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Alfonso

Ropero

LOS VIRUS DEL EDÉN


¿Qué tiene Dios que ver
con todo esto?
LOS VIRUS DEL
EDÉN
¿QUÉ TIENE DIOS QUE VER

CON TODO ESTO?

Alfonso Ropero
Alfonso Ropero, historiador y teólogo, es doctor en
Filosofía (Sant Alcuin University College, Oxford Term,
Inglaterra) y máster en Teología por el CEIBI. Es autor de,
entre otros libros, Filosofía y cristianismo; Introducción
a la filosofía; Historia general del cristianismo (con John
Fletcher); Mártires y perseguidores y La vida del
cristiano centrada en Cristo.

QUEDA PROHIBIDA LA VENTA DE ESTE LIBRO. SU


DISTRIBUCCIÓN ES GRATUITA.
© 2020 PENSAMIENTO PROTESTANTE
© 2020 Alfonso Ropero Berzosa

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Siglas de versiones bíblicas citadas
BLP Biblia La Palabra. Sociedad Bíblica Española
DHH Dios habla hoy. Sociedades Bíblicas Unidas
LBLA La Biblia de las Américas. The Lockman
Foundation
NVI Nueva Versión Internacional. Sociedad
Bíblica Internacional
«Un trabajo de lo más serio y profundo que he leído sobre
el tema»
Xabier Pikaza

«Excelente trabajo que comparto»


Plutarco Bonilla

«Muy buen trabajo»


Antonio Cruz

«Ninguno debería perderse este sabio trabajo»


Pedro Gelabert
Índice

INTRODUCCIÓN ----------------------------------------- 8

1. ¿TIENE DIOS ALGO QUE VER CON ESTA

PANDEMIA? ---------------------------------------------- 15

¿Castigo de Dios? ----------------------------------- 18

La imposible teodicea ------------------------------- 23

2. LOS VIRUS DEL EDÉN ----------------------------- 32

Dios y las bacterias --------------------------------- 33

¿Cuándo creó Dios las bacterias? ------------------ 35

Somos, vivimos y nos movemos entre microbios- 44

3. CUANDO LA NATURALEZA/DIOS HABLA POR

MEDIO DEL CORONAVIRUS -------------------------- 53

Un toque del cielo ------------------------------------ 54

El despertar de los virus ----------------------------- 58

El comercio de animales salvajes ------------------ 64

Un mensaje naturalmente divino ------------------ 68


4. ANTES Y DESPUÉS DEL COVID-19 -------------- 76

Una tormenta anunciada --------------------------- 77

Virus liberados del hielo ---------------------------- 84

5. LA ECONOMÍA DEL CORONAVIRUS ------------ 90

Divino Mercado -------------------------------------- 91

De Marduk a Wall Street ---------------------------- 93

6. LA GRAN MUTACIÓN ------------------------------ 101

¿Cómo saldremos de esta? -------------------------- 102

Conversión o barbarie ------------------------------- 105


Introducción
De repente, el mundo se ha parado. No se ha detenido
el tiempo, se ha paralizado nuestra manera de vivir. Estado
de alarma. No más viajes por tierra, mar y aire.
Universidades y colegios cerrados. Toda la población
confinada en sus hogares. Calles solitarias, plazas vacías.
Miles y miles de contagiados y muertos en todo el mundo.
Una escena propia de una película de ficción. Pero no, no
es una ficción, ni una pesadilla, es la triste realidad. Los
hospitales, los supermercados y las fuerzas de seguridad
son el único indicio de que la vida sigue con una
normalidad extraña, pero cotidiana.
LOS VIRUS DEL EDÉN
9

En estas circunstancias, la pérdida de seres amados, o


de conocidos, de gente de nuestro barrio, nos produce el
escalofrío de nuestra propia vulnerabilidad, lo precario
que somos todos, lo expuesto que estamos a que la
guadaña del virus siegue nuestra vida.
¿Cómo hemos podido llegar a esta situación?
Aparte de las causas humanas, políticas y económicas,
de las que hablaremos después, líderes de las grandes
religiones monoteístas —judaísmo, cristianismo e
islamismo— han salido a la palestra para decir que esta
pandemia es una manifestación del justo juicio y castigo
de Dios por nuestros pecados. No todos están de acuerdo
con este dictamen, pero sí muchos. Otros asumen con
resignación, que Dios permite esta situación quizá para
enseñarnos algo.
John Piper es un pastor estadounidense y un autor bien
conocido. Desde su concepción de fe en un Dios vivo y
presente en la vida de los hombres y mujeres, y
especialmente en los creyentes, no ve ningún problema en
lo que ocurre, sino todo lo contrario, ya que «Dios que
tiene los virus en sus manos». Él es el Soberano, de tal modo
que «el secreto para estar tristes, pero siempre alegres es
LOS VIRUS DEL EDÉN
10

