SHIFTERS DE PUERTO SOMBRA
1
Título Original: Accidental Baby (Shifters of Port Shadow1)
Traducción: Drucasita
Corrección: Rub
Portada y Formato: Rub
Epub: Mara
© 2018 Publicado por LLLE
Libro de distribución gratuita, sin fines comerciales y/o lucro.
RESUMEN
A
lex necesita un bebé y hará cualquier cosa para conseguirlo.
Excepto, que él nunca pensó que su compañero predestinado
terminaría cruzándose en su camino...
Alex, un Omega, viaja a Port Shadow Island en una misión siniestra. Su
antigua manada ha estado en declive desde hace mucho tiempo y la única
forma de revivir sus números es secuestrar cachorros de otros grupos. Ahora
necesita infiltrarse en la sociedad exclusiva y unida de los Silver Fangs1, por lo
que toma una posición de niñera en la guardería de la manada, aunque
nunca ha sostenido ni visto a un bebé lobo en su vida.
Para Alex, el concepto de compañeros predestinados es solo una
leyenda olvidada desde hace mucho tiempo, así que cuando conoce a Zane,
no puede evitar confundirse acerca de los sentimientos fuertes y
desconocidos que está desarrollando hacia el macho viril Alfa.
Zane, un líder de la manada de Silver Fangs, por otro lado, no tiene
dudas que el recién llegado es su compañero destinado. Lástima que también
es la única persona en la que Zane no puede confiar. Después de todo, es
obligación de un Alfa proteger su manada y él está cada vez más seguro que
el forastero Alex está tramando algo...
1
Nota del Traductor: Colmillos de Plata.
CAPÍTULO UNO
ALEX
P
rimera vez aquí? —El velludo pescador preguntó. Estaba
claro por la forma en que saltaba con cada inesperado bache
que no me había sentido muy cómodo en el bote desde que
dejamos la costa atrás.
—Sí, —admití calmadamente, tratando de reprimir mentalmente
los violentos ataques de nausea que sacudían mi cuerpo.
La lancha rompió a través de las oscuras y calmadas aguas de la
costa de Nova Scotia y roció espuma blanca a la izquierda y derecha como
sabanas de inquietante neblina. No podía ver nada más que oscuridad al
frente y la única señal que el mar se encontraba con el cielo en algún lugar
frente a nosotros era el rocío de brillantes estrellas salpicando el lienzo
índigo de arriba. Incluso la luna no proporcionaba mucho alivio a la
envolvente noche, como si solo fuese una astilla que brillaba débilmente a
nuestras espaldas.
El tosco rugido del motor y el silbido casual del pescador eran los
únicos sonidos que pude oír y ambos me hicieron sentir inquieto e
impaciente por alcanzar mi destino. Para alguien como yo, sin costumbre de
SERENA STORM
6
viajar por agua, parecía como si hubiésemos estado fuera por horas, aunque
dudaba que hubiese pasado más de media hora.
—¿Cuánto falta para que lleguemos? —Pregunté para
distraerme, sujetando el borde del pequeño banco en el que estaba sentado,
mis nudillos blancos por la tensión.
—No mucho. Veremos la isla en unos minutos, —él dijo. El
hombre no parecía nada atontado, aunque lo desperté inesperadamente en
mitad de la noche. Supuse que el grueso fajo de dinero en efectivo fue toda
la persuasión que había necesitado para abandonar su acogedora cama y
aceptar llevarme a la Isla Port Shadow. —¿Qué le lleva allí?
El hombre, probablemente, estaba simplemente pasando el
tiempo, preguntándome esto, pero me puso a la defensiva. Probablemente
era de conocimiento común entre los pescadores y las personas que vivían en
la costa que no había nada en Port Shadow. La pequeña isla estaba
deshabitada y aislada, con poco para ofrecer más que interminables pinares,
colinas empinadas y algunas rocosas playas.
—Investigación, —mentí, —Soy un biólogo.
—¡Ja! —resopló el hombre. —La última vez que fui, era un niño
pequeño y, a menos que estés interesado en tener tu trasero mordido por
lobos, dudo que haya mucho más por ver.
—¿Lobos? —Pregunté tan indiferentemente como pude.
—Sí, es raro. No sé cómo llegaron allí, pero es una de las razones por
las que la gente se mantiene alejada de esa roca. No es exactamente tu lugar
perfecto para acampar. Diría que permanezca en las playas y siempre tenga
SHIFTERS DE PUERTO SOMBRA
7
un arma a la mano.
—Lo tendré en mente, —dije cortésmente.
Palmeé la pequeña mochila que colgaba en mi pecho. No había una
pistola ahí, pero, sin embargo contenía lo único que necesitaba para estar
seguro en la isla. Mi documentación falsa.
Me di cuenta que el hombre me miraba con una pequeña sonrisa
divertida y esperaba que él hubiese comprado mi historia. No estaba en mis
planes tener que explicarme ante los extraños.
—Ustedes, científicos, son extraños, —dijo finalmente y soltó una
afable risa.
Otra invisible ola envió la punta del bote al aire y me deslice a lo
largo del ya húmedo banco. Pude sentir la sangre drenando mi rostro, pero
permanecí estable y limpié las gotas saladas que aterrizaron en mi nariz y
frente. Odié el agua. No podía esperar para ya poner mis pies en tierra firme.
Había estado viajando por días y este era el tramo final, así que tendría que
endurecerme por algunos minutos más.
La verdad era, que ésta era la parte fácil. Una vez que llegase a la
isla el peligro real comenzaría. Era un shifter lobo en una misión y aunque
solo estaría entre compañeros lobos, no habría nada fácil o seguro en mi
llegada a Port Shadow.
Los Silver Fangs, la manada que habitaba la isla, era una de las
más territoriales y apartadas manadas entre todos los shifters lobo. También
estaban entre los más prósperos y habían preservado algunas de las antiguas
SERENA STORM
8
tradiciones, las cuales el resto de nosotros habíamos sido forzados a
abandonar cuando comenzamos a vivir entre humanos.
Los Silver Fang eran famosos por proteger su territorio ferozmente y
por difícilmente permitir el ingreso a un extraño. Sin embargo, no tuve
opción. Había sido enviado para infiltrarme y tomar un puesto, trabajando en
su guardería. Fue un golpe de suerte que ellos abriesen un puesto para un
no-miembro de la manada y que entre todos los candidatos me hubiesen
elegido a mí.
Sin embargo, mi manada, los Black Rigdebacks, estaba desesperada, así
que habían hecho todo lo que estaba en su poder para falsificar todas las
credenciales que necesitaba para pasar como un experimentado shifter
niñero. Incluso fui acreditado como un pariente lejano de los Silver Fangs y
tenía la documentación para probarlo.
No podía arruinar esto. Mi manada necesitaba malamente algo de los
Silver Fangs y yo iba a conseguirlo para ellos, lo que sea que tomase. Yo era
nuestro más joven Omega y se lo debía a los ancianos. Así que, si tenía que
cuidar de unos cuantos gritones cachorros lobo, lo haría, a pesar que nunca
había tocado o siquiera visto a un bebé shifter en mi vida.
—¡Santa mierda! —El pescador dijo y rompió mi tren de pensamiento.
—¿Es esa una persona ahí?
Me puse de pie con cuidado, extendiendo mis pies para un mejor
equilibrio y aferrado la barandilla cromada, y miré en la dirección que él
estaba señalando. No me había dado cuenta cuando la amenazante silueta
de Port Shadow había emergido en el oscuro horizonte y ahora acechaba
SHIFTERS DE PUERTO SOMBRA
9
sobre nuestro bote que sé que acercaba rápidamente.
Una débil luz señalaba un pequeño puerto, el cual no era nada más que
un muelle de madera y un cobertizo para botes en el extremo, con unas
pocas canoas atadas a las vigas de la pequeña pero bien cuidada
construcción. Una figura estaba parada al borde del muelle, mirándonos. No
había error. Era un hombre.
—Uh, sí, —Logré murmurar, mi mente trabajando rápidamente en una
respuesta decente. —Ese es uno de mis colegas. Soy el último del equipo en
llegar.
—¿Un equipo? Bien, eso es mejor. No estará solo aquí entonces. Así
que, ¿De todos modos, qué están estudiando muchachos?
Debí pensar en tener una respuesta de antemano. Seguro, necesitaba
una cubierta para mi llegada a una isla desolada en mitad de la noche.
—Musgo, —dije tontamente, pero eso fue suficiente para que el
capitán perdiese todo interés, así que él dejo el asunto.
Más cerca estábamos del muelle, mejor podía ver al hombre que
claramente esperaba por mí. No tenía idea de quién era. No conocía ni una
sola alma en la isla y tenía que hacer mi camino por mi propia cuenta aquí.
Brevemente, me pregunté si mis documentos serían suficientemente
convincentes. El plan había parecido mucho más fácil cuando lo discutimos
con mi manada antes en casa, pero ahora que estaba a unos cuantos pies de
Port Shadow, estaba comenzando a darle un segundo pensamiento y mi
determinación estaba fallando.
SERENA STORM
10
Incluso desde aquí el hombre en el muelle parecía un gigante. Tenía al
menos 6’3 y estaba construido sólidamente, anchos hombros y un pecho de
tonel que lucía intimidante incluso desde aquí. Su rostro aún estaba
escondido entre las sombras, pero su postura, con los brazos cruzados sobre
su pecho y sus gruesos muslos extendidos ampliamente, no parecía muy
amigable.
—Entonces, ¿va a necesitar un viaje de regreso? —preguntó el
pescador.
—No, no por un tiempo de todos modos. Sin embargo, tengo su
número. Probablemente llamaré cuando terminemos. —Mi voz salió débil y
temblorosa. Solo ahora me di cuenta que estaba asustado. Por primera vez
en mi vida estaba por mi cuenta sin nadie que cuidase mi espalda. Si estos
shifters se enteraban de quién era y por qué vine, nada me salvaría.
Yo no era como el hombre que extendía su fuerte y musculosa mano
para jalarme hacia el muelle. Yo era como una pluma en sus brazos. Como un
húmedo y tembloroso pájaro. Por un momento contemplé en arrancarme de
su agarre y saltar de regreso al bote, pero cuando me giré, el pescador ya
había tirado mi bolsa de lona en el muelle y estaba retrocediendo el bote en
la bahía.
Eso es. Al fin estaba aquí y estaba solo. Tenía que hacer mi trabajo y
finalmente dejar de temblar.
—Hola, —saludé al hombre enormemente alto. —Soy Alex. —Extendí
una mano, pero cuando él no la tomó, asumí que no era la costumbre aquí,
así que la dejé caer incómodamente.
SHIFTERS DE PUERTO SOMBRA
11
En la penumbra de la débil luz, finalmente pude ver su rostro y me
impactó como sus ásperas y cinceladas facciones podían a la vez ser
armoniosas e incluso… ¿atractivas? Sus dorados ojos estuvieron pegados en
los míos por un tiempo demasiado largo y sentí otro escalofrío, pero esta vez
no fue miedo o mi húmedo y frío cuerpo expuesto a la brisa de la noche. No
supe que fue, pero me hizo sentir incómodo, así que lo ignoré.
Él continuaba evaluándome si decir una cosa y estaba poniéndome
ansioso. Bajo su mirada que viajaba por mi cuerpo, me sentí de alguna
manera expuesto. Como si fuese demasiado obvio por qué vine. Respiré
profundamente. No podía dejar que el miedo me ganase, pero la fría
expresión de piedra del hombre no estaba ayudando ni un poco.
Él era claramente un Alfa. Con su enorme tamaño, absoluta confianza y
exudando fuerza de su postura, me recordó al líder de mi propio clan, Alvin.
Solo que éste hombre era mucho más joven y su fuerte y específico
masculino olor era casi abrumador.
—Soy Zane, —dijo finalmente, agachándose para recoger mi bolsa con
sorprendente agilidad. Su voz era profunda y gruñona e incluso diciendo su
nombre sonaba como una orden. —Pasarás la noche conmigo y te
acomodaremos en la isla mañana en la mañana.
Con eso, se giró y lideró el camino hacia el bosque y lejos de la
pequeña playa de guijarros y la luz. Lo seguí hacia el negro campo del bosque
de pinos y si no fuese por su dominante olor, habría perdido la huella de su
paradero. Él estaba caminando rápida y calmadamente a través del invisible
terreno y casi me quedé sin aliento intentando mantenerme sin golpe los
SERENA STORM
12
troncos de los árboles y de tropezar con las traicioneras ramas caídas. Mis
sentidos no estaban en sintonía con la naturaleza debido a los años viviendo
entre los humanos que los habían embotado. Sin embargo, aun podía
olfatear mejor que cualquier humano y mi visión era más aguda, así como mi
velocidad. Con todo, no era rival para mi guía esta noche.
Fue un alivio cuando finalmente comenzamos a descender una colina y
pude ver las luces parpadeantes de lo que parecía ser una villa, anidada en lo
profundo del valle. Sin embargo, descender la colina resultó ser un tanto
agotador y anhelaba cambiar a mi lobo, así podría navegar mejor en los
oscuros caminos, pero desde que mi anfitrión aún estaba en forma humana,
no me arriesgué.
Eventualmente, llegamos a un terreno más plano y a una pequeña
cabaña, acurrucada en los espesos arbustos y a una corta distancia de las
demás casas. La villa estaba excepcionalmente silenciosa a esta hora de la
noche y pude escuchar claramente los sonidos nocturnos del bosque, el
nervioso correteo de los pequeños roedores, el melancólico ulular de una
lechuza, el burbujeo de un arroyo cercano.
Zane abrió la puerta de una patada y me guio adentro, encendiendo las
luces del techo. Estuve atontado por un momento. El lugar parecía salido
directamente de una leyenda. No tenía ninguna de las modernas
comodidades a las que nos habíamos acostumbrado en Shady Green, la
ciudad en la que vivía con mi manada. Todas las superficies y muebles
estaban hechos de madera y había coloridos chals de lana y mantas colgadas
alrededor de las sillas y bancos. No había TV, ni teléfono, ni siquiera una
SHIFTERS DE PUERTO SOMBRA
13
radio y me sentí como si hubiese viajado siglos en el pasado.
Zane llevó mi equipaje a un pequeño dormitorio saliendo de la
espaciosa sala a la derecha, donde no había nada más que una gran y
confortable cama, una silla y una cómoda. Aparentemente el hombre vivía
con solo lo esencial y sin embargo la cabaña era extremadamente acogedora
con suave piel cubriendo los toscos tablones de madera del piso y cubiertas
hechas con flores secas, piedras y conos de pino decorando las paredes.
—¿Es tu dormitorio? —Pregunté, cuestionando dónde dormiría él. —
No quiero molestar… Estaré bien en la…
—No te preocupes por eso, —me interrumpió con una voz ligeramente
más amigable. —Al menos por esta noche eres mi invitado. ¿Has comido
algo?
—Lo hice, —mentí, esperando que él no pudiese escuchar mi
estómago rugiendo. Quería ir directo a la cama. La mera presencia de este
hombre me hacía sentir incómodo y no me quería arriesgar a cometer un
desliz frente a él, lo cual estaba seguro que haría si me hacía alguna pregunta
mientras me miraba con esos penetrantes ojos ámbar. —Gracias. Creo que
me voy directo a la cama. El viaje fue agotador.
—Como desees, —dijo él. —Mañana va a ser un gran día para ti. Mejor
toma un descanso. Puse sabanas limpias y mantas y algo de agua, pero
llámame si necesitas algo más. Estaré aquí, en la sala.
—¡Todo es perfecto, gracias! Te veré en la mañana.
Una vez que dejó la habitación, me dejé caer en la cama exhausto. No
me quedaba fuerza para ni siquiera cambiar mi ropa sucia y mojada. No sé
SERENA STORM
14
cuánto tiempo pasé en el limbo entre el sueño y la vigilia, pero un inesperado
sonido me sobresaltó. Me di cuenta que la correa de cuero de la mochila
estaba cavando incómodamente en mi pecho y mi ropa se pegaba a mi piel,
mojada con el agua de mar y sudor.
Comencé a desvestirme y colocar mis cosas en la solitaria silla en la
esquina cerca a la ventana cuando escuché el sonido otra vez. Agua
salpicando. Venía de justo fuera de mi habitación y caminé de puntillas en la
oscuridad hacia el lado de la ventana, echando un vistazo para ver que estaba
ocurriendo.
Era Zane. Estaba tomando una ducha al aire libre, en una precaria
construcción exterior de un cubo de madera izado sobre una rama de árbol y
una cuerda adjunta de la que él tiró. Él estaba completamente desnudo y su
húmeda piel brillaba en la tenue luz que provenía de la ventana de la sala. En
este ángulo pude ver cada surco, cada músculo flexible y sin grasa de su
desnudo pecho y su ondulante abdomen. Los gruesos vellos cubriendo su
pecho y axilas sobresalían, aterciopelados y suaves, y sus enormes y
vigorosos muslos estaban tensos bajo su peso, su firmeza delineada bajo la
goteante agua. Se veía magnífico.
No se dio cuenta que lo estaba mirando mientras lavaba su cabello de
color negro, completamente expuesto a mi mirada. Una y otra vez mis ojos
fueron atraídos hacia un lugar en particular que provocó una inesperada y
perturbadora sacudida en mis boxers. Su polla. Nunca había visto algo como
eso. Era la más grande que alguna vez había visto, larga y gruesa, colgando de
un denso parche de oscuros vellos, agua goteando de su larga y reluciente
SHIFTERS DE PUERTO SOMBRA
15
punta.
Una vez que terminó con su cabello se movió hacia abajo, enjabonando
su cuerpo con un gran pedazo de jabón casero. No me di cuenta que estaba
conteniendo la respiración mientras él bajaba su mano más y más abajo
hasta, eventualmente, agarrar la enorme circunferencia de su polla y
comenzar a enjabonarla, acariciándose con cuidado arriba y abajo, agarrando
sus bolas y soltándolas, solo para sostener su polla otra vez y continuar con el
fascinante ritual de deslizar su puño arriba y abajo a lo largo.
Otra sacudida. No, esta vez fue casi un doloroso espasmo. Me di
cuenta que estaba muy duro, mi propia polla estaba desesperadamente
presionando contra la tela de mi ropa interior, rogándome para que la tocara.
Perdí el hilo de la realidad cuando obedecí a la fuerte urgencia y la saqué. La
sujeté con fuerza y la sentí pulsando contra mi palma. Estaba tan excitado,
temía que unos cuantos bombeos me enviasen a un explosivo orgasmo; sin
embargo, mantuve la mirada en Zane masajeando su enorme paquete y
sintiéndome indefenso ante mis impulsos. Mis dedos se aflojaron alrededor
de mi palpitante erección y dándole un par de tirones, cedí. La sensación fue
tan intensa, tuve que detenerme inmediatamente o estaría viniéndome
sobre todo el piso en poco tiempo.
¿Qué estaba pasándome?
En el breve momento en que Zane tiró de la cuerda y vació el
contenido que quedaba en el cubo sobre su jabonoso cuerpo, finalmente caí
en cuenta de lo que estaba haciendo. ¡Estaba masturbándome a la vista de
un Alfa desnudo de una manada rival! Inmediatamente fui alcanzado por la
SERENA STORM
16
profunda vergüenza. Mi mano cayó a mi costado y aunque mi polla estaba
urgiéndome para liberar la tensión acumulada, logré forzarme a meterme
bajo las mantas y esperar a que los espasmos se detuviesen.
Entonces intenté volver a dormir, pero la pesadez tirando de mis
párpados nunca llegó. En su lugar, me revolví y giré inquieto y confundido
sobre lo que había ocurrido, qué había visto y qué me había impedido
alejarme. Nunca había tenido esa sensación antes. Por supuesto, sabía que
los hombres me atraían e incluso había tenido algunos encuentros con
humanos antes, pero todos ellos fueron nada comparado con esto, solo un
arreglo rápido para un persistente impulso.
Esta vez, la simple vista me envió dentro de todo un nuevo nivel de
estimulación, una ardiente sensación, un hambre que me consumía por
completo. No entendí que significaba esto, pero era un inconveniente más
para hacer mi estadía aquí incluso más complicada. Solo podía esperar que el
largo viaje y mi agotamiento me estuviesen jugando trucos y la llegada de la
mañana limpiaría mi cabeza de todas las imágenes del atractivo cuerpo de
Zane
A la mañana siguiente después del desayuno estaba dirigiéndome a la
casa guardería en el centro de la villa.
Zane se había ido cuando me desperté después de unas pocas horas de
irregular sueño y encontré la cocina principal por mi cuenta. Parecía como si
todos supiesen quién era yo mientras caminaba por las calles de la villa y aún
eso no les detuvo de mirarme e incluso señalarme cuando pensaban que no
los estaba mirando.
SHIFTERS DE PUERTO SOMBRA
17
Estaba tan nervioso por mi primer día aquí que apenas me detuve a
observar los alrededores y darme cuenta de los detalles de la vida diaria en
Port Shadow. Todo lo que quería era desayunar y operé casi mecánicamente,
caminando hacia la cocina principal donde todos parecían estar yendo o
viniendo. Parecía que todos los miembros del clan comían allí, aunque había
notado una pequeña cocina en la cabaña de Zane, la cual estaba
inmaculadamente limpia y parecía como si nadie hubiese cocinado ahí por un
tiempo.
Me alineé con los otros hombres y mujeres de Port Shadow para
conseguir una bandeja y una pila de selectas pastas y carnes en el mostrador
principal. Me sentí como si estuviese en un campamento especial, solo que
yo aún era un completo extraño y no podía tomar parte en toda la amigable
conversación, y de buen humor, alrededor mío. No tenía a alguien con quien
sentarme tampoco y como no pude ver a Zane en ningún lado, me dirigí a
una apartada mesa con dos asientos cerca a la ventana del espacioso salón
comedor.
Intenté atraer la menor atención posible y cavé en el montón de
crujiente tocino de mi plato con ferocidad. No había comido nada en más de
doce horas. Prefería tomar mi comida y regresar a la cabaña, el único lugar
semi-familiar que conocía, y comer en privado pero nadie sacaba comida de
la cocina principal, así que seguí el juego y comencé a masticar incluso más
rápido, impaciente por alejarme de las miradas en mi dirección.
SERENA STORM
18
—¿Eres Alex? —Una melodiosa voz de mujer rompió mi
concentración sobre las humeantes y crujientes tiras de tocino. —Pensé que
te encontraría aquí.
La voz pertenecía a una mujer alta, rubia-cenizo, con luminosos
ojos grises y un cuerpo atlético bien construido. Ella me estaba sonriendo
genuinamente, lo cual me dio un poco de confianza. Hasta ahora, me había
sentido increíblemente cohibido en este desconocido lugar con todas esas
pequeñas rutinas y rituales que aún debía aprender.
—Sí, hola, —dije y extendí la mano para saludarla. Cuando apretó mi
palma pensé que podría aplastar mis huesos. Su fuerza era extraordinaria.
—Soy Elise, la enfermera principal. Estamos tan agradecidos por tu
llegada. Sé que es mucho para tomar desde el principio y que probablemente
es muy diferente a la vida que acostumbras, pero te puedo asegurar que
estas entre amigos aquí y que cada uno estaría más que feliz de ayudarte a
sentirte cómodo.
—Eso es realmente dulce. Gracias. Para ser honesto, es un poco
abrumador, pero estoy feliz de estar finalmente aquí.
Estoy sentada allí con las demás enfermeras, pero una vez que hayas
terminado puedes venir conmigo y podemos iniciarte en la guardería. Es un
gran alivio el que ahora podamos dejar nuestros bebés en manos seguras, y
con tus calificaciones estoy segura que harás un gran trabajo.
—Espero poder estar a la altura, —dije con una sonrisa. En realidad,
era imposible no sonreírle. La mujer casi exudaba calor maternal.
O al menos imaginé que así se sentía el calor maternal ya que mis
SHIFTERS DE PUERTO SOMBRA
19
propios padres habían muerto hacía mucho tiempo y casi no tenía memoria
de ellos. Lo que recordaba había sido transmitido de una pareja de ancianos
shifters a otros la mayor parte de mi infancia y juventud. Nunca experimenté
mucho afecto familiar en ninguno de sus hogares, pero como no conocía
nada diferente, no me había preocupaba por eso.
Una vez que Elise se fue, me imaginé una habitación llena de
bebés llorando, mi actual lugar de trabajo. Lo más cerca que había estado de
lidiar con uno fue mirando un bulto en las manos de una joven madre
humana en el parque en Shady Green. Ni siquiera podía comenzar a
imaginarme que haría con un montón de ellos, especialmente si ellos hacían
algo más que dormir o si indicaban que necesitaban comida de alguna
misteriosa manera.
Preparado o no, necesitaba comenzar a aprender rápido sin
atraer demasiada atención. No iba a permanecer aquí por mucho tiempo de
todos modos. Solo necesitaba quedarme tanto tiempo como tomase
completar la misión para la que fui enviado aquí. Y por eso no necesitaba
aprender cómo amar o cuidar bebés.
Solo necesitaba robar uno y seguir mi camino.
CAPÍTULO DOS
ZANE
A
hurtadillas eché una rápida mirada en Alex durmiendo
antes de dirigirme a hacer mis rondas matutinas.
Necesitaba estar seguro…
¡Maldición! Mi corazón otra vez. No paraba de hacer su ridículo
baile desde anoche. Escuché su respiración toda la noche hasta justo antes
del amanecer, cuando me aseguré que finalmente había caído dormido
después de algunas difíciles horas, me aventuré a abrir una pequeña grieta
en la puerta y mirar su sereno rostro.
Mi corazón se volvió salvaje así como todo mi cuerpo.
