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El Funcionalismo Penal. Una Introducción A La Teoría de Günther Jakobs

Síntesis de la propuesta funcionalista de Jakobs, en su versión moderna.

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DOCTRINA \ DERECHO PENAL

01.02.2008

El funcionalismo penal. Una introducción a la teoría de Günther Jakobs.


Por Estuardo L. Montero Cruz

Sumario: I. GENERALIDADES; II. BASES DEL FUNCIONALISMO SOCIOLÓGICO; 1. El Funcionalismo Sociológico


2. Tipos de Funcionalismo; a. Funcionalismo absoluto (MALINOSWSKI); b. Funcionalismo rela vizado
(MERTON); c. Funcionalismo estructural (PARSONS); 3. Momentos del Funcionalismo; a. Funcionalismo
Clásico; b. Teoría General de Sistemas; b.1. Orígenes de la teoría de sistemas; b.2. Concepto de sistemas;
b.3. Caracteris cas; b.4. Tipos de sistemas; b.5. Elementos o componentes del sistema; b.6. Funciones de
los componentes del sistema; b.7. Aproximación a la teoría general de sistemas; c. El Paradigma de la
complejidad; III. BASES DEL FUNCIONALISMO PENAL CON REFERENCIA AL ESTRUCTURAL-FUNCIONALISMO;
1. PARSONS y su Funcionalismo Estructural; 2. LUHMANN y su Funcionalismo Sistémico; IV. EL
FUNCIONALISMO PENAL DE JAKOBS; V.- REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS.

I. GENERALIDADES

El análisis de las dis ntas teorías del pensamiento funcional sociológico ha repercu do en las diferentes ramas de
las dis ntas áreas; hoy en día, se habla de la influencia del funcionalismo como sistema en la Educación, en la
Administración, en el Derecho, entre otros. Lo cierto es que sea como se quiera ver, el funcionalismo ha contribuido
favorablemente para el desarrollo de estos.

Dentro del Derecho y para ser más específicos aún dentro del Derecho penal, las diferentes direcciones del
funcionalismo estructural de PARSONS y del funcionalismo sistémico de LUHMANN han desarrollado
sorprendentemente el Derecho penal.

El pensamiento penal en los ul mos empos supone el inicio de una tendencia –“funcionalista”– muy marcada y
contraria a la tendencia “finalista”. El responsable de ello, dentro del campo del Derecho penal se debe en gran
medida a la obra del Prof. Günther JAKOBS, discípulo de Hans WELZEL; sin duda JAKOBS representa un cambio de
paradigma al establecer que las categorías dogmá cas no pueden hacerse con base a una fundamentación
ontológica del Derecho.

En este trabajo, pondremos al alcance del lector de una manera muy entendible, cuales fueron las bases del
funcionalismo sociológico y la evolución que tuvo este después de incorporarse la Teoría General de Sistemas, para
que posteriormente influyeran en el Derecho penal, dando origen dentro de esta rama del Derecho, al pensamiento
penal funcionalista-sistémico. Finalmente esbozaremos brevemente la tesis de JAKOBS.

II. BASES DEL FUNCIONALISMO SOCIOLÓGICO

II. 1. El Funcionalismo Sociológico

El funcionalismo es una corriente que surge en Inglaterra en los años 1930 en las ciencias sociales, con par cularidad
en la sociología y la antropología, posee un enfoque empirista que preconiza las ventajas del trabajo de campo. Esta
corriente abrió el camino de la antropología cien fica para desarrollarse posteriormente con mucho éxito en EE.UU.
Lo que define a esta corriente, “es el cumplimiento de una función social”. El funcionalismo estudia a la sociedad sin
tener en cuenta su historia, estudia a la sociedad tal y como la encuentra. Intenta comprender como cada elemento
de la sociedad se ar cula con los demás, formando un todo y ejerciendo una función dentro de esa sociedad.

II. 2. Tipos de Funcionalismo

Dentro de los pos de funcionalismo señalaremos los más importantes:

II.2. a. Funcionalismo absoluto (MALINOSWSKI)

El funcionalismo absoluto, considera que cada costumbre, cada objeto material, cada idea y cada creencia
desempeña una función vital, ene una tarea de llevar a cabo, cons tuye una parte indispensable de una totalidad
orgánica, además la unidad de la cultura es el fundamento de la integración de la sociedad. Dicho de otra forma, se
atribuye a todos y cada uno de los elementos del conjunto una función especializada, que lo dis ngue y que, en
consecuencia, hace necesaria a todas las partes para el logro completo de la función del objeto.

II.2. b. Funcionalismo rela vizado (MERTON)

En este funcionalismo se acepta la funcionalidad de la sociedad, pero la armonía total, no todas las estructuras
sociales cumplen las funciones que afirma cumplir, sino otras; para lo cual establece conceptos opera vos como
funciones: manifiestas, latentes y disfunciones. Este funcionalismo fue desarrollado a par r de las observaciones de
Merton quien señalaba que no es posible afirmar que todo elemento social o cultural realice necesariamente una
función indispensable y que además, puede hablarse de disfunciones cuando una parte del todo en vez de colaborar
al proceso general, actúa de manera que se convierte en obstáculo del mismo.

II.2. c. Funcionalismo estructural (PARSONS)

Para poder comprender el estructural-funcionalismo, debemos par r por explicar o definir cada palabra que la
compone. Por funcionalismo líneas arriba dimos una noción sobre la definición de este. Lo que nos queda por
explicar es sobre “el estructuralismo”.

El Estructuralismo[1], centra su atención en el concepto de estructura social como un objeto de análisis sociológico,
considera que no hay propiamente un hecho (humano y social) que no suponga una estructura. El estructuralismo
comienza cuando se admite que es posible conformar conjuntos diferentes, en virtud de sus diferencias.

Para entender lo que queremos decir con estructuralismo, debemos par r de la explicación del concepto de
estructura. En su sen do original, la estructura es la representación mental de la disposición de las partes de un
todo; este concepto implica una interrelación de diversas partes que se arreglan de cierta manera para cons tuir el
objeto que es materia de análisis.

Los análisis estructurales se realizan, pues abstrayendo conceptualmente la conformación de las partes de un todo a
par r de la manera como están relacionados. La estructura de los fenómenos sociales puede ser también
iden ficada y descrita; este proceso resulta ú l para explicar su manera de ser.

Entonces diremos que el funcionalismo estructural o estructural-funcionalismo, enfa za la relación entre las
funciones y las partes del todo que las desarrolla. Estudia la sociedad misma, considerada en su globalidad, para
buscar las funciones esenciales que deben ser desempeñadas por individuos, grupos o ins tuciones, para que la
sociedad se configure y perdure.
II.3. Momentos del Funcionalismo

II.3.a. Funcionalismo Clásico

El funcionalismo clásico[2], es resultado de una larga evolución teórica desde el evolucionismo de H. SPENCER, hasta
la que se señala como figura más relevante de este funcionalismo, Talco PARSONS.

Suele señalarse que el enfoque funcionalista clásico de la sociedad considera que ésta es –análogamente a lo que
sucede con un cuerpo humano– como un organismo vivo que se encuentra, a su vez, dotado de diversos órganos –
estructuras– que se complementan entre sí. El buen funcionamiento de la sociedad, y la perdurabilidad de la misma,
se determina por la cohesión, sincronización y correcto funcionamiento entre sus estructuras u órganos. En este
sen do, en el estudio y análisis de cualquier sociedad y con la vista puesta en la perdurabilidad de la misma, es
preciso determinar de qué forma o modo se interrelacionan y combinan sus partes o ins tuciones. En realidad,
desde el nacimiento de la Sociología como ciencia a principios el siglo XIX, y como no, durante la época del
funcionalismo clásico, ha sido una constante la consideración de la sociedad como un sistema social, la formulación
de una estereo pada comparación de los sistemas naturales con los sistemas sociales –por medio de la analogía-, y
la concepción de las categorías funcionales precisas para el mantenimiento y la perdurabilidad de los sistemas
sociales. Para SPENCER la sociedad como tal –a diferencia de los grupos primi vos poco cohesionados -, se
caracterizaba por tratarse de un sistema que presentaba una cierta estabilidad –al igual que sucedía con los
organismos vivos-, de tal suerte que el elemento estabilidad resultaba consustancial a la idea de sociedad misma.
SPENCER explica el crecimiento de la sociedad análogamente al crecimiento de un organismo. El crecimiento de
amb
as realidades los vuelve realidades más complejas y las partes diferenciadas de una y otro asumen funciones propias
interrelacionándose entre sí. Como se verá, el planteamiento de este autor proclamando unas mismas leyes para los
sistemas naturales y para los sistemas sociales supondrá la primera piedra del funcionalismo clásico y de la
posterior teoría sistémica.

El sociólogo francés Emile DURKHEIM repara en que la sociedad trasciende de la conciencia individual y más que
responder a la voluntad consciente de los sujetos se impone a ellos mismos formando un sistema social con
caracteres propios. Como señala el propio DURKHEIM debe diferenciarse el todo y sus partes, de tal suerte que el
todo no supone con exac tud la mera suma de sus partes sino que el todo y sus partes presentan propiedades
diferentes. DURKHEIM, tomando como referencia el funcionamiento de un organismo vivo, diferencia entre
fenómenos sociales normales y fenómenos sociales patológicos.

Así, para este autor, en el sistema social, normal será lo que resulta adaptado al medio, considerando patológico el
fenómeno social que resulta falto de adaptación al medio y por tanto perjudicial para la estabilidad del sistema. La
formulación que realiza DURKHEIM dis nguiendo entre lo “normal” y lo “patológico” en función de la adaptación del
fenómeno social al medio, viene a coincidir, en lo sustancial, con la posterior formulación de MERTON cuando
diferencia entre lo que resulta “funcional” o “disfuncional” y por tanto no se puede negar que el pensamiento de
DURKHEIM se alinea, en este punto, con las concepciones funcionalistas que estamos analizando, y que iden ficarán
lo normal con lo ú l y funcional.

