senso peepaip abies s ; le no renun- sion més elevada: la que atribuye a la ciencia psicoanaliti i ia de alertanas contra la ideologfa terapéutica. Lo formula, lecis aie jo cae ee 1926, El andlisis profano. «S6lo quiero ‘Tonbléa évoca ch og, ejarén que la terapéutica mate a la ciencia».” ntrapunto de esta derivacién terapéutica del psicoa- } nilisis, «Lo t S Fepresentar i se | aprender psicoan di intes de las diversas ciencias del espiritu deben ‘sitimacis iSenciigy WE el analy 1 inconsciente INOS a €S€ ser, es | lisis... sometié er que aprendan a comprender el and " lehranatytiker 4 andlisis»."* E] analista didactico, el en un pring ee PeUaS sino el aatista fee i0 el formador de los analistas tera °st08 representantes de las ciencias humanas. a Para dedicarse a aquél que iplina para investigar la civilizaci6n. Sino un tipo de cura, ung } NO se trata sport del Psicoanliss sepne e608 l bjetivo de transmit a otros el sManstetencia de trabajo: poses lzaci6n como tal, algo as{ como un berian pee «cuidada formacién» estos analist25, 0 etd a favor ee armas en el émbito de la tera” Ge existan dos categorfas de analis y lew tas. «Todo esto requiere cierta dosis de libertad de movimiento y no {olera ninguna restriccién mezquina»,"* Ya sabemos cOmo se recibieron las propuestas de Freud en las sociedades psicoanaliticas existentes. La apertura hacia los no-médicos, es decir el acotamiento del aspecto terapéutico, iba a ser muy mal reci- pido. Desde el rechazo mas contundente por parte de los norteamerica- nos, hasta la aceptaciGn a regaitadientes de los ingleses™, pasando por la entusiasta adhesin de los hingaros encabezados por Ferenczi, aun sien- do representante de su conocido activismo terapéutice. El modelo del Instituto de Berlin en cuanto a la habilitacién iba a imponerse y trasmitirse Juego en forma adaptada a los paises anglosajones. El no-médico tenia su lugar en el curso de forma excepcional o transitoria. z La esperanza de prevenir las neurosis con el andlisis infantil haria | nacer muy pronto una categoria inédita, la de los psicoanalistas infanti- les, sobre todo formada por no-médicos, como A. Freud o M. Klein. Més atin, durante la posguerra, en Europa, en América Latina, en Brasil y en EE.UU. se ve desarrollarse un pacto técito. Los evidentes benefi- cios que brinda el psicoandlisis, su alcance terapéutico, probado por la importante cantidad de médicos con formacién psicoanalitica, eran reco- nocidos a través de una tolerancia de hecho de las actividades terapéu- ticas de los psicoanalistas. La psicologia universitaria quiso también to- mar el camino que Freud habja abierto y que se reconcciera asi el titulo y la practica de psicélogo universitario clinico. Alguros psic6logos s¢ | \\ | unieron a las sociedades de psicoanilisis y las filas de los no-médicos pronto se dividirfan entre psicSlogos como paramédiens y los otros. El problema que planteaba Freud tenia de esta forma una aparente res- puesta prictica. ;Pero esta asociacién es una respuesta satisfactoria para la pregunta de Freud? Es necesario preservarla en el seno de las sociedades psicoanaliticas para asegurar su legitimacién necesaria en la organizacién social del deseo de curar -y asi evitar las «restricciones mezquinas» que no tardarfan en surgir~ pero no es suficiente para cum- plir con nuestras obligaciones hacia el psicoanilisis. me Para Freud se trataba de otra cosa: de la insercién del psicoanilisis en la civilizacién, Lacan comprobs primero que el sistema funcionaba de modo contrario a aquello por lo que Freud Io habia imaginado: el sistema +89" se deja it cada vez. mis Des enn arent 1 ideology, expotnea del rapeua se revelaba sie zs mis: pensar que que incidir sobre las formas Gel no respeto o de la fata de Tse | Francia, hace dos afios, un suetopsidtieo comets un ater ee escuela bajo el apodo The Human Bomb, (1.8, es tene ges ons taciones en Espafa. The Human Bomb, pues Pero lospliis ane empezar el asalto final para liberar als nos que haban side mates como rehenes, consultaron con un psiquiatra, un psiquiatra normal Ee el psiquiatra de guardia en el sector, lo més parecido a un servicio de urgencias. Después lo entrevistaron en la radio, y lamaba la atencién ¢ 4que fuera capaz de hablar del hecho de que el sujeto era claramente un Paranoico, que pudiera referrse al pasaj al acto de un sujeto que tena ya.ciertos antecedentes, todo ello con un respeto hacia la patologta y et sujeto que no era una pose. Fue capaz de ayudar a los policias a tratar de 80 provocar una eatdstrofe y, al mismo tiempo, a respetat ls derechos humanos de aquel sujeto. Aunque al final no pudo impedir eclaia cias aplicaran la pena de muerte, porque el problema es que a rane muerte se puede suprimir del cédigo penal, pero aun asi sigue si aplicada por la policia en la vida real. oa . La osicion tan delicada de aquel psiquiatra francés, eo nee i contrasta con la de los americanos, que produjeron una a wiaccatl 0, por la misma época, se enfrentaban con el problema d= Wa \ 5 F de su secta como | otro paranoico que habia tomado 80 personas desu sca one | Se apreciaba una completa falta de respeto por su pare TM A \ las declaraciones de los psiquiatras. Por ejemplo, ¢ todas ella ani ne: son declaraciones completamente LT a sin que nadie to laciones, llenas de consideraciones sobre bss * saat ne Viera en cuenta exactamente de qué se tral ate A iren et. ¥ nc De modo que, sin lugar a dudas, hay mo no recverdose ape lamos psiquiatras corno aquel ee vi én. ‘que luego no hizo declaraciones aa ur Asi que los analistas no han de mantenerse como Analistas 6. Han de pedi epden algo a salud mental. Pedimos ung sty tenca en sled menial que sea democratica y, como sucege eit iene a ful que se a utlizad, sea eapaz de respeyeet ches de cudadnia de Ios sujtos que estén en este oan 8 tee aro enn dela salud mental. En este sentido los analog S* czas hand inciiren estas cuestiones, tomar partido ye pubzaones atv de intervenciones, manifestar que quienes deteminado de slud mental Nora institucién utopiea gun en ‘ibn asistido. - Es as{ como se transforman las técnicas. Mientras que si uno se. mantiene en los media dando sus opiniones en términos generales, no tiene ninguna incidencia en el campo de la salud mental, ni tiene ninguna incidencia en la forma de civilizacién que nos corresponde. Solamente opinando sobre cosas, sobre determinadas transformaciones técnico-cien- tificas de los ideales y el nuevo aparato social que se produce, silo asi egaremos a tener influencia, y no dnicamente en los comités de ética. Ahora hay comités de ética para cualquier prictica cienifica, e& pecialmente en Medicina. Esos comités agrupan a distintos sectores cu- |" yos ideales se ven afectados por la Ciencia. Se establece un comité de este tipo para calmar las cosas, para asegurarse de que la Religién o el pensamiento en general van a aceptar la modificacin técnica del ideal que se plantea. En cuanto a los analistas, hay alguna raz6n para que no participen en comités de ética? Hay que animarles a hacerlo. Por ejem- plo, animo a mis colegas a participar en los comités de los hospitales donde estén, Ahora se solicita esta partcipacidn, a titulo de psicélogo, en el marco multiprofesional propio de las nuevas formas de asistencia, para constituir el comité de ética de los hospitales. Por una parte, cme | Participar en esto, y por otra parte hay que influir en 1a opinion para incidir en las cuestiones pricticas cada vez que el ideal resulta modifica- Wo por la Ciencia. "tn este sentido el analista util, ciudadano, es alguien que evalda| es 4 Pricticas y también acepta ser evaluado, pero ser evaluado sin icon Un Tespeto temeroso, cauteloso, ante los prejuicios dela Ciecin 0 ust {es vienen a decir con arrogancia que Ia prictica analitica no es, ilone £8 eficaz, porque tal tipo de terapia cognitivista es supuestamente » Il, los analistas tienen que demostrar lo contrario con su experienc, J +119 iil. No hay que pensar que €S0 ¢s algo estrafatari noes cal verqu ba saqus de este tipo contra el Psicoan shes pefectamente posible mostar Una experiencia que demuegia contrario.. e ee Por ejemplo, et Dr. Zarfian es un psiquiatra francés ue dura die aos ededicd a publica sobre los psicofrmacos, y ahora est de los mejores abogado de una prictica miltiple y de la consideracin, de lamodenidad como limite de la revolucin terapéutica. En un arteyy reciente dia que lprescripcin de férmacos