J.
HABERMAS Y SU INCIDENCIA EN LAS CIENCIAS SOCIALES APLICADAS
0. Revisión biográfica, bibliográfica y de método
Revisión biográfica
Jürgen Habermas nació en el año 1929 en Dusseldorf Alemania, es un filósofo, sociólogo
y periodista que desarrolla su pensamiento desde la tradición filosófica que busca una
interpretación sociohistórica del mundo; en la actualidad es considerado el miembro más
destacado de la segunda generación de filósofos de la escuela de Francfort, empezó a
ser parte de este movimiento desde 1956 como ayudante de T. Adorno en el Instituto de
Investigación Social de Francfort. La estadía de Habermas en el Instituto se dio hasta
1959, en ese periodo de tiempo su pensamiento filosófico estuvo ligado a los
planteamientos de la teoría crítica de Horkheimer y Adorno. En el año1961 y hasta 1964
Habermas se desempeña como profesor de Filosofía en la Universidad de Heidelberg
junto a Gadamer, en ese momento el pensamiento de Habermas mantiene la oposición
al cientificismo positivista, y sigue considerando que es necesaria la transformación de
la sociedad mediante la reflexión crítica, sin embargo, se denota en el autor un
distanciamiento con los fundadores de la teoría crítica y un acercamiento a la filosofía
del lenguaje, es en este contexto que se desarrolla la doctrina de la “situación ideal de
diálogo” como núcleo de la teoría habermasiana.
En 1964 Habermas se desempeña como profesor en la Universidad de Francfort, y se
convierte en uno de los principales representantes de la teoría crítica; al finalizar los
sesenta Habermas viaja a Estados Unidos, permanece tres años como profesor de la
Universidad de New York, regresa a Alemania en 1971 para desempeñarse como
director del Instituto Max Plank de Munich para la "investigación de las condiciones de
vida del mundo técnico-científico" hasta 1983, después de su periplo en el Instituto Plank
retorna en 1984 a la Universidad de Francfort.
Revisión bibliográfica1:
▪ Problemas de legitimación en el capitalismo tardío. (1975)
▪ La reconstrucción del materialismo histórico. (1981)
▪ Conocimiento e interés. (1982)
▪ Sobre Nietzsche y otros ensayos. (1982)
▪ Perfiles filosófico-políticos. (1984)
▪ Ciencia y técnica como ‘ideología’. (1984)
▪ Conciencia moral y acción comunicativa. (1985)
▪ Teoría y praxis. Estudios de filosofía social. (1987)
▪ Teoría de la acción comunicativa. I.- Racionalidad de la acción y racionalidad
social. (1987)
▪ Teoría de la acción comunicativa. II.- Crítica de la razón funcionalista. (1987)
▪ La lógica de las ciencias sociales.(1988)
▪ Ensayos políticos. (1988)
▪ Teoría de la acción comunicativa: complementos y estudios previos. (1989)
▪ El discurso filosófico de la modernidad. (1989)
▪ Identidades nacionales y postnacionales. (1989)
▪ Pensamiento postmetafísico. (1990)
▪ La Necesidad de revisión de la izquierda. (1991)
▪ Escritos sobre moralidad y eticidad. (1991)
▪ Sobre la relación entre política y moral. (1991)
▪ Textos y contextos. (1996)
▪ Facticidad y validez. Sobre el derecho y el Estado democrático del derecho en
términos de teoría del discurso. (1998)
▪ Más allá del Estado nacional. (1998)
▪ La inclusión del otro. Estudios de teoría política. (1999)
▪ Problemas de legitimación en el capitalismo tardío. (1999)
▪ Fragmentos filosófico-teológicos. (1999)
▪ La constelación posnacional. Ensayos políticos. (2000)
▪ Aclaraciones a la ética del discurso. (2000)
1
Se ubican las fechas de las ediciones en español.
Método
El método utilizado por Habermas es la crítica y mediante ésta se propone como objetivo:
la transformación social, por ello se basa en una perspectiva sociológica que se apoya
en la comunicación través de la filosofía del lenguaje. En ese orden de ideas la teoría
crítica de Habermas se fundamenta en un método que conjuga elementos de la
sociología y del lenguaje, a partir de esa combinación se accede al conocimiento y a la
comprensión que dará como resultado una conciencia transformadora de la innovación
social.
