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Estrategias Campesinas Andinas de

Reducción de Riesgos Climáticos


Estado del arte y avances de investigación en los Andes bolivianos

Pablo Regalsky
Teresa Hosse

CENDA-CAFOD

Cochabamba, 2009
Titulo:

Estrategias Campesinas Andinas de


Reducción de Riesgos Climáticos

Autores:

Pablo Regalsky
Teresa Hosse

Editor:

Cenda ©
Av. Tadeo Haenke 2231
Telf. 4243412
Casilla: 3226 Cochabamba
[email protected]
www.cenda.org
2009

Depósito Legal: 2-1-234-09

Fotos: Conosur Ñawpaqman

Diagramación e Impresión:

Live Graphics s.r.l.


Esteban Arce Nº478

Esta publicación es posible gracias al apoyo


financiero de la Embajada Británica, La Paz.

Con la cooperación de Catholic Fund for


Overseas Development - CAFOD
Resumen
Los campesinos andinos cuentan con estrategias
productivas que les permiten afrontar los riesgos climáticos
propios de las agroecologías de alta montaña,
permitiéndoles responder en buena medida al actual
proceso de cambio climático. Las estrategias productivas
están construídas sobre la base de un sistema de acceso a
recursos abióticos (tierra y agua), bióticos (germoplasma
diverso) y a conocimientos y disponibilidad de fuerza de
trabajo en tiempo oportuno. El acceso a todos estos recursos
es posible en el marco de la comunidad andina, que cuenta
con un marco normativo propio que asegura las
condiciones adecuadas para desarrollar esas estrategias:
establece las normas para el acceso a los recursos,
principalmente tierra y agua, y las normas que regulan la
convivencia y el intercambio de la fuerza de trabajo entre
familias. A su vez, esas estrategias implican una compleja
matriz cognitiva: el manejo de los riesgos climáticos supone
saber combinar muy diferentes microclimas a diferentes
alturas, con diferentes tipos de suelo, con una capacidad de
predicción climática que permita prever el tipo de
precipitaciones que ocurrirá durante el ciclo agrícola y en
función de ello, determinar qué tipo de variedades de
semilla son más adecuadas para sembrar en el presente año
y de qué forma se debe distribuir el trabajo familiar e
interfamiliar para aplicarlo en los distintos cultivos. Dichas
estrategias productivas son mal comprendidas por las
instituciones privadas y gubernamentales, que en lugar de
estimularlas, por el contrario aplican políticas dirigidas al
debilitamiento de las mismas y que apuntan simplemente
al fortalecimiento de los mercados.
Introducción 1

El presente estudio analiza las estrategias de los agricultores de comunidades


andinas. Estas les permiten desarrollar un sistema agropecuario adaptado a un
medio montañoso que presenta altos riesgos climáticos. Dichas estrategias son
también un recurso adaptativo que los comunarios aplican en respuesta a la presente
crisis agrícola. Una crisis que resulta tanto del cambio climático global, como de la
introducción de técnicas inadecuadas resultado de la presión de la industrialización
y de la mercantilización forzada. La mercantilización forzada, además, está
planteada en términos de intercambio comercial desfavorable que resultan en
crecientes problemas económicos, sociales y también técnico-productivos como es el
caso de la creciente erosión de suelos.

La adaptación al cambio climático no es un elemento aislado dentro de las


estrategias campesinas. Mientras los campesinos cuentan con las herramientas
efectivas para garantizar su seguridad alimentaria y proveer alimentos a las
ciudades, situaciones vinculadas al contexto global atentan contra sus estrategias y
amenazan neutralizar dichas herramientas. Existe una fuerte conexión entre los
fenómenos que hemos mencionado: cambio climático, erosión y desertificación y la
mercantilización forzada de la producción campesina. Cuando nos referimos a la
mercantilización forzada, estamos aludiendo al hecho de que existen políticas de
los gobiernos, de las agencias multilaterales y de algunas ONGs que entienden que
la mejor manera de combatir la pobreza es rompiendo los mecanismos de
autosuficiencia alimentaria que los campesinos desarrollan, para que su producción
se dirija enteramente y dependa del mercado. Nuestro estudio incluye una revisión
bibliográfica que permite tener un panorama del estado del arte en el conocimiento
de estas estrategias campesinas, incluyendo otros estudios que se refieren a la
mitigación de los efectos del cambio climático en la región andina de manera general.

“En ninguna otra parte como en el Perú y Bolivia se encuentra a millones de


seres humanos establecidos a más de 3.500 m y migraciones de varios millares de
inviduos desplazándose de pisos situados a más de 3.000 m hacia regiones más
bajas, incluso a nivel del mar… La crisis actual de los Andes no es sino un elemento,
entre otros, de las crisis campesinas mundiales” (Dollfus 1981:13)
1
LasactividadesdeCENDAsehaconcentradoendoszonasespecificas deldepartamentodeCochabamba, laprimeraconformadaporlasprovinciasMizque,
Campero y Carrasco y la segunda en la provincia Ayopaya. En la primera se cuenta con investigaciones de larga duración que se plasman en varias
investigacionesypublicaciones.Enlasegundazonasecuentancondiagnósticosqueproporcionan informaciónmuyricaunespaciogeográficomuydiverso. 1
En el conjunto de los Andes, de casi 1.600.000 km2 y una longitud de 4000 km a
partir de los 35° de latitud Sur, el clima se rige por las variaciones temporales de las
precipitaciones, más que por las variaciones térmicas de las estaciones. La gradiente
térmica, es decir el descenso de la temperatura en función de la altura, determina el
escalonamiento ecológico.

“Entre los campesinos andinos, la dispersión del riesgo no es un concepto


nuevo; la mayor parte de los agricultores de la sierra alta la han practicado desde
siempre. La dispersión de las chacras y sembríos, por pisos ecológicos y con
diferentes tiempos de maduración, es una estrategia desarrollada para minimizar
las pérdidas por fenómenos climáticos. Y es que, con un nivel de predictibilidad de
solo 40%, no les queda otra [posibilidad]. Entonces, el problema no es si los
campesinos aplican o no estrategias para enfrentar el riesgo climático; el asunto es
que el gobierno, las universidades y el sector empresarial reconozcan formalmente
la racionalidad de estas estrategias —algo que les serviría a los propios campesinos,
que en ocasiones dudan de sus propias tradiciones” (Earls 2008:1)

Las comunidades andinas han convertido las limitantes de un paisaje rugoso, la


variabilidad de microclimas y suelos y las incertidumbres provenientes de un clima
inestable determinado por cambios en las corrientes del Océano Pacífico en ventajas,
gracias a un proceso civilizatorio que tiene varios miles de años. Este proceso
civilizatorio incluye la disponibilidad de un amplio rango de germoplasma a través
de la domesticación de cientos de especies y variedades adaptadas a la diversidad
climática, de suelos y de alturas. Ese stock genético es la base y a la vez el resultado
del desarrollo de una organización social y política capaz de manejar esa diversidad
ecológica, y el empleo de técnicas flexibles adecuadas al manejo de las diferentes
variables.

Como pobladores de tierras altas, los andinos diversificaron modelos de


apropiación espacial que corresponden a la fragilidad y diversidad de los sistemas
ecológicos andinos, aprendiendo a utilizar las limitaciones y las condiciones
extremas de este medio para su propio beneficio. Para garantizar la sostenibilidad
de estos sistemas de apropiación espacial, desarrollaron sistemas políticos que
controlasen la mayor diversidad posible de niveles ecológicos alcanzable mediante
mecanismos de intercambio de mano de obra. El objetivo de estos sistemas políticos
es el asegurar la complementariedad interna del modelo de acceso a los recursos
implementados en las comunidades que hacían parte de señoríos étnicos o sistemas
sociales más amplios. Cada organización política andina de este tipo buscó cubrir la
mayor diversidad ecológica posible. (Murra 1975) entendió bien este sistema político
prehispánico y describió su función como "controlar la mayor cantidad de niveles
ecológicos mediante un sistema social en archipiélago". En otras palabras: "La

2
complementariedad ecológica, el control simultáneo, por un sólo grupo étnico, de
varios niveles ecológicos geográficamente dispersos" (Murra 1983:3).

Ese sistema civilizacional y de domesticación de la naturaleza se mantiene en


buen grado, pero reducido a pequeños sistemas comunales.

Varios autores han estudiado los agroecosistemas andinos y la adaptación de los


campesinos a un medio riguroso. Varios estudios, entre ellos Albó (1989), Calvo et
al. (1994), CEPAL-PNUMA (1983), CIP (1992), Delgado (2002), Dollfus (1981), Golte
(1987), IECTA (2003), Mayer (2004), Morlon (1999), Rabey (1993), Zimmerer (1995)
dan una perspectiva de la actual riqueza del conocimiento campesino y de su
manejo del ambiente, y de los desafios que confrontan los sistemas campesinos en
la crisis agraria que se sufre actualmente en el mundo. Es este manejo del espacio el
que re-genera, día a día, a las fuerzas reproductivas de las instituciones políticas
culturales de la comunidad. Es a este nivel donde se sitúa en la actualidad el sistema
de manejo del espacio andino como parte de la producción cultural. Los cambios
globales en lo tecnológico, económico y político que siguieron a la Segunda Guerra
Mundial afectan a las poblaciones rurales andinas a nivel micro, en sus raíces. La
revolución verde en la agricultura y las transformaciones en el sistema de transporte
y comunicaciones se revelan como un enorme desafío para estas culturas pues
amenazan las condiciones materiales para la reproducción colectiva en un espacio
político autónomo (Calvo y Regalsky 1994).

La productividad de la agricultura andina es una función de tecnologías sociales


y ecológicas y no es el resultado de la aplicación de innovaciones mecánicas o
químicas. Por ejemplo, en la agricultura de los Andes nunca se utilizó la rueda hasta
hace pocas décadas y aún ahora su uso es completamente desfavorable a la buena
agricultura (es el caso de los tractores). En una de las regiones donde Cenda ha
llevado a cabo sus estudios, Kuyupaya, se alcanza una producción de papa de 16.000
kg/Ha. Alli no solo no se utiliza el tractor sino que, hasta hace poco, ni siquiera se
utilizaba el arado de bueyes, el cultivo era enteramente manual y altamente
intensivo en mano de obra. En otra región de estudio, Raqaypampa, donde la crisis
de la agricultura andina se ha presentado de forma notable, se ha descendido de
promedios de 9.000 kg/Ha a 4.000 kg/Ha en el curso de 20 años y uno de los factores
que incide es la introducción del tractor y la menor intensidad del laboreo manual,
siendo otros de los factores la disminución del tiempo de descanso de los suelos y
el uso creciente de fertilizantes químicos (Cenda 2005b). En la zona plana del
altiplano sur, en el departamento de Potosí, la mecanización introducida en el cultivo
de la quinua como resultado de proyectos de desarrollo mal concebidos ha resultado
en la radical disminución de los rendimientos a menos de la mitad (Quisbert 2008).

3
La crisis actual de la agricultura andina es el resultado de la introducción forzada,
a través de subsidios directos y de una promoción fuertemente financiada desde el
exterior, de tecnologías totalmente inapropiadas a la ecología andina. Estas
innovaciones, supuestamente dirigidas al mejoramiento del ingreso económico, se
concentran en el impulso al monocultivo, la introducción de técnicas mecánicas y
químicas para la roturación y el tratamiento de suelos y el reemplazo del
germoplasma nativo por variedades exóticas concebidas para otro sistema ecológico
y social.

Este estudio pretende señalar las potencialidades del actual sistema de manejo
de recursos campesino andino. Es una introducción al tema de la capacidad de las
comunidades andinas para desarrollar conocimientos adaptativos frente a la crisis
de la agricultura. Esbozamos aquí una aproximación a la complejidad del manejo de
suelos, microclimas y variedades en combinación con la organización social y
política del acceso a los recursos, patrimonio de las comunidades andinas. Sus
recursos no se limitan a las semillas, la tierra y el agua, sino que también incluyen el
manejo del recurso fundamental que es la disponibilidad oportuna de la fuerza de
trabajo humano en relación al conocimiento de los ciclos de crecimiento de las
plantas y también relacionado al manejo de los animales. Todo este manejo se
resume en la compleja matriz del conocimiento andino del manejo de su espacio
vital. Entender la racionalidad de ese sistema y no simplemente la validez de una u
otra técnica es fundamental para captar aquellas formas con las cuales se puede
apoyar este sistema para que logre recuperarse de la crisis producida por el cambio
climático, la industrialización y el intercambio desigual. Desde una posición cínica
y desde un análisis opuesto al que presentan los autores del presente trabajo, se
puede entender estos sistemas campesinos de suficiencia alimentaria como un
obstáculo para los procesos de acumulación con los cuales se mide el desarrollo y la
modernidad (Bebbington, Rojas, and Hinojosa 2002) y, ya que no son “campesinos
viables” para entrar en dichos procesos de acumulación, proceder a promover
conciente y sistemáticamente la desarticulación de una sociedad que ha demostrado
una amplia sabiduría respecto a su relación con la naturaleza, que tiene tanto para
enseñarnos y que, además, es de donde provienen los alimentos básicos de la
población boliviana.

4
I. El Estado del arte en la literatura sobre
estrategias andinas frente al riesgo climático.

I.1. La predicción climática


“Las sociedades agropecuarias andinas se caracterizan por tener una lógica de
producción en la cual el manejo de los conceptos de tiempo y espacio están ligados a
estrategias productivas relacionadas con la minimización de riesgos…[lo que permite]
situar, como hace (Beck 2002) (para las sociedades contemporáneas), el riesgo como eje
interpretativo de las acciones de las sociedades andinas” (Albarracín, 2002:8).

El manejo del riesgo se asocia a diferentes variables que hacen a una matriz
tecnológica compleja que mencionamos en el primer capítulo: clima, tipo de
suelo, biodiversidad, nichos ecológicos, y disponibilidad de mano de obra. Todo
ello tomando en consideración por un lado, los precios de mercado que son los
que determinarán la remuneración que puede lograrse en función de la
utilización de la mano de obra familiar en la agricultura o en otras actividades
extra-agrícolas. Por el otro lado, la seguridad alimentaria familiar que define
cuales son los terrenos y las variedades de cultivo que se van a destinar al
consumo familiar.

Cada año se toman una serie de decisiones, dentro de las cuales tiene un
gran peso la determinación acerca de si el siguiente ciclo agrícola será bueno,
malo o regular y para ello las comunidades han desarrollado un gran
conocimiento sobre indicadores climáticos que le permiten realizar predicciones
con un grado de certidumbre relativamente alto o, en todo caso, mucho más
alto que el que logran las oficinas meteorológicas.

Albó (1989:33), al referirse a las predicciones climáticas indica que “el clima
es un factor de vital importancia para la vida del campesino andino.
Tradicionalmente, el campesino observa una serie de indicadores climáticos de
origen diverso. Un simple indicador no le permite determinar su estrategia de
siembra. Realiza tantas consultas como le sea posible, en su comunidad, en las

5
ferias: escucha los pronósticos por la radio e incluso recurre al calendario
[impreso]. Los indicadores tradicionales del clima están basados sobre todo en
observaciones ecológicas. De esta manera el comportamiento de los animales y
plantas tanto silvestres como domesticadas, le dan al campesino pautas para
prever si se aproxima una helada, granizo, sequía o inundaciones. Con base en
ello puede anticipar o retrazar el tiempo de siembra o cosecha. Otros indicadores
tradicionales son la observación astronómica y la práctica de ritos y
celebraciones religiosas”.

