100% encontró este documento útil (2 votos)
1K vistas185 páginas

Cuando Leas Esto, Estare Muerta

Es increíble

Cargado por

Eloy Herazo
Derechos de autor
© © All Rights Reserved
Nos tomamos en serio los derechos de los contenidos. Si sospechas que se trata de tu contenido, reclámalo aquí.
Formatos disponibles
Descarga como PDF, TXT o lee en línea desde Scribd
100% encontró este documento útil (2 votos)
1K vistas185 páginas

Cuando Leas Esto, Estare Muerta

Es increíble

Cargado por

Eloy Herazo
Derechos de autor
© © All Rights Reserved
Nos tomamos en serio los derechos de los contenidos. Si sospechas que se trata de tu contenido, reclámalo aquí.
Formatos disponibles
Descarga como PDF, TXT o lee en línea desde Scribd
Está en la página 1/ 185

Agradecimientos

Staff de Traducción

Moderadora
 Liseth_Johanna

Traductores

 r0r0_05♥  gaby828  baabo


 Susanauribe  ~NightW~  Xhessii
 *ƸӜƷYosbeƸӜƷ*  Cami.Pineda  kathesweet
 Elena Vladescu  LizC  kuami
 Sherliin  carmen170796  PokerF ♠
 Abril.  luisa1229  Pimienta
 bixillo  Makilith Vivaldi  Dham-Love
 SweetObsession  Yre24  flochi
 Ignacia_xx  Liseth_Johanna

Staff de Corrección

 Andy Parth  kathesweet


 Maia8  Abbey
 Vannia  Sirg

Recopilación y Revisión
 Andy Parth

Diseño
 Vannia

2 PURPLE ROSE
3 PURPLE ROSE
Índice
Sinopsis 5
Capítulo 1 6
Capítulo 2 9
Capítulo 3 18
Capítulo 4 28
Capítulo 5 31
Capítulo 6 42
Capítulo 7 48
Capítulo 8 54
Capítulo 9 67
Capítulo 10 70
Capítulo 11 81
Capítulo 12 85
Capítulo 13 94
Capítulo 14 104
Capítulo 15 115
Capítulo 16 120
Capítulo 17 128
Capítulo 18 133
Capítulo 19 136
Capítulo 20 147
Capítulo 21 151
Capítulo 22 168
Capítulo 23 182
Sobre la autora 184

4 PURPLE ROSE
Sinopsis
Corregido por: Andy Parth

aelyn Rice está destrozada más allá de todo arreglo, y después de una
serie de intentos de suicidios frustrados, está determinada a conseguir
matarse bien. Empieza a visitar una web para "completadores": www.a-
traves-de-la-luz.com

Mientras está en la red, Daelyn bloguea sobre su vida, descubriendo una historia de
bullying que se remonta a la guardería. Cuando no está en la Web, Daelyn está en
su colegio privado, dónde la conocen como a un bicho raro que no habla.

Entonces, un chico llamado Santana empieza a sentarse con ella después del
colegio, mientras espera a que sus padres vengan a recogerla. Incluso aunque ha
dejado muy claro que quiere que la dejen sola, Santana no la va a abandonar. Y ya
es demasiado tarde para Daelyn dejar que la gente se meta en su vida, ¿no?

5 PURPLE ROSE
Capítulo 1
— 23 Días—

Traducido por *ƸӜƷYosbeƸӜƷ*

Corregido por Maia8

l chico blanco, flaco, alto, de pelo blanco impactante, se cuela detrás del
banco de piedra y se apoya en el tronco del árbol. Ya que no puedo mover
mi cabeza, lo veo por el rabillo del ojo. Podría ser un fantasma. Por un
momento creo que está aquí para ponerse en contacto conmigo, pero eso sería una
estupidez. No veo gente muerta.

Saca un libro de bolsillo y empieza a leer.

Me inclino sobre mi propio libro.

El CR-V1 negro de mamá rechina en la acera y se para. Arranco la página que


acabo de leer, la hago una bola en mi puño, y me paro.

El chico blanco me observa. No establezco contacto visual. Ni con él. Ni con nadie.

Me pongo el bolso en los hombros, camino hacia el coche, abro la puerta y me


meto. Mis muslos se juntan.

—¿Quién es ése? —pregunta mamá. Está mirando por encima de mi hombro al


muchacho blanco. En el espejo retrovisor lateral, veo que se movió al banco y
ocupó mi sitio. Como hizo ayer.

—¿Estuvo hablando contigo? ¿Lo conoces?

—Le gusto mamá. Le gustan las chicas feas y enfermas que tienen que usar
collarines.

Ella se desplaza hacia la entrada.

1
CR-V: Refiriéndose al carro Honda CR-V.

6 PURPLE ROSE
—No quiero que te asocies con personas fuera de la escuela, gente que no conozco.
Si alguien te habla, vuelve al interior del edificio.

¿Qué pasa si hablo con ellos?

Eso fue una broma.

Revisa el espejo retrovisor para incorporarse a la calle. Su rostro está lleno de líneas
de expresión.

—Tu padre tiene una reunión hasta tarde con un cliente, así que sólo seremos
nosotras en la cena.

Sonríe expectante.

Ni siquiera puedo mirarla.

—Saldré para Houston mañana, pero no debería tener que quedarme más de dos
días. Papá te traerá a la escuela y te recogerá. Podría llegar con unos minutos de
retraso si no puede salir a las dos y media, pero sólo espera por él en el banco.

Damos la vuelta a la rotonda y, añade:

—Si esa... persona, si alguien te molesta, díselo a papá.

Seguro, mamá. Usaré lenguaje de señas.

Wal-Mart2, a mi derecha, está lleno.

—Oh, realmente necesito parar a comprar desodorante y pasta dental. —Reduce la


velocidad en la entrada, pero no gira. Pasamos el Wal-Mart.

—No importa. Los compraré de camino al aeropuerto.

Sus ojos delatan el miedo. Nunca lo perderá. No se detiene porque tiene miedo de
que vaya a tener un grotesco ataque. Sólo he tenido uno en público, pero ocurrió
cuando ella me dejó sola en el auto. Fue en nuestro auto rojo, el antiguo. Y tenía
diez años. Ella tenía que recoger a algunos comestibles en King Soopers3 de camino a
casa desde la escuela. Dijo un momento. Tenía que ir al baño, pero pensé que un
momento significaba unos minutos. Dijo: “Regreso enseguida”. Dijo eso:
Enseguida.

La puerta se cerró e instantáneamente todo el aire en el coche se comprimió. No


podía respirar. Los minutos pasaban. Las paredes se juntaban. Me dejó allí, sola, y

2
Wal-Mart: Supertienda.
3
King Soopers: Cadena de supermercados.

7 PURPLE ROSE
yo sabía, sabía que no iba a volver por mí. Mi vejiga se hinchó como si hubiese
estado bebiendo agua durante varias semanas, e incluso cuando crucé las piernas y
las apreté fuertemente, no podía retenerlo.

En el primer goteo, chillé. Luego exploté. No me acuerdo de gritar o tocar la


bocina. El temor a quedar atrapada en el interior, lo recuerdo todos los días. Si
cierro los ojos, puedo oír el zumbido en los oídos aún de la bocina. Veo los rostros
distorsionados de todo el mundo mirando a través de la ventana. Los ojos de
pánico de mi madre. El desbloqueo de la puerta y su mano torciendo la mía lejos de
la bocina.

—¿Qué es lo que pasa? —chilló ella.

Lancé un sollozo.

—Me oriné encima. —Los elásticos pantalones cortos rosas que ella me acababa de
comprar. Arruinados.

Mamá me miró así, como diciendo, ¿Quién eres tú? ¿Qué eres?

Tuvo que decirles a las personas:

—No es nada. Está bien. Sólo me fui unos pocos minutos.

La gente se fue.

Se sentía humillada.

—¿Por qué hiciste eso? —dijo entre dientes mientras se alejaba rápidamente. Ella
era incapaz de controlarme. Aún lo es. Estaba atrapada, mamá. ¿Por qué no
entiendes eso?

Orinarme en los pantalones no era la razón por la que no puede dejarme sola
ahora. Estoy bajo vigilancia por riesgo suicida las veinticuatro horas.

Si pudiera hablar, le diría:

—Lo que puede pasar en unos pocos minutos puede cambiarte para siempre.

8 PURPLE ROSE
Capítulo 2
—22 Días—

Traducido por Yre24 y Baabo

Corregido por Maia8

ncontré A-través-de-La-Luz por casualidad. Yo normalmente no creo en


casualidades. Intervención divina, quizás. Excepto que no creo en Dios.
Quiero. Sólo que no puedo. Hay un poder superior guiándome, eso es
seguro, porque me guió a A-través-de-La-Luz.

No recuerdo qué estaba buscando en la Web. Suicidio. Muerte. Testamentos. Eso


era. Testamentos. Yo quería escribir un testamento. No sería legal ni nada de eso,
ya que no tengo dieciocho. Solamente pensaba que sería menos personal que una
nota de suicidio. Menos… triste.

www.Através-de-La-Luz.com apareció en mi pantalla.

Mis ojos contemplaron fragmentos y partes de la descripción: ayuda a


completarlo... si tu momento es ahora... no puedes desalentarte o disuadirte... la
auto-terminación es tu derecho.

Tuve que elegir maximizar la ventana. A-través-de-La-Luz es un sitio donde la gente


escribe su testamento. Esa es la única manera de explicarlo. No tienes que pagar y
ni llenar formularios para hacerlo legal. ¿Quién se preocupa por legalidades cuando
estás muerto?

La página de inicio es blanca y negra. Sin florituras. Sin anuncios intermitentes.


Eso me atrajo. Cuando entras, tu monitor se vuelve completamente en blanco,
luego este blanco, se ilumina casi cegándote. Si miras fijamente, y no apartas la
mirada, ves el mensaje:

¿Está listo para pasar A través de La Luz?

Yo lo había estado lista mi vida entera.

La respuesta por defecto es No

9 PURPLE ROSE
Yo clickeé a Sí.

Una ventaba apareció y me requirió firmar una política de privacidad, la cual no leí
detenidamente en ese momento. Debí hacerlo. El último párrafo terminaba: Estando
de acuerdo con los términos de este sitio, usted libera a A-través-de-La-Luz de toda la
responsabilidad de sus acciones.

¿Está de acuerdo? No Sí

Puse el puntero de mi ratón sobre Sí.

Por favor, presione el dedo índice dominante en la pantalla.

¿Por qué? Pensé. Extraño, pero lo hice.

Por favor, espere.

Juro que sentí calor a través de mi piel.

¿Está de acuerdo usted con los plazos limitados de mínimos y máximos?

Sí No

Lo que sea. Yo quería entrar.

Escogí Sí.

Gracias, Daelyn Rice.

¿Qué? ¿Cómo sabía esto mi nombre?

Su ID es J_Doe071894.

Lo que era misterioso. El 18 de julio de 1994 es mi cumpleaños. Papá debió haber


establecido un perfil para mí en este ordenador y no lo aseguró. Estúpido. Cada
uno que es registrado o aceptado por A-través-de-La-Luz es J_Doe algo. Anónimo,
sin género.

Había tres secciones sobre el menú principal: DDD, FF, FDH.

No sabía lo que querían decir.

Comenzaré por el primero, me dije. Dirigí mi puntero hacia DDD y pulsé. Un


mensaje apareció.

Pantalla táctil activada.

10 PURPLE ROSE
Mi nuevo PC tiene una pantalla táctil. Cuando mis padres me devolvieron mis
privilegios, me sorprendieron con este nuevo ordenador. Paternalmente controlado,
desde luego. Había usado pantallas táctiles en los quioscos en el Mundo de Wally y
el Rey Soopers. Presioné mi índice derecho sobre DDD y una lista apareció.

J_Doe092854

J_Doe031392

J_Doe102385...

Ocho personas. O miembros. O pulsadores de luz.

El monitor estuvo en blanco durante un segundo y un mensaje grande, en cursiva


llenó la pantalla.

Su Día de Determinación4 será en 23 días a partir de hoy.

¿Estarás preparada, Daelyn Rice?

No Sí

¿Veintitrés días? Era demasiado tiempo. Yo estaba lista ahora. Presioné No.

Escriba DDD _____.

Escribí la fecha de mañana, pero esto respondió Entrada Inválida. Intenté el día
siguiente. Un mensaje apareció:

La política declara que el mínimo de DDD es de 23 días.

Veintitrés días eran demasiado tiempo. Yo podría acabar echándome para atrás,
cerrando la ventana. Pero no lo hice. Sentí que de algún modo A-través-de-La-Luz
me había encontrado, sabía mi verdadero deseo. Toqué Por Defecto. La fecha posible
más temprana apareció: El 24 de abril.

Eso me pareció muy lejano.

La lista DDD reapareció, desplazándose hacia abajo en mi pantalla. DDD. Día de


Determinación. Esta gente debía de haber finalizado su día, entendí.

Afortunados ellos.

4
DDD: Día de Determinación, del inglés Date of Determination.

11 PURPLE ROSE
El Chico Blanco está de verde hoy. Su camisa es verde, de todas maneras. Con un
logo de tee5, que no puedo leer a esta distancia. Además, unos pantalones color
caqui, que lo harían parecer un idiota si no estuvieran arrugados y demasiado
largos. Él levanta sus ojos de su libro y los fija en mí mientras abro la puerta, salgo,
y cierro la puerta detrás de mí.

Realmente no estaba mirando. Su cabello rubio tenía puntas con gomina.

El banco de piedra es gris. La hierba es gris. Mi vida es del color gris sucio.

Saco el libro Deseo en la Niebla6. Leo silenciosamente el capítulo 18.

Maggie Louise sabía por la mirada sobre la cara de Charles que había dicho algo incorrecto.

—Charles.

Él sostuvo su mano.

—No, Maggie Louise. No me interpondré en el camino de tu felicidad. Si amas a este hombre…

El aspecto borroso de un cuerpo hace que parpadee y pierda mi concentración.

Él baila hip-hop delante de mí. Salta, salta hacia adelante y hacia atrás.

Primero que todo, da lástima.

Segundo, déjenme sola.

Reasumo la lectura.

Maggie Louise nunca había conocido a un hombre que dejara de lado su felicidad por la de ella. Y ella
era toda la felicidad de él. Había sido su esposa durante cuatro años, su amante antes de eso, su amiga y
aliada. Deseaba ahora que ellos hubiesen adoptado al niño Ruso. O al Vietnamita. Ella desearía no
tener que dejarlo solo.

Maggie Louise soy yo, en mi siguiente vida. Si obtengo una segunda oportunidad.

El sonido de pisadas capta mi atención de nuevo. Él krumps7 por delante de mí.

5
Tee, Soporte para la pelota de golf.
6
Deseo en la Niebla, traducción de Desire in the Mist.
7
Krumps, Krumping es un estilo de baile que se originó en Los Ángeles, California. Usualmente
descrito como movimientos de estilo libre.

12 PURPLE ROSE
—Ow —dice, agarrando su brazo—. Creo que me disloqué el hombro.

No es gracioso.

—¿Cuándo quieres que me marche, Maggie Louise? —preguntó Charles.

Ella no estaba preparada para darle una fecha. Vaciló y estudió al hombre que había sido su fiel
compañero, su campeón y amigo.

Charles, ah, Charles. No quería perderlo, ¿pero qué opción tenía?

Bloqueando la luz, estaba el Chico Verde, esperando.

Se quita el polvo de su otro hombro.

Internamente, pongo en blanco mis ojos.

—¡¡Ahá!! —señala.

Pero él no vio eso. Se está riendo de mí. Idiota.

Papá frena y arranco la página 181. Hago una bola de ella con mi puño, y la lanzo
hacia el chico.

—Tu madre está en Houston. Llegó alrededor del mediodía. Quería que te avisara
de que llegó bien.

Porque esa es una preocupación importante.

Papá dice:

—¿Cómo estuvo tu día?

Agitado, en realidad. Los chicos blancos no pueden bailar. También, dos


muchachas —dos muchachas de la Escuela Católica— compartieron un porro
mientras me estaba cambiando el tampón. Me senté sobre el inodoro tanto tiempo
como pude, inhalando su indirecto humo. Probablemente no podrías morir
inhalando marihuana, pero la esperanza eterna brota.

Mi trasero se entumeció, por lo que me puse de pie y me limpie. Ellas gritaron.


Estaban dispersando el olor mientras salía de la cabina. Por un segundo pensé que
estaban dispersando el olor de mi presencia. Una dijo:

—Mierda. Es esa rara chica sorda.

13 PURPLE ROSE
La otra chica le dio un codazo.

Tonta, quería decir. No sorda. Tonta. Estúpida, como tú.

—No nos vas a delatar ¿verdad? —preguntó la del codazo.

La chica malvada chasqueó la lengua.

—No puede hablar.

Bien, pensé. Soy sorda.

Necesitaba lavarme las manos. Para llegar al lavamanos, tendría que pasar entre
ambas o entre una de ellas. Lo que significaría contacto humano.

—Maldita sea. Ese fue un desperdicio de buena hierba. —La intelectualmente-


cuestionada-socialmente-consciente-y-sensible niña sopló la marihuana empapada.
La sobrepasé por centímetros, golpeé el secador de manos con el codo (como ¿hola?
Seca con el ventilador tu hierba). Luego salí.

—Ella es tan malditamente extraña. —Oí decir a la chica malvada.

Veinte y dos días, pensé. Levante las manos al aire como lo hacen los cirujanos en la
televisión, con los dedos separados. El otro baño de esta planta, era sólo para los de
la facultad. Gracias a la Virgen María que no estaban cerrados.

Me froto y froto con el jabón de manos. A medida que el agua diluye mi


inmundicia, expulso todo el aire de mis pulmones. ¿Qué pasaría si hubiera tenido
sangre menstrual sobre mí?

Realmente era una persona enferma.

—Ella estará en casa para el viernes —dijo papá.

Volví al presente.

Él masajea su cuello.

—¿Te parece bien si sólo pedimos algo? No me siento con ganas de cocinar.

Entonces no lo hagas. Me concentro en el camino, el camino que tengo por delante.


Debo reconocerlo. Las restricciones en mi reloj suicida del 24/7 se han relajado.
Puede confiar en mí para ir a la escuela, y esperar en un banco. Ha pasado un año
desde mi último fracaso. No intento. Fracaso.

14 PURPLE ROSE
Papá se acerca y sube el volumen del CD que está escuchando. Es techno, por amor
de Dios. Mi estómago sufre de calambres de todos modos, pero esa música me da
ganas de romper algo.

Creo que piensa que lo hará lucir genial.

Noticias útiles, papá. Los perdedores no son geniales.

Ordena uno de esos combos familiares con sopa de wonton, rollos de huevo,
camarones agridulces, Kung Pao de pollo, carne de res Hunan, arroz al vapor, y
arroz frito. Es suficiente comida para alimentar a todos los niños hambrientos de
África.

Huele bien, pero parecen desechos de perro ahora que está puesto en la licuadora.
Ya no puedo comer comida real. Esta es la idea de Dios de la ironía.

Papá dice:

—Voy a ver las noticias. Puedes verlas conmigo o, si lo deseas, puedes comer en tu
habitación.

¿Ves? Gran salto de fe.

Él seguirá controlándome periódicamente. Va a encontrar alguna excusa para


entrar a mi habitación o abrir y cerrar el armario del pasillo. Desde la puerta de mi
dormitorio, en el centro de la sala, me giro paulatinamente. Papá me está mirando.
Le dirijo una mirada dura. Él la capta.

—Me alegro de que estés aquí, Daelyn —dice.

El psiquiatra le dijo que dijera eso.

Entro en mi habitación. Sentada en mi escritorio, tengo un flash-back de la


audición cuando tenía siete años. Papá leyó acerca de esta agencia de talento que
venía a la ciudad en busca de niños actores.

—La capacidad de cantar y bailar es un punto a favor —me decía.

Yo le dije:

—No puedo bailar.

Y me respondió:

—Pero cantas como un ángel.

15 PURPLE ROSE
Me había oído cantando junto a un programa de televisión, y lo siguiente que supe
es que estaba cantando en solitario porque papá había apagado el sonido.

—Eres muy buena —dijo—. Tal vez incluso mejor que tu madre. No le digas que lo
dije. —Hizo un guiño. Eso me hizo feliz porque mamá tenía una hermosa voz.
Dondequiera fuéramos, papá reproducía CDs de películas y musicales, y me
animaba a cantar—. Vas a ser el próximo American Idol —Me sonrió. De hecho, le
creí.

La audición se celebró en un gran auditorio que estaba lleno de niños con sus
padres. Me puse mi mejor vestido, el que tiene las mangas anchas y brillos. En
cuanto a todas esas personas... La idea de pararme frente a ellos y cantar...

Le susurré a mi padre:

—No quiero hacer esto. ¿Podemos ir a casa?

—Vas a estar genial —me apretó la mano—. Sólo finge que estás cantando en el
auto.

—Papá —dije con urgencia—. No quiero hacerlo.

No quiso escuchar.

No escucha. Nadie me ha escuchado nunca.

Se me asignó un número: 203. Para cuando llamaron por mi número, era de tarde.
Mi estómago gruñía de hambre y estaba retorcida de nervios.

Papá dijo:

—No estés nerviosa. Sólo responde sus preguntas y habla. Luego canta en la forma
en que lo haces para mí. —Sonrió y me empujó al escenario.

No recuerdo las preguntas. Yo cantaba Somewhere Over the Rainbow como un


centenar de niños antes de mí. Mi voz tembló, pero no me olvide de la letra y logre
todas las notas altas.

Una voz profunda de la audiencia retumbó.

—Gracias. Usted tiene una bonita voz, pero no estamos en busca de su tipo. —Me
volví para salir, pero mi padre entró al escenario.

—¿Qué tipo?

Cuando no hubo respuesta, papá repitió la pregunta.

16 PURPLE ROSE
—¿Qué tipo? —Parecía enojado.

La profunda voz sonó:

—¿Tengo que decirlo?

—Sí —dijo papá—. ¿Qué quiere decir con “su tipo”?

Hubo un profundo silencio en el auditorio.

Me sentía avergonzada y enrojecida. No lo digas, pensaba. No en voz alta.

—En caso de que no se haya dado cuenta, su hija tiene... exceso de peso —retumbó
la voz.

Risitas de la gente y resoplos derivan hacia mí.

Papá no dijo:

—No, no lo es. —Porque sabía que lo era y me hizo humillarme en público.

Llevo el plato de popó batido a la cama.

Eso fue hace años, pero se mantiene en mi mente como un punto de inflexión.
Nunca confié en mi papá de nuevo.

17 PURPLE ROSE
Capítulo 3
—21 Días—

Traducido por *ƸӜƷYosbeƸӜƷ* y Abril.

Corregido por Maia8

ara registrarse en A-través-de-la-Luz sólo se requiere una coincidencia con


la huella dactilar. Excelente tecnología.

Bienvenid@ J_Doe071894.

Presiono DDD.

Cinco días. Cinco nuevos afiliados. No sé por qué, pero me pregunto cuántos son,
eran, mujeres. Leí en algún lado que los hombres se suicidan más que las mujeres.
Las chicas hablan de eso. Lo intentan. Los chicos lo hacen. Calculo cuantos años
tenían cada uno. 22, 18, 30, 46, 15, mi edad.

¿Como lo hacen? ¿Cuándo? ¿Cómo? ¿A qué hora? ¿Mañana, tarde? Quiero irme
por la mañana. Darme tiempo. Tiempo para morir y seguir muerta.

Presiono FF.

Una familiar pantalla aparece. Un foro de discusión. Vivo en los foros de discusión,
en las salas de chat y disputas. Escribo historias sobre cómo la gente me asalta
verbalmente todos los días de mi vida y cómo a los adultos no les importa y ni
siquiera contribuyen al abuso. Las personas en los foros son siempre simpáticas,
pero tampoco se preocupan por mí. Sólo están allí por ellos mismos.

Bienvenid@ al Foro Final. Usa este foro para comunicarte con otros que se completaron.
Tenga en cuenta: Los participantes no pueden tratar de disuadir o desalentar la auto-
terminación. El desprecio por la libre voluntad y su consentimiento fundamentado se
traducirá en la eliminación inmediata del foro. El acceso futuro a A-través-de-la-Luz será
negado. Este foro es monitoreado a todo momento.

Eso es confortante. He estado en foros de suicidio antes donde la gente se mete y


dice cosas como, “No lo hagas. El suicidio no es la respuesta”.

18 PURPLE ROSE
Ellos no saben la pregunta.

O, “La vida es una perra. Acostúmbrense”.

Gracias.

“El suicidio es la vía fácil.”.

Si es tan fácil, ¿por qué sigo aquí?

Y mi favorito: “Dios te ama. La vida es el más precioso regalo divino. Romperás el


corazón de Dios si rechazas su regalo.”

¿Dios tiene corazón? Eso es nuevo para mí.

La gente en los foros puede ser muy, muy superficial.

El Foro Final tiene una larga lista de temas, incluyendo: Quejas Varias, Acoso,
Divorcio, Enfermedad, Muy Cansado, Odio Esta Vida, Desolado, Legados,
Intentos.

Ya me gusta este foro.

Comienzo con Quejas Varias.

El futuro no alberga esperanzas o algún significado para mí. Sé que suicidándome sufrirán
otras personas, pero ¿por qué continuar con este interminable infierno? ¿Cuál es el objetivo de
estar aquí si no te sientes amada y abandonada por aquellos con los que solías contar y
confiar? ¿Cuál es el objetivo de vivir si no perteneces a ningún lugar?

Muy cierto.

La siguiente entrada.

No soy nada. No soy nadie. Me he ido.

Poético. Pero no soy filosófica en cuanto a la vida. Salto a Acoso.

J_Doe032692 escribió: No soy una persona delgada. Como sea, eso no les da a las personas
el derecho de reírse de mí todos los días. Eso no les da a las personas el derecho de burlarse de
mí, de llamarme fea y sin valor, diciéndome que me suicide porque nadie me querrá, o hacer
canciones acerca de por qué soy tan gorda y cuanta comida como. NADIE. Repito, NADIE
TIENE EL DERECHO DE HERIR A OTRO HUMANO TAN ESPANTOSAMENTE.

Mi garganta se contrae. Siento como si el soporte para el cuello se encogiese y


apretara mi esófago. Me estiro para cubrir las palabras con la mano y se disuelve el
sitio Web.

19 PURPLE ROSE
Quiero irme. Ahora.

Cuando papá me dejó no me dijo nada sobre recogerme temprano. Apuesto que
quería dejarme para no regresar nunca. Me pregunto si mamá siquiera le comentó
que tenía sólo medio turno hoy. Lo que dijo fue:

—Te amo, cariño.

Tiene que decir eso.

Hace viento. No me gusta el viento. La carne de gallina cosquillea mis piernas


desnudas, y las aparto. No se involucra en tus sentidos. No se siente, no se toca, no
se saborea, no se escucha, no habla.

Nadie trata de abordarme en toda la mañana, lo que no es inusual. Mi profesora de


economía me sonríe, pero tiene que hacerlo. Es una monja. Es obvio que saben mi
historia por la manera en que los profesores me evaden o me miran como si soy una
loca. Gracias, mamá y papá. No hay duda que se lo dijeron al director, quien hablo
con todos mis profesores, quienes ahora me condenan o sienten lástima por mí.

—Hola, saliste temprano. ¿Qué es hoy, el Día del Debutante? El Chico Verde se
deja caer a mi lado en el banco. Demasiado cerca. Mis brazos están presionados a
los costados.

Se mueve más cerca.

Le disparo una mirada ardiente.

—¡Uff! —retrocede unos centímetros—. Si quieres que me vaya, sólo dilo.

No lo hago porque no puedo. Me movería si hubiese otro lugar para sentarme cerca
de la zona de carga. De cualquier manera, estaba aquí primero.

Se estira, con sus piernas extendiéndose en línea recta y sus manos cerradas detrás
de la cabeza.

—El Higrómetro está en aumento. Las condiciones de ladera y una cresta de alta
presión con ese penacho de humedad tropical típicamente significan el flujo
monzónico del Golfo. ¿Hueles?

No lo huelo.

—Huele como a lluvia. Mezclada con un poco de mofeta.

Consigo un vistazo de su cara. Su sonrisa. Mueve sus cejas oscuras y me encojo


para tratar de hacerme invisible.

20 PURPLE ROSE
Aléjate.

—Soy Santana, por cierto. —Uno de sus brazos planea en frente de mi cara, con
sus dedos extendidos. Me estremezco. Espera un segundo, luego sube y baja la
mano como si estuviera comprobando si estoy presente.

Si me toca…

Gritaré. Lo haré. O si no puedo, lo morderé.

—Lo que has escuchado de mi es verdad. —El alza su dedo pulgar—. Las chicas
me aman.

Giro mis rodillas hacia la derecha, por el borde del banco, para darle la espalda.
Saco Deseo en la Niebla de mi mochila. Las páginas se mueven con el viento y las
sujeto.

—Vivo en la casa de al lado. —Hace una pausa. Para qué, no sé—. Te veo venir de
la escuela aquí todos los días después de la escuela.

¿Él me observa?

Añade:

—Obviamente buscándome a mí.

Cuando no respondo, dice:

—Sí, me bañé esta mañana. Pasé por la cámara de descontaminación y todo.

Me inclino sobre mi libro y me concentro fuertemente.

Charles saca una maleta del armario y la abre encima de la cama. Maggie Louise lo mira desde la
puerta del cuarto. Su cuarto, donde dormían y hablaban por la noche y hacían el amor junto al sonido de
la ciudad. Charles se detuvo de repente y se asió a la cabecera de caoba tallada. Sus hombros empezaron
a temblar…

El Chico Verde dice:

—Bien, me confieso. Soy un acosador.

Irritante. Alcanzo mi bolso para buscar un bolígrafo. En el margen inferior de mi


libro, escribo:

—¿Por qué no me matas ahora? —arranco la página, la giro en el banco y se la


muestro.

21 PURPLE ROSE
La lee.

—Dije acosador. No estrangulador.

Un segundo pasa. Sonríe.

— ¿Mencione que las chicas me aman?

Entierro mi cabeza en mi libro.

—Oh, amor. Mi amor. —Maggie Louise se apresura hacia…

El Chico Verde suspira.

Pienso que es un perdedor. Con mi visión periférica, veo que me está observando.
Sólo mira un lado de mi cara o mi collar ortopédico. Deseo que se vaya, deseo que
se vaya, deseo…

Dice:

—¿Puedo preguntar qué estás leyendo? —Se estira para girar el libro hacia él.

Lo aprieto contra mi pecho, como un escudo.

Retira su brazo, pero dobla la cabeza para leer la portada.

—Ah —dice—. Leí Deseo en la Niebla para literatura comparada8.

No es nada gracioso.

—Mi parte favorita es donde nuestra heroína le dice al cabeza de chorlito de la


portada, “Eres el único hombre que he amado. El único hombre que amaré. Y aún
así, te cambiaré por un bolso Gucci”.

Cállate.

—Oh, mi cielo. Mi cielo —se mofa el Chico Verde en falsete. Se deja caer del banco
arrodillándose y junta sus manos—. Solo una vez más, déjame tocar tu instrumento de
amor.

—Lo siento. —Su voz se vuelve normal y dice—: Me refiero, a tu tremendo


trombón masculino.

El viento levanta mi cabello y pienso, llévame lejos. No puedo sentir esto, lo que
sea que fuese. ¿Interés? Me paro para irme.

8
Literatura comparada: es una disciplina de los estudios literarios que concibe y trata las distintas
literaturas internacionales como manifestaciones de un mismo fenómeno cultural.

22 PURPLE ROSE
—Espera. —Se pone de pie—. No me estoy burlando de tus gustos de lectura.
Deberías ver la clase de basura que leo.

Mi cabello se bate en frente de mi cara.

¿Dónde está papá? Me está dejando plantada. Miro hacia abajo en la calle como si
deseándolo hiciera que mágicamente apareciera.

El Chico Verde extrae una lata de su bolsillo frontal. Sus mangas largas aletean al
viento, al abrir la lata.

El aroma de regaliz me hace cosquillas en la nariz. Absorbo todo el olor.

—Compré esto en una tienda clásica de dulces en internet—dice—. La publican


como: “Sen-Sen. El original perfume para el aliento”.

¿Está diciendo que mi aliento huele? El aroma de regaliz es tan fuerte que no puedo
controlar la urgencia de pellizcar mi nariz.

—Lo sé —dice—. Es medio repugnante.

¿Qué, yo? ¿Mi respiración?

No quiero respirar. Mi cabello se ha pegado en mi boca, donde puede permanecer.


Por lo menos, el viento esparce el olor.

El Chico Verde es alto, pero todos parecen torres en comparación conmigo. Si


pudiera hablar, le diría: —Ve. Vuelve a casa.

—Algunas veces me despierto a la mitad de la noche y todavía puedo sentir el sabor


a regaliz —dice—. Agradezcámosle al Señor por el Listerine9. —Hace la señal de la
cruz, y luego murmura hacia al cielo.

Deseo que se calle. ¿Dónde está papá? ¿Qué hora es?

—Lo siento. No estoy siendo irrespetuoso. Bueno, quizás un poco. —Sonríe.

Debe ser un completo perdedor para estar hablando conmigo. Es casi atractivo, de
una manera muy de cerebrito. No estoy juzgándolo ni faltándole el respeto. Es un
chico. Todos se parecen.

No lo mires. No lo escuches. Ni siquiera pienses que quizás es diferente.

Lo único que puedo hacer es esperar. Esperar que mis padres me rescaten, lo que
nunca hacen. Deseo haber traído un reloj para así poder mirarlo. Me he ganado

9
Listerine: enjuague bucal.

23 PURPLE ROSE
esta enorme confianza con mamá y papá y voy a necesitarla. No hay autos a la
vista. Ningún otro lugar para sentarse. No puedo sólo sentarme aquí como un
blanco esperándolo, esperando a que alguien que me ataque. Tomo una decisión,
volver al banco.

—El anemómetro mide ráfagas de más de cien kilómetros por hora durante la
noche. —Se desliza junto a mí, no tan cerca—. ¿Mencioné que soy adicto al canal
del clima?

Saco Deseo en la Niebla.

—También está el clima en la web. En cualquier parte de la tierra, puedes saber el


clima.

Fascinante.

—Tienes cabello en tu... —Indica en su rostro su boca.

Con la esquina del libro, saco el pelo de mi boca.

—Me encantaría un Chinook10 —dice—. Excepto que es difícil hablar con el viento.
—Habla un poco más fuerte—. Probablemente por eso no escuché lo que dijiste. —
Siento sus ojos perforando mis oídos. Susurra audiblemente—. ¿Cómo te rompiste
el cuello? ¿O te lo desgarraste?

Página 143. Maggie Louise dejó escapar un suspiro gutural, con su amplio pecho expandiéndose…

—El yeso, o lo que sea que es, parece incómodo. ¿Alguien te dejó caer sobre tu
cabeza?

Dejé de escuchar antes de seguir leyendo...

…el amplio pecho expandiéndose en su corsé de corte bajo y encaje rojo...

—Espera, no me lo digas. Audiciones olímpicas. Luces atlética.

No puedo evitar mirarlo de reojo.

—¡Aja! Caíste mal en un Rudi. Ya me ha pasado. ¿O fue un salto mortal con una
doble vuelta?

Me giro hacia un lado y me encorvo sobre mi libro.

10
Chinook: vientos cálidos y secos que calientan las laderas orientales de las Montañas Rocosas en
Norteamérica donde las praderas canadienses y éstas se encuentran. En los Alpes se presentan unos
vientos de características similares llamados foehn.

24 PURPLE ROSE
…de Victoria’s Secret que Charles le había regalado por el día de San Valentín.

Nunca nadie me regalo algo para el día de San Valentín. Bueno, papá, pero eso no
cuenta. Nunca tuve un novio y nunca lo tendré.

El olor a regaliz es abrumador y cierro mis sentidos para leer.

Charles se refregó sus ojos con su nudillo.

—¿Y qué hay de…? ¿Un triple vuelta? —interrumpe el Chico Verde—. ¿Cuádruple?

¡Basta! Detente.

—Olvida a Emilio —sollozó Maggie Louise—. Somos sólo nosotros. Sólo ahora. —Maggie Louise se
arrepintió de las palabras tan pronto como las dijo. Nunca podría renunciar a Emilio.

Doy vuelta la página. Espero a que el Chico Verde hable de nuevo, pero no lo hace.
Quizás, finalmente entendió la indirecta.

Presionó su cabeza contra el pecho de Charles y sintió su corazón latir acompasado al suyo. Emilio. Oh,
mi amor, Emilio. ¿Cómo pudo decirle que todo había terminado?

—Puedo mostrarte mi salto Rudi —dice el Chico Verde.

Una gota de lluvia se estrella contra la página en el momento exacto en el que papá
conduce hasta mí.

—Es un magnífico Rudi —grita el Chico Verde a mi espalda. Mientras abro la


puerta del auto, lo oigo murmurar bajo su aliento—, ¿Un magnífico Rudi? Dios,
dime que no dije eso.

Por encima del bullicio de la trituración del filete y la salsa viscosa de mi cena, papá
grita:

—Siento haberlo olvidado.

¿Alguna vez has tomado carne?

Se disculpa durante toda la comida por haber alargado mi horario.

25 PURPLE ROSE
—Habían guardabarros y en la interestatal no avanzaban. Me tomó veinte minutos
llegar hasta una rampa de salida. Lo siento mucho, Daelyn. Gracias por tu
paciencia. —dijo las palabras, pero no sonaron verdaderas—. Espero que no hayas
entrado en pánico.

Odia incluso más que mamá que tenga un ataque. Una vez nos subimos a un
ascensor, creo que íbamos al psiquiatra, y era casi la hora del almuerzo y la gente
no dejaba de apresurarse para entrar, de apretar el botón de Abrir Puerta y de
aplastarme contra la pared donde me sentí atrapada y no pude respirar. Empecé a
asustarme e hiperventilar, gimiendo y retorciéndome porque no podía salir, salir de
allí, y mamá estaba allí, diciéndole a papá que presionara el botón del próximo
piso. Hizo que la gente se moviera y ellos se enojaron, luego tomó mi brazo
demasiado fuerte para tirarme a través de la multitud porque mis pies estaban
quietos, pegados al piso. Los rostros de todos tenían un aspecto aterrador mientras
y papá gritaba:

—¡Muévanse a un lado! ¡Déjennos PASAR!

Su culpa por olvidarse de mí me libera de limpiar la cocina, por lo menos. Voy a mi


cuarto y me conecto en A-Través-de-la-Luz.

MDH es Maneras de Hacerlo. Cómo hacerlo. Métodos y Significados. Cada uno


está calificado del uno al cinco, desde el más bajo hasta el más alto, en términos de
efectividad, disponibilidad y dolor.

Exanguinación (sangrar hasta morir)

Efectividad: 4–5, si cortas una arteria. De otra forma 1–2.

Oh, ahora me lo dices, pienso.

Tiempo: minutos a horas.

Disponibilidad: 5. Los cuchillos afilados son los mejores. Las hojas de afeitar son difíciles de
sostener cuando están cubiertas de sangre.

En serio. Odio la sangre. Mucha sangre.

Dolor: 2–3. Duele al principio.

No tanto. Duele más después, después de descubrir que fallaste.

Notas: Cortarse las muñecas es un ―gesto‖ común de suicidio y, difícilmente, resulta ser algo
más que una cicatriz. El tiempo promedio que tardas en morir depende de tu edad, peso, y de
cuan profundas y grandes son tus heridas. Espera, por lo menos, de dos a cuatro horas; más si
pesas más o has incrementado tu masa corporal.