De Talco PARSONS puede decirse, sin lugar a dudas, que ha sido el gran teórico del funcionalismo y uno de los que
más ha contribuido al desarrollo de las teorías funcionalistas, esbozadas en sus líneas primi vas -ya en su día- por
COMTE y DURKHEIM. De este modo –y sin ignorar la gran importancia que para el funcionalismo clásico han supuesto
las aportaciones realizadas desde la Antropología-, podemos señalar que el funcionalismo adquirió carta de
naturaleza en la Universidad de Harvard, por la obra de PARSONS, sin olvidarnos de las importantes aportaciones y
ma zaciones que, sobre la obra de éste formuló, como veremos Robert K. MERTON. Para comprender el
pensamiento de PARSONS es preciso no perder de vista su formación cien fica. Inicialmente se forma en Estados
Unidos, ampliando estudios en Londres, donde entra en contacto con MALINOWSKI –de quien es alumno-, y
posteriormente se traslada a Alemania donde estudia –en Heidelberg (Baden)- la obra de Max WEBER.

PARSONS se mostró muy influido por la obra de WEBER de quien tradujo del alemán al inglés varias de sus obras,
pero sin embargo rehuyó absolutamente –hasta los años sesenta- toda referencia al conflicto social, y en especial a
MARX. En líneas generales podemos decir que el pensamiento sociológico de PARSONS discurre por tres etapas, y
así, mientras que las dos primeras se caracterizan por incidir su pensamiento especialmente en la cohesión social y
en las normas y valores sociales que la sociedad, en la tercera etapa –por razón de las fuertes crí cas sufridas- trata
de explicar, de alguna manera, la realidad del conflicto. En una primera etapa, que podríamos calificarla como de
“orientación microsociológica”, PARSONS se centra en el análisis de los sujetos, sus orientaciones y la estructura de
la acción social. Así, a esta etapa corresponde la publicación de su obra “La estructura de la acción social” (1937). En
esta primera línea de pensamiento, PARSONS se de ene a analizar a los individuos, los cuales, en sus acciones
sociales, persiguen unos determinados fines, y para cuyo logro, emplean determinados medios a su alcance. A la
hora de valorar el porqué de los concretos medios empleados, PARSONS sos ene que los sujetos optan por unos
medios determinados en función de las normas y valores de la sociedad en que se encuentran inmersos, es decir,
PARSONS niega que la acción social de los individuos responda a razones puramente mecánicas ni al temor del
poder coerci vo o a un puro egoísmo, sino que la misma responde a los valores y normas de la sociedad. La segunda
etapa en el pensamiento de PARSONS se caracteriza por el abandono de la orientación microsociológica y la
adopción de una “orientación macrosociológica” del pensamiento, trasladando el centro de atención del individuo,
sus orientaciones y la estructura de la acción –que había sido el núcleo de su primera etapa- hacia los sistemas y
estructuras sociales en que ene lugar el desarrollo de la acción social. Con esta nueva concepción, PARSONS
concibe la existencia de un sistema general de la acción que se encontraría conformado por cuatro subsistemas: el
sistema social, el sistema cultural, el sistema de la personalidad y el biológico. De estos cuatro subsistemas, para
PARSONS el de mayor importancia es el sistema cultural ya que éste controla el resto de los sistemas, y ello en la
medida en que en el mismo se encontrarían inmersas las normas y valores de la sociedad que vienen a determinar,
como ya hemos señalado, la acción social. Ahora bien, al margen del subsistema cultural, y también dentro del
marco del sistema general de la acción, PARSONS advierte de la existencia del que denomina sistema social. Así, la
sociedad como un sistema que es, se compone, a su vez, de subsistemas o partes que interactúan de forma
cohesionada conformando un todo estable y perdurable. De esta forma, sos ene que las sociedades, para perdurar
en el empo, deben sa sfacer determinados requisitos, denominados por él prerrequisitos funcionales. Se trataría,
según este autor, de la adaptación al entorno, la sa sfacción de los obje vos sociales, la integración o cohesión
social y el mantenimiento de las pautas de conducta. En este momento evolu vo se definen los conceptos de
función e integración, esenciales en el funcionalismo. Por úl mo, ya en los años sesenta –coincidiendo con la crisis
del funcionalismo y la consiguiente aparición de los enfoques interaccionistas, las teorías del conflicto social y las
teorías del intercambio social- PARSONS insinúa una nueva línea de pensamiento. En realidad, como ya hemos dicho
con anterioridad, el hecho de que desde su retorno de Alemania se centrara en WEBER, olvidándose de forma
absoluta de las teorías conflic vistas y en especial de MARX, fue objeto de duras crí cas que llegaron incluso a
achacar a este autor la tardanza –en comparación con Europa- en la importación de las teorías marxistas a Estados
Unidos. Así, PARSONS advir endo los defectos de su teoría en cuanto que no resolvía la existencia real del conflicto
y por tanto que transmi a una visión excesivamente rígida, cohesionada y amovible de la sociedad, formuló, para
afrontar tales excesos una teoría sobre el cambio social ar culando la misma sobre la base de que los subsistemas
eran suscep bles de segmentación en otros nuevos a fin de mejorar la adaptación al entorno y lograr una mayor
integración y cohesión. Robert K. MERTON procedió a formular una revisión del primer funcionalismo de PARSONS
proponiendo una visión menos compacta e integradora de la sociedad18. Sin embargo es más que discu ble que
MERTON haya formulado una teoría propia. Así, MERTON se centró en la crí ca a la formulación parsonsniana que
conducía a argumentaciones circulares. En efecto, PARSONS sostenía que para la perdurabilidad de las sociedades,
éstas debían sa sfacer determinados prerrequisitos funcionales. En este sen do, una determinada estructura o
pauta de ac vidades se jus ficaría, y por tanto exis ría, en atención a la función desempeñada o requisito sa sfecho.
Por ejemplo una determinada norma social. Sin embargo, la explicación de PARSONS resultaba insuficiente ya que si
bien explicaba el porqué de la existencia de una determinada norma social –en el ejemplo citado-, sin embargo no
sa sfacía el porqué de la existencia de esa concreta norma social y no de cualquier otra que pudiera sa sfacer,
asimismo las mismas exigencias funcionales. Además, el problema de la jus ficación de la pauta de ac vidad en
virtud de la función desempeñada conducía a argumentos tautológicos o circulares ya que permi a sostener, a un
empo que la jus ficación de la existencia de la pauta de ac vidad se encontraba en atención la sa sfacción lograda,
y de no obtenerse tal sa sfacción, no exis ría. Para MERTON, sin embargo, pueden exis r diversas alterna vas
funcionales que cumplan la misma función, con lo que, por una parte supera los argumentos tautológicos en que
incurría la argumentación de PARSONS, y por otra centra su análisis en el mo vo de que la función se sa sfaga con
una determinada pauta de ac vidades y no con cualquiera de las alterna vas, proponiendo una explicación causal.
Para MERTON no todas las estructuras o pautas de ac vidades son funcionales, sino que diferencia entre estructuras
o pautas de ac vidades funcionales –cuando son beneficiosas para el conjunto de la sociedad-, disfuncionales –
cuando son perjudiciales-, como sucedería con la propia criminalidad, y eufuncionales –si sus efectos son neutros
para el conjunto de la sociedad-, sin embargo tal formulación no explica el porqué del mantenimiento de las
estructuras o pautas de ac vidades que no resultan beneficiosas para el conjunto social.

El funcionalismo sociológico clásico, como hemos dicho, entró en crisis en los años sesenta. La explicación de tal
crisis habría que encontrarla, de una parte, en las crí cas que se le formularon por su excesiva propensión a recalcar
el consenso y el orden social con absoluto olvido del conflicto y del cambio social, y de otra, el surgimiento de
nuevos enfoques teóricos que explicaban una laguna evidenciada en el funcionalismo clásico: el mantenimiento de
la estructuras o pautas de ac vidades que no resultaban beneficiosas para el conjunto de la sociedad.

II.3.b. Teoría General de Sistemas

II.3.b.1. Orígenes de la teoría de sistemas

La TGS[3] surgió con los trabajos del alemán Ludwig von BERTALANFFY, publicados entre 1950 y 1968. La TGS no busca
solucionar problemas o intentar soluciones prác cas, pero sí producir teorías y formulaciones conceptuales que
pueden crear condiciones de aplicación en la realidad empírica.

Los supuestos básicos de la TGS son:

· Existe una ní da tendencia hacia la integración de diversas ciencias naturales y sociales.

· Esa integración parece orientarse rumbo a una teoría de sistemas.

· Dicha teoría de sistemas puede ser una manera más amplia de estudiar los campos no- sicos del conocimiento
cien fico, especialmente en ciencias sociales.

· Con esa teoría de los sistemas, al desarrollar principios unificadores que atraviesan ver calmente los universos
par culares de las diversas ciencias involucradas, nos aproximamos al obje vo de la unidad de la ciencia.

Esto puede generar una integración muy necesaria en la educación cien fica.

La TGS afirma que las propiedades de los sistemas, no pueden ser descritos en términos de sus elementos
separados; su comprensión se presenta cuando se estudian globalmente.
La TGS se fundamenta en tres premisas básicas:

· Los sistemas existen dentro de sistemas: cada sistema existe dentro de otro más grande.