Prácticamente podía sentir mi sangre recorrer y zumbar en mi sistema,
haciéndome parar en el borde como si estuviese electrificado. Así que no
estaba equivocado. Era él. Mi pareja predestinada. Y justo cuando pensaba
que los otros estaban inventando todo el concepto de parejas predestinadas
y que solo estaban pretendiendo estar perdiendo la cabeza por alguien
porque pensaban que era tiempo de iniciar una familia…
Había escuchado historias de ritmos cardíacos deteniéndose y palmas
cubriéndose de sudor, de escalofríos recorriendo las espinas dorsales y un
hormigueo de piel de gallina extendiéndose sobre los brazos, pero nunca
esperé sentirlo por mí mismo. Especialmente no por alguien que había
SHIFTERS DE PUERTO SOMBRA
21
conocido hace menos de un día. Espera. Eso estuvo mal. No conocía al tipo.
Apenas había intercambiado una o dos oraciones con él y, sin embargo, mi
cuerpo sabía que él era el único.
Demasiado mal que él también fuese el único en la isla en quien no
confiase. Pensaba que toda la idea de traer un forastero era demasiado
riesgo, pero los ancianos no me habían escuchado. Ahora mismo
necesitábamos hasta el último miembro de nuestra manada para defender la
frontera norte y no podíamos dejar atrás más que a un par de enfermeras en
la villa para cuidar de los niños. Las mujeres eran tan guerreras como yo lo
era, aunque yo era uno de los líderes naturales por aquí.
Contemplé la sonrojada y tierna piel de Alex con marcas de almohada
en sus mejillas, y sus pestañas rubio oscuro aleteando delicadamente en sus
sueños, su alborotado cabello color miel esparcido sobre la funda de la
almohada. Era una visión. Nunca había visto a un hombre tan
imposiblemente atractivo con su pequeño pero ágil y fuerte complexión y un
precioso rostro de niño. Decidí que no debía poner mi responsabilidad como
un Alfa en segundo lugar solo porque mi cuerpo anhelaba
incontrolablemente a este hombre. Necesitaba mantener un ojo en él, tan
duro como esto sería para mí, para asegurarme que no representaba un
peligro para mi gente.
Armado con determinación, dejé la cabaña antes que se levantase y
me dirigí hacia las barracas para ver cómo iban los preparativos. Comenzando
hoy, necesitaríamos patrullar la zona norte de la isla por turnos todo el día.
Nuestra paz y la vida por la que habíamos trabajado tan duro por construir
SERENA STORM
22
por nuestra cuenta en la isla Port Shadow había sido amenazada por una
manada de la península vecina durante una noche de asedio y aunque
habíamos peleado con ellos hasta sacarlos de la isla, necesitábamos
asegurarnos que no intentarían más ataques.
Todo estaba en orden y utilice un par de horas discutiendo estrategias
con el resto de los líderes, mientras los otros miembros estaban
inspeccionándolas raciones y marcando los números de los equipos en los
libros de contabilidad. Aunque algo persistía al fondo de mi cabeza. Estaba
inquieto y quería atribuirlo al hecho que aún no había desayunado, pero la
verdad era que no estaba concentrado en nada más que en volver a ver a
Alex. Traté de dejarlo atrás siendo conscientemente prudente.
No solo ser un Alfa increíblemente excitado que necesitaba
arreglarlo con una nueva droga que había descubierto…
—¿Todos ustedes muchachos están aquí? —Pregunté a mis
amigos casualmente. —Creo que podría ir a la enfermería y revisar al nuevo
chico antes de retirarnos por el día. Quiero asegurarme que esté bien
instalado.
—Buena idea, —Bein, mi ex, dijo. —Lo tenemos cubierto aquí,
Zane. Para cuando regreses, estaremos listos para irnos.
Eso fue todo lo que necesité escuchar, así que me apresuré por
el bosque de pinos y descendí hacia la villa, directamente hacia la enfermería,
la cual estaba justo al lado de la clínica y la cocina principal en el centro de la
villa. Cuando abrí la puerta, ya podía escuchar los sonidos de gorgoteo y
arrullo así como el ocasional maullido viniendo de los pequeños cachorros.
SHIFTERS DE PUERTO SOMBRA
23
Bueno, todavía no eran cachorros ya que no habían aprendido como
transformarse aún y todos estaban en la forma de bebé humano; sin
embargo, a pesar de todo, nosotros los llamábamos cachorros.
. Me gustaba venir aquí. No porque fuese una persona de bebés,
pero la vista de la descendencia de la manada, todos arropados en sus cunas,
me hacían sentir increíblemente optimista sobre el futuro de Silver Fangs.
Estábamos creciendo y los pequeños niños y niñas aquí un día recorrerían la
hermosa isla que habíamos preparado para su llegada y la llamarían su hogar
así como generaciones antes que ellos. Eso también me hizo darme cuenta
incluso en forma más palpable cuán importante era proteger nuestro
territorio de todos los clanes invasores que habían intentado tomar lo que
era nuestro en los años anteriores.
Mientras caminaba en la espaciosa, y soleada habitación que albergaba
a los bebés, ya estaba erizándome con una ansiosa expectación que viajaba
directamente a mi ingle y que me hacía tambalear, y curiosamente excitado.
Podía sentir que él estaba allí antes de poder verlo, podía oler su presencia,
el potente y almizclado aroma de un Omega en su primer período de
apareamiento, llamándome para reclamarlo. Sacudí la cabeza para despejarla
de la intensa necesidad.
—¡Zane! —Elise dijo, feliz de verme, como siempre. A pesar de su
amenazante altura y constitución, ella era la persona más cálida que conocía.
—¿Qué te trae por aquí?
—Solo deteniéndome para ver si ustedes necesitaban algo antes de
retirarnos. ¿Alex? ¿Cómo te va?
SERENA STORM
24
Estaba inclinado sobre una de las cunas, arropando a un bebé dormido.
No pude evitar fijarme en las deliciosas olas de sus bollos bajo los desteñidos
y ajustados jeans que estaba usando. Prácticamente tuve que obligarme a no
saltar sobre él allí mismo y luego arrancar la tela de él.
Se volteó, al parecer alarmado por mi inesperada visita. Pude ver el
miedo en sus ojos, el nerviosismo. Me acerqué a él junto a la cuna y miré al
interior. Sus manos temblaban mientras incómodamente sostenía en el aire
el borde de una manta con dos dedos como si no tuviese idea que hacer a
continuación. Una mancha de baba relucía en la esquina de la pequeña boca
del bebé, pero Alex estaba distraído y aparentemente bloqueado.
—¿Necesitas algo de ayuda aquí? —Pregunté, tirando la manta de sus
manos y arropándola alrededor del tembloroso pequeño cuerpo del bebé.
Luego alcancé un pañuelo desechable para limpiar la baba, desechándolo en
papelera cercana, justo frente al congelado cuerpo de Alex. Él simplemente
estaba siguiendo mis movimientos como si estuviese realizando un ritual
alienígena. No que yo fuese bueno con los bebés, pero tenía suficiente
sentido común como para saber qué hacer.
—Gr-r-r-acias, —tartamudeó. —Estaba a punto de hacer eso.
No fue muy convincente. No pude descifrar si solo estaba nervioso por
ser nuevo o si era completamente incompetente.
—Sigue con el buen trabajo, —dije y palmee su hombro, aunque
inmediatamente me arrepentí. El simple contacto con su piel incluso a través
de la delgada textura de su camiseta, me estremeció violentamente.
Esperaba que él no lo hubiese notado.
SHIFTERS DE PUERTO SOMBRA
25
Me preguntaba si se había sentido de la misma forma. ¿Ya me habría
reconocido como su pareja predestinada? Siempre había escuchado que el
reconocimiento era mutuo y no dejaba duda en ninguno de los compañeros
que la búsqueda había terminado. ¿Sería posible que estuviese actuando tan
incómodamente porque estoy alrededor y sabe que soy su pareja? La
especulación no apaciguaba mis sospechas.
—Elise, —dije, intentando salir del incomodo silencio, —¿puedo
hablarte por un minuto? Afuera.
—Claro, —dijo ella, siguiéndome al pasillo. —¿Qué ocurre?
—¿Qué opinas sobre Alex? ¿Cómo lo está haciendo?
—Oh. Bueno, creo que realmente es un chico dulce. Un poco tímido,
pero eso es todo. Es su primer día, así que estoy recortándole algunas cosas.
No quiero hacerlo sentir demasiado abrumado.
—Sí, pero el parecía un poco… no lo sé, ¿desconcertado por el bebé?
¿Crees que eso es normal?
—Estoy segura que no es nada como eso, Zane. Él solo está siguiendo
su camino aún. Se sentirá más confiado con el tiempo.
—¿Pero no se suponía que tenía años de experiencia cuidando bebés?
—Su experiencia nada tiene que ver con esto. Está en un lugar nuevo.
Sabes que hacemos las cosas muy diferentes aquí de cómo lo hacen en
cualquier otra parte del mundo. Toma tiempo acostumbrarse.
—Está bien, si tú lo dices. Pero hazme un favor. Mantén un ojo en él,
¿lo harás? Quiero que me dejes saber si algo fuera de lo ordinario ocurre o él
hace… alguna cosa.
SERENA STORM
26
—¿Alguna cosa cómo qué? Creo que estas exagerando, Zane. Ve a
defender nuestra frontera y déjame la guardería a mí. Alex y yo podemos
manejar las cosas bastante bien.
—¿Elise? ¿Por favor? —Insistí. —Sabes que está en mi naturaleza
querer proteger a mi gente. Simplemente no puedo irme si no estoy seguro
que estarás a salvo.
—Bien, lo prometo, —ella dijo con una sonrisa cansada. —Te haré
saber si nuestro invitado se convierte en un maniático homicida.
—Gracias. Oye, ¿Alex? —Llamé desde la puerta. Se giró un poco
demasiado abruptamente. Está bien. Tal vez Elise estaba en lo correcto y yo
estaba verdaderamente exagerando. Sus ojos azul-hielo estaban muy
abiertos y brillando mientras me miraba, sus rellenos labios en forma de
corazón ligeramente separados en expectación. Sentí mi polla sacudirse en
mis pantalones y supe que tenía que largarme de allí. —Te veré esta noche
en la cabaña, ¿está bien?
—Seguro, —él dijo y su pequeña sonrisa con hoyuelos fue demasiado
para mí, me estaba derritiendo y endureciendo al mismo tiempo. Era tiempo
de irse antes de avergonzarme a mí mismo.
En lugar de regresar directamente a las barracas, tomé el camino
colina abajo hacía la playa. Necesitaba enfriarme antes de retomar mis
deberes en las barracas. No podía darme el lujo de estar tan distraído ante
una misión tan importante.
Mientras caminaba, tuve una repentina imagen no deseada de mí,
yaciendo sobre el pequeño cuerpo de Alex, sostenido en mis manos
SHIFTERS DE PUERTO SOMBRA
27
extendidas, bajando mi rostro sobre su ondulante espalda y pasando la
lengua entre sus omoplatos, probándolo. Sus hombros agitados en
respuesta, su trasero meneándose debajo mío, frotándose contra mi dureza.
Comencé a caminar más rápido, dando grandes y más grandes
zancadas, y antes de darme cuenta, estaba corriendo hacia la playa, el fresco
viento de la mañana limpiando mi rostro y aclarando mi cabeza.
Ni siquiera me detuve a quitarme la ropa y seguí corriendo hacia la
orilla donde las olas mantenían en movimiento las piedras hacia arriba y
hacia abajo. Filosas piezas de roca crujieron bajo mis pies hasta que
finalmente me zambullí en las calmadas aguas poco profundas de la bahía,
hundiendo primero mi cabeza en las frías aguas.
Finalmente, mi ardiente cuerpo le dio la bienvenida al alivio en el
abrazo de las frígidas aguas. Permanecí bajo el agua por un rato, conteniendo
la respiración y flotando, intentando vaciar mi mente. Pequeñas burbujas
fácilmente salían de mis fosas nasales y se disparaban hacia la superficie. A
pesar de ser verano, el mar aún tenía un borde gélido y nunca era demasiado
cálido tan al norte. No era mucho de nadar, ningún shifter lobo lo era
realmente, pero estaba disfrutando de las frías aguas más que nada en este
momento.
Pronto, me mareé por la falta de oxígeno y me abrí paso hasta la
superficie. Me sobresalté por un momento. Había una figura en la playa.
Alguien me había seguido, pero había estado tan obsesionado con mi propia
tortuosa lujuria que nunca sentí a la otra persona acercándose a mis
SERENA STORM
28
espaldas. Me limpié los ojos con el dorso de mi mano y parpadeé un par de
veces para aliviar el hormigueo del agua salada. Pude ver claramente ahora.
Era Bein.
—¿Saldrás pronto? —él llamó desde la orilla. —Tenemos que irnos
pronto.
Me levanté y caminé balanceándome hacia él. Goteaba agua de mi
cabello, rostro y ropas empapadas. Mis zapatos estaban completamente
mojados y se sentían como si fuesen de piedra. Bein se había sentado en una
gran roca, observándome con la cabeza ladeada.
—¿De qué se trata todo esto? —Preguntó cuándo finalmente estuve
de pie frente a él, agua acumulada a mis pies. —¿Estás bien?
—¿Cómo supiste que estaba aquí?
—Fuí a buscarte a la guardería y te ví corriendo. No necesité más para
saber que estabas molesto o algo. Además, sé que retozar en el mar no es tu
pasatiempo favorito, especialmente cuando tienes una misión a la que ir.
—Lo sé, —dije y me senté junto a él, ambos mirando hacia el
horizonte. —Estoy bien. Un poco en el borde, supongo.
—Vamos, sabes que puedes decirme cualquier cosa. ¿Estuvimos juntos
por cuánto? ¿Dos años? Creo que te conozco tan bien como para saber que
no estas jodidamente bien.
Me reí amargamente ante el recuerdo de nosotros dos juntos. Había
sido divertido, pero ambos supimos que no estábamos predestinados el uno
al otro. No en la forma que habíamos escuchado de otros shifters. Encima de
todo ambos éramos Alfas y todos sabían que en las parejas predestinadas
SHIFTERS DE PUERTO SOMBRA
29
ambos nunca eran Alfas. Eso no nos detuvo de divertirnos con el cuerpo del
otro y de meternos en un montón de problemas y aventuras juntos. Ahora
simplemente éramos amigos y valoraba esa amistad más que nada. Con la
atracción física desaparecida hace mucho, nosotros ahora éramos más como
hermanos. El único problema era que a veces sentía que él aún tenía
sentimientos por mí que no eran exactamente de hermandad.
—Bien, me atrapaste, —dije finalmente. —Es el chico nuevo. No confió
en él. Creo que está tras algo. Puedo olerlo.
—¿Y tú estabas tan preocupado, que pensaste que un buen baño
podría resolver el problema? —dijo sarcásticamente.
—Está bien. Está bien. No es solo eso. ¿Aún crees en las parejas
predestinadas? —pregunté y me encogí un poco. No era como si yo
discutiese tales cosas. Ambos éramos duros y despiadados guerreros lobos.
Nosotros no pasábamos mucho tiempo reflexionando sobre asuntos del
corazón, abandonando nuestras responsabilidades para ir a nadar a causa de
ellos.
—¿Qué se te ha metido? ¿Parejas predestinadas? Por supuesto que las
hay. Lobos conocen lobos, se emparejan, tienen bebés, viven felices por
siempre. Fin de la historia. ¿Qué hay de molesto ahí? O espera… No me digas
que has conocido…
—No, no, no dije eso. Solo que estuve pensando…
—Ten control, hombre, —dijo de repente y se levantó, su gigante
cuerpo se elevó sobre el mío. Me di cuenta que su rostro se había
ensombrecido y que la simpática expresión había desaparecido por
SERENA STORM
30
completo. Estaba molesto, si no enojado. —Dijimos que una vez que nos
hubiésemos asegurado que la isla estaba a salvo, iríamos a tierra firme para
buscar a nuestras parejas. Está claro que no son ninguno de los Betas u
Omegas de Port Shadow. Ese era el plan. No tenemos tiempo para pensar en
mierda como está ahora. Nuestra manada está en peligro y tú estás sentado
aquí, melancólico por… Ni siquiera sé por qué.
Empezó a caminar de regreso hacia la villa.
—Bein, espera, —grité tras él.
—Me reuniré contigo en las barracas, —contestó, —Perdona, pero no
puedo quedarme o tendré el súbito deseo de golpearte en el rostro.
No paró de caminar mientras hablaba y pronto la parte superior de su
cabello rubio claro desapareció detrás de una hendidura en el paisaje.
Estuvo frío conmigo todo el día después de eso. Maldita sea él y sus
estados de ánimo. Nunca había sido así, pero supongo que estaba celoso y
que no había tenido razón para estarlo antes de ahora. Me alegré de no
haber sido completamente franco con él y contado todo lo que sentía por
Alex.
Mientras tanto, no encontramos ningún intruso a lo largo del día. Sin
embargo, fue un fructífero viaje, ya que conseguimos fortificar dos de
nuestros tres puertos en el norte e inspeccionamos nuestras trampas a lo
largo de la frontera. Para cuando llegó el turno de la noche, estábamos más
que listos para regresar exhaustos y hambrientos como los lobos que éramos.
Ya estaba imaginando la cálida atmosfera en la cocina principal, donde
usualmente todos nos reuníamos, el delicioso olor de jabalí asado flotando
SHIFTERS DE PUERTO SOMBRA
31
alrededor. Primero, sin embargo, necesitaba hacer una rápida parada en la
cabaña para cambiar mi ya seca, pero increíblemente sucia ropa y tomar una
rápida ducha.
El atardecer había caído en el valle, un poco más temprano que en las
colinas, pero los días aún eran largos. Las primeras estrellas habían
comenzado a brillar en el azul profundo del cielo y las crestas de los picos de
las montañas en el corazón de la isla estaban delineadas contra los tonos
mandarina de la puesta del sol. Mientras me acercaba a la cabaña, noté que
todas las luces estaban encendidas, lo cual solo podía significar que Alex aún
estaba ahí.
Probablemente no era una buena idea decirle que se mude justo
ahora. Cuanto más cerca estuviese tenía mejor oportunidad de espiarlo y
reaccionar si mis sospechas se volvían ciertas. Por otro lado, su presencia
tiraba tanto de mí que tendría que ser extra cuidadoso cerca de él. Solo podía
esperar que pronto encontrase algunos amigos entre las enfermeras y el
personal de la clínica, así no tendría que ser su niñero por mucho tiempo.
Después de todo, se suponía que él debía ser el único niñero por aquí.
Abrí la puerta y un inesperado olor golpeó mis fosas nasales. ¿Esto
era… estofado de conejo? Aunque tenía una cocina, el diminuto espacio
nunca había sido usado más que para calentar sobras de la cocina principal o
preparar una taza de café. Estofado de conejo en mi cocina era tan extraño
como el conejo mismo viviendo felizmente en mi casa como una mascota.
Dejé caer mi sucio saco en la silla y seguí mi nariz hacia la
brillantemente iluminada cocina. Antes de girar en la esquina escuché un
SERENA STORM
32
suave tarareo. Alex estaba cantando. No podía creer en mis ojos. Él estaba
parado frente a una vieja estufa, una toalla sobre su hombre, y estaba
removiendo una humeante olla con una gran cuchara de madera que no
recordaba poseer.
—¿Qué es todo esto? —Pregunté un poco más gruñón de lo previsto.
Alex saltó ligeramente. Por lo visto no me había escuchado llegar.
—¡Zane! No te esperaba tan temprano, —él dijo. —De todos modos,
terminaré en un par de minutos, así puedes ir por una ducha y tendré la
mesa puesta.
—¿Puesta para qué?
—La cena, por supuesto. No sé si puedes decirlo, pero estuve
cocinando. —Me guiñó un ojo y sonrió, limpiándose la mano en la toalla.
Toda mi infundada hostilidad disuelta por un simple gesto.
—No tenías que haberte molestado. De seguro notaste que realmente
no cocino aquí. En realidad, dudo que alguien en la villa lo haga. Nosotros
solo vamos a la cocina principal.
—Lo sé, —dijo él, sin inmutarse. —Solo quería hacer algo especial para
ti, para agradecerte por ser tan amable y dejarme quedar aquí. Además el
estofado de conejo es mi especialidad. —Hizo un guiño otra vez y aparté la
mirada. Si seguía mirándolo, no habría sido capaz de contener mi sonrisa y no
sería exactamente ese tipo de sonrisa.
—Bien, —gruñí, regresando a la sala, —Iré por una ducha. Y… Gracias,
supongo.
En el momento que lo dejé solo, él reanudó su feliz tarareo y silbidos.
SHIFTERS DE PUERTO SOMBRA
33
Tal vez, después de todo, estaba equivocado sobre él. Quizás no le di
suficiente crédito a Alex. A lo mejor él solo era realmente un buen hombre
que había venido con buenas intenciones y yo era el único fuera de línea. Era
imposible que todos los demás estuviesen equivocados sobre él. Era
probable que yo solo estuviese inventando razones para sospechar de él
porque estaba asustado de mis sentimientos.
Sip, conocer a tu compañero predestinada no era fácil y en lugar de
rendirme a mi destino, estaba conjurando razones para mantenerlo alejado.
Cuando comencé a desvestirme, me aseguré que bajaría la guardia y
comenzaría a conocerlo. Comida casera, una cena íntima era justo la
oportunidad correcta para hacerlo.
CAPÍTULO TRES
ALEX
S
ostuve la botella con leche tibia en los pequeños labios
del bebé, mientras la mecía con delicadeza en mi regazo.
Su diminuto cuerpo se sacudía dentro de las mantas
mientras ella succionaba la suave punta, sus aterciopeladas cejas apenas
visibles apretujadas en un gracioso ceño fruncido.
Todos los bebés estaban dormidos y finalmente pude disfrutar de un
poco de silencio. Estaba solo en la gran guardería, sentado con la bebé Ariana
en una gran mecedora de madera cerca a la ventana. Todas las enfermeras
estaban en algún lugar en otras secciones, cuidando de los niños mayores o
haciendo encargos.
Me había tomado tres semanas llegar aquí. Por ‘aquí’ me refiero al
punto en que la gente había comenzado a confiar en mí lo suficiente como
para dejarme solo con la más joven descendencia de Silver Fangs. Además,
finalmente estaba comenzando a agarrarle el truco al cuidado de las
pequeñas criaturas con todo lo de sus comidas, cambios de pañales y
tranquilas demandas. Seguía sin ser un fan, pero al menos no me sacudía
violentamente cada vez que necesitaba sostener un bebé por miedo a dejarlo
caer o aplastarlo hasta la muerte. Intenté con todas mis fuerzas ser
SHIFTERS DE PUERTO SOMBRA
35
imposiblemente amable con todos aquí para contrarrestar mis deficiencias
en los primeros días.
Las últimas tres semanas habían demostrado ser invaluables por dos
cosas. Primero, tuve la oportunidad de elegir al robusto y resistente bebé
que llevaría conmigo de regreso a mi manada. Y segundo, había ganado
suficiente conocimiento para ser capaz de cuidar del niño durante el largo
viaje de regreso a Shady Green y ser su primer guardián.
El tiempo se estaba acabando y tenía que actuar pronto. Había elegido
esta noche como el momento perfecto para mi escape e incluso había
arreglado que el barquero se reuniese conmigo en el pequeño puerto una
hora pasada la medianoche. Sabía que esta noche habría una gran
celebración en la cocina principal para todos los guerreros que habían
rechazado un ataque particularmente peligroso en los últimos dos días. Podía
contar con que todos en Port Shadow perderían la cabeza con el licor esta
noche y se dejarían llevar por la celebración, entonces podría escabullirme
inadvertidamente. Claro, tendría que participar en la fiesta también, pero iba
a permanecer alejado del alcohol y mantener mi cabeza despejada.
Solo había un problema.
Zane…
Aún estaba esforzándome por identificar los febriles síntomas que
sentía en su presencia. Cuanto más tiempo pasaba a su alrededor más me
encontraba a mí mismo deseando esos dispersos momentos en que
tomamos nuestro café en el pórtico de la cabaña en la mañana o escuché sus
pasos en la crujiente escalera de madera por la noche.
SERENA STORM
36
No puedo ni contar el número de veces que me masturbé tan pronto
como él salió por la puerta porque estaba demasiado atontado como para
hacer algo más. ¿Qué tenía él que me hacía correrme en interminables
chorros de caliente esperma después de acariciar mi furiosa erección solo
unas pocas veces?
Por supuesto, al principio intenté convencerme que no era él. Era el
aire fresco, el nuevo ambiente, el hecho que no había tenido sexo en meses.
Pero cada vez me acomodaba para masturbarme y aliviar la tensión casi
constante, todas las usuales fantasías que forzaba en mi cabeza parecían
deslucidas y fallaban en alejarme. Por otro lado, incluso un olorcito de la
sudada camiseta que tiró en el banco la noche previa me puso todo caliente y
necesitado.
Nunca me había sentido así y la intensidad de mis sentimientos estaba
asustándome. Esperaba que una vez que dejase Port Shadow podría olvidar
todo aquello. Esta noche, me recordé a mí mismo.
Tampoco podía dejar de ser demasiado cuidadoso cerca de Zane. En
primer día en la guardería, lo escuché por casualidad conversando con la jefe
de enfermeras, Elise, sobre mí y estuvo claro que él no confiaba en mí. Hice
mi mejor esfuerzo por tranquilizar sus sospechas desde entonces. Le había
cocinado cenas, lavado su ropa, incluso compré algunas flores frescas para
embellecer su hogar, todo bajo el pretexto que quería agradecerle por
dejarme estrellar con él. Note que con el tiempo, él finalmente había dejado
de seguir todos mis movimientos con el rabillo del ojo.
Aún estaba inusualmente reticente alrededor mío, a diferencia de con
SHIFTERS DE PUERTO SOMBRA
37
todos los demás en la isla, pero supuse que esa era su personalidad y no él
siendo desconfiado.
—¿Cómo está ella? —Elise susurró, ojeando a través de una grieta en
la puerta. —¿Ya terminaste con la alimentación?
—Ésta es como una sanguijuela, —le susurré de regreso. —Saldré
dentro de poco. ¿Te diriges a la cocina principal?
—Sip, puedes venir también si quieres. Podemos utilizar una mano con
las decoraciones.
—¿Quién se quedará con ellos? —Pregunté, asintiendo hacia el
pequeño bulto en mis brazos.
