0% encontró este documento útil (0 votos)
179 vistas52 páginas

Trabajo Completo Maltrato Infantil

Este documento discute la evolución del tratamiento de la infancia a lo largo de la historia y define el maltrato infantil. Explica que en las sociedades antiguas como Esparta y Roma, los niños tenían poca o ninguna protección y eran vulnerables al abandono, la venta o la muerte. Luego, describe algunos tipos de maltrato infantil como el físico, la negligencia y el abuso sexual. Finalmente, analiza factores que aumentan el riesgo de maltrato infantil y métodos para prevenirlo.
Derechos de autor
© © All Rights Reserved
Nos tomamos en serio los derechos de los contenidos. Si sospechas que se trata de tu contenido, reclámalo aquí.
Formatos disponibles
Descarga como DOCX, PDF, TXT o lee en línea desde Scribd
0% encontró este documento útil (0 votos)
179 vistas52 páginas

Trabajo Completo Maltrato Infantil

Este documento discute la evolución del tratamiento de la infancia a lo largo de la historia y define el maltrato infantil. Explica que en las sociedades antiguas como Esparta y Roma, los niños tenían poca o ninguna protección y eran vulnerables al abandono, la venta o la muerte. Luego, describe algunos tipos de maltrato infantil como el físico, la negligencia y el abuso sexual. Finalmente, analiza factores que aumentan el riesgo de maltrato infantil y métodos para prevenirlo.
Derechos de autor
© © All Rights Reserved
Nos tomamos en serio los derechos de los contenidos. Si sospechas que se trata de tu contenido, reclámalo aquí.
Formatos disponibles
Descarga como DOCX, PDF, TXT o lee en línea desde Scribd
Está en la página 1/ 52

Maltrato

infantil

0
ÍNDICE

1. Introducción………………………………………………………………………
…………………………..pág.2
2. Evolución de la infancia a lo largo de la
historia…………………………………………….pág.3-7
3. ¿Qué es el maltrato
infantil?...........................................................................pág.8-10
4. Tipos de maltrato
infantil……………………………………………………………………………...
pág.11-16
5. Perfil del agresor, víctima y espectador (Consecuencias)………………….
……….…pág.17-21
6. ¿Cómo se explica la existencia del maltrato
infantil?......................................pág.22-27
7. Factores de
riesgo………………………………………………………………………………
………….pág.28-29
8. El papel de los medios de
comunicación……………………………………………………….pág.30-32
9. Detección y prevención del acoso
escolar…………………………………………………….pág.33-39
10. Declaración de los derechos del
niño……………………………………………………………pág.40-44
11. Conclusiones………………………………………………………………………
…………………………pág.45-46
12. Bibliografía y
webgrafía…………………………………………………………………………
……..pág.47

1
1. INTRODUCCIÓN

En la actualidad, el maltrato infantil es uno de los temas más presentes y


controvertidos de nuestra sociedad. En ocasiones, existe la creencia popular de
que este es un fenómeno que ha aparecido en el último siglo promovido por el
tipo de sociedad en la que vivimos, cargada de violencia, vandalismo,
corrupción, robos… Sin embargo, como hemos podido comprobar en diversas
fuentes de información consultadas, el maltrato infantil ha estado presente desde
los comienzos de la humanidad, pasando por las sociedades griegas, romanas,
la edad media, la edad moderna, y la actualidad. Pero, debemos decir que este
fenómeno no puede nunca desvincularse del contexto social y cultural en el que
se desarrolla, para así poder comprender que muchos de los hechos que en
nuestro mundo nos parecen brutales y sin sentido, se encontraban en equilibrio
con las tradiciones, creencias y pensamientos de la época. Para ello, la primera
parte de nuestro trabajo, irá dirigida a hacer un recorrido por las diferentes
maneras en las que las sociedades antiguas trataban y consideraban a la
infancia.

En segundo lugar, abordaremos la definición de este término, partiendo


de la idea de que se trata de un concepto de gran complejidad porque, como ya
hemos dicho, su definición variará según el lugar, el tiempo y la sociedad en la
que nos encontremos. Por ejemplo, es algo muy común en China, incluso en la
actualidad, que se abandone y maltrate a las niñas desde su nacimiento,
fenómeno fruto de sus creencias y culturas. Sin embargo, si esta situación
ocurriera en nuestro país, estaría tachada por nuestra sociedad, como un claro
caso de maltrato infantil.

En tercer lugar, abordaremos diferentes tipos de maltrato infantil,


explicando cada uno de ellos y definiéndolos. Los tipos que explicaremos son: el
maltrato físico, la negligencia, el maltrato psicológico, los abusos sexuales, el

2
acoso escolar y el síndrome de Münchhaussen (una enfermedad mental y una
forma de maltrato infantil).

A continuación, hablaremos sobre el perfil del agresor, la víctima y el


espectador, de modelos que se encargan de explicar el porqué de este maltrato,
así como de las consecuencias en la adultez del mismo.

Y, para finalizar, trataremos los factores que aumentan el riesgo de que se


produzca este fenómeno, el papel que los medios de comunicación tienen tanto
en la prevención como en la fomentación de la violencia infantil, además,
expondremos diversas técnicas y métodos que podemos llevar a cabo para
detectar y prevenir el acoso escolar y hablaremos sobre la declaración de los
derechos del niño.

Por otro lado, nos gustaría exponer las razones de por qué hemos
considerado que el maltrato infantil es un fenómeno bastante importante que
puede llegar a estar presente en nuestra labor estudiantil, y así, queríamos tener
pautas para poder detectarlo, prevenirlo o tratarlo en la medida de lo posible.

2. EVOLUCIÓN DE LA INFANCIA A LO LARGO DE LA HISTORIA

La concepción que de la infancia se ha tenido a lo largo de la evolución de la


humanidad, ha sido verdaderamente diferente, a la forma en la que, en nuestro
actual y modernizado mundo, consideramos a los más pequeños. Si miramos
con nuestros ojos del siglo XXI al pasado, nos parecerá verdaderamente
vergonzoso y aberrante el trato que a la infancia se le daba en cada una de las
civilizaciones más importantes de nuestra historia.

Además, con este apartado, podremos ver como los más pequeños han
sido los que ha sufrido en mayor medida, todas las consecuencias de los
problemas de las sociedades en las que les tocó crecer, problemas como:
tremendas situaciones económicas, sociales, creencias, tradiciones… Incluso
veremos cómo, en muchas de ellas, los niños nunca fueron considerados como
tal, ya que, en algunas ni siquiera existía la concepción de “infancia” y, en otras,
estos pequeños eran considerados como meros objetos de intercambio, compra
y venta.

Así, a continuación, presentaremos una visión general, pero realmente


clara, de la forma en la que la infancia era tratada, cuáles eran sus condiciones
de vida, y como, poco a poco, se fue tomando mayor conciencia de la
importancia de este estrato de la sociedad, creando en su ayuda instituciones e
introduciendo, lentamente, leyes para su protección.

1.1. La infancia en la Antigüedad.

3
Esta etapa de nuestra historia, se vio caracterizada por la idea de que los
padres disponían de plenos derechos sobre la vida de sus hijos, es decir, ellos
tenían la potestad para poder hacer con sus hijos lo que verdaderamente
consideraran correcto. Así, muchos de ellos, se decantaban por ofrecer a sus
vástagos como sacrificio purificador a los dioses.

Son numerosos, los documentos que podemos encontrar, que muestran


los innumerables infanticidios que en esa época se producían sobre los más
pequeños. Así, en la Biblia, encontramos un documento en el que se ve cómo
Moisés trata de escapar de una multitudinaria muerte de todos los niños
pequeños, programada por el faraón, con estas palabras: “Mandó pues el faraón
a todo su pueblo que fueran arrojados al río cuántos niños nacieran a los
hebreos, preservando sólo a las niñas” (Éx. 1,22).

Si hablamos, en primer lugar, de la niñez en Esparta, diremos que los


niños estaban predestinados a formarse en la lucha armada. El fuerte carácter
bélico de esta sociedad, hacía que, a partir de los siete años, los infantes
salieran del cuidado familiar, para pasar a formarse militarmente por y para la
guerra. Sin embargo, antes de formar parte de esta instrucción militar, y recién
nacidos, los niños eran sometidos a una criba que recibía el nombre de
“Asamblea de los Ancianos”, para seleccionar a aquellos que verdaderamente
poseyeran actitudes y capacidades para representar bélicamente a Esparta.

Los niños que no conseguían pasar este “examen”, debido a que tuvieran
algún tipo de deformidad o defecto físico, eran abandonados en el “Monte
Taigeto” o llevados al lugar de los “Apostetas”, que no era más que un precipicio
por el que ellos eran arrojados. Estas prácticas eran tan
comunes entre la sociedad de aquel momento, que incluso estaban permitidas y
reconocidas por la ley, así como más que aceptadas por la sociedad espartana.

Por otro lado, en el caso de Atenas, era algo diferente la concepción que
de la infancia se tenía. Para los atenienses, los niños eran la futura ciudadanía
del estado y un gran porcentaje de ellos eran víctimas de todo tipo de maltratos,
socialmente difundidos, como su venta. Así, por ejemplo, en 1980, López Eire
afirma que: “Se recurría a ella no sólo cuando se observaba en la criatura
malformaciones congénitas, sino además en el caso de que existieran dudas
sobre la paternidad del recién nacido o, simplemente, cuando la penuria
económica obligaba a tal medida”.

Incluso, encontramos que personajes tan importantes como lo fueron Aristóteles


y Platón, hacían referencia en algunas de sus grandes obras, al trato que
recibían los niños de su época. Por su parte, Aristóteles decía: “En cuando a
exponer o alimentar a los niños que vayan naciendo, sea ley no alimentar a

4
ningún niño deforme; y por la cantidad de niños si la regulación de las costumbre
impide que un niño que nace sea expuesto, es menester que es´te delimitada la
tasa numérica que se fija a la procreación de hijos, y si a algunos les nace un
niño por haber tenido relaciones sexuales al margen de estas normas, antes de
que se desarrollen en él sensación y vida, debe practicarse el aborto”
(Aristóteles, Política VI, 1305b,11).

1.2. La infancia en la Roma clásica.

En el caso del gran Imperio romano, debemos decir que, al igual que
ocurría en lo anteriormente explicado, la propiedad de la vida del niño, estaba en
manos de su padre. El “pater familias” tenía toda libertad para poder vender a
sus hijos o abandonarlos. Al igual que ocurría en Esparta, los
romanos también “examinaban” a los recién nacidos, pero en este caso, la
validez o no de ellos no dependía de su capacitación para la guerra, sino de que
fuese o no reconocido por el padre. El rito que se seguía era el siguiente: “El
niño recién nacido era dejado a sus pies. Si deseaba reconocerlo el padre se
detenía y lo tomaba en sus brazos. Si se alejaba, moría de hambre o frío,
pertenecía a cualquiera que quisiera hacerse cargo de él y convertirlo en su
esclavo” (Soriano 2001, p.18). Ante el altísimo grado de mortalidad infantil que
existía en el Imperio, ocasionado en parte por estas prácticas, la Iglesia
comenzó a ejercer una gran presión sobre el estado para que este impusiera
algún tipo de ley, y así fue. En el año 300, apareció el Código de Teodosio, en el
que se publicaron, por ejemplo, las siguientes leyes: “Hemos sabido que en las
provincias en que hay escasez de alimentos y falta de medios de subsistencia,
los padres están vendiendo o pignorando a sus hijos (…) repugna a nuestra
costumbres que cualquier persona pueda morir de hambre o verse impulsad a
cometer actos ignominiosos (…) Se expondrá en todos los municipios de Italia,
una ley destinada a sujetar las manos de los padres para apartarlos del
infanticidio” (Soriano 2001, p.19). Incluso en Roma, se llegó a juzgar al
infanticidio, como pena capital.

1.3. La infancia en la Edad Media.

Durante este período, no existía el concepto de infancia como tal. Para


esta sociedad el niño era considerado “un adulto en miniatura”, y tras los siete
años, comenzaba a ser tratado como un adulto en toda regla, ya que es en esa
edad, en la que ellos pasan a integrarse en el mundo de los adultos. Escolano,
afirma que: “La duración de la infancia se reduce al período más frágil, en el que
el niño no puede subvenir con sus propios recursos a la subsistencia biológica.
Superada esta fase de puericia, el niño es introducido directamente en los
sistemas de vida de los adultos, en sus trabajos y en sus juegos, sin pasar por
los procesos de adolescencia y juventud…” (Escolano 1980, 5).

5
En esta época, los problemas para los más pequeños, se mostraban
sobre todo en aquellas familias pobres, puesto que ellas corrían mucho más
riesgo de sufrir continuos ciclos de hambre y de pobreza, que no tenían más
consecuencia que la muerte. Por ello, estos niños eran los grandes sufridores de
abandonos, infanticidios y negligencias, por parte de su familia, causados ellos
en gran medida, por las difíciles situaciones económicas que atravesaban.
Una de las prácticas que mayor arraigo tuvo en la Edad Media, fue la
conocida bajo el nombre de “sofoco”. En ella, el niño moría asfixiado
intencionalmente por sus padres, debido a que ellos les aplastaban con su peso
en la cama, evitándoles el contacto con el oxígeno. Por su continua práctica,
surgió en ese momento y por primera vez, una legislación que penaba este tipo
de asesinatos.
La Iglesia, es aquella que trata de cambiar esta situación creando asilos
exclusivos para niños abandonados. Sin embargo, los datos de la mortalidad
infantil, indican que estos esfuerzos religiosos por solucionar el problema,
cayeron en saco roto.

