Cuando Leas Esto, Estare Muerta
Cuando Leas Esto, Estare Muerta
Staff de Traducción
Moderadora
Liseth_Johanna
Traductores
Staff de Corrección
Recopilación y Revisión
Andy Parth
Diseño
Vannia
2 PURPLE ROSE
3 PURPLE ROSE
Índice
Sinopsis 5
Capítulo 1 6
Capítulo 2 9
Capítulo 3 18
Capítulo 4 28
Capítulo 5 31
Capítulo 6 42
Capítulo 7 48
Capítulo 8 54
Capítulo 9 67
Capítulo 10 70
Capítulo 11 81
Capítulo 12 85
Capítulo 13 94
Capítulo 14 104
Capítulo 15 115
Capítulo 16 120
Capítulo 17 128
Capítulo 18 133
Capítulo 19 136
Capítulo 20 147
Capítulo 21 151
Capítulo 22 168
Capítulo 23 182
Sobre la autora 184
4 PURPLE ROSE
Sinopsis
Corregido por: Andy Parth
aelyn Rice está destrozada más allá de todo arreglo, y después de una
serie de intentos de suicidios frustrados, está determinada a conseguir
matarse bien. Empieza a visitar una web para "completadores": www.a-
traves-de-la-luz.com
Mientras está en la red, Daelyn bloguea sobre su vida, descubriendo una historia de
bullying que se remonta a la guardería. Cuando no está en la Web, Daelyn está en
su colegio privado, dónde la conocen como a un bicho raro que no habla.
Entonces, un chico llamado Santana empieza a sentarse con ella después del
colegio, mientras espera a que sus padres vengan a recogerla. Incluso aunque ha
dejado muy claro que quiere que la dejen sola, Santana no la va a abandonar. Y ya
es demasiado tarde para Daelyn dejar que la gente se meta en su vida, ¿no?
5 PURPLE ROSE
Capítulo 1
— 23 Días—
l chico blanco, flaco, alto, de pelo blanco impactante, se cuela detrás del
banco de piedra y se apoya en el tronco del árbol. Ya que no puedo mover
mi cabeza, lo veo por el rabillo del ojo. Podría ser un fantasma. Por un
momento creo que está aquí para ponerse en contacto conmigo, pero eso sería una
estupidez. No veo gente muerta.
El chico blanco me observa. No establezco contacto visual. Ni con él. Ni con nadie.
—Le gusto mamá. Le gustan las chicas feas y enfermas que tienen que usar
collarines.
1
CR-V: Refiriéndose al carro Honda CR-V.
6 PURPLE ROSE
—No quiero que te asocies con personas fuera de la escuela, gente que no conozco.
Si alguien te habla, vuelve al interior del edificio.
Revisa el espejo retrovisor para incorporarse a la calle. Su rostro está lleno de líneas
de expresión.
—Tu padre tiene una reunión hasta tarde con un cliente, así que sólo seremos
nosotras en la cena.
Sonríe expectante.
—Saldré para Houston mañana, pero no debería tener que quedarme más de dos
días. Papá te traerá a la escuela y te recogerá. Podría llegar con unos minutos de
retraso si no puede salir a las dos y media, pero sólo espera por él en el banco.
Sus ojos delatan el miedo. Nunca lo perderá. No se detiene porque tiene miedo de
que vaya a tener un grotesco ataque. Sólo he tenido uno en público, pero ocurrió
cuando ella me dejó sola en el auto. Fue en nuestro auto rojo, el antiguo. Y tenía
diez años. Ella tenía que recoger a algunos comestibles en King Soopers3 de camino a
casa desde la escuela. Dijo un momento. Tenía que ir al baño, pero pensé que un
momento significaba unos minutos. Dijo: “Regreso enseguida”. Dijo eso:
Enseguida.
2
Wal-Mart: Supertienda.
3
King Soopers: Cadena de supermercados.
7 PURPLE ROSE
yo sabía, sabía que no iba a volver por mí. Mi vejiga se hinchó como si hubiese
estado bebiendo agua durante varias semanas, e incluso cuando crucé las piernas y
las apreté fuertemente, no podía retenerlo.
Lancé un sollozo.
—Me oriné encima. —Los elásticos pantalones cortos rosas que ella me acababa de
comprar. Arruinados.
Mamá me miró así, como diciendo, ¿Quién eres tú? ¿Qué eres?
La gente se fue.
Se sentía humillada.
—¿Por qué hiciste eso? —dijo entre dientes mientras se alejaba rápidamente. Ella
era incapaz de controlarme. Aún lo es. Estaba atrapada, mamá. ¿Por qué no
entiendes eso?
Orinarme en los pantalones no era la razón por la que no puede dejarme sola
ahora. Estoy bajo vigilancia por riesgo suicida las veinticuatro horas.
—Lo que puede pasar en unos pocos minutos puede cambiarte para siempre.
8 PURPLE ROSE
Capítulo 2
—22 Días—
9 PURPLE ROSE
Yo clickeé a Sí.
Una ventaba apareció y me requirió firmar una política de privacidad, la cual no leí
detenidamente en ese momento. Debí hacerlo. El último párrafo terminaba: Estando
de acuerdo con los términos de este sitio, usted libera a A-través-de-La-Luz de toda la
responsabilidad de sus acciones.
¿Está de acuerdo? No Sí
Sí No
Escogí Sí.
Su ID es J_Doe071894.
10 PURPLE ROSE
Mi nuevo PC tiene una pantalla táctil. Cuando mis padres me devolvieron mis
privilegios, me sorprendieron con este nuevo ordenador. Paternalmente controlado,
desde luego. Había usado pantallas táctiles en los quioscos en el Mundo de Wally y
el Rey Soopers. Presioné mi índice derecho sobre DDD y una lista apareció.
J_Doe092854
J_Doe031392
J_Doe102385...
No Sí
¿Veintitrés días? Era demasiado tiempo. Yo estaba lista ahora. Presioné No.
Escribí la fecha de mañana, pero esto respondió Entrada Inválida. Intenté el día
siguiente. Un mensaje apareció:
Veintitrés días eran demasiado tiempo. Yo podría acabar echándome para atrás,
cerrando la ventana. Pero no lo hice. Sentí que de algún modo A-través-de-La-Luz
me había encontrado, sabía mi verdadero deseo. Toqué Por Defecto. La fecha posible
más temprana apareció: El 24 de abril.
Afortunados ellos.
4
DDD: Día de Determinación, del inglés Date of Determination.
11 PURPLE ROSE
El Chico Blanco está de verde hoy. Su camisa es verde, de todas maneras. Con un
logo de tee5, que no puedo leer a esta distancia. Además, unos pantalones color
caqui, que lo harían parecer un idiota si no estuvieran arrugados y demasiado
largos. Él levanta sus ojos de su libro y los fija en mí mientras abro la puerta, salgo,
y cierro la puerta detrás de mí.
El banco de piedra es gris. La hierba es gris. Mi vida es del color gris sucio.
Maggie Louise sabía por la mirada sobre la cara de Charles que había dicho algo incorrecto.
—Charles.
Él sostuvo su mano.
Él baila hip-hop delante de mí. Salta, salta hacia adelante y hacia atrás.
Reasumo la lectura.
Maggie Louise nunca había conocido a un hombre que dejara de lado su felicidad por la de ella. Y ella
era toda la felicidad de él. Había sido su esposa durante cuatro años, su amante antes de eso, su amiga y
aliada. Deseaba ahora que ellos hubiesen adoptado al niño Ruso. O al Vietnamita. Ella desearía no
tener que dejarlo solo.
Maggie Louise soy yo, en mi siguiente vida. Si obtengo una segunda oportunidad.
5
Tee, Soporte para la pelota de golf.
6
Deseo en la Niebla, traducción de Desire in the Mist.
7
Krumps, Krumping es un estilo de baile que se originó en Los Ángeles, California. Usualmente
descrito como movimientos de estilo libre.
12 PURPLE ROSE
—Ow —dice, agarrando su brazo—. Creo que me disloqué el hombro.
No es gracioso.
Ella no estaba preparada para darle una fecha. Vaciló y estudió al hombre que había sido su fiel
compañero, su campeón y amigo.
—¡¡Ahá!! —señala.
Papá frena y arranco la página 181. Hago una bola de ella con mi puño, y la lanzo
hacia el chico.
—Tu madre está en Houston. Llegó alrededor del mediodía. Quería que te avisara
de que llegó bien.
Papá dice:
13 PURPLE ROSE
La otra chica le dio un codazo.
Necesitaba lavarme las manos. Para llegar al lavamanos, tendría que pasar entre
ambas o entre una de ellas. Lo que significaría contacto humano.
Veinte y dos días, pensé. Levante las manos al aire como lo hacen los cirujanos en la
televisión, con los dedos separados. El otro baño de esta planta, era sólo para los de
la facultad. Gracias a la Virgen María que no estaban cerrados.
Volví al presente.
Él masajea su cuello.
—¿Te parece bien si sólo pedimos algo? No me siento con ganas de cocinar.
14 PURPLE ROSE
Papá se acerca y sube el volumen del CD que está escuchando. Es techno, por amor
de Dios. Mi estómago sufre de calambres de todos modos, pero esa música me da
ganas de romper algo.
Ordena uno de esos combos familiares con sopa de wonton, rollos de huevo,
camarones agridulces, Kung Pao de pollo, carne de res Hunan, arroz al vapor, y
arroz frito. Es suficiente comida para alimentar a todos los niños hambrientos de
África.
Huele bien, pero parecen desechos de perro ahora que está puesto en la licuadora.
Ya no puedo comer comida real. Esta es la idea de Dios de la ironía.
Papá dice:
—Voy a ver las noticias. Puedes verlas conmigo o, si lo deseas, puedes comer en tu
habitación.
Yo le dije:
Y me respondió:
15 PURPLE ROSE
Me había oído cantando junto a un programa de televisión, y lo siguiente que supe
es que estaba cantando en solitario porque papá había apagado el sonido.
—Eres muy buena —dijo—. Tal vez incluso mejor que tu madre. No le digas que lo
dije. —Hizo un guiño. Eso me hizo feliz porque mamá tenía una hermosa voz.
Dondequiera fuéramos, papá reproducía CDs de películas y musicales, y me
animaba a cantar—. Vas a ser el próximo American Idol —Me sonrió. De hecho, le
creí.
La audición se celebró en un gran auditorio que estaba lleno de niños con sus
padres. Me puse mi mejor vestido, el que tiene las mangas anchas y brillos. En
cuanto a todas esas personas... La idea de pararme frente a ellos y cantar...
Le susurré a mi padre:
—Vas a estar genial —me apretó la mano—. Sólo finge que estás cantando en el
auto.
No quiso escuchar.
Se me asignó un número: 203. Para cuando llamaron por mi número, era de tarde.
Mi estómago gruñía de hambre y estaba retorcida de nervios.
Papá dijo:
—No estés nerviosa. Sólo responde sus preguntas y habla. Luego canta en la forma
en que lo haces para mí. —Sonrió y me empujó al escenario.
—Gracias. Usted tiene una bonita voz, pero no estamos en busca de su tipo. —Me
volví para salir, pero mi padre entró al escenario.
—¿Qué tipo?
16 PURPLE ROSE
—¿Qué tipo? —Parecía enojado.
—En caso de que no se haya dado cuenta, su hija tiene... exceso de peso —retumbó
la voz.
Papá no dijo:
Eso fue hace años, pero se mantiene en mi mente como un punto de inflexión.
Nunca confié en mi papá de nuevo.
17 PURPLE ROSE
Capítulo 3
—21 Días—
Bienvenid@ J_Doe071894.
Presiono DDD.
Cinco días. Cinco nuevos afiliados. No sé por qué, pero me pregunto cuántos son,
eran, mujeres. Leí en algún lado que los hombres se suicidan más que las mujeres.
Las chicas hablan de eso. Lo intentan. Los chicos lo hacen. Calculo cuantos años
tenían cada uno. 22, 18, 30, 46, 15, mi edad.
¿Como lo hacen? ¿Cuándo? ¿Cómo? ¿A qué hora? ¿Mañana, tarde? Quiero irme
por la mañana. Darme tiempo. Tiempo para morir y seguir muerta.
Presiono FF.
Una familiar pantalla aparece. Un foro de discusión. Vivo en los foros de discusión,
en las salas de chat y disputas. Escribo historias sobre cómo la gente me asalta
verbalmente todos los días de mi vida y cómo a los adultos no les importa y ni
siquiera contribuyen al abuso. Las personas en los foros son siempre simpáticas,
pero tampoco se preocupan por mí. Sólo están allí por ellos mismos.
Bienvenid@ al Foro Final. Usa este foro para comunicarte con otros que se completaron.
Tenga en cuenta: Los participantes no pueden tratar de disuadir o desalentar la auto-
terminación. El desprecio por la libre voluntad y su consentimiento fundamentado se
traducirá en la eliminación inmediata del foro. El acceso futuro a A-través-de-la-Luz será
negado. Este foro es monitoreado a todo momento.
18 PURPLE ROSE
Ellos no saben la pregunta.
Gracias.
El Foro Final tiene una larga lista de temas, incluyendo: Quejas Varias, Acoso,
Divorcio, Enfermedad, Muy Cansado, Odio Esta Vida, Desolado, Legados,
Intentos.
El futuro no alberga esperanzas o algún significado para mí. Sé que suicidándome sufrirán
otras personas, pero ¿por qué continuar con este interminable infierno? ¿Cuál es el objetivo de
estar aquí si no te sientes amada y abandonada por aquellos con los que solías contar y
confiar? ¿Cuál es el objetivo de vivir si no perteneces a ningún lugar?
Muy cierto.
La siguiente entrada.
J_Doe032692 escribió: No soy una persona delgada. Como sea, eso no les da a las personas
el derecho de reírse de mí todos los días. Eso no les da a las personas el derecho de burlarse de
mí, de llamarme fea y sin valor, diciéndome que me suicide porque nadie me querrá, o hacer
canciones acerca de por qué soy tan gorda y cuanta comida como. NADIE. Repito, NADIE
TIENE EL DERECHO DE HERIR A OTRO HUMANO TAN ESPANTOSAMENTE.
19 PURPLE ROSE
Quiero irme. Ahora.
Cuando papá me dejó no me dijo nada sobre recogerme temprano. Apuesto que
quería dejarme para no regresar nunca. Me pregunto si mamá siquiera le comentó
que tenía sólo medio turno hoy. Lo que dijo fue:
—Hola, saliste temprano. ¿Qué es hoy, el Día del Debutante? El Chico Verde se
deja caer a mi lado en el banco. Demasiado cerca. Mis brazos están presionados a
los costados.
No lo hago porque no puedo. Me movería si hubiese otro lugar para sentarme cerca
de la zona de carga. De cualquier manera, estaba aquí primero.
Se estira, con sus piernas extendiéndose en línea recta y sus manos cerradas detrás
de la cabeza.
—El Higrómetro está en aumento. Las condiciones de ladera y una cresta de alta
presión con ese penacho de humedad tropical típicamente significan el flujo
monzónico del Golfo. ¿Hueles?
No lo huelo.
20 PURPLE ROSE
Aléjate.
—Soy Santana, por cierto. —Uno de sus brazos planea en frente de mi cara, con
sus dedos extendidos. Me estremezco. Espera un segundo, luego sube y baja la
mano como si estuviera comprobando si estoy presente.
Si me toca…
—Lo que has escuchado de mi es verdad. —El alza su dedo pulgar—. Las chicas
me aman.
Giro mis rodillas hacia la derecha, por el borde del banco, para darle la espalda.
Saco Deseo en la Niebla de mi mochila. Las páginas se mueven con el viento y las
sujeto.
—Vivo en la casa de al lado. —Hace una pausa. Para qué, no sé—. Te veo venir de
la escuela aquí todos los días después de la escuela.
¿Él me observa?
Añade:
Charles saca una maleta del armario y la abre encima de la cama. Maggie Louise lo mira desde la
puerta del cuarto. Su cuarto, donde dormían y hablaban por la noche y hacían el amor junto al sonido de
la ciudad. Charles se detuvo de repente y se asió a la cabecera de caoba tallada. Sus hombros empezaron
a temblar…
21 PURPLE ROSE
La lee.
Pienso que es un perdedor. Con mi visión periférica, veo que me está observando.
Sólo mira un lado de mi cara o mi collar ortopédico. Deseo que se vaya, deseo que
se vaya, deseo…
Dice:
—¿Puedo preguntar qué estás leyendo? —Se estira para girar el libro hacia él.
No es nada gracioso.
Cállate.
—Oh, mi cielo. Mi cielo —se mofa el Chico Verde en falsete. Se deja caer del banco
arrodillándose y junta sus manos—. Solo una vez más, déjame tocar tu instrumento de
amor.
El viento levanta mi cabello y pienso, llévame lejos. No puedo sentir esto, lo que
sea que fuese. ¿Interés? Me paro para irme.
8
Literatura comparada: es una disciplina de los estudios literarios que concibe y trata las distintas
literaturas internacionales como manifestaciones de un mismo fenómeno cultural.
22 PURPLE ROSE
—Espera. —Se pone de pie—. No me estoy burlando de tus gustos de lectura.
Deberías ver la clase de basura que leo.
¿Dónde está papá? Me está dejando plantada. Miro hacia abajo en la calle como si
deseándolo hiciera que mágicamente apareciera.
El Chico Verde extrae una lata de su bolsillo frontal. Sus mangas largas aletean al
viento, al abrir la lata.
¿Está diciendo que mi aliento huele? El aroma de regaliz es tan fuerte que no puedo
controlar la urgencia de pellizcar mi nariz.
Debe ser un completo perdedor para estar hablando conmigo. Es casi atractivo, de
una manera muy de cerebrito. No estoy juzgándolo ni faltándole el respeto. Es un
chico. Todos se parecen.
Lo único que puedo hacer es esperar. Esperar que mis padres me rescaten, lo que
nunca hacen. Deseo haber traído un reloj para así poder mirarlo. Me he ganado
9
Listerine: enjuague bucal.
23 PURPLE ROSE
esta enorme confianza con mamá y papá y voy a necesitarla. No hay autos a la
vista. Ningún otro lugar para sentarse. No puedo sólo sentarme aquí como un
blanco esperándolo, esperando a que alguien que me ataque. Tomo una decisión,
volver al banco.
—El anemómetro mide ráfagas de más de cien kilómetros por hora durante la
noche. —Se desliza junto a mí, no tan cerca—. ¿Mencioné que soy adicto al canal
del clima?
Fascinante.
—Me encantaría un Chinook10 —dice—. Excepto que es difícil hablar con el viento.
—Habla un poco más fuerte—. Probablemente por eso no escuché lo que dijiste. —
Siento sus ojos perforando mis oídos. Susurra audiblemente—. ¿Cómo te rompiste
el cuello? ¿O te lo desgarraste?
Página 143. Maggie Louise dejó escapar un suspiro gutural, con su amplio pecho expandiéndose…
—El yeso, o lo que sea que es, parece incómodo. ¿Alguien te dejó caer sobre tu
cabeza?
—¡Aja! Caíste mal en un Rudi. Ya me ha pasado. ¿O fue un salto mortal con una
doble vuelta?
10
Chinook: vientos cálidos y secos que calientan las laderas orientales de las Montañas Rocosas en
Norteamérica donde las praderas canadienses y éstas se encuentran. En los Alpes se presentan unos
vientos de características similares llamados foehn.
24 PURPLE ROSE
…de Victoria’s Secret que Charles le había regalado por el día de San Valentín.
Nunca nadie me regalo algo para el día de San Valentín. Bueno, papá, pero eso no
cuenta. Nunca tuve un novio y nunca lo tendré.
—¿Y qué hay de…? ¿Un triple vuelta? —interrumpe el Chico Verde—. ¿Cuádruple?
¡Basta! Detente.
—Olvida a Emilio —sollozó Maggie Louise—. Somos sólo nosotros. Sólo ahora. —Maggie Louise se
arrepintió de las palabras tan pronto como las dijo. Nunca podría renunciar a Emilio.
Doy vuelta la página. Espero a que el Chico Verde hable de nuevo, pero no lo hace.
Quizás, finalmente entendió la indirecta.
Presionó su cabeza contra el pecho de Charles y sintió su corazón latir acompasado al suyo. Emilio. Oh,
mi amor, Emilio. ¿Cómo pudo decirle que todo había terminado?
Una gota de lluvia se estrella contra la página en el momento exacto en el que papá
conduce hasta mí.