· Los sistemas son abiertos: es consecuencia del anterior. Cada sistema que se examine, excepto el menor o mayor,
recibe y descarga algo en los otros sistemas, generalmente en los con guos. Los sistemas abiertos se caracterizan
por un proceso de cambio infinito con su entorno, que son los otros sistemas. Cuando el intercambio cesa, el
sistema se desintegra, esto es, pierde sus fuentes de energía.

· Las funciones de un sistema dependen de su estructura: para los sistemas biológicos y mecánicos esta afirmación
es intui va. Los tejidos musculares por ejemplo, se contraen porque están cons tuidos por una estructura celular
que permite contracciones.

El interés de la TGS, son las caracterís cas y parámetros que establece para todos los sistemas.

El concepto de sistemas no es una tecnología en sí, pero es la resultante de ella. El análisis de las organizaciones
vivas revela “lo general en lo par cular” y muestra, las propiedades generales de las especies que son capaces de
adaptarse y sobrevivir en un ambiente pico. Los sistemas vivos sean individuos u organizaciones, son analizados
como “sistemas abiertos”, que man enen un con nuo intercambio de materia/energía/información con el
ambiente. La teoría de los sistemas permite reconceptuar los fenómenos dentro de un enfoque global, para integrar
asuntos que son, en la mayoría de las veces de naturaleza completamente diferente.

II.3.b.2. Concepto de sistemas

Podemos decir que un sistema es un conjunto de elementos dinámicamente relacionados y autocontenidos, que
forma una ac vidad para alcanzar un obje vo, opera sobre datos/energía/materia, para proveer
información/energía/materia.

II.3.b.3. Caracteris cas

Sistema es un todo organizado y complejo; un conjunto o combinación de cosas o partes que forman un todo
complejo o unitario. Es un conjunto de objetos unidos por alguna forma de interacción o interdependencia. Los
límites o fronteras entre el sistema y su ambiente admiten cierta arbitrariedad.

Según BERTALANFFY, sistema es un conjunto de unidades recíprocamente relacionadas. De ahí se deducen dos
conceptos: propósito (u obje vo) y globalismo (o totalidad).

· Propósito u obje vo: todo sistema ene uno o algunos propósitos. Los elementos (u objetos), como también las
relaciones, definen una distribución que trata siempre de alcanzar un obje vo.

· Globalismo o totalidad: todo sistema ene naturaleza orgánica; por esta razón, una acción que produzca cambio
en una de las unidades del sistema, muy probablemente producirá cambios en todas las demás unidades de este. En
otras palabras cualquier es mulo en cualquier unidad del sistema afectara a todas las demás unidades debido a la
relación existente entre ellas. El efecto total de esos cambios o modificaciones se presentará como un ajuste a todo
el sistema, que siempre reaccionará globalmente a cualquier es mulo producido en cualquier parte o unidad. Entre
las diferentes partes del sistema existe una relación de causa/efecto. De este modo, el sistema experimenta
cambios y ajuste sistemá co del cual derivan dos fenómenos: entropía[4] y homeostasia[5].
El sistema total esta representado por todos los componentes y relaciones necesarios para la consecución de un
obje vo, dado cierto número de restricciones. El obje vo del sistema total define la finalidad para la cual fueron
ordenados todos los componentes y relaciones del sistema, mientras que las restricciones son limitaciones que se
introducen en su operación y permiten hacer explicita las condiciones bajo las cuales deben operar. Generalmente,
el termino sistema se u liza en el sen do de sistema total.

Los componentes necesarios para la operación de un sistema total se denominan subsistemas, formados por la
reunión de nuevos subsistemas más detallados. Así, tanto la jerarquía de los sistemas como el número de
subsistemas dependen de la complejidad intrínseca del sistema total. Los sistemas pueden operar simultáneamente
en serie o en paralelo. No hay sistemas fuera de un medio especifico (ambiente): existen en un medio y son
condicionados por el medio (ambiente) es todo lo que existe afuera, alrededor de un sistema, y ene alguna
influencia sobre la operación de este. Los límites (fronteras) definen que es el sistema y cual es el ambiente que lo
envuelve.

II.3.b.4. Tipos de sistemas

Existe una gran diversidad de sistemas y una amplia gama de pologías para clasificarlos, de acuerdo con ciertas
caracterís cas básicas.

1. En cuanto a su cons tución, los sistemas pueden ser sicos o abstractos:

§ Sistemas sicos o concretos: compuestos de equipos, maquinarias y objetos y elementos reales. En resumen,
están compuestos de hardware. Pueden describirse en términos cuan ta vos de desempeño.

§ Sistemas abstractos: compuestos de conceptos, planes, hipótesis e ideas. Los símbolos representan atributos y
objetos que muchas veces sólo existen en el pensamiento de las personas. En resumen, cuando se componen de
so ware.

En realidad, hay complementariedad entre sistemas sicos y sistemas abstractos: los primeros (maquinas, por
ejemplo) necesitan un sistema abstracto (programación) para operar y cumplir sus funciones. Lo recíproco también
es verdadero: los sistemas abstractos sólo se vuelven realidad cuando se aplican en algún sistema sico. Hardware y
so ware se complementan. En el ejemplo de una escuela que necesita salones de clase, pupitres, tableros,
iluminación, etc. (sistema sico), para desarrollar un programa de educación (sistema abstracto) o de un centro de
procesamiento de datos, donde el equipo y los circuitos procesan programas de instrucciones para computador.

2. En cuanto a su naturaleza, los sistemas pueden ser cerrados o abiertos:

§ Sistemas abiertos: es un sistema que recibe flujos, tanto de energía como de materia; de si ambiente,
cambiando o ajustando su comportamiento o su estado según las entradas que recibe. Los sistemas abiertos, por el
hecho de recibir energía, pueden realizar el trabajo de mantener sus propias estructuras e incluso incrementar su
contenido de información para mejorar su organización interna, lo que lo vuelve funcional. Dicho de otra manera,
los sistemas abiertos presentan relaciones de intercambio con el ambiente a través de “entradas y salidas”[6]. Los
sistemas abiertos intercambian materia y energia con el ambiente con nuamente. Son eminentemente adapta vos,
pues para sobrevivir deben readaptarse constantemente a las condiciones del medio. Man ene un juego reciproco
con las fuerzas del ambiente y la calidad de su estructura se op miza cuando el conjunto de elementos del sistema
se organiza, aproximándose a una operación adapta va. La adaptación es un proceso con nuo de aprendizaje y auto
organización.
§ Sistemas cerrados: sólo intercambia energía con su entorno. Algunos autores han denominado al sistema
cerrado como aquel sistema cuyo comportamiento es totalmente determinista y programado, y operan con muy
pequeño intercambio de materia y energia con el ambiente.

§ Sistemas aislados: son aquellos que no enen ningún intercambio con el entorno.[7]

II.3.b.5. Elementos o componentes del sistema

Todo sistema posee los siguientes elementos, hasta incluso el sistema jurídico pero con nombres diferentes, estos
son:

§ El componente biológico es la especie po organizada que realiza la adaptación. Es decir, el ser humano
transformado constantemente su realidad lo que se convierte en el sistema económico.

§ El componente cultural es el conjunto de normas, valores, lenguaje y símbolos compar dos, aceptados por la
sociedad.

§ El componente social está compuesto por las formas en que los individuos interactúan recíprocamente.

§ El componente de personalidad es el conjunto de mo vaciones y orientaciones de la acción de los individuos.

II.3.b.6. Funciones de los componentes del sistema

El sistema general de acción con ene en su estructura cuatro subsistemas: el biológico u orgánico conductual, el
cultural, el social y el de personalidad.

· El componente biológico realiza la función adaptación; o sea, transformar la realidad para acomodarse mejor en
el entorno.

· El componente cultural ene como función e mantenimiento de las pautas, para que los individuos se ajusten a
las expecta vas del rol e internalicen los valores. Las ins tuciones del sistema educa vo son las que cumplen con
esta función.

· El componente social cuya función primordial es la integración y supone la aceptación de las metas y las
expecta vas sociales. Las en dades jurídicas ene a su cargo esta función.

· El componente de personalidad posee como función el logro de metas o fines. Intenta coordinar las mo vaciones
para alcanzar obje vos sociales. Las unidades que pueden canalizar las aspiraciones de los individuos son las
ins tuciones polí cas.

II.3.b.7. Aproximación a la teoría general de sistemas

La teoría general de sistemas cons tuye una teoría general con aplicación a cualquier sistema, proyectando su
influencia en todas las ciencias, y como no podía ser de otro modo, también en la Sociología. La concepción de que
las leyes naturales pueden transponerse sin problemas al mundo social se comienza a formular en la teoría de
sistemas, y se verá desarrollada, como veremos, con la teoría de los sistemas complejos o paradigma de la
complejidad.
La TGS[8] es un segundo momento del tránsito que instaura un nuevo funcionalismo. Este nuevo funcionalismo
considera el sistema como una unidad, unificadora de todas las ciencias, de suerte que se pretende encontrar en las
leyes de los sistemas naturales las reglas de funcionamiento de los restantes sistemas, incluidos los sistemas
sociales. El origen del concepto de sistema se encuentra en la Biología de la mano del bioquímico austriaco
BERTALANFFY, incorporándose a la Sociología de la mano de PARSONS y la teoría funcionalista. Un sistema puede ser
conceptuado como un conjunto -en equilibrio dinámico- de partes, componentes o subsistemas, interdependientes
entre sí, en un todo unitario organizado, y con tal conexión que, una variación en alguna de las partes, repercute en
las restantes, tendiendo el mismo sistema a restablecer el equilibrio –homoestasis– tanto interno como externo,
en relación con el entorno en el que opera el sistema o suprasistema ambiente. En realidad, y dependiendo de
cuáles sean los fines de nuestro análisis, cualquier cosa puede ser considerada como un sistema, no ya cosas reales,
sino también concepciones abstractas. El problema esencial de esta teoría clásica de sistemas es la vinculación entre
el sistema mismo, el ambiente en el que opera, y sus recíprocas interrelaciones, lo que determinará la necesaria
dis nción, como veremos, entre sistemas abiertos y sistemas cerrados. El sistema interactúa permanentemente con
el ambiente en el que opera y se retroalimenta del mismo, en una suerte de equilibrio dinámico frente a las
alteraciones y cambios que se producen, lo que le permite perdurar en el empo en búsqueda de una nueva
situación de equilibrio. En líneas generales, y apriorís ca y formalmente, pueden dis nguirse dos grandes pos de
sistemas: los sistemas cerrados y los sistemas abiertos. Los sistemas cerrados no reciben inputs del exterior al
propio sistema, tendiendo al agotamiento interno, a la entropía, mientras que los sistemas abiertos reciben
inputs[9] del exterior, en un proceso de con nua interacción con el entorno con la finalidad de una adaptación y
renovación permanente.

