El ser social y el proceso de socialización
El ser humano es esencialmente un ser social. Sin embargo, esa naturaleza de ser
social es producto de un largo proceso en la vida de cada persona. Y ese proceso
tiene, por así decirlo, dos caras. Desde el punto de vista de cada individuo, opera el
proceso de aprendizaje. Desde el punto de vista de la sociedad, y respondiendo a
su necesidad de mantenerse como tal, opera el proceso de socialización. Este
proceso es importante de considerar si deseamos entender el comportamiento
humano.
La socialización es el proceso por el cual aprendemos a ser miembros de la
sociedad.
Es decir, a través de la socialización aprendemos a ser miembros reconocidos de
la sociedad en que hemos nacido. Y ser miembro reconocido, esto es, que los
demás me perciban como tal y que yo me identifique como parte de esa sociedad,
implica, en lo esencial, la adopción de una cultura común. La socialización tiene
como resultado la interiorización de normas, costumbres, creencias y valores,
gracias a los cuales el individuo puede relacionarse con los demás miembros de la
sociedad.
Desde el punto de vista de la sociedad, este proceso se desarrolla a partir de la
participación activa de las personas en una red de relaciones sociales. La naturaleza
de esas relaciones, sociológicamente hablando, se expresa en dos elementos que
son las dos caras de una misma medalla: el desempeño de roles que, a su vez, da
acceso a una determinada posición o situación dentro de una grupo, denomina
status.
Y es precisamente aprendiendo a desempeñar los roles que la persona se socializa.
Obviamente, a lo largo de su vida, la persona se involucra en una gran cantidad de
relaciones sociales lo que significa que desempeña múltiples roles: será hijo,
hermano, amigo, familiar, alumno, miembro de clubes, trabajador, cónyuge, y padre
a su vez, etc, etc.
Y el aprendizaje de cada uno de esos roles le va a permitir internalizar los valores y
las normas de la sociedad. Porque cada cultura, a su vez, va cristalizando formas
típicas, propias de esa cultura, que definen cómo en esa cultura determinada se
aceptará que las personas desempeñen esos roles; estamos hablando, en síntesis,
de una serie de deberes que la persona debe cumplir para ser aceptada y
reconocida como miembros de la sociedad. Y como contrapartida del desempeño
de cada rol, la sociedad asigna o reconoce al individuo una posición o status que a
su vez le abre ciertos derechos. Deberes y derechos, ya sean formales o informales,
serán, en suma, los que moldearán el comportamiento de las personas a través de
este proceso que llamamos socialización.
A lo largo de su vida, cada uno vivirá múltiples procesos socializadores, en función
de los múltiples roles que desempeñará. Esto permite introducir una diferencia en
las etapas del proceso de socialización que es útil conocer porque sus componentes
son diferentes.
Socialización Primaria: se denomina así porque es una etapa en la cual los a
gentes socializadores son esencialmente los grupos de carácter primario, es decir,
grupos en los cuales el tipo de relaciones predominantes están basados en la
dimensión afectiva y emocional de las personas. El comienzo natural del proceso
de socialización para cada niño recién nacido es su inmediato grupo familiar. En
la historia de la humanidad, la familia ha sido la agencia de socialización más
importante.
Algunos autores plantean que los cambios sociales producidos por los procesos de
industrialización y modernización han llevado a una perdida relativa de su relevancia
ante la irrupción de otras agencias socializadoras como el sistema educacional y
los medios masivos de comiunicación. Sin embargo, su importancia sigue siendo
capital porque, en general, la familia filtra de manera directa o indirecta a las otras
agencias socializadoras, escogiendo la escuela a la que van los niños, procurando
seleccionar los amigos con los cuales se junta, controlando (supuestamente) su
acceso la televisión, etc. Junto a la familia, y aún en la infancia, el proceso se abre
a otros grupos primarios de pertenencia.
Socialización secundaria: la socialización primaria finaliza cuando el individuo
comienza a integrarse a grupos en los cuales la naturaleza de la relación social es
de carácter secundario, es decir, relaciones basadas más bien en un componente
formal, racional, y que, en general, son relaciones a las cuales la persona se integra
opcionalmente y como resultado de un contrato social, escrito o no. Es la
internalización de subculturas (realidades parciales que contrastan con el mundo
de base adquirido en la socialización primaria) institucionales o basados en
organizaciones formales. El individuo descubre que el mundo de sus padres no es
el único. La carga afectiva es reemplazada por técnicas pedagógicas que
facilitan el parendizaje.