1.4. La infancia en la Edad Moderna.

En esta etapa, debemos decir que se comienza a producir un cambio con


respecto a momentos anteriores, ya que ahora la infancia va logrando que los
adultos cambien de algún modo la vaga y casi inexistente concepción que se
tenía de esta etapa de la vida. Sin embargo, es de esperar que estos cambios no
afecten a las clases más humildes, que a su vez son aquellas que cuentan con
porcentajes de infancia más elevados. En esta Edad
Moderna, la presión de la ley y de la Iglesia, con el castigo por la muerte de hijos
legítimos, hizo que se redujera notablemente el número de niños recién nacidos
que morían, pero paralelamente, aumentó considerablemente el número de hijos
abandonados. Sin embargo, la situación para los hijos ilegítimos continuaba
siendo tan precaria como antes. Los reyes apoyaban y consideraban
positiva la formación de instituciones a favor de la protección de estos niños
abandonados, como fue el caso de la construcción en Toledo, en 1499, del
“Hospital de la Piedra”, pero, su labor no iba mucho más allá de un mero apoyo
verbal.
Otros de los centros que se crean, con el mismo objetivo que el Hospital
anteriormente citado, son los siguientes:
Inclusas, en las que se recogerán niños expósitos hasta la edad de seis años;
Casa de Huérfanos; Casa de Expósitos; Escuelas de Caridad; Casa de
Misericordia, que era el lugar donde se prestaría atención a los niños de seis a
doce años; Casa de arrepentidas o recogidas, en las que se internarían
exclusivamente a niñas y madres solteras abandonadas; Hospicios y Asilos,
lugares en los que se cuidaría a niños a partir de los doce años.
Lo verdaderamente positivo de estos lugares, era que propiciaba la
aparición de un sistema institucionalizado de atención al abandono y la
marginación infantil, pero, al menos en esta época, ellos no llegaron a cumplir
6
las expectativas con las que habían sido creados. Estos lugares se
caracterizaban por el elevadísimo número de muertes de sus hospedados,
puesto que sus situaciones higiénicas y sanitarias, dejaban mucho que desear,
hacinando a niños con adultos y ancianos incurables, situación que no había
más que aumentar el número de muertes.

1.5. La Ilustración. Un nuevo modelo de infancia.

Lo cierto es que, en general, esta época supuso un verdadero cambio y


revolución para la sociedad. En cuanto al tema que nos compete, hemos de
indicar que, con ella, aparece un gran interés por la infancia, influido ello en
parte por las ideas del Renacimiento, y sobre todo por una serie de factores, que
a continuación pasamos a explicar:
En primer lugar, hablaremos de los factores demográfico-económicos. En esta
época, existía la creencia de que la mano de obra era sinónimo de riqueza, de
ahí que los niños pasaran a formar parte de la vida trabajadora de la agricultura
o diversos oficios propios de la época.

Y, en segundo, podemos hablar de factores de carácter filantrópico o religioso.


Fue muy notable, el aumento de la preocupación por parte de la Iglesia, de los
expósitos y de los niños marginados, preocupación que se tradujo en la
construcción de nuevas instituciones. A pesar de esta intención y de las ganas
de reyes como Carlos III, de regular y controlar las situaciones de estos
pequeños, las tasas de mortalidad de estos hospicios seguían siendo bastante
altas, todas ellas girando en torno al 60% y al 70%, porcentaje en el que no se
incluyen todos aquellos niños que morían durante el trayecto de llegada a estas
instituciones, debido a lo largo de los caminos y a lo terrible de las condiciones
higiénicas y de comodidad de estos traslados.

1.6. El siglo XIX. La infancia como categoría específica.

Con la llegada de este siglo, comienza a cambiar la concepción paternalista que


hasta entonces se había tenido de la familia. La madre es ahora la encargada de
tener el papel central en el hogar, dedicándose ella a todo lo referido al cuidado,
atención y protección de los hijos, los cuales serán ahora educados en base a
los nuevos valores que rige la sociedad, la cual va otorgando a la infancia el
valor de una categoría específica.
Sin embargo, y como ha sucedido en etapas anteriores, estos avances llegaron
a manos tan solo de los hijos de familias burguesas, ya que en las familias más
humildes, el papel del niño llegó incluso a empeorar.

Ahora, con la llegada de la Revolución Industrial, los pequeños pasaron a formar


parte de las filas de trabajadores que se encontraban en las fábricas, por lo que
con ello, su maltrato venía de manos de grandes cantidades de horas atados al
lado de un máquina, siendo explotados laboralmente a edades tempranas. Su

7
jornada laboral, giraba en torno a las catorce horas diarias, a cambio de un
mísero sueldo, y los lugares de trabajo eran sobre todo grandes fábricas
hacinadas en núcleos urbanos, en el campo o en durísimas minas.
De ahí, que sea esta época una de las más florecientes en cuanto a explotación
laboral infantil, sistema por el cual los niños pasaban a ser considerados meras
mercancías que se podían intercambiar, comprar y vender.

1.7. El siglo XX. El siglo de la Infancia.

Los avances en materia de protección a la infancia, son aquellos que han llevado
a apodar a este siglo XX como el siglo de la infancia. Aunque durante la primera
mitad de siglo, la situación se mantuvo como en épocas pasadas, es en la
segunda mitad cuando se plantean objetivos verdaderamente positivos. Ahora,
la lucha contra las enfermedades sería el tema que centraría todas las
preocupaciones, puesto que su reducción era una de las formas más efectivas
para lograr el descenso de la mortalidad infantil.
En 1946, se creó en España el “Auxilio Social” que fue una entidad dentro de la
Falange española, la cual se encargó de cumplir funciones benéficas y sociales.
Pero, sin duda alguna, será el texto de “La legislación sobre Tribunales Tutelares
de Menores” (1948) el que se erigirá como marco de ley para la protección del
menor.

A parte de estos avances, en esta época se mejoraron también las condiciones


higiénicas y sanitarias de aquellos centros que se dedicaban al cuidado y a la
protección de los niños desfavorecidos, permitiendo que remitiera así, las altas
tasas de mortalidad infantil en estas instituciones. Con esta visión general de la
evolución de la concepción de la infancia, hemos querido plasmar las
evoluciones que poco a poco se han ido produciendo en este tema, hasta
conseguir en 1959 la publicación de los “Derechos del niño”, tema que más
adelante abordaremos. Sin embargo, es aún muy largo el camino que nos queda
por recorrer, para conseguir llegar al punto en el que hablar de maltrato infantil
sea ya algo sin sentido.

8
3. ¿QUÉ ES EL MALTRATO INFANTIL?

Al igual que ocurre con una gran parte de importantes conceptos, el maltrato
infantil, al tratarse de un problema muy complejo y de causas realmente muy
diversas, se convierte en un término bastante controvertido, que hace que poder
definirlo se convierta en una ardua tarea. Son muchas las opiniones vertidas por
muchos autores acerca de lo que para cada uno de ellos es el maltrato infantil.

Pero, debemos comprender que, cualquier definición que se pueda dar de


maltrato infantil, debe ser entendida dentro de la cultura en la que se encuentra.
Gran parte de lo que compone este fenómeno deriva del sistema social en el que
se estructura el grupo humano, relacionado además con aquellas prácticas de
crianza que la sociedad ha acordado como correctas o penables.

En lo referido a la idea anterior, ADIMA, afirma que: “…la ausencia de criterios


claros y operacionales, la diversidad de criterios ideológico-culturales y otros
factores provocan la aparición de multiplicidad de definiciones que hacen que un
mismo caso pueda ser considerado como maltrato o no, en función de quién lo
detecte o investigue, o dónde se detecte o investigue” (ADIMA 1993, p.18).

Por su parte, y apoyando la anterior idea expresada, Soriano comenta que: “No
basta con que una determinada conducta sea nociva o perjudicial, sino que,
además, debe violar alguna norma de aquello que se considera apropiado, de
acuerdo con los valores de la sociedad” (Soriano 2001, p.34).

Por otro lado, algunos autores, indican que las razones por las cuales es difícil
encontrar una buena definición de maltrato infantil, son porque algunas de las
que se dan carecen de claridad y concisión. Así, autores como Mahyhall y
Norgard, afirman que para que una definición pueda ser considerada buena y
aceptada, debe cumplir los siguientes requisitos:

- “Que sea acordada y generalmente compartida.”


- “Que no sea ambigua o vaga, y que sea formulada en términos
objetivos y comunes”
- “Que sea breve, sin palabras o frases innecesarias”
- “Que sea coherente, sin variaciones o contradicciones”
- “Que sea susceptible de ser utilizada de forma fiable y consistente por
investigadores y profesionales de distintas disciplinas.” (Soriano, 2001,
p.34,35).

Así, y respetando los principios enumerados, aportamos una definición de


maltrato infantil: “Puede definirse el maltrato infantil como cualquier daño físico
o psicológico que es infringido de forma voluntaria a un niño y que ocurre como
resultado de acciones físicas, sexuales o emocionales, bien como emisión u

9
omisión de conductas que perjudiquen el desarrollo físico y emocional
satisfactorio del menor “(Cantón y Cortés, 2002; Gracia y Musitu, 1993).

Otra definición, que resulta realmente parecida a la aportada anteriormente,


viene de la mano de García y Noguerol, que dice así: “maltrato es cualquier
conducta o actitud, directa o indirecta por parte de un adulto, otro menor o
Institución que implique la falta de atención y cuidados que un niño o
adolescente necesita para crecer y desarrollarse emocional y físicamente de una
forma óptima.” (García y Noguerol 2007, p.13)

Lo cierto es que, aunque puedan variar de unos autores a otros, las definiciones
de este preocupante fenómeno guardan un aspecto en común: todas concluyen
en que la mayor importancia debe ser otorgada a la protección y bienestar del
menor, y que en la mayoría de las ocasiones existe un cercano contacto entre
maltrato y necesidades básicas insatisfechas.

Por otro lado, debemos indicar que nos ha parecido realmente positivo que el
maltrato psicológico no quede fuera de estas consideraciones de maltrato
infantil. Bien es sabido por muchos, que hasta no hace mucho tiempo, de lo que
más hablábamos y lo que considerábamos que tenía mayor repercusión
negativa sobre el menor, era del maltrato meramente físico. Sin embargo, el
mundo en el que vivimos, ha propiciado que cada vez más, se conozca qué es el
maltrato psicológico y que él es también causante de numerosísimas
consecuencias para aquellos pequeños que lo sufren.

Finalmente, y antes de hablar acerca del siguiente apartado, hemos de comentar


que en algunas definiciones que hemos leído, se añade un aspecto más, que no
aparece en aquellas que hemos adjuntado. Es realmente importante marcar el
espacio temporal (en lo que a edad se refiere) de lo que podemos entender
como maltrato infantil, así Soriano indica que el maltrato infantil: “Es cualquier
daño físico o psicológico producido de forma no accidental a un niño menor de
dieciocho años y que es ocasionado por individuos o instituciones, que ocurre
como resultado de acciones física, sexuales o emocionales, de acción u omisión
y que amenazan el desarrollo normal, tanto físico como psicológico del niño”
(Soriano 2001, p.35). Con esta definición, el autor pone límite a lo que
consideramos maltrato infantil, y ese límite se rompe en el momento en que el
pequeño pasa a ser mayor de edad, a los dieciocho años.

A continuación, hablaremos de por qué se produce maltrato infantil. Desde


nuestra piel, parece impensable poder encontrar una lógica y coherente razón
que pueda explicar cómo, por ejemplo, un padre es capaz de maltratar a su hijo.
Sin embargo, es cierto que existen una serie de factores que explican (que no
eximen de culpa ni justifican al maltratador), las razones que pueden llevar a una

10
persona a maltratar a un menor. Los factores de los que estamos hablando, son
los siguientes:

- “Características individuales de los agresores”


- “Características individuales, en su caso, del miembro no agresor de la
pareja”
- “Características del menor que se convierte en víctima de los malos
tratos”
- “Factores familiares”
- “Factores del entorno (sociales, laborales, culturales)” (Soriano 2001,
p.74)

Una vez expuestos todos estos factores que rodean el mundo del maltrato,
hemos de indicar que la mayoría de las fuentes consultadas, concluyen que el
maltrato no es el resultado de la existencia de tan solo uno de ellos. Uno solo de
estos, no es suficientemente fuerte para inducir una situación de maltrato, de ahí
que la mayoría de importantes investigaciones e investigadores rechacen la
explicación unicausal del maltrato infantil. En la mayoría de las ocasiones el
hecho de que se produzca este fenómeno depende y es fruto de la combinación
sino de todos, de varios de estos factores.

Finalmente, hemos de indicar que se han desarrollado en los últimos años una
serie de modelos que tratan de explicar el porqué de estos malos tratos,
modelos que analizaremos más adelante.

4. TIPOS DE MALTRATO INFANTIL

Cuando hablamos de maltrato infantil, debemos tener en cuenta que son


múltiples las formas en las que un niño puede o no ser maltratado. Desde
siempre, la forma más común y de la que más se ha hablado al referirnos a este
fenómeno, ha sido la del maltrato físico. Sin embargo, poco a poco, hemos ido
conociendo cual es realmente el complejo entramado de tipologías de maltrato
infantil.