—Puedo pedirle a Jeanie que se haga cargo por ti. Has estado
enjaulado aquí toda la mañana.
—No me importa, —le dije encogiéndome de hombros. —Ve. Llamaré
si cambio de opinión.
—Seguro. —Elise me deslumbró con una sonrisa de blancos dientes y
con cuidado cerró la puerta detrás de ella.
Mierda. Si hubiese sabido que tendría una oportunidad tan
buena de estar a solas en la guardería, habría hecho arreglos para reunirme
con el barquero ahora. No había ideado una explicación razonable de donde
había encontrado un bebé en la isla, pero tenía casi todo el día por delante
para pensar en algo.
Bien, aún podía utilizar mi tiempo a solas eficientemente de otra
forma. Jalé rápidamente el chupón de silicona de los labios de Ariana y ella
SERENA STORM
38
protestó con un suave maullido, pero la controlé meciéndola hasta dormirla
y, eventualmente, la puse en su cuna.
Tenía que actuar rápido antes que algún otro bebé despertara
con hambre o indispuesto. Rápidamente agarré una pañalera de una de los
gabinetes abastecidos hasta el borde y comencé a llenarla con cosas
esenciales que necesitaría para transportar un bebé. Cuando se trataba de
los más jóvenes, los Silver Fangs no reparaban en gastos. Botellas, pañales,
toallas, mantas, ropa y juguetes todos eran de la más alta calidad.
Abrí un cajón y empecé a sacar medias y zapatos de bebé de suave
talón, un botiquín de primeros auxilios y algunas medicinas básicas, un
termómetro, botellas de crema hidratante y champú. Aun no me imaginaba
como tendría sufriente leche para todo el viaje. Pronto, la bolsa estuvo
rebosante de artículos e incluso me vi obligado a sacar algunas cosas en favor
de más pañales.
Cuando terminé y tiré de la cremallera de la apretada bolsa,
repentinamente sentí una inesperada punzada de tristeza. Miré todas las
paredes y muebles coloreados en tono pastel, escuché el suave arrullo de los
bebés durmiendo y me fijé en la plaza de la villa a través de la ventana.
Estuve sorprendido al darme cuenta que iba a extrañar mi vida aquí. Si,
habían sido solo tres semanas, pero había sido bienvenido tan cálidamente
aquí y mi presencia había sido valorada tan abiertamente que ahora me
sentía ligeramente culpable por ser tan falso y estar intrigando contra su
agradable manada.
Los Black Ridgebacks no eran como los Silver Fangs. Ellos eran fríos,
SHIFTERS DE PUERTO SOMBRA
39
severos, distantes y sombríos, con ninguna energía positiva de comunidad
aliviando la constante oscuridad en la que ellos vivían. Suponía que era
debido a su actual predicamento, el cual era la razón por la que había sido
enviado en esta misión, pero aun así, una vez que vi cómo podía ser la vida
en una atmosfera amigable, no estaba muy ansioso por regresar. Por
supuesto, estaba obligado a…
Para cuando la noche llegó, había logrado sacar cuatro botellas llenas
de leche fuera de la cocina principal. Caminé por ahí, pretendiendo estar
ayudando con las decoraciones, solo para conseguir algunas provisiones. No
era suficiente, pero al menos debería durar hasta llegar a otra ciudad en
tierra firme y reabaster.
Mientras más se acercaba la hora de llevar a cabo mi plan más
nervioso me ponía. ¿Qué si alguien me veía? ¿Qué si el barquero no estaba
ahí? ¿Qué si el bebé comenzaba a sollozar y yo era atrapado robándolo? no
tendría una segunda oportunidad. Incluso podría terminar muerto. No, tenía
que apegarme al plan y borrar estas inconvenientes emociones sobre
abandonar este lugar. Y sobre Zane.
Hablando de Zane, Sabía que la fiesta ya había comenzado y que él aún
estaba en la cabaña, ocupado con pequeñas tareas. Solo podía esperar que
no volviese a sospechar de mí otra vez.
—¿No estás yendo por un poco de diversión y celebración? —
finalmente me atreví a preguntarle. —Puedo escuchar la música todo el
camino aquí. Además, eres la estrella principal ahora. Los otros están
lanzando esta fiesta en tu honor.
SERENA STORM
40
—No lo sé, —dijo, levantando la vista de un par de botas que estaba
reparando. —Puedes ir si quieres. No soy muy bebedor y los otros lo saben.
No creo haberme aparecido en ninguno de estos eventos desde que tenía
dieciocho años o algo así. Pero tú, definitivamente, deberías ir. Escuché que
generalmente es divertido.
Por un momento me sentí perdido. No, no, no. Lo necesitaba fuera de
ahí. Todas mis provisiones y la pañalera estaban escondidas en el dormitorio
y no podía solo salir con esas cosas cuando él estaba en la sala.
—¿Qué tal si celebramos aquí? —Sugerí, pensando en que mi única
oportunidad era emborracharlo o algo para ponerlo a dormir yo mismo. —
Solo los dos. Podemos abrir algunas cervezas…
—Te lo dije, Alex, no bebo. Pero eres bienvenido si encuentras algo de
alcohol. Te darás cuenta que solo poseo una botella de alcohol en mi
botiquín y eso es todo.
—De acuerdo. No te vuelvas loco. Solo pensé que merecías algún
reconocimiento por todo lo que habías hecho en los últimos dos días.
—Lo que merezco es un buen y prolongado sueño. En realidad, si
no te importa, creo que voy a llamarlo pronto.
Eso fue afortunado. Escapar de un Zane durmiendo
definitivamente era mejor que explicarle una voluminosa pañalera.
—Está bien, claro. Pero si decido ir a la fiesta de todos modos,
podría despertarte.
—No te preocupes. Una vez que golpee la almohada, estaré
muerto—
SHIFTERS DE PUERTO SOMBRA
41
—Eso fue incluso más tranquilizante. Sería capaz de llevar a cabo
mi plan después de todo. Todo lo que tenía que hacer era esperar.
—Bueno, buenas noches entonces, —dije mientras me retiraba
al dormitorio. —Trataré de estar lo más silencioso posible. Te veo en la
mañana.
—Buenas noches, —dijo Zane, dejando las botas listas bajo el banco y
extendiéndose sobre su dura superficie. Aún no podía creer que me había
cedido su confortable cama por esta dura alternativa solo por ser
hospitalario. Otra vez me sentí culpable por tener que hacerle daño una vez
que se enterase lo que realmente era. Un fraude.
Estaba mirando las manecillas de mi reloj y escuchando los sonidos de
la noche: los suaves ronquidos de Zane, la música viniendo desde la villa, los
llamados de las aves nocturnas. Era hora y aún no podía encontrar la fuerza
para levantarme y comenzar a actuar. —No regreses sin un bebé, —Alvir, Alfa
de mi manada, había dicho cuando me envió en la misión. Sabía que ellos
estaban esperando ansiosamente mi regreso a casa, y sin embargo el
pensamiento de nunca volver a ver el rostro de Zane apretaba
dolorosamente mi corazón.
Era ahora o nunca.
Juzgando por el sonido uniforme de su respiración, Zane se durmió
rápido, así que abrí la ventana del dormitorio y dejé caer la pañalera llena por
sobre el alféizar de la ventana. Aterrizó en el césped de abajo con un suave
golpe. Lo siguiente, dejé caer las botellas de leche, una por una, con cuidado
de no romperlas o dejar que tintineen una contra la otra, una mochila vacía
SERENA STORM
42
para llevarlas y la bolsa de lona con la que vine. Finalmente, salté sobre el
borde yo mismo.
Una vez que recogí mis provisiones, escuché otra vez. Nada indicaba
que había sido descubierto. En lugar de correr, me dirigí lentamente hacia el
bosque, calculando cada uno de mis pasos con cuidado. No podía darme el
lujo de usar los caminos principales dentro de la villa ya que me arriesgaba a
ser descubierto, así que tuve ir alrededor a través de la densa capa de
árboles.
El silencio era incluso más profundo aquí, así que aceleré el paso hasta
que un inesperado crujido me hizo detenerme en seco. Escuché y olfateé el
aire. Nada. Probablemente solo fue el chasquido de una rama seca o un
roedor escurriéndose en la oscuridad detrás de mí. La luna había crecido
considerablemente desde la primera vez que llegué aquí e incluso en lo
profundo de los bosques, iluminaba parches de roca cubierta de musgo o la
gruesa manta de agujas de pino que cubría el suelo.
Solo había dado unos pocos pasos cuando escuché el sonido otra vez.
Definitivamente ahí había algo. O alguien.
La idea me congeló, incapaz de correr o pensar claramente.
Incluso mi sentido del olfato estaba comprometido. Estaba demasiado
asustado para comenzar a discernir los diferentes aromas que estaban a mi
alrededor.
El crujido se hizo más fuerte, se acercaba. Definitivamente
alguien estaba viniendo. En un momento de desesperación, metí la mochila y
la bolsa de pañales al pie de una gran roca llena de musgo y helechos y me
SHIFTERS DE PUERTO SOMBRA
43
volví de cara a quienquiera que me estaba siguiendo.
Una masiva silueta de hombros anchos estaba inquietantemente
delineada a la luz de la luna. Sus facciones permanecieron en la oscuridad,
pero mi nariz no estuvo mucho tiempo paralizada. Claramente leí el potente
aroma que me bañaba como una marejada.
Era Zane. No lo había engañado. Fui atrapado con las manos en
la masa y ahora temblaba de miedo, mi mente trabajando rápidamente para
elaborar una excusa decente. Él simplemente se mantuvo ahí,
observándome. Intenté hablar, pero probablemente fue lo mejor que mi
garganta se contrajera y sentí que me estaba ahogando.
—Este no es el camino a la villa, —dijo calmadamente después
de un rato. Me pregunté si él podía leer la desesperación escrita sobre todo
mi rostro. —¿Te perdiste o algo?
—Yo… Yo necesitaba aclarar mi cabeza, dar un paseo, —murmuré no
muy convincentemente.
—¿Algo te está preocupando?
Entonces él comenzó a caminar hacia mí y tomó toda mi fuerza
mantenerme en el mismo lugar y no comenzar a correr en dirección opuesta.
Me di cuenta que no tenía oportunidad contra él. Me atraparía en poco
tiempo. Después de todo, él era un Alfa. Su cuerpo entero estaba construido
para la cacería. Yo era físicamente inferior en cada aspecto y correr solo me
haría ver más culpable.
Piensa, Alex, piensa, me ordené a mí mismo.
SERENA STORM
44
Mientras más cerca estaba, mejor podía distinguir sus facciones. No se
veía molesto o agresivo, solo perplejo.
—Como cuestión de hecho, sí, —dije. —No podía ir a dormir. Solo tenía
que alejarme de la cabaña. De ti…
Él estaba alzándose sobre mí ahora, parado tan cerca, podía sentir el
calor viniendo de su cuerpo.
—¿Y por qué es eso? —Preguntó, su voz baja y profunda, ronca.
Este era el momento de la verdad. Solo me quedaba una cosa por
hacer. Si estaba equivocado, si esto fallaba, podría ser mi fin, de mi misión,
del futuro de mi manada entera.
Mi mano salió disparada y aterrizó sobre su entrepierna. Me
estremecí involuntariamente ante el contacto con el enorme y duro bulto
que estaba tocando. Levanté la vista hacia él y esperé. El segundo que pasó
después pareció una eternidad. De repente, sus fuertes dedos se cerraron
sobre mi muñeca. Jadeé en voz baja, pero no me moví.
Esperaba un golpe, una bofetada, un rasguño, pero no llegó a
pesar del agarre de hierro sobre mi muñeca. En el siguiente momento, él
alejó mi mano y con un solo movimiento me dio la vuelta, así que yo estaba
de espaldas a él ahora. ¿Era éste el momento en que finalmente me mata?
Pude escuchar que su respiración se había vuelto trabajosa, áspera. Sentí una
gigantesca palma presionar entre mis omóplatos y empujarme hacia
adelante, así que terminé inclinado contra la gran roca, mis palmas cavando
en el húmedo musgo.
Luego vino el beso bajo mi oreja y dejé salir un largo suspiro,
SHIFTERS DE PUERTO SOMBRA
45
ambos llenos de placer y alivio. Se presionó contra mi cuerpo desde atrás y
rodeó un fornido brazo en mi cintura, atrayéndome hacia él y sosteniéndome
dentro del lugar. A pesar de mi miedo a que mi cubierta volase y él viese lo
que yo era realmente, estaba tan increíblemente excitado por ser manejado
tan rudamente y por la cálida presión de su cuerpo sobre el mío, apenas
podía seguir pensando y mi cuerpo se sentía débil y necesitado.
Él no dijo nada más y de repente me dio la vuelta otra vez. Me
encontré a mí mismo inclinándome sobre la roca, encarándolo en la
oscuridad. Sentí su mano agarrando la mía y la empujó abajo hacia su
entrepierna, mientras él estaba tropezando con sus pantalones con la otra.
Guiado por él, mis dedos rastrillaron a través del denso parche de sus vellos
púbicos y terminaron cerrándose sobre la enorme circunferencia de su duro
eje. Pude sentir las venas a lo largo de su longitud pulsando con sangre y
aunque la había visto una vez antes cuando él estaba tomando una ducha en
mi primer día aquí, jadeé ante la gran extensión de su polla. Esto no se
parecía en nada a lo que había experimentado antes.
Mientras tanto, mi propio pene estaba dolorosamente erecto en
mis pantalones, temblando impacientemente. Moví mi mano a su
protuberante punta y unté la gota de presemen que había rezumado con mis
dedos. Él se estremeció y me empujó de inmediato. Como curvé mis dedos
alrededor de su eje una vez más y, dirigido por él, comencé a masturbarlo
lentamente arriba y abajo, me di cuenta que no quería resistir el impulso
primario que nublaba mi mente. Él dejó salir un gruñido de placer en la
SERENA STORM
46
noche y sentí su polla contrajo en mi mano. Ahí es cuando me rendí por
completo ante el momento.
Yo estaba cada vez más y más desesperado porque el tocará mi
tenso pene también. Sus gemidos me estaban conduciendo a la locura y moví
un poco mis caderas hacia adelante, esperando al menos frotar mi dolorosa y
tensa erección contra su sólido muslo. Tan pronto como mi rigidez se deslizo
en la áspera tela de sus jeans, me estremecí violentamente y dejé salir un
intenso gemido, casi olvidando lo que estaba haciendo con mi mano. No me
había percatado que cuando comencé a frotarme desvergonzadamente
sobre él, yo había apretado más fuerte su polla e incrementado la velocidad
con la que estaba masturbándolo.
Me detuvo de inmediato. Si yo hubiese continuado por algunos
segundos más, ambos nos hubiésemos corrido duro. Ambos estábamos muy
excitados, pero parecía que él aún no había terminado de jugar. Entonces me
empujó hacía mis rodillas y me encontré mirando su monstruosa erección
que brillaba con presemen incluso en la tenue luz del cielo nocturno que se
filtraba a través de los pinos. No podía esperar a probarlo y al mismo tiempo
la pérdida de la estimulación en mi pene me hizo gimotear con urgencia.
Con rapidez escupí en la palma de mi mano y la metí dentro de
mis pantalones, comenzando a acariciar mi pene lentamente arriba y abajo,
mientras lo sostenía con la otra mano y bajaba mi cabeza sobre él. Lamí la
cabeza con presemen y descendí en su longitud, bañándolo en saliva, cuando
sentí sus dedos cavar en mi cabello y presionarme hacia abajo con dureza.
Me amordacé incluso antes que la mitad de su dura polla estuviese dentro de
SHIFTERS DE PUERTO SOMBRA
47
mi boca, sintiendo las esquinas de mi boca tensarse para acomodar su
gigantesca circunferencia, la punta de su polla golpeando contra mi garganta.
De inmediato salió solo para entrar en mis hambrientos labios otra vez.
Esta vez lo retuve y comencé a succionarlo vigorosamente,
espumosa saliva alrededor de su polla, mientras al mismo tiempo estaba
desesperadamente peleando dentro de la apretada prisión de mis
pantalones. Pronto lo sentí pulsar en mi boca con la llegada de su clímax y
como si fuese una señal el hormigueo se extendió a mi propia ingle. Estaba
justo a punto de explotar en mi puño, cuando Zane me detuvo otra vez. Él
quería más de mí, jugar más, y tan impaciente como estaba por aliviar el
poderoso orgasmo, quería sentir más de él también.
Realmente necesitaba correrme urgente, así que cuando me dio
la vuelta nuevamente, mis manos aterrizaron sobre la roca, no me resistí en
absoluto, mi cuerpo se estremecía con expectación. Él bajó mis pantalones y
agarró las mejillas de mi trasero, presionándolas juntas y masajeándolas. Yo
estaba gimiendo como un loco, rogando que la metiera. Se tomó su tiempo,
separando mi culo y pasando un par de dedos sobre mi jabonosa abertura.
Apenas pude reprimir mi llanto cuando finalmente lo sentí presionar la punta
de su gigantesca polla contra mi entrada y empujar.
Estaba tomándose su tiempo, pero al final se deslizó con un poco
de esfuerzo, empujando solo media pulgada cada vez y retirándose
lentamente antes de empujar un poco más profundo. Me sentí
completamente estirado y lleno, mis ojos lagrimearon ante la fuerte
sensación, todo mi cuerpo convulsionando de placer. Cuando su polla entera
SERENA STORM
48
se deslizó dentro de mí con un solo suave empuje, Zane gruñó tan fuerte, que
el sonido resonó a través del bosque.
Después de eso, pareció como si él hubiese perdido todo el
control y empezó a bombearme rítmicamente, gimiendo y aferrándose a mí
con fuerza, abofeteando su polla y bolas contra mi culo. Comenzó a moverse
más y más rápido, follándome más y más duro, la intensidad de todo casi
enviándome sobre el borde otra vez. Sentí como si su único propósito fuese
llenar mi apretado culo con su semen, pero él no me había olvidado
tampoco.
Cuando estuve casi a punto de derramarme, agarró mi pene con
su mano y comenzó a sacudirla en sintonía con sus propios movimientos,
mientras me golpeaba más duro que antes con su insaciable polla.
Eso fue todo. Tanto como quería que esta hambrienta y
desesperada sensación durase para siempre, no podía contenerme mucho
más tiempo. En el momento en que lo sentí ponerse todo rígido, disparando
carga tras carga de caliente semen dentro de mí, sumiéndose más
profundamente en mi culo, gruñendo como una bestia, finalmente estallé en
un devastador orgasmo. Me corrí sobre su mano, una y otra vez disparando
semen, mis rodillas doblándose por el alucinante clímax.
Minutos más tarde, yacíamos tumbados en el césped, nuestras
respiraciones finalmente regresando a la normalidad. Mi cabeza estaba
descansando sobre el pecho de Zane y estaba hipnotizado por el suave latido
de su corazón, su pecho expandiéndose con cada aliento que tomaba.
—¿Entonces también lo sentiste? —él dijo de improviso, y esa
SHIFTERS DE PUERTO SOMBRA
49
fue la primera vez que alguno de nosotros habló desde que empezamos a
jugar. Fue extraño tener el armonioso silencio roto, como si estuviese siendo
jalado de regreso a la realidad. No estaba seguro de si estaba listo para eso.
—¿Sentir qué? —murmuró perezosamente.
—El vínculo.
—No sé de lo que estás hablando, —admití.
—No finjas. Estamos predestinados el uno al otro. Sé que lo
sabes. Fue un poco chocante para mí también. De todas las personas…
—Espera, espera, —lo interrumpí. —Honestamente no crees en
eso, ¿o sí?
—¿Qué hay para no creas? —él dijo, repentinamente
apoyándose en sus codos. —Sé como un hecho que estábamos destinados a
terminar… haciendo esto tarde o temprano. Me alegra que lo iniciases.
Entonces me sentí completamente confundido. No sonaba cómo
que él estuviese bromeando. Él estaba hablando en serio sobre parejas
predestinadas.
—No inicié nada, —dije a la defensiva, sentándome, aunque tal
vez no era la mejor idea para discutir ahora mismo. Aún tenía que alejarme
de él y de esta isla. —Las parejas predestinadas son una leyenda, Zane. Eso
realmente no existe. Ni siquiera hablamos sobre eso de dónde vengo…
—¿En serio? —Él sonaba genuinamente sorprendido. —No me
digas que no te has sentido algo diferente a mí alrededor de cómo te has
sentido con cualquier otra persona a la que hayas conocido. No me digas que
no puedes dormir porque tienes que estar conmigo. Así es como trabaja. Así
SERENA STORM
50
es cómo primero se siente el vínculo. Desesperación. Necesidad. Es real, lo
quieras o no, y más que unas pocas parejas en Port Shadow pueden contarte
todo al respecto.
—¿Pero cómo he vivido toda mi vida sin siquiera escuchar sobre
eso, excepto en los cuentos que ellos me ponían para dormir cuando era un
niño? ¿Cómo nadie ha encontrado su pareja predestinada de donde yo
vengo?
—Tienes razón, eso es extraño. Bueno, no es así aquí, —él se rió
entre dientes. —Aquí, en realidad te presionan para ir a buscar tu pareja e
iniciar una familia. Ya lo verás.
Me quede sin aliento ante la idea de nunca quedarme aquí y ver. Todas
estas rarezas de las que él estaba hablando explicaban mis sentimientos en
conflicto sobre él, y sin embargo estaba reacio a creerle. ¿Qué si nunca
hubiese venido aquí? ¿Qué si nunca lo hubiese conocido? ¿Habría tenido que
vivir toda mi vida solo u obteniendo un rápido alivio a mis necesidades
sexuales aquí y allá? Si todo esto sobre una pareja predestinada era verdad,
¿por qué los Black Ridgebacks lo mantuvieron de mí?
Todas las preguntas que brotaron en mi cabeza de pronto fueron
demasiado abrumadoras, así que hice lo única cosa en la que pude pensar
para dejar de analizar todo. Bajé mi mano y la puse sobre la polla de Zane, la
cual, para mi sorpresa, estaba hinchada con necesidad otra vez. Y también lo
estaba la mía.
En un instante él rodó sobre mí y finalmente dejé de pensar.
CAPÍTULO CUATRO
ZANE
A
lgo estaba claramente arriba con Alex. Comencé a vigilarlo
aún más de cerca que antes cuando sospechaba que había
venido a la isla por las razones equivocadas. Dos semanas
habían pasado desde nuestro encuentro nocturno en los bosques y apenas
había intercambiado con él un par de palabras.
Estiré el cuello y escaneé la multitud, sin prestar mucha atención a con
qué estaba llenando mi bandeja de desayuno. Cuando finalmente lo descubrí
en medio de la conmoción de la mañana en la cocina principal, él estaba con
su nueva expresión habitual, una distraída y distante mirada en sus ojos
como si cargase un peso sobre él. Deseaba que pudiésemos hablar como la
gente normal.
¿Fue el sexo? No podía ser. Él había estado gimiendo cómo un
maniático. Se había perdido completamente en su clímax. Estaba seguro de
eso. ¿Estaba confundido sobre sus sentimientos entonces? Después de esa
noche, al menos yo supe que no lo estaba. Yo estaba más que seguro que él
era mi pareja predestinada y estaba muriéndome por compartir con él más
que un techo y unas pocas ‘buenas noches’ murmuradas. La experiencia me
SERENA STORM
52
había sacudido hasta las entrañas y supe que nunca podría burlarme del
asunto de las parejas predestinadas otra vez. Era verdad y me había sucedido
a mí. Había conocido a mi otra mitad.
Desde aquella noche, Alex había tomado la costumbre de levantarse
antes del amanecer y escabullirse de la cabaña mientras yo aún estaba
durmiendo. Pasaría el día entero encerrado en la guardería, llegando a la
casa muy tarde en la noche. Ya me habría ido a la cama otra vez. Las únicas
veces que en realidad lo veía eran estos pequeños momentos en la cocina
principal e inclusive entonces siempre venía con excusas, afirmando que
estaba ocupado o no se sentía bien. Se sentaba exclusivamente con el equipo
de enfermeras, pero incluso con ellas estaba silencioso y apartado.
Había tenido suficiente de esta mierda. Yo era un Alfa después de todo,
y había estado actuando como un cachorro enfermo de amor, esperando que
mi pareja recuperase el sentido, dándole tiempo y espacio. Bien, no más. Me
acercaría a él después del desayuno y le preguntaría que demonios estaba
pasando.
Cogí un asiento desde donde podía verlo y comencé a masticar mi
tocino sin prestar atención, listo para saltar ante cualquier signo que él había
terminado su desayuno. Estaba en el borde, incapaz de disfrutar los
grasientos pedazos que tragaba por impulso. Noté que él tampoco estaba
muy interesado en su comida. Eligió una pieza de fruta (¿Fruta? ¿Qué clase
de lobo comía fruta en el desayuno?), la acercó a su boca, luego arrugó la
nariz y la descartó de regreso al plato. Una de las enfermeras puso un vaso
de leche frente a él y se lo agradeció con un ligero asentimiento, pero cuando
SHIFTERS DE PUERTO SOMBRA
53
él tocó el vaso con sus labios, su rostro perdió color y luego se volvió de un
tono verdoso que me preocupó.
Miró en la distancia, concentrado en alguna mancha invisible en la
pared, y luego de repente huyó de su asiento y desapareció en el baño.
Espere y espere a que saliese de ahí, aunque ya había terminado mi
comida, pero no había rastro de él incluso cuando el resto de sus compañeras
enfermeras dejaron la mesa. Su bandeja abandonada, su comida apenas
tocada, y ahí no había señales de él.
Finalmente, perdí la paciencia e irrumpí en el baño solo para
encontrarlo desierto. Mierda. Otra vez se me había escapado. Él era un
Omega escurridizo. Salí de la cocina principal furioso y me dirigí derecho a la
guardería. Iba a hablar con él incluso si eso significaba arrastrarlo fuera del
edificio frente a sus colegas y amigos.