tiene limites claros y ug «30 no ha cambiado en los whtimos veinte afios, de modo que hay tna profunda isis. Zarfian conluia que los médicos han de despertary darse cuenta de qu son prsioneros de la ideologfa de las multinaciona, tes farmacéutica, una industria que lucha con millones de délares ay favor para convencer a los Sistemas de salud mental, por ejemplo, de seitas Qlatea que siante una depresi6n ligerao un trastomnoansio. imac enone fan EseMtraPa tiene Los mismos efectos que e crcl ae ene una eficacia compatible con el efec- adel efecto placebo cea ist ued formularse ast: como la medi 10 bay firma, taller que sea, e efecto que se produce cuando a ma los ‘analistas, sj ‘Son ciud: do cone atu cvlizacén nel es ne Campo efectivo de lus di nai lad. ladanos dtiles, son evaluadores de iene cs Pef, Salir de lo que fue aquella de exilio de sf mismo, de su propit €sl0 analista agujero, el analista que lucido pot su préctica: ef agujero de 108 +1206 jor Jo tanto, en mi opini6n, el analista que no se - es partido en los debates e anata ily ciudany sais mente compatible con las nuevas formas de asistencia en salud mental, formas democrdticas, antinormativas ¢jrreductibles a una caualtid ite nuestro mundo modemno, la causalidad es una causlidad mili ple. Lo descubrimos desde distintas teorfas, incluso a teoria del caos ola feorfa de la causalidad que sobredeterminan muchos aspecto. Lo que tenemos en comiin los psiquiatra, los trabajadores de a - salud mental y los analistas es que sabemos que las democracas y el Jazo social son cosas muy fragiles, basadas en un manejo delicado de las creencias sociales. Las creencias sociales son ficciones, pero fcc que hay que res que conocemos estas ficciones. Frente a esto, una tendencia podria con-_ sistir en despreciarlas, no creer en nada, y asi el punto de vista cinico del analista agujero podrfa aproximarse al punto de vista cinico dl psiquiatra que sabe que la creencia social no tiene limi Debemos recordar que el deseo de curar, el deseo de curar propio. de quienes estin en la salud mental, tiene sombras, El deseo de eurar que permite incidir sobre la depresiGn, sobre la falta de existencia efec- tiva de un deseo o de un ideal, puede producirlo de nuevo. Y tee oa = Feverso: que también puede conducir a una posicién cinica. No a ie. Mos que dos psiquiatras serbios estin a la cabeza de los Toners ae insoportables que ha atravesado Ia historia de Europa desde a Sees dela Guerra Mundial. Radovan Karadzic es psiquiatr, es un trabsjador de Salud mental. ;No hay que olvidarlol* 6 — izacidn del . yet,con autor én corregida del texto establecide por Enric Berengve-<™ Y Publicado en Notas freudianas n° 2 “12 I | | etar, que hay que tratar. Lo que tenemos en comin es | - } la oe » Lingiistica: Europa, traduccién y exclusion. La fuerza de una ilusion La fuerza de una ilusién* Este titulo de obras célebres: La fuerza del destino, de la unidad italiana, y El porvenir de manifiesto en el cual Freud desea que sade los nifios, contra la opinion de su discipuloy amigo, Nabucco fue el primer éxito de Versi, aoe on oes piblicamente, por su tema, con las aspiraciones politcas de pats, conel deseo de libertad y de autonomia de sus compatriotas” encarnindose en una unidad a consumar, no la de Europa, sino la de Italia. Veinte ahos después, La fuerza del destino es de otra naturaleza, Su libreto es de Francisco M. Piave, basado en un drama espafiol de! duque de Rivas: Don Alvaro o La fuerza del sino. Creada en San Petersburgo el 10 de noviembre de 1862, esta pera esta ahi para ensefiamos la modestia. * Nosotros no nos hemos vuelto tan europeos como Verdi hasta hace bien poco. El argumento de la pieza del duque de Rivas estaba centradoenel desmantelamiento de dos ilusiones: la vendetta y el sentido del honor, con los cuales las familias nobles espatiolas regulaban el malestaren las familias. El liberal Rivas quiso mostrar que la verdadera vida debia estar. > orientada por consideraciones distintas de las de! honor de las familias espafiolas.* Rivas era un verdadero europeo. Condenado a muerte por Fernando VII por causa de sus ideas liberales, consiguié huir y estuvoen ¢lexilio durante diez afios en Italia, Inglaterra, Malta y Francia. Elestre- 0 teatral de Don Alvaro o La fuerza del sino tuvo lugar en 1835, ¥ > marca el triunfo del romanticismo en Espatia. Este drama foe en Esta i 'o que Hernani habia sido en Francia. Con el fin de Femando VIL, Riv Volvié a Espafia, fue primer ministro, y después su pluma See : donde comienza Freud, puesto que uno de sus mas célebres mee é histéricos se titula Un solemne desengaiio, que trata sobre lt Sin de San Francisco de Borja. +123* std en el cruce de dos titulos Opera de Verdi, gran cintico tuna ilusion, de Sigmund Freud, Se renuncie ala educacinreligio. Freud intenta, en El porvenir de una ilusién —que inj queria lamar El porvenir de nuestras ilusiones- un dese desengato. Dialogando con un guerrillero, del desengatio espirtuay pecto del mundo apuestafirmemente por un proyecto de educacign ca, que hoy resulta extraiamente provocador del escéndalo de ottgg ca? El érmino ilusin es distinguido por Freud del de error, por ¢| a de anheloal uals liga la ilusiGn. El ejemplo mis simple es cl de Coan bal Colén y suilusién de haber descubierto las Indias Occidentales.L, itusionse aproxima ala idea detirante, pero sin serlo verdaderamente, término esté cerca del sentido actual de delusion en inglés. Para au. mentar el vértigo de traduccién interlenguas, Freud retorna el término de 'apluma de un francés. Es Romain Rolland quien le dedicaba una pieza «al destructor de ilusiones, Prof, Dr. Freud», Europa es para nosotros una ilusién, acompafian, especialmente cuando empleo, o incluso cuando, la Escuela Europea de Psi Asociacién Mundial. Hay, Cialmen ABA dg puesto que nuestros votos la quiere concertar una accién para el como psicoanalista, constato la necesidad de icoandlisis al lado de otras en el seno de la » Pues, ideal, hay deseos ligados, reuni6n de los ooo =n horn, ilusién, Ahora bien, el psicoanalista puede ser viaal mortal yof Para Presentar su discurso antiideal. Esto nos reen- ycémico: ae segtin el cual, cuando, hay veneno, to ilusionist ~ neo hay contraveneno, hay veneno. Este aspec- es pues, ca poe debe desviarnos de una interrogacién: {qué queda por saber si eg ora alilusion, del psicoanalista, del que n0s Voluniad dehacer vanes ot? © 2Atraveneno? No es otra cosa que It padre ase los. ideales, especialmente aquellos cio de la conversacién iferentes versiones religiosas, en el ¢SP* Releamos a Freud: Habre tition bajo los auspicios de 1a raz60- completamente fuera de jue a considerable ventaja en dejar a Dios nbn de i ¥ admitir honestamente el origen ue fjandens MMS exablecerian iYe® Y 28 preocupaciones culture Jose como: Con ellos una relacién més amistos® 5 Meta, en hy i seria un progreso importage * ®Politlos, nicamente mejorartos. Est ia que conduce a la reconciliacio® Portante en Ja y; ete la cultura» « ‘contraveneno, y cuandi on Ia presion que ej "1240 El Porvenir... eS uno de los pocos cultura europea como tal, haciéndose objet poner Freud evoca ta tor: «Siusted quiere elimina la religion de nuestra cult no no se puede hacer més que con otro sistema de doctrine. ene sagrado,rgido, intolerante, con a misma prohbicién de penn ons Enel sentido freudiano, Europa siempre ha sido una ilsion dese existe, es decir, desde que fue nombraca en griego. Sabe Dios s nectot, taun nombre, puesto que su lugar en el continenteasistico y su limites al este no estén claros. Es més bien por una medida contrafibica port que los nifios de las escuelas europeas aprenden la existencia de los cinco continentes. Europa, realidad siempre en movimiento y plural, especialmente en sus lenguas, es de entrada una paradoja simbélica, una unidad siempre perdida, inasible. Si existe, es como un espacio de traduccién. Cada vez que en su historia la traducci6n en una esperanza de unidad se ha reve- lado imposible, Europa ha reaccionado excluyéndola, reduciéndola ala nominacién, a esta exclusién misma. Este es el aspecto sombrio de su historia. El aporte del psicoandlisis a la cuestién europea en la linea que indicaba Freud es el de echar por tierra los ideales y al mismo tiempo sostener el deseo de traduccién que no debe cesar nunca, incluso si Dios no es el garante de Ja compatibilidad de la obra humana después de Babel.