El Plan Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación, se sustenta en el marco legal que
establece la CRBV en su artículo 110 y en la LOCTI en sus artículos 11 al 19, de acuerdo a esa
orientación, se recogió gran cantidad de opiniones a diferentes actores pertenecientes al Sistema
Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación (SNCTI), acerca de cómo la Ciencia, la
Tecnología y la Innovación contribuyen con el desarrollo del país. Para ello, se definió un marco
de acción a 25 años, con la idea de recuperar la capacidad de soñar un mundo mejor y posible, a
partir de una ciencia, tecnología e innovación con y para la gente.
La ciencia, tecnología e innovación tiene bases profundas y de alta capacidad para la producción
hoy en día, todo esto es basado a través de posibilidades ya que en su mayoría la ciencia es
considera primordial socialmente. Esto se debe al desarrollo mejorando así la calidad de vida del
hombre, se tiene en cuenta el La conocimiento científico y la innovación según este plan para un
mejor desarrollo educativo buscando estrategias de mejora y bases para los planteamientos
propuestos que ya para una visión prospectiva se logre difundir objetivos y metas para el futuro
tecnológico que se aproxima, además la innovación viéndola económicamente la creatividad
empresarial para llevar a cabo una idea de profundización; economía que es una competencia de
un país que dependa de la innovación.
En Venezuela a mediados del siglo XX y XXI, comenzó con la creación de una tecnología
propia empezando por la educación y con disponibilidad de creación de un plan como desarrollo
endógeno lo cual entre estas se estima como es dicho anteriormente considerar la ciencia
socialmente ya que de esta manera se permita resolver los problemas más importantes del país.
En Venezuela se inició como una comunidad pequeña de estándares tecnológicos que con el
tiempo se fueron formando internacionalmente, la finalidad se estableció en orientar las
potencialidades y capacidades a través de modelos de acción para la producción colectiva.
La visión de Venezuela con respecto a su trabajo socio-tecnológico donde es propuesto respetar
la naturaleza, preservar los saberes populares, diversidad de cultura propia e inclusión de la
soberanía nacional. De tal manera conociendo como está diseñada la ciencia tecnología e
innovación; contribuyo con el desarrollo endógeno tanto sustentable como humano,
desarrollando al igual procesos de investigación con un conocimiento que resolviera problemas y
demandas fundamentales que afectaran a la comunidad venezolana que pudieran impactar
económicamente, social y cultural.
En muchos países del Tercer Mundo, a la zaga en el desarrollo, con escenarios de pobreza,
desigualdad marcada en la distribución de la riqueza, pobres indicadores de educación y salud,
debilidades institucionales, bajo desarrollo de las fuerzas productivas, alta dependencia
económica y otros gravísimos problemas, los SNI se han instalado, por el contrario, primero de
manera formal, existiendo solamente, en el mejor de los casos, como una meta a alcanzar
enunciada en los planes y políticas de los gobiernos nacionales. A pesar de que en es
fundamental para crear las condiciones necesarias que hagan posible la instalación de un
ambiente propicio, procesos generalizados de innovación y la inserción competitiva de muchos
de los países existen iniciativas puntuales exitosas, la intervención del Estado l país dentro de los
escenarios internacionales
No obstante, la industrialización intensificada durante la época de sustitución de importaciones,
Venezuela, y América Latina en general, ha estado prácticamente aislada y excluida del paso al
nuevo paradigma económico. A pesar de que en esta región las debilidades institucionales y la
inestabilidad económica y política hacen muy difícil el escenario de la innovación, las
experiencias de otros países, como los de China y el Sudeste asiático, indican que es posible
lograr, en un relativo corto plazo, un acelerado crecimiento económico si se implantan políticas y
estrategias nacionales audaces.
Sin embargo, no hay que perder de vista que el mismo escenario que permite este crecimiento (la
globalización, la apertura de los mercados, el acceso a la información y a la tecnología
desarrollada en otras regiones) hace que los países sean más vulnerables frente a inestabilidades
y cambios en la economía internacional, los cuales se propagan rápidamente en el sistema global
a pesar de la aparente eficacia de las estrategias y de los procesos locales de innovación a escala
nacional o regional. Las políticas nacionales deben tomar en cuenta el impacto posible de una
apertura, dadas las enormes brechas de desarrollo y las desiguales capacidades existentes
actualmente entre los países. El desafío vital para el Plan Nacional de Ciencia, Tecnología e
Innovación de Venezuela 2005-2030 lo constituyó el diseño de estrategias metodológicas
ajustadas la complejidad política, que significa generar procesos amplios de consulta pública.