—Oye Zane, —alguien me llamó justo cuando mi mano estaba por
abrir la puerta de la guardería. —¿Vienes a admirar a nuestros pequeños? —
era Elise.
—Bueno… Um, también eso, pero en realidad estaba buscando a Alex.
¿Está por aquí? Es urgente.
—No, no se sentía bien en el desayuno. Dijo que regresaría a casa para
recostarse un rato, por eso le di libre el día entero. Él es indispensable aquí,
pero manejaremos el día sin él. Dile que se mejore si lo ves, ¿está bien?
—Claro, —dije sobre mi hombro. Ya estaba corriendo fuera del edificio
y de regreso a la plaza de la villa. Al fin. Iba a acorralarlo en la privacidad de la
cabaña y hacer que me hablé.
SERENA STORM
54
Cuando finalmente alcancé la cabaña, pude sentir que ya estaba ahí.
No solo fue su delicioso aroma que nunca fallaba en llenarme con la urgente
necesidad de estar cerca de él. También podía escucharlo… las puertas de los
gabinetes estaba siendo azotados, los envases de metal caían al suelo con un
ruido estridente, él maldijo en voz alta (algo que nunca antes lo había
escuchado hacer). ¿Qué estaba haciendo?
—¿Qué mierda, Alex? —Gruñí. Ocupé el marco de la puerta del
pequeño dormitorio en donde él estaba parado de espaldas a mí, inclinado
sobre su bolsa de lona, llenándola con su ropa y otras posesiones. Él olía a
miedo y desesperación… y algo más, algo suave y desconocido.
Rápidamente se dio vuelta y no pude creer en mis ojos. Sus ojos estaba
enrojecidos y sus mejillas estaban surcadas con lágrimas. Me di cuenta que
sus manos temblaban mientras doblaba un par de calcetines.
—Déjame solo, —dijo calmadamente, con una débil y afectada voz que
no esperé escuchar.
—¿Vas a algún lado? —Insistí.
No respondió, solo regresó a lo que estaba haciendo y metió la bola de
calcetines en la bolsa, jalando de la cremallera de un bolsillo interno. Se
movió a la cómoda otra vez y abrió otro cajón, vaciando su contenido en la
cama.
—Alex, háblame, —dije y caminé dentro de la habitación. Se encogió
como un animal asustado atrapado en una esquina. No me moví más cerca.
Quería que se explicase, no asustarlo. El hecho que él pudiese estar asustado
de mí era simplemente doloroso. —¿Te estás yendo? ¿Hice algo para
SHIFTERS DE PUERTO SOMBRA
55
molestarte? ¡Maldición, ni siquiera me has dicho una palabra desde aquella
noche! ¿Qué está pasando?
En lugar de decir algo, de repente estalló en lágrimas, sus hombros se
agitaron y una temblorosa mano cubrió su boca para reprimir sus sollozos.
Era desgarrador verlo. Me acerqué a él y lo agarré entre mis brazos,
apretando con fuerza su tembloroso cuerpo contra mi pecho. No peleó
conmigo como yo había esperado, solo continuó llorando, apoyando su
frente en mi esternón. Deslicé una consoladora mano sobre su espalda,
frotando sus tensos hombros en círculos, dejando que su ataque siga su
curso.
—Me tengo que ir, —finalmente sollozó. —No puedo estar aquí por
más tiempo.
—¿Pero por qué? ¿Qué ocurrió? No puedo pensar en nada…
—No es por ti, Zane. No hiciste nada malo. Es solo… No sabes nada
sobre mí. No merezco estar aquí. —Se alejó de mi abrazo y volvió a empacar.
—No te puedes ir. Te lo dije, somos compañeros predestinados. No
puedes simplemente irte. No encontraremos otro único por el resto de
nuestras vidas. Lo que sea, Alex, puedes decírmelo. Puedo manejar cualquier
cosa. La única cosa que no puedo manejar es dejarte ir.
—¿En serio? —Dijo, volviéndose hacia mí y limpiado sus hinchados
ojos. —¿Qué si te digo que no soy quien tú crees que soy? ¿Qué soy un
masivo fraude? ¿Puedes manejar eso?
—Siéntate conmigo, —lo alenté y tomando su mano lo jalé a la cama, y
nos sentamos uno al lado del otro sobre la densa manta. —Comienza por el
SERENA STORM
56
principio. No hay nada que no pueda perdonar, te lo dije. Puedo ver que
estas sufriendo, lo cual significa qué lo que sea que hayas hecho, ya estás
arrepentido. Puedo vivir con eso, así que dime.
—Te lo diré y si quieres matarme después o arrojarme a tu manada
para que me desgarren, puedes hacerlo. Lo merezco.
—Alex, por favor, ¿Qué has hiciste?
—Vengo de los Black Ridgebacks, —comenzó después de una larga
pausa, —una manada que vive lejos de aquí, en un pequeño pueblo al este.
Nosotros vivimos entre humanos, aunque somos una manada antigua con
nuestra propia cultura y estilo de vida.
—Entonces, mentiste en tu solicitud de trabajo. Mencionaste que
estabas en alguna otra manada que estaba distantemente relacionada con
nosotros, lo recuerdo. ¿Cuál es el gran problema? Lo importante es que tú
sabes cómo hacer tu trabajo. No importa de dónde vengas.
—Zane, por favor, déjame terminar. Ese no es el principio de esto. Soy
el último nacido en la manada. El último bebé Black Ridgeback. Y ya tengo
veintitrés. La manada está muriendo. Nuestros números han disminuido
mucho y nuestros Alfas no pueden solo sentarse y vernos desaparecer.
Teníamos que hacer algo. Fui enviado aquí para hacer algo terrible.
—¿Hacer qué? ¿Reclutar?
—No, —él susurró. —Mucho peor. —Miró hacia afuera por la ventana
y ya estaba por forzar las palabras fuera de él, cuando reunió la fuerza para
continuar. —Fui enviado aquí para secuestrar uno de tus cachorros y llevarlo
de regreso a mi manada.
SHIFTERS DE PUERTO SOMBRA
57
—¿Qué? —dije, saltando a mis pies. Apenas pude contener al rabioso
lobo dentro de mí, el cual se había despertado con fuerza ante la mera
mención de una amenaza a mi gente. Yo era un Alfa, un protector. Y aquí
estaba un intruso que había venido a nosotros y ganado nuestra confianza
solo para hacer lo impensable. Sentí mis colmillos alargarse y asomarse fuera
de mi boca en un feo rugido, pero logré detener la transformación.
¿Por qué él? De todas las personas y bestias, mi pareja predestinada
resultó ser un enemigo de la peor clase. Rápidamente me recordé a mí
mismo que le había prometido tratar de perdonar cualquier cosa. Tomó toda
mi fuerza aclamarme y volver a sentarme en la cama, esta vez a una corta
distancia de él.
Alex estaba mirando sus pies, el remordimiento escrito sobre todo su
rostro. No sabía qué se suponía que dijese.
—No esperaba enamorarme aquí, —él continuó después de un rato. —
Del trabajo, de los Silver Fangs, de la villa, los bebés y la isla. Y sobre todo, de
ti…
Ahora yo era el único que se rehusaba a contestar. Cada palabra que
yo pronunciase significaría que estaba sacando a la luz lo que él acababa de
compartir. Aun así, mi corazón revoloteó cuando él admitió que estaba
enamorado de mí. Aunque solo habíamos compartido una noche, no había
dudas en mi corazón que él era el único y ahora estaba completamente
desgarrado.
—Aquella noche, —dije eventualmente, —realmente no estabas
esperando en el bosque, ¿no es así?
SERENA STORM
58
—No, —admitió. —Yo iba a seguir con mi plan entonces. Me atrapaste.
No tuve opción.
—¿Por qué demonios estas contándome todo esto ahora entonces?
¿De repente desististe de robar un bebé? ¿Por qué demonios no solo lo
intentaste otra vez? Podrías haber tenido mejor suerte. —No pude evitar la
amargura en mi tono.
—Te lo dije. No puedo. No después de darme cuenta de lo que sentía
por ti, la isla y su gente. Y con seguridad no después de descubrir…
—¿Descubrir qué? —Pregunté impacientemente.
Se giró hacia mí y esta vez fue él quien tomó mi mano y la presionó
entre sus pálidas y frías palmas. Me miró a la los ojos con tal desesperación
que yo estaba listo para perdonar cualquier cosa una vez más y solo
abrazarlo para borrar el dolor escrito en todo su rostro.
—Zane, —susurró. —Estoy embarazado.
Nos quedamos en silencio entonces por lo que pareció una eternidad.
Él aún estaba mirándome y yo a él y ninguno de nosotros podía encontrar las
palabras. Una ráfaga de extrañas emociones me atravesó. Al mismo tiempo
estaba estático, indescriptiblemente feliz, eufórico, y ansioso, con miedo,
confundido. Yo nunca había considerado la idea de convertirme en padre.
Eventualmente, tomé su barbilla con mis sucios dedos, me incliné y lo
besé. Esto tenía que hablar mejor que las palabras. La ansiedad
desvaneciéndose a cada momento que nuestros labios se mantenían
presionados y cuando finalmente él cedió y abrió la boca para recibirme,
pude ponerle un nombre a lo que yo estaba sintiendo: felicidad.
SHIFTERS DE PUERTO SOMBRA
59
Alex fue el primero en apartarse y mirar tímidamente a su regazo.
—¡Pero esa es la mejor cosa que he escuchado! —Dije. —Bueno, el
asunto del bebé robado definitivamente apaga un poco las cosas, pero no es
nada que no podamos superar. Especialmente ahora que nos hemos
encontrado el uno al otro y tenemos la prueba de nuestro destino creciendo
dentro de ti. Todavía no entiendo por qué no me lo dijiste tan pronto como lo
descubriste y estuviste todo raro al respecto.
—Porque no sabía lo que realmente estaba pasando conmigo, —Alex
admitió. —Lo descubrí hace solo un par de días, pero ya había soportado días
de náuseas y esta inexplicable opresión aquí abajo. —Él tocó la parte baja de
su abdomen con ternura y yo quise abrazarlo. De repente, todo lo que quería
hacer era protegerlo. —Además, realmente no es tan simple, Zane. Mira, no
me puedo quedar. Y no vamos a tener este bebé juntos.
—¿Qué? ¡No! —Grité antes de poder detenerme a mí mismo.—
Decirme que eres un ladrón de bebés con una identidad falsa es una cosa,
algo en lo que podemos trabajar, ¿pero decirme que estás llevándote mi…
nuestro hijo y alejándolo de mí? No, simplemente no. No te dejaré.
—Pero tú no entiendes, —él dijo. —No puedo regresar sin un bebé. Mi
manada sabe dónde estoy, por lo que no puedo quedarme aquí para siempre
o ellos enviarán a alguien más detrás de mí. Ahora tengo la solución perfecta.
Solo llevaré mi bebé de regreso y podremos olvidar que alguna vez vine a
Port Shadow. Sería más fácil para todos si solo me dejas terminar de empacar
y seguir mi camino.
SERENA STORM
60
—¡De ninguna manera! ¿Qué está mal contigo? —dije, sacudiendo sus
hombros. —No estoy dejándote alejar a mi hijo. ¿Y no dijiste que estabas
enamorado de mí?
—Tienes que entender. Sabes cómo es. Debo mi lealtad a mi manada,
primero y ante todo.
—¡No! Yo no sé cómo es. Todo lo que sé es que dejaría Port Shadow en
un instante y olvidaría la manada y la lealtad solo para estar contigo y
nuestro hijo.
Sus ojos comenzaron a llenarse nuevamente y una sola gran lágrima
brotó y rodó por su suave mejilla. Quería lamerla.
De repente, un fuerte chasquido rompió el pesado silencio de la
habitación. Había venido desde la derecha, bajo la ventana. Una rama seca
crujió como si alguien la hubiese pisado. Volé hacia allí de inmediato, pero
quienquiera que hubiese estado ahí había desaparecido. Solo el olor persistió
detrás de él.
—¿Qué pasa? —Alex preguntó, preocupado cuando se unió a mí cerca
de la ventana.
—Solo mi decisión haciéndose mucho más fácil.
—¿Qué quieres decir?
—Debemos irnos. Ambos. Alguien estuvo justo afuera y no tengo idea
de cuánto escuchó, pero no me puedo arriesgar. Si él sabe quién eres, no
estarás a salvo aquí y tampoco lo estará nuestro bebé. No te estoy dejando ir
por tu cuenta, pase lo que pase.
—¿Quién fue?
SHIFTERS DE PUERTO SOMBRA
61
—Eso no importa. La única persona que tiene motivos para hacerte
daño y exponerte ante el resto de Silver Fangs. Debemos actuar rápido.
—Pero tú no puedes simplemente abandonar tu vida aquí. ¿Ellos no
vendrán detrás de ti?
—No lo sé. Pero sé que tú y el bebé son mi vida ahora y haré cualquier
cosa para asegurar que ustedes dos estén a salvo. Pensaremos en algo, pero
primero necesitamos escapar de aquí y hacerlo rápido. No tengo idea de
cuánto tiempo más tenemos. Él podría estar delatándote a los ancianos
mientras hablamos.
—Entonces, ¿qué sugieres?
—Solo acaba de empacar y no cargues nada pesado. Deja todo el
equipaje para mí. Voy a juntar algunas cosas para mí también.
—¿Cómo puedo agradecerte? Nunca pensé…
—Tendrás suficiente tiempo para agradecerme más tarde. ¡Ahora,
apúrate!
Me dirigí hacia la sala donde mis cosas estaban temporalmente
almacenadas, cuando sentí la mano de Alex en mi codo.
—¿Zane?
—¿Si? —Me di la vuelta.
—Yo te amo. Quería que lo supieras.
—Yo te amo, también.
En ese momento, no hubo un ápice de duda en mi mente que estaba
haciendo lo correcto. El instinto para proteger a mi nueva familia era más
fuerte que cualquier llamado para servir a mi manada. Sin embargo, estaba
SERENA STORM
62
preocupado por Bein. Lo conocía tan bien como para saber que si había
escuchado todo lo que Alex había dicho, no se detendría ante nada para
intentar detenernos y traerme de regreso a la isla, con o sin Alex. Tanto como
había intentado convencerme de lo contrario, él todavía no me había
superado y definitivamente no me estaba entregando a un espía y ladrón de
bebés que había logrado infiltrarse en nuestra sociedad cerrada.
Eso dificultaría cuidar de mi embarazada pareja mientras estábamos en
marcha, pero estaba listo para el reto. Mientras mi mente trabajaba
rápidamente para imaginar las cosas esenciales que necesitaríamos para una
vida lejos de todo lo que había conocido, no me detuve ni por un momento a
pensar en cuánto extrañaría Port Shadow. Ahí solo estaba la sólida
determinación de comenzar a construir una nueva vida para nosotros tres
lejos de aquí.
CAPÍTULO CINCO
ALEX
M
e incliné sobre la tranquila y brillante superficie de un
pequeño lago y bajé mi desnudo brazo hacia el agua. Le
di a mi tríceps una pequeña sacudida y fue horrible de
observar la pequeña porción de gordura agitarse. Siempre había sido si no
flaco entonces esbelto y firme, y ahora, a un mes desde que descubrí que
estaba embarazado, estaba ganando peso más rápido de lo que podía
tolerar.
Retiré mi brazo antes que Zane, quien estaba llenando con agua dos
galoneras plásticas un poco más arriba en la orilla, pudiese verme. Él habría
pensado que yo era superficial o diría lo de costumbre —Te ves fantástico, —
lo cual no ayudaba mucho a mi confianza. Sabía que él solo estaba diciéndolo
para hacerme sentir mejor y porque por alguna razón ahora tenía una visión
de mí completamente sesgada. Lo había atrapado mirándome
amorosamente y sabía que él no miraba ninguna gordura o dedos y tobillos
hinchados o el intrincado mapa de venas que entrecruzaban mi piel. Todo lo
que él veía era mi compacto y protuberante vientre y ya parecía estar
imaginando a su hijo, sonriendo todo el día ante la feliz imagen.
Me recosté sobre la exuberante hierba en el borde del lago y vi como
mi Alfa ataba el cordón de una improvisada caña de pescar a un pequeño
anzuelo que había formado de una oxidada uña. Estaba determinado a
SERENA STORM
64
atraparme un poco de pescado para comer, porque había escuchado que
tenía todos los buenos nutrientes para un bebé sano en crecimiento. No
tenía idea.
De alguna forma parecía que estaba tomando mi embarazo mucho
más fácilmente de lo que yo podía manejarme. No era solo el hecho de él no
tuviese que pasar por las diversas molestias y dolores, las noches sin dormir y
los constantes viajes al baño, sino que él estaba sicológicamente más
preparado para ser padre. Yo, por otro lado, nunca había siquiera esperado
que podría quedar embarazado, así que todavía estaba lidiando con la
impresión y las sorpresas diarias de mi cuerpo cambiando. Después de una
vida de vivir entre los Black Rigdebacks, donde nadie concebía, la posibilidad
de un embarazo se había convertido en solo algo teórico para mí.
Zane, por otro lado, parecía estar siguiendo alguna especie de manual
del perfecto papi. Para comenzar, siempre hacía las preguntas correctas o
decía las cosas correctas. —¿El dolor es apagado? ¿Sientes una opresión? ¿O
es corto y punzante? —Cuando me agarré la parte baja del vientre con un
jadeo. —¡Aléjate de ellos! No son seguros para ti, —cuando tuve el repentino
antojo de un hongo silvestre. —¿Bebiste suficiente agua hoy? ¿Cómo está tu
coxis? Deberías tratar de dormir de lado, eso aliviará el malestar. —Casi
parecía como si él hubiese pasado por todo esto antes, pero cuando le
pregunté cómo sabía tanto, dijo que en la comunidad cerrada de Port
Shadow cuando alguien estaba embarazado, siempre se sentía como si todos
ellos lo estuviesen.
Zane agregó un gusano y una mosca al final del gancho y balanceó la
SHIFTERS DE PUERTO SOMBRA
65
caña de pescar sobre su cabeza, lanzando el gacho y el pequeño peso en el
lago. Claramente se estaba divirtiendo. Él había estado en eso por casi una
hora y no se estaba impacientando con la falta de resultados o el cordón
rompiéndose constantemente. Retrocedí lentamente y me recosté apoyado
en los codos, disfrutando del sol y la espléndida vista de las montañas.
Esto era perfecto. Aunque cada movimiento que hacía era
acompañado por un sinfín de jadeos y suspiros, finalmente estaba en paz. Al
fin nos habíamos establecido después de semanas de estar en movimiento,
solo deteniéndonos en oscuros moteles o acampando cuando no
alcanzábamos un pueblo al caer la noche. Encontrar el abandonado cobertizo
en los bosques, a un par de millas de Northwood Falls, un pequeño pueblo
con cerca de cuatro mil personas, fue en el momento perfecto. Me había
vuelto demasiado grande y pesado como para fácilmente seguir con los
agotadores viajes diarios y habíamos decidido establecernos aquí, al menos
hasta que llegase el bebé.
Los bebés shifter no eran como los humanos… ellos crecían mucho más
rápido y los embarazos eran mucho más cortos. Ambas cosas eran una
bendición y una maldición. Yo tenía los típicos síntomas a pasos acelerados y
aunque parecía que todas las molestias habían sido lanzadas sobre mí de un
solo golpe, al menos durarían menos tiempo. Eso, definitivamente, era mejor
que los nueve meses humanos; sin embargo, la única cosa que les envidiaba
era el tiempo que tenían para acostumbrarse a la idea de tener un bebé y
tener todas sus vidas girando alrededor.
SERENA STORM
66
Zane había arreglado el cobertizo y lo había convertido en un
verdadero hogar, constantemente arrastrando algunas cosas nuevas como
platos y mantas del pueblo, mientras que se aseguraba que yo siempre
tuviese un fuego ardiendo para mantenerme caliente y suficiente para
comer. Nunca me dejaba por demasiado tiempo, porque aunque no
habíamos tenido ninguna razón para creer que alguien nos había rastreado o
nos estaba siguiendo, él aún estaba siendo extra cauteloso.
Aquella noche, una vez que terminamos nuestra deliciosa cena con
pescado, me puse en camino para cambiarme en el pequeño baño, el pijama
amontonado en mis manos, cuando Zane me detuvo.
—¿Por qué no lo haces aquí? —Él dijo con un guiño de ojos.
Intenté alejarme. Sabía que lo que él estaba insinuando. Y, asimismo,
me sentí increíblemente cohibido… otra vez. Él no me había visto desnudo
desde la primera noche que habíamos tenido sexo y estaba desesperado por
tenerme otra vez. Por supuesto que nunca dijo nada directamente y afirmó
que estaba bien con esperar a que fuese a él, pero mientras más tiempo
pasaba, más incómodo me sentía sobre el tema.
No era como si no lo quisiese. Al contrario. Estaba bastante seguro que
cuando las personas embarazadas hablaban sobre las hormonas
conduciéndolos a la locura, eso era exactamente lo que significaba. Yo estaba
peor que un animal en celo y estar en presencia de Zane todo el tiempo no
ayudaba. Habría saltado en cada oportunidad para tenerlo violando mi
cuerpo si no hubiese sido por mi constante preocupación que él no me
encontrase atractivo en mi nueva figura.
SHIFTERS DE PUERTO SOMBRA
67
Cada mañana, tan pronto como él salía a traer agua, comida o leña,
impacientemente sacaba mi rígida polla y fantaseaba con su desnudo y
sudoroso cuerpo, trabajando sobre un tronco de árbol con un hacha y me
sacudía una y otra vez hasta quedar completamente gastado. Mi propio
cuerpo se había vuelto mucho más sensible, como si estuviese inflamado con
tensión sexual, la sangre fluyendo a mi ingle y circulando por mis miembros,
convirtiéndome en un fanático enloquecido por el sexo. Parecía que a cada
segundo en que no estaba peleando contra la sobrecogedora fatiga o
desplazándome incómodamente de lugar en lugar para acomodar mi nuevo
peso o rellenar mi rostro, yo estaba obsesionado con lujuriosos
pensamientos. Sin embargo, estaba demasiado avergonzado para admitir
algo de eso frente a Zane.
—Vamos, —dijo Zane. —¿Qué con la rutina del baño? Nunca me dejas
admirarte.
—¿Qué hay que admirar?
—¿En serio? No puedo creer que no veas cuan hermoso te has puesto.
—Zane… —Traté de detenerlo con más excusas, pero él no las tomaba.
Saltó fuera de la cama y vino a mí, levantándome velozmente y
gentilmente recostándome sobre las suaves mantas. Me esforcé por
levantarme pero me inmovilizó con un beso, me sentó a horcajadas,
cuidando de no presionar mi vientre. Él no tenía la más absoluta idea de cuan
vulnerable estaba en ese momento incluso para el más ligero beso, y el suyo
era cualquier cosa menos ligero. Su lengua separó mis labios y entró en mi
boca, entrelazándose con la mía, y no pude resistirme. Envolví mi brazo
SERENA STORM
68
alrededor de su cuello, acercándolo, y regresando el beso, mordiendo
ansiosamente sus labios e inhalando su aliento.
Mi polla erecta ya estaba asomándose bajo él y comencé a menearme
debajo de él, intentando colocarme en una posición en la que él pudiese
entrar en mí y finalmente follar toda la tensión fuera de mí, pero me obligó a
mantenerme abajo incluso más fuerte. No podía moverme bajo sus manos de
acero que me mantenían en la cama.
—Espera, —murmuró en mi boca, rompiendo el beso, comenzó a
mover sus labios hacia mi cuello y pecho, mientras al mismo tiempo
expertamente removía mis ropas con sus manos. Su resbalosa lengua se
arrastró por mi pecho y la mitad de mi vientre y yo me retorcí de placer,
aunque aún estaba muy cohibido. Anhelaba cubrir mi cuerpo expuesto pero
también estaba impaciente por sentir más de su toque y besos sobre mi piel
electrificada.
Mi polla brincó, libre de su confinamiento y descansaba contra mi
protuberante vientre, rezumando presemen en la suave y tensa piel. Él lamió
alrededor de la pulsante cabeza sin siquiera tocarla con su boca y yo gemí,
instintivamente arqueando mi espalda y empujando mi polla
desesperadamente hacia su rostro.
De repente me di cuenta de lo que él estaba haciendo y puse ambas
manos sobre su impecable cabello negro e intenté detenerlo. Nunca había
tenido a nadie antes haciéndome una mamada. Yo siempre había sido quien
las hizo a todos mis anteriores parejas y ahora me tensé con inseguridad.
Intenté alejarlo, pero solo agitó su cabeza para deshacerse de mis manos y
SHIFTERS DE PUERTO SOMBRA
69
continuar. Él era tan confiado y caliente, pensé que iba a perder la cabeza.
—Solo relájate, ¿está bien? —Él dijo, mírame, su boca a solo media
pulgada de la resbalosa punta de mi polla. Me estremecí. Solo la vista me
tenía tan excitado que temía lanzar chorros de esperma en su rostro incluso
antes que él comenzase. Tomé una respiración profunda y me recosté,
tratando de seguir su orden y relajarme, pero en su lugar estaba
retorciéndome con anticipación debajo de él. Podía sentir su húmedo y cálido
aliento en la ultra sensible cabeza de mi polla y eso era demasiado para
resistir.
La primera vez que sentí su lengua, la deslizó todo el camino desde la
base hasta la punta de mi rígido eje. Me sacudí violentamente, a pesar de mis
esfuerzos por mantenerme quieto. Él repitió el movimiento unas pocas veces
más hasta que estuve retorciéndome tan duro y gimiendo tan fuerte. Él sabía
que yo estaba cerca de explotar, pero quería darme más.
Bajé una mano, tocando mi camino hacia su ingle, pero él me alejó.
—Es todo sobre ti ahora, Alex, —Zane susurró, bajando sobre mí
nuevamente. —Solo disfrútalo.
Con eso, finalmente tomó mi polla en su boca y liberé un profundo
gruñido. Nunca imaginé que se sentiría tan bien estar envuelto en su calidez.
