Diseño del Monitoreo de Objetos de Conservación y Amenazas con
Trampas Cámara en el SNASPE
1. Introducción
Las trampas cámara (TC) han sido utilizadas ampliamente a nivel mundial para detectar la
presencia de especies crípticas o de bajas densidades (Carbone et al., 2001; Jackson et al., 2006;
Linkie et al., 2007). En el último tiempo se ha incrementado el uso de esta metodología para la
evaluación sistemática de la biodiversidad y algunas de sus principales amenazas (ganado, perros,
especies exóticas) al interior de áreas protegidas (Jenks et al., 2011; CONAF, 2014).
Existen múltiples ventajas del uso de estos equipos para el monitoreo sistemático de diversos
grupos de especies silvestres y sus amenazas, entre las cuales destaca un aumento considerable
del esfuerzo de muestreo o “tiempo de vigilancia” sin la necesidad de considerar grandes costos
asociados a ello. Es por ello que se propone el uso de TC en las Áreas Silvestres Protegidas del
Estado (ASPE) para el monitoreo sistemático de algunos de sus Objetos de Conservación (OdeC) y
Amenazas que puedan incorporarse dentro de un programa de monitoreo.
El monitoreo de la diversidad biológica al interior de las ASPE no debe verse como una actividad
sustentada por sí sola, sino como un componente más de un proceso de manejo adaptativo
(Figura 1). De esta manera, entender el rol del monitoreo en un proyecto de conservación ayuda a
diseñar los programas de monitoreo de mejor manera. Los objetivos y metas específicos que
deberán ser evaluados mediante un programa de monitoreo derivarán del proceso de elaboración
del Plan de Manejo de cada ASP.
Por lo tanto, el monitoreo con trampas cámara en el SNASPE, se enfoca en un monitoreo de
gestión, que permite evaluar la efectividad del manejo, y de esta manera adaptar los manejos si es
necesario. Además, permite rendir cuentas a la sociedad e informar al público y a la comunidad
local sobre el estado del ASP. De esta manera, el monitoreo tiene directa relación con la
Planificación de un área protegida, donde los indicadores deben ser monitoreados, y el
cumplimiento de objetivos y metas seguidos en el tiempo.
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Figura 1. Etapas del ciclo del manejo adaptativo para la gestión de las unidades del SNASPE, según el Manual para la
Planificación del manejo de Áreas Protegidas del SNASPE (CONAF, 2017).
2. Objetos de Conservación y Amenazas
Entre los Objetos de Conservación de las ASP que pueden ser monitoreados con TC, se encuentran
todas aquellas especies o grupos de especies de tamaño mediano o grande y que, por lo general,
son difíciles de observar dado que poseen actividad crepuscular o nocturna o que se encuentran
en bajas densidades dentro del ASP. Principalmente pueden ser foco del monitoreo, especies de
carnívoros (como felinos nativos, zorros, chingue, quique, etc.) y ungulados (como el huemul,
taruca y pudú), pero también pueden serlo otras especies de menor tamaño como roedores
silvestres (por ejemplo la vizcacha y la chinchilla) y aves de interés (presas de gran tamaño como el
ñandú, aves indicadoras de sotobosque como los rinocríptidos, etc.).
Las amenazas que pueden ser monitoreadas mediante TC, con motivo de evaluar el cumplimiento
de metas de reducción de amenazas, son aquellas que involucran la presencia al interior del ASP
de especies animales (animales domésticos como vacas y perros, especies exóticas invasoras como
visones, liebres y conejos, etc.) o personas (cazadores, áreas de ingreso ilegal, etc.) que generan
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algún impacto negativo sobre los OdeC del ASP. La información que deseamos conocer respecto
de estas amenazas es similar a la que requerimos para las especies que son OdeC, por lo que la
metodología para su monitoreo es la misma.
Para ello, es necesario establecer una metodología de monitoreo sistemática dentro del ASP que
permita identificar, con el mayor grado de certeza posible, el estado de las poblaciones de las
distintas especies y amenazas, y la distribución de éstas al interior del ASP.
3. Diseño metodológico
A continuación se presenta el diseño para la implementación del monitoreo con trampas cámara
en las unidades del SNASPE, que busca estandarizar la metodología a nivel de Sistema. Sin
embargo, se debe tener en consideración, que dependiendo de las condiciones de terreno,
régimen de lluvia o nieve, la dotación de guardaparques, el tamaño del ASP, y otras
particularidades de cada Unidad, este diseño puede sufrir modificaciones o adaptaciones locales,
las que deben ser coordinadas entre los equipos locales, regionales y de oficina central.
