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Del Libro de La Alianza A La Ley de Sant

Del Libro de la alianza a la Ley de Santidad

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ESTUDIOS BIBLICOS Volumen LIl Segunda época Cuadernos 1-2 Madrid 1994 Centro de Estudios Teolégicos “San Damaso” en colaboracién con la Asociacién Biblica Espafiola ESTUDIO BIBLICO VOLUMEN LI! Ss Ss DEX MADRID 1994 DEL LIBRO DE LA ALIANZA A LA LEY DE SANTIDAD LA REFORMULACION DEL DERECHO ISRAELITA Y LA FORMACION DEL PENTATEUCO EcKarT OTTO Facultad Evangélica de Teologia Maguncia Resumen En el proceso de interpretacién y reformulacién a que fueron sometidos los cuerpos legales contenidos en el Pentateuco, el Deuteronomio quedé reducido al rango de mera repeticién de la revelacién del Sinai. Una clave para solucionar el problema del Pentateuco reside en investigar a fondo los pasos de esa desvaloriza- cién del Deuteronomio. Summary In the process of interpretation and reformulation to which the Pentateuchal legal corpora were subject, Deuteronomy became only a repetition of the Sinai revelation. A key to solving the Pentateuch problem lies in inquiring thoroughly into the steps of this devaluation of Deuteronomy. I, EL PROBLEMA Cuando, no mds tarde del siglo 11a. C., recibe el Pentateuco el nombre de Tord, también sus partes narrativas quedan envueltas bajo la nocién de Ley. La investigacién del Pentateuco se halla hoy en uno de los momentos mds complicados de su historia. En semejante situaciGn, en la que esté abierta de nuevo la cuestién sobre el origen del Pentateuco, es muy importante aclarar la relacién que las colecciones legales del Decélogo, Libro de la Alianza, Deuteronomio y "Ley de Santidad" (Lv 17-26) tienen entre sf y con las partes narrativas del mismo Pentateuco. Estudios Biblicos 52 (1994) 195-217 196 ESTUDIOS BiBLICOS - Eckart Otto El decisivo papel de Julius Wellhausen en la investigacién del Pentateu- co no consiste tanto en los andlisis critico-literarios de la Composition des Hexateuchs’ cuanto en el hecho de que, partiendo de la Dissertatio critico-exegetica de W. M. L. de Wette*, proporcioné un sdlido funda- mento al andlisis histrico-literario del Pentateuco en sus Prolegomena zur Geschichte Israels, y ello gracias a la reconstruccién de la historia del culto. Si el calendario festivo deuteronomista de Dt 16,1-17 tiene que ver con la centralizacién del culto llevada a cabo por el rey Josfas, entonces hay que distinguir entre unos estadios cultuales que atin no conocfan la reforma deuteronomista de tiempos de Josfas (J/E) y otros, posteriores, que la presuponen como un hecho evidente (P). Este argumento, basado en la historia del culto, es el que ha procurado —durante todo un siglo— a la hipdtesis documentaria su fuerza de conviccién a los ojos de la inmensa mayoria de los investigadores del Antiguo Testamento. La mds reciente investigacién del Pentateuco se caracteriza por la ruptura de ese consenso*. Cabe preguntar si logrard un consenso seme- jante el modelo, propuesto por R. Rendtorff* y elaborado por E. Blum‘®, de una fase deuteronomista y otra sacerdotal en la formacién del ' Cf. J. Wellhausen, Die Composition des Hexateuchs und der historischer Bucher des Alten Testaments (Berlin 1866, ‘1963). 2 W. M.L. de Wette, Dissertatio critico-exegetica qua Deuteronomium a prioribus Pentateuchi libris diversum (Jena 1805; reimpr. Berlin 1830). Cf. R. Smend, Wilhelm Martin Leberecht de Wettes Arbeit am Alten und am Neuen Testament (Basel 1958) 328s; J. W. Rogerson, W. M. L. de Wette, Founder of Modern Biblical Criticism. An Intellectual Biography (JSOT Suppl. 126; Sheffield 1992). ° Cf. J. Wellhausen, Prolegomena zur Geschichte Israels (1878; Berlin-Leipzig ©1905) 17ss. Cf. R. Smend, "Julius Wellhausen und seine Prolegomena zur Geschichte Israels", en id., Epochen der Bibelkritik. Gesammelte Studien 3 (Miinchen 1991) 168- 185; id., Deutsche Alttestamentler in drei Jahrhunderten (Géttingen 1989) 99ss. ‘Cf. la amplia sintesis sobre la historia de la investigacién que ofrecen A. de Pury / T. Romer, "Le Pentateuque en question. Position du probléme et bréve histoire de la recherche", en A. de Pury (ed.), Le Pentateugue en question (Genéve *1991) 9- 94; cf. también el nuevo planteamiento de R. N. Whybray, The Making of the Pentateuch. A Methodological Study (JSOT Suppl. 53; Sheffield 1987); J. van Setters, Prologue to History. The Yahwist as Historian in Genesis (Louisville-Ziirich 1992); F. Garcia Lopez, EstBib 52 (1994) 118s. 5 Cf R. Rendtorff, Das itberlieferungsgeschichtliche Problem des Pentateuch (BZAW 147; Berlin 1976); cf. E. Otto, "Stehen wir vor einem Umbruch in der Pentateuchkritik?": VuF 22 (1977) 82-97. ® Cf. E. Blum, Studiem zur Komposition des Pentateuch (BZAW 189; Berlin 1990); DEL LIBRO DE LA ALIANZA... 197 Tetrateuco. De todos modos, aunque la discusién de este proyecto no ha legado todavia a un resultado, ya se ve que abre toda una serie de proble- mas que pueden llevar a un nuevo planteamiento de principio. En la primera redaccién de los estratos deuteronomista (KD) y sacer- dotal (KP) se han dado cita unos materiales enormemente dispares’ cuya prehistoria no estd clara*. Un dato decisivo es que, en la visién de E. Blum, KD y KP se hallan en mutua dependencia literaria, pero en el Pentateuco no tienen ninguna conexi6n entre sf por lo que se refiere a sus respectivas intenciones politicas y teolégicas; su antagonismo habria sido apaciguado por “la autorizacién del imperio persa’": "El hecho de que los persas, como no podfa ser por menos, dejaran la compilacién y codifi- cacién de las tradiciones en manos de los grupos interesados (Dario encarg6 ‘a los sabios ... entre los guerreros, sacerdotes y escribas de Egipto...”), significaba también una especie de ‘coaccién’ para llegar al consenso. La exclusién de lo que hoy Ilamamos ‘grupos socialmente relevantes’ con sus posibilidades de reclamacién ante la administracién persa serfa por lo menos arriesgada en tales circunstancias; un ‘monopo- lio’ sacerdotal en Judd habrfa sido rechazado abiertamente, con menospre- cio de la tradicién deuteronémica/deuteronomista por lo que toca a su aceptacién y base social". En el Tetrateuco sacerdotal aparece un esbozo de la figura e identidad de Israel distinto del que presenta el Deuteronomio deuteronomista. Mientras el Deuteronomio, en las reelaboraciones deuteronomistas™, presenta al nuevo Israel en una situacidn de vida estabilizada y atribuye su integracién no a una genealogfa, sino a instituciones politicas y cultua- les —santuario central (Dt 12), tribunales, jueces, sacerdotes, reyes y Cf. a este respecto J.-L. Ska, "Un nouveau Wellhausen?": Bib 72 (1991) 253-263. 