Efecto de distintas estrategias de riego deficitario en la obtención de dos
cosechas anuales de uva de mesa cultivada en invernadero.
F. Alonso1, J. J. Hueso1 y J. Cuevas2
1
Estación Experimental de la Fundación Cajamar. Paraje Las Palmerillas nº 25. 04710.
Santa María del Águila. El Ejido. Almería.
2
Departamento de Producción Vegetal. Universidad de Almería. La Cañada de San
Urbano s/n. 04120. Almería.
Palabras clave: Vitis vinifera, doble cosecha, fenología, brotación, fertilidad, calidad
racimo.
Resumen
El cultivo en invernadero supone en el ámbito de la uva de mesa una
tecnología innovadora. Experiencias previas han demostrado que el cultivo en
invernadero modifica la fenología de la parra en grado tal que la recolección se
adelanta más de un mes, sin merma en la calidad y cantidad de la cosecha. Este
adelanto de la recolección permite, por un lado, entrar en el mercado en mayo-junio,
cuando se consiguen los mayores precios y, por otro lado, abre la posibilidad de
obtener dos cosechas anuales, algo que hasta ahora sólo posible en los trópicos. La
consecución de una segunda cosecha de uva en diciembre sería especialmente
atractiva en España por la demanda de uva para fin de año. Para cumplir este
calendario es necesario inducir un reposo anticipado de la parra. En este trabajo se
comparan tres estrategias de riego deficitario (RD) en su capacidad para promover
un reposo tras la primera cosecha y facilitar la consecución de una segunda cosecha
en diciembre, en la variedad ‘Flame Seedless’. Estas estrategias consistieron en una
supresión del riego con una duración de 3, 6 y 9 semanas según tratamiento tras la
primera recolección. Tras la reanudación del riego se llevaron a cabo la poda,
defoliación y aplicación de cianamida de hidrógeno en todos los tratamientos para
promover la brotación. Se determinaron los efectos de los tratamientos sobre la
fenología, brotación, fertilidad y calidad de la cosecha. Los resultados indican que el
estrés hídrico generado por el RD anticipó efectivamente el reposo. En este sentido,
todos los tratamientos fueron capaces de promover un nuevo ciclo vegetativo y
reproductivo. No obstante, el tratamiento RD que se prolongó nueve semanas fue el
único que produjo la cosecha en fechas adecuadas para permitir su comercialización
navideña. Una mayor duración del RD mejoró además la conformación y tamaño
del racimo.
INTRODUCCIÓN
El cultivo en invernadero supone en el ámbito de la uva de mesa una tecnología
innovadora. En experiencias previas se ha constatado que el cultivo bajo abrigo produce
en la uva de mesa una modificación de su fenología de tal magnitud que la recolección se
adelanta más de un mes, sin merma en la calidad y cantidad de la cosecha (Alonso et al.,
2003). Este adelanto de la cosecha permite entrar en el mercado a finales de mayo-
principios de junio cuando se consiguen los mayores precios y abre la singular posibilidad
de obtener dos cosechas anuales, algo que hasta ahora sólo ha sido posible en los trópicos.
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En España sería especialmente atractiva la consecución de una segunda cosecha de
uva en diciembre, momento en el que los precios vuelven a ser elevados por la demanda
de uva para fin de año. Para cumplir este objetivo es necesario inducir un reposo de la
parra entre ambos ciclos. En los trópicos secos y subtrópicos, donde es posible obtener
dos ciclos por año o tres cada dos años, se emplea el estrés hídrico para detener el
crecimiento de las parras e inducir una forma de reposo o dormancia (Ndung’u et al.,
1996; Possingham, 2004; Pommer, 2006). El estrés hídrico desencadena los mismos
procesos metabólicos que se producen durante el reposo invernal, elevando el contenido
en ácido abscísico y favoreciendo la acumulación de reservas para la subsiguiente
fructificación (Duarte y Mielke, 1993; Ndung’u et al., 1997). Tras el periodo de reposo
impuesto por el estrés hídrico es necesaria la reanudación del riego, la fertilización, la
poda y defoliación y el uso de agentes químicos para provocar la ruptura de la dormancia
y promover un nuevo ciclo de cultivo (Dunuyaali et al., 1983; Edwards, 1985; Fregoni,
1989; Possingham, 2004; Pommer, 2006).
En este trabajo se analiza la capacidad de tres estrategias de riego deficitario (RD)
para promover un reposo tras la primera cosecha y facilitar la consecución de una
segunda cosecha en diciembre, en la uva de mesa ‘Flame Seedless’.