11
En primer lugar, aportaremos una primera clasificación sobre los tipos de
maltrato infantil, enfocados estos desde diferentes perspectivas.
- La primera de ellas hace referencia al maltrato por su carácter o forma,
dentro del cual hacemos referencia a dos tipos, a saber, el maltrato físico y el
maltrato psicológico.
- La segunda de las perspectivas, hace referencia al maltrato por su
expresión o comportamiento, dentro de la cual podemos hablar de maltrato
activo, que es aquel en el que se daña al niño física, psíquica o sexualmente, o
de maltrato pasivo, que es aquel producido cuando los tutores o encargados de
cuidados del niño dejan insatisfechas algunas de sus necesidades básicas.
- La tercera y
última perspectiva, hace referencia al ámbito de ocurrencia del maltrato, de
modo que podemos hablar de maltrato familiar (que como su nombre indica es
aquel que se produce dentro del seno familiar) y de maltrato extrafamiliar (que es
aquel en el que el niño recibe daños de cualquier tipo por personas o
instituciones que nada tienen que ver con su núcleo familiar).

Una vez expuesto lo anterior, pasaremos a analizar en profundidad diferentes


tipos de maltratos.

a. Maltrato físico.

Debemos decir que este tipo de maltrato es: “Cualquier acción no accidental
llevada a cabo por cualquier persona que provoque daño físico o enfermedad en
el niño o le coloque en grave riesgo de padecerlo” (Soriano 2001, p.38).

Generalmente, el maltrato físico es aquel tipo de daño que más fácilmente se


puede detectar, debido a que existen una serie de indicadores tales como,
señales corporales externas (golpes, hematomas, quemaduras, mordeduras,
intentos de asfixia, raspaduras, heridas producidas en brazos, piernas o torso,
alopecia traumática), comportamientos típicos del niño que sufre este tipo de
maltrato (temeridad al contacto con sus padres u otros adultos, durante el llanto
el pequeño no muestra expectativas de ser consolado, trata de estar el mayor
tiempo posible fuera de casa, es autodestructivo, muestra conductas de
retraimiento o agresividad…) y emociones características tales como un bajo
nivel de autoestima, sentimiento de rechazo, creencia de que se merece ese
maltrato unida a un sentimiento de culpa.

Finalmente, asociamos una noticia en la que vemos un claro ejemplo de este


maltrato físico: “Una pareja ha sido detenida en la localidad malagueña de
Vélez-Málaga como supuesta autora de malos tratos a su bebé de tres meses y
medio(…)El pequeño fue trasladado al centro médico con fractura en el húmero
de un brazo y arañazos. Esto despertó sospechas en los facultativos que lo
atendieron de que la lesión pudiera haber sido causada por posibles malos

12
tratos en el ámbito familiar. Los pediatras comprobaron que el menor ya había
sido atendido semanas antes en el centro por lesiones costales y en el húmero
del otro brazo, además de una hemorragia retiniana, por lo que la Junta de
Andalucía ha iniciado los trámites para decretar el desamparo provisional del
pequeño, según ha informado el diario Sur de Málaga.” (El País 2011).

b. Abandono físico o negligencia.

El marco del maltrato infantil va mucho más allá del anteriormente explicado
como maltrato físico. Este artículo es una de las numerosas muestras que en
nuestros periódicos nos podemos encontrar, acciones que responden bajo el
nombre de negligencia. De manera formal, podemos definir este tipo de maltrato
como: “Falta de cuidados básicos, supervisión o atención que afecte al
desarrollo físico, emocional y/o intelectual del niño, por parte de padres o
cuidadores. El máximo grado es el abandono, que tiene repercusiones
psicológicas y características somáticas” (VVOO 2005, p.46).

El hecho de que se produzca esta tipología de maltrato, puede ser provocado


por dos razones: que los padres o cuidadores dejen de satisfacer las
necesidades básicas del niño conscientemente, o que, por otro lado, esos
mismos responsables no las cubran por ignorancia y falta de recursos
económicos.

Dentro de este abandono físico, hemos de diferenciar, usando a Soriano como


referencia, diversas manifestaciones del mismo:

- En primer lugar, debemos hablar de falta de supervisión. Esta consiste en la


falta de control y cuidado por parte de los padres o responsables hacia los niños.

- En segundo lugar, hemos de hablar de abandono. Esta forma de negligencia


consiste en la falta de atención de los tutores hacia los niños durante largos
períodos de tiempo.

- En tercer lugar, podemos hablar de vestidos insuficientes. Esta situación se


puede percibir cuando un niño vista con ropa sucia, rota o inadecuada a las
condiciones climáticas del momento.

- En cuarto lugar, existe una forma conocido como negligencia médica. Este tipo
de abandono, viene de la mano de la comunidad médica, y consiste en fallos en
el cuidado de los pacientes menores o en el suministro de medicamentos
inadecuados.

- En último lugar, podemos hablar de negligencia educacional. Es ocasionada


por el responsable del niño, cuando no le proporciona los estímulos y los
recursos adecuados para que pueda desarrollar su vida educativa.

13
Al igual que lo explicamos en el maltrato físico, esta negligencia cuenta con una
serie de indicadores que ayudan a poder detectar este tipo de problema. Así,
podemos hablar de indicadores físicos (referidos a la mala alimentación,
carencia de higiene y de vestido adecuado, falta de cuidados médicos y
educativos), conductuales (Somnolencia, robos, llega tarde a la escuela,
conducta agresiva o tremendamente pasiva, abuso de drogas y alcohol o fugas
reiteradas de casa) emocionales (pesimismo, falta de confianza o incapacidad
de mantener relaciones duraderas).

Para terminar, adjuntaremos una noticia referente a este tipo de maltrato:

“Rescatado un niño de ocho años al que su madre dejó solo en casa, y que
lloraba en un balcón. El niño relató que su madre se fue de casa el jueves, y en
la mañana del sábado, unas vecinas le pasaron comida con una cuerda”
(Soriano 2001, p.41)

c. Abuso sexual.

Este es casi sin duda, uno de los tipos de abusos más horribles y que más
escandalizan a la sociedad. Sin embargo, y a pesar de este sentimiento, los
abusos sexuales son uno de los tipos de maltrato que más se oculta, sobre todo
cuando se producen en el seno familiar. Puede que la falta de salida a la luz
pública sea debida a que son muchos los tabúes que aún rodean a los temas
sexuales.

Entendemos por abuso sexual: “Aquellos contactos e interacciones entre un niño


y un adulto, cuando el adulto (agresor) usa al niño para estimularse sexualmente
él mismo, al niño o a otra persona. El abuso sexual puede también ser cometido
por una persona menor de dieciocho años, cuando esta es significativamente
mayor que el niño (la víctima) o cuando está (el agresor) en una posición de
poder o control sobre otro menor” (Soriano 2001, p.45).Lo más significativo de
esta definición es que hace mención especial a la consideración de abuso
sexual, aunque el agresor no haya superado la mayoría de edad.

Por otro lado, hemos de comentar que las investigaciones acerca de este tipo de
maltrato son relativamente recientes, puesto que hasta hace no mucho, no se
daba ninguna credibilidad a testimonios de abuso sexual vertidos por niños. La
mayoría consideraban que todo aquello no era más que inventos fruto de la
imaginación de los niños.

En la actualidad, numerosas noticias e investigaciones, nos indican que gran


parte de este tipo de maltrato se suelen producir en el núcleo familiar o por parte
de adultos muy cercanos a la familia, y que la mayoría de las víctimas son niñas
comprendidas entre los once y catorce años.

Son cuatro, los tipos de abuso sexual ante los que nos podemos encontrar:

14
- El primero de ellos, recibe el nombre de Incesto, y se produce cuando el abuso
sexual hacia el menor, es llevado a cabo por algún miembro de su familia, o
alguna con la que el niño convive de forma habitual.

- El segundo de ellos se denomina violación. Al contrario que lo que ocurre con


el incesto, la violación es un abuso sexual a un menor, llevado a cabo por
alguien no relacionado con el ámbito familiar.

- El tercero de ellos, es la vejación sexual. Este tipo de abuso sexual se da


cuando el contacto consiste en tocamientos de las zonas erógenas. Él puede
darse en dos sentidos: que el agresor obligue al menor a hacerle tocamientos o
que sea el agresor quien toque al menor.

- El último de ellos se denomina abuso sexual sin contacto físico. En este caso,
el abuso consiste en la pronunciación de frases o expresiones de carácter
verbal, o mediante la muestra de sus órganos sexuales ante el menor (auto
masturbaciones).

Por otro lado, muchas investigaciones han demostrado que la mayoría de los
abusadores suelen ser varones (adultos, jóvenes o adolescentes) que tienden a
mantener estrechas relaciones con las familias del niño abusado. Estos
abusadores, usan diversas argucias para poder cumplir sus deseos. Así, suelen
aprovechar la posición de autoridad que tienen sobre el niño, tratan de ganarse
su confianza y falsa amistad, suelen recurrir a la fuerza y a las amenazas sobre
todo después del primer contacto sexual propiamente dicho…

Finalmente, hablaremos sobre cuáles son los indicadores del abuso sexual así
como haremos un breve recorrido por las consecuencias que estos actos
pueden generar en los menores que, por desgracia, lo padecen.

En primer lugar, y si hablamos de los indicadores, podemos distinguir los


siguientes:

- Indicadores inespecíficos detectados en función del período evolutivo del niño:


en edad preescolar, con problemas de sueño, erotización prematura,
comentarios sexuales tempranos…; edad escolar, con agresividad sexual hacia
otros niños, tendencia a la prostitución, resistencias a quitarse la ropa en los
vestuarios del colegio…; y en la preadolescencia-adolescencia con
promiscuidad, abuso de drogas o intentos de suicidio.

- Indicadores inespecíficos detectados en la asistencia sanitaria, como


resistencias extremas a las exploraciones genitales, terrible miedo al momento
de la visita médica, fenómeno denominado hospitalismo inverso.

15
- Indicadores inespecíficos detectados en el ámbito escolar, con ausencias
prolongadas, síndrome inverso de escolaridad, tendencia a quedarse dormido en
clase o falta de concentración y de trabajo.

En segundo lugar, hemos de decir que las consecuencias más comunes que se
reflejan en los niños que han sufrido abuso sexual son la agresividad, los
problemas de ajuste social, la depresión, la conducta suicida, la depresión, el
autoconcepto negativo…

Para acabar con este tipo de maltrato, adjuntamos una noticia publicada este
mismo año en El Mundo:

“La Fiscalía de Castellón (…) ha ordenado la detención e inmediata puesta a


disposición judicial del profesor del colegio Maestro Vicente Artero de Castellón
acusado de abuso sexual a nueve alumnas menores de edad (…) El profesor
(…) presuntamente no sólo abusó de las menores sino que grabó algunos de
estos abusos en su cámara. La Policía le requisó hasta 13 tarjetas de
memoria en su domicilio con contenido de pornografía infantil”. (El Mundo, 2012)

d. Maltrato emocional o psicológico.

Este tipo de maltrato, se define como: “La hostilidad verbal crónica en forma de
insulto, burla, desprecio, crítica o amenaza de abandono, y constante bloqueo
de las iniciativas de interacciones infantiles, por parte de cualquier adulto”
(Soriano 2001, p.53).

Este maltrato emocional, se puede manifestar de cuatro formas diferentes:

- En primer lugar debemos hacer referencia al rechazo. Con él, el adulto se


desentiende del conocimiento de las necesidades del pequeño.

- En segundo lugar, hablaremos del aislamiento. En este caso, el adulto se


encarga de prohibir al niño cualquier tipo de contacto social con sus iguales,
evitando así el normal desarrollo social del pequeño.

- En tercer lugar hablaremos de aterrorizar. En este caso el adulto se dedica a


amenazar e intimidar al niño, con unos castigos muy severos y en desequilibrio
con la gravedad del acto del niño.

- En cuarto y último lugar, hablamos de corromper. Se puede ver relacionada


con el aislamiento, ya que en este caso el adulto lleva a cabo conductas que
impiden la integración común del niño en la vida en sociedad.

16
Lo cierto es que la identificación de este tipo de maltratos, puede ser una de las
más difíciles de todas. Sin embargo, gracias a múltiples investigaciones, se han
conseguido enumerar una serie de indicadores que dan ciertas ideas sobre los
comportamientos de aquellos pequeños que sufren maltrato psicológico. Algunos
de ellos, son los siguientes: conductas antisociales, recelo, depresión,
desórdenes emocionales, enuresis…

Finalmente, para acabar con este tipo de maltrato, adjuntaremos el siguiente


testimonio: “Estoy muy triste. No tengo amigos, pero no puedo hacer nada. Solo
tengo ganas de llorar. Mis padres dicen que soy una inútil, que todo lo hago mal.
Ni siquiera se dormir” (Soriano 2001, p.53)

e. Acoso escolar.

En primer lugar, aportaremos una clara definición sobre lo que es el acoso


escolar. Así, diremos que: “Es el hostigamiento, intimidación o amenaza
sistemática de un escolar o de un grupo de escolares hacia un compañero suyo.
Su fin es producir daño, destruir, contrariar o humillar al otro (…) Acción violenta
que se ejerce por parte de un grupo o individuo que tiene más fuerza y poder,
contra alguien que está en inferioridad de condiciones”. (Matamala y Huerta
2005, p.159).

Así, cuando hablamos de acoso escolar, debemos tener en cuenta que hacemos
referencia a una serie de actitudes hostiles que se reiteran a lo largo del tiempo y
que por supuesto no son acciones esporádicas o peleas de niños aisladas. Son
variadas las formas en las que se ha denominado a este fenómeno, cambiando
estas en función del su lugar de localización. Así, en los países escandinavos
hablan de mobbing, en el medio anglosajón se usa bullyng y en castellano, a
partir del 2000 (momento en el que el Defensor del Pueblo sobre Violencia
Escolar), se habla de maltrato por abuso de poder entre iguales.