7 Cf., como paradigma, infra, III, sobre Lv 17-26. " No obstante, cf. E. Blum, Die Komposition der Viitergeschichte (WMANT 57; Neukirchen-Vluyn 1984). En otro lugar se mostraré que la formacién del Pentateuco ~a diferencia de lo que se presupone en este trabajo— se remonta a un historiador (PentH, "Jehowist") predeuteronomista. ° Cf. P. Frei, "Zentralgewalt und Lokalautonomie im Achimenidenreich", en P. Frei, / K. Koch, Reichsidee und Reichsorganisation in Perserreich (OBO 55; Freiburg- Géttingen 1984) 7-43. ° Cf. E. Blum, Studien, 358; id., "Gibt es die Endgestalt des Pentateuch?", en J. A. Emerton (ed.), Congress Volume Leuven 1989 (VTS 43; Leiden 1991) 46-57. =” "Cf. infra, Ul. 198 ESTUDIOS BIBLICOs - Eckart Otto profetas (Dt 16,18-18,22)—, en el Tetrateuco sacerdotal aparece la pers- pectiva de la didspora. La identidad y la pertenencia del individuo a Israel se definen por medio de la genealogfa’’ que, cimentada en la historia primitiva, se concentra en Abrahdn y parte de él. No hay un santuario central fijo en la tierra de residencia, sino una "tienda del encuentro" portatil, montada lejos de esa tierra, en el monte Sina". El momento decisivo en la formacién del Pentateuco consiste en la conexién de esas dos concepciones mediante la uni6n literaria del Deutero- nomio, interpretado en clave deuteronomista, con el Tetrateuco sacerdotal. Ahora bien, si la mencionada tesis de la "autorizacién del imperio persa" como imposicién de un compromiso entre KD y KP resulta no ser la clave de la actual configuracién de la Tord del Pentateuco, ser4 tanto mds urgente preguntar cudles son los conflictos de intereses y las soluciones subyacentes a la redaccién del Pentateuco. En términos generales, el problema de los proyectos que la investiga- cién del Pentateuco debate en la actualidad, en la época posterior a la hip6tesis documentaria, es que hoy se carece de un criterio tan convincen- te como el que aporté J. Wellhausen con la historia del culto en los Prolegomena, y se carece también de criterios claros para relacionar las tradiciones con el estrato deuteronomista KD'’. Si el trabajo de J. Wellhausen y de los demés artifices de la hipétesis documentaria partis " Cf. S. Tengstrém, Die Toledotformel und die Struktur der priesterlichen Erweite- rungsschicht im Pentateuch (CB. OT 17; Lund 1982) 25ss. " Sobre la prehistoria de estos dos dis Pury en este volumen. * Cf. el trabajo de H.-C. Schmitt (de Erlangen), "Die Suche nach der Identitit des Jahweglaubens im nachexilischen Israel. Bemerkungen zur theologischen Intention der “Endredaktion’ des Pentateuch", en el VIII Congreso Europeo de Tedlogos, celebrado en Viena los dias 20-24 de septiembre de 1993. U. Riiterswérden (de Kiel) ha anuncia- do, para las jornadas del grupo Altorientalische und Biblische Rechtsgeschichte de la Wissenschafiliche Gesellschaft fiir Theologie (que se celebrarén en Francfort, octubre de 1994), un trabajo en colaboracién con un iranista en el que se rechaza la tesis de la autorizacin imperial; cf. también las preguntas criticas de J.-L. Ska, "Nouveau Wellhausen”, 261s. 'S La inseguridad derivada de la falta de criterios claros queda patente en el hecho de que F. Crisemann (Die Tora. Theologie uns Sozialgeschichte des alttestamentlichen Gesetses [Miinchen 1992] 39ss), oponiéndose a E. Blum, coloca el estrato KD en la pericopa del Sinai no antes de KP, sino después; cf. E. Otto, "Die Tora in der Rechts- geschichte Israels" (recensi6n): ThLZ 118 (1993). tas concepciones, cf. el trabajo de A. de 198 ESTUDIOS BIBLICos - Eckart Otto profetas (Dt 16,18-18,22)—, en el Tetrateuco sacerdotal aparece la pers- pectiva de la diaspora. La identidad y la pertenencia del individuo a Israel . se definen por medio de la genealogia!? que, cimentada en la historia primitiva, se concentra en Abrahdn y parte de él. No hay un santuario central fijo en la tierra de residencia, sino una "tienda del encuentro" portétil, montada lejos de esa tierra, en el monte Sinaf”. El momento decisivo en la formacién del Pentateuco consiste en la conexién de esas dos concepciones mediante la uni6n literaria del Deutero- nomio, interpretado en clave deuteronomista, con el Tetrateuco sacerdotal. Ahora bien, si la mencionada tesis de la “autorizacién del imperio persa" como imposicién de un compromiso entre KD y KP resulta no ser la clave de la actual configuracién de la Tord del Pentateuco’, sera tanto mas urgente preguntar cudles son los conflictos de intereses y las soluciones subyacentes a la redaccién del Pentateuco. En términos generales, el problema de los proyectos que la investiga cién del Pentateuco debate en la actualidad, en la época posterior a la hipétesis documentaria, es que hoy se carece de un criterio tan convincen- te como el que aporté J. Wellhausen con la historia del culto en los Prolegomena, y se carece también de criterios claros para relacionar las tradiciones con el estrato deuteronomista KD"*. Si el trabajo de J. Wellhausen y de los demds artffices de la hipdtesis documentaria parti ® Cf. $, Tengstrém, Die Toledosformel und die Struktur der priesterlichen Erweite- rungsschicht im Pentateuch (CB. OT 17; Lund 1982) 25ss. "3 Sobre la prehistoria de estos dos distintas concepciones, cf. el trabajo de A. de Pury en este volumen. Cf. el trabajo de H.-C. Schmitt (de Erlangen), "Die Suche nach der Identitat des Jahweglaubens im nachexilischen Israel. Bemerkungen zur theologischen Intention der ‘Endredaktion’ des Pentateuch", en el VIII Congreso Europeo de Tedlogos, celebrado en Viena los dias 20-24 de septiembre de 1993. U. Riiterswérden (de Kiel) ha anuncia do, para las jornadas del grupo Altorientalische und Biblische Rechtsgeschichte de la Wissenschafiliche Gesellschaft fiir Theologie (que se celebrarén en Francfort, octubre de 1994), un trabajo en colaboracién con un iranista en el que se rechaza la tesis de la autorizacién imperial; of. también las preguntas criticas de J.-L. Ska, "Nouveau ‘Wellhausen", 261s. 'S La inseguridad derivada de la falta de criterios claros queda patente en el hecho de que F. Criisemann (Die Tora. Theologie uns Sozialgeschichte des alttestamentlichen Gesetses [Miinchen 1992] 39ss), oponiéndose a E. Blum, coloca el estrato KD en la pericopa del Sinai no antes de KP, sino después; cf. E. Otto, "Die Tora in der Rechts- geschichte Israels" (recensién): ThLZ 118 (1993). DEL LIBRO DE LA ALIANZA... 