1. La crítica a la modernidad en el pensamiento de Habermas
El pensamiento de Habermas encuentra en la crítica a la modernidad la base que
sostiene sus principales afirmaciones. En Ciencia y técnica como “ideología (1982),
se hace una crítica fuerte a la filosofía tradicional y en especial a la concepción que
ésta hace de la teoría, según Habermas toda ciencia supone una relación con el
interés, puesto que los intereses forman parte constitutiva del conocimiento y de la
razón. Sin embargo, en la historia del pensamiento filosófico se denota desde Platón
hasta Husserl una desconexión del conocimiento en relación con el interés, y las
teorías que se han presentado en la filosofía se mueven solo en perspectivas
cosmológicas y ontológicas. Evidentemente, Habermas ve la necesidad de una
crítica de la ciencia que permita un escape de lo que él denomina “trampas del
positivismo”, es decir, el centro de las reflexiones críticas de Habermas se van a
dirigir a la ciencia moderna y a su pretensión de obtener un conocimiento objetivo
que excluye valores, ética e intereses humanos. Para Habermas el desarrollo de la
ciencia permite a los seres humanos controlar la naturaleza mediante tecnología;
sin embargo, ese mismo desarrollo de la ciencia obvia elementos en relación con
los intereses humanos.
Ciencia y técnica como “ideología (1982) le permite a Habermas distinguir tres
formas de interés que están relacionados con tres clases de ciencias, de donde
surge la división tripartita de le ciencia en Habermas que se manifiesta contraria a
la clasificación de las ciencias del positivismo lógico2. A las primeras las denomina
las ciencias empíricas que se pueden concatenar con las ciencias de la naturaleza,
según Habermas las ciencias empíricas siguen el interés técnico de la razón y están
reguladas por la objetividad. La segunda clasificación está en relación con las
ciencias histórico-hermenéuticas que responden al interés práctico y están
reguladas por la intersubjetividad; la tercera clasificación hace referencia a las
ciencias emancipativas y están vinculadas al interés emancipador y a la reflexión
crítica; Habermas está convencido de que la teoría deja de ser simple teoría y
coincide con la praxis, solo desde la perspectiva de las ciencias emancipativas, pues
en éstas coinciden el conocimiento de carácter teórico, con el interés de carácter
práctico, es decir, la tarea de las ciencias emancipativas no se reduce solo a
comprender sino también en liberarse de las diversas formas de dominación.
La crítica a la modernidad se sigue desarrollando en El discurso filosófico de la
modernidad (1989), para Habermas la modernidad es un proyecto inacabado al que
se le ha querido dar finalización por propuestas filosóficas como las de los
neoestructuralistas franceses y los posmodernos. El discurso filosófico de la
modernidad, asume desde la Crítica una posición que revisa los postulados que
elabora sobre la razón el neoestructuralismo y desarrolla una reconstrucción del
discurso filosófico de la modernidad. La pretensión de Habermas es analizar la
situación actual del mundo y para ello realiza un análisis de la historia en donde
dialoga con diversos críticos y teóricos del pasado y del presente entre los más
representativos de la actualidad se encuentran: M. Foucault, J. Derrida y
Castoriadis, la posición de estos autores se articula con las de Hegel, Nietzsche,
Schiller, Horkheimer y Adorno.
2
El positivismo lógico, también conocido como la Escuela de Viena, divulgó la clasificación en
ciencias formales y ciencias fácticas, factuales o empíricas. Si una ciencia tiene como objeto propio
enunciados analíticos es formal; si tiene, además de éstos, también como objeto propio enunciados
sintéticos, es empírica.