Dentro de este tipo de maltrato, podemos hablar de dos protagonistas: por una
parte hablamos del victimario, que es el agresor, la parte fuerte y dominante de
esta relación de abuso; y por otro lado, hablamos de la víctima, que es aquella
que recibe el maltrato por parte del anterior, y que se suele encontrar en una
situación de inferioridad y sumisión.

Por otro lado, podemos destacar que existen una serie de acciones tipo que
sufren aquellos niños que están sometidos a este tipo de maltrato. Estas
acciones son la exclusión social, la agresión verbal o física, las amenazas y el
acoso sexual.

Al hablar de acoso escolar, estamos haciendo referencia a una serie de


agresiones que tienen lugar en el ámbito escolar, de ahí que un papel muy
importante en la detección y prevención de estos actos esté en manos de los
profesores. Más adelante, en otro de los puntos, trataremos exclusivamente cuál
es la labor y la forma en la que estos profesionales del ámbito educativo tienen
que actuar si se encuentran alguna vez con este problema.

17
f. Otros tipos de maltrato infantil.

Una vez expuestos de manera más extensa estos cinco tipos de maltrato,
haremos una breve referencia a otras modalidades de este fenómeno. Así,
podemos hablar de las siguientes:

- En primer lugar existe un tipo de maltrato denominado maltrato prenatal, que


tiene lugar cuando la madre estando embarazada no cuida como debiera su
cuerpo para evitar cualquier daño en el feto. Los ejemplos más claros de este
maltrato prenatal se suelen traducir en consumo y abuso de drogas y alcohol.

- En segundo lugar, podemos hablar de la explotación laboral, la cual consiste en


someter a los menores a la realización de una actividad continuada, propia de
los adultos, y en la que el niño recibe una remuneración económica.

- Podemos también hablar de la mendicidad infantil, que es aquella situación en


la que el menor (instigado o no por un adulto) pide dinero en la vía pública.

- En cuarto lugar podemos hablar de la corrupción, que consiste en la instigación


por parte del adulto a que el niño lleve a cabo una serie de conductas
antisociales o desviadas, que perjudican el correcto desarrollo del menor.

- Finalmente haremos referencia a un fenómeno que se esconde bajo el nombre


del síndrome de Münchhausen por poderes. Para su definición hemos tomado
como referencia a Soriano, quien indica que este síndrome consiste en:

“Aquellas situaciones en que el padre/madre (principalmente) someten al niño a


continuos ingresos y exámenes médico, alegando síntomas físicos patológicos,
ficticios o generados de forma activa por el padre/madre” (Soriano 2001, p.64).

5. PERFIL DEL AGRESOR, VÍCTIMA Y ESPECTADOR (CONSECUENCIAS)

Como ya hemos explicado anteriormente, el acoso escolar se produce cuando


entre el agresor y la víctima existe una diferencia de poder.

Primeramente hay que hacer una diferenciación entre los chicos y las chicas.
Según hemos comprobado en los libros, parece ser que los chicos en general,
adoptan mayores conductas intimidatorias que las chicas, aunque también
suelen ser en gran medida víctimas de ellas. Las chicas, por su parte, suelen
adoptar conductas de acoso indirecto, mientras que los chicos lo hacen a través
de acoso físico.

18
A continuación, vamos a pasar a analizar las conductas y las consecuencias que
las mismas producen en el agresor, víctima, espectador y en el adulto.

Agresor: Es la persona que siente cierta satisfacción cuando produce dolor en


el otro, por lo que no aparece ningún síntoma de empatía. A los agresores, se
les suele describir “individuos enfrentados a los adultos, antisociales y más
propensos que otros alumnos a contravenir las normas de la escuela”. (Harris y
Petrie. 2006. Pág.22.)

Sus rasgos de personalidad más característicos se suelen resumir en:

a) Tiene un temperamento agresivo e impulsivo, junto a dificultades


para comunicarse y negociar sus deseos.
b) Se muestra una persona activa, manteniendo relaciones directas
con su víctima.
c) Carecen de empatía y de sentimiento de culpabilidad.
d) Tiende a la violencia, impulsividad e incluso a tener el dominio sobre
los demás.
e) Quiere dar la impresión de ser autosuficientes y seguro, al igual que
poseer buena autoestima. Aunque en muchas investigaciones, se
demuestra justo lo contrario.
f) En general, suele tener mayor fortaleza física.

En cuanto a sus indicadores en el ámbito social, se pueden destacar los


siguientes:
a) En las interacciones sociales, adopta una actitud agresiva.
b) Es habitual, que el agresor, sea mayor en edad que su víctima. Su
integración escolar es mucho menor y suelen estar poco
interesados en los estudios.
c) Las relaciones con su familia son mínimas y suelen ser menos
populares que los bien adaptados, pero más que las víctimas.
Debido a esta carencia de lazos familiares le lleva a tomar una
actitud de permisividad ante conductas antisociales.
d) Se observa un fracaso académico en su camino escolar.

Otro grupo que podemos encontrar dentro de los agresores, es el “agresor


pasivo”, el cual sigue constantemente las pautas del agresor. Este nuevo grupo,
solo participa en el acoso, pero no en la agresión. Mientras el nuevo participante
representa un 8% de los adolescentes, los acosadores suponen el 3%. (Díaz
Aguado, 2007).

A la hora de hablar de las consecuencias, nos gustaría aclarar que


primeramente nos vamos a centrar en los niños que acosan, y posteriormente
haremos una mención a las consecuencias que se les plantean a estos niños en
su vida adulta.

19
Es conveniente la intervención de algún adulto especializado o no en este tipo
de problema, ya que al no ser así, el niño que acosa puede ser rechazado por
sus compañeros. Al mismo tiempo, su acto agresivo y violento se refuerza como
algo positivo, ya que quiere tener un reconocimiento social por parte de los
demás.

Por otro lado, es necesario decir que esta actitud de dominio, se generalizará a
otros grupos en los que se integre, lo que lleva a un aprendizaje negativo a la
hora de establecer relaciones sociales.

Por último, los niños que en el colegio han mantenido actitudes acosadoras, y se
han identificado como tales, presentan mayor probabilidad de abandonar los
estudios más tarde, además de cometer actos considerados como delitos.

En la etapa adulta, las personas que admiten haber sido acosadores en su edad
escolar, expresan que tienden a tener mayor grado de depresión que aquellos
que no acometieron contra sus compañeros u otros. Además, tratan a sus
propios hijos con mayor agresividad y severidad. Esto significa, que estos
últimos, lleven a cabo actitudes similares a la de los padres y lleven a cabo
actuaciones de intimidación y malos tratos en la escuela, convirtiéndose así en
acosadores.
Esto explicado anteriormente, se puede comprobar por los resultados obtenidos
en dos investigaciones de dos autores distintos:

- En un estudio llevado a cabo en 1991, Olweus decía que “el 60% de


los alumnos identificados como agresores de los cursos sexto al
noveno a sus 24 años habían sido condenados por la comisión de
algún delito”. (Harris y Petrie. 2006. Pág. 24).

- Garbarino (1999), en su libro lost boys, dice que “los chicos se


convierten en acosadores para “compensar su condición de víctimas
en casa” pág.193. (Harris y Petrie. 2006. Pág. 24).

- Víctima: son las personas que sufren el acoso de su agresor. Se les


suele describir
Como personas inseguras, ansiosas, calladas, que tienen miedo a
la
confrontación.etc.

Los rasgos de personalidad y físicos que se pueden destacar son los


siguientes:
a) Las víctimas suelen señalarse como tímidas, ansiosas, cautas,
sensibles y con bajos niveles de autoestima.

20
b) Suelen ser menos fuertes físicamente, menores que el agresor y
más débiles.
c) Suponen el 3% de los adolescentes. Tienden al aislamiento.
d) Son chicos con algún signo visible como las gafas, dificultad en el
habla. Etc. Aunque es preciso decir, que el agresor, una vez haya
elegido a su víctima, le va a dar igual los rasgos físicos que
presente, puesto que le va a explotar de igual forma.
e) Las víctimas pueden llegar al sentimiento de estúpidas, fracasadas y
falta de atracción.

En cuanto a los indicadores en el ámbito familiar y social, se puede hablar


de:
a) Uno de los rasgos que caracterizan a las víctimas, es que éstas
pasan la mayor parte del tiempo en casa. Quizás esto es debido a
la sobreprotección paterna.
b) Otro de los aspectos a destacar es que las víctimas mantienen
lazos más estrechos con sus madres.
c) Un tercer aspecto a destacar, es que estos niños tienen menos
amigos, y no suelen denunciar el acoso escolar o la violencia por
parte de otros, ya que temen las consecuencias de hacerlo.

Los aspectos anteriormente señalados, son rasgos determinados de forma


general por investigaciones. Ya que dentro del tema “víctima” se puede indagar
mucho más y observar que hay dos pequeños grupos dentro de ellas: víctima
activa o provocativa, y víctima pasiva.

La víctima pasiva es la más común de ellas. Normalmente éstas, son


físicamente menores y más débiles que sus agresores. Son tímidas, con baja
autoestima, inseguras, y con miedo al enfrentamiento, por lo que generalmente
no toma represalias. Estos sujetos suelen sufrir calladamente los ataques
recibidos.
En el ámbito social, suelen ser personas rechazadas y marginadas, con
dificultad de hacer amigos. Aunque las víctimas muestren una actitud más
positiva hacia sus profesores, también tienen con éstos unas redes sociales de
apoyo muy pobres.

La víctima activa combina los aspectos anteriormente señalados con una


reacción agresiva, ya que suele actuar como agresor mostrándose violenta y
desafiante. Estos sujetos son más activos, firmes y suelen mostrar más
seguridad en ellos mismos.
Dicha víctima tiende a molestar a sus compañeros y a burlarse de ellos hasta
que se toman represalias contra ellos. Aunque pierdan la batalla, la víctima
activa, seguirá realizando su trabajo.

21
Estas personas suelen tener problemas en las relaciones sociales incluso
pueden sufrir alguna discapacidad de aprendizaje, problemas de concentración,
etc. Lo que le lleva a tomar este tipo de actitud irritante ante sus compañeros.
Según Daniel Olweus, la víctima activa es “la persona menos popular entre los
compañeros de clase, porque su conducta en el aula suele ser tan problemática
que todos reaccionan negativamente ante ella” (Harris y Petrie. 2006. Pág. 23).

La víctima es quizás quien puede tener mayores consecuencias negativas


incluso cursar síntomas clínicos. El hecho de haber sido víctima del acoso en la
escuela, puede producir en los niños consecuencias tanto a corto como a largo
plazo.
El haber sido acosado, muestra actitudes de depresión, suicidio, baja
autoestima…En diversos estudios, se ha comprobado que estos chicos y chicas
intimidados, evitan la escuela por miedo, y son afectados en el rendimiento
académico puesto que muestran una menor capacidad de aprendizaje debido al
estrés y ansiedad que el miedo les produce.

El acoso producido a las víctimas, también produce en estas un desarrollo


negativo en el ámbito social y personal, lo cual les lleva al aislamiento y a la
marginación. Estos niños, llegan incluso a tener un sentimiento de culpa ya que
reaccionan con tristeza en vez de con ira. Muchos estudios revelan, los suicidios
e intento de los mismos por parte de personas que en su edad escolar fueron
acosados por su agresor.

Por otra parte, los estudios realizados sobre los malos tratos por parte de las
familias, demuestran que los niños maltratados son más propensos a convertirse
en agresores en edades posteriores, o al tener su propia familia.

En un estudio reciente, se demostró que los niños que poseen una baja
autoestima, son más propensos a ser esclavos del acoso escolar, pero al igual,
ellos mismo, tomaron esta conducta más adelante. Estas personas, entran
dentro de la categoría “acosador/víctima”, las cuales son víctimas del acoso que
admiten su condición de acosadores.

- Espectador. En el caso del maltrato entre iguales, los espectadores del


problema, conocen perfectamente dicha agresión, aunque no sean protagonistas
de la misma. Se produce un contagio social, es decir, los compañeros de clase,
en general apoyan poco a estas víctimas, y se produce la participación por parte
de ellos, debido sobre todo a la influencia que los agresores ejercen sobre ellos.
Muchos estudios han demostrado que los alumnos y compañeros de víctimas
que sienten hacer algo para remediarlo no lo hacen, debido principalmente al
miedo de ser incluido dentro de la victimización por parte del agresor.

Como consecuencias que aparecen dentro de este grupo, se pueden entender


las siguientes:

22
a) La visión de la conducta que toma el agresor, puede llevar a
construir en el espectador un aprendizaje sobre cómo comportarse
ante situaciones injustas.
b) Los espectadores pueden sentirse indefensos al igual que lo siente
la víctima.
c) Pueden tomar una actitud no empática ante el sufrimiento de las
víctimas.
d) Observan repetidos actos agresivos en los que no son capaces de
intervenir para evitarlos ni de elaborar estrategias para prevenir
esos malos tratos.

Al hablar del problema del acoso entre iguales, se suele ignorar a un grupo de
niños o personas que son muy importantes en este acto, y estos son los
espectadores. Estos ven lo que ocurre, pero los adultos y educadores que tratan
este problema, suelen marginal la visión de éstos, solo se centran en el agresor
y la víctima.

Los testigos pasivos, al ver los actos de acoso e intimidación, suelen producir
unos sentimientos de enfado, tristeza, miedo e indiferencia. En diversos
estudios se ha descubierto que tanto víctima como espectador suelen reaccionar
de forma parecida fisiológicamente, ya que se ven expuestos bajo el dominio de
un ser superior. Estos sujetos que se encuentran en contacto con la violencia,
comienzan a desensibilizarse ante conductas negativas en la escuela y a no
empatizar con los demás.