199 del que habfa realizado W. M. L. de Wette sobre el Deuteronomio a fin de lograr unos criterios claros para reconstruir la historia literaria del Pentateuco, hoy es preciso centrar el trabajo en los cuerpos legales del Libro de la Alianza, el Deuteronomio y la "Ley de Santidad" (Lv 17-26). Estos cuerpos dependen mutuamente y tienen que ver con la historia interpretativa que va desde el Libro de la Alianza, pasando por el Deute- ronomio deuteronémico y deuteronomista, hasta la "Ley de Santidad" de Lv 17-26 y que forma parte de la redaccién del Pentateuco'’. De este modo disponemos de una estructura que es preciso encajar con las tradi- ciones narrativas del Pentateuco. Si logramos aclarar cémo se unieron los cuerpos legales con los estratos narrativos del Pentateuco, conseguiremos un avance duradero en el andlisis del Pentateuco. En dos pasos sucesivos, explicaremos primeramente la sucesién de los cuerpos legales —Libro de la Alianza, Deuteronomio y "Ley de Santi- dad" — como un proceso continuo de interpretacidn; después nos pregunta- remos cual es la funcién de cada cuerpo legal en el conjunto del Pentateu- co, especialmente en su redaccién tiltima, y cudl es la relacién que esos cuerpos tienen entre sf en la perspectiva de esta redaccién. Tl. LA REFORMULACION DEL DERECHO ISRAELITA EN CUANTO HISTORIA INTERPRETATIVA EN EL LIBRO DE LA ALIANZA, EL DEUTERONOMIO Y LA LEY DE SANTIDAD La investigacién del Antiguo Testamento esta ampliamente de acuerdo en que el Libro predeuteronomista de la Alianza (Ex 20,24-23,12*) es el més antiguo de los tres cuerpos legales. Y. Osumi” y F. Criise- '° Cf. infra, TIT. Sobre Ia historia de la reformulacién en el derecho cuneiforme, cf. E, Otto, Kérperverletzungen in den Keilschrifirechten und im Alten Testament. Studien zum Rechtstransfer im Alten Orient (AOAT 226; Kevelaer-Neukirchen-Vluyn 1991), id., "Aspects of Legal Reforms and Reformulations in Ancient Cuneiform and Israelite Laws", en B. M. Levinson (ed.), On Revision within Biblical and Cuneiform Law (JSOT Suppl., Sheffield 1994). Sobre la relacién entre el derecho cuneiforme y el biblico, cf. id., "Die Bedeutung der altorientalischen Rechtsgeschichte fiir das Verstindnis des Alten Testaments": Z7hK 88 (1991) 139-168; id., Town and Rural Countryside in Ancient Israelite Law. Reception and Redaction in Cuneiform and Israelite Law (JSOT 57; 1993) 3-22. '? Die Kompositionsgeschichte des Bundesbuches Exodus 20,22b-23,33 (OBO 105; 200 ESTUDIOS BiBLICOS - Eckart Otto mann‘® sostienen que este libro se formé gracias a la unién de una parte de mishpatim (Ex 21,1-22,19*) y otra de "instrucciones" (Ex 22,20- 23,33*), dependiente de’ Ex 34,11-26; para L. Schwienhorst-Schénber- ger, es fruto de la reelaboracién teoldgica protodeuteronémica de una obra legal profana (Ex 21,12.18-22,13*); el autor del presente articulo” piensa més bien que es el resultado de unir varias colecciones legales, independientes en su origen, sobre lesiones corporales (Ex 21,18-32), cosas (Ex 21,33-22,14), procesos (Ex 23,1-8*) y muerte (Ex 21,12-17; [22,17-19a}), las cuales fueron interpretadas teoldgicamente en el proceso de redaccién (Ex 22,20-26.28s; 23, 10-12). Pero aquf no vamos a entrar en la discusidn de tales tesis. Es importante comprender el resultado del proceso de formacién del Libro de la Alianza antes de su incorporacién a la perfcopa del Sinaf. El cuerpo de Ex 21,2-23,12*, introducido por la ley del altar (Ex 20,24- 26%), est enmarcado por el derecho social de privilegio en el esquema 6/7 (Ex,21,2-11; 23,10-12). Este derecho se caracteriza por una serie de segregaciones”, Mediante la segregacién para YHWH, el dmbito del que se efectia la separacién queda sometido al dominio de Dios, y el dominio del hombre no puede traspasar ese Ambito. Este limite del dominio humano redunda en beneficio de los més pobres y débiles de la sociedad israelita. Si el ordenamiento juridico de Ex 21,12-22,29 y el procesal de Ex 23,1-8 —estructurados ambos en forma quidsmica— estén enmarcados por el derecho social de privilegio, quiere decir que también esos ordenamientos estén sometidos al dominio de Dios. De ahf resulta la siguiente estructura del Libro predeuteronomista de la Alianza: Fribourg-Gattingen 1991); cf. E. Otto, "Zur Kompositionsgeschichte des alttestamentli- chen ‘Bundesbuches’ Ex 20,22b-23,22" (recensin): WZKM 83 (1993). " Tora, 132-234. '° Das Bundesbuch (Ex 20,22-23-33), Studien zu seiner Entstehung und Theologie (BZAW 188; Berlin 1990); cf. E. Otto, "Vom Profanrecht zum Gottesrecht: Das Bundesbuch" (recensién): ThR 56 (1991) 421-427. ® Cf. E, Otto, Wandel der Rechtsbegriindungen in der Gesellschafisgeschichte des antiken Israel. Eine Rechtsgeschichte des "Bundesbuches" Ex XX 22-XXIII 13 (Studia Biblica 3; Leiden 1988). 2 Cf. E. Otto, art. saeba‘/sabu‘ot, en ThWAT VII (1993) 1000-1027, espec. 1018s. DEL LIBRO DE LA ALIANZA... 201 Ley del altar: Ex 20,24-26* [ Derecho social de privilegio: Ex 21,2-11 Ex 21,12-17 [ Ex 21,18-32 Ex 21,33-22,14 Ordenamiento juridico Ex 22,15-16 Ex 22,17-19a [Bx 22,20.26".28s: Fundam, teolégica | Ex 23,1-3 Ordenamiento l Ex 23,45 Ex 23,68 __ | Derecho social de privilegio: Ex 23,10-12 En el Deuteronomio predeuteronomista del siglo vit a. C., el Libro de la Alianza es interpretado desde las exigencias de la centralizacién del culto anticipadas como mandamiento principal en Dt 12*”, El derecho de privilegio de las segregaciones para YHWH (Dt 14,22-15,23*; 26,2- ® Cf. E. Otto, "Vom Bundesbuch zum Deuteronomium. Die deuteronomische Redaktion in Din 12-16*", en G. Braulik / W. Gross / S. E. McEvenue (eds.), Ge- sellschafilicher Wandel und biblische Theologie (Fest. fiir N. Lohfink; Freiburg/Br. 1993) 260-278; B. M. Levinson, The Hermeneutics of Innovation. The Impact of Centralization upon the Structure, Sequence, and Reformulation of Legal Material in Deuteronomy (Ph. D. Diss. Brandeis University; Waltham, Mass., 19991) 169ss; E. Reuter, Kultzentralization. Entstehung und Theologie von Din 12 (BBB 87; Frankfurt 1993) 121ss. 202 EsTUDIOS BiBLICos - Eckart Otto 13%) enmarca el ordenamiento festivo (Dt 16,1-17)”, el procesal (Dt 16,18-18,8) y el material (Dt 19,2-25,12)”. El ordenamiento de las fiestas se coloca al comienzo de la ley deutero- nomista de reforma, en el marco del derecho de privilegio, porque la centralizacién del culto exige aquf innovaciones decisivas. Esto vale también, en cierto modo, para el ordenamiento procesal. La decision cultual debe darse en el santuario central y al margen de la jurisdiccin profana de los tribunales locales (Dt 17,2-13*)*. En el ordenamiento material el derecho de sangre (Dt 19,2-21,9*.22s), relacionado con el derecho procesal, se anticipa —en correspondencia con Ex 21,12-14— porque estos preceptos sobre el asilo y sobre la expiacién por un homici- dio cuyo autor se desconoce tienen un horizonte cultual que roza la centralizacién del culto’. Las prescripciones sobre lesiones corporales y sobre cosas de Ex 21,18-22,14, que no tienen ninguna relacién con el precepto principal de la centralizacién del culto del Deuteronomio, no son asumidas en éste, sino que son completadas con un amplio derecho familiar; ese derecho est4 representado en el Libro de la Alianza por un solo precepto (Ex 22,15s), mientras que el redactor deuteronomista lo propone en forma de una extensa compilacién preexistente (Dt 21,15-21; 22, 13-29; 24,1%-5; 255-10)”. Las prescripciones sobre el ethos social ® Cf. E. Otto, Das Mazzotfest in Gilgal (BWANT 107; Stuttgart 1975) 177-182; id., art. pasah/paesah, en ThWAT VI (1989) 659-682, espec. 