* Una unidad siempre perdida, una pluratidad inasequible Nada es evidente en Europa. Su primera poblacin misma es fai de discusién y escisiones. Hubo en su estudio la unida sofada elas tamiento indoeuropeo a través de diversas oleadas que omeie Anatolia, Hay ahora teorias que no suponen ninguna homogeto © ninguna mezcla de grandes grupos humanos en es Sea invasiones compactas; més bien, una poblacién de 12 diéndose por capilaridad, en busca de tierras catia - ___ Esta es la hipétesis que se funda menos sobre siones guerreras que sobre la introducci6n de EA a ge Aatlit® in de dos grandes cereales de base, el trigo Yt Grecia y después, a través de Europa hasta Gran °° %Sentamiento se hace, entonces, nO Por MIB! A. estos Mentos sucesivos. «El efecto gradual y cum “125° Bretafae Irland3»’ nto, como lo muestra elegantemente el modelo de la ola g fitlade Ammerman y CavalliSforze, € traduce por el desarro nueva poblacién.» He aqui quizé la primera leccion de Euroy fugar de dscutso donde la genética aplicada a las poblacione le avany, Ma Ho de ung Pa. Es yy : nae eee es Petite descr a concepcin de la raza bildgica,y de las etnias compas {El Imperio romano habria dado a este espacio una unidad sosu da {érreamente? La nostalgia del Imperio esta siempre presente, en Jas encrucijadas de la historia, pero Roma no es definitivamente una buena encarnaciin de la unidad, Su imperio es tan africano como eum peo y demasiado medioorienal para ser garante dela Europa Una, Dg, ademtis una Europa cortada en dos por un limite que encarné la frontey, enire barbaric y civlizacin. Hay que sefalar de antemano que la pes. pectva de contencién de la barbarie ¢s a muy corto plazo. Me gust tmucho el inicio provocador de una obra redactada por un historiador de Oxford: «De todo lo que produjo el genio politico y militar de Roma, Germania es quizé la creacién més grande y més duradera»,’ Es una Perspectiva mis dialéctica que reine los desarrollos de un historiadory hombre politico polaco: «La integracién de los antiguos y nuevos habi- nee ui oc setermina al principio del siglo octavo. Vuelve aun te norte de la Galia, a un descendiente de francos, pa ashe, la tarea de realizar la primera Europa, que no duré cien afios, pero que permaneceri mitica», h pana ees as divisiones internas, lingiifsticas y étnicas - Asistimos a la puesta en escena de dos Cierto, cando la dignidad de expresiGn y la poesia de cada una culminard alrededor dela figura de Erasmo, humanisinae do-como J. Le Goff lo subraya~enelsinbolode a borne ne mento." Igualmente la técnica dela imprena permilrtteves ean! cet los grandes textos latinos y giegs tansatden por Bosse, srabes y difundir los escritos en lengua vernacula, Las bibline a puesto, pero también la poesia. nee Ya el g6tico es internacional, el barrocoo ls Laces lo setin, Estos movimientos se desplazan alrededor de una tensin entre la unidad de una cultura asegurada por el predominio de una lengua de cultura ave. cesdominante y el mantenimiento de las lenguas naturales en su diversi. dad. Latin, italiano, espafiol, francés, compartiran siglos de oro. La edi- cin holandesa imprimiré para la Europa de las Luces en francés. Ven- drd enseguida la vuelta romantica a las lenguas entonces nacionales y a Ia teoria de su genio propio, reencontrando de este modo un acceso de+ sarrollado a partir del siglo XVIILLa vuelta del inglés, enel siglo XIX, va ala par con la extensin de las lecturas de Europa, con Ia filosofia ale- mana, la novela rusa y la miisica polaca. i {Cual es nuestra situaci6n actual? Tenemos una extraia configura- 161 koiné con ayuda del cién. Europa ha elaborado, tenga lo que tenga, una y inglés venido de los Estados Unidos de América. La koiné fue una Pa gua culta para los griegos y, sin embargo, ha quedado como eng ningiin pueblo, y los griegos actuales no tienen una lengua unificada. hay nada mis delicado en Grecia que la cuestién lingiiistica. Sees La koiné que usamos en tos intercambios comerciales len ets ¥ en el uso corrente,esté cada vex mis aqucjaa de una ine RT extra, seialada por el linglsta J.-C. Miler esd en cu Str Ja separacion, el clivaje, entre lo escrito y Jo oral Lee el irabe. Este lenguas en el curso de la historia, la hoine, peo tambien eA estado conviene a una época fascinada por ¢l Soe alt lengua, the great conduct. Deca Locke, la gran 0 os Que seria Ia lengua perfecta que Europa tanto baw ar {6 U. Eco en su hermoso estudio." Mas que una ai rae a necesita todas las lenguas de las que dspone MN eras, Que sus distintas lenguas culturales hayan sido Tene 127" El movimiento decir, sistemas de descripcién auténticos de un ae ESt0 €5 lo aug hace que no se pueda traducir en otras lenguas el inglés John hops. Jol sip segin el ejemplo elegido por U. Eco, y que sigitia ay” de una piema a la oa, 0 saltar dos veces sobre un pie, des veces sobre el otro; 0 que no se pueda traducir Full Mon desde hace poco en la lengua inglesa a partir de una transfo lavija palabra Monte, hace a tempo natualizada. Es asi como Buropa empuja a ta construcciGn de un espacio ge traducci posible, eso que el lingista C. Hagége Hama la atencidn a otro que habla su lengua" El psicoanalista est interesado en elo, yen ése sentido ¢s europeo, El inconsciemte de cada sujeto est4, contrari mente alo que piensa Wittgenstein de la imposibilidad de los lenguajes Privados,estructurado como un lenguaje privado. Sélo por un esfuetzo ¢ traducci6n, de metéfora y sostenido por el amor de transferencia, este lenguaje privado viene al pablico. Si es dificil encontrar cémo trad. cit John hops, es ain mas dificil traducit John loves. No solamente Porgue set feliz se dice de muchas maneras en las lenguas, modo se sedimentan cos PUES dog ty, entradg TMACICn de y de este sas distintas. Se conoce la historia del emigrado » al que se le pregunta después de la guerra Bemillich, responde. Es también asi que ido que tiene el amor en cada sujeto mis en la transferencia. Para uno, amat con una radical falta de miras, puesto & todo. Para otro, querré decir que tiene tantss Pedestal, puesoque ats RO puede mas que dejarlo esperando en st judio austtiacoen los EE.UU,, Si él es happy. «Yes, but not meus, las significaciones, el componente ta tranquilo. H; sala, pasion Una lengua siempre “Std tranquilo. Hay combate, batalla, p: ado J.-A. Mil Tope Pot Guerer dominar a otra, como Io ha sei ler, impidi ee 1 1 sujeto entre las diveresen ste posible traduccién, y 1a circulacién de ines, esas signi ’r con un inconsci semintico en genera Se podifa soa, bate, un inconscie ue ol sujeto pudiera estar copresente a todos los a 5 todos los valores de las huellas de experienciag ie ee anes para él Esto serfa de hecho una especie de extetioridad el sujeto con su inconsciente mismo. Nunca, efectivament, la unidad sere completa, y siempre el sujeto se asegurard de la incompletud, Ly experiencia clinica del psicoanslisis es lade un limite de la traduccion posite Ee para cada sujeto, y es asf para los sujetos que se hallan en las mismes clases de sintomas. Un sujeto obsesivo no comprende las ‘obsesiones de otro, y la religiOn privada de cada uno no permite comprender la rligin del otro, como lo demuestran las guerras de religiGn, De la misma manera, entre sujetos histéricos, no hay un sentido comin del cuerpo del cual hacen la experiencia, La Nominacién y sus exclusiones Una y miiltipte, Europa no es la tnica. E pluribus unum esl divsa de los EE.UU. Ellos aftaden una funcién de traduccién ress oe remedia los efectos disolventes del atomismo democrat sno ha sefialado muy bien Tocquevil, eel in god we ius, red sobre ee ironiza, hablando de un aspecto de Ia divinidad me pra sobresalia la convertibilidad del délar. eee ea sles Profundamente de Europa en que no conoceneiph ere ‘modo de pluralidad, el multiculturlismo, Pas de ime Fe ee cen la modalidad de 1a angustia propia europe: i inasible. enloquecer por la unidad perdida, inasi Aare Cada Giudadano americano aancao, de Sean i ‘una tierra de origen, el retorno angustiante ie Oe eid bajo la méscara de lo extraterreste (Alien Indcrern apes mias, objetos voladores no identificados) 0994 iad istoria (Jurassic Park). ee historia de antes de Ia historia ( 1 anid exclu, E de de otro modo, siempre ha sido CA is ease itarios de su histor’, de a ince- ¥eees en los momentos més uniatios de sy He abe Jee Gtisis de identidad. La historia del cristianda Ta divin. Sante baisqueda del chivo expiatorio amens | mesianis- vido dar aconocer el €studios sobre el milenarismo, N-Cohnbassbidods +129" sno hacia los pobresy los medios urbanos donde los franciscanos taban, B. Geremek ba mostrado c6mo la exclusién de la Edad Mi de tiempos modernos de marginados, privados de domicilio y de trabajo, pudo lanzar sobre las rutas de Europa a grupos de vagabundos y ‘mendj. gos que se transformaban tranquilamente en ladrones y criminales M Foucault, finalmente, ha hecho de su obra una vasta encuesta sobre, reverso del orden de las razones y sobre la l6gica de la exclusién, Hay que dstinguir este modo de exclusion de la divisién del réyi men de la creencia tan particular de Europa. La falla en la interpretacién del texto religioso, preparada sin duda por la ruptura entre el papa y e1 ‘emperador, y los cismas prestos a aparecer en caso de debilidad de la institucién papal, conduce en Europa a las guerras de religi6n. El fend. ‘meno no es espontineo si se lo compara con el ejemplo del Japon, que sin embargo conoce la yuxtaposicién de religiones antinémicas, como! budismo y el shintofsmo. Se puede sostener que la falla en el saber asi Producida preparé el siglo del genio, la introduccién de la ciencia en el ‘mundo, y después el siglo de las luces, 8 J-A. Miller ha puesto de relieve c61 Canesiana ibaa poder calmar, por la certeza producida, la angustia abierta a ca. Las Luces, finalmente, iban a poder extender el método * de los limites politicos que el cartesianismo se habfa asignado. Feely. eda y mo solamente la duda hiperbélica ee S trata de otra cosa distinta de la divisién espectfion ae ee Puede a continuacién recubrirla, Se trata de un modo de aquel que oponia ue no tiene nombre, régimen diferente Sal ctisiano noes sin duda ajeng, annem Y al civilizado; lo univer” El gran Michelet ha sido, whee como. Freud losefaléensu Malestar-~ un lector modemo su Histor 5": Inicia de manera llamativa part *130+ abrir las tentativas de la diplomacia Jos ristianos, la de Los humanists para rehabiltar ain 5 judios a pesar de un furiosisimo perjucio popular, son sas ls casas tan once = atevieron a Sofa, inlusoSe hicieron improvisadamene oa necesidad»."” Por Europa ha inventado esta cosa inaudita judfos de Espafia. Fueron los humanistaslos que ugaron un papel deci, vo para cambiar el estatuto de os judiosreencontrando el hebreo como | Iengua santa. Pero los trabajos de M. Olender'* han mostrado cémo el niicleo de exclusién y sus mitos fundadores sin cesar se reforman. En el siglo diecinueve se perfila un cambio de mitos. Yanoesel dela primacia | de una lengua lo que esta en juego, sino el de la primacfa de una cultura ode una raza. El fantasma de la civilizacién y de las lenguas de origen ario va a alzarse contra el uso de la civilizacién y la lengua hebrea. Del _ mismo modo que Europa no es el tinico espacio de civilizacién plural, tampoco es el tinico en conocer el racismo y la masacre. Sin embargo, su relacién con la exclusiGn ha instaurado en la historia una modalidad jamés vista en otros sitios, que ha conocido en el siglo veinte los. ei llos que se conocen, y si no evocamos aqui de forma més desarrol ee Shoah, es por pudor y rechazo ante lo impensable. Desde eI patie de vista, la exclusién es aquello que define la tact ie Baa ; punto mas justo, Cuando en este espacio, el deseo i se opi, ue hace, surge entonces en esta Europa un horror que le esp ¢l mismo movimiento la identifica y la deshace. Para crear la alianza de los turcog ‘Que fue la expulsidn de los Una Europa antisegregacion “ac 1pe djgoursos sobre 10Uni Desde el punto de vista del psicoantl eet Ia ribrica dela versal y lo unificador son sospechosos de cara duce 10 peor. Es €st0, ilusi6n, del ideal, de 1a mascara bajo Ta cu uropa debe permanecet in- Ime parece, Io que nos leva a pensar q¥e FHOE Zt, que debe sth Completa, inacabada, el mayor tiempo PP ge 1 raducti6n y lene 10 idealmente, sino pragméticament: MEY caracion, mas atin que el libro de ae Jenguas son imperfectas por ser plurales- 131" iritan con frecuencia de las extras Tatezas Lee aes encase tortor as Gays Tibrica de ie lee ee Quizé lo mejor que puede aportar Francia g oe aor al debate. Se tratarfa de no encerrarse a ee Metcados, sing Se magia oc eaccespeiaca ens oe concebit ing eee sais encanta al rechazo, ¢ Lahcanasel eters > su disiplinaantiideal, ala invencién ene Deal ein eal ae es See juridicas de las que cer seal amas ver necesidad, ya que nos men. eae oa cei ais aT PT las trampas Si GaeeaVESSInIE! rechazo, nuevas y auténticas leyes serin eae época de la mundializacién del derecho, sepin expen de N.Lenis cane empresa dificil. El psicoandlisis puede contribuir con otras. Lo harder enel i én del Instituto Cultural Recssitura de una conferenca dads en Madrid, por invitacién del y Franots en coaboracin cna Seecin Mattila de a Escuela, Europea de Bees TeSlmstt del coloquio «La Europa inacabada>. Version ‘corregida de la traducci 2. Nabucco dala de 1842, ratte tla t bra de. Kobbé Tada la épera, texto revisado por Harewood, Robert Lafont, 1980, = 4. Si creemos en sus publicaciones recientes, 1. Derrida y G. Vattimo juzgan pelig Sap cesta joventu perdida el encontrarse sig ninguna referencia religiosa, ie 5. Toa 52 Elorvenir dena usin Ten OC, Bs. As., Amorrortu, 1990, t 6. Ibid, 7- Tomo agile lode uns obra de G. iene 8.Colin, 21 ‘Ne indocopteme erchiloie ct lngage, p.337. 9. tb. 10. Greary,P, Before France and Germany, 7h, Merovingian world, Oxford Unive, 11. Pomian, K, “L'Europe 45 Merturas europeas, Ch Bet y 12. Chel libro clsico de RG Bonn, 1947, Véase también Creation and Transformation of the sity Press, 1998, logit tic <2 Mémoires d'Europe, 1453-1789. Antol 26. 2 Brighelli comp.) Paris, Gallimard, 1993, P- a ra be literatura europea y la Edad Media lati ‘Se Mémoires d'Europe, op. cit, n° 10. +132 rille Eur et la nétre, Paris, Seuit ‘1994, ff, 1, La vieille Europe et p42 3B. des eo ‘La brisqueda de la lengua perfecta se Eee 15. dbl ean Ibid. 16 Gia "ALMiler L’Aure quince pasetses comida 17.CF. “jos bellos estudios de F. ‘Venturini: “Es sufcente con pensar ene problema de rane or genes dolnslicesen Eur, Cotas veces sa repetid gu ea des soe ai lasigd nomena or las excesvamente lags guemasderelgién, elas peronde jn vis-a-vis del mundo de fa Contrarreforma! No esa las eas uemas Jeretgén, sin Ia volunad de tleania oq cme no Europe des de religion, sit ia r le XVIII siécle, Patis, Mouton, 1971, p.5. Lair begcanicaclanda France au seme sil, Pa Lene, 18.91 Ip lca, Mal Langa a Piso ula erla cultara europea, Sexi, 1994 ehique, 197-1998 ini, 133" éMental? Nada es més preciado que la salud relata Freud en su obra EV chistey yy nye o8°205 que , relacin con Io ine dean pobre judo de Viena, His, que tomaet ens aoe aguas termales. Estéen el tren y no tene boleto tt miakvee ye pide que baje del ten. Lo hace y welve a susie min vagén, Lo agarran, el guards le pega y lo echa dl ten, alas vuelve a subis, el guarda lo mucle a gopes ec Asteanina” dorantew cierto nimmero de estaciones. Al cabo de algunas paras agiads,porel mismo episodio, se cruza con uno de sus amigos de Viens qn ere logrado no ser descubierto por el guarda y qu le pregunis: “hee ieee haces aqui, y Hirsh responde: “Vay aKarsbadatomarbatostemeke isimi salud me lo permite!” La salud mental, ¢s un poco eso, Es permanecer en ltrensinuestra salud mental nos lo permite. La relacin entre Hish y el guarda nos Sefiala algo profundo: que indiscutiblemente la salud mental exist, pero _ tiene poco que ver con lo mental, y muy poco con a salud. iene rlaci6n Conel Otro, y conel silencio. Lasalud mental és lo que asegura el silencio ~~ del Otro, asf como la salud es el silencio de los Grganos. Jacques-Alain Miller situaba esto diciendo que la salud mental es ante todo una cuestién de orden paiblico. El Witz freudiano seiala esta relacién al oto del con- tol decisivo en todas las cuestiones de salud, mucho antes que nos 4gotemos en querer controlar los presupuestos. Pero también es necesario tener en cuenta esto: en lo que concierne a Ja salud, el orden pi -£esplazado por el nuévo estatuto del amo. El nuevo amo esti pre - Pot las mediciones. Cada vez més los nuevos politicos e centran i fiblictcién de cifras, indices y sondeos, consderando e eat ica y Pequefias frases. Es un uso de las matemitics reanhticn auetente al de las Luces, donde Condoret ve ala cencia ma los impasses del proceso electoral. seselis © Bam sntigvsias cea en absolutopreacupao pts hanntiaba el orden del mundo, Siuna mina deal pa por el "san establecido los mandarnes,urgentemete “135° sn 0 del Antiguo régimen no se precey bien del imperio, ae preocupaba por la suya, la de oa Por Ios eos ees cones Lices, luego con los Derechos del Hombre ‘venfa por afiadidura. Escon. 