HISTORIA DE LA FILOSOFÍA ANTIGUA Y MEDIEVAL
Máster en Filosofía Teórica y Práctica
TEXTOS DE FILOSOFÍA
San Anselmo: Proslogion (Miguel Pérez Laborda, ed., EUNSA,
2002)
1. Y ciertamente, aquello mayor que lo cual nada puede pensarse, no
puede existir sólo en el entendimiento. Pues si existe aunque sea
en el solo entendimiento, se puede pensar que existe también en
la realidad, lo cual es mayor. (Cap. II)
2. Luego si aquello mayor que lo cual nada puede pensarse existe
sólo en el entendimiento, esto mismo mayor que lo cual nada
puede pensarse es aquello mayor que lo cual puede pensarse algo.
Pero ciertamente esto no puede ser. Existe por tanto, sin duda,
tanto en el entendimiento como en la realidad algo mayor que lo
cual nada puede pensarse. (Cap. II)
3. Esto es tan verdadero, que no puede pensarse que no exista. Pues
se puede pensar que existe algo que no pueda pensarse que no
existe. Por lo que, si aquello mayor que lo cual nada puede
pensarse puede pensarse que no exista, entonces aquello mismo
mayor que lo cual nada puede pensarse no es aquello mayor que
lo cual nada puede pensarse; y esto no puede darse a la vez.
Luego aquello mayor que lo cual nada puede pensarse existe tan
verdaderamente que ni siquiera puede pensarse que no exista.
(Cap. III)
4. Pero, ¿cómo dijo en su corazón lo que no pudo pensar?; o ¿cómo
no pudo pensar lo que dijo en su corazón?, puesto que es lo
mismo “decir en el corazón” y “pensar”. (Cap. IV)
5. Pero todo lo que es circundado de algún modo por el lugar o el
tiempo es menor que aquello que ninguna ley de lugar o tiempo
limita. Luego, puesto que no hay nada mayor que tú, no te
encierra ningún lugar o tiempo, sino que eres en todo lugar y
siempre. Dado que esto se puede decir sólo de ti, sólo tú eres
incircunscrito y eterno. (Cap. XIII)