Las 12 Enfermedades Más Comunes Que Transmiten Perros y Gatos
Las 12 Enfermedades Más Comunes Que Transmiten Perros y Gatos
Muchos son los estudios que ponen de manifiesto los beneficios para la salud que aporta la
adopción de mascotas, en especial aquellas tradicionalmente asociadas al hombre,
como perros y gatos. Los perros, por ejemplo, tienen beneficios en todas las etapas de la vida;
no solo dan compañía, también reducen el estrés de sus dueños, influyen en el desarrollo
social, emocional y cognitivo de los niños, e incluso pueden detectar algunos problemas de
salud incipientes, por ejemplo ataques epilépticos.
Pero no todo es bueno. Perros, gatos y otras mascotas pueden transmitir una cantidad
considerable de agentes patógenos y provocar numerosas enfermedades, algunas de ellas
graves, otras tan leves que pueden pasar desapercibidas.
1. Tiña
La tiña, o dermatofitosis, es una de las enfermedades más contagiosas que pueden pasar
desde mascotas a los humanos. Se trata de una infección cutánea producida por
diversos hongos del grupo de los dermatofitos.
En las mascotas produce lesiones en la piel y caída del pelo en parches aislados con una
marca rojiza en el centro. En el humano es característico que aparezcan lesiones circulares
enrrojecidas sobre la piel. La mejor prevención es evitar el intercambio de mantas, utensilios
de aseo y otros objetos entre mascotas de diferentes dueños, ya que es muy contagiosa entre
animales.
Los hongos dermatofitos causantes de la tiña pueden permanecer años en pelo y escamas
cutáneas caídas y sobrevivir en suelo, madera y tejidos, motivo por el que es
necesario extremar la limpieza y lavar de toda la ropa del hogar en agua caliente y de forma
frecuente si hay tiña o se sospecha en alguna de nuestras mascotas.
2. Ascariasis
Uno de los parásitos intestinales más comunes en perros y gatos son los gusanos redondos,
entre ellos algunos helmintos, como el Toxocara canis, y algunos nematodos, como
el Ascaris lumbricoides. El T. canis puede pasar al humano pero es más raro, no así el A.
lumbricoides, comúnmente llamados lombrices intestinales.
La infección por estos parásitos (ascariasis o ascaridiasis) es muy común, sobre todo en
niños. Los huevos de ascaris llegan a la boca a través de manos, agua o alimentos
contaminados, y al llegar al intestino eclosionan y se desarrollan los gusanos adultos. Una
fuente muy habitual son las mascotas domésticas.
En los animales puede provocar diarrea, sangre en heces y vómitos. Es fácil ver los gusanos
en las heces a simple vista. En los humanos puede pasar desapercibido si la infestación es
muy leve, o producir síntomas muy molestos con dolor abdominal.
El tratamiento consiste en fármacos antiparasitarios, tanto para las mascotas como para sus
dueños. Lavarse las manos tras tratar con mascotas es el método de prevención más básico y
efectivo.
3. Anquilostomiasis
Los huevos liberados a través de las heces pueden crecer en el ambiente hasta gusanos
inmaduros que penetran por la piel, pasan al pulmón y de aquí al intestinodonde se
desarrollan hasta la forma adulta.
En los animales suelen producir diarrea y pérdida de peso, mientras que en el humano
es asintomática con relativa frecuencia; cuando aparecen síntomas, incluyen dolor
estomacal, anemia, pérdida de apetito, tos, erupciones cutáneas.
Al igual que con la ascariasis, el tratamiento consiste en fármacos antiparasitarios para las
mascotas y sus dueños, y para prevenir lo mejor es lavarse las manos tras estar con las
mascotas y no dejar las heces en el suelo para evitar la eclosión de los huevos y desarrollo
de las formas inmaduras.
4. Cestodos, tenias e hidatidosis
Los cestodos (clase Cestoda), o gusanos acintados, son parásitos intestinales que pueden
infectar a nuestras mascotas y a nosotros mismos. Puede que el cestodo mejor conocido sean
las tenias (familia Taenia), aunque hay muchos más. Son gusanos que pueden alcanzar
bastante longitud, son muy desagradables pero afortunadamente fácilmente tratables.
Los huevos del equinococus se ingieren a través del contacto con heces de perro, a través de
agua y alimentos y contaminados. Los huevos traspasan la mucosa intestinal y viajan hasta el
hígado dónde eclosionan y forman los quistes.
Los quistes hidatídicos pueden pasar desapercibidos durante años. Se suelen encontrar en
ecologías o en controles rutinarios como un crecimiento tumoral de crecimiento lento, 1 cm por
año más o menos. Las larvas no completarían su desarrollo hasta que el hospedador
intermedio (humano) muere, y el hospedador definitivo (perro) se come sus vísceras; en su
intestino las larvas alcanzarán la etapa adulta de tenia.