Se caracteriza por la división social del trabajo y por la distribución social
del conocimiento. Las relaciones se establecen por jerarquía, poder, contrato legal,
etc. Este proceso es de especial interés para este curso. Cuando una persona entra
a una organización de trabajo, se le socializa para que llegue e a ser parte de esa
organización. Y la forma concreta y práctica es a través del aprendizaje de sus roles,
esto es, el aprendizaje de la forma en que deberá desempeñar su cargo y las tareas
y funciones diseñadas por la organización para ese cargo en particular.
La socialización se produce a través de los que se denomina agentes
socializadores, que son instituciones que la sociedad ha ido creando para garantizar
la incorporación efectiva de sus miembros a la cultura predominante. Existen
diversos agentes de socialización y ellos juegan un papel de mayor o menor
importancia según las características peculiares de la sociedad, de la etapa en la
vida del sujeto y de su posición en la estructura social.
En la medida que la sociedad se ha ido haciendo mas compleja y diferenciada, el
proceso de socialización también se ha hecho más complejo: esto deriva del hecho
de que debe, necesaria y simultáneamente, cumplir las funciones de homogeneizar
a sus miembros lo suficiente como para que puedan identificarse como
“pertenecientes a” pero, al mismo tiempo, diferenciar a los miembros de la
sociedad a fin de que exista tanto la indispensable cohesión entre todos ellos, pero
también el reconocimiento al derecho de existir de diferentes grupos que tienen
particulares formas de vivir la cultura global.
Estamos hablando de la creciente y progresiva existencia de subculturas cada vez
más diferenciadas y que van poniendo una prueba de fuego a la capacidad de
tolerancia y aceptación de las diferencias. En el surgimiento de esta realidad han
jugado un rol esencial los medios de comunicación masivos. Un hecho fuera de
discusión hoy día es que en el mundo actual los medios de comunicación han
alcanzado una difusión sin precedentes.
Los diarios, las revistas, el cine, la radio y, sobre todo, la televisión, son usados por
una cantidad muy significativa y creciente de personas para satisfacer,
principalmente, las necesidades de información y entretenimiento, dedicando un
numero muy grande de horas a ver, escuchar o leer los mensajes difundidos por
estos medios. Para los niños, se ha dicho que al cabo del año están más tiempo
frente al televisor que frente al maestro en el aula. Tal situación tiene un claro efecto
socializador, planteándose que una buena parte de la construcción social de la
realidad está determinada por los medios de comunicación masiva. Estos medios,
particularmente la televisión, darían una imagen del mundo, elaborarían un mapa
de la realidad, que resultaría de capital importancia en la conducta social.
Biografía de Juan Gabriel
Nacido con el nombre de Alberto Aguilera Valadez en Parácuaro, Michoacán,
México, el 7 de enero de 1950, Juan Gabriel murió en Santa Mónica, Los Ángeles,
Estados Unidos, un 28 de agosto de 2016. Fue un cantante de estilos como la
ranchera, la balada, el bolero y la música pop, entre otros. Además fue productor
discográfico, filántropo, actor y un compositor considerado como uno de los mejores
de su país.
Alberto Aguilera era hijo de Gabriel Aguilera Rodríguez y Victoria Valadez Rojas,
una pareja de campesinos que llegaron a tener diez hijos, aunque cuatro de ellos
murieron en su niñez. Su padre, preparando el terreno para sembrarlo, incendió
accidentalmente varias hectáreas. Por esto intentó suicidarse lanzándose a un río,
pero fue salvado. Sin embargo, quedó con un trauma que hizo que lo internaran en
el hospital psiquiátrico La Castañeda, en Ciudad de México. Debido a esto, y a
problemas con sus familiares, Victoria abandonó Michoacán para ir a Apatzingán,
después a Morelia y finalmente a Ciudad Juárez, donde María Romero les cedió un
cuarto para que vivieran en él.
Más tarde, Alberto Aguilera fue internado en la Escuela de Mejoramiento Social para
Menores cuando tenía cinco. Aquí pasó ocho años en los que tuvo que adaptarse a
la vida sin su madre y sin sus hermanos, aunque conoció a Juan Contreras, su
profesor de hojalatería, quien lo introduciría en el mundo de la música a la par que
actuó como una figura paterna para él. Cuando tuvo 13 años, Alberto se fugó del
internado y se fue a vivir con Juan Contreras, con quien vendía artesanías
elaboradas en madera, hojalata y mimbre. Un año después, volvió con su madre
para vender burritos con ella en Ciudad Juárez.