En oposición tanto a los enfoques analí co-reduccionistas como a sus principios mecánicocausales imperantes hasta
el momento, la teoría de sistemas se fundamenta en varios postulados básicos diferentes a los enfoques teóricos
vistos hasta el momento de su surgimiento. Así se dice, en primer lugar, que si bien debe par rse del
reconocimiento del carácter complejo de la realidad, debe reconocerse, no obstante, que los fenómenos y las cosas
que la componen no se pueden separar del ambiente en el que operan, exis endo una estrecha ligazón entre los
mismos. Al mismo empo, el conocimiento correcto de la realidad no puede pretenderse desde las parcelas
concretas de las diferentes disciplinas y de forma separada, sino que tan sólo podrá lograrse un conocimiento
correcto de la realidad por medio de un análisis no disciplinar, superando los reduccionismos unidisciplinares, y por
úl mo, y de forma manifiestamente opuesta a los enfoques picos del reduccionismo analí co, en lugar de sostener
la descomposición del objeto del análisis a sus elementos estructurales más básicos – con la finalidad de su estudio
y posterior reelevación a la estructura unitaria- se sos ene que los elementos que componen una realidad
determinada poseen una sinergia, es decir, que operan para producir algo mayor que la simple suma de sus
individualidades, o dicho en otras palabras, el todo es mayor que la suma de sus partes, por ello no resulta correcto
–si se quiere alcanzar el conocimiento correcto de la realidad- el desmembramiento de la unidad a sus estructuras
atómicas más sencillas en orden a la posterior reelaboración de dicha unidad.

De lo dicho se desprende, pues, que entre el sistema y el medio ambiente en el que opera – que no deja de ser, a su
vez, otro sistema, lo que en úl ma instancia explicaría que el universo se componga de una jerarquía de sistemas
ordenados- se produce un intercambio permanente de materia e información, lo que permite una evolución de los
mismos sistemas en el marco de una autorregulación permanente que propende a la adaptación del sistema con su
medio. De la proyección universal de esta teoría se deduce que para un conocimiento correcto de la realidad habría
que descomponer la misma en diferentes niveles, de tal suerte que, dentro de cada nivel se encontrarían diferentes
subsistemas en mutua interacción, los que a su vez también interactuarían con los sistemas ubicados en niveles
superiores – medio ambiente o suprasistema- e inferiores, todo lo cual, en úl ma instancia, nos permite entender
que resulta preferible para el correcto conocimiento de la realidad el tomar en consideración el sistema en
conexión o interrelacionado con los restantes, que de forma aislada.
Han sido muchas las contribuciones teóricas que se han formulado desde las trincheras de la teoría general de
sistemas. Así, por ejemplo, las aportaciones que sobre los sistemas vivientes formuló James G. MILLER en su obra
Living Systems, McGraw-Hill, Nueva York (1978); o los modelos ciberné cos de Magoroh MARUYAMA con su obra The
Second Cyberne c: Devia on- Amplifying Causal Processes (1963), o las aportaciones de Walter BUCKLEY en su obra
La Sociología y la Teoría Moderna de los Sistemas; o las contribuciones de Karl Deutsch y Amitai Etzioni en el marco
de la comunicación y control de las organizaciones, enfoque ciberné co y mecanismos de consenso en los sistemas
sociales.

Si bien BERTALANFFY manejó una serie de conceptos (función, interacción, sinergia, sistema, etc.) que no eran de
nuevo cuño, hay que reconocer, no obstante, que formuló con los mismos una nueva teoría general aplicable a todas
las dimensiones del conocimiento.

En la teoría general de sistemas se hallan los mismos elementos que habíamos visto presentes en el funcionalismo
clásico –entre otros, el concepto de funcionalidad, sistema, integración, adaptación, analogía con los sistemas
orgánicos, etc.-, sin embargo, a diferencia del funcionalismo clásico, la teoría general de sistemas conforma un
nuevo funcionalismo, atento no a las funciones concretas o a alguna de las partes del mismo sistema, sino al sistema
en su conjunto, a las conexidades entre los sistemas sociales y los naturales y a sus respec vas leyes, y en fin, a las
adaptaciones permanentes del mismo, adoptando una epistemología holís ca frente al reduccionismo analí co y al
mecanicismo que se habían hecho presentes en el funcionalismo clásico, pero no con un afán meramente teoré co,
sino que puede afirmarse, por el contrario, que la epistemología holís ca persigue la finalidad, en primer lugar, es
cierto, de alcanzar una correcta y adecuada comprensión integradora de la realidad pero con la finalidad de, en un
segundo momento, y par endo de tal conocimiento correcto, establecer el correcto tratamiento de la situación en
orden a lograr el correcto planteamiento y ulteriormente la correcta solución al problema surgido.

II.3.c.- El Paradigma de la complejidad

El tercer momento evolu vo[10] de las teorías funcionalistas sociológicas lo cons tuye un nuevo funcionalismo
denominado por la doctrina el “paradigma de la complejidad”, y viene a suponer un nuevo estadio dentro del
funcionalismo, caracterizado por la proposición de modificaciones en la Teoría General de los Sistemas al albur de
los descubrimientos más recientes en los sistemas naturales, como la teoría del caos, la autopoiesis, el tránsito de la
sica newtoniana a la sica cuán ca etc., introduciendo la incerteza, la indeterminación y la complejidad. Mientras
que la teoría general de sistemas clásica se centró, esencialmente, en el análisis de las estructuras y relaciones entre
los propios elementos del sistema y su entorno, la teoría de sistemas autopoié cos, como veremos, dedicará
fundamentalmente su atención a los mecanismos de autoproducción y autoorganización del sistema.

Tratando de realizar una exposición de este nuevo funcionalismo, resulta preciso señalar que el mismo es producto,
a su vez, de una evolución en la que podríamos destacar tres hitos o momentos fundamentales. Así, un primer
momento en la construcción de la teoría de los sistemas complejos estaría cons tuido por los estudios,
inves gaciones y descubrimientos llevados a cabo en el terreno biológico. En este sen do, en la década de los
cincuenta, en el Biological Computer Laboratory de la Universidad de Illinois (Estados Unidos), se desarrollan
inves gaciones por parte del epistemólogo austriaco Heinz Von FOERSTER y su equipo sobre la causalidad circular o
la auto referencia en el marco de la Biociberné ca. Los avances en materia de gené ca en los años sesenta, la
introducción del concepto de autopoiesis en los sistemas biológicos ya en los años setenta de la mano de los
chilenos MATURANA y de su discípulo VARELA, y por úl mo, los trabajos del premio Nobel de 1965 en fisiología y
medicina, Jaques MONOD serán los momentos ulteriores de esta primera etapa en la construcción de la teoría de los
sistemas complejos.
Una segunda etapa o momento en la construcción del paradigma de la complejidad vendría dado por los trabajos
desarrollados en la década de los setenta en los terrenos de la sica cuán ca, de la química y de la termodinámica,
momentos en los que ene lugar la formulación de teorías nuevas como la de que los movimientos espontáneos de
la materia la conducen a la autoorganización, coincidiendo con la formulación de la teoría de las estructuras
disipadoras por el premio Nobel de química de 1977 de origen ruso, Ilya PRIGOGINE.

Como se evidencia, los dos momentos reseñados se ciñen, en esencia, a movimientos cien ficos surgidos en el
marco de las ciencias naturales. Sin embargo, en un ulterior momento, en lo que nosotros configuraremos como
tercera fase en la construcción de la teoría de sistemas complejos, vamos a presenciar como los postulados
obtenidos en el marco de las modernas biología, sica y química tendrán su efec va y real influencia en las ciencias
sociales y humanas, en una suerte de transposición de las leyes naturales al mundo social. Así, alguna de las
formulaciones, como la que COATS estableció en el marco de la economía evolucionaria influida por la teoría de los
sistemas autopoié cos, llega al extremo de señalar que par endo de que los sistemas de autopoiesis como el de las
estructuras disipa vas se encuentran tanto en el mundo sico-biológico como en la esfera social, ello generaría que
la discusión sobre las diferencias o similitudes entre ciencias naturales y ciencias sociales habrá de entenderse
superada y sin sen do, llegando a afirmar que ambos sistemas se rigen por las leyes de la naturaleza. Y así podrían
seguir señalándose muchos otros autores contemporáneos que demuestran la efec va influencia, dentro del marco
de la teoría de sistemas complejos, de las teorizaciones naturales sobre las ciencias sociales; en este sen do podría
señalarse, por ejemplo, la influencia que la teoría de los sistemas dinámicos produjo en la psicología social de
WATTERS, BALL y CARR; o la influencia del paradigma de la complejidad en la filoso a no lineal de W.H. PROVOST Jr.,
o en fin, entre otros muchos ejemplos, la influencia de la teoría de los sistemas autopoié cos en la teoría de los
sistemas sociales de Niklas LUHMANN.