Varios autores e instituciones han realizado investigaciones sobre los


indicadores utilizados para la predicción climática en las comunidades andinas
tanto de Bolivia (AGRECOL-ANDES 2005, Baldivieso 2008, Calvo et al. 1994,
CENDA 2007, Chirveches 2006, Kessel and Enriquez 2002) como en Peru
(Claverias 2000b, Gutierrez 2007, IECTA 2007) y Ecuador. La ORSTOM de
Francia realizó investigaciones en el altiplano boliviano hacia los años 1990s,
sin conocerse hasta ahora los resultados, aunque por su parte un investigador
de la ORSTOM, Pierre Morlon en su investigación sobre los sistemas
productivos andinos hace notar la importancia de la predicción climática en
relación a la dispersión del riesgo dentro de la agricultura campesina (Morlon,
Orlove, and Hibon 1982). NOAA financió un proyecto entre 1993 y 2003
ejecutado en conjunto con UNDP y el IPC (Centro de Investigación de la Papa)
y en colaboración con el Sistema Nacional de Seguimiento de la Seguridad y
Alimentaria y Alerta Temprana SINSAAT sobre la adaptación campesina al
cambio climático, en el que reconoce cierta efectividad de las prácticas
campesinas (Valdivia et al. 2002).

La mayor parte de los autores no cuestiona la efectividad de estas prácticas


de predicción climática. (IECTA 2007) menciona el hecho de que en Perú las
predicciones campesinas sobre los efectos del Niño fueron más acertadas que las
realizadas por los organismos especializados en meteorología. El periódico
Conosur Ñawpaqman realiza anualmente un concurso de predicción climática
en el departamento de Cochabamba, donde participan comunarios de varias
regiones andinas y en este caso se pudo verificar que ciertos ancianos tienen
una capacidad de predicción con un detalle muy impresionante, al punto que
pueden predecir las fechas casi exactas en las cuales van a ocurrir las
precipitaciones o la sequia, con varios meses de anticipación (CENDA 2007,
CENDA 2008). Es de notar que los signos climáticos se “leen” en el mes de
agosto, es decir, alrededor de dos meses antes de comenzar las siembras que, en
las regiones de secano, se inician en el mes de octubre. Otros en cambio asignan

6
un rol más bien ritual y simbólico a la lectura de los indicadores climáticos, en
relación a los elementos de cosmovisión –o incluso religión- que se
interrelacionan con la agricultura estrechamente (Grillo, Rengifo, and Valladolid
1994, Haverkort, Hooft, and Hiemstra 2003, Kessel and Enriquez 2002).

Es interesante notar que ciertos autores interpretan que las decisiones a


tomarse son individuales (Claverias 2000b) para el caso peruano, sin embargo,
son varios los autores que afirman que las decisiones que se toman son una
combinación del nivel comunal con el nivel individual (Barragán 2007, Calvo et
al. 1994, Delgado 2002, Moscoso and Marquez 2006).

Morlon define como prioritario dentro del sistema productivo de manejo de


riesgos climáticos el elemento de dispersión del riesgo, y relativiza la
importancia de la capacidad de predicción climática. Sin embargo rescata la
matriz tecnológica campesina andina de manejo del riesgo climático:

“El resultado de esta estrategia de diseminación de riesgo es multiplicar las


combinaciones de componentes encontrados en los sistemas agrícolas: lugares
cultivados (suelo, clima, topografía), multiplicado por las maneras de trabajar el
suelo, multiplicado por las especies y variedades que se cultivan, multiplicado
por las fechas de siembra etc., para que por lo menos algunas de estas
combinaciones sean productivas, cualquiera que sean las condiciones en la
temporada de cultivo. Esto explica la variabilidad de los rendimientos de
diferentes campos cultivados por la misma familia. Lo imprevisible del clima
significa que el agricultor no puede prever qué combinaciones van a ser las
mejores, y en realidad cada año solamente una pequeña proporción de ellas
produce rendimientos altos (excepto en ambientes muy favorables, como las
campiñas, que son campos irrigados protegidos por cercos y bosques, en el fondo
de los valles, a unos 3000 m de altura). Los rendimientos de otras parcelas pueden
ser muy bajos, y por lo tanto, el promedio también.
En conclusión, el mirar los promedios no es útil para mejorar la producción
y la vida de los pequeños agricultores. Para trabajar con mayor eficiencia, se debe
comenzar por estudiar los rendimientos obtenidos de muchos campos, y analizar
los factores que intervinieron en cada caso. No olvidemos que aún cuando los
rendimientos de cultivos afectan el estándar de vida de los productores, la
economía global de la unidad familiar de los pequeños predios agrícolas es uno
de los principales determinantes de esos rendimientos. Es decir, factores tales
como los momentos de ocio de la familia, el procesamiento de los alimentos,
obligaciones sociales y oportunidades de ingresos fuera de las fincas pueden ser
tan importantes como los factores agronómicos y de manejo de los predios.”
(Morlon 1999:3-4).

7
Morlón se está refiriendo aquí a

“la gama extraordinaria de rendimientos que Brunschwig (1988) encontró en


agricultores de la comunidad de Laraos que cultivaban maíz en andenes
irrigados, a una altura entre 3,200 y 3,400 metros sobre el nivel del mar,
obteniendo un rendimiento promedio de 5,100 Kg/ha. Este fue el promedio
obtenido con variedades tradicionales sin uso de insumos químicos comprados,
en todas las parcelas de las cinco familias estudiadas en un año en que el clima
fue favorable. Sin embargo, este promedio enmascaró extremos que iban desde
1,600 hasta 12,000 Kg/ha. Un rendimiento de 12,000 Kg/ha es sin duda
excepcional, pero deberíamos interesarnos en estas excepciones justamente
porque ilustran el considerable potencial de agricultura a pequeña escala en esta
zona y porque proporcionan una sorprendente respuesta a la pregunta: '¿Qué
rendimiento se puede obtener con una agricultura tradicional?' Esta pregunta
debería reemplazarse por: '¿por qué no se obtienen estos altos rendimientos en
todas partes?'”.

Schulte, en un estudio realizado en comunidades del Valle de Charazani,


hace énfasis en que la base de este sistema productivo es la utilización de la
heterogeneidad en las condiciones agroecológicas de las montañas de los Andes.

“Para la agricultura en el valle de Charazani estas condiciones extremas y


variadas en cuanto a topografía y tiempo proporcionan en su combinación un
sinnúmero de microambientes diferentes. Este hecho no es tratado por las
comunidades como un obstáculo sino como posibilidad de diversificar la gama
de productos para el consumo y neutralizar diferentes riesgos. La principal
característica de esta lógica es la organización en zonas de producción,
organizadas mayormente en forma vertical. La utilización de la heterogeneidad
y su hábil manejo son la base del éxito de la agricultura en las comunidades del
Valle de Charazani: la heterogeneidad no es un obstáculo sino una ventaja: se la utiliza
como factor productivo según los principios de las ventajas comparativas y de la
distribución de los riesgos.” (Schulte 1996:199)

A la vez, Shulte enfatiza el carácter comunal del sistema, dado que es la


comunidad la que provee los códigos para interpretar y programar el sistema.

“El campesino del valle de Charazani es comunario, y es la comunidad la que


comprende y transmite en su organización tradicional la codificación para el manejo
adecuado del sistema de producción, que es basado en la heterogeneidad del territorio
comunal. Si la organización comunitaria desaparece dejando a las familias
campesinas como productores aislados, se desmorona al mismo tiempo la base
del sistema de producción. Este proceso de desestructuración de la organización

8
comunitaria ha empezado y será una tarea importante de estudios futuros
determinar posibilidades de integrar fuentes de ingreso a la economía familiar y
comunal sin destruir las bases para el manejo de la producción agrícola.”(Schulte
1996: 215)

I. 2. El manejo de los suelos (y la propiedad de la tierra)


La interrelación clima-suelos es clave dentro del sistema de manejo de
riesgos andino. Para ello el conocimiento campesino toma como punto de
partida una clasificación de suelos que, en algunos casos, es considerablemente
más compleja que la clasificación de suelos utilizado por los agrónomos
modernos. Mientras los agrónomos solamente suelen considerar el tipo de suelo
contenido en la capa arable, el comunario toma en consideración no solo la capa
arable sino el tipo de subsuelo, así como también la rocosidad, la profundidad
de la capa y la pendiente y altura en la cual está la parcela (Calvo et al. 1994). La
clase de suelo determina qué variedad de cultivo se sembrará allí, siempre
tomando en consideración qué tipo de precipitación se espera que habrá en ese
ciclo. Por ejemplo, un subsuelo arcilloso es conveniente si va a haber poca lluvia,
mientras que se vuelve inconveniente cuando hay mucha precipitación, lo cual
puede compensarse si hay suficiente pendiente. Mientras conocemos pocas
investigaciones en detalle sobre cómo el sistema campesino de clasificación de
suelos se relaciona con el manejo del riesgo climático (Calvo et al. 1994, Earls
2008), en cambio los sistemas de rotación de suelos es el que aparece tratado
con mayor frecuencia en investigaciones y publicaciones. El sistema andino de
rotación de suelos toma en consideración la calidad de los suelos, el tiempo de
descanso que han recibido, el tipo de precipitación pluvial que se espera, pero
también se toma en cuenta para definir qué zona de cultivo se va a escoger el
cultivo que se piensa priorizar y en esto también influyen los precios de
mercado. Se puede encontrar un rango muy amplio de este tipo de rotación,
conocido como aynuqa, manta, laime, ayta, etc en Bolivia, y en Peru también
como manto o laime y que es más frecuente en las regiones de mayor altura,
por encima de los 3500m. Hay comunidades que disponen de suficiente terreno
como para dejar zonas en descanso por hasta 50 años (Araujo 2008), mientras en
otras comunidades apenas se pueden dejar las aynuqas en descanso hasta un
máximo de 5 a 9 años. Entre las primeras investigaciones encontramos las de
Carter y Mamani (1989), Dollfus (1981), Harris (1987) y, más recientemente
Barragán (2007), CENDA (2005ª), Delgado (2002), Herbas (2008), Moscoso y
Marquez (2006), Schulte (1996). Un aspecto que tiene directa relevancia con
respecto al manejo de riesgos es la cuestión de la propiedad sobre la tierra. Los

9
sistemas de rotación de suelos más apropiados tienen directa conexión con el
sistema de propiedad comunal, donde el acceso a la tierra y en muchos casos,
la propiedad de la tierra, queda bajo control de la comunidad, siendo que las
familias miembro de la comunidad ejercen el derecho de posesión y usufructo,
el cual es hereditario sujeto a las condiciones que impone el derecho comunal.

“La asamblea comunal constituida por los comunarios y sus autoridades


organiza en aynuqas los patrones de rotación, la duración del descanso, el ingreso
de animales durante el descanso y su alejamiento de los cultivos en las áreas de
producción. Las familias deciden por su cuenta, de acuerdo con sus propios
recursos y necesidades, la fecha y la extensión de tierra a sembrar en el sector de
aynuqa designado; tal como indican (Hervé 1994, Kervyn 1996, Marandola 1994,
Orlove, Godoy, y Morlon 1996) en la zona andina de Perú y Bolivia. De esta
manera, las normas comunales dejan un espacio amplio a las decisiones
individuales (Mayer 2004). Estas decisiones individuales se expresan
enteramente en las parcelas en sayaña, situadas a proximidad de las viviendas y
donde el acceso al terreno en descanso entre dos cultivos es privado”. (Moscoso
y Marquez 2006:22)

10
I.3. Ayni (reciprocidad), organización del trabajo
y sistemas político-ecológicos
Basándose en los trabajos de Golte (1980), (Alberti y Mayer 1974) y otros
sobre organización social del trabajo en las comunidades andinas, la
investigación en CENDA ha permitido verificar que los sistemas de
reciprocidad y de organización social tienen una marcada racionalidad en
función de las necesidades del propio sistema productivo y de la ecología
política que las comunidades andinas han sabido desarrollar. Si bien muchos
otros autores señalan que la reciprocidad juega un rol importante en la
organización social andina, no han encontrado la conexión entre el manejo
del tiempo, en particular el manejo calendario del ciclo agropecuario y los
sistemas de reciprocidad (Claverias 2000a, Delgado 2002, Earls 2008). Por el
contrario hay autores que afirman que el sistema de reciprocidad tiene que
ver simplemente con una cuestión de cosmovisión y de cultura, y no tiene
una clara racionalidad productiva, sino que su racionalidad debe encontrarse
en el espiritu religioso de la comunidad (Grillo, Rengifo, and Valladolid 1994,
Kessel and Cruz). En el siguiente capítulo puede encontrarse una discusión
del tema.

Si se transforma el derecho propietario, individualizándolo, se pierde o


deteriora paralelamente el sistema de rotación y es muy probable que
aparezcan procesos de erosión y desertificación de suelos a corto plazo.
Contrariamente a lo que planteaba hasta hace poco el Banco Mundial, que
para asegurar el manejo racional del suelo y del agua era necesario
privatizarlos, lo contrario sucede en el caso andino. Es por esa razón que,
crecientemente, en regiones donde la propiedad había sido parcelizada por la
Reforma Agraria de 1953, ahora se tiende a re-colectivizarla a través de la
figura de Tierra Comunitaria de Origen (TCO) (Regalsky 2003)

I. 4. El germoplasma diversificado
Los autores que mencionamos arriba con relación al tema manejo de
suelos generalmente han tratado también el tema de la diversidad genética
que disponen las comunidades. Ambas cuestiones: la diversidad de suelos
en función de nichos y microclimas y la diversidad biológica están
íntimamente conectadas. Sin acceso tanto a la divversidad de suelos como a

11
la diversidad biológica, los campesinos no pueden afrontar exitosamente los
riesgos climáticos y las estrategias comunales dejan de ser funcionales. El
conocimiento solamente no es suficiente, son necesarias las condiciones
materiales para ponerlo en práctica: el acceso a diferentes tipos de suelo, con
diferentes variedades de semilla, en los múltiples pisos ecológicos de la
montaña (Claverias 2000a, Delgado 2002, Herbas 2008, Kessel y Cruz, Morlon
1999, Schulte 1996). Algunas instituciones que se han destacado por ser las
que más han trabajado contra un enfoque de biodiversidad con proyectos de
introducción de variedades exóticas con destino a la industrialización, ahora
están revisando sus premisas (PROINPA 2008).
Fotos PROINPA

12
II.Elsistemaproductivoandinoylasestrategiasde
manejodelriesgoanalizadoendosregionesdel
departamentodeCochabamba

II.1. Los signos o indicadores climáticos


Esta sección se basa en documentos e investigaciones realizadas por CENDA
desde 1985 hasta la fecha, algunos de ellas ya publicadas y otras en proceso de
edición, así como información recogida por el periódico Conosur Ñawpaqman,
editado también por CENDA. Se toman dos regiones de estudio sistemático,
Raqaypampa, provincia Mizque, ubicada al sureste del departamento de
Cochabamba, y algunas localidades de la provincia Ayopaya, al noroeste del
mismo departamento, además de las informaciones del Conosur, que abarcan
una región mas amplia.

