Selección de poemas de Macky Corbalán al ademán cándido el susceptible hilado de los nervios.
del que escucha Es lo de siempre, lo de cada época:
De La pasajera de arena, Tierra Firme, 1992: rencillas, acuerdos y desánimo. Una cosa
Hacer ruidos corporales no entiendo: esa oscura,
exhalar efluvios indecorosos repentina agitación
Vasca decir amor cuando es muerte cuando recuerdan.
oler a funeraria ---
desviada
estarse sola La noche va cubriendo el parque
desviada con su selección de telas más oscuras y,
para que nadie sospeche para completar el escenario, los huecos
sigo de esta pobre función ojos de los astros todo lo miran.
sin espectadores Las luces artificiales susurran al
por el camino correcto con una pista de arena que pasa: que se apure, que la cena,
-- repleta de excrementos que los dulces cobertores.
y un payaso harapiento En el rincón más deshabitado, un borracho
Acaricio su rostro con el pie. que se mira al espejo con sus genitales expuestos, cambia
Su piel es fresca, en nuestro retrato para siempre
aun cuando afuera la vida de una pequeña.
puede oírse el alarido del aire estarse sola --
incendiándose. para por fin
Ahora interpone su cuerpo ser sola De Como mil flores, Hipólita Ediciones, 2007:
entre la lámpara
y esto que la mira, ser sola REPOSO
entonces la luz es una forma, como cuando -apenas nacidas-
una delicada ondulación de la carne, miramos el mundo y supimos Desde arriba, podría parecer que
un eclipse presentido que nos habíamos equivocado la cama es demasiado grande
y esperado por siglos. para ella, aunque su cuerpo se acomoda
al espacio, ocupándolo con alguna gracia.
-- De Inferno, Libros de Tierra Firme 1999: La espalda mira al techo y, bajo el cuerpo,
desde niña la misma posición de sueño:
Estarse sola VIII una mano protege el descanso
HUMANOS de los senos, la otra, el desaliñado triángulo
mostrar las uñas de la genitalidad. Un caso de texto
sacar la lengua en mofa aguda Leo en ellos como en páginas escritas. para cualquier psicólogo, pero ella
lanzar improperios como ácido Atravieso sus órganos opacos, su piel, sabe, en la epifánica lucidez
del sueño, que debe cubrirse el vuelo y yo lo busco y no lo encuentro. Justo como a vos,
y también, que no bastará. negro querida.
--- de mi viejo --
Combate justo hacia arriba.
-- TAÓTICAS
1 El juego
Entre la tierra apretada 1
del desierto y las diminutas plantas 1 Si cruzara la calle, de
achaparradas, había una vida Debiéramos hartarnos del juego, retirar súbito, sin mirar, los oídos
más allá de las hormigas: a hurtadillas el cuerpo de la ficción que maneja el hilo atentos a sonidos mecánicos,
se movían, danzando de sudores, euforia, ansiada agitación. ruidos distintivos, acercándose
entre el miedo y un heroísmo En la seducción, sólo en ella, hay completud: apremiantes y no
prestado, las figuras de soldados se elige un objetivo, se lo persigue se apurase el paso, ¿sería ése
que el plástico y la pintura trajeron a a distancia, si se lo obtiene, el juego el no-obrar?
mi infancia, esa otra guerra perdida. termina, también si no.
2
2 2 Vamos dos, raudas,
Es curioso que el único Y luego, cuando todo por idéntica vereda, pero en
momento del día en que reinara acaba porque todo sentido contrario. Quien puede ver
la paz entre mi hermano y yo, acaba, además se llora. la imagen completa, adivina,
fuera sólo durante esos dramáticos anticipa el instante de la
encuentros bélicos. sorpresa: los ojos, de pronto
3 levantándose hasta encontrar
3 O mejor no, jugar el juego en lo real, pregunta y mirada en un
Creía que sólo metrallas en lo real que es otro juego y así. mismo vértigo: ¿un lado
y granadas podrían conmigo. 4 o el otro? Por un momento,
Por entonces, no adivinaba siquiera Seguro, mujer, que digo todo esto los ojos inocentes, húmedos,
tu presencia en el mundo. porque no estás, porque por la puerta que vivaces, sin interpretación
--- salís entra la pena, y yo necesito juntar como entonces: ¿un lado o el otro?
unas palabras como "juego" y "sudores", y --
Comic breve tratar de escandalizar para esconderme
detrás del melindroso rictus en las bocas. Esa mujer
Creímos tener el
amor-maravilla, pero 5 Quisiera ver la nueva casa
tu kriptonita fue un pibe O de verdad el amor es un juego, igual que la vida y llenarse de colores y que ella,
de 18, y la mía la muerte, y mi padre está por allí, jugando huidizo la que jamás supo de soledad
de gente, se sintiera acompañada. abajo es resignación y vacío y muerte? en un movimiento de
Ahora sabe de esa soledad, pero no beso eterno.