26 PURPLE ROSE
Esa era un error de cálculo que hice. Aunque, ¿cuatro horas? ¿De desangrarse hasta
morir?

Se necesita fuerza y determinación para cortar profundamente la arteria carótida o ingle, que
son las únicas heridas que te mataran. Cortarte la garganta es difícil debido al hecho de que
las arterias carótidas están cubiertas por tu tráquea. Si quieres cortarte las muñecas, corta por
la vena azul que va por debajo de tu brazo. Un baño caliente ayuda, ya que mantiene a la
sangre fluyendo rápidamente y disminuye la coagulación. Posiciónate para que tus muñecas
no caigan sobre tu cuerpo, y así bloqueen el flujo de la sangre.

Ese era mi segundo error.

¿No se pondría fría el agua del baño en cuatro horas?

Descubrir el peligro es fuerte.

Especialmente si no te has dado tiempo suficiente.

Esto me da ansiedad, y no quiero sentirla. Toco FF y escaneo los temas de


discusión. Lo mismo de antes. Presiono en Legados.

Le dejo mi extensa colección de LEGOS a Dmitri R*. Quisiera que acoja a mi perro.

J_Doe090859 debería hablar con Dmitri R* primero. ¿Qué hay si Dmitri R* no


quiere su perro? Estoy bastante segura de que J_Doe090859 es un chico. Las chicas
no dejan LEGOS en sus testamentos.

Le dejo mi velo de novia a mi querido esposo, Ferdnor, quien me procedió a mi muerte. Sufrió
un paro cardíaco masivo. Descubrí que no puedo vivir sin él. Ni quiero.

Hasta ahora, en mi legado, tengo mi ropa, la que debería ser quemada porque
mamá escogió la mayoría de ellas y son horribles; mi nuevo ordenador, el cual no
es realmente mío porque nada de lo que compre papá me pertenece realmente; mis
libros, de los que me estoy ocupando por mi propia cuenta; y todas mis otras
posesiones terrenales que tire dentro del armario cuando nos mudamos aquí. Si
fuera una persona generosa, donaría mis cosas para la caridad o algo así.

No lo soy, obviamente.

Para el día que recojan la basura reuniré una pila de juegos, ropas y trastos inútiles
viejos que sólo les recordara a mí, y los pondré dentro de una bolsa Glad. Los
vecinos de al lado tienen toneladas de basura, así que una bolsa mas no se notara en
el camión. El truco es sacar la basura a hurtadillas sin que papá o mamá me vean.

Solo veintiún días más para eliminar todo rastro de mi existencia. Puedo hacer eso
en veintiún minutos.

27 PURPLE ROSE
Capítulo 4
—20 Días—

Traducido por LizC

Corregido por Vannia

adie me llama culo gordo o trasero de manteca en esta escuela. Nadie


aplasta un Twinkie en la rejilla de mi casillero. Nadie me empuja y dice:
“Masa Amorfa” o “Cerda” o “Vientre Grasiento de Ballena”.

En el segundo grado, este chico me llamaba Plumpkin11.

—Hola, Plumpkin —decía—. Hola, obesa.

Yo aún no era tan gorda. Tal vez sí lo era. Recuerdo cada una de las cosas que
todas las personas me dijeron alguna vez. Plumpkin. Culo gordo. Llorona. Gorda
llorona.

Es tan Oprah, pero comía tratando de alejar el dolor para sentirme mejor. Luego, el
dolor me comía a mí.

No sé por qué no puedo lograr que los insultos no me afecten, pero no puedo. Soy
el producto de cada ofensa que alguna vez me han formulado.

Un producto de desecho humano. El desecho de ello.

Él no está allí cuando salgo por el portón. Gracias a Dios. Me retrasé en el baño de
las chicas unos minutos extra para que él se rindiera.

¿Por qué no está en la escuela, de todos modos? Incluso ayer, cuando salí
temprano, él estaba allí. Es un acosador.

11
Plumpkin, Es una palabra combinada por: “plump” que significa gordo o rechoncho, y
“pumpkin” que significa calabaza, y hace referencia al color de su cabello. Pude traducirse como
“calabaza obesa”.

28 PURPLE ROSE
Es un alivio que no esté aquí. Necesito estar sola, física y emocionalmente. El acto
final debe llevarse a cabo en un estado de pureza total. Las otras veces, ahora me
doy cuenta, tenía pensamientos impuros. Duda, o esperanza.

Abro mi libro. Las palabras resaltan fuertemente contra la página. Negro, blanco,
negro, blanco...

—¿Gustas una menta? —dice él, abriendo el envase.

Gritaría, si pudiera. Le diría... la palabra que borbotea en mi cerebro, “respeto”.


Respeto a mi espacio, a mi intimidad. No merezco respeto. No merezco nada. La
camioneta CR-V de mamá da vuelta bruscamente en la esquina y me desorienta.
¿Cuánto tiempo estuvo él ahí? ¿Yo estaba leyendo? Ni una sola palabra de lo que leí
me viene a la mente.

Me apresuro hacia la calle y él grita:

—Oye, olvidaste tu marcapáginas. —Abro la puerta del coche y la cierro de golpe.


Tengo otros marcapáginas.

Mamá dice:

—Hola, cariño. ¿Cómo estuvo tu día? Te extrañé.

Ella nunca dice eso. ¿Por qué me echaría de menos?

Casi volteo a verla, pero no lo hago.

Hay 318 personas conectadas en A-través-de-la-luz. Los viernes por la noche son
solitarias para muchas personas en el mundo.

No sólo nunca he tenido un novio, sino que nunca he tenido una cita, por lo que
estar en casa la noche del viernes es todo lo que conozco. Mamá y papá solían tener
una cita pautada los viernes por la noche. Antes, cuando podían dejarme sola en la
casa por la noche.

El Foro Final, es una colmena de actividad. Buzz Buzz. Tema caliente de esta
noche: Intentos.

J_Doe122589: ¿Cuántas veces lo has intentado? Esta será mi tercera. Y la última.

29 PURPLE ROSE
J_Doe050550: Yo intenté una sobredosis de heroína dos veces. Mi compañero de cuarto me
encontró en ambas ocasiones. Debería haberme dejado morir, hombre. Estoy tan jodidamete
harto.

Yo podría contarles historias.

J_Doe081967: Lo he intentado 12 veces. Pastillas, alcohol, cuchillos. Esta vez es de verdad.

Qué mentiroso. Al intentarlo está fallando. Fallando por completo. Fallando al no


planificar y considerar todos los ángulos de su método. Siempre hay una
posibilidad de fracaso, SIEMPRE. Pero, ¿doce veces?

Apuesto que la mayoría de los de aquí lo hemos intentado y fallado. Los que lo
lograron no están aquí, por supuesto. Somos cobardes ante sus ojos; si es que nos
pueden ver.

J_Doe102259 escribe: Yo traté de electrocutarme y no funcionó. Mi amigo me dijo que si


dejaba caer el secador de cabello en la tina del baño, moriría. Se equivocó.

¿Es extranjera o algo así? Esto es una epidemia global.

J_Doe012964 escribe: Elegí la electrocución, porque he leído que es rápida e indolora. Corté
el cable de la luz y me quedé con los pies descalzos en un charco. Perdí la conciencia y mi
vecino me (sp12) resucitó. Todo lo que obtuve fue una quemadura de 3er grado en la pierna.
Eso NO es indoloro.

Uno nunca quiere ser resucitado. Tienes que planificar el tiempo y lugar. Tienes
que estar solo. Nadie quiere terminar conectado a tubos de alimentación ni con
respiración artificial, o como un vegetal. Debes destruir tu cuerpo más allá del
punto de donde pueda mantenerse con vida.

La chica extranjera, añade: He tratado un total de 4 veces y cada vez me despierto en el


hospital.

Lo peor es despertarse en el hospital. Tus padres están ahí, llorando. O tu madre


está gritándoles a los médicos y enfermeras. Vuelves destrozado. Les arruinas el día
a todos.

Eso no volverá a suceder.

Lo prometo.

12
Sp, Se refiere a reanimación cardiopulmonar.

30 PURPLE ROSE
Capítulo 5
—19 Días, 18 Días—

Traducido por bixillo y r0r0_05♥

Corregido por Vannia

e despierto con miedo este sábado. No es que siempre tenga deseos de


despertar, pero los fines de semana son especialmente malos. Más
tiempo a solas con ellos, con sus patéticos intentos de arrastrarme
fuera. “¿Qué debemos hacer hoy, Daelyn? ¿Ir a ver una película mañanera?”
Porque no puedo avergonzarlos en un teatro oscuro, y las matinés nunca se llenan.
“¿Jugar al Monopoly? ¿O al Clue? ¿Qué tal el Pictionary?” Cuando no les contesto
se dan por vencidos. Se han dado cuenta de que mis únicos amigos sólo existen en
el ciberespacio; como si ellos realmente fueran amigos. Son sólo nombres en la
pantalla. Yo no hago amigos.

Cuando tenía nueve años, mi mamá dijo:

—¿Te gustaría entrar a las Chicas exploradoras? Yo era una chica exploradora.
Harás un montón de amigos.

Por ese entonces, estar rodeada de un montón de chicas de mi edad me


aterrorizaba.

—No, gracias —le dije. Las niñas eran muy mezquinas.

Ella dijo:

—Ve a una reunión. Apuesto a que te gustará.

No, no, no, no, no. Ella no lo entendía.

Me hizo ir.

En la reunión, ella se quedó unos minutos, luego me dejó en casa de un


desconocido con todas esas chicas que ya se conocían entre sí. Algunas estaban en
mi clase del colegio y una de ellas gimió. Eso les dio una pista a las demás. La líder

31 PURPLE ROSE
de la tropa hizo que todas me hicieran un puente ceremonial de bienvenida y tuve
que caminar debajo de todas las manos arqueadas en forma de campana. Más de
una chica trató de hacerme tropezar.

El encuentro fue estúpido y aburrido. Una de las chicas de mi escuela se me acercó


después y me dijo:

—Te gustará esta parte, Daelyn. Es el momento en que comemos. —Lo dijo bien
fuerte para que todas escucharan—. Espero que tengamos suficientes pastelitos.

Fui al baño y me encerré. La Líder intentó disuadirme, e incluso con las manos
sobre mis oídos pude escuchar a las chicas riéndose de mí. Me senté en el suelo
contra la puerta hasta que mamá vino a recogerme.

En el coche me dijo:

—¿Por qué nunca lo intentas?

¿Por qué siempre tengo que ser yo la única que lo intente? A sus ojos, soy un
fracaso. Ella no me va a extrañar.

Estoy obligada a dejar la puerta de mi habitación abierta mientras estoy conectada,


lo primero que hizo papá cuando nos mudamos aquí fue quitar todos los pestillos
de las puertas.

Estoy delante de ellos, así que inicio sesión.

Temas activos en el Foro Final: Asalto Sexual. No quiero leer esas historias. Acoso
me atrae de nuevo.

Yo era objeto de burlas desde el jardín de infancia porque parezco gay. La burla se convirtió en
acoso. J_Doe070790.

Me han llamado maricón toda mi vida y ni siquiera soy gay. J_ Doe112985.

La gente me llama cara de pizza. No puedo evitar tener acné. Ellos dicen ―hola pus de
grano‖. Las chicas me dan la espalda cuando me acerco a ellas. Alguien hizo rotar un dibujo
que hicieron en la clase de biología. Era ese monstruo marino con tentáculos. Tenía mi
nombre y abajo escribieron grano de calamar. Todo el mundo tuvo un gran placer con esto.
Me pregunto cómo se sentirán cuando yo esté muerto.

J_Doe090291 escribe: El suicidio es la única cura para la vida.

Suicidio. Conozco bien esa palabra. El suicidio es el escape del acoso. Cliqueo la
pantalla en Añadir un Mensaje. Un bloc de notas blanco aparece con mi ID

32 PURPLE ROSE
completo. Mis manos flotan sobre las teclas... cinco, diez segundos. Quiero escribir
mi historia. Pero si lo hago...

No.

No puedo. Ya no confió en la gente. Voy a cerrar la pestaña, pero un nuevo


mensaje llama mi atención. J_Doe061890. Siempre fui la chica nueva, así que la gente me
escogió a mí. Debo de haber hecho algo para merecerlo. He estado en esta escuela 2 años y
medio y cada día esas chicas me esperan y me persiguen. Me han amenazado con
acuchillarme y golpearme mientras me desangro hasta morir. Voy a ahorrarles el trabajo.

Tecleo rápidamente: —En primer grado un chico me dijo: “Eres gorda. Estás más
gorda que el cerdo más gordo de la granja”. Eso me hizo llorar. Le dije a mamá lo
que pasó y todo lo que ella dijo fue: “No le hagas caso. Déjalo correr”. ¿Cuántas
veces se supone que tienes que dejar correr las cosas?

El sólo hecho de escribir esto hacía que mi pulso se acelerara.

J_Doe110282 escribe: Los deportistas me llaman marica gay afeminado c*lo flojo desde el
momento en que llego a la escuela hasta que salgo de allí. Sé que nunca va a terminar.
Nunca.

Ellos te matan con sus palabras. Mis dedos vuelan: —El primer día en mi nueva
escuela, tres chicas mayores me rodearon. Eran un grupito. Estaba de pie esperando
para el columpio, cuando la líder dijo: “No puede ser verdad. Ni siquiera cabes en
ese columpio”. Se echaron a reír. Una de las otras chicas dijo: “Incluso si lograras
subirte, no queremos que rompas el nuevo columpio”.

J_Doe061890 responde: La gente es tan malditamente cruel. Odio a todos.

Bienvenido al club más grande del mundo.

J_Doe100285 escribe: La gente se burlaba de mí debido a mi discapacidad. Cuando los


reporté nadie hizo nada. Sólo se puso peor.

—Yo fui a reportarlos —escribí—, pero me enteré que las personas con el chaleco
naranja era los mediadores. Las tres chicas tenían el chaleco naranja.

J_Doe061890: Maldita sea toda la raza humana.

Todos los recreos. Era como si todos hubieran hecho un pacto en la escuela. No
dejar a la chica gorda jugar en cualquiera de los juegos infantiles. No jugar con ella
porque es gorda. Los gordos son feos. Los gordos son estúpidos.

—Lloraba todas las noches, “No quiero ir a la escuela” le dije a papá y a mamá.
Les rogué que me dejaran quedarme en casa. Mama dijo: “Tienes que ir a la

33 PURPLE ROSE
escuela. Es la ley.” “¿No puedo ser educada en casa?” “Los dos tenemos que
trabajar” respondió mamá. A ellos les preocupaba más el trabajo que yo. Incluso les
dije que la gente me insultaba. Papá dijo: “Me pusieron apodos todo el tiempo
porque no practicaba deporte. „Debilucho‟ y „Willy‟, cosas así. ¿Y qué? El cerebro
consiguió llegar más lejos que la fuerza física.” Me dio unas palmaditas en el
hombro. “No dejes que te afecte.”. ¡Pero me afecta! Quise gritar.

—Daelyn, ¿Qué estás haciendo? —Mamá entra en mi habitación.

Mis manos se levantan del teclado. Alzo la mano para proteger la pantalla y se
queda a oscuras.

—¿Estás bien?

Yo no contesto porque no puedo hablar. De todos modos, la pregunta era retórica.

Ella dice:

—Te ves cansada. ¿Tuviste una mala noche?

No duermo bien. Tengo pesadillas.

—No puedo dormir bien. —Ella se cierra su bata y se abraza a sí misma—. Fue una
semana dura. He perdido la cuenta en Houston.

No suena triste, pero sé que lo está. ¿Perderá el trabajo? Horror. Me da un apretón


en los hombros. Me estremezco de dolor por su tacto. Odio mi piel por ser sensible.
Por el rabillo del ojo, miro alrededor de mi habitación.

Ella localiza mi cama y se dirige hacia ella. Levanta mi libro de la almohada y le da


la vuelta, lee la reseña de atrás. Una sonrisa se asoma en sus labios antes de soltar el
libro.

—Eran clientes difíciles, de todos modos. Nada que hubiera hecho habría estado
bien. Cuando tu negocio se está hundiendo, no puedes culpar al contador. —Se
dirige a la puerta y pienso, No, te culpas a ti misma—. ¿Sabes qué día es hoy? —dice.

Mamá huele bien. Tiene esa crema en la cara que me hace recordar a un pastel de
durazno. No respiro.

—Fin de semana. Por fin. Oh, no te olvides que veremos al Dr. Novotny a la una.
—Hace una pausa en el umbral—. De verdad te ves cansada. Deberías irte a la
cama pronto. Dormir más.

Eso intento, mamá. El descanso eterno.

34 PURPLE ROSE
El Dr. Novotny es nuestro cuarto o quinto terapeuta familiar. Perdí la cuenta. Él
dice:

—Hola Daelyn. —Quiere hablar conmigo a solas, lo sé. Pero me niego—. Hola,
Chip. Kim. Por favor, tomen asiento.

Quiero que todos nosotros, al unísono, tomemos las sillas y lo dejemos. Cuando el
Dr. Novotny se gire hacia nosotros, mamá y papá dirán: “Usted nos dijo que las
tomáramos”.

Uno, esto podría ser divertido. Dos, nosotros no somos divertidos.

—¿Cómo están todos? —Él finge interés. Tiene manchas de sudor bajo sus fosas
nasales. Parece como si no le pagaran lo suficiente por perder el tiempo con chicas
suicidas y sus padres incompetentes.

No se preocupe, doctor. No. Esta es su última sesión de tortura mensual con la


familia cantante Rice.

—¿Quién quiere empezar? —pregunta.

Mi mano se dispara en el aire y queda suspendida.

—Yo, yo lo hago —Tres… esto no pasará ninguna otra vez en la vida.

Papá dice:

—Daelyn, parece que lo está haciendo bien.

Si sólo pudiera reírme, te daría eso, papá.

—¿Entonces la nueva medicación está funcionando? —El Dr. Novotny mira


intensamente a papá. Como si papá pudiera saberlo. Supongo que tengo que
dejarles saber cómo me siento; si es que estos antidepresivos me hacen triste o
suicida. ¿Qué está más allá de las tendencias suicidas?

El Dr. No se gira hacia mí.

—¿Cómo calificarías tu cociente de felicidad, Daelyn?

Oh, fuera de la escala.

35 PURPLE ROSE
Él examina mis ojos, lo que es inútil. No tengo nada en contra del Dr. No, no
personalmente, pero él no puede ayudarme.

Nadie puede cambiar el pasado.

Mamá se da la vuelta.

—Daelyn parece mucho más feliz. No llora tanto.

Porque las lágrimas son inservibles.

Mamá agrega:

—Se ha adaptado muy bien a su nueva escuela. Al menos, esa es mi impresión.


¿Me equivoco? —Arquea las cejas hacia mí.

No la miro. No puedo. Estoy mirando las entradas del pelo del Dr. Novotny.

Él empuja un bloc de notas en el escritorio hacia mí. Hay un lápiz en la parte


superior. No los tomo. ¿Qué podría escribir? ―¿Lo calvo es bello?‖.

—Ella tiene un amigo —dice papá.

¿Lo tengo?

—¿Lo tiene? —dicen al mismo tiempo mamá y el Dr. No.

—Un chico —explica papá—. Lo vi hablando con ella el miércoles.

—¿Aquel chico? —La voz de mamá adquiere un borde afilado—. Te dije que no
hablaras con extraños, especialmente con chicos. Él me parece peligroso —dice
mamá al Dr. Novotny. A papá—: Como un punk. —A mí me dice—: No es un
amigo tuyo, ¿o sí?

¿Alguien ve el humor en esto?

Los chicos no son amigos de las chicas. Nunca he conocido a un chico que sólo
quiera ser amigo de una chica. Mamá tiene razón acerca de la peligrosidad de ellos.

Toma mi mano y parece como si fuera a romperla. Llevamos sólo cinco minutos en
la sesión y ella ya se está perdiendo. Por lo general no lo hace hasta que nos vamos.

Odio tocar la libreta sucia. La pluma desagradable.

Mamá sostiene mi mano en su regazo.

36 PURPLE ROSE
—Él es tan... No sé cómo se le llame. Gótico. Pandillero —le dice ella a papá—.
No quiero que Daelyn se asocie con gente así.

Él está tan lejos de lo gótico o pandillero que ni siquiera es gracioso.

—Se ve bien para mí —dice papá—. Daelyn va a tener que hablar con extraños en
algún momento. Quiero decir, que todo el mundo es un extraño al principio.

Por el amor de Dios. Recupero mi mano y agarro la libreta. En la parte inferior de


la esquina derecha, con la letra más pequeña que puedo, escribo: no.

Paso la libreta a mamá. Ella entrecierra los ojos. Papá se inclina a ver.

Incluso el Dr. No está intrigado. Le he hecho totalmente su día.

—No, ¿él no es tu amigo? —pregunta mamá.

Sé que va a doler, pero le doy una sacudida de cabeza definitiva a mamá. El gesto
lastima mi garganta.

—Oh, Daelyn. —Sus ojos se llenan de lágrimas.

Tengo que irme. Tengo que irme ahora.

Mamá dice en el almuerzo del domingo:

—Vamos a dar una vuelta. —¿Sigue siendo almuerzo cuando los huevos y el tocino
son licuados? ¿Cuándo tus waffles y las fresas son puré y tomas un sorbo con una
pajilla?

Yo no quiero “dar una vuelta”. Quiero ir a la cama.

—Podríamos ir hasta Tiny Town. Te gustaba ese lugar. —Ella echa sal en sus
huevos revueltos.

Nunca me gustó Tiny Town. Esa falsa ciudad en miniatura que algún loco
construyó. Caminas alrededor y miras todas las ventanas pequeñas. A
continuación, obtienes un helado en cono y vuelves a casa.

—¿Ese lugar sigue ahí? —pregunta papá. Separa el periódico, y me entrega los
cómics. Ya no leo las páginas cómicas.

37 PURPLE ROSE
—¿Puedo ir a mi cuarto?

Mamá se acerca y me da palmaditas en la muñeca.

—Va a ser divertido. Sólo nosotras dos.

La veo a ella y a papá intercambiar un vistazo. Algo pasa.

Me levanto y dejo la mesa.

Mamá grita:

—Toma tu chaqueta de mezclilla. Podría hacer frío en las montañas. —Cierro la


puerta del baño detrás de mí. Ella rondará entre la cocina y el baño, tomándome el
tiempo.

¿Cómo manejar esta situación? La chaqueta de mezclilla fue a la basura el jueves.


Tenía un volado de flores de color rosa en la parte inferior. Demasiado horrible.

Lavo mis dientes, sin mirarme en el espejo. La visión de mí me pone enferma. Tiro
de la cadena y abro la puerta para que mamá no se muera de asfixia por contener el
aliento.

Mientras nos adentramos en las montañas (me vestí con varias capas de ropa),
mamá me habla de ese tiempo en la escuela secundaria cuando ella trató de salir de
chica pom-pom. ¿Qué son las chicas pom-pom? Suena obsceno.

—Mi amiga Bonnie era la única que realmente quería hacer el equipo, y había que
intentar de a dos. No soy atlética, como tú sabes, pero nosotras trabajamos duro en
la rutina.

Mi mamá no es atlética, como el Papa no es musulmán.

Ella dice:

—Sabía que era terrible, en el fondo, pero Bonnie me convenció de que lo lograría.
En el fondo sabía que no quería decir “nosotros”. Quería decir ella. Ella tenía que
hacerlo.

¿Lo sabías en el fondo, mamá? Tal vez deberías hablar con el Dr. No.

38 PURPLE ROSE
Una plataforma de remolque se detiene en la carretera y mamá tiene que pisar el
freno de golpe. Instintivamente su brazo sale disparado hacia mí. Deseo que se
hubiera desviado por el precipicio.

Pasamos al remolque y mamá continúa donde se había quedado.

—El día de las audiciones estaba muy nerviosa. Creo que en realidad vomité.
Bonnie y yo vimos a todas las chicas por delante de nosotras, ya que fuimos
últimas. Ellas eran buenas, pero no tan buenas como nosotras, dijo Bonnie. Me
susurró al oído: “Están lejos de ser tan buenas como nosotras, Kimmy”. En el
fondo sabía la verdad. Pero ella me hizo creerlo.

¿En el fondo alguna vez quisiste morir?

—Su pasión era contagiosa —dice mamá.

Esto es extrañamente similar a mi audición, que tan pronto había olvidado. La


salida a Tiny Town está a un kilometro más.

Un kilometro más para la ciudad del helado de cono.

—Tenemos por ahí nuestros trajes a juego que la madre de Bonnie hizo, y los
pompones que nosotras hicimos. Ni siquiera recuerdo haber hecho la rutina. No me
caí de bruces. —Ella sonríe.

¿Hay una razón para esto?

—Tuvimos que esperar los resultados. Fue exasperante. Estaba segura de que iba a
vomitar todo sobre Bonnie. —Ella da una risita. Una especie de vacío—. De
repente, supe por qué estaba haciendo eso. Por mí. Lo quería. No era la chica más
popular de la escuela, como te puedes imaginar.

¿Por qué iba a imaginar eso? No sé nada de mi mamá en la escuela.

¿Por qué no era popular? ¿Estaba intimidada? No era gorda, como yo. Ella nunca
habla de cómo fue que creció. Nunca menciona a Bonnie, o a cualquiera de sus
amigos de la infancia. Ve las señales de salida y reduce la velocidad para el desvío.

—Me faltaba confianza en mí misma. No sé por qué. Era inteligente y le gustaba a


la gente. Ser una chica pom-pom parecía tan fuera de mi alcance. Pero tomé el
riesgo. Ensayé.

Esto es más de lo que ella siempre comparte, incluso en la terapia familiar. Me doy
cuenta de repente que mi mamá y yo somos algo parecidas. Tenemos vidas
secretas. El camino a Tiny Town se hace estrecho y descendente.

39 PURPLE ROSE
—Cuando los resultados se publicaron, me sorprendí —dice ella.

Se oscurece a medida que entramos en el bosque.

Espero. Ella no continúa.

Vamos, mamá. Por lo menos termina lo que empezaste.

—El nuestro fue el único equipo —dice finalmente—, en donde una persona lo
consiguió y la otra no.

Me gustaría poder girar la cabeza para mirar a mamá. En mi visión periférica, veo
que sus ojos están en el camino. Está sonriendo. Oh, Dios mío. ¿Mi madre fue una
pom-pom?

Su sonrisa se disolvió.

—Bonnie lo hizo.

Expulso un corto suspiro.

¿Ves? La vida apesta. No tienes poder sobre nada.

Llegamos a Tiny Town y mamá aparca en el cajón de estacionamiento. Apaga el


motor y se sienta un momento.

—No sé por qué te conté esa historia. —Sacude la cabeza—. Son cosas que uno
recuerda.

Tus fracasos y tus culpas. Se quedan contigo. Se aglomeran y afean, crecen


cancerosos dentro de ti y te dan ganas de morir.

El viaje es una pérdida total porque Tiny Town está cerrada hasta el verano. El
local de los conos helados está tapiado. ¿Por qué creo que mamá esta vez lo sabía?
Mientras estábamos fuera, papá estaba ocupado en casa. Se instaló una red para
conectar su ordenador al mío.

Él está en frente del router, mirando avergonzado.

—No debería interferir... con lo que sea que estás haciendo en tu PC —dice él.

40 PURPLE ROSE
Lo qué estoy haciendo ahora puede ser monitoreado a 24/7. No soy estúpida.

Papá se encoge de hombros como diciendo “Lo siento. Era necesario”.

—Te amamos —dice mamá.

¿Puedo volver a la cama?

41 PURPLE ROSE
Capítulo 6
—17 Días—

Traducido por SweetObsession

Corregido por Vannia

uento los minutos hasta que la escuela termina. Estoy pasando por la marea
de alumnos, pero es agotador. Para el final del toque de la campana, estoy
aplastada.

—En el informe del tiempo, estará razonable a parcialmente nublado con un veinte
por ciento de posibilidad de precipitación al este de la División Continental. Por la
mañana, bruma irregular cercana a la niebla. —Él está leyendo de una pequeña
laptop.

Lo miro por un minuto y él dice:

—Fenomenal, ¿no? —Supongo que se refiere a la laptop. Tiene esta sonrisa de


suficiencia en su cara, como si estuviera intrigando, al igual que él me tiene ahora.

No está intrigado.

Giro mis piernas sobre el banco, de espaldas a él, y recupero mi libro.

Maggie Louise sintió su presencia en la habitación. Temía este encuentro con Emilio. Tenía que hacerlo.
Por ella. Por Charles. El magnetismo que la atrajo a Emilio era energía pura, embotellada y fundida. Si
enciendes una cerilla…

El calor pica mi piel, y es suave. Él ha dejado de teclear. Oigo la tapa hacer clic en
su computadora, y vuelvo la cabeza un poco. Porque no confío en él. ¿Qué se trae
entre manos? Huelo el regaliz en su aliento.

—Está bien. Si los aparatos frikis no te impresionan, ¿qué tal esto? —Una mano se
extiende por sobre mi hombro sosteniendo algo peludo—. Su nombre es Hervé.

Grito por dentro y me levanto tambaleantemente. Esa cosa se retuerce en mi cuello.

42 PURPLE ROSE
—Hervé Villechaize.

Mi garganta. Duele. Necesito agua.

La nariz se mueve y dejo caer mi libro mientras tropiezo con una mata de hierba
para poner distancia entre nosotros. Mi boca se abre, pero ningún sonido sale.

Él se levanta, y agrega:

—Junior. Estamos de luto porque su hermano, Harvey, falleció.

Oh, Dios mío. ¿Qué es eso? ¿De dónde viene?

Sostiene el... la cosa... en sus labios y la besa. Asqueroso.

—Todo irá bien, Hervé. Harv está en un mejor lugar ahora. Acarícialo. —Empuja
la cosa hacia mí.

Salto hacia atrás. Es una rata. La cola sin pelo se sacude como una serpiente.

—Cuando mi personalidad ganadora me falla y los juguetes tecnológicos no llaman


la atención, encuentro que los pequeños roedores peludos son confiables imanes
para las chicas.

Levanto la vista hacia su cara. Él es muy extraño. Así que...

Su tierna sonrisa dirigida a la rata es algo dulce.

—Rattus norvegicus. —El chico suelta el ratón sobre su hombro. La cola se envuelve
alrededor de su cuello, y me estremezco, como si hubiera una soga alrededor del mío—.
Comúnmente conocida como la rata marrón o rata fascinante. No porque sea engalanada
con sus mejores galas sino porque parece que a algunas personas les fascinan las ratas.
—Lanza esa ancha sonrisa hacia mí.

Me enfoco en la rata, en la mugre. Las ratas son mugre.

La cosa lleva un arnés de cuerda, con una correa. Sus patas delanteras se aferran al
collar del cuello del chico. Ambos, la rata y él, están mirándome a mí. Lo siento, el
consenso.

Sé que soy fea. No me mires.

—No tienes miedo de las ratas, ¿verdad? —pregunta.

No, estúpido. Estoy aterrorizada.

—Vamos. —Él se mueve más cerca de mí—. Acarícialo.

43 PURPLE ROSE
Voy corriendo hacia la puerta.

—Espera. Lo siento. —Él se apresura a mi lado, bloqueando mi fuga—. No


parecías el tipo de chica que sería delicada.

Él no sabe qué tipo de chica soy. No soy del tipo que juega y se lanza a sí misma a
los chicos.

Me toca el antebrazo.

—Vuelve.

Me apartó con un movimiento brusco.

—Perdón —dice. Retrocede un paso, luego dos.

¿El banco o el infierno que es la escuela? ¿Qué otra opción tengo?

Él me sigue de nuevo al banco, inclinándose para recoger mi libro.

—En nuestro último episodio nuestra heroína estaba tocando la inocencia de las
fibras sensibles de nuestro pobre semental. —Abre una página al azar—. ¿Ella le
había conducido por el sendero de las lágrimas?

Sólo dámelo.

Diecisiete días más.

La rata se escurre por debajo del chico y olfatea el libro. Mastica la cubierta.

—¡Hervé, no! —El chico le arranca el libro a la rata—. Lo siento —me dice otra
vez—. Es un lector voraz. —Una pulida sonrisa se asoma en sus labios mientras me
entrega el libro.

Ahora está infectado con veneno de ratas. No voy a tocarlo.

Él estudia mi rostro por un largo tiempo. SÉ que soy fea.

Él sigue mirando. ¿Qué? Yo no lo voy a ver a los ojos. Incontrolablemente, la


sangre sube a mis mejillas.

Él lee algo en mi cara que no está allí.

—¿Para nosotros? —Acuna el libro contra su pecho—. Hervé, la misteriosa chica


nos ha dado un regalo. Un regalo que sigue manteniendo. —Besa el libro y la rata
apoya una pata sobre él—. Hervé realmente puede hundir sus dientes en literatura
fina como ésta.

44 PURPLE ROSE
Saco mi pluma y mi carpeta de economía. Escribo en la última página: —Odio las
ratas. Fascinantes o de otros tipos.

Lo lee. Simula lanzar una estaca a su corazón.

Es un idiota.

Me está confundiendo porque creo —lo sé— que los chicos sólo quieren una cosa.
Por lo menos, en mi experiencia. Pero él no es como cualquier chico que he
conocido. Tal vez los idiotas son diferentes porque no pueden conseguir chicas.
Incluso con el pelo teñido, de punta, su actitud fría, y su arrogancia, en el fondo
sigue siendo un idiota nerd. ¿Lo que lo hace una especie de desesperado?

La computadora portátil en el banco tiene una piel de color azul neón y me acerco
a tocarla. Es genial. Pequeña y delgada. Ojalá papá me hubiera conseguido una
portátil en lugar de una PC.

El chico se sienta y levanta el equipo en su regazo. Dice:

—¿Quieres llevarla a dar una vuelta? —Abre la tapa—. Tiene la pantalla táctil.

Gran cosa. También la mía.

No debería haber violado su propiedad.

Estoy sintiendo picazón en la piel de nuevo, él sonríe y la rata está mirándome


desde el cuello del chico, hay rugidos en mis oídos y el gris está precipitándose.
Una palabra destella en mi cabeza: ESCAPA.

¿Dónde está mamá? Lee, lee. Tengo otros libros, pero están en casa.

—No hay razón para temerle a las ratas —dice él—. Tienen un lenguaje propio, ya
sabes.

La CR-V de mamá dobla la esquina y salto sobre mis pies.

Él añade:

—Al igual que las mujeres.

Me tropiezo en la acera y abro la puerta. A medida que me dejo caer, mi


respiración entrecortada me traiciona.

Mamá dice:

—¿Qué hay de malo? —Sus ojos se ponen como rendijas—. Es ese chico de nuevo.
¿Te está molestando?

45 PURPLE ROSE
Me abrocho el cinturón de seguridad. Vámonos.

Él se acerca al coche.

¡VÁMONOS!

Él llama a mi ventana. Mamá dice:

—¿Qué debo hacer?

Señalo al frente. Mi dedo índice golpea en el tablero.

La ventana se desliza hacia abajo. ¿Mi madre está loca? No hables con él.

—Hola —dice él, inclinándose al interior—. Soy Santana, y él es Hervé Villechaize


Junior. —Rasca la cabeza de la rata. Los ojos pequeños y brillantes me queman, los
del muchacho y los de la rata.

Mamá se ve asustada. Te dije que nos fuéramos. Nunca me escuchas.

—Bien, entonces. —El chico retrocede—. Hervé y yo tenemos una tarea de lectura.
—Me guiña el ojo y palmea el libro.

Mamá me mira también. ¿Qué? ¡Qué! Te dije que avances.

Envenenamiento por Monóxido de Carbono

Eficacia: 4-5, siempre y cuando no sea rescatado.

Tiempo: De minutos a horas dependiendo de la concentración.

Disponibilidad: 5. El monóxido de carbono se emite a través del escape de los automóviles.


Para acumular la concentración de CO suficiente (0,32% a 0,45%), es necesario un área
reducida como un garaje cerrado.

Dolor: 1, aunque los síntomas son desagradables.

¿No apesta? Me pregunto. ¿No habrá tos?

Notas: La causa real de la muerte es la asfixia. El CO se une a la hemoglobina, desplazando


el oxígeno, que finalmente llevan a la hipoxia fatal. Los primeros síntomas son dolor de

46 PURPLE ROSE
cabeza, mareos y debilidad, seguida de disminución de la agudeza visual, zumbido de oídos,
náuseas, depresión progresiva, confusión y colapso. La pérdida del conocimiento puede ir
acompañada de convulsiones. A 0.32% de concentración, la muerte ocurre en
aproximadamente una hora. Si sobrevive, habrá daño cerebral.

Ok, esa no es una opción.

¿Qué más?

Saltar De un Edificio

Eficacia: 4-5 de seis pisos o más.

Tiempo: Segundos (horas si tiene mala suerte).

Disponibilidad: 4-5. Debe tener acceso a las ventanas del piso superior o del techo.

Dolor: 5. Pero si la caída es fatal, el dolor se termina más rápido.

Notas: Muy aterrador. Difícil de superar el miedo a las alturas. Fácilmente descubierto si lo
ven. Si el intento falla es probable que resulte en la parálisis o la posibilidad de pasar su vida
en silla de ruedas.

Esa NO es una opción.

Este complejo de apartamentos está a sólo dos pisos de todos modos. La torre de
St. Mary podría ser de seis o siete pisos, pero no lo voy a hacer allí.

Escucho un ruido en el pasillo y me congelo. Es papá en su oficina. ¿Está


espiándome? Apago la computadora, imaginando la posibilidad de que pueda
haber visto lo que he leído. Mi corazón palpita como un martillo en mi pecho.

Una persona no tiene privacidad en ningún lugar. Incluso desde la primera vez que
me corté las venas, siento como si estuviera siempre siendo observada. Si es que no
estoy siendo examinada, ni burlada o juzgada.

De todos modos, me voy a morir en casa. Eso lo sé con seguridad. No quiero que
mi cuerpo sea perdido o dañado tan gravemente que no pueda ser identificado. Mis
padres estarían molestos, pero no tendrían que pasar el resto de su vida pensando, o
esperando, a que yo regrese.

Ellos son mis padres, después de todo. Mi legado para ellos será la paz mental.

47 PURPLE ROSE
Capítulo 7
—16 Días—

Traducido por ~NightW~

Corregido por Sirg

abía ensayo de coro antes de la escuela a las 7:30 a.m. lo encerré en un


circulo en el horario de eventos de mi mamá. El vacio visual de mi
vida, mientras llegaba a su fin.

—No entiendo porqué te inscribiste en la presentación del coro —dice mientras sale
de la cochera hacia la calle—. Ojalá pudieras explicármelo. Hay tantos clubes y
actividades. ¿Estás intentando llamar la atención hacia tu… —Se detiene.

¿Falla? ¿Anormalidad? No, mamá. Tú haces eso por mí al hacerme ir doctor tras
doctor y escuela tras escuela.

Es sólo una broma, ¿de acuerdo? Llámalo un tributo a papá. Mantengo mis ojos en
el camino. Ojos en el camino, mamá. Ella traga una respiración, como si estuviera
a punto de perderla. Dios, no llores. Ves el bien que hace. Lamento que no lo
entiendas, mamá. Algunas veces ni yo entiendo por qué hago las cosas que hago.
Sólo sé que me levanto todas las mañanas y deseo estar muerta.