III. BASES DEL FUNCIONALISMO PENAL CON REFERENCIA AL ESTRUCTURAL-FUNCIONALISMO

III. 1. PARSONS y su Funcionalismo Estructural[11]

PARSONS el más grande exponente del estructural funcionalismo en sociología nace en Colorado Springs – EE.UU., el
13 de diciembre 1902 y fallece en München, el 08 de mayo de 1979. Cursó estudios en Amherts Collage, la London
School of Economics y la Universidad de Heidelberg en Alemania. Dio clases de sociología en la Universidad de
Harvard en 1927 hasta 1974 y fue Director del Departamento de sociología de dicha universidad desde 1944. Más
tarde fue nombrado presidente del nuevo Departamento de Relaciones Sociales 1946 y posteriormente presidente
de la American Sociological Society en 1949. Entre sus libros destacan: “La estructura de la acción social” (1937) y “El
sistema social” (1951).

PARSONS pertenece al paradigma funcionalista, por lo tanto su interés es técnico para predecir y controlar. En
contraposición a Marx WEBER y Durkheim él no es considerado fundador de ningún paradigma, pero lo ubicamos
junto a DURKHEIM en el paradigma funcionalista, donde elabora una teoría que recicla el funcionalismo, trabaja la
tesis de la acción social.

El concepto de acción social es un tema de vital importancia en la teoría de Talco PARSONS, por que surge del actor
que interactúa en el escenario con otros actores. Por lo tanto el tular de la acción social es el actor, el cual cumple
un rol, que es el papel que juega en la sociedad en relación a otros. Por tanto cada actor cumple varios roles
dependiendo del escenario en el que esté. El escenario va variando por la edad, el sexo, el rol y los caminos que
optemos en la vida, por tanto transitamos a los largo de la vida por muchos escenarios. El actor, tular de la acción
social, puede ser individual, que no depende de los demás, por ejemplo Juan Pérez; o puede ser colec vo, que
depende de los otros actores del escenario, por ejemplo Profesor de filoso a.
El actor es considerado un subsistema, el cual actúa dentro de determinados márgenes impuestos por la sociedad,
por lo tanto el actor está socializado a través de diferentes agentes de socialización.

Para PARSONS la acción social debe ser estudiada en sus dos dimensiones: la estructura y el funcionamiento.

La estructura ene cuatro objetos.

· Sicológicos: acciones imprescindibles o afec vas (llorar, comer, reír)

· Físicos: objetos materiales, no interactúan pero son imprescindibles como medios.

· Culturales: Regulan y le dan significado a la acción como los valores y las normas.

· Sociales: otros individuos con quien se interactúa.

El funcionamiento ene tres modos de ser:

· Caté co: relacionado al amor o al afecto, los actores se relacionan a través de estos valores.

· Cogni vo: relacionado al conocimiento, merced al cual se inves ga o se deja conocer.

· Evalua vo: relacionado al valor, que en realidad se presenta como metacogni vo y se relaciona con algo por cuán
correcto es.

Ahora bien, no hay duda que PARSONS ha sido considerado como uno de los sociólogos más inminentes del siglo XX,
aunque la crí ca más severa que ha recibido su teoría, es no prestar suficiente atención al cambio social y a los
conflictos asociados a aquél, tal vez porque la realidad europea o americana, con ins tuciones democrá cas más
sólidas no permiten demasiado margen a la informalidad, a la corrupción, a la anomía o al desorden. Claro que no
sería honesto, cien ficamente hablando, no reconocer que su teoría resulta acertada en muchos puntos. La obra de
PARSONS es uno de los primeros intentos de síntesis dentro del campo de la sociología.

III.2. LUHMANN y su Funcionalismo Sistémico

Niklas LUHMANN nació en Alemania en la ciudad de Lüneburg, Baja Sajonia en 1927. Durante la Segunda Guerra
Mundial formó parte de la Lu waffe y fue detenido por los aliados. Una vez recobrada su libertad comenzó a
estudiar Derecho en Friburgo de Brisgovia, terminando en 1949. Ejerció como funcionario civil desde 1954; viajó a
Estados Unidos en 1961 y comenzó a estudiar sociología como alumno de Talco PARSONS en Boston, en la
Universidad de Harvard.

PARSONS, quien ejerció una gran influencia en su forma de pensar era en ese momento la más influyente figura del
pensamiento sociológico en Occidente. Luego de su estancia en Harvard, LUHMANN publica en 1964 la primera obra
dedicada a analizar problemas sociológicos a par r del uso de la teoría de sistemas: “Funk onen und Folgen
formaler Organisa on” (Duncker & Humblot, Berlín, 1964). En 1965 ingresa en la Universidad de Münster donde
termina de estudiar sociología polí ca en 1967. En 1968 se establece en Bielefeld, ciudad donde empieza a ejercer
un puesto de catedrá co en la universidad durante el resto de su carrera hasta 1993, momento en el que es
nombrado emérito. Falleció en 1998
El Profesor de la Universidad de Bielefeld, fundó la teoría de los sistemas sociales autopoié cos pero su pretensión
intenta abarcar una teoría social universal. Es decir, “una teoría que abarcara todo lo social y nada más que lo social”.
[12]

Desde el inicio de la teoría general de sistemas de v. BERTALANFFY hasta los desarrollos actuales de los sistemas de
segundo orden –ciberné ca de segundo orden–, se ha producido una notable evolución. A lo largo de esa evolución
debe destacarse especialmente un punto: el paso de los sistemas abiertos a los sistemas cerrados. Este paso marcó
el inicio del estudio de los fenómenos autoorganiza vos y, en su culminación, dio lugar y, en su culminación, dio
lugar al concepto de autopoiesis.

Ahora bien, debemos entender por “sistemas autopoié co”[13], un sistema que se produce a sí mismo (poiesis-
producción). Por ello se dice que si los sistemas sociales son sistemas autopoé cos debía encontrarse una unidad
que produjera dicho po de sistemas y a par r de la cual se reprodujera. Dicha unidad es la comunicación. Por lo
tanto, los sistemas sociales autopoié cos son sistemas comunica vos o de comunicación y en consecuencia, se
en ende que la comunicación es la única operación genuinamente social. Entonces, la teoría de los sistemas
sociales autopoié cos es fundamentalmente una teoría de la comunicación.

Dicho esto, es por ello que LUHMANN determinó que la sociedad es un sistema que se compone de
comunicaciones[14] [15] y no de seres humanos. La sociedad en cuanto sistema sigue sus propias reglas, al igual que
los sistemas biológico y psíquico. Así refiere el autor que a través de esas comunicaciones es posible la sociedad y es
la sociedad la que así está funcionando por intermedio de los individuos. La sociedad, presupone la existencia de
seres humanos en la medida que “es impensable una sociedad sin seres humanos, y está condicionada en su
configuración por acciones humanas, pero éstos no son parte de la sociedad, sino que sistemas psíquicos y sistemas
sociales son totalmente independientes[16].

LUHMANN en ende que es importante el papel de los seres humanos, pero que ellos no componen el sistema, pero
–insiste que– éstos son par cipes y ejecutores de una comunicación que los transciende, sus actos son expresión de
un sen do social, más que plasmación de una psicología o una conciencia individual independiente. Esa conciencia
psicológica individual opera como un sistema autónomo, ciertamente, uno más con arreglo a sus claves, pero el
sistema social se cons tuye al margen y no puede ver ninguna conciencia como conciencia individual, sino que sus
manifestaciones solo las puede percibir e interpretar como manifestación del sen do social, como comunicación
social (comunicación vs. conciencia).

Como puede adver rse, el concepto de comunicación se convierte en factor decisivo de la determinación del
concepto de sociedad.[17] Es por ello que afirma que el sistema social o sociedad se compone solo de
comunicaciones y de todas las comunicaciones”.[18] Ahora bien, el evento comunica vo –entendida en sen do
sistémico o ciberné co– ene tres selecciones[19]: par cipación (Mi eilung), información y comprensión
(Verstehen). El cierre de cada evento comunica vo se da con el úl mo paso.[20]

Según LUHMANN lo social no existe fuera de la comunicación ya que dentro de los sistemas la comunicación es la
única operación específica de los sistemas sociales.

Como puede percatarse, LUHMANN separa radicalmente los procesos psíquicos de los sociales (aquellos serian solo
entorno para la comunicación).

Así también el autor en ende que el sistema social es un sistema opera vamente cerrado, consistente sólo de sus
propias operaciones, reproductor de las comunicaciones a par r de las comunicaciones. Como puede verse, la teoría
de sistemas abiertos al entorno, en la cual se producían intercambios de información entre sistema y entorno es
dejada fuera de lugar y aparece una concepción teórica que propone unos sistemas cerrados al entorno, en los
cuales la información no proviene del exterior sino que es generada por los propios sistemas. En este punto, las
crí cas no se hicieron esperar; talvez por ello, los crí cos no pudieron observar la nueva forma de entender la
relación entre sistema y entorno. GOMEZ-JARA DIEZ refiere que lo que se propone entender, es que “el cierre del
sistema es la condición de su apertura”[21]. Con núa este autor diciendo, que “(p)ara ello hay que fijarse bien y
observar a qué nivel se encuentra el cierre del sistema y a que nivel encuentra su apertura. Bien, se ha indicado que
las comunicaciones son las operaciones del sistema social que son u lizadas por dichos sistemas para su
autorreprodución. Por tanto, la autopoiesis, el cierre, se da al nivel de las comunicaciones del sistema; es decir al
nivel de las operaciones del sistema, se van generando una serie de estructuras que orientan la selección de las
operaciones. Pues bien, es a ese nivel, al nivel de las estructuras, que el sistema está abierto”.[22] Para representar
esta apertura LUHMANN la denominó “acoplamiento estructural”[23].