Toda actividad en Raqaypampa, agrícola o no, está orientada por los


indicadores y señales que descubren en su medio natural. De ellos, a partir de
códigos no explicitados, interpretan los mensajes o significados que su medio
estaría transmitiéndoles. Mujeres y hombres buscan continuamente dar
explicación a los fenómenos naturales según el momento, el lugar y la actividad
que se encuentran realizando. Esto es, cada signo tiene una interpretación
distinta en función del contexto de tiempo, espacio y actividad del observador.

En octubre, durante la siembra de papa, al estar abriendo el surco y


derramando la semilla, si aparecen unos sapitos de todo tamaño saltando entre
los surcos, esto indica que habrá buena lluvia y producción. Si por el contrario
aparecen sólo arañas y grillos, dicen que la producción será mala: "Jamp'atu papa
puqunanmanta yachan" (el sapo sabe de producción de papa). En cambio, durante
la siembra de trigo, a fines de noviembre y principios de diciembre, sucede al
revés, pues son las arañas las que indican buena cosecha y no los sapitos.

13
Al ser la lluvia el factor climático más variable del que depende la
producción, concentra la atención y preocupación de los campesinos pendientes
constantemente de una serie de indicadores que se manifiestan principalmente
durante el mismo ciclo agrícola. Algunos campesinos, mayormente jampiris
(sanadores nativos), pueden predecir la lluvia observando las neblinas (q'usqi)
en los primeros días de agosto.

Lo observado hasta ahora nos mostraría tres grupos de señales: el primero


constituido por indicadores climáticos como los vientos, la forma y oportunidad
de las nubes y algunas otras señales a partir del comportamiento de animales,
que han sido confirmadas por la observación independiente. Un segundo grupo
de signos a partir del comportamiento de árboles que sólo son comprobables
con un estudio a largo plazo, como la marchitez del t'ankar, la forma de
crecimiento de las hojas en el chillikchi, o la forma de florecer del duraznero.
Un tercer grupo de señales que son de origen exclusivamente social, cuando las
comunidades interpretan que determinados comportamientos individuales o
de grupo que están al margen de la norma tendrán repercusiones negativas en
el clima y que en este caso constituyen metáforas sobre la relación entre sociedad
y naturaleza que nuestras formas de conocimiento académico no están en
condiciones de entender.

A través de la lectura de estas señales, y de acuerdo a un cierto consenso que


se va formando primero dentro de la familia, y luego en el conjunto de la
comunidad a través del intercambio de opiniones sobre los sucesos que se van
observando, se programan las acciones tanto del conjunto del ciclo, como de las
tareas dentro de él.

Acertar en la predicción exacta del comportamiento de las lluvias y


organizar la siembra de los diferentes cultivos y variedades en los terrenos más
apropiados en función justamente de la cantidad y fecha probables de lluvia, es
el arte campesino. Aún cuando el agricultor siempre dispone una distribución
del riesgo en función del comportamiento climático, veremos que hay
comportamientos colectivos de acuerdo a ciertos consensos, como por ejemplo
adelantar la fecha de inicio de siembra en la papa, o en cambio destinar un
tiempo mayor a labores en el monte o en la producción de grano, que responde
a la previsión.

En lo inmediato, antes de iniciar las labores de siembra, se genera una


especie de consenso acerca de la calificación del próximo año, escogiendo de

14
dos posibilidades: "ch'aki wata" o "para wata" o sea: año seco o año lluvioso.
Esto planteará una estrategia general de cierto adelantamiento o retraso de las
siembras, y de privilegiar ciertas variedades dentro de cada cultivo. Ya una vez
comenzada la siembra, cada familia comienza un juego de apuesta con las
diferentes posibilidades según tenga un carácter más o menos experimentador.
Pero el juego de decisiones queda siempre abierto a nuevas variantes: por
ejemplo si hoy es día de siembra y el cielo está totalmente despejado, no se
puede excluir la posibilidad de lluvia y, por lo tanto, deberá interrumpir la
siembra para dedicarse a terminar su barbecho a pesar que su planificación
original no lo preveía así.

La revista bilingüe Conosur Nawpaqman, durante más de 20 años ha


realizado el seguimiento a las estrategias campesinas en sus distintas
manifestaciones, especialmente en lo que se refiere al conocimiento de las
familias en relación a sistemas productivos y el manejo del tiempo y del clima.
La revista ha realizado un trabajo de acompañamiento a las familias
campesinas en tres provincias del Conosur del Departamento de Cochabamba
(Mizque, Campero y Carrasco) y ha logrado identificar y hacer el seguimiento
a expertos que practican la predicción climática.

La revista bilingüe en su recorrido por las comunidades del Conosur del


departamento de Cochabamba, cada año después del mes de agosto, ha
entrevistado a expertos de las comunidades, para poder plasmar en el periódico
la predicción climática para el ciclo agrícola que empezaba, asímismo durante
los meses de mayo junio hacia el mismo pero ya en la búsqueda del resultado
de la predicción, si las familias habían acertado o no en la predicción y si esto se
reflejaba en los resultados de la cosecha en sus distintos cultivos.

Para ejemplificar este conocimiento hemos seleccionado algunos testimonios


de las predicciones que realizaron los campesinos del Conosur cochabambino
para el ciclo 2007-2008.

Segundino Silva, Pampas Prov. Campero. Departamento de Cochabamba.


Entrevista realizada 12 de agosto del 2007 por Zenobio Siles, para la
predicción del ciclo 2007-2008

“A lo que me estoy fijando, parece que las lluvias se van a adelantar. Los
thaqus están retoñando y al mismo tiempo están listos para la floración. Las tipas
y thaqus en los bordes de los ríos ya están verdes y floreciendo. Los romerillos
ya están comenzando a retoñar; para qué esta retoñando?, diciendo me estoy

15
fijando, porque como
para estos momentos el
no sabía retoñar, el
romerillo solo retoña
cuando hay lluvias.
Algunos dicen que el 1
de Agosto las aguas
están manando de los
suelos. Parece que ya
va a llover en el mes de
Septiembre. Por las
fechas de San Miguel
Dn. Segundino Silva va a llover. Hasta
Todos Santos podrá
llover unas dos veces ya. El frío ha sido bastante adelantado y también ha
seguido haciendo frío hasta más tarde, está clarito que lloverá hasta más después.
Habrá verano (las lluvias dejan de haber), eso esta diciendo los thaqus, la otra vez
nomás han comenzado a florecer, ya tiene frutitos creciendo, eso es para que el
tiempo varíe, comenzará a llover adelantado. Durante las siembras de Todos
Santos habrá sequía, eso ya está seguro. En San Juan al amanecer del 24 de Junio
hubo nubes; el 2 de Agosto, igual, había nubes: habrá lluvia; pero a medio ciclo
ocurrirán espacios de falta de lluvia, ojalá no sea cuando los maizales estén en
etapa de floración; a veces cuando los sembradíos de maíz están en su mejor
estado, no llueve.
Siempre se debe sembrar en dos mit’as [turnos], así es más probable que uno
de ellos resulta. Yo, en las dos mit’as siembro 15 yunta puriy2, algunos siembran
20 yunta puriy, depende de si hay yunta y de que haya también tierra para
sembrar; además viendo si va a haber lluvias, si se prevé que va a haber escasa
lluvias, sembramos de 7 a 8 yunta puriy.
Hago surcos contra la pendiente, eso hago porque hay muchas variaciones,
el tiempo varía de muchas maneras, antes las señas no variaban, las lluvias
comenzaban en su tiempo y, se iba también en su tiempo. El año pasado ha
llovido hasta muy tarde, y los trigos que fueron sembrados tardíamente, son los
que han rendido, en cambio los que han sembrado temprano se ha podrido su
trigo, no han podido recoger. Cuando hay lluvia escasa es que hay que hacer los
surcos en sentido contrario a la pendiente de la parcela, como para que se retenga
la humedad. Si se hace surcos en corriente y, si deja de llover una semana, ahí
empieza a secarse los cultivos por falta de retención de humedad. Los surcos en
sentido corriente no sujeta la humedad del suelo y además se pierde el suelo [por
escorrentía y erosión]”(CENDA 2007)

16 2
Yunta puriy es una medida de tiempo-espacio: el terreno que una yunta puede arar en un día.
Haciendo un resumen de las observaciones de Don Segundino tenemos el
siguiente:

Cuadro 1: Indicadores utilizados por Don Segundino


INDICADORES CARACTERÍSTICAS PREDICCIÓN
Árbol :Thaqu Están retoñando y listo para la floración Las lluvias se van a adelantar
Árbol :Thaqu Están floreciendo y ya están con frutitos Es para que el tiempo varíe,
comenzaráalloveradelantado.
Durante las siembras de Todos
Santos habrá sequía
Árbol:Tipa-Tipa Esta verde y floreciendo Para que haya lluvia
Arbusto: Romerillo Están retoñando, cuando no tenia que retoñar
Frío en meses anteriores Se adelantó y duró más de lo acostumbrado Lluvia después de lo normal
Fiestas Religiosas: Al amanecer hubo nubes
San Juan ( 24 de junio) Habrá lluvia; pero hacia medio
ciclo habrá momentos de falta
de lluvia
2 de agosto Había nubes

Fuente: elaboración propia basado en Cenda 2007

Foto: Ramiro Lizárraga

Thaqu o Algarrobo

17
Se han podido identificar en el testimonio por lo menos 5 fuentes de
observación de los indicadores que son los árboles, los arbustos, el tiempo en
días de fiestas patronales, la duración de la época de frío y las nubes. Del
conjunto de todos ellos es que definen que características van va tener las lluvias,
si va a haber sequía o cuando va llover y cuando va dejar de llover, es en base a
estos indicadores que toman decisiones para el ciclo productivo. Don
Segundino ha pronosticado que las lluvias se van adelantar, pero que se van a
suspender en Todos Santos, y que va volver a llover fuera de época. Por lo que
en primer lugar la siembra la realizará en dos fechas diferentes, además los
surcos los realizará en contra la pendiente, de esa manera cuando deje de llover
tendrá la humedad suficiente hasta la siguiente lluvia.

Como se puede apreciar en el siguiente gráfico, no solamente varía de forma


importante la cantidad total de lluvia en un ciclo agrícola, sino que también
varía decisivamente su distribución en los 5-6 meses que dura el ciclo lluvioso
en los Andes.

Gráfico 1. Precipitaciones durante nueve ciclos agrícolas entre 1986-2003


PRECIPITACIÓN PLUVIAL: 1986-1987 PRECIPITACIÓN PLUVIAL: 1988-1989 PRECIPITACIÓN PLUVIAL: 1995-1996

PRECIPITACIÓN PLUVIAL: 1996-1997 PRECIPITACIÓN PLUVIAL: 1997-1998 PRECIPITACIÓN PLUVIAL: 1998-1999

PRECIPITACIÓN PLUVIAL: 1999-2000 PRECIPITACIÓN PLUVIAL: 2001-2002 PRECIPITACIÓN PLUVIAL: 2002-2003

Fuente: CENDA. Los datos de precipitación pluvial hasta el ciclo agrícola 1997-1998 se refieren al sindicato Raqaypampa.
Otros datos corresponden al vecino sindicato Santiago.

18
Más adelante veremos cómo la frecuencia de las lluvias no sólo define qué
variedades de semilla y en qué suelos el agricultor va a sembrar. Al determinar
el momento de las labores, las lluvias son un factor decisivo en la forma de
organización social del trabajo, y es posible explicar la racionalidad de la
organización social del trabajo conocida como reciprocidad andina en función
del manejo calendario de la producción.

Según la predicción sobre la frecuencia, distribución y cantidad de lluvia se


toman las decisiones en cada unidad familiar para realizar labores culturales
apropiadas para el tipo de lluvia que esperan, como nos indica el siguiente
cuadro. Si bien hay por lo general un consenso comunal, cada familia tiene
libertad para tomar decisiones sobre los momentos en que va a realizar las
labores y en qué cultivos va a invertir más. Asimismo de acuerdo a la predicción
definirá que cantidad de semilla va a utilizar, la cantidad de semilla normal o
menos, distribuyendo así el riesgo en tiempos y cantidades dependiendo del
pronóstico.

Cuadro 2. Prácticas para la mitigación del riesgo climático de Dn. Segundino

Siembra por mit’as Se debe sembrar en dos mit’as (turnos), En las dos mit’as siembro
así una de ellos resulta 15Yunta puriy
Si se prevé que va a haber
escasas lluvias, sembramos
sólo 7 a 8 yunta puriy.
Hago surcos contra la pendiente o con Porque hay muchas variaciones, el tiempo varía Para que se retenga la
un cierto ángulo respecto de muchas maneras, antes las señas no variaban, humedad. Si hay mucha
de la pendiente de la parcela las lluvias comenzaban en su tiempo y, se iba lluvia, el ángulo sirve para el
también en su tiempo drenaje y evitar la pudrición.

En la siguiente entrevista con Dn. Eusebio Vargas Cabrera se puede contar


no sólo con el testimonio de la predicción, sino también con la verificación del
resultado de la misma (Warawara, prov. Campero, Agosto 13, 2007, entrevistado
por Zenobio Siles).

“Me fijo los días 1, 2, 3 de Agosto para ver el tiempo, en relación al año
pasado este año parece que va a ser un año regular. En el mes de Febrero
disminuirán un poco las lluvias, en Marzo se volverá a regularizar, eso por qué
digo?: el día 1 de Agosto, nubes simples vinieron del lado del valle, además el día
2 habían muy pocas nubes, aunque por la tarde volvieron a aparecer, luego el

19
día 3 eran normal las nubes. En Marzo habrá nomás las lluvias, en febrero será
poca lluvia. El frío se ha adelantado, pero también hubo fríos atrasados. Como
te dije en Febrero dejará de llover, los maizales sufrirán la falta de lluvia.
El viento vino en su tiempo. En Julio, en su debido tiempo han comenzado los
vientos, en Agosto el viento era normal, si los vientos no ocurren en su debido
tiempo, no llueve también en su debido tiempo. Algunas veces recién en Octubre
vienen los vientos, eso ya es bueno. Hablando de las siembras, las siembras de
Navidad serán acertadas, las siembras adelantadas de Octubre y Noviembre
chocaran con verano (días soleados); las siembras hechas a finales Noviembre y
Diciembre serán las acertadas. Las siembras tardías también serán acertadas, porque
hay fríos prolongados. En los lugares secos tienen que surcar como para retener el
agua. En relación al ciclo 2006-2007, este año será un poco mas positivo: no será ni
año seco ni año lluvioso. El año pasado, en este lugar los cultivos no dieron
producción; todo el sector de Aiquile hasta Hoyadas no ha tenido lluvias.”

Balance de la cosecha. Entrevista realizada en septiembre de 2008 por


Zenobio Siles.