En el coro, estar ahí de pie y fingir que pertenezco, es parte de mi castigo. Las otras
chicas me miran. Escucho lo que me dicen. La chica rara. La fenómeno. Ni
siquiera se molestan en esperar hasta que esté fuera del alcance auditivo para
decirle al Sr. Hyatt que piensan que es ridículo dejar que una chica muda cante en
el coro.

Están en lo correcto. Pero quiero que ellas, quiero que todas, vean a lo que me han
reducido. Una broma enferma.

—Ella ni siquiera vocaliza las palabras —dice Jennifer Jessica. Ella es la chica mala
de los baños. El Sr. Hyatt murmura algo sobre las materias optativas. Aceptar a
todos.

Jennifer Jessica continúa. —¿No podría al menos ponerla en la fila de atrás?

48 PURPLE ROSE
Me reiría de eso si pudiera. Soy de baja estatura, por lo que debo estar al frente.

Cállate, Jennifer Jessica. No se trata de ti.

Estamos cantando Bach Minuet en Sol, la cual el señor Hyatt arregló él mismo para
nuestro concierto el primero de Mayo. Es una de mis canciones favoritas. Cierro
mis oídos y bloqueo todo.

Él está aquí, sentado en la banca, en mi lugar. Esperándome. Sé lo que significa


cuando ellos esperan por ti. Dieciséis días, luego la espera termina.

Podría pararme dentro de la puerta y esperar que se vaya. O regresar al baño. Odio
el baño de las chicas. Odio cada segundo en la escuela.

Irritada conmigo misma, con mi debilidad, empujo la puerta. El vuelve su cabeza y


sonríe. —La hermosa chica misteriosa regresa.

Qué línea. Si él cree que no sé lo que está haciendo, es más tonto de lo que pensaba.
Saco mi cuaderno y escribo en la parte de atrás.

—Fuera de mi banca.

—¿Perdón? —Él dice.

Sostengo el cuaderno frente a su rostro. Él lo agarra junto con mi lapicero. Luego


escribe: —Tienes que saber que esta es mi banca. Yo la vi primero.

Recupero el cuaderno. Es tan infantil. No sé qué decir, o hacer. Le lanzo mi mirada


de zona muerta.

—Pero estoy dispuesto a compartir —dice. Se hace a un lado. No muy lejos.

Sus ojos sostienen una burla. Excepto que ahora mi estomago siente mariposas.
DETENTE. Me quedo de pie durante un minuto, un poco inestable. Entonces mis
rodillas me fallan. Mi piel, huesos, nervios. Traición. Por un instante fugaz, me
gustaría seguir siendo gorda. Caigo en el banco y la repercusión hace que él salte.

Tal vez aterrice sobre su propia cabeza.

49 PURPLE ROSE
—Hervé quería venir, pero está de duelo. Está pasando una época difícil con la
muerte de su hermano —dice—. Toma asiento. —Pasa su mano por la esquina del
banco, sobre mi lugar.

Trago saliva, pero mi garganta me duele. La operación para reparar el esófago fue
una pesadilla. Ojalá no tuviera que usar la abrazadera, pero la necesito, sobre todo
ahora, para recordarme mi misión.

—Fue una muerte natural. Vejez. Hervé de hecho está contra todo pronóstico.

Él está a determinada distancia mientras habla.

Gracias.

—Lo cual me da esperanzas —añade.

Lo que sea que signifique.

A pesar de mi instinto y mi sentido común, mi determinación y voluntad de hierro,


me inclino hasta su altura. Llega hasta su bolsillo trasero y saca mi libro.

Entregándomelo, dice: —Una lectura amena. Aunque quiero saber lo que pasa en
las primeras doscientas páginas. ¿Por qué las arrancas?

No tomo el libro y no respondo.

—De acuerdo —continua—. No te arruinaré el final, sólo diré que Maggie Louise
toma su decisión. Con su pecho bastante agitado, por supuesto.

Ahora el libro está arruinado. Él lo toca. No sé dónde han estado sus manos. De
todas formas, ya lo había leído dos veces.

—No es como si ella exactamente se redimiera al final —añade—. Quiero decir,


ella ni siquiera se disculpa con Charles.

¿Por qué debería hacerlo? pienso. Charles se merece todo lo que le sucede.

Escribo en mi cuaderno en una página en blanco. —No HAY redención.

Lo sostengo para que él lo lea.

—¿Para ella? —dice—. ¿O él?

Bajo el cuaderno y escribo, —Para ninguno de nosotros.

Él frunce el ceño. —¿Eso crees?

50 PURPLE ROSE
Escribo, —Por lo tanto, así es.

Él se echa a reír. Tiene una risa retumbante, igual que un trueno.

Ahora estoy enojada conmigo misma por hacerlo partícipe. Pensará que me gusta,
y no es así. Se acerca un poco más y yo me alejo. Se detiene, alejándose, mientras
yo coloco mi libro entre los dos, sobre la banca. Me estiro hacia mi bolsa de libros,
la cual mantengo en mi regazo solo en caso de que necesite hacer un cambio
repentino y bienvenido. Saco Deseo del Páramo.

Su cabeza se abalanza sobre él, estirando su cuello de jirafa para leer el titulo.

—Ah —dice—. La saga continúa.

Abro el libro y comienzo a leer el capítulo uno. Él se desliza todo el camino hasta el
otro extremo de la banca y se cae.

Casi me echo a reír, entonces me contengo.

Capítulo uno. Magnolia Louise Delacroix se despertó con un sobresalto. ¿Hoy encontraría a Camelot?

Detrás de mí, él continúa, —La hermosa chica misteriosa en la banca, leyendo.

Es superficial si piensa que me creeré esa línea, o cualquier línea, o que estoy
leyendo este libro porque me parezco a Maggie en alguna forma. Maggie Louise es
la hermosa y misteriosa. Es poderosa y fuerte. Siempre sintió que su Camelot era
Charles, pero últimamente él ha estado preocupado. Y no con ella.

El chico suspira. Dando la vuelta a la banca, se tira en el suelo frente a mí, descansa
un brazo sobre una rodilla y dice, —Dado que preguntaste, no, no voy a la escuela.
Me han enseñado en casa toda la vida. Me gradué temprano. Ahora me tomo algo
de tiempo libre, haciendo un curso de pre-leyes online. Todo lo que necesitas saber
puedes encontrarlo, digerirlo, descargarlo, y con fuentes abiertas. ¿Usas Wikipedia?

Cuando buscas “métodos de suicidio” tus padres se enteran. Buscan tu historial de


Google y lo saben. Ahora mismo podrían están siguiendo mi acceso en A-través-de-
la-Luz. Estoy preocupada.

Clases en casa. Que suertudo. Me pregunto si fue su elección o la de sus padres. Él


es una combinación de nerd, friki, y tonto. Además sus orejas sobresalen. ¿Lo
acosaron sin piedad y sus padres fueron más sensibles, más simpáticos que los
míos?

Él continúa, —Logré entrar en el servicio nacional del clima, pero si de verdad


quieres un fenómeno, echa un vistazo a los patentes en la Oficina de Patentes de los
EE.UU. te enviaré el link, si tienes computadora.

51 PURPLE ROSE
Me obligo a mí misma a leer.

—¿Tienes? Yo paso casi todo el tiempo online.

Eso me hace mirar hacia arriba. Es una mole cibernética, como yo.

Se inclina hacia atrás sobre los dos codos y extiende sus piernas. —¿Sabes que hay
4.014 patentes para diversos tipos de servicios? Mi favorito es la prenda unisex
deportiva con solapa para volar.

¿Solapa para volar?

—Así es. Solapa para volar.

Deja de leer mi mente.

Hay algo en su voz que no se puede bloquear. Sus piernas largas y delgadas. Me
pellizco mis propias terminaciones nerviosas para adormecer toda sensación y
leer…

La niebla rodea el páramo lanza un escalofrió hasta la columna vertebral de Maggie Louise. Cierra las
persianas y se apresura hasta la cama. Charles se mueve, luego se da la vuelta y la atrae hasta sus
brazos.

—Tal vez podríamos chatear.

Me encojo en mi interior igual que una pasa. Nunca chateo con nadie.

—Mi apodo es…

Mamá está aquí, cierro mi bolso.

—Espera. —Él se pone de pie y me persigue por la acera.

Abro la puerta.

Él atrapa la correa de mi mochila y yo me voy con ella. Pero él sólo levanta la tapa
y guarda mi libro. Mi Deseo en la Niebla.

Su brazo casi me decapita mientras lo extiende a través de la ventana, junto a mi


rostro, y cerca a mamá.

—No nos hemos conocido formalmente. Soy Santana Girard Segundo.

Mamá no tiene otra opción que estrechar su mano. El vello en su brazo me hace
cosquillas en la nariz y el calor se eleva por mi cuello.

52 PURPLE ROSE
—Yo soy… la Sra. Rice. La madre de Daelyn.

Me muerdo la lengua. Sangra. SANGRA.

—Un placer conocerla. —Él retira su brazo. Luego me sonríe.

Tiene una bonita sonrisa. No, no es cierto. Y ahora sabe mi nombre.

—Su hija es una mujer de pocas palabras.

Mamá me vuelve a traicionar.

—No puede hablar. Es…

Presiono para que la ventana automática se cierre. LA DE ELLA. ARRIBA.

Nos alejamos. Veo la mirada de suficiencia en su rostro a través del espejo


retrovisor. Se burla de mí. Los chicos son unos tontos. Demonios del sexo. ¿Por
qué pensaría que él es diferente? Si piensa que no sé lo que está haciendo al
hablarme, al mentirme sobre lo hermosa y misteriosa que soy…

—Parece agradable. —Mamá disminuye en la esquina—. Lo prejuzgué por su


apariencia. Ese cabello blanco, supongo. —Se detiene—. No necesitas mi
aprobación para escoger a tus amigos. Sabes eso, ¿cierto?

Noticia de última hora, mamá. No escojo a mis amigos. Lo cual funciona muy bien
dado que ellos no me eligen a mí.

53 PURPLE ROSE
Capítulo 8
—15 Días—

Traducido por Ignacia_xx y flochi

Corregido por Sirg

migos no es un tema en el Foro Final. Nadie está aquí para hacer amigos.
En cuarto grado una chica en la escuela me invitó a su fiesta de
cumpleaños y yo estaba muy emocionada porque nunca había estado en
una fiesta de cumpleaños. Le compré un regalo y lo envolví yo misma.
Mamá me compró un vestido nuevo. Cuando llegamos allí, no había nadie en casa.

—¿Estás segura de que esta es la casa? —preguntó mi mamá. Le mostré la dirección


que la muchacha me había apuntado en una hoja de cuaderno—. ¿Estás segura de
que la fiesta es hoy? —Sábado, dijo la muchacha. Este sábado a la una. Al cruzar la
calle vi un movimiento de cortina, luego una cara, dos caras en la ventana de
arriba. Detrás de la ventana un grupo de chicas estaban riéndose de mí.

—Cometí un error. Vámonos de aquí —Le dije a mamá.

—Tal vez podría buscar su número y llamarla —dijo.

—¡Sólo vámonos! —grité.

Lo más cerca que llegue a tener una verdadera amiga fue en la escuela media. Ella
era nueva, esta chica, y yo también. Nunca supe su nombre. Yo la reconocería si la
viera, todavía escucho su voz. Se dejó caer en mi mesa del almuerzo, dijo hola, y
apenas empezó a hablar y comer un sándwich de queso y chequeó a todos los
chicos lindos, y me quedé atónita y sorprendida, porque nadie, ni una persona
alguna vez se sentó conmigo o me habló en el almuerzo, y, finalmente, dijo en este
extraño acento:

—¿Que hay acerca de ti? ¿Por qué luces así?

Se refería a estupefacta. O fea. Yo no podía hablar. Quiero decir, yo podría haber


hablado, en ese entonces. Mis cuerdas vocales funcionaban.

54 PURPLE ROSE
Ella se encogió de hombros.

Comía su almuerzo allí, charlando lejos de mí, ni siquiera preocupándose que yo


estuviera a punto de llorar por compartir su compañía.

Kim y Chip tenían “una conversación”. Los oigo a través de la delgada pared que
separa el cuarto de baño y cocina. Anoche decidí que ya era hora de iniciar los
procedimientos de separación. Primer paso, referirse a sus padres por sus nombres.

Kim levanta su voz.

—¿Cómo sabes si ella... ?

Su voz se amortigua y Chip tergiversa

—... vio la cuenta...?

¿Están hablando de la computadora? Maldita sea. MIERDA. Ellos no tienen


derecho a invadir mi privacidad.

Me siento en el borde de la bañera con mi oreja pegada a la pared.

—¿Por qué no me lo dijiste? —dice Kim.

—Sabía que te molestaría —dice Chip.

—Por supuesto que estoy molesta. No quiero agencias de colección de muestra en


nuestra puerta —dice Kim.

Suspiro de alivio. Solo están peleando por el dinero, de nuevo. ¿Por qué me
compraron este nuevo PC? El viejo estaba bien. Ellos no tienen que pagar por un
terapeuta o enviarme a una escuela privada, donde soy aún más diferente de los
demás porque yo no soy rica. Chicas ricas son aún más malas que las regulares,
estoy segura.

Mis ojos escanean el cuarto de baño. Claustrofóbico. Más pequeño que el anterior,
el tercero o cuarto condominio donde vivimos. Nos mudamos mucho. Kim cree
que un cambio de escuela es la respuesta a mis impulsos suicidas. Noticias, Kim.
Sólo los hace más fuertes.

55 PURPLE ROSE
Esta bañera es de tamaño estándar. Supongo que todos lo son. Ojalá hubiera sabido
que un baño de agua caliente acelera el proceso. No me corte lo suficientemente
profundo y tarde demasiado tiempo reunir el valor. A continuación, Kim volvió a
casa. El tiempo lo es todo. Y el método. Cuándo y cómo.

Este cuarto de baño, el inodoro y la bañera son básicamente míos, ya que Kim y
Chip tienen el dormitorio principal de arriba. Kim me compró una máquina de
afeitar a pilas, que no sirve para nada en mi pierna y en el vello en las axilas. No
puedo tener hojas de afeitar o aparatos eléctricos en el baño.

Ella incluso puso un tapón de seguridad en la salida. Kim, quiero decirte. Exceso.

El argumento ha terminado.

Ellos están sentados ahí, todo está tranquilo, cuando entro en la cocina.

—Buenos días, cariño.

Kim fuerza una sonrisa.

—¿Qué puedo hacer para mi chica de desayuno? —dice Chip.

Saca mi silla mientras está de pie y pasa por detrás de mí. Su mano sobre mi
hombro me hace poner una mueca de dolor. Él no parece sentirlo.

Aliso la falda plisada en mi trasero y bajo del asiento. A pesar de que he perdido
peso, me sigo sintiendo aplastada y protuberante. Doblo mis manos en mi regazo.

Chip pone un vaso de agua en mi sitio, junto con dos pastillas. Yo suspiro por
dentro. El y Kim observan y esperan. Hoy tomaré la píldora rosa en primer lugar.
Mi garganta se cierra en la anticipación. Todavía me duele al tragarlas enteras.
Chip quería aplastarlos para mí, pero el doctor le dijo que eran pastillas de
liberación prolongada, menos eficaz si se corta o se tritura. Esto baja como la grava.
La píldora blanca es mi antidepresivo. Odio decirle a Chip y Kim que ningún
antidepresivo en el mundo va a cambiar el pasado. Sé que con la medicación se
supone que me hace sentir más optimista y feliz. Lo que necesito son las drogas que
mejoran el rendimiento. Sí, los esteroides. Para hacerme fuerte y poderoso.

—Así que. Desayuno. ¿Avena o avena? —dice Chip.

Él es un cómico real. Kim esboza una sonrisa, creo. Ella todavía lo ama, creo. No
he arruinado eso, todavía. Un plato de avena diluida aparece frente a mí. Me dan
ganas de vomitar. No puedo comer otro plato de avena. Nunca me ha gustado.

56 PURPLE ROSE
—¿No estás comiendo? —Dice Kim—. Trate de no amordazar su cara. ¿No te
sientes bien? —Ella llega a la palma de mi frente. Trato de no retroceder ante su
tacto.

Ella me mira fijamente. En mí, en lo que pueda conseguir. —¡No me digas que has
dejado de comer! —Su voz chillona—. No te estás volviendo anoréxica, ¿verdad?

Frío, mamá. Quiero decir, Kim. Muriendo de hambre hasta la muerte me es


demasiado lento.

Chip se apoya en los codos. —Tienes que comer.

¿O qué? ¿Me voy a morir?

Bueno. Suspiro. Un tazón de avena más no me va a matar. Por desgracia.

Cuando estoy recuperando mi bolsa de libros de la mecedora en mi habitación,


tomo un rápido inventario. Hay seis libros en la estantería a la izquierda. Los he
repartido para engañar a Kim. No hay problema leyendo seis libros en dos
semanas. Estos libros son lo único que me mantiene cuerda. Dos pilas de basura en
el armario de dos camionetas de basura semanal, con suerte, Kim no las confundirá
con pilas para la lavandería.

El ordenador. Carteles falsos en la pared. Mi mecedora. He tenido esta silla desde


que era un bebé. En realidad no es mío, es de Kim. Me arrulla el canto Minuet en
Sol ¿Cómo es la lluvia suave...

Mi garganta se aprieta. Kim, puedes quedarte con la mecedora. Ella debe de


haberme amado, una vez. Mi papá también. Todo el mundo ama a un bebé
gordito, ¿verdad? Entonces te conviertes en una niña gorda, fea a quien todos los
niños acosan.

Hoy tuve una prueba de economía. Desde que mis días de escuela están contados,
he renunciado al acto de estudiar. No es que mi promedio sea crucial. Los números
son cruciales. Todo es número. Quince días. La última campana, la campana de la
doceava parte del día. Cuando suene, cuento mis pasos a la salida. Treinta y tres
pasos exactamente.

57 PURPLE ROSE
Él está allí. ¿Cuál es su problema? ¿No tiene amigos? ¿Por qué no envía un SMS
para sus amigos?

Lleva puesta una camiseta deportiva de color azul claro sin mangas con el número
77.

—Ah —dice—. La hermosa chica misteriosa ha vuelto. Ella se sienta en el


banquillo, con delicadeza.

Eso es casi gracioso, ya que sólo me dejé caer.

Me entrega un trozo de papel doblado en forma de triángulo. En realidad, lo pone


en la banca entre nosotros. Le hace un gesto hacia ello.

Yo quiero, pero...

Recupero Deseo del Páramo. Con los dedos, empuja la nota hacia mí.

Yo no estoy viendo. Una pulgada.

Agarrando la nota, la desenrollo.

—Lo siento —escribió con tinta verde—. Yo no sabía que no podías hablar. Solo pensé
que tenías un increíble dominio de ti misma. —Una flecha hacia abajo. Le doy la
vuelta—. Tendrías que despreciar mis avances.

¡Lo sabía! El sexo es lo único que quieren los chicos.

Dice en voz alta: —He aprendido aquella expresión de Emilio.

Levanto mi bolso y saco mi pluma. Escribo en su papel —Emilio no habla Inglés.

Quiero añadir, Idiota. Paso la nota que le envié.

Lo lee y dice: —Hablo portugués fluidamente.

¿En serio? ¿Mis ojos se abren? Está mintiendo.

Levanta el dedo índice. Saca un cuaderno de notas que trajo con él, hace clic en un
bolígrafo y empieza a escribir. No quiero parecer interesada. Me obligo a leer mi
libro:

Maggie Louise sintió aumentar la hombría de Charles para la ocasión. Ella sonrió para sus adentros en
su poder sobre él

Si yo supiera donde Maggie Louise tiene su poder, su confianza. El único poder


que tengo sobre la gente es a dejarlos atrás. Y despreciar los avances.

58 PURPLE ROSE
Arranca la hoja y lo deja en el banquillo. No le prestó atención.

Al final de la página 32. Arranco la página del libro. La página 33...

…maravillada por los musculosos brazos y la espalda de Charles —¿Seguro que no quieres ir a la caza
del zorro hoy? —Preguntó.

El chico da un toque en el papel.

—Absolutamente —dijo ella. Sólo había estado en Longshead dos días y ya estaba hablando como una
completa británica—. Pensé que podría entrar en Wiltshire un poco.

—¿Un poco de qué? —preguntó Charles. Maggie Louise se echó a reír. Charles no se reía. ¿Cuál fue el
tono de su voz?

El chico golpea la nota contra la página que estoy leyendo y empuja mi libro. Había
escrito en letras de imprenta, —Sólo me haces más determinado.

Ese es tu problema, creo yo. Me niego a tocar nada de lo que haya tocado el, así
que me sacudo la nota de mi libro. Suspira.

—¿Has recibido el mensaje de Hervé dejó en tu libro?

¿Qué mensaje? Mantengo mis ojos en la página. Ahora he perdido mi lugar.

—Él está loco por ti.

Odio esa expresión. ¿Cuántas veces he oído, Bla bla está loco por ti cuando la gente
se burlaba de mí? Nadie está loco por mí, nunca. Ni siquiera una rata.

Desde que Emilio... Me salto el último párrafo. Desde entonces... No. Ella y Charles se
habían movido más allá de la aventura.

Charles había dicho: —Nunca vamos a hablar de nuevo. A pesar de que Maggie Louise había
prometido, prometido, prometido su corazón y el alma de Charles, una pizca de duda. . . No, ella no se
dejaba.

Ha escrito una nueva nota y la desliza por encima de mi página.

¡Déjalo! Mis ojos parpadean horizontal y verticalmente.

¿Cómo se escribe tu nombre? Marca uno:

___dalen

___daylyn

59 PURPLE ROSE
___da-ln

___dateline

___dareling, Dakon, defcon, Downtown13, Downwind14, ¿me estoy acercando?

Lamento no tener una memoria zapper para poder hacer que se me olvide de mi
nombre. Antes de que pueda eliminar la nota, se la lleva hacia atrás y escribe más.

Llenar el espacio en blanco.

—Hola, yo soy la chica hermosa misteriosa en el banquillo. Que se sienta con delicadeza.
Leyendo. Mi nombre es ______________. ¿Saldrías conmigo?

Me sonrojo. Él me fastidia. ¿Estoy pidiéndole salir? ¡Por favor se realista!

Un bolígrafo cuelga delante de mi cara.

Puedo usar mi propia pluma y relleno un X por mi nombre. Y un NO al final.

—Yo sabía que era demasiado fácil.

El cambio, que sobresale por sus piernas en el frente. Él está usando pantalones
cortos de camuflaje con la camiseta sin mangas de fútbol. Esas piernas largas y
delgadas. Orejas que sobresalen. Si tiene cualquier músculo, yo no los veo. No
miro.

Levanta los brazos y flexiona los dedos sobre su cabeza.

—Está bien, Daelyn, sin embargo puedes deletrearlo. Este es el trato. —Tiene
hoyuelos en la sonrisa—. El acuerdo es el siguiente. Si quieres que me vaya y nunca
vuelva a hablar contigo otra vez, parpadea una vez.

Parpadeo.

—Si te estás haciendo de rogar, parpadea una vez.

Parpadeo. ESPERA.

—Si has estado sin habla por mi físico increíblemente masculino, mi ingenio
encantador, mi personalidad magnética… —Flexiona los dedos delante de sí
mismo—. Mi gran variedad de intereses y talentos, mi intelecto aparente, carisma y
manera irresistible con las mujeres... parpadea una vez. —No puedo aguantar mi
parpadeo.

13
Downtown, Centro de la Ciudad.
14
Downwind, A favor del viento.

60 PURPLE ROSE
—¡Ajá! —Señala—. Lo sabía.

Él es insufrible. Aprendí esa palabra por Maggie Louise.

Kim se detiene.

—Yo. Yo, mamá. —El se pone de pie antes que yo. Él la saluda con una mano y
extiende la otra para ayudarme a levantarme. Pero no puedo. Su toque me
contaminará. Dejo caer mi libro en mi bolsa y, corriendo lejos de él, me escabullo
en la acera.

—Hola, señora R —dice mientras abre la puerta para mí. Él me ha seguido hasta el
coche—. ¿Cómo estuvo su día?

Él está en mi camino. Por favor, lee mi mente ahora. Vete.

—Largo —dice Kim.

—¿En qué trabaja? —pregunta.

Vámonos. ¿De acuerdo?

—Soy un auditor —ella responde.

—Oh, wow. Eso suena fascinante. Soy un hombre de números.

Mamá se encuentra con mis ojos. El pánico en mi cara debería darle una pista.

—¿Te importaría? —dice ella a él—. Daelyn tiene una cita.

—Oh. —Da un paso atrás, directo hacia mí. Aprieta mi brazo para ayudarme a
mantener el equilibrio dice— Lo siento.

Me quema la piel. El huele a gel para el cabello, a chico y el calor de rayas azul y
blanco a través de mi cuerpo.

Se aparta, y siento llegar un ataque de pánico. Un objeto se desliza en mi mano.


Los bordes puntiagudos son filosos, pero instintivamente mi dedos se curvan a su
alrededor.

—Fue lindo hablar contigo, D. —Espera para cerrar la puerta del auto con cuidado
detrás de mí. Agitando el pulgar rígido hacia Kim, hace un sonido de chasquido en
su mejilla y dice:

—Nos vemos luego, calculadora.

Eso le causa gracia a Kim y ríe.

61 PURPLE ROSE
—Es lindo —dice ella mientras nos alejamos—. ¿Me repites su nombre?

Respiro profundamente, entonces enciendo la radio para ahogar la estática.

Trato de tirar la nota en la papelera, pero se pega a mi palma sudorosa. Arrojo mi


bolso con los libros sobre la mecedora y me quito la nota sobre el escritorio.

Si abro la nota, significa que me interesa. No puede interesarme. No ahora. Estoy


en este sendero, en esta misión. El único poder que tengo en mi vida.

Sentada en el borde de la cama, miro fijando la nota. Olvídalo. Me muevo hacia el


otro lado de la cama y miro por la ventana. Un sujeto está lanzándole un Frisbee a
su perro que salta para atraparlo. Lo mueve hacia el perro, ¿más alto? El perro
ladra. ¿Más alto? Él se está burlando.

Odio que se burlen. Ese perro debería morder a ese hombre.

—Oye, Daelyn. ¿Quieres mi brownie? —Esta chica de la escuela primaria se burló


de mí. Chica malintencionada. Ellas siempre eran así. Me levanté para tomar el
brownie y se lo lanzó a su amiga del otro lado de la cafetería—. Ve por él, pescado
ahumado. Ve por él.

Casi lo hice. Quería ese brownie. El único momento en el que me sentía contenta
era cuando estaba comiendo. La comida era mi mejor amiga.

El perro recupera el Frisbee.

Giro mi torso para mirar mi escritorio. A mi computadora. La nota a su lado.

Cierro mis ojos y oscurezco el día. El agotamiento de vivirlo, sobrevivir.


Extendiendo mi mano, rasgo la cinta de velcro en mi collarín para aflojarlo. Desde
el frente, retiro el tubo de plástico duro, entonces me acuesto en la cama, el collarín
colgando de mi mano. Golpea el suelo. El alivio de ser libre de la mordaza es
increíble. Debería salir sin el collarín y quebrarme la tráquea nuevamente.
Destruirlo de la manera que hice cuando… fallé .Desafortunadamente empiezo a
toser. Kim entra corriendo.

—¿Estás bien? —Debe haber estado merodeando fuera de la puerta.

62 PURPLE ROSE
Levanto una mano. Kim me endereza y mi garganta se libera de la flema. Ella sale
corriendo en busca de un vaso de agua.

Quiero decirle, Por favor, Kim. Detente, no trates de salvarme. No pudiste


entonces; no puedes ahora.

Cuando nos mudamos a este condominio hace seis meses atrás, e incluso antes de
eso mientras me estaba recuperando, solía realizar un seguimiento de quiénes
venían a vigilarme y cuándo. Había anotado la hora. Papá, 9:15. Mamá, 11:56.
Papá, 4:32. Mamá, 8:01. Nunca venían juntos. En ocasiones, uno de ellos se
quedaría en el vano de la puerta. En aquellas veces que había permanecido ahí
viéndome mirarlos, había rezado, Por favor. Pon una almohada en mi rostro.
Aprieta con una mano mi garganta. Apuñálame. Dispárame. Sácame de esta
miseria. ¿Por qué diste a luz a tal perdedora? ¿Por qué no admites que estaba
desesperada, gorda y dejas de intentar que encaje? Este mundo no era para mí. Nací
muy pronto, o muy tarde. Demasiado defectuosa.

Deseo poder decirle a mis padres, Si quieren ayudarme, ayúdenme a morir.

Me pregunto, ¿estaban obligados a llenar un formulario de suicidio de 24 horas?


¿Está La Defectuosa en casa? Comprobado. ¿Está viva? Comprobado. ¿Por qué se
molestaban en la cirugía correctiva en mi garganta de todos modos? Qué pérdida de
dinero. Alejaban, o escondían de mí, todo aquello de bordes afilados, o que pudiera
romperse. Marcos de fotos. Cerámica. ¿Pensaban que podía hacer este lugar a
prueba de suicidios?

Quiero decirles, Chip, Kim, no hay manera de hacer a una persona a prueba de
suicidios.

Tecleo en el Foro Final, —Mi profesora de segundo grado les dijo a mis padres que
yo era hipersensible. Que lloraba por nada. Nada. ¿Ustedes lo llaman malo cuando

63 PURPLE ROSE
las personas se divierten a costa tuya todo el tiempo? ¿Cuándo siempre eres el
blanco? ¿Ustedes lo llaman nada cuando las personas te tocan?

Mis venas palpitan en mi cuello y aprieto la mandíbula. Tecleo más rápido, —


Nadie quería sentarse a mi lado. Decían que tenía olor. Un niño se tapaba la nariz
cada vez que pasaba junto a mí. Había dicho en voz verdaderamente alta, “Puaj.
¿Te tiraste un pedo?” Quise tirar un pedo en su rostro. —Me detengo sobre el
teclado.

Qué estúpidos. Lo recuerdo como si hubiese sido ayer. Todas las cosas que las
personas me hacían, me decían. Aumentaron. ¿Qué hora es? Tarde. Mi habitación
está muy oscura y silenciosa. Kim y Chip están profundamente dormidos… eso
espero.

—Un tiempo más tarde —sigo tecleando—, volvimos del gimnasio y mi rostro
estaba rojo por hacer los ejercicios. Tenía sobrepeso. De más está decir, la gimnasia
no era mi materia favorita. Todos se sentaron y entonces hubo un sonido fuerte de
pedo. Todos rieron y me señalaron. Ese chico había puesto un cojín tirapedos en mi
asiento.

Todavía, sus risas resuenan en mis oídos. Tengo que cubrirlas para silenciar el
volumen. Un minuto después, abro mis ojos y leo lo que he escrito. Parece trivial.
Incluso gracioso, para algunas personas. Pero en aquel entonces, en segundo grado,
fue un momento decisivo en mi vida.

J_Doe111091 respondió: Mi maestro solía jugarme bromas. Como cuando me había


encerrado en el armario de arte después de la escuela. Después me acosaba.

Él, o ella, debería haber puesto eso en Agresión Sexual.

Recuerdo a mi maestra riéndose de mí por el cojín tirapedos. Gran broma. Me sentí


encoger y desvanecer. Quise comer. Quise morir. A lo largo de todo el año los
chicos hicieron sonidos de pedos con sus manos en sus axilas. Las chicas me
llamaban LA GRAN CERDA GORDA TIRAPEDOS.

J_Doe092892 escribe: Dejé la escuela a mitad de octavo grado. No pude soportar la


mierda. Era suicidarme o matarlos a todos.

Yo no podía dejar la escuela. Mis padres no me dejarían. Todavía estoy allí,


muriendo por dentro.

64 PURPLE ROSE
Si acomodo dos almohadas puedo acostarme en la cama sin collarín. Me gustaría
tener un ordenador portátil. Mi cabeza puede girar sin mucho trauma si estoy en un
ángulo de 45 grados. Veo el trozo de papel. Puedo sentarme allí por el resto de mi
vida.

15 días. Ocupo mi mente. ¿Cuántas horas es eso? Desgloso la ecuación en mi


cabeza:

15 días X 24 horas en un día = ?

15 es la suma de 10 y 5.

10 X 24 = 240

5 X 20 = 100

5 X 4 = 20

240 + 100 + 20 = 360

360 es la circunferencia de un círculo. Habré completado el círculo.

¿En cuántos minutos? 360 X 60 minutes. Demasiado para calcular en mi cabeza.


Más de unos cuantos. Mi concentración disminuye y mis ojos pasan rápidamente
sobre ello. No voy a abrir la nota. Auto-control. Tenía ese derecho.

Miré el techo. A través de él. Más allá del cuarto de Kim y Chip en el segundo piso
hacia el cielo, espacio, paraíso, infierno. ¿Quién dice que el infierno está abajo?
Podía estar arriba. Podía ser la puerta junto al paraíso. El infierno podría ser una
subestación del paraíso, como un gueto en medio de la ciudad de cristal.

¿Cuánto tiempo me tomará llegar a donde voy? Será instantáneo, espero.


¿Realmente atravesarás la luz? Por supuesto no caminas, porque ya no eres una
presencia física. Sin embargo, ¿lo sentirás? ¿Sabes que has pasado al otro lado? En
TV uno lo hace.

Nunca he temido a la oscuridad. Tengo más miedo del día, de las personas. Me
encanta la noche. La soledad. Bueno, no me encanta. No siento amor. Odio a las
personas, así que espero que cuando llegue allí no esté atestado de personas. Espero
que la luz sea un fenómeno instantáneo y el otro lado sea completamente negro.

Y silencioso. Mi garganta se siente como si se estuviera cerrando, así que me pongo


de lado. La nota secreta de Hervé. Estoy muy segura.

65 PURPLE ROSE
Me preocupa que Chip pudiera ver qué escribo en el Foro Final. No les conté ni a
Chip o Kim lo que estaba pasando en la escuela. Ni las cosas posteriores, después
del incidente del armario. No quiero llegar a eso todavía.

Tuvieron que escuchar mi incesante petición:

—No quiero ir a la escuela. Por favor, no me obliguen. —Día tras día. Año tras año—.
Por favor, no me hagan ir.

—Tienes que ir —diría Kim—. Es una escuela nueva. Haz un nuevo comienzo.

—Piedras y palos —de Chip. Palabras que solo te matarán.

Me cansé de rogarles. Simplemente me rendí.

Vuelvo a mi escritorio y borro mis entradas al foro.

No voy a abrir esa maldita nota. O esa puerta del armario.

66 PURPLE ROSE
Capítulo 9
—14 Días—

Traducido por Susanauribe

Corregido por Sirg

o duermo. Toda la noche estoy bien despierta, pensando. Secretos,


secretos, secretos. Hay secretos en mi pasado que nadie necesita saber.
Secretos en mi presente que podrían matar a Kim y Chip. No quiero
llevarme mis secretos conmigo cuando me vaya. Cuando pase por luz, quiero estar
libre de todo y todos.

A-través-de-la-luz. Soy adicta.

Bienvenida, J_Doe071894. Te faltan 14 días. ¿Estarás preparada? Sí No

Presionó Sí.

Está oscuro en mi habitación; el sol no ha salido. No hay indicios y nadie ha venido


a verme en una hora. Tal vez, finalmente, están confiando en mi por la noche.

La triste verdad es, nunca deberían confiar en mí. Necesito saber cuán segura soy
en línea. En el menú encuentro las políticas de privacidad y las leo todas.

En A-través-de-la-luz no recopilamos información personal sobre sus miembros. Sus


actividades, mientras son monitoreadas por administradores del sistema, son transparentes a
la red y servidores centrales. Nuestro patentado software codificado Enignma encubre
completamente acceso, uso y transacciones en línea. URL crawls15 para y de A-través-de-la-
luz son indetectables incluso para usuarios autorizados.

¿En serio? Parece demasiado bueno para ser verdad. No confío. No confío en
nadie. Otra línea llama mi atención. Una vez que borres tu cuenta, no puede nunca volver
a reentrar a A-través-de-la-luz.

15
Crawls, término para describir cómo los buscadores en línea obtienen sus resultados.

67 PURPLE ROSE
Una oportunidad. Sin vuelta atrás. Mi estomago se revuelve. Es mi oportunidad
final para hacerlo bien.

Chequeo la lista DDD. Sólo tres nombres. Espera. Se está poblando mientras veo.
Cuatro, cinco, seis. Las personas deben vivir en diferentes zonas horarios o algo.

Ocho, nueve. Vive y muere.

Secretos. No los puedo llevar conmigo. Si lo hago, cuando me vaya, cuando llegue
a mi destino final, estaré…impura. No tengo más opción que confiar que están
seguros aquí.

Selecciono Foro Final.

Acosados.

Tecleo —Yo no era la única chica gorda en la escuela. Había otros. También
fueron intimidados. Un niño, uno de quinto grado, trajo un cuchillo a la escuela y
tuvo un chiflado ataque, solamente gritando y amenazando gente. Sucedió en el
patio en el almuerzo. Fue expulsado. Escuché rumores de que se había mudado,
luego se había suicidado.

J_Doe050881 escribe: trataste de cargarla con los torturadores. Pero siempre hay más de
dónde vienen.

Exacto. Así que única otra opción es sacar el atormentado.

Esta otra chica se cortaba, recuerdo. Estaba en mi clase de lectura. Podría ver las
costras en sus brazos. A las diez, ya estaba cortándose. A las diez, yo estaba
planeando mi muerte.

Una alarma de reloj zumbó arriba y la apagué. El sol ha salido. Un nuevo día está
comenzando. O terminando, dependiendo de dónde estés.

Ya estoy exhausta. Descansé mi frente en la mesa, pero eso estiró la parte de atrás
de mi cuello y eso duele. Volteé mi cabeza. Ahí está la nota.

Nota secreta de Hervé. Había dicho él, —¿Lo leíste? —Antes de que forzara esa nota
en mí. Me puse de pie y agarré mi mochila de la silla mecedora. Abrí el bolsillo del
frente donde él había deslizado Deseo en la Niebla.

¿Qué había dejado Hervé ahí, un cerote de rata?

Dentro de la cubierta frontal, impresa en tinta azul, hay una palabra: Hervehotsu.

68 PURPLE ROSE
¿Qué es eso? ¿Portugués? Hervehotsu. Estúpido. Es como un nick. Un nick.
HerveHotsU.

Tire el libro en la basura.

La ducha se enciende arriba y pasos suenan en el pasillo. Mirando. Siempre


mirando. Arranqué la nota y la llevé conmigo al baño.

En el retrete, saqué el sobre y desdoblé la cuña de nota. En bolígrafo negro, como


caligrafía, elegantes letras centradas en la página:

MI yo.

La última vez que fue acosada en MI, las personas escribieron mensajes asquerosos
e hirientes. No me limitaré de nuevo. Despedacé la nota en pedazos y lo tiré por el
retrete.

La escuela es la escuela. Soñando por los pasillos. Pasé el tiempo deseando que me
hubiera ido. Nos devolvieron nuestros exámenes en economía y obtuve una D-. Un
rojo garabateado debajo de la nota decía: véame después de clase.

¿Para qué? ¿Confesión? ¿Por qué Kim y Chip habían escogido una escuela
Católica? Ni siquiera creía en Dios.

Mi examen es arrebatado de mi escritorio. La chica sentada junto a mí cubre mi


papel con su brazo y hace algo. Escribe en el. Cuando el profesor no está mirando,
me desliza de nuevo mi examen a mi mesa.