El acoplamiento estructural provoca que un sistema aumente la irritabilidad del otro de forma tal que pueda llevarlo
a una forma interna capaz de operar.[24] Es por ello que resalta su idea de que “las personas contribuyen al
acoplamiento estructural entre sistemas psíquicos y sociales”. El concepto de persona le sirve a LUHMANN para
abordar dentro de su teoria de la sociedad al tratamiento de la interpenetrabilidad o del acoplamiento entre el
mundo psíquico y el mundo social, o formulado de otra manera, entre sistemas psico sicos y sistemas sociales o
entre conciencia y comunicación.[25]

Ahora bien, LUHMANN –incluye la “teoría de la diferenciación de sistemas”[26] y– refiere que “dicha diferenciación
solo es posible a través de la clausura autorreferencial de los sistemas que están diferenciando”[27]. LUHMANN
observa “la diferenciación progresiva de las sociedades a lo largo de su evolución temporal en diferentes
subsistemas sociales (derecho, polí ca, economía, religión, etc.). Estas especializaciones son modos eficaces de
reducir la complejidad[28] y se caracterizan por ser todos ámbitos de comunicación”[29].

Ahora bien, para hablar del Derecho, a todo jurista no le quepa la menor duda de que es un “sistema”; sin embargo,
cuando se emplea el concepto de “sistema” jurídico, se suele hace referencia a un sistema de normas y reglas de
imputación. Pero LUHMANN no lo en ende de tal manera, sino como un sistema comunica vo, como un sistema
autopié co; por ello, define al Derecho como un –sub–sistema en el que “es comunicación y nada más que
comunicación”. El Derecho es un sistema autorreferencial o autorreferente que procesa autónomamente
información, crea sus mundos de sen do, se fija obje vos y fines, construye su realidad y define expecta vas.[30]

Explica LUHMANN que el Derecho se encuentra desligado de la é ca, de la moral y la polí ca, que para el subsistema
Derecho solo son ruido que irrita pero no influye directamente en la comunicación jurídica. Como refiere LUHMANN,
“el Derecho no es polí ca ni economía, ni religión ni educación. No produce obras de arte, ni cura enfermedades, ni
distribuye no cias. Sin embargo, no podía exis r si todas estas cosas no se dieran. Así, como todo sistema
autopoié co, el Derecho sigue dependiendo en gran medida de su entorno”[31].

Además LUHMANN afirma que, el Derecho reduce el “caos” en la comunicación entre seres humanos estabilizando
unos mínimos y excluyendo ciertas posibilidades de comportamiento las que no se debe contra en la interacción
social.[32] Con las expecta vas “el caos de lo imprevisible, la total “con ngencia”,[33] se ve sus tuido en la
convivencia social por el orden de lo esperable”. Sería di cil orientarse en la vida social si tuviera qué contarse en
todo momento con cualquier conducta discrecional de otros seres humanos.

La confianza es un mecanismo de reducción de la complejidad social. Para que los contactos sociales sean posibles
es necesario que no todo sea inseguridad. Entonces, afirma LUHMANN la comunicación posibilita la existencia de
expecta vas (el esperar algo). Es decir, lo que interesa es la comunicación[34] que cada sujeto trasmita con su
comportamiento un mensaje determinado, con un sen do igualmente definido, los intervinientes en la
comunicación social conocerán que expecta vas con enen los comportamientos ajenos, y por tanto, que esperan
los demás de ellos (expecta vas de expecta vas).[35]

En este sen do, no solo se espera algo del otro sino que también se valora lo que la propia conducta significa para el
esperar ajeno. Por ello refiere además, que la seguridad que hace esperable el comportamiento propio y ajeno bajo
pautas comunes, sería imposible sin el derecho.

Ahora bien, como sos ene GARCIA AMADO “desde el momento en que se sos ene que las estructuras de los
sistemas sociales consisten en expecta vas, se introduce un elemento de inseguridad, pues siempre cabe que las
expecta vas se vean defraudadas. Tiene que exis r, algún mecanismo que pueda permi r a los sistemas
mantenerse aun en tales casos”.

A ello LUHMANN refiere que las expecta vas pueden configurarse de dos formas y en relación a los mecanismos de
que dispone el sistema para responder al problema de la frustración: se puede tratar de expecta vas cogni vas o de
expecta vas norma vas. Las primeras son aquellas ante cuya frustración cabe la alterna va de que sean modificadas
y adaptadas a la realidad. Son expecta vas dispuestas a aprender de la realidad frustrante. Las segundas son las que
no se modifican en caso de no coincidir con la realidad.[36] Entonces dice LUHMANN, sólo podemos hablar de
sociedades cuando el Derecho garan za al sujeto un cierto horizonte conforme al que orientarse, esta garan a
jurídica se concreta con la “expecta va norma va” (reducen la complejidad). Las expecta vas norma vas no
garan zan el éxito en los contactos sociales pero disminuyen las posibilidades de fracaso. La defraudación no
provoca que la sociedad abandone la expecta va.[37]

LUHMANN afirma que, “la norma (la expecta va) no promete una conducta conforme a Derecho, pero protege al que
lo espera.”[38] Según LUHMANN para la sociedad, el delito significa que las cosas podrían ser de otra manera
(con ngencia). Por lo tanto, las posibilidades de contacto están en relación directa con la confianza que los
ciudadanos depositen en las normas: cuando la confianza en éstas se ve afectada las posibilidades de contacto se
reducen, la vida social se entumece; por el contrario, donde existe confianza en las normas las posibilidades de
contacto son mayores. Es entonces que LUHMANN afirma que, la pena es un mecanismo que si no se impone, se
destruye la confianza de los ciudadanos en las normas.

IV. EL FUNCIONALISMO PENAL DE JAKOBS

El profesor de la Universidad de Bonn, Günther JAKOBS al verse influenciado por LUHMANN, pone en evidencia su
funcionalismo penal-sistémico dándole otro ma z.

JAKOBS parte de su teoría de “la pena” estatal y refiere que, la pena era entendida como un mal, pues a decir de este
autor la secuencia externa de hecho –delito– y pena, se produciría según la conocida expresión de Hegel, la
irracional secuencia de dos males;[39] Sólo sobre la base de una compresión comunica va del hecho entendido
como afirmación que contradice la norma y la pena entendida como respuesta que confirma la norma puede hallarse
relación ineludible entre ambas. Pero “la pena es una muestra de la vigencia de la norma a costa de un responsable.
De ahí surge un mal pero la pena no ha cumplido ya su come do con tal efecto, sino sólo con la estabilización de la
norma lesionada”[40].

El acto de comunicación que la pena supone no ene des natario prevalerte al delincuente, sino al conjunto de
ciudadanos que poseen ciertas expecta vas, que la norma expresa (norma jurídico penal = expecta va norma va),
mostrándoles que están en lo cierto y que el defecto está en el actuar del otro. Por eso ene sen do que JAKOBS
afirme que la pena funciona “a costa” del delincuente, en lugar de decir que opera en su contra o como reproche o
desvaloración del mismo.[41]
Pero hasta allí, era en cierta manera incompleto, pues como puede notarse JAKOBS no incluía en su teoría de la pena
la retribución por lo que le hacia irreal su concepto de la pena, posteriormente en el año 2004 da la úl ma versión de
su teoría de la pena –en la que algunos autores han señalado el regreso de JAKOBS al mundo real– al integrar el
“dolor” de modo pleno en su teoría; al asumir el desa o de integrar “el dolor” de modo pleno en su teoría de la
pena, este trata de explicarlo de la siguiente manera: “Es palmario que el hecho de infligir dolor penal puede ser
comprendido como símbolo de una contradicción (…) Sin embargo, permanece sin resolver la cues ón de por qué se
elige el infligir dolor como símbolo, y no otra cosa. Pues Téngase en cuenta que el fallo condenatorio cons tuye una
contradicción del delito. ¿Por qué es necesario, además, un dolor producido por la pena?”. Por lo que JAKOBS
mejora su teoría.

La pena se mueve entonces en el plano simbólico o comunica vo y no puramente instrumental de protección de


bienes jurídicos.[42]

Para JAKOBS “el delito es –comunicación defectuosa es– defraudación de expecta vas –no lesión de bienes– que
lesiona la vigencia de la norma (bien jurídico en sí mismo, `lesión de deber´)[43], y la pena ene el significado de
mantener dichas expecta vas, es decir, la vigencia de la norma. Por lo que, la imposición de la pena es la forma que
ene el sistema social de tratar las defraudaciones a costa del infractor y cumplir su función de estabilización
norma va.[44] La pena expresa que los sujetos pueden seguir confiando en el registro establecido y común y que
cuando una de sus expecta vas de comportamiento ajeno se frustra no es porque estén en un error o porque las
reglas comunes no sean tales, sino porque alguien se sitúa al margen de ellas deliberadamente. Pero no se trata de
que con la pena se le reproche al delincuente su modo de ser o actuar, la pena no pretende ni penetrar en su
cons tución individual ni cambiarla. El acto de comunicación que la pena supone no ene como des natario
prevalerte al delincuente sino al conjunto de ciudadanos que poseen ciertas expecta vas, que la norma expresa,
mostrándoles que están en lo cierto y que el defecto está en el actuar de otro.[45]

Así JAKOBS determina que el Derecho penal (la pena) confirma, por tanto, la iden dad social”[46] y no es tan solo un
medio para mantener la iden dad social, sino que ya cons tuye ese mantenimiento[47]. Por lo que al Derecho
penal le correspondería la función de velar por la parte más esencial y básica de tales normas y así solventar la subsis
tencia de las normas que estructuran la base de lo social. Por lo tanto, es imposible desgajar al Derecho penal de la
sociedad; el Derecho penal cons tuye una tarjeta de presentación de la sociedad altamente expresiva. Entonces,
existe una dependencia recíproca entre la sociedad y el Derecho penal: cabe asumir al Derecho penal que realice
esfuerzos para asumir nuevos problemas sociales, hasta que el sistema jurídico alcance una complejidad adecuada
con referencia al sistema social. En palabras de JAKOBS “no el sistema social no el sistema jurídico saltan por encima
de su propia sombra”[48].