Por encima del bullicio de la trituración del filete y la salsa viscosa de mi cena, papá
grita:
25 PURPLE ROSE
—Habían guardabarros y en la interestatal no avanzaban. Me tomó veinte minutos
llegar hasta una rampa de salida. Lo siento mucho, Daelyn. Gracias por tu
paciencia. —dijo las palabras, pero no sonaron verdaderas—. Espero que no hayas
entrado en pánico.
Odia incluso más que mamá que tenga un ataque. Una vez nos subimos a un
ascensor, creo que íbamos al psiquiatra, y era casi la hora del almuerzo y la gente
no dejaba de apresurarse para entrar, de apretar el botón de Abrir Puerta y de
aplastarme contra la pared donde me sentí atrapada y no pude respirar. Empecé a
asustarme e hiperventilar, gimiendo y retorciéndome porque no podía salir, salir de
allí, y mamá estaba allí, diciéndole a papá que presionara el botón del próximo
piso. Hizo que la gente se moviera y ellos se enojaron, luego tomó mi brazo
demasiado fuerte para tirarme a través de la multitud porque mis pies estaban
quietos, pegados al piso. Los rostros de todos tenían un aspecto aterrador mientras
y papá gritaba:
Disponibilidad: 5. Los cuchillos afilados son los mejores. Las hojas de afeitar son difíciles de
sostener cuando están cubiertas de sangre.
Notas: Cortarse las muñecas es un ―gesto‖ común de suicidio y, difícilmente, resulta ser algo
más que una cicatriz. El tiempo promedio que tardas en morir depende de tu edad, peso, y de
cuan profundas y grandes son tus heridas. Espera, por lo menos, de dos a cuatro horas; más si
pesas más o has incrementado tu masa corporal.
26 PURPLE ROSE
Esa era un error de cálculo que hice. Aunque, ¿cuatro horas? ¿De desangrarse hasta
morir?
Se necesita fuerza y determinación para cortar profundamente la arteria carótida o ingle, que
son las únicas heridas que te mataran. Cortarte la garganta es difícil debido al hecho de que
las arterias carótidas están cubiertas por tu tráquea. Si quieres cortarte las muñecas, corta por
la vena azul que va por debajo de tu brazo. Un baño caliente ayuda, ya que mantiene a la
sangre fluyendo rápidamente y disminuye la coagulación. Posiciónate para que tus muñecas
no caigan sobre tu cuerpo, y así bloqueen el flujo de la sangre.
Le dejo mi extensa colección de LEGOS a Dmitri R*. Quisiera que acoja a mi perro.
Le dejo mi velo de novia a mi querido esposo, Ferdnor, quien me procedió a mi muerte. Sufrió
un paro cardíaco masivo. Descubrí que no puedo vivir sin él. Ni quiero.
Hasta ahora, en mi legado, tengo mi ropa, la que debería ser quemada porque
mamá escogió la mayoría de ellas y son horribles; mi nuevo ordenador, el cual no
es realmente mío porque nada de lo que compre papá me pertenece realmente; mis
libros, de los que me estoy ocupando por mi propia cuenta; y todas mis otras
posesiones terrenales que tire dentro del armario cuando nos mudamos aquí. Si
fuera una persona generosa, donaría mis cosas para la caridad o algo así.
No lo soy, obviamente.
Para el día que recojan la basura reuniré una pila de juegos, ropas y trastos inútiles
viejos que sólo les recordara a mí, y los pondré dentro de una bolsa Glad. Los
vecinos de al lado tienen toneladas de basura, así que una bolsa mas no se notara en
el camión. El truco es sacar la basura a hurtadillas sin que papá o mamá me vean.
Solo veintiún días más para eliminar todo rastro de mi existencia. Puedo hacer eso
en veintiún minutos.
27 PURPLE ROSE
Capítulo 4
—20 Días—
Yo aún no era tan gorda. Tal vez sí lo era. Recuerdo cada una de las cosas que
todas las personas me dijeron alguna vez. Plumpkin. Culo gordo. Llorona. Gorda
llorona.
Es tan Oprah, pero comía tratando de alejar el dolor para sentirme mejor. Luego, el
dolor me comía a mí.
No sé por qué no puedo lograr que los insultos no me afecten, pero no puedo. Soy
el producto de cada ofensa que alguna vez me han formulado.
Él no está allí cuando salgo por el portón. Gracias a Dios. Me retrasé en el baño de
las chicas unos minutos extra para que él se rindiera.
¿Por qué no está en la escuela, de todos modos? Incluso ayer, cuando salí
temprano, él estaba allí. Es un acosador.
11
Plumpkin, Es una palabra combinada por: “plump” que significa gordo o rechoncho, y
“pumpkin” que significa calabaza, y hace referencia al color de su cabello. Pude traducirse como
“calabaza obesa”.
28 PURPLE ROSE
Es un alivio que no esté aquí. Necesito estar sola, física y emocionalmente. El acto
final debe llevarse a cabo en un estado de pureza total. Las otras veces, ahora me
doy cuenta, tenía pensamientos impuros. Duda, o esperanza.
Abro mi libro. Las palabras resaltan fuertemente contra la página. Negro, blanco,
negro, blanco...
Mamá dice:
Hay 318 personas conectadas en A-través-de-la-luz. Los viernes por la noche son
solitarias para muchas personas en el mundo.
No sólo nunca he tenido un novio, sino que nunca he tenido una cita, por lo que
estar en casa la noche del viernes es todo lo que conozco. Mamá y papá solían tener
una cita pautada los viernes por la noche. Antes, cuando podían dejarme sola en la
casa por la noche.
El Foro Final, es una colmena de actividad. Buzz Buzz. Tema caliente de esta
noche: Intentos.
29 PURPLE ROSE
J_Doe050550: Yo intenté una sobredosis de heroína dos veces. Mi compañero de cuarto me
encontró en ambas ocasiones. Debería haberme dejado morir, hombre. Estoy tan jodidamete
harto.
Apuesto que la mayoría de los de aquí lo hemos intentado y fallado. Los que lo
lograron no están aquí, por supuesto. Somos cobardes ante sus ojos; si es que nos
pueden ver.
J_Doe012964 escribe: Elegí la electrocución, porque he leído que es rápida e indolora. Corté
el cable de la luz y me quedé con los pies descalzos en un charco. Perdí la conciencia y mi
vecino me (sp12) resucitó. Todo lo que obtuve fue una quemadura de 3er grado en la pierna.
Eso NO es indoloro.
Uno nunca quiere ser resucitado. Tienes que planificar el tiempo y lugar. Tienes
que estar solo. Nadie quiere terminar conectado a tubos de alimentación ni con
respiración artificial, o como un vegetal. Debes destruir tu cuerpo más allá del
punto de donde pueda mantenerse con vida.
Lo prometo.
12
Sp, Se refiere a reanimación cardiopulmonar.
30 PURPLE ROSE
Capítulo 5
—19 Días, 18 Días—
—¿Te gustaría entrar a las Chicas exploradoras? Yo era una chica exploradora.
Harás un montón de amigos.
Ella dijo:
Me hizo ir.
31 PURPLE ROSE
de la tropa hizo que todas me hicieran un puente ceremonial de bienvenida y tuve
que caminar debajo de todas las manos arqueadas en forma de campana. Más de
una chica trató de hacerme tropezar.
—Te gustará esta parte, Daelyn. Es el momento en que comemos. —Lo dijo bien
fuerte para que todas escucharan—. Espero que tengamos suficientes pastelitos.
Fui al baño y me encerré. La Líder intentó disuadirme, e incluso con las manos
sobre mis oídos pude escuchar a las chicas riéndose de mí. Me senté en el suelo
contra la puerta hasta que mamá vino a recogerme.
En el coche me dijo:
¿Por qué siempre tengo que ser yo la única que lo intente? A sus ojos, soy un
fracaso. Ella no me va a extrañar.
Temas activos en el Foro Final: Asalto Sexual. No quiero leer esas historias. Acoso
me atrae de nuevo.
Yo era objeto de burlas desde el jardín de infancia porque parezco gay. La burla se convirtió en
acoso. J_Doe070790.
La gente me llama cara de pizza. No puedo evitar tener acné. Ellos dicen ―hola pus de
grano‖. Las chicas me dan la espalda cuando me acerco a ellas. Alguien hizo rotar un dibujo
que hicieron en la clase de biología. Era ese monstruo marino con tentáculos. Tenía mi
nombre y abajo escribieron grano de calamar. Todo el mundo tuvo un gran placer con esto.
Me pregunto cómo se sentirán cuando yo esté muerto.
Suicidio. Conozco bien esa palabra. El suicidio es el escape del acoso. Cliqueo la
pantalla en Añadir un Mensaje. Un bloc de notas blanco aparece con mi ID
32 PURPLE ROSE
completo. Mis manos flotan sobre las teclas... cinco, diez segundos. Quiero escribir
mi historia. Pero si lo hago...
No.
Tecleo rápidamente: —En primer grado un chico me dijo: “Eres gorda. Estás más
gorda que el cerdo más gordo de la granja”. Eso me hizo llorar. Le dije a mamá lo
que pasó y todo lo que ella dijo fue: “No le hagas caso. Déjalo correr”. ¿Cuántas
veces se supone que tienes que dejar correr las cosas?
J_Doe110282 escribe: Los deportistas me llaman marica gay afeminado c*lo flojo desde el
momento en que llego a la escuela hasta que salgo de allí. Sé que nunca va a terminar.
Nunca.
Ellos te matan con sus palabras. Mis dedos vuelan: —El primer día en mi nueva
escuela, tres chicas mayores me rodearon. Eran un grupito. Estaba de pie esperando
para el columpio, cuando la líder dijo: “No puede ser verdad. Ni siquiera cabes en
ese columpio”. Se echaron a reír. Una de las otras chicas dijo: “Incluso si lograras
subirte, no queremos que rompas el nuevo columpio”.
—Yo fui a reportarlos —escribí—, pero me enteré que las personas con el chaleco
naranja era los mediadores. Las tres chicas tenían el chaleco naranja.
Todos los recreos. Era como si todos hubieran hecho un pacto en la escuela. No
dejar a la chica gorda jugar en cualquiera de los juegos infantiles. No jugar con ella
porque es gorda. Los gordos son feos. Los gordos son estúpidos.
—Lloraba todas las noches, “No quiero ir a la escuela” le dije a papá y a mamá.
Les rogué que me dejaran quedarme en casa. Mama dijo: “Tienes que ir a la
33 PURPLE ROSE
escuela. Es la ley.” “¿No puedo ser educada en casa?” “Los dos tenemos que
trabajar” respondió mamá. A ellos les preocupaba más el trabajo que yo. Incluso les
dije que la gente me insultaba. Papá dijo: “Me pusieron apodos todo el tiempo
porque no practicaba deporte. „Debilucho‟ y „Willy‟, cosas así. ¿Y qué? El cerebro
consiguió llegar más lejos que la fuerza física.” Me dio unas palmaditas en el
hombro. “No dejes que te afecte.”. ¡Pero me afecta! Quise gritar.
Mis manos se levantan del teclado. Alzo la mano para proteger la pantalla y se
queda a oscuras.
—¿Estás bien?
Ella dice:
—No puedo dormir bien. —Ella se cierra su bata y se abraza a sí misma—. Fue una
semana dura. He perdido la cuenta en Houston.
—Eran clientes difíciles, de todos modos. Nada que hubiera hecho habría estado
bien. Cuando tu negocio se está hundiendo, no puedes culpar al contador. —Se
dirige a la puerta y pienso, No, te culpas a ti misma—. ¿Sabes qué día es hoy? —dice.
Mamá huele bien. Tiene esa crema en la cara que me hace recordar a un pastel de
durazno. No respiro.
—Fin de semana. Por fin. Oh, no te olvides que veremos al Dr. Novotny a la una.
—Hace una pausa en el umbral—. De verdad te ves cansada. Deberías irte a la
cama pronto. Dormir más.
34 PURPLE ROSE
El Dr. Novotny es nuestro cuarto o quinto terapeuta familiar. Perdí la cuenta. Él
dice:
—Hola Daelyn. —Quiere hablar conmigo a solas, lo sé. Pero me niego—. Hola,
Chip. Kim. Por favor, tomen asiento.
Quiero que todos nosotros, al unísono, tomemos las sillas y lo dejemos. Cuando el
Dr. Novotny se gire hacia nosotros, mamá y papá dirán: “Usted nos dijo que las
tomáramos”.
—¿Cómo están todos? —Él finge interés. Tiene manchas de sudor bajo sus fosas
nasales. Parece como si no le pagaran lo suficiente por perder el tiempo con chicas
suicidas y sus padres incompetentes.
Papá dice:
35 PURPLE ROSE
Él examina mis ojos, lo que es inútil. No tengo nada en contra del Dr. No, no
personalmente, pero él no puede ayudarme.
Mamá se da la vuelta.
Mamá agrega:
No la miro. No puedo. Estoy mirando las entradas del pelo del Dr. Novotny.
¿Lo tengo?
—¿Aquel chico? —La voz de mamá adquiere un borde afilado—. Te dije que no
hablaras con extraños, especialmente con chicos. Él me parece peligroso —dice
mamá al Dr. Novotny. A papá—: Como un punk. —A mí me dice—: No es un
amigo tuyo, ¿o sí?
Los chicos no son amigos de las chicas. Nunca he conocido a un chico que sólo
quiera ser amigo de una chica. Mamá tiene razón acerca de la peligrosidad de ellos.
Toma mi mano y parece como si fuera a romperla. Llevamos sólo cinco minutos en
la sesión y ella ya se está perdiendo. Por lo general no lo hace hasta que nos vamos.
36 PURPLE ROSE
—Él es tan... No sé cómo se le llame. Gótico. Pandillero —le dice ella a papá—.
No quiero que Daelyn se asocie con gente así.
—Se ve bien para mí —dice papá—. Daelyn va a tener que hablar con extraños en
algún momento. Quiero decir, que todo el mundo es un extraño al principio.
Paso la libreta a mamá. Ella entrecierra los ojos. Papá se inclina a ver.
Sé que va a doler, pero le doy una sacudida de cabeza definitiva a mamá. El gesto
lastima mi garganta.
—Vamos a dar una vuelta. —¿Sigue siendo almuerzo cuando los huevos y el tocino
son licuados? ¿Cuándo tus waffles y las fresas son puré y tomas un sorbo con una
pajilla?
—Podríamos ir hasta Tiny Town. Te gustaba ese lugar. —Ella echa sal en sus
huevos revueltos.
Nunca me gustó Tiny Town. Esa falsa ciudad en miniatura que algún loco
construyó. Caminas alrededor y miras todas las ventanas pequeñas. A
continuación, obtienes un helado en cono y vuelves a casa.
—¿Ese lugar sigue ahí? —pregunta papá. Separa el periódico, y me entrega los
cómics. Ya no leo las páginas cómicas.
37 PURPLE ROSE
—¿Puedo ir a mi cuarto?
Mamá grita:
Lavo mis dientes, sin mirarme en el espejo. La visión de mí me pone enferma. Tiro
de la cadena y abro la puerta para que mamá no se muera de asfixia por contener el
aliento.
Mientras nos adentramos en las montañas (me vestí con varias capas de ropa),
mamá me habla de ese tiempo en la escuela secundaria cuando ella trató de salir de
chica pom-pom. ¿Qué son las chicas pom-pom? Suena obsceno.
—Mi amiga Bonnie era la única que realmente quería hacer el equipo, y había que
intentar de a dos. No soy atlética, como tú sabes, pero nosotras trabajamos duro en
la rutina.
Ella dice:
—Sabía que era terrible, en el fondo, pero Bonnie me convenció de que lo lograría.
En el fondo sabía que no quería decir “nosotros”. Quería decir ella. Ella tenía que
hacerlo.
¿Lo sabías en el fondo, mamá? Tal vez deberías hablar con el Dr. No.
38 PURPLE ROSE
Una plataforma de remolque se detiene en la carretera y mamá tiene que pisar el
freno de golpe. Instintivamente su brazo sale disparado hacia mí. Deseo que se
hubiera desviado por el precipicio.
—El día de las audiciones estaba muy nerviosa. Creo que en realidad vomité.
Bonnie y yo vimos a todas las chicas por delante de nosotras, ya que fuimos
últimas. Ellas eran buenas, pero no tan buenas como nosotras, dijo Bonnie. Me
susurró al oído: “Están lejos de ser tan buenas como nosotras, Kimmy”. En el
fondo sabía la verdad. Pero ella me hizo creerlo.
—Tenemos por ahí nuestros trajes a juego que la madre de Bonnie hizo, y los
pompones que nosotras hicimos. Ni siquiera recuerdo haber hecho la rutina. No me
caí de bruces. —Ella sonríe.
—Tuvimos que esperar los resultados. Fue exasperante. Estaba segura de que iba a
vomitar todo sobre Bonnie. —Ella da una risita. Una especie de vacío—. De
repente, supe por qué estaba haciendo eso. Por mí. Lo quería. No era la chica más
popular de la escuela, como te puedes imaginar.
¿Por qué no era popular? ¿Estaba intimidada? No era gorda, como yo. Ella nunca
habla de cómo fue que creció. Nunca menciona a Bonnie, o a cualquiera de sus
amigos de la infancia. Ve las señales de salida y reduce la velocidad para el desvío.
Esto es más de lo que ella siempre comparte, incluso en la terapia familiar. Me doy
cuenta de repente que mi mamá y yo somos algo parecidas. Tenemos vidas
secretas. El camino a Tiny Town se hace estrecho y descendente.
39 PURPLE ROSE
—Cuando los resultados se publicaron, me sorprendí —dice ella.
—El nuestro fue el único equipo —dice finalmente—, en donde una persona lo
consiguió y la otra no.
Me gustaría poder girar la cabeza para mirar a mamá. En mi visión periférica, veo
que sus ojos están en el camino. Está sonriendo. Oh, Dios mío. ¿Mi madre fue una
pom-pom?
Su sonrisa se disolvió.
—Bonnie lo hizo.
—No sé por qué te conté esa historia. —Sacude la cabeza—. Son cosas que uno
recuerda.
El viaje es una pérdida total porque Tiny Town está cerrada hasta el verano. El
local de los conos helados está tapiado. ¿Por qué creo que mamá esta vez lo sabía?
Mientras estábamos fuera, papá estaba ocupado en casa. Se instaló una red para
conectar su ordenador al mío.
—No debería interferir... con lo que sea que estás haciendo en tu PC —dice él.
40 PURPLE ROSE
Lo qué estoy haciendo ahora puede ser monitoreado a 24/7. No soy estúpida.
41 PURPLE ROSE
Capítulo 6
—17 Días—
uento los minutos hasta que la escuela termina. Estoy pasando por la marea
de alumnos, pero es agotador. Para el final del toque de la campana, estoy
aplastada.
—En el informe del tiempo, estará razonable a parcialmente nublado con un veinte
por ciento de posibilidad de precipitación al este de la División Continental. Por la
mañana, bruma irregular cercana a la niebla. —Él está leyendo de una pequeña
laptop.
No está intrigado.
Maggie Louise sintió su presencia en la habitación. Temía este encuentro con Emilio. Tenía que hacerlo.
Por ella. Por Charles. El magnetismo que la atrajo a Emilio era energía pura, embotellada y fundida. Si
enciendes una cerilla…
El calor pica mi piel, y es suave. Él ha dejado de teclear. Oigo la tapa hacer clic en
su computadora, y vuelvo la cabeza un poco. Porque no confío en él. ¿Qué se trae
entre manos? Huelo el regaliz en su aliento.
—Está bien. Si los aparatos frikis no te impresionan, ¿qué tal esto? —Una mano se
extiende por sobre mi hombro sosteniendo algo peludo—. Su nombre es Hervé.
42 PURPLE ROSE
—Hervé Villechaize.
La nariz se mueve y dejo caer mi libro mientras tropiezo con una mata de hierba
para poner distancia entre nosotros. Mi boca se abre, pero ningún sonido sale.
Él se levanta, y agrega:
—Todo irá bien, Hervé. Harv está en un mejor lugar ahora. Acarícialo. —Empuja
la cosa hacia mí.
Salto hacia atrás. Es una rata. La cola sin pelo se sacude como una serpiente.
—Rattus norvegicus. —El chico suelta el ratón sobre su hombro. La cola se envuelve
alrededor de su cuello, y me estremezco, como si hubiera una soga alrededor del mío—.
Comúnmente conocida como la rata marrón o rata fascinante. No porque sea engalanada
con sus mejores galas sino porque parece que a algunas personas les fascinan las ratas.