Ella extendió los pies de la D para hacerla lucir como una A. A-.

Está sonriendo. Sonriendo a mí. ¿Por qué?

El timbre suena y soy la primera que sale por la puerta. Me moví a empujones al
baño. En un cubículo, rompo el examen en trozos y los embutí en el contenedor de
tampones usados.

No me toquen.

Él está ahí después de la escuela sentado en el banco con sus brazos descansando
sobre la espalda. Mi estomago da vueltas. DETENTE.

¿Por qué? ¿Por qué las personas están haciendo contacto AHORA?

Me retiré hacia el edificio, en las entrañas del infierno.

Él necesita irse. Todos necesitan. Necesitan saber que no estoy haciendo esto con
ellos.

69 PURPLE ROSE
Capítulo 10
—13 Días—

Traducido por Susanauribe y gaby828

Corregido por kathesweet

ía de basura. Mantengo una caja de bolsas Glad detrás del cajón inferior
de mi armario. Espero que Kim no saque el cajón. Mi ropa es escasa.
Tengo unas bragas, medias y un sostén. Nunca he poseído mucho, ya
que nos mudábamos tan a menudo. No me importa mantener cosas. Extiendo lo
poco que tengo equitativamente entre todos los cuatro cajones. Detrás del cuarto
cajón están mis bolsas plásticas.

Kim ni siquiera pensó en ponerles candado. Mantente alerta, Kim.

Las bolsas plásticas son el mejor amigo de un suicida. Especialmente si escoges


sobredosis. La sobredosis es un método poco confiable, leí, por el peso y altura,
salud en general, reflejo nauseoso… Todo eso trabaja en tu contra. En A-través-de-la-
luz es recomendado que, además de tomar tantas pastillas como sea posible,
deslices una bolsa plástica encima de tu cabeza y la asegures con una correa. De esa
manera si las drogas no hacen su trabajo, si toman mucho tiempo y entras en
pánico, la sofocación te deja inconsciente.

Incluso si tuviera acceso a mis pastillas, no podría tener suficientes para dañar mi
garganta ahora.

En una bolsa de basura va mi delgado montón de prendas, juguetes y la caja de


joyas doradas que Kim me había dado por mi decimosegundo cumpleaños. Ella
preguntó: —¿Quieres invitar a algunos amigos para que venga por pastel y helado?

Yo dije: —No. —Pensé, por favor no me hagas hacerlo. La única vez que escuchó.

Ella dijo: —Está bien, entonces. Seremos solamente nosotros tres.

La caja de música tocaba Un tiempo para Nosotros. Irónico.

Tal vez no la tiraría todavía.

70 PURPLE ROSE
El libro sigue en la basura junto al escritorio. ¿Cómo podía ser tan estúpida? ¿Qué si
Kim lo encontraba y leía el mensaje? No lo entendería, pero pasaría toda la vida
tratando.

Esa podría ser su condena.

No, no soy así de cruel. Arranqué la primera hoja y la enterré en la bolsa Glad.

Teníamos ensayo de coro hoy para el concierto May Day16. No estaría para eso,
pero me había comprometido con el coro. Soy toda sobre compromisos.

Jennifer Jessica sigue empujándome, codeándome, presionando sus hombros


contra los míos. Quería decirle que se calmara. La otra chica en el lado izquierdo
comenzó a hacer lo mismo.

Me moví hacia atrás y la chica de atrás me empujó hacia adelante. Siempre venían
en paquetes de tres.

El Sr. Hyatt detuvo el ensayo. —¿Qué está sucediendo? —preguntó.

Jennifer Jessica dijo: —Nada.

No dije nada, por supuesto.

Él presionó sus labios. El ensayo continuó y también los empujones. Quería gritar,
¡Deténganlo! Dejen de tocarme. Hubo una secundaria donde las personas me
pegaban o me empujaban en el pasillo. Quería perseguirlos y empujarlos tan fuerte
que cayeran de bruces. Pero me metería en problemas o ellos tomarían represalias.
En clase, este chico se sentaba junto a mí y presionaba mi brazo. Solamente
presionaba. Presionaba su dedo en mi piel hasta que hacía una marca. ¿Por qué?
Los chicos siempre han sido presionados contra mí. Pegan notas en mi espalda:
BÉSAME

ESPALDA DE CERDO.

Jennifer Jessica me saca de la línea.

16
May Day, Primer día del mes de mayo en el cual se celebra el día del trabajo.

71 PURPLE ROSE
El Sr. Hyatt le hace señales al pianista para que pare. Dice: —Daelyn, ¿te
importaría cantar en alto?

¿Se supone que debo responder?

Jennifer Jessica resopla. Todos alrededor de nosotros se reían por lo bajo y el


rugido en mis oídos crece.

Caminé con los pies arrastrados para la sección de altos. Les salió el tiro por la
culata, perras. Canto alto.

—Te puedes parar junto a mí —dice una voz. Es la chica de economía. Tiene un
rostro ahora. Un rostro y una voz. Rostro redondo. Voz suave—. Podemos
compartir partitura.

Me siento agradecida. PARA. No lo sientas.

Él no está en mi banca. No quiero decir mi. Nada me pertenece. Cierro la puerta y


camino pasando el árbol. No salió para emboscar.

No tienes idea de cuán aliviada me siento.

Me siento y pongo mi mochila junto a mí; saco Deseo en el Páramo. Exhumando el


peso del día, mis huesos se vuelven gelatina y mis músculos se derriten. Leo:

Maggie Louise toma la mano extendida que el hombre francés, Jean-Jacques, le ofreció. Ella era una
amazona hábil, pero si un hombre, este hombre, quería ayudar con su desensillada, ciertamente no
rehusaría su oferta.

Santana está tramando un susto, pienso. Esperando hasta que estoy ocupada en mí
libro, luego BAM.

Soy tan sabia para escapar de ataques. No me sucederá de nuevo.

Sólo lo llamé por su nombre.

Separarme.

—¿Quiere que enfríe a su yegua, señorita? —Jean-Jacques cantó suavemente en su sexy acento francés.
Tomó las riendas de ella, tocando sus dedos suavemente con sus manos enguantadas. Nunca había

72 PURPLE ROSE
conocido a un chico de establo usando guantes de cuero. Suave y cremosa piel de niño. Si los guantes no
lo hubieran delatado, sus modales impecables y acicalamiento lo hubieran hecho.

—¿Quién es usted? —preguntó ella—. De verdad.

Él se presentó como el entrenador en Longshead, pero Jean-Jacques no era un chico de establos.

Suprimo un bostezo. Duele bostezar. Especialmente en la parte trasera de mi


garganta donde la piel suturada se agarra. Él está retrasado, si viene. No me
importa si está retrasado o si llega temprano. No quiero que salga de la nada es
todo. Con una rata.

—Por mí para saber. Y tú…

—Para descubrir —terminó Maggie Louise.

Nadie nunca descubriría qué estaba sucediendo dentro de mí. Cómo el dolor me
estaba comiendo. Nadie nunca vendría a rescatarme, o a levantarse por mí.

Huelo a regaliz. Me alerta.

Estoy lista mientras leo rápido… Jean-Jacques hace una reverencia. Maggie Louise agarra el
brillo burlón en sus ojos. El juego está comenzando.

Sin movimientos alrededor de mí. Sin presencia. Una esencia fantasmal de regaliz.
Es mi paranoia. Nunca la perderé.

Deseo que yo fuera Maggie Louise. Confiable, deseable, amada. Maggie Louise
tenía amantes en todas partes porque se amaba a sí misma. Incluso si no era la
persona más admirable, siempre engañando a Charles, esperando su perdón,
Maggie Louise veía lo que quería y lo tomaba. Ella nunca hubiera permitido que la
gente la tratara como basura. Charles, por otro lado…

¿A quién le importaba él? Él es débil e impotente en sus manos.

Arranco la página.

Pisadas suenan detrás de mí y me abrazo. El ruido de llaves. Un ruido sordo.


Volteando mi torso ligeramente, espío al hombre de UPS dirigiéndose al edificio.

El camión marchó a ralentí justo frente a mí.

Mi visión se nubló. ¿Dónde estaba? En el banco, con un libro. En el cuerpo de


alguien que yo nunca sería. Arranqué esta página y la siguiente.

73 PURPLE ROSE
Estoy solamente en la página 59 y faltan trece días. Trece días para terminar el libro
y el siguiente, Deseo en la Mina. Saco un puñado de páginas.

Por un momento me siento y miro al espacio. En el camión, un carro pasando. Una


leve añoranza se filtra y no la puedo alejar.

Desearía poder conducir. Nunca llegaría a mi decimosexto cumpleaños.

¿A dónde iría, de todos modos? ¿Al centro comercial con todos mis amigos?

Cuando Kim se llega, me pongo de pie. Deseo en el Páramo revolotea al suelo. Pienso
dejarlo, pero no quiero que él encuentre el libro. Dejándome un mensaje.

—¿Dónde está Santana? —pregunta Kim.

Como si supiera o me importara.

Un total de trece personas están en la lista DDD esta noche. No debería pensar en
ellos como personas. ¿Qué son ahora? ¿Espíritus? ¿Energía? Son felices; eso es todo
lo que sé. Son libres.

Es el turno de Chip para invadir mi privacidad. Al menos él toca primero, lo cual


me da tiempo para apagarlo.

—¿Qué estás haciendo? —pregunta.

Solamente lo miro. Se dirige hacia mi escritorio. Por instinto mi mano se alza para
cubrir el monitor.

—¿En qué estás trabajando? —Engancha su barbilla a mi computador—. En este


momento.

Debí haber pensado en abrir mis textos en mi escritorio o algo. Piensa, piensa.
Agarro mi mochila y saco un espiral. Encuentro un bolígrafo.

Copio, —Estoy escribiendo una historia. Para inglés.

Chip lee mi nota. —Vi que te metiste a Google, luego nada.

74 PURPLE ROSE
Tomo de nuevo el espiral. No estoy segura de qué decir. Chip toca mi hombro y me
estremezco.

¿Cuándo comencé a encogerme con su toque? Él sigue, —¿Puedo leer tu historia


cuando termines?

Copio, —Es aburrida.

Chip se ríe por lo bajo. —Lo dudo. —Se queda mucho tiempo, revisando su reloj—
. Bueno, te dejaré para que lo hagas.

Luego de que se va, me conecto de nuevo. Para el bien de Chip, busco en Google
“Shakespeare”. Escojo “Trabajos coleccionados”. En otra ventana vuelvo a A-
través-de-la-Luz.

Presiono FDH

Explosivos

Efectividad: 4-5 si el detonador funciona apropiadamente.

Tiempo: 10 milisegundos (aproximadamente).

Accesibilidad: 1.

Dolor: 4-5, pero rápido.

Notas: difícil conseguir explosivos efectivos y un detonador. NO usar pólvora, u otro ―lento‖, o
explosivos caseros. Use dinamita o ―plastique 17 ‖. Péguelo a su frente con el detonador.
Estallar una granada en su cabeza también funcionará.

Oh, claro. ¿Dónde conseguiría una granada? ¿Kim, la próxima vez que pases por la
seguridad de un aeropuerto, puedes ver si lo confiscado de alguien es un taco de plastique y un
detonador?

Presiono el link de vuelta a DDD. Tres más. Es confortable, de alguna manera,


saber que no estoy sola.

Muy mal que nunca veré mi nombre en la lista. A menos que puedas acceder a A-
través-de-la-luz desde el más allá. No en un computador, por supuesto. Me pregunto,
sin embargo, si los sabes todo, ves todo. Si escoges hacerlo, ¿puedes monitorear
actividades aquí en la Tierra?

No es que quisiera hacerlo. Pero si tus razones para dejar son para molestar
alguien, o para herir a alguien, podría ser útil.

17
Plastique, una clase de explosivos.

75 PURPLE ROSE
Las mías no lo son. Sólo quiero que el dolor termine.

Sin embargo, hay personas que se van para vengarse de los demás.

J_Doe111192 escribió en el Foro Final: Mi novio rompió conmigo hace 8 meses hoy.
Todos los días me duele más y más. La gente me dice que el tiempo aliviara mi dolor, pero no
lo hace. Me enteré que está comprometido y su novia está embarazada. Me dejó embarazada y
me hizo abortar. Solo tengo 17. Mató a nuestro bebé y me mato a mí. Yo quiero que se sienta
muerto dentro, de la forma en que me hace sentir cada día de mi vida.

¿Cómo sabe que incluso le importa?

El Foro Final está lleno de personas que odian a individuos específicos.

J_Doe122388 escribió como sus tres hermanos lo golpearon: Me habían llamado


mierda de cerdo sin valor y me patearon y golpearon. Dos sostuvieron mis brazos mientras el
otro me quemaba con un encendedor. Nuestro padre también nos pegaba, pero dolía más
cuando mis hermanos se desquitaban conmigo.

Me alegro de que no tener hermanos.

J_Doe060391: En 7mo grado tenía esta mejor amiga en quien confiaba con mi vida. Yo le
conté todos mis secretos, lo que me pasó cuando era pequeña. Verán, mi mamá tenía un
problema con las drogas y a veces dejaba que los hombres tomaran fotos de mí. Yo le mostré
una a mi mejor amiga y al otro día estaba en MySpace y todos me llamaban zorra. Ella dijo
que no podía ser amiga de una niña estrella del porno. NO FUE MI CULPA. ¿Por qué hizo
eso? ¿Por qué lo dijo?

Porque no se puede confiar.

En un día cuento quince historias de personas acosadas. Como que obtenían


mensajes o MI acosándolos, luego diciéndoles que debían morir. Supongo que
pensaron que podría ser que también lo hacen.

He estado ahí. Personas que te engañan diciendo, “Vamos a conversar online”. Y


estás tan desesperada por pensar que era en serio, que das tu nombre de usuario.
Palabras aparecen en tu pantalla: “Cerda”. “Tetas flojas”. Mensajes como: “Derek
está caliente por ti. Quiere salir contigo en una cita.” Y tú piensas, ¿en serio? Hasta
el siguiente MI: “En el Buffet-todo-lo-que-puedas-comer.”.

¿Por qué las personas son tan crueles? ¿Qué les he hecho?

Ni siquiera puedo contar el número de historias en el Foro Final acerca de gente


gay saliendo del closet. Este J_Doe escribió lo que su madre dijo: Desearía que nunca
hubieses nacido. Has arruinado esta familia.

76 PURPLE ROSE
Eso da ganas de morir.

El padre de un chico le dijo, —Prefiero matarte a que seas gay.

Esta salvando a su padre del problema.

Kim nunca me dijo algo como eso: Prefiero matarte a que seas gorda. Pero nunca
aceptó mi forma de ser. Siempre estaba, —Intentemos una nueva dieta. La haremos
juntas. Siempre podría perder diez libras. —Ella estaba pensando: y tú podrías perder cien.
Por supuesto, hice trampa. O lloré en la mesa. Entonces Chip me colaba bocadillos
por la noche. No lo culpo por sabotear mis dietas; él tenía que hacerlas también.
Lastimar a Chip o Kim no es mi intención. No tengo intención. No tengo razón
para vivir, eso es todo. Cuando me vaya, no quiero ser recordada.

Estoy empezando a sentir ansiedad, así que cierro sesión. Un golpecito en la puerta
y Chip asoma la cabeza, —¿Qué estás haciendo ahora?

Si supieras, Chip.

Me mira y luego al computador. —¿Todavía trabajando en tu historia?

No respondo. Dice, —¿Puedo examinar algo?

Se acerca y me levanto de la silla. Me muevo hacia la cama. Enciende mi


computadora y empieza, —Te mandé un mensaje. Solo quiero asegurarme de que
lo recibiste.

No me mientas, Chip. Todos los hombres son mentirosos. Odio creer que mi papá
es uno de esos „hombres‟.

Es difícil verlo sentado ahí, manipulando mi computadora con la esperanza de


manipular mi cerebro.

Es el único lugar donde no tienes acceso, Chip.

—¿Es un archivo Word? No lo leeré, a menos que quieras que lo haga. —Gira la
cabeza y sonríe. Hay, como, terror en sus ojos.

No puedo mirarlo.

Se voltea. —Todo parece estar funcionando.

Excepto yo. Estoy rota.

—Está bien. Todos tus archivos serán enviados a “Compartidos”. Prometo no


leerlos a menos que me lo pidas.

77 PURPLE ROSE
Desearía confiar en él, mi propio padre. Es quien entró en mi computador y
descubrió que estaba en las juntas de suicidio otra vez. Estrictamente prohibido.

Me pregunto cómo reaccionaría a A-través-de-la-luz. Si cree que una página de


internet tiene el poder de influenciarme para suicidarme. ¿Encontrará el confort que
yo al saber que no estoy sola? ¿En la sensación de aceptación de mi decisión? Nadie
está poniendo pensamientos en mi cabeza que ya no estuvieran ahí, Chip.

Se pone de pie. —¿Qué tal un plato de Ben & Jerry?

Esa es su respuesta para todo. Solía ser la mía también. Ahora tengo una solución
más permanente.

Me levanto para seguirlo.

No puedo dormir. Sé qué me está fastidiando. Necesito escoger un método. El


último método que escogí estuvo mal.

Me siento en mi escritorio, tengo que atar la correa a mi cuello. Es un dolor.

Entro en A-través-de-la-luz y selecciono FDH.

Bala en la cabeza

Efectividad: 4-5 si se hace apropiadamente.

Tiempo: bien dirigida, instantáneamente.

Disponibilidad: fácil en USA; mas difícil en países donde las armas son ilegales, como el
Reino Unido, China, Australia.

Dolor: 4-5

Nota: Si no mueres, experimentarás dolor agudo y daño cerebral. Mucha fuerza de voluntad
es necesaria para disparar un arma de fuego hacia sí mismo. La bala puede dañar partes
vitales en el cerebro o desviarse de la cabeza. Es preferible usar una escopeta que una pistola.
Para el uso de municiones use .458 Winchester Magnum o suave-punto lingotes con .44
Magnum. La gente por lo general sobrevive sólo a disparos 0,22 en la sien. Extremadamente
complicado para las personas que tienen que limpiar después.

78 PURPLE ROSE
Sin sangre esta vez. Chip y Kim aun están recuperándose de toda la sangre después
de las veces que me corte las venas. Sí, fallé más de una vez con ese método.

Alguien viene. Tengo que apagar.

Estar en la cama. Jugar al muerto.

Es Chip de nuevo. Conozco su respiración. Me aseguro que la mía no se escuche


para que se vaya.

Mientras me encuentro allí, respirando audiblemente, estoy pensando en el


estúpido nombre de pantalla, hervehotsu. ¿Por qué tiene que ser tan memorable?

No he usado MI en años. No desde la vez que alguien escribió, “¿Eres la loca que
se cortó las venas? ¿Por qué no moriste?” Eso fue mucho antes de que Chip y Kim
se llevaran mi computador por última vez. Cuando lo recuperé, lo entendí: nuevo
comienzo, confianza renovada. Pero vamos a restringir tu usuario con los controles parentales
y las huellas, como lo hicimos antes. Por favor, Daelyn, promételo. No mas salas de chat
suicidas.

Quiero decirles, a Chip y Kim, que los computadores no matan.

Espero sus pasos en la escalera.

Todo esto arriba y abajo, la cama al escritorio, lo está tomando de mí.

La debilidad, la impotencia emocional y psíquica me hace hacerlo. Reviso mi


antiguo nombre de pantalla. Está ahí. Qué extraño. Las personas pueden ser
historia, irse por años, y sus cuentas de MI seguirán activas. Si lo hubiera sabido,
nunca dejaría pistas establecidas.

Creo un nuevo nombre de pantalla. Letras y números aleatorios. Me hace recordar


ese momento cuando un IM apareció en mi pantalla: “Te vi en la ducha en el
gimnasio. ¿Adivina qué? Te tomé una foto.”

Inmediatamente borré a las tres personas de mi lista de amigos. Solo creé esa lista
por un grupo de proyecto de historia y alguien sugirió hablar por MI. Así no
tendríamos que hablar en persona, por supuesto. Así ellos no serian vistos conmigo.

Tan pronto como recibí el mensaje, mi corazón hizo un agujero en mi pecho. Oh mi


Dios, pensé. ¿Y si ponen esa foto en internet?

Por semanas y semanas busqué. MySpace, Facebook, Twitter. Estaba tan


paranoica que no podía ir a la escuela. Me enfermé de preocupación. Lloré tanto
que mamá llamó al doctor.

79 PURPLE ROSE
Como si un doctor pudiera arreglarme.

Odio MI. Se necesita toda mi fuerza de voluntad para añadirlo a mi lista de amigos.
Mientras tecleo hervehotsu, mi pulso se acelera. —¿Estás ahí?

No responde.

Dejo escapar un suspiro de alivio. No está online. Quizás esa “O” es un cero.
Intento herveh0tsu. —¿Estás ahí?

Nada. Está bien.

Miro la pantalla en blanco.

Por el placer de hacerlo, tecleo, —¿Puedo pedir prestado tu portátil por un tiempo? No
para siempre. Es…

Tecleo, —D.

Lo miro. Me recuerda como una chica cambió mi D por una A. También me


recuerda la última vez que alguien me llamo D, y como no quiero recordar eso…

Borro D y tecleo —Daelyn.

Antes de que mis nervios se disparen, pulsé enter.

80 PURPLE ROSE
Capítulo 11
—12 Días, 11 Días—

Traducido por Liseth_Johanna

Corregido por kathesweet

tra razón por la que odio los fines de semana, no importa en dónde estoy o
qué estoy haciendo, o cómo intenten distraerme mis padres, siempre estoy
sola conmigo misma. Los insultos se acumulan en mi cerebro hasta que
estoy lista para explotar.

Cerda enorme. Gorda. Obesa. Regordeta. Rechoncha. Vaca. Vaquilla. Los he escuchado
todos. Algunos en voz alta. Otros en línea.

Entre más me hiero, más como. Sí, yo era una persona gorda. Un doctor me dijo
una vez que era el doble de pesada de lo que una persona de 1,52 m debería. Lo
dijo con una sonrisa:

—Sabes, hay una persona delgada allí dentro intentando salir —Pensó que estaba
ayudando. Me dio la idea de matar dos pájaros de un tiro. Que sean dos personas,
una atrapada dentro de la otra.

Las mudanzas no ayudaron. Cambiar de escuelas todo el tiempo. Kim y Chip lo


racionalizaron con el trabajo de Chip: nuevos nombramientos, ascensos. Estaban
avergonzados de mí, de su enferma, gorda y psicótica creación. Debía haberme
dado cuenta antes del hecho de que siempre nos mudáramos y… ¿cómo lo llamó
Kim?

¿Experimentar un retroceso? Ella sacó eso de un texto de psicología.

Yo lo llamo absurdo. Excediendo mi límite de hipersensibilidad. Mi límite es un


comentario desagradable en el corredor.

—Doble ancho, hazte a un lado. —Mientras me corto la muñeca, la voz se reproduce y


una y otra vez y

Una y otra vez y

81 PURPLE ROSE
Una y otra vez y

Unayotravezy

Unayotravezyunayotravezyunayotravezy,

CÁLLATE.

Al principio, no sabría qué era la auto-inmolación.

Auto-Inmolación

Efectividad: 3–4.

Duración: De segundos, a días.

Disponibilidad: 2–3.

Dolor: 5.

Notas: Si tiene acceso a gasolina y un cerillo, fácilmente se puede prender fuego. Esta es, sin
embargo, una de las formas más agonizantes de morir. Si sobrevive, estará desfigurado por el
resto de tu vida. Se recomienda que mezcle un explosivo con la gasolina para que arda más
rápidamente. Asegúrese de estar lejos de ayuda médica.

Es imposible que me ponga con cosas pirotécnicas. No hay llamarada para lo


dramático, por decirlo así. El método que escoja esta vez no tendrá que dejar
resultado, nada de sangre, excremento, nada de polvo eres y en polvo te
convertirás.

Ahogamiento

Efectividad: 3–4.

Duración: 5 minutos para morir por ahogamiento; 20 minutos para morir de hipotermia

Disponibilidad: 1.

Dolor: 1.

82 PURPLE ROSE
Notas: Encuentre aguas profundas (frías) en un área remota. Hágase peso con rocas en sus
bolsillos. Ate sus manos y piernas. Puede revivirle del ahogamiento con agua fría después de
varias horas, dado que el frío retarda el daño cerebral. El agua más cálida no tiene la ventaja
de la hipertermia (pérdida de conciencia, por lo tanto, dolor), pero es más efectiva para
asegurarse de que morirá.

Muy, muy espantoso.

Chip toca la puerta y salto. Él asoma la cabeza y dice: —¿Estuviste en línea ahora?
Detecté un usuario.

Casualmente, oscurezco la pantalla. Mientras él está revisando mi PC, me inclino


por mi libro.

Chip dice: —Huh. Debe ser uno de los vecinos. Pensé que la red era segura. —Se
frota la parte trasera del cuello mientras se va.

No hay ningún lago o río por aquí cerca. Pero, ¿la gente no muere en las bañeras?
Los bebés se ahogan. Las madres ahogan a sus bebés. ¿No leí que una persona
podía ahogarse en dos centímetros y medio de agua?

Aquello ocupa mi mente. Ahogamiento, ahogamiento, ahogamiento. La gente se


ahoga en las bañeras. ¿Qué tan aterrador puede ser?

No tiene que ser agua fría. Odio el frío. El agua tibia seria tranquilizadora,
relajante. Podría manejar el pánico. Tendría que hacerme peso. Un plan se
cristaliza en mi cerebro. Es como una visión.

El Destino de Daelyn.

Aproximadamente una semana después de que nos mudáramos, Chip dijo:

—¿Por qué no te compro una estantería?

Fue a Lowe‟s y consiguió tablas y bloques.

Kim dijo: —¿Por qué no compraste simplemente una unidad de estantería pre-
armada?

Hubo un incómodo silencio. Chip estuvo forzado a decirlo.

83 PURPLE ROSE
—Las cintas de metal son filosas.

Kim ahogó un respiro.

Los bloques son pesos perfectos. Cierro los ojos y lo veo. Yo, en el fondo de la
bañera con mi cabello flotando en todas direcciones. Por una vez en mi vida, soy
hermosa.

84 PURPLE ROSE
Capítulo 12
—10 Días—

Traducido por Makilith Vivaldi y luisa1229

Corregido por kathesweet

l no está ahí después de la escuela. Bien. Problema resuelto. Llevaré mi


brazalete hasta el final. Puedo leer en la cama cambiándome de lado a lado
durante diez días. Puedo apuntalar almohadas. Puedo teclear en el Foro
Final por cortos periodos de tiempo. Hay un montón para teclear aún si voy a
contarlo todo, pero diez días son una eternidad.

Él aparece de la nada, llevando una pila de computadoras portátiles. La visión de él


hace que mi respiración se acelere. Se deja caer a mi lado. —Tengo tres para que
escojas —Hervé está envuelto alrededor de su cuello—. Dependiendo de lo que
quieres hacer. Si eres una jugadora, este Dell tiene dos gigabytes de Core Duo, otra
giga de memoria RAM, y una llamativa tarjeta de video —Lo coloca en mi regazo.

¿Por qué? ¿Por qué el haría…?

—Este LG tiene una pantalla deslumbrante, pero la piel de serpiente es genial.


Viene con un software que nunca usarás. —La desliza encima de la primera
computadora. Mis muslos sienten el peso.

No puede hablar en serio.

—Este Samsung, al que llamo Mini Me, tiene pantalla táctil y un escáner de huellas,
si piensas en la seguridad. Además, con dos libras es ultra ligera. Acabo de
conseguirla.

Balancea la computadora en la parte superior. Es con la que estaba jugando el otro


día. Hervé gatea alrededor así que está enfrentándome, sus pequeños ojos
taladrando en mis orificios nasales.

Quiero hacerle una pregunta vital. No a la rata.

—Conseguí las primeras dos en Craigslist.

85 PURPLE ROSE
Esa no es.

—La Mini Me fue un regalo de cumpleaños adelantado. Pregúntame por qué.

No me importa. Pero, ¿por qué me darías…?

—Tienen Wi-Fi, por supuesto.

Esa es. Mientras tenga acceso a Internet, puedo entrar en A través de La Luz.

Él espera un minuto, luciendo presumido. Sólo por eso decido tomar su nuevo
portátil.

—Fenomenal elección. Disfruta los tonos que he descargado. Puedes tomar


prestado mis periféricos también, si quieres. O cualquier otra cosa.

No se supone que esté feliz sobre esto.

No conseguirá nada de mí. Debería decirle la verdad, que no expongo, que nunca
lo haré no importa cuán agradable él parezca ser o cuán generoso o desesperado.

Pero maldición. Quiero este computador.

Lo deslizo en mi mochila a mis pies, saco Deseo en el Páramo y una pluma. Escribo
en el margen, sólo la necesito por 10 días. Te pagaré 6 dólares al día.

Él lee la nota y dice, —Que sean diez dólares.

¿Cien dólares? Olvídalo. Me agacho para tomar el portátil, y su mano se extiende


sobre la mía. Reflexivamente, aparto mi mano.

—Estoy bromeando —dice—. No quiero tu dinero.

Lo que significa que tengo razón sobre lo que quiere.

Añade. —Sólo contáctame ¿De acuerdo?

Realmente quiero el portátil. De acuerdo, miento.

Coloca las computadoras rechazadas en la banca junto a él, a su otro lado, saca un
pequeño libro de su bolsillo y se mueve más cerca. NO LO HAGAS. Lo picoteo en
el brazo con mi pluma.

—Ouch —dice, pero se aleja—. Apuñálame, ¿por qué no?

Mi placer.

86 PURPLE ROSE
Se frota su brazo. —No sabía si tenías el siguiente libro en la serie, así que lo
conseguí. Aunque he comenzado desde el final en reversa. —Abre la cubierta
trasera de su libro.

Lo reconozco. Deseo en la Mina.

Se coloca en modo de lectura.

Ahora no puedo leer. Él es… desconcertante.

Me siento ahí fingiendo, con una rata gruñéndome.

—Increíble —dice—. Irresistible. Intrigante. Lo que no entiendo es por qué Charles


está saliendo de esta relación. Maggie Louise es una mujerzuela.

¡No, no lo es! Le disparo una mirada feroz, que desvía con el libro frente a su rostro.

De acuerdo, lo es. Pero ella obtiene lo que quiere al final.

—¿Conoces a la chica en tu escuela con el cabello largo, negro y flequillos? —


pregunta.

¿Se refiere a Jennifer Jessica?

—Tiene una raya azul en un lado.

Jennifer Jessica.

Dice, —Me recuerda a Maggie Louise.

¿Qué? Me muevo para mirarlo, pero está leyendo atentamente, sonriendo.

Ella no es como Maggie Louise. ¿Qué tanto conoce a Jennifer Jessica? Quiero
decirle, ella no es tu tipo. ¿Cómo sé cuál es su tipo? ¿Qué chico no desearía a alguien
como Jennifer Jessica?

Está tirando de mi cadena. Lo odio.

Kim llega. Empaco mi equipo y me dirijo al auto. Esta vez él no me sigue. Bien.

—¿Qué hay en tu bolso?— Kim pregunta mientras me fundo con el asiento y


aseguro mi cinturón del asiento—. ¿Puedo ver? —Extiende su mano.

Debo apretar mi bolso más fuerte porque Kim retira su brazo. —Está bien. Confío
en ti.

Lo revisará después.

87 PURPLE ROSE
Mientras nos alejamos, observo a Santana descolgándose de los escalones hacia la
puerta de la siguiente casa. Las computadoras están colgando debajo de su brazo y
Hervé está montado en su hombro.

—¿Es ahí donde vive? —pregunta Kim.

Él se da la vuelta y saluda con su mano.

Quiero saludarle de regreso, pero… me contengo.

Reducimos la velocidad por una luz amarilla y no sé por qué, pero giro mi torso y
miro hacia atrás para ver si sigue ahí.

Kim dice, —Te gusta. Puedo darme cuenta.

Me apago. No puedes darte cuenta de nada.

El pequeño portátil, el Mini Me, es genial. Mis dedos se ajustan en el duro teclado
enseguida.

La conexión a Internet es automática. Me pregunto si Chip puede detectar un


nuevo usuario o una pieza añadida de hardware. Hasta este punto, realmente no
me importa. Él puede entrar en A través de la Luz.

Me acuesto en la cama e inicio sesión.

Tres J_Doe han respondido a mi última entrada en el Foro Final. Personas que han
sido abusadas verbal y físicamente. Los homosexuales son un estándar. Lesbiana,
zorra, homo, puta, árabe. Ese es uno nuevo. Una chica fue llamada… ni siquiera
quiero decirlo. Por su madre, nada menos.

Depuración, pienso. Deshazte de eso. Cambio hacia Asalto Sexual. La última


entrada es por J_Doe022292: Me atraparon. Los chicos que estaban tras de mí. Me
atraparon después de la escuela, me dieron una paliza y me violaron.

Tecleo, —Él esperaba por mí, para caminar hacia mi casillero. Todos los días por
una semana. Incluso dijo: Hola, D. He estado esperando por ti.

88 PURPLE ROSE
Mi respiración viene en tragos profundos y ásperos. Todo se precipita de nuevo. —
Sus amigos lo llamaban Toomey. Era popular. Siempre había tenido muchas
personas a su alrededor, chicas en especial.

¿Así que por qué escogería a una chica como yo? Si pudiera haber visto a través de
mi estado de delirio en ese tiempo, lo habría sabido. No hablamos. Él sólo tomaba
mi mochila, la colgaba sobre su hombro, y caminaba conmigo.

Tan genial.

—No podía creer que estaba caminando conmigo. Cuando las personas pasaban a
nuestro lado, él los saludaba. Los escuchaba riendo disimuladamente detrás de
nuestras espaldas, pero a él no parecía importarle. Le gustaba por quien yo era.

Qué estúpido. Él no sabía quién era yo. ¿Cómo podría saberlo?

—Me dejaba en mi casillero y se inclinaba como si fuera a besarme. Decía con esa
voz sexy: Gracias por nuestro tiempo especial, D.

Deseé y oré, bésame. Adelante. Puedes hacerlo si quieres.

Nunca había sido besada por un chico. Nunca desde la primaria, las chicas estaban
siempre fanfarroneaban acerca de cómo los chicos las besaban y les regalaban
anillos. Parecía que cada chica en el mundo había tenido un novio para ese
entonces, excepto por mí.

El recuerdo de Toomey me sacude de vuelta a la realidad y me doblo, sosteniendo


mi estómago. Pero lo que duele es mi cuello y siento como si fuera a vomitar. Me
encorvo sobre la computadora y tecleo a rápidamente. —El día que sucedió, estaba
en la fila del almuerzo y las personas estaban golpeando frente a mí. Lo permito.
Siempre se los permito. Tuve que volver a mi casillero porque había olvidado mi
dinero para el almuerzo y él estaba allí. Toomey. Con sus amigos. Eran los chicos
mayores, estudiantes de octavo grado. Empezaron a darse codazos entre ellos
cuando me vieron llegar y Toomey dijo: Hola, D. ¿Qué pasa? Mi corazón se agitó.
Pronuncié las primeras palabras, jamás había hablado con él: Me olvidé de mi dinero
para el almuerzo.

—Oh, ¿sí?

—Vino detrás de mí y me hizo girar. Tomó el billete de cinco dólares que había
sacado de mi bolso y lo sostuvo por encima de mi cabeza. Cuando llegué por él, lo
tiro lejos. Estaba sonriendo. Comencé a reírme y dije: Dámelo, y él dijo: Ven y
tómalo, D. Retrocedió y subió, y yo lo seguí todo el camino hasta la puerta del baño
de chicos. Él entró y me detuve.

89 PURPLE ROSE
—De repente me vi rodeada por la banda de Toomey. Me empujaron por la puerta.
Estaba gritando, pero es lo que la mayoría de las chicas hacen cuando los chicos se
burlan de ellas, porque pensé que era sólo un juego.

¡Se suponía que iba a ser un juego!

—En el interior del baño, un chico bloqueó la puerta y otro me empujó hacia
adelante. Vamos, Toomey, dijo uno de ellos. Dale un beso. Dijiste que ella lo quiere. Él
me sujetaba los brazos en la espalda. Toomey sonrió, mirando de reojo, entonces se
inclinó tan cerca que podía oler su aliento agrio. Los otros chicos gritaban: Hazlo,
hazlo… Miré a Toomey y sus ojos cambiaron a negro.

Me daba miedo. Era como si se hubiera transformado en una persona diferente. Un


monstruo.

—Se inclinó para besarme, pero me di la vuelta. Me agarró la barbilla y estrelló sus
labios en los míos con tanta fuerza que mi cabeza se inclino y me golpee con la
pared. Los chicos me habían fijado contra la pared, mientras que Toomey secaba
sus labios como si probar los míos hubiera sido asqueroso. Escupió en el fregadero,
y dijo: ¿Quién sigue?

Me alejé y corrí hacia la puerta, pero me atraparon.

—Traté de gritar, pero una mano tapó mi boca. Alguien me agarro un pecho y me
dijo: Hey, hay mucho ahí abajo. Apretó tan fuerte que dolió. Toomey, tú dijiste que te
peguntabas como luciría un grasoso arrozal desnudo. En el fregadero, Toomey me miró
de arriba abajo.

Luché con todas mis fuerzas para liberarme, pero los chicos eran fuertes y
decididos.

—Uno de ellos me levantó la blusa y todos dijeron, Whoa. El tirante de mi


sujetador se había roto en la lucha. Por un segundo me soltaron, y me eché a corre
hacia la puerta, pero alguien agarró mi falda, por lo que me di la vuela y lo esquivé
dentro de un cuarto de baño. Una mano me agarró la pierna, resbalé en el piso
mojado y me caí, y trataron de sacarme, pero me aferré a la taza del baño y no
pudieron. Sentí que mi falda se levantó y me tumbé en el suelo y apreté las piernas
juntas. Uno de ellos dijo: Vamos, amigo. Déjala libre. Toomey replicó: Yo digo cuando
nos vamos. Trató de bajarme las bragas, pero no pudo llegar muy lejos.

Por favor váyanse, yo rezaba. Apreté la cara en la taza del baño y cerré los ojos,
rezando a Dios.

—Toomey puso su pie sobre mi trasero y dijo: Trasero de ballena. Sentí la presión,
como si él me fuera a aplastar. Acúsanos y te mataremos, cerda. La puerta del retrete se

90 PURPLE ROSE
cerró de golpe. Los chicos rieron. Cada uno de ellos golpeó la tapa antes de irse.
Entonces estaba sola, temblando y resollando y tirando de mis bragas.

Eso va más allá de la intimidación. Siempre de lo que tienes miedo es de lo que


podrían hacerte físicamente.

Lo que harán si confías en alguien.

Levanto la vista hacia el monitor, donde J_Doe030393 ha escrito: Fui violada por mi
padrastro y su amigo.

Lo que hicieron no fue violación, pero me sentí violada.

Todavía estoy allí. Pegajosa por la orina en el suelo y estoy atascada con ella.

Huelo el pipi en mis manos a veces. Mis dedos se pegan entre sí. A veces tengo que
lavarme las manos hasta que estén limpias.

J_Doe030393 sigue: Cerró la puerta después que todos fueron a la cama. No podía acusarlo.
Él me dijo que me llevaría fuera a un campo y me mataría. Yo deseaba que lo hiciera.

Si estás aquí, no te mató.

Estoy atrapada entre el entonces y el ahora. No puedo dejarlo y no puedo seguir.