MATERIAL Y MÉTODOS
Este estudio se realizó en 2008 en la Estación Experimental de la Fundación
Cajamar sita en El Ejido (Almería). La Estación está enclavada en una extensa zona
agrícola costera de invernaderos (longitud 2º 43’ W, latitud 36º 48’ N y 151 m.s.m.). El
ensayo se llevó a cabo en un invernadero tipo parral plano de 400 m2, con cubierta
plástica de polietileno térmico tricapa de 800 galgas, y ventanas cenitales y laterales de
apertura y cierre automatizado, con un equipo de control de clima tipo Mithra Clima
(Priva). La plantación era de uva de mesa ‘Flame Seedless’ injertada sobre 161-49C de
nueve años de edad, dispuesta en un marco de 3,5 x 3,5 m y conducida en parral. La
primera cosecha se obtuvo el 26 de mayo, después de completar un ciclo de 124 días
(1532 grados día) desde desborre a recolección.
Para analizar el efecto de distintas estrategias de riego deficitario en la obtención
de una segunda cosecha en el mismo año, se establecieron tres tratamientos que
consistieron en una supresión total del riego después de la recolección (26 de mayo) con
una duración de 3, 6 y 9 semanas según tratamiento (RD 3s, RD 6s, RD 9s,
respectivamente). Tras la reanudación del riego se procedió a la poda y defoliación de los
sarmientos y se aplicó cianamida de hidrógeno (H2CN2) para promover la brotación de las
yemas. La poda se realizó dejando una carga de 10 yemas m-2 (10 varas de 10 yemas y 10
pulgares de dos yemas). La concentración de Dormex® (52% de H2CN2) empleada fue
del 5%. El ensayo se llevó a cabo sobre tres filas de cinco parras cada una, de manera que
cada tratamiento lo constituía una fila. Se analizaron los efectos de los tratamientos sobre
la fenología, brotación, fertilidad y calidad de los racimos. El seguimiento de la fenología
se llevó a cabo desde desborre a recolección considerando que una parra había alcanzado
un estado determinado cuando el 50% de sus yemas se encontraban en dicho estado (Mc
Intyre et al., 1987). La recolección se realizó cuando el contenido en sólidos solubles
totales (SST) alcanzó los 16 ºBrix. La cuantificación de la brotación (yemas
brotadas/yemas dejadas en poda) y de la fertilidad (inflorescencias/yema brotada) se
realizó por separado en varas y pulgares, ya que estos órganos muestran diferente
comportamiento. Por último, en cosecha se determinó el peso de los racimos, así como el
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peso y el tamaño de la baya sobre una muestra de 100 bayas por tratamiento. El número
de bayas por racimo se estimó como el cociente del peso del racimo y el peso de la baya.
RESULTADOS
Todos los tratamientos fueron capaces de promover un nuevo ciclo vegetativo y
reproductivo. Este segundo ciclo anual comenzó en todos los casos en torno a tres
semanas después de reanudar el riego, podar, defoliar y tratar con H2CN2 (24, 20 y 21
días para RD 3s, RD 6s y RD 9s, respectivamente). En el tratamiento RD 3s, la
recuperación del riego se realizó el 16 de junio y la brotación tuvo lugar el 10 de julio,
completándose el ciclo el 14 de octubre con la recolección de los racimos. En el RD 6s el
riego se reanudó el 7 de julio y la brotación de las yemas se observó el 27 de julio,
finalizando el ciclo en este caso el 22 de octubre. Por último, en el RDC 9s el riego se
restableció el 28 de julio y la brotación de las parras se produjo el 18 de agosto, teniendo
lugar la recolección el 26 de noviembre (Tabla 1). En este último tratamiento, la
maduración de los racimos se produjo en una fecha más cercana a la deseada lo que
permitiría la comercialización navideña de la producción, mientras que las recolecciones
de RD 3s y RD 6s se produjeron con demasiada antelación para este fin.
A pesar de la homogénea respuesta en brotación, la duración del ciclo anual no fue
la misma en todos los tratamientos cuando fue medida en días (Fig. 1). El ciclo del RD 9s
fue el más largo con una duración de 100 días. A continuación, le siguió el ciclo del RD
3s que duró 96 días y el más corto resulto ser el ciclo del RD 6s que tuvo una duración de
87 días. En términos de unidades de calor estas diferencias se acentuaron y cambiaron el
orden anteriormente establecido. Con este procedimiento, el RD 3s fue el tratamiento que
mayor integral térmica requirió para alcanzar la maduración de sus racimos, 1967 grados
día, frente a los 1719 grados día que necesitó el RD 6s y los 1602 grados día estimados
para el RD 9s. Mientras que las parras de los tratamientos RD 3s y RD 6s tuvieron que
soportar temperaturas más extremas en el invernadero durante su ciclo, el RD 9s se
desarrollo en condiciones de temperaturas más próximas a las óptimas.