saber que la soberanía que puede detener el coronavirus, y


no lo ha hecho, es la misma soberanía que sostiene el alma
en medio de la pandemia»1. De manera que Piper ni afirma
ni niega que la pandemia sea un castigo Dios, no para los
creyentes, que pueden ser probados, pero no castigados, lo
que dice es que Dios es soberano sobre el coronavirus y, por
tanto, en medio de esta pandemia, «nadie puede consolar
nuestras almas de la forma en que Dios lo hace»2. La suya
es una fe incondicional, sin dudas: «Si Él quiere, viviremos.
Si no, no viviremos»3. Estas afirmaciones tienen su lugar si
tratan de afianzar la seguridad del creyente o despertar la
conciencia de quienes ignoran la existencia de algo más allá
de lo que perciben sus sentidos, pero no son realistas, y
menos en el caso concreto del coronavirus. Si las tomamos
al pie de la letra no avanzaríamos nada en la investigación
de la naturaleza de este virus y en las causas de su contagio
mundial, de modo que son contraproducentes a la hora de
aportar una visión cristiana al entendimiento y solución de
la pandemia.

1 John Piper, Coronavirus y Cristo, p. 22. Poiema Publicaciones,


202o.
2 Id., p. 27.
3 Id., p. 43.
LOS VIRUS DEL EDÉN
11

Muchos evangélicos de tendencia milenial, entre ellos


John Piper4, perciben en la pandemia del coronavirus y del
caos económico que se avecina las señales del Apocalipsis,
del tiempo de la tribulación que precede a la segunda
venida de Cristo. Según una encuesta difundida por
LifeWay Research, el 89% de los pastores evangélicos
estadounidenses que interpretan las escrituras cristianas de
forma literal dicen que «los eventos actuales concuerdan
con lo que Jesús dijo que ocurriría antes de que Él
regresase a la tierra»5.
El teólogo vasco, José Arregui, jugando con el sentido
original de apocalipsis no como cataclismo, sino
revelación, hace la atrevida afirmación que «en la
pandemia se revela la salvación». Su argumento es digno de
consideración:
«Las palabras lo dicen: virus, en latín, significa
“veneno”, y en el veneno se encuentra el
antídoto. Virus significa también “jugo”. Podéis convertir el

4 «Mi punto es este: Jesús quiere que veamos los dolores de parto
(incluyendo el coronavirus) como recordatorios y alertas de que Él
viene, así que debemos estar preparados», Id., p. 76.
5 Vast Majority of Pastors See Signs of End Times in Current Events. 7

Abril 2020. https://lifewayresearch.com/2020/04/07/vast-majority-


of-pastors-see-signs-of-end-times-in-current-events/
LOS VIRUS DEL EDÉN
12

jugo venenoso en jugo saludable y sabroso de la vida, o


podéis seguir segregando y difundiendo por el planeta
vuestros propios venenos –el miedo, la codicia, la
competición feroz, la prisa creciente–, mucho más nocivos
para el planeta, para los más pobres primero y al final para
todos. Podéis sacar lo mejor y lo peor del virus y de vosotros.
O bien vuestra especie, tan maravillosa y contradictoria,
colapsará del todo, víctima de sus emociones destructivas,
o bien dará por fin, personal y colectivamente, un gran salto
espiritual hacia una conciencia profunda, universal,
ecológica, y entonces renacerá. En vuestras manos está
desaparecer o renacer, dice a todos el Ángel de la Vida»6.
Es evidente que la situación presente se presta a varias
interpretaciones, según del punto de vista que se adopte. En
medio de las distintas voces que se están escuchando estos
días, nos gustaría aportar la nuestra como una humilde
aportación a un debate que debe ser tratado con
sensibilidad y rigor. La nuestra es una perspectiva cristiana,
teológica, pensada bíblica y racionalmente a la luz de los

6José Arregui, Apocalipsis. Revelaciones del Covid-19.


https://www.religiondigital.org/el_blog_de_jose_arregi/Coronavirus
-Apocalipsis-Pandemia-Genesis_7_2217748214.html
LOS VIRUS DEL EDÉN
13

conocimientos científicos que hoy tenemos de la medicina


y el medio ambiente, sin olvidar los condicionantes
económicos, un factor que ha jugado un papel determinante
en esta crisis sanitaria.