El análisis del discurso filosófico de la modernidad es presentado por Habermas en
cinco partes, en la primera parte, se propone retornar al lugar que busca
desenmascarar a las ciencias humanas en términos de crítica de la razón, para ello
toma a Kant y a la subjetividad por el desarrollada, como punto de origen del
discurso filosófico de la modernidad. En la segunda parte Habermas muestra cómo
la razón podrá criticarse desde la perspectiva del otro, excluido de la razón y por la
razón, para ello afirma que es necesario un acto de autorreflexión en el que se
cambie la postulación subjetiva por el de la razón. En la tercera parte El discurso
filosófico de la modernidad muestra que la mejor forma de reconstruir el proceso de
la modernidad se da mediante la teoría de la acción comunicativa, para conseguir
esa reconstrucción la teoría de la acción comunicativa debe estar liberada del
dominio de la filosofía de la conciencia y del concepto hegeliano de totalidad ética.
En la cuarta parte propone una filosofía de la praxis que permita la producción social
y la transformación por la vía del aprendizaje, la última parte de su reflexión atisba
que las interacciones deben estar susceptibles al consenso, y, que el mundo de la
vida debe permitir un cambio a la filosofía del sujeto y al papel que se le dio allí a la
conciencia, por una tendencia filosófica que se fundamente en formas de vida
concretas.
2. J. Habermas y la Teoría de la acción comunicativa
Después de realizar una crítica al discurso filosófico de la modernidad, Habermas
presenta su teoría de la acción comunicativa como una solución a la problemática
antes denunciada. En la Teoría de la acción comunicativa (1987), Habermas busca
a partir de la racionalidad formal del sistema, y de la racionalidad sustantiva del
mundo de la vida, realizar un análisis de la sociedad. Los elementos esenciales para
entender la acción comunicativa son: i. la postulación habermasiana del mundo de
la vida como “lugar” en donde los sujetos actúan sobre la sociedad (Perspectiva
interna), y, ii. el de racionalidad formal del sistema, que debe entenderse como la
racionalidad técnica-burocratizada, (Perspectiva externa). Ahora bien, Habermas al
realizar un estudio crítico de la sociedad, la ve como un conjunto de sistemas
complejos en donde el “actor” desaparece transformado en procesos de
racionalidad técnica, motivo por el cual se hace necesario un nuevo análisis
sociológico que le dé primacía al actor como verdadero creador de sociedad, en el
nuevo análisis sociológico el planteamiento del mundo de la vida es importantísimo
pues éste es complementario de la acción comunicativa, es decir, la acción
comunicativa puede considerarse como algo que ocurre dentro del mundo de la
vida.
Para Habermas la intercomunicación lingüística es una de las principales
características del hombre civilizado; sin embargo, la acción comunicativa se ha
caracterizado a lo largo de la historia por ser irracional y por no permitir una
verdadera comprensión entre los seres humanos; Habermas (1987) al referirse al
concepto de acción comunicativa profiere “[…] el concepto de acción comunicativa
se refiere a la interacción de al menos dos sujetos capaces de lenguaje y de acción
que entablan una relación interpersonal” (1987. p. 167). En otro apartado Habermas
define la acción comunicativa como una interacción mediada por símbolos. Esta
acción comunicativa supone que los seres humanos tienen condiciones para
expresar con libertad la verdad mediante argumentos y no por el dinero (capitalismo)
ni por el poder (socialismo), según el análisis crítico de Habermas esa acción
comunicativa libre y racional no existe en las sociedades tradicionales, ni en las
modernas sociedades capitalistas ni socialistas, en ese orden de ideas la verdadera
emancipación se gestará con cambios en los procesos de producción, ni tampoco
será la consecuencia de cambiar el modelo de propiedad, la emancipación se
logrará cuando se cambie la acción comunicativa distorsionada por una acción
comunicativa que sea libre y racional que permita lograr mediante el dialogo y el
intercambio de argumentos y es aquí donde surge otro concepto fundamental en la
teoría habermasiana, el concepto de “intersubjetividad” la pretensión de Habermas
con el concepto de intersubjetividad es someter la acción a la libre discusión y
argumentación de todos para probar su pretensión de universalidad, esta posición
es una crítica fuerte a la teoría tradicional que afirmaba que la acción puede
convertirse en una ley universal para todos, según Habermas solo a partir de una
discusión libre, racional y comunicativa se puede llegar a un consenso a algo
intersubjetivo. Una comprensión y aplicación de esta teoría en el contexto
colombiano es presentado por el filósofo Guillermo Hoyos3.