El diseño tiene como objetivo obtener información que represente la mayor proporción posible de
los sitios de interés dentro del área protegida. Para ello, como regla general, los puntos de
muestreo deben asignarse al azar, y el esfuerzo de muestreo debe ser suficiente en cada punto
para proporcionar una posibilidad razonable de detectar las especies descritas para cada área. Así,
el muestreo se realizará anualmente, en un período acotado del año, considerando la instalación
de trampas cámaras en un mínimo de 60 puntos distribuidos aleatoriamente en la Unidad (TEAM
Network 2017). Este número corresponde al mínimo recomendado para analizar estimaciones de
área ocupada por fauna (TEAM Network 2011; Rovero et al. 2013).
La información que se obtendrá de las trampas cámara será, para cada cámara, el registro/no
registro de una o más especies de OdeC o amenazas en cada sitio de muestreo (entenderemos por
sitios o punto de muestreo cada punto independiente georreferenciado donde se ubica
físicamente una TC). Debido a que la información recabada en un sólo punto de muestreo del ASP
no refleja la situación de las especies y amenazas en toda el área, el uso de una sola cámara o unas
pocas no son de gran utilidad para conocer el estado del área protegida.
Considerando que, idealmente, se contará con 30 trampas cámara por Unidad, se debe realizar la
instalación de los 60 puntos en 2 fases, para cubrir los 60 puntos totales. Para esto, es posible
definir zonas de monitoreo (ZM), subdividiendo el territorio del ASP en 2 o más zonas
(dependiendo del número de trampas cámara con que se cuente). En el ejemplo de la Figura 2, se
cuenta con 30 TC y se quiere abarcar un total de 60 puntos totales.
Es recomendable, de ser posible logísticamente, realizar un monitoreo simultáneo de todas las
zonas de monitoreo (Figura 2c). Sin embargo, debido a aspectos logísticos de instalación y revisión
de las cámaras, podrá realizarse un monitoreo por zonas, rotando las cámaras entre estas (Figura
2d).
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Figura 2. Esquema ejemplo de la
ZM 1 = 30 puntos
división del ASP (área de bordes
color verde) en 2 Zonas de
Monitoreo (ZM) y (a) la definición
ZM 2 = 30 puntos
del n° de puntos por zona, (b) la
distribución de las cámaras al
azar dentro de cada zona y (c) el
monitoreo simultáneo o (d)
alterno de las zonas de
monitoreo. Los círculos señalan
los puntos de instalación de las
cámaras y las flechas indican la
rotación de cada cámara.
El muestreo anual debe realizarse en un período menor a 4 meses, para evitar muestrear en
distintas estaciones del año, ya que esto podría provocar variaciones en los resultados y
dificultades en la interpretación de estos, debido a las dinámicas poblacionales de las distintas
especies durante un año. Luego, se debe repetir cada año la misma temporalidad del muestreo
para interpretar correctamente los resultados en el largo plazo, es decir, comparar tendencias
entre los años.
Cada cámara será instalada a una altura que considere el rango de tamaños de las especies foco
del monitoreo, para asegurar la detección de los OdeC, indicadores y amenazas que se desea
monitorear (por ejemplo una cámara instalada a 30 cm de altura, es capaz de detectar desde un
quique hasta una vaca). Para esto es necesario además conocer las especificaciones técnicas de
cada modelo de trampa cámara (rango de detección, ángulo de cobertura, velocidad de disparo,
etc.).
Con la finalidad de incrementar la probabilidad de detección de carnívoros nativos en general, se
recomienda incluir el uso de atractores olfativos (orina de lince) y cebo (pollo/jurel). El pollo será
situado al interior de un tubo de PVC con perforaciones, que se instalará fijado con un alambre al
suelo. Se embeberá un trozo de esponja con orina de lince y éste se depositará dentro del mismo
tubo PVC. Este dispositivo con atrayente olfativo puede ser adaptado según las características de
cada ASP (radiación solar, T°, presencia de chaquetas amarillas, cobertura arbórea, etc.). Así
mismo, el uso o no de atractores debe ser evaluado y consensuado entre el equipo local, regional
y de oficina central, dependiendo de cada caso particular de las ASP. Además, una vez tomada la
decisión de si utilizar o no atractores olfativos, se destaca la importancia de mantener esa decisión
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en el largo plazo, para evitar diferencias significativas en la detectabilidad de las especies año a
año (como efecto del uso o no de atractores, y no como un cambio en la dinámica poblacional).