“El año pasado te dije que iba a haber bastante lluvia, en nuestra zona ha
sido bien, te dije que iba a haber tiempo de poca lluvia, por el mes de febrero te
dije, así era, no llovió cuando los maizales estaban en floración, pero con las
lluvias continuas que hubo se han recuperado los cultivos Hay cosechas, no hay
de qué quejarse, en los lugares secos ha rendido bien; en los suelos gredosos, no;
en las tierras de mejora bien a sido. Lo que nunca este año han producido los
maizales. Con la bendición de Dios está bien. De un yunta puriy hasta 15 cargas
se ha cosechado, de acuerdo a las mejoras del suelo, en años anteriores de un
yunta puriy ni una pesada se desgranaba. Este año hay comida como para dar
la vuelta el año.”

En la mayoría de los casos se trata de lograr un equilibrio entre la apuesta a


una probabilidad y el juego de distribución del riesgo donde se apuesta a
distintas opciones a la vez. Si no se arriesga, es obvio que tampoco se puede
ganar mucho en ningún caso. El campesino más experimentador tiende más
bien a arriesgar y en algunos casos que hemos observado, puede ganar o perder
mucho.

Además de las disposiciones que toman las familias campesinas para definir
el calendario exacto de labores y la distribución del esfuerzo, la previsión
meteorológica incide en la elección del tipo de terrenos, la cantidad y tipo de
suelo asignado a cada cultivo y variedad. Para ello se pone en juego el
conocimiento local de suelos.

20
II.2 Clasificación campesina de suelos e interacción clima-suelo
En la zona de Raqaypampa se clasifican los suelos en cuatro tipos según su
textura: Chaqwa, Llamp'u, Llink'i o argamasa y Mayqa o Phiti kallp'a. Cada uno de
estos grupos principales se asocia luego a las características de pedregosidad
(menuda o grande) y al tipo de piedras existentes (pizarrosas, ferrosas o
graníticas) para por último describir el tipo de subsuelo y si es un terreno "para
pudrición" o sea si es drenado o no. La "definición" del terreno indicará también
si no ha tenido más de un año descanso "fresco sunpi"3, si es húmedo "ukhu
kallpa" o si es seco "ch'aki kallpa".

Según la pedregosidad un terreno puede ser "rumisniyuq" ó "t'una


rumisniyuq". la asociación de piedras tiene importancia clave, ya que contra lo
que podría esperar un técnico, un terreno pedregoso no se considera de segunda
calidad, pues los campesinos ven en la pedregosidad un elemento protector de
la humedad en años secos (y precisamente este año, se obtuvieron los mejores
resultados en ese tipo de suelos). La piedra menuda y las pizarrosas
normalmente no favorecen la conservación de humedad, en cambio sí lo hacen
las piedras grandes, las graníticas y las ferrosas (piedras rojas y amarillas). Este
fenómeno también está ligado al tipo de suelo, como veremos.

Textualmente, aunque este término sea sólo una aproximación a la definición


campesina de suelos, el terreno chaqwa se acercaría más a un franco-arenoso y
el llamp'u al franco-limoso y/o limoso-arenoso, mientras que el llink'i a los
arcillosos y el mayqa a un franco-arenoso-limoso con bastante contenido ferroso
o, como se les conoce también "terrenos para maní". Se considera que el término
textura resulta sólo una aproximación, pues para ejemplo un chaqwa puede
englobar desde un franco-arenoso hasta un franco-arenoso-limoso y que
normalmente tenga piedras menudas, medianas o grandes: "rumisniuyuq, t'una
rumisniuq". De decir que la definición chaqwa chaqwita, o en cambio chaqwa
llampurado cuando tiende a más limoso. Si la parcela presenta diferentes tipos de
suelo, cosa muy frecuente, y el que predomina es chaqwa , será entonces chaqwa
llamp'uyuq. Significa que es un terreno chaqwa con sectores llamp'us, que en la
aproximación académica sería un franco-arenoso con sectores franco-limosos.
De la misma manera un chaqwa llink'iyuq es algo parecido a un franco-arenoso
con partes arcillosas.

El chaqwa es muy importante para la producción de papa porque:

3
Sumpi es la palabra que denota descanso en la rotación muy diverso.
21
a) Permite buena producción en años lluviosos por su buen drenaje,
destinando a estas parcelas las variedades más suceptibles a pudrición
por exceso de humedad.
b) Permite cosechas más tempranas por maduración más rápida .
c) La papa producida en estos suelos resulta más harinosa y más palatable
que en los terrenos llamp'us o llink'is. Sin embargo la productividad es
menor y la papa se conserva menos.

Llamp'u simplemente es el terreno franco-limoso. al igual que en el chaqwa


tiene un rango según tienda más hacia el arenoso-limoso-arcilloso. Por ejemplo
Llamp'u chaqwaradu será algo así como un franco-limoso algo arenoso. Según su
irregularidad textural pueden ser llamp'u llink'iyuq (franco-limoso con sectores
arcillosos) y algo frecuente en la zona, el llamp'u ukhumpi llink'iyuq sirve para
caracterizar al suelo llamp'u cuyo subsuelo es arcilloso. este último se denomina
también jullu kallp'a por ser terreno cuyas condiciones hacen aparecer la
pudrición por exceso de humedad en el cultivo de papa. En los llamp'us la
pedregosidad tiene mayor importancia aún para la conservación de la
humedad. Para el caso, también es importante la pendiente. Aún cuando sea
rumisniyuq, si es plano entonces queda expuesto a mayor cantidad de horas sol.
En cambio el terreno inclinado tendrá más conservación de humedad por menor
exposición directa al sol y a la vez habrá mejor drenaje de la humedad en exceso.
Para la papa, los llamp'us son más adecuados para años de lluvias regulares o
relativamente escasas. Si el año es lluvioso, la producción corre riesgo de
perderse sobre todo en los terrenos planos. Para estos terrenos se utilizan las
especies más resistentes a la pudrición, y en caso de sembrarse con variedades
no resistentes como la pukañawi se lo hace adelantando la fecha y en base a una
cierta percepción de las condiciones climáticas a través de la lectura de los signos
que hemos descrito para definir que año se avecina.

Llink'is o argamasas son propiamente los arcillosos y normalmente no se


destinan a la producción de papa debido a las condiciones dispuestas a la
pudrición de la papa. se adaptan mejor a las variedades locales de trigo.

Mayqas son suelos de tipo franco-arenoso-limoso, bastante sueltos y de


características típica de suelos ferrosos. Relativamente aptos para la producción
papera si están en zonas húmedas, pues por su características de drenaje no
retienen la humedad necesaria. Se los define como suelos aptos para producción
de maní, aunque esto sólo se práctica en la zona de los valles mizqueños.

22
HOJA SEPARATA MAPA Y FOTO

II.3 Sistema de rotación de suelos en “aynuqa”


El sistema de manejo andino de suelos es un elemento clave de su sistema
de manejo del riesgo climático, a lo que se añade la problemática propia del
cuidado de la fertilidad de los suelos. El sistema de hacienda que dominó en
Raqaypampa desde la época colonial , así como en casi todos los valles del país,
desarticuló los sistemas de manejo colectivo de la rotación de suelos, de manera
que en la actualidad sólo quedan algunos aspectos de ese manejo comunal. En
cambio, éstos se mantienen en mayor grado en las regiones altiplánicas y en
algunas provincias del departamento de Cochabamba, como es el caso de
Ayopaya. En Ayopaya, todas las tierras de altura, por encima de los 3200m, son
de propiedad colectiva y usufructo familiar. La comunidad, a través de su
asamblea comunal, decide la forma de manejo de las tierras. Las tierras
comunales están divididas en secciones, denominadas mantas, aynuqas, aytas
o layme. Cada año se pone en producción una sección, la cual será cultivada a
lo largo de un ciclo de rotación que dura generalmente tres a cuatro años: el
primer año se siembra papa y los restantes se colocan granos. Luego esta sección
del territorio comunal entra en descanso, que puede durar entre 5 y 50 años,
dependiendo de la disponibilidad de tierras y la calidad de las mismas.

Harris (1987:13), en su estudio sobre las sociedades andinas y al referirse a


la rotación de cultivos indica, “cada estancia posee una serie de mantas que se
dividen en parcelas y que son cultivadas por cada familia. El orden de la
rotación es convenido por el parlamento [asamblea] de la comunidad. Esta
minuciosa coordinación de los cultivos permite la máxima utilización posible

23
como pastizales de las tierras en barbecho concentrando la agricultura en los
terrenos acordados por la comunidad. De esta manera se protegen las cosechas
de los daños que podrían ocasionarles los ganados y asegura la reproducción de
una base de subsistencia mixta. Permite también maximizar la distribución de
las parcelas asignadas a cada familia para explotar así la extrema variedad de
microclimas y distribuir los riesgos reales que implica la práctica agrícola en
zonas de altura”.

Cuadro 3: Número de aynuqas en cuatro comunidades de estudio


Comunidad NodeAynuqas. Frecuenciadecultivos Añosdedescanso. ObservaciónFuente
Sanipaya 9 3 (papa, tuberculos 6 – 20 Flores Ruben
menores, cereales)
Pocanche 10 3 (papa, tuberculos 6 Villaroel, Severo
menores, granos)
Sivingani. 18 (12 a secano, Papa, granos. Mayor a 10 Taller comunal,
6 con riego) observación.
Kumi Makitu. 16 Papa,Tuberculos Mayor a 10 Taller comunal
menores, granos. observación

Fuente: Elaboración propia, de acuerdo a Flores Ruben,1998, Villarroel, Severo. 1997, Taller
comunal para la elaboración del diagnóstico: 2007.

La agricultura de altura donde se manejan las aynuqas es generalmente a


secano, pero en la actualidad hay modificaciones por la acción de instituciones
de desarrollo. En la comunidad de Pocanche existen 9 aynokas con diseño lineal,
sud a norte, y que son utilizadas en forma de rotación anti-horaria. Tienen 10
nombres considerando los límites aproximados y cada nombre es indicativo de
alguna característica particular de la aynoka. Se siembran tres cultivos
principales para la rotación, en el primer año se cultiva papa, (monovarietal y
asociaciones inter – varietales) el segundo año, tubérculos menores (oca,
papalisa e isaño) asociados entre si, con haba o quinua, y el tercer año granos
(avena, cebada y trigo) luego le siguen 6 años de descanso (Villarroel 1997:82).

En Sanipaya la rotación de las aynuqas permite sembrar diferentes


variedades con una cierta variación en sus ciclos vegetativos es así que las
variedades (qorisonko, iscayachi, yuraq toralapa) alcanzan su maduración antes
que las nativas. Según el orden de rotación los tubérculos menores aprovechan
el efecto residual del abono orgánico seguido por cebada y avena. El número de

24
sectores en que se divide la aynuqa esta relacionado con el número de años de
descanso que requieren los suelos para su recuperación natural, varía de 6 a 10
años y van rotando en sus funciones entre el cultivo y el barbecho. (Flores
1998:78,80).

Los casos particulares de Sivingani y Lipichi, muestran la complejidad del


sistema productivo - andino, y la adecuación de lógicas ancestrales como el
manejo de aytas a los cambios tecnológicos e institucionales. Las comunidades
(por lo menos en este caso) mantienen sus modos productivos incluso
sometiendo a influencias de carácter externo como el sistema de riegos
introducido por instituciones que intentan transformar el sistema productivo a
formas más subordinadas al mercado y para ello han introducido técnicas como
el riego por goteo. En este caso, el riego por goteo tiende a intensificar el uso de
la tierra, de manera de acortar los tiempos de descanso y mantener las parcelas
en producción permanente. De esa manera, un sistema como la aynuqa definido
por manejar la fertilidad del suelo de forma adecuada puede entrar en deterioro
por salinización y desertificación. De la misma manera, la introducción de
nuevas variedades comerciales de papa han provocado que aumente el riesgo
de pérdidas por heladas, pudrición y plagas.

Cambios en el manejo de las aynuqas en los Andes bolivianos

Para responder a interrogantes del futuro del sistema de cultivo con papa y
largo descanso, que es manejado por la comunidad en el llamado sistema de
aynuqa, destacamos los cambios ocurridos entre 1987 y 2000 en cuatro
comunidades del Altiplano norte y central de Bolivia tomando información de
Moscoso y Marquez (2006) comparando dos gestiones agrícolas.

“Se encuentran dos tendencias coexistentes: 1) el cambio de algunas aynuqas


a zonas de cultivo intensivo con producción de forrajes y 2) la disminución del
área cultivada en aynuqa. La cercanía a carreteras, ferias regionales y a la ciudad
de La Paz no es el único motor de intensificación; también influyen en este
proceso la cercanía a viviendas y el potencial del medio (disponibilidad de agua,
productividad de suelos y posibilidad de remoción con tractor). En las cuatro
comunidades, algunas parcelas han sido abandonadas en aynuqas cultivadas o se
han destinado al pastoreo la totalidad de sectores más alejados de las viviendas.
Esta disminución del área cultivada responde a la decisión del agricultor en
ubicar sus escasos medios de producción (mano de obra y capital) en sectores
de mayor productividad y cercanos a viviendas. Las oportunidades del mercado
(ganado en pie, lácteos y hortalizas) permiten obtener mayores ingresos en zonas

25
de cultivo intensivo. Las comunidades combinan entonces zonas intensificadas
y otras extensificadas, manteniendo las normas del sistema de aynuqa, a
excepción de las que se encuentran más cercanas a la ciudad de La Paz”.
(Moscoso y Marquez 2006:1)

II.4. La complementariedad entre ganadería y agricultura.


La agricultura se nutre de elementos provenientes de la ganadería, utiliza
energía generada por la yunta, el traslado de insumos se lo realiza con la fuerza
animal de mulas, burros, etc. La misma complementariedad existe cuando los
animales se alimentan de forrajes producidos por la actividad agrícola, al tiempo
que estos ingresan a las aynuqas en determinadas épocas del año así como también
en el tiempo de descanso en los terrenos. En tal sentido hay una complementación
en el manejo del tiempo – espacio en las comunidades, tal como lo afirma Villarroel
(1997:78) “El subsistema ganadero… es complementario e integrado a la
agricultura. La dinámica de pastoreo, es decidida familiarmente en forma
particular, pero regulada comunalmente, se tiene un manejo no controlado en el
“echadero”… sin embargo el pastoreo controlado se lo realiza en los espacios no
cultivado de piso alto (aynuqas) y el piso medio (saratarpunas)”.

En términos de vegetación esta zona agroecológica en la parte de las aynuqas


presenta extensas formaciones de gramíneas que se utilizan en primer lugar como
forraje para el ganado. Están conformadas entre otras por las especies de
calamagrostis amoena, también se puede observar especies arboreas y arbustivas
como keñua (Polilepis sp), aliso (alnus akuminata), thola (Bachharis sp), waycha
(Weinmannia sp), erasacha (Biepharocalix sp), k’acha k’acha (Aspidosperma
quebracho) y llaulli (Zinia peruviana). Entre las especies predominantes de las
lomas están: ichu (Stipa ichu), ichu pasto (Briza mandoniana), chiji (Muhlembergia
peruviana), muña (Satureja sp), sunchu (Vigueria placens). La presencia de estas
especies permite desarrollar el pastoreo durante la mayor parte del año (Mair
2000). Los bajiales y el monte también son zonas donde se deja el ganado durante
la época de crecimiento de los cultivos, son zonas de arbustos y árboles
leguminosos que pueden ser ramoneados por los animales para su alimentación.