Empezó girando su lengua contra la punta de mi polla, pero comencé a
sacudirme tan fuerte, me detuvo y en su lugar deslizó sus labios sobre mi
longitud. Mi mente se volvió completamente borrosa y mi aliento se aceleró
mientras me estaba chupando duro ahora, arremolinando su lengua
alrededor, tirando de mi piel, conduciéndome a la locura.
SERENA STORM
70
Traté de levantarme un poco para tener una mejor vista de mi polla
desapareciendo en su boca y reemergiendo bañada en su saliva, lo cual solo
me excitó más; aunque era difícil mirar más allá de mi vientre. Sin embargo,
yo había perdido completamente mi inseguridad y ahora estaba simplemente
perdido en el momento. Zane incluso succionó más fuerte, ansioso por
complacerme y sintiendo que yo estaba tan cerca ahora que no había vuelta
atrás.
—No pares, —jadeé. —Oh, mierda, Zane, voy a correrme. No pares,
no…
Cuando sentí mis jugos correr a través de mí hacia la superficie, intenté
alejarlo, pero él se aferró, apretando sus labios alrededor de la cresta de la
cabeza de mi polla hasta que exploté directo en su boca, gimiendo como un
demente. Mi polla se mantuvo con espasmos y soltando cargas de caliente
semen, bañando el interior de la boca de Zane. Él tragó y giró lentamente su
lengua alrededor de mi aún chorreante polla, chupando hasta la última gota.
Nunca, en toda mi vida, había tenido un orgasmo tan poderoso y
demoledor.
A la mañana siguiente me levanté justo antes del amanecer y me
arrastré silenciosamente fuera de la cama, con cuidado de no jalar las mantas
y despertar a Zane. Tenía que orinar. Otra vez. Era la tercera vez durante la
noche. Para cuando tuve que regresar a la cama, estaba totalmente
despierto y decidido a comenzar el día, no es que tuviese demasiadas
responsabilidades.
Hice el fuego y encendía las lámparas de gas en la pequeña habitación.
SHIFTERS DE PUERTO SOMBRA
71
Tomaba una eternidad hacer todo estos días. Yo era lento y todos mis
movimientos eran pesados y laboriosos y requerían el doble de esfuerzo
acostumbrado que antes de quedar embarazado. Con lo poco que había
logrado, ya estaba cansado y me senté con cuidado en la mesa de madera,
esperando que la silla no rechinase.
Entonces me di cuenta. Sobre la mesa, estaba un pequeño tazón lleno
de frutos del bosque y una nota. Un saludable desayuno para mis dos
personas favoritas en el mundo, decía la nota.
¡Oh Dios, Zane! ¿Cuándo había logrado armar esto para mí?
Repentinamente estuve abrumado con las emociones y de la nada comenzó
a sollozar silenciosamente. No eran lágrimas de tristeza pero definitivamente
no eran del todo felices tampoco. Después de todo lo que había hecho por
mí, perdonándome, sacándome de Port Shadow, manteniéndome seguro
todo este tiempo, había comenzado a sentirme increíblemente culpable e
increíblemente inútil.
Él se mantuvo diciendo que yo ya estaba haciendo un trabajo muy
importante con nuestro bebé creciendo dentro de mí y que debía dejarle
todo lo demás a él, y sin embargo no podía calmar las furtivas punzadas de
culpa que yo no estaba haciendo lo suficiente a cambio. Él había renunciado
a tanto por mí e incluso él mismo había cambiado, de un severo guerrero
lobo a un hombre cariñoso y sensible a todas mis necesidades (¡incluso había
aprendido cómo cocinar!) y yo aún estaba pensando en la forma de
agradecérselo apropiadamente.
SERENA STORM
72
Por ahora, podía al menos mover mi gordo culo e ir por algo de leña
para aliviar uno de sus deberes matutinos. Una vez que acabé con los
deliciosos y dulces frutos del bosque, agarré una chaqueta que apenas
cerraba sobre mi redondeado vientre y tomé impensables cinco minutos en
ponerme las botas y luego me aventuré a salir.
Era una hermosa mañana. Los bosques estaban bañados con exquisitos
naranjas, marrones y amarillos y los húmedos parches de verde musgo
brillaban como piezas de esmeralda esparcidas sobre la humedad con rocíos
de la mañana. La gruesa capa de hojas secas de roble crujió bajo mis pies
mientras me dirigía hacia el cercano arroyo donde usualmente juntábamos
madera. Respiré el vigorizante y terroso aroma del bosque otoñal y deseé
simplemente poder quedarnos aquí para siempre y criar a nuestro hijo entre
esta belleza. ¿Qué podría ser mejor para un cachorro de lobo que crecer en
medio de poderosos robles, frescas cascadas y mucho espacio para correr y
jugar?
Estaba completamente perdido en mi pequeña fantasía cuando de
repente sentí que alguien me estaba siguiendo. No era la usual sensación de
cuando me encuentro con un animal en los bosques, pero era una suerte de
inquietante sensación, como si estuviese siendo observado. Me giré
alrededor y olisqueé el aire, estrechando mis ojos para discernir algo inusual
en el escenario. Nada. Los pájaros gorjeaban y descendían en picada desde
las altas copas de los árboles, las aguas del arroyo balbuceaban alegremente,
pero aparte de eso, no hubo un sonido o movimiento para confirmar mi
súbito pánico.
SHIFTERS DE PUERTO SOMBRA
73
Me detuve por un momento, frotando distraídamente mi vientre para
apaciguar al bebé, el cual aparentemente había sentido mi agitación y ahora
estaba pateando y retorciéndose dentro mío. Aún nada. Tal vez estaba
siendo demasiado precavido ahora que no solo era responsable de mi propia
vida, sino también por la totalmente indefensa criatura que estaba cargando
en mi vientre. Mis instintos protectores parecían estar pateando todo el
tiempo. Me di cuenta que el ritmo de mi corazón se había incrementado así
como el pulso de la sangre en mis sienes, así que tomé una profunda
respiración para calmarme. No estaba haciéndome a mí o al bebé ningún
favor enloqueciendo.
No había nada a que temerle aquí, me recordé a mí mismo. Habíamos
estado viviendo en el cobertizo por casi 2 semanas y no teníamos razones
para pensar que alguien nos hubiese seguido aquí. Finalmente, logré
recuperar la compostura y continué hacia el arroyo.
Allí estaba. Una figura alta y fornida. Una silueta negra y amenazante
desapareció detrás de una gran roca en la orilla opuesta. No pude
controlarme y dejé salir un pequeño grito, mi mente rápidamente se nubló
con puro terror.
Luego vino el dolor.
Agarré mi estómago y lo presioné fuerte, pero no se detuvo. Mis
músculos abdominales se habían convertido en piedra y mi interior pareció
apretarse en un doloroso e insoportable agarre que ninguna cantidad de
profundas respiraciones ayudaban a aliviar. Me doblé, gimiendo en agonía.
—¡Zane! —grité con lo último de mis fuerzas. —¡Zane, date prisa!
CAPÍTULO SEIS
ZANE
U
n rayo de sol aterrizó en mi rostro y cosquilleó mi
nariz e instintivamente estiré el brazo sobre el lado de
la cama de Alex. Cuando mi mano aterrizó sobre la
almohada vacía, me levanté alarmado de inmediato y lo llamé.
Probablemente estaba ene l baño. Se levantaba a orinar un montón de veces
estos días.
Sin respuesta.
Me apresuré hacia la habitación del frente, llamándolo por su
nombre una y otra vez. ¿Estaba sobreactuando? Algo sólido y amargo se
atoró en mi garganta y me estaba volviendo más inquieto. Se había
convertido en una segunda naturaleza para mí preocuparme por su
bienestar, cada vez que no lo tenía a la vista trataba de acabar lo que sea que
estuviese haciendo más rápido, así podía regresar a él y asegurarme que
estaba bien.
Mis ojos cayeron en el tazón vacío de frutos del bosque que
secretamente había puesto para él la noche anterior. Entonces, él los había
comido, lo cual quería decir que estaba levantado, pero ¿a dónde había ido?
Si estuviese afuera cerca ya habría respondido. Noté la nota que había
SHIFTERS DE PUERTO SOMBRA
75
garabateado en un pedazo de papel amarillento y vi que él había escrito algo
debajo de mis palabras.
Gracias por el desayuno y por la noche anterior. Voy por algo de
madera. No es justo que tú te encargues de todo aquí. Vuelvo pronto. Con
amor, Alex.
Salí con furia de la casa inmediatamente. ¿Qué en el infierno estaba
pensando dirigiéndose solo al bosque? Sin mencionar que él sabía
perfectamente que no estaba bien para él levantar nada pesado y que eso se
había convertido el algo incluso más crucial debido a que estaba más cerca
de la llegada del bebé
Olfateé alrededor y ya estaba considerando cambiar a mi lobo,
así tendría una mejor oportunidad de rastrear la dirección en la que él había
ido, cuando escuché sus lamentos viniendo desde la colina por donde el
pequeño arroyo corría.
—¡Zane!¡Zane, apúrate!
Corrí hacia él tan rápido como pude y lo encontré recostado
sobre el tocón2 de un árbol, sosteniendo su vientre con una mano, su rostro
contorsionado por el dolor.
—¿Alex?¿Qué ocurrió?¿Estás bien? —Dije sin aliento, tomándolo en
mis brazos.
2
SERENA STORM
76
—Creo que está viniendo. El bebé. Es hora, Zane, —jadeó. —Oh
Dios, ¿qué vamos a hacer? no pensé que sucedería tan pronto. —Él lloriqueó
ante otra oleada de dolorosas contracciones.
—Oye, oye, solo respira, ¿está bien? Lo tengo todo resuelto. No
pensaste que solo se lo dejaría al destino, ¿no? Tengo un plan. Solo sostente,
¿bien?
Lo levanté con cuidado y me di cuenta que a pesar del avanzado
estado de su embarazo, él no pesaba nada en mis brazos. Probablemente se
debía al hecho que estaba tan drogado con la súbita adrenalina que no podía
sentir nada. Entonces comencé a correr, con cuidado de no saltar y sacudirlo
demasiado. Solo podía imaginar cómo se sentía.
A veces me sentí totalmente impotente cuando tuvo dolor
durante el embarazo y la única cosa que me quedó por hacer fue expresar
simpatía y estar ahí para él. Ahora, sin embargo, finalmente, realmente podía
ayudar. Me tocaba a mí llevarlo al pueblo y no le iba a fallar.
— ¿A dónde me estas llevando? No podemos hacer esto solos.
No sabes cómo traer al mundo a un bebé y yo…
—Shh, calma solo respira. Conozco un lugar a donde podemos ir.
Lo encontré en uno de mis viajes al pueblo. Es una clínica shifter y tenemos
suerte que un pequeño pueblo como este tenga una. Ellos se encargarán bien
de ti, no te preocupes.
Me pareció que el viaje a Northwood tomó menos tiempo de lo
usual, probablemente se debió a mi completamente deformado sentido del
tiempo o a la urgencia que hizo que mis pies corriesen más rápido que nunca.
SHIFTERS DE PUERTO SOMBRA
77
Pronto nos encontramos frente a un edificio sin marcar y gracias a lo
temprano de la hora no había muchas personas pasando por la pequeña
calle.
Una mujer mayor respondió a mis fuertes golpes y tan pronto
como vio a Alex retorcerse con dolor en mis brazos, nos hizo pasar.
—¿Hace cuánto que las contracciones comenzaron? —Ella
preguntó, mientras nos conducía a una iluminada sala de espera,
profusamente decorada con plantas.
—No estoy seguro —repliqué en lugar de un jadeante Alex, a
quien había depositado en lo que parecía un cómodo sillón. —
Probablemente hace como media hora. Traté de traerlo aquí lo antes posible.
—Perfecto, —la mujer dijo con una cálida sonrisa. —Hiciste tu
trabajo por ahora. Nos encargaremos desde aquí y tú puedes esperar aquí
afuera. Te llamaremos en cuanto el bebé haya nacido.
—¡No! —Alex gritó y ambos lo miramos. —Zane, por favor, ven
conmigo, Estoy asustado.
Mi corazón se rompió al verlo. Si solo pudiese alejar al menos
una fracción de su dolor… Lo menos que podía hacer era estar ahí para él y
darle valor.
—¿Está bien? —Levanté mis cejas con esperanza a la mujer y ella
asintió.
—No todos pueden manejar el estrés de asistir a la operación, —
ella dijo, —sin embargo si deseas estar ahí, no te arrepentirás. No hay nada
como escuchar a tu bebé tomar el primer aliento en el mundo—
SERENA STORM
78
Ella habló algo en el teléfono de la recepción y un par de enfermeras
rápidamente aparecieron, rodando una camilla en la sala de espera para
buscar a Alex. Era extraño que todos aquí fuésemos shifters y sin embargo no
hubiese la habitual hostilidad que acompañaba la reunión con lobos de otra
manada. Al contrario, todos parecían increíblemente amigables y ansiosos
por ayudar.
A medida que me ponía la bata y la gorra y máscara desechables,
finalmente tuve tiempo para darme cuenta de lo que realmente estaba
sucediendo. Se trataba de conocer a mi hijo o hija por primera vez en unos
momentos. Hasta ahora había estado tan concentrado en cuidar de Alex, que
apenas había tenido tiempo para pensar en el bebé y en lo que sería ser un
padre.
Era un milagro que a pesar de las extrañas circunstancias, nos
hubiésemos atraído y unidos para producir esta pequeña criatura que estaba
por conocer el mundo por primera vez. Seríamos responsables de enseñarle
a este niño todo lo que sabíamos y a nosotros repentinamente se nos
concedería este extraño propósito superior que pondría todas nuestras
dificultades: huir, conflictos de manadas, sobrevivir por nuestra cuenta en los
bosques, en segundo lugar. Era inconcebible para mí que pudiese amar tanto
a alguien que nunca había conocido, y sin embargo ya tenía sentimientos tan
intensos por este pequeño que pensaba que explotaría. Solo podía imaginar
lo que sería para Alex en estos momentos.
Una enfermera me llamó al quirófano, sonde Alex ya había sido
preparado para cirugía. Pude ver sus ojos lanzarse por la habitación,
SHIFTERS DE PUERTO SOMBRA
79
nerviosamente buscando algo en que enfocarse. Cuando me vio, su rostro
entero se relajó en una sonrisa y de repente se vio sereno y listo. La
enfermera me dirigió a una silla justo al lado de su cabeza. Me senté,
tomando su mano en la mía e intenté tranquilizarlo con mis ojos, ya que no
podía verme sonriendo bajo la máscara.
—Todo estará bien, lo prometo, —le susurré y presionó mi mano en
respuesta. —El doctor dice que no tomará más que unos cuantos minutos,
por lo que necesito que ahora seas valiente. No estoy yendo a ningún lado,
así que solo mírame e intenta relajarte.
Una lágrima rodó por el rabillo de su ojo, pero yo sabía que no era una
de tristeza o miedo, sino de emoción y anticipación. Él estaba tan
emocionado por reunirse con nuestro bebé como yo lo estaba, quizás incluso
más, aunque no dijo una palabra.
—Puedes sentir un poco de incomodidad ahora, —el doctor anunció
desde detrás de la pantalla que se extendía sobre el pecho de Alex y ocultaba
su vientre de la vista, —pero no habrá dolor. La anestesia ya te debe haber
pateado. ¿Sientes esto?
—No, —Alex dijo a través de sus cuarteados labios.
—Estamos listos para comenzar entonces.
El siguiente par de minutos, mientras estábamos detrás de la pantalla
ciegos a lo que estaba ocurriendo del otro lado, nuestros ojos bloqueados
uno en el otro y nuestros dedos entrelazados, se sintieron como una
eternidad. No le iba a dejar saber cuan aterrorizado estaba por él, por toda la
operación. A pesar de las incontables peleas en las que había estado, algunas
SERENA STORM
80
de ellas mortales, nunca había estado asustado de la forma en que lo estaba
en estos momentos.
Luego vino el pequeño jadeo, el dibujo del primer aliento, y
finalmente el más dulce llanto que cantó en mis oídos como ninguna otra
música en la tierra.
La mano de Alex estaba temblando ahora y las lágrimas se
derramaban libremente de sus ojos, una señal de su inmenso alivio.
—Conozcan a su pequeña bebé, —el doctor dijo después de unos
cuantos momentos y entregó a Alex el pequeño bulto. ¡Nuestra bebé,
nuestra niña! Si tuviese que morir justo aquí y en ese momento, sabría que
había vivido la verdadera felicidad.
Me incliné y besé a ambos.
Era asombros que nuestra bebé durmiera todo el camino a través del
agitado recorrido de regreso a la cabaña. Habían sido unos pocos días desde
que ella nació y yo estaba finalmente llevando a mi nueva familia de regreso
al cobertizo en un viejo y oxidado camión rentado. Bajamos por sucios
caminos hasta que tuvimos que dejarlos atrás y sumergirnos en el bosque.
Tomó significativas maniobras hacer que el camión atravesara el espeso
bosque y tuvimos que hacer numerosos desvíos para finalmente llegar al
pequeño claro en donde nuestro pequeño hogar estaba localizado.
Había rentado el camión tan pronto como la bebé llegó y aunque
intenté pasar cada momento posible con mis dos personas favoritas, era muy
consciente que ambos Alex y nuestra bebé necesitaban descansar así que a
regañadientes los había dejado en la clínica. No había desperdiciado un
SHIFTERS DE PUERTO SOMBRA
81
segundo de mi tiempo lejos de ellos merodeando por allí. Al contrario, tuve
tantas cosas que hacer en ese limitado tiempo, había estado preocupado de
no ser capaz de tener todo listo antes de traerlos a casa.
Sin embargo lo había conseguido.
—¡Oh mi Dios, Zane! —Alex dijo, sus ojos ampliándose tan pronto
como entró en nuestra pequeña semblanza de una sala. —¿Cuándo hiciste
todo esto?
Me entregó la bebé fuertemente envuelta en mantas y revoloteó en la
habitación, tocando cada superficie y admirando cada detalle. Había limpiado
meticulosamente todo el espacio y tallado una pequeña cuna de madera de
fresco pino que descansaba justo bajo la ventana donde la luz era la mejor.
Traje suaves y gruesas alfombras, mantas y un colchón para la cuna desde
Northwood Falls y alineado todo el contenido de la pañalera que Alex había
robado de Port Shadow a lo largo de los estantes de una pequeña unidad que
había logrado armar de los tablones de una vieja mesa. Luego había
decorado cada posible pared y rincón con flores silvestres, rocíos de frutos
del bosque y ramitas de hojas perennes y escrito afuera las palabras —
¡Bienvenidos a casa! —con piedras del río justo frente a la entrada del
cobertizo.
Alex daba vueltas bajo el cielo raso como si estuviese admirando el
castillo de un cuento de hadas y luego vino rápidamente hacia mí,
envolviendo sus brazos en mi cuello.
—Eres especial, ¿lo sabías?
SERENA STORM
82
—Tú ya me has dado el mejor regalo, —dije, mirando el arrugado y
rojo rostro de nuestra preciosa hijita que se asomaba desde las mantas. —Es
lo menos que podía hacer.
Los siguientes días fueron completamente irreales. Incluso aunque
nuestras vidas repentinamente cambiaron con la llegada del bebé, no me
importó mi nuevo horario de caza, pesca, cocina, limpieza y nunca dormir ni
un poco. Alex estaba completamente ocupado con todas las necesidades
apremiantes de la bebé y yo estaba sorprendido al observar que tan
naturalmente venía todo a él a pesar de su preocupación inicial de no ser un
buen papá.
Por ejemplo, él parecía interpretar perfectamente los gritos de la bebé
en tanto a mí todos me sonaban como penetrantes gritos, solo más tiernos y
más dulces al oído. Un suave maullido significaba que la pequeña quería ser
abrazada y consolada por la tranquilizadora voz de Alex, un agudo grito
significaba que estaba con dolor, mientras algo entre esos dos quería decir
que estaba hambrienta. Sus pequeños gestos también significaban para él
más de lo que lo hacían para mí y a veces (tanto como odie admitirlo) incluso
estaba celoso del intenso vínculo que tenían y que yo solo podía compartir
periféricamente.
Sin embargo, Alex nunca me dejó sentirme excluido. Tanto como me
sentía culpable por no poder hacer más por ayudar con la bebé más que traer
pañales del pueblo y cambiarla de vez en cuando, él parecía sentir culpa por
siempre estar preocupado con ella y no encontrar suficiente tiempo para mí.
Sin embargo, éstas preocupaciones eran insustanciales comparadas con la
SHIFTERS DE PUERTO SOMBRA
83
alegría de ver las gracias de la pequeña o simplemente admirarla mientras
dormía como un ángel. Todo valió la pena, porque nos teníamos el uno al
otro y la teníamos a ella. Ambos nos dábamos cuenta que no necesitábamos
nada más. Estábamos completos y felices.
—No podemos seguir llamándola bebé, —Alex dijo una noche después
que la pusimos a dormir y caminar de puntillas alrededor de la cuna,
preparando la cena.
—Lo sé. Solo no quería presionarte con nombres.
—¿Por qué, tienes alguno en mente?
—No realmente, pero siempre sentí que quería que mis hijos tuviesen
nombres relacionados a la tierra. Algo que los una a la naturaleza y les de
fuerza.
—Bueno, realmente no pensé en lo que quería, pero eso suena como
algo que, definitivamente, me agradaría escuchar todos los días. ¿Qué tal…
Aurora?
—Aurora… —repetí, dejando que el nombre rodara por mi lengua
varias veces. —Es perfecto. Lo amo. No hay nada más hermoso que la luz del
norte. Excepto ella, eso es.
Él se inclinó sobre la cuna y acarició la mejilla de la bebé con el dorso
de su dedo índice.
—Aurora, —dijo simplemente y fue resuelto. Ella acababa de recibir su
nombre.
En ese momento, estaba a punto de explotar de felicidad y orgullo. No
podía imaginar una vida más feliz, una más afortunada que la nuestra. Ahí no
SERENA STORM
84
había nada oscureciendo la plenitud que sentía y sin embargo, al fondo de mi
mente, de alguna manera sospechaba que no podía durar. Solo que en ese
momento no podía ver lo que podría ir mal ahora que lo teníamos todo.
Esa noche no pude dormir. De hecho, me había estado asegurando de
levantarme con Alex para la mayor parte de las alimentaciones nocturnas, así
que me había convertido en alguien de sueño ligero. Además, ahora que los
tenía a ambos una pareja y una hija a quien proteger, mis instintos se habían
vuelto el doble de agudos que antes. Sentí a Alex moverse a mi lado y
mecánicamente balanceé mis piernas al piso.
—No, quédate en la cama, —Alex susurró. —Me encargo de esta.
Me acurruqué bajo las mantas y me debí haber quedado dormido,
cuando me levanté media hora más tarde, Alex aún no regresaba. Me
apresuré a salir de la cama e ir a la habitación principal y lo encontré sentado
en los peldaños de la puerta, mirando hacia la oscuridad del bosque, la bebé
arrullando pacíficamente en su cuna. El fresco aire de la noche
precipitándose en la habitación.
—¿Alex?¿Qué ocurre? Regresa a la cama.
Se sobresaltó ante el sonido de mi voz. No me escuchó acercándome y
me dio una rápida mirada de sorpresa, antes de centrar su mirada de regreso
en los inquietantes troncos de los majestuosos pinos frente a la casa. No dijo
nada y me estaba preocupando, así que ya quisiese o no mi compañía, me
senté junto a él y envolví una manta alrededor de ambos.
—¿No puedes dormir, es eso? —Me aventuré otra vez. Él aún estaba
en silencio y mientras más tiempo pasaba más crecía mi ansiedad. —Por
SHIFTERS DE PUERTO SOMBRA
85
favor, ¿algo está preocupándote?
—Debí decírtelo antes, —él comenzó crípticamente. —Hay algo que no
te he dicho.
Sentí que mi corazón se hundía. Eso era todo. El momento que había
estado temiendo. Había algo que yo no sabía y mantuvo a mi compañero sin
dormir durante la noche. Era el final del sueño sin nubes que había sido
nuestra vida en las últimas dos semanas.
—¿Qué es? —Pregunté con voz temblorosa, preparándome para lo
peor.
—No sé si fue la adrenalina por el nacimiento, toda la emoción de traer
a Aurora a casa… Lo había olvidado hasta que me golpeó otra vez hace un par
de días y no puedo parar de pensar en ello. Podría ser nada, por supuesto…
Luego me contó sobre su aterrador encuentro en el bosque justo antes
de entrar en labor. Mientras lo escuchaba, sentí los latidos de mi corazón
acelerarse y mis sienes golpeaban con ira.
—¿Cómo pudiste no decirme esto antes? —Espeté a pesar de mis
esfuerzos por mantener la calma. En el momento en que elevé la voz supe
que había cometido un error y el súbito llanto de Aurora lo confirmó. Alex
pareció retirarse incluso más dentro de sí mismo. Luego, silenciosamente se
levantó y fue a calmar a la bebé. Lo seguí adentro, recuperando la calma
parcialmente, pero aún agitado por dentro.
—Supongo que pensé que no era nada, —Alex susurró una vez que la
bebé paró de llorar. —Esperaba haberlo imaginado todo. Esperaba haberle
SERENA STORM
86
dado más importancia de la que debía. Pudo ser solo un cazador o un
corredor del pueblo. Te lo dije, no lo vi bien. Todo ocurrió realmente rápido.
—¿Y ahora qué?¿Cómo es que estás preocupado una vez más si solo
fue un corredor?¿Viste esta persona otra vez?
—No, yo comencé a soñar. Las terribles pesadillas me mantienen
despierto. No he escuchado o incluso olido algo desde entonces y aún no
puedo sacar de mi cabeza que alguien sabe dónde estamos y está
vigilándonos.
—¡Mierda!
—Zane… —él dijo, asintiendo hacia la dormida Aurora.
—Lo siento. Es solo… No podemos quedarnos aquí por más tiempo.
Incluso si es nada, no puedo correr el riesgo. Nos vamos a primera hora
mañana.
—¿Mañana? Nosotros no podemos.