674-676 (bibl.); fd., art. saeba‘ ete., en ThWAT, VII, 1023s (bibl.). % U, Riiterswérden, Von der politischen Gemeinschaft zur Gemeinde. Studien zu Dr 16,18-18,22 (BBB 65; Frankfurt 1987); F. Garcia Lopez, "Le roi d’Israél: Dt 17,14-20", en N. Lohfink (ed.), Das Deuteronomium (BEphThLov 68; Leuven 1985) 277-297; id., "Un profeta como Moisés. Estudio critico de Dt 18,9-22", en Simposio Biblico Espafiol (Madrid 1984) 289-308; E. Otto, "Von der Gerichtsordnung zum Verfassungsentwurf, Deuteronomische Gestaltung und deuteronomische Interpretation im ‘Amtergesetz’ Dtn 16,18-18,22", en I. Kottsieper et al. (eds.), Festschrift fiir O. Kaiser (Gottingen 1994). 2 Cf. E. Otto, "Soziale Verantwortung und Reinheit des Landes. Zur Redaktion der kasuistischen Rechtssitze in Deuteronomium 19-25", en R. Liwak / S. Wagner (eds.), Prophetie und geschichtliche Wirklichkeit im alten Israel (Fest. fir S. Hermann; Stuttgart 1991) 290-306. % Cf. M, Weinfeld, Deuteronomy and Deuteronomic School (Oxford 1972) 13388; B. M. Levinson, Hermeneutics, 35238; E. Otto, "Gerichtsordnung". 27 Cf. J. C. Gertz, Die Gerichtsorganisation Israels im deuteronomischen Gesetz (Diss. theol.; Géttingen 1993). ® Cf. E. Otto, "Das Eherecht im Mittelassyrischen Kodex und im Deuteronomium. DEL LIBRO DE LA ALIANZA... 203 de solidaridad con los débiles (Ex 22,20-26*) y de amor a los enemigos (Ex 23,4s) se exponen siempre alternando con prescripciones cultuales y penales en las series de preceptos de Dt 22,1-12*; 23,16-26*; 24,6-25,4* y sirven en estas series de entramado de la redaccién de Dt 19-25 desde los puntos de vista de la responsabilidad social y la pureza de la tierra. Esta técnica redaccional procede de la tradicién asiria y esta documentada también en el Codigo mesoasirio —transmitido en neoasirio— de la tabla A (KAV 1)”. Finalmente, junto con Dt 13* y las maldiciones de Dt 28* se introducen elementos del juramento y contrato de vasallaje neoasirio”. De todo esto resulta la siguiente estructura del Deuteronomio predeute- ronomista: Tradition und Redaktion in §§ 12-16 der Tafel A des Mittelassyrischen Kodex und in Din 22,22-29", en M. Dietrich / O. Loretz (eds.), Mesopotamica - Ugaritica - Biblica (Fest. fiir K. Bergethof; Kevelaer-Neukirchen-Viuyn 1993) 259-281; sobre Ex 22,15s, cf. id., "Kérperverletzung oder Verletzung von Besitzrechten? Zur Redaktion von Ex 22,15f und §§ 55; 56 des Mittelassyrischen Kodex der Tafel A": ZAW 105 (1993) 153- 165. » Cf. E. Otto, "Verantwortung", 295s, 304s. ® Cf. E. Otto, "Die Einschrinkung des Privatstrafrechts durch éffentliches Straf- recht in der Redaktion der Praragraphen 1-24; 5-59 des Mittelassyrischen Kodex der Tafel A (KAV 1)", en W. Zwickel (ed.), Biblische Welten (Fest. fir M. Metzger; Fribourg-Géttingen 1993) 131-166. Sobre el trasfondo asirio de esta técnica de la estructura entramada, cf. también E. Otto, "Rechtsreformen in Deuteronomium XII- XXVI und im Mittelassyrischen Kodex der Tafel A (KAV 1)", en J. A. Emerton (ed.), Congress Volume Paris 1992 (VTS; 1994). *\ Cf. S. Parpola / K. Watanabe, Neo-Assyrian Treaties and Loyalty Oaths, State Archives of Assyria Il (Helsinki 1988); K. Watanabe, Die ade-Vereidigung anlasslich der Thronfolgeregelung Asarhaddons (Baghdader Mitteilungen, Beih. 3; Berlin 1987); P. E. Dion, "Deuteronomy 13", en B. Halpern et al. (eds.), Law and Ideology in Monarchic Israel (SSOT Suppl. 124; Sheffield 1991) 192-203; M. Weinfeld, Deutero- nomy, 116-129. 204 EsTUDIOs BiBLicos - Eckart Otto Mandamientos principales: Dt 12,13*; 13,2-18* ;—| Derecho social de privilegio: Dt 14,22-15,18.(19-23)* Dt 15,19-23 Ordenamiento festivo [ Dt 16,1-15 ~ Dt 16,16-17 Dt 16-18-19* Ordenamiento procesal i Dt 17,2-13* & De 18,1-8* Dt 19,2-21,9%.22s Dt 2115-21 [ Dt 22,1-12* y Dt 22,13-21 | Dt 22,22-29 Ordenamiento juridico Dt 23,16-26* “pt 24,185 LDt 25,5-10 © Dt 25,11-12 |__| Derecho social de privilegio: Dt 26,2-13* EI Deuteronomio predeuteronomista es el documento de una reforma cultual y jurfdica relacionada con Josfas, documento que reforma el derecho del Libro de la Alianza desde la perspectiva de la centralizacin DEL LIBRO DE LA ALIANZA... 205 del culto y toma, junto con la exposici6n, la estructura redaccional del Libro de la Alianza, uniendo elementos contempordneos de la tradicién jurfdica asiria y actualizando el conjunto. El Deuteronomio es interpretado ‘como juramenio de fidelidad a YHWH, a quien corresponde toda obedien- cia, y no al gran rey de Asiria®. La transformacién de tiempos de Josfas fue tan profunda que ya no eta posible reformar el Libro de la Alianza mediante una reformulacién inmediata limitada a esa compilacién de preceptos; se requerfa una nueva compilacién, el Deuteronomio, que interpretara y completara el Libro de la Alianza. En la época del destierro, el Deuteronomio preexflico es objeto de dos reelaboraciones deuteronomistas, y la ley de la reforma de Josfas queda reformulada en un proyecto de constitucién del nuevo Israel después del destierro®. El primer redactor deuteronomista (DtrH) se mueve en la tematica de la ocupacién de la tierra, propia de la historia deuteronomista. Incorpora las leyes de la guerra (Dt 20,1-20; 21,10-14; 23,10-15), asf como la ley de la comunidad (Dt 23,2-9 con Dt 23,1; 25,17-19)* y sitéa, con la "introducci6n historificante" de Dt 19,1.2b, las leyes de Dt 19-25 después de la "ocupacién de la tierra", es decir, una vez terminado el destierro. El centro integrador de esta reelaboracién efectuada por DtrH —que enmarca Dt 12-26 y 28* por medio de Dt 1-3* y 7*— es la idea del nuevo Israel como pueblo santo, introducida en Dt 7,1s.6.13-15. Israel, renunciando a su propio pasado —dicho con el lenguaje de esta teologfa deuteronomista: sin adquirir compromisos con los habitantes del pafs—, consigue, en su condicién de pueblo santo, el amor y la bendicién de Dios. Las intervenciones de este redactor en el Deuteronomio se limitan a resituar teolégicamente la ley deuteronomista de reforma en el marco de la historia deuteronomista en cuanto documento de la revelacién comuni- cada por Dios a Moisés, la cual se extiende a una historia futura de Israel después del destierro. De esta reeelaboracién de DtrH se distingue una segunda reelaboracién debida a un redactor deuteronomista del Decdlogo (DtrN). Este redactor introduce Dt 5* y 9-10* en el marco de Dt 1-3 y 7*, a la vez que estruc- * Cf. A. D. H. Mayes, On Describing the Purpose of Deuteronomy (JSOT 58; 1993) 13-33. ® Cf. E. Otto, Theologische Ethik des Alten Testaments (Stuttgart 1994). “ Cf. N. Lohfink, "Die Schichten des Pentateuch und der Krieg", en E. Haag et al. (eds.), Gewalt und Gewaltlosigkeit im Alten Testament (QD 96; Freiburg/Br. 1983) 51-110, espec. 