—Lanza esa ancha sonrisa hacia mí.
La cosa lleva un arnés de cuerda, con una correa. Sus patas delanteras se aferran al
collar del cuello del chico. Ambos, la rata y él, están mirándome a mí. Lo siento, el
consenso.
43 PURPLE ROSE
Voy corriendo hacia la puerta.
Él no sabe qué tipo de chica soy. No soy del tipo que juega y se lanza a sí misma a
los chicos.
Me toca el antebrazo.
—Vuelve.
—En nuestro último episodio nuestra heroína estaba tocando la inocencia de las
fibras sensibles de nuestro pobre semental. —Abre una página al azar—. ¿Ella le
había conducido por el sendero de las lágrimas?
Sólo dámelo.
La rata se escurre por debajo del chico y olfatea el libro. Mastica la cubierta.
—¡Hervé, no! —El chico le arranca el libro a la rata—. Lo siento —me dice otra
vez—. Es un lector voraz. —Una pulida sonrisa se asoma en sus labios mientras me
entrega el libro.
44 PURPLE ROSE
Saco mi pluma y mi carpeta de economía. Escribo en la última página: —Odio las
ratas. Fascinantes o de otros tipos.
Es un idiota.
Me está confundiendo porque creo —lo sé— que los chicos sólo quieren una cosa.
Por lo menos, en mi experiencia. Pero él no es como cualquier chico que he
conocido. Tal vez los idiotas son diferentes porque no pueden conseguir chicas.
Incluso con el pelo teñido, de punta, su actitud fría, y su arrogancia, en el fondo
sigue siendo un idiota nerd. ¿Lo que lo hace una especie de desesperado?
La computadora portátil en el banco tiene una piel de color azul neón y me acerco
a tocarla. Es genial. Pequeña y delgada. Ojalá papá me hubiera conseguido una
portátil en lugar de una PC.
—¿Quieres llevarla a dar una vuelta? —Abre la tapa—. Tiene la pantalla táctil.
¿Dónde está mamá? Lee, lee. Tengo otros libros, pero están en casa.
—No hay razón para temerle a las ratas —dice él—. Tienen un lenguaje propio, ya
sabes.
Él añade:
Mamá dice:
—¿Qué hay de malo? —Sus ojos se ponen como rendijas—. Es ese chico de nuevo.
¿Te está molestando?
45 PURPLE ROSE
Me abrocho el cinturón de seguridad. Vámonos.
Él se acerca al coche.
¡VÁMONOS!
La ventana se desliza hacia abajo. ¿Mi madre está loca? No hables con él.
—Bien, entonces. —El chico retrocede—. Hervé y yo tenemos una tarea de lectura.
—Me guiña el ojo y palmea el libro.
46 PURPLE ROSE
cabeza, mareos y debilidad, seguida de disminución de la agudeza visual, zumbido de oídos,
náuseas, depresión progresiva, confusión y colapso. La pérdida del conocimiento puede ir
acompañada de convulsiones. A 0.32% de concentración, la muerte ocurre en
aproximadamente una hora. Si sobrevive, habrá daño cerebral.
¿Qué más?
Saltar De un Edificio
Disponibilidad: 4-5. Debe tener acceso a las ventanas del piso superior o del techo.
Notas: Muy aterrador. Difícil de superar el miedo a las alturas. Fácilmente descubierto si lo
ven. Si el intento falla es probable que resulte en la parálisis o la posibilidad de pasar su vida
en silla de ruedas.
Este complejo de apartamentos está a sólo dos pisos de todos modos. La torre de
St. Mary podría ser de seis o siete pisos, pero no lo voy a hacer allí.
Una persona no tiene privacidad en ningún lugar. Incluso desde la primera vez que
me corté las venas, siento como si estuviera siempre siendo observada. Si es que no
estoy siendo examinada, ni burlada o juzgada.
De todos modos, me voy a morir en casa. Eso lo sé con seguridad. No quiero que
mi cuerpo sea perdido o dañado tan gravemente que no pueda ser identificado. Mis
padres estarían molestos, pero no tendrían que pasar el resto de su vida pensando, o
esperando, a que yo regrese.
Ellos son mis padres, después de todo. Mi legado para ellos será la paz mental.
47 PURPLE ROSE
Capítulo 7
—16 Días—
—No entiendo porqué te inscribiste en la presentación del coro —dice mientras sale
de la cochera hacia la calle—. Ojalá pudieras explicármelo. Hay tantos clubes y
actividades. ¿Estás intentando llamar la atención hacia tu… —Se detiene.
¿Falla? ¿Anormalidad? No, mamá. Tú haces eso por mí al hacerme ir doctor tras
doctor y escuela tras escuela.
Es sólo una broma, ¿de acuerdo? Llámalo un tributo a papá. Mantengo mis ojos en
el camino. Ojos en el camino, mamá. Ella traga una respiración, como si estuviera
a punto de perderla. Dios, no llores. Ves el bien que hace. Lamento que no lo
entiendas, mamá. Algunas veces ni yo entiendo por qué hago las cosas que hago.
Sólo sé que me levanto todas las mañanas y deseo estar muerta.
En el coro, estar ahí de pie y fingir que pertenezco, es parte de mi castigo. Las otras
chicas me miran. Escucho lo que me dicen. La chica rara. La fenómeno. Ni
siquiera se molestan en esperar hasta que esté fuera del alcance auditivo para
decirle al Sr. Hyatt que piensan que es ridículo dejar que una chica muda cante en
el coro.
Están en lo correcto. Pero quiero que ellas, quiero que todas, vean a lo que me han
reducido. Una broma enferma.
—Ella ni siquiera vocaliza las palabras —dice Jennifer Jessica. Ella es la chica mala
de los baños. El Sr. Hyatt murmura algo sobre las materias optativas. Aceptar a
todos.
48 PURPLE ROSE
Me reiría de eso si pudiera. Soy de baja estatura, por lo que debo estar al frente.
Estamos cantando Bach Minuet en Sol, la cual el señor Hyatt arregló él mismo para
nuestro concierto el primero de Mayo. Es una de mis canciones favoritas. Cierro
mis oídos y bloqueo todo.
Podría pararme dentro de la puerta y esperar que se vaya. O regresar al baño. Odio
el baño de las chicas. Odio cada segundo en la escuela.
Qué línea. Si él cree que no sé lo que está haciendo, es más tonto de lo que pensaba.
Saco mi cuaderno y escribo en la parte de atrás.
—Fuera de mi banca.
Sus ojos sostienen una burla. Excepto que ahora mi estomago siente mariposas.
DETENTE. Me quedo de pie durante un minuto, un poco inestable. Entonces mis
rodillas me fallan. Mi piel, huesos, nervios. Traición. Por un instante fugaz, me
gustaría seguir siendo gorda. Caigo en el banco y la repercusión hace que él salte.
49 PURPLE ROSE
—Hervé quería venir, pero está de duelo. Está pasando una época difícil con la
muerte de su hermano —dice—. Toma asiento. —Pasa su mano por la esquina del
banco, sobre mi lugar.
Trago saliva, pero mi garganta me duele. La operación para reparar el esófago fue
una pesadilla. Ojalá no tuviera que usar la abrazadera, pero la necesito, sobre todo
ahora, para recordarme mi misión.
—Fue una muerte natural. Vejez. Hervé de hecho está contra todo pronóstico.
Gracias.
Entregándomelo, dice: —Una lectura amena. Aunque quiero saber lo que pasa en
las primeras doscientas páginas. ¿Por qué las arrancas?
—De acuerdo —continua—. No te arruinaré el final, sólo diré que Maggie Louise
toma su decisión. Con su pecho bastante agitado, por supuesto.
Ahora el libro está arruinado. Él lo toca. No sé dónde han estado sus manos. De
todas formas, ya lo había leído dos veces.
¿Por qué debería hacerlo? pienso. Charles se merece todo lo que le sucede.
50 PURPLE ROSE
Escribo, —Por lo tanto, así es.
Ahora estoy enojada conmigo misma por hacerlo partícipe. Pensará que me gusta,
y no es así. Se acerca un poco más y yo me alejo. Se detiene, alejándose, mientras
yo coloco mi libro entre los dos, sobre la banca. Me estiro hacia mi bolsa de libros,
la cual mantengo en mi regazo solo en caso de que necesite hacer un cambio
repentino y bienvenido. Saco Deseo del Páramo.
Su cabeza se abalanza sobre él, estirando su cuello de jirafa para leer el titulo.
Abro el libro y comienzo a leer el capítulo uno. Él se desliza todo el camino hasta el
otro extremo de la banca y se cae.
Capítulo uno. Magnolia Louise Delacroix se despertó con un sobresalto. ¿Hoy encontraría a Camelot?
Es superficial si piensa que me creeré esa línea, o cualquier línea, o que estoy
leyendo este libro porque me parezco a Maggie en alguna forma. Maggie Louise es
la hermosa y misteriosa. Es poderosa y fuerte. Siempre sintió que su Camelot era
Charles, pero últimamente él ha estado preocupado. Y no con ella.
El chico suspira. Dando la vuelta a la banca, se tira en el suelo frente a mí, descansa
un brazo sobre una rodilla y dice, —Dado que preguntaste, no, no voy a la escuela.
Me han enseñado en casa toda la vida. Me gradué temprano. Ahora me tomo algo
de tiempo libre, haciendo un curso de pre-leyes online. Todo lo que necesitas saber
puedes encontrarlo, digerirlo, descargarlo, y con fuentes abiertas. ¿Usas Wikipedia?
51 PURPLE ROSE
Me obligo a mí misma a leer.
Eso me hace mirar hacia arriba. Es una mole cibernética, como yo.
Se inclina hacia atrás sobre los dos codos y extiende sus piernas. —¿Sabes que hay
4.014 patentes para diversos tipos de servicios? Mi favorito es la prenda unisex
deportiva con solapa para volar.
Hay algo en su voz que no se puede bloquear. Sus piernas largas y delgadas. Me
pellizco mis propias terminaciones nerviosas para adormecer toda sensación y
leer…
La niebla rodea el páramo lanza un escalofrió hasta la columna vertebral de Maggie Louise. Cierra las
persianas y se apresura hasta la cama. Charles se mueve, luego se da la vuelta y la atrae hasta sus
brazos.
Me encojo en mi interior igual que una pasa. Nunca chateo con nadie.
Abro la puerta.
Él atrapa la correa de mi mochila y yo me voy con ella. Pero él sólo levanta la tapa
y guarda mi libro. Mi Deseo en la Niebla.
Mamá no tiene otra opción que estrechar su mano. El vello en su brazo me hace
cosquillas en la nariz y el calor se eleva por mi cuello.
52 PURPLE ROSE
—Yo soy… la Sra. Rice. La madre de Daelyn.
Noticia de última hora, mamá. No escojo a mis amigos. Lo cual funciona muy bien
dado que ellos no me eligen a mí.
53 PURPLE ROSE
Capítulo 8
—15 Días—
migos no es un tema en el Foro Final. Nadie está aquí para hacer amigos.
En cuarto grado una chica en la escuela me invitó a su fiesta de
cumpleaños y yo estaba muy emocionada porque nunca había estado en
una fiesta de cumpleaños. Le compré un regalo y lo envolví yo misma.
Mamá me compró un vestido nuevo. Cuando llegamos allí, no había nadie en casa.
Lo más cerca que llegue a tener una verdadera amiga fue en la escuela media. Ella
era nueva, esta chica, y yo también. Nunca supe su nombre. Yo la reconocería si la
viera, todavía escucho su voz. Se dejó caer en mi mesa del almuerzo, dijo hola, y
apenas empezó a hablar y comer un sándwich de queso y chequeó a todos los
chicos lindos, y me quedé atónita y sorprendida, porque nadie, ni una persona
alguna vez se sentó conmigo o me habló en el almuerzo, y, finalmente, dijo en este
extraño acento:
54 PURPLE ROSE
Ella se encogió de hombros.
Kim y Chip tenían “una conversación”. Los oigo a través de la delgada pared que
separa el cuarto de baño y cocina. Anoche decidí que ya era hora de iniciar los
procedimientos de separación. Primer paso, referirse a sus padres por sus nombres.
Suspiro de alivio. Solo están peleando por el dinero, de nuevo. ¿Por qué me
compraron este nuevo PC? El viejo estaba bien. Ellos no tienen que pagar por un
terapeuta o enviarme a una escuela privada, donde soy aún más diferente de los
demás porque yo no soy rica. Chicas ricas son aún más malas que las regulares,
estoy segura.
Mis ojos escanean el cuarto de baño. Claustrofóbico. Más pequeño que el anterior,
el tercero o cuarto condominio donde vivimos. Nos mudamos mucho. Kim cree
que un cambio de escuela es la respuesta a mis impulsos suicidas. Noticias, Kim.
Sólo los hace más fuertes.
55 PURPLE ROSE
Esta bañera es de tamaño estándar. Supongo que todos lo son. Ojalá hubiera sabido
que un baño de agua caliente acelera el proceso. No me corte lo suficientemente
profundo y tarde demasiado tiempo reunir el valor. A continuación, Kim volvió a
casa. El tiempo lo es todo. Y el método. Cuándo y cómo.
Este cuarto de baño, el inodoro y la bañera son básicamente míos, ya que Kim y
Chip tienen el dormitorio principal de arriba. Kim me compró una máquina de
afeitar a pilas, que no sirve para nada en mi pierna y en el vello en las axilas. No
puedo tener hojas de afeitar o aparatos eléctricos en el baño.
Ella incluso puso un tapón de seguridad en la salida. Kim, quiero decirte. Exceso.
El argumento ha terminado.
Ellos están sentados ahí, todo está tranquilo, cuando entro en la cocina.
Saca mi silla mientras está de pie y pasa por detrás de mí. Su mano sobre mi
hombro me hace poner una mueca de dolor. Él no parece sentirlo.
Aliso la falda plisada en mi trasero y bajo del asiento. A pesar de que he perdido
peso, me sigo sintiendo aplastada y protuberante. Doblo mis manos en mi regazo.
Chip pone un vaso de agua en mi sitio, junto con dos pastillas. Yo suspiro por
dentro. El y Kim observan y esperan. Hoy tomaré la píldora rosa en primer lugar.
Mi garganta se cierra en la anticipación. Todavía me duele al tragarlas enteras.
Chip quería aplastarlos para mí, pero el doctor le dijo que eran pastillas de
liberación prolongada, menos eficaz si se corta o se tritura. Esto baja como la grava.
La píldora blanca es mi antidepresivo. Odio decirle a Chip y Kim que ningún
antidepresivo en el mundo va a cambiar el pasado. Sé que con la medicación se
supone que me hace sentir más optimista y feliz. Lo que necesito son las drogas que
mejoran el rendimiento. Sí, los esteroides. Para hacerme fuerte y poderoso.
Él es un cómico real. Kim esboza una sonrisa, creo. Ella todavía lo ama, creo. No
he arruinado eso, todavía. Un plato de avena diluida aparece frente a mí. Me dan
ganas de vomitar. No puedo comer otro plato de avena. Nunca me ha gustado.
56 PURPLE ROSE
—¿No estás comiendo? —Dice Kim—. Trate de no amordazar su cara. ¿No te
sientes bien? —Ella llega a la palma de mi frente. Trato de no retroceder ante su
tacto.
Ella me mira fijamente. En mí, en lo que pueda conseguir. —¡No me digas que has
dejado de comer! —Su voz chillona—. No te estás volviendo anoréxica, ¿verdad?
Hoy tuve una prueba de economía. Desde que mis días de escuela están contados,
he renunciado al acto de estudiar. No es que mi promedio sea crucial. Los números
son cruciales. Todo es número. Quince días. La última campana, la campana de la
doceava parte del día. Cuando suene, cuento mis pasos a la salida. Treinta y tres
pasos exactamente.
57 PURPLE ROSE
Él está allí. ¿Cuál es su problema? ¿No tiene amigos? ¿Por qué no envía un SMS
para sus amigos?
Lleva puesta una camiseta deportiva de color azul claro sin mangas con el número
77.
Yo quiero, pero...
Recupero Deseo del Páramo. Con los dedos, empuja la nota hacia mí.
—Lo siento —escribió con tinta verde—. Yo no sabía que no podías hablar. Solo pensé
que tenías un increíble dominio de ti misma. —Una flecha hacia abajo. Le doy la
vuelta—. Tendrías que despreciar mis avances.
Levanta el dedo índice. Saca un cuaderno de notas que trajo con él, hace clic en un
bolígrafo y empieza a escribir. No quiero parecer interesada. Me obligo a leer mi
libro:
Maggie Louise sintió aumentar la hombría de Charles para la ocasión. Ella sonrió para sus adentros en
su poder sobre él
58 PURPLE ROSE
Arranca la hoja y lo deja en el banquillo. No le prestó atención.
…maravillada por los musculosos brazos y la espalda de Charles —¿Seguro que no quieres ir a la caza
del zorro hoy? —Preguntó.
—Absolutamente —dijo ella. Sólo había estado en Longshead dos días y ya estaba hablando como una
completa británica—. Pensé que podría entrar en Wiltshire un poco.
—¿Un poco de qué? —preguntó Charles. Maggie Louise se echó a reír. Charles no se reía. ¿Cuál fue el
tono de su voz?
El chico golpea la nota contra la página que estoy leyendo y empuja mi libro. Había
escrito en letras de imprenta, —Sólo me haces más determinado.
Ese es tu problema, creo yo. Me niego a tocar nada de lo que haya tocado el, así
que me sacudo la nota de mi libro. Suspira.
Odio esa expresión. ¿Cuántas veces he oído, Bla bla está loco por ti cuando la gente
se burlaba de mí? Nadie está loco por mí, nunca. Ni siquiera una rata.
Desde que Emilio... Me salto el último párrafo. Desde entonces... No. Ella y Charles se
habían movido más allá de la aventura.
Charles había dicho: —Nunca vamos a hablar de nuevo. A pesar de que Maggie Louise había
prometido, prometido, prometido su corazón y el alma de Charles, una pizca de duda. . . No, ella no se
dejaba.
___dalen
___daylyn
59 PURPLE ROSE
___da-ln
___dateline
Lamento no tener una memoria zapper para poder hacer que se me olvide de mi
nombre. Antes de que pueda eliminar la nota, se la lleva hacia atrás y escribe más.
—Hola, yo soy la chica hermosa misteriosa en el banquillo. Que se sienta con delicadeza.
Leyendo. Mi nombre es ______________. ¿Saldrías conmigo?
El cambio, que sobresale por sus piernas en el frente. Él está usando pantalones
cortos de camuflaje con la camiseta sin mangas de fútbol. Esas piernas largas y
delgadas. Orejas que sobresalen. Si tiene cualquier músculo, yo no los veo. No
miro.
—Está bien, Daelyn, sin embargo puedes deletrearlo. Este es el trato. —Tiene
hoyuelos en la sonrisa—. El acuerdo es el siguiente. Si quieres que me vaya y nunca
vuelva a hablar contigo otra vez, parpadea una vez.
Parpadeo.
Parpadeo. ESPERA.
—Si has estado sin habla por mi físico increíblemente masculino, mi ingenio
encantador, mi personalidad magnética… —Flexiona los dedos delante de sí
mismo—. Mi gran variedad de intereses y talentos, mi intelecto aparente, carisma y
manera irresistible con las mujeres... parpadea una vez. —No puedo aguantar mi
parpadeo.
13
Downtown, Centro de la Ciudad.
14
Downwind, A favor del viento.
60 PURPLE ROSE
—¡Ajá! —Señala—. Lo sabía.
Kim se detiene.
—Yo. Yo, mamá. —El se pone de pie antes que yo. Él la saluda con una mano y
extiende la otra para ayudarme a levantarme. Pero no puedo. Su toque me
contaminará. Dejo caer mi libro en mi bolsa y, corriendo lejos de él, me escabullo
en la acera.
—Hola, señora R —dice mientras abre la puerta para mí. Él me ha seguido hasta el
coche—. ¿Cómo estuvo su día?
Mamá se encuentra con mis ojos. El pánico en mi cara debería darle una pista.
—Oh. —Da un paso atrás, directo hacia mí. Aprieta mi brazo para ayudarme a
mantener el equilibrio dice— Lo siento.
Me quema la piel. El huele a gel para el cabello, a chico y el calor de rayas azul y
blanco a través de mi cuerpo.