Ellos dejaron la puerta tan dura que no se podía abrir. Tengo que meterme debajo
para poder salir y me atasco, soy tan gorda. Por fin me retuerzo y me muevo para
liberarme. Encuentro mi clase en la línea del almuerzo y Toomey está ahí,
hablando con mi profesor. —Ella —Me apunta—. Estaba en el baño de los chicos.
La he visto allí antes de esconderse en la puerta para vernos mear. Es una
pervertida.

Líneas se desplazan a través del monitor. J_Doe021594 ha escrito: Mi padre solía


encerrarme en el sótano los domingos. Se emborrachaba y venía a mí con un cinturón.
Golpeaba mi espalda hasta que sangraba y luego me ataba y me violaba.

Terror.

Estaba aterrorizada también.

Una chica de mi clase dijo, —Qué asco, apestas. —Y todos ellos se alejaron de mi.
Llevé las manos al frente y estaban muy sucias y olían a orina. La siguiente cosa
que sé es que estoy en la oficina de la directora y ella exige saber por qué estaba en
el baño de los chicos. No puedo decirle porque… No puedo. Llama a mamá.
Pervertida pervertida pervertida pervertida pervertida pervertida pervertida, todo el atasco
de las voces juntas.

91 PURPLE ROSE
DETENTE.

J_Doe022786 escribe: En mi escuela está este ritual de iniciación, creo en el 7º grado los
llaman sevies18, deben mantener la cabeza sumergida en el remolino de los inodoros sucios.
Mientras que alguien te sujeta por la cabeza; sin embargo alguien tiró abajo mis pantalones.
Me metió un lápiz en el trasero. Eso no era parte del plan. Yo era un sevie elegido.

Todos estamos aquí elegidos.

Ese día, como todos los demás, mamá vino a recogerme. Sé que no estaba contenta
con ser llamada fuera de su trabajo otra vez. La oigo exhalar con exasperación.

Ella pregunta, —¿Qué pasó esta vez, Daelyn?

Me pongo a llorar.

La directora dijo, —Al parecer ella se mete en el baño de los chicos.

—¡No, no es así!

Mamá me mira.

Sollozo y trato de calmarme. —Ellos me metieron dentro. Me encerraron en el


baño. —No puedo describir el resto. Por favor, mamá, no me hagas decirlo.

Mamá le dijo a la directora: —¿Por qué habría de colarse en el baño de los chicos?

La directora no responde, ya que la respuesta es obvia.

Mamá titubea durante un largo minuto, luego dice: —Creo en Daelyn. Ella nunca
me mintió.

No lo había hecho, hasta entonces. Nunca le dije toda la verdad.

La directora pregunta: —¿Sabes quién lo hizo? ¿Puedes identificar a los chicos?

Ahí es cuando empieza el rugido en mis oídos.

—Cuéntame —dice la directora—. Dime quién lo hizo.

Me está gritando, como si todo fuera mi culpa. Tengo que taparme los oídos.

Mamá se pone de cuclillas para estar a nivel visual conmigo y aleja las manos de
mis oídos. —No podemos ayudarte, cariño, a menos que nos digas quién fue.

Trago saliva. En un hilo de voz, digo: —No recuerdo.

18
Sevies, estudiantes perdedores de séptimo grado, usualmente molestados por los de octavo grado.

92 PURPLE ROSE
—Yo creo que sí —dice la directora, con tono acusador.

Mamá aprieta mis hombros y mis brazos con tanta fuerza que está exprimiéndome.
—Dinos, Daelyn. Dímelo

La consecuencia de delatarlos… No solo eso, sino la humillación. Era un juego.


Jugar con la chica gorda.

La directora dice: —Nunca has informado nada de esto a los mediadores. No tengo
un informe —Le dice a mamá—: Tenemos un programas de estudiante mediador
para manejar la intimidación.

Que ridículo. ¿Espera que la gente sea policía?

La directora añade: —Tenemos una política de cero tolerancia.

Cero tolerancia para la verdad.

En el auto de camino a casa, me derrumbé por completo.

Mamá dijo: —Daelyn, por amor de Dios. ¿Vas a dejar de llorar? Fue una broma
tonta Tal vez los chicos se burlan de ti porque secretamente les gustas —Me sonrió.

Casi vomité.

Mamá dijo: —Olvídalo. Todo terminó ahora.

Nunca terminará

Y añadió: —No vamos a decirle a tu padre, ¿De acuerdo? Ya sabes cómo se pone.

No se lo dije. Y nunca le dije toda la verdad. ¿Qué importa? No había nada que
pudiera hacer, nadie puede hacer nada o hacer su voluntad.

Un mensaje instantáneo aparece en la pantalla.

herveh0tsu: Hola, D. ¿Qué tal?

Lo apagué.

93 PURPLE ROSE
Capítulo 13
—9 Días—

Traducido por kuami y carmen170796

Corregido por Andy Parth

e está esperando en la puerta, algo que él nunca ha hecho. Sus brazos


están cruzados y se ve molesto.

¿Qué?

Yo estoy detrás de la puerta y espero. Él no se mueve ni habla. Muy bien.

Abro la puerta y él tiene que salir de mi camino cuando yo paso a través. Él dice:
―Si no vas a comunicarte conmigo, quiero que me devuelvas el portátil.

Yo no respondo.

―Vamos ―dice, juntando sus manos suplicando―. ¿Por favor?

Sus ojos son de color azul profundo, oscuro, y me sorprende que se contraigan. No
puedo notar el color de sus ojos. Agachando mi cabeza, me hundo en el banco.

Él dice: ―Mi último amigo de por aquí se trasladó a Alemania, y todos los demás
en la escuela de educación a larga distancia viven fuera de estado. Yo no los
conozco de todos modos. Así que estoy solo. ―Él lleva puestas unas sandalias
desgastadas y las uñas del pie están pintadas de color púrpura. No sabía que los
chicos se pintaban sus uñas. No sabía que ellos se sintieran solos. Sin embargo, eso
explica por qué él está hablando conmigo, por lo menos en parte.

Él está de pie allí y yo saco la computadora portátil de mi bolsa.

―¿Funciona bien? ―me pregunta―. ¿Quieres que me acerque y te instale algo?

Se lo doy a él, pero él no lo acepta.

―Me dijiste que lo necesitabas durante diez días, así que llevo la cuenta. ¿Por qué
diez días?

94 PURPLE ROSE
Cuando suspiro cansada, él se desploma en el suelo a mis pies, doblando una
rodilla en el pecho y un brazo alrededor de ella.

Él tiene pelusa facial, del tipo que parece un esbozo. Él es atractivo… para ser
idiota. Demasiado inteligente para mí. Aprieto el portátil en el pecho y lo cierro en
el interior, como la almeja que soy.

―¿Recibiste mis MI?

No sé por qué estoy temblando y mi respiración es irregular. Con las manos


temblorosas, intercambio el portátil por mi libro. Lo abro en el capítulo trece.

Maggie Louise dio unos golpecitos en la puerta de Jean-Jacques. A esta hora, medianoche, la casa estaba
llena de ruidos nocturnos. El tic-tac del reloj de péndulo en la sala, la brisa del páramo resonando en una
contraventana suelta, los inquilinos fantasmas se arremolinaban en la escalera y chocaban en el
vestíbulo. Los sentidos de Maggie Louise se intensificaron, y cuando Jean-Jacques abrió la puerta, todos
sus deseos despertaron.

Maggie Louise nunca se permitiría ser violada.

Él soltó su pierna y la dejó al lado de la otra.

Mira, creo. Yo no le pedí que viniera aquí. No me importa si hiero sus sentimientos
o si se desilusiona, o si piensas que ni siquiera puede atraer a una chica gorda, fea y
muda.

No me importa. No me importa.

―Tengo la enfermedad de Hodgkin ―dice.

Mi respiración se detiene. Eso es cáncer, ¿no?

―Me estaba remitiendo y pensé que lo podía vencer, entonces justo antes de mi
última visita de seguimiento, encontré un bulto.

Él está haciendo esto.

―Las recaídas ocurren casi siempre dentro de los primeros dos años. Casi.
Siempre... ―Su voz suena lejana.

No estoy mirándolo, a pesar de que el sol está brillando en su cara y que brilla en su
pelo. Su cabeza cae hacia atrás y los dedos sus pies se extienden hacia arriba. ―No
estoy diciendo esto para que sientas lástima por mí.

Él me mira a los ojos y arquea sus cejas. ―A menos que eso funcione.

95 PURPLE ROSE
Todo el mundo es mentiroso. Todo el mundo que he conocido. Él está mintiendo
sobre el cáncer.

Veintitrés J_Doe en el DDD hoy. Veintitrés completaron. Kim asoma su cabeza


por la puerta. ―Tu padre va a trabajar hasta tarde, por lo que sólo vamos a estar
nosotras para la cena. ¿De dónde sacaste eso?

Cierro la tapa y ajusto el portátil a un lado de mi cama. ―¿Santana te lo dio?

Sí, Kim. Porque él está enamorado de mí. Él me encuentra bonita y deseable.

Soy la mayor mentirosa de todos.

Me deslizo al borde del colchón y Kim dice: ―No estás usando el corsé.

Camino hacia mi escritorio y abro un cajón. Está vacío. Mi mochila está colgada en
el respaldo de la mecedora, y voy hacia ella, escarbo alrededor buscando lo que
necesito. Un bolígrafo. La parte de atrás de una hoja de problemas de matemáticas
que nunca me molesté en comenzar. Y escribo: ¿Puedo dar un paseo? ―Se la doy a
Kim.

Ella lee la nota. ―¿Dónde?

Pongo el bolígrafo sobre el escritorio y miro fijamente mi monitor en blanco.

Kim me mira, mira hacia abajo a la nota, y de nuevo hacia mí. Ella baja la nota a
un lado y dice: ―Supongo que no quieres que camine contigo.

Siento sus ojos, su necesidad primordial para llegar a mí. Y yo estoy demasiado
lejos.

―Está bien ―dice―. Pero voy a seguirte.

96 PURPLE ROSE
Inspecciono el reloj en la repisa de la chimenea antes de salir de la casa. El tiempo
lo es todo. ¿Cuándo y cómo? La ruta a la escuela se traza en mi cabeza. A la
derecha la Avenida 26. A la izquierda Wadsworth Boulevard. Tres kilómetros,
aproximadamente, a la Alameda y al Centro Comercial Belmar, entonces dos
bloques del este al St. Mary.

Son veinte minutos en el automóvil. Lo que necesito saber es cuánto tiempo me


tomará ir a casa de la escuela a pie.

No entendí que quiso decir Kim cuando dijo que iba a seguirme en el automóvil.

Ella se movía sin rumbo fijo detrás, parando en las entradas de autos o calles
laterales a cada rato para dejar pasar el tráfico. Un tipo le tocó la bocina y le hizo
un gesto obsceno con el dedo.

Lánzaselo de vuelta Kim.

Ella sólo lo dejó estar.

Un nuevo Walgreens está subiendo en el punto medio. Me duelen los pies. Debería
de haber cambiado los mocasines escolares. Sólo que son los únicos zapatos que
tengo ahora.

Kim se incorpora junto a mí y baja la ventanilla del pasajero: ―¿Dónde vas,


Daelyn?

Ella no conoce la ruta ahora.

―¿Qué estás haciendo?

Cronometrando el tiempo, Kim. No lo sabrás hasta que haya terminado. No me


encontraras a tiempo.

Supongo que podría hacerlo por la noche, drogarlos antes que se vayan a la cama,
pero como he dicho, no tengo acceso a los medicamentos. De todos modos, las
drogas son impredecibles. Podría matarlos, y esa no es mi intención.

No, esta vez no van a pensar en inspeccionarme siquiera. Ya que los dos estarán en
el trabajo.

La señal de Confort Dental se ve a lo lejos. Mi garganta está seca y me duelen las


piernas. Este es más esfuerzo físico del que mi cuerpo está acostumbrado. La
cáscara sin valor de un cuerpo. Yo espero que ellos lo incineren.

Y no guarden la urna.

97 PURPLE ROSE
Finalmente veo la escuela. El cerco alrededor de la Academia de St. Mary. Una tos
seca rasga mis cuerdas vocales, lo que queda de ellas.

―¡Eh! ―su voz se oye en la calle―. Daelyn. ―Con mi visión periférica, lo veo
lanzar una hamaca sobre su porche y andar con paso largo hacia mí.

Él parece estar perfectamente bien. Él no está enfermo. Él tiene esa rata estúpida en
la mano.

―¿Qué pasa? ―Él camina a mi paso junto a mí. Estoy de nuevo en movimiento.

Y a cincuenta metros de la verja.

Me da pánico. Hay un fallo en mi plan. No tengo un reloj. El tiempo no significa


nada, salvo ahora.

Me giro y frenéticamente pincho a mi muñeca. Santana frunce el ceño. Entonces él


lo entiende, porque él dice: ―No lo sé. No llevo reloj.

Maldita sea. MALDICIÓN.

El CR-V de Kim resopla en la acera. Voy corriendo hacia él y apoyo la cabeza en la


ventana. Cinco y cuarenta y ocho en el reloj del coche. Mi respiración se hace más
lenta. Yo calculo: Una hora y trece minutos. Agrego tres minutos del baño de las
chicas de la oficina donde voy a esperar el visto bueno para salir.

Tendré que ir al primer período, para asegurarme que mi asistencia queda


registrada. Entonces, escribiré una nota a mi maestro de que mi garganta se siente
inflamada y tengo que ir a la oficina para llamar a mi madre.

―No pareces estar caliente ―dice él―. Quiero decir, siempre te ves hermosa. Pero
te ves toda roja e hinchada.

Lo corto con una tos seca.

—¿Te encuentras bien?

Me inclino jadeando y resollando haciendo un esfuerzo para respirar.

Él toca mi espalda.

¡No me toques!

―¿Daelyn? ―Kim llama por la ventana. Una puerta se cierra de golpe.

Mi brazo se tira hacia atrás, tirando de mí, mi cuerpo en la calle y hacia el banco.
Él se cierne sobre mí.

98 PURPLE ROSE
No puedo respirar.

—¿Necesitas agua ?—él pregunta

Estoy jadeando.

—Aquí, agarra a Hervé. —La rata cae en mi regazo.

—Entrare y te conseguiré algo de agua —Lo escucho decir—. ¿Ella tiene asma o
algo? ¿Tienes un inhalador?

Kim dice—Agua. Sí. Gracias.

Hay una rata en mi regazo. Un silencioso grito araña mi pecho y estrechar mi


respiración aún más.

La rata brincó hacia mi hombro y un pedregal sonó en mis oídos. ¿Esa soy yo? Una
sarrosa cola cosquillea mi brazo.

Kim está allí.

¡Llévatela! Quiero gritar. Quítamela.

—¿Muerde? ―Ella pregunta.

¿Cómo lo voy a saber? Los bigotes cosquillean mi cuello.

Kim se sienta en la banca, manteniendo su distancia. ―¿Por qué no me pediste que


te condujera a aquí si necesitabas volver a la escuela? ―Ella suena enojada―.
¿Olvidaste alguna tarea? ―Ella deja salir un pequeño chillido mientras la rata se
lanza a su regazo. Estoy respirando con dificultad y temblando por doquier. Podría
estar muriendo.

―Aquí vamos. ―Él galopa con una bolsa de plástico, la cual empuja a mi cara. Él
levanta mi retardado brazo para cogerla. La taza esta lamosa, como agua
derramada o mezclada con su sudada mano.

Sosteniendo mi mano, él levanta la taza hacia mis labios.

Para de tocarme.

Oh, Dios. Líquido.

Bebo la taza entera de agua fría.

―¿Mejor?

99 PURPLE ROSE
Quita su mano y yo pestañeo un sí.

―Puedes acariciarlo ―le dice a Kim―. De hecho aquí. Él ama tener su barriga
frotada. ―Santana arranca la rata del regazo de Kim y la levanta; la extiende
longitudinalmente en frente de Kim.

Puedo respirar de nuevo.

—Está bien —Kim continua―. No me importa tocarlo.

Sonrió interiormente mientras ella se aplasta contra la parte posterior de la banca.

―Awwwww. ―Santana levanta la rata hacia su cara y acaricia su abdomen―. Las


señoritas no están apreciando tu genialidad de rata, mi amigo. ―Él gira a Hervé
sobre su cabeza y hombros No estoy observando en realidad. Aún estoy sintiendo
el líquido calmante deslizarse hacia debajo de mi garganta mientras presiono la fría
taza en mi frente.

Kim se acerca y gira un brazo a través de mi hombro. Siento la pesadez. No siento.


No puedo mirarla porque se lo que veré.

Desamparo, debilidad, un reflejo de mí.

―Oh. Aquí. ―Santana saca algo de su bolsillo y la lanza a mi regazo. Una barra
energética―. Ariel las compro por cierto.

Kim gira su cabeza hacia Santana. ―Gracias. ―Ella se pone de pie, aparenta
tranquilizarse—. Nosotros estábamos de camino a Dairy Queen.

No. Sé que es lo que va a hacer.

—¿Te gustaría unírtenos?

Brinco y la barra energética sale volando. Empujo la taza hacia Santana y me dirijo
al auto. Él dice, lo suficiente alto para que lo escuche: —Gracias, pero le prometí a
Ariel que la esperaría. Es mi noche de cocinar.

Las pisadas de Kim detrás de mí. Las de Santana también. —Hey, tú deberías ir a
On the Border 19en Belmar. Pide sentarte en la sección de Ariel. Ordena guacamole.
Mientras ella está preparando la mesa, dile que Santa quiere con bastante cilantro,
cariño. —Me volteo y lo veo sonreír.

No me importa quién es Ariel. ¿Ariel quién?

—¿Para otra ocasión? ―Santana le dice a Kim.

19
On the Border: Restaurante de comida mexicana.

100 PURPLE ROSE


—Definitivamente —Ella sonríe.

Me meto en el carro.

Él lame su dedo índice y lo zampó en el aire. —Presión baja en su punto mínimo


descendiendo desde el norte. Una ola de frío esperará moverse para la medianoche.
A abrigarse señoritas.

Por la ventana, él me entrega la barra energética. En sus ojos, una pequeña sonrisa.

La tomo. Santana se va de modo tenue —Hervé dice que comas más, flacuchos
huesos.

No soy tan flacucha. Ya no soy gorda. Nunca seré flacucha. Fui a un campamento
para gordos. No vamos a hablar sobre lo que paso ahí.

Fui forzada a ir. Aun me siento gorda… Siempre seré gorda y fea.

Navego por el Foro Final, hacia Intimidación. Necesito abrir el clóset ahora que
revele ese miedo.

—Mi mama pensó que mudarse ayudaría… —Tecleo—, mudarse solo lo hizo peor
porque era la nueva chica gorda. Los chicos me empujaban en el corredor. Ellos
surgían desde detrás de mí e iban graznando y caminando como patos. Uno me
llama Krispy Kreme.

Ellos me enferman.

—Una mañana, esto fue al principio de quinto grado, ellos dijeron, “Acércate.
Queremos mostrarte algo.” Yo no confiaba en ellos, pero luego dijeron, “Es un
secreto. No le puedes decir a nadie.” Como si ellos quisieran que fuera uno de ellos
o algo. ¿Cuán ingenua soy? La puerta del conserje estaba abierta y cuando me
asomé ellos me empujaron hacia adentro y la puerta de acero repico cerrándose. Se
cerró automáticamente. NO podía voltear la manija. Golpeé la puerta y grité: “Esto
no es divertido. Déjenme salir”. El tiempo pasó, como diez o veinte minutos.
“¡Ayuda!” Grité. “Estoy aquí. Alguien me encerró aquí. Sáquenme”. El olor en ese
closet picaba mi nariz. No puedo quitármelo… aún.

J_Doe061171 escribe: Mi amiga —mi ex amiga— empezó el rumor de que yo era una
lesbiana y alguien roció pintura en un lado de mi carro LESBIANA.

101 PURPLE ROSE


Tecleé: —El closet apestaba a amoníaco y vómito. Yo gritaba “¡Ayuda! ¡Ayuda!”.

Cierro mis ojos y estoy allí, aterrorizada. NO hay luz. Todo lo que puedo ver son
sombras moviéndose, como arañas y ratas y más ratas.

Estuve ahí cuatro horas. Golpeando la puerta. Tenía que orinar. NO podía
aguantar.

J_Doe090192 escribe: Tengo miedo de dejar a mi caballo. Todo el mundo está detrás de
mí. Yo he sido diagnosticado como esquizofrénico paranoico, pero no lo soy. Sé que están
detrás de mí.

—Finalmente —Tecleé—, como ocho horas después, el conserje abrió la puerta. Él


estaba con la policía y el director. Y mi mama y papa. Me puse de pie en mis
inestables piernas. “Oh Daelyn” Aún puedo escuchar la compasión en la voz de mi
mama. “¿Qué paso esta vez?”

Ella me culpa. Alucino a partir de los vapores del amoníaco y el golpeteo y mis
manos están todas ensangrentadas y ella me culpa. Papa me recoge del suelo,
físicamente, y gruñó debido al peso. Aún era gorda en ese entonces. Siento frío y
humedad en mis piernas.

Tecleo: —Siento el frío en mis piernas. Mi papa dice “Estás mojada. Ella está toda
mojada” él lo anuncia al mundo. Estoy a punto de morir de vergüenza. Sí, oriné en
mis pantalones.

J_Doe090878 escribe: Cosas malas pasan en la oscuridad. La maldad espía detrás de


puertas cerradas.

Oh, eso es profundo. Tú eres un verdadero filósofo.

¿Hay alguien aquí escuchando?

Golpeo el teclado, sacando mi frustración y enojo. —Mi mama dice “¿Has estado
aquí todo el día?” “Sí” Le digo. Ella le grita al conserje. “¿Ni siquiera alguien notó
que ella estaba perdida?”

Ese mismo agudo chillido en su voz cada vez en el hospital ―¡Haz algo!‖ Cuando
corté mis muñecas. ―¡Ayúdala!‖ La vez pasada también. ―¡Alguien ayúdela!
¡Ayúdennos!‖

Tú eres inútil, ambos. Todos nosotros.

J_Doe040595 escribe: MI padre me molestaba sexualmente cuando tenía seis.

¡Pon eso en agresión sexual! ¿NO puede esta gente leer?

102 PURPLE ROSE


Empiezo a teclear el resto, entonces me doy por vencida. ¿A quién le importa de
todas formas? Tuvimos una suplente ese día y nadie le dijo que yo faltaba. Krispy
Kreme.

Respiro profundamente y me acuesto sobre mi almohada. Ser encerrada en un


closet no es nada. Orinarte no es nada. Sentarte en tu propia orina y amoníaco y
vómito, tus dedos cubiertos de sangre, es irrelevante.

No debí haber estado ahí. Nunca debí haber nacido.

Para cuando tenía diez ya conocía mi destino. Para la escuela secundaria tenía un
plan de escape, de control. Siempre hay una manera de salir. Todo lo que tienes
que hacer es tomarla.

103 PURPLE ROSE


Capítulo 14
—8 Días—

Traducido por: Xhessii y Kathesweet

Corregido por Andy Parth

na pregunta aparece en mi monitor:

¿Cómo llegarás a la luz?

¿Qué significa? ¿Cuál va a ser la manera en que me trasporte? ¿El Expreso


de los Espíritus?

Asumo que irás. Que flotarás, volarás o te evaporarás. Eres chupado por un vórtice.
Eres sacado de tu cuerpo. Que subes vertiginosamente o eres propulsado. Que los
ángeles cantan mientras subes.

No creo en ángeles. Hubo un tiempo en que lo hacía. Incluso hablaba con Dios.
Mientras cortaba mis muñecas, le decía a Dios: ―Llévame. Por favor. Aléjame del mal‖.

Cuando Dios no lo hizo, me hizo cuestionar mi fe. Tan pequeña como era.

La segunda vez, lo puse en claro. Amenacé a Dios: ―Bien, escucha. Si me salvas otra
vez, te odiaré. Nunca te perdonaré y dejaré de creer‖.

Dios no me escucha.

Mantengo mis promesas.

¿Cómo llegarás a la luz? Tal vez lo pienso demasiado. Ellos quieren conocer mi
método. La manera de irme.

Tecleo: Ahogándome.

104 PURPLE ROSE


En el desayuno, Chip dice: —La nueva laptop tiene contraseña. ¿Me darás la
contraseña?

Supongo que Kim le dijo. Le había dicho a Kim: «No dejemos que Chip se entere
de nuestro pequeño y sucio secreto.»

Chip agrega: —No leeré tu historia.

—¿Qué historia? —pregunta Kim.

—Ella está trabajando en una historia. Para Inglés, ¿verdad?

Me meto una cucharada de cereal.

Kim mueve su café. —Si ella habla con Santana, está bien. Son amigos. —Me
sonríe.

Me quito mi lodo.

Un largo minuto pasa.

—Así, que escribe tu contraseña antes de que te vayas —Chip mete sus platos a la
lavavajillas.

Casi lo saludo como a un militar. Le daré mi contraseña, pero no podrá entrar. Está
protegida con huella digital.

Él se recuesta en la banca, sus manos están debajo de su cabeza. Está descalzo. Sus
sandalias están en el pasto y está usando esos shorts de camuflaje que le cuelgan. Se
rasuró hoy. Incluso se puso una dosis de loción para después del afeitado que huele
como lima.

Una persona con cáncer no se preocupa por loción para después del afeitado.

—¿Viste el arcoíris lunar esta mañana? —dice—. Apuesto que sabes de arcoíris
lunares. Es un conocimiento raro, pero tú eres una persona extraña.

Qué hilera. Él no me mira y yo ni lo miro ni lo escucho.

105 PURPLE ROSE


—Tengo un sexto sentido sobre la gente —dice—. O tal vez sea un séptimo sentido.
Lo supe desde la primera vez que te miré, aquí en mi banca, debajo de este árbol de
magnolias.

No hay cosa tal como el séptimo sentido. Es mi banca.

—Los arcoíris blancos o arcoíris lunares son arcoíris en la niebla. Pero tú ya lo


sabías. Tienes que mirar mucho para ver uno. Tienes que saber lo que realmente
estás buscando.

Él es un costal de mierda.

Llovió toda la noche. Estaba en lo correcto sobre la lluvia. Hubo neblina densa esta
mañana.

Estaba parada al final de la banca, golpeándolo con mi pie. Finalmente mueve sus
piernas y se sienta derecho. Se ríe tontamente y aprieta los dientes agarrando la
banca. —Oh —dice.

Me siento. Saco mi libro y me dirijo a mi separador.

Maggie Louise cierra sus pantalones de montar y le dice a Charles: —Terminé mi lección de montar.

Charles mira sobre su libro. —¿Crees que deberías montar con esta niebla?

—Ariel es mi mamá, como no dudaste en imaginar cuando fuiste a On The Border.


No quiero que te consumas con una furia por celos, pensando que tengo mujeres
por toda la ciudad.

Alzo el libro hasta mi rostro para esconder cualquier rastro de una sonrisa. Él no es
el semental que cree que es.

—Sólo hay una chica en mi vida. —Se pone de pie.

¿Ya se va?

—Maggie Louise.

¿Quién te verá en la oscuridad?

106 PURPLE ROSE


Él es gracioso. Un idiota, pero gracioso. Si realmente tiene cáncer, ¿por qué no lo
demuestra? ¿No debería estar calvo o en cama? Mi enfermedad es invisible, excepto
cuando me caigo y tengo que usar collarín.

Presiono enter, pero no me contesta la pregunta.

¿Quién te verá en la oscuridad?

No será Dios. Estas preguntas son molestas. ¿Qué significan? ¿Quién lo pregunta?

Kim no me verá, espero, si estoy mirando por la oscuridad. Aunque ella será quien
me encuentre. Ella conducirá a St. Mary‟s después de clases y verá que no estoy
donde se supone que debo estar. Tal vez él esté ahí. Con Hervé, por supuesto.
Hervé Villechaize Junior. En otra vida encontraría eso cómico. Él ve Fantasy Island,
como lo solía hacer yo. En otra vida tal vez las ratas no me aterrorizarían.

Él diría: —No la he visto, Señora R. Creo que tal vez está enferma.

Ella sólo me deja añorar mi casa cuando en realidad estoy físicamente enferma.
Siempre voy. Lo tomo y lo tomo y lo tomo.

Kim diría: —La dejé en la escuela. —Punto A—. La vi ir al edificio.

Cada día soy su carga, tiene que esperar hasta que entre.

Ella me ve abrir la puerta, cerrarla, caminar en la acera, subir las escaleras de


mármol, agarrar la manilla de hierro, abrir la puerta, entrar.

Ella saluda. El último día, supongo, la saludaré también.

No. Eso se grabaría en su memoria.

Si soy el deber de Chip ese día, mi DDD, probablemente manejará hasta que entre
en el edificio. Usualmente confía en que me las arreglaré cuando pase la puerta.

Hay un maestro en la puerta que revisa identificaciones y bolsos. Debemos cargar


el bolso oficial del St. Mary‟s. Es azul marino con un sello dorado. Puedes
convertirlo en una mochila o cargarlo como un bolso.

Nunca tuve opción porque mi collarín me pedía un bolso.

La primera cosa que hacía cada mañana es ir a la capilla. Pasaba mucho tiempo
antes de clases, por no pasar mucho tiempo en el patio con las otras chicas. Y con
todas las Jennifer Jessicas.

Las chicas me asustan más que los chicos. Los chicos son crueles. Las chicas son
malas.

107 PURPLE ROSE


Una vez en arte teníamos que formar vinas para hacer retratos. Cuándo fue esto,
¿en séptimo grado? Esta chica, cuyo nombre no recuerdo y que no me importa,
estaba conmigo. Ella era bonita, o lo hubiera sido sino hubiera tenido el ceño
fruncido todo el tiempo. Mi retrato de ella era bueno. Le puse mucho cuidado.
Cuando ella me mostró el mío, mi rostro se ruborizó. Los rugidos de la risa de la
gente comían mis oídos.

Había hecho una mancha horrible, con vendajes en ambas muñecas.

Era su manera de decir: «Deberías matarte».

En la capilla, me senté en un banco y miré por la ventana de cristal. La semana


pasada la ventana estaba abierta. Por qué, no lo sabía. ¿Para que saliera el mal?

De repente, él está aquí. Santana. En el patio, al pie de la verja de hierro. Un


puñado de chicas están en el patio y él les llama. Ellas se giran.

Una se aleja del montón. Jennifer Jessica.

¿Por qué habla con ella? ¿Por qué ella le sonríe y mueve su cabello por detrás de su
hombro? ¡Ella no es su tipo!

Quería gritar.

Como si me importara. ¿Me importaba?

¿Quién te vería por la oscuridad? No Santana, a menos de que tuviera visión de rayos
X. Lo que obviamente no tenía.

Tenía que ir al primer periodo de economía. Sufrir todo el camino.

Estoy fuera de lugar en la escuela. Una persona fácilmente puede deslizarse por el
Corredor Gregory y pasar entre los edificios. Rodear la capilla, la cafetería, correr
hasta la entrada.

Ahora Jennifer Jessica se aleja. Se encuentra con su grupo y todas juntan sus
cabezas. Puedo adivinar lo que están diciendo, lo grandes que son sus orejas, como
habla sobre el clima. ¿Y qué? Ellas no lo conocen. No se tomarían la molestia.

La entrada nunca está vigilada. Es simbólico, supongo. Como la entrada al cielo


que siempre está abierta para nosotros.

Estaré en camino por ahí de las 9:12 a.m.

Mi mente divaga y me voy por un tiempo. Cuando despierto, la historia está


avanzando rápidamente.

108 PURPLE ROSE


Santana se ha ido.

Kim se dará cuenta de que se me hizo tarde. Después de clases. Ella checará el reloj
en el carro. Se debatirá: ¿Salir y echar un vistazo? ¿Esperar unos cuantos minutos?
¿Llamar a Chip y preguntarle qué hacer?

Santana diría: —No la he visto en todo el día, Señora R. —Si todavía sigue ahí, si
todavía está en mi banca. Si sigue parado en la verja, flirteando con Jennifer Jessica.

Ella puede darle lo que él quiere. No lo hará, pero ella puede. Él creerá cada
palabra que salga de la boca de Jennifer Jessica. Porque está desesperado. Porque es
ingenuo. Luego ella lo tirará como una bomba de olor.

Esto no es sobre él, porque él no está muriendo y porque no me importa.

Pensando que caminé a casa, Kim manejará lentamente. Chip la golpeará en casa.
Probablemente, desde que su oficina está del otro lado de la ciudad. No, será Kim.
Ella le dirá a Chip lo que está haciendo. Tal vez le diga a Santana: —Dime si la ves,
¿sí?

Ella le dará su número de celular.

Ella se estacionará en el garaje, Slot A, 3996 de la Calle Indiana. Ella agarrará su


maletín y su bolso del almuerzo, o tal vez los deje olvidados en su apuro.

Sus zapatos crujen con la grava del patio. Ella encuentra la puerta trasera cerrada.

Si Chip la golpea ahí… digo si él se va inmediatamente y llega a casa, es posible


que él me encuentre primero… luego llamará: —¿Daelyn, estás aquí?

Mi estómago se retuerce un poquito. No estaré viva así que no me importa quién


me encuentre. En la tina toda gris y hinchada, con un bloque de cemento en la cara.

Me molesta un poco que Chip piense que tenía que ver algo con eso. Lo siento,
Papá. Si no hubieran sido bloques de cemento, hubiera encontrado otra manera.

Aplasté la culpa.

¿Quién te verá a través de la oscuridad?

—Yo —Tecleo como respuesta—. Encontraré mi propia manera.

Es un infierno sacar a la luz estos recuerdos, pero necesito expiarlos. Sin embargo,
recordar me está costando, traer de vuelta los sentimientos. Sólo hay una semana
para limpiar, así que tomo un respiro profundo y tecleo. —El verano entre los

109 PURPLE ROSE


grados séptimo y octavo, perdí 11 kg en un campamento para gordos —Solamente
escribir “campamento para gordos” me pone enferma. Quizás debería llamarlo
campamento de buen estado físico.

Pero no regresé en buen estado para vivir.

Un mensaje aparece en mi pantalla: Esta contraseña no funciona. ¿Está segura que es


123XYZ?

Chip averiguó mi nuevo nombre de MI. Miro fijamente a su mensaje por un


minuto, luego le respondo, —Guardé el auto relleno y no puedo recordar ahora.

Seguirá intentándolo una y otra vez.

Le mando un mensaje. —Sólo estoy trabajando en mi historia. ¿De acuerdo?

Él responde, —No puedo esperar para leerla.

Espero que nunca encuentre este foro después de que me haya ido.

—Después del campamento crecí algunos centímetros. Pasé de 1,52 m a 1,58 m. y


perdí 25 kg más. Mi mamá estaba como: Te ves encantadora. Los chicos se
alinearán ante ti ahora, y papá estaba como, Estás creciendo tan rápido. ¿Qué le
pasó a mi niñita?

Murió, Chip.

Si un rayo final de esperanza hubiera estado parpadeando en mi interior, fue


apagado en el campamento para gordos. No hay razón para recordar. No hay
razón de revivir ese horror.

Demasiados incidentes de intimidación para recordar. Como, el primer día del


octavo grado, estas tres chicas caminan por mi lado en mi casillero y todas giran sus
cabezas. Son clones. Una de ellas frunce un labio. Dice algo a sus clones y todas
ríen. En unísono, forman L‟s en sus frentes con sus dedos20.

J_Doe111191 escribe: Dónde está el campamento para gordos

En el infierno, casi respondo.

Alguien está escuchando; alguien verdaderamente lee y absorbe lo que escribo.


Tecleo, —En Arizona.

20
L de Loser, que en inglés significa „Perdedor‟, es común en las preparatorias ese gesto hacia los
llamados inadaptados o „freaks‟, por lo que las chicas la molestan y la señalan como una
„perdedora‟.

110 PURPLE ROSE


J_Doe090384 escribe: Mis padres me enviaron a una escuela en el extranjero cuando tenía
once. Nunca fueron a visitarme ni siquiera en el fin de semana de padres. No les importaba si
alguna vez iba a casa otra vez.

Suspiro y resumo mi historia. —Supe en ese momento que nada iba a cambiar. No
importaría si era alta o baja, gorda o delgada, o distraída todos los días. Era una
perdedora desde mi nacimiento.

Dejo de teclear. Sólo una persona está conectada.

Estoy a punto de desconectarme cuando J_Doe111191 escribe: yo también.

He mantenido las cubiertas de libros vacías para llenar mi estantería y desviar


sospechas. Cuando desarme el estante para cargar los bloques de cemento al baño,
tiraré lo último de la basura en la bolsa Glad con los últimos vestigios de mi
habitación. Sin desorden. Sin problema.

Decido dejar la puerta del baño totalmente abierta cuando lo haga. Así puedo
respirar. Lo que no tiene ningún sentido. Supongo que tengo una fobia a ser
encerrada.

No puedo dormir. En la oscuridad, abro el portátil y éste destella encendido. Negro


y blanco. Pongo la huella para acceder.

Aparece un mensaje automáticamente: Me gustaría que me escribieras. Necesito tu


consejo. Santana.

¿Sobre qué?

¿Cómo había aparecido automáticamente? Yo ni siquiera estaba en MI. Miro


fijamente la pantalla por un rato, desconcertada. Debe ser un genio malvado o algo
así. Es su máquina, así que quizás puede enlazarla en cualquier momento.

Si le respondo, sabrá que estoy usando su máquina. Pensará que estoy abierta a
comunicación. No quiero darle esperanzas.

Entro a A-Través-de-la-Luz. Hay un mensaje con una bandera roja. Actualizaciones


han sido hechas en MDH.

111 PURPLE ROSE


¿Entonces? Ya he escogido ahogamiento. Quizás esto sabe que no he considerado
todas las opciones. ¿Cómo podría saberlo?

También hay otra pregunta.

¿Qué te espera?

¿Qué significa?

Trato de saltarlo, pero la pregunta sigue repitiéndose.

¿Qué te espera?

¿Qué te espera?

De acuerdo. Esto es lo que me imagino: esta columna de aire caliente me arrastra y


me hace caer en la puerta. No una puerta al cielo, o una puerta común. Una puerta
metafórica. Mi espíritu, alma, o consciencia entra en una arena espectral y veo la
luz. Es un orbe en la distancia, como una moneda de diez centavos brillante.

Camino a lo largo de un pasaje de adoquín. Hay otros, pero no hablamos. Ellos


tienen sus propios caminos que tomar. Todos están en silencio, respetuosos. Lo que
está bien. Por una vez. Al final, allí arriba, puedo cerrar mis ojos y no ver todas las
escenas presentándose hasta el final, no siento el peso aplastante de la vida. Nadie
tiene ojos. Hay vista dentro de mí. Como una vista interior o clarividencia.

Eso es demasiado para escribir. Así que tecleo, —Paz eterna. Serenidad.

La respuesta es aceptable.

Dos J_Doe están en la lista del DDD. Un día de viaje ligero, supongo. Entro en
MDH.

Inanición/Deshidratación.

Efectividad: 5, si no eres alimentado a la fuerza.

Tiempo: Aproximadamente 40 días.

Disponibilidad: 1.

Dolor: 3-5.

Notas: Teóricamente más fácil después de los primeros dos días. Un testamento vital o un
poder notarial duradero pueden impedir que los familiares intervengan cuando estés
inconsciente. Un supresor de apetito como anfetaminas o éxtasis es recomendado. La
deshidratación fatal puede ser extremadamente dolorosa.