65-75; H. D. Preuss, Deuteronomium (Extrige der Forschung; Darm- stadt 1981) 120s. 206 EsTupIos BiBLICos - Eckart Otto tura de nuevo Dt 12-25 como interpretacién del mismo Decdlogo (Dt 5,6- 21). El Decdlogo, revelado a todo Israel en el Horeb, tiene un valor fundamental en la perspectiva de DtrN, también en el destierro y la digspora, mientras que la interpretacién de Dt 12-26 va destinada a la vida en la tierra de Israel **. La estructura fundamental del Decdlogo reapare- ce asf en la agrupacién decaldgica de las leyes de Dt 12-26%: Las prohibiciones sobre dioses extranjeros, imagenes y abuso del nombre de Dios (Dt 5,6-11) forman, junto con el precepto sabdtico (Dt 5,12-15), una unidad de deberes para con YHWH. Asf pues, DtrN retine Dt 12,1-17 —introduciendo Dt 16,20-17,1 en el ordenamiento procesal (Dt 16,18s; 17,2ss) como leyes de centralizacisn— en un bloque que abarca los preceptos de unidad de culto y de pureza cultual (Dt 12s), el derecho de privilegio (Dt 14s) y el ordenamiento festivo (Dt 16). El conjunto de estos preceptos, que presuponen el templo, completa la "primera tabla" del Decdlogo (Dt 5,6-15) en las condiciones de vida de un pafs culturalmente desarrollado. A la "segunda tabla" (Dt 5,16-21) corresponde el ordenamiento material de Dt 17,1-25,19. Si el precepto de amor a los padres ocupa el primer puesto en la "segunda tabla" del Decdlogo en cuanto expresién de que la familia es, en el destierro y la diaspora, la unidad que sirve de sustento a la sociedad, en el proyecto de organizaci6n del nuevo Israel (Dt 16,18-18,22) figuran, junto a la familia, las instituciones politicas y religiosas de una estructura administrativa. Partiendo de la concepci6n de Israel como pueblo santo, propia de DtrH, DtrN proyecta una organizacién del nuevo Israel después del destierro que incluye el programa de un orden social justo sin pobreza (Dt 15,4-6; 25,13-16)”. La "Ley de Santidad" (Lv 17-26) forma una seccidn claramente delimi- tada por lo que precede y lo que sigue dentro de la pericopa del Sinaf. 35 Cf, N. Lohfink, "Die hugim dmispatim und ihre Neubegrenzung durch Dtn 12,1": Bib 70 (1989) 1-12 = id., Studien zum Deuteronomium und zur deuteronomistis- chen Literatur Ul (Stuttgarter Biblische Aufsatzbande 12; Stuttgart 1991) 229-256. % Cf. G. Braulik, Die deuteronomischen Gesetze und der Dekalog. Studien zum ‘Aufbau von Deuteronomium 12-26 (SBS 145; Stuttgart 1991). Sin embargo, pese a lo que dice Braulik, en Dt 12-26 no es posible hallar una disposicién de las leyes que se ajuste a una decena de preceptos, ntimero que Dt 5,6-21 no conoce todavia y que es secundario en Dt 10,4; cf. E. Otto, art. "Dekalog", en Bibeltheologisches Worterbuch 1 (Graz-wien 1994); id., ThLZ 119 (1994) recensién sobre G. Braulik, "Das deuterono- mische Gesetz un der Dekalog”. % Cf. N. Lohfink, "Das deuteronomische Gesetz in der Endgestalt - Entwurf einer Gesellschaft ohne marginale Gruppen": BN 51 (1990) 25-40. _DEL LIBRO DE LA ALIANZA... 207 Esta seccién presenta una estructura redaccional aut6noma, De acuerdo con K. Elliger® y A. Cholewiriski®, la Ley de Santidad no es un cuerpo legal presacerdotal ni —en contra de Blum— parte de P (cf. infra, TM, sino un complemento postsacerdotal de P. Sin embargo —en contra de K. Elliger y de Cholewitiski—, no esta formada por diversos estratos literarios, sino que, prescindiendo de la ampliacién de Lv 24 y de algunas pequefias adiciones, ha sido concebida estrictamente por el redactor del Pentateuco utilizando breves colecciones en Ly 18; 21s; 23". Utilizando una técnica empleada ya en la redaccién de Dt 19-25, la Ley de Santidad ha sido estructurada por medio de un entramado de exhortaciones o parénesis en conexién con los preceptos del Decdlogo (Lv 18,1-5.24-30; 19,1-4.36b-20,8.22-27; 22,31-33; 25,188.55; 26,1s), lo cual nos informa en particular sobre la intenci6n teoldgica que preside la redaccién de la Ley de Santidad. Se trata de un conjunto redaccionalmente cerrado, como lo demuestra la conexidn sistematica de las parénesis con lo que precede y el eco de Lv 20,26; 22,33 y Lv 19,30 en las parénesis conclusivas de Lv 25,55; 26,2. En Lv 25,18s se conecta con el comienzo de las parénesis de Lv 18,2-5. Si en Lv 18,2-5 se relaciona la obediencia a los preceptos con la promesa de vida, en Lv 25,18s esto se concreta como una vida segura en la tierra. Entre medias se halla la compleja formulacién del fundamento parenético del derecho: Lv 18,5 promete vida a quien sigue los preceptos de Dios. Esto significa, reciprocamente, que los pueblos que no obedecen los preceptos cometen un suicidio. Ese aspecto es desarrollado en Ly 18,24-30. Aqui se introduce también el motivo de la tierra. En Lv 19,2 aparece el tema de la santificacién como el polo opuesto de la impurificacién de la tierra. Lv 20,22-26 empalma con esto a la vez que con Lv 18,24-30 y une ambos motivos: el motivo de la tierra que vomita se contimia en clave positiva. Si Israel guarda los preceptos de Dios, habitard seguro en la tierra. La formula de santidad introducida en Lv 19,2 se prolonga, en 20,26, declarando a Israel propiedad escogida de Dios entre los pueblos. En Lv 20,8 el motivo de que Israel es santificado por YHWH aparece * Leviticus (HAT 1/4; Tibingen 1966). * Heiligkeitsgesetz und Deuteronomium. Eine vergleichende Studie (AnBib 66; Roma 1976). “ Cf. detalles en E. Otto, "Das ‘Heiligkeitsgesetz’ Leviticus 17-26 in der Penta- teuchredaktion”, en W. Thiel (ed.), Festschrift fur H. Graf Reventlow (Frankfurt 1994); también mi comentario al Levitico en la serie del Herders Theologischer Kommentar zum Alten Testament, vol. 3. 208 ESTUDIOS BIBLICos - Eckart Otto unido a la exigéncia de que este pueblo se santifique por la obediencia a los preceptos para ser santo. Tan paraddjica declaracién se halla desarro- Iada en Lv 22,31-33 mediante la conexién de éxodo y santificacién. El éxodo es entendido como la santificacién de Israel que, operada por Dios, pone a Israel en condiciones de cumplir los preceptos y glorificar al mismo Dios“. Si el entramado parenético comienza en Lv 18,2-5 con la formula de manifestacién "yo, YHWH, soy vuestro Dios", primera mitad de la férmula de alianza, y la segunda mitad es introducida en Lv 20,22-26 con Israel como propiedad de Dios y relacionada con la santidad de Dios y del hombre como centro de toda la estructura, al final del conjunto parenético, en Lv 25,55, se pone el acento en la segunda mitad de la formula de alianza, que define a Israel como propiedad de Dios. A partir de Lv 20,26, se denomina a los israelitas no sélo propiedad de Dios, sino esclavos suyos, y se entremezclan los temas de la propiedad y la obedien- cia. La serie parenética termina en Lv 26,11-13. Este entramado parenético es completado con unos preceptos decalégi- cos. En Lv 26,1s, la prohibicidn de dioses extranjeros y el mandamiento del sébado empalman con la parénesis de Lv 25,55 como paso al capitulo de bendiciones y maldiciones con que concluye Lv 17-26; al mismo tiempo, forman, con Lv 19,2-4, un marco para Lv 19-25. Los preceptos de los padres y del s4bado, asf como las prohibiciones de dioses extranje- ros y de imégenes, sirven en Lv 19,2-4 (repeticién de Dt 5,7-10.12-16) de introduccidn al ordenamiento moral y juridico de Lv 19, y en Lv 19,30 se destaca de nuevo el precepto del sabado junto con el respeto al santua- rio. La prohibicién de dioses extranjeros incluye los prohibiciones de dar culto a los demonios y a Moloc (Lv 17,7; 18,21; 20,2-5) y, junto con la prohibicién de imagenes, apoya la segregacién religiosa de Israel de entre los pueblos para ser propiedad de Dios, tema desarrollado en el conjunto parenético. El precepto de los padres reaparece en Lv 19,32, y también en Ly 20,9s unido a la prohibicién de adulterio, la cual resume las prohi- biciones sobre relaciones sexuales de Lv 18,6-18; 20,11-21. En Lv 26,1, relacionado con Dt 16,21s, se unen las prohibiciones sobre dioses extran- jeros e imagenes, las cuales, acentuando la segregacién de Israel, sirven de conclusion de los preceptos de la Ley de Santidad. El precepto del “Cf. W. Zimmerli, "Heiligkeit nach dem sogennanten Heiligkeitsgesetz": VT 30 (1980) 493-512, espec. 