—Fue lindo hablar contigo, D. —Espera para cerrar la puerta del auto con cuidado
detrás de mí. Agitando el pulgar rígido hacia Kim, hace un sonido de chasquido en
su mejilla y dice:
61 PURPLE ROSE
—Es lindo —dice ella mientras nos alejamos—. ¿Me repites su nombre?
Casi lo hice. Quería ese brownie. El único momento en el que me sentía contenta
era cuando estaba comiendo. La comida era mi mejor amiga.
62 PURPLE ROSE
Levanto una mano. Kim me endereza y mi garganta se libera de la flema. Ella sale
corriendo en busca de un vaso de agua.
Cuando nos mudamos a este condominio hace seis meses atrás, e incluso antes de
eso mientras me estaba recuperando, solía realizar un seguimiento de quiénes
venían a vigilarme y cuándo. Había anotado la hora. Papá, 9:15. Mamá, 11:56.
Papá, 4:32. Mamá, 8:01. Nunca venían juntos. En ocasiones, uno de ellos se
quedaría en el vano de la puerta. En aquellas veces que había permanecido ahí
viéndome mirarlos, había rezado, Por favor. Pon una almohada en mi rostro.
Aprieta con una mano mi garganta. Apuñálame. Dispárame. Sácame de esta
miseria. ¿Por qué diste a luz a tal perdedora? ¿Por qué no admites que estaba
desesperada, gorda y dejas de intentar que encaje? Este mundo no era para mí. Nací
muy pronto, o muy tarde. Demasiado defectuosa.
Quiero decirles, Chip, Kim, no hay manera de hacer a una persona a prueba de
suicidios.
Tecleo en el Foro Final, —Mi profesora de segundo grado les dijo a mis padres que
yo era hipersensible. Que lloraba por nada. Nada. ¿Ustedes lo llaman malo cuando
63 PURPLE ROSE
las personas se divierten a costa tuya todo el tiempo? ¿Cuándo siempre eres el
blanco? ¿Ustedes lo llaman nada cuando las personas te tocan?
Qué estúpidos. Lo recuerdo como si hubiese sido ayer. Todas las cosas que las
personas me hacían, me decían. Aumentaron. ¿Qué hora es? Tarde. Mi habitación
está muy oscura y silenciosa. Kim y Chip están profundamente dormidos… eso
espero.
—Un tiempo más tarde —sigo tecleando—, volvimos del gimnasio y mi rostro
estaba rojo por hacer los ejercicios. Tenía sobrepeso. De más está decir, la gimnasia
no era mi materia favorita. Todos se sentaron y entonces hubo un sonido fuerte de
pedo. Todos rieron y me señalaron. Ese chico había puesto un cojín tirapedos en mi
asiento.
Todavía, sus risas resuenan en mis oídos. Tengo que cubrirlas para silenciar el
volumen. Un minuto después, abro mis ojos y leo lo que he escrito. Parece trivial.
Incluso gracioso, para algunas personas. Pero en aquel entonces, en segundo grado,
fue un momento decisivo en mi vida.
64 PURPLE ROSE
Si acomodo dos almohadas puedo acostarme en la cama sin collarín. Me gustaría
tener un ordenador portátil. Mi cabeza puede girar sin mucho trauma si estoy en un
ángulo de 45 grados. Veo el trozo de papel. Puedo sentarme allí por el resto de mi
vida.
15 es la suma de 10 y 5.
10 X 24 = 240
5 X 20 = 100
5 X 4 = 20
Miré el techo. A través de él. Más allá del cuarto de Kim y Chip en el segundo piso
hacia el cielo, espacio, paraíso, infierno. ¿Quién dice que el infierno está abajo?
Podía estar arriba. Podía ser la puerta junto al paraíso. El infierno podría ser una
subestación del paraíso, como un gueto en medio de la ciudad de cristal.
Nunca he temido a la oscuridad. Tengo más miedo del día, de las personas. Me
encanta la noche. La soledad. Bueno, no me encanta. No siento amor. Odio a las
personas, así que espero que cuando llegue allí no esté atestado de personas. Espero
que la luz sea un fenómeno instantáneo y el otro lado sea completamente negro.
65 PURPLE ROSE
Me preocupa que Chip pudiera ver qué escribo en el Foro Final. No les conté ni a
Chip o Kim lo que estaba pasando en la escuela. Ni las cosas posteriores, después
del incidente del armario. No quiero llegar a eso todavía.
—No quiero ir a la escuela. Por favor, no me obliguen. —Día tras día. Año tras año—.
Por favor, no me hagan ir.
—Tienes que ir —diría Kim—. Es una escuela nueva. Haz un nuevo comienzo.
66 PURPLE ROSE
Capítulo 9
—14 Días—
Presionó Sí.
La triste verdad es, nunca deberían confiar en mí. Necesito saber cuán segura soy
en línea. En el menú encuentro las políticas de privacidad y las leo todas.
¿En serio? Parece demasiado bueno para ser verdad. No confío. No confío en
nadie. Otra línea llama mi atención. Una vez que borres tu cuenta, no puede nunca volver
a reentrar a A-través-de-la-luz.
15
Crawls, término para describir cómo los buscadores en línea obtienen sus resultados.
67 PURPLE ROSE
Una oportunidad. Sin vuelta atrás. Mi estomago se revuelve. Es mi oportunidad
final para hacerlo bien.
Chequeo la lista DDD. Sólo tres nombres. Espera. Se está poblando mientras veo.
Cuatro, cinco, seis. Las personas deben vivir en diferentes zonas horarios o algo.
Secretos. No los puedo llevar conmigo. Si lo hago, cuando me vaya, cuando llegue
a mi destino final, estaré…impura. No tengo más opción que confiar que están
seguros aquí.
Acosados.
Tecleo —Yo no era la única chica gorda en la escuela. Había otros. También
fueron intimidados. Un niño, uno de quinto grado, trajo un cuchillo a la escuela y
tuvo un chiflado ataque, solamente gritando y amenazando gente. Sucedió en el
patio en el almuerzo. Fue expulsado. Escuché rumores de que se había mudado,
luego se había suicidado.
J_Doe050881 escribe: trataste de cargarla con los torturadores. Pero siempre hay más de
dónde vienen.
Esta otra chica se cortaba, recuerdo. Estaba en mi clase de lectura. Podría ver las
costras en sus brazos. A las diez, ya estaba cortándose. A las diez, yo estaba
planeando mi muerte.
Una alarma de reloj zumbó arriba y la apagué. El sol ha salido. Un nuevo día está
comenzando. O terminando, dependiendo de dónde estés.
Ya estoy exhausta. Descansé mi frente en la mesa, pero eso estiró la parte de atrás
de mi cuello y eso duele. Volteé mi cabeza. Ahí está la nota.
Nota secreta de Hervé. Había dicho él, —¿Lo leíste? —Antes de que forzara esa nota
en mí. Me puse de pie y agarré mi mochila de la silla mecedora. Abrí el bolsillo del
frente donde él había deslizado Deseo en la Niebla.
Dentro de la cubierta frontal, impresa en tinta azul, hay una palabra: Hervehotsu.
68 PURPLE ROSE
¿Qué es eso? ¿Portugués? Hervehotsu. Estúpido. Es como un nick. Un nick.
HerveHotsU.
MI yo.
La última vez que fue acosada en MI, las personas escribieron mensajes asquerosos
e hirientes. No me limitaré de nuevo. Despedacé la nota en pedazos y lo tiré por el
retrete.
La escuela es la escuela. Soñando por los pasillos. Pasé el tiempo deseando que me
hubiera ido. Nos devolvieron nuestros exámenes en economía y obtuve una D-. Un
rojo garabateado debajo de la nota decía: véame después de clase.
¿Para qué? ¿Confesión? ¿Por qué Kim y Chip habían escogido una escuela
Católica? Ni siquiera creía en Dios.
Ella extendió los pies de la D para hacerla lucir como una A. A-.
El timbre suena y soy la primera que sale por la puerta. Me moví a empujones al
baño. En un cubículo, rompo el examen en trozos y los embutí en el contenedor de
tampones usados.
No me toquen.
Él está ahí después de la escuela sentado en el banco con sus brazos descansando
sobre la espalda. Mi estomago da vueltas. DETENTE.
¿Por qué? ¿Por qué las personas están haciendo contacto AHORA?
Él necesita irse. Todos necesitan. Necesitan saber que no estoy haciendo esto con
ellos.
69 PURPLE ROSE
Capítulo 10
—13 Días—
ía de basura. Mantengo una caja de bolsas Glad detrás del cajón inferior
de mi armario. Espero que Kim no saque el cajón. Mi ropa es escasa.
Tengo unas bragas, medias y un sostén. Nunca he poseído mucho, ya
que nos mudábamos tan a menudo. No me importa mantener cosas. Extiendo lo
poco que tengo equitativamente entre todos los cuatro cajones. Detrás del cuarto
cajón están mis bolsas plásticas.
Incluso si tuviera acceso a mis pastillas, no podría tener suficientes para dañar mi
garganta ahora.
Yo dije: —No. —Pensé, por favor no me hagas hacerlo. La única vez que escuchó.
70 PURPLE ROSE
El libro sigue en la basura junto al escritorio. ¿Cómo podía ser tan estúpida? ¿Qué si
Kim lo encontraba y leía el mensaje? No lo entendería, pero pasaría toda la vida
tratando.
No, no soy así de cruel. Arranqué la primera hoja y la enterré en la bolsa Glad.
Teníamos ensayo de coro hoy para el concierto May Day16. No estaría para eso,
pero me había comprometido con el coro. Soy toda sobre compromisos.
Me moví hacia atrás y la chica de atrás me empujó hacia adelante. Siempre venían
en paquetes de tres.
Él presionó sus labios. El ensayo continuó y también los empujones. Quería gritar,
¡Deténganlo! Dejen de tocarme. Hubo una secundaria donde las personas me
pegaban o me empujaban en el pasillo. Quería perseguirlos y empujarlos tan fuerte
que cayeran de bruces. Pero me metería en problemas o ellos tomarían represalias.
En clase, este chico se sentaba junto a mí y presionaba mi brazo. Solamente
presionaba. Presionaba su dedo en mi piel hasta que hacía una marca. ¿Por qué?
Los chicos siempre han sido presionados contra mí. Pegan notas en mi espalda:
BÉSAME
ESPALDA DE CERDO.
16
May Day, Primer día del mes de mayo en el cual se celebra el día del trabajo.
71 PURPLE ROSE
El Sr. Hyatt le hace señales al pianista para que pare. Dice: —Daelyn, ¿te
importaría cantar en alto?
Caminé con los pies arrastrados para la sección de altos. Les salió el tiro por la
culata, perras. Canto alto.
—Te puedes parar junto a mí —dice una voz. Es la chica de economía. Tiene un
rostro ahora. Un rostro y una voz. Rostro redondo. Voz suave—. Podemos
compartir partitura.
Maggie Louise toma la mano extendida que el hombre francés, Jean-Jacques, le ofreció. Ella era una
amazona hábil, pero si un hombre, este hombre, quería ayudar con su desensillada, ciertamente no
rehusaría su oferta.
Santana está tramando un susto, pienso. Esperando hasta que estoy ocupada en mí
libro, luego BAM.
Separarme.
—¿Quiere que enfríe a su yegua, señorita? —Jean-Jacques cantó suavemente en su sexy acento francés.
Tomó las riendas de ella, tocando sus dedos suavemente con sus manos enguantadas. Nunca había
72 PURPLE ROSE
conocido a un chico de establo usando guantes de cuero. Suave y cremosa piel de niño. Si los guantes no
lo hubieran delatado, sus modales impecables y acicalamiento lo hubieran hecho.
Nadie nunca descubriría qué estaba sucediendo dentro de mí. Cómo el dolor me
estaba comiendo. Nadie nunca vendría a rescatarme, o a levantarse por mí.
Estoy lista mientras leo rápido… Jean-Jacques hace una reverencia. Maggie Louise agarra el
brillo burlón en sus ojos. El juego está comenzando.
Sin movimientos alrededor de mí. Sin presencia. Una esencia fantasmal de regaliz.
Es mi paranoia. Nunca la perderé.
Deseo que yo fuera Maggie Louise. Confiable, deseable, amada. Maggie Louise
tenía amantes en todas partes porque se amaba a sí misma. Incluso si no era la
persona más admirable, siempre engañando a Charles, esperando su perdón,
Maggie Louise veía lo que quería y lo tomaba. Ella nunca hubiera permitido que la
gente la tratara como basura. Charles, por otro lado…
Arranco la página.
73 PURPLE ROSE
Estoy solamente en la página 59 y faltan trece días. Trece días para terminar el libro
y el siguiente, Deseo en la Mina. Saco un puñado de páginas.
¿A dónde iría, de todos modos? ¿Al centro comercial con todos mis amigos?
Cuando Kim se llega, me pongo de pie. Deseo en el Páramo revolotea al suelo. Pienso
dejarlo, pero no quiero que él encuentre el libro. Dejándome un mensaje.
Un total de trece personas están en la lista DDD esta noche. No debería pensar en
ellos como personas. ¿Qué son ahora? ¿Espíritus? ¿Energía? Son felices; eso es todo
lo que sé. Son libres.
Solamente lo miro. Se dirige hacia mi escritorio. Por instinto mi mano se alza para
cubrir el monitor.
Debí haber pensado en abrir mis textos en mi escritorio o algo. Piensa, piensa.
Agarro mi mochila y saco un espiral. Encuentro un bolígrafo.
74 PURPLE ROSE
Tomo de nuevo el espiral. No estoy segura de qué decir. Chip toca mi hombro y me
estremezco.
Chip se ríe por lo bajo. —Lo dudo. —Se queda mucho tiempo, revisando su reloj—
. Bueno, te dejaré para que lo hagas.
Luego de que se va, me conecto de nuevo. Para el bien de Chip, busco en Google
“Shakespeare”. Escojo “Trabajos coleccionados”. En otra ventana vuelvo a A-
través-de-la-Luz.
Presiono FDH
Explosivos
Accesibilidad: 1.
Notas: difícil conseguir explosivos efectivos y un detonador. NO usar pólvora, u otro ―lento‖, o
explosivos caseros. Use dinamita o ―plastique 17 ‖. Péguelo a su frente con el detonador.
Estallar una granada en su cabeza también funcionará.
Oh, claro. ¿Dónde conseguiría una granada? ¿Kim, la próxima vez que pases por la
seguridad de un aeropuerto, puedes ver si lo confiscado de alguien es un taco de plastique y un
detonador?
Muy mal que nunca veré mi nombre en la lista. A menos que puedas acceder a A-
través-de-la-luz desde el más allá. No en un computador, por supuesto. Me pregunto,
sin embargo, si los sabes todo, ves todo. Si escoges hacerlo, ¿puedes monitorear
actividades aquí en la Tierra?
No es que quisiera hacerlo. Pero si tus razones para dejar son para molestar
alguien, o para herir a alguien, podría ser útil.
17
Plastique, una clase de explosivos.
75 PURPLE ROSE
Las mías no lo son. Sólo quiero que el dolor termine.
Sin embargo, hay personas que se van para vengarse de los demás.
J_Doe111192 escribió en el Foro Final: Mi novio rompió conmigo hace 8 meses hoy.
Todos los días me duele más y más. La gente me dice que el tiempo aliviara mi dolor, pero no
lo hace. Me enteré que está comprometido y su novia está embarazada. Me dejó embarazada y
me hizo abortar. Solo tengo 17. Mató a nuestro bebé y me mato a mí. Yo quiero que se sienta
muerto dentro, de la forma en que me hace sentir cada día de mi vida.
J_Doe060391: En 7mo grado tenía esta mejor amiga en quien confiaba con mi vida. Yo le
conté todos mis secretos, lo que me pasó cuando era pequeña. Verán, mi mamá tenía un
problema con las drogas y a veces dejaba que los hombres tomaran fotos de mí. Yo le mostré
una a mi mejor amiga y al otro día estaba en MySpace y todos me llamaban zorra. Ella dijo
que no podía ser amiga de una niña estrella del porno. NO FUE MI CULPA. ¿Por qué hizo
eso? ¿Por qué lo dijo?
¿Por qué las personas son tan crueles? ¿Qué les he hecho?
76 PURPLE ROSE
Eso da ganas de morir.
Kim nunca me dijo algo como eso: Prefiero matarte a que seas gorda. Pero nunca
aceptó mi forma de ser. Siempre estaba, —Intentemos una nueva dieta. La haremos
juntas. Siempre podría perder diez libras. —Ella estaba pensando: y tú podrías perder cien.
Por supuesto, hice trampa. O lloré en la mesa. Entonces Chip me colaba bocadillos
por la noche. No lo culpo por sabotear mis dietas; él tenía que hacerlas también.
Lastimar a Chip o Kim no es mi intención. No tengo intención. No tengo razón
para vivir, eso es todo. Cuando me vaya, no quiero ser recordada.
Estoy empezando a sentir ansiedad, así que cierro sesión. Un golpecito en la puerta
y Chip asoma la cabeza, —¿Qué estás haciendo ahora?
Si supieras, Chip.
No me mientas, Chip. Todos los hombres son mentirosos. Odio creer que mi papá
es uno de esos „hombres‟.
—¿Es un archivo Word? No lo leeré, a menos que quieras que lo haga. —Gira la
cabeza y sonríe. Hay, como, terror en sus ojos.
No puedo mirarlo.
77 PURPLE ROSE
Desearía confiar en él, mi propio padre. Es quien entró en mi computador y
descubrió que estaba en las juntas de suicidio otra vez. Estrictamente prohibido.
Esa es su respuesta para todo. Solía ser la mía también. Ahora tengo una solución
más permanente.
Bala en la cabeza
Disponibilidad: fácil en USA; mas difícil en países donde las armas son ilegales, como el
Reino Unido, China, Australia.
Dolor: 4-5
Nota: Si no mueres, experimentarás dolor agudo y daño cerebral. Mucha fuerza de voluntad
es necesaria para disparar un arma de fuego hacia sí mismo. La bala puede dañar partes
vitales en el cerebro o desviarse de la cabeza. Es preferible usar una escopeta que una pistola.
Para el uso de municiones use .458 Winchester Magnum o suave-punto lingotes con .44
Magnum. La gente por lo general sobrevive sólo a disparos 0,22 en la sien. Extremadamente
complicado para las personas que tienen que limpiar después.
78 PURPLE ROSE
Sin sangre esta vez. Chip y Kim aun están recuperándose de toda la sangre después
de las veces que me corte las venas. Sí, fallé más de una vez con ese método.
No he usado MI en años. No desde la vez que alguien escribió, “¿Eres la loca que
se cortó las venas? ¿Por qué no moriste?” Eso fue mucho antes de que Chip y Kim
se llevaran mi computador por última vez. Cuando lo recuperé, lo entendí: nuevo
comienzo, confianza renovada. Pero vamos a restringir tu usuario con los controles parentales
y las huellas, como lo hicimos antes. Por favor, Daelyn, promételo. No mas salas de chat
suicidas.
Inmediatamente borré a las tres personas de mi lista de amigos. Solo creé esa lista
por un grupo de proyecto de historia y alguien sugirió hablar por MI. Así no
tendríamos que hablar en persona, por supuesto. Así ellos no serian vistos conmigo.
79 PURPLE ROSE
Como si un doctor pudiera arreglarme.
Odio MI. Se necesita toda mi fuerza de voluntad para añadirlo a mi lista de amigos.
Mientras tecleo hervehotsu, mi pulso se acelera. —¿Estás ahí?
No responde.
Dejo escapar un suspiro de alivio. No está online. Quizás esa “O” es un cero.
Intento herveh0tsu. —¿Estás ahí?
Por el placer de hacerlo, tecleo, —¿Puedo pedir prestado tu portátil por un tiempo? No
para siempre. Es…
Tecleo, —D.
80 PURPLE ROSE
Capítulo 11
—12 Días, 11 Días—
tra razón por la que odio los fines de semana, no importa en dónde estoy o
qué estoy haciendo, o cómo intenten distraerme mis padres, siempre estoy
sola conmigo misma. Los insultos se acumulan en mi cerebro hasta que
estoy lista para explotar.
Cerda enorme. Gorda. Obesa. Regordeta. Rechoncha. Vaca. Vaquilla. Los he escuchado
todos. Algunos en voz alta. Otros en línea.
Entre más me hiero, más como. Sí, yo era una persona gorda. Un doctor me dijo
una vez que era el doble de pesada de lo que una persona de 1,52 m debería. Lo
dijo con una sonrisa:
—Sabes, hay una persona delgada allí dentro intentando salir —Pensó que estaba
ayudando. Me dio la idea de matar dos pájaros de un tiro. Que sean dos personas,
una atrapada dentro de la otra.