Los siguientes dos gráficos esquematizan la organización espacial en pisos


agroecológicos tal como son definidos por los propios campesinos en la
comunidad de Pocanche, provincia Ayopaya y en la comunidad de Kuyupaya,
también de Ayopaya.

26
Gráfico 2: Transecto pisos agroecológicos en Pocanche, Ayopaya

FUENTE: Villarroel, 1997

Gráfico 3: Transecto pisos agroecológicos en Kuyupaya, Ayopaya


4100

ALTURA
QAYRUQAYRUNI

MURMUNTANI

AYNUQAS
HUAYCHIAN

AYAPANCKA
AUDIENCIA

ALTANANI
CUMBRE

PACHA
PUCARI

3100

2700

TIERRAS DE CULTIVO
BAJIAL
ECHADERO

1700

Cultivo Papa Tierras en Descanso Cultivo Oca-Papaliza

Cultivo Maíz Cultivo Trigo - Cebada

Fuente: Ledezma, 1998

27
II. 5. Cultivos múltiples y asociados, y diversidad genética
Los raqaypampeños siguen con la práctica andina de los cultivos múltiples
o asociados, buscando la optimización del tiempo de trabajo disponible. En sus
palabras: "el que no hace asociación de cultivos, es por flojo". En la misma
parcela de papa se encuentran plantas que maduran a diferente ritmo: la papa
temprana cosechada como si la parcela fuera el huerto familiar, la cebolla, la
quinoa, tarwi, haba, arvejas y las cucurbitáceas (lacayotes, escariotes y otros)
que quedan últimos en el terreno y que a veces, cuando la cosecha es muy
grande, se destinan al ganado. Esa práctica tradicional que permite un mejor
aprovechamiento del terreno y de la fuerza de trabajo gracias al crecimiento en
diferentes ritmos de los distintos vegetales cultivados y a la vez brinda una
mayor protección contra la aparición de plagas, es desconocido y combatido
por los técnicos formados por el sistema académico4.

La biodiversidad es de suma importancia puesto que su buen manejo


permite tomar decisiones que pongan acento en la diversificación y la
minimización del riesgo, siguiendo con la misma línea de análisis Mair (2000: 28)
nos indica que “La diversidad de cultivos y variedades es una manifestación
clara de la estrategia campesina de la minimización del riesgo, ya que permite
aprovecharse de la heterogeneidad que caracteriza la comunidad en factores
climáticos, de topografía, de suelos, etc”.

Cuadro 4: Biodiversidad cultivada en las zonas de Kuyupaya y Pocanche


Comunidad Zona agroecológica. Cultivo Variedades nativas Variedades mejoradas
Kuyupaya Puna, Loma o Puka papa, yuraq imilla,Waycha, YuraqToralapa,
Aynuqa Papa Gendarme, Qoyllus, K’atawi, Pituwayaqa, Qorisonqo, Iskayachi,
Canastilla, Copacabana,Yurak ñawi, Pukatoralapa,Toruruntu,
Alqa Imilla,Yana Saina, Imilla, Colombiano.
Pulo pintado,Yurak canastillo,
Cardosanto, Cheqchi paceña, toruruntu,
Oca. Q’ellu (amarillo),Yuraq (Blanco), Qulli (Colorado), Querosa,
Maravilla, J’anka Oca, titcona y otros.
Asociados: Isaño papalisa y Quinua.
Valles Trigo Totora 80, Noventon, QholuTrigo, Otros.
Papa Waych’a.
Maiz K’ellu (Amarillo),Yuraq (Blanco), Cheqchi (Griz), K’ulli (Colorado),
Tanitani, Piricu, y otros.

28 4
LVer el informe de Prosempa sobre Mizque 1992-93 (Euroconsult 1993) donde el autor da como la causa de una presunta baja productividad de
la papa las características de la diversificación agrícola en Raqaypampa.
Trigo. Totora 80, Noventon, QholuTrigo, Otros.
Sub trópico o bajial.
Trigo. Totora 80, Noventon, QholuTrigo, Otros.
Hortalizas. Cebolla, Locoto, Quilquiña, y otros.
Frutas. Papaya, Pacay, Naranja, Plata y otros.
Pocanche. Generalmente Papa Kori sonko,Waych’a, Mosoj, sani Imilla. YurakToralapa,Wayna
en altura y valles. Sepa, Puka toralapa,
Iskayachi,
Alta, Aynoka. Oca. Jatun qayara, ch’iñi Qyara, Kjari Cartagena,Warmi kartajega, Ikariña,
Jatun Zapallo, ch’iñi zapallo, k’ellu, lluch’u, Puka Kulli,Yana Oqa oYana
Kulli, Sabino, titikoma, Puka chulliwa o Puka chola,Yuraj chulliwa o
yuraj chola, Qoyllu, Jank’a, Sauciri,Yuraj, yuraj zapallo, Monte oka.
Papalisa. Papalisa,Yuraj, Kellu bola, Kellu sonqo, Puka rosado, Llausa papalisa,
Isaño. Yurak, K’ellu,Yana Kulli, Chejchi.
Maíz. K’elllu (Amarillo),Yuraq (Blanco), Cheqchi (Griz), K’ulli (Colorado),
tanitani, Pricu, y otros.
Asociado: haba, Poroto, y Curcúbitas (Lacayote, Holu, trigo, y otros)
Otros. Trigo, cebada, avena, haba, arveja, saúco, quinua.
Valles. Oca. Achakana,MonteOka,k’ellu,Ikariña,KjariCartagena,Warmikartajega,
Yuraj,yurajzapallo,Qoyllu,Jank’a,lluch’u,PukaKulli,YanaOqaoYana
Kulli, Sabino, titikoma, Puka chulliwa o Puka chola,
Papalisa. Papalisa,Yuraj, Kellu bola, Kellu sonqo, Puka rosado, Llausa papalisa,
Isaño Yurak, K’ellu,Yana Kulli, Chejchi.
Otros. Lacayote, Zapallo, manzana, Durazno,Yacón, Porto, Arveja, Frutilla,
Frambuesa, Haba, Orégano, Frijol, Cebolla.
Bajiales. Otros. Locoto, ají verde, cebolla, tomate, betarraga, quilquiña, lechuga,
repollo, chirimoya, limón, yuca, camote, arracacha, ajipa, Maíz,
lacayote, pimentón, ajipa, yuca, hualusa, limón, lima, naranja,
mandarina,chirimoya,palta,mango,banana,sandia,maní,soya,caña
de azúcar, tabaco, coca, achiote, tuna, canela, poroto, café.
Fuente: Elaboración en base a:Villarroel, 1997:89,91,113-120; Flores, 1998:91; Ledezma, 1998:32.

El cuadro anterior nos indica que en la comunidad de Kuyupaya en 1997 se


utilizaron 21 variedades de papas nativas, 7 de papas introducidas
institucionalmente, 7 variedades de ocas, 4 variedades de trigo y 7 variedades

29
de maíz; así mismo en dicho periodo de investigación se identificaron 20
cultivos diferentes. En la comunidad de Pocanche existen 10 variedades de
papas, 14 variedades en maíz, 20 en ocas, 8 en papalisa, 5 en isaño; sumando 57
diferentes tipos de cultivos, distribuidos a lo largo de la comunidad.

II. 6. Almacenamiento y sistema andino de seguridad alimentaria


La posibilidad de almacenamiento de productos agrícolas -una de las
condiciones para la seguridad alimentaria- está dada por las condiciones
climáticas y microclimáticas de la zona de Raqaypampa: planicies (pampas en
quechua) a 2900 a 3000 msnm bastante expuestas a los vientos cruzados, secos
del Oeste y Sur y húmedos del Norte y del Este. La temperatura media es
relativamente elevada: 15.5ºC durante el año, pero desciende lo suficiente
durante el período seco invernal entre junio y setiembre como para crear
condiciones de conservación. Entre mayo y setiembre tenemos temperaturas
medias de 13ºC con mínimas medias de 6.1ºC, pero a la vez comienzan a actuar
los vientos que disminuyen la sensación térmica.

La dormancia de la papa es más larga cuanto más bajas las temperaturas,


dentro del rango entre 4º y 21ºC. El crecimiento de las yemas del tubérculo se
incrementa desde los 5ºC pero a la vez temperaturas debajo de los 10ºC
provocan el aumento del contenido de azucar lo cual disminuye la aceptabilidad
para el consumo y a la vez produce la coloración negruzca aunque la misma
puede ser reacondicionada con un período de dos semanas en condiciones de
temperatura entre los 15 y 20ºC (Woolfe 1987).

Según esos datos, Raqaypampa estaría en la zona límite climática que


posibilita el almacenamiento de papa, ya que el ambiente óptimo de
almacenamiento estaría alrededor de los 8ºC. La comprobación de las pérdidas
por deshidratación en los silos campesinos evidenciaron un óptimo
comportamiento de los mismos por lo menos para las variedades nativas, ya
que la merma de peso oscilaba entre 10 y 12%.

Los raqaypampeños pueden producir chuño en muy pequeñas cantidades.


Cerca de Raqaypampa hacia el sur y formando parte de la misma unidad étnica
está la zona de Laguna Grande. Existe allí una subcentral que formaba parte de
la misma organización (la Central Raqaypampa) desde 1985, pero que por la
presión ejercida por los campesinos vallunos y los pueblerinos de Mizque se
desdobló nuevamente en dos organizaciones separadas desde 1988. En esa zona,

30
por ser algo más alta y más húmeda, se puede hacer chuño. La cantidad de papa
producida para chuño es mínima pero debe considerarse parte de las
condiciones favorables para la conservación prolongada de alimentos que se
puede encontrar en esta zona.

La producción de papa se almacena en trojes (depósitos) de adobe divididos


en cuatro particiones, cada silo puede guardar una a dos variedades, de manera
que la cantidad de trojes es un indicador de la disponibilidad de diversidad
varietal.

A partir de octubre comienzan las nuevas siembras y se venden los


excedentes de semilla, quedando muy poca papa "vieja" como saldo, una vez
pasada la nueva siembra.

Esa capacidad de almacenamiento ya ha sido señalada por Murra (1985:8)


como condición para el desarrollo de los grandes señoríos altiplánicos y la alta
concentración de población en las condiciones inhóspitas de la puna: "El hecho
decisivo fue dado (para la constitución de los grandes señoríos en los Andes
Centrales, a diferencia de lo que ocurrió en la parte norte de los Andes) por la
posibilidad de acceder a chuño, charki y almacenamiento de larga duración en
las condiciones de puna, cosa que no sucede en el páramo ecuatoriano". La
opinión de que el riego fué la condición para la constitución de las sociedades
mayores, sobre todo las del tipo burocrático "asiático" parece no tener adeptos
entre los especialistas andinos, que lo darían como parte del proceso posterior
de expansión militar y afirmación de la burocracia incaica. En nuestro caso la
tesis citada del maestro Murra se ve reforzada por el hecho que hay numerosos
testimonios que dan a conocer a las alturas de Mizque como el lugar donde
residían los "caciques". Testimonio mudo de que esa condición ha motivado una
ocupación permanente de la zona son las reliquias tiwanacotas que se
encuentran todavía enterradas por doquier y son celosamente vigiladas por los
raqaypampeños.

El segundo elemento es la diversidad ecológica y, por lo tanto, la variedad


de productos que pueden cultivarse en un mismo período como parte de un
mismo espacio productivo familiar en diferentes alturas. Ese alcance altitudinal
o vertical dentro del manejo espacial familiar, desde los 2300 hasta los 3000
msnm, implica obviamente una variedad de microclimas, tipos de suelo,
diferentes exposiciones al sol y a los vientos, diferentes posibidades de lluvia,
temperatura y otros fenómenos climáticos (granizo, helada, viento, lluvia

31
torrencial, etc). La diversidad de condiciones físicas, supone a la vez un
complejo manejo de situaciones diferenciadas según como se presente "el
tiempo" (fundamentalmente las lluvias). Diferentes tipos de cultivos y dentro de
cada cultivo un gran espectro varietal da lugar a un mejor posibilidad de manejo
del factor riesgo ya sea de origen climático o por ataques de enfermedades y
plagas, reduciendo la incertidumbre del hombre frente a la inconstancia de la
naturaleza.

Nuestro trabajo confirma la existencia de una estrategia dirigida a


diversificar ante el riesgo, pero lo interesante que puede surgir de aquí es que
esa estrategia tiene también una faceta dirigida a evitar que la dispersión pueda
disminuir la productividad general de los cultivos. La fórmula general de que
quien poco arriesga poco gana, es una verdad a medias en el caso de la estrategia
andina que hemos verificado, pues existen mecanismos que buscan equilibrar
la seguridad (el menor riesgo) con la productividad.

Estos mecanismos son de orden social: la organización familiar del


calendario y de orden cognoscitivo: la predicción climática como conocimiento
que permite ordenar la priorización de actividades.

La estrategia de diversificación máxima y dispersión del riesgo desarrollado


bajo dicho manejo espacial, según los mismos campesinos, permite compensar
un año malo para la producción de papa, pues ese mismo período
probablemente será bueno para el maíz o para el trigo. Véase las correlaciones
entre tipo de suelo y variedades en el capítulo I.

La distribución del riesgo corre paralelo con una variación extrema de


rendimientos entre las diferentes parcelas de una misma familia dentro de una
pequeña zona como ya hemos enfatizado en los estudios de caso del capítulo I,
tanto en la producción de papa como en el maíz.

Morlon (1996) ha enfatizado este aspecto de la distribución del riesgo en la


agropecuaria andina. Corresponden esas diferencias a los distintos pisos, suelos,
variedades, para sintetizarse en diferentes interacciones entre las labores y
actividades humanas desplegadas en el trabajo y la forma de organizar el trabajo
en forma de calendario.

Dentro de un mismo cultivo, un año seco puede ser fatal para la papa
sembrada en suelos chaqwas de muy buen drenaje, pero bueno para algunas

32
variedades que pueden ser sembradas en parcelas con subsuelo arcilloso (llink'i)
y resisten la pudrición originada por el estancamiento del agua debida a ese
tipo de subsuelo. Al año siguiente, si se presenta lluvioso, puede ocurrir lo
contrario. Lo mismo sucede dentro del cultivo del trigo o del maiz, éste último
con la particularidad que puede ser cultivado tanto en el monte como en las
alturas, aunque el destino del producto sea diferente.

II. 7. Manejo calendario


Como ya hemos visto en las secciones anteriores, el manejo simultáneo o
paralelo de varios ciclos agrícolas se basa en una compleja administración del
calendario de trabajo. La compatibilización de diferentes cultivos con ritmos de
crecimiento particulares, tiene su lado neurálgico en el manejo del tiempo, para
poder suministrar la fuerza de trabajo en el momento preciso al cultivo que lo
requiera. Por otra parte, al tratarse de una agricultura a secano, la dependencia
de un régimen de lluvias irregular ocasiona concentración de tareas en casi todos
los cultivos en curso en torno a los días en que se dispone de la humedad
adecuada en el terreno.

