Hazlo tú María Fernanda Flórez
JOB
Menciona una persona con cuya vida y experiencias tú puedes identificarte. Explica,
citando la Biblia porqué puedes identificarte con esta persona, haciendo una comparación
o paralelo entre esta vida y la tuya.
Historia Bíblica
En un lugar llamado Uz, vivía Job un hombre que adoraba a Jehová. Se llamaba Job, era
muy rico y tenía una familia grande. Además, era un hombre muy bueno.
¿Será que por ser bueno nunca tenía problemas?
Job no lo sabía, pero Satanás estaba observándolo. Jehová le dijo a Satanás:” ¿Te has
fijado en mi siervo Job? No hay nadie como él en la tierra”. Satanás le respondió: “Claro
que te obedece porque lo proteges, lo bendices, le das tierras y animales… Quítaselo todo
y ya no te adorará más”. Jehová le dijo: “Puedes ponerlo a prueba, pero te prohíbo que lo
mates”. Jehová dejo que Satanás pusiera a prueba a Job ¿Sabes por qué? Porque estaba
seguro que Job seguiría siendo obediente.
Satanás le hizo daño a Job de muchas maneras para ponerlo a prueba. Primero utilizo a
unas personas llamadas los sabeos para que le robaran las vacas, los toros y los burros.
Luego un incendio mato todas sus ovejas. Otro grupo de gente, los caldeos, le robaron los
camellos. También murieron los sirvientes de los animales, pero el peor desastre pasó
después: todos los hijos de Job murieron cuando la casa donde estaban comiendo se les
cayó encima. Job decayó y se sintió muy triste, pero no dejo de adorar a Jehová.
Satanás quería que Job sufriera todavía más, así que hizo que le salieran heridas o llagas
por todo el cuerpo y eso le causaba un dolor horrible. Él no sabía porque le pasaban
tantas cosas malas.
Después, Satanás envió a tres hombres para poner a prueba a Job. Ellos le dijeron: “seguro
que pecaste y ahora quieres esconderlo. Por eso Dios te está castigando” y Job más
adelante empezó a creer que Jehová tenía la culpa de sus problemas y dijo que Dios no
era justo con él.
Finalmente Jehová también hablo con Job. Le dijo: “¿Dónde estabas tú cuando yo hice el
cielo y la tierra? ¿Por qué piensas que soy injusto? “Hablas sin saber porque pasan las
cosas”. Job reconoció su error y dijo: “Me equivoqué”. Cuando se acabaron las pruebas,
jehová curó a Job y le dio mucho más de lo que había tenido antes. Job tuvo una vida larga
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y feliz porque Dios lo bendijo por haber sido obediente, aunque a veces no fue fácil. ¿Y
yo? ¿Seré como Job y adoraré al Señor siempre, pase lo que pase?
¿Cómo me identifico?
El versículo que ha cautivado mi atención es Job 7:17-18 “¿Qué es el hombre, para que lo
engrandezcas, y para que pongas sobre él tu corazón, y lo visites todas las mañanas, y
todos los momentos lo pruebes?”
Entonces me preguntaba, ¿Quién soy yo? ¿Realmente le importo tanto al Señor como
para que trabaje en mí y quiera lo mejor para mí, así tenga que pasar por prueba?
Pude entender, que sí le importo, pues murió por mí, alto precio pago por mí, así como
también murió por Job y por lo tanto, como su hija, su amor por mi sobrepasa mi pecado y
hará lo necesario para perfeccionarme hasta su venida.
Muchos sabemos que como humanos no estamos conscientes de las muchas maneras en
que Dios obra en la vida de nosotros como creyentes. Y la vida de Job es una vida que
suscita la pregunta de siempre: ¿Por qué suceden cosas malas a gente buena? Pero es
algo que he podido entender e identificarme con Job porque es una pregunta difícil de
responder, pero he podido entender a través de las diferentes situaciones por las que he
pasado como prueba; que Dios siempre está en control, y no importa lo que pase, no hay
casualidades y nada sucede al azar.
Job fue creyente como lo soy yo, y sabía que Dios estaba en su trono en total control,
aunque no tenía forma de saber porque tantas tragedias ocurrían en su vida.
Dice Job 9:11-12 “He aquí él pasará delante de mí, y yo no lo veré. Pasará y no lo
entenderé. He aquí, arrebatará: ¿Quién le hará restituir? ¿Quién le dirá: ¿Qué haces?” A
veces no puedo comprender los caminos misteriosos y soberanos de Dios, pero tampoco
puedo reprocharle o cuestionar lo que hace.
Jamás pensé experimentar la separación de mis padres y muchas otras cosas por las que
he vivido y que si menciono tomaría mucho tiempo, pero ha sido para mí un gozo meditar
las escrituras durante este tiempo de prueba, y siempre me encuentro justo donde el
Señor me dice, “Yo estoy contigo”. Santiago cita a Job en el versículo 11 del capítulo 5: “He
aquí, tenemos por bienaventurados a los que sufren. Habéis oído de la paciencia de Job, y
habéis visto el fin del Señor, que el Señor es muy misericordioso y compasivo.
Pero también dice Job: “¿Qué? ¿Recibiremos de Dios el bien, y el mal no lo recibiremos?
El sufrimiento de Job, desde la muerte de sus hijos y la pérdida de sus bienes, hasta el
tormento físico que soportó, más el sermón de sus “amigos”, nunca hizo que su fe
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flaqueara, pero algo que puedo ver es que como dice la canción “el me sostendrá” no es
en mis fuerzas, sino en las del Señor que puedo soportar las pruebas.
Job es de ánimo a mi vida, porque confío en la verdad que dice que en Su mano está el
alma de todo viviente 12:10, y ahí estoy yo, insignificante e indigna de su amor pero
valorada por alto precio y segura de quien es mi redentor, este libro y esta historia me ha
dado un vistazo detrás del velo que separa la vida terrenal de la celestial y la mayor
lección que aprendemos de Job, es que Dios no tiene que responderle a nadie por lo que
hace o no hace, el ES DIOS.
En resumen me identifico con él porque aunque no he llegado a saber la razón de mi
sufrimiento, debo confiar en el Dios soberano, santo y justo al cual creo, dice Isaías 55:8
“Porque mis pensamientos no son vuestros pensamientos, ni vuestros caminos mis
caminos, dijo Jehovás” pues sus caminos son perfectos, ¿para que dudar del Dios que todo
lo sabe? Si se que puedo estar segura en él y como siempre digo, es un privilegio vivir y
sufrir por Cristo, Además que en nuestro sufrimiento él recibe la gloria que merece y ese
es el propósito. Y también me ha dicho: 2 Corintios 12:9-10 “Bástate mi gracia; porque mi
poder se perfecciona en la debilidad. Por tanto, de buena gana me gloriaré más bien en
mis debilidades, para que repose sobre mí el poder de Cristo. Por lo cual, por amor de
Cristo me gozo en las debilidades, en afrentas, en necesidades, en persecuciones, en
angustias; porque cuando soy débil, entonces soy fuerte”.
Job
Perfeccion moral- Imperfeccion moral
Recto- Lucho con agradar a Dios todos los días
Temeroso-