5 la salud, y ln sald mentat re, se introduce la preocupacién por la Salve, y 8 salud mental. A part, de ese momento el saber considera la organizaci6n social, la critic Yla cit. Desde entonces no deja de tastomar alamo. El saber hace surgi, postldades-posbilidades de vida y de sobrevida— de las cuales nat sabe la uilda, :Es bueno, es malo? Los comités de ética intemas apreciar,evaluar,dividir estos efectos en tonos compatibles no sélo con elamo, sino con a vida. Es necesario seguir detalladamente el embaray, de la defiiciones con ls que el amo intenta utilizar la ciencia y sua procedimientos para cefir lo que €S deber de Estado en la salud, es decir ~ Para Tegitimar su descompromiso. El Estado profundamente endeudado, propone una nueva defini: emocritico prometido al ciudadano. Ya no se felicidad ni el bienestar social (Welfare), Jo que tiene un efecto cientificamente demostrado. En lo’ que concierne a ts flicidad noes mucho. Sin embargo, el amo quiere estar justificado al Himitarse alo que esté de este modo reducido, y privatizar el reste, El psicoandlisis, tolerado entre las dos guerras mundiales en el Fo ito de las ténicastrapéuticas, fue requerido después de la guerra i6n. Un informe célebre redactado para la contemporaneo, icin del horizonte trata més de asegurar la €s necesario ahora limitarse a Cuidados maternales del nifio, E] Tepresentai inte del psicoandllisis habia * era la madre. Esta fue transformada en aliada de 'ntros de consulta (Clinics) en el émbito de los scicipalidades, sin alcanzar el nivel federal. El Consejos a las madres” fue considerablemente sass desde Winnicott a Betelheim pasande “ines de Melanie Klin, escribieron gufas practiiS 9136+ dos, incluso de las Mi éneto literatio de los “ Tenovado por los psi Por Anna Freud y los a ra ser usadas por las madres salt pis’ Bsclaro que la Madre, como (OMS ya no cree que la causa es sean Jos malos salted mala No se ve, por otra part, como esta perspectiva no culpabilizaria a las madres, y si se lan culpabiliza, eg necesatio aliviar esa falta con ayuda El sosén de ng cuesta muy caro. Ahora no se trata ya de ayudar, sino de Promulger una Carta Internacional de los Derechos del Nifo, y de Confiar luego ala justcia la inquietud de intervenir cuando los cuidados matemales: Son distorsionados, Nose habla més de nifios mal cuidados porsu madre, se evocaelmaltae, de los nifios y se los confia a instituciones cuya definicién es mas asistencial que cientifica, lo que autoriza a emplear antes un personal educativo que un personal altamente calificado, y por consecuenc oneroso. Wile leandose ala auy % loridad pedis piensa el Estado, es eee 0, std en petigro, encial de las enfermedades meals En el mismo movimiento es necesario inscribir las nuevas consideraciones juridicas sobre el padre. Uno ve apareceruna suerte de Comité de defensa de una especie en vias de extincién: el padre. Uno recuerda todo el bien que él le hace al nifio. Los técnicos de procreacién _ artificial devolverian con urgencia un “Derecho al padre” que pondria al ‘abrigo de las psicosis y otros problemas que tocana cement : tl. Noes seguro que pueda existrun derechos pa, tampa un derecho al amor. Sin duda las ficciones juridicas que consttuy in ‘ jas juegan su papel, pero de parentesco de las sociedades complejas juegs ‘én del padre no se incidencia en el inconsciente del sujeto de poets id situaba muy agota con la consideracién de su estatuto juridico. stalgia por el padre bien en El malestar en la cultura el alcance ae i aris derecho que s¢ ~Vatersehnsucht. Sean cuales fueren las me we peditem0s mis. Una tomen, no habré jamas bastante padre see ferechos paternas y 15 cosa es detener ol desmantelamiento de Tas dete PT Ta. Paradojas que esto evenualmente provoe ores TT Mamado alo que vendria a asegurarla consstencia OTT, Con este derecho al padre sélo encontramos haico, isis es sin duda el psicoandlisis sim El mejor aliado del psicoanilisis es sin. el picosti wd! £n Surefectividad: Lacan distingufa respecto °137" elpsicoanilisis aplicado, Contrariamente a una costumbre Ja aplicacion del psicoandlisis apuntaba a un desciframi prodlucciones de ta cultura en el marco edipico y pulsion, para él de aplicarlo en ef campo de Ia medicina: médica’, Se espera de nosotros ~decia- la eritica de nuestros 4 Ta puesta a prueba de nuestras categorias y el examen de proyectos terapéuticos. Nosotros retomamos e: explicitamente propuestos por Jacques Lacan en Seccidn de psicoanalisis aplicado” de su Escuela. De este modo proponemos examinar la insercién actual del psicoanilisis en todo el campo producido por la re-engeenering de ig Aistribucidn de los cuidados psiquistricos, La transmisién y la transferencig de los cuidados o la recepcidn en “lugares de vida” fuera del hospital stean toda una zona donde el psicoandlisis puede hacer escuchar proposiciones positivas, El psicoanilisis no es “para todos”, no tiene si péto en todos lados puede recordar hablante, ser hablado, hablante ser. A través {as estructuras clinicas y las lenguas, Propone una alternativa al peso angus que no es la esperanza de un milagro, ‘mantiene el lugar de lo contingente*, 2 8H La yy lento de jay “Y clinica eSultados, Auestros OS Ure registro, 1964 como los de iy u lugar en todos lados, que el sujeto surge de la palabra ser de los afios y las culturas, evalia la potencia de Ia palabra, iante del determinismo cientifico Sitia el campo de lo necesario, tana los cinco i de Ja revista red Primeros nimeros Europea de Prccaniisis, yen uf eee © de santé mentale, publicada por la Escue2 eae palin. Esa conesponde ase I tespectivas notaseditoiles a ‘raduccin de Mara Inés Negri (N a e de junio de 1995. Version vorte ida de "138+ La institucion, la regla y lo particular Se puede | institucional, en el campo dea salud mental, lt psiquiatria y la medicina, una doctina de la prudence Ne querer saber demasiado qué es, admitir su exstncia camo un hecho, profesarle una desconfianza en este campo o ene campo socal ex general, la del sabio de todos los tiempos. 1 psicoanlisis puede alent esto en la medida en que desconfia de las identificaciones. de este modo la indiferencia. Freud apuntaba a otra cosa. Establecié bien pronto una doctina de las instituciones sociales como tales. Precisando los trabajos dela sociologia francesa y especialmente las consieraciones de Tarde sobre as masas, muestra los estragos del proceso de idealizacién que fundan la autoridad del lider. El papel del partido bolchevique en la revolucion rusa le parece confirmar Io que él anunciaba en sa Titem tb De duce de ello una formula impactante: lo que empecd po alps ee con las masas. El capitulo sobre la identifieacion de 07) ey malestar en la cultura, anunciaron el papel que prom partido dnicoen as sciedades CURES pc: ad La indiferencia feudiana solo vale en mater siempre desconfid de esta prictica justifcaes Pen e e desconfianza freudiana respecto al mandarin seme Pablo de amar al pr6jimo como a si mismo, 10 querer liberar al hombre de la ley. En un primer sentido, po se se una de una desconfianza propia de it na su extensi nae del amor que sefalan a los qu‘ es tro sentido, podemoS deci q objetos particulares de una masacre. EA ode i ge dea wentacion de el cientificismo mismo del maestro de V eat Oe ey ln que puede universalizar y lo Ieva a sostener que mo ae venir a romper la sujeci6n al ideal. J profundos que _ Para ello es necesario est i pacoandliis an a ciencia y ley. Jacques Lacan, ¢ ,jsme y Kojeve en el punto de admitir qu #139 esperar decir qu Freud da testimonio aff Jia para con os son universal Como Jo que da lugar a la ciencia; acentiia atin mas que Kojave Ia fuente propiamente judia de la ciencia. Sigémoslo y podremos entender que ley no conduceal ideal sino alo real Olvidémoslo y seremos conducidgs a.una variante del amor universal tan perniciosa en sus efectos como sy primera versiGn: el ideal cientifico, Seria necesario que nos gustan, constituir conjuntos siempre més vastos de casos que valdrian s6lo en que todos responden a la regla que los constituye en su aplicacién, Es un ideal terrible donde pueden confluir el ideal del resultado cientfico y la uilizaciGn politica para