5018s; F. Criisemann, "Der Exodus als Heiligung. Zur rechts- geschichtlichen Bedeutung des Heiligkeitsgesetzes", en E. Blum et. al. (eds.), Die Hebriiische Bibel und ihre zweifache Nachgeschichte (Fest. fir R. Rendtorff; Neukir- chen-Vluyn 1990) 117-129. DEL LIBRO DE LA ALIANZA... 209 sAbado, incluido en este final decalégico, tiene una funcién muy importan- te en la redaccién de la Ley de Santidad, funcién que resulta clara si se considera toda esta redaccién. Lv 17-22 est4 organizado por medio de un sistema de encabezamientos legales que sirven para conectar con P. Lv 17 y 22,17-30, dedicados a todos los israelitas y a los sacerdotes, forman un marco para las dos series de leyes —tres leyes en cada serie— dirigidas a los israelitas (Lv 18; 19; 20) y a los sacerdotes (Lv 21,1-15.16-23; 22, 1-16). En esta organizacién jurfdica, moral y cultual se traduce la voluntad de Dios —que segrega a Israel de entre los pueblos— y se la hace culminar en las prohiciones de dioses extranjeros e imagenes y en el precepto del sabado. La segunda parte de la Ley de Santidad (Lv 23; 25) estd estructurada por el precepto del sdbado, que antecede como precepto principal a esta parte en Lv 23,3. Todas las leyes que siguen estén relacionadas con ese precepto. El calendario festivo de Lv 23,4-38(.39-44) est4 relacionado con el precepto del sébado: en el ordenamiento de la Pascua, mediante la duracién de siete dfas y la asamblea festiva en el séptimo; la ley del ofrecimiento de las primicias, mediante la oblacién en el dfa siguiente al sdbado; el ordenamiento de la fiesta de las Semanas, mediante el cémputo de éstas; el ordenamiento de la fiesta de los Taberndculos, mediante la duracién de siete dias y la asamblea festiva en los dfas primero y octavo. Y todas las disposiciones festivas tienen que ver con preceptos de descan- so, los cuales también conectan el precepto del saébado con el ordenamien- to para el dia primero del séptimo mes y para el dfa de la Expiacién (el dia décimo del mismo mes). En la legislacién sobre el sabado y sobre el aiio jubilar se extiende el ritmo de las semanas al de los afios, y el dia de descanso pasa a ser un afio de reposo y remisién de deudas al que se ordenan las prescripciones sobre rescate y recuperacién®. Lugar especial ocupan en la estructura de la Ley de Santidad las leyes sobre inmolaciones y sacrificios (Lv 17), que no han sido incluidas en el marco parenético. En la interpretacién de Dt 12, el precepto principal del Deuteronomio, Lv 17 tiene también una destacada funcién dentro de la Ley de Santidad. He aquf la estructura del conjunto: ® Cf. G. Robinson, The Origin and Development of the Old Testament Sabbath. A Comprehensive Exegetical Approach (Beitrige zur Biblischen Exegese und Theologie 21; Frankfurt 1988) 301ss; id., "Das Jobel-Jahr. Die Lésung einer sozial-dkonomischen Krise des Volkes Gottes", en D. R. Daniels et al. (eds.), Ernten was man sit (Fest. fir K. Koch; Neukirchen-Vluyn 1991) 471-494; J. A. Fager, Land Tenure and the Biblical Jubilee. Uncovering Hebrew Ethics through the Sociology of Knowledge (JSOT Suppl. 155; Sheffield 1993). 210 ESTUDIOS BiBLICOS - Eckart Otto Preceptos principales: tord de los sacrificios: Lv 17,1-15 Ordenami —, sie To okt ey dS 360. ' Lv 19,36b-20,8 [Lv 20,9-21 | [Ev 21-15 | Ordenamiento i sobre los [Lv 21,16-23 i [Lv 22,1-16 Tora de los sacrificios: Lv 22,17-30 [Ley 22,31-33 Ly 23,3 al [Lv 234-38 1-7 ] Lv 258-17 | Tata +) [Ev 24819, Ly 25,20-54 ns eral Ly 25,55 Ly 26,1-2 Maldicién Lv 263-13 y. jr Bendicién Lv 26,14-45 [ Lv 26,46 colofén | DEL LIBRO DE LA ALIANZA.... 211 Después del trabajo de A. Cholewitiski no hay por qué demostrar que la Ley de Santidad —especialmente en el entramado parenético— esté relacionada con el Deuteronomio, que en las partes legales completa a P por medio del mismo Deuteronomio y que —cosa particularmente evidente en las reservas sobre el sacrificio profano en Lv 17,10-14— introduce correcciones en P y en el Deuteronomio. Pero, por otra parte, la Ley de Santidad est4 relacionada también con el Libro de la Alianza. La prohibi- cién (en 17,15) de comer animales muertos (m'53) o desgarrados (mB"M) empalma con Dt 14,21 y Ex 22,30. La prohibicién de comer animales desgarrados fue tomada de Ex 22,30. Dt 14,21 y Ex 22,30 tienen singular importancia para el redactor de la Ley de Santidad, porque unen a cada precepto el motivo de la santidad de Israel. Si el redactor omite en Lv 17,15 este motivo, central para su labor redaccional, tiene que haber tenido razones para ello. La solucién ha de buscarse en el marco de la historia de la redaccién de la Ley de Santidad. Esta Ley depende del Deuteronomio no sdlo en la exégesis de cada una de las prescripciones, sino también en su forma. Lv 17 no tiene solamente la funcién de introducir los ordenamientos sobre los laicos y sobre los sacerdotes, sino toda la Ley de Santidad como precepto principal. Nume- rosos engarces redaccionales unen Lv 17 no sélo con Lv 18-22, sino también con Lv 23 y 25 (cf. Lv 17,7; 23,14.21.31.41). Si se excluyen de Ly 17,15 las referencias a la santidad frente a las tradiciones exegetizadas de Ex 22,30 y Dt 14,21, queda una laguna que apunta mds alld de Lv 17. Si las referencias a la santidad constituyen un motivo central del entrama- do parenético que comienza en Lv 18, entonces toda la Ley de Santidad es interpretada como un mantenimiento de las referencias presentes en la tradicién de Ex 22,30 y Dt 14,21, y Lv 17,15, como todo el capitulo 17, queda desgajado del cuerpo de la Ley de Santidad. Pero ja qué se debe que el redactor de la Ley de Santidad recurriera tanto al Deuteronomio como al Libro de la Alianza? Esta pregunta lleva al problema de determinar la funcidn de tales cuerpos jurfdicos —Libro de la Alianza, Deuteronomio y Ley de Santidad— en sus respectivos contextos narrativos del Pentateuco. 