81 PURPLE ROSE
Una y otra vez y
Unayotravezy
Unayotravezyunayotravezyunayotravezy,
CÁLLATE.
Auto-Inmolación
Efectividad: 3–4.
Disponibilidad: 2–3.
Dolor: 5.
Notas: Si tiene acceso a gasolina y un cerillo, fácilmente se puede prender fuego. Esta es, sin
embargo, una de las formas más agonizantes de morir. Si sobrevive, estará desfigurado por el
resto de tu vida. Se recomienda que mezcle un explosivo con la gasolina para que arda más
rápidamente. Asegúrese de estar lejos de ayuda médica.
Ahogamiento
Efectividad: 3–4.
Duración: 5 minutos para morir por ahogamiento; 20 minutos para morir de hipotermia
Disponibilidad: 1.
Dolor: 1.
82 PURPLE ROSE
Notas: Encuentre aguas profundas (frías) en un área remota. Hágase peso con rocas en sus
bolsillos. Ate sus manos y piernas. Puede revivirle del ahogamiento con agua fría después de
varias horas, dado que el frío retarda el daño cerebral. El agua más cálida no tiene la ventaja
de la hipertermia (pérdida de conciencia, por lo tanto, dolor), pero es más efectiva para
asegurarse de que morirá.
Chip toca la puerta y salto. Él asoma la cabeza y dice: —¿Estuviste en línea ahora?
Detecté un usuario.
Chip dice: —Huh. Debe ser uno de los vecinos. Pensé que la red era segura. —Se
frota la parte trasera del cuello mientras se va.
No hay ningún lago o río por aquí cerca. Pero, ¿la gente no muere en las bañeras?
Los bebés se ahogan. Las madres ahogan a sus bebés. ¿No leí que una persona
podía ahogarse en dos centímetros y medio de agua?
No tiene que ser agua fría. Odio el frío. El agua tibia seria tranquilizadora,
relajante. Podría manejar el pánico. Tendría que hacerme peso. Un plan se
cristaliza en mi cerebro. Es como una visión.
El Destino de Daelyn.
Kim dijo: —¿Por qué no compraste simplemente una unidad de estantería pre-
armada?
83 PURPLE ROSE
—Las cintas de metal son filosas.
Los bloques son pesos perfectos. Cierro los ojos y lo veo. Yo, en el fondo de la
bañera con mi cabello flotando en todas direcciones. Por una vez en mi vida, soy
hermosa.
84 PURPLE ROSE
Capítulo 12
—10 Días—
—Este Samsung, al que llamo Mini Me, tiene pantalla táctil y un escáner de huellas,
si piensas en la seguridad. Además, con dos libras es ultra ligera. Acabo de
conseguirla.
85 PURPLE ROSE
Esa no es.
Esa es. Mientras tenga acceso a Internet, puedo entrar en A través de La Luz.
Él espera un minuto, luciendo presumido. Sólo por eso decido tomar su nuevo
portátil.
No conseguirá nada de mí. Debería decirle la verdad, que no expongo, que nunca
lo haré no importa cuán agradable él parezca ser o cuán generoso o desesperado.
Lo deslizo en mi mochila a mis pies, saco Deseo en el Páramo y una pluma. Escribo
en el margen, sólo la necesito por 10 días. Te pagaré 6 dólares al día.
Coloca las computadoras rechazadas en la banca junto a él, a su otro lado, saca un
pequeño libro de su bolsillo y se mueve más cerca. NO LO HAGAS. Lo picoteo en
el brazo con mi pluma.
Mi placer.
86 PURPLE ROSE
Se frota su brazo. —No sabía si tenías el siguiente libro en la serie, así que lo
conseguí. Aunque he comenzado desde el final en reversa. —Abre la cubierta
trasera de su libro.
¡No, no lo es! Le disparo una mirada feroz, que desvía con el libro frente a su rostro.
Jennifer Jessica.
Ella no es como Maggie Louise. ¿Qué tanto conoce a Jennifer Jessica? Quiero
decirle, ella no es tu tipo. ¿Cómo sé cuál es su tipo? ¿Qué chico no desearía a alguien
como Jennifer Jessica?
Kim llega. Empaco mi equipo y me dirijo al auto. Esta vez él no me sigue. Bien.
Debo apretar mi bolso más fuerte porque Kim retira su brazo. —Está bien. Confío
en ti.
Lo revisará después.
87 PURPLE ROSE
Mientras nos alejamos, observo a Santana descolgándose de los escalones hacia la
puerta de la siguiente casa. Las computadoras están colgando debajo de su brazo y
Hervé está montado en su hombro.
Reducimos la velocidad por una luz amarilla y no sé por qué, pero giro mi torso y
miro hacia atrás para ver si sigue ahí.
El pequeño portátil, el Mini Me, es genial. Mis dedos se ajustan en el duro teclado
enseguida.
Tres J_Doe han respondido a mi última entrada en el Foro Final. Personas que han
sido abusadas verbal y físicamente. Los homosexuales son un estándar. Lesbiana,
zorra, homo, puta, árabe. Ese es uno nuevo. Una chica fue llamada… ni siquiera
quiero decirlo. Por su madre, nada menos.
Tecleo, —Él esperaba por mí, para caminar hacia mi casillero. Todos los días por
una semana. Incluso dijo: Hola, D. He estado esperando por ti.
88 PURPLE ROSE
Mi respiración viene en tragos profundos y ásperos. Todo se precipita de nuevo. —
Sus amigos lo llamaban Toomey. Era popular. Siempre había tenido muchas
personas a su alrededor, chicas en especial.
¿Así que por qué escogería a una chica como yo? Si pudiera haber visto a través de
mi estado de delirio en ese tiempo, lo habría sabido. No hablamos. Él sólo tomaba
mi mochila, la colgaba sobre su hombro, y caminaba conmigo.
Tan genial.
—No podía creer que estaba caminando conmigo. Cuando las personas pasaban a
nuestro lado, él los saludaba. Los escuchaba riendo disimuladamente detrás de
nuestras espaldas, pero a él no parecía importarle. Le gustaba por quien yo era.
—Me dejaba en mi casillero y se inclinaba como si fuera a besarme. Decía con esa
voz sexy: Gracias por nuestro tiempo especial, D.
Nunca había sido besada por un chico. Nunca desde la primaria, las chicas estaban
siempre fanfarroneaban acerca de cómo los chicos las besaban y les regalaban
anillos. Parecía que cada chica en el mundo había tenido un novio para ese
entonces, excepto por mí.
—Oh, ¿sí?
—Vino detrás de mí y me hizo girar. Tomó el billete de cinco dólares que había
sacado de mi bolso y lo sostuvo por encima de mi cabeza. Cuando llegué por él, lo
tiro lejos. Estaba sonriendo. Comencé a reírme y dije: Dámelo, y él dijo: Ven y
tómalo, D. Retrocedió y subió, y yo lo seguí todo el camino hasta la puerta del baño
de chicos. Él entró y me detuve.
89 PURPLE ROSE
—De repente me vi rodeada por la banda de Toomey. Me empujaron por la puerta.
Estaba gritando, pero es lo que la mayoría de las chicas hacen cuando los chicos se
burlan de ellas, porque pensé que era sólo un juego.
—En el interior del baño, un chico bloqueó la puerta y otro me empujó hacia
adelante. Vamos, Toomey, dijo uno de ellos. Dale un beso. Dijiste que ella lo quiere. Él
me sujetaba los brazos en la espalda. Toomey sonrió, mirando de reojo, entonces se
inclinó tan cerca que podía oler su aliento agrio. Los otros chicos gritaban: Hazlo,
hazlo… Miré a Toomey y sus ojos cambiaron a negro.
—Se inclinó para besarme, pero me di la vuelta. Me agarró la barbilla y estrelló sus
labios en los míos con tanta fuerza que mi cabeza se inclino y me golpee con la
pared. Los chicos me habían fijado contra la pared, mientras que Toomey secaba
sus labios como si probar los míos hubiera sido asqueroso. Escupió en el fregadero,
y dijo: ¿Quién sigue?
—Traté de gritar, pero una mano tapó mi boca. Alguien me agarro un pecho y me
dijo: Hey, hay mucho ahí abajo. Apretó tan fuerte que dolió. Toomey, tú dijiste que te
peguntabas como luciría un grasoso arrozal desnudo. En el fregadero, Toomey me miró
de arriba abajo.
Luché con todas mis fuerzas para liberarme, pero los chicos eran fuertes y
decididos.
Por favor váyanse, yo rezaba. Apreté la cara en la taza del baño y cerré los ojos,
rezando a Dios.
—Toomey puso su pie sobre mi trasero y dijo: Trasero de ballena. Sentí la presión,
como si él me fuera a aplastar. Acúsanos y te mataremos, cerda. La puerta del retrete se
90 PURPLE ROSE
cerró de golpe. Los chicos rieron. Cada uno de ellos golpeó la tapa antes de irse.
Entonces estaba sola, temblando y resollando y tirando de mis bragas.
Levanto la vista hacia el monitor, donde J_Doe030393 ha escrito: Fui violada por mi
padrastro y su amigo.
Todavía estoy allí. Pegajosa por la orina en el suelo y estoy atascada con ella.
Huelo el pipi en mis manos a veces. Mis dedos se pegan entre sí. A veces tengo que
lavarme las manos hasta que estén limpias.
J_Doe030393 sigue: Cerró la puerta después que todos fueron a la cama. No podía acusarlo.
Él me dijo que me llevaría fuera a un campo y me mataría. Yo deseaba que lo hiciera.
Terror.
Una chica de mi clase dijo, —Qué asco, apestas. —Y todos ellos se alejaron de mi.
Llevé las manos al frente y estaban muy sucias y olían a orina. La siguiente cosa
que sé es que estoy en la oficina de la directora y ella exige saber por qué estaba en
el baño de los chicos. No puedo decirle porque… No puedo. Llama a mamá.
Pervertida pervertida pervertida pervertida pervertida pervertida pervertida, todo el atasco
de las voces juntas.
91 PURPLE ROSE
DETENTE.
J_Doe022786 escribe: En mi escuela está este ritual de iniciación, creo en el 7º grado los
llaman sevies18, deben mantener la cabeza sumergida en el remolino de los inodoros sucios.
Mientras que alguien te sujeta por la cabeza; sin embargo alguien tiró abajo mis pantalones.
Me metió un lápiz en el trasero. Eso no era parte del plan. Yo era un sevie elegido.
Ese día, como todos los demás, mamá vino a recogerme. Sé que no estaba contenta
con ser llamada fuera de su trabajo otra vez. La oigo exhalar con exasperación.
Me pongo a llorar.
—¡No, no es así!
Mamá me mira.
Mamá le dijo a la directora: —¿Por qué habría de colarse en el baño de los chicos?
Mamá titubea durante un largo minuto, luego dice: —Creo en Daelyn. Ella nunca
me mintió.
Me está gritando, como si todo fuera mi culpa. Tengo que taparme los oídos.
Mamá se pone de cuclillas para estar a nivel visual conmigo y aleja las manos de
mis oídos. —No podemos ayudarte, cariño, a menos que nos digas quién fue.
18
Sevies, estudiantes perdedores de séptimo grado, usualmente molestados por los de octavo grado.
92 PURPLE ROSE
—Yo creo que sí —dice la directora, con tono acusador.
Mamá aprieta mis hombros y mis brazos con tanta fuerza que está exprimiéndome.
—Dinos, Daelyn. Dímelo
La directora dice: —Nunca has informado nada de esto a los mediadores. No tengo
un informe —Le dice a mamá—: Tenemos un programas de estudiante mediador
para manejar la intimidación.
Mamá dijo: —Daelyn, por amor de Dios. ¿Vas a dejar de llorar? Fue una broma
tonta Tal vez los chicos se burlan de ti porque secretamente les gustas —Me sonrió.
Casi vomité.
Nunca terminará
Y añadió: —No vamos a decirle a tu padre, ¿De acuerdo? Ya sabes cómo se pone.
No se lo dije. Y nunca le dije toda la verdad. ¿Qué importa? No había nada que
pudiera hacer, nadie puede hacer nada o hacer su voluntad.
Lo apagué.
93 PURPLE ROSE
Capítulo 13
—9 Días—
¿Qué?
Abro la puerta y él tiene que salir de mi camino cuando yo paso a través. Él dice:
―Si no vas a comunicarte conmigo, quiero que me devuelvas el portátil.
Yo no respondo.
Sus ojos son de color azul profundo, oscuro, y me sorprende que se contraigan. No
puedo notar el color de sus ojos. Agachando mi cabeza, me hundo en el banco.
Él dice: ―Mi último amigo de por aquí se trasladó a Alemania, y todos los demás
en la escuela de educación a larga distancia viven fuera de estado. Yo no los
conozco de todos modos. Así que estoy solo. ―Él lleva puestas unas sandalias
desgastadas y las uñas del pie están pintadas de color púrpura. No sabía que los
chicos se pintaban sus uñas. No sabía que ellos se sintieran solos. Sin embargo, eso
explica por qué él está hablando conmigo, por lo menos en parte.
―Me dijiste que lo necesitabas durante diez días, así que llevo la cuenta. ¿Por qué
diez días?
94 PURPLE ROSE
Cuando suspiro cansada, él se desploma en el suelo a mis pies, doblando una
rodilla en el pecho y un brazo alrededor de ella.
Él tiene pelusa facial, del tipo que parece un esbozo. Él es atractivo… para ser
idiota. Demasiado inteligente para mí. Aprieto el portátil en el pecho y lo cierro en
el interior, como la almeja que soy.
Maggie Louise dio unos golpecitos en la puerta de Jean-Jacques. A esta hora, medianoche, la casa estaba
llena de ruidos nocturnos. El tic-tac del reloj de péndulo en la sala, la brisa del páramo resonando en una
contraventana suelta, los inquilinos fantasmas se arremolinaban en la escalera y chocaban en el
vestíbulo. Los sentidos de Maggie Louise se intensificaron, y cuando Jean-Jacques abrió la puerta, todos
sus deseos despertaron.
Mira, creo. Yo no le pedí que viniera aquí. No me importa si hiero sus sentimientos
o si se desilusiona, o si piensas que ni siquiera puede atraer a una chica gorda, fea y
muda.
No me importa. No me importa.
―Me estaba remitiendo y pensé que lo podía vencer, entonces justo antes de mi
última visita de seguimiento, encontré un bulto.
―Las recaídas ocurren casi siempre dentro de los primeros dos años. Casi.
Siempre... ―Su voz suena lejana.
No estoy mirándolo, a pesar de que el sol está brillando en su cara y que brilla en su
pelo. Su cabeza cae hacia atrás y los dedos sus pies se extienden hacia arriba. ―No
estoy diciendo esto para que sientas lástima por mí.
Él me mira a los ojos y arquea sus cejas. ―A menos que eso funcione.
95 PURPLE ROSE
Todo el mundo es mentiroso. Todo el mundo que he conocido. Él está mintiendo
sobre el cáncer.
Me deslizo al borde del colchón y Kim dice: ―No estás usando el corsé.
Camino hacia mi escritorio y abro un cajón. Está vacío. Mi mochila está colgada en
el respaldo de la mecedora, y voy hacia ella, escarbo alrededor buscando lo que
necesito. Un bolígrafo. La parte de atrás de una hoja de problemas de matemáticas
que nunca me molesté en comenzar. Y escribo: ¿Puedo dar un paseo? ―Se la doy a
Kim.
Kim me mira, mira hacia abajo a la nota, y de nuevo hacia mí. Ella baja la nota a
un lado y dice: ―Supongo que no quieres que camine contigo.
Siento sus ojos, su necesidad primordial para llegar a mí. Y yo estoy demasiado
lejos.
96 PURPLE ROSE
Inspecciono el reloj en la repisa de la chimenea antes de salir de la casa. El tiempo
lo es todo. ¿Cuándo y cómo? La ruta a la escuela se traza en mi cabeza. A la
derecha la Avenida 26. A la izquierda Wadsworth Boulevard. Tres kilómetros,
aproximadamente, a la Alameda y al Centro Comercial Belmar, entonces dos
bloques del este al St. Mary.
No entendí que quiso decir Kim cuando dijo que iba a seguirme en el automóvil.
Ella se movía sin rumbo fijo detrás, parando en las entradas de autos o calles
laterales a cada rato para dejar pasar el tráfico. Un tipo le tocó la bocina y le hizo
un gesto obsceno con el dedo.
Un nuevo Walgreens está subiendo en el punto medio. Me duelen los pies. Debería
de haber cambiado los mocasines escolares. Sólo que son los únicos zapatos que
tengo ahora.
Supongo que podría hacerlo por la noche, drogarlos antes que se vayan a la cama,
pero como he dicho, no tengo acceso a los medicamentos. De todos modos, las
drogas son impredecibles. Podría matarlos, y esa no es mi intención.
No, esta vez no van a pensar en inspeccionarme siquiera. Ya que los dos estarán en
el trabajo.
Y no guarden la urna.
97 PURPLE ROSE
Finalmente veo la escuela. El cerco alrededor de la Academia de St. Mary. Una tos
seca rasga mis cuerdas vocales, lo que queda de ellas.
―¡Eh! ―su voz se oye en la calle―. Daelyn. ―Con mi visión periférica, lo veo
lanzar una hamaca sobre su porche y andar con paso largo hacia mí.
Él parece estar perfectamente bien. Él no está enfermo. Él tiene esa rata estúpida en
la mano.
―¿Qué pasa? ―Él camina a mi paso junto a mí. Estoy de nuevo en movimiento.
―No pareces estar caliente ―dice él―. Quiero decir, siempre te ves hermosa. Pero
te ves toda roja e hinchada.
Él toca mi espalda.
¡No me toques!
Mi brazo se tira hacia atrás, tirando de mí, mi cuerpo en la calle y hacia el banco.
Él se cierne sobre mí.
98 PURPLE ROSE
No puedo respirar.
Estoy jadeando.
—Entrare y te conseguiré algo de agua —Lo escucho decir—. ¿Ella tiene asma o
algo? ¿Tienes un inhalador?
La rata brincó hacia mi hombro y un pedregal sonó en mis oídos. ¿Esa soy yo? Una
sarrosa cola cosquillea mi brazo.
―Aquí vamos. ―Él galopa con una bolsa de plástico, la cual empuja a mi cara. Él
levanta mi retardado brazo para cogerla. La taza esta lamosa, como agua
derramada o mezclada con su sudada mano.
Para de tocarme.
―¿Mejor?
99 PURPLE ROSE
Quita su mano y yo pestañeo un sí.
―Puedes acariciarlo ―le dice a Kim―. De hecho aquí. Él ama tener su barriga
frotada. ―Santana arranca la rata del regazo de Kim y la levanta; la extiende
longitudinalmente en frente de Kim.
―Oh. Aquí. ―Santana saca algo de su bolsillo y la lanza a mi regazo. Una barra
energética―. Ariel las compro por cierto.
Kim gira su cabeza hacia Santana. ―Gracias. ―Ella se pone de pie, aparenta
tranquilizarse—. Nosotros estábamos de camino a Dairy Queen.
Brinco y la barra energética sale volando. Empujo la taza hacia Santana y me dirijo
al auto. Él dice, lo suficiente alto para que lo escuche: —Gracias, pero le prometí a
Ariel que la esperaría. Es mi noche de cocinar.
Las pisadas de Kim detrás de mí. Las de Santana también. —Hey, tú deberías ir a
On the Border 19en Belmar. Pide sentarte en la sección de Ariel. Ordena guacamole.
Mientras ella está preparando la mesa, dile que Santa quiere con bastante cilantro,
cariño. —Me volteo y lo veo sonreír.
19
On the Border: Restaurante de comida mexicana.
Me meto en el carro.
Por la ventana, él me entrega la barra energética. En sus ojos, una pequeña sonrisa.
La tomo. Santana se va de modo tenue —Hervé dice que comas más, flacuchos
huesos.
No soy tan flacucha. Ya no soy gorda. Nunca seré flacucha. Fui a un campamento
para gordos. No vamos a hablar sobre lo que paso ahí.
Fui forzada a ir. Aun me siento gorda… Siempre seré gorda y fea.
Navego por el Foro Final, hacia Intimidación. Necesito abrir el clóset ahora que
revele ese miedo.
—Mi mama pensó que mudarse ayudaría… —Tecleo—, mudarse solo lo hizo peor
porque era la nueva chica gorda. Los chicos me empujaban en el corredor. Ellos
surgían desde detrás de mí e iban graznando y caminando como patos. Uno me
llama Krispy Kreme.