establecer un mundo en el que la ‘az6n justficaria que las reglas sean verdaderos dogmas. Una tradicién escéptica y cientfica, desde Hume, nos ensefia a desconfiar de este encadenamiento. La escuela de la raz6n debe separarnos del asentimiento spontineo que damos a las reglas. Es lo que la lectura de Wittgenstein por S. Kripke supo hacer escuchar a nuestros ofdos contemporaneos. La introduccién de la paradoja escéptica de Kripke en el psicoanélisis Por Jacques-Alain Miller en su curso. del afio 1993-1994, titulado’ “Donec”, nos despert6 a esta distincién entre la aplicacin de la regla y el acto de fe que se necesita franquear e1 . n cada etapa, en La ann ih desconfianza que debe estar interesado aquél que trabaja Sane setviades designadas con el término general de "enel de i ria licit Enla sociologia eats la psiquiatria, la salud mental y la medicina. itemporénea, los trabaj ie Que més han contrbuido al aborgay a oo oe Piette Bourdieu son los campo eletiva de aplicacis aj¢ del campo de las instituciones como agentes sociales, Pi" Ae wna regla que seria desconocida por os Qué es . masta a ees b, Procedimiento y su aplicacion? Hay muchas da una agenda, pero eg pynCiPi® ¢8 lo que se debe seguir, 1o que nos ras ood MS 10 que debe permitirnos resolver situaciones nuevas, os di . los disfuncionami 7 las diversas institcie ‘onamientos, incluso las crisis que socorren 140+ en subsistit una sociedad inftingiendo « paint qué nos hace seguir una tek? Lene Por otra parte i ponia més el acento cna palabraveradcr sino és ene a de la palabra, subrayaba la relacin de sega yy pn ne pordes uno de otro; la regla y la transaccién con la tegla se pap manera necesaria. Que no sepamos nada de qué nos hace seguir Ia regla en ditima instancia puede se levado a iit porel moras tjo Ja parad6jica forma famosa: “los vieiosprivades hacen a vit piblicn” Lacan cita a propésito de esto La fabula de las abejas de Bernard de Mandeville, quien, como su nombre no indica, es inglés y escribia en el siglo XVIII para recordar algunas observaciones del gran moralista ena linea de Montaigne: “Las leyes y el gobierno son a las corporaciones politicas de las sociedades civiles lo que al cuerpo natura de las criaturas animadas son el espiritu vital y la vida misma... Lo que hace de este hombre un animal social no es su deseo de compafia, su bondad natural, su piedad, su afabilidad y otras gracias de apariencia bell, sino masbien sus caracteres mas viles y odiosos, ls prfecsions més neces pars equiparlo para las sociedades més vastas, y como va el mundo las i 4s florecientes”. A oe Sdasmaner de ser sensible al anudamiento dela rl y ae puede ser aquella en Ia que Wittgenstein critical iets a aa célculo, la suposicin que “aquél que enuncia una eT as comprende, efectiia esto haciendo un cai eee determinadas....La utilizacién de una palabra pus aa para el wo del €so estar limitada en todas partes por reglss are lenguaje, pero la critica de Wittgenstein a ‘ue lev, en a8 mecinicamente inductiva de lo que ¢8 00 OO Ctapa de aplicacién de la regla, a 18 ae regis noms tet cabo, es enigmatico. Sean cuales es : pel ee due, entre Iineas, nos Ieva 2 quer! Ts, no stl aaa Consistencia, La hipétesis de pscoansiss rapign et gue em eS de Ia identificacién y 1a regla social, S10 gob I OH? : a sisi tien P Tega satisface 1a pulsin. Esta hipstesis «oon Superyé. ;No reencontramos en ¢ acques Lact fente a toda regla? La ensefianza 4° “ur educién erénea. Opone la falsa universlidad de la regla a Io que eg a cada uno, es decir o particular de la falla, Ls com mane para luchar contra el imperio del Superyg y jy flsaidologia de casalida, queremos instituciones en el campo da salud mental y de la medicina que den lugar a la Particularidad y que desconfen de ser tomados en masa por identificacidn. Los diferentes anteulosreunidos en este nimero de Mental abordan esta cuestién de diferentes maneras. Una primera parte sitia eémo la orientacién de] psicoandlsise opone alas teorfasinstitucionales derivadas o inspiradas én una conformiad a a rela. En eso discutimos a Bruno Bettelheim y su concepcin fotalitaria de la institucién, La hipétesis freudiana del inconsciente implica que la particularidad no se alcanza solamente respetando los derechos de la persona, lo que es una cuestidn previa Reoestia, sino dejando hablar al sujeto; en principio es necesario no hablarle osujetarlo a la regla, aunque sea la mejor. Para ir contra la agregaci6n institucional, es necesario querer dar san eh Slt palabra del sujeto, ya sea en la entrevista clinica, en el Aiflogo constante con el enfermero o el educador, o aun en el equefio amipo,Incluso es necesario saber Jo que se oye en la palabra, tanto més se modo no habla de entrada, sea un nifio también una manera defija el sem clcampo abiertoente silencio y RTBOSiguiendoe! hilo dela cade Para, de ‘este modo, dat ido que desfallece. La orientacién en Pasaje al acto s6lo es posible, sin em- na. Hacen falta instituciones particulares inconsciente. Por més que en el campo das pueda ser mal soportado, ya que se Palabra aj ‘mensaje sin hacer el rodeo por el cédigo R0c880 al descifrado, Mis allé del cam, 1p. ‘Campo de la préctica medi de las instituciones Psiquidtricas, en el extenso ‘4 Se interroga de otra Manera al sujeto y sus "142s ticularidades. Una tercera parte reagrupa investi miimonian. E1sujet0Sesitia por sucuerpo se jane ei puede perder y alo que debe responder Els logos fe inconsclente mantienen cura Proximidades. En est mismo soe entre las demandasformuladas on Mis vaguedad que se diigen cm ico elinico, 1 que el médico yet Sujeto deprimido ganan, saben i peon a pastir Gel inncetclente, justifica que se interesen en ello oar ent Ia, HUEV insttucionalizacin dea necesidad de cuidaos all ae einer nies infers yA no esté, en una prictca Hamada — jente “cuidados paliativos”, obliga a reconocer la necesidad de ae peat las an gustias el jet il elena) re oer insttuciones paricalares no es queer un dono reserva ; oS nueva segregaci6n, es querer que en cada espacio conituido oe ie determinaciones insttucionales estemos dspuesios a ete ones referentes al sufrimiento psiquico, por le ofentarams en as evens referees lsu iq, existencia de la cadena inconsciente, ‘uno, y no por la identificacién comén*.2s igaciones que Jo SUS Pertenencias, to del derecho ye coreg 1096, esi aces ta revista Menta 2,marde {Publicado como editorial en i evita Ment "ateaduecin de Marta inés Neg (N- det) «143° :Qué quieren los que nos miden? xia en todas las cosas! La expresidn cambia de sentido, Ly ética nedida es griega, especialmente aristotelica, y signi oh aecesidad de estar en el justo medio entre dos polos extremos, De ahors ea mis significa que la unica ética posible es medir para comparar entre los efectos esperados de una accion y los progresos efectivamente reaizados Solo que se desprende de la medicion valdra para establecer lalegiumidad de la nvestigacién. En este marco neo-utilitarista, el tinioe bien auténticamente reconocido seria la mejor relacién calidad-precio,! Hay pues sujetos que se colocan en la posicin subjetiva de “medidor”, figura que se cubre gustosamente con la postura del pionero ‘en busca de ese dominio atin no. medido, que enuncia verdades duras de despa per saludables,desilusionando regiones enteras del saber, pues Ese es su deber, Desde e siglo del genio, nos desilusionamos, y qué podriamos decir al respecto. Los esfuerzos para denunciar las Posiciones espiritualistas 0 faltaron y las Luces no Bi a aguel que exandna to” 4 Agu que se inscribe en esta tradicién pate fo mis inna 2° Slizador de le medida en co que de la subjetividad: | i a Cuerpo 0 ta * la exploracién de lo intimo del sre.