112 PURPLE ROSE


No tengo cuarenta días. De cualquier manera, la ironía de morir de hambre…

Congelamiento hasta la muerte.

Tiempo: 15 minutos en agua muy fría a varias horas en un congelador.

Odio estar fría.

Me desplazo a la entrada más nueva en el fondo.

Saltar en frente de un tren.

Nota: Aterrorizante. Lo mejor es poner tu cuello sobre el riel, ya que una lesión en tu columna
sólo puede paralizarte de por vida.

No es una opción.

Hacer que alguien te asesine.

No conozco a nadie que haría eso por mí.

Ser comido vivo.

¿Por qué? Salto a las notas: Hormigas o carnívoros como felinos grandes…

Me estremezco. Tendrías que vivir en una jungla.

Kim pega su cabeza en la puerta. —¿Ya estás despierta?

Lo apago. Es de mañana.

Ella entra y se sienta sobre mi colchón. —Tu garganta debe sentirse mucho mejor.
No estás llevando tu collarín.

El collarín es para sostener mi garganta hasta que cure. Pero no hay nada que me
cure.

Cierro la tapa del portátil.

—Entonces, ¿Santana te dio ese portátil?

Podría asentir, pero escojo no participar.

—Estoy feliz de que tengas un amigo —Kim toca mi mano, entonces de verdad la
toma en la de ella—. ¿Necesitas que tengamos la charla? —Sus cejas se arquean.

Todos mis músculos se contraen.

113 PURPLE ROSE


Kim ríe ante la expresión de mi cara, supongo. Dice, —Ni siquiera quiero saber qué
estás viendo en internet. —Hay una pausa larga, y creo que mi madre es la persona
más despistada del mundo—. Pero si tienes preguntas sobre relaciones, o control de
natalidad, sabes que puedes preguntarme, ¿cierto?

Oh, seguro. Porque siempre hablamos de cosas tan profundas.

Voy a morir virgen. Me gusta el pensamiento. Tan pura.

Mamá dice, —Todavía me preocupo por ti, Daelyn. Cariño —Frota mi mano
inerte. Siento algo abrazador bajo mi piel—. Deseo que pudiéramos hablar sobre lo
que sea que te hizo hacer lo que hiciste.

Nunca entenderías, Kim. Crees que soy normal; deseas que lo fuera.

—Luego otra vez, quizás es mejor dejarlo atrás —Palmea mi mano. La quemazón
aumenta—. Quiero que sepas lo mucho que te amamos y lo felices que estamos de
que estés aquí. —Coloca su cabeza sobre la mía.

Toma todo mi poder no desintegrarme bajo el aplastamiento de su necesidad.

Después de un minuto levanta su cabeza.

Un gran alivio.

—Tu papá y yo estamos pensando en manejar hasta Calgary este verano para ver a
la Tía Beth y la pandilla.

Tengo dos primos. Ellos también son malos conmigo.

—¿Cómo suena eso?

Adelante, Kim, pienso. Elabora el itinerario si eso te hará feliz. Vas a tener que ir
sin tu hija ninfómana.

Aprieta mis hombros y dice, —Te amamos demasiado.

Lo sé. Sé que lo hacen, a su manera inútil.

En momentos como este, estoy agradecida de no sentir amor.

114 PURPLE ROSE


Capítulo 15
—7 Días—

Traducción SOS por kathesweet

Corregido por Andy Parth

lla apenas está cantando. Su voz es tan baja que es un susurro. Durante una
pausa donde los segundos sopranos tienen que ensayar una sección
complicada, dice:

—Espero no estar haciéndote confundir.

Casi, casi la miro.

—Sé que soy terrible. Sólo estoy en el coro porque la otra electiva a esta hora era
hockey sobre césped. Hoooorrible —Se muerde la punta de su lengua carnosa—.
Por cierto, soy Emily.

No había notado hasta ahora lo gorda que es. Quiero decir, me di cuenta que era
gorda. Los chicos gordos notan a otros chicos gordos así pueden compararse y
pensar: no soy así de gordo.

Ella es gorda.

—Solo codéame si debo dejar de cantar.

Cuando no contesto, no me muevo, no reconozco su existencia, ella sigue, —Eres


Daelyn, ¿cierto? ¿Es más fácil si me paro aquí a hablarte así no tienes que mover tu
cabeza?

Se ha movido al frente de mí. Su blusa blanca no está metida, que es la manera


como se supone que la llevemos. Porque su estómago se mostrará.

Mantengo mis ojos sobre el suelo. En sus pies. Sus tobillos gruesos.

—Si no te importa que pregunte…

115 PURPLE ROSE


—Todo el mundo, desde coda21 —dice el Sr. Hyatt.

—Oops —Da un paso lateral de vuelta a su lugar. Susurra—: ¿Qué es una coda? —
Y ríe.

En otra vida, podríamos ser amigas.

¿Dos chicas gordas? Eso nunca sucedería.

La llovizna es gris y mugrienta. Para el momento en que alcanzo la banca, es un


invierno nuclear. Una mancha negra cruza mi campo de visión y siento que soy
parada de un tirón. —¡Vamos! —grita él.

Prácticamente me arrastra a través del césped mojado a su casa. Me lleva a los


escalones del porche. —¿Pronostiqué una primavera lluviosa, o qué? —grita.

Viste el Canal del Clima. Gran cosa.

La lluvia cae sobre el techo inclinado.

Él vacía sus pulmones. —Vaya. Estás empapada —Sacude su cabello. Sus puntas
ahora están babosas, y las raíces oscuras están apareciendo—. Ven adentro y sécate
—Abre la puerta y la sostiene para mí.

Y espera.

La deja ir. —O no.

Me dirijo a bajar los escalones.

—Daelyn —Tira de mi brazo—. No seas estúpida.

Me alejo. Puedo ser gorda y fea, pero no soy estúpida. Si alguien alguna vez
hubiera conseguido ver más allá de mi apariencia, podría haber notado que tengo
un cerebro.

Baja los escalones y me bloquea. —No tienes que entrar. Solo espera a tu mamá en
el porche.

21
Coda: En música, designa una sección final de un movimiento, como epílogo. Suele utilizar el
primer tema musical de la obra para dar más peso a la cadencia final.

116 PURPLE ROSE


Un trueno nos hace saltar. Los truenos me asustan. Se gira y de alguna manera me
empuja a subir las escaleras. Tropiezo con el escalón y él me alcanza.

Eso lo hace merecedor de un golpe de mi mochila de libros.

—¡Ay! —Agarra su brazo—. ¿Qué tienes ahí? ¿Libros? —Una sonrisa se desliza
sobre su cara—. Me gusta que mis mujeres sean luchadoras.

Agrega, —Me gusta mi brazo roto.

Me muevo para irme, pero mueve sus manos para bloquear mi escape. Excepto que
no voy a ir a ningún lado. Todavía.

Sobre mi hombro, veo la disposición del porche. Su hamaca. Un sillón destartalado


y un otomano. Tomo un espacio amplio a su alrededor hacia el mueble, caigo sobre
el otomano. Es muy duro.

Mete su brazo por encima de la barandilla y extiende su mano, con la palma hacia
arriba. —Húmeda —declara—. Sin embargo rápida al moverse. Debería despejarse
en exactamente siete minutos.

Si sólo tuviera un reloj, le tomaría el tiempo.

—¿Te importa si me siento? —Indica la silla a mi lado.

Me corro de nuevo así no me toca.

Se lanza sobre el brazo de la silla. —Alguien arrojó esta en nuestro jardín. ¿Puedes
creerlo? Una Broyhill clásica, de 1958.

La silla, supongo que habla de ella. Huelo su ropa mojada y su aliento a regaliz.

—Ariel no me dejaría mantenerla en mi habitación. Está esterilizando el interior de


nuevo. Le dije, “Mujer, las picaduras de pulgas no causan cáncer”.

Me obligo a mirar hacia el cielo gris, para enturbiar mis sentidos. Realmente no
puede tener cáncer.

—Ella no me escucha. Como tú. Es ajena a mis palabras y al sonido de mi voz.

Te escucho. Simplemente no creo una palabra de lo que dices.

Si miro de soslayo, puedo ver la acera cerca a la banca. Creo que necesito gafas. Ha
sido más y más difícil leer. ¿Ven, Kim y Chip? Los estoy salvando de la cuenta del
optómetra.

—Hey, no estás llevando tu trasto del cuello.

117 PURPLE ROSE


El collarín está en mi bolso, y mi cuello está matándome. No quiero hacerlo, pero
saco el collarín y lo sujeto. Él se estira para ayudar, pero me levanto y me pongo de
pie al lado de la barandilla. La lluvia está disminuyendo.

—D —dice en un suspiro—. Eres impenetrable.

Ni siquiera lo sabes.

—¿Cuánto tenemos? ¿Cinco, seis minutos? —Se levanta y agarra mi muñeca,


como, comprobando mi reloj. Idiota, no tengo reloj. Tiro de mi brazo, pero él lo
sostiene fuerte, luego le da la vuelta a mi mano.

La piel se calienta donde está sosteniéndome. Sus dedos se aflojan un poco. Está
mirándolas… las cicatrices.

—Me lo imaginaba —dice.

¿Podría tener mi mano de nuevo ahora, por favor?

—¿Cuándo te hiciste esto? —Pasa su pulgar sobre la arruga de la carne curada. Es


abrasador.

Recupero mi brazo.

—¿Estabas asustada?

¿Por qué quiere saber eso? Sí, estaba asustada. Después de que lo hice, y viví.

¿Dónde está Kim? ¿No sabe que estaría en la banca, siguiendo órdenes?

—Hombre, la muerte me asusta. ¿Te cortaste ambas muñecas a la vez?

No, estúpido. Tienes que cambiar de manos. Una a la vez. Entonces la cuchilla se
vuelve resbaladiza por la sangre.

—¿De verdad querías morir? —Su voz es baja, casi un susurro.

El auto de ella salpica la cuneta, salvándome de este juego patético de veinte


preguntas.

Inicio sesión. Hay un montón de actividad en la página de inicio.

118 PURPLE ROSE


Escuela. Trabajo, relaciones rotas. Personas rotas.

Es deprimente, leer sobre personas que toman drogas. Sobredosis. Una persona
escribió sobre sus dos hermanos que murieron con una semana de diferencia, y
ahora su amante tiene cáncer cerebral. Ella está completamente con las pastillas
para dormir, el alcohol.

Pienso, Esas personas. Son débiles y trágicos. Piden esto.

Abro Google. Tecleo en la línea de búsqueda: “linfona de Hotchiss”

Google pregunta: ¿Quieres decir linfoma de Hodgkin?

Como sea. Le doy al link: Red de Información sobre el Linfoma

El linfoma de Hodgkin o enfermedad de Hodgkin es un crecimiento de células malignas


(cancerosas) en el sistema linfático. Los síntomas pueden incluir hinchazón indolora de los
ganglios linfáticos en el cuello o en el área bajo el brazo, fiebre que no desaparece, sudores
nocturnos, y pérdida de peso sin dietas. La enfermedad es más común en niños que en niñas.
Cerca del 10% al 15% de todos los casos de la enfermedad de Hodgkin son diagnosticados en
niños de 16 años y por debajo de esta edad. Los avances en el tratamiento han reducido
significativamente el número de pacientes que padecen esta enfermedad, pero las tasas de
supervivencia en pacientes con recaída de Hodgkin primario son pobres. Desafortunadamente,
se espera que 1320 personas fallezcan por la enfermedad este año.

Leo el número. 1320. 1320.

¿Por qué yo no podía tener una enfermedad mortal? Sería mucho más fácil.

119 PURPLE ROSE


Capítulo 16
—6 Días—

Traducido por Cami.Pineda y Baabo

Corregido por Andy Parth

a voz de Kim suena suave en mi oído, —¿Daelyn? se te va a hacer tarde.

La conciencia nada desde el inframundo. Hongos y moho. Gusanos


arrastrándose fuera de mis ojos. Me ahogo en un coagulo de suciedad y
vomito.

—¿Cariño? ¿Estás bien?

Mis brazos la empujan para alejarla. Yo misma cabo fuera de mi tumba.

Dormí fuertemente. Y soñé. Cuando duermo en la noche, tengo terribles sueños.


Esto resumido se llama terrores nocturnos.

Durante todo el camino a la escuela, el sueño del cementerio me persigue. Estoy


fría. Los cementerios me arrastran hacia fuera. Muerta o viva.

Mi sueño fue una escena: yo en una tumba.

No había planeado dejar una nota suicida. Ahora me pregunto si debería; dejarles
saber a Kim y Chip que quiero ser cremada.

La voz de Kim se hace eco en mis oídos.

—Ten un buen día, cariño. —Buen día. Buen día.

Me siento en la capilla y tiemblo. No te estoy hablando a ti, Dios. Ni siquiera preguntes.


Santana es la primera persona en preguntar por mis cicatrices. Sé que la gente las
ve, porqué siento sus miradas. Ellos me evitan porque piensan que soy contagiosa.
Él incluso hizo una pregunta decente: ¿tenías miedo?

120 PURPLE ROSE


El admite tener miedo. Lo que significa que tal vez… ¿me está diciendo la verdad
sobre su cáncer? Si realmente está muriendo, me siento celosa. ¿Por qué no puedo
ser yo? Estaría feliz al cambiar puestos.

Estoy en mi camino a economía cuando Emily aparece.

—¿Leíste el capítulo sobre la demanda derivada? No lo entiendo. Ni siquiera


entiendo el modelo de oferta y demanda. En cierto modo lo hago, pero ¿podríamos
estudiar juntas?

Su desesperación me hace sentir triste. He estado allí.

Tengo que hacer lo que voy a hacer. Acelero.

Sus pesadas pisadas suenan detrás de mí.

—¿Vamos tarde? Mi reloj dice que seguimos teniendo dos minutos.

No, Emily. Por favor.

Prácticamente corrí dentro del salón de clase y tomé asiento. No es mi silla usual
cerca a la puerta. Mientras me deslizo, la veo pausando en el umbral, insegura.

Confía en tus instintos, Emily.

Se aprieta dentro de su regular escritorio. Chica inteligente.

Mi mente divaga. Suciedad. Cenizas. Estoy en el almuerzo, comiendo sola. Un


J_Doe en el Foro Final sugirió una nota suicida como esta:

Querid@

_Madre.

_Padre.

_Amor.

_Otro.

121 PURPLE ROSE


No hay nada que pudieras hacer para pararme porque:

_ya había tomado una decisión

_he estado sufriendo toda mi vida

_fuiste muy lento para notarlo

_No estaba ahí

Me apagué a mí misma porque:

_tú apestas

_el mundo apesta

_mi vida apesta

_mi trabajo apesta

_mi vacío apesta

No se debería bromear acerca del suicidio. Pero era algo gracioso.

El sabor de hongos, moho se encuentran en la boca. Veo a Emily, comiendo sola.


Ella me recuerda mucho a mi misma. Excepto porque ella tiene una especie de
personalidad burbujeante, donde la mía es inerte. Yo como mi almuerzo en la
cocina, mientras los cocineros están sirviendo.

Kim y Chip arreglaron que los cocineros licuaran mi pai y me dejaran comer allí.

Pienso en Santana, y me pregunto si le duele tener cáncer. No parece estar


sufriendo. ¿Cuánto se tarda en morir?

Emily se levanta y se va. Jennifer Jessica la hace tropezar y yo pierdo mi apetito.

Él está en la banca, sus codos en las rodillas y recogiendo su cutícula.

—Hey —me sonríe. Parece diferente. ¿Por qué?

122 PURPLE ROSE


Me dejó espacio en el final. He decidido escribirle y decirle que me deje sola. Por
favor, de una buena manera, vete, realmente no puedo lidiar contigo.

Saco mi espiral22 de economía, que es en su mayoría en blanco.

—¿A qué se te parece esto? —me dice, se baja el cuello de la camisa y acerca su
cuello hacia mí—. Justo aquí.

Su mano roza un bulto. Volteo lentamente mi cabeza para mirar.

—Si se trata de otro bulto, ya estoy en quimioterapia… —se levanta el cuello y se


estremece—. Hombre. —Enderezando su espalda, estira los brazos sobre su cabeza
y dice—: Sólo estoy paranoico. Eso nunca se va.

Sin siquiera darme cuenta, escribo —Lo sé.

Sus ojos se encuentran con los míos y hay algo. ¿Entendimiento?

Aparto mi mirada.

Sus piernas se extienden y se extiende hacia atrás en la banca.

Un brazo se desliza sobre mis hombros. ¡¡Estás loco!! Me corro rápidamente hacia
adelante.

—Probablemente necesitan altas dosis de quimioterapia y trasplantes de células


madre en esta ocasión. Diversión y juegos.

Él me está haciendo sentir mareada. Mi espiral comienza a deslizarse sobre mi


regazo.

—Tal vez vuelva a perder mi cabello de nuevo. Estoy muy bueno como un
skinhead23 —se voltea y me sonríe.

No puedo parar mi revoloteante estómago. ¿Me estoy sonrojando?

Me cepillo el pelo sobre mi cara para ocultarla.

Empiezo a escribir —Podrías por favor…

—No quiero decirle a Ariel sobre este nuevo bulto. Ya está en híper modo sobre la
recaída. ¿Crees que debería? Quiero decir, no hay nada que ella pueda hacer. Es mi
lucha para ganar. Ella solo lloraría y nos haría a los dos sentirnos miserables y
culpables por volver a pasar por esto, y ella ni siquiera es la que está enferma. —

22
Espiral, se refiere a los cuadernos de espiral.
23
Skinhead, Cabeza Rapada.

123 PURPLE ROSE


Mueve su cabeza negando—. Sé que es difícil para ella. Si no le digo, me matará…
—hace una pausa—, eso se suponía que era para ser gracioso.

Yo escribo. —¿Cómo son las quimios?

Él lo lee y dice.

—Es un horror indescriptible. Sin embargo debo estarme acostumbrando, los


efectos secundarios no son tan malos esta vez.

Mando saliva y duele.

—Si tengo que hacerlo, haré la quimio para pelear con la bestia. Lo que sea para
seguir vivo. —Él me toca y yo me paro de golpe. El único escape es la escuela, así
que cambio para ir a las puertas.

¿Con quién me encuentro? Jennifer Jessica. Un Mercedes negro se acerca a la acera


y toca la bocina. En su camino, me mira a mí y a Santana.

—Hey —dice él.

Una mueca riza sus labios.

Espero que él lo vea

—¿Qué pasa?

Ella no le contesta.

Santana mira como ella se sube en el Mercedes y se aleja a la distancia. Amplía sus
ojos hacia mí. —Es una perra aterradora.

No tiene ni idea.

—Daelyn. —Se agarra a mi brazo.

Me alejo y golpeo la puerta tras de mí.

Pregunta: ¿Cómo serás recordada?

Sujeto a la interpretación, una vez más.

124 PURPLE ROSE


No con una lápida, te puedo decir eso. No me pongas en el suelo.

“Aquí yace Daelyn Rice. Ella era agradable.”

No, no lo era. Ella era horrible.

Arrójenme por el inodoro. Desecho humano.

Supongo que seré recordada como aburrida. Tímida.

Nadie nunca me conoció. Gente venía. Luego se iba.

Yo era un poco amable, creo. No simpática, pero considerando lo demás. Siempre


cedí mi lugar en la fila. Prestaba lápices y papeles, o dejaba que la gente lo tomara.
Nunca reporte un asalto sexual.

¿Cómo serás recordada?

Nadie me va a recordar...

Un golpe en la puerta me asusta. Kim aparece. Ella es diferente también. ¿Qué está
pasando? Es sólida y... brillante. Tengo sus ojos marrón claro.

—Tienes una llamada telefónica —dice. En su mano, ella sostiene su celular.


¿Quién me llama? Por favor que no sea Emily.

—Es Santana.

Camina hacia mí con el teléfono. Ella lo mira, como si no supiera qué hacer. Ella
no es la única. —Bueno, aquí está —habla al celular. Ella me lo entrega.

No sé por qué me lo tome. O lo mantuve en mi oído.

—Daelyn, soy yo. Iba a preguntarle algo, pero me acobardé. Es ahora o nunca,
¿verdad?

¿De qué está hablando?

—¿Tienes un bolígrafo?

¿Un bolígrafo? Busco en la parte superior de mi escritorio. Entonces pienso, esto es


tonto. ¿Por qué?

Él dice: —Toca una vez para sí. Dos veces para no.

Miro arriba, a Kim.

—Oh. Lo siento —dice. Ella se retira de la habitación, sonriendo.

125 PURPLE ROSE


—La cosa es que, la semana que viene es mi cumpleaños. El viernes, en realidad.
Son mis dieciocho. Me preguntaba si cenarías conmigo.

¿Habla en serio? ¿Cómo una cita? Y si no se presenta, o me da la dirección


equivocada, o…

Siento el teléfono en mi mano. Oigo sus voces en mi cabeza…

Burlándose de mí. Molestando.

—Toca una vez para sí. Dos veces para…

Cierro el teléfono.

¿Qué te gustaría para cenar?

¿Es todo lo que vas a comer?

¿Quieres ver una película?

¿En qué estás trabajando?

¿Cómo te sientes, Daelyn?

¿Estás adaptándote al colegio?

¿Te gusta de tus clases?

¿Has hecho amigos?

¿Están tus medicamentos funcionando?

¿Tienes pensamientos suicidas?

¿Sabes que te amo?

¿Qué estás escribiendo ahora?

Sabes que confiamos en ti, ¿verdad?

¿Tomas tus medicamentos?

126 PURPLE ROSE


¿Estás durmiendo lo suficiente?

¿Por qué no tienes más ropa?

¿Dónde está tu collar ortopédico?

¿Por qué tu habitación parece vacía?

¿Todavía estás en ese computador?

¿Qué te guiará a la luz?

¿Cómo vas a ser recordada?

¿Luce esto como un bulto para ti?

¿Quieres venir a mi fiesta de cumpleaños?

¿Entiendes la demanda?

¿Qué es la economía?

¿Has aumentado tu cociente de felicidad?

¿Dónde está tu caja de joyería?

¿Vas a cantar para mí?

¿Qué estás leyendo ahora?

¿Santana está muriendo?

¿Cómo podría un chico estar solo?

¿Estoy fuera de tono?

¿Qué ve en mí?

¿Sería mi amigo?

¿Qué es eso en tu bolsa?

¿A dónde vas, Daelyn?

¿En qué piensas, Daelyn?

¿Por qué lloras, Daelyn?

No tengo que contestar. Hasta que no sepa la pregunta.

127 PURPLE ROSE


Capítulo 17
—5 Días—

Traducido por Pimienta

Corregido por Andy Parth

ecido confesar, hablarles a todos de mi misma. Me conecto a A-través-de-


la-luz y doy click en el enlace de Intimidación.

—El campamento para gordos estaba en algún lugar de Arizona, en el


desierto. Podría haber sido una antigua base militar. No se suponía que hubiera
divertidas actividades como montar a caballo, nadar y artesanía. Que era lo que
ponía en el folleto que mamá me dio. Papá lo vio conmigo y me dijo que se veía
genial, mamá dijo que a ella le encantaba ir a campamentos de Girl Scouts. Eso
debería haberme avisado. Ella dijo: “Va a ser fantástico. Volverás delgada y
saludable.”.

Lo admito, estaba semi-excitada.

—En todo el tiempo que estuve allí, nunca vi un caballo. La piscina era este cenote
seco, y los consejeros eran estudiantes universitarios o que habían abandonado la
carrera. Estaban especializados en sadismo.

Me imaginé que sería rápido. Se habían graduado con honores en el campamento


de matones.

—Tan pronto como nuestros padres nos dejaron, la tortura comenzó. Tuvimos que
hacer cola para pesarnos por primera vez. Tenían una escala industrial con una
esfera enorme y un consejero con un megáfono que difundía tu nombre a todo el
mundo.

Tan humillante.

J_Doe060787 escribe: J*der odio a los militares. Estropearon mi royal24

24
Royal: significa algo como real, majestuoso o grandioso.

128 PURPLE ROSE


¿Escuchas?

—La gente lo evitaba en la medida de lo posible. Zapatos, calcetines. Los chicos se


quitaban sus camisas. Una chica incluso se quitó el sujetador. Teníamos que estar
en fila india. Chicos y chicas juntos. No había conversación, ni nadie haciendo el
tonto. El pesaje no era cosa de broma.

No entonces. Ni ahora.

—La gente pesaba como 195, 211, 250. Cuando llegó mi turno, estaba sudando
tanto que me caí en las escaleras y me golpeé en la rodilla. No les importó. Mi
nombre resonó para todo el mundo, y todos supieron que estaba en el campamento
para gordos.

Como a nadie le importaba dónde estaba, ni quién era yo.

J_Doe060787 otra vez: J*der odio a mi jefe. Se queja de mí sobre todo. Odio j*didamente
mi trabajo.

Entonces, dejar de teclear, pensé.

—“Súbase a la báscula” ordenó una consejera. “Date la vuelta”. Había que mirar el
dial25 de modo que vieras por ti mismo lo asquerosamente gordo que eras.

—176. Ese fue mi primer peso. La consejera midió mi estatura. Ella escribió
„obesa‟.

—Fue como si ella se lo gritara al mundo: TU ERES GROTESCA.

—Cuando bajaba de la plataforma, una chica que había acabado antes que yo se
volvió y dijo entre dientes: Al menos yo no estoy tan gorda como tú.

Lo que se convirtió en el lema del campamento. Al menos yo no estoy tan gorda


como tú.

Los consejeros estaban todos en buena forma, por supuesto. Modelos de perfección
que nunca seríamos.

Otro J_Doe aparece, pero no leo la entrada. Es largo, y se trata de él.

—Tuvimos ejercicios por la mañana, tarde y noche. Teníamos que hacer ejercicios
de gimnasia. Saltos y abdominales. StairMaster. Cinta de correr. Antes de que
pudiéramos tomar el desayuno, teníamos que correr.

25
Dial, lo que marca el peso.

129 PURPLE ROSE


Me dolían los pies todo el tiempo. Mis tobillos se hincharon. Si me sentaba y los
miraba, incluso ahora, puedo ver mis tobillos como globos y las ampollas que se
formaban en las plantas de los pies. Ellas explotaban y supuraban.

J_Doe053175 escribe: Mi esposo me golpeaba. Me llamaba por todos los nombres del libro,
pero me quedé con él. La gente se preguntaba por qué aceptaba su abuso. Porque lo amaba,
por eso. Luego me dejó por otra mujer.

¿Eso es amor? ¿Dejar que alguien te golpee y te odie? Todas estas personas son
así…

Débil. Incapaz de cambiar su vida. Conozco la sensación. Todo lo que puedes


hacer es aceptarlo. Nadie entiende cómo es caer abatido.

Necesitaba mantener el rumbo.

—El desayuno era algo así como un tazón de avena, con zumo de naranja aguado y
una rebanada de pan tostado seco. Comía lo más lento posible, porque después del
desayuno tenía que hacer más ejercicios.

J_Doe081493 responde: ¿Bajaste de peso?

Alguien está leyendo esto. Quiero responder: ¿Por qué? ¿Por qué soportas el abuso,
siempre y cuando obtengas lo que quieres?

No quiero hablar de ello en este momento. Sólo quiero escribirlo.

—Hubo una carrera de obstáculos con paredes de escalada, escaleras de cuerda y


areneros. Había incluso serpientes en la arena.

No reales. De goma. Sin embargo, no era gracioso. Nada de eso fue divertido.

—Un consejero se ponía de pie cuando pasabas y gritaba “Más rápido, más rápido.
Mueve tu culo grande de la tierra, niña. Muévete. Cuidado con las serpientes.”.

¿No era suficiente ser avergonzada por estar allí?

Debían de estar aburridos, los consejeros, así que nos utilizaban como peones en
sus juegos sádicos.

La pantalla parpadea y veo a J_Doe081493 de nuevo: ¿Has dicho serpientes?

Olvida de las serpientes. Ellas eran lo de menos.

—Teníamos que pesarnos tres veces al día. Tres. Y teníamos que usar estos
sujetadores deportivos negros con pantalones cortos elásticos. Este consejero

130 PURPLE ROSE


empujó mi estómago, “Mira ese rollo de grasa. ¿No estás disgustada contigo
misma?”.

Él me tocó.

Me detengo un minuto para recuperar el aliento. Ahogando el rugido en mi cabeza.


La verdad permanece. Yo estaba, estoy asqueada de mí misma.

—De camino a las duchas, pasábamos a través de una sala de espejos de 360
grados. Un consejero en el otro lado decía: “Deja tu toalla. Dime lo que ves.”.

—Si no respondías, todos los consejeros chicas gritaban: “¡Dime lo que ves!” “Una
gorda.” “¿Qué?” “Una gorda‖ decía más fuerte. “No te oímos.” “¡UNA
GORDAAAA!‖

—Entonces ellos te dejaban salir. Las duchas no tenían separadores, por lo que
tenía que estar con otras dos gordas, chicas desnudas. Nadie hablaba.

Éramos mortificados. Degradados.

J_Doe081493 escribe: ¿Cuánto tiempo estuviste allí?

Estoy llegando a eso. Sólo déjame terminar.

—Por la noche —tecleé—, había que escuchar unas cintas. Cintas de auto-ayuda.
Que ayudó a convencerte de que eras un cerdo asqueroso, inútil.

Puedo recitarlas en sueños. —Soy gordo. Tengo poder sobre mi peso. Si hago
ejercicio y como bien, puedo perder peso y sentirme bien conmigo mismo.

Lo he oído, y lo sigo oyendo, “estoy gorda. Tengo el poder…”.

Mis dedos se acalambran. Estoy en una buena racha, sin embargo, y tengo que
seguir adelante.

Un aviso de mensajería instantánea a través de la pantalla: Daelyn, has estado allí


durante una hora. Es hora de marcharse.

¡Cuando termine, Chip! Déjame terminar esto.

—El campamento para gordos duró seis semanas. ¿Eso responde tu pregunta? Seis
semanas de infierno en la tierra.

Tienes que cortar.

Rápidamente tecleé: —10 minutos más. ¿De acuerdo?

131 PURPLE ROSE


Tecleé frenéticamente, —Tienes que llamar a casa todos los días. Recuerdo las
veces que hablé con mi madre. Un consejero se sentaba en todas las
conversaciones. Escuchaba y descubría si decía algo negativo. Mamá dijo: “¿Cómo
estás?” Resplandecía la amenaza del consejero. “Muy bien”. Le mentía. El
consejero entonces empujaba su informe de progresos sobre la mesa. Se suponía
que tenías que decir: “Hasta ahora, en total he perdido12 libras y el 5 por ciento de
mi masa corporal. Por lo que el campamento da resultados garantizados.”.

No garantizaban que llegara la persona en su totalidad.

—Le dije a mi madre la verdad. “Gané 2 libras.” El consejero se lanzó haciendo


como que iba a estrangularme. Sigue adelante, pensé. Quería que mamá dijese,
“Tal vez es mejor que vuelvas a casa.” Por el contrario, dijo, “Eso está bien. Es
probable que sea masa muscular.”.

—Tuve que luchar muy duro para no llorar. Mamá dijo: “¿Cómo te sientes tu?”

—Ahí fue cuando lo perdí. El consejero cogió el teléfono por mí. Le dijo a mi
madre algo sobre que había tenido un mal día, cómo un pequeño aumento de peso
era normal y lo bien que lo estaba haciendo en general.

—Cuando colgó, dijo, “Tus padres están pagando un montón de dinero por
enviarte aquí. No los decepciones.”.

—Yo no podía dejar de llorar. Estaba tan nostálgica, y odiaba tanto el campamento
de gordos. Si lloraba, tenía que correr. Llorar era un signo de debilidad, y les
estaban pagando para vencer la debilidad en ti.

Se acabó el tiempo, Daelyn.

Yo apague. Me duele el cuello y quiero cerrar los ojos y no escuchar las voces.

No ver el espejo de 360 grados de mi vida.

132 PURPLE ROSE


Capítulo 18
—5 Días—

Traducido por Carmen170796

Corregido por Abbey

oy me siento más ligera, en espíritu o algo por el estilo. Es domingo, el


día de descanso.

Me conecto y aún dice cinco días. Ayer fue cinco, hoy es cuatro. ¿Cuál
es el problema?

Me desconecto y conecto de nuevo. Cinco días. Sigo desconectándome y


conectándome. Lo intento con la computadora de mi escritorio. Cinco días. ¿Qué
está mal? ¿Será que Chip hizo algo? No puedes confiar en las máquinas. No puedes
confiar en las personas. Sé lo que están haciendo… dándome una salida, mas no la
tomaré. Contaré los días yo misma si tengo que hacerlo. Mientras me encuentre
aquí, siempre estaré contando los días.

De pronto la cabeza de Kim se asoma.

—¿Daelyn? Vamos al museo de arte.

¿Qué? ¿Por qué?

Aparentemente hay una exhibición de edredones Amish que ella muere por ver.

—Solía hacer edredones con mi madre —dice en el camino—. Apuesto que no lo


sabías.

Kim no acostumbra hablar de su niñez. Mi abuela murió antes de que naciera así
que no, no sabía que ella pudiese hacer edredones. Apuesto a que toda la vida
secreta que ella ha estado escondiendo de mí explica el porqué soy la patética
perdedora de hoy en día.

133 PURPLE ROSE


En el museo, mientras me pregunto por qué los edredones se encuentran en las
paredes en lugar de en una cama, manteniendo a alguien caliente; Kim tropieza
hacia atrás y cae en la banca entretanto presiona sus dedos contra sus párpados.

Voy a sentarme con ella. Está llorando.

—Lo siento —murmura—. No es nada.

Nada y a la vez lo es todo.

Odio cuando mamá llora.

Quiero poner mi brazo alrededor de ella, sin embargo, no puedo hacerlo. Lo


intento, realmente lo hago.

Observo a las personas que caminan por la habitación. Hablan en voz baja, dejando
salir suaves “oh” y “ah” mientras señalan modelos y formas.

—La exquisita costura —susurran—. El trabajo manual.

¿Quién tiene el tiempo de coser un edredón a mano? Pienso, al menos Kim no lo tiene.
¿Cuánto tiempo lleva de todas formas? Quiero preguntarle a Kim, pero… Es
demasiado tarde. Ella no tiene el tiempo de enseñarme a coser.

Lo mejor es no quedarme estancada para siempre en estos cinco días. ¿Qué hizo
Chip?

Las personas avanzan y nos quedamos a solas.

—Aquí es tranquilo —dice y se suena la nariz.

El lugar es enorme, tiene el techo arqueado, paredes austeras y blancas. También es


muy frío… Si tan solo pudiésemos abrigarnos con esos edredones…

—¿Cómo estás cariño? —toma mi mano entre las suyas y las levanta hasta sus
labios.

Siento que se forma una grieta en mi pared.

—¿Has tratado de hablar? El doctor dijo que tus cuerdas vocales deben haber
sanado por ahora.

No hay razón para hablar. No tengo nada que decir.

Todos los años de terapia, los doctores, las pastillas, las cintas motivacionales, los
libros y los oradores, voces, voces en mi cabeza. Palabras vacías, sin significado.

134 PURPLE ROSE


—Sabes qué estoy para ti. Siempre lo estaré. —Kim se inclina hacia mí y recuesta
su cabeza en mi sien. Mi garganta se aprieta, pero el peso de su cráneo obliga a mi
cuello a doblarse, y una aguda punzada de dolor me atraviesa. Me alegra estar
usando mi collar ortopédico.

Cierro mis ojos, recuerdo la vez que fuimos a la playa. Solo mamá y yo.

Jugamos en la arena caliente, construimos castillos y excavamos, también sepulté a


mamá hasta el cuello provocando que gritara “¡Ayuda, ayuda!” por la mera gana
de bromear. Eso me golpea una y otra vez entre el pasado y presente. Jugamos
hasta que la marea subió. Después todos los recuerdos fluyeron desde el pozo
donde pensé que los había soterrado.

—Oh, cariño.

Humedad en mi rostro. ¿Esa soy yo? Me limpio una lágrima. La eliminación de mis
recuerdos debía hacerme sentir mejor, no peor… Ni siquiera había llegado a la
parte mala.

135 PURPLE ROSE


Capítulo 19
—4 Días—

Traducido por Dham-Love y Elena Vladescu

Corregido por Abbey

racias a Dios el contador se había reiniciado. No es a ti personalmente,


Dios. Sólo…. Gracias.

Kim rompe mi alegre estado de ánimo en el desayuno.

—Lo siento Daelyn. Tú padre y yo tenemos citas en la tarde que no podemos


reprogramar ¿Por qué tu escuela no nos avisa cuando tienes días parciales?

Espera a que responda.

Kim, esa no es la pregunta.

—De todas formas, funciona. Ayer me tomé la libertad de pasar por la casa de tu
amigo, Santana, antes de hacer las compras.

¿Qué?

—Hablé con su madre. Ella es… Bueno, no importa Tienes que ir al medio día. Su
turno empieza a las dos, no obstante, Santana prometió quedarse contigo.

¿Solos? No.

Me levanto haciendo que la silla rechine al enviarla hacia atrás. Kim toma mi
muñeca.

—Por favor, Daelyn. No te alteres.

¿Alterarme? ¿ALTERARME?

La súplica brilla en sus ojos…

Deshago mi mano de la suya y me siento de nuevo.

136 PURPLE ROSE


—Solamente estoy feliz de que tengas un amigo —Sonríe y me hace un guiño.

Un terremoto se lleva a cabo dentro de mí.

—Por favor —repite—. ¿Puedes hacerlo por mí?

¿Hacer qué, Kim? ¿Llevar una vida normal? Muy tarde. Demasiado tarde.

—Es gracioso —Kim espolvorea otro paquete de Splenda en su café—, la llama


Ariel —Le hace un gesto a Chip—. ¿No crees que es raro?

Por lo menos podías preguntármelo, Kim. Te hubiera dicho no.

No puedo pasar tiempo con Santana. No puedo permitir el acercamiento. Es duro


sentarme y saber que él tiene lo que deseo sin siquiera intentar.

—¿Son confiables? —Los ojos de Chip se alzan desde el periódico matutino—.


¿Puedes confiar en ellos?

Quiero gritar.

—Parecen ser buenos —responde Kim—, me preguntó si quería una taza de chai.
Ni siquiera sabía que era eso, es té con yerbas de India. Ella es bastante… umm…
práctica. Aunque su casa es bastante original, encantadora, en realidad. Es una
artista.

Me paro y alejo de la mesa.

Kim me alcanza en mí habitación.

—Sólo son dos horas y media, Daelyn, no puedes sentarte en ese banco durante dos
horas y media. Además, tienes absolutamente prohibido caminar a casa.

Obsérvame.

—No le dije a Ariel sobre… —Se detiene—. No estás siendo cuidada por una
niñera, si eso es lo que piensas.

Abandonada, querrás decir.

—Lo estás haciendo tan bien, yendo a la escuela, haciendo amigos. —Aquel brillo
en sus ojos.

Chip sigue a Kim por el corredor. Tomo mi maleta de libros y los embisto.

Ambos saltan a un lado.

137 PURPLE ROSE


Fuera, en el auto, debo esperar a que Kim quite el seguro de mi puerta. Ella dice a
mi o a Chip, quien sigue detrás de ella:

—Santana escribe una memoria de todo tipo de cosas. No la escribe, la filma.


¿Cuántos años tiene? ¿Dieciséis? ¿Diecisiete?

El seguro suena y arrojo la puerta. Chip presiona una mano en la ventana. A través
de la niebla de la rabia, lo escucho decir:

—Ten un buen día.