Ahora bien, desde su concepción el Derecho penal no está orientado al servicio del orden de lo materialmente
justo; sino precisamente que este derecho se jus fica por su prestación para el mantenimiento del todo social[49] y
este se ha desarrollado por la comunicación. En conclusión (parcial) –para JAKOBS–, las normas jurídicas serian
“expecta vas del comportamiento contrafac camente estabilizadas”; el delito, una comunicación defectuosa que
quebranta la vigencia de la norma; la pena, es un instrumento de aseguramiento contrafác co y cogni vo de la
vigencia de la norma.

Ahora bien, JAKOBS en ende que si la sociedad se cons tuye precisamente a través de normas –pues la sociedad se
man ene por las normas y se niega a concebirse a sí misma de otro modo– y , en consecuencia, a par r de esas
normas alcanzan su iden dad las personas (derechos, deberes y libertades), –por lo que, sin normas no hay sociedad
y perderíamos nuestra iden dad de personas quedando es simples seres humanos con un código de sa sfacción e
insa sfacción– y por lo tanto al Derecho penal le correspondería la función de velar por la parte más esencial y básica
de tales normas, y así solventar la subsistencia de las normas que estructuran la base de lo social.
Como refiere JAKOBS “una sociedad existe cuando está vigente al menos una norma. Y que por “norma” debe
entenderse como la expecta va de que una persona, en una situación y circunstancia determinada, se comportará
de una manera determinada, solo y exclusivamente debido a su Ser-Persona.[50] Ahora bien, la pregunta que
JAKOBS se hace es: ¿cuando una norma está vigente? Él mismo refiere que, una norma está vigente cuando
determina el contenido de posibles comunicaciones, esto es, cuando la expecta va dirigida a una persona es
estable. El hecho de si la norma, entendida como impera vo, surte efecto o fracasa, resulta totalmente irrelevante
para su vigencia. Así explica que el mundo de las normas vigentes se interpreta conforme al esquema de los deberes
y derechos de las personas y no conforme al esquema de la sa sfacción/insa sfacción de los individuos, ya que
resulta evidente que, si se trata de la vigencia, la comunicación está determinada por la norma y no por los
beneficios individuales vinculados a su observancia o los perjuicios individuales que amenazan como consecuencia
de su infracción.[51]

Hasta aquí he intentado esbozar las bases del pensamiento jurídico penal de JAKOBS, pero debo dejar claro que el
desarrollo jurídico de su pensamiento se ocupa también de ins tuciones importantes como la imputación obje va,
la culpabilidad, etc; pero que por no ser parte de esta inves gación no es necesario prolongar una explicación sobre
aquello.

V.- REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS

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SOLANO, Ronald; “Teoría de Sistemas”, 2006. Disponible en h p://www.fing.edu.pe

Notas:

[*]
Estuardo L. Montero Cruz
es Egresado en Derecho por la Universidad Privada Antenor Orrego (UPAO). Trujillo-Perú. Apoyo Académico en la
cátedra de Derecho Penal IV (2007) de la misma casa de estudios. E-mail: [email protected]

[1] LUGO GONZALES, Alfredo; “El estructuralismo, el funcionalismo y su método”, ar culo publicado el 17/01/2003. El
autor explica que “(e)l estructuralismo representa hoy una corriente de pensamiento muy vasta, variada y un poco
difusa. No obstante indica cierta unidad y con nuidad mínima, más fácil de describir como fenómeno cultural que
de definir en términos sistemá cos. Esta corriente se origina en los nuevos conceptos lingüís cos de Ferdinand de
SAUSSURE. “La nueva ciencia separa al objeto lingüís co del hombre mismo para estudiarlo rigurosamente a la
manera de las ciencias naturales y aún de las ciencias exactas, como un objeto propio dotado de una estructura
interna cuyas leyes profundas pertenecen al dominio del inconsciente”.

El segundo principio del estructuralismo sos ene que la lengua es un sistema de relaciones internas entre los signos
que ene un orden propio, cuyos elementos no se definen en sí mismos o en forma aislada, sino sólo por sus
relaciones internas recíprocas. El nuevo método ha engendrado novedosos desarrollos en el campo de otras ciencias
humanas, como la antropología estructural de LÉVI-STRAUSS, el psicoanálisis estructural de Lacan, la psicología de
PIAGET, la epistemología de FOUCAULT y las mitologías DE BARTHES, quien con JAKOBSON han fundado una teoría
estructural de la literatura.

El pensamiento estructuralista se inscribe dentro del holismo: el reconocimiento de que un todo no es la suma de
sus partes sino una totalidad regida por relaciones internas que cons tuyen una estructura. Estructura puede ser la
disposición de un todo en partes y la solidaridad con que se condicionan; un orden de en dades: totalidad,
transformación y autorregulación; un sistema en donde una modificación de un elemento implica la de los demás. El
estructuralismo toma lo real, lo descompone y luego vuelve a recomponerlo.

Los principios fundamentales del estructuralismo son: Descubre detrás de las cosas una unidad que no podía revelar
la descripción de los hechos. Cambia de nivel de observación y considera más acá de los hechos empíricos las
relaciones que los unen. Señala que estas relaciones son más sencillas y mejor inteligibles que las cosas entre las
que se establecen.”

[2] ARIAS EIBE, Manuel; “Bases sociológicas del funcionalismo penal contemporáneo”, Apartado II y ss.
[3] SOLANO, Ronald, “Teoría de Sistemas”, 2006.

[4] ARNOLD, Marcelo / OSORIO, Francisco; “Introducción a los conceptos básicos de la Teoría General de Sistemas”,
op. cit. apartado V. 9. Entropía: es la tendencia de los sistemas a desgastarse, a desintegrarse, para el relajamiento
de los estándares y un aumento de la aleatoriedad. La entropía aumenta con el correr del empo. Si aumenta la
información, disminuye la entropía, pues la información es la base de la configuración y del orden. De aquí nace la
negentropía, o sea, la información como medio o instrumento de ordenación del sistema.

[5] ARNOLD, Marcelo / OSORIO, Francisco; “Introducción a los conceptos básicos de la Teoría General de Sistemas”,
op. cit., apartado V. 16. Homeostasia: es el equilibrio dinámico entre las partes del sistema. Los sistemas enen una
tendencia a adaptarse con el fin de alcanzar un equilibrio interno frente a los cambios externos del entorno.

[6] MADRIGAL LOYOLA, Sonia C.; “Teoría General de los Sistemas”, México, 2000.

Debemos entender por “Entradas” los ingresos del sistema que cons tuyen la fuerza de arranque que suministra al
sistema sus necesidades opera vas. Estas pueden ser:

– en serie: es el resultado o la salida de un sistema anterior con el cual el sistema en estudio está relacionado en
forma directa.

– aleatoria: es decir, al azar, donde el termino “azar” se u liza en el sen do estadís co. Las entradas aleatorias
representan entradas potenciales para un sistema.

– retroacción: es la reintroducción de una parte de las salidas del sistema en sí mismo.

Por “Salidas” debe entenderse, los resultados que se ob enen de procesar las entradas. Al igual que las entradas
estas pueden adoptar la forma de productos, servicios e información. Las mismas son el resultado del
funcionamiento del sistema o, alterna vamente, el propósito para el cual existe el sistema.

Las salidas de un sistema se convierte en entrada de otro, que la procesará para conver rla en otra salida,
repi éndose este ciclo indefinidamente.

[7] LUJAN TÚPEZ, Manuel E. “Razones para la aplicación transfuncional de la norma jurídica en el ordenamiento legal
peruano”, UPAO, p. 21. “FOROTAYEV A., MALKOV A., KHALTOURINA D. Introduc on to Social Macrodynamics: Compact
Macromodels of the World System Growth. Moscow: URSS, ISBN 5-484-00414-4, 2006.”

[8] ARIAS EIBE, Manuel; “Bases sociológicas del funcionalismo penal contemporáneo”, Apartado III y ss.

[9] ARNOLD, Marcelo / OSORIO, Francisco; “Introducción a los conceptos básicos de la Teoría General de Sistemas”,
op. cit, apartado V.18.

[10] ARIAS EIBE, Manuel; “Bases sociológicas del funcionalismo penal contemporáneo”, Apartado IV y ss.

[11] LUJÁN TÚPEZ, Manuel E.; “Razones para la aplicación transfuncional de la norma jurídica en el ordenamiento
legal peruano”, Trabajo de habilitación para acceso a la docencia ordinaria, op. cit., p. 32 y ss.

[12] GÓMEZ-JARA DÍEZ, Carlos, “Teoría de Sistemas y Derecho Penal: Culpabilidad y Pena una teoría construc vista
del Derecho Penal”, En Teoría de Sistemas y Derecho Penal. Fundamentos y posibilidad de aplicación. Ara, Lima,
2007, p. 472.