—¿Por qué no?
—La bebé, —él dijo sencillamente. —¿Cómo vamos a correr con ella y
todas sus cosas? Necesitamos tomar su…
—¡Para! Eso no importa. Lo único de lo que debemos preocuparnos es
de sacarla de aquí. Alguien de Port Shadow nos ha rastreado. Incluso sé quién
podría ser. Tendremos que hacerlo sin las cosas de la bebé. Tomaremos lo
esencial para ella y algo de comida para nosotros. Una vez que estemos
seguros y en un nuevo pueblo, conseguiremos todo lo que necesitamos.
Además, ese fue tu plan cuando trabajaste en la guardería, ¿recuerdas? Ibas
a irte con un bebé en las manos y viajar por días. No habrá ninguna
SHIFTERS DE PUERTO SOMBRA
87
diferencia.
—La diferencia es que se trata de nuestra hija ahora, Zane, no un bebé
al azar. ¿Y nuestra casa? Pusiste tanto esfuerzo aquí. No podemos solo
abandonarla.
—No me importa una estúpida casa. Te construiré mil cunas más si eso
te hace irte. Nos vamos. No escucharé otra palabra al respecto. Ven y
ayúdame a conseguir algunas cosas. ¿Aún tenemos esa pañalera?
—¿Cuándo nos vamos? —Preguntó.
—Tan pronto como empaquemos.
Él no discutió más. En lugar de eso, fue al dormitorio y comenzó a sacar
ropa y suministros para bebé de los cajones y estantes. La forma en que
trabajó en silencio me recordó la vez que lo atrapé dejando Port Shadow.
Otro punto importante de inflexión había surgido que requería que juntase
sus cosas y huyese. Entonces me juré a mí mismo que encontraría un lugar
para que los tres fuésemos felices y estemos a salvo otra vez, algún lugar
dónde él pudiese arreglar sus cosas y las de Aurora en un closet y cómodas y
nunca tener que sacarlas nuevamente.
Me uní a él para prepararme para el viaje. Me apresuré al arroyo para
traer agua, deteniéndome ocasionalmente y olfateando el aire en la
oscuridad. No había nada fuera de lo ordinario, solo los olores usuales del
bosque en la noche. En mi camino de regreso al cobertizo hice un inventario
de nuestra suministros de comida en mi cabeza y estimé que tendríamos
suficiente para al menos un par de días, así que esperaba alcanzar otro
SERENA STORM
88
pueblo para entonces. No podía correr el riesgo de dejar solos a Alex y la
bebé por mucho tiempo para ir de cacería por más comida.
Cuando entré en la casa, encontré dos bolsas perfectamente
empacadas junto a la puerta: la pañalera para Aurora y una mochila para
nosotros. La bebé estaba durmiendo tranquilamente en su cuna y
cuidadosamente cerré la puerta detrás de mí. Alex también había caído
dormido en la cama. Él se veía exhausto.
Recordé que él no había dormido en toda la noche y fui a sentarme en
la cama, tomando su cabeza rubio-miel en mi regazo, meciéndolo. Decidí
darle un par de horas para recargarse. No podría viajar muy lejos como
estaba y un par de horas no nos darían mucha ventaja si ya habíamos pasado
semanas con alguien vigilándonos. Mientras acariciaba su aterciopelado
cabello e incluso escuchaba su respiración, me quedé dormido sin darme
cuenta.
No sabía cuánto tiempo había dormido cuando un agudo sonido me
despertó. Salté al ver que Alex no estaba más a mi lado.
El desgarrador grito venía de la otra habitación. Sonaban como si Alex
hubiese perdido totalmente la cabeza.
CAPÍTULO SIETE
ALEX
L
a bebé! ¡La bebé! —seguí gritando una y otra vez. —¿Dónde
está nuestra bebé? ¡Zane! ¡La hemos perdido! ¡Aurora se ha
ido!
Yo estaba temblando en el suelo, sacudiendo el costado de la
vacía cuna, cuando Zane me encontró y me levantó. Sus ojos se movieron
rápido por la habitación y parecía desorientado hasta que vio la ventana
abierta justo sobre la cuna. Entonces rugió como una bestia salvaje.
Me arranqué de su agarré empujé a través de la puerta principal,
entrando en una furiosa tormenta. No hubo ninguna señal de ella antes de
irnos a la cama y ahora luminosos rayos desgarraban el cielo negro y bañaban
el cobertizo y el bosque en una luz fantasmal cada pocos segundos. El pesado
aguacero y los ensordecedores truenos amortiguaban mis gritos.
—¡Aurora! ¡Aurora! —Me mantuve gritando en la noche, aún sin
comprender cuan inútil era llamarla. ¡Ella solo era una pequeña bebé! No
podía oírme o responder a mis llamados y la idea que ella estaba ahí afuera,
en los brazos de un enemigo que la alejaba de nosotros, rasgaba mi
convulsionado corazón como una lanza.
—¡Alex! —Zane gritó, agua goteando por su rostro, sus enormes
manos sosteniendo mis hombros. —Alex, escúchame. Necesito que te
SERENA STORM
90
calmes, Voy tras ella… después de ellos. Recuperaré a nuestra bebé, te lo
juro. Necesito que entres y bloquees la puerta y las ventanas.
—Nunca la encontrarás, —grité, estallando incontrolablemente
en lágrimas. —No con esta lluvia. Aquí no hay olores, Zane. ¡Ellos la alejaron
de nosotros!
—Ve adentro y has lo que te estoy diciendo. No salgas hasta que
regrese, no importa lo que pase. ¿Me escuchaste?
Estaba a punto de decir algo, pero él ya había comenzado a
transformarse en su lobo. En un momento estaba de pie frente a mí, su
sólido y amenazante masivo cuerpo sobre mí y en el siguiente, con el destello
de otro relámpago, estaba en cuatro patas, los pelos de su espalda erizados
con agresividad. Me dio un leve empujón con su hocico y agarré su gran
cabeza, besando el suave y húmedo pelaje entre sus ojos.
—Ten cuidado, ¿está bien? —Por favor, encuéntrala, Zane.
Encuentra a nuestra preciosa hija.
Lamió ligeramente mi cara y con un ágil salto desapareció en el
bosque.
Así como así, me quedé solo en la oscuridad pulsante con
electricidad, empapado hasta los huesos. Me sentí paralizado y seguí
mirando en la dirección en que Zane había desaparecido. Ahora que él se
había ido, me derrumbé por completo en el charco de fango a mis pies. Mis
lágrimas fluían mezcladas con las gotas de lluvia y estaba envuelto en un
vacío tan profundo que ni una sola célula en mi cuerpo quería moverse o
pelear contra la miseria.
SHIFTERS DE PUERTO SOMBRA
91
No sabía por cuánto tiempo había estado de pie en ese fangoso
charco, con el corazón pesado y roto, pero cuando la luz del amanecer
finalmente se deslizó entre las húmedas ramas del bosque, me arrastré hacia
adentro y cerré la puerta. Necesitaba encontrar algo en lo que ocuparme o
enloquecería. No habían pasado más que un par de horas desde que Zane se
había ido y yo dudaba que regresase pronto, pero saber que yo estaba
atorado aquí sin poder ayudar en la búsqueda solo alimentaba mi ansiedad.
Yo era completamente inútil y la cuna vacía que me devolvía la mirada
acusadoramente solo frotaba sal en la herida.
¿Cómo pude haberla dejado sola? ¿Cómo pude quedarme
dormido sin tenerla conmigo? ¿Qué clase de padre era? La culpa era
implacable.
Eventualmente, cuando el día avanzó y el encapotado cielo se
abrió para dejar entrar el sol de la mañana, recordé las palabras de Zane.
Tenía que hacer una barricada dentro del cobertizo y esperarlo, ¿pero que
utilidad tendría eso? De hecho, prefería que el monstruo regresase y me
tomase también. Al menos estaría con Aurora otra vez y tendría una
oportunidad para salvarla. Ahora, se suponía que debía protegerme y eso se
sentía como una traición hacia mi hija perdida. Yo no debía ser salvado. Yo
debía ser castigado por mi descuido.
De todos modos comencé a empujar un tosco banco de madera
hacia la puerta, en su mayor parte por respeto a los deseos de Zane que a mi
propia voluntad. Cuando finalmente bloquee la puerta, me tendí en el banco
y me enrosqué abrazando mis rodillas. Las bolsas que había empacado hace
SERENA STORM
92
unas pocas horas antes aún estaban alineadas cerca a la pared y sabía que
ahí estaba la comida, solo no tuve la fuerza para alcanzarla.
La espera era dura. El día avanzó y aún no hacía nada.
Ocasionalmente estallaba en otro brote de lágrimas y cuando me calmaba,
solo miraba fijamente las paredes de la habitación. No pude evitar que los
recuerdos inundaran mi cabeza. Zane meciendo a Aurora en sus brazos a la
luz de las velas en la noche, mientras yo preparaba un té de hierbas caliente
para él. Ambos dándole a ella un baño en una pequeña tina de madera,
afuera en el césped, a la luz del sol y sus risitas y retorcimientos en nuestras
manos, agua salpicando toda sobre nuestros regazos. A mí comiendo esas
funestas bayas y decidiendo salir por mi cuenta. Todo era tan vívido y
demasiado para soportar.
¿Éramos demasiado felices? ¿Merecíamos esto porqué le dimos la
espalda a todo y a todos los que conocíamos y solo vivíamos en nuestra
pequeña burbuja de felicidad? Cada objeto en la habitación contenía un
recuerdo, una historia, y ahora mismo estaba dispuesto a negociar con el
demonio para recuperar todo eso.
—Date prisa, Zane, —susurré al vacío que me rodeaba. Sin él, era
incluso peor. Nadie con quien hablar, nada que hacer para ayudar, sin
noticias de si él estaba bien. Empezaba a contemplar salir a buscar a Aurora
por mi cuenta, aunque sabía que la lluvia habría borrado todo rastro, así que
estaría vagando en lugar de realmente buscando, pero al menos sería mejor
que vegetar aquí.
Al final, una nueva y ligera lluvia comenzó a golpear contra el vidrio de
SHIFTERS DE PUERTO SOMBRA
93
la ventana y el techo y caí dormido otra vez. Las pesadillas se habían ido y
ahora eran remplazadas por una docena de diferentes escenarios en los
cuales estaba reunido con los dos amores de mi vida. Yo era fuerte, mucho
más fuerte en mi sueño y había esperado valientemente en lugar de
derrumbarme. Corría hacia Zane que regresaba con nuestra dulce Aurora en
sus brazos y entraba en un fuerte abrazo, casi aplastando a nuestra adorable
y sonriente bebé entre nosotros.
Las risitas venían y venían aunque la escena había cambiado en mi
sueño y ahora yo estaba recogiendo leña cerca al arroyo. La voz de Aurora
hizo eco desde los árboles, se elevó desde la tierra y surgió de los frondosos
arbustos de bayas, estaba en todas partes, obsesionándome, increíblemente
real y a la vez atemorizante.
No, eso no era un sueño. Realmente era ella, en algún lugar cercano,
algún lugar justo afuera. Me levanté sobresaltado y las risitas se fueron pero
no el sonido de arrullo que hizo. Estaba aquí. Mi bebé estaba justo afuera de
la puerta, ¡Zane la había encontrado! Él la había traído de regreso a nosotros
justo como lo había prometido.
Me levanté torpemente del banco ya que mi cuerpo entero estaba
rígido por la posición antinatural en la que había dormido y comencé a
empujar el banco fuera del camino. Zane me había instruido que no abriese
la puerta a nadie más que a él, y aquí estaba yo, siguiéndolas, aturdido por la
expectativa de verlos a ambos otra vez. Los tablones de madera de la puerta
se habían hinchado con la humedad y estaban atascados en su marco, así que
SERENA STORM
94
con impaciencia agarré el mango y comencé a jalarlo hasta que por fin cedió.
La puerta se abrió con un chirrido agudo y finalmente salí.
Al principio, la escena en la que salí no tenía sentido y por un momento
pensé que todavía estaba soñando, pero el frío penetrante de la noche
acercándose y el fresco viento que soplaba a mi lado eran demasiado reales
en mi piel. Definitivamente yo estaba despierto. ¿Entonces, qué era eso
frente a mí? ¿Dónde estaba Zane?
Aurora estaba tendida en un fangoso parche de césped, envuelta en su
amarilla manta de punto y con el mismo sombrerito que le había puesto para
dormir la noche previa. No estaba llorando. Sus ojos estaban enfocados en
alguna parte de las ramas sobre su cabeza y estaba haciendo los más dulces
murmullos como si estuviese conversando suavemente con ella misma. No
había señales de Zane.
Si yo no fuese su trastornado y afligido padre me habría detenido a
considerar lo extraño de todo eso antes de apresurarme a buscarla. Pero yo
era su padre y la vista de mi bebé perdida, tendida sola en el césped anulaba
cualquier otro instinto que tenía y me encontré corriendo hacía el pequeño
bulto y alzándola con mis temblorosas manos.
Estaba a punto de abrir la boca y decir todas esas palabras de amor y
alivio con las que mi mente rebosaba, cuando el golpe vino a mi nuca.
En un instante todo fue negro.
CAPÍTULO OCHO
ZANE
S
aqué la espina de mi pata con mis dientes y aunque la
sangre brotaba más fuerte que antes de la herida abierta,
no podía parar ahora, no cuando tenía una huella fresca
para seguir, así que me mantuve corriendo.
No me había detenido a descansar desde que dejé a Alex junto al
cobertizo y me lancé en la noche para atrapar a los ladrones que habían
tomado a Aurora. Sabía que ese sería Bein. Nos había escuchado
conversando el día anterior a que dejásemos Port Shadow y él
probablemente habría equiparado mi partida con la peor forma de traición,
tanto hacia la manada como hacia él en particular.
No solo había ayudado a un enemigo que se había escabullido entre
nosotros a escapar ileso, sino que me había ido con él, proclamándolo mi
compañero predestinado frente al hombre que aún me amaba. Bein no era
mi compañero predestinado y yo no era suyo y, sin embargo, su orgullo alfa
había sido gravemente herido. Había elegido un Omega, un enemigo sobre él
y él no iba a perdonar y dejarnos estar juntos. Él debía saber que la única
cosa que me heriría lo suficiente sería quitarme a mi hija, y con ella, mi
felicidad y razón para vivir.
Aunque al principio no había sido capaz de atrapar un olorcillo de algún
aroma familiar, al menos conocía la dirección en la que debía correr, así que
SERENA STORM
96
me dirigí hacía la costa, a Port Shadow, esperando acortar la distancia entre
nosotros. Había corrido un día entero, haciendo uso de alguna fuente de
energía supernatural que me propulsaba hacia adelante a pesar de mi
cansancio.
La puesta del sol se acercaba cuando finalmente reconocí su olor de
entre los demás aromas montañosos y rocosos. Definitivamente era él. Bein y
otro lobo. Aunque no pude encajar exactamente el olor de su compañero con
un rostro, era lo suficientemente familiar como para saber que era alguien de
los Silver Fangs.
Lo extraño era que por más que forzaba mi nariz, no podía captar el
dulce aroma de bebé de Aurora. Eso me ponía mucho más nervioso y me
forzaba a correr incluso más rápido. ¿Qué le habían hecho para ocultar su
olor? ¿Habrían pintado su suave y sensible piel con sangre de animal o la
habrían frotado con hierbas y resina de pino? Mi sangre hervía ante la idea y
presioné el terreno incluso más duro, ignorando completamente mi
sangrante pata.
Cuando el cielo se volvió naranja, luego fucsia, luego lavanda, fui
consciente de otro extraño fenómeno. El distintivo olor de Bein se estaba
volviendo mucho más intenso, mucho más rápido de lo normal. O bien me
estaba moviendo más rápido tras ellos, o se habían detenido a descansar, lo
cual sería lo esperado con una bebé en sus manos. Sentí como si los fuese a
alcanzar en minutos, pero me obligué a detenerme de todos modos. Tenía
que pensar en una forma de ocultar mi propio olor a medida que me
aproximaba a ellos o perdería cualquier ventaja que pudiese tener. Ellos eran
SHIFTERS DE PUERTO SOMBRA
97
dos después de todo y ambos olían a vigorosos Alfas.
Incluso después de haberme detenido, su olor seguía acercándose
hacia mí. ¿Qué demonios estaba pasando? ¿Por qué se estaban moviendo en
mi dirección? No tuve tiempo para esconderme. Ellos ya debían haberme
olido y regresaban para atacarme. No iba huir, así que planté mis patas en el
duro suelo y me agazapé en la alta y seca hierba, esperando. Mi corazón
estaba a punto de saltar fuera de mi pecho mientras escuchaba el silencio en
la oscuridad hasta que finalmente discerní sus alientos. Estaban tan cerca,
solo segundos separaban nuestro choque ahora.
Destellé mis colmillos en un gruñido y mis garras se dispararon
preparándose para el ataque. El pelaje de mi espalda se elevó y descendí
sobre mis patas traseras, listo para saltar hacia adelante.
Justo cuando la enorme silueta de un animal vino hacia mí a través del
aire, me empujé fuera del suelo y salté a su encuentro en medio del aire. Nos
enrrollamos en una bola, aterrizando y rodando en la hierba, cada uno de
nosotros tratando de conseguir estar sobre el otro y hundir sus colmillos en
los lugares vulnerables del otro. Un segundo lobo apareció y se unió a la
pelea, mordiéndome la nuca, su gorgoteante aliento resonando en mis oídos.
Estaba claramente dominado y aún seguí luchando bajo el peso de
ambos Alfas, empujando y arañando y mordiendo cada superficie que venía
en mi camino. Cuando permití que el miedo entrase en mi cabeza mi
cansancio había alcanzado su punto más alto y ya había comenzado a
imaginar a Alex desamparado solo en el cobertizo en los bosques, esperando
por mí y esperanzado en que trajese a nuestra hija de regreso. Estaba
SERENA STORM
98
perdiendo esta pelea. Él esperaría en vano. Le había fallado a él, a Aurora y a
mí mismo.
Se terminó.
Justo cuando estaba a punto de ceder al creciente dolor de mis heridas
y a la aplastante punzada en mi cabeza y sucumbir a mis atacantes, ellos
repentinamente rodaron fuera de mí y rápidamente se pusieron de pie.
Permanecí tendido en la hierba, demasiado débil para levantarme por mi
cuenta, esperando el golpe final, cuando vi a ambos comenzar a
transformarse en humanos.
Eso era insólito, ¿Por qué solo me cederían la ventaja? Cómo lobos, no
tenía oportunidad de ganarles, pero como humanos ellos serían blancos
fáciles para la fuerza de mi animal, sin importar que tan golpeado estuviese
en este momento. Pronto Bein y otro hombre, a quien reconocí como Kean,
un Silver Fang más viejo y uno mis aliados, y de Bein, más fuertes en la
protección de la frontera, estuvieron de pie ante mí completamente
humanizados.
Aurora no estaba a la vista. ¿Ellos serían lo suficientemente estúpidos
como para dejar sola y sin protección a una pequeña bebé en la naturaleza?
O peor… La idea era tan imposiblemente oscura que casi le disparo a mi
mente para bloquearla.
¿La habrían matado? ¿Es por eso que no había sido capaz de olerla?
Eso sería demasiado. Nunca volvería a Alex sería más tolerable que
regresar con tales noticias. Cedí a la transformación como la única forma de
hacer la temible pregunta.
SHIFTERS DE PUERTO SOMBRA
99
¿Dónde está mi hija?
Bein habló antes que mi pelaje se hubiese hundido por completo de
regreso en mi piel y mis colmillos se hubiesen revertido a la normalidad,
dientes tamaño humano.
¿Qué demonios pasa contigo, Zane? gritó y caminó hacia mí mientras
Kane posaba una apaciguadora mano sobre su hombro.
—Déjalo recuperar el aliento, —dijo Kean. —Estoy seguro que tuvo una
buena razón.
No podía esperar para que mi habilidad para hablar regresase a mi
garganta y tan pronto como sentí el aire vibrar contra mis cuerdas vocales,
grité, —¿Qué hicieron con ella?
—¿Ella? —Repitieron ambos, mirándose uno al otro y luego a mí
confundidos.
—¿Te golpeaste la cabeza o algo? —Bein preguntó, agachándose a mi
lado y extendiendo la mano para inspeccionar un corte en mi frente. Aparté
su mano.
—La bebé, —gruñí. —¿Dónde está ella?
—¿Qué bebé? ¿De qué estás hablando?
—No te hagas el tonto. ¿La mataron? jodidamente juro…
—¡Zane! ¡Contrólate! —Bein vociferó. —No sabemos nada sobre
ningún bebé. ¿Es por eso que nos atacaste? ¿Es por lo que huiste? ¿Nos
robaste una niña?
—¡¿Qué?! —Grité.
SERENA STORM
100
Tomé una respiración profunda entonces. Era obvio que estábamos
hablando de cosas totalmente diferentes. ¿Yo atacándolos? Allí había un
malentendido. Algo no estaba bien. Me senté y Kean ayudó a ponerme de
pie.
—Está bien, —comencé una vez que me calmé un poco, —¿Qué están
haciendo aquí entonces? ¿Y por qué me saltaste encima?
—Tú me saltaste, imbécil, —Bein clamó.
—Esperen. Esperen, ustedes dos, —Kean dijo calmadamente,
caminando entre los dos. Estaba claro que era el único con la mente clara
ahora mismo. —Vamos a sentarnos por un minuto. ¿Qué es todo esto sobre
un bebé?
—No puedo sentarme, —gruñí. —Tengo que encontrarla. Si ella no
está con ustedes, entonces…
—Vamos, cuéntanos qué pasó. Hemos estado en el camino por días
tratando de encontrarte. Al menos nos debes una explicación por
desaparecer de esa manera sin decir ni una palabra.
—Bien, me sentaré, pero solo por diez minutos. Cada momento que
estoy perdiendo aquí ella está alejándose aún más de mí y ni siquiera sé en
qué dirección comenzar a buscar a continuación.
Nos sentamos con las piernas cruzadas en la hierba, cada uno de
nosotros frotándose un punto adolorido o picoteando en una herida abierta.
Fui el primero en romper el silencio con impaciencia.
—Entonces, ¿quieren decirme qué demonios están haciendo
aquí?
SHIFTERS DE PUERTO SOMBRA
101
—Escuché que despegarías con el chico nuevo porque era un
completo fraude y quería arrebatarnos uno de nuestros cachorros. E incluso
más insano fue que él estuviese embarazado y tú perdiendo tu jodida cabeza
por eso y diciendo que no dabas una mierda por tu manada.
Estaba a punto de saltarle encima otra vez, cuando Kean elevó
una mano para detenerme.
—¡Espera! —dijo calmadamente. —Es verdad. Bein escuchó tu
conversación por casualidad y cuando desapareciste, la compartió con los
ancianos. Nosotros fuimos inmediatamente enviados a traerte de regreso y
hemos estado siguiéndote desde entonces, pero realmente nunca logramos
rastrearte.
—¿Pero por qué? —insistí. —¿Por qué querrían que regrese?
—¿Realmente piensas que los Silver Fangs son tan estrechos de mente
que no habrían aceptado a tu pareja predestinada? Pase lo que pase y bajo
las circunstancias que sean tenías que encontrarlo. Es un milagro que vale la
pena celebrar, no desterrarlo. Obviamente queremos resolver algo, para que
ustedes dos puedan ser felices en la isla Port Shadow en vez de huir. Lo que
hizo, falseando su camino para llegar a nuestra manada, no fue la más noble
de las acciones, pero no es imperdonable, especialmente cuando ahora está
vinculado a ti. ¿Supongo que no tienes idea de cuán importante eres para los
Silver Fangs?
No sabía que decir. De repente me sentí increíblemente pequeño y sin
valor por haber huido de mi propia gente en vez de darles más crédito.
SERENA STORM
102
—Ves, no robamos y matamos a tu bebé, imbécil, —dijo Bein y en este
momento, tan inapropiado como era, me reí. —Ahora cuéntanos todo sobre
éste asunto del bebé. ¿Eres padre o algo así? ¿Tu pequeño Omega dio a luz?
—Sí, —dije y sentí mi corazón calentarse ante la idea de Alex y Aurora,
mi pequeña familia. Luego les conté todo sobre nuestras dificultades, la
alegría de dar la bienvenida al mundo a nuestra hija, la hermosa vida que
habíamos creado para nosotros en el bosque, creyéndonos a salvo. Finalicé
con la oscura figura apareciéndose frente a Alex y nuestra decisión de dejar
atrás nuestro hogar y la tortura de descubrir que Aurora había desaparecido.
—¿Entonces quién puede tenerla? —Kean preguntó una vez que
finalicé.
—No tengo idea, —dije, esforzándome por ponerme de pie otra vez.
—Las únicas personas que sabían de su existencia eran los doctores y el
personal shifter de la clínica donde Alex dio a luz, pero no puedo pensar en
una razón por la que la raptarían. Todos parecían tan amables y serviciales.
Por supuesto, no sé absolutamente nada sobre los shifters en estos lugares.
Los acabamos de conocer.
—¿Y qué hay de Alex? —Dijo Bein. —¿Dónde está ahora?
—Lo dejé para que regrese al cobertizo. Le dije que bloqueara la
puerta y espere mi regreso. Oh Dios, probablemente está completamente
enloquecido ahora mismo. Ha sido un día entero y aún no tiene noticias mías.
—Debemos regresar ahí, —dijo Kean. —Incluso si, como tú dices, la
tormenta ha borrado todas las huellas, aún tendremos una mejor
oportunidad a partir de ahí que corriendo alrededor al azar. Definitivamente,
SHIFTERS DE PUERTO SOMBRA
103
también necesitamos verificar esa clínica, si, como tú dices, esas personas
son las únicas que sabían sobre Aurora.
—¿Qué quiere decir, nosotros? —Pregunté incrédulo.
—Vamos contigo, gilipollas, —gruñó Bein, levantándose del
suelo. Tan encantadoramente como lo había puesto, mi corazón aún estaba
lleno de gratitud.