° Ht evaluacién det dolor Moral. La filosofia de las técnicas médicas, la de la segurid on Pretium doloris nos rnd ° teflexién sobre el establecimiento del de sjaimags 1udocritcada ie i : I oa este rol de equivalente, al mismo, tiempo que peinlonee No se trata aqui de esta voluntad de consti que funde la posiildad te acter cteds jets perlsmne ss de Ia cosa. Se trata de otra sospecha que pesa sobre yar en Universitaria se estableis como dicptin experimental siguiendo variantes que dependian dels taicions flostia de diferentes patses. Desde el conducismo hasta Piaget las pesiiliddes son numerosas, también los departamentos de la Universidad. Sin mm bargo, queda un sentimiento, que Georges Canguihem ba formlaren 1956° bajo una forma inresistible, al eslizamiento siempre posible entre laSorbona y la Prefectura de Policia. La psicologia como pseadocincia irfa sobre todo, a través de sus diversas evaluaciones, para asegurat iasseocis ientaci “endo una funcin de con- laseleccién y la orientacién de cada uno, eerc ace, trol social inseparable del manejo de las masas que tae soe proyecto de racionalizaciGn de la vida cotidiana de las soci foes Ios afios cincuenta, la psicologfa se dis poe una serie de disciplinas, centradas en torno Se exploracién del lenguaje como 6rgano, la enriq Seana ciones sucesivas han integrado la buena y Vie} en nexsieanel €l cuerpo de las neurociencias, cuyo proyecto a icon mis intencién de “naturalizar la intencionalidad”. area Psicologfa del aprendizaje, se transformé et pe nletils ‘mbargo, la sospecha continda. Una serie ee guile, desconfiaban de to desarmaron a todos aquellos que, CAB cro br 'a manfa de la evaluaci6n psicol6gica ap hata pss ‘SUS evaluaciones de lo viviente y SU seed todos awl on tiende a caer en generalizaciones que sora H0 $00 €P Que anhelan segregaciones nuevas, on ee directamente, por diversos proyectos aia Cuando Binet establecid €l Cort sia lizar la medici6n de laintelige Per bil ‘una metifora fe os de la instruccién obligatoria ea Sea cai se trataba para él de aa ee ie deluchar contra Ia evidencia de “que en una clase donde hg primeos debe haber también Gltimos; que es un fenémeno natural, iney;, tbe, del cual un maestro no debe preocuparse, como la existencia gg rios y pobres en una sociedad”.* Como nota S. J. Gould en su libr, acerca dela ulizacién de los tests de inteligencia en los Estados Unidos “los ifios qu sefalaael test de Binet debfan serayudados, no etiquetadog de manera indeleble. Binet hizo sugerencias pedagégicas, de las cuaies se realizaron un gran nimero”. Gould elogia mucho los esfuerzos de Binet y la localizacin de su “ortopedia mental”. Foucault habria sido mucho més eritico con este conjunto de evaluaciones que definen Perfectamente una de las nuevas disciplinas de los dispositivos de vigilancia modems’: “hace falta darles lecciones de atencién, de voluntad, de isciplina; antes de los ejercicios de gramética, hace falta flexibilizarlos Con ejercicios de ortopedia mental, en una palabra, hace falta ensefiarles aprender.’ Por otra parte, este texto da a entender lo que hay siempre e inguietnte en la voluntad de ensefiar a aprender. Pero finalmente, Binet desconfiaba de las encarmaciones de la magnitud evaluada por su test. Sobre todo se trataba de aumentarla en los desfavorecidos, Binet 2m filantropo Sin embargo, lo que debia llegar llega. A partir de que fue transladado a los Estados Unidos, i 'spués de los tests efectuados por ‘ los elementos mas tacistas en el debate ne eae om a saris a la inmigracién y lo bien fundadas de Coolidge, ‘on de la firma del Restriction Act (1924) por Calvin 8.5. Gi it loncreipvan fa can bra, entre un forilegio de dectaraciones dé ‘Sto las de Henry Fairfield Osborn, administrador "146" 1s Universidad de Columbia y presidene Ce ral, que datan de ese Momento y permanccen. Settisra Nau astas tests valen 10 que costs ta guerra sermitieron a NUEStTO Pueblo hacerse y que se encuentra en este pais y de | diferentes razas que llegan, de una scialidad (..) hemos aprendid de este mado que Negronoes come nosotros. En cuanto a las numerosasrazasy svar Europa, hemos descubierto que algunas entre ellas de las cuales ‘habiamos ceido poseian una inteligencia quizas superior la nuesta(incluse en judo) eran muy inferiores”. Lo mas sorprendente en la lecturade eta historia espantosa es que en el momento en que Gould la publica, ls tess con ae rane desarma la fabricacin y el semblante de cientfcismo volvianaenoonns esplendor a partir de la sociobiologi de EO. Wilson vesién del sue segregacionistasostenido por una piclogiadarwinian, yncuntan en 1979 un entusiasta partidario en el psicslogo conservador A. Jensen. Quince afios después del libro de Gould esta el esendalo mis importante, en ocasién de la publicacin de The Bell Curve" por el mismo editor. Se trataba entonces de atacar las leyes ‘sobre iS offirma- tive ation y los proyectos par la edcacin eye consbios le dministraci6n Clinton. Las tesis publicadasrecuperaban seat 4os partidarios de las cwotas de acuerdo a bases ‘into eos fogs veinte, Una de las novedades consistfa en poner a B eee cispide de la inteligencia, lo que estaba lejos de et pee Yeinte, Muchos otros puntos son tocados en este libro st AN decir que no habria aliviado a Canguilhem de sus pe ‘as consecuencias de la mediciGn psicol6gica. ; Este recuerdo es necesario porgue 8 tt las actuales veleidades de diversas corrientes Ps nae Abe quieren medir ya no Ia inteligencia de los ana an popes I" eficacia de ta préctica analtica y logran sia el cals 0 tombre del bien piblico y de la oe a suerte comen y ‘ometerse, El psicoandlisis no Se sole as tnd anglosajén se mide su eficacia ee ct Pe “FOS cincuenta, y est el reproche dev “147 } incluso en vidas 0 idea exacta de ly ws eats de inteligencia de lag manera que nadie puede tachar de intligencia ahora de situarnos ¢ pica universitarias inglés Eysenck de que es totalmente ineficaz. Como Tespuesta al gusto por las demostraciones técnicas, un cierto numero de psicoanalistas hicieron una evaluacién de la muestra de pacientes, seleccionados con més 0 menos precauciones estadisticas segin el financiamiento obtenido, tratados con terapias de inspiraciGn psicoanalitica mas o menos estrictas 0 adaptadas. Sefialemos que la constitucién de estas muestras presenta de entrada un problema: las condiciones normales del psicoandlisis son ‘que aquél que viene a a pedir un psicoandlisis no se considera reducible aun sintoma de orden médico. Se establece asf la eficacia de las terapias psicoanaliticas, pero esto no alcanza frente al pedido de cifras, Tal profesor de la Universidad considera que si el psicoanilisis es eficaz, nada puede justificar su duracién; tal otro que lo que se evalia no es otra cosa que la eficacia del terapeuta y su propio efecto més alld de toda teoria; tal otro finalmente subraya que es imposible predecir una ‘evaluacién de la eficacia considerando solamente la definici6n de sintoma. El problema se desplaza entonces hacia la voluntad de definir las condiciones de una buena relaci6n terapéutica ms all4 de la sintomatologfa. El Penn Psychotherapy Project con L. Luborsky se centra en la definicién de un conflicto central individualizado, més allé del sintoma generalizado. En Inglaterra, D. Malan intenta elucidar la cficacia diferencial de las terapias de inspiraci6n analitica breves o largas y establecer por qué algunas pueden beneficiar y otras no. En Alemania Kiichele intenta establecer un modo de evaluacién del cambio ps{quico, evaluable a partir de transcripciones de entrevistas recogidas en un banco ¢ datos. En Francia el interés por la investigaci6n clinica planificada en Psicoterapias moviliza el Inserm que publica sobre el tema un amplio informe en 1992." Los abordajes son, vemos, ricos, diversos y COncordantes. Sin embargo algunos universitarios se sienten insatisfechos. Si conceden eficacia a las psicoterapias de inspiracion psicoanalitica, nada justifica la duracién de un analisis, ni la construcci6n te6rica que Pretende realizar. sata iene tanto valor como la que se uno en la Tectura de Spinoza. Peor para él Algune inv jenen 1a misma vergiienza que los que en none de una aa eatin decididos a sOstener los preuicios racine na viens oe odiosos en un debate mantenido con las formas de I, Contesia ur los y mas i bre 1a impecable “ausenc; nivestaria, Las declaraciones sol Pecable “ausencia de parcialidag” hacen ensat bastante en las declaraciones de Osborn eindas antes. El sicoandlisis preocupa porque no se reduce a una técnice Psicolégica como las demas. Las terapias ‘no se plantean en general Preguntas sobre su lugar en Ia civilizaci6n. Ellas estn decididas a reduc a cuestn oo su existencia a su eficacia evaluada y asegurar la honestidad de sus servidores, ligados por una deontologia més o menos deducida de fa deontologia médica. El psicoanilisis los preocupa porque en su centro reside una teorfa de la civilizaci6n, de esta civilizacién técnica que quiere evaluar todo. El psicoandlisis no se reduce a una técnica y no deja a nadie la preocupaci6n de pensar sus efectos sobre lo ms complejo deo que desplaza de los discursos establecidos sobre Io sexual. No es asombroso que