A partir de 1968, Alberto viajó a diferentes ciudades de México, e incluso a
California, para buscar oportunidades; pero no las consiguió. Así que se quedó en
Tijuana, donde le ofrecieron trabajar en el bar Nic y luego en el Bar Noa Noa. En
esta etapa de su vida, donde gozaba de un éxito local, se hacía llamar Adán Luna.
Con lo que había ganado cantando en estos lugares, viajó a Ciudad de México,
donde hizo coros para Leo Dan, Angélica María y Roberto Jordan en la disquera
RCA. Sin embargo, por estas fechas fue acusado de haber cometido un robo y fue
detenido en la Penitenciaria de Lecumberri. Aquí pasó un año y medio hasta que la
cantante La Prieta Linda, Enriqueta Jiménez, intercedió para que fuera liberado por
inexistencia de pruebas. Una vez afuera, Alberto pudo hacerse escuchar del director
de la RCA, el cual lo envío con un par de sus productores musicales e hizo que
firmara su primer contrato.
En 1971 decidió adoptar el nombre de Juan Gabriel, en honor a su padre y a su
profesor de hojalatería, y lanzó su primer disco, El alma joven, en el cual se incluía
el tema No tengo dinero, del cual vendería dos millones de copias en su versión
original, y uno más con el acompañamiento de la Orquesta Sinfónica de Londres.
Luego del rotundo éxito, y de las versiones que otros cantantes hicieron de sus
canciones, Juan Gabriel lanzó un segundo álbum junto con el Mariachi Vargas de
Tecalitlán, Se me olvidó otra vez
. Luego compuso varios temas para Rocío Dúrcal y para Lucha Villa. Asimismo,
grabó sus canciones en otros idiomas y realizó cinco filmes entre los años de 1974
y 1981. Para 1980 ya había vendido más de 20 millones de copias. En esta década,
grabó Recuerdos, y siguió componiendo para Dúrcal, quien fue nominada en varias
ocasiones a los Grammy, pero también para Aida Cuevas, Daniela Romo y Lucía
Méndez. Con Dúrcal realizó varias colaboraciones presenciales y de producción,
por las cuales llegaron a vender hasta 30 millones de copias juntos.
La década de los noventa la inició cantando junto a la Orquesta Sinfónica Nacional
de México en el Palacio de Bellas Artes de Ciudad de México, al cual asistió el
presidente de aquel entonces, Carlos Salinas de Gortari. Pese al silencio
discográfico de 7 años (de 1987 a 1994), los noventa fueron una década de muchas
giras y presentaciones, donde vestía y actuaba de forma amanerada; por lo que
varias veces se le interrogó sobre su orientación sexual, sin lograr de él una
respuesta realmente clara. En el año de 1999, la revista Billboard le dio la
calificación de The Latin Legend, y la Realeza Española le concedió el Premio
Ondas. El año 2000 lo recibió con un concierto en el Zócalo capitalino, al que asistió
un total de 350.000 personas (la mayor asistencia hasta la fecha). Ese mismo año,
Maná ganó un Grammy Latino por su versión de Se me olvidó otra vez. En el 2006,
el rey de España le otorga La guirnalda de Oro y el Premio a la Excelencia Universal
cuando Juan Gabriel cumple 35 años de trayectoria artística. En el 2008 firma
contrato con Universal Music, y lanza Juan Gabriel, luego de otros 7 años de silencio
discográfico.
En el 2010 graba el que sería considerado como el peor de sus discos, Boleros.
Para esta década, produce un disco de duetos divido en tres volúmenes, en los que
figuran autores como Shakira, Jennifer López, Marc Anthony, Vicente Fernández,
Natalia Lafourcade, Joan Sebastián, Paquita la del Barrio, entre otros. Para el 2013
vuelve al Palacio de Bellas Artes por tercera vez, agotando todas las entradas. En
el 2015 sale Los Dúo 2, esta vez con arreglos de Alejandro Fernández, J Balvin,
Andrés Calamaro, Belinda, Franco de Vita y otros. Finalmente, Juan Gabriel murió
el 28 de agosto de 2016 en su departamento en Santa Mónica, California, producto
de un infarto. Su muerte llevó a que varias personalidades del mundo de la farándula
y de la política se pronunciaran, y que eventos multitudinarios fueran realizados en
su honor tanto en su país natal como fuera de él.