La zona de confort es la zona metafórica en la que estás cuando te mueves en un entorno que
dominas. En ella las cosas te resultan sencillas o cómodas sean éstas agradables o no.
Por ejemplo, estar atrapado en el tráfico es estar en tu zona de confort porque es lo que conoces.
Estar en tu zona de confort no significa, necesariamente, que estás en una situación agradable,
significa que estás en una situación familiar, conocida, en la que sabes cómo reaccionar por
incómodo que sea lo que estás enfrentando, tus hábitos, tus rutinas, tus habilidades, tus
conocimientos, tus actitudes y tus comportamientos son también parte de tu zona de confort.
Alrededor de tu zona de confort está tu zona de aprendizaje esta es la zona a la que sales para
ampliar tu visión del mundo y lo haces cuando aprendes cosas nuevas como: nuevos idiomas, viajas a
países desconocidos, tienes nuevas sensaciones, enriqueces tus puntos de vista, modificas tus
hábitos, conoces otras culturas o te encuentras con nuevos clientes, es la zona donde debes
observar, experimentar, comparar, aprender.
La zona mágica en la que te pueden ocurrir cosas maravillosas, que aún no conoces porque aún no
has estado ahí, es la zona de los GRANDES RETOS Y METAS.
Hay quienes creen que si salen a la zona mágica no podrán regresar, que su zona de confort
desaparece. Esto es falso, al salir lo que sucede es que extienden su zona de confort y aprendizaje.
Cambiar no significa que pierdes lo que tenías, sino que añades lo que tenías, el cambio es en
realidad, desarrollo.