Ellos me enferman.
—Una mañana, esto fue al principio de quinto grado, ellos dijeron, “Acércate.
Queremos mostrarte algo.” Yo no confiaba en ellos, pero luego dijeron, “Es un
secreto. No le puedes decir a nadie.” Como si ellos quisieran que fuera uno de ellos
o algo. ¿Cuán ingenua soy? La puerta del conserje estaba abierta y cuando me
asomé ellos me empujaron hacia adentro y la puerta de acero repico cerrándose. Se
cerró automáticamente. NO podía voltear la manija. Golpeé la puerta y grité: “Esto
no es divertido. Déjenme salir”. El tiempo pasó, como diez o veinte minutos.
“¡Ayuda!” Grité. “Estoy aquí. Alguien me encerró aquí. Sáquenme”. El olor en ese
closet picaba mi nariz. No puedo quitármelo… aún.
J_Doe061171 escribe: Mi amiga —mi ex amiga— empezó el rumor de que yo era una
lesbiana y alguien roció pintura en un lado de mi carro LESBIANA.
Cierro mis ojos y estoy allí, aterrorizada. NO hay luz. Todo lo que puedo ver son
sombras moviéndose, como arañas y ratas y más ratas.
Estuve ahí cuatro horas. Golpeando la puerta. Tenía que orinar. NO podía
aguantar.
J_Doe090192 escribe: Tengo miedo de dejar a mi caballo. Todo el mundo está detrás de
mí. Yo he sido diagnosticado como esquizofrénico paranoico, pero no lo soy. Sé que están
detrás de mí.
Ella me culpa. Alucino a partir de los vapores del amoníaco y el golpeteo y mis
manos están todas ensangrentadas y ella me culpa. Papa me recoge del suelo,
físicamente, y gruñó debido al peso. Aún era gorda en ese entonces. Siento frío y
humedad en mis piernas.
Tecleo: —Siento el frío en mis piernas. Mi papa dice “Estás mojada. Ella está toda
mojada” él lo anuncia al mundo. Estoy a punto de morir de vergüenza. Sí, oriné en
mis pantalones.
Golpeo el teclado, sacando mi frustración y enojo. —Mi mama dice “¿Has estado
aquí todo el día?” “Sí” Le digo. Ella le grita al conserje. “¿Ni siquiera alguien notó
que ella estaba perdida?”
Ese mismo agudo chillido en su voz cada vez en el hospital ―¡Haz algo!‖ Cuando
corté mis muñecas. ―¡Ayúdala!‖ La vez pasada también. ―¡Alguien ayúdela!
¡Ayúdennos!‖
Para cuando tenía diez ya conocía mi destino. Para la escuela secundaria tenía un
plan de escape, de control. Siempre hay una manera de salir. Todo lo que tienes
que hacer es tomarla.
Asumo que irás. Que flotarás, volarás o te evaporarás. Eres chupado por un vórtice.
Eres sacado de tu cuerpo. Que subes vertiginosamente o eres propulsado. Que los
ángeles cantan mientras subes.
No creo en ángeles. Hubo un tiempo en que lo hacía. Incluso hablaba con Dios.
Mientras cortaba mis muñecas, le decía a Dios: ―Llévame. Por favor. Aléjame del mal‖.
Cuando Dios no lo hizo, me hizo cuestionar mi fe. Tan pequeña como era.
La segunda vez, lo puse en claro. Amenacé a Dios: ―Bien, escucha. Si me salvas otra
vez, te odiaré. Nunca te perdonaré y dejaré de creer‖.
Dios no me escucha.
¿Cómo llegarás a la luz? Tal vez lo pienso demasiado. Ellos quieren conocer mi
método. La manera de irme.
Tecleo: Ahogándome.
Supongo que Kim le dijo. Le había dicho a Kim: «No dejemos que Chip se entere
de nuestro pequeño y sucio secreto.»
Kim mueve su café. —Si ella habla con Santana, está bien. Son amigos. —Me
sonríe.
Me quito mi lodo.
—Así, que escribe tu contraseña antes de que te vayas —Chip mete sus platos a la
lavavajillas.
Casi lo saludo como a un militar. Le daré mi contraseña, pero no podrá entrar. Está
protegida con huella digital.
Él se recuesta en la banca, sus manos están debajo de su cabeza. Está descalzo. Sus
sandalias están en el pasto y está usando esos shorts de camuflaje que le cuelgan. Se
rasuró hoy. Incluso se puso una dosis de loción para después del afeitado que huele
como lima.
Una persona con cáncer no se preocupa por loción para después del afeitado.
—¿Viste el arcoíris lunar esta mañana? —dice—. Apuesto que sabes de arcoíris
lunares. Es un conocimiento raro, pero tú eres una persona extraña.
Él es un costal de mierda.
Llovió toda la noche. Estaba en lo correcto sobre la lluvia. Hubo neblina densa esta
mañana.
Estaba parada al final de la banca, golpeándolo con mi pie. Finalmente mueve sus
piernas y se sienta derecho. Se ríe tontamente y aprieta los dientes agarrando la
banca. —Oh —dice.
Maggie Louise cierra sus pantalones de montar y le dice a Charles: —Terminé mi lección de montar.
Charles mira sobre su libro. —¿Crees que deberías montar con esta niebla?
Alzo el libro hasta mi rostro para esconder cualquier rastro de una sonrisa. Él no es
el semental que cree que es.
¿Ya se va?
—Maggie Louise.
No será Dios. Estas preguntas son molestas. ¿Qué significan? ¿Quién lo pregunta?
Kim no me verá, espero, si estoy mirando por la oscuridad. Aunque ella será quien
me encuentre. Ella conducirá a St. Mary‟s después de clases y verá que no estoy
donde se supone que debo estar. Tal vez él esté ahí. Con Hervé, por supuesto.
Hervé Villechaize Junior. En otra vida encontraría eso cómico. Él ve Fantasy Island,
como lo solía hacer yo. En otra vida tal vez las ratas no me aterrorizarían.
Él diría: —No la he visto, Señora R. Creo que tal vez está enferma.
Ella sólo me deja añorar mi casa cuando en realidad estoy físicamente enferma.
Siempre voy. Lo tomo y lo tomo y lo tomo.
Cada día soy su carga, tiene que esperar hasta que entre.
Si soy el deber de Chip ese día, mi DDD, probablemente manejará hasta que entre
en el edificio. Usualmente confía en que me las arreglaré cuando pase la puerta.
La primera cosa que hacía cada mañana es ir a la capilla. Pasaba mucho tiempo
antes de clases, por no pasar mucho tiempo en el patio con las otras chicas. Y con
todas las Jennifer Jessicas.
Las chicas me asustan más que los chicos. Los chicos son crueles. Las chicas son
malas.
¿Por qué habla con ella? ¿Por qué ella le sonríe y mueve su cabello por detrás de su
hombro? ¡Ella no es su tipo!
Quería gritar.
¿Quién te vería por la oscuridad? No Santana, a menos de que tuviera visión de rayos
X. Lo que obviamente no tenía.
Estoy fuera de lugar en la escuela. Una persona fácilmente puede deslizarse por el
Corredor Gregory y pasar entre los edificios. Rodear la capilla, la cafetería, correr
hasta la entrada.
Ahora Jennifer Jessica se aleja. Se encuentra con su grupo y todas juntan sus
cabezas. Puedo adivinar lo que están diciendo, lo grandes que son sus orejas, como
habla sobre el clima. ¿Y qué? Ellas no lo conocen. No se tomarían la molestia.
Kim se dará cuenta de que se me hizo tarde. Después de clases. Ella checará el reloj
en el carro. Se debatirá: ¿Salir y echar un vistazo? ¿Esperar unos cuantos minutos?
¿Llamar a Chip y preguntarle qué hacer?
Santana diría: —No la he visto en todo el día, Señora R. —Si todavía sigue ahí, si
todavía está en mi banca. Si sigue parado en la verja, flirteando con Jennifer Jessica.
Ella puede darle lo que él quiere. No lo hará, pero ella puede. Él creerá cada
palabra que salga de la boca de Jennifer Jessica. Porque está desesperado. Porque es
ingenuo. Luego ella lo tirará como una bomba de olor.
Pensando que caminé a casa, Kim manejará lentamente. Chip la golpeará en casa.
Probablemente, desde que su oficina está del otro lado de la ciudad. No, será Kim.
Ella le dirá a Chip lo que está haciendo. Tal vez le diga a Santana: —Dime si la ves,
¿sí?
Sus zapatos crujen con la grava del patio. Ella encuentra la puerta trasera cerrada.
Me molesta un poco que Chip piense que tenía que ver algo con eso. Lo siento,
Papá. Si no hubieran sido bloques de cemento, hubiera encontrado otra manera.
Aplasté la culpa.
Es un infierno sacar a la luz estos recuerdos, pero necesito expiarlos. Sin embargo,
recordar me está costando, traer de vuelta los sentimientos. Sólo hay una semana
para limpiar, así que tomo un respiro profundo y tecleo. —El verano entre los
Espero que nunca encuentre este foro después de que me haya ido.
Murió, Chip.
20
L de Loser, que en inglés significa „Perdedor‟, es común en las preparatorias ese gesto hacia los
llamados inadaptados o „freaks‟, por lo que las chicas la molestan y la señalan como una
„perdedora‟.
Suspiro y resumo mi historia. —Supe en ese momento que nada iba a cambiar. No
importaría si era alta o baja, gorda o delgada, o distraída todos los días. Era una
perdedora desde mi nacimiento.
Decido dejar la puerta del baño totalmente abierta cuando lo haga. Así puedo
respirar. Lo que no tiene ningún sentido. Supongo que tengo una fobia a ser
encerrada.
¿Sobre qué?
Si le respondo, sabrá que estoy usando su máquina. Pensará que estoy abierta a
comunicación. No quiero darle esperanzas.
¿Qué te espera?
¿Qué significa?
¿Qué te espera?
¿Qué te espera?
Eso es demasiado para escribir. Así que tecleo, —Paz eterna. Serenidad.
La respuesta es aceptable.
Dos J_Doe están en la lista del DDD. Un día de viaje ligero, supongo. Entro en
MDH.
Inanición/Deshidratación.
Disponibilidad: 1.
Dolor: 3-5.
Notas: Teóricamente más fácil después de los primeros dos días. Un testamento vital o un
poder notarial duradero pueden impedir que los familiares intervengan cuando estés
inconsciente. Un supresor de apetito como anfetaminas o éxtasis es recomendado. La
deshidratación fatal puede ser extremadamente dolorosa.
Nota: Aterrorizante. Lo mejor es poner tu cuello sobre el riel, ya que una lesión en tu columna
sólo puede paralizarte de por vida.
No es una opción.
¿Por qué? Salto a las notas: Hormigas o carnívoros como felinos grandes…
Lo apago. Es de mañana.
Ella entra y se sienta sobre mi colchón. —Tu garganta debe sentirse mucho mejor.
No estás llevando tu collarín.
El collarín es para sostener mi garganta hasta que cure. Pero no hay nada que me
cure.
—Estoy feliz de que tengas un amigo —Kim toca mi mano, entonces de verdad la
toma en la de ella—. ¿Necesitas que tengamos la charla? —Sus cejas se arquean.
Mamá dice, —Todavía me preocupo por ti, Daelyn. Cariño —Frota mi mano
inerte. Siento algo abrazador bajo mi piel—. Deseo que pudiéramos hablar sobre lo
que sea que te hizo hacer lo que hiciste.
Nunca entenderías, Kim. Crees que soy normal; deseas que lo fuera.
—Luego otra vez, quizás es mejor dejarlo atrás —Palmea mi mano. La quemazón
aumenta—. Quiero que sepas lo mucho que te amamos y lo felices que estamos de
que estés aquí. —Coloca su cabeza sobre la mía.
Un gran alivio.
—Tu papá y yo estamos pensando en manejar hasta Calgary este verano para ver a
la Tía Beth y la pandilla.
Adelante, Kim, pienso. Elabora el itinerario si eso te hará feliz. Vas a tener que ir
sin tu hija ninfómana.
lla apenas está cantando. Su voz es tan baja que es un susurro. Durante una
pausa donde los segundos sopranos tienen que ensayar una sección
complicada, dice:
—Sé que soy terrible. Sólo estoy en el coro porque la otra electiva a esta hora era
hockey sobre césped. Hoooorrible —Se muerde la punta de su lengua carnosa—.
Por cierto, soy Emily.
No había notado hasta ahora lo gorda que es. Quiero decir, me di cuenta que era
gorda. Los chicos gordos notan a otros chicos gordos así pueden compararse y
pensar: no soy así de gordo.
Ella es gorda.
Mantengo mis ojos sobre el suelo. En sus pies. Sus tobillos gruesos.
—Oops —Da un paso lateral de vuelta a su lugar. Susurra—: ¿Qué es una coda? —
Y ríe.
Él vacía sus pulmones. —Vaya. Estás empapada —Sacude su cabello. Sus puntas
ahora están babosas, y las raíces oscuras están apareciendo—. Ven adentro y sécate
—Abre la puerta y la sostiene para mí.
Y espera.
Me alejo. Puedo ser gorda y fea, pero no soy estúpida. Si alguien alguna vez
hubiera conseguido ver más allá de mi apariencia, podría haber notado que tengo
un cerebro.
Baja los escalones y me bloquea. —No tienes que entrar. Solo espera a tu mamá en
el porche.
21
Coda: En música, designa una sección final de un movimiento, como epílogo. Suele utilizar el
primer tema musical de la obra para dar más peso a la cadencia final.
—¡Ay! —Agarra su brazo—. ¿Qué tienes ahí? ¿Libros? —Una sonrisa se desliza
sobre su cara—. Me gusta que mis mujeres sean luchadoras.
Me muevo para irme, pero mueve sus manos para bloquear mi escape. Excepto que
no voy a ir a ningún lado. Todavía.
Mete su brazo por encima de la barandilla y extiende su mano, con la palma hacia
arriba. —Húmeda —declara—. Sin embargo rápida al moverse. Debería despejarse
en exactamente siete minutos.
Se lanza sobre el brazo de la silla. —Alguien arrojó esta en nuestro jardín. ¿Puedes
creerlo? Una Broyhill clásica, de 1958.
La silla, supongo que habla de ella. Huelo su ropa mojada y su aliento a regaliz.
Me obligo a mirar hacia el cielo gris, para enturbiar mis sentidos. Realmente no
puede tener cáncer.
Si miro de soslayo, puedo ver la acera cerca a la banca. Creo que necesito gafas. Ha
sido más y más difícil leer. ¿Ven, Kim y Chip? Los estoy salvando de la cuenta del
optómetra.
Ni siquiera lo sabes.
La piel se calienta donde está sosteniéndome. Sus dedos se aflojan un poco. Está
mirándolas… las cicatrices.
Recupero mi brazo.
—¿Estabas asustada?
¿Por qué quiere saber eso? Sí, estaba asustada. Después de que lo hice, y viví.
¿Dónde está Kim? ¿No sabe que estaría en la banca, siguiendo órdenes?
No, estúpido. Tienes que cambiar de manos. Una a la vez. Entonces la cuchilla se
vuelve resbaladiza por la sangre.
Es deprimente, leer sobre personas que toman drogas. Sobredosis. Una persona
escribió sobre sus dos hermanos que murieron con una semana de diferencia, y
ahora su amante tiene cáncer cerebral. Ella está completamente con las pastillas
para dormir, el alcohol.
¿Por qué yo no podía tener una enfermedad mortal? Sería mucho más fácil.
No había planeado dejar una nota suicida. Ahora me pregunto si debería; dejarles
saber a Kim y Chip que quiero ser cremada.
Prácticamente corrí dentro del salón de clase y tomé asiento. No es mi silla usual
cerca a la puerta. Mientras me deslizo, la veo pausando en el umbral, insegura.
Querid@
_Madre.
_Padre.
_Amor.
_Otro.
_tú apestas
Kim y Chip arreglaron que los cocineros licuaran mi pai y me dejaran comer allí.
—¿A qué se te parece esto? —me dice, se baja el cuello de la camisa y acerca su
cuello hacia mí—. Justo aquí.
Aparto mi mirada.
Un brazo se desliza sobre mis hombros. ¡¡Estás loco!! Me corro rápidamente hacia
adelante.
—Tal vez vuelva a perder mi cabello de nuevo. Estoy muy bueno como un
skinhead23 —se voltea y me sonríe.
—No quiero decirle a Ariel sobre este nuevo bulto. Ya está en híper modo sobre la
recaída. ¿Crees que debería? Quiero decir, no hay nada que ella pueda hacer. Es mi
lucha para ganar. Ella solo lloraría y nos haría a los dos sentirnos miserables y
culpables por volver a pasar por esto, y ella ni siquiera es la que está enferma. —
22
Espiral, se refiere a los cuadernos de espiral.
23
Skinhead, Cabeza Rapada.
Él lo lee y dice.
—Si tengo que hacerlo, haré la quimio para pelear con la bestia. Lo que sea para
seguir vivo. —Él me toca y yo me paro de golpe. El único escape es la escuela, así
que cambio para ir a las puertas.
—¿Qué pasa?
Ella no le contesta.
Santana mira como ella se sube en el Mercedes y se aleja a la distancia. Amplía sus
ojos hacia mí. —Es una perra aterradora.
No tiene ni idea.
Nadie me va a recordar...
Un golpe en la puerta me asusta. Kim aparece. Ella es diferente también. ¿Qué está
pasando? Es sólida y... brillante. Tengo sus ojos marrón claro.
—Es Santana.
Camina hacia mí con el teléfono. Ella lo mira, como si no supiera qué hacer. Ella
no es la única. —Bueno, aquí está —habla al celular. Ella me lo entrega.
—Daelyn, soy yo. Iba a preguntarle algo, pero me acobardé. Es ahora o nunca,
¿verdad?
—¿Tienes un bolígrafo?
Él dice: —Toca una vez para sí. Dos veces para no.
Cierro el teléfono.
¿Entiendes la demanda?
¿Qué es la economía?
¿Qué ve en mí?
¿Sería mi amigo?
—En todo el tiempo que estuve allí, nunca vi un caballo. La piscina era este cenote
seco, y los consejeros eran estudiantes universitarios o que habían abandonado la
carrera. Estaban especializados en sadismo.
—Tan pronto como nuestros padres nos dejaron, la tortura comenzó. Tuvimos que
hacer cola para pesarnos por primera vez. Tenían una escala industrial con una
esfera enorme y un consejero con un megáfono que difundía tu nombre a todo el
mundo.
Tan humillante.
24
Royal: significa algo como real, majestuoso o grandioso.
No entonces. Ni ahora.
—La gente pesaba como 195, 211, 250. Cuando llegó mi turno, estaba sudando
tanto que me caí en las escaleras y me golpeé en la rodilla. No les importó. Mi
nombre resonó para todo el mundo, y todos supieron que estaba en el campamento
para gordos.
J_Doe060787 otra vez: J*der odio a mi jefe. Se queja de mí sobre todo. Odio j*didamente
mi trabajo.
—“Súbase a la báscula” ordenó una consejera. “Date la vuelta”. Había que mirar el
dial25 de modo que vieras por ti mismo lo asquerosamente gordo que eras.
—176. Ese fue mi primer peso. La consejera midió mi estatura. Ella escribió
„obesa‟.
—Cuando bajaba de la plataforma, una chica que había acabado antes que yo se
volvió y dijo entre dientes: Al menos yo no estoy tan gorda como tú.
Los consejeros estaban todos en buena forma, por supuesto. Modelos de perfección
que nunca seríamos.
—Tuvimos ejercicios por la mañana, tarde y noche. Teníamos que hacer ejercicios
de gimnasia. Saltos y abdominales. StairMaster. Cinta de correr. Antes de que
pudiéramos tomar el desayuno, teníamos que correr.
25
Dial, lo que marca el peso.
J_Doe053175 escribe: Mi esposo me golpeaba. Me llamaba por todos los nombres del libro,
pero me quedé con él. La gente se preguntaba por qué aceptaba su abuso. Porque lo amaba,
por eso. Luego me dejó por otra mujer.
¿Eso es amor? ¿Dejar que alguien te golpee y te odie? Todas estas personas son
así…
—El desayuno era algo así como un tazón de avena, con zumo de naranja aguado y
una rebanada de pan tostado seco. Comía lo más lento posible, porque después del
desayuno tenía que hacer más ejercicios.
