INSTITUCION EDUCATIVA PORLICARPA SALAVARRIETA
IDENTIFICACION DE LA GUIA
AREA: EDUCACION GRADO: 11º CODIGO DANE: 170001000144
RELIGIOSA
PERIODO: PRIMERO FECHA: DOCENTE: HNA NOLVIA SUYAPA VARELA
PLANEAMIENTO DE LAS ACTIVIDADES TEMATICA Nº1
UNIDAD N° 1
EJE TEMATICO: MORAL SOCIAL Y PARTICIPACION DE LAS IGLESIAS
TEMA: Desafíos económicos, culturales ecológicos para la interculturacion de la fe en la
sociedad actual
COMPETENCIA: analiza las debilidades y las fortalezas de los modelos económicos y políticos.
Componente antropológico
PREGUNTA PROBLEMATIZADORA: ¿”Qué espera Dios de la humanidad a través
de su Iglesia”?
I.EXPLORACION:
La fe popular es un regalo muy grande que Dios nos ha hecho y tenemos que valorarla y
también estar cerca para acompañar. Ahí aparece Dios escondido en medio nuestro, como
escondido estaba en Belén.
OBJETIVO DE APRENDIZAJE: Compartir la reflexión social en torno a los problemas
ecológicos
DESARROLLO - ESTRUCTURACION
Desafío de la inculturación de la Fe
El substrato cristiano de algunos pueblos, sobre todo occidentales, es una realidad viva. Allí
encontramos, especialmente en los más necesitados, una reserva moral que guarda valores de
auténticos humanismo cristiano. Una mirada de fe sobre la realidad no puede dejar de
reconocer lo que siembra el Espíritu Santo. pensar que no hay auténticos valores cristiano
donde una gran parte de la población ha recibido el Bautismo y expresa su fe y su solidaridad
fraterna de múltiples maneras. Allí hay que reconocer mucho más que unas «semillas del
Verbo», ya que se trata de una auténtica fe con modos propios de expresión y de pertenencia
a la Iglesia. No conviene ignorar la importancia que tiene una cultura marcada por la fe,
porque esa cultura evangelizada, más allá de sus límites. Una cultura popular evangelizada
contiene valores de fe y de solidaridad que pueden provocar el desarrollo de una sociedad más
justa y creyente, y posee una sabiduría peculiar que hay que saber reconocer.
En los países de tradición católica se tratará de acompañar, cuidar y fortalecer la riqueza que
ya existe, y en los países de otras tradiciones religiosas o profundamente secularizadas se
tratará de procurar nuevos procesos de evangelización de la cultura, aunque supongan
proyectos a muy largo plazo. No podemos, sin embargo, desconocer que siempre hay un
llamado al crecimiento. el impulso de la piedad cristiana, se coloca en formas exteriores de
tradiciones de ciertos grupos, o en supuestas revelaciones privadas que se absolutizan. Hay
cierto cristianismo de devociones, propio de una vivencia individual y sentimental de la fe, que
en realidad no responde a una auténtica «piedad popular». Algunos promueven estas
expresiones sin preocuparse por la promoción social y la formación de los fieles, y en ciertos
casos lo hacen para obtener beneficios económicos o algún poder sobre los demás.
Tampoco podemos ignorar que en las últimas décadas se ha producido una ruptura en la
transmisión generacional de la fe cristiana. Es innegable que muchos se sienten desencantados
y dejan de identificarse con las manifestaciones religiosas Algunas causas de esta ruptura son:
la falta de espacios de diálogo familiar, la influencia de los medios de comunicación, el
subjetivismo relativista, el consumismo desenfrenado que alienta el mercado, la falta de
acompañamiento pastoral a los más pobres, la ausencia de una acogida cordial en nuestras
instituciones, y nuestra dificultad para recrear la adhesión mística de la fe en un escenario
religioso plural.
ACTIVIDAD EN CLASE
Nosotros los cristianos ¿Valoramos la fe de otros pueblos aunque tengan distintas formas de
expresarse a la nuestra?
¿Creemos que realmente ellos también están inspirados por el Espíritu Santo aunque su fé se
manifieste de otras formas?
¿Vemos los valores de auténtica fe y solidaridad que tienen estas culturas o solo miramos sus
debilidades y dificultades? ( creencias supersticiosas, mágicas, ignorancia, analfabetismo,
alcoholismo, etc )
EVALUACION Y TRANSFERENCIA:
Es imperiosa la necesidad de evangelizar las culturas para inculturar el Evangelio. Toda cultura
y todo grupo social necesitan purificación y maduración. En el caso de las culturas populares
de pueblos católicos, podemos reconocer algunas debilidades que todavía deben ser sanadas
por el Evangelio: el machismo, el alcoholismo, la violencia doméstica, una escasa participación
en la Eucaristía, creencias fatalistas o supersticiosas que hacen recurrir a la brujería, etc. Pero
es precisamente la piedad popular el mejor punto de partida para sanarlas y liberarlas.