3. J. Habermas y Facticidad y validez: una mirada a la filosofía política y
jurídica
Habermas pretende mediante Facticidad y validez demostrar que los conceptos de
la teoría de la acción comunicativa pueden proporcionarle al derecho un contexto
discursivo que le permita a la ciencia jurídica obtener elementos claros de
Sociología del derecho y una perspectiva filosófica acerca de la teoría de la justicia.
Un elemento central del análisis de Habermas es la idea de Estado de derecho,
para desarrollarlos parte de elementos del derecho en el contexto de la democracia.
En el capítulo Política deliberativa: un concepto procedimental de democracia,
Habermas se mueve en el modelo de la política deliberativa en discusión con teorías
de la democracia que se basan en un concepto empirista de poder
Cuatro ideas sobresalen en la reflexión de Habermas sobre el derecho y el Estado.
La primera de ellas realiza una crítica a la concepción de democracia en una
perspectiva empirista, que elimina del poder y del derecho su aspecto de legitimidad
democrática. Habermas (1998) lo afirma así:
“La idea de soberanía popular remite en su lectura procedimentalista a las
condiciones sociales marco que posibilitan la autoorganización de una
comunidad jurídica, pero que por su parte no están sin más a disposición de
3
Sobre la teoría de la acción comunicativa Hoyos escribe: “[…] mi relación con los profesores y
alumnos de la Universidad Nacional, me hacían cada vez más claras las tesis de la teoría crítica de
la sociedad, especialmente las de Jürgen Habermas, cuyo "Conocimiento e interés" fue nuestra
lectura hace 40 años, cuando desde Colonia acompañábamos la revuelta estudiantil de mayo del
68. Su referencia al mundo de la vida animado por ciudadanos participantes en la sociedad civil, y
sus tesis sobre política como deliberación, democracia radical y participación ciudadana desde su
concepción dialogal del conocimiento y la acción, permitían distinguir entre dos tipos de poder y dos
tipos de acción: la dominación y la violencia, por un lado, y, por otro, el poder de la "comunicación"
por su naturaleza no violento; la acción violenta y la acción política. Y la filosofía como animadora,
convocante, "edificante" en el espacio conflictivo de la insociable sociabilidad, entre la violencia
armada y la lucha política”. En: Homenaje a Guillermo Hoyos Vásquez: La responsabilidad del
pensar. Ideas y Valores. (2008).
la voluntad de los ciudadanos. La autocomprensión normativa de la política
deliberativa exige, […] un modo discursivo de asociación en un Estado de
derecho”. (1998, p. 378).
Luego Habermas muestra a partir de una comparación de modelos normativos de
democracia como dichos modelos han caído en concepciones totalizadoras de la
sociedad centradas en el concepto de Estado, el concepto de opinión pública es
muy importante allí, al respecto Facticidad y validez afirma: “Porque el espacio
público general es irrestricto en el sentido de que sus corrientes de comunicación
no vienen reguladas por procedimientos sino desde la lucha de interpretación de las
necesidades” (1998, p. 392). En la tercera parte Habermas analiza la tentativa de
R. Dahl de justificar desde la sociología la comprensión procedimental de la
democracia, la intención de Habermas es aclarar qué significa “confrontación” y
mostrar desde la idea de autoorganización los verdaderos principios de una
democracia. Habermas lo muestra así: “[…] se plantea la cuestión de hasta qué
punto la contrarregulación normativa que representan las instituciones del Estado
de derecho puede compensar esas restricciones comunicativas, cognitivas y
motivacionales a las que están sujetas la política deliberativa y la transformación del
poder comunicativo en poder administrativo”. (1998, p. 406).