—¿En serio?
—En serio, —confirmó Kean. —Eres uno de nosotros. Nuestro más
fuerte Alfa. No podemos simplemente dejarte aquí y regresar ahora que te
hemos encontrado. Y el hombre que amas está en problemas y tu bebé se ha
ido. ¿Qué clase de compañeros de manada seríamos si solo te diésemos la
espalda?
—Además —Bein adicionó con una sonrisa burlona, —necesitamos
llevarlos de regreso a los tres a Port Shadow, así ustedes perdedores puedan
tener su propia boda decadente y todos nosotros podamos disfrutar de su
felicidad.
—¡Bein! —Kean lo reprendió.
—Bien, —dijo Bein. —Sabes lo que quiero decir. Ahora vámonos.
Estaba empezando a ponerme un poco emocional con todo esto, así
que rápidamente comencé mi transformación. No podía dejarlos ver mi
expresión. ¿Cómo podía haber sospechado que Bein haría todas esas
horribles cosas que habían sucedido? Debí haberle dado más crédito a mi ex
y me sentí culpable y estúpido por juzgarlo mal.
SERENA STORM
104
Los dos pronto se unieron a mí en sus formas de lobo e iniciamos el
camino de regreso, siguiendo mis huellas aún frescas. Todos corrimos
durante la noche y entramos en lo profundo del bosque de pinos que
rodeaba Northwood Falls al amanecer. No podía esperar para llegar a Alex.
Seguí imaginándolo, acurrucado en la cama, exhausto, sus ojos rojos e
hinchados por todas las lágrimas, durmiendo y esperando mi regreso. La
imagen me dio fuerzas para seguir adelante a pesar del hecho que no había
tenido una oportunidad real para descansar.
Cuando cruzamos el pequeño arroyo y nos dirigimos hacia el cobertizo
que se encontraba del otro lado, tuve la desagradable sensación que algo no
estaba bien. Comencé a correr tan rápido que los otros dos lobos difícilmente
podían mantener mi paso. Cuando finalmente llegué al pequeño claro, los
primeros rayos de sol atravesaban el bosque y derramaban luz sobre la
devastación que reinaba sobre nuestro hogar.
Solté un largo y desgarrador aullido.
La puerta principal colgaba flojamente de sus bisagras rotas y sucia
ropa de bebé, trozos de platos rotos y sábanas desgarradas estaban
esparcidos dentro de la puerta así como por todo el camino hacia abajo por
la escalinata y sobre la hierba. La ventana estaba hecha añicos. Todo el lugar
parecía tan sombrío, silencioso y violado que no podía forzarme a dar otro
paso adelante.
—¿Qué pasó aquí? —dijo Kean, aturdido. Los dos ya estaba en forma
humana, pero mi dolor era tan grande, que prefería sobrellevarlo como mi
lobo, que era mucho más fuerte que mi humano. Lentamente avancé poco a
SHIFTERS DE PUERTO SOMBRA
105
poco dentro de la casa, con cuidado de no pisar cualquiera de nuestras
posesiones profanadas, y Bein me siguió, mientras Keane permaneció afuera
para mantener la guardia.
—¿Alex? —gritó Bein. —¿Alex? ¿Dónde estás?
Llamarlo fue definitivamente inútil. Él no estaba aquí. No había ningún
rastro de él.
Mi corazón se encogió al ver nuestra vida en ruinas, pero lo que más
me hirió fue notar los pedazos rotos de la cuna de Aurora apiladas en la
esquina e incluso algunos atascados en la chimenea, carbonizados. ¿Sería
posible que Alex se hubiese vuelto completamente loco por el dolor e hiciese
todo esto?
No, lo conocía demasiado bien. Él amaba esa cuna. Él había sido
atacado y yo no había estado aquí para protegerlo. Los había perdido a
ambos, al hombre que amaba y a nuestra hija, y yo estaba tan embargado
por la miseria que podía acabar con mi vida en ese mismo momento sino
fuese por la esperanza que aún podía encontrarlos y rescatarlos.
—¿Chicos? Tienen que ver esto, —La voz de Kean vino desde
afuera y ambos nos precipitamos hacia él. No podía pasar otro minuto dentro
de los despojos de un hogar de todos modos. Era como si alguien hubiese
balanceado un hacha a través de todos mis preciosos recuerdos aquí.
Kean estaba agachado, pasando los dedos sobre la hierba y
entonces los levantó hacia su nariz para olfatear. Entonces, finalmente
cambié a humano. Me gustase o no, necesitábamos hablar y necesitábamos
elaborar un plan.
SERENA STORM
106
—¿Qué es? —pregunté, mirándolo expectante.
—Creo que es sangre. ¿Crees que sea de Alex?
De inmediato sentí vértigo y mareo. ¿Cuánto más dolor sería capaz de
soportar? ¿No había sido suficiente que hubiese perdido la hija que amaba
más que a mí mismo? Finalmente, me ordené mantener un mejor agarre
sobre mis emociones. Antes de encontrar a Alex, siempre había sido el más
rudo y ahora que de repente era tan sensible estaba haciendo realmente un
mal trabajo controlándome y actuando como un Alfa.
Me acerqué y olfateé la oscura mancha roja en los dedos de Kean. No
había duda al respecto. Pertenecía a Alex.
—Oye, oye, —Bein puso una mano en mi hombro, —no asumas lo
peor. Solo es un poco de sangre. No ha sido mortalmente herido. Lo
encontraremos.
Kean se había levantado y estaba alejándose de nosotros, sus ojos
atrapados en el suelo.
—En realidad, —dijo él, —la sangre es algo bueno. Aparentemente, su
herida estaba goteando y ahora tenemos un nuevo rastro de gotas de sangre
para seguir. Vamos. Necesitamos apurarnos. La sangre no tiene muchas
horas. Aún podemos alcanzarlos.
Esto era bueno. Era realmente bueno, continúe diciéndome a mí
mismo. En momentos como este lo mejor era tener un propósito y una
dirección. Incluso si Alex había sido mortalmente herido, iba a buscar mi
venganza
Una nueva ola de fuerza me cubrió y salí volando hacía mi
SHIFTERS DE PUERTO SOMBRA
107
desaparecida pareja predestinada y al invisible enemigo.
CAPÍTULO NUEVE
ALEX
C
uando finalmente volví en mí, me tomó un tiempo darme cuenta
donde estaba. Desde el vistazo inicial a mí alrededor, supe que
no estaba en casa, pero no conseguí más pistas que esa. La
habitación era espaciosa y oscura y la débil luz venia de una pequeña y
estrecha ventana cerca del techo, podía decirse que la mayor parte estaba
vacía, excepto por algunos estantes a lo largo de las paredes.
¿Estaba en un sótano? ¿El sótano de quién?
De lo que estaba seguro era de qué estaba atado a una silla. Tenía un
terrible dolor de cabeza y mi nuca estaba palpitando con dolor en un punto
en particular, lo que me dijo que debí haber sido golpeado ahí. Cuando traté
de mover mis manos y pies, los sentí dolorosa y fuertemente restringidos a
los brazos y piernas de una maciza silla. Intenté balancearme hacia atrás y
hacia adelante esperando de alguna manera volcarla y romper la silla, pero
no se movió. Al parecer estaba atornillada al piso. Mi boca también estaba
encintada y no pude hacer un sonido más fuerte que un patético lloriqueo.
Poco a poco comencé a recordar la lluvia, la casa vacía, la pesadilla que
tuve, el llanto del bebé, y finalmente el golpe en mi cabeza. No tuve la
oportunidad de ver quién me secuestró, pero si ellos no me habían matado
hasta ahora, debía haber una buena razón para eso. De repente, también
SHIFTERS DE PUERTO SOMBRA
109
recordé a Aurora, abandonada en el fango, balbuceando suavemente,
cuando me agaché para recogerla y perdí el conocimiento.
¡No, espera! El suave balbuceo no era un recuerdo. Me di cuenta que
realmente podía escucharlo, ahora mismo, detrás de una puerta frente a mí.
¡Aurora estaba aquí! Repentinamente olvidé todo sobre mi extraño
predicamento. No me importó estar atado y que cada parte de mi cuerpo
estuviese magullado o que mi estómago se revolviese por no haber comido
nada en todo el día. Mi bebé estaba aquí y sonaba bien. Eso es todo lo que
necesitaba saber para darme la fuerza para elaborar un plan que nos saque a
ambos de aquí.
Luego recordé a Zane y lo imaginé regresando y encontrando nuestra
casa vacía y mi pecho se oprimió en un doloroso espasmo otra vez. ¿Cómo
podía advertirle que me espere ahí y no venga detrás de nosotros? Incluso si
lograba salvar a Aurora y alejarme de aquí, ¿cómo encontraría mi camino de
regreso a él otra vez? ¿Y si nos estaba buscando en una dirección
completamente opuesta? Para comenzar, no tenía idea en lo absoluto de
dónde estaba en este momento.
¿Si nunca nos reuníamos nuevamente? ¿Si no conseguía sacar a
nuestra bebé de las manos de nuestros captores? ¿Si…?
Mis pensamientos fueron cortados por el rechinido de las oxidadas
bisagras de la puerta. Estreché los ojos y distinguí una larga figura entrando
en la habitación, la oscura silueta delineada por la cálida luz de un fuego en
algún lugar de la habitación detrás de él. Estaba cargando una bandeja de
comida.
SERENA STORM
110
Dos olores dolorosamente familiares me golpearon a la vez en el
momento que abrió la puerta. El primero era el de Aurora. Sí, ella estaba ahí,
en la otra habitación, y ella estaba en calma. El otro era de Alvir, el Alfa de los
Black Ridgebacks, el hombre ahora de pie frente a mí.
Mi aliento quedó atrapado en mis pulmones.
—Buenas noches, Alex, —dijo él con una calma inquietante como si
nos hubiésemos separado solo hace algunas horas. No podía ver su rostro, la
que estaba oscurecida por la sombra, pero podía imaginar sus profundas
arrugas, la desgastada piel y sus brillantes ojos negro-aceituna. Su plateado
cabello probablemente aún estaba atado en una elaborada trenza en la nuca
y sus incisivos sobresalían de su boca incluso cuando estaba en forma
humana. A pesar de su avanzada edad, aún era el lobo más fuerte entre los
Black Ridgebacks y el legítimo líder de la manada.
Solo resoplé en respuesta ya que no podía decir más con la cinta sobre
mi boca.
Una vez que se movió más cerca de mí y se alejó del rectángulo de luz
de la entrada, mis ojos se agrandaron ante la escena que se estaba
desarrollando a sus espaldas. Una mujer, Thyra, su esposa, estaba agarrando
a Aurora en sus nudosas manos, acariciando su escaso cabello rubio y
cantando una canción de cuna. Ella parecía completamente preocupada con
mi bebé y la miraba como una maniática. Me di cuenta que probablemente
este era el primer bebé que Thyra había sostenido en los últimos veintitrés
años. El último había sido yo.
Sacudí la silla sin efecto alguno. El saber que Aurora estaba tan cerca y
SHIFTERS DE PUERTO SOMBRA
111
aun así no podía alcanzarla me estaba volviendo loco y me hacía sentir como
un animal salvaje atrapado en una jaula de acero.
—Te traje la cena, —continuo Alvir, —aunque en realidad no mereces
tal cortesía.
Jaló una silla frente a la mía y puso la bandeja sobre su regazo luego
retiró la cinta de mi boca con un rápido desgarro. Ni siquiera reconocí el
ardiente escozor sobre mis labios.
—¡Aurora! —Grité. —¡Papi está aquí, cariño!
—Cállate, —Alvir gritó, abofeteando mi rostro. —Una palabra más y
cierro la puerta, así no serás capaz de verla.
Retrocedí en mi asiento, por la bofetada y por la amenaza. Iba a seguir
sus reglas. No perdería de vista a mi hija otra vez. Cuando Alvir habló mis ojos
estaba sobre la bebé, aunque con cuidado registré cada palabra. Necesitaba
explicaciones tanto como necesitaba ver a mi pequeña.
—¿Entonces, por dónde empiezo contigo? —dijo Alvir, alimentándome
con una cucharada de alguna suave mezcla que desafortunadamente no
pude rechazar. —¿Cómo hago siquiera para comenzar a decirte lo
decepcionado que estoy contigo? Sabías perfectamente bien cuán
importante era tu misión. La supervivencia de nuestra manada dependía de ti
y no solo fallaste miserablemente, elegiste traicionarnos a todos y estar del
lado del enemigo. ¿Al menos tienes algo que decir primero?
Estaba dividido. Por un lado, él tenía razón. Yo era culpable de cada
cosa que él había dicho, pero por otro lado, había tenido tanto sentido y
SERENA STORM
112
felicidad, que no me arrepentía de mis decisiones ni un poco. Alvir empujó
otra cucharada en mi boca y tragué con dificultad antes de hablar.
—Nunca me dijiste nada sobre las parejas predestinadas, Alvir. Nunca
supe que había alguien para mí ahí afuera que me completaría. Con quién se
supone viviría el resto de mi vida. Crecí creyendo que todo eran un cuento de
hadas, una historia romántica de tiempos pasados.
—¿Parejas predestinadas? ¡Ja! —Resopló Alvir— ¿Es esa tu excusa por
abandonar a tu gente y hacernos esperar, día tras día, por tu regreso?
—¡Tú me pediste robar un niño! ¡El hijo de alguien más! ¿No has
tenido tus propios niños para saber cuán equivocado es eso? ¿Y cuál era tu
plan una vez que trajese ese bebé? ¿Qué simplemente corriese al siguiente
destino que me enviases y raptase otro bebé? ¿Es así como pensabas evitar
que nuestro clan desapareciese?
¿Quién eres tú para preguntar cuál era mi plan para el futuro del
clan? No has vivido la mitad del tiempo que yo tengo, tú no tienes idea…
—Si solo dejases a la gente ir a buscar su pareja predestinada,
todos nosotros tendríamos nuestros propios bebés. No necesitaríamos
recurrir al robo, haciendo enemigos a la derecha y a la izquierda, los que
tarde o temprano vendrán tras nosotros.
—¿Dejarlos ir? —Alvir gritó, y en su ira, lanzó el tazón de sopa
contra la pared donde salpicó y se sacudió al piso, despertando a Aurora. Ella
comenzó a gritar en los brazos de Thyra y me sacudí violentamente otra vez,
intentando aflojar mis ataduras y llegar a ella. Thyra se levantó de su asiento
y comenzó a mecer a la bebé, desapareciendo de la vista.
SHIFTERS DE PUERTO SOMBRA
113
—¿Dejarlos ir? —Repitió Alvir, con más calma ahora. —¿Y qué?
¿Dejar que se enamoren y dejar la manada atrás, encontrar nuevos hogares,
abandonar a su gente y empezar sus propias manadas? ¿Qué clase de plan
idiota es ese? Mi único error fue, de todas las personas, enviarte a ti para
llevar a cabo nuestra misión. Nunca me perdonaré por eso. Y sobre todo,
nunca te perdonaré, pero al menos nos has dado un niño de todas formas,
así que con el tiempo, tal vez empiece a olvidar lo que hiciste.
—¡No te he dado nada! —Protesté. —Aurora no es de ustedes
para tomarla y moriría antes de verla criada como yo, en opresión y el
engaño, entre ustedes, tristes ancianos.
—¿Desde cuándo eres tan resuelto? Espero que entiendas que
no tomas las decisiones por aquí. Solo espero que la pequeña Aurora crezca
un poco más obediente que tú.
Me sentía tan impotente en este momento, mis palabras
quedaron atoradas en mi garganta seca cuando la aparición de las lágrimas
les impidió salir. Logré recuperar el control, sin embargo. No le daría la
satisfacción de verme derrotado. Aún no estaba derrotado. Tenía que haber
una forma de sacarnos de aquí.
—Bien, eso no importa más, —siguió. —Es algo bueno que Thyra
y yo nos diésemos cuenta que no regresarías y fuésemos tras de ti. Es bueno
que te atrapásemos a tiempo, cuando la pequeña Aurora es aún una bebé y
no recordaría nada. Mañana, todos volveremos a Shady Green donde
podemos comenzar a entrenarla y pensaré en un castigo apropiado para ti.
—¿Por qué no simplemente me matas entonces?
SERENA STORM
114
—¿Estas bromeando? —se rio espeluznantemente. —Si mato a
uno por cada nuevo que obtenemos, ¿cómo crecería la manada? —Entonces
se levantó de su silla y otra vez puso la cinta adhesiva sobre mi boca. Por lo
visto él había terminado conmigo, así que fue a recuperar el tazón de la
esquina, sin molestarse en limpiar el desastre que había hecho. —Te sugiero
descansar ahora, —dijo él antes de cerrarme la puerta nuevamente. —
Tendremos un largo camino por recorrer mañana. Hemos pedido ayuda para
encontrarnos aquí en la mañana para ayudar a escoltarlos a ustedes dos de
regreso a casa.
La puerta crujió al cerrarse y fui dejado solo en la oscuridad otra
vez. Mi mente comenzó a trabajar frenéticamente. Se hizo tarde, con todo lo
que me dijo. Aún tenía unas pocas horas para elaborar un plan. Esta noche
solo eran dos por superar, mañana sería irremediablemente superado en
número. Tenía que actuar rápido.
El siguiente par de horas pasaron como una eternidad. La única
forma que tuve de asegurarme que el tiempo realmente estaba avanzando
fue observando la pequeña astilla de cielo nocturno en la estrecha ventana
sobre mi cabeza. Sabía cómo leer las estrellas, pero sin un contexto, no podía
decir realmente cuáles estaba mirando, al menos el cielo estaba despejado,
así que pude elegir una estrella y seguir su progresión a través del marco de
la ventana.
Escuché cada pequeño sonido que venía de la otra habitación.
Fui capaz de escucha a Alvir y Thyra hablando, pero no había podido darle
ningún sentido a la mayor parte de sus palabras susurradas. Lo que más
SHIFTERS DE PUERTO SOMBRA
115
había necesitado escuchar, sin embargo, fueron los tranquilos sonidos que
Aurora hizo. Se había calmado rápidamente después del arrebato (ella era
una bebé tan dulce, nunca lloraba por horas), pero ahora probablemente
estaba dormida ya que no la escuchaba en lo absoluto.
Pronto los estruendosos ronquidos de Alvir atravesaron el
silencio y yo estaba sorprendido que Aurora no se despertara con el sonido.
¡Que pequeña tan resistente era ella! Al menos tenía un plan ahora y solo
estaba esperando para asegurarme que todos estuviesen dormidos. En
realidad lo que estaba a punto de hacer era tan simple, me pregunté cómo
no había pensado en ello antes o cómo Alvir había descuidado la posibilidad.
Tal vez esperé otra media hora antes de comenzar mi
transformación. Ya que era un Omega, el cuerpo de mi lobo era mucho más
pequeño que el de un Alfa y tan pronto como mis manos y pies cambiaron a
patas, fácilmente los deslice fuera de las apretadas restricciones. Salté al piso
y aunque era asqueroso, lamí lo que quedó de la sopa en el piso para que mi
agotado cuerpo tuviese al menos algo de combustible. No lo habría
soportado en forma humana, pero el animal no protestó demasiado.
Regresé a la forma humana y presioné mi oreja contra la puerta,
atento a algún cambio en Alvir y la respiración de Thyra. Aunque Alvir ya no
roncaba, ellos aún estaban profundamente dormidos a juzgar por sus
respiraciones, así que comencé a presionar lentamente la manija de la
puerta, aunque sabía que la desagravie puerta vieja podría delatarme con su
chirrido.
SERENA STORM
116
Como lo esperaba, crujió y me congelé. Prácticamente podía
escuchar los latidos de mi corazón en mis oídos. Al menos mis manos estaban
firmes. Saber que ésta era mi única oportunidad de escapar me hizo aún
mucho más determinado. Seguía sin escuchar nada a parte de un pequeño
hipo que Aurora hizo entre sueños. Me recordé a mí mismo que no debía
apresurarme ahora que estaba tan cerca de ella mientras avanzaba poco a
poco, de lado, por la rendija que había logrado hacer en la puerta.
El fuego que había iluminado previamente la habitación estaba
muriendo en la chimenea y mi cuerpo proyectaba una larga sombra a través
de la habitación. Miré alrededor y al principio no vi ningún cuerpo durmiendo
en el escasamente amueblado y tenuemente iluminado espacio. Cuando mis
ojos aterrizaron en una canasta de rattan cerca a la chimenea, supe que
había encontrado lo único que me importaba en ese momento. Aurora
estaba durmiendo pacíficamente dentro.
Tal vez me volví un poco más impaciente entonces y empecé a caminar
un poco más rápido hacia mi objetivo, porqué un inesperado siseo, apenas
un susurro, me detuvo al instante en mi camino. Antes de poder comprender
lo que estaba sucediendo, una enorme mano aterrizó en mi boca, mientras
otra se envolvía en mi cintura por detrás.
En ese momento, algo en mí murió. Había desperdiciado mi
oportunidad. Había sido atrapado.
Instintivamente comencé a luchar contra el apretado agarre de mi
captor y tan pronto como logré hundir mis dientes en la mano que se
presionaba sobre mis labios y conseguí que se afloje, di un fuerte grito.
SHIFTERS DE PUERTO SOMBRA
117
Todo comenzó a suceder tan rápido después de eso, pensé que estaba
soñando.
La bebé comenzó a llorar histéricamente en su canasta, sobresaltada
por mi voz. Rápidamente me giré para encarar al enemigo y protegerla detrás
de mi espalda, cuando me di cuenta que para nada era Alvir.
Era Zane. Y él no estaba solo. De algún modo él y otros dos hombres
habían logrado escabullirse dentro de la habitación. Estaba tan sorprendido
de verlo otra vez (y aquí de todos los lugares) que por un momento no supe
cómo reaccionar y pareció como si el tiempo se hubiese detenido.
Luego todo comenzó a desenvolverse con tal velocidad, que apenas
pude mantener el ritmo. Alvir saltó desde una oscura esquina en su forma de
lobo, gruñendo e inmediatamente derribando al suelo a uno de los
acompañantes de Zane antes que él siquiera tuviese la oportunidad de
cambiar. Fue directo a su garganta, amenazando con hundir sus centellantes
colmillos dentro de la tierna carne humana.
Zane y el otro hombre inmediatamente también cambiaron y saltaron
para detener el mortal ataque. No pude apartar mis ojos del derramamiento
de sangre. Ellos eran dos contra uno, pero el lobo de Alvir era al menos dos
veces más grande que el de los otros y pronto la sangre se disparó por todo
el lugar.
El hombre que primero había sido atacado había perdido la conciencia
y ahora todo era entre Alvir y los otros dos. Pelaje teñido con sangre volaba
sobre los cuerpos de los lobos peleando y no pude ver más. Sin embargo,
SERENA STORM
118
parecía que Zane y su amigo estuviesen logrando superar la ferocidad de
Alvir.
Sabía que sería inútil cambiar y unirme en su ayuda. Yo era un Omega y
no tenía lugar en una pelea real. Cuando finalmente recuperé mis sentidos,
recordé la bebé. Al menos debí ponerla a salvo fuera de aquí. Estaba a punto
de darme la vuelta y cargarla, cuando…
—¡Alto! —La fuerte voz de Thyra se elevó sobre la conmoción. —¡Alto
o la arrojaré!
Todos nos volteamos a ver en su dirección y yo estaba horrorizado al
verla sosteniendo a Aurora sobre las ardientes brasas del fuego.
Ese fue justo el momento de distracción que Alvir había estado
buscando. Balanceó su poderosa pata y envió al amigo de Zane volando
contra la pared, donde se deslizó en un montón con un fuerte sonido de
gorgoteo. Su siguiente blanco era Zane. Lo vi arañar el rostro de Zane con sus
garras, dejando profundos y sangrientos surcos en su pelaje y fue ahí cuando
finalmente supe que no podía solo sentarme y observar, completamente
inútil tanto para Zane como para Aurora.
Aurora. Mi pequeña bebé estaba colgando de hilo sobre un fuego.
Mi instinto de padre me pateó con todas sus fuerzas y, Omega o no,
cambié y volé sobre la endemoniada mujer que sostenía a mi hija. La derribé
y con mi visión periférica vi el pequeño cuerpo de Aurora volando por el aire
cuando Thyra la lanzó por la habitación. Comencé a correr en su dirección,
dándome cuenta que nunca la atraparía a tiempo, cuando Zane se lanzó a sí
mismo lejos de Alvir y corrió bajo la bebé, justo cuando ella estaba a punto
SHIFTERS DE PUERTO SOMBRA
119
de golpear el suelo, arriesgando su propia vida. Él la atrapó con seguridad en
su espalda y la deslizó hacia mí cuando Alvir se le acercó desde atrás.
Tan pronto como ella aterrizó sobre mí, instintivamente agarró mi
pelaje con sus pequeñas manos de bebé, corrí fuera de la habitación a la
fresca noche, afuera de la aislada casa. Sin perder el tiempo regresé a la
forma humana y ya estaba llorando mientras sostenía fuertemente a mi bebé
en mi pecho, cubriendo su bella cabecita rubia con febriles besos
—Está bien, va estar bien, —continué susurrándole, mientras mis ojos
volvían a la puerta, esperando mi destino. Los sonidos de violentos golpes,
porrazos y siseo que venían desde adentro erizaban mi cabello con horror. La
pelea aún continuaba con toda su fuerza, solo que ahora eran dos contra
uno, ese uno sería Zane.
De repente, todo se quedó en calma. Se terminó.
Me preparé para correr en caso Alvir saliese invicto, pero mis pies no
querían moverse. ¿Y si fuese Zane y me hubiese alejado? ¿Si él estaba
muriendo? No pude soportar la idea de nunca volver a verlo, especialmente
ahora que él había arriesgado todo para salvarnos tanto a mí como a nuestra
bebé.
Eventualmente, una figura salió lentamente, arrastrando los pies sobre
la tierra. Reconocí al hombre que primero cayó víctima de Alvir. No pude
contenerme más y caminé hacia él, apretando la bebé fuertemente a mi
pecho. Me incliné para ver cómo estaba y qué tan mal herido se encontraba,
cuando una mano posó en mi hombro.