COMPETENCIA ARGUMENTATIVA:
PARA REFLEXIONAR Y DEBATIR:
La fe cristiana no se reduce a un fenómeno cultural, religion civil, herencia de una religión
poco seguida. De hecho, la naturaleza propia de la fe necesita de la inculturación. La
naturaleza de las culturas, cuyo núcleo generador está constituido por su proximidad al
misterio de Dios, también necesita de la evangelización para redescubrir y renovar su propia
autenticidad. La Fe Cristiana ayuda a la maduración de la cultura auténticamente humana,
abierta al misterio de Dios. Si la cultura se deja animar por la fe centrada en Cristo, principio y
fin de la creación y de la historia, además de auténticamente humana será cristianamente
cualificada, no sólo un sector religioso de la cultura, sino una mentalidad evangélica en
cualquier campo de la experiencia personal y social. El vínculo vital de la fe con las expresiones
culturales se articula con actitudes básicas: la referencia a Cristo como fundamento de la
antropología cristiana; la fidelidad a la doctrina de la fe y al enseñamiento social de la Iglesia y
el respeto por la legítima autonomía de las realidades terrenas.
CIERRE Y REFUERZO
La Iglesia se dirige a las comunidades cristianas y a la sociedad en su dimensión cultural. Este
diálogo con las culturas es esencial para que el ser humano pueda descubrir hoy que Dios,
lejos de ser un rival del ser humano, le concede una realización plena, a su imagen y
semejanza. La fe ayuda a las culturas de nuestro tiempo a liberarse de sus límites y soltar sus
virtualidades positivas.
Nosotros experimentamos que "la fe necesita de la cultura para ser vivida de modo humano" y
estamos convencidos de que "la cultura tiene necesidad de la fe para expresar la plenitud de la
vocación del ser humano. La fe está llamada a encarnarse en las culturas contemporáneas, en
todas las dimensiones. Sólo de esta manera el mensaje del Evangelio se convierte relevante
cultural y socialmente.
Entre la fe y la cultura no puede haber contraposición. La Iglesia acepta el debate, la libre
confrontación de ideas. Se dirige con respeto, como madre, a todos y habla de Dios y muestra
compasión por los seres humanos. Habla al corazón y a la inteligencia. Es consciente del
contexto cultural específico y lejano de la visión ofrecida en Cristo, fundamento de una
antropología cristiana.
El sentido de la conciencia cristiana implica estilos de vida, comportamientos éticos personales
y sociales, políticos y económicos. Una fe sólida y adulta lleva a una visión ética. Además se
alimentan y se refuerzan recíprocamente. Existe una relación entre la dimensión cultural de la
religión y la cuestión ética
En un contexto multicultural, de pluralismo cultural es importante encontrar valores
universales presentes en las diferentes culturas. La Iglesia se alegra de encontrar
convergencias de valores tales como: la dignidad de la persona humana; derechos humanos;
libertad religiosa; defensa de la vida, centralidad de la familia; igualdad de los derechos y
deberes entre el hombre y la mujer; atención a los pobres; justicia, solidaridad, sobriedad;
salvaguardia de la creación.
Cultura con la cualificación de cristiana no es un sistema completo y cerrado. La cultura,
inspirada en Jesús y testimoniada en la Iglesia, es clave de lectura, perspectiva abierta, apelo a
la creatividad, promueve la libertad y la vocación del ser humano, respeta la autonomía de las
realidades terrenas, se enriquece continuamente con el intercambio intercultural.
TAREA
¿La religiosidad forma parte de nuestra Cultura de creyentes?
Hasta no hace mucho tiempo, los teólogos no consideraban digna de atención la religiosidad
popular. La religiosidad popular es una forma de ponerse en contacto, de acercarse a lo
sagrado, al misterio, a lo absoluto, a lo inesperado, a Dios. La religiosidad popular, como casi
todo lo popular, siempre tuvo en cuenta la inteligencia sensitiva que ahora está tan de
moda. En buena medida, su puesta en valor se debe a la antropología. La predicación, las
ceremonias y las celebraciones deben tener en cuenta el cine, la literatura, el teatro, la crónica
política.
¿Còmo puede Dios obrar con absoluta libertad en la vida del ser humano?
¿De que manera concibes la Palabra de Dios en tu vida, teniendo en cuenta que estas
inmerso en una cultura de consumismo , desinteres e individualismo?