Las TC permanecerán instaladas en terreno durante mínimo 30 días en cada sitio o punto de
muestreo (Hamel et al. 2013; TEAM Network 2017). Esta cantidad de días constituye una
recomendación mundial e incluye el número de días mínimo necesario para detectar especies de
baja detectabilidad, es decir, que aparecen muy pocas veces en un período de 30 días en
comparación a otras especies (ejemplo: en los bosques templados el zorro chilote (Lycalopex
fulvipes) o el quique (Galictis cuja) son especies con muy baja detección en comparación al pudú
(Pudu puda) o la guiña (Leopardus guigna)).
Definición de sitios donde instalar las trampas cámara
La definición de los sitios de instalación de TC se basa en un diseño al azar, es decir, el muestreo se
centra en la aleatoriedad, para de esta manera lograr la representatividad del área protegida en
los resultados a obtener, descartando la subjetividad al momento de decidir dónde ubicar las
cámaras. Este aspecto es importante de remarcar, debido a que en muchas ocasiones se tiende a
localizar las cámaras en zonas de fácil acceso, o con cercanía a sitios con cercanía a sitios de
administración de las ASP. Si esto se hiciera de tal manera, los datos estarían representando la
situación de las especies a monitorear en esas condiciones, es decir y a modo de ejemplo, los
pudúes que existen en zonas despejadas de vegetación y cercanas a la administración
posiblemente sean pocos y no representaría la ocurrencia del pudú en el ASP completa, ya que no
es representada por las condiciones antes descritas, ya que lo más seguro es que el área posea un
alto porcentaje de vegetación densa y los sitios de administración sean muy menores al 1% del
total de la superficie del área protegida.
Para definir los puntos de muestreo, se debe comenzar por descartar las zonas a las que no es
posible acceder (pendientes extremas o muy distantes de caminos, huellas o senderos) o aquellas
zonas que no son de interés para el monitoreo de los OdeC y Amenazas (Ej. glaciares, lagos, etc.).
Se deben determinar los siguientes criterios básicos para aplicar aleatoriedad:
a) Restar de la superficie a trabajar aquellas zonas que presenten una pendiente superior a
45°, las cuales son de difícil acceso vehicular y/o pedestre. Además aumenta la
probabilidad de riesgos de accidentabilidad así como los tiempos de trabajo.
b) Las cámaras deben quedar distanciadas una de otra a 1 km o en su defecto con un mínimo
de 0,5 km (en aquellas Unidades de bajo tamaño en superficie, esto podría ser ajustado).
En el siguiente ejemplo del Parque Nacional Pan de Azúcar, se muestra cómo se realiza la
identificación de puntos a muestrear, en un ASP que cuenta con 20 trampas cámara para evaluar
60 puntos totales:
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Utilizando un software como ArcGIS o QGIS se debe grillar el ASP, para lo cual el programa toma
un punto de referencia (borde del área al azar) y superpone una grilla con cuadrantes de superficie
establecida de 1km² (Figura 3).
Figura 3. Espacialización del Parque Nacional Pan de Azúcar a través de una red de grilla estableciendo cuadrantes de
superficie establecida de 1km². Fuente: José Luis Gutiérrez.
Cada cuadrante quedará marcado con un punto central, el que será el centro referencial para la
ubicación de los equipos de trampeo fotográfico.
Se le indica al programa elegir del total de cuadrantes solo 60, lo que equivale a 60 numerales.
Estos fueron divididos en tres columnas de 20 filas de números al azar, representando cada
columna los 20 puntos de ubicación en cada campaña de terreno. De esta forma los 60 puntos
quedan representados espacialmente diferenciados por color, donde cada color representa los
puntos de instalación de cámaras trampas por campaña de terreno (Figura 4).
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Figura 4. Diseño de muestreo espacializado escala 1:150.000. Monitoreo Parque Nacional Pan de Azúcar 2017. Fuente:
José Luis Gutiérrez, P.N. Pan de Azúcar.
Si el ASP cuenta con condiciones de relieve complejas y dificultades de accesibilidad a distintos
sitios, es recomendable definir un total de 80-100 puntos de muestreo potenciales, de los cuales
se definirán los 60 definitivos visitando los puntos de muestreo en terreno. De esta manera, si se
cuenta con un sitio de muestreo ubicado en un cuadrante cuya accesibilidad en terreno implica
riesgos para el personal o un esfuerzo de muestreo innecesario, se debe elegir entre los
cuadrantes “preseleccionados”, el más cercano a éste para evitar la pérdida del sentido del
muestreo al azar.