[13] Según la Wikipedia, la autopoiesis (del griego αυτο-, auto, “sí mismo”, y ποιησις, poiesis, “creación” o
“producción”), es un neologismo propuesto en 1971 por los biólogos chilenos Humberto MATURANA y Francisco
VARELA, para designar la organización de los sistemas vivos. Una descripción breve sería decir que la Autopoiesis es
la condición de existencia de los seres vivos en la con nua producción de si mismos.

[14] FEIJOO SÁNCHEZ, Bernardo, “La Norma vización del Derecho Penal: ¿Hacia una teoría sistémica o hacia una
teoría intersubje va de la comunicación?”, en Teoría de Sistemas y Derecho Penal, Fundamentos y posibilidad de
aplicación, Ara, Lima, 2007, p.241. “Esto no quiere decir que el hombre sea valorado como algo menos importante en
comparación con los aportes tradicionales. Quien piense esto no ha comprendido el cambio de paradigma en la
teoría de sistemas.”

[15] Pero a la vez admite la dependencia de estos para que exista la misma. FEIJOO SANCHEZ, Bernardo; “La
Norma vización del Derecho Penal: ¿Hacia una teoría sistémica o hacia una teoría intersubje va de la
comunicación?, op. cit. p. 542. “La sociedad, por tanto, presupone la existencia de seres humanos en la medida que
“es impensable una sociedad sin seres humanos” y está condicionada en su configuración por acciones humanas,
pero éstos no son parte de la sociedad, sino que sistemas psíquicos y sistemas sociales son radicalmente
independientes.”

[16] FEIJOO SÁNCHEZ, Bernardo, “La Norma vización del Derecho Penal: ¿Hacia una teoría sistémica o hacia una
teoría intersubje va de la comunicación?”, op. cit., p.542.

[17] FEIJOO SANCHEZ, Bernardo; “La Norma vización del Derecho Penal: ¿Hacia una teoría sistémica o hacia una
teoría intersubje va de la comunicación?, op. cit. p. 538.

[18] GARCIA AMADO, Juan A., “¿Dogmá ca Penal Sistémica? Sobre la influencia de Luhmann en la teoría penal”, en
Funcionalismo, Teoría de Sistemas y Derecho Penal, trabajo elaborado en el marco del proyecto de inves gación
DGICYTPB97-0859, universidad de León, p. 237 y ss.

[19] GOMEZ-JARA DIEZ, Carlos; “Teoría de Sistemas y Derecho Penal: Culpabilidad y Pena en una teoría
construc vista del Derecho Penal”, op. cit., p. 475. el autor refiere que “son “selecciones” porque ahí radica su
diferencia con los otros planteamientos que dividen en “actos“. La “selección”, además, da pie a introducir la
segunda aportación fundamental: la teoría matemá ca de la comunicación de SHANNOM/WEAVER, donde a
diferencia de las teoría tradicionales de emisor / receptor / canal, se aprecia con claridad la introducción del
observador en el proceso de la comunicación. Así, par endo de que la información es la selección de una no cia de
entre una can dad de no cias igualmente seleccionables, se puede afirmar que la información es una selección
actualizada de otras posibilidades de selección actualizables.”

[20] LUJAN TÚPEZ, Manuel, “Razones para la aplicación transfuncional de la norma jurídica en el ordenamiento legal
peruano”, op.cit., p. 35.

[21] GOMEZ-JARA DIEZ, Carlos; “Teoría de Sistemas y Derecho Penal: Culpabilidad y Pena en una teoría
construc vista del Derecho Penal”, op. cit., p. 477.

[22] GOMEZ-JARA DIEZ, Carlos; “Teoría de Sistemas y Derecho Penal: Culpabilidad y Pena en una teoría
construc vista del Derecho Penal”, op. cit., p. 477 y ss.
[23] Los acoplamientos estructurales proporcionan interpenetraciones e irritaciones. Por “interpenetración” debe
entenderse que un sistema autopoié co presupone las realizaciones complejas de la autopoiésis de otro sistema y
puede tratarlas como una parte del propio sistema. Y el úl mo, “irritación”, debe entenderse que un sistema
autopoié co percibe en su propia pantalla perturbaciones, ambigüedades, decepciones e inconsistencias y lo hace
en formas tales que puede con nuar operando.

[24] LUJAN TÚPEZ, Manuel, “Razones para la aplicación transfuncional de la norma jurídica en el ordenamiento legal
peruano”, op.cit., p. 35.

[25] FEIJOO SANCHEZ, Bernardo; “La Norma vización del Derecho Penal: ¿Hacia una teoría sistémica o hacia una
teoría intersubje va de la comunicación?, op. cit. p. 545.

[26] LUHMANN, Niklas, “El Derecho como sistema social”, en Teoría de Sistemas y Derecho Penal. Fundamentos y
Posibilidad de Aplicación, Ara, Lima, 2007, p. 103 y ss.

[27] LUHMANN, Niklas, “El Derecho como sistema social”, op.cit., p. 104.

[28] En éndase por complejidad, al conjunto de todos los sucesos posibles, y abarca el campo ilimitado de mundos
posibles. Ese campo de posibilidades que se denomina complejidad se presenta como un caos.

[29] LUJAN TÚPEZ, Manuel, “Razones para la aplicación transfuncional de la norma jurídica en el ordenamiento legal
peruano”, op.cit., p. 35.

[30] FEIJOO SANCHEZ, Bernardo; “La Norma vización del Derecho Penal: ¿Hacia una teoría sistémica o hacia una
teoría intersubje va de la comunicación?, op. cit. p. 550.

[31] LUHMANN, Niklas, “El Derecho como sistema social”, op.cit., p. 104 y ss.

[32] FEIJOO SANCHEZ, Bernardo; “La Norma vización del Derecho Penal: ¿Hacia una teoría sistémica o hacia una
teoría intersubje va de la comunicación?, op. cit. p. 554.

[33] Debe entenderse por con ngencia, algo que “podía ser de otra manera”.

[34] Las comunicaciones son definidas por García Amado interpretando a Luhmann como eventos que en cuanto
dotados de sen do poseen un valor comunica vo y serán los componentes de la sociedad

[35] MONTEALEGRE LYNETT y PERDOMO TORRES, “Funcionalismo y Norma vismo Penal”, en los Desa os del Derecho
penal en el Siglo XXI, Libro homenaje al Profesor Dr. Günther Jakobs, Ara, 2005, p. 30.

[36] MONTEALEGRE LYNETT y PERDOMO TORRES, “Funcionalismo y Norma vismo Penal”, op. cit., p. 31.

[37] FEIJOO SANCHEZ, Bernardo; “La Norma vización del Derecho Penal: ¿Hacia una teoría sistémica o hacia una
teoría intersubje va de la comunicación?, op. cit. p. 558.

[38] FEIJOO SANCHEZ, Bernardo; “La Norma vización del Derecho Penal: ¿Hacia una teoría sistémica o hacia una
teoría intersubje va de la comunicación?, op. cit. p. 559.

[39] JAKOBS, Günther, “Sociedad, norma, persona; en una teoría de un Derecho penal funcional”, traducida por
Cancio Meliá y Bernardo Feijoó, en Cuadernos de conferencias y ar culos Nº 13, Centro de Inves gaciones de
Derecho Penal y Filoso a del Derecho, Bogotá, 1996. p. 10 y ss.

[40] JAKOBS, Günther, “Derecho Penal, Parte General, Fundamentos y teoría de la imputación”, Marcial Pons,
Ediciones Jurídicas S.A., Madrid, 1997, p.9.

[41] GARCIA AMADO, Juan A., “¿Dogmá ca Penal Sistémica? Sobre la influencia de Luhmann en la teoría penal”
op.cit., p. 245.

[42] En contra de esta postura ALCÁCER GUIRAO, Rafael, “¿Lesión de Bien Jurídico o Lesión de Deber? Apuntes sobre
el concepto material del delito, Grijley, 2004, p. 18.

[43] JAKOBS, Günther, “¿Cómo protege el Derecho penal y qué es lo que protege? Contradicción y prevención;
protección de bienes juridicos y protección de la vigencia de la norma”, en los Desa os del Derecho penal en el Siglo
XXI, Libro homenaje al Profesor Dr. Günther Jakobs, Ara, 2005, p. 147 y ss.

[44] FEIJOO SANCHEZ, Bernardo; “La Norma vización del Derecho Penal: ¿Hacia una teoría sistémica o hacia una
teoría intersubje va de la comunicación?, op. cit. p. 553.

[45] GARCIA AMADO, Juan A., “¿Dogmá ca Penal Sistémica? Sobre la influencia de Luhmann en la teoría penal”. op.
cit., p. 245.

[46] JAKOBS, Günther, “Sociedad, norma, persona”, op. cit. p.11.

[47] JAKOBS, Günther, “Sociedad, norma, persona”, op. cit. p.11.

[48] JAKOBS, Günther, “Sociedad, norma, persona”, op. cit. p.15.

[49] GARCIA AMADO, Juan A., “¿Dogmá ca Penal Sistémica? Sobre la influencia de Luhmann en la teoría penal”, op.
cit., p. 234.

[50] JAKOBS, Günther, “La imputación jurídico-penal y las condiciones de vigencia de la norma”, en Teoría de
Sistemas y Derecho Penal, Fundamentos y Posibilidad de Aplicación, Traducción a cargo de Javier Sánchez-Vera
Gómez-Trelles y Carlos Gómez-Jara Díez., Ara, Lima, 2007, p.227.

[51] JAKOBS, Günther, “La imputación jurídico-penal y las condiciones de vigencia de la norma”, op. cit., p.228.

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