—No vayas a gritar esta vez, ¿de cuerdo? Solo soy yo.
SERENA STORM
120
Levanté la cabeza y vi los maravillosos ojos de color miel de Zane. La
sensación de alivio fue tan intensa, que estallé en lágrimas, mi cuerpo entero
estremeciéndose con gratitud.
—Oh, Zane… —No logré decir nada más. Entonces me tomó en sus
brazos y me derrumbé contra su masivo cuerpo, sosteniendo a la bebé en
alto para que él la viera y la besara. Él acarició con su nariz el pequeño rostro
y ella rió en respuesta, inconsciente a todo lo que había sucedido en los
últimos minutos.
Detrás del hombro de Zane, vi a su otro amigo deslizándose
lentamente fuera de la casa y acomodándose cerca del primero.
Estuvo bien. Finalmente esto iba estar bien. No inmediatamente. No
ahora. Pero los tres finalmente estábamos exactamente dónde se suponía
que debíamos estar, cada uno en los brazos del otro, así que todo lo demás
seguramente caería en su lugar.
Me puse de puntillas y besé al hombre que había salvado mi vida y la
de nuestra preciosa hija.
CAPÍTULO DIEZ
ZANE
V
amos a parar aquí por un rato, —dije. —Todos podemos
descansar un poco.
Podía sentir que todos estaban cansados, Kean y Bein
desde sus heridas y Alex de cargar la bebé. Yo parecía estar en la mejor
forma, así que continué corriendo en círculos alrededor de los cuatro,
asegurando los lugares mientras viajábamos de regreso a Port Shadow. No
pensaba que estuviésemos en peligro, pero cuatro hombres cubiertos con
sangre seca y suciedad y cargando un bebé era una vista muy sospechosa si
algún humano nos veía. Era más seguro permanecer alejados de los caminos
principales y estar alerta.
Tan pronto como alcanzamos Northwood Falls, fuimos a lavarnos
en el bosque y rentar otro camión para alcanzar la costa más rápido. Todo
venía tan fácil ahora que volvíamos a estar juntos y seguí robando miradas a
Alex y la pequeña Aurora en sus manos. Ella era una bebé resistente. Dudaba
que ella incluso recordara lo que ya había pasado a su tierna edad, pero de
ahora en adelante juré darle la infancia más segura y feliz posible.
—¿Pero no es éste…? —Dijo Alex con la voz quebrada. —No creo
poder regresar ahí, Zane.
—No lo haremos, —dije. Simplemente entramos en el bosque
dónde nuestro pequeño hogar solía estar, pero ahora yacía en ruinas. Sería
SERENA STORM
122
demasiado para ambos verlo. Estaba determinado a dejar atrás el pasado y
evitar que Alex viese lo que le había sucedido al cobertizo. Lo único que
quería era mantener todos nuestros recuerdos. —Nos detendremos cerca del
arroyo, conseguir un poco de agua y lavarnos un poco. Aurora debe necesitar
un cambio también.
—Lo necesita, —dijo él, arrugando la nariz cómicamente. —De
acuerdo, un descanso no suena como una mala idea.
Llegamos al arroyo con sus murmurantes aguas cayendo en
pequeñas cascadas, las rocas en sus orillas estaban cubiertas por un denso
musgo verde y hojas de otoño que las convertían en perfectos cojines para
sentarse.
—Mientras ustedes la cambian, —dijo Kean. —Creo que debo
explorar el bosque por algo para comer. Juro que voy a colapsar en cualquier
minuto si no como algo.
Bein observaba a Alex, quien estaba hábilmente desenvolviendo
el trasero de Aurora y preparándose para lavarla en la corriente, y luego miró
a Kean quien rápidamente desapareció entre los árboles.
—¡Espera! —lo llamó. —Ningún trasero con popó para mí, por favor.
Voy contigo.
Me reí entre dientes. Bein no pudo salir de ahí lo suficientemente
rápido. Me preguntaba qué haría cuando le llegara la hora de tener su propio
hijo. Probablemente él sería uno de esos padres que nunca ayudaba con las
alimentaciones y los cambios de pañal. Yo, por el otro lado, no me
molestaban estos rituales ni un poco. Nada sobre mi hija podría nunca
SHIFTERS DE PUERTO SOMBRA
123
apartarme. Fui a ver cómo le iba a Alex con ella.
—¿Está todo bajo control aquí? ¿Necesitas algo de ayuda? —pregunté
casualmente.
—No, casi termino, —dijo él. —Es tan gracioso, Zane. Cuando ella no
estaba con nosotros, creo que podría haber dado todo lo que poseía solo por
la oportunidad de cambiarla una vez más. Ahora no puedo creer que hubo un
tiempo que pensé que me molestaría.
—¿Tú pensabas eso? No sabía...
—Bueno, no con ella exactamente, pero cuando trabajaba en la
guardería, siempre solía encontrar excusas para alejarme y nunca hacerlo—
Me reí, imaginándolo, confundido e inexperto, con docenas de bebés
gritando en sus manos. Ahora era tan natural para él, mi corazón se llenó con
amor cuando vi lo bien que manejaba todas las necesidades de la bebé.
—Está bien entonces, —dije en un momento, cuando finalmente dejé
de mirarlos con una sonrisa idiota pegada en mi cara, —voy a encontrar algo
para llenar con agua, si tú vas a estar bien aquí por tu cuenta.
—Seguro, seguro, ve. Estaremos bien aquí, ¿no es así? —Empezó a
hacer cosquillas en el pequeño estómago de Aurora y ella se rió con él.
Tan difícil como era arrancarme de la bella escena, tenía una agenda.
Me alegró que estuviera ocupado con nuestra hija y que los otros dos fueran
por comida. Necesitaba actuar rápido antes que regresen. Quería que el
momento sea perfecto y para mí eso significaba que solo Alex, Aurora y yo
debíamos compartirlo.
SERENA STORM
124
Nunca los perdí de vista mientras buscaba en el bosque los objetos
apropiados. Cada pocos pasos que daba, regresaba para asegurarme que los
dos aún estaban cerca al arroyo y que estaban a salvo.
El bosque otoñal no proveía mucho material para escoger. Líquenes,
musgos, conos de pino y húmedas, pedazos de corteza cubiertas de hongos.
Nada de eso funcionaba. Pateé la tierra para revelar lo que había debajo,
esperando encontrar una bonita piedra, pero no encontré más que unos
cuantos gusanos y un escarabajo muerto. La concha del escarabajo era lo
suficientemente brillante, pero todavía no se sentía correcto.
No podía pedirle a Alex que se case conmigo, dándole un pedazo de
animal muerto.
Seguí buscando pacientemente y finalmente mis ojos aterrizaron en un
pequeño arbusto, metido entre algunas matas de avellanas. Había perdido
todas sus hojas, pero sus delgadas y ágiles ramas estaban cargadas con
brillantes bayas rojo rubí que no reconocí.
Eso lo haría, pensé, y arranqué una pequeña rama con una sola baya
roja en ella. La enlace y moldeé en un anillo, entonces la baya brilló sobre ella
y la até con un pedazo de delgada y fuerte hierba. Estaba a punto de
regresar, feliz con mi creación, cuando noté un tronco de pino frente a mí. El
tronco tenía una rama recientemente rota y el punto estaba sangrando con
una resina ámbar. La toqué con cuidado, para no arruinarla, pero resultó que
ahí ya se habían formado algunas piezas solidas alrededor de la herida.
Lentamente desprendí dos pequeñas bolas transparentes de resina
que brillaban con la luz del sol y las hundí en la piscina de resina aún líquida
SHIFTERS DE PUERTO SOMBRA
125
en el corazón de la herida. Luego las adjunté a cada lado de la baya roja y el
anillo quedó completo. Una aterciopelada banda de corteza marrón oscuro
con dos piedras de ámbar y un rubí. Esto encajaría perfectamente con mi
hermoso novio.
De puntillas regresé al lugar donde Alex estaba sentado de espaldas a
mí, pero tan pronto como estuve a unos cuantos pies, se dio la vuelta
alarmado al oír que me aproximaba, sujetando con fuerza a la bebé en sus
brazos. Se relajó cuando vio que era yo, pero sabía que pasaría algún tiempo
antes que pudiera dejar de estremecerse y girar con cada sonido.
—¿No encontraste nada? —preguntó.
—Lo hice.
Elevó las cejas burlonamente. —Es una muy pequeña botella de agua si
puedes esconderla en tu puño.
Ni siquiera pude dar una respuesta decente. Estaba tan abrumado por
la emoción de lo que estaba a punto de hacer que apenas lo escuché. La
adrenalina corrió a mi cabeza y aunque estaba más que seguro de su amor,
todavía estaba nervioso como un escolar. ¿Es así como se sentía todo
hombre antes de proponerse al amor de su vida? ¿Y por qué seguía teniendo
repentinos destellos de él diciendo no? Probablemente era el miedo a lo
desconocido hablando.
Finalmente, tomé una profunda respiración. Era el momento
adecuado. Era la persona correcta. Tenía el anillo perfecto y mi corazón
estaba cantando.
SERENA STORM
126
—Alex, —dije, cayendo a mis rodillas frente a él, sonriendo al ver sus
ojos redondearse y enormes por la sorpresa y llenarse con la súbita emoción,
—¿me harías el hombre más feliz del mundo y pasarías el resto de tu vida
conmigo?
Una vez que la pregunta fue hecha, finalmente me llené con una
profunda sensación de paz, especialmente cuando lo vi uniéndose a mí sobre
sus rodillas en el suelo. Sosteniendo la bebé con una mano, suavemente
acarició mi áspera mejilla con la otra.
—Sí, —susurró él, sonriendo, y entonces un poco más fuerte, —¡Sí, sí,
sí! —Hasta que gritó, —¡Sí! —con toda la fuerza de sus pulmones. Aurora
comenzó a sollozar y ambos reímos, cayendo en los brazos del otro y al
mismo tiempo haciéndola rebotar para calmarla.
Entonces deslicé el anillo en su dedo y lo miró fijamente como si fuera
la más extraordinaria cosa que jamás había visto.
—Jamás vi algo más hermoso, algo que sea más… tú. ¡Gracias, Zane!—
—Te lo mereces. No puedo esperar para convertirnos oficialmente en
una familia.
—Yo tampoco.
Debe haber sido extraño para Kean y Bein regresar y vernos
sosteniéndonos el uno al otro, riendo y llorando al mismo tiempo.
Caminaba hacia la cabaña, volviendo del hermoso prado escondido
entre los bosques, donde la ceremonia de la boda estaba a punto de tener
lugar en menos de una hora. Los preparativos estaban en pleno apogeo y
toda la comunidad Silver Fang se había reunido para ayudar. La gente
SHIFTERS DE PUERTO SOMBRA
127
arrastraba bancos desde la cocina principal y los decoraban con flores
frescas, ramitas de pino y cintas. El arco de la boda ya estaba erigido y
decorado con ramas de árboles, salpicadas de bayas y blancas flores
silvestres.
Elise se encargó de la supervisión de todo el evento y me alegré que
hubiésemos podido dejar todo en sus expertas manos. Parecía haber
pensado en todo. La cocina principal dónde la recepción tendría lugar
también fue decorada con plantas y flores, y bandejas de comida habían sido
sacadas para el festín. Los cocineros no pararon de trabajar toda la noche,
rostizando la caza y horneando dulces, tortas y pasteles.
Cuando me di cuenta que realmente nadie necesitaba de mi ayuda
para nada, me escabullí para ver como estaba mi novio. Había estado listo
por horas en mi traje, pero el parecía estar tomándose un dulce tiempo en la
cabaña, probablemente vistiendo a la pequeña Aurora como un ángel en su
diminuto vestido. Él definitivamente necesitaba un pequeño empujón para
apurarse.
Me sentía anormalmente calmado antes del gran evento. Por lo que
había escuchado la gente siempre estaba temblando de nervios el día de sus
bodas, pero yo estaba tan seguro de mi elección y tan feliz en anticipación
por lo que estaba a punto de suceder, que ningún oscuro pensamiento, duda
o remordimiento cruzó por mi mente. Yo simplemente estaba zumbando de
emoción.
—Alex, —llamé con la mano en la puerta del dormitorio. —¿Estás listo
ahí?
SERENA STORM
128
—¡Zane! ¡Por el amor de Dios! ¡Sal de aquí! —dijo él, aparentemente
enloquecido.
—Estoy entrando, —anuncié, lo ignoré, y entré en la habitación,
sosteniendo una mano sobre mis ojos.
—¿Qué estás haciendo? ¿No sabes que es de mala suerte vernos el
uno al otro antes de la boda?
—Estás bromeando, ¿cierto?
Atisbé entre mis dedos y cuando lo vi, mi mano cayó a mi lado.
—Te ves tan guapo, —susurré reverentemente.
Él estaba vistiendo un traje de color plata claro y una fresca camisa
blanca, un ramillete de flores blancas metido en el ojal sobre su corazón. Su
cabello estaba cuidadosamente estilizado, pero estaba despeinado en lugar
de pulcramente dividido y simplemente podía comerlo. Estaba tan elegante
con sus mancuernas y brillantes zapatos.
—También tú, —y se sonrojó. Era adorable que aún se sonrojara en mi
presencia incluso después de todo lo que habíamos atravesado.
No pude resistir entonces. Me acerqué hacia él y lo volteé,
presionándolo fuertemente contra mi caliente cuerpo, con deseo. Tenía que
tenerlo en ese mismo momento y ahí. Mi ruborizado novio. Enterré mi
cabeza en su cuello, besando y lamiendo su deliciosa piel. Sentí su piel
erizarse bajo mi toque y se estremeció ligeramente en mis brazos.
—Zane, sabes que no se supone que… ¡Oh Dios! Mierda, Zane, se
supone que no…
Se quedó sin palabras y simplemente gimió cuando froté mi enorme
SHIFTERS DE PUERTO SOMBRA
129
erección sobre su apretado trasero, mi mano bajando hacia el considerable
bulto en el frente de sus pantalones, dándole un ligero tirón.
—¿Me estás diciendo que te estás guardando para nuestra primera
noche como marido y marido? —dije, mientras que al mismo tiempo bajaba
su cremallera y metía mi mano dentro, agarrando con fuerza su palpitante
erección.
—Yo… Yo no… —él tartamudeó y entonces soltó un fuerte gemido. —
Oh, ya tuvimos un hijo por el amor de Dios. Solo sigue, ¡por favor!
Retiré mi mano y él gimoteó desesperadamente. No iba a torturarlo
mucho, no teníamos tiempo para eso en este momento. Todos estaban
esperándonos en el bosque y hacía que todo sea más apremiamente y
excitante.
Escupí en la palma de mi mano y la presioné a través de la pequeña
abertura en sus pantalones. Eso no funcionaría. No tenía suficiente espacio,
así que rápidamente desabotoné y bajé sus pantalones y boxers, lo que me
dio un acceso perfecto tanto a su rígida polla por la excitación como a su
firme culo.
—No te muevas, —susurré la orden en su oído y él se estremeció en mi
agarre nuevamente. Pude sentir a su compacto cuerpo tensarse con
expectación y deseé haber venido aquí más temprano, entonces habríamos
tenido más tiempo para jugar el uno con el otro. Sin embargo, tendríamos
juntos toda una vida después de todo, así que no podía quejarme.
Escupí nuevamente mi mano y corrí mi lustrosa mano por toda la
longitud de su polla. Cuando alcancé la bulbosa punta, tembló bajo mi toque,
SERENA STORM
130
pude sentir el presemen rezumando de él, mezclado con la saliva con la que
lo enjaboné. Se retorció, sus rodillas se sacudieron y soltó un fuerte e
irrestricto gemido. Solo el sonido me condujo a la locura y sentí mi propia
polla dura forcejear contra mi ropa, la sangre corriendo hacia mi ingle y mis
instintos de Alfa tomando el control sobre mí.
Empecé a frotarlo, sin cerrar mi puño sobre su eje, lo que solo lo
atormentó más, cómo pude escuchar por sus lascivos suspiros. Él no iba a
durar mucho tiempo así y yo quería follarlo duro primero antes que él tuviese
la oportunidad de correrse. Empecé a caminar, impulsando su cuerpo hacia
adelante con el mío, mi polla empujando su espalda, impaciente por estar
dentro de él. Finalmente, terminó inclinado contra una mesa con la que
chocamos, apoyándose en sus manos, su trasero seductoramente
encaramado para que yo entre.
A regañadientes, dejé ir su pulsante polla cubierta de jugos y,
aun manteniéndolo fuertemente presionado a mí con mi otro antebrazo,
rápidamente me desabotoné mis propios pantalones y dejé saltar fuera mi
polla, lista para clavarlo a esa mesa.
—Zane, por favor, —él rogaba. —No puedo tomar nada más. Ponla
adentro ya, por favor. Quiero sentir tu polla en mi culo.
Me gustaba cuando él hacía eso, dejándome saber cómo no
podía esperar por mi polla, cuánto la quería. Él siguió moviendo su culo hacia
mí y supe que era el momento. Tanteé su fruncida abertura y no necesitaba
alisar la entrada con saliva. Él ya estaba resbaloso con sus propios jugos y
fácilmente me deslicé dentro.
SHIFTERS DE PUERTO SOMBRA
131
Nunca me cansaría de la sensación de hundir mi pene dentro de
él por primera vez. La presión y la fricción eran tan intensas, que necesitaba
detenerme por un segundo o estaría explotando en el momento que
estuviese completamente dentro de él. Ambos gemimos con fuerza y
presionamos nuestros cuerpos a la vez, saboreando el dulce hormigueo de
estar unidos de esta forma. Podría permanecer de esta forma por horas y al
mismo tiempo sabía que la más ligera presión de su culo podría enviarme
sobre el borde. Yo estaba tan excitado.
Una vez que conseguí controlarme, empecé a moverme lentamente
dentro de él al principio, aumentando frenéticamente la velocidad cuando
me di cuenta que no podría detenerme una vez que comencé a follarlo. Se
sentía tan bueno y también me perdí, gimiendo salvajemente con cada
embestida. Entonces noté que él estaba intentando acariciar su propia polla
con la mano y rápidamente la aparté del camino.
—Déjame, —dije rudamente, mi respiración áspera con el esfuerzo.
Cuando lo tomé con un fuerte agarre, inclinó la cabeza hacia atrás y
dejó salir un pequeño grito. Entonces comencé a trabajar tanto su culo como
su pulsante polla, pronto encontré un ritmo que nos hizo respirar
pesadamente al unísono, gruñendo cada vez que hundíamos nuestras pollas
en el culo o en el puño del otro. No pude controlar mi velocidad por más
tiempo. Mi cuerpo entero estaba electrificado, cada terminación nerviosa
encendida con la veloz aproximación del clímax. Alex estaba cerca de cruzar
la línea también, podía decirlo por la forma en que su polla vibraba en mi
mano.
SERENA STORM
132
—Quiero correrme en tu culo, —gemí pesadamente. —¿Estás cerca?
No necesité una respuesta.
Al siguiente momento nuestros cuerpos estuvieron completamente
rígidos y sentí cargas de caliente semen viajar a lo largo de mi polla,
explotando furiosamente dentro de él en largos y pesados disparos, mientras
él gritaba cuando su propia polla explotó en mi mano y siguió viniéndose y
viniéndose en mi puño y por todo el suelo, sacudiéndose violentamente. No
pude parar de follarlo y seguí montando su culo, ambos temblando bajo las
poderosas olas de nuestros orgasmos.
Cuando me subí la cremallera, completamente gastado y satisfecho, lo
miré inclinado sobre la mesa, los músculos de sus brazos contraídos y su
cabeza apoyada entre sus brillantes y ligeramente sudados hombros. Fui
hacia él y lamí la salada piel sobre su espina dorsal.
—¿Estás bien?
—Más que bien, —dijo él con voz ronca. —Sólo necesito un momento
para recuperar el aliento. Y otros minutos para tomar una ducha y vestirme
otra vez. Pero, ¿Zane?
—¿M-hm? —murmuré, envolviendo mis manos alrededor de su
apretado y seductor cuerpo, inhalando su intoxicante aroma de después del
sexo.
—Gracias por el pequeño adelanto de la vida de casados.
—No hay problema, —dije, abofeteando juguetonamente su duro y
musculoso trasero y enviándolo al baño. —Ahora, apresúrate. Debemos ir y
hacer de ti un hombre honesto.
SHIFTERS DE PUERTO SOMBRA
133
Desapareció detrás de la puerta del baño, riendo entre dientes.
EPÍLOGO
ALEX
P
ensé que esta noche, después de cenar, podíamos bajar a la
playa y enseñarle a nadar —llamó Zane desde el dormitorio.
—Recuerdo que era realmente joven la primera vez que mi
padre me lanzó al agua y dejó que me las arregle por mi cuenta hasta la
superficie. Realmente es una buena habilidad para tener y ella ahora tiene
casi un año. Y eso en años humano, así que en tiempo de lobo, ¿ella tiene?
¿Tres?
—Zane, —susurré tan fuerte como pude. —¡Zane, ven aquí! Tienes que
ver esto.
Él se apresuró a entrar en la sala, dónde Aurora y yo estábamos
desparramados sobre la gruesa y peluda alfombra, armando un
rompecabezas de madera que Zane había tallado para ella.
—¿Qué pasa? ¿Qué ocurrió? —Preguntó, preocupado.
—Shh, permanece callado, —dije y señalé hacia nuestra nena. —¡Mira!
Mientras estábamos jugando, ella se había detenido de repente y
rodado sobre su estómago, lentamente alzándose en sus manos y rodillas.
Ella ahora estaba contoneando su pequeñito trasero en forma graciosa y una
pequeña y esponjosa cola estaba sobresaliendo detrás de ella. Su regordeta
SHIFTERS DE PUERTO SOMBRA
135
cara estaba comenzando a ponerse más delgada y pronto su boca y nariz se
alargaron en un adorable hocico de cachorro de lobo. Ella golpeó su pequeña
mano contra el suelo unas cuantas veces y eventualmente cambió a una
suave pata en miniatura que no hizo ningún sonido al reunirse con la
superficie de la alfombra.
—¿Está ella…? —Dijo Zane, fascinado.
—Eso pienso. Está cambiando por primera vez.
—Ella es tan hermosa, Alex.
Zane su reunió conmigo en el suelo, envolviendo un brazo en mis
hombros y ambos observamos a nuestra niñita completar su transformación
y de pie ante nosotros como una pequeña bola de pelos de color blanco y
gris, sus puntiagudas orejas adornaban su sedosa cabeza. Apenas podía
contenerme de abrazarla, pero sabía que tenía que darle la oportunidad de
explorar esta nueva forma.
Al principio, ella solo estaba paseando por el lugar, obviamente
disfrutando al sentir sus cuatro patas sobre la alfombra y luego, sin una
advertencia, empezó a correr alrededor, rápida como un rayo, saltando sobre
los muebles y rebotando de regreso al suelo, moviendo su cola con
entusiasmo.
Un inesperado golpe llegó a la puerta, pero ella no prestó atención y
en su lugar continuó corriendo alrededor alegremente, a veces chocando con
una silla o la pata de una mesa y rodando al suelo, curvada en una bola.
Ninguno de nosotros quería romper el encanto e ir a contestar la puerta,
pero al final Zane fue el único que se levantó.
SERENA STORM
136
—Ven adentro, —lo escuché decirle a alguien. —No lo creerás. Aurora
acaba de cambiar por primera vez. Nunca verás algo más tierna.
—En serio, Zane, a veces eres tan idiota, —dijo la otra persona e
inmediatamente reconocí a Bein. Él rara vez pronunciaba una oración sin
escurrir un juramento o dos, así que ahora realmente estaba siendo amable.
—Hola, Alex, —me saludó. —Escuché que tu pequeña está haciéndote sentir
orgulloso hoy.
—Por supuesto que sí. Justo cuando pienso que no es posible amarla
más, viene y hace algo que me hace…bueno, amarla incluso más.
—Ugh, —resopló Bein, —ustedes chicos me enferman. Paren de ser
tan jodidamente suaves.
—Ven, siéntate con nosotros, —Zane lo invitó, ignorando sus palabras.
—¿Mira lo que está haciendo ahí?
—Sí, sí… —Dijo Bein, pero pude ver por la mirada en sus ojos que
estaba tan cautivado por el cachorro en que había cambiado Aurora como lo
estábamos nosotros. Él no podía apartar la mirada.
—No sé cómo lo hacen chicos. Todo este amor y parejas predestinadas
y bebés y risitas y mierda.
—Oye, —lo reprendí, —no seas tan cínico. ¿Quién dijo que todo eso no
está reservado para ti algún día? Vamos a esperar y veamos quién se burla de
quién al final.
—Nah, ese no soy yo. Dame un enemigo al que atacar y estoy
totalmente dentro, pero dame una pareja predestinada y no sabría qué hacer
con él en primer lugar.
SHIFTERS DE PUERTO SOMBRA
137
—Eso es lo que yo pensaba también, al principio, —saltó Zane. —Y
mírame ahora, siendo un completo suave. No deseches nada de lo que aún
no has experimentado. A veces el amor viene cuando menos lo esperas, no
cuando lo buscas, no cuando lo necesitas, no cuando piensas que estás listo.
Simplemente te encuentra y tiras todo y vas tras él, porque de eso se trata
encontrar tu pareja presdestinada. Nada más importa nunca más.
En ese momento sentí tanto amor por mi esposo, deseé poder inventar
nuevas palabras para decirle lo que él era para mí, que capturaran todo lo
que estaba sintiendo.
—¿Y sabes qué, Bein? —Continuó Zane. —Honestamente puedo
decirte que nunca, en mi vida entera, había sido más feliz que justo en este
momento, en esta habitación, en esta alfombra, con el hombre que amo y
nuestra pequeña bebé lobo.
—¿En serio? —Preguntó Bein, frunciendo las cejas.
—¿En serio? —Pregunté, seguro que me sentía de la misma
manera.
—En serio.