212 ESTUDIOS BIBLICos - Eckart Otto Ill. *PosicION Y FUNCION DEL LIBRO DE LA ALIANZA, DEUTERONOMIO Y LEY DE SANTIDAD EN EL PENTATEUCO Al unir el Tetrateuco sacerdotal con el Deuteronomio, el redactor del Pentateuco tiene que relacionar el Decdlogo y el Deuteronomio con la revelacién del Sinaf; en particular, DtrN introduce el Decdlogo como documento de una revelacién divina en el Horeb —ahora identificado con el Sinaf— y remonta el Deuteronomio (Dt 5 y 9s*) a una revelaci6n divina en el monte de Dios. Mediante la incorporacién del Decdlogo y el Libro de la Alianza en la perfcopa del Sinaf queda establecida la conexién necesaria. El redactor del Pentateuco introduce en Ex 20, por medio de Ex 10,18-21 (cf. Dt 5,23-31), una estructura correspondiente a Dt 5: el pueblo reacciona con temor ante la revelacién divina y pide a Moisés que actie como mediador. En este mismo pasaje, en el Deuteronomio —seguin se ve por la repeti- cién de Dt 6,31 en Dt 6,1— sigue el proyecto estructural del nuevo Israel (Dt 12-26), enmarcado en clave parenética, mientras que en la perfcopa del Sinaf (Ex 20) sigue el Libro de la Alianza, que ocupa el lugar del Deuteronomio en la pericopa del Sinaf. Con la incorporacién del Decélogo y del Libro de la Alianza en conexién con Ex 20,18-21, Dt 4 es colocado en el marco deuteronomista del Deuteronomio y forma un arco que retrocede desde Dt 16-18“, pasando por Ex 20,4, hasta Gn 1. Por me- dio de Ex 20,22; 21,1, el Libro de la Alianza se inicia empalmando con Ex 19,3b-8, pieza que une motivos sacerdotales y deuteronomistas, y con Dt4. También E. Blum“ ve la estrecha relacién entre Ex 20,22 y Dt 4 como “una prolongacién directamente dependiente de Dt 4 en la que se interpreta el anterior marco narrativo del Libro de la Alianza", pero este autor atribuye luego Ex 19,3b-8; 20,22; 24,3-8 al estrato KD. Sin embar- go, Dt 4, en su forma final, presupondria la existencia de P“*, Blum * Sobre la terminologia de P en Dt 4,16-18, cf. D. Knapp, Deuteronomium 4 (GTA 35; Géttingen 1987) 69s, si bien este autor presenta una estructura literaria un tanto apresurada, sin preguntarse por su funcién en el conjunto de Dt 4; cf. a este respecto G. Braulik, Die Mittel deuteronomischer Rhetorik erhoben aus Deuteronomium 4,1-40 (AnBib 68; Roma 1978) 42ss. * Studien, 96s. “ Aqui, como en otros muchos lugares, influye desfavorablemente el hecho de que DEL LIBRO DE LA ALIANZA... 213 explica Ex 20, 18-20 como modelo de Dt 5,23ss, alegando que en Dt 5,28s la aprobacién de una experiencia (702 piel) es interpretada como una prueba“*, Pero sucede exactamente lo contrario. Fue el influjo de la interpretacién sacerdotal del acontecimiento del Sinaf, presupuesta en Ex 20, lo que hizo que el tema de la tentacién, firmemente asentado y desa- rrollado como relato en Dt 5,28s, pasara a Ex 20,20a, despojado de la amplitud narrativa y sintetizado en el término M02. En su intento de eliminar la connotacién de prueba inherente a M0} en Ex 20,20, E. Blum invoca a M. Greenberg. Pero éste interpreta Ex 20,20 precisamente a partir de Dt 4,10, pasaje dependiente de Dt 5,288”. Ex 20,22s est4 inseparablemente unido al marco del libro de la Alian- za, marco colocado durante el proceso de incorporacién de la perfcopa del Sinaf (Ex 21,1; 23,13). Por otra parte, Ex 20,22s también estd firmemente conectado con Ex 20,18-21. El Libro de la Alianza contiene, pues, la revelacién que Moisés debe transmitir al pueblo, revelacién que en Ex 24,3-8 es anunciada al mismo pueblo como fundamento de la conclusién de la alianza. El Deuteronomio (Dt 12-26), al igual que el Decdlogo (Dt 5,6-21), se convierte asf en un documento de la revelacién manifestada en el Sinaf, la cual es fundamento de la tradicién —organizada de acuerdo con Ex 24,9-11 (P)*— sobre la conclusién de la alianza (Ex 24,3-8). Si DtrN apoyaba la funcién de Moisés como mediador de la revelacién en el temor del pueblo, el redactor del Pentateuco considera ese temor, en el horizonte de Dt 4, como expresién de la trascendencia divina que se traduce en la prohibicidn de imagenes del Decdlogo. La relacién personal con Dios, plasmada en la obediencia a la voluntad divina, consiste en la comunicacién que Israel mantiene con el Dios tinico y trascendente. Ex E. Blum renuncie a todo andlisis del Deuteronomio y emplee sin ningiin control ni diferenciacién "deuteronémico/deuteronomista” para caracterizar el material KD. ‘También N. Lohfink subraya la importancia de la investigacién sobre el Deuteronomio para el estudio del Tetrateuco; cf. N. Lohfink, "Deutéronome et Pentateuque. Etat de larecherche", en Le Pentateuque. Débats et recherches (Lectio Divina 151; Paris 1993) 35-64, espec. 55s; cf. F. Garcia Lopez, EstBib 52 (1994) 25 n. 55. “ Cf. E. Blum, op. cit., 94. “ Cf. M. Greenberg, "nsh in Exodus 20,20 and the Purpose of the Sinai Theop- hany": JBL 81 (1960) 273-276; cf., en cambio, H.-C. Schmitt, "Die Erzihlung von der Versuchung Abrahams Gen 22,1-19* und das Problem einer Theologie der elohistischen Pentateuchtexte": BN 34 (1986) 82-109, espec. 91s. “ Cf. J.-L. Ska, "Le repas d Ex 24,11": Bib 74 (1993) 305-327. 214 ESTUDIOS BIBLICos - Eckart Otto 20,22 permite que el Libro de la Alianza pase a ser la revelacién anuncia- da en Ex 19,9 y, en la conjuntacién del Libro de la Alianza con el Deute- ronomio efectuada por el redactor del Pentateuco, se convierta en el programa de Israel como "posesién real" (730) de YHWH y pueblo santo. El redactor del Pentateuco, en su organizacién teolégica, presenta el Libro de la Alianza como revelaci6n primaria en el Sinaf, y el Deuterono- mio como recapitulacién del mismo. No obstante, hallamos notables omisiones de lo que se prescribe en el Deuteronomio —no en el Libro de la Alianza—, especialmente en cuanto a derecho familiar. También las contradicciones entre P, Deuteronomio y Libro de la Alianza constituyen un problema. Sobre todo, en Dt 5,23-31(.32-33); 6,1 se da por supuesto que el conjunto de preceptos revelados a Moisés fue comunicado por primera vez al pueblo en el pafs de Moab. Dado que, en la perspectiva del redactor del Pentateuco, el Libro de la Alianza es fundamento, ya lefdo ante el pueblo, de la conclusién de la alianza (Ex 24-38), es de suponer en la pericopa del Sinaf otra revelacién hecha a Moisés que él comunica al pueblo en el pafs de Moab. Ex 34,10-26, unido al motivo de las tablas como recapitulacién de Ex 23,14-19 no puede tener esa funcién®. Por el contrario, el redactor del Pentateuco incorporé la Ley de Santidad, redactada por él, a la anterior pericopa sacerdotal del Sinaf. Este modo de ver las cosas se opone a la reciente tesis defendida por E. Blum®, segtin la cual Lv 17-26 fue una parte constitutiva de la reelaboracién sacerdotal de la perfcopa del Sinaf, no una adicidén a P. En su opinién, Lv 11-26 debe incluirse en el tema de la santificacién del pueblo de Dios. "Y esta tematica es realmente secundaria en el proceso de composicién: el interés exclusivo de YHWH no se da hasta que el pueblo asume su papel de interlocutor; las normas cultuales en cuanto (comunicacién y) regulacién sélo tienen sentido en una comunidad cons- ciente de su responsabilidad frente al Santo. Después del establecimiento del Santuario y del culto, aqué se trata légicamente de la conducta con que debe responder (todo) Israel" *'. Lo que habrfa que demostrar se con- © Cf. E. Otto, art. saeba‘ etc., 1022s; cf. también C. Dohmen, "Der Sinaibund als Neues Bund nach Ex 19-34", en E. Zenger (ed.), Der Newe Bund im Alten. Studien zur Bundestheologie der beiden Testamente (Freibur/Br. 1993) 51-83. ® Studien, 318-328; seguido por F. Criisemann, Tora, 323-326. * Cf. E. Blum, 0. ¢., 318. DEL LIBRO DE LA ALIANZA.... 