¿CÓMO CELEBRAR UNA VERDADERA NAVIDAD?
La celebració n de un cumpleañ os siempre es ocasió n de alegría, de dar
gracias a Dios por las bendiciones recibidas, y celebrar con los seres
queridos. En pocos días celebraremos el nacimiento del Niñ o Jesú s,
ocasió n para tener estas mismas disposiciones y reunirnos en familia a
festejar a quien es nuestro Reconciliador.
Al contemplar en el pesebre a Jesú s, María y José, encontramos un
modelo para toda familia: un pequeñ o santuario donde se recibe y
cobija a quien por amor se ha hecho Niñ o pequeñ o, parar salvarnos.
Muchas veces, sin embargo, se pierde el verdadero sentido entre los
mil pendientes que tenemos, y el nacimiento del Niñ o pasa a ser una
envoltura de regalo.
Es importante que nosotros como cristianos, celebremos bien la
Navidad, pues es un acontecimiento central de nuestra fe. Y qué mejor
que hacerlo en familia. É se será el mejor regalo que le podamos hacer
al Niñ o Jesú s. Aquí algunas recomendaciones:
Viva el Adviento como el dulce tiempo de espera de Jesú s,
encendiendo semanalmente las velas, que indican que ya se acerca.
Recuerde que Navidad es Jesú s. Por ello, pongamos el pesebre en
casa; y ojalá lo hagamos en familia, animando a cada miembro a
poner a San José, la Virgen, los angelitos, los animalitos, dejando el
lugar para que el 24 en la noche pongamos al Niñ o Jesú s.
Arme el á rbol de Navidad con adornos y luces, para recordar que
Jesú s es la ‘Luz del Mundo’ que vino para salvarnos, y cuya
presencia llena de luz nuestra vida.
En Nochebuena trate de asistir con su familia a la Misa de Gallo.
De esa manera no só lo celebrará a Jesú s sino que podrá recibirlo en
la Eucaristía.
Esa misma Nochebuena, rece ante el pesebre con su familia y
contemple lo que allí se nos muestra: amor, humildad, sencillez,
unidad.
También puede aprovechar para vivir la Navidad con tradiciones
como las posadas o pastorelas. A los niñ os- y por qué no también a
los grandes- les encanta disfrazarse y ésta puede ser una buena
ocasió n para ello.
Los regalos son expresió n de la alegría de la Navidad. Si los
tenemos disfrutémoslos, pero recordemos que no son lo central,
pues lo má s importante es que Jesú s viene a nuestros corazones.
En esta fiesta del amor de Dios, nadie debería quedar excluido.
Por ello, vivamos la solidaridad. Podemos adoptar una familia que
pasa necesidad, preparando una canasta con alimentos bá sicos y
obsequios para que puedan celebrar una Navidad digna.
Otra alternativa es participar en instituciones benéficas. Por
ejemplo, Centro San Juan Diego está recolectando juguetes para
entregá rselos a niñ os de escasos recursos.
Que los saludos de Navidad reflejen su verdadero sentido. Por lo
tanto incluyamos siempre la imagen del nacimiento del Niñ o Jesú s.
Sería bonito que tanto padres como hijos, escribamos una carta
de Navidad, que muestre el inmenso amor que hay en la familia.
Algo que les encanta a los niñ os son las fiestas de cumpleañ os y
qué mejor que celebrar el cumpleañ os del Nino Jesú s. Prepare un
bizcocho dedicado a Jesú s y canten las Mañanitas o el Cumpleaños
Feliz.
También pueden cantar villancicos reunidos alrededor del
pesebre y que cada miembro “arrulle” en sus brazos al Niñ o Jesú s.
Después de la cena y antes de abrir los regalos poner una
bandeja junto al Niñ o Jesú s, con el nú mero de tarjetitas segú n el
nú mero de invitados. Cada tarjetita contiene citas del Evangelio y
una a una las personas tomará n una tarjetita. A la persona que le
toque la tarjetita que dice: “Me quedo contigo”, se lleva el Niñ ito
Jesú s a su casa y se queda con É l por un añ o. Así se creará una
hermosa tradició n, pues cada añ o, se volverá a repetir la diná mica.
Son muchos los medios que podemos poner para celebrar bien la
Navidad. Pero lo má s importante es tener el corazó n bien dispuesto,
abierto y agradecido, para encontrarnos con el Niñ ito Jesú s que nace
por amor, y que quiere poner su morada en cada uno de nosotros.
¡Feliz Navidad!