Alguien está leyendo esto. Quiero responder: ¿Por qué? ¿Por qué soportas el abuso,
siempre y cuando obtengas lo que quieres?
No reales. De goma. Sin embargo, no era gracioso. Nada de eso fue divertido.
—Un consejero se ponía de pie cuando pasabas y gritaba “Más rápido, más rápido.
Mueve tu culo grande de la tierra, niña. Muévete. Cuidado con las serpientes.”.
Debían de estar aburridos, los consejeros, así que nos utilizaban como peones en
sus juegos sádicos.
—Teníamos que pesarnos tres veces al día. Tres. Y teníamos que usar estos
sujetadores deportivos negros con pantalones cortos elásticos. Este consejero
Él me tocó.
—De camino a las duchas, pasábamos a través de una sala de espejos de 360
grados. Un consejero en el otro lado decía: “Deja tu toalla. Dime lo que ves.”.
—Si no respondías, todos los consejeros chicas gritaban: “¡Dime lo que ves!” “Una
gorda.” “¿Qué?” “Una gorda‖ decía más fuerte. “No te oímos.” “¡UNA
GORDAAAA!‖
—Entonces ellos te dejaban salir. Las duchas no tenían separadores, por lo que
tenía que estar con otras dos gordas, chicas desnudas. Nadie hablaba.
—Por la noche —tecleé—, había que escuchar unas cintas. Cintas de auto-ayuda.
Que ayudó a convencerte de que eras un cerdo asqueroso, inútil.
Puedo recitarlas en sueños. —Soy gordo. Tengo poder sobre mi peso. Si hago
ejercicio y como bien, puedo perder peso y sentirme bien conmigo mismo.
Mis dedos se acalambran. Estoy en una buena racha, sin embargo, y tengo que
seguir adelante.
—El campamento para gordos duró seis semanas. ¿Eso responde tu pregunta? Seis
semanas de infierno en la tierra.
—Tuve que luchar muy duro para no llorar. Mamá dijo: “¿Cómo te sientes tu?”
—Ahí fue cuando lo perdí. El consejero cogió el teléfono por mí. Le dijo a mi
madre algo sobre que había tenido un mal día, cómo un pequeño aumento de peso
era normal y lo bien que lo estaba haciendo en general.
—Cuando colgó, dijo, “Tus padres están pagando un montón de dinero por
enviarte aquí. No los decepciones.”.
—Yo no podía dejar de llorar. Estaba tan nostálgica, y odiaba tanto el campamento
de gordos. Si lloraba, tenía que correr. Llorar era un signo de debilidad, y les
estaban pagando para vencer la debilidad en ti.
Yo apague. Me duele el cuello y quiero cerrar los ojos y no escuchar las voces.
Me conecto y aún dice cinco días. Ayer fue cinco, hoy es cuatro. ¿Cuál
es el problema?
Aparentemente hay una exhibición de edredones Amish que ella muere por ver.
Kim no acostumbra hablar de su niñez. Mi abuela murió antes de que naciera así
que no, no sabía que ella pudiese hacer edredones. Apuesto a que toda la vida
secreta que ella ha estado escondiendo de mí explica el porqué soy la patética
perdedora de hoy en día.
Observo a las personas que caminan por la habitación. Hablan en voz baja, dejando
salir suaves “oh” y “ah” mientras señalan modelos y formas.
¿Quién tiene el tiempo de coser un edredón a mano? Pienso, al menos Kim no lo tiene.
¿Cuánto tiempo lleva de todas formas? Quiero preguntarle a Kim, pero… Es
demasiado tarde. Ella no tiene el tiempo de enseñarme a coser.
Lo mejor es no quedarme estancada para siempre en estos cinco días. ¿Qué hizo
Chip?
—¿Cómo estás cariño? —toma mi mano entre las suyas y las levanta hasta sus
labios.
—¿Has tratado de hablar? El doctor dijo que tus cuerdas vocales deben haber
sanado por ahora.
Todos los años de terapia, los doctores, las pastillas, las cintas motivacionales, los
libros y los oradores, voces, voces en mi cabeza. Palabras vacías, sin significado.
Cierro mis ojos, recuerdo la vez que fuimos a la playa. Solo mamá y yo.
—Oh, cariño.
Humedad en mi rostro. ¿Esa soy yo? Me limpio una lágrima. La eliminación de mis
recuerdos debía hacerme sentir mejor, no peor… Ni siquiera había llegado a la
parte mala.
—De todas formas, funciona. Ayer me tomé la libertad de pasar por la casa de tu
amigo, Santana, antes de hacer las compras.
¿Qué?
—Hablé con su madre. Ella es… Bueno, no importa Tienes que ir al medio día. Su
turno empieza a las dos, no obstante, Santana prometió quedarse contigo.
¿Solos? No.
Me levanto haciendo que la silla rechine al enviarla hacia atrás. Kim toma mi
muñeca.
¿Alterarme? ¿ALTERARME?
¿Hacer qué, Kim? ¿Llevar una vida normal? Muy tarde. Demasiado tarde.
Quiero gritar.
—Parecen ser buenos —responde Kim—, me preguntó si quería una taza de chai.
Ni siquiera sabía que era eso, es té con yerbas de India. Ella es bastante… umm…
práctica. Aunque su casa es bastante original, encantadora, en realidad. Es una
artista.
—Sólo son dos horas y media, Daelyn, no puedes sentarte en ese banco durante dos
horas y media. Además, tienes absolutamente prohibido caminar a casa.
Obsérvame.
—No le dije a Ariel sobre… —Se detiene—. No estás siendo cuidada por una
niñera, si eso es lo que piensas.
—Lo estás haciendo tan bien, yendo a la escuela, haciendo amigos. —Aquel brillo
en sus ojos.
Chip sigue a Kim por el corredor. Tomo mi maleta de libros y los embisto.
El seguro suena y arrojo la puerta. Chip presiona una mano en la ventana. A través
de la niebla de la rabia, lo escucho decir:
Sale del garaje. La llovizna empapa inmediatamente la ventana así que activa el
limpiaparabrisas.
Emily se encuentra ausente hoy, así que por lo menos no tengo que lidiar con eso.
Nadie más sabe que estoy viva, lo que significa que no notarán cuándo me vaya.
No puedo evitar preguntarme cuánto tiempo tiene. Por lo menos, más de cuatro
días.
—Ariel, ella es Daelyn. Daelyn, Ariel —Santana hace un círculo con la mano entre
nosotras.
Mi bolsa se cae de mi hombro y Santana la atrapa. Noto cuán huesudos son sus
dedos, al igual que sus rodillas. Toma mi bolsa con su mano libre, la que no
sostiene la sombrilla. Estoy en un calvario.
¿Qué dijo?
Me siento como suspendida en el aire, mis pies no tocan el suelo, como si nuestro
ímpetu nos llevara hasta los escalones del porche.
Ariel toca mi cintura y la aprieta. Antes de que siquiera pueda separarme, siento la
calidez de su carne sobre la mía. Esas píldoras…
…Están envenenadas.
—No puedo convencerla que no hay evidencia estadística que relacione los zapatos
embarrados con la enfermedad.
—Detente —golpea ligeramente la cabeza de Santana. Ella es más alta que él y más
gruesa, es una mujer de talla grande. Con huesos grandes, no gorda.
—Ven a la cocina por el almuerzo después de haberle dado a Daelyn el tour —baja
por el largo corredor que se encuentra al lado de la escalera. Del otro lado está la
sala, supongo. Es octagonal. Un televisor plasma se apropia de la pared entera, las
sillas y el sofá están cubiertos con sábanas.
Ella no responde.
Santana dice:
Está es mi visión… mi sueño en el camino hacia la luz. El cielo azul, las nubes, los
rayos de sol.
—Sin embargo, está genial —dice entrando detrás de mí. Sus pies descalzos se
pegan en el suelo de madera. De pronto, todo lo que veo son sus pies volando por
el aire. Se inclina de espaldas sobre el sofá —. Míralo desde este ángulo.
—Lo siento.
—Ni siquiera intentes salirte de esta Daelyn. Eres mi prisionera ahora —frota sus
manos—. Muajaja.
Cállate.
—Juega el juego, Daelyn. Eso es todo lo que tienes que hacer. —Suena derrotado,
conozco la sensación.
Mis mocasines eran aprobados por St. Mary. No es como si le estuviera haciendo
un striptease; nunca lo haría. Me quito los zapatos.
—No de nuevo.
Santana repite:
Ariel me dice:
—Hace esto todo los años aunque sabe que no va a obtener un perro. Tienes una
computadora —le hace saber.
Santana dice:
—¿Un qué?
—No tiene que ser un perro enorme o peludo. O uno de raza. De hecho, prefiero
un perro callejero.
—Tú sólo estás negando porque crees que voy a morir y terminarás teniendo que
cuidar a mi perro.
Hay un largo silencio dónde la ira en la habitación es palpable. Quiero irme a casa.
—Oh, aquí vamos —coloca una mano sobre mi brazo, lo que me tensa aún más—.
Continúa haciéndome esto —me dice—, Santana no tiene un padre.
Ariel se levanta. Ella tiene una larga trenza que llega hasta la cintura, canosa, con
flequillo rizado. Su mano toca el respaldo de mi silla y me inclino sobre el cuenco
de comida. Va al mostrador, levanta la jarra y vuelve a llenar mi vaso con
limonada.
—Su padre murió antes de que él naciera. Incluso antes de que nos casáramos.
Santana dice:
Es difícil conseguir una muerte instantánea por mano propia. Un tiro a la cabeza.
Artefactos explosivos.
Ariel agrega:
¿Qué?
Santana la corta.
Ahora sí quiero.
—Aquí viene.
26
Safeway, es una de las mayores cadenas de supermercados en Estados Unidos, donde se venden
tanto comestibles como medicamentos.
27
Maalox, medicamento para la acidez y el dolor de estómago.
Él se queja.
—Por favor, no mientras estamos comiendo —inclina su cabeza hacia mí—: Tus
sospechas están confirmadas. Soy un bastardo.
—Eres un niño amado —me dice—: Amaba a ese hombre con todo mi corazón.
Santana dice:
—De acuerdo. Daelyn puede culpar mis pésimos intentos de cortejarla a la falta de
influencia masculina en esta casa.
Santana se ruboriza.
Al menos él lo entiende.
—Te sugiero que lo cortes ahora mismo. A menos que quieras toda una vida
escuchando a su insolente boca.
—Y será toda una vida. Dame un poco de ese brownie de popó —Santana sostiene
su plato—. Por favor.
Mientras Ariel se da la vuelta, Santana simula arcadas con sus dedos. El almuerzo
que ella hizo, el guiso de quinua, que ella pronuncia cómo “kiin-wa”, no tenía
sabor. Era la textura pegajosa del arroz. Desafortunadamente descubrí que podía
tragar algunos granos blandos a la vez. Y los brownies libres de grasa sin azúcar y
sin cacao sólo serían comestibles mezclados con arsénico.
—Tal vez no sea de tu incumbencia. Tal vez solamente debas practicar el fino arte
del esquí-de-trasero.
Tú lo harás, pienso.
Ariel se aleja de la mesa. Quiero saltar, prenderme a ella y rogarle que se quede.
Ella frena un momento, da la vuelta y camina de regreso para besar la cabeza de
Santana. Presiona la mejilla de él contra su estómago y dice:
—Fue un placer conocerte, Daelyn —sonríe—. Ya era hora de que Santana tuviera
novia.
Me ahogo, literalmente.
—Ves el problema. ¿Verdad? —sus ojos se desplazan al pasillo por el cual Ariel
acaba de irse. Él dice con voz apagada—: Yo soy todo lo que tiene, y si no lo hago
esta vez…
Mis padres se sentirán tristes por un tiempo y quizá se culparán a sí mismo, del
mismo modo que hacen ahora. Eventualmente encontraran la paz con mi decisión.
Espero que ellos noten que finalmente tengo paz.
—Tengo tarea.
Chip dice:
Mientras lee el periódico, pongo las pastillas en mi boca y las trago de camino a mi
habitación, del modo que he hecho tantas veces.
¿Quién te reemplaza?
Las leo de nuevo. El miedo se vigoriza, es cómo si la persona que está preguntando
tuviese un conocimiento interno de mí. Lo que pienso, lo que siento.
Tecleo: —Nadie.
Respuesta aceptada.
Respuesta denegada.
Esta oscuridad que me llena jamás se marchará. No tengo amigos, siempre estaré
sola. Si me voy, al menos tengo la esperanza de encontrar paz.
Aceptada.
Pienso acerca de Santana y que oportunidad tiene. Me entristece así que dejo de
reflexionar.
Abro FF y leo mi última entrada. Es larga y aburrida, a pesar de que cinco J_Doe
han respondido, bueno, no respondieron exactamente. Uno de ellos eligió el tema
del campamento.
J_Doe012654 escribió: Los acosadores están por todas partes, en la escuela, la casa, el
trabajo y el campamento. No puedes alejarte de ellos.
Invisible medito.
—Estoy asustada ¿de acuerdo? Siempre he tenido miedo. Todos los días de mi vida
me despierto aterrorizada. Me pregunto: “¿Quién cumplirá su misión de
perseguirme el día de hoy?” No puedo ESPERAR a ser librada de este sentimiento.
J_Doe033083 escribe: Tengo todo lo necesario para suicidarme. Tengo el plan, el lugar, la
hora y la furia. Tomo el medicamento y no funciona. Sé lo que significa ser feliz, pero no
parezco querer ser feliz. Sigmund Freud tiene una teoría: Dentro de cada uno existe un
―impulso suicida‖, que significa que todos deseamos retornar al estado de calma perfecta que
experimentamos antes del nacimiento. ¿Escuchas la razón de eso?
“¡163! ¡Preséntese!” —Él creía que sería gracioso o motivador llamarnos por
nuestro peso. “¡163!” —gritaba—. “O 165 con masa muscular, jaja”. —Tenía que
pararme frente a todos. “Más alto” —aullaba—. “Extiende esos muslos enormes.
Coloca tus manos sobre tu cabeza. Ahora cuenta.
—La gente estaba doblada intentando tomar aire y un par de niños tuvieron que
sentarse, mas los consejeros les ordenaron levantarse y los obligaron a comenzar a
correr o subir escaleras. Yo misma vi a una consejera gritándole a un niño hasta
que este vomito. Lloraba tan alto.
—Lo odiaba. Los odiaba a todos. Me hicieron odiarme a mí misma más de lo que
ya hacía. Había otro consejero. Nos gritaba de camino al comedor: “¡Son
perdedores! ¡Todos ustedes son unos perdedores!” —Se suponía debía de ser
gracioso, como en el programa The Biggest Loser.
Pero no es gracioso. No lo es para las personas a quienes se les ha dicho que son
perdedores toda su vida y creen que jamás serán más que eso.
—¿Terminaste tu historia?
Kim baja las escaleras con su maleta ruidosamente. Me toca la espalda suavemente.
—Lo siento, por esto —dice ella—. Volveré a casa mañana. Luego creo que este fin
de semana tenemos que redecorar tu cuarto. Se ve muy al descubierto allí. Tu padre
no será capaz de recogerte después de la escuela, así que he preparado para que
vayas con los Girard de nuevo.
¿Qué? No. Me toma toda mi fuerza de voluntad sentarme allí y pretender hacer la
tarea, sabiendo que él estaba cerca.
—Santana dijo que iba a preparar el antro de perdición. —Kim entra en mi campo
de visión y me sonríe—. ¿Qué quiere decir con eso? ¿O es mejor que no sepa?
Ella agarra su maleta de viaje con ruedas y besa a Chip. Hace un movimiento para
besarme, pero yo me aparto. Se encuentra con mis ojos, y luego me guiñe. —Tal
vez podrías conseguir algunas ideas de decoración con Santana.
Emily no habla conmigo. Ella no habla con nadie. Nadie habla con ella.
—¿Todo el mundo tiene sus camisas blancas y faldas negras para la próxima
semana? —pregunta el Sr. Hyatt.
—No —dice el Sr. Hyatt—. Con medias o sin ellas. Zapatos negros; nada de botas
o zapatos de tacón alto. Nada de los dedos de los pies al descubierto.
—La Hermana Bernarda tiene sus fajas. Ella vendrá a lo largo de las prácticas para
que se las prueben.
Jennifer Jessica dice: —Espero que hayan hecho la de Emily el doble de ancho. —
La manada de lobos aúllan.
De nuevo Emily está rígida. Ella mira hacia adelante. Lleva la máscara que
conozco tan bien.
Esta punzada de dolor atraviesa mi corazón. ¿En quién te has convertido Emily?
No si puedo evitarlo.
Voy apresuradamente a los cubículos, tiro hacia abajo mi mochila y la abro. Desde
dentro saco mi libreta de espiral y un bolígrafo. Escribo furiosamente, una nota a
Emily.
En primer lugar, le doy la nota a Emily. Veo como sus labios se mueven a medida
que lee cada palabra. La hermana Bernard repite: —Levanta tus brazos, por favor.
—Mis brazos suben y la hermana empuja la faja alrededor de mi cintura—. Y la
tuya está demasiado floja.
Emily está sonriendo. En mi nota escribí: —Ella irá al infierno. Todos ellos. Si el
infierno incluso los quiere. Ella voltea la nota a mi posdata en la parte posterior, donde
agregué: —Codéame si estoy cantando plano. Se ríe disimuladamente.
Suena la campana.
Cuelgo mi faja por encima del hombro de Emily. Ella puede unirlas, como una
colcha.
Está rasurado y su cara tiene un aspecto liso y suave. Tiene pestañas largas negras,
y no puedo estar sintiéndome de esta manera.
Es más seguro con la puerta entre nosotros. Entonces Santana balancea la puerta y
la sostiene para mí, así que no tengo elección.
Podía correr. ¿Me perseguiría? Si camino y sigo caminando, pude llegar a casa.
Sería un buen ejercicio.
—Ariel está trabajando, así que espero que no tengas muchos deberes, o puedes
hacerlos más tarde. Quiero mostrarte algo. —Se quita su gorra.
Mis ojos saltan. Ha teñido su cabello de negro azabache con puntas rojas.
Rascando la cabeza de la rata, dice: —¿Te gusta?
—Hoy vamos a comer comida de verdad también. —Deja caer a Hervé dentro de la
gorra, y luego desliza a ambos en su cabeza—. He pedido pizza. —Él se queda de
pie allí, con una cola de rata entre sus ojos.
Me dan ganas de llorar. No sé por qué. Quiero ser fuerte, como Maggie Louise.
Controlándome a mí misma y a los otros.
Con cada onza de coraje dentro de mí, la quiero alejar. Pero no lo hago. Soy débil.
Estamos tomados de la mano.
Mi mano está intacta, impecable. Está todavía unida a mi brazo. Sin embargo, se
siente contaminada, y tengo la fuerte necesidad de lavarme las manos. Puedo
controlar esa necesidad, las lavo después.
28
Coca-Cola Float: Es Coca-Cola con helado de vainilla flotando.
Santana asoma su cabeza por la puerta. —Vamos a comer aquí. Toma el float.
No quiero tocarla.
—Nunca me dijiste qué tipo de pizza te gusta, así que tengo una de queso y una
suprema grande de lujo con todo en ella. —Él levanta la vista desde el suelo, donde
está de rodillas y sonriendo a mis ojos. Este calor hincha cada poro de mi piel. Dos
cajas de pizza estaban abiertas sobre la mesa de café, y mi estómago gorjea. Voy a
extrañar el aroma de la pizza. Lo mejor del fibroso, y masticable queso mozzarella
derretido.
Nunca dije que no habría cosas que echaría de menos. Leer. Comer.
El sofá todavía tiene una sábana en él, pero es el único lugar para sentarse. Además
de junto a él en el suelo. Barajo entre la mesa y el sofá mientras coloco los float.
—Uy, espera. —Se empuja a sus pies y se precipita junto a mí hacia la sala.
Santana rodea la pizza con todo con su dedo índice hasta que escoge una rebanada.
El pedazo más grande con la mayoría de los embutidos.
—Oh Dios mío —dice en un mordisco—: Padre Celestial, te agradecemos por esta
pizza, el sagrado infierno de la comida.
Me sonrío a mí misma.
—¿No? Pensé que tenías que ser católico para ir a una escuela católica.
—Tomaré eso como un sí. ¿Qué quieres hacer hoy? —Santana alcanza otra
rebanada—. ¿Besarnos? ¿Saltar las restricciones?
29
Panteísmo, creencia según la cual El Universo, la naturaleza, y Dios son lo mismo.