Kim acaba de garantizar que no lo tuviera.

Ella continúa haciendo lo mismo, empujándome a situaciones que no puedo


manejar o hacer frente.

Sale del garaje. La llovizna empapa inmediatamente la ventana así que activa el
limpiaparabrisas.

—Puedo decir que le gustas —sonríe—, mucho.

Se sentía como si un pedazo de carne cruda estuviera en mi garganta.

Emily se encuentra ausente hoy, así que por lo menos no tengo que lidiar con eso.
Nadie más sabe que estoy viva, lo que significa que no notarán cuándo me vaya.

No puedo evitar preguntarme cuánto tiempo tiene. Por lo menos, más de cuatro
días.

Después de la escuela, al medio día, Santana y su madre esperan en la puerta.

—Ariel, ella es Daelyn. Daelyn, Ariel —Santana hace un círculo con la mano entre
nosotras.

—Hola —dice Ariel, toma mi mano y la sacude.

Mi bolsa se cae de mi hombro y Santana la atrapa. Noto cuán huesudos son sus
dedos, al igual que sus rodillas. Toma mi bolsa con su mano libre, la que no
sostiene la sombrilla. Estoy en un calvario.

138 PURPLE ROSE


¿Por qué está lloviendo de nuevo? Quiero preguntarle a Santana, culparlo.

¿Por el clima? Eso no está bajo el control de nadie.

Un brazo se desliza por mi cintura haciéndome estremecer. Era Ariel.

—Santana me ha hablado mucho de ti —dijo, llevándome hacía su lado; fuera de la


lluvia. Tenía un fuerte agarre.

¿Qué dijo?

La chica enferma. El fenómeno.

La lluvia salpica la sombrilla llena de puntos con dibujos de pequeños patos.


Santana se presiona junto a mí también, su tacto irradia ondas de sobresalto por mi
cuerpo.

Me pregunto si es posible que la medicina esté funcionando. Siento cosas que no


había sentido antes. Debo dejar de tomar esas píldoras.

Me siento como suspendida en el aire, mis pies no tocan el suelo, como si nuestro
ímpetu nos llevara hasta los escalones del porche.

—Bienvenida a la Nación Esterilización —Santana sacude la sombrilla sobre la


baranda.

—Oh, detente —Ariel le da una palmada en la espalda. Al momento en que ella me


deja ir, mi primer impulso es escapar. Santana anticipa mi movimiento. Dirige la
sobrilla hacía a mí, dejándome atascada.

—Retrocede —dice. Me da codazos hasta que me encuentro en frente de la puerta.


Mientras abre la puerta, acomoda su brazo fingiendo una reverencia —. ¿Señoritas?

Ariel toca mi cintura y la aprieta. Antes de que siquiera pueda separarme, siento la
calidez de su carne sobre la mía. Esas píldoras…

Me lleva hacía la casa.

…Están envenenadas.

El interior es cálido, hogareño. Huele a canela. Siempre he vivido en condominios


fríos y blancos.

—Los procedimientos de esterilización comienzan por los zapatos —anuncia


Santana y saca los pies de sus sandalias mojadas en la alfombra. Ariel se remueve
en sus suecos de goma.

139 PURPLE ROSE


—Si no te importa —me dice.

Cuando dudo, Santana dice:

—No puedo convencerla que no hay evidencia estadística que relacione los zapatos
embarrados con la enfermedad.

—Detente —golpea ligeramente la cabeza de Santana. Ella es más alta que él y más
gruesa, es una mujer de talla grande. Con huesos grandes, no gorda.

—Ven a la cocina por el almuerzo después de haberle dado a Daelyn el tour —baja
por el largo corredor que se encuentra al lado de la escalera. Del otro lado está la
sala, supongo. Es octagonal. Un televisor plasma se apropia de la pared entera, las
sillas y el sofá están cubiertos con sábanas.

Santana levanta su voz lo suficiente para que Ariel lo escuche.

—Quítate los zapatos. Así no propagas mis células cancerígenas.

Ella no responde.

Retrocedí. ¿Qué si mis pies apestaban? Él está demasiado cerca, acelerando mi


pulso. Me alejo uno o dos pasos, tropezándome en la sala.

La intimidad de su casa me envuelve, se siente cómo un hogar. Mis ojos se pierden


por el techo de la sala y casi me quedo sin aliento.

Santana dice:

—Sí, ella está pintando el techo.

Está es mi visión… mi sueño en el camino hacia la luz. El cielo azul, las nubes, los
rayos de sol.

—Ella piensa que es la reencarnación de Miguel Ángel. Nunca cuestiones la


sensatez de una mujer que puede hacer que quedes indefenso con una mirada —me
sonríe y mi piel arde. Me adentro aún más en la sala.

—Sin embargo, está genial —dice entrando detrás de mí. Sus pies descalzos se
pegan en el suelo de madera. De pronto, todo lo que veo son sus pies volando por
el aire. Se inclina de espaldas sobre el sofá —. Míralo desde este ángulo.

¿Cómo? ¿Encima de él?

Entro en pánico y hago una línea recta hacia la puerta.

140 PURPLE ROSE


—Oh no, no lo hagas —Se levanta y me alcanza antes de que pueda escapar—.
Tengo órdenes estrictas de tu madre acerca de mantenerte aquí.

Alejo mi muñeca de él e instintivamente voy hacia una esquina.

Él levanta ambas manos.

—Lo siento.

Sólo… mantén tus manos lejos de mí.

Sus ojos cambian, brillan traviesamente.

—Ni siquiera intentes salirte de esta Daelyn. Eres mi prisionera ahora —frota sus
manos—. Muajaja.

Eso crees. Da un paso hacia atrás y le doy un fuerte empujón en su espalda.

Extiende su camiseta y la mira.

—Nunca lavaré esta camisa.

Cállate.

Una sonrisa burlona se asoma en sus labios.

Los latidos de mi corazón disminuyen. De acuerdo, solo juega conmigo.

—Zapatos —señala mis pies— Si no lo haces, lo haré yo.

Mis dedos se contraen dentro de mis zapatos.

Santana deja salir un resoplido.

—Juega el juego, Daelyn. Eso es todo lo que tienes que hacer. —Suena derrotado,
conozco la sensación.

Mis mocasines eran aprobados por St. Mary. No es como si le estuviera haciendo
un striptease; nunca lo haría. Me quito los zapatos.

—Excelente —dice Santana—. Ahora complaceremos a Ariel al pretender que


disfrutamos el festival macro-biótico que ha preparado —deja salir el aire y da un
paso a un lado—. Después de ti.

141 PURPLE ROSE


Ariel dice:

—No de nuevo.

Santana repite:

—Quiero un perro para mi cumpleaños.

Ariel me dice:

—Hace esto todo los años aunque sabe que no va a obtener un perro. Tienes una
computadora —le hace saber.

Santana dice:

—Eso fue un regalo de compensación.

—¿Un qué?

—No tiene que ser un perro enorme o peludo. O uno de raza. De hecho, prefiero
un perro callejero.

—¡No! —grita Ariel.

Santana hace pucheros.

—Tú sólo estás negando porque crees que voy a morir y terminarás teniendo que
cuidar a mi perro.

—¡Basta! —ella golpea la mesa haciendo vibrar los platos.

Hay un largo silencio dónde la ira en la habitación es palpable. Quiero irme a casa.

Finalmente, Santana dice:

—Apuesto a que mi padre me hubiese regalado uno.

Ariel levanta sus manos.

—Oh, aquí vamos —coloca una mano sobre mi brazo, lo que me tensa aún más—.
Continúa haciéndome esto —me dice—, Santana no tiene un padre.

¿Acabo de arquear mis cejas?

Santana toma un mordisco y luego murmura:

142 PURPLE ROSE


—Inmaculada concepción.

Ariel se levanta. Ella tiene una larga trenza que llega hasta la cintura, canosa, con
flequillo rizado. Su mano toca el respaldo de mi silla y me inclino sobre el cuenco
de comida. Va al mostrador, levanta la jarra y vuelve a llenar mi vaso con
limonada.

—Su padre murió antes de que él naciera. Incluso antes de que nos casáramos.

Santana dice:

—Oh, tenías que agregar eso.

—Él murió instantáneamente en un derrumbamiento de rocas cuando un peñasco


aplastó su auto —Ariel se sienta entre nosotros, gracias a Dios.

Santana toma todo el vaso de limonada.

Me concentro en tomar de poco en poco el guiso, o lo que sea que es.

¿Cómo sabe que fue instantáneo? Puede que él haya sufrido.

Es difícil conseguir una muerte instantánea por mano propia. Un tiro a la cabeza.
Artefactos explosivos.

Ariel agrega:

—Nos estábamos preparando para nuestra boda esa tarde.

¿Qué?

Santana la corta.

—Daelyn no quiere escuchar esto.

Ahora sí quiero.

—Le pedí al padre de Santana que corriera a un Safeway 26 en Breckenridge a


comprarme algo de Maalox27 pues tenía dolor de estómago.

Santana rueda los ojos.

—Aquí viene.

26
Safeway, es una de las mayores cadenas de supermercados en Estados Unidos, donde se venden
tanto comestibles como medicamentos.
27
Maalox, medicamento para la acidez y el dolor de estómago.

143 PURPLE ROSE


—Lo que resultó ser náuseas matutinas.

Él se queja.

—Por favor, no mientras estamos comiendo —inclina su cabeza hacia mí—: Tus
sospechas están confirmadas. Soy un bastardo.

Ella toma fuertemente su muñeca.

—Eres un niño amado —me dice—: Amaba a ese hombre con todo mi corazón.

Santana dice:

—Él es el único que alguna vez la tuvo.

Ella aprieta su agarre alrededor de su muñeca.

—Nunca me casé. No conocí a alguien con quien quisiera casarme.

—De acuerdo. Daelyn puede culpar mis pésimos intentos de cortejarla a la falta de
influencia masculina en esta casa.

—Oh, por el amor de Dios —Ariel le da unos golpecitos en la mejilla—. Al parecer


tu cortejo valió la pena.

Santana se ruboriza.

—Daelyn tuvo que venir. No fue su elección.

Al menos él lo entiende.

Ahora me gusta Ariel por hacerlo sonrojar. Agacho mi cabeza y sonrío


interiormente. Ariel llena de nuevo mi vaso de limonada a pesar de que sólo he
tomado unos sorbos. El ácido quema mi garganta.

—Santana nunca mencionó por qué no puedes hablar. ¿O acaso me lo dijiste y lo


olvidé?

—Como si pudiera decir una palabra con tu parloteo incesante —responde.

Ariel me mira de manera inexpresiva.

—Te sugiero que lo cortes ahora mismo. A menos que quieras toda una vida
escuchando a su insolente boca.

—Y será toda una vida. Dame un poco de ese brownie de popó —Santana sostiene
su plato—. Por favor.

144 PURPLE ROSE


Tú cortas a amigos o novios. Santana no es ninguno de ellos. No sé lo que es.

Mientras Ariel se da la vuelta, Santana simula arcadas con sus dedos. El almuerzo
que ella hizo, el guiso de quinua, que ella pronuncia cómo “kiin-wa”, no tenía
sabor. Era la textura pegajosa del arroz. Desafortunadamente descubrí que podía
tragar algunos granos blandos a la vez. Y los brownies libres de grasa sin azúcar y
sin cacao sólo serían comestibles mezclados con arsénico.

—¿Naciste muda? —Inquiere Ariel mientras coloca el plato frente a Santana y


desliza otro pedazo de brownie de la espátula a mi plato—. ¿O tuviste un accidente?

—No seas maleducada Ariel —dice Santana.

—No soy maleducada. Estoy interesada.

—Tal vez no sea de tu incumbencia. Tal vez solamente debas practicar el fino arte
del esquí-de-trasero.

Me ahogo con una risa. ¿Esquí de trasero?

Santana pestañea dos veces.

—¿Eso fue una…?

—¡Oh, mierda! —Ariel sale disparada de su silla—, tengo que ir a trabajar —


comienza a recoger los platos y vasos de la mesa, pero Santana los agarra y dice:

—Vete. Nosotros lo limpiaremos.

Tú lo harás, pienso.

Ariel se aleja de la mesa. Quiero saltar, prenderme a ella y rogarle que se quede.
Ella frena un momento, da la vuelta y camina de regreso para besar la cabeza de
Santana. Presiona la mejilla de él contra su estómago y dice:

—Es un dolor en el culo, pero lo amo como hijo.

Santana pone los ojos en blanco.

—Fue un placer conocerte, Daelyn —sonríe—. Ya era hora de que Santana tuviera
novia.

Me ahogo, literalmente.

Santana aniquila a Ariel con la mirada.

Ariel me da palmaditas en la espalda hasta que recupero el aliento.

145 PURPLE ROSE


Por favor ruego en silencio, no te vayas.

—Compórtense —dice por encima de su hombro—… o no —Su risa se derrama


por el pasillo.

Santana se cubre el rostro, luego se asoma a través de sus dedos y me dice:

—Yo nunca le dije que éramos… ya sabes.

Me levanto de mi silla. El se alza también y gesticula:

—Ves el problema. ¿Verdad? —sus ojos se desplazan al pasillo por el cual Ariel
acaba de irse. Él dice con voz apagada—: Yo soy todo lo que tiene, y si no lo hago
esta vez…

Vas a pasar a través de la luz.

Una punzada de culpabilidad atraviesa mi estómago. Yo también soy todo lo que


Kim y Chip tienen. Pero la diferencia es que ellos estarán mejor sin mí.

Creo que Santana tiene razón, no obstante, Ariel lo necesita.

Mis padres se sentirán tristes por un tiempo y quizá se culparán a sí mismo, del
mismo modo que hacen ahora. Eventualmente encontraran la paz con mi decisión.
Espero que ellos noten que finalmente tengo paz.

Santana me mira y pregunta:

—Así que… ¿Qué hacemos ahora? —Menea sus cejas.

Me levanto rezando para que él no ataque desde la retaguardia y corro a la puerta


de entrada, tomo mi mochila y la aprieto contra mi pecho. Él me sigue hasta las
escaleras.

Camino por delante de él de vuelta a la cocina, me siento en una silla y saco mi


cuaderno de espiral de economía y mi libro de texto.

Santana se cierne en el umbral.

Abro el cuaderno y escribo:

—Tengo tarea.

Lo sostengo arriba para que lo vea.

Él exhala, dando un largo suspiro. Luego me deja sola.

146 PURPLE ROSE


Capítulo 20
—3 Días—

Traducido por Yre24

Corregido por Abbey

oy es el día de formación pedagógica, por lo que Chip contempla la


opción más rápida.

—¿Quieres ir al cine? —Me pregunta durante el desayuno—. ¿O ir de


paseo? Sería genial ir al zoológico.

Me levanto y tomo un cuaderno y bolígrafo.

—Tengo un montón de tarea. Además, la entrega de mi historia de Inglés está


prevista para esta semana.

Chip dice:

—¿Me dejarás leer tu historia?

Hago dos gestos: una sonrisa y asentimiento, ambas mentiras.

Mientras lee el periódico, pongo las pastillas en mi boca y las trago de camino a mi
habitación, del modo que he hecho tantas veces.

Dos preguntas esperan por mí en la red. ¿Acaso me perdí la de ayer?:

¿Quién te reemplaza?

¿Qué opciones tienes?

No son preguntas cuya respuesta pueda elegir.

Las leo de nuevo. El miedo se vigoriza, es cómo si la persona que está preguntando
tuviese un conocimiento interno de mí. Lo que pienso, lo que siento.

No pienses. Haz. Actúa.

147 PURPLE ROSE


¿Quién te reemplaza? Nadie. Nadie debe reemplazarme. Cuando muera no quiero mi
cuerpo o alma inhabitada. No me desearía dentro de alguien.

Tecleo: —Nadie.

Respuesta aceptada.

¿Qué oportunidad tienes?

Tecleo: —¿Tenemos una oportunidad?

Respuesta denegada.

Bueno. Solamente estaba checando si había alguien ahí.

¿Qué oportunidad tienes?

Pienso acerca de mi oportunidad, de una u otra forma, el resultado será poco


prometedor. Si me quedo y sobrevivo la secundaria, voy a la universidad, consigo
un trabajo, ¿Qué cambiará?

Esta oscuridad que me llena jamás se marchará. No tengo amigos, siempre estaré
sola. Si me voy, al menos tengo la esperanza de encontrar paz.

La oportunidad de una vida nueva y mejor del otro lado.

Tecleo: —Ninguna. Al menos no para mí.

Aceptada.

Pienso acerca de Santana y que oportunidad tiene. Me entristece así que dejo de
reflexionar.

Abro FF y leo mi última entrada. Es larga y aburrida, a pesar de que cinco J_Doe
han respondido, bueno, no respondieron exactamente. Uno de ellos eligió el tema
del campamento.

J_Doe012654 escribió: Los acosadores están por todas partes, en la escuela, la casa, el
trabajo y el campamento. No puedes alejarte de ellos.

Estás equivocado, pienso sí puedes.

J_Doe011663 escribió: Felicito a cada uno por su coraje.

¿Coraje? En toda mi vida, jamás me he sentido valiente.

Abro un nuevo bloc de notas y tecleo:

148 PURPLE ROSE


—Campamento para gordos. Parte 2. Siempre destaqué. No sé por qué. ¿Por qué
las personas me colocan cómo su objetivo? ¿Es porque soy pequeña y creen que no
puedo devolverles la pelea? Están en lo correcto, no puedo, sin embargo, no es
porque sea enana.

Eso suena pretencioso. Borro el “enana” y escribo: “pequeña”.

Invisible medito.

—Estoy asustada ¿de acuerdo? Siempre he tenido miedo. Todos los días de mi vida
me despierto aterrorizada. Me pregunto: “¿Quién cumplirá su misión de
perseguirme el día de hoy?” No puedo ESPERAR a ser librada de este sentimiento.

J_Doe033083 escribe: Tengo todo lo necesario para suicidarme. Tengo el plan, el lugar, la
hora y la furia. Tomo el medicamento y no funciona. Sé lo que significa ser feliz, pero no
parezco querer ser feliz. Sigmund Freud tiene una teoría: Dentro de cada uno existe un
―impulso suicida‖, que significa que todos deseamos retornar al estado de calma perfecta que
experimentamos antes del nacimiento. ¿Escuchas la razón de eso?

Sí, escucho la razón. Pero es mí razón.

—Yo no era la única que no perdía peso lo suficientemente rápido, no obstante,


ellos me tomaron a mí de ejemplo… En caso de que el ejercicio fuera hacer saltos
de rana, el consejero líder gritaba:

“¡163! ¡Preséntese!” —Él creía que sería gracioso o motivador llamarnos por
nuestro peso. “¡163!” —gritaba—. “O 165 con masa muscular, jaja”. —Tenía que
pararme frente a todos. “Más alto” —aullaba—. “Extiende esos muslos enormes.
Coloca tus manos sobre tu cabeza. Ahora cuenta.

—Yo apenas podía respirar. El me hace contar en voz alta. “¡Cuenta!” —


vociferaba—. “15. 16. 59. 69” —Había perdido la cuenta por lo que me hacia
comenzar de nuevo. Todos paraban al 100, menos yo. Tenía tanto dolor, mi pecho
ardía y mis senos dolían por saltar de arriba, abajo.

—La gente estaba doblada intentando tomar aire y un par de niños tuvieron que
sentarse, mas los consejeros les ordenaron levantarse y los obligaron a comenzar a
correr o subir escaleras. Yo misma vi a una consejera gritándole a un niño hasta
que este vomito. Lloraba tan alto.

J_Doe01284 escribe: Odio a mi madre. Jodida perra.

—Me moría de hambre todo el tiempo. En la mañana, si no habías perdido peso,


tenías que correr una larga distancia por desmérito, entonces tomabas una porción
más pequeña que el resto o debías comer sobras. Un consejero caminaba alrededor

149 PURPLE ROSE


y decía cosas como “Coman todo, pequeños cochinillos” —resoplaba y seguía—:
“Pequeñitos, pequeñitos”.

—Lo odiaba. Los odiaba a todos. Me hicieron odiarme a mí misma más de lo que
ya hacía. Había otro consejero. Nos gritaba de camino al comedor: “¡Son
perdedores! ¡Todos ustedes son unos perdedores!” —Se suponía debía de ser
gracioso, como en el programa The Biggest Loser.

Pero no es gracioso. No lo es para las personas a quienes se les ha dicho que son
perdedores toda su vida y creen que jamás serán más que eso.

150 PURPLE ROSE


Capítulo 21
—2 Días—

Traducido por LizC, Elena Vladescu y Sherliin

Corregido por Andy Parth

l salir de mi habitación, Chip me informa: —Tu madre tiene que viajar a


Kansas City esta mañana, así que voy a llevarte a la escuela.

Puedo oír escaleras arriba a Kim, empacando. Chip ha doblado su chaqueta


sobre el respaldo de la silla, y ahora se desliza sobre ella. De traje negro y camisa
blanca. Corbata de rayas negras y blancas. Él se ve fuerte. Se ve como si fuera a un
funeral.

—¿Terminaste tu historia?

Muevo la cabeza a una pulgada a cada lado. Ríndete, Chip.

Kim baja las escaleras con su maleta ruidosamente. Me toca la espalda suavemente.
—Lo siento, por esto —dice ella—. Volveré a casa mañana. Luego creo que este fin
de semana tenemos que redecorar tu cuarto. Se ve muy al descubierto allí. Tu padre
no será capaz de recogerte después de la escuela, así que he preparado para que
vayas con los Girard de nuevo.

¿Qué? No. Me toma toda mi fuerza de voluntad sentarme allí y pretender hacer la
tarea, sabiendo que él estaba cerca.

—Santana dijo que iba a preparar el antro de perdición. —Kim entra en mi campo
de visión y me sonríe—. ¿Qué quiere decir con eso? ¿O es mejor que no sepa?

Él está bromeando. Será mejor que lo esté.

Ella agarra su maleta de viaje con ruedas y besa a Chip. Hace un movimiento para
besarme, pero yo me aparto. Se encuentra con mis ojos, y luego me guiñe. —Tal
vez podrías conseguir algunas ideas de decoración con Santana.

151 PURPLE ROSE


El Sr. Hyatt palmea sus manos. —Chicas, silencio. —Interrumpe su conversación
con el pianista—. Todos los ojos aquí. —Él palmea su esternón en tres cortos
golpes. Es un gesto extraño, como si una persona sorda dijera yo, yo, yo.

Emily no habla conmigo. Ella no habla con nadie. Nadie habla con ella.

—¿Todo el mundo tiene sus camisas blancas y faldas negras para la próxima
semana? —pregunta el Sr. Hyatt.

La semana que viene es nuestro concierto. Ni que decirlo, no voy a asistir.

—¿Al menos podemos usar mallas negras? —pregunta Jennifer Jessica.

—No —dice el Sr. Hyatt—. Con medias o sin ellas. Zapatos negros; nada de botas
o zapatos de tacón alto. Nada de los dedos de los pies al descubierto.

—Maldita sea. —Jennifer Jessica maldice siempre lo suficientemente fuerte para


que todos oigan.

—La Hermana Bernarda tiene sus fajas. Ella vendrá a lo largo de las prácticas para
que se las prueben.

Jennifer Jessica dice: —Espero que hayan hecho la de Emily el doble de ancho. —
La manada de lobos aúllan.

El Sr. Hyatt chasquea. —Taylor, aquí. ¡Ahora!

Su mandíbula se relaja. —¿Qué? Sólo estaba bromeando.

De nuevo Emily está rígida. Ella mira hacia adelante. Lleva la máscara que
conozco tan bien.

Esta punzada de dolor atraviesa mi corazón. ¿En quién te has convertido Emily?

No si puedo evitarlo.

Voy apresuradamente a los cubículos, tiro hacia abajo mi mochila y la abro. Desde
dentro saco mi libreta de espiral y un bolígrafo. Escribo furiosamente, una nota a
Emily.

Para el momento en que yo vuelvo, Taylor ha sido reprendida. Está haciendo un


mohín. La hermana está probando la faja en Emily. Emily mete el estómago y la
hermana aún así tiene que tirar fuerte. —Está ajustado.

152 PURPLE ROSE


—Está bien —dice Emily. Ella arruga la faja en su puño.

La hermana me dice: —Bien, querida. Levanta tus brazos.

En primer lugar, le doy la nota a Emily. Veo como sus labios se mueven a medida
que lee cada palabra. La hermana Bernard repite: —Levanta tus brazos, por favor.
—Mis brazos suben y la hermana empuja la faja alrededor de mi cintura—. Y la
tuya está demasiado floja.

Emily está sonriendo. En mi nota escribí: —Ella irá al infierno. Todos ellos. Si el
infierno incluso los quiere. Ella voltea la nota a mi posdata en la parte posterior, donde
agregué: —Codéame si estoy cantando plano. Se ríe disimuladamente.

Suena la campana.

—Si ya se probaron las fajas, se pueden ir —dice el Sr. Hyatt.

Taylor salió pisoteando.

Cuelgo mi faja por encima del hombro de Emily. Ella puede unirlas, como una
colcha.

Él está esperando en la puerta, no con su madre en esta ocasión. Con la rata. —


Hey. —Agita su mano. Lleva puesta una gorra de béisbol y se ve bien.

Está rasurado y su cara tiene un aspecto liso y suave. Tiene pestañas largas negras,
y no puedo estar sintiéndome de esta manera.

Es más seguro con la puerta entre nosotros. Entonces Santana balancea la puerta y
la sostiene para mí, así que no tengo elección.

Podía correr. ¿Me perseguiría? Si camino y sigo caminando, pude llegar a casa.
Sería un buen ejercicio.

—Ariel está trabajando, así que espero que no tengas muchos deberes, o puedes
hacerlos más tarde. Quiero mostrarte algo. —Se quita su gorra.

Mis ojos saltan. Ha teñido su cabello de negro azabache con puntas rojas.
Rascando la cabeza de la rata, dice: —¿Te gusta?

153 PURPLE ROSE


Se ve más alto. Y diferente, además del cabello. Él me hace sentir toda movediza
por dentro.

DEJA DE SENTIR. Deja de importarte.

—Hoy vamos a comer comida de verdad también. —Deja caer a Hervé dentro de la
gorra, y luego desliza a ambos en su cabeza—. He pedido pizza. —Él se queda de
pie allí, con una cola de rata entre sus ojos.

Me dan ganas de llorar. No sé por qué. Quiero ser fuerte, como Maggie Louise.
Controlándome a mí misma y a los otros.

—¿Estás bien? Te ves como si tuvieras un día de mierda.

¿Cómo se ve un día de mierda? ¿Cómo se ve diferente de cualquier otro día?

—Vamos. Tengo una cura para eso. —Toma mi mano.

Con cada onza de coraje dentro de mí, la quiero alejar. Pero no lo hago. Soy débil.
Estamos tomados de la mano.

Yo ni recuerdo dejar mi puesto y caminar con él a su casa. Estoy perdiendo la


conciencia. Malditos medicamentos. Debería haberlos dejado de tomar antes.

—Un Coca-Cola Float28 —dice.

Estamos en su cocina. Me quité los zapatos y la rata está sobre la mesa,


encaramada sobre sus patas traseras, mordisqueando un Cheeto.

Mi mano está intacta, impecable. Está todavía unida a mi brazo. Sin embargo, se
siente contaminada, y tengo la fuerte necesidad de lavarme las manos. Puedo
controlar esa necesidad, las lavo después.

Santana está ocupado en el mostrador. Coloca un vaso de plástico morado delante


de mí, el mismo que llevó ese día que estaba teniendo una tos incontrolable. Se
trata de un vaso descolorido de Piratas del Caribe. —Vaya. —Él se inclina para
sorber la espuma que rezuma sobre el borde.

28
Coca-Cola Float: Es Coca-Cola con helado de vainilla flotando.

154 PURPLE ROSE


Suena el timbre de la casa.

—Es el repartidor de Dino. —Santana salta fuera de la habitación.

Él bebió de mi copa. ¿Y si él es contagioso? Lo que es estúpido e irracional porque


yo soy la que desea que tenga una enfermedad mortal. Me siento mal por pensar en
contaminación en un momento como este.

Hervé termina su Cheeto, y luego se escabulle sobre mi copa y lo olfatea. Se levanta


sobre sus patas traseras de nuevo, demasiado cerca. Me respaldo contra mi silla.
Ratas, ratas, ratas.

Santana asoma su cabeza por la puerta. —Vamos a comer aquí. Toma el float.

Había comenzado otro en el mostrador; con helado acunado en un vaso naranja de


Piratas del Caribe. La botella de Coca Cola de un litro se encontraba destapada,
lista para servir.

No quiero tocarla.

Le digo a Hervé, en mi mente: Ya lo escuchaste. Toma el float.

El televisor se enciende y huelo la pizza. Ni el hambre ni la deshidratación es mi


método elegido para la finalización.

Me levanto y voy al mostrador. Poco a poco vierto la Coca-Cola sobre el helado.


Tienes que verterla lentamente, tontamente, para minimizar la espuma.

—Nunca me dijiste qué tipo de pizza te gusta, así que tengo una de queso y una
suprema grande de lujo con todo en ella. —Él levanta la vista desde el suelo, donde
está de rodillas y sonriendo a mis ojos. Este calor hincha cada poro de mi piel. Dos
cajas de pizza estaban abiertas sobre la mesa de café, y mi estómago gorjea. Voy a
extrañar el aroma de la pizza. Lo mejor del fibroso, y masticable queso mozzarella
derretido.

Nunca dije que no habría cosas que echaría de menos. Leer. Comer.

El sofá todavía tiene una sábana en él, pero es el único lugar para sentarse. Además
de junto a él en el suelo. Barajo entre la mesa y el sofá mientras coloco los float.

—Uy, espera. —Se empuja a sus pies y se precipita junto a mí hacia la sala.

Me siento. Mis rodillas rozan el borde de la mesa.

Genial. Me salen moretones con facilidad. Hola, ¿campamentos asesinos? Me salen


moretones con facilidad.

155 PURPLE ROSE


—No puedo dejar a Hervé suelto en la cocina. —Santana corre de vuelta a la sala—
. La última vez masticó a través del cable de la licuadora y Ariel se volvió loca.
Dios no quiera que no pueda moler su aguacate y su cosa pegajosa de color limón
césped en las mañanas. —Hervé se envuelve alrededor del cuello de Santana.

Saco un pedazo de la que tiene de todo. Él mueve la caja cerca de mí.

—Además, descubrió la manera de abrir la reja de atrás, y no quiero que se salga.


Pienso que puede andar por ahí, pero los zorros podrían encontrarlo.

Santana rodea la pizza con todo con su dedo índice hasta que escoge una rebanada.
El pedazo más grande con la mayoría de los embutidos.

Él la muerde y cierra sus ojos, sus largas pestañas se rizan.

—Oh Dios mío —dice en un mordisco—: Padre Celestial, te agradecemos por esta
pizza, el sagrado infierno de la comida.

Me sonrío a mí misma.

Comemos en silencio. Puedo masticar cada pedazo en una masa, saboreando la


alegría de la pizza. Se queda un poco atascada en mi garganta. La espuma se asentó
en mi float y la bebo. Necesita otro rociamiento de Coca-Cola.

—Así que, ¿supongo que eres católica? —él dice.

¿Acaso hice una mueca?

—¿No? Pensé que tenías que ser católico para ir a una escuela católica.

Tienes que estar dañado, quiero decir.

Él dice: —Soy un panteísta29.

¿Un qué? Puse la corteza en la caja y tomé otra rebanada.

—A mí tampoco me gusta la corteza —dice—, somos una pareja hecha en el cielo.


¿Crees en el paraíso?

Me concentro en comer… masticar, tragar. No revelar ninguna expresión.

—Tomaré eso como un sí. ¿Qué quieres hacer hoy? —Santana alcanza otra
rebanada—. ¿Besarnos? ¿Saltar las restricciones?

Mis ojos se desplazan hacia él.

29
Panteísmo, creencia según la cual El Universo, la naturaleza, y Dios son lo mismo.

156 PURPLE ROSE


—Te atrapé —me señala.

Mi cara se enciende como bengalas rojas de neón.

Él parece no notarlo; no me ve sangrar. Se recuesta en el sofá, tirando su cabeza


hacia atrás. Me encanta su cabello negro con las puntas rojas.

Siempre quise teñirme el cabello, pero entonces las personas se meterían conmigo y
burlarían de mí incluso más que antes.

Él dice: —Los panteístas, al menos los naturalistas que hay entre nosotros, creen
que Dios está en todas las cosas.

¿De verdad? Quiero debatir con él. Dios no está en ninguna parte.

Un largo minuto pasa. Él único ruido es el que hacemos al comer la pizza. Hervé,
en el hombro de Santana, recibe las cortezas descartadas. Santana gira la cabeza y
se fija en mi collar ortopédico.

—Me preguntaba… —él mastica y traga.

Déjalo así, pienso.

—Si mirarías mis memorias de video, me darías tu opinión —baja su rebanada


medio comida en la caja—, es de aficionados, lo sé. La calidad apesta —clava un
pedazo de salchicha y la muerde—, no soy un director de cine, ni nada parecido.
No está hecho para el prime time30. Más como para YouTube. Es sólo un video que
grabó Ariel… —Santana suelta una respiración lenta y superficial.

El aire en la habitación se comprime.

Hervé escarba en el cuello de Santana y luego salta a la mesa. Se sienta,


mordisqueando un trozo de corteza. Mis ojos se sienten atraídos por el bulto de
Santana. Está ahí, eso es seguro. ¿Era así de grande antes?

Él me atrapa mirándolo.

—Encontré dos más —dice—, bajo mi brazo. Le dije a Ariel esta mañana y
enloqueció. Probablemente está golpeando al oncólogo 31 hasta hacerlo papilla
mientras hablamos.

Sus ojos son como un telescopio. Miro dentro de ellos y soy transportada a través
del universo a un mundo en el que nunca he estado.

30
Prime Time, (horario prioritario en español), es la franja horaria de mayor audiencia en la
televisión.
31
Oncólogo, médico especializado en los distintos tipos de cáncer.

157 PURPLE ROSE


—Algo de esto es vergonzoso —él se sacude la harina de maíz de las manos y saca
un mini DVD de debajo de la mesita de café. Como si lo hubiera plantado ahí.

Se tira a través de la alfombra hacia la TV. Veo una mancha de pintura azul en la
alfombra beige, y levanto los ojos. Ella terminó, o casi. Una de las esquinas del
techo falta todavía. Tengo que inclinar mi torso para conseguir una vista
panorámica.

Es… increíble. Suaves y apacibles curvas de cremosas nubes blancas. Fragmentos


sutiles de azules y grises.

Me saco el collar ortopédico para poder explorar detrás de mí y captar el efecto


completo. Es… hermoso. Las elaboradas cortinas cerradas cortan la luz de mi vista.

Santana se deja caer a mi lado y deliberadamente me saca el collar ortopédico de la


mano.

—Wow. Esta cosa es pesada —él dice sonando sorprendido—. ¿Cuánto tiempo has
tenido que usar esto?

Demasiado.

—Espera —Él se levanta, va hacia una lata de pinceles en la esquina y toma un


lápiz. Me lo da—. Puedes escribir en esto. —Me pasa una servilleta de Dino, con el
lado en blanco hacia arriba.

Yo escribo: —Pon el video.

—Bien. Que sea de esa manera. Asumo que me lo dirás cuando quieras que lo sepa.

Eso nunca va a pasar.

Santana agarra el control remoto y mueve el collar al otro lado de él. Si lo necesito,
tendré que alcanzarlo a través de su regazo.

—Desearía que pudieras hablar, porque me gustaría conocer tu opinión sobre el


panteísmo. Una creencia moral básica dice que cuando uno se hiere a sí mismo,
nos hiere a todos. Que todos estamos interconectados.

Le disparé una mirada y sostuve la servilleta.

—Ya entendí. Las cosas del comienzo son una mierda aburrida. En realidad es sólo
para Ariel. Podemos adelantar rápidamente esa parte. —él me pasa el control.

Se lo devuelvo.

—Dios —él me lo arrebata—. Eres tan…—aprieta su mandíbula.

158 PURPLE ROSE


¿Insufrible? Termino por él. ¿Impenetrable?

Nieve. Luego estática. En la pantalla y en mi cabeza.

Él está sentado tan cerca de mí que accidentalmente nuestras rodillas chocan. Yo


no creo en accidentes. Me pego al brazo del sofá lo más cerca que puedo. Él huele
como lima y pepperoni.

No huelo. Me convierto en una roca.

—Hola. —Una mano con dedos entumecidos aparece en la pantalla—. ¿Cómo están?
Este soy yo, Santana Lloyd Girard II. —La mano se pliega en un puño.

—Y esta, —un dedo apunta—, es la historia, —dos dedos—, de mi vida, —tres


dedos—, hasta ahora.

Cuatro, cinco, seis dedos. El sexto es de goma. La mano se retira lentamente.

—Vergonzoso, lo sé —Santana dice detrás de mí—. Tenía catorce cuando empecé


esto.

Eso es por eso que no reconocí la voz. El narrador suena como un niño pequeño.

—Nací el 24 de abril de 1992. Un día que vivirá en la infancia. —La imagen de un bebé
flacucho aparece desde arriba.

—Hola, ma. —La gran mano aparece con dedos moviéndose como en una ola.
Cada dedo tiene una carita dibujada en él.

Él tiene razón. Esto no es para el Sundance32.

—Mi padre, Santana Lloyd Girard I, no pudo estar presente en el nacimiento de su único
hijo, ya que consiguió ―la grande‖ en un deslizamiento de rocas antes de la ocasión. Todo ese
desquiciado elemento de un accidente como esa tuvo que haber advertido a mi madre. Mi
madre. Ariel Celestine Beatty Girard. Hola, mama. —La mano Saluda. Detrás de mí
Snatana gime.

—Se pone peor.

—La madre testifica que el chico Santana vino a este mundo gritando por un sangriento
asesinato. —Una cara borrosa llena la pantalla—. Y que se irá de la misma manera. Un
fuerte grito hace que mis oídos retumben.

32
Sundance, festival cinematográfico internacional que se celebra anualmente las dos últimas
semanas de enero en el poblado de Park City, cerca de Salt Lake City, la capital del estado Utah,
Estados Unidos.

159 PURPLE ROSE


Santana baja el volumen.

—Esto apesta en grande.

La cámara enfoca a un recién nacido desnudo. Tiene flores en su salvaje y rizado


cabello. ¿Acabo de sonreír?

—De acuerdo, wow —Santana murmura. Apunta con el control a la TV y una


masa confusa de fotos y manos y labios borrosos van corriendo. Un niño en una
bicicleta, luego en una patineta. ¿Ese es Santana? Un hacky 33. Un perro.

—Espera —Santa dice y detiene la filmación— Tienes que ver a Stripe. —Rebobina
un poco.

El feo perro, parecido a una mezcla entre un bulldog y un dálmata —papadas y


grandes manchas de color marrón— se sienta allí con su lengua afuera por un
costado de su boca. Babeando y jadeando.

—Stripe —el narrador continúa—. Siéntate.

El perro se levanta.

—Quédate quieto.

Salta hacia la cámara. La imagen salta mostrando el cielo, el banco enfrente, el


pasto borroso.

Perro de nuevo.

—Habla.

El perro levanta la pata.

Miro hacia Santana. Tiene una sonrisa boba en su cara.

—Rueda. Hazte al muerto.

El perro ladra levantando la cabeza,

Santana se ríe a mi lado.

—Yo le enseñé eso.