Cuadro 5
Precipitaciones en cuatro ciclos agrícolas consecutivos (en mm H20)
Año Nov. Dic. Ener. Febr. Marz. ∑
86/87 34.1 149 141 28.9 115.8 468.8
87/88 121.4 45.3 180.4 72.3 156.5 575.9
88/89 44.3 121 132 115.2 54.4 466.9
89/90 58.3 163.3 204.4 30.9 27.6 484.5

Fuente: Cenda. Raqaypampa, 2850msnm

El total de lluvias en el año calendario 1987 fué 752mm, el año 88 llovió


746.8mm y el año 89 disiminuyó a 616 mm. Este extracto de las lluvias
mensuales durante los principales meses del ciclo productivo nos muestra la
gran irregularidad de las mismas. Esto explica en parte el rol fundamental del
organizador familiar que deber poseer las dotes suficientes para adelantar una
previsión general de las situaciones climáticas que se puedan presentar, prever
los riesgos, asignar tareas, afrontar los continuos imprevistos.

33
Dentro de este mismo "ideal" de diversificación máxima también se articula
la optimización del uso de la fuerza de trabajo disponible tal como lo ha
estudiado Golte (1980) en los Andes peruanos. Al crecer varios cultivos distintos
a diferentes ritmos, con diferentes fechas de siembra y cosecha, permite dosificar
el tiempo de trabajo tal como se puede apreciar en el calendario agrícola.

Comienza el calendario anual de tareas con la última preparación de los


terrenos de papa, apenas empiezan algunas lloviznas (puede ser tanto en agosto
como en setiembre). Esos terrenos ya habían sido barbechados, generalmente
entre marzo y abril. Las siembras de papa siguen desde octubre, luego la
siembra del maíz y luego la del trigo, intercaladas con los primeros aporques de
la papa, y así sucesivamente hasta llegar a las últimas tareas del año agrícola: la
trilla del trigo que se realiza con los vientos de julio. Es decir que salvo en el
mes de agosto, que es el mes en que la fiesta recorre comunidad tras comunidad,
detrás de la pampavirjin Sikimira, el campesino de Raqaypampa tiene dosificado
su trabajo mes tras mes casi todo el año.

Es raro el mes en el que le queden dos semanas libres a una familia


campesina. Eso sucede cuando, por ejemplo, hay una calamidad climática, como
cuando se cortaron las lluvias en diciembre en el 88 y los campesinos, previendo
un desastre, empezaron a bajar al valle a buscar trabajo entre los productores
regantes vallunos.

La distribución, organizada dentro de cada familia, del tiempo de trabajo de


sus miembros, es expresión de la forma social (comunal) del trabajo. Siendo una
habilidad sin la cual un jefe de familia está destinado al fracaso, debe saber
desarrollarla apelando a los mecanismos comunales de cooperación, en
particular el umaraqa o ayni. Si no sabe organizar bien su familia, si no sabe
distribuir bien las tareas a su pequeño ejército doméstico y si no ha establecido
adecuadas relaciones con otras familias para que le presten ayuda en los
momentos claves del ciclo agrícola, tendrá graves dificultades.

El conocimiento entonces no se reduce al conocimiento respecto a


variedades, suelos, predicción del clima. Por sobre todo ello, supone la
capacidad organizativa familiar e interfamiliar que unos desplegarán en forma
autoritaria y otros en forma consultada a los hijos mayores y a los padres
ancianos, y donde tendrán que demostrar su disposición a la generosidad bajo
la forma ritual de la ch'alla5 como condición ideológica para el acceso a la
colaboración. Como bien saben los expertos de la industrialización, puede lograr

34 5
Ch’alla: Libación en homenaje a la Pachamama (madre tierra) en ocasiones sociales, actividades productivas, rituales o festivas.
más un cambio en la forma que se organiza el trabajo que una gran inversión en
maquinaria que implica un alto costo de amortización.

II. 8. La compleja organización social requerida


por el manejo calendario
Lo que distingue a la organización rural comunal (lo que se da también bajo
otras sociedades campesinas en diversas zonas de alta montaña del mundo) de
otras formas de organización social de la producción es que la productividad de
su tecnología se basa fundamentalmente en el acceso a las relaciones de
intercambio de energía humana en el tiempo oportuno en base a instituciones
sociales que enmarcan el intercambio voluntariamente (Calvo et al.1988).

Al igual que factores como la diversificación productiva o el desarrollo de


cultivos en diferentes pisos ecológicos conllevan una organización social que
facilita tal modalidad de aprovechamiento económico, el desarrollo de una
agricultura a secano, en regímenes de lluvias irregulares ha generado una
organización social al interior de las comunidades. Instituciones como el
umaraqa, que hace posible fuertes inyecciones de trabajo a un cultivo en
momentos críticos, son el ejemplo de ello. A través del umaraqa un agricultor
puede convocar a un grupo numeroso de cooperantes compuesto por parientes,
vecinos o compadres con los que mantiene vínculos de reciprocidad. Esta
institución es un recurso social que permite enfrentar las situaciones que se
presentan habitualmente por la irregularidad de las lluvias que hace
imprevisible el momento exacto en que se requerirá utilizar un fuerte
contingente de fuerza de trabajo, generalmente en el momento de cosecha.

La institución del umaraqa es sólo una de las formas vigentes del ayni. Dentro
de esta última denominación se incluye la cooperación incluso entre padre e
hijo, que puede ser en trabajo o como préstamos de bueyes, burros, arados, etc,
lo que requerirá posteriormente una contraprestación según las equivalencias
que se manejan normalmente en la zona. Las instituciones de la reciprocidad,
expresión andina de la forma de resolver los problemas de manejo del tiempo
productivo, adquieren plena vigencia en condiciones de agricultura a secano.

Esto nos permite explicar porqué, en las zonas bajo riego en el valle cercano
de Mizque, estas instituciones tradicionales andinas están desapareciendo o se
han transformado en su contrario: allí la organización social de la producción

35
incluso bajo formas de reciprocidad andina tiende a perder el contenido dado
por las condiciones antes descritas de la agricultura a secano y va deviniendo en
formas de intercambio desigual que favorecen la acumulación de excedentes
en manos de algunas familias. No se trata en el caso de la organización social en
los valles de meros accidentes culturales producto de la influencia del mercado,
sino de modificaciones en la base del sistema productivo, en las condiciones en
las cuales éste se desarrolla.

En la agricultura bajo riego ya no es necesario asegurarse la provisión de la


mano de obra en el momento que definan las lluvias, porque el ciclo de
crecimiento pasa a depender de la disponibilidad de las mit'as de agua. En el
caso de los valles, el riego permite planificar con tiempo y sin correr mucho
riesgo a equivocarse el momento más o menos exacto en que se requerirán
jornaleros. Esta forma de organización del trabajo resulta más adecuada a la
nueva racionalidad instaurada por la agricultura bajo riego destinada al
mercado. Comienzan a interactuar entonces las condiciones materiales de la
agricultura con otros factores políticos como la mayor o menor fuerza de las
instituciones comunitarias.

El control que la comunidad pueda conservar sobre el acceso a la tierra es un


elemento clave para la reequilibración del sistema productivo actualmente en
problemas. Se ha explicado más arriba que el sindicato en las zonas de altura,
como expresión de las instituciones comunitarias, tiene no sólo capacidad de
otorgar tierras sino también de quitarlas a quienes no las usan apropiadamente.
Por ejemplo si el poseedor de esas tierras las da contínuamente en compañia y
se ausenta de la comunidad, dejando de cumplir con sus obligaciones con el
sindicato, corre riesgo de quedarse sin los terrenos, pese a sus títulos de
propiedad asignados por el Estado. En el valle, actúan varios factores, apoyados
en la influencia disolvente del mercado, que acentúa las situaciones de
competencia interna entre los mismos campesinos miembros de una
comunidad, competencia para acceder en mejores condiciones al mercado y
poder tener mejores precios. Así ese poder comunal termina por diluirse en el
desorden creado por las pugnas internas y se convierte en pugnas por el poder
de parte de las facciones familiares que se benefician mas del comercio. Las
pugnas internas como resultado de esa competencia frente al mercado no
aparecen muchas veces bajo su forma racional, sino como un aumento de la
envidia, del rencor entre familias, disputas por linderos daños del ganado y
finalmente como aparición de layqasqa (embrujo-hechizo). El hecho que en los
valles, hay mucha mayor movilidad de migrantes de y hacia otras comunidades,

36
casamientos entre familias de diferentes regiones, acceso a las ciudades, a la
región de los llanos orientales, inclusive a los países vecinos en busca de trabajo
temporario, hace que el proceso sea mucho más rápido que en la altura donde
subsisten mecanismos comunales de control sobre el acceso a la tierra, de control
cultural o barreras étnicas más marcadas y también la movilidad poblacional es
mucho más controlada.

El manejo calendario de labores, las decisiones sobre uso y manejo de sus


suelos y de sus variedades de cultivos, está definida por el conocimiento del
clima, la posibilidad de predecir la fecha y cantidad de precipitaciones que habrá
en el período lluvioso. Eso que para el técnico agrícola es impredecible y
aleatorio, para el campesino se transforma en el centro de su sistema de trabajo:
el día de la lluvia.

Reforzamos aquí con datos verificables empíricamente, la importancia del


saber campesino como capacidad efectiva de predecir el clima, asociado a un
conocimiento complejo de sus suelos, sus variedades cultivables y sus
microclimas, combinando todo ello en una estrategia de manejo del espacio y
del tiempo.

Se confirma además el hecho de que la identidad de la organización andina


no se puede asumir como un reflejo simple de resabios étnicos de una
civilización pasada. Por el contrario lo étnico resume la forma en que las
prácticas campesinas responden a las necesidades concretas de la supervivencia
en las condiciones físicas y políticas andinas, en lo que se puede denominar el
complejo de las estrategias campesinas, expresión cotididana de un saber vivir.

El trípode tecnológico en que se apoyan las prácticas se puede sintetizar en:

a. El manejo calendario expresado en que la familia pueda fijar


oportunamente las fechas de siembra, cosecha y labores culturales, en
función a predicciones climáticas y conocimiento del comportamiento
de las variedades en función al tipo de suelo utilizado.
b. El manejo del tiempo de trabajo familiar, o sea la disponibilidad de mano
de obra en el momento adecuado para posibilitar dicho manejo
calendario.
c. El manejo de la distribución del riesgo ya sea minimizándolo a través de
la distribución máxima de los esfuerzos y la diversificación máxima en

37
cuanto a suelos, fechas de siembra, especies y variedades, o por el
contrario, una distribución del riesgo más orientada por el mercado,
disminuyendo en ese caso la distribución y diversificación de los
esfuerzos y aumentando la proporción de riesgo que se corre.

II. 9. La dinámica del sistema comunal


de autosuficiencia alimentaria
A continuación mostramos datos que muestran la evolución en el sistema de
cultivos en esa región, que parecen reflejar los cambios climáticos en este caso
concreto es el aumento de la temperatura que permite un mayor cultivo de
granos, mientras que desfavorece el cultivo de la papa.

Cuadro 6: Efectos del cambio climático en el sistema productivo de Raqaypampa


Ciclo agrícola 95-96 96-97 97-98 98-99 99-00 2001-2002 2002-2003
Precipitación pluvial 494,2 539,8 226,6 750,7 648,4 400,2 774,6
(mm)
Rendimiento Cultivo 3600 3168 1021 2873 4087 4213 4835
de papa (Kg./Ha)
rendimiento maíz 478 1087 218 769 537 711 1069
(Kg./Ha)
rendimiento trigo 809 613 119 633 506 575 671
(Kg./Ha)
Elaboración propia, en base a CENDA 2005a

El cuadro anterior también nos muestra la falta de correlación directa entre


la cantidad de lluvia y los resultados de la cosecha. El factor que influye en esos
resultados no es la cantidad de lluvia, sino la frecuencia y distribución, es decir,
si llueve en el tiempo que requieren los cultivos. Por ejemplo si comparamos la
cantidad de lluvia del ciclo 98-99 con el 2002-2003, la precipitación ha sido
similar pero el resultado de la producción tiene grandes diferencias. El 98-99 ha
producido menos que el 2002-2003, en el caso de la papa, casi un 50 % menos,
mientras que en el maíz la disminución es del 30%, solo en el caso del trigo ha
sido casi igual.

38
Si comparamos la cantidad sembrada por una familia promedio en el 1987
y lo que siembra una familia en el 2003, vemos cambios profundos dentro de su
esquema productivo. Podemos allí sospechar la incidencia del proceso de
adaptación al cambio climático así como la adaptación a los efectos de las
políticas neoliberales sufridos por las familias campesinas.

Cuadro 7: Promedio en cantidad de tierra (metros2 por habitante)


Cultivo Ciclo 1986 Pro Ciclo 2003 Pro trabajo Diferencia Diferencia
Metros2 Trabajo Metros2 Kg/hora % Kg/hr
Kg/Hora
Papa 379,26 9,8 275,04 3,9 - 27,47 -5.9
Maíz 488,95 1,7 833,47 3,1 +70,46 +1.4
Trigo 617,93 1,4 525,09 3,1 -15.02 +1.7
Total 1486,10 1633,60 +9.92

Fuente: CENDA 2005b

La característica fundamental de la estrategia de diversificación productiva


del campesino alteño de Raqaypampa, diferenciada respecto a sus vecinos
vallunos de Mizque, es su capacidad de generar una relativa autosuficiencia
frente al mercado fundada en la seguridad alimentaria garantizada por el
sistema productivo.

Autosuficiencia no significa aislamiento del mercado, pues un porcentaje


elevado que, en el en el estudio de caso -año 1986/87- es el 27%, es dirigido al
mercado y otro 12% es intercambiado por trabajo u otro tipo de arreglos.

La autosuficiencia indica la existencia de un flujo de energía integrado,


con relativa independencia de los intercambios con el exterior. No interesa si
el flujo con el exterior es alto o bajo, sino que la estructura de intercambio
energético al interior de la comunidad es relativamente independiente del flujo
con el exterior. La reproducción de la comunidad puede asegurarse aún cuando
los intercambios con el exterior se vuelvan negativos, como lo demuestran los
últimos datos de nutrición infantil (CENDA 2005b)

El sistema agropecuario alteño (del cual sólo pudimos describir someramente el


funcionamiento de su parte agrícola sin tomar en cuenta el componente ganadero,
lo cual es una falencia de este documento) garantiza la seguridad alimentaria

39
familiar y la reproducción de las relaciones comunales. Pero a la vez es una pieza
clave dentro de la economía regional como reflejan los datos de participación en el
producto agrícola del mercado de Aiquile (Calvo et al. 1994), con lo cual se destruye
el mito del aislamiento de las economías autosuficientes. Una y otra son situaciones
totalmente diferentes: no se puede confundir autosuficiencia con aislamiento o con
economía no mercantil. La economía raqaypampeña está plenamente integrada al
mercado, pero a la vez constituye una unidad autosuficiente. Puede parecer
paradójico, pero es real.