5. Giardia
Giardia lamblia
Más común en perros que en gatos, la giardia (Giarida lamblia, intestinalis o duodenalis) es
un protozoo flagelado presente en agua, suelos, superficies y alimentos contaminados por
heces de animales infectados, incluyendo humanos, de ahí que la prevención más importante
sea retirar excrementos de mascotas y lavarse las manos siempre. Los síntomas más
característicos son diarrea, náuseas y producción de mucho gas intestinal.
6. Enfermedad de Lyme o borreliosis
El reservorio natural más importante son roedores y cérvidos, desde los cuales pasan a las
garrapatas, y de estas a los animales domésticos y al ser humano. En Europa y Estados
Unidos es la enfermedad transmitida por garrapatas de mayor prevalencia.
7. Sarna sarcóptica
La sarna o escabiosis es una enfermedad cutánea producida por un ácaro parásito que vive
en la dermis, el Sarcoptes scabiei. Es una enfermedad muy contagiosa y de distribución
cosmopolita. El ácaro vive en la piel donde se alimenta de las células cutáneas a medida que
excava túneles. Al final de cada túnel forma un receptáculo donde pone huevos y eclosionan
las larvas.
Los túneles aparecen en superficie como surcos enrojecidos con fuerte picor. El tratamiento de
la sarna es efectivo con diversos acaricidas por vía cutánea y una sola aplicación, por
ejemplo con permetrina. Es muy importante lavar toda la ropa personal y del hogar para evitar
la reinfestación.
Existen otros tipos de sarna en animales, como la sarna notoédrica (en gatos producida
por Notoedres cati) y la sarna demodécica (producida por el género Demodex).
8. Campylobacter
Las bacterias del género Campylobacter, o campilobacterias, son responsables de una gran
parte de las enfermedades diarreicas a nivel mundial. Entre ellas, C. jejuni y C. colison las
más frecuentes y afectan a muchos animales: gatos, perros, roedores, reptiles, anfibios y
aves.
Es habitual que la infección se pueda superar sin medicación, pero a veces es necesario, tanto
para humanos como para animales, por lo que es recomendable acudir al médico. Si tu
mascota tiene diarrea, evita demasiado contacto y lávate las manos después de estar con ella,
incluso varias semanas después de que se haya recuperado.
La enfermedad del arañazo del gato es producida por bacterias del género Bartonella.
Hasta el 40% de los gatos son portadores de Bartonella henselae. Se puede transmitir a través
de arañazos, pero también a través de mordeduras.
La enfermedad se suele superar sin tratamiento específico, salvo en pacientes con el sistema
inmune deprimido. Para prevenir, corta la uñas del gato, evita juegos agresivos y, por supuesto,
que no laman heridas abiertas.
10. Toxoplasmosis
Los gatos tienen más riesgo de adquirir la enfermedad si cazan o consumen carne cruda. En
los humanos la principal vía de transmisión es desde los gatos, sobre todo al manipular sus
heces, pero también al consumir embutidos y otras formas de carne cruda o poco cocinada.
La mayoría de gatos desarrollan inmunidad cuando son adultos, pero en las crías puede dañar
los pulmones, el hígado y el sistema nervioso, al igual que en el feto y bebés humanos. En los
adultos humanos puede pasar totalmente asintomática, aunque a veces produce síntomas
parecidos a los de la gripe. El tratamiento utiliza diversos fármacos, como pirimetamina o
sulfadiazina.
11. Rabia
La rabia es una enfermedad zoonótica viral que transmiten perros, gatos, roedores y una
amplia variedad de animales salvajes. Es producida por
varios rabdovirus (familia Rhabdoviridae) que atacan al sistema nervioso y produce encefalitis
que termina en muerte casi en el 100% de los casos. El más común es el Lyssavirus. Existe
vacuna, tanto humana como para animales.
La rabia puede aparecer en dos formas, paralítica y furiosa, esta última las más popular,
aunque también puede aparecer una combinación de ambas. El desarrollo de la enfermedad es
bastante rápido y se contagia por intercambio de fluidos, como sangre o saliva, tanto entre
animales (típicamente en peleas) como entre humanos y animales.
La peste bubónica es una enfermedad producida por la enterobacteria Yersinia pestis. Las
plagas de esta bacteria hicieron estragos durante la Edad Media, pero aún hoy existe, aunque
es bastante rara. Su infección produce inflamación de ganglios en ingles y axilas, y
frecuentemente también fiebre, dolor de cabeza y debilidad general.
Otras mascotas
No solo gatos y perros pueden transmitir enfermedades al hombre, otras mascotas también.
Las aves pueden transmitir varias enfermedades, entre ellas la psitacosis u ornitosis,
enfermedad producida por las bacterias Chlamydophila psittaci y que es relativamente
frecuente en loros, periquitos, palomas, pavos y otras aves. Provoca síntomas parecidos a la
neumonía y se suele contraer al inhalar polvo que contenga heces de las aves, por ejemplo al
limpiar las jaulas.
La salmonella, tan conocida por las intoxicaciones alimentarias, está presente en el 75-90% de
los reptiles, incluyendo las tortugas, y también es habitual en polluelos y crías de aves.