Entre otras, es importante destacar, que gran parte de tales estrategias inspiradas en perspectivas
cualitativas, representan enfoques no convencionales para la formulación de planes nacionales.
Memoria Histórica
Las características de la evolución institucional de la ciencia en Venezuela, explica, en buena
medida, la cultura científica en el seno de la sociedad venezolana. Los aportes u omisiones de la
ciencia y la tecnología en el proceso de construcción de una imagen de país, se vincula al tipo de
cultura científica que se ha venido construyendo. Estar conscientes de estos hechos es un paso
hacia el mejoramiento del impacto que una comunidad tan importante como la científica, puede
prestar al país. En este aparte del Plan Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación 2005-2030
se describen aspectos del contexto y de la evolución del proceso de institucionalización de la
actividad científica en Venezuela. Es necesario recordar que este proceso se da en dos momentos
distintos y distantes en el tiempo. En un primer momento se ubican los intentos de un grupo de
venezolanos por instaurar las bases propias del enfoque de la ilustración al proyecto republicano
—durante la segunda mitad del siglo XIX— hecho que pudiera situar sus inicios en 1827,
cuando el doctor José María Vargas asume el rectorado de la Universidad de Caracas (actual
UCV). Este primer período, aunque difuso históricamente debido a las circunstancias difíciles
que impuso la lucha independentista, está impregnado por la corriente de pensamiento imperante
para la época (la Ilustración), corriente que, si bien asomaba desde el siglo XVIII, era la que
primaba, filosóficamente, en la visión de muchos de los libertadores.
El segundo momento se expresa a partir de bien entrado el siglo XX, tiempo paralelo al
nacimiento de las libertades políticas e inicio de un inobjetable proceso de modernización que
había estado detenido justo en razón de la inestable situación política nacional durante finales del
XIX e inicios del XX. Se lo vincula directamente al surgimiento de la comunidad científica, a
imagen y semejanza de las corrientes europeas y estadounidense en los aspectos vinculados a la
ciencia y la tecnología de posguerra. Tanto uno como otro momento son esenciales para entender
el mencionado proceso de institucionalización de la ciencia en Venezuela. Empero, en tanto el
primero aún se encuentra difuso en la historiografía sobre este tema, resulta esencial estudiarlo a
fin de rescatar una memoria que es, sin duda, fundamental para entender, especialmente en este
momento, cómo se puede construir un sistema de ciencia, tecnología e innovación que esté
acorde con los postulados del proceso de cambio profundo que se vive en el país.
¿Adónde vamos?
Hacia la construcción de una sociedad más humana basada en el cuidado del ambiente, en un
desarrollo endógeno (sostenible y favorable a todos los miembros de la sociedad), sólo puede
alcanzarse, en nuestro tiempo, comprendiendo cuáles son y desde dónde parten sus raíces, y
construyendo sistemas de ciencia y técnica adaptados a las características físicas del ambiente
acordes con los rasgos culturales de la población, y donde exista una voluntad de construir una
sociedad más justa y equitativa. De modo que es deseable que el sistema científico, técnico y de
innovación deba construirse tomando como base el proyecto republicano. La continuidad de ese
proceso y el cambio que se emprenda deben estar en sintonía con esos postulados.
Las ciencias y las tecnologías se diferencian en su objetivo final, que es clara y
contundentemente diferente. Las ciencias buscan comprender el universo y su funcionamiento;
dilucidar las reglas, los procedimientos y sistemas que hacen que el cosmos exista tal y como es.
Son descriptivas en el sentido de que contemplan los fenómenos existentes e intentan explicar
sus mecanismos; todas sus intervenciones (experimentos) tienen por objeto ayudar al
entendimiento, y por tanto en condiciones ideales las modificaciones que se introducen en el
funcionamiento natural están reguladas y son mínimas. El resultado final de las ciencias son las
teorías que explican qué hay ahí fuera y de qué manera funciona.