Sin embargo ese sistema productivo de autosuficiencia está en jaque de forma


contínua. Los cambios, la dinámica actual del complejo que estamos describiendo, no
responde simplemente a procesos de su medio interno, sino a los procesos
alimentados por el intercambio comercial negativo con la sociedad, que se traduce
en un balance entrópico, de pérdida contínua de energía por parte del sistema
productivo comunal.

La seguridad alimentaria familiar sigue vigente pese a la crisis. La falta de tierras


y la falta de fuerza de trabajo disponible son -en apariencia- los factores que inducen
al deterioro y crisis dentro de su sistema de manejo espacial productivo. Esos
cambios modifican el ritmo de explotación de los recursos disponibles y se rompe
el equilibrio del sistema tradicional de manejo espacial tradicional campesino. En
nuestra opinión esos factores no hacen sino reflejar presiones ejercidas a través del
mercado nacional y regional (y, a través de ellos, del mercado mundial).

La dinámica de crisis del sistema está marcada por las presiones del entorno
nacional y no por las prácticas locales que, adecuadas o no a la sostenibilidad de las
estrategias productivas en vigencia, tienen que soportar un flujo neto de energía
hacia el exterior del sistema en forma constante. La presión del sistema nacional es
el que se traduce en prácticas sistemáticas depredatorias que van debilitando las
estrategias campesinas, sin que aparezca una mejor alternativa.

El discurso oficial ha alegado que son las prácticas campesinas las que ponen en
peligro el medio ambiente, y hasta hace poco6 una serie de decretos supremos y leyes
disponía legislación "protectora" del medio ambiente, destinada a ser impuesta al
productor campesino. Con ese discurso se disfraza el carácter depredatorio del modo
mercantil de apropiación de los recursos. El mismo informe de desarrollo humano
del PNUD sólo a medias reconoce que la expansión de la frontera agropecuaria y
forestal comerciales “modernas” arrasan con 300.000 hectáreas de bosque primario
en la región amazónica cada año (PNUD 2008)

40 6
Una serie de decretos como "la tregua ecológica" y la Ley del Medio Ambiente dictados entre 1990 y 1992, pero que rápidamente se convirtieron
en papel mojado.
III.AnálisisdelproyectodeNCPEaprobadoel9de
diciembrede2007ylasmodificacionesintroducidasen
octubrede2008porelParlamento.
Hay tres nuevos elementos fundamentalísimos incorporados en el proyecto
de Constitución que ha sido aprobado en referéndum el 25 de enero de 2009:
reconocimiento del derecho a la libre determinación de los pueblos indígenas,
su derecho al territorio propio y al ejercicio de sus propios sistemas políticos y
jurídicos.

El reconocimiento de dichas nociones de territorio indígena y de autonomía


indígena como derechos colectivos que se refieren a la pre-existencia de las
naciones y pueblos indígenas y originarios antes del establecimiento de la
Colonia están contenidos en el artículo 2° de la NCPE, en la definición más
revolucionaria que contiene este texto, y establece lo siguiente:

“Dada la existencia precolonial de las naciones y pueblos indígena originario


campesinos y su dominio ancestral sobre sus territorios, se garantiza su libre
determinación en el marco de la unidad del Estado, que consiste en su derecho a
la autonomía, al autogobierno, a su cultura, al reconocimiento de sus
instituciones y a la consolidación de sus entidades territoriales, conforme a esta
Constitución y la ley”.

Enfatizamos aquí el carácter revolucionario del reconocimiento a la libre


determinación de dichos pueblos y naciones. De este precepto se derivan los
derechos colectivos de las naciones y pueblos indígenas y originarios
campesinos enunciados en el capítulo IV, que incluyen el derecho a gobernarse
por medio de sus propias autoridades, donde destacan los siguientes incisos:

9. A que sus saberes y conocimientos tradicionales, su medicina tradicional, sus


idiomas, sus rituales y sus símbolos y vestimentas sean valorados, respetados
y promocionados.
10. A vivir en un medio ambiente sano, con manejo y aprovechamiento
adecuado de los ecosistemas.

41
11. A la propiedad intelectual colectiva de sus saberes, ciencias y conocimientos,
así como a su valoración, uso, promoción y desarrollo.
….
14. Al ejercicio de sus sistemas políticos, jurídicos y económicos acorde a su
cosmovisión.
15. A ser consultados mediante procedimientos apropiados, y en particular a
través de sus instituciones, cada vez que se prevean medidas legislativas o
administrativas susceptibles de afectarles. En este marco, se respetará y
garantizará el derecho a la consulta previa obligatoria, realizada por el
Estado, de buena fe y concertada, respecto a la explotación de los recursos
naturales no renovables en el territorio que habitan.
16. A la participación en los beneficios de la explotación de los recursos naturales
en sus territorios.
17. A la gestión territorial indígena autónoma, y al uso y aprovechamiento
exclusivo de los recursos naturales renovables existentes en su territorio sin
perjuicio de los derechos legítimamente adquiridos por terceros.

En aplicación del principio de pluralismo jurídico establecido en la presente


constitución, el texto instala una jurisdicción indígena, originario campesina en
el capítulo IV

Artículo 190. I. Las naciones y pueblos indígena originario campesinos


ejercerán sus funciones jurisdiccionales y de competencia a través de sus
autoridades, y aplicarán sus principios, valores culturales, normas y
procedimientos propios.

El establecimiento de la jurisdicción indígena supone que podrá ponerse en


vigor las normas y costumbres propias para el desarrollo de toda actividad
humana en el espacio del territorio indígena.

El agua es declarada como un derecho para la vida, en contra de la tendencia


predominante a nivel global, y esta Constitución establece principios
sumamente avanzados al respecto.

Artículo 373. I. El agua constituye un derecho fundamentalísimo para la


vida, en el marco de la soberanía del pueblo. El Estado promoverá el uso y acceso
al agua sobre la base de principios de solidaridad, complementariedad,
reciprocidad, equidad, diversidad y sustentabilidad.
II. Los recursos hídricos en todos sus estados, superficiales y subterráneos,
constituyen recursos finitos, vulnerables, estratégicos y cumplen una función
social, cultural y ambiental. Estos recursos no podrán ser objeto de apropiaciones
privadas y tanto ellos como sus servicios no serán concesionados y están sujetos
a un régimen de licencias, registros y autorizaciones conforme a Ley.

42
Por otra parte, en el Capítulo Sexto, la sección II contiene especificaciones
para la educación superior que son favorables a los intereses de los pueblos y
naciones indígenas, originarios campesinos:

Artículo 91. I. La educación superior desarrolla procesos de formación


profesional, de generación y divulgación de conocimientos orientados al
desarrollo integral de la sociedad, para lo cual tomará en cuenta los
conocimientos universales y los saberes colectivos de las naciones y pueblos
indígena originario campesinos.
II. La educación superior es intracultural, intercultural y plurilingüe, y tiene
por misión la formación integral de recursos humanos con alta calificación y
competencia profesional; desarrollar procesos de investigación científica para
resolver problemas de la base productiva y de su entorno social; promover
políticas de extensión e interacción social para fortalecer la diversidad científica,
cultural y lingüística; participar junto a su pueblo en todos los procesos de
liberación social, para construir una sociedad con mayor equidad y justicia social.

De los anteriores principios jurídicos que pasarían a formar parte de la


organización del estado, se deberían deducir políticas gubernamentales. Esas
políticas deberían afirmar el reconocimiento del sistema de autoridad, del
sistema de normas que permiten a las comunidades manejar el acceso a los
recursos y de esa manera organizar sus sistemas productivos. Esas condiciones
son fundamentales para hacer factible la continuidad del sistema de manejo del
riesgo campesino andino.

Pese a esos extraordinarios avances jurídicos, hay también contradicciones


en este texto, de mayor o menor importancia, en lo que se refiere al tema de
manejo del riesgo ambiental y que pueden afectar las estrategias campesinas de
manejo del riesgo.

Los estados de excepción relacionados a la seguridad del Estado, amenaza externa,


conmoción interna o desastre natural, son dictados por el Presidente (artículo 137), sin
necesidad de tomar en consideración el derecho a la libre determinación de los pueblos
y naciones y pese a la disposición que establece el requisito de consulta previa para
cualquier medida administrativa que afecte a los territorios indígenas. La experiencia de
pasados desastres naturales indica que el manejo de los recursos de emergencia –peor
aún si son centralizados- dan lugar no solo a problemas de falta de transparencia y
corrupción, sino más importante aún, conduce a acciones que atentan directamente contra
las estrategias campesinas de manejo de sus recursos y a la autonomía misma de los
pueblos indígenas, como ha ocurrido en la sequía de 1983.

43
El artículo 319 establece la prioridad de industrializar los recursos naturales,
y si bien deja en claro que deberán respetarse los derechos de naciones y pueblos
indígenas, es una contradicción que no será fácilmente salvable, ya que prioriza
al sector industrial:

Artículo 319. I. La industrialización de los recursos naturales será prioridad


en las políticas económicas, en el marco del respeto y protección del medio
ambiente y de los derechos de las naciones y pueblos indígena originario
campesinos y sus territorios. La articulación de la explotación de los recursos
naturales con el aparato productivo interno será prioritaria en las políticas
económicas del Estado.

Finalmente, las modificaciones introducidas por el Parlamento en octubre de


2008 han tergiversado completamente el texto original en lo que se refiere a los
transgénicos. La redacción del texto original era fruto de la demanda de los
pueblos indígenas y originarios campesinos y, obviamente, el texto modificado
es el resultado de la presión de latifundistas y empresas transnacionales. Esta
modificación puede tener un fuerte impacto en las políticas de biodiversidad,
biodiversidad que es un elemento fundamental en las estrategias campesinas de
manejo del riesgo climático:

Texto original Texto modificado


Artículo 408 Artículo 409.
Se prohíbe la producción, importación y comercialización La producción, importación y comercialización de
de transgénicos. transgénicos será regulada por Ley.

Las contradicciones apuntadas permitirían la continuidad de las políticas


que promueven un sistema civilizatorio (la industrialización forzada) que
supone una creciente desarticulación de los procesos indígenas de manejo de sus
recursos naturales, que les proveen un sistema de control del riesgo.

44
IV.Mecanismosgubernamentalesyno
gubernamentalesdemanejodelriesgoclimático
ydedesastres.
El gobierno a pesar de contar con una estructura especializada para
responder a los desastres, no tiene la capacidad para actuar en la prevención de
ellos. Las acciones de reducción de riesgos climáticos desde los municipios, lo
mismo que en los niveles prefecturales son limitadas por falta de capacidad
instalada y hay poca información en relación a la Ley de Reducción de Riesgos
(Nro 2140) y mucho menos de las acciones que se están desarrollando desde
niveles gubernamentales, que además, como lo grafica el siguiente cuadro está
dispersa en un número alto de entidades.

Cuadro 8: Sistema oficial de prevención y manejo de riesgos climáticos


Ley N° 2140 para la Reducción de Esta norma tiene como objeto fundamentalregularlasactividades enelámbito de
Riesgos y Atención de Desastres la Reducción de Riesgos y Atención de Desastres y/o Emergencias y, establecer un
2000 ( 25 de octubre) marco institucional apropiado y eficiente que permita reducir los Riesgos de las
estructuras sociales y económicas del país frente a los Desastres y/o Emergencias
y, atender oportuna y efectivamente estos eventos causados por amenazas
naturales, tecnológicas y antrópicas. (Bolivia 2000)

Plan Nacional de desarrollo “El plan nacional de desarrollo ( 2006-2010) ha incluido un programa para la
adaptación de sistemas de subsistencia vulnerables al deterioro del recurso hídrico
y un programa de adaptación de sistemas de subsistencia vulnerables al deterioro
de los recursos energéticos estos dos programas proporcionan una señal clara de
la voluntad del gobierno de Boliviadepromoverlaadaptaciónalcambioclimático”
(Redesma 2008)

Programa Nacional de Cambios Bolivia ha firmado la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio
Climáticos (PNCC) – Bolivia Climático –CMNUCC-en 1992, enocasióndelaCumbredelaTierra(Conferenciade
las Naciones Unidas sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo). A principios de 1995
crea el Programa Nacional de Cambios Climáticos (PNCC), que hoy depende del
Viceministerio de PlanificaciónTerritorial y Medio Ambiente, para iniciar acciones
tendientes a cumplir las obligaciones contraídas ante la CMNUCC y desarrollar las
primeras investigaciones sobre esta temática. (Redesma 2008)

45
Mecanismo Nacional de Adaptación Buscagenerarsinergiasencincosectorestrascendentalesparalaeconomíanacional
al Cambio Climático (MNACC) y el desarrollo, como ser el sector de los recursos hídricos, el sector de la agricultura
que garantice la seguridad alimentaria, el sector salud, el sector de los
asentamientos humanos ylagestión del riesgo,ylosecosistemas.MNACCtambién
considera acciones transversales que tienen que ver con la recuperación de los
saberes ancestrales, la investigación científica (ambas complementarias) y la
educación (Redesma 2008)

Sistema Nacional para la Reducción Incluye el proceso de planificación de desarrollo, establece un régimen financiero,
de Riesgos y Atención de Desastres se establece el Fondo para la Reducción de Riesgos y de Reactivación Económica,
y/o Emergencias (SISRADE) las situaciones de desastre, del régimen especial, y de la generación del Sistema
Integrado de Información (Arenas, Girot, and Zilbert 2002)

(UTOAF)UnidadTécnicaOperativade Institución descentralizada, con patrimonio propio y autonomía de gestión


Apoyo y Fortalecimiento octubre administrativa, sujeta al Ministerio de Defensa Nacional, encargada de captar y
1997 administrar contribuciones y aportes financieros por gobiernos extranjeros y
organismos internacionales en el marco de laprevenciónyreconstruccióndezonas
afectadas por desastres. Plan de Emergencia en cuanto al Fenómeno de El Niño,
para actividades de prevención, reconstrucción y rehabilitación de los daños
causados por desastres. (Arenas, Girot, and Zilbert 2002:17)

ProgramaNacionaldePrevenciónde BOL 00/009, Ejecutado por la UTOAF y cofinanciado por el PNUD y el Banco
Riesgos y Atención de Desastres, Mundial, cuyo propósito era buscar en el largo plazo una reducción sostenible del
impactodelosdesastresyunaproteccióndeloslogrosalcanzadosporeldesarrollo.
Para ello se propusieron acciones en dos frentes: 1) la promoción de una visión
preventiva como factor esencial del desarrollo, y 2) apoyo técnico para el
fortalecimiento de las instituciones públicas y privadas relacionadas con desastres.
En el marco de este programa se trabaja la propuesta de creación del Sistema
Nacional para la Reducción de Riesgos y Atención de Desastres y/o Emergencias
(SISRADE) (Arenas, Girot, and Zilbert 2002:18)

La Red Boliviana de Gestión de Uno de los principales productos del Programa Nacional de Prevención de Riesgos
Riesgos y Atención de Desastres (BOL 00/009). Se trata de una instancia interinstitucional
conampliaparticipacióndeorganismospúblicoseinstitucionesprivadasyagencias
de cooperación internacional que buscan elevar la temática de gestión de riesgos
al nivel de la política de Estado. Se espera que la Red genere propuestas técnicas y
científicas, intercambio de información y conocimiento, y realice actividades de
capacitación y difusión en gestión de riesgos. La UTOAF es el administrador de esta
Red y se propone como uno de los instrumentos para viabilizar la operación del
SISRADE. La investigación social sobre Gestión de Riesgos en el ámbito regional ha
sido impulsada por la Red de Estudios Sociales para la Prevención de Desastres en
América Latina (LA RED), que ha contribuido a cambiar el enfoque y visión de los
riesgos y los desastres, a través de proyectos comparativos de investigación,
seminarios y publica. (Arenas, Girot, and Zilbert 2002:18)

46
PNUD En Bolivia, con el Banco Mundial, el PNUD ha venido impulsando Importantes
proyectos y programas que tienden a incorporar el tema de la reducción de riesgos
en la agenda normativa, sectorial y del desarrollo del país.Tanto el Banco Mundial
comoelBancoInteramericanodeDesarrollo(BID)sehaninvolucradoenlatemática
de gestión de riesgos en la región, a través de los procesos de reconstrucción luego
del Fenómeno El Niño 1997/98 y el terremoto en Bolivia. Sus programas incluyen
apoyo para la prevención y mitigación y no son limitados sólo a la reconstrucción.
(Arenas, Girot, and Zilbert 2002:18)

Proyecto Regional Andino de Llevaran a cabo proyectos piloto para empezar a generar la adaptación al cambio
Adaptación al Cambio Climático climático por retracción de los glaciares a través de medidas que reduzcan el
PRAA consumo indiscriminado de agua, las pérdidas en los sistemas de distribución, el
Bolivia, Perú y Ecuador, desarrollo de obras de arte que cumplan la función de acumuladores de agua
sustitutos a los glaciares, y el manejo adecuado del recurso hídrico en cantidad y
en calidad. Otro esfuerzo es el que están llevando adelante comunidades de
montaña, donde se impulsan tareas que permitirán enfrentar desafíos de la
agricultura al cambio climático. (Arenas, Girot, and Zilbert 2002)

PROINPA Organización para-estatal por convenio entre COSUDE y Gobierno de Bolivia.