6. ¿CÓMO SE EXPLICA LA EXISTENCIA DEL MALTRATO INFANTIL?

En los últimos veinticinco años, se han creado diferentes modelos teóricos que
explican cuáles son los principales motivos o causas por los que se produce el
denominado maltrato infantil. Estos modelos, cada vez ofrecen información más
detallada del fenómeno, pues su explicación ha ido evolucionando de tal modo
que en un primer momento solo se tenía en cuenta la perspectiva intraindividual
o unicausal, basada principalmente en las características personales de los
miembros influyentes o afectados, mientras que en los últimos modelos, ya se
abordaban desde una perspectiva multicausal, es decir, se tenían en cuenta no
solo los factores personales, sino también, los sociales, y la relación existente
entre ellos.

Así, y tras realizar esta breve introducción sobre los modelos teóricos, vamos a
proceder a realizar un recorrido por aquellos modelos más característicos sobre
maltrato infantil, centrándonos sobre todo en el modelo sociológico, al ser éste,

23
el modelo que más relación guarda con la parte de la asignatura ante la que nos
encontramos.

El primer modelo que explica las causas de este fenómeno es el denominado


“Modelo psiquiátrico”. Las explicaciones que este modelo mostraba a cerca
de cuáles eran las causas o razones que explicaban por qué los niños eran
maltratados, provenían del ámbito de la medicina, centrando sus estudios
principalmente en sí los padres maltratantes padecían algún tipo de problema
mental o alteración psiquiátrica, más concretamente, relacionada con
desórdenes de tipos psicológicos o relativos a la personalidad. Como podemos
comprobar, la perspectiva que aborda este modelo es de tipo intraindividual.
Ésta perspectiva, persevera en la idea de que el origen del maltrato proviene del
interior de la persona que se encarga de maltratar. Este modelo, establece
diferentes características propias de los padres que maltrataban:

 “Presencia de síntoma de tipo agresivo, ansiedad y bajo nivel de


autoestima.

 Impulsividad, por tanto poco control ante las reacciones inmediatas


y falta de previsión de las consecuencias en la toma de decisiones.

 Incapacidad o dificultades en la resolución de problemas.

 Poca tolerancia ante situaciones de tensión.

 Escasa capacidad empática.

 Visión más negativa, ante la conducta de sus hijos, que la de los


demás padres.

 Los padres maltratadores han sido sujetos de abuso en su


infancia.” (Soriano 2001, pág. 76-77).

Sin embargo, había ciertos casos, en los que los padres de los niños maltratados
no padecían ningún tipo de trastorno mental o psicopatológico. Esto llevo a
cuestionarse el enfoque que planteaba dicho modelo, optándose así por un
cambio hacía los modelos de tipo psicológico.

El segundo modelo que explica las causas de este fenómeno es el denominado


“Modelo psicológico”. Éste surge debido a las dificultades que presenta el
modelo anterior, pues era difícil demostrar que las causas ocasionantes del
maltrato se debieran únicamente a la presencia de alguna psicopatología. Así,
una vez explicada la causa de su aparición, y dispuestas a abordar el modelo en
sí, podemos decir que éste modelo se encarga de investigar diferentes aspectos
individuales propios de la infancia de los padres, como son, por ejemplo, sus
capacidades cognitivas, sus habilidades, su forma de crianza, su puesta en
práctica a la hora de resolver sus propios problemas….

24
Como podemos comprobar, este enfoque, al igual que el anterior, también es de
tipo intraindividual, lo que sucede es que el otro se centraba más en sí los
padres habían padecido algún tipo de problema mental, y éste, por el contrario,
deja de poner tanto énfasis en dicho aspecto, y comienza a centrarse más en
otros de tipo evolutivo y cognitivo, siempre procedentes o referidos a los padres.
Así, comienza a conceder especial importancia a dos aspectos clave, la madurez
personal y la complejidad psicológica de los padres, pues este modelo, se
fundamenta en la idea de que los padres que se dedican a maltratar a sus hijos
son principalmente personas inmaduras, es decir, que no han logrado alcanzar
los diferentes estadios que te llevan hasta la madurez psicológica, quedando así
estancados en estadios previos.

Es, por este motivo, por lo que dichos padres no tratan de forma correcta a sus
hijos, pues para ellos, las conductas que su hijo debe mostrar son las propias de
un adulto, sin tener en cuenta, que se trata de un niño y como tal su
comportamiento es diferente. Así, podemos decir, que lo que estos padres
esperan de sus hijos son respuestas madurativas, y no las típicas rabietas o
pataletas que los dan a los niños cuando no se les concede lo que desean. Todo
esto, lleva a dichos padres a actuar con total impulsividad, pues su punto de
desquiciamiento es tan alto, que no son capaces de calmarse y actuar con
control.

Por último, es conveniente señalar, que este modelo, al igual que el anterior,
simplemente se centró en los aspectos propios de los padres, sin tener en
cuenta que en el maltrato infantil también, quizás, podían influir otros factores.
Este hecho, impulsó en gran medida la creación de nuevos modelos en los que
se tuviera en cuenta, la influencia que los factores sociales y familiares ejercían
sobre dicho fenómeno.

Así, tras dicha idea, surgen los llamados “Modelos sociológicos”. Es, con la
aparición de estos modelos en la década de los setenta, cuando comienzan a
tenerse en cuenta entre los factores que explican u originan el maltrato infantil,
aquellos de tipo socioeconómicos, y los valores y prácticas culturales que
justifican el por qué o el motivo de usar la violencia. Además, comienzan a
tenerse en cuenta aquellas situaciones de estrés o de inquietud que viven las
familias normalmente por el hecho de padecer problemas de tipo social o
económico.

Según los sociologistas, la principal causa que explica el por qué se produce el
maltrato proviene de la sociedad ante la que nos encontramos. Hay ciertos
aspectos propios de nuestra sociedad, como son la pobreza, el aislamiento
social, el desempleo….que llevan a los padres a padecer altos índices de estrés
y nerviosismo. Son, estos índices de estrés, lo que hacen que los padres no
sean capaces de controlar sus actos, y realicen, casi de forma inconsciente,

25
tales hechos violentos contra sus hijos, quienes simplemente actúan “como
elementos de descarga”. Además, los sociologistas, sostienen la idea de que si
además de todos estos condicionantes sociológicos, los cuidadores o padres
padecen algún tipo de estrés concreto, por ejemplo, si cuentan con un gran
número de hijos y su poder económico no es suficiente, se pueden producir bien,
un alto índice de maltrato hacía ellos, o simplemente, un completo
desentendimiento.

Como hemos podido comprobar, este modelo apoya que los factores
socioeconómicos son una de las principales causas que explican el maltrato
infantil, sin embargo, es conveniente aclarar, que si atendemos a dicho factor,
es obvio que no todas las clases sociales van a padecer dicho fenómeno en la
misma proporción, pues como bien sabemos, hay ciertas clases sociales que
viven en mejores condiciones que otras. Así, y atendiendo a este dato,
numerosos trabajos han comprobado que las clases sociales más afectadas, son
las bajas. Dato, que lleva a oponerse a aquellos autores que consideraban que
el maltrato, no era para nada un fenómeno relacionado con el empobrecimiento
de la sociedad. De esta manera, y siguiendo con este aspecto, hemos de decir,
que numerosos trabajos han establecido una estrecha relación entre el
empobrecimiento social y el maltrato infantil, por lo que se demuestra, que el
estrés socioeconómico y el maltrato aparecen interrelacionados.

Así, a modo de síntesis, cabe decir que los modelos sociológicos, atribuyen sus
principales causas de maltrato a los niveles económicos y sociales en los que se
encuentra la familia maltratante. Es por esta razón, por lo que esta perspectiva
se centra tanto en el contexto macrosocial, referido a la sociedad, como
microsocial, relacionado con la familia, tomando como elementos claves las
condiciones sociales y de vida que pueden llegar a afectarlas, es decir, el
desempleo, la falta de apoyo social…

De esta manera, y atendiendo a todos estos factores, podemos presentar las


siguientes variables:

 Clase social: Como ya hemos visto, el maltrato se relaciona


principalmente con las clases sociales bajas. Sin embargo, aún nos
asalta la duda de si este fenómeno solo se produce en dichas
clases o, simplemente, es que es en éstas dónde más se produce,
por el mero hecho de que son ellas las que más relación
establecen con los denominados servicios sociales.

 Estado civil de la madre: La mayor parte de las madres que se


dedican a maltratar a sus hijos o están pasando por un momento
precario en su relación, o simplemente carecen de ella, viviendo
solo con sus hijos.

 Situación laboral: si la situación laboral de la familia es


insatisfactoria, inestable o simplemente carecen de desempleo, es

26
más común que se produzcan actuaciones de maltrato. Aunque
también es cierto, que en ocasiones, aunque se cuente con un
empleo estable, si se está insatisfecho, también se pueden llevar a
cabo malos tratos con los hijos.

 Composición familiar y número de hijos: estos elementos están


estrechamente relacionados con un mayor aumento de maltrato.

 Aislamiento social: generalmente, las familias que maltratan a sus


hijos, no suelen mantener ningún tipo de relación con el resto de
personas de su entorno, e incluso la relación que se lleva a cabo
entre ellos (núcleo familiar) es inferior.

 Normas culturales: hay ciertas normas culturas que contribuyen a


que se dé el fenómeno del maltrato, pues emplean el daño físico
como elemento educativo.
Por último, cabe mencionar, que tanto este modelo, como los anteriormente
vistos, apoyan de forma implícita la idea de que las relaciones entre padres-hijos
son unidireccionales, pues consideran que son los padres los que únicamente
influyen sobre sus hijos, sin tener en cuenta, que las características de éstos
también gozan de gran importancia en dicha relación.

El cuarto modelo que explica las causas por las que se produce el maltrato
infantil, es el denominado “Modelo centrado en la vulnerabilidad del niño”.

Hasta ahora, hemos considerado al niño maltratado como un elemento pasivo,


teniendo solamente en cuenta las características de los padres, sin embargo,
hemos de saber que las actitudes y características de éste también ejercen una
gran influencia en la relación establecida entre ambos. Por eso, siempre que
analicemos un caso de maltrato infantil, debemos de tener en cuenta dicho
aspecto, pues su influencia puede ser tan grande en el ambiente familiar, que en
ocasiones, puede llegar incluso a provocar situaciones de abuso. Además, es
conveniente señalar, que los niños que más daño físico suelen recibir son los
más débiles. Ciertos estudios, han demostrado que aquellos niños que han sido
separados de sus padres, por motivos de maltrato, puede seguir padeciéndolo
incluso de nuevo en los centros adoptivos.

Por otro lado, es aconsejable tener en cuenta que algunos factores que
provocan este maltrato, pueden ser incluso previos al nacimiento del niño, por
ejemplo, si éste viene de forma no deseada. También influye, si al nacer, el niño
padece algún tipo de malformación o necesidades especiales, o sí, se trata de
niños hiperactivos o llorones.

Como estamos viendo, este modelo tiene en cuenta no solo las conductas del
padre que se encarga de maltratar, sino también el perfil del niño que ha sido
maltratado, y la relación establecida entre ellos.

27
A continuación, mostraremos cuales son aquellos factores que condicionan que
el niño sea más propenso a recibir maltrato:

- En relación a la actitud ante el nacimiento: embarazos no deseados,


hijos de madres adolescentes solteras, niños nacidos tras la
separación de pareja…

- En cuanto a las características personales: niños prematuros, niños


necesidades físicas o psíquicas especiales, llanto arrítmico y de
tonalidad alta…

- En lo referido a la personalidad y la conducta: niños hiperactivos,


apáticos; niños desobedientes, irritables; presentación de problemas
de sueño y alimentación….

Finalmente, cabe decir, que tanto este modelo como los anteriormente
presentados, muestran ciertas limitaciones para explicar de forma completa la
procedencia del maltrato infantil, pues como hemos ido comprobando, ninguno
ellos s mostraba variables suficientes que explicasen verdaderamente su
aparición.

El último modelo que se ha creado para explicar las causas del maltrato infantil,
es el llamado “Modelo sociointeracional”. Este modelo fue llevado a cabo por
Belsky en 1980, y este lo que hace para explicar las razones por las que se
producen esas situaciones de maltrato, es adoptar la siguiente terminología
“microsistema familiar, exosistema, macrosistema y desarrollo ontológico”
(Soriano 2001, pág. 83) y después, englobar en cada uno de esos niveles los
diferentes factores que han ido aportando los modelos anteriores. Como
podemos comprobar, este es uno de los modelos más completos que explican el
maltrato infantil.

A continuación, vamos a explicar en que consiste cada uno de esos niveles:

- Desarrollo ontogénico (individuo). Este nivel se centra en los padres


maltratadores. En él, vamos a tratar los aspectos relacionados con la
historia personal y de crianza de los padres, además de todos aquellos
elementos que han ido definiendo poco a poco su personalidad. Pues,
como ya sabemos, el cuidado y la atención que han recibido éstos
durante su infancia será un aspecto clave para como después ellos
tratarán a sus hijos. Por ejemplo, si la infancia de sus padres ha
estado caracterizada por situaciones de maltrato o por desatención o
rechazo afectivo, lo más normal, es que ellos muestren ante sus hijos
comportamientos similares, pues no tienen experiencia en como tratar
correctamente a su hijo.

