Universidad Central de Venezuela
Facultad de Humanidades y Educación
Escuela de Comunicación Social
Seminario Industria Cultural
Sección “B”
La Semiótica del Teatro
Docente: Autor:
José Vicente Borges Anderson Ayala Giusti
C.I. 26.254.203
Caracas, 07 de diciembre de 2017
La semiótica del teatro
El teatro conlleva por naturaleza la actuación, y toda actuación, al tener un grado de
interacción, puede ser analizada desde el punto de vista de la semiótica. Por ello, antes de
comenzar, es pertinente dar una definición de la semiótica según algunos de sus exponentes:
Por un lado, Umberto Eco (1994) la define como “la disciplina que estudia las relaciones
entre el código y el mensaje, y entre el signo y el discurso” (p.19); y por otra parte, de forma
similar, Tanius Karam (2006) la concibe “lo mismo como una teoría general de los signos que
como el estudio de la significación y el sentido en ciertos contextos de comunicación. Ahí donde
hay producción e interpretación de signos la semiótica tiene algo que decir” (p.2).
Como se ve, ambas definiciones guardan una relación: la referencia a los signos en un
proceso de comunicación. Justamente por ello cabe aquí señalar que, parafraseando a Eco (1994),
un signo es toda unidad gráfica o escrita que da lugar a la formación de una idea o de una imagen
-sobre algún objeto de existencia material- en la mente de un interpretante. Además, los signos
son convencionales, es decir, se encuentran legitimados socialmente.
Ahora bien, ya establecidas estas definiciones básicas resulta más sencillo iniciar un análisis
sobre la semiótica del teatro. En este contexto específico, la semiótica se refiere a las relaciones
que existen entre los elementos conformadores del teatro, y todo lo que estos implican -su
significación y sentido- en el acto comunicacional de la actuación.
Resulta interesante aquí hacer referencia a una afirmación de Erving Goffman (2001), para
quien, cuando un individuo desempeña un papel, solicita implícitamente a sus observadores que
le tomen en serio. Es decir, “les pide” que crean que el sujeto tiene en realidad los atributos que
aparenta, que la tarea que realiza tendrá las consecuencias que pretende, y que, en general, las
cosas son como aparentan ser.
Por una parte se puede ver cómo hay un convencionalismo en el teatro, es decir, toda
actuación aparece consensuada entre el público y el personaje. Para el espectador queda
sobreentendido que deberá creer realmente en la interpretación de papeles que observa.
Pero además, de lo dicho por Goffman se puede extraer también que la representación teatral
puede ser entendida, hablando de semiótica, como signo. Esto por dos cosas puntuales: porque
dicha representación hace que, en el público observador, se evoque la idea de que lo que ve
guarda una relación de proximidad con una situación cotidiana o del pasado; y porque posee un
significado que se inserta en un contexto más amplio: la obra.
Con base en eso último, puede decirse entonces que la representación teatral mantiene una
unidad de sentido con respecto a los demás elementos del teatro: la escenografía, la historia, los
demás papeles y demás, y todo ello da forma a un discurso general (la actuación).
No obstante, cabe destacar que, según indica el propio Goffman (2001), cuando un individuo
actuante se halla ante otros, confiere a su interpretación signos que “pintan hechos”, pues si busca
que su actividad tenga significado a lo externo, debe lograr que esta exprese durante la
interacción lo que realmente se desea transmitir. Es decir, la misma representación teatral posee
signos internos que son los que le dan significado para su relación con los demás elementos.
En síntesis, se puede decir que, como toda forma de interacción, el teatro puede ser analizado
a partir de su semiótica propia. Sus signos internos, dentro de los cuales destaca la representación
teatral, poseen un significado propio que fija una relación de sentido con los demás elementos a
lo largo de toda una actuación -contexto comunicativo.
Referencias:
-Eco, U. (1994). Signo. Barcelona, España: Editorial Labor. 213p.
-Karam, T. (2006). Introducción a la semiótica. México D.F.: Departamento Comunicación y
Cultura de la Universidad de la Ciudad de México. Recuperado de:
http://portalcomunicacion.com/uploads/pdf/23_esp.pdf
-Goffman, E. (2001). La presentación de la persona en la vida cotidiana. Buenos aires,
Argentina: Amorrotu Editores. Recuperado de:
http://mastor.cl/blog/wp-content/uploads/2015/08/Goffman-E.-La-presentacion-de-la-persona-en-
la-vida-cotidiana.pdf