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Resumen del protocolo de monitoreo con trampas cámara (TEAM Network 2017):
Se desplegará un mínimo de 60 puntos de muestreo al azar con trampas cámara en cada
ASP.
La distancia mínima entre los puntos de muestreo será de 1000 m en general (podrá
existir modificaciones en función del tamaño del ASP, y los OdeC y Amenazas a
monitorear).
Los puntos de muestreo se distribuyen a lo largo de un gradiente de elevación, si existe.
El muestreo anual se realizará idealmente en la estación seca y en menos de 4 meses.
Cada trampa cámara permanecerá en terreno por un mínimo de 30 días (pudiendo
alargarse este período en caso que estén presentes en el área especies con baja
probabilidad de detección).
Las trampas cámara se fijarán a 30-40 cm del suelo (con posibles ajustes en función de los
OdeC y Amenazas a monitorear), e idealmente dirigidas hacia el sur para evitar disparos
de fotografías innecesarias (“fantasma”) generadas por el sol.
4. Análisis de datos
Tanto para los objetos de conservación del ASP como para sus amenazas, existe un aspecto básico
que deseamos conocer, de forma de poder estimar el estado de los mismos en el tiempo y dirigir
así los esfuerzos para su conservación o control, respectivamente. Éste es: su presencia/ausencia y
su distribución al interior del ASP (u ocupación de sitios). Esta información básica nos permitirá
realizar el seguimiento sistemático en el largo plazo de especies, grupos de especies y/o algunas
de sus amenazas al interior del ASP.
Distribución y ocupación de sitios
Debido a que los sitios de instalación de trampa cámara (n=60) estarán distribuidos al azar dentro
del ASP, es posible realizar dos análisis complementarios asociados a la distribución de las especies
y amenazas en el área protegida. El primero consiste en determinar para cada año, el porcentaje
de puntos de muestreo, del total de 60 puntos, donde se registró al menos una vez la especie
(OdeC o amenaza).
Es decir, si para la amenaza “ganado”, de los 60 puntos de instalación de cámaras (puntos de
muestreo), en 12 de ellos se registró al menos una vez la especie, su valor de ocupación será de
20% (12/60*100), mientras que para la especie “huemul”, si se registró en solamente 4 cámaras,
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su valor de ocupación será de 6,6%. Con esta información es posible comparar la ocupación de
diferentes especies y/o amenazas para un mismo año y la de una misma especie o amenaza en
años diferentes, generando una estimación del aumento o disminución en la distribución de una o
más especies y/o amenazas en el tiempo al interior del ASP. En el siguiente gráfico de ejemplo
(Figura 5), se puede ver como varía el porcentaje de ocupación de sitios en el tiempo en un ASP.
En el caso del huemul se ve un aumento, y en el caso del ganado se ve una disminución de la
ocupación de sitios de la especie al interior del ASP. Esto se podría atribuir, por ejemplo, a las
estrategias de control de ganado implementadas en una ASP dada.
Figura 5. Ejemplo de variación de los porcentajes de ocupación de sitios por huemul y ganado en un ASP, entre los años
2013 y 2017.
El segundo análisis de interés es un mapa por especie, grupos de especies y/o amenazas asociadas
a los puntos de muestreo que registraron la presencia, al menos una vez al año de ellas (Figura 6).
Esos mapas resultan de gran utilidad para asociar visualmente la distribución y/o coocurrencia de
especies de interés o sus amenazas. Este análisis es posible de realizar de forma fácil utilizando
Google Earth Pro.
Figura 6. Ejemplo de mapa de distribución de carnívoros
nativos (objetos de conservación) y domésticos
(amenaza) al interior de un área protegida (adaptado de
Jenks et al., 2011).
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Literatura citada
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densities of tigers and other cryptic mammals. Animal Conservation 4: 75–79.
CONAF (2014) Evaluación del monitoreo de fauna con cámaras trampas en las Áreas Silvestres
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CONAF (2017) Manual para la planificación del manejo de las áreas silvestres protegidas del
SNASPE.
Hamel S, DT Killengreen, JA Henden, NE Eide, L ROed-Eriksen, RA Ims and NG Yoccoz (2013)
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validity of ecological inferences. Methods in Ecology and Evolution 4, 105–113.
Jackson RM, JD Roe, R Wangchuk and DO Hunter (2006) Estimating snow leopard population
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O’Brien (2010) Wildlife Picture Index: Implementation Manual Version 1.0. Working paper n° 39.
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