se pueda querer la desaparicién del pions Simplemente nos recuerda que el psicoanalista ocupa en re civilizaci6n el lugar que en otra época ocupaba el i, a te hacfa que cuando se era cristiano, s¢ lo elegia isi a ie poder matarlo en caso de necesidad. EI médico moder pitt alabrigo de semejante transferencia negativa, aque gi un eres autoridad cientifica. Los juicios por mala Fae ignora 4 frecuencia y su distribuci6n, que la sociedad de problema, lo desplaza. ; sis en la perspectiva Asi, Ia evaluacién de la eficacia eens volun ‘razada por la ensefianza de Lacan est os pscoandiss Teductoras. Se trata de evaluar los result intotca de aquellos seleccionados no a partir de une deuna declaracién: la de haber terminado sus bes * Partir de un cuestionario rigido y ¢ eee ndi6, frahia su propio andlisis, y lo que de €1 heterogénea compuesta por analstas . “Perimentados. No buscamos la cvantif +149" ale; 8F2Ta €0 no encontray interés del psicoandl ia contrapel0 fados obtenidos en vas perspect ‘anilisis Noose rn ef sero mismo a ante wna jon y a8 oe efectos, sino 8 alistas serie, la gradaciGn, la mutacién. No se trata de rechazar el orden de ty medida en nombre de una subjetividad que se mostraria rebelde a ella, Se trata de poner la evaluacion en su justo lugar en la ética. La serie de Jos efectos solo tiene sentido si el sujeto en su andlisis descubrié to que para él tiene valor de ineonmensurable. Este dispositivo de evaluacién {que se Hama el pase funciona en las cinco Escuelas de orientacién Lacaniana reconocidas por la Asociacién Mundial de Psicoanilisis (AMP). Los resultados obtenidos son publicados cada dos afos. A la pregunta de cul es laeficacia del psicoanilisis, Lacan responde: producir psicoanalistas. A la pregunta de saber qué ¢s, reenvia al debate racional que se instala a partir de una certidumbre establecida en comin por aquellos que se quieren hacer responsables del devenir de la pregunta al escuchar el relato del psicoanilisis de un sujeto. De este modo, el nudo entre “terapéutica, experimentacién y responsabilidad” que Georges Canguilhem podia considerar exigible, no Hega a romperse y el psicoanalista debe llegar a hacerse responsable del resultado de la experiencia misma* es 1-Se leeréen ese nimero de Mental {n° 3] la contribucin de Patrik Eche sobre el Estado 3 gALy asian eas précis de evaluacion 3 Frangois Dagognet, Rflerions sur a mesure, Encre Matin, Paris, 1993, p. 23 Ka Coats see {ue a psychologie?,pubicado en el N” de enero-nareo ue iysique et de Morale, retomada en sus Etudes d'histoire et de threo le, retomada en sus Etudes d'histoi libro de E,Pacherie que leva este nomb a ‘este nombre asi co sa de Christian riscempsge deli de Pascal Engel, Phlasophieerpayohologte,Calineed 'ascal Engel, Philosophie et psychologie, Gallimard, 1996,¢8 Lee etna em a a ies imodernes sur les enfants, (1909), Flammarion, 1973, pp.16-17- om *" J8y Gould, La mal-mesure de Phomme, Editions Ramsay, 1983. ne Dine uri per, Pats, Gallimard, 1975, annde pacholognan eg teelanrement de 'nelligene chez les enfots (1908) i eae ee credo Gould, op. cit, p. 168 *150° O.Wilson, Lhumaine nature essai de so, i en Stock. tobiolgie 19 JOA R-densen, Bias in Mental Testi Jprwinismo social en 10s Estados Un, tra del historiador Richard Hofstad 11. R.J. Hermstein & C. Murray, American Life, Free Press, 1994, 1D, Las criicas M&S SeVeras han sido pubiadas ene Review of Books, y el Tunes Literary Supplement 13. Se pods consultar también Ia bra coletva de Paychanalyse et Psychothérapies,Fammation 196, despsychotérapies” de E. Rappard pp. 245.255 14.Elantculo de Michaél Turnim en este nimerode Menales desueshe, Arla al demaneracriica la posicin de K. Grave. er umbilical de Fraga Suroo 15. Bs el titulo de una conferencia pronunciada en 1959 reomads en ss Eels Ahistore et de philosophie des sciences. * Publicado como editorial en a evista Menal 3, de neo de 197. Ves cepa de la raducciGn de Marfa Inés Negri. (N- del.) 75nd NewYork, Fre Fsg 1p Idos ¥ sus diversas variants oeenertd ess nce men Tn ond Cl Sain al francésen Sac Deron The al Cine tan New York Times, ta New York D. Widlocher y A. Braconsier, *speciaimente el articulo“E valuation 151" De la evaluaci6n de la culpabilidad a su desenlace La verdad siempre ejerce una extrema seducci6n. Reconozcémos- Jo, ¢s en nombre suyo que partimos a la busqueda de un sistema para demostrar que somos eficaces, tan eficaces como los demas y en conse- ‘cuencia tan dignos de ser queridos como ellos. Lo que podemos olvidar, por amor a la verdad, es que nos encontra- mos de esta manera sumergidos en la busqueda inquieta por justificar nuestra existencia, en una época en que el ideal se reduce a un ideal de funcionamiento. Cada uno debe funcionar en el nivel més eficaz posible, La frase de Wittgenstein “meaning is use” [el sentido es el uso], no implica solamente una doctrina del vaciamiento de sentido; deja en el ugar del Ideal s6lo el uso y el funcionamiento. En ning lugar es mas perceptible que sdlo se trata de un ideal que en el campo donde el psicoandlisis est4 parcialmente incluido, el campo de la salud mental, donde los limites de la eficacia se tocan de muchas maneras. El equilibrio conquistado entre las diversas formas de abordaje 4 Jo real en juego en este campo ~el tratamiento farmacolégico, el trata- tmiento social, el tratamiento psicoterapéutico-, se reduce cada vez més Por razones econémicas al tratamiento a través de medicamentos, dado que en el horizonte s6lo ellos pueden prescindir de toda presencia huma- 1a. EI mejoramiento de la productividad, acd como all4, pasa por la com- PresiGn de los salarios y el ideal de distribucién a través de supermerca- dos con diagnésticos automaticos autoadministrados. E1 futuro tecnolégico tiene la ventaja de mantener las esperanzas a 4a altura de las esperanzas de la religién, que es la Gnica que puede Prometer lo que quiere, pero después de 35 afios de reorganizaciones Sucesivas y de distribucién de medicamentos a todos los niveles del sis- tema, reina una gran insatisfaccién. El consumidor queda insatisfecho, la eat siala concreta es que nadie sabe a ciencia cierta cuél queja ¢s Ighima Nuestro amor a la verdad no puede conmoverse ante el choque estas verdades que se enfrentan, la de los médicos, los enfermos, los ase Con buena salud, los médicos privados, los médicos de hospi- * 108 enfermos leves, los enfermos graves, los psicoterapeutas, 10s 152° ocioterapentas; cada uno Se queja de sopra los casos oon. De modo que es necesario con Teorgani- 2ciOD- Wocar un Comité de é Peererare le tea cqdenr el debate y reinroduct esta industia deseniconeg teen sptiea de los Derechos del Hombre. El derecho universal ee derecho jsuscribir un seguro. El resto es distibucin social de laculpabildes Pa apuesta eS saber quién va a poder quejarse legitimamente de lo que continéa cojeando en el campo de la salud mental, El psicoandlisis contribuyé mucho a esclarecer el debate del gpo- caen torno a la culpabilidad. Puede dar también pruebas de su efcaia, y de la eficacia de la transferencia. Debe también denuncia lus del ideal de funcionamiento en la politica de distribucién social del culpabi- lidad. La politica en muchos niveles parece reduirse a una lucha para no permitir que otros pidan una declaracién de arepentimiento. Lainsu- ficiencia del tratamiento que de Ia falta hacen el sistema judicial y ta atribucién penal provoca una ola de declaraciones de anepentiniens sun sintoma mundial, muchos observadores no han dejado de sefialar- } * La Iglesia Catélica no es la tinica en echar esta a a cad cién sobre el pasado de este siglo que termina. as eee hecho la sociedad francesa con Vichy, la suiza eae ea su neutralidad durante la guerra, los Estados ee que tuvo que padecer la comunidad afro-americat Co ioser ias a su extraordinaria Comision verdad Ye rs al desubiei0e1 08 menes tanto de unos como de otros han eee olectivo, © incluso verdadero happening de amonestaciont erp Bank SOP Israel, donde el dirigente de la oposici sufridoen os afos don a los sefardies por las humillaciones 8° han sui ms jos . Acesta lista podemos agregar las excus' 7 Espaiia con motivo de su expulsion por © eaipbiiad pues Esta politica social de distribuci6n de te ‘el lugar dea a i inquietar 4! trata siada de manera diversa. Puede ingbieh om a re y PO © como tal. Se puede constatar 4! ign con ij de iurdio creciete de nuestra cultura 195, pxajsi

También podría gustarte