En lo que respecta a la duración de las distintas fases del ciclo, los resultados
muestran que los tratamientos RD 3s y RD 6s proporcionaron ciclos similares,
exceptuando el periodo cuajado-envero que fue algo más corto en el RDC 6s (Fig. 1). Por
el contrario, el ciclo de las parras sometidas a nueve semanas de RD (RD 9s) difirió
notablemente de los anteriores (Fig. 1).
El porcentaje de yemas brotadas tras reanudar el riego fue similar y elevado en
todos los tratamientos de RD (entre 68 y 73 en las varas y 75 y 82 en los pulgares). Estos
resultados sugieren que la aplicación de la H2CN2 resultó eficaz para promover una
elevada brotación en verano. La fertilidad en este segundo ciclo fue semejante en todos
los tratamientos presentando valores entre 0,73 y 0,75 racimos/yema en las varas y entre
0,34 y 0,45 racimos/yema en los pulgares. La fertilidad fue inferior a la esperada para esta
variedad, que es superior a un racimo por yema brotada.
No sólo los racimos resultaron escasos en todos los tratamientos, sino que además
fueron pequeños, con escaso peso y bajo número de bayas (Tabla 2). No obstante, se
aprecia una tendencia conforme la cual cuanto más prolongada fue la suspensión del riego
mejor conformación del racimo se obtuvo, de tal manera que los racimos de mayor peso y
mayor número de bayas fueron los obtenidos en el tratamiento RD 9s (Tabla 2). El peso
de la baya fue similar en todos los tratamientos (3 ± 0,14 g), mientras que el calibre de la
baya fue ligeramente mayor en el tratamiento RD 6s (21,0 vs. 17,0) (Tabla 2).
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DISCUSIÓN
La consecución de dos cosechas anuales de uva de mesa, en zonas de clima
templado implica la selección de variedades de ciclo corto y necesita el cultivo bajo
plástico como método suplementario de calor. Nuestras experiencias previas han
demostrado las enormes posibilidades del cultivo en invernadero para producir uva
extratemprana (Alonso et al., 2003). El desafío, pues, era ahora demostrar que es posible
cumplimentar un segundo ciclo de cultivo, con la importante adición de un periodo de
reposo intermedio, cuya duración óptima está en estudio. El objetivo de alcanzar una
segunda cosecha ha sido cumplimentado con creces, incluso podría decirse que
excesivamente por cuanto las fechas de recolección han resultado en algún caso
demasiado tempranas para el mercado navideño (Tabla 1). En términos de calor, la
integral térmica necesaria para completar ambos ciclos de cultivo sumó un total de 3500
grados día, cantidad que sólo es posible satisfacer en nuestras latitudes mediante el
cultivo en invernadero. Cultivo forzado que adelanta el inicio del primer ciclo de cultivo y
limita su duración a 130 días (Olivencia, 2007). Este trabajo muestra que la duración del
segundo ciclo de cultivo en invernadero no superó en ningún caso los 100 días (Fig. 1),
dando un amplio margen para el manejo del reposo invernal (y veraniego) a lo largo del
año. Possingham (2004) y Pommer (2006) subrayan en este sentido la necesidad de
manipular el cultivo para producir ciclos de duración en torno a 120 días para la
obtención de más de una cosecha al año.
Esta manipulación implica que para la obtención de la segunda cosecha anual es
necesario, en primer lugar, inducir un periodo de reposo veraniego. Este reposo se puede
generar mediante estrés hídrico (Possingham, 2004; Pommer, 2006). Según Ndung’u et
al. (1996) el estrés hídrico resulta una práctica indispensable para la producción de dos
cosechas de uva al año. En este trabajo todas las estrategias de riego deficitario llevadas a
cabo han resultado eficaces en la instauración del reposo necesario para iniciar el segundo
ciclo, independientemente de su duración. Paradójicamente, tras la inducción del reposo
resulta necesaria su cancelación. Y de nuevo las técnicas utilizadas para inducir la
brotación de las yemas fueron igualmente efectivas en todos los tratamientos, que
entraron en desborre apenas tres semanas tras la reanudación del riego. La cianamida de
hidrógeno es un agente de ruptura del reposo de uso muy extendido en vid por el
adelanto, incremento y homogeneización de la brotación que causa (Shulman et al., 1986;
Or et al., 1999), aunque su uso más común es la satisfacción parcial de las necesidades de
frío invernal. La elevada brotación tras la aplicación de H2CN2 al 5% avalaría también su
utilidad para salir del reposo ‘veraniego’. Diferentes autores han contrastado la eficacia de
la H2CN2 para producir dos ciclos de cultivo de uva al año (Lin et al., 1984; Kubota et al.,
2000; Possingham, 2004; Pommer, 2006).