Las tecnologías, sin embargo, no describen el mundo, sino que lo modifican para adaptarlo a las
necesidades humanas. Su objetivo no es entender el universo, sino moldearlo para hacerlo mejor
para nosotros; el conocimiento que buscan y emplean tiene como objetivo su aplicación en este
empeño, no el conocimiento mismo. Las tecnologías siempre son ‘para’ algo: crear vías de
comunicación u otras obras públicas, curar enfermedades, extraer minerales, fabricar objetos. La
finalidad es utilitaria, y la razón de su existencia es en última instancia mejorar la existencia de la
Humanidad.
La tecnología es comúnmente referenciada a los computadores, equipos digitales y elementos de
sistemas, estos son dispositivos tecnológicos más no es tecnología. Es definida por la real
academia española como el “conjunto de teorías y de técnicas que permiten el aprovechamiento
práctico del conocimiento científico”, se encuentran otros significados como en el portal
significados como “producto de la ciencia y la ingeniería que envuelve un conjunto de
instrumentos, métodos, y técnicas que se encargan de la resolución del conflicto.”. En síntesis la
Tecnología es “El conocimiento práctico para generar soluciones y transformar entornos”
La innovación según la real academia española es “Creación o modificación de un producto, y su
introducción en un mercado”. La innovación puede partir de una idea nueva o de una
modificación de otro elemento o producto, se define según J.A. Schumpeter como “la
introducción de nuevos productos y servicios, nuevos procesos, nuevas fuentes de
abastecimiento y cambios en la organización industrial, de manera continua, y orientados al
cliente, consumidor o usuario".
Ciencia, tecnología e innovación en América latina
En los países del denominado Tercer Mundo, a la zaga del desarrollo, los SNI se han instalado
de manera formal, existiendo solamente, en el mejor de los casos, como una meta a alcanzar
enunciada en los planes y políticas de los gobiernos nacionales. Entre estos casos, se encuentran
Argentina, Chile, México, Venezuela, entre otros. En los países latinoamericanos, es
fundamental la intervención del Estado, para crear las condiciones necesarias que hagan posible
la instalación de un ambiente propicio para la consecución de los procesos generalizados de
innovación y la inserción competitiva de estos países dentro de los escenarios internacionales
(Genatios y Lafuente, 2004).
En el trabajo editado por Oro y Sebastián (1993), se describen los sistemas de ciencia y
tecnología de los países iberoamericanos, pudiendo observarse un diferente grado de desarrollo,
debido no sólo a la heterogeneidad real presente en el espacio iberoamericano, sino también al
diferente compromiso político de los propios países en relación con el desarrollo científico y
tecnológico.
En dicho trabajo, puede evidenciarse que en la mayor parte de los países de América Latina, el
sistema de ciencia y tecnología se organizó inicialmente de manera bastante semejante, de
acuerdo con un modelo organizativo en el que un consejo o comisión nacional se ocupa de la
promoción del desarrollo científico a través de centros de I+D públicos, esencialmente
universidades y organismos de investigación, asociados al mismo, que suele complementarse con
algunas organizaciones de I+D de carácter sectorial.
En el área de desarrollo científico y tecnológico latinoamericano, el desiderátum organizativo fue
la construcción y el fortalecimiento del sistema (sector) científico y tecnológico en donde se
ubican las instituciones encargadas de generar y transmitir los conocimientos eventualmente
requeridos por la sociedad. Dicho sistema o sector queda entendido como un espacio
institucional ubicado fuera del ámbito económico. El sistema o sector, en fin, representa la oferta
y la sociedad la demanda. Se ignora la ubicuidad de las capacidades que entran en juego en el
proceso innovativo e igualmente se concibe a éste como un hecho científico y no como un hecho
eminentemente económico (Ávalos, 1992).
En las décadas de los años de 1950 y 1960, en un número significativo de países de América
Latina tiene lugar una mejora sustancial en la institucionalización de la ciencia y en la creación
de infraestructura para el desarrollo científico. Sin embargo, el modelo generalizado de política
industrial y económica propició más la compra de tecnologías en el exterior que el incentivo
nacional por desarrollar una capacidad de generación de tecnologías o, al menos, para asimilar
mejor y rentabilizar las tecnologías adquiridas.