A partir de estas ideas Habermas en Facticidad y validez se explicitará en una teoría
de la sociedad en donde los sujetos accedan mediante el lenguaje al entendimiento
comunicativo, y mediante la teoría de sistemas al análisis del contenido normativo,
Habermas llega así al concepto “colonización del mundo de la vida” que le permitirá
encontrar un diagnóstico sobre las patologías de la modernidad. Esas patologías se
podrán solucionar cuando las instituciones políticas garanticen el proceso de
entendimiento comunicativo y cuando los ciudadanos reconozcan en el Estado un
garante de dicho proceso.
4. Habermas y (Apel): La ética discursiva
La Ética del discurso también conocida como ética comunicativa o dialógica fue
desarrollada en las últimas décadas del siglo XX por Karl Otto Apel y Jürgen
Habermas, la ética discursiva es una ética formal basada en el diálogo y la
comunicación que encuentra sus raíces en el pensamiento de Kant e intenta dar
solución a una tarea del pensamiento filosófico del siglo XX que intentó fundamentar
racionalmente la ética en el contexto de las críticas a la racionalidad presentes en
la modernidad. Esta ética se fundamenta en la autonomía de la persona, que
confiere al hombre el carácter de autolegislador, y en la igualdad de todas las
personas, que les da derecho a buscar una normativa universal mediante el dialogo.
Apel quien desarrolla la ética del discurso con Habemas es un filósofo Alemán
nacido en Dusseldorf en el año 1922, su pensamiento ha estado influenciado por
fenomenología de Husserl, la hermenéutica de la línea de Dilthey debido a la
influencia de Rothacker y la de hermenéutica de Heidegger; otra incidencia notable
la encuentra Apel en la filosofía analítica de Wittgenstein, Austin, Searle, Peirce
entre otros; además de elementos de la Escuela de Frankfurt y de la Escuela de
Erlangen.
La filosofía de Apel tiene la pretensión de realizar una transformación semiótica de
la filosofía trascendental, por ese motivo se suele definir al pensamiento de Apel
como una “pragmática trascendental del lenguaje”, es decir, en este autor se
encuentran elementos de la filosofía trascendental kantiana y elementos de la
filosofía analítica. Apel considera que la filosofía debe posibilitar una
fundamentación racional al problema del conocimiento y al problema de la moral,
que permita garantizar una validez de carácter intersubjetiva, ya sea para los
conocimientos o para las normas. Apel busca superar a las concepciones de la
filosofía fundamentadas en las evidencias de conciencia para asegurar la validez;
evidencias que, aunque necesarias, resultan sin embargo insuficientes. El principio
de la ética discursiva es planteado por Apel en su obra La transformación de la
filosofía de la siguiente manera: "Todos los seres capaces de comunicación
lingüística deben ser reconocidos como personas, puesto que en todas sus
acciones y expresiones son interlocutores virtuales, y la justificación ilimitada del
pensamiento no puede renunciar a ningún interlocutor y a ninguna de sus
aportaciones virtuales a la discusión". (1973, p. 176).
El aporte de Jürgen Habermas a la ética discursiva están presentes en Teoría de la
acción comunicativa, allí Habermas desarrolla una teoría general de la sociedad, en
la que intenta dar cuenta de su origen, evolución y anomalías. Las intuiciones de
Habermas se dirigen a un desplazamiento de la filosofía de la conciencia hasta que
se alcance un ámbito de la intersubjetividad comunicativa o del entendimiento
lingüístico, es decir, Habermas presenta un modelo de acción social distinto al de la
tradición (modelo de acción social orientado por los fines egoístas de los sujetos),
sino que propone una acción orientada al entendimiento, para lograr ese
entendimiento los sujetos coordinan sus planes de acción a partir de la razón y a
partir de la aceptación de dichos acuerdos se llega a la validez.
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
Apel, K. O. (1973). La transformación de la filosofía. Madrid: Taurus.
Habermas, J (1892). Ciencia y técnica como “ideología”. Madrid: Tecnos
Habermas, J. (1987). La teoría de la acción comunicativa. Madrid: Taurus
Habermas, J. (1989). El discurso filosófico de la modernidad. Madrid: Taurus
Habermas, J. (1998). Facticidad y validez: Sobre el derecho y el estado democrático
de derecho en términos de teoría del discurso. Madrid: Trota.