de aquella que supo pegársele de
niña: con sombra, con juegos, con Las luces de patios vecinos se han apagado, Menguada por el
amargos vientos en las piernas, se creía ahora ellos, esposos, amantes, niños, duermen despliegue, me siento
acompañada, pero era nada acunados, vigilados por el insomnio humana, ése es mi veneno,
más la rojiza caricia intermitente de quien teme. ése y pensar.
del sol en la siesta de la chacra. --
Da pena el solo pensarlo. Ahora Regalos
anda por esos cuartos nuevos y Toda quien es madre espera
pone cosas aquí y allá, como si no estar sola un día, esto no desmiente 1
esas cosas no fueran ella. Como si las noches en vela, la vida entregada, Te di una piedra, fantástica
fuéramos algo más allá de los objetos: el aturullamiento de los sueños. combinación de brisa, sol
ese sillón arañado de gatos, las ropas marino, arena y tiempo.
colgando desoladas en el aire Y creíste que te daba el corazón.
del patio, el balde de plástico abandono.
Ahora, 2
las plantas son hijos. De apuro, con las ruedas de
Se le llena la cabeza de las voces -- la bicicleta apenas detenidas,
del miedo, por eso apela a los juegos Traful trajiste manzanas. Y seguiste,
con animales que le saltan y ensucian, ríe rauda, el camino que no has
fuerte, alto, piensa en comidas La piedra que arrojo al lago de cambiar. Pero, pequeña,
que hará, en llamar a la radio por quejas arruina, por un momento, la quietud las manzanas eran rojas, brillantes,
de todos, hace y rehace la cama áurea de la inconmovible pupila abrían su corazón dulce al
que ocupa sola. azul fijada en el cielo. Lo mismo mordisco, al ansia, a
que yo, otras, otros, ahora y desde la sed de mi urgencia.
hace cientos de años. Yazgo --
a su vera, bajo
Mientras pela redondas papas sucias el sol, enmascarada Frutas e insectos
de tierra, piensa en cómo, de pronto, todo en lo natural pero intrusa.
se volvió cercano, accesible, incluso Piedras, musgo, arena 1
la finitud. Más tarde, come a solas y agua permanecen Muerdo el aire en que estuvo
lo que a solas concibió. amalgamadas en el aire tu boca, el vacío me devuelve
amoroso de la taimada el aliento zumbón de los
erosión; giran muebles que miran, piadosos
¿Será así? ¿desde ahora todo hacia abajo si -pareciera- el abrazo asfixiante
del rechazo, esta otra piel morada que, de a dos, preside
que arde sin sol que la toque. Sonríe y mira. tu pecho
blanquísimo.
2 "La llave de mi corazón" decís al --
¿Te dije o imaginé ponerla sobre mi mano,
decirte: abríme, horadame, y vuelvo a mirarla por si fuera cierto, Merodear todos los temas
grabá tu nombre en como si sólo debiera elegir
el revés de la piel? el momento, el modo de la entrada. en la poesía y nunca y siempre
¿Te dije o soñé decirte: uno único.
sé mi hormiga particular, Creer en las palabras, en el ---
mi obsesivo insecto, latir que las empuja hasta la dicción,
mi fruta firme, ácida que lo que dicen es cierto, Musgo, verde de podredumbre
manzanita? de alguna manera. en las cuencas
Creer en lo que se ve, en lo que el cuerpo vaciadas
3 recibe, agradecido, y que el sudor deja del verso. Tampoco
Esperé de vos y de mí más que sal piel adentro. eso siquiera.
ser una. Contra todos
los augurios y consejos, Antes que la religión, el amor --
que la vida y la muerte es materia de fe.
nos tejiera con hilos -- 1
de transparente, Los hombres representan
indisoluble unidad. El acuerdo, edición artesanal de La Mondonga Dark, todos los papeles, aunque los textos
2013: cambien, y traten sobre guerreros,
Únicas. Una. Ambas. mujeres, locos o demonios. Y cambien
Soñaba cuando niña, con los cortinados. Y las exigencias
No éstas, dos que cruzan la un país de lluvias constantes, atronadoras musicales.
calle para no saludar. luces y el cielo negado de la noche
--- iluminando mi temblor; las manos Todos los papeles.
bajo la sábana, huyendo de abstracciones
La llave y conceptos como la luciérnaga, sabían Y esta es apenas
producir luz en contacto con el oxígeno. una anécdota sobre
La miro con detenimiento, -- teatro japonés.
con fruición. Es diferente: brilla
con luz y oscuridad, su forma Momento singular, éste
quiso parecer un corazón en que siento la lengua arder
pero quedó a la mitad. bajo el delgado peso de la hostia