—Sacúdete.

El perro rueda, y luego lo hace otra vez. Se levanta y se sacude.

33
Hacky, Pelotitas de tela o hilo rellenas de arena o arroz para jugar a lanzarla con los pies.

160 PURPLE ROSE


Levanté mi mano para alcanzar mi vaso desechable y Santana lo alcanzó para mí.
El me lo da. —Ese fue el perro de mi vecino. Lo consiguieron de cachorro y
después lo dejaron solo todo el día mientras iban a trabajar. Ariel no me deja tener
perros porque arrojan pelo. Esa es su lógica, de todos modos. Dios, quiero tanto un
perro…

La cámara hizo zoom a un montón de papeles que estaban regados a través de la


alfombra.

—Aquí viene, —Santana se inclinó hacia adelante—. Este es mi Linfangiograma.


Los rayos-x de mi pecho, TAC, escáner PET, gammagrafía con galio…

Hay cuadros y gráficos en el suelo.

—Los resultados de mi biopsia —La cámara se acerca.

Estrecho los ojos pero no puedo leer la letra.

—Diagnóstico: Enfermedad de Hodgkin —La cara de Santana llena la pantalla,


mostrando los dientes. Canta los primeros dos compases de la Quinta de
Beethoven—. Bah-bahbah-bum. Bah-bah-bah-bum

La imagen se apaga. Luego regresa.

La puerta de la habitación de abre. Santana hace efectos de sonido de chirridos para


la película. Un hombre en bata sonríe para la cámara y luego el cuadro se inclina.
Gira 180°

—Octubre 29 de 2007. Santana comienza quimioterapia. —La cámara recorre hasta


enfocar a una mujer. ¿Esa es Ariel? Se ve mucho más joven.

A mi lado, Santana respira. Su aliento es cálido y húmedo. ¿Por qué parece que esta
respirando justo encima de mí?

Alguien más está filmando porque Santana está en una silla, como una silla de
dentista, con una intravenosa en su brazo. Me estremezco. Odio las agujas.

El hace una mueca también. Dramáticamente en la pantalla, voltea su cabeza y


cubre sus ojos con la palma de su mano. —Demonios.

—Podemos saltarnos un montón de esto —dice Santana. Asienta su float y


adelanta rápidamente. Hay marcas de Ariel hablando rápidamente y haciendo
caras, posando para la cámara como una modelo, cocinando, pintando sobre
lienzo, poniéndose maquillaje. Santana patinando, levantando la barbilla en el
closet, su cabello largo y rizado. Santana tumbado en un banco, leyendo.

161 PURPLE ROSE


La película se detiene. —Ese banco está hecho de la piedra que mató a mi padre. Ariel hizo
que la bajen de la montaña y la tallen. Casi morboso, pero cada año en mi cumpleaños, nos
sentamos ahí y ella me cuenta sobre él. En cierto modo, siento como si lo conociera.

No pude evitar mirar a Santana. Su expresión es sombría.

Mi estómago se desgarra. Ese es su banco. He estado invadiendo su espacio


personal.

—Hey —Santana desplaza su torso hacia mí—. ¿Te das cuenta de que ese banco,
nuestro banco, como he llegado a pensar en él, se encuentra debajo de un árbol de
magnolia aniz? El aniz huele a regaliz. ¿Magnolia… Maggie Louise? —Agita un
dedo hacia mí—. Te lo estoy diciendo, Daelyn, interconectados…

Cuando hago una cara, dice —Tienes razón, comentario excesivo.

La película continúa. Santana durmiendo, su pelo hecho un desastre.

—Espera —detiene la película y rebobina.

Santana durmiendo. —Aquí esta —Una mujer susurra—. Mi dulce, perfecto, y brillante
niñito.

En mi visión periférica, la manzana de Adam de Santana se balancea. ¿O ese es el


tumor?

—Olvidé que grabó esto —dice.

La película continúa. Su voz más joven dice —Cabello hoy. Mañana se habrá ido.

Santana agita una rasuradora eléctrica a través de la pantalla. La giró y empezó a


zumbar. Apunta los dientes hacia su cabeza, donde su cabello está desigual en
algunas partes, cuando la rasuradora llega a su cabeza, hace una mueca. Aprieta los
ojos cerrados y la boca. La máquina de afeitar deja una franja de desnuda de cuero
cabelludo. —Owwww…

No puedo mirar esto. Mi mirada cae al queso de la otra pizza, que está cuajado.
Además, Hervé esta caminándole encima. Hemos destruido el todo. Hervé olvidó
un pedazo, así que le doy la vuelta hacia él con el lápiz.

—Mamá, no…

Miro hacia arriba, los ojos de Santana están pegados a la pantalla.

162 PURPLE ROSE


El está en el sofá, este sofá, supongo, sin la sábana. Es un azul y dorado brocado34.

Santana está durmiendo, o eso está pretendiendo. Levanta su brazo y se cubre la


cara.

—Tú querías que grabara todo a la misma hora todos los días. Sonríe —dice Ariel.

Bajo su brazo, en el sofá, Santana fuerza una débil sonrisa.

En la siguiente toma, se está lanzando al baño.

Mi estómago se agita.

—Lo siento —Antes de que Santana pueda adelantarlo, lo veo descansar su frente
en el borde del inodoro. Pienso, esta es la razón porque fue educado en casa.

En cámara rápida, Santana esta gimiendo.

Durmiendo.

Sujetándose el estómago.

Yaciendo en el sofá, acurrucado en posición fetal.

Santana sentado en el banco. Mirando a la cámara.

Alza la mano y toma la mía. De verdad.

Los ojos muy abiertos, mirando hacia la lente.

La voz de Ariel: —No puedo seguir haciendo esto…

La película termina.

¿Acaso apreté su mano?

La otra mano de Santana alcanza y cepilla mi barbilla. Mueve mi cabeza


lentamente hacia su cara. Luego me empuja más rápido, acercándome. Sus labios
tocan los míos. El shock me hace tensarme, pero sus labios son suaves. El los
presiona un poco más fuerte, demasiado fuerte, empujándome hacia atrás, sin tener
a donde ir y estoy atrapada y…

Negro. Una cegadora luz blanca. Santana me está sosteniendo debajo sofocándome
con su boca.

34
Brocado, se llama brocado y también brocar a un tejido muy cargado de seda cuyo fondo, hecho
con la trama, es de punto asargado.

163 PURPLE ROSE


Mis dedos se aprietan alrededor del lápiz y lo apuñalo en el brazo. El plomo es
opaco y lo apuñalo y lo apuñalo hasta que grita. —Ow —empieza—. ¿Qué
demoños? —Y rueda lejos de mí.

El timbre suena.

Kim está aquí para salvarme por fin. Por fin.

Me tumbo en la cama, cubierta hasta la barbilla, temblando. ¿Cómo pudo? ¿Cómo


pudo traicionar nuestra confianza? COFIABA en el. Por primera vez. El era mi…

¿Qué?

¿Amigo? Ni siquiera se el significado de esa palabra.

Cierro los ojos y el mundo da vueltas, un vértice. Estoy de vuelta en la baño de los
chicos otra vez; Toomey me está besando, alzándome la falda, bajándome la ropa
interior. Trato de gritar, pero no sale ningún sonido.

Mis ojos se abren.

¿Por qué? ¿Por qué le dejé hacerme eso?

A todos ellos. Los bromistas, los bravucones y pervertidos. Sí, pervertidos.

Tiro las sábanas y rebotan fuera de la cama, conecto la laptop, y regreso a la


cabecera.

Presiono el botón de encendido.

Mi cerebro dice a-través-de-la-luz pero mi mano me lleva a MI.

El está ahí. Ha estado un rato porque ya ha escrito:

herveh0tsu: D, háblame

herveh0tsu: Háblame

herveh0tsu:Háblame

herveh0tsu: No me voy a ir

164 PURPLE ROSE


¿Por qué? Si no puede ver cuán enferma estoy… ¿Qué es él? ¿Estúpido?

herveh0tsu: D, estás en línea. Háblame

Desearía ser invisible para él, para todos.

herveh0tsu: HABLAME DEMONIOS

Tecleo: —No. Y no me llames D es Daelyn.

herveh0tsu: Entendido. ¿Qué pasó? ¿Por qué te asustaste? Pensé que estábamos llegando a
algún lado.

—¿A dónde?

herveh0tsu: Demonios, no lo sé ¿Primera? ¿Segunda?

¿Tercera? ¿Cuarta?

—No puedo.

Hay una pausa.

herveh0tsu: Ok. ¿Cómo se supone que supiera? Nunca llamas. Nunca escribes.

Si pudiera reírme… el me hacía sentir líquida por dentro. Me aterraba esa


sensación.

Tecleo: —¿Qué quieres de mi?

herveh0tsu: ¿tu cuerpo caliente? ¿Qué más? Soy un animal.

No, no lo eres.

herveh0tsu: me gustas, lo que se de ti.

—Lo que es nada.

herveh0tsu: Exactamente. Así que estamos de vuelta a tu cuerpo caliente.

Debería estar ofendida. En cambio, me sentía agradecida. Estoy tan desesperada.

herveh0tsu: ¿Es un crimen que aun chico le guste una chica?

Tecleó: —En ese sentido, sí.

herveh0tsu: ¿en qué sentido?

165 PURPLE ROSE


Olvídalo, pienso, no lo sé.

herveh0tsu: Vamos dale a un hombre moribundo su último deseo.

Aprieto el botón de apagado. Eso es tan injusto.

Las lágrimas brotan de algún lugar dentro de mí desbordando mis párpados. Corren
por mis mejillas dentro de mi boca abierta; Salan mis heridas. Cierro mis ojos que
arden y lucho para impedir que el sentimiento me ahogue.

Tocan mi puerta.

Aprieto el botón de encendido de la laptop y me encorvo sobre el teclado. Chip


dice: —Voy a la cama ahora. Tú deberías también.

Mi cabello cubre mi cara.

La puerta casi cerrada: —Buenas noches, cariño. Que duermas bien.

Aguanto la respiración para no perderla.

Santana aún está en línea, mensajeándome de todos modos.

herveh0tsu: No te vayas daelyn

herveh0tsu: DAELYN!!!!!!!!

herveh0tsu: Dios, lo siento, soy un estúpido

herveh0tsu: es

herveh0tsu: tu

herveh0tsu: pi

herveh0tsu: do

herveh0tsu: sigo usándolo como excusa. No estaba tratando de presionarte a hacer algo que no
quieres hacer. Haciéndote sentir culpable al ver mi video.

Una pausa, una interminable espera.

herveh0tsu: ¿daelyn?

Tecleo: —¿Una excusa para qué?

herveh0tsu: por ser un idiota. Salirme con la mía.

166 PURPLE ROSE


Tecleo: —Lamentable excusa.

herveh0tsu: no mierda.

Otra espera. Debería decir algo. No sé cómo hablarle a un chico.

herveh0tsu: dame algo. Lo que sea. Tú conoces la historia de mi vida.

¿Lo hago?¿Puedes conocer a una persona por su video biográfico.

herveh0tsu: Dime acerca del collar ortopédico.

¿Por qué? Me siento y miro la pantalla. ¿Por qué eso? El collar está en la mecedora
donde la arrojé cuando me tambaleé y caí sangrando internamente.

herveh0tsu: No tienes que. No tienes que hacer nada. Te dejare sola de ahora en adelante.

Se desconecta.

Tecleo rápidamente. —Bebí amoniaco y cloro para morir. ¿Estás feliz ahora?

167 PURPLE ROSE


Capítulo 22
—1 Día—

Traducción SOS por PokerF ♠ y Liseth_Johanna

Corregido por Andy Parth

n chico murió en el campamento. Vino la policía, un camión de


bomberos. Nuestros padres fueron llamados para recogernos.
Escuché a alguien decir que el chico tuvo un paro cardiaco debido
al excesivo esfuerzo físico. Mientras lo estaban transportando en una camilla, todo
en lo que podía pensar, era que deseaba que ese fuera yo.

J_Doe051676 escribe: solo quiero que todo el mundo sepa que esta será mi última
publicación antes de que deje este mundo, he estado planeando mi suicidio por tres años y
medio, asegurándome de que todo está en orden y finalmente puedo actuar según lo planeado.
En un par de horas, seré libre. Ya estoy relajado y menos estresado. No conozco a ninguno de
ustedes, pero sentí que era necesario dejar que alguien supiera de mi final. Finalmente estoy
yendo hacia mi éxtasis.

¿Tenía que hacer un anuncio tan grande?

Estas personas son patéticas.

Cambio hacia DDD y veo al J_Doe051676 en la lista

Al menos no estaba mintiendo

El cansancio de todo esto se esfuma de nuevo. Apago y cierro mis ojos. La purga
está funcionando, me siento mejor, libre de mi esclavitud. Una inquietante imagen
se arremolina en mi concentración, es Santana, el último cuadro de la película. Las
mejillas hinchadas y los ojos hundidos.

Picando tras mis párpados. Pero se siente bien.

La vida es tan injusta.

168 PURPLE ROSE


La última pregunta era esa que me había estado preguntado toda mi vida ¿Por qué
estás aquí?

Esa es la pregunta.

¿Por qué estoy aquí? ¿Cuál es mi propósito?

—Daelyn, ¿estás despierta? —grita Chip. Está justo afuera de mi puerta y se acerca
para tocar—. ¿Estás vestida? —Me da un minuto para recoger antes de asomar su
cabeza por la puerta.

—Oh, bien, no estás en la computadora.

Lanzo el último libro dentro de mi mochila. Deseo en el Pantano es difícil de creer


que estoy casi en el final. Extrañaré a Maggie Louise.

Ella es mi amiga, mi ídolo.

Que estúpida. Un personaje de un libro no puede ser tu ídolo. No son reales o están
vivos. Nunca tuvieron que actuar valientemente en frente de un miedo o una
adversidad real. Estos libros son terribles. No entiendo porque me los devoré todos
en la escuela secundaria. Nunca conoceré el romance o la aventura o el amor.

Este es el último libro de la serie y ya sé cómo termina, pero me comprometí a


leerlos todos de nuevo y el objetivo debe ser cumplido. Tengo que completar algo,
para probarme.

¿Qué? ¿Que los únicos amigos que he tenido son imaginarios? El objetivo, la meta.
Tengo que llegar al final. Si leo en la capilla y durante las clases, en el almuerzo, y
después de la escuela, lo puedo terminar.

Chip me saluda en la cocina con mi cereal y mis píldoras. Me las meto en la boca y
cuando se gira las escupo en mi mano. —Tu madre llamó mientras estabas en la
ducha. Dijo que esta auditoría está tomando más de lo que ella esperaba y que no
regresara a casa hasta el viernes en la tarde.

¿Viernes? mi corazón saltó. La sangre corrió por mis venas la sentí caliente y luego
fría. No veré a mi madre de nuevo.

169 PURPLE ROSE


Chip esta hablador de camino a la escuela, hablando sobre esa vez que él y mamá
manejaron a las cavernas de Carlsbad35. Estoy en shock. No volveré a ver a mi
mamá.

—Estábamos tomándonos una segunda luna de miel chocándonos con a todos los
puntos calientes y trampas para turistas de aquí a las vegas —me sentí catatónica—.
El auto se varó en el valle de la muerte y tuvimos que pedir un aventón. Un par de
universitarios nos recogieron, estaban de camino a las vegas para casarse. —Chip
me sonrió—. En un capricho tu madre y yo decidimos renovar nuestros votos en las
vegas. —Sacudió la cabeza como si el recuerdo se soltara—. Si te escapas, te
recomiendo la capilla matrimonial Viva Las Vegas —se rio—, creo que fuiste
concebida en el salón azul Hawai.

Las náuseas me hicieron sacudirme.

—¿Estás bien? —Chip alcanzo y toco mi brazo—. ¿Necesitas que pare?

La palabra no se formo en mis labios mientras agarraba mi estomago. ¿Cuál fue la


última cosa que le dije?

Chip continuó —Nos habían dicho que no podíamos tener hijos, así que fuiste una
bebe milagro. Quiero que crezcas, te cases, y tengas muchos hijos, nietos para que
tu madre y yo mimemos. Tienes mucho para mirar hacia adelante en la vida,
Daelyn

Emily me está esperando en la capilla.

—Hola —sonríe y saluda.

Ralentizo el paso, si corro, nunca me atrapara.

No sé qué hacer. Supongo que yo empecé esto

—¿Estudiaste para el examen de economía? —me sigue dentro de la nave.

¿Tenemos un examen? Estaba algo distraída.


35
Las Cavernas de Carlsbad: El parque nacional de las Cavernas de Carlsbad (Carlsbad Caverns
National Park) es un parque nacional de los Estados Unidos localizado en el sureste de Nuevo
México, en la sierra de Guadalupe, en la misma cordillera que el parque Nacional de las Montañas
de Guadalupe.

170 PURPLE ROSE


—Siempre me pongo muy nerviosa antes de un examen —espera a que escoja un
banco. Me dirijo a la sección media, pasillo izquierdo al final por el confesionario,
luego dudo. Estas bancas son estrechas. No hay nadie en la capilla. Nos podríamos
sentar en todas partes. Camino hasta el frente donde no tienes que apretarte.

La dejo ir primero. Sonríe mientras pasa, o sea, esa enorme sonrisa que vuelve sus
mejillas rosa y sus ojos centellantes.

Extiende el reclinatorio de debajo de la banca, se arrodilla, hace el signo de la cruz


y junta sus manos. Yo no rezo, solo me gusta la paz.

Veo a Emily. Las costuras alrededor de las mangas de su blusa están tensas. Apoya
su frente sobre las manos cruzadas y pienso que, va a necesitar su fe.

Abro la ventana, lo veo. Taylor, alias Jennifer Jessica, lo ha llamado a la valla. Ella
esta estirando su pelo hacia atrás, y él está bailando como payaso. ¿Se está ella
riendo, lo está disfrutando? Me duele la cabeza. No tengo razón para sentirme
celosa. No le puedo dar a Santana lo que él quiere. Una monja hace bulla afuera y
lo espanta y el regresa, saluda y baila. El enjambre de seguidoras de Taylor
alrededor de ella y aúllan cuando ella dice algo. Mira sobre su hombro. Se están
burlando de él. Ella se está burlando de él. Quiero ponerme de pie y…

Emily se santigua de nuevo y se sienta.

No se burlen de él, grité para mis adentros, está muriendo.

En un suspiro, Emily dice —Gracias por tu nota la necesitaba.

Le brindo una sonrisa triste

—Creo que este año será diferente ¿sabes? La escuela secundaria y todo. Pienso que
la gente podría ser más madura, o más agradable por lo menos.

Sorpresa Emily, la gente no cambia. Hay dos clases de personas en el mundo:


Ganadores y Perdedores. Blanco y negro. No sé si el gris se ajuste, o que incluso
puedas vivir en la sombra.

—¿Duele ese collarín? —lo estudia inclinando su cabeza—, me recuerda a esas


mujeres quienes usan esos anillos de latón alrededor de su cuello —dice—, y siguen
agregando anillos hasta que sus cuellos están extensos como el de una jirafa. Leí
que si se quitaban los anillos su cuello se rompe y mueren por asfixia.

171 PURPLE ROSE


Las mujeres Padaung36 en Tailandia. Lo vi en discovery channel37 usan los anillos de
latón para promover el turismo en sus pueblos. Los anillos debilitan los músculos
de sus cuellos, así que si las mujeres remueven los anillos, sus cuellos no pueden
soportar el peso de sus cabezas.

Emily dice —Supuestamente los anillos representan la belleza ideal —saca su


lengua carnosa—, que chiste.

Pero tú venderías tu alma por aquello, ¿cierto? Por un día de sentirte bella.

—De acuerdo la cerrare. —Tira de un cierre invisible a través de sus labios.

Me gusta ella. Parece estar en paz consigo misma. Pienso que Emily tiene valor.

Nos sentamos en silencio. Ojos apuntados en el altar. La cruz. De cualquier forma,


¿Para qué murió Jesús?

—Sé que hablo mucho —dice Emily—, es sólo que no tengo mucha gente a la cual
hablarle. No mucha gente es merecedora de mi tiempo.

La miro, añade —Cuando te presentaste al coro, supe de inmediatamente que eras


diferente. De una buena manera. —Añadió con rapidez.

¿Qué vio ella en mí? ¿Qué vio ella que yo no?

Sonríe de nuevo.

No Emily, pienso, no me escojas. No soy digna de tu tiempo.

Este es mi error. Mío. Haciéndola pensar que estaría aquí para ella.

Arrancando las correas de velcro38, me quito el collarín desde el frente. Forma un


tubo y lo lanzo hacia ella, más como si lo empujara.

36
Las mujeres Padaung: ('mujeres de cuello de jirafa') forman parte del grupo étnico o tribu Kayan,
Karen o Karenni, una de las minorías étnicas tibeto-birmanas de Birmania que se compone
aproximadamente de 7.000 miembros y pertenecen al estado Shan.
37
Discovery Channel: Discovery, anteriormente Discovery Channel, es un canal de televisión por
cable propiedad de Discovery Communications, siendo una señal de entretenimiento, cultura y
educación distribuida virtualmente en el mercado de televisión de pago en todo el mundo. La marca
es conocida principalmente por su variedad de programación científica, particularmente
documentales y programas sobre la naturaleza. Discovery se lanzó el día 17 de junio de 1985 en
Estados Unidos.
38
Velcro: es una marca registrada en el año 1951 que ha pasado a denominar un sistema de apertura
y cierre rápido. El sistema de cierre y apertura es rápido y sencillo. Consiste en dos cintas de tela que
deben fijarse en las superficies a unir mediante cosido o pegado. Una de las cintas posee unas
pequeñas púas flexibles que acaban en forma de gancho y que por simple presión se enganchan a la
otra cinta cubierta de fibras enmarañadas que forman bucles y que permiten el agarre.

172 PURPLE ROSE


Tómalo. Emily. Consérvalo con un regalo simbólico. Porque mañana cuando me vaya,
quiero que pienses que los amigos son posibles.

Emily balancea el collarín en su regazo. Lo examina, ve abajo por el centro. —Es


pesado —respira.

Insoportable.

Me mira —¿Se va a quebrar tu cuello?

Saco mi lengua, y dejo mi cabeza caer.

Emily se ríe. Se cubre la boca, mirando por encima del hombro como si fuera un
pecado reírse en la iglesia. —¿Me lo puedo probar?

Ese no era el plan.

No sé cuál era el plan. Es todo lo que tengo para dar.

Se lo abrocho. —Milagro de milagros. Encajo.

Tengo que sonreír por eso.

—¿Cómo me veo? —retuerce toda la parte superior de su cuerpo hacia mí.

Como una princesa Padaung, creo.

La campana suena y ella se desabrocha el collarín. Me paro con mi mochila y ella


agarra la suya. Trata de regresarme el collarín pero le hago mímica, quédatelo.

—¿En serio?

No lo necesitare nunca más. Aunque pensándolo bien, deshazte de él.

Estamos casi en el salón de clase cuando Emily dice —Mi madre me enviará al
campamento para obesos este verano. Oh que alegría.

Me detengo en seco, mi mochila dirigiéndose al piso. Engancho el brazo izquierdo


de Emily y la llevo hacia la derecha. Mi boca se abre y mi lengua presiona contra la
parte superior del paladar y la palabra abre la garganta. Se necesita voluntad y la
rabia para forzar el sonido de mis cuerdas vocales y se funde con cicatrices, pero lo
hago. Digo: —No... No, vayas.

La boca de Emily se abre. Mis manos la aprietan con fuerza. Estoy temblando. La
meneo. Asiente como si escuchara. Ella está escuchando.

173 PURPLE ROSE


Preguntas. Se repiten en mi cabeza.

¿Cómo llegaras a la luz?

Ahogamiento, me hinchare a mí misma. Arenque ahumado. Gorda. Yo nunca me


defendí. Ni una sola vez. Nunca dije, “¿Perdón? ¿Qué te da derecho a insultarme y
degradarme?” les dejé robar mi dignidad.

¿Quién te vera a través de la oscuridad?

Yo, encontrare mi forma

La oscuridad es un regalo. La oscuridad es vida.

En ese baño, con esos chicos. Me cambio, me hizo creer en el mal.

Pude encontrar mi camino fuera del baño. Lo hice. Me libere a mi misma


arrastrándome y gateando en la oscuridad. Eso me armo de valor. Para salir y
enfrentar a mi clase.

Debería haberle dicho a Kim. Chip. Cualquiera que escuchara. Esos chicos
quisieron violarme. En todos los años de terapia, nunca hablé sobre ese incidente.
Tal vez si lo hubiese hecho, habría salvado a alguien del mismo destino.

Pero no soy una heroína. Tengo que mantener mi pequeño sucio secreto.

El peor pecado que cometí fue contenerlo. Dejar que el secreto me ennegreciera.

¿Qué te espera?

Paz eterna. Serenidad.

La luz del otro lado.

Lo que me espera es desconocido. Lo único seguro es que la vida es un eterno


infierno.

Tengo miedo. ¿Qué traerá el mañana?

Tiene que ser mejor que hoy. Tiene que ser así.

¿Cómo serás recordada?

174 PURPLE ROSE


Como una solitaria y una perdedora.

Kim y Chip serán los únicos que me recuerden por un largo tiempo. Espero que
recuerden las cosas buenas, cuando yo era un bebé, una niña pequeña, cuando ellos
aún tenían esperanzas y sueños para su niñita, su milagro de bebé.
Verdaderamente, eran buenos para mí. Sólo estaban haciendo lo que sabían hacer;
lo que pensaban que era lo mejor.

Sí los amo.

Simplemente odio al mundo al que me trajeron. Seré recordada como una chica
gorda, asustada, débil y estúpida. Demasiado asustada para hacer algo por mí
misma.

¿Por qué?

Porque ellos tenían poder. Tenían cantidad.

Si nos hubiéramos encontrado, sin embargo, los débiles y los impotentes,


habríamos estado juntos. Lo que me hacía débil era el sentido de que estaba sola.
Pero quizá, no lo estaba. Toda la gente en A-Través-De-La-Luz, ¿en dónde estaban
ellos? Viviendo en espacios oscuros, en el lugar gris. Si nos hubiéramos encontrado
antes, ¿habría cambiado el resultado?

No lo sé. Lo que sé es que no puedes volver atrás. No puedes presionar “Borrar” y


volver a “re-teclear” tu vida.

¿Cómo son ellos recordados, los que se rindieron a la oscuridad?

¿Perdedores o ganadores?

¿Quién se convierte en ti?

No Emily. Ella es fuerte. Ella está llegando. A la persona incorrecta, pero


encontrará otros. Tiene que hacerlo.

¿En qué me convertiré? Porque no seré yo por más tiempo.

Eso será un alivio. No quiero ser la persona inútil que siempre he sido.

¿Qué opción tienes?

NINGUNA.

De acuerdo, tengo una opción. Dios me dio libre albedrío. No estoy hablando
contigo, Dios. Toma el dolor conmigo o déjalo atrás. Esa es mi opción.

175 PURPLE ROSE


¿Por qué estás aquí?

Un cuerpo choca conmigo y una voz dice: —Mira por dónde vas.

¿A dónde estoy yendo? Estoy en un largo y estrecho pasillo, caminando. Hay


personas en todas partes, hablando y riendo.

Es la escuela. El día se ha terminado. ¿En dónde he estado?

Tengo que hace pis y no puedo esperar unos cuantos minutos.

El baño está en la esquina, así que giro para una parada de descanso. Santana
aparece en mi cabeza. ¿Cómo lo hace él? Vivir. Con el miedo de la muerte todos los
días. Yo no temo a la muerte tanto como temo el pensamiento de vivir.

Creo que él no estará esperando en el banco. Sabe ahora que no tengo nada que
ofrecer. El panteísmo significa contar con otras personas para mantenerte vivo, y en
esta vida, yo no cuento.

Escucho la puerta del baño abrir y cerrar. Una ráfaga de aire frío en mis piernas me
hace estremecer.

Silencio, pero sé que alguien está aquí. Mi mano es inestable mientras voy a
secarme y una gota de pis caliente moja mi dedo. Empujo esa mano lejos de mí, me
pongo de pie y me ruborizo.

Ella está en el lavabo cuando salgo. No hablamos.

Me muevo hacia el lavabo del lado derecho y me bloquea. Me orillo hacia el de la


izquierda y ella lo bloquea también.

Tengo que lavarme. TENGO que hacerlo. Me dirijo a la salida, pero Taylor ha
anticipado mi movimiento. Levanta ambas manos a un lado, presionándolas contra
la entrada azulejada. Necesito salir por esa puerta.

—Te vi con Emily la gorda en la capilla —dice ella.

Por favor, déjame salir.

—La gordita y la rarita. Qué especial.

176 PURPLE ROSE


Mis ojos se elevan para encontrar los de ella. Déjame. Salir.

Ella planta los pies y me escanea de arriba abajo.

—Es gracioso cómo los rumores empiezan. —Una sonrisita malvada curva las
comisuras de sus labios.

Mi mirada cambia de su rostro burlón hacia la puerta, hacia la libertad.

—Vi lo que hiciste.

¿Cuándo? ¿De qué está hablando?

Taylor frunce los labios y hace un sonido de besos.

Ella me disgusta.

Los lavabos no tienen guardia, así que me apresuro hacia el agua. Un suspiro de
alivio se escapa de mi boca mientras me limpio. Me lavo. Me raspo.

¿Qué estoy raspando? La mugre. Los recuerdos.

—Apuesto que tu novio estaría interesado en escuchar de tu novia.

Cuando miro al espejo, Taylor está detrás de mí. Me observa raspar una mano,
luego la otra. Dice:

—Eres tan condenadamente rara.

Luego, por ninguna razón, me patea en la pierna.

Me vuelvo y la pateo en respuesta. Con fuerza.

Ella luce… sorprendida.

—Ow —dice—. ¿Por qué hiciste eso? —Sus ojos se humedecen. Luego, se
entrecierran y ella luce malvada.

Me alejo a tropezones de su alcance.

Se pone la maleta en su hombro y gruñe entre dientes:

—Cuida tu espalda. Fenómeno.

Se apresura hacia la puerta.

Bajo mi aliento, en un suspiro ronco, digo:

177 PURPLE ROSE


—Y tú cuida la tuya.

El banco está vacío. Sabía que lo estaría. Por qué él hizo contacto, en primer
lugar….

Todavía estoy temblando por la confrontación con Taylor mientras busco mi libro.

Cálmate, Daelyn. Ella no puede lastimarte. Casi llegas al final.

Página 294.

Maggie Louise cepilló su melena caoba hasta que brilló. Charles estaría aquí en cualquier momento y
ella le había dicho las noticias. Su madre le dijo una vez:

—Querida mía, has heredado tu belleza del lado familiar de tu padre. —Las altas y cinceladas mejillas,
la contextura delgada. Pero, ¿la constitución de Magnolia? ¿Su determinación? Ese era el regalo de su
madre para ella.

Nunca veré a mi madre de nuevo. Ella era impotente. Todos lo somos algunas
veces. ¿Qué esperaba yo que hiciera? ¿Salvarme cuando ni siquiera me pude salvar
yo misma? Tengo la necesidad más urgente de abrazar a mi mamá, de decirle que
lo siento. Sentarme con ella en la silla mecedora y escucharla cantar para mí.

—Debes seguir el deseo de tu corazón, porque será el que te guíe hacia tu destino. —Las palabras
sabias de su madre resonaron en la cabeza de Maggie Louise. Ella sintió al niño dentro de sí, el bebé que
sólo conocería alguna vez amor y felicidad en su vida. Si, ella había encontrado el deseo de su corazón.
En Charles.

Él se tumba y casi me salgo de mi piel. Él pega sus huesudas y peludas piernas.


Tiene uno de esos shorts camuflados que se atan en las rodillas. No están atados;
las cuerdas se balancean. Lleva una camisa sin mangas color blanco. Su cabello está
despeinado, como si acabara de salir de la cama.

¿Por qué está aquí?

—Vi tu último mensaje —dice suavemente.

Mi corazón se acelera. ¿Cómo? No se suponía que él lo leyera.

178 PURPLE ROSE


Sacude la cabeza.

—No puedo creerte.

Porque entonces me despreciarías, pienso. Ya lo haces.

Gira la cabeza y me mira. Taladrando el costado de mi rostro. Siento sus ojos


penetrando mi escudo y mi corazón explota. Él dice:

—Descubrí que era auto-infligido. Al conocerte.

Ni siquiera yo me conozco. ¿Cómo podría él?

—Revisé todas las posibilidades. Una. —Levanta un dedo frente a mí—, te cortaste
la garganta. A menos que tuvieras un verdadero cuchillo serruchado o un escalpelo,
tendrías que haber cortado bastante duro. —Parpadea—. Como, bastante.

Mi respiración es áspera e irregular. No puedo tragar.

—Dos. —Levanta un segundo dedo—, te ahorcaste. Estaba seguro que era esa,
aunque la pérdida de habla no cuadraba. A menos que realmente fueras muda, o
decidieras no hablar.

Las personas que se ahorcan vacían sus intestinos. Dejar desperdicios no es una
opción.

—La tercera ni siquiera estaba en mi lista. —Baja su mano y aprieta el banco—.


Amoniaco y lejía. —Sacude la cabeza—. Daelyn, eso es una carnicería. ¿No te
quemó el esófago? ¿No absorbió tus cuerdas vocales? Apuesto que el revestimiento
de tu estómago hizo un baile feliz en esa.

Cierro los ojos. ¿No puede él ver que no vale la pena gastar su tiempo en mí?

—Si me hubieras preguntado, te lo habría dicho, beber diluyente de pintura. O


gasolina. Los productos petroleros siembran caos en el cuerpo humano.

Las lágrimas bordean mis parpados.

—Está bien —dice, suavemente.

Involuntariamente, hipo.

Él desliza un brazo alrededor, detrás de mí, enroscando sus dedos sobre mi


hombro.

—Todos hacen daño a veces. —Un hipo se escapa—. No hay vergüenza en eso. —
Se acerca un poco más. Respira en mi cabello y lloro en voz alta.

179 PURPLE ROSE


Santana presiona mi cabeza en su pecho. Estoy en caos, sollozando tanto.

—Todos nos mejoramos, sabes. Te sano. Me sanas. Así dijo Santana Lloyd Girard
II, conocido como don-Juan.

Eso me hace llorar aún más fuerte.

Él descansa su cabeza en la mía y me deja llorar. Pienso que me ahogaré en mi


propia autocompasión.

—Escucha —dice él, después de un rato—. Nunca respondiste mi pregunta.

Gimoteo y lo miro, con los ojos llorosos.

—¿Qué pregunta?

Él jadea:

—¡Ella habla! —Sus ojos se entrecierran y mueve un dedo en frente de mi cara—.


Si has estado resistiéndote a mí todo este tiempo… —Quiero arrancar de un
mordisco ese dedo pero, en su lugar, simplemente lo bajo de un tirón.

—Oye. Eres fuerte. —Toma mi mano y no la deja ir—. Si no muero del Hodgkin,
el envenenamiento con plomo me matará. —Me muestra en su otro brazo la herida
en donde lo apuñalé. Ni siquiera perforó su piel. Él es lo suficientemente listo para
saber que el plomo en los lapiceros es grafito—. Y eres mala.

—No, no lo soy. —Sólo me estaba defendiendo.

—No. no lo eres. No como algunas personas que conocemos. —Me mira fijamente
a los ojos y no puedo apartar la vista—. Entonces, la pregunta. —dice él.

Mi garganta está en carne viva, seca.

—¿Qué. Pregunta? —Duele hablar.

—Sobre ir a cenar conmigo en mi cumpleaños.

Mi cerebro es una masa de cables enredados. Nada funciona.

Él añade:

—Si estás por aquí mañana, eso es. Si no tienes planes, como beber desechos
tóxicos o correr con tijeras, realmente, de verdad, me gustaría compartir mi
cumpleaños contigo.

Parpadeo hacia él.

180 PURPLE ROSE


—¿Yo? —susurro.

—Oh, por favor. —Me codea ligeramente la rodilla, como diciendo: ¿tienes que
preguntar? Sus ojos, sus oscuros ojos azules, profundamente inteligentes, que
abarcan el universo, están serios sobre mí. Mortalmente serios, cuando dice—:
Puedes responder esa pregunta tú misma.

181 PURPLE ROSE


Capítulo 23
Día de Determinación

Traducido por Elena Vladescu.

Corregido por Andy Parth

e conecto y la pregunta final aparece:

¿Borrar cuenta? Sí No

Presiono Sí.

¿Confirmar? Sí No

Presiono Sí.

Mi habitación está limpia. Mi vida está limpia. Más temprano, cerca del amanecer,
saqué la última carga de basura. Miro alrededor y veo lo que quedó. Nada.

Ya no hay más Daelyn Rice.

Como era.

Como soy.

O como seré.

Soy una página en blanco.

¿Qué elección tienes?

Comenzar o terminar.

Completarme a mí misma.

182 PURPLE ROSE


Fuera de la ventana, el hombre y el perro aparecen. Hombre tira el frisbee39 y Perro
lo persigue. Pero en lugar de llevarlo de vuelta, Perro se sienta. Suelta el frisbee.
Hace que el hombre vaya a él.

Sonrío para mis adentros. Juego terminado. Perro gana.

Deseo que Santana tenga un perro.

Su invitación persiste. Al igual que mi pregunta. ¿Por qué yo? No sé la respuesta.


Cuando me miro a mí misma en el espejo, todo lo que veo es un hambriento,
atrofiado pájaro al que nunca le crecieron alas y que perdió toda razón para cantar.

Chip llama

—Cuando estés lista, cariño.

Guardo el Mini Yo en mi mochila y cierro la puerta tras de mí. Es hora. Con


determinación y propósito, me dirijo hacia la luz.

Fin.

39
Frisbee es un plato o disco volador que se lanza con la mano, ya sea recreativa o deportivamente.

183 PURPLE ROSE


Sobre la Autora

Julie Anne Peters


Julie Anne Peters nació en Nueva York el 16 de enero de 1952 y a la edad de cinco
años su familia se mudó a Denver, Colorado. Cuando Peters estaba en la
secundaria sus padres se separaron y su madre se llevó a Julie y a sus tres hermanos
a la ciudad.

Julie se graduó como Licenciada en Artes


con mención en enseñanza básica y un
minor en francés y trabajó como profesora
por un año hasta que la directora del colegio
la despidió por creer que ella no estaba hecha
para ese trabajo y Roberts estuvo de acuerdo.
Así decidió buscar otros rumbos y se graduó
como Licenciada en Ciencias en
Computación y Gestión. Durante diez años
trabajo como analista, programadora e
ingeniera de sistema. Además obtuvo un
Máster en Negocios con énfasis en
Información de sistema, lo que le confirmó
que ese no era la carrera que quería.

Después de renunciar a su trabajo en 1989,


decidió ganarse la vida escribiendo, pese a que nunca había estado interesada en la
lectura y no sabía cómo escribir, pero se decidió a leer y a analizar todo lo que leía
para aprender.

Sus libros generalmente tocan temas de interés para la comunidad GLBT. Roberts
cuenta que su editora fue la que le dio la idea de escribir una historia de amor sobre
lesbianas y así publicó su primer libro Define ―normal‖.

En el año 2004 fue nominada al National Book Award como escritora de libros para
jóvenes por su libro Luna que trata sobre una niña cuyo hermano es transexual.

184 PURPLE ROSE


I ♥
PURPLE ROSE
www.purplerose1.activoforo.com

185 PURPLE ROSE

También podría gustarte