28
- Microsistema (Familia): Este nivel hace referencia al contexto en el
que se desarrolla el maltrato, generalmente, el núcleo familiar. En él,
se tendrán en cuenta todas las características psicológicas y
comportamentales de los miembros de la familia, además de la
relación establecida entre ellos. Por ejemplo, ciertas características de
los padres como alcoholismo, drogodependencia, falta de capacidad
empáticas…o de los niños como bajo peso al nacer, hiperactivo,
apático…son consideradas como posibles síntomas de maltrato. Al
igual que factores como un alto número de hijos, nacimiento no
deseado…

- Exosistema (Entorno social): hace referencia al mundo laboral y las


relaciones sociales en las que se encuentra la familia. Por ejemplo, si
la familia está en desempleo o presenta una insatisfacción laboral, es
más propicio que sé de casos de maltrato que en otra que ganan un
buen sueldo y además están satisfecho. También, condiciona en gran
medida la falta de apoyo social y el aislamiento en la aparición de este
fenómeno.

- Macrosistema (Sociedad): Este nivel hace referencia a los valores


culturales y sistema de creencias que propician la aparición del
maltrato infantil a través del dominio de los otros tres niveles. Por
ejemplo, ciertas situaciones sociales como la crisis económica, la
movilidad social, la emigración,… contribuyen a la aparición de
maltrato. Dentro de este nivel, podemos hacer mención a tres
variables:

Variables socioeconómicas (referidas a los aspectos socioeconómicos


propios de cada sociedad, a las tasas de desempleo, a las crisis
económicas…).

Variables de tipo estructural (relacionadas con los aspectos


organizativos y de funcionamiento).

Variables culturales (relacionadas con las actitudes de cada grupo


social).

Como hemos podido comprobar, este modelo estudió el fenómeno desde un


punto de vista multicausal. Éste no se interesa simplemente en cómo pueden
afectar dichos factores, sino por los efectos que pueden producir si esos factores
actúan conjuntamente.

29
7. FACTORES DE RIESGO

El maltrato, se considera un problema complejo y mundial que puede producir


graves consecuencias para toda la vida. Es una causa de sufrimiento para niños
y familias. Causa estrés y se asocia a trastornos del desarrollo cerebral
temprano.

Es difícil el estudio de dicho problema, y definir qué y por qué se produce. El


origen del maltrato, no se puede explicar por la presencia de un solo factor de
riesgo, si no que se considera, que los malos tratos son el fruto de la
acumulación de varios factores como son el niño, la familia, el entorno. Etc.

En el maltrato infantil se pueden diferenciar diversos factores de riesgo, aunque


estos pueden no estar presentes en todos los contextos sociales y culturales,
pero sí dan una visión general que permite comprender las causas del maltrato
infantil.

- Factores del niño:


Los niños son víctimas del maltrato y nunca se les puede culpar del mismo, pero
si se han comprobado una serie de características del niño, que pueden hacer
aumentar que se produzca la agresión:
 Edad inferior a 4 años y la adolescencia.

30
 Niños no deseados o que no cumplen las expectativas de los padres.
 El hecho de tener necesidades y cuidados especiales.
 Rasgos como la obesidad, la estatura, el color de piel, la manera de
hablar. Etc.

- Factores en el ámbito familiar:


El contexto familiar es de gran importancia para el desarrollo y la educación de
los más pequeños. Son esenciales la estructura y dinámica de la familia, los
estilos educativos, las relaciones entre hermanos…Todo ello puede convertirse
tanto en factores protectores o en factores de riesgo para que los hijos tomen
actitudes de agresor o víctima en la relación con sus iguales.
Algunas de las características que presentan los padres o cuidadores que
pueden aumentar la posibilidad de maltrato infantil son las siguientes:

 Dificultades para establecer vínculos con el recién nacido.


 Antecedentes de maltrato infantil.
 Falta de conocimiento o expectativas no realistas sobre el desarrollo
infantil.
 Consumo de alcohol o drogas.
 Dificultades económicas.

Tras haber mostrado las principales características de forma general que


presentan los padres o cuidadores, vamos a explicar los factores de modelo de
reacción agresiva:

1. Actitud emotiva de los padres o cuidadores. Es muy importante la


actitud emotiva que se toma en los primeros años, ya que si se toma una
actitud negativa y carente de afecto, es probable que el niño se convierta
posteriormente en una persona agresiva con los demás.

2. Grado de permisividad de los padres ante la conducta agresiva del


niño. Si los padres optan por una actitud demasiado permisiva con sus
hijos, estos nunca lograrán ver dónde está el límite de lo que se considera
conducta agresiva hacia los demás, y podría encadenar un modelo de
reacción agresiva.

3. Métodos de afirmación de la autoridad. No es del todo acertado, la


utilización del castigo físico y el maltrato emocional por parte del cuidador
para manifestar su autoridad. Esto provocará rabia y agresividad en el

31
niño, al mismo tiempo que engendrará la idea de que “la violencia
engendra violencia”.

Por tanto, y en relación a lo explicamos, se considera que para educar y crear


niños independientes y armoniosos, es necesario el cariño y la dedicación de los
cuidadores, así como la presencia de unos límites bien definidos sobre las
conductas que son aceptables y las que no lo son.

- Factores sociales y comunitarios.


Algunas de las características existentes de las comunidades y sociedades que
pueden aumentar las posibilidades del maltrato infantil son:
 Desigualdades sociales y de género.
 Falta de vivienda adecuada o de servicios de apoyo a las familias e
instituciones.
 Niveles elevados de desempleo y pobreza.
 Disponibilidad fácil de alcohol y drogas.
 Políticas y programas insuficientes de prevención del maltrato,
pornografía, prostitución y trabajo infantil.
 Las políticas sociales, económicas, sanitarias y educativas que generan
malas condiciones de vida o inestabilidad o desigualdades
socioeconómicas.
 Las normas sociales y culturales que debilitan el estatus del niño en las
relaciones con sus padres o fomentan la violencia hacia los demás, los
castigos físicos o la rigidez de los padres asignados a cada sexo.

8. EL PAPEL DE LOS MEDIOS DE COMUNICACIÓN

Como hemos podido comprobar a través de las presentaciones expuestas por


nuestros compañeros, uno de los factores que más influencia ejercen sobre
nosotros, son los medios de comunicación. Es por eso, por lo que hemos
considerado conveniente indagar en cómo éstos influyen en un tema tan
importante como es el maltrato infantil. Tras realizar varias lecturas y búsquedas
por la red, hemos comprobado que los medios de comunicación intervienen
tanto de forma positiva como de forma negativa en un fenómeno tan común y
perjudicial como es el maltrato infantil.

Por un lado, los medios de comunicación han sido considerados como una de
las primordiales causas que provocan la violencia tanto en niños como jóvenes,

32
pues son numerosos los dibujos animados, programas informativos, series…
que muestran día a día escenas de maltrato.

Algunos casos que nos gustaría señalar son, por ejemplo:

- En relación con los dibujos animados, Doraemon y Los Simpsons. En


el caso de Doraemon, podemos apreciar como Nobita, que es el niño
más flojo y menos inteligente de su clase, es maltratado por sus
compañeros Takeshi, reconocido comúnmente como Gigante, y
Tsuneo. Éstos, al tener más fuerza y poder que él, consideran que
pueden hacer lo que les plazca, desde insultarle, hasta amenazarle,
pegarle, someterle a hacer ciertos hechos…pues saben que es un ser
inferior a ellos y de ello, se aprovechan.
Al igual que estos dibujos, los Simpson también nos muestran algunas
escenas de violencia, sobre todo las protagonizadas por los dibujos
que ven Barth y Lisa, es decir, los denominados “Rasca y Pica”, ya
que ellos en ellos aparecen numerosas escenas sangrientas y
elementos que propician dicho fenómeno como son las pistolas,
cortasierras…., pues como podemos ver en la serie las utilizan para
dañar o derribar al rival.
- Los informativos de las respectivas cadenas de “Telecinco”, “Antena3”,
“La primera” o los periódicos “El País”, “ABC”…nos muestran cada día
innumerables noticias que ocurren en nuestra sociedad relacionadas
con maltrato, como: “Detienen a una madre y su pareja sentimental por
la muerte de su hija de 8 años”; “La mitad de los niños maltratados
tienen 9 años”…

Además, podemos decir que ciertos estudios científicos llevados a cabo en


relación con este tema, han señalado que todas las actuaciones y
comportamientos que se transmiten en la televisión, ya sean positivos o
negativos, son captados directamente por los niños, reflejándose así en la
mayoría de sus comportamientos y actitudes. De ello, se deriva la necesidad de
proteger al niño, en la medida de lo posible, de todos esos contenidos
perjudiciales, sustituyéndoles por otros contenidos de carácter más educativo
como son, por ejemplo, aquellos que les enseñen cooperación, solidaridad,
prevención del maltrato…

También, han detectado que la cantidad de violencia que ven durante la infancia
influye de manera proporcional a la cantidad de violencia que ejercen durante su
adultez. De esto, podemos deducir que la influencia que ejerce la televisión
sobre nosotros, desembocará no solo en nuestras actuaciones recientes, sino
también futuras. Sin embargo, es conveniente mencionar que la influencia de
estas escenas en el futuro, también dependen de las relaciones que el niño y el
adolecente establecen, pues a partir de ellas interpretarán todo los que les
rodea, incluso el contenido televisivo. Por ejemplo, si un niño está viendo en

33
casa continuamente como su madre es maltrata por su padre, y además ve
escenas parecidas o similares a las que él vive, de forma repetida en la
televisión, es posible que el niño comienza a habituarse y lo considere como
algo normal, reduciéndose de esta manera la empatía del niño por aquellas
personas que padecen maltrato. Por ello, es conveniente, promover en los niños
y en los adolescentes una actitud reflexiva de todo lo que sucede a su alrededor
en relación con este tema, ya que si no, todos estos hechos y circunstancias
favorecerán a que en futuro, ese niño desempeñe también dichas actuaciones.

En relación a dicho párrafo, hemos considerado interesante la exposición de


este link: http://www.youtube.com/watch?v=CpRYZCPvUHs, el cual hace
referencia a un vídeo, que muestra como las actuaciones de los padres influyen
directamente en las de sus hijos. Si nos centramos concretamente en una de las
últimas imágenes, referentes a nuestro tema “el maltrato infantil”, nos daremos
cuenta de cómo el niño, siguiendo la actitud de su padre, se encarga de
proporcionar una paliza a su madre. Es una escena dura, pero al mismo tiempo
real, pues como bien dice el refrán “todo lo que se ve se aprende”, y de eso no
tenemos que tener duda alguna, pues los niños desde que nacen son unos fieles
imitadores de modelos, y se encargan tanto de imitar lo malo, como lo bueno.

Por otro lado, y tras hablar de los efectos negativos, nos gustaría tratar el tema
de las campañas publicitarias llevadas a cabo contra el abuso y el maltrato
infantil. Éstas, son una forma bastante positiva y propicia para concientizar y
prevenir a la sociedad de un fenómeno tan maligno como es el maltrato infantil.

Estas campañas publicitarias que se exhiben por televisión y se anuncian en las


radios, suelen durar aproximadamente entre 30-60 segundos, y lo que se
pretende con ellas, es que los espectadores reflexionen de forma crítica sobre
los grandes daños que genera un aspecto de tal intensidad. Algunas de las
campañas que nos han resultado interesantes mostrar son:

- Las fundadas por UNICEF, como son:


- http://www.youtube.com/watch?v=Q77B5jX_hMk
- http://www.youtube.com/watch?v=cZRkn60bM3E
- http://www.youtube.com/watch?v=WN0_vj048tU&feature=related

Las realizadas por el lema “El maltrato verbal es violencia”:


- http://www.youtube.com/watch?v=mpHd19ZunMc&feature=related
- http://www.youtube.com/watch?v=MnRKfhgzs0A&feature=related

La llevada a cabo por Telecinco “12 meses 12 causas”:


- http://www.youtube.com/watch?v=Ay3YyZnvHdo

34
Es conveniente que todas estas campañas, cuenten además, con el compromiso
por parte de todos los miembros de la sociedad por respetar a los niños y
jóvenes que sufren maltratos, no solo de tipo físico, sino también psicológico y
social.

Sin embargo, ¿Consideráis que estas campañas sobre el maltrato infantil son
suficientes para prevenir dicho fenómeno? En nuestra opinión, es obvio que
consideramos que no son suficientes, pues de que sirven todas estas campañas,
si después en cualquier programa, serie, noticiario o película se te van a mostrar
imágenes o escenas de tal índole. Por ello, consideramos necesario que
además de la existencia de todas estas campaña, los medios se encarguen de
eliminar de sus programas estos contenidos, es decir, que se establezca un
consenso entre toda la televisión, para así lograr la conciencia y tratar de educar,
en la medida de lo posible.

9. DETECCIÓN Y PREVENCIÓN DEL ACOSO ESCOLAR

El acoso escolar, no es un problema fácil de detectar ya que no en todas las


ocasiones se presentan huellas visibles, o el niño no es capaz de exteriorizar
esa angustia y temor. Por este motivo, todo profesional o adulto, debe conocer y
tener en cuenta una serie de indicadores para que les sea más fácil visionar
dicho maltrato. También es muy importante tener en cuenta las características
evolutivas de cada etapa de desarrollo, puesto que el mismo rasgo puede ser
característico en una edad y no en otras.

Los indicadores a tener en cuenta son:

35
a. Indicadores de maltrato físico.

