EJERCICIOS DE ARTICULATORIOS PARA LA ESTIMULACION DEL LENGUAJE
Ejercicios de soplo:
Soplar una corneta o silbatos.
Inflar globos.
Hacer bolitas de papel y pedirle que las sople en una superficie plana a manera de juego.
Ejercicios de labios:
Apretar los labios y aflojarlos sin abrir la boca.
Separar ligeramente y juntar los labios con rapidez.
Sonreír sin abrir la boca y posteriormente reír.
Proyectar los labios hacia la derecha y hacia la izquierda.
Oprimir los labios uno con otro, fuertemente.
Sostener un lápiz con el labio superior a modo de bigote.
Inflar las mejillas y al apretarlas con las manos hacer explosión con los labios.
Abrir y cerrar la boca como si bostezara.
Ejercicios de lengua
Sacar la lengua lo máximo posible y volverla dentro de la boca en movimientos repetidos a distintos ritmos.
Mover lateralmente, la punta de la lengua, al lado izquierdo y derecho.
Sacar la lengua y levantarla lo más posible y luego, bajarla al máximo.
En el interior de la boca, llevar la lengua en todas las direcciones.
Movimientos giratorios de la lengua, siguiendo toda la superficie de los labios, primero en un sentido y
luego en el contrario.
Movimientos rápidos de salida y entrada de la lengua.
Sacar y meter la lengua alternadamente, primero con lentitud y luego con rapidez.
Ejercicios de mandíbula
Abrir y cerrar la boca.
Hacer como si mascaramos chicle.
Imitar el movimiento de bostezo.
Recomendaciones:
Tener en cuenta que el desarrollo fonemático de cada niño es variable pero hay que considerar las edades
topes de adquisición según la tabla sugerida.
Los ejercicios propuestos deben ser motivadores para el niño/a, por tanto la educadora debe emplear
estrategias o materiales atrayentes como silbatos, burbujas, láminas o espejos para la imitación de los
movimientos práxicos.
Es importante que el niño realice estos ejercicios de manera divertida, a manera de juego, la motivación es
la principal aliada para el logro de los objetivos propuestos.
Deben ser lo suficientemente breves para evitar el cansancio del niño/a.
Acudir a un especialista o terapeuta cuando se tenga dudas sobre el normal desarrollo del lenguaje del
niño, él será la persona más indicada para detectar cualquier problema o anomalía y orientarnos sobre
cuáles son las terapias más convenientes.