Promueve la innovación tecnológica en rubros priorizados para mejorar la
competitividad, la seguridad alimentaria y la conservación y uso sostenible de los
recursos genéticos por parte de productores agropecuarios.“La gran diversidad de
especies de papa en los Andes es la clave del éxito en la obtención de nuevas
variedades mejor adaptadas a los múltiples desafíos del cambio climático. En
definitiva,estadiversidadcontribuiráaasegurarlasupervivenciadelosproductores
de papa.”
Componente gestión de riesgos:
• Capacitación en prevención de gestión de riesgos.
• Conformación de Coe municipales (Centro de operaciones de emergencia).
• análisis de cambios climáticos y metodologías de evaluación de desastre natural
(COSUDE 2006:14).

INSTITUCIONES ACADÉMICAS

AGRUCO Centro de excelencia de la Universidad Mayor de San Simón. Produce y difunde


metodologías, técnicas y estrategias agroecológicas sostenibles y ejecuta
programas de desarrollo con municipios y organizaciones campesinas.
Componente gestión de riesgos:
•Prácticasyestrategiassobrelaprevenciónygestiónlocalderiesgosenproducción
agropecuaria.

47
• Revalorización y difusión de la sabiduría local en torno a la prevención y gestión
integral de riesgos en producción agropecuaria.(COSUDE 2006:14)

Instituto Boliviano de Montañas El Instituto Boliviano de Montaña es una fundación sin fines de lucro con sede en
(IBM) – Bolivia ciudad de La Paz, Bolivia. Esta Institución se fundo en el año 2002, inspirada en la
celebración del Año Internacional de las Montañas. En concordancia conla Agenda
21 de las Naciones Unidas, la misión del BMI, es contribuir al desarrollo sostenible
deregionesdemontañaenBoliviaatravésdeinvestigacióncientífica,capacitación
y asistencia técnica, intercambio de experiencias y la realización de proyectos.
(Redesma 2008)

Instituto de Hidráulica e Hidrología El Instituto de Hidráulica e Hidrología es un instituto universitario de investigación,


(UniversidadMayordeSanAndrés)- fundado el 20 de Marzo de 1972 por resolución universitaria UMSA 244/72 sobre
Bolivia la base de un Convenio entre la Universidad Mayor de San Andrés y la Universidad
Técnica de Berlín. (Redesma 2008)

Institute de Recherche du Presente en Bolivia desde 1970, el IRD se compone actualmente de 25


Development (IRD) - Bolivia investigadoresfrancesesquedesarrollan,consuscolegasbolivianos,14programas
científicos. Los programas realizados actualmente en Bolivia abarcan tres
departamentos científicos del IRD, "Medios y Medio Ambiente", "Recursos
vivientes" y "Sociedades y Salud". Es importante subrayar que Bolivia es una de las
másantiguasylamásimportantecontrapartedelIRDenAméricaLatina.(Redesma
2008)

Instituto de Ecología Uno de sus proyectos está inscrito en el Programa Nacional de Cambio Climático,
pero es ejecutado por investigadores del Instituto de Ecología. Desde el 2005
funciona en el país el proyecto Gloria (Global Observation Researche Initiative in
AlpineEnvironnements)parahacerelmonitoreodelasvariacionesdetemperatura
enlaaltamontaña,dondevivenespeciessensiblesacualquieralteraciónclimática.
Más de un centenar de biólogos, zoólogos, especialistas enecología yconservación
investigan distintas áreas de la biodiversidad en el país, en coordinación con el
Instituto de Ecología de la Universidad Mayor San Andrés (UMSA) (PIEB:2008).

48
V.Conclusiones
¿Es posible reforzar las estrategias campesinas de manejo del riesgo desde
las políticas gubernamentales o, por lo menos, lograr que las políticas estatales
no afecten negativamente esas estrategias?

La actual política de desarrollo rural –pese a los cambios que se anuncian a


nivel jurídico- no presenta muchas novedades respecto a anteriores propuestas
de desarrollo. Investigaciones y documentos del PNCC, mencionan de manera
muy superficial las potencialidades del conocimiento campesino andino y las
acciones que realizan en sus comunidades de manera cotidiana para reducción
del riesgo climático (Redesma, 2008), esto a pesar de la base ideológica del PND:
“… el Vivir Bien, que significa estar en armonía entre las personas y al mismo
tiempo estar en armonía con la naturaleza tal como lo conciben los pueblos
andinos amazónico” (Bolivia 2006:2). Sin embargo de estos principios, se
enfatiza con entusiasmo la posibilidad de mecanizar el agro y producir
fertilizantes químicos a gran escala en el país como respuesta estatal al problema
de la pobreza a través del incremento de la producción. Donde antes se
planteaban cadenas productivas, ahora se plantea el desarrollo territorial
apelando a fomentar las empresas comunales e individuales para procesamiento
de materias primas (Bolivia 2006). El sistema de investigación y extensión
agrícola del estado sigue privatizado (FDTA-Valles 2007).

Desde organismos multilaterales se sigue insistiendo que la causa de la


pobreza se encuentra en la forma campesina de manejo de recursos y que es
necesario introducir formas más comerciales e industrializadas. Se intenta seguir
profundizando un patrón energético y productivo completamente inadecuado:
“El minifundio, la degradación de los suelos y la consecuente baja
productividad de la agricultura en la región del altiplano no permiten a las
familias campesinas generar excedentes económicos y acumular riqueza”
sostiene el PNUD (2008:420) insistiendo en que el camino para salir de la
pobreza es la acumulación de capital y de riqueza en pocas manos a través de
proyectos de industrialización y generando una mayor dependencia de la
agricultura campesina respecto de los mercados.

Desde una visión más adecuada, en el caso del riego, el actual ministerio de
aguas tiene conciencia del tema del manejo comunal de las fuentes de agua y se

49
propone desarrollar un marco legal y proyectos de riego tomando en cuenta los
usos y costumbres de las comunidades, lo cual ya significa un gran avance. En
todo caso, es urgente que los dirigentes de las organizaciones campesinas
planteen alternativas diferentes a las ya ensayadas a través del programa
CORACA que se inició en los años 1980s, aprovechando esa experiencia para
evitar caer en los mismos errores.

Nuestra propuesta no apunta a transformar un aparato productivo


campesino que en nuestra opinión es apropiado para el manejo del riesgo. En
cambio, se debería apuntalar la infraestructura productiva. En este caso no nos
referimos a caminos, como usualmente se plantea también en las estrategias de
desarrollo. No es que sea posible oponerse a los caminos, los caminos son
necesarios aunque son un peligro para el medio ambiente.

Lo prioritario a nuestro entender es apuntalar el manejo del suelo y esto es


posible con grandes proyectos de manejo de cuencas que se acompañen de
construcción de terrazas alli donde las comunidades lo consideren necesario,
reservorios para agua de lluvia en las zonas de altura (no necesariamente
acequias, esas obras deberían ser realizadas por las mismas comunidades),
forestación a gran escala con especies nativas forrajeras. Estudio de alternativas
para frenar la escorrentía y erosión en las zonas de altura, buscando controlar
las inundaciones y el arrastre del material fértil hacia las llanuras bajas.

Por el lado de la biodiversidad son varios los pasos que se pueden dar. El
primero es asegurar la defensa de la propiedad de los derechos comunales sobre
el conocimiento y las variedades nativas, no permitir el patentamiento de
variedades nativas y tampoco el ingreso al país de variedades y especies exóticas
–menos aún transgénicos- que tengan patentes extranjeras. Esto puede
acompañarse con programas de estímulo a la bio-diversificación local y apoyo
a bancos de germoplasma in situ.

El proceso se podría acompañar con campañas de difusión nacional de las


ventajas del conocimiento campesino, transformación en los programas de
estudio de carreras como agronomía, producción de literatura y apoyo a la
investigación donde participen las mismas comunidades. La transformación
auténtica de los programas de estudio en las escuelas primarias, con la
posibilidad de implementar currículas diversificadas locales y regionales y la
formación adecuada de maestros en una noción de auténtica interculturalidad
es otra vertiente que puede servir para revalorizar los conocimientos locales.

50
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54
Anexo
Algunos Bioindicadores del clima para la Producción Agrícola

Especie Época de Comportamiento fenológico Predicción productiva


indicadora observación

Guadalupe 8 de Los zorros copulan (q´oñirisga algu jina watanakunku. Anunciando buen año
diciembre Los sonidos del zorro provienen de las alturas.
Si aulla en las quebradas del río. Será buen año en las alturas.
El aullido si es uniforme y prolongado. Mejor año en los valles
Si el aullido es entrecortado. Buen año agrícola
Según Ponce (1997:128) si llora en el mes: Mal año agrícola
Agosto
Septiembre Indican siembra temprana
Octubre Indica siembra intermedia
Indica siembra tardía.

Junio y Julio Según Morales, (1994:138) en el municipio deYura, Es indicador de buen año para la
Potosí agricultura.
se observa sus heces.
Si contienen granos de quinua, cereal o maíz. Auguran buen agrícola en pisos de
Si se observa semillas de t´ago (prosopis sp). valle.
Si se observan huesos. Se augura mal año para la
agricultura
Si se encuentran lana animal en las heces. Es señal de buen año para la
ganadería .
Habrá crías dentro los rebaños.

Zorrino Noviembre y Según Ponce (1997:129)si comienza a escarbar las parcelas Anuncia una buena producción
diciembre y amontonar la tierra agrícola

Ratón Septiembre y octubre Según Ponce(1997:128)si apareceencantidadalmomento Anuncia poca producción, año de
de la siembra hambre

Chiwanku Navidad 25 de Estos pájaros copulan Indicador de un buen año agrícola


diciembre (lip´ anakunku sumaj paranapaj)

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Especie Época de Comportamiento fenológico Predicción productiva
indicadora observación

Gaviota San Juan 24 de junio). Carga la helada (gasa q´uepiachaspa wagaspa purin) Mal año, advierte de heladas

Época de lluvia. Anida en lugares altos o en morros Anuncia un año lluvioso

Agosto septiembre Anida en agujeros. Anuncia año seco

Según Ponce (1997: 129) si se lo ve en los ríos de la Anuncia advenimiento de lluvias.


comunidad, habiendo subido de los valles.

Gallinazo Mayo y junio Visita y permanece caminando dentro las parcelas Augurando un año seco y pobre para
agrícolas. la agricultura.

Yacu Pili Noviembre Son patos de altura que bajan a los valles. Anuncian el advenimiento de la
lluvias

P´esaga Época de lluvias Según Ponce (1997:128)si baja de las lomas hacia los Presagio de heladas en los próximos
sembradíos tres días.

Wayku o yuthu, Toda la temporada Camina silbando y bailando por las parcelas o entre las Anuncia el advenimiento de las
Perdiz lluviosa malezas lluvias.

Loro Temporada lluviosa Bandadas suben a pisos de altura Cesará de llover en alturas, en los
valles esta faltando y los loros vienen
a llevarla

Paloma Durante época Canto melancólico Ausencia de lluvias


lluviosa Canto de alegría Advenimiento de lluvias

Caresmero Época de lluvias Canta lamentándose Haya sido buen o mal año, con su
(pájaro) canto anuncia el cese de las lluvias.

Waychu Durante la siembra Según Ponce (1997:128) se presenta con su trino durante Anuncia buena producción agrícola
la siembra

G´asa p´esgo Febrero, marzo Se presenta bajo sobre los ríos. Anuncia el advenimiento del frío y
las heladas

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Especie Época de Comportamiento fenológico Predicción productiva
indicadora observación

Sapos Julio y agosto Los huevos depositados en vesículas en los ríos son Indican la presencia de las heladas
afectados por las heladas. durante todo el ciclo agrícola.

Morales (1994:135)en el municipio deTiquipaya, Potosí Anuncian un cese de las lluvias


observó:
Es para anunciar las lluvia
Los sapos desovan el rió.
Anuncia cese de lluvias.
Si la coloración de su piel se torna oscura.

Si se torna de color claro.

Araña Durante las siembras Camina arrastrando una gran carga de huevos Anuncia una buena producción
agrícola.
Arrastra una pequeña cantidad de huevos
Anuncia una pobre producción

Hormigas Época lluviosa Según Ponce (1997:128)si aparecen con alas y en mucha Anuncian el retiro de las lluvias.
(sik´imiras) cantidad

Fuente: (Morales 1990:137)

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INDICE

Introducción
I. El Estado del arte de la literatura
sobre estrategias andinas
frente al riesgo climático.................................................. Pg. 5
II. El sistema productivo andino y
las estrategias de manejo del
riesgo analizado en dos regiones
del departamento de Cochabamba ............................. Pg. 13
III. Análisis del proyecto de NCPE
aprobado el 9 de diciembre de 2007
y las modificaciones introducidas
en octubre de 2008 por el Parlamento......................... Pg. 41
IV. Mecanismos gubernamentales y no
gubernamentales de manejo
del riesgo climático y de desastres............................... Pg. 45
V. Conclusiones.................................................................... Pg. 49
VI. Bibliografía ....................................................................... Pg. 51

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