Características Conductas y actitudes. Comportamiento y


físicas. actitudes en los padres

Viste ropa inadecuada Manifiesta rechazo a otros Suele haber historias


para el tiempo menores y adultos. contradictorias en ambos
climatológico que hace. miembros de la pareja,
sobre lo que ha ocurrido
con el niño.
Las explicaciones sobre
Agresividad hacia el cómo ha sido la lesión, no
Presenta quemaduras contacto con los demás son convincentes. Repiten
en las manos y en los menores o adultos. constantemente que las
pies. lesiones son producidas
por otra persona.
Mordeduras, golpes, Actitud silenciosa, No se preocupan por el
pinchazos. temerosa y desconfianza niño, e intentan ocultar la
hacia los adultos. lesión.
Lesiones: moratones, Deficientes en el No colaboran ante la
heridas, cortes, desarrollo madurativo. posibilidad de hacer
pinchazos… exploraciones al menor.
No asiste a clase o falta
muy a menudo. Llega
Lesiones internas: no tarde con frecuencia.
son fáciles de apreciar, Pesadillas, problemas con Abuso de sustancias
pero sí pueden ser de el sueño. tóxicas.
gravedad.
Problemas con el control
de esfínteres.

b. Indicadores de maltrato psíquico.

Características Conductas y actitudes. Comportamiento y


físicas. actitudes en los padres

A menudo está Conductas inapropiadas a Castigan con frecuencia


enfermo, le duele la su edad: adultas o al niño de manera
cabeza, dolor de infantiles. injustificada.
estómago…
36
Se puede observar un Labilidad emocional. Suelen criticarle y
retraso en el ridiculizarle. Le
crecimiento. manifiestan y le dicen que
no le quieren, culpándole
y despreciándole.

Le hacen sentir culpable


Conducta extrema de presionándole sobre
Constantemente sufre pasividad o agresión. hechos y sucesos en los
accidentes. Constantemente general que no tiene nada que
conflictos en el colegio o ver.
en casa.
Le amenazan y le asustan
constantemente.

c. Indicadores de maltrato por negligencia o abandono físico:

Características Conductas y actitudes. Comportamiento y

37
físicas. actitudes en los padres

El niño no lleva una Muestran apatía e


Mala alimentación. buena alimentación. inutilidad.
Suele estar hambriento.

Vestimenta inadecuada Lleva un vestuario Mantienen bajo nivel


para el tiempo inapropiado con el intelectual.
atmosférico. ambiente.

Sus condiciones Ha sido objeto de


Repetición de higiénicas no son negligencia.
accidentes. adecuadas. Al igual que
su higiene corporal.

Evidencia de una Falta al colegio de forma Ha tenido varias veces


enfermedad no injustificada. ingresos hospitalarios.
consultada con el
médico. Retrasos de madurez y
crecimiento.

El niño no obedece a las


normas, y contesta de
forma continua a los
mayores.

38
d. Indicadores de maltrato emocional.

Características Conductas y actitudes. Comportamiento y


físicas. actitudes en los padres

Retraso no orgánico del Muestran actitudes Culpan al niño por todo.


crecimiento. tímidas, pasivas y Son fríos y niegan amor y
asustadizas. cariño.

Enfermedades de Se puede observar su Da la sensación de que


origen psicosomático. hiperactividad, no se preocupan por los
agresividad y pasividad en niños.
las relaciones sociales.
Además son inmaduros
socioemocional.

Retraso en las áreas Sus relaciones sociales Exigen cosas al niño que
madurativas. son escasas y conflictivas. están por encima de su
Poseen conductas capacidad física,
convulsivas. intelectual y psíquica.

Tienen problemas en el No ponen ningún límite al


control de esfínteres. niño en cuanto a los
comportamientos del
mismo.

39
e. Indicadores de abuso sexual.

Características físicas. Conductas y actitudes. Comportamiento y


actitudes en los padres

Infección genital o de Actitudes agresivas, Son muy protectores con


transición sexual. Se reservados y conductas el menor.
queja de dolor y picor regresivas.
en la zona genital.

Ropa interior En los colegios, no se Tienen problemas de


ensangrentada, junto a quieren cambiar de ropa pareja.
manchas o restos de si fuese necesario para
semen en genitales, hacer gimnasia. Normalmente alguno de
boca, ropa… ellos está ausente de
casa.

Micción dolorosa. Problemas en el control


de esfínteres.
Consumición de
sustancias tóxicas.
Muestran episodios de
miedo, pesadillas y fobias.
Embarazo en las niñas.

Manifiestan conductas
sexuales extrañas.

Existen otro tipo de habilidades que el adulto debe estudiar y conocer para poder
detectar estas conductas de maltrato en el niño y en la familia, y así, si está ante
una sospecha de maltrato, puede actuar en consecuencia para proteger al niño.

A la hora de intervenir en este problema tan grave, un profesional o adulto, debe


tener en cuenta varios criterios a tratar. Debe empatizar, es decir, ponerse en el
lugar del niño y la familia. Debe utilizar la observación directa, la escucha activa

40
¿qué te ha contado?, incluso poner en juego otras herramientas como son el
dibujo o las entrevistas abiertas.

Algunas premisas generales que se pueden utilizar para la prevención del acoso
entre los niños, son las siguientes:

- Observar y estar pendiente de los niños en todo momento.


- Hay que asegurarse de que los niños se sienten importante y valorados.
- En nuestras relaciones sociales, debemos ser un buen ejemplo
demostrando empatía, respeto y compañerismo.
- Cuando los niños muestren conductas amables, compasivas y justas,
deben ser elogiados.
- Las conductas y comportamientos deber tener unos límites claros y
previstos.
- Los niños deber ser enseñados a identificar y expresar sentimientos
sanamente.
- Debemos enseñarles buenas tácticas para resolver conflictos y para
controlar su enojo y frustración.
- Tenemos que evitar que sean partícipes de escenas, lugares y
situaciones en las que se observe el maltrato y la intimidación.

Como ya sabemos, uno de los grandes espacios donde se produce el maltrato


infantil, es en los colegios, mejor conocido como acoso escolar. Los profesores,
deben estar preparados y formados para saber identificar un caso en el que se
produzca el bullying. Una vez que éstos, han identificado los síntomas, pueden
involucrarse y ayudar a los niños maltratados siguiendo una serie de pautas:

- El profesor debe conseguir que el niño se sienta querido por él y por sus
compañeros. Debe aumentar la confianza en sí mismo y en el aula,
haciéndole sentirse querido por todos. Las relaciones con los demás
deben ir mejorando, ya que muchos niños maltratados consideran que no
son aceptados por los demás.

- El docente debe dar oportunidades al alumno para demostrar que no es


inferior que sus compañeros y que sus capacidades en relación con el
rendimiento son positivas.

- Se deben reforzar sus conductas positivas, ya que muchos profesores


hacen lo contrario. Si sus conductas negativas son reforzadas, el
sentimiento de culpa aumenta, por lo que nunca llegará al cambio y
continuará con la estigmatización.

- Si se observan ciertas perturbaciones en el aprendizaje y en sus


relaciones con los demás, hay que buscar la causa, y si el profesor lo cree
necesario, hay que indagar en sus sentimientos.
41
Algunos estudios manifiestan que los niños que habían sido maltratados por sus
compañeros, habrían deseado que el profesor les hubiese preguntado ¿Qué
pasaba?, ¿por qué se comportaban de esa forma?.

Los profesionales y profesores, como ya hemos visto antes, pueden aportar su


“granito de arena” desde los centros escolares. No solo deben ser expertos en la
detección del acoso escolar, si no también ayudar en la prevención del mismo.
Esto se puede lograr transmitiendo nuevos valores y actitudes como la
cooperación, el contacto personal, la resolución de conflictos de manera pacífica
y el desarrollo de habilidades sociales. Algunas ideas recogidas del Programa
Nacional por los derechos del menor y del adolescente, y que podemos trabajar
para la prevención de situaciones de maltrato, son:

- “Realizar escuelas de padres sobre los mecanismos de control y


resolución de conflictos en la educación infantil”.
- “Realizar tareas de sensibilización y capacitación sobre las necesidades
evolutivas de los niños y niñas”.
- “Desarrollar acciones de difusión y sensibilización entre los niños, las
familias y la comunidad, acerca de los derechos especiales que asisten a
la infancia”.
- “Articular en el Proyecto Educativo actividades dirigidas a revisar
críticamente la aceptación de la violencia, la discriminación y los modelos
estereotipados sobre la crianza de los niños”.
- “Estimular la confianza y autoestima de los niños y niñas”.
- “Ofrecer al alumnado el espacio y las oportunidades para experimentar
formas no violentas de resolución de los conflictos. Las asambleas, los
consejos de aula y todo medio que estimule la participación democrática
en la vida escolar pueden ser un buen recurso”.

No obstante, la prevención del maltrato infantil requiere un enfoque


multisectorial, por lo que no solo se aborda desde los centros escolares y los
profesionales, sino que también existen programas que prestan apoyo a los
padres y les facilitan información y técnicas positivas para criar a los hijos.
Algunos de ellos son:

- Visitas de enfermeras a las casas para proporcionar información, apoyo y


formación.
- Cursos formativos para padres, con el objetivo de mejorar sus
conocimientos sobre el desarrollo infantil y mantener unas relaciones
positivas con los hijos.
- Programas hospitalarios para prevenir los traumatismos
craneoencefálicos por maltrato. Tienden a informar a los padres del
peligro de zarandear a los niños pequeños.

42
- Programas destinados a los niños, llevados a cabo en las escuelas, para
prevenir los abusos sexuales. Les muestran las propiedades de su
cuerpo, les enseñan como reconocer las situaciones de abuso, cómo
decir “no”…

10. DECLARACIÓN DE LOS DERECHOS DEL NIÑO

Hasta el siglo XX, no se había llevado cabo ningún tipo de medidas


internacionales para la protección de la infancia, sin embargo, es a partir de este
siglo, cuando comienza a desarrollarse una normativa de carácter internacional
para este fin. Dicha normativa, denominada “Declaración de los Derechos del
Niño”, aparece en el año 1924, ligada en gran medida a los primeros
movimientos de defensa de los derechos del niño y como consecuencia de todos
los daños que había llevado consigo la conocida I Guerra Mundial. Con la
aparición de esta Declaración, se compromete a la sociedad y al estado a
defender y asegurar el futuro de los niños.

Tras varios años de trabajo, finalmente, el 20 de Noviembre de 1959, la


Asamblea General de la ONU, aprueba la conocida “Declaración de los
Derechos del Niño”, donde se reconoce que la infancia, al igual que el resto de
las etapas, debe contar con unos derechos propios. Estos derechos aparecen
recogidos bajo los diez principios que a continuación vamos a exponer:

“1. Derecho a la igualdad sin distinción de raza, credo o nacionalidad.

2. Derecho a una protección especial, oportunidades y servicios para su


desarrollo físico, mental y social en condiciones de libertad y dignidad.

3. Derecho a un nombre y a una nacionalidad.

4. Derecho a la salud, alimentación, vivienda y recreo.

5. Derecho a una educación y cuidados especiales.

6. Derecho a crecer al amparo y bajo la responsabilidad de sus padres y,


en todo caso, en un ambiente de afecto y seguridad moral y material. La
sociedad y las autoridades públicas tendrán la obligación de cuidar
especialmente a los niños sin familia o son medios de subsistencia.

43
7. Derecho a recibir educación y a disfrutar del juego.

8. Derecho a estar en todas las circunstancias entre los primeros que


reciben protección y auxilio.

9. Derecho a ser protegido contra toda forma de abandono, crueldad y


explotación. No se permitirá el trabajo antes de una edad determinada.

10. Derecho a formarse en un espíritu de solidaridad, comprensión,


amistad y justicia entre los pueblos.” (Soriano 2001, pág. 112)

Unos años más tarde, concretamente, el 20 de Noviembre de 1989, las


Naciones Unidas aprueban la denominada “Convección de los Derechos de la
Infancia”, la cual será modificada poco después, el 30 de Noviembre de 1990,
por España. Esta Convección, perfecciona los principios que habían sido
establecidos en el año 1959 en la “Declaración de los Derechos del Niño”,
completando aquellos aspectos que consideraban de interés y elaborando un
elemento internacional obligatorio, según el cual, todos los estados que
realizarán cualquier tipo de modificación, se comprometían directamente a
respetar y luchar por los derechos establecidos, pasando además a pertenecer
a la legislación interna de esos países. Con esta Convección, comienzan a
cambiar las ideologías, ya que hasta ese momento el niño apenas tenía
protagonismo en la sociedad, sin embargo, es con el establecimiento de este
Tratado, cuando se comienza a conceder más importancia al papel que el niño
está ejerciendo en la sociedad, otorgándole de esta manera un mayor
protagonismo.

Es conveniente señalar, como bien aparece en el prólogo de este tratado, que el


niño necesita de una serie de elementos para tener un buen desarrollo. Estos
elementos son básicamente amor, comprensión, afecto, seguridad…y establece
como principal medio para proporcionárselos la familia, aunque sí es cierto que
ésta no siempre está presente, por lo que consideran que en el caso de que así
sea, se debe buscar y proporcionar al niño los mejores suplentes posibles.

Además, como aparece en su artículo 18.1 y 18,2, es responsabilidad propia de


la familia, el cuidar y criar de sus hijos, al igual, que es deber de los poderes
públicos, el conceder a ésta todos los medios que necesite para llevar a cabo
dicho fin. También, debemos hacer mención a su artículo 20.1, pues es en éste,
dónde se reconoce el compromiso del Estado por cuidar y salvaguardar a los
niños privados de ambiente familiar.