La brotación en este segundo ciclo además de resultar elevada fue rápida. En todos
los tratamientos se produjo en torno a las tres semanas de reanudar el riego. Esto contrasta
con las cinco semanas que son necesarias para observar el desborre en el primer ciclo de
cultivo. La brotación más rápida se explica por las elevadas temperaturas a las que se
induce la brotación en el segundo ciclo en comparación con las temperaturas que se dan
en esta misma fase durante el primer ciclo (Tª día/noche: 28ºC/14ºC en segundo ciclo vs.
23ºC/8ºC en primer ciclo). Este prematuro desborre tuvo importantes implicaciones en
cosecha. A pesar de la elevada brotación, en todos los tratamientos se observó un débil
desarrollo de los pámpanos y una baja fertilidad. Los racimos fueron además pequeños en
todos los tratamientos, con escaso peso y bajo número de bayas. Estos resultados parecen
tener su origen en un prematuro desborre de yemas que no acumulan reservas suficientes
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para tener un normal desarrollo. Or et al. (1999) apuntan, que un prematuro desborre tiene
como efecto indirecto, el forzado de una yema con un desarrollo parcial del meristemo
reproductivo, que deriva en una reducción en el tamaño de los racimos y en el número de
bayas. Las elevadas temperaturas registradas bajo el plástico pueden haber contribuido
también favoreciendo el desarrollo vegetativo en detrimento de la diferenciación floral
(Pouget, 1981).
En cualquier caso, el tratamiento RD 9s produjo racimos de peso próximo a los
200 g, con bayas de calibre comercial y adecuado grado de maduración en una fecha muy
próxima a diciembre, satisfaciendo las básicas demandas para un producto navideño
(racimo fresco, sin semillas, sin necesidad de prolongados tratamientos de conservación).
El mayor inconveniente, aunque muy relevante desde el punto de vista comercial, es el
obvio color rojo de la baya de ‘Flame Seedless’. Experiencias en paralelo analizan la
adaptación a este sistema de cultivo de variedades apirenas blancas, de ciclo corto y
mayor vigor.
Referencias
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carbohydrates, and nitrogen contents of Kyoho grapevines in relation to budbreak
induction by water stress. Am. J. Enol. Vitic. 48: 115-120.
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224
Shulman,Y., Nir, G., Famberstein, L. y Lavee, S. 1983. The effect of cyanamide on the
release from dormancy of grapevine buds. Sci. Hort. 19: 97-104.
Tabla 1. Fenología de los estados más representativos del segundo ciclo anual de ‘Flame
Seedless’ cultivada en invernadero bajo tres estrategias de riego deficitario con
duración variable: 3 semanas (RD 3s), 6 semanas (RD 6s) y 9 semanas (RD 9s).
Estado RD 3s RD 6s RD 9s
Desborre (09) 10-jul 27-jul 18-ago
Floración (65) 2-ago 18-ago 18-sep
Cuajado (71) 8-ago 22-ago 25-sep
Envero (81) 26-sep 1-oct 28-oct
Maduración (89) 14-oct 22-oct 26-nov
Tabla 2. Peso (g) y número de bayas por racimo y peso (g) y diámetro (mm) de la baya de
la segunda cosecha anual de ‘Flame Seedless’ cultivada en invernadero bajo tres
estrategias de riego deficitario controlado (Tratamientos indicados en Tabla 1).
Peso del racimo Número Peso baya Diámetro baya
Tratamiento
(g) bayas/racimo (g) (mm)
RD 3s 123,1 41,6 2,96 17,0
RD 6s 175,0 54,2 3,23 21,1
RD 9s 193,3 62,8 3,08 17,2
RDC 9s 31 7 33 29
RDC 6s 22 4 40 21
RDC 3s 23 6 49 18
0 Jun Jul Ago Sep
100 Oct Nov Dic
200
Desborre-Floración Floración-Cuajado Cuajado-Envero Envero-Maduración
Fig. 1. Duración de los distintos periodos fenológicos del segundo ciclo anual de ‘Flame
Seedless’ cultivada en invernadero bajo tres estrategias de riego deficitario (RD).
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