215 vierte en presupuesto de la interpretacién: que Lv 17-26 forma parte de P a pesar de la inclusién del Libro de la Alianza y del Deuteronomio, y de las fuertes correcciones introducidas en P. A juicio de Blum ®, las diferencias con P no sélo en las formulacio- nes, sino también en las prescripciones legales "ya no son sorprendentes, dada —como queda dicho— la controvertida recepcién de las tradiciones ya formuladas"; tales diferencias son atribuidas a la tradicién en forma global y sin distinguir analiticamente tradicién y redaccién en la Ley de Santidad*. A esto se opone el hecho de que, en el marco parenético de Lv 15, 238.38.41s.55, se corrige la concepcién sacerdotal de que la tierra otorga- da por YHWH es propiedad de Israel (cf. Gn 23,4 con Lv 25,23) en favor de la idea de que YHWH sigue siendo el propietario de la tierra. En Lv 25,55 y 26,13 se precisa lo dicho en Ex 6,7. Israel fue liberado de Egipto no simplemente para ser propiedad de YHWH, sino para ser esclavo suyo, lo cual acentiia la temética de la obediencia. Si P (Gn 17,2-8; Ex 6,2-8; 29,42b-46) parte de que las promesas de Dios son irrevocables en virtud de la alianza con Abrahdn e independientes de la conducta de Israel, en el Levitico (Lv 26,3ss) esas promesas estn condicionadas a la obediencia del pueblo. En Lv 26,40-55 la Ley de Santidad corrige la concepcién P de la alianza con Abrahén como fundamento tinico de la promesa, la cual aparece confirmada en Ex 6,4 (P) por la alianza con todos los patriarcas (Lv 26,42). En Lv 26,45 se conecta con esto el motivo de la alianza ? CE. E. Blum, o. c., 322 nota 133. No se tiene en cuenta que J. Milgrom (Leviticus [AB 3; New York 1991] 23ss) eI. Knohl (The Priestly Torah versus the Holiness School: Sabbath and the Festivals [HUCA 58; 1987] 65-117) —Ios cuales no se fijan en la relacién de la Ley de Santidad con el Deuteronomio, sino con P— han aportado importantes argumentos en el sentido de que P es corregido en Lv 17-26. Asf, las diferencias entre el programa de P sobre la Pascua (Ex 12,1-14) y el de la Ley de Santidad (Lv 23,5-8) sdlo pueden explicarse como una correccién intencionada de P; cf. E. Otto, art, pasah etc., 677s. * Seguin esto, la expresién de P ]3) ... 2 ]M2 en las alianzas con Noé y Abrahén se aplica al pacto y a la circuncisién como signo de alianza y no como condicién de obediencia (contra E. Blum, 0. ¢., 328); por el contrario, en Lv 26,46 esté relacionada con las prescripciones legales, y por tanto la alianza se vincula a la obediencia a la Ley; cf. N. Lohfink, "Die Abiinderung der Theologie des priesterlichen Geschichtswerks im Segen des Heiligkeitsgesetzes. Zu Lev 26,9.11.13" (1973), en fd., Studien zum Pentateuch (Stuttgarter Biblische Aufsatzbinde 4; Stuttgart 1988) 157-168. El argumen= to alegado por E. Blum contra N. Lohfink de que sin esa deuteronomizacién P no 216 ESTUDIOS B{BLICOs - Eckart Otto con la generacién que salié de Egipto, cosa evidente para la generacién del destierro: YHWH renueva su alianza de generacién en generacién si Israel cumple la Ley y hace penitencia después de transgredirla. Esta teologfa, plasmada en las partes redaccionales de la Ley de Santi- dad, se diferencia notablemente de la teologfa de P, basada en la inviola- ble presencia de Dios entre su pueblo. También son importantes las estadisticas del lenguaje, las cuales muestran que las formulas empleadas en las parénesis, segtin se ve por las diferencias lingiifsticas entre Lv 17- 26 y el conjunto de P, no se aproximan a P, y sf al Deuteronomio y a Ezequiel **. As{ pues, en Lv 17-26 tenemos un complemento de P, no una parte del mismo. Si consideramos el desarrollo de los cuerpos legales desde el Libro de la Alianza hasta la Ley de Santidad, pasando por el Deuteronomio, descu- brimos en estos cuerpos una historia continuada de interpretacién y reformulacién. En los reajustes de tiempos de Josfas, el Deuteronomio sustituye al Libro de la Alianza, el cual, bajo el signo hermenéutico de la centralizacién del culto, es complementado en el derecho familiar y actualizado en sentido antiasirio mediante la incorporacién de motivos asirios. En la época del destierro, en virtud de la reelaboracién operada por DtrH y DtrN, el Deuteronomio sigue desarroll4ndose hasta convertirse en el documento inaugural de la historia deuteronomista y en el proyecto de constitucién del nuevo Israel después del destierro, alcanzando asf el punto culminante de su significado. En la subsiguiente historia de la tradicién en el 4mbito del Pentateuco, el Deuteronomio se remonta cada vez mds lejos. El Libro de la Alianza es introducido con el Decélogo en la perfcopa del Sinaf y, por ser revela- cidn directa de Dios, se convierte en la legislacién primaria, mientras que el Deuteronomio, por haber sido entregado por Moisés en el pats de Moab, pasa a ser la legislacin secundaria. El Libro de la Alianza, una vez desgajado del Deuteronomio, adquiere preeminencia después del destierro. Finalmente, por medio de la Ley de Santidad, queda fijada la habria dado respuesta a la experiencia del destierro pasa por alto la concepeién sacerdo- tal de la alianza con Abrahén. No obstante, Blum indica algunas razones que Ilevaron una complementacién de P. *S Cf. C, Feucht, Untersuchungen zum Heiligkeitsgesetz (Berlin 1964) 112-133; W. Thiel, "Erwigungen zum Alter des Heiligkeitsgesetzes": ZAW 81 (1969) 40-73, espec. 69-73. DEL LIBRO DE LA ALIANZA... 217 revelacién dada en el Sinaf sélo a Moisés, y con ello el Deuteronomio en su conjunto queda reducido a una mera repeticién de la revelacién del Sinaf. Un ultimo paso por este camino lo dio el complementador del Pentateuco que incorporé Lv 24 a la Ley de Santidad, cuando —ademés de Lv 24— incorporé también, en Lv 21,24 y 23,44, la noticia de que Moisés habfa comunicado ya en el Sinaf a los israelitas las leyes sobre el sacerdocio y las fiestas. De este modo, el Deuteronomio queda atin més reducido al rango de repeticién (en el pafs de Moab) de la revelacién legal comunicada por Moisés también al pueblo ya en el Sinaf. Rastrear este proceso de desvalorizacién del Deuteronomio dentro del Pentateuco, hecho que caracteriza la redaccién de este bloque bfblico, podrfa ser una clave para solucionar el problema inherente al mismo. Si con el Deuteronomio y el Tetrateuco sacerdotal se enfrentan dos distintas concepciones de la imagen del nuevo Israel y de su identidad, la sacerdo- tal triunfa sobre la deuteronomista integrdndola en el horizonte de P y privandola asf de su fuerza. El punto de partida no podré ser una coexis- tencia pacifica de ambas concepciones hipotéticamente impuesta por los persas, sino una dura confrontacién en torno a la configuracién final del Pentateuco, en la cual hubo victoria y derrota.

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