Por otro lado, en su artículo 19.2, encargado de fijar las medidas protectoras que
se han de llevar a cabo, se testifica la necesidad de fijar “programas sociales con
objeto de proporcionar la asistencia necesaria al niño” (Soriano 2001, pág. 114).

Así, solo cabe decir, como ya hemos señalado anteriormente, que aquellos
estados que decidan modificar la Convención de los Derechos de la Infancia,

44
deben ser conscientes de que tienen que responder a los siguientes objetivos
establecidos:

- “Satisfacer las necesidades básicas de la infancia, proporcionando al niño


atención sanitaria, educación y formación, seguridad social,
oportunidades de juego y recreo…
- Proteger al niño contra toda forma de crueldad y explotación: maltrato y
abandono, tortura, pena de muerte, consumo y tráfico de drogas,
explotación laboral y sexual…
- Ayudar a la familia, respetando sus responsabilidades, sus derechos y
deberes, a la vez que creando servicios de protección a la infancia, para
que atiendan a sus hijos.
- Dedicar una atención especial a los niños particularmente vulnerables:
impedidos, refugiados, minorías étnicas, indígenas, objeto de malos
tratos, sin familia…
- Permitir al niño expresar su opinión en los asuntos que le conciernen,
profesar su religión, buscar y difundir informaciones y asociarse, todo ello
en función de su edad y madurez.” (Soriano 2001, pág.114)

También, nos gustaría señalar, que en uno de los capítulos pertenecientes a la


Constitución Española de 1978, concretamente el que abarca los principios
rectores de la política social y económica, se destaca, la obligación que tienen
los Poderes Públicos por garantizar a la familia, y de forma más concreta a los
menores de ésta, una fiel protección social, económica y jurídica. Como
podemos comprobar, a lo largo de todo la constitución, se tiene muy en cuenta la
etapa de la infancia, pues es necesario, que tengamos en cuenta que los niños,
al igual que el resto de los miembros de la sociedad, cuentan con unos derechos
comunes, y por ello, se les debe otorgar la misma importancia.

A continuación, destacaremos algunos artículos de interés propios de la


constitución, dedicados concretamente a la protección de la infancia. Éstos
hacen referencia a los siguientes:

Primeramente, destacaremos el artículo 20, el cual hace referencia a la


restricción de la libertad de expresión en la infancia como medio protector. En
segundo lugar, nos referiremos al artículo 27, donde se establece el derecho de
todos los niños por una educación, y finalmente, mencionaremos el artículo 39,
dónde se establece los principios rectores de la política social, tanto para la
familia como para la infancia. Estos principios, son los siguientes:

“1. Los poderes públicos asegurarán la protección social, económica y


jurídica de la familia.
2. Los poderes públicos asegurarán la protección integral de los hijos
independientemente de su filiación y del estado civil de las madres.

45
3. Los padres prestarán asistencia de todo orden a los hijos habidos
dentro y fuera del matrimonio.
4. Los niños gozarán de la protección prevista en los acuerdos
internacionales que valen por sus derechos.” (Soriano 2001, pág.118)

Por último, nos gustaría señalar un aspecto del Código Legal. Tras su reforma
parcial del 21 de Junio, se establecen como delitos graves una serie de factores
o acciones que atentan directamente contra la salud, dignidad, integridad y
desarrollo de los más pequeños, por lo que se establece así una constante
protección hacía éstos. Así, centrándonos en su artículo, podemos destacar los
siguientes:

- En relación a la eliminación de cuidados y abandono de menores,


señalaremos, el abandono de niños y la explotación económica y la
mendicidad.
- En cuanto a los actos de violencia física contra menores, debemos hacer
especial mención al parricidio, el infanticidio y los malos tratos.
- Y finalmente, en cuanto al tratamiento otorgado al abuso sexual infantil,
citaremos la violación, agresión sexual, exhibicionismo, pornografía….

Así, por último, nos gustaría añadir que si estas acciones son ejecutadas por
algún ascendiente, tutor o maestro propio del niño, las penas establecidas serán
aún más fuertes.

ASOCIACIONES

Por otro lado, nos gustaría hacer mención al caso de las asociaciones. Es
conveniente tener en cuenta que no solo las entidades legales se preocupan por
la defensa y derechos de la infancia, si no también otro medios, como es por
ejemplo, el caso de dichas asociaciones que a continuación vamos a señalar:

http://www.ashram.es/

Esta página hace referencia a la


Asociación Humanitaria para la Defensa del
Menor (ASHRAM). Esta asociación, es un
centro, que se encarga de evaluar, diagnosticar
y tratar a aquellos niños, entre 4 y 18 años, que
se encuentran dentro de estos perfiles:
Síndrome de Déficit de Atención TDA (con o sin
hiperactividad); problemas en el rendimiento

46
escolar o en las relaciones familiares y/o sociales; deseos por mejorar cualquier
ámbito de su vida, y aquellos que han sufrido cualquier forma de maltrato
psicológico, verbal o físico, tales como: bullying o acoso escolar, violencia
doméstica-maltrato o abuso al menor y abandono o negligencia.

Además, se encarga de orientar y apoyar, tanto psicológica como legal y


formativamente, a los padres, tutores o educadores del menor que pertenece a
alguno de esos perfiles.

En ella, como puedes comprobar, te ofrece información acerca de quiénes


son; qué servicios ofrecen al personal (legales, psicológicos, médicos y
sociales); qué métodos utilizan para tratar dichos problemas (Psicoterapia,
psicomotricidad, terapia grupal para habilidades sociales, terapia de juego…)…

http://www.adima.com.es/

Esta página hace referencia a la Asociación


Andaluza para la Defensa de la Infancia y la
Prevención del Maltrato Infantil (ADIMA). En ella,
podemos encontrar información acerca de quién es
dicha asociación, conociendo así un poco su
trayectoria y los objetivos que pretende conseguir;
diferentes proyectos de interés en relación con el
tema de la defensa de la infancia y la prevención
del maltrato infantil; algunas noticias actuales sobre el tema; qué tienes que
hacer si quieres ser voluntario o colaborar con dicha organización….

http://www.aspasi.org/

Esta página hace referencia a la


Asociación para la Sanación y Prevención de
Abusos Sexuales en la Infancia (ASPASI). En
ella, podemos encontrar información acerca
de la incidencia que tiene tal fenómeno en
nuestra sociedad, de cuáles son las
características propias de un abusador, de las consecuencias que padecen las
personas que son abusadas, de qué métodos de prevención podemos informar a
los niños para evitar que lo padezcan, además de conocer en mayor medida
quién es dicha asociación.

47
CONCLUSION

Una vez terminado el trabajo, podemos decir que el maltrato infantil es un tema
bastante amplio y complejo en su tratamiento, de ahí que solo hayamos podido
recoger una pequeña muestra de todo lo que él abarca.

Hemos concluido que se trata de un tema que está muy presente en nuestro día
a día, y ante el cual la sociedad prefiere “mirar para otro lado”. Son muchos los
casos, sobre todo, en lo relacionado con el ámbito educativo, en los que los
profesionales y los padres dan respuesta a este tipo de problemas con frases
como “son cosas de niños”, “entre ellos se entienden”, “debemos dejar que lo
arreglen ellos solos”…. Así, quizás estas actitudes, pueden ser una de las
grandes lacras de este fenómeno y de su crecimiento.

Nosotras, como futuras docentes, debemos tener conciencia de ello y estar muy
pendiente de este tipo de situaciones para poder evitarlas en la medida de lo
posible. Sin embargo, no debemos ser estrictas, ni llevar al extremo dichos
cuidados o prevenciones, pues como hemos comprobado solo podemos hablar
de maltrato, siempre y cuando la situación sea reiterada y el agresor lleve una
intención negativa de hacer daño a la víctima.

48
Por otro lado, hemos observado que quizás antiguamente se daba mayor
importancia al maltrato físico que al psicológico o verbal, puesto que sus
indicadores son más fácilmente reconocibles. Sin embargo, el gran número de
avances e investigaciones llevados a cabo en el campo de la psicología han
demostrado que los daños que pueden producir estos tipos de maltrato pueden
ser tanto o más graves que los daños físicos. Expresiones del tipo “No vales
para nada”, “Eres lo peor”, “No haces nada bien”… limitan en gran medida el
correcto desarrollo psicológico del niño, además de disminuir su confianza y
dificultar sus relaciones sociales.

También, queremos hacer mención, al hecho de que hasta ahora no sabíamos


de la existencia de los diferentes modelos que explicaban las causas por las que
se producía el maltrato infantil. Es sorprendente ver, como desde cada una de
las ramas se explica de manera tan diferente el porqué de este fenómeno. Así,
una vez tratados todos los modelos, podemos decir que desde nuestro punto de
vista el más adecuado es el denominado “Modelo sociointeraccional”, pues como
hemos podido comprobar es el más completo, teniendo éste en cuenta tanto las
características intraindividuales del maltratador y del maltratado, así como los
factores sociales que lo envuelven.

Uno de los aspectos que más nos ha llamado la atención, está relacionado con
el abuso sexual y su tratamiento. Durante muchos años, quizás, no se han
encontrado datos de la existencia de este tipo de maltrato, algo que no debe
significar que no se haya producido. Muchas de las fuentes consultadas nos han
demostrado que en torno al abuso sexual ha existido un gran tabú, y una de las
principales razones por las que este tipo de maltrato no ha salido a la luz ha
sido, por el hecho, de que los espectadores que rodeaban esta situación
preferían mantenerse al margen y hacer como si nada pasara ante los demás.

Otro factor que nos ha resultado bastante llamativo, ha sido el hecho de que
hasta la I Guerra Mundial, no se hubieran establecido ningún tipo de derechos
que defendieran a los menores. Hasta ese momento, los niños habían estado
totalmente desprotegidos y en manos del adulto, quien tenía plenos derechos
ante éste. Por eso, quizás si echamos la vista atrás consideramos que ciertas
actuaciones que los padres llevaban a cabo con sus hijos, como por ejemplo,
que tuvieran plena protesta para poder venderlos, usarlos como mercancía u
objetos de intercambio, eran totalmente vergonzosas y humillantes.

Por otro lado, consideramos bastante positivo el darnos cuenta que no solo son
los ámbitos legales los que luchan día a día por la defensa de los niños, si no
que son numerosas las organizaciones y asociaciones, formadas sin ánimo de
lucro, y que se encargan de prestar ayudas a los protagonistas de esta situación
y a sus familias.

49
También, nos gustaría hacer mención, a la gran labor que desempeñan los
medios de comunicación con sus intentos de concientización y prevención de
este fenómeno hacía la sociedad. Quizás, hasta que no comienzas a analizar en
profundidad temas como este, no te das realmente cuenta de la gran cantidad de
campañas publicitarias que han realizado diferentes asociaciones, incluso
cadenas de televisión. Es innegable el hecho, de la fuente influencia que sobre
la sociedad ejerce el ámbito publicitario, de ahí que sea de alagar el intento de
las cadenas televisivas por extinguir este fenómeno.

Finalmente, daremos una pequeña opinión personal sobre el tema tratado.


Elegimos el tema porque desde un primer momento nos resulto bastante
interesante y curioso indagar en él, además, de ser una realidad con las que nos
podremos encontrar en nuestra futura labor docente. Por ello, consideramos que
sería realmente positiva nuestra formación en un tan relevante como éste, pero
quizás ella no debe limitarse al ámbito universitario de la Facultad de Educación,
sino que desde el colegio deberían propiciarse a los alumnos diversas charlas
sobre este fenómeno, ya que es conveniente que desde pequeños los niños
sean conscientes de esta realidad, por desgracia, tan común.

Por último, debemos decir que nos hubiera gustado disponer de más tiempo
para llevar a cabo dicho trabajo, ya que por falta de él, nos hemos visto limitados
a tratar algunos de los aspectos más relevantes que giran en torno al maltrato
infantil. Por ello, esperamos poder seguir averiguando para que si algún día
tuviéramos que enfrentarnos a esta situación estuviéramos lo suficientemente
capacitados.

BIBLIOGRAFÍA Y WEBGRAFÍA

- BIBLIOGRAFÍA:

- DÍAZ-AGUADO. MJ. (2006): Del acoso escolar a la cooperación en las


aulas. Madrid: Ed. Prentice Hall.

- HARRIS, S. et Al. (2006): El acoso en la escuela. Barcelona: Ed. Paidós


Educador.

- MATAMALA, A. et Al. (2005): El maltrato entre escolares. Madrid: Ed.


Machadolibros.

- SORIANO, A. (2001): Maltrato infantil. Madrid: Ed. San Pablo.

- STEVENSON, O. (1989): La atención al niño maltratado. Barcelona: Ed.


Paidós Ibérica.

- WEBGRAFÍA:

50
- http://nuestrosninos.com/PDFs/043-acosoinfantil.pdf

- http://www.semergen.es/semergen/microsites/manuales/maltrato/imaltrato
_infantil.pdf

- http://www.ekun.cl/wordpress/?p=31

- http://www.youtube.com/watch?v=mpHd19ZunMc&feature=related

- http://www.youtube.com/watch?v=Q77B5jX_hMk

- http://www.youtube.com/watch?v=cZRkn60bM3E

- http://www.youtube.com/watch?v=Ay3YyZnvHdo

- http://www.youtube.com/watch?v=1kQr7-Pp820

- http://www.youtube.com/watch?v=CpRYZCPvUHs

- http://www.youtube.com/watch?v=MnRKfhgzs0A&feature=related

- http://www.who.int/mediacentre/factsheets/fs150/es/index.html

- http://www.adima.com.es/

51

También podría gustarte