Siempre quise teñirme el cabello, pero entonces las personas se meterían conmigo y
burlarían de mí incluso más que antes.
Él dice: —Los panteístas, al menos los naturalistas que hay entre nosotros, creen
que Dios está en todas las cosas.
¿De verdad? Quiero debatir con él. Dios no está en ninguna parte.
Un largo minuto pasa. Él único ruido es el que hacemos al comer la pizza. Hervé,
en el hombro de Santana, recibe las cortezas descartadas. Santana gira la cabeza y
se fija en mi collar ortopédico.
Él me atrapa mirándolo.
—Encontré dos más —dice—, bajo mi brazo. Le dije a Ariel esta mañana y
enloqueció. Probablemente está golpeando al oncólogo 31 hasta hacerlo papilla
mientras hablamos.
Sus ojos son como un telescopio. Miro dentro de ellos y soy transportada a través
del universo a un mundo en el que nunca he estado.
30
Prime Time, (horario prioritario en español), es la franja horaria de mayor audiencia en la
televisión.
31
Oncólogo, médico especializado en los distintos tipos de cáncer.
Se tira a través de la alfombra hacia la TV. Veo una mancha de pintura azul en la
alfombra beige, y levanto los ojos. Ella terminó, o casi. Una de las esquinas del
techo falta todavía. Tengo que inclinar mi torso para conseguir una vista
panorámica.
—Wow. Esta cosa es pesada —él dice sonando sorprendido—. ¿Cuánto tiempo has
tenido que usar esto?
Demasiado.
—Bien. Que sea de esa manera. Asumo que me lo dirás cuando quieras que lo sepa.
Santana agarra el control remoto y mueve el collar al otro lado de él. Si lo necesito,
tendré que alcanzarlo a través de su regazo.
—Ya entendí. Las cosas del comienzo son una mierda aburrida. En realidad es sólo
para Ariel. Podemos adelantar rápidamente esa parte. —él me pasa el control.
Se lo devuelvo.
—Hola. —Una mano con dedos entumecidos aparece en la pantalla—. ¿Cómo están?
Este soy yo, Santana Lloyd Girard II. —La mano se pliega en un puño.
Eso es por eso que no reconocí la voz. El narrador suena como un niño pequeño.
—Nací el 24 de abril de 1992. Un día que vivirá en la infancia. —La imagen de un bebé
flacucho aparece desde arriba.
—Hola, ma. —La gran mano aparece con dedos moviéndose como en una ola.
Cada dedo tiene una carita dibujada en él.
—Mi padre, Santana Lloyd Girard I, no pudo estar presente en el nacimiento de su único
hijo, ya que consiguió ―la grande‖ en un deslizamiento de rocas antes de la ocasión. Todo ese
desquiciado elemento de un accidente como esa tuvo que haber advertido a mi madre. Mi
madre. Ariel Celestine Beatty Girard. Hola, mama. —La mano Saluda. Detrás de mí
Snatana gime.
—La madre testifica que el chico Santana vino a este mundo gritando por un sangriento
asesinato. —Una cara borrosa llena la pantalla—. Y que se irá de la misma manera. Un
fuerte grito hace que mis oídos retumben.
32
Sundance, festival cinematográfico internacional que se celebra anualmente las dos últimas
semanas de enero en el poblado de Park City, cerca de Salt Lake City, la capital del estado Utah,
Estados Unidos.
—Espera —Santa dice y detiene la filmación— Tienes que ver a Stripe. —Rebobina
un poco.
El perro se levanta.
—Quédate quieto.
Perro de nuevo.
—Habla.
—Sacúdete.
33
Hacky, Pelotitas de tela o hilo rellenas de arena o arroz para jugar a lanzarla con los pies.
A mi lado, Santana respira. Su aliento es cálido y húmedo. ¿Por qué parece que esta
respirando justo encima de mí?
Alguien más está filmando porque Santana está en una silla, como una silla de
dentista, con una intravenosa en su brazo. Me estremezco. Odio las agujas.
—Hey —Santana desplaza su torso hacia mí—. ¿Te das cuenta de que ese banco,
nuestro banco, como he llegado a pensar en él, se encuentra debajo de un árbol de
magnolia aniz? El aniz huele a regaliz. ¿Magnolia… Maggie Louise? —Agita un
dedo hacia mí—. Te lo estoy diciendo, Daelyn, interconectados…
Santana durmiendo. —Aquí esta —Una mujer susurra—. Mi dulce, perfecto, y brillante
niñito.
La película continúa. Su voz más joven dice —Cabello hoy. Mañana se habrá ido.
No puedo mirar esto. Mi mirada cae al queso de la otra pizza, que está cuajado.
Además, Hervé esta caminándole encima. Hemos destruido el todo. Hervé olvidó
un pedazo, así que le doy la vuelta hacia él con el lápiz.
—Mamá, no…
—Tú querías que grabara todo a la misma hora todos los días. Sonríe —dice Ariel.
Mi estómago se agita.
—Lo siento —Antes de que Santana pueda adelantarlo, lo veo descansar su frente
en el borde del inodoro. Pienso, esta es la razón porque fue educado en casa.
Durmiendo.
Sujetándose el estómago.
La película termina.
Negro. Una cegadora luz blanca. Santana me está sosteniendo debajo sofocándome
con su boca.
34
Brocado, se llama brocado y también brocar a un tejido muy cargado de seda cuyo fondo, hecho
con la trama, es de punto asargado.
El timbre suena.
¿Qué?
Cierro los ojos y el mundo da vueltas, un vértice. Estoy de vuelta en la baño de los
chicos otra vez; Toomey me está besando, alzándome la falda, bajándome la ropa
interior. Trato de gritar, pero no sale ningún sonido.
herveh0tsu: D, háblame
herveh0tsu: Háblame
herveh0tsu:Háblame
herveh0tsu: No me voy a ir
herveh0tsu: Entendido. ¿Qué pasó? ¿Por qué te asustaste? Pensé que estábamos llegando a
algún lado.
—¿A dónde?
¿Tercera? ¿Cuarta?
—No puedo.
herveh0tsu: Ok. ¿Cómo se supone que supiera? Nunca llamas. Nunca escribes.
No, no lo eres.
Las lágrimas brotan de algún lugar dentro de mí desbordando mis párpados. Corren
por mis mejillas dentro de mi boca abierta; Salan mis heridas. Cierro mis ojos que
arden y lucho para impedir que el sentimiento me ahogue.
Tocan mi puerta.
herveh0tsu: DAELYN!!!!!!!!
herveh0tsu: es
herveh0tsu: tu
herveh0tsu: pi
herveh0tsu: do
herveh0tsu: sigo usándolo como excusa. No estaba tratando de presionarte a hacer algo que no
quieres hacer. Haciéndote sentir culpable al ver mi video.
herveh0tsu: ¿daelyn?
herveh0tsu: no mierda.
¿Por qué? Me siento y miro la pantalla. ¿Por qué eso? El collar está en la mecedora
donde la arrojé cuando me tambaleé y caí sangrando internamente.
herveh0tsu: No tienes que. No tienes que hacer nada. Te dejare sola de ahora en adelante.
Se desconecta.
Tecleo rápidamente. —Bebí amoniaco y cloro para morir. ¿Estás feliz ahora?
J_Doe051676 escribe: solo quiero que todo el mundo sepa que esta será mi última
publicación antes de que deje este mundo, he estado planeando mi suicidio por tres años y
medio, asegurándome de que todo está en orden y finalmente puedo actuar según lo planeado.
En un par de horas, seré libre. Ya estoy relajado y menos estresado. No conozco a ninguno de
ustedes, pero sentí que era necesario dejar que alguien supiera de mi final. Finalmente estoy
yendo hacia mi éxtasis.
El cansancio de todo esto se esfuma de nuevo. Apago y cierro mis ojos. La purga
está funcionando, me siento mejor, libre de mi esclavitud. Una inquietante imagen
se arremolina en mi concentración, es Santana, el último cuadro de la película. Las
mejillas hinchadas y los ojos hundidos.
Esa es la pregunta.
—Daelyn, ¿estás despierta? —grita Chip. Está justo afuera de mi puerta y se acerca
para tocar—. ¿Estás vestida? —Me da un minuto para recoger antes de asomar su
cabeza por la puerta.
Que estúpida. Un personaje de un libro no puede ser tu ídolo. No son reales o están
vivos. Nunca tuvieron que actuar valientemente en frente de un miedo o una
adversidad real. Estos libros son terribles. No entiendo porque me los devoré todos
en la escuela secundaria. Nunca conoceré el romance o la aventura o el amor.
¿Qué? ¿Que los únicos amigos que he tenido son imaginarios? El objetivo, la meta.
Tengo que llegar al final. Si leo en la capilla y durante las clases, en el almuerzo, y
después de la escuela, lo puedo terminar.
Chip me saluda en la cocina con mi cereal y mis píldoras. Me las meto en la boca y
cuando se gira las escupo en mi mano. —Tu madre llamó mientras estabas en la
ducha. Dijo que esta auditoría está tomando más de lo que ella esperaba y que no
regresara a casa hasta el viernes en la tarde.
¿Viernes? mi corazón saltó. La sangre corrió por mis venas la sentí caliente y luego
fría. No veré a mi madre de nuevo.
—Estábamos tomándonos una segunda luna de miel chocándonos con a todos los
puntos calientes y trampas para turistas de aquí a las vegas —me sentí catatónica—.
El auto se varó en el valle de la muerte y tuvimos que pedir un aventón. Un par de
universitarios nos recogieron, estaban de camino a las vegas para casarse. —Chip
me sonrió—. En un capricho tu madre y yo decidimos renovar nuestros votos en las
vegas. —Sacudió la cabeza como si el recuerdo se soltara—. Si te escapas, te
recomiendo la capilla matrimonial Viva Las Vegas —se rio—, creo que fuiste
concebida en el salón azul Hawai.
Chip continuó —Nos habían dicho que no podíamos tener hijos, así que fuiste una
bebe milagro. Quiero que crezcas, te cases, y tengas muchos hijos, nietos para que
tu madre y yo mimemos. Tienes mucho para mirar hacia adelante en la vida,
Daelyn
La dejo ir primero. Sonríe mientras pasa, o sea, esa enorme sonrisa que vuelve sus
mejillas rosa y sus ojos centellantes.
Veo a Emily. Las costuras alrededor de las mangas de su blusa están tensas. Apoya
su frente sobre las manos cruzadas y pienso que, va a necesitar su fe.
Abro la ventana, lo veo. Taylor, alias Jennifer Jessica, lo ha llamado a la valla. Ella
esta estirando su pelo hacia atrás, y él está bailando como payaso. ¿Se está ella
riendo, lo está disfrutando? Me duele la cabeza. No tengo razón para sentirme
celosa. No le puedo dar a Santana lo que él quiere. Una monja hace bulla afuera y
lo espanta y el regresa, saluda y baila. El enjambre de seguidoras de Taylor
alrededor de ella y aúllan cuando ella dice algo. Mira sobre su hombro. Se están
burlando de él. Ella se está burlando de él. Quiero ponerme de pie y…
—Creo que este año será diferente ¿sabes? La escuela secundaria y todo. Pienso que
la gente podría ser más madura, o más agradable por lo menos.
Pero tú venderías tu alma por aquello, ¿cierto? Por un día de sentirte bella.
Me gusta ella. Parece estar en paz consigo misma. Pienso que Emily tiene valor.
—Sé que hablo mucho —dice Emily—, es sólo que no tengo mucha gente a la cual
hablarle. No mucha gente es merecedora de mi tiempo.
Sonríe de nuevo.
Este es mi error. Mío. Haciéndola pensar que estaría aquí para ella.
36
Las mujeres Padaung: ('mujeres de cuello de jirafa') forman parte del grupo étnico o tribu Kayan,
Karen o Karenni, una de las minorías étnicas tibeto-birmanas de Birmania que se compone
aproximadamente de 7.000 miembros y pertenecen al estado Shan.
37
Discovery Channel: Discovery, anteriormente Discovery Channel, es un canal de televisión por
cable propiedad de Discovery Communications, siendo una señal de entretenimiento, cultura y
educación distribuida virtualmente en el mercado de televisión de pago en todo el mundo. La marca
es conocida principalmente por su variedad de programación científica, particularmente
documentales y programas sobre la naturaleza. Discovery se lanzó el día 17 de junio de 1985 en
Estados Unidos.
38
Velcro: es una marca registrada en el año 1951 que ha pasado a denominar un sistema de apertura
y cierre rápido. El sistema de cierre y apertura es rápido y sencillo. Consiste en dos cintas de tela que
deben fijarse en las superficies a unir mediante cosido o pegado. Una de las cintas posee unas
pequeñas púas flexibles que acaban en forma de gancho y que por simple presión se enganchan a la
otra cinta cubierta de fibras enmarañadas que forman bucles y que permiten el agarre.
Insoportable.
Emily se ríe. Se cubre la boca, mirando por encima del hombro como si fuera un
pecado reírse en la iglesia. —¿Me lo puedo probar?
—¿En serio?
Estamos casi en el salón de clase cuando Emily dice —Mi madre me enviará al
campamento para obesos este verano. Oh que alegría.
La boca de Emily se abre. Mis manos la aprietan con fuerza. Estoy temblando. La
meneo. Asiente como si escuchara. Ella está escuchando.
Debería haberle dicho a Kim. Chip. Cualquiera que escuchara. Esos chicos
quisieron violarme. En todos los años de terapia, nunca hablé sobre ese incidente.
Tal vez si lo hubiese hecho, habría salvado a alguien del mismo destino.
Pero no soy una heroína. Tengo que mantener mi pequeño sucio secreto.
El peor pecado que cometí fue contenerlo. Dejar que el secreto me ennegreciera.
¿Qué te espera?
Tiene que ser mejor que hoy. Tiene que ser así.
Kim y Chip serán los únicos que me recuerden por un largo tiempo. Espero que
recuerden las cosas buenas, cuando yo era un bebé, una niña pequeña, cuando ellos
aún tenían esperanzas y sueños para su niñita, su milagro de bebé.
Verdaderamente, eran buenos para mí. Sólo estaban haciendo lo que sabían hacer;
lo que pensaban que era lo mejor.
Sí los amo.
Simplemente odio al mundo al que me trajeron. Seré recordada como una chica
gorda, asustada, débil y estúpida. Demasiado asustada para hacer algo por mí
misma.
¿Por qué?
¿Perdedores o ganadores?
Eso será un alivio. No quiero ser la persona inútil que siempre he sido.
NINGUNA.
De acuerdo, tengo una opción. Dios me dio libre albedrío. No estoy hablando
contigo, Dios. Toma el dolor conmigo o déjalo atrás. Esa es mi opción.
Un cuerpo choca conmigo y una voz dice: —Mira por dónde vas.
El baño está en la esquina, así que giro para una parada de descanso. Santana
aparece en mi cabeza. ¿Cómo lo hace él? Vivir. Con el miedo de la muerte todos los
días. Yo no temo a la muerte tanto como temo el pensamiento de vivir.
Creo que él no estará esperando en el banco. Sabe ahora que no tengo nada que
ofrecer. El panteísmo significa contar con otras personas para mantenerte vivo, y en
esta vida, yo no cuento.
Escucho la puerta del baño abrir y cerrar. Una ráfaga de aire frío en mis piernas me
hace estremecer.
Silencio, pero sé que alguien está aquí. Mi mano es inestable mientras voy a
secarme y una gota de pis caliente moja mi dedo. Empujo esa mano lejos de mí, me
pongo de pie y me ruborizo.
Tengo que lavarme. TENGO que hacerlo. Me dirijo a la salida, pero Taylor ha
anticipado mi movimiento. Levanta ambas manos a un lado, presionándolas contra
la entrada azulejada. Necesito salir por esa puerta.
—Es gracioso cómo los rumores empiezan. —Una sonrisita malvada curva las
comisuras de sus labios.
Ella me disgusta.
Los lavabos no tienen guardia, así que me apresuro hacia el agua. Un suspiro de
alivio se escapa de mi boca mientras me limpio. Me lavo. Me raspo.
Cuando miro al espejo, Taylor está detrás de mí. Me observa raspar una mano,
luego la otra. Dice:
—Ow —dice—. ¿Por qué hiciste eso? —Sus ojos se humedecen. Luego, se
entrecierran y ella luce malvada.
El banco está vacío. Sabía que lo estaría. Por qué él hizo contacto, en primer
lugar….
Todavía estoy temblando por la confrontación con Taylor mientras busco mi libro.
Página 294.
Maggie Louise cepilló su melena caoba hasta que brilló. Charles estaría aquí en cualquier momento y
ella le había dicho las noticias. Su madre le dijo una vez:
—Querida mía, has heredado tu belleza del lado familiar de tu padre. —Las altas y cinceladas mejillas,
la contextura delgada. Pero, ¿la constitución de Magnolia? ¿Su determinación? Ese era el regalo de su
madre para ella.
Nunca veré a mi madre de nuevo. Ella era impotente. Todos lo somos algunas
veces. ¿Qué esperaba yo que hiciera? ¿Salvarme cuando ni siquiera me pude salvar
yo misma? Tengo la necesidad más urgente de abrazar a mi mamá, de decirle que
lo siento. Sentarme con ella en la silla mecedora y escucharla cantar para mí.
—Debes seguir el deseo de tu corazón, porque será el que te guíe hacia tu destino. —Las palabras
sabias de su madre resonaron en la cabeza de Maggie Louise. Ella sintió al niño dentro de sí, el bebé que
sólo conocería alguna vez amor y felicidad en su vida. Si, ella había encontrado el deseo de su corazón.
En Charles.
—Revisé todas las posibilidades. Una. —Levanta un dedo frente a mí—, te cortaste
la garganta. A menos que tuvieras un verdadero cuchillo serruchado o un escalpelo,
tendrías que haber cortado bastante duro. —Parpadea—. Como, bastante.
—Dos. —Levanta un segundo dedo—, te ahorcaste. Estaba seguro que era esa,
aunque la pérdida de habla no cuadraba. A menos que realmente fueras muda, o
decidieras no hablar.
Las personas que se ahorcan vacían sus intestinos. Dejar desperdicios no es una
opción.
Cierro los ojos. ¿No puede él ver que no vale la pena gastar su tiempo en mí?
Involuntariamente, hipo.
—Todos hacen daño a veces. —Un hipo se escapa—. No hay vergüenza en eso. —
Se acerca un poco más. Respira en mi cabello y lloro en voz alta.
—Todos nos mejoramos, sabes. Te sano. Me sanas. Así dijo Santana Lloyd Girard
II, conocido como don-Juan.
—¿Qué pregunta?
Él jadea:
—Oye. Eres fuerte. —Toma mi mano y no la deja ir—. Si no muero del Hodgkin,
el envenenamiento con plomo me matará. —Me muestra en su otro brazo la herida
en donde lo apuñalé. Ni siquiera perforó su piel. Él es lo suficientemente listo para
saber que el plomo en los lapiceros es grafito—. Y eres mala.
—No. no lo eres. No como algunas personas que conocemos. —Me mira fijamente
a los ojos y no puedo apartar la vista—. Entonces, la pregunta. —dice él.
Él añade:
—Si estás por aquí mañana, eso es. Si no tienes planes, como beber desechos
tóxicos o correr con tijeras, realmente, de verdad, me gustaría compartir mi
cumpleaños contigo.
—Oh, por favor. —Me codea ligeramente la rodilla, como diciendo: ¿tienes que
preguntar? Sus ojos, sus oscuros ojos azules, profundamente inteligentes, que
abarcan el universo, están serios sobre mí. Mortalmente serios, cuando dice—:
Puedes responder esa pregunta tú misma.
¿Borrar cuenta? Sí No
Presiono Sí.
¿Confirmar? Sí No
Presiono Sí.
Mi habitación está limpia. Mi vida está limpia. Más temprano, cerca del amanecer,
saqué la última carga de basura. Miro alrededor y veo lo que quedó. Nada.
Como era.
Como soy.
O como seré.
Comenzar o terminar.
Completarme a mí misma.
Chip llama
Fin.
39
Frisbee es un plato o disco volador que se lanza con la mano, ya sea recreativa o deportivamente.
Sus libros generalmente tocan temas de interés para la comunidad GLBT. Roberts
cuenta que su editora fue la que le dio la idea de escribir una historia de amor sobre
lesbianas y así publicó su primer libro Define ―normal‖.
En el año 2004 fue nominada al National Book Award como escritora de libros para
jóvenes por su libro Luna que trata sobre una niña cuyo hermano es transexual.