¿Por qué y para qué enseñar ciencias?
Introducción:
Como ya se sabe, la ciencia es una de las ramas del saber humano más importantes que
hay o que pueda existir. La ciencia es la rama del saber humano constituida por el conjunto
de conocimientos objetivos y verificables sobre una materia determinada que son obtenidos
mediante la observación y la experimentación, la explicación de sus principios y causas y la
formulación y verificación de hipótesis y se caracteriza, además, por la utilización de una
metodología adecuada para el objeto de estudio y la sistematización de los conocimientos.
Las ramas de la ciencia se dividen principalmente en tres grupos: ciencias naturales,
ciencias formales y ciencias sociales. Cada una de ellas tiene objetos de estudio y
metodologías específicas. Ciencias naturales: estudian los fenómenos naturales y la
naturaleza, abarcan todos los aspectos físicos de la realidad. Ciencias sociales: estudian los
factores humanos de la realidad, el comportamiento humano y las sociedades. Ciencias
formales: son precisas, estudian las matemáticas y la lógica, no se fundamentan en la
experimentación sino en la abstracción mental y el razonamiento.
Por lo cual, la ciencia como algo importante debe ser enseñado a todas personas para que
vayan aprendiendo de ello, y en un futuro sepan darle buen uso, creando nuevas cosas o
investigando algún tipo de sustancia que beneficie la humanidad. Las ciencias se pueden in
enseñando de la primaria, de hecho, ya se enseña, pero es necesario que se aplique algún tipo
de estrategia para que los niños le pongan atención ya que para alguno no es importante,
cuando en realidad se podría decir que está dentro del top 3 de las ramas más importantes
que puede a ver en la tierra.
Desarrollo:
La función de la enseñanza de ciencias en la educación básica es educar a todas las
personas y no sólo a quienes en un futuro se dedicarán al estudio de las ciencias. Se plantea
la formación de pensamiento crítico que les permita tomar decisiones fundamentadas y
responsables respecto a temas de interés social; principalmente acerca del ambiente, salud y
el uso de la tecnología. Se parte de dos premisas fundamentales: la primera es que asumimos
que la ciencia forma parte de la cultura construida por las mujeres y los hombres. La segunda
es que al escribir sobre educación en ciencias nos referimos a un nuevo conocimiento
científico, al que consideramos la ciencia del profesor de ciencias. Las ciencias deben
proporcionar recursos para tomar decisiones fundamentadas, sin predeterminar el
comportamiento humano ni reducir las capacidades de las personas a lo que las disciplinas
científicas pueden decir de ellas.
Vivimos en un mundo bombardeado de información que apela a la cientificidad de sus
contenidos a cada momento. El ciudadano promedio no cuestiona la credibilidad de la
ciencia, se procura que la enseñanza de las ciencias sea humanística y mejor conectada con
la sociedad. Los docentes deben formar en las competencias requeridas para la vida,
promover la conciencia en la salud y preservación del medio ambiente, formación del ser
humano. Se afirma que los niños pequeños aprenden a valorar el mundo natural; los niños
más grandes empiezan a conocer cómo cuidar su salud, y los adolescentes cuentan con la
información científica que les ayuda a actuar como ciudadanos informados.
Numerosos autores han puesto de manifiesto la importancia que tiene que los profesores
de ciencias posean una comprensión adecuada respecto a estos temas. Esta importancia no
se corresponde con el tratamiento que se suelen dar en los estudios universitarios; aunque
estos se realicen en facultades de ciencias experimentales, sólo ocasionalmente es subsanada
en cursos de postgrado, así como en la formación inicial y permanente del profesorado.
Existe un amplio consenso entre el profesorado de ciencias de que para poder impartir una
docencia de calidad es absolutamente necesario conocer la materia a enseñar. Este requisito
supone un amplio abanico de conocimientos, entre ellos podemos citar algunos que suelen
pasar desapercibidos, como aquellos que se refieren a la naturaleza del conocimiento
científico y al conocimiento de la historia de las ciencias, es decir, conocer cuáles son sus
fines, los procesos seguidos por los científicos en su construcción, los problemas que
originaron la construcción de los conocimientos científicos, cómo llegaron a articularse en
cuerpos coherentes, cómo evolucionaron, cuáles fueron las dificultades, etc.
De estas visiones de la naturaleza de la ciencia podemos deducir que la mayoría del
profesorado tiene posiciones positivistas muy afianzadas que actualmente son rechazadas por
la mayoría de los filósofos de la ciencia. Obviamente la imagen de la ciencia de los profesores
tiene relación con la ciencia que se muestra en el aula, que a menudo es dogmática, estática,
cerrada y acabada, y ha sido la base de dos concepciones que históricamente se han dado, y
posiblemente se den actualmente, en la didáctica de ciencias aparentemente distintas pero
con la misma raíz, y que han tenido repercusiones en diferentes aspectos metodológicos y en
las decisiones o estrategias que el profesorado utilizan y que responden a un determinado
modelo didáctico sea éste explícito o implícito.
Para que los niños aprendan ciencia necesitan de un maestro que es profesional en esa
aérea para así impartir lo que sabe en los niños, para que después los niños les enseñen a otras
personas y así sucesivamente crecerá el gran conocimiento o así crecerá esta rama que es
muy importante llamado ciencia.
Conclusión:
Se entiende que la Ciencia está constituida por un conjunto de principios, teorías y leyes
que nos ayudan a comprender el medio que nos rodea, pero también por los procedimientos
utilizados para generar, organizar y valorar esos principios, teorías y leyes. Pero, además, el
conocimiento científico es el producto de una actividad social. Todo científico, para la
construcción de las nuevas teorías, utiliza y se basa en los conocimientos ya elaborados,
viéndose influenciado por ellos y por los de sus contemporáneos. La producción científica
aparece así relacionada, de una parte, con los saberes de que dispone en ese momento la
comunidad científica y, de otra, con las necesidades y condicionamientos sociales existentes
en cada situación histórica
En un mundo marcado por apremiantes retos y en el que el desarrollo científico y
tecnológico está presente en muchas de las actividades de la vida cotidiana, es fundamental
que las nuevas generaciones de niñas, niños y jóvenes dispongan de ciertos conceptos,
habilidades y actitudes científicas que les permitan intervenir en él. De ahí la importancia de
enseñar ciencias en los niveles obligatorios como parte de una formación integral.
Si se tiene claro que la ciencia está al servicio de la educación y no al revés, nos daremos
cuenta de la importancia de seleccionar conocimientos de ciencia que puedan dar lugar a
actividades docentes que sean “competenciales” y que puedan ser evaluadas atendiendo a la
autorregulación de los aprendizajes y a la diversidad de ritmos, estilos de aprendizaje y de
cultura.
Referencia bibliográfica.
Las Ciencias Naturales en educación Básica formación de ciudadanía para el siglo XXI.