Alfonso Ropero
Tomelloso, el Wuhan de La Mancha, 30 de Abril de
2020
.1.
¿Tiene Dios algo que
ver con esta pandemia?

Lo que nadie podía pensar se ha hecho realidad: la


paralización de un día para otro de toda actividad
económica a nivel mundial, excepto los servicios
esenciales. El mundo moderno estaba tan confiado en sus
logros y avances tecnológicos y tan obsesionado con una
economía de crecimiento ilimitado, que la actual
pandemia del coronarivus ha sido un golpe brutal que ha
dejado noqueado el sistema actual, con su ritmo
vertiginoso de actividades empresariales y afluencia de
personas de un lugar a otro del mundo.
LOS VIRUS DEL EDÉN
16

Hace tanto tiempo desde la última epidemia en el


mundo avanzado —la gripe de 1918, cuyas devastadoras
consecuencias superaron la cifra de cien millones de
muertos7—, que todos habíamos asumido que esto
pertenecía al pasado remoto, al tenebroso mundo
medieval con sus pestes y plagas; o que se reducía a los
países pobres, y dentro de estos, a los parias de la sociedad.
Ahora, cada día nos enteramos de nuevos casos de
contagiados de individuos pertenecientes a la élite
económica, política, social y religiosa. Un virus sin
distinción de clases ni de países, que salta estamentos y
fronteras. Nadie se salva, ni la cultura, el deporte o la
religión. Todos confinados, todos en cuarentena. Cada

7 Por cierto, se conoció como «gripe española», pero sin que los
españoles tuviéramos nada que ver con ella. En tiempos revueltos la
desinformación cunde. «Tal designación se debe a que en la Primera
Guerra Mundial, los principales países beligerantes, Alemania, Austria,
Francia, Reino Unido y Estados Unidos suprimieron la información
sobre el alcance de la enfermedad. Por el contrario, España, al ser
neutral, no necesitaba ocultarla. Este hecho produjo la falsa impresión
de que este país fue el más castigado, por informar más sobre la
enfermedad». Víctor Arrogante, La otra pandemia hace cien años; poco
hemos aprendido.
https://www.nuevatribuna.es/articulo/actualidad/otra-pandemia-
hace-cien-anos-poco-hemos-aprendido/20200322192134172472.html
LOS VIRUS DEL EDÉN
17

cual reducido al espacio de su hogar. «Creímos que


podíamos vivir, si éramos parte del contingente de
privilegiados, en un invernadero —escribe el filósofo
argentino Ricardo Foster—. Protegidos de la intemperie
climática, del calentamiento global, de la miseria creciente,
de la violencia y de las pestes que diezmaban a los pobres y
hambrientos del mundo. El invernadero se rompió en mil
pedazos no por la fuerza de una humanidad en estado de
rebeldía sino por la llegada de organismos infinitesimales e
invisibles capaces de penetrar por todos los intersticios de
una sociedad desarmada y desarticulada que hace un
tiempo decidió vivir bajo el signo de “sálvese quien pueda”.
El virus nos recordó de modo brutal que esa es, también,
una quimera insolente, otra fantasía de un sistema
aniquilador»8.

Ni en tiempos de guerra había ocurrido algo igual. Los


difuntos sin un funeral como es propio. Enterrados o
cremados apresurada, clandestinamente. Nunca han

8Ricardo Foster, Desafío. El virus no es el único peligro, e-book. Akal,


Madrid 2020.
LOS VIRUS DEL EDÉN
18

estado los muertos más solos como ahora. Malos tiempos


para enfermar o para morir.

¿Castigo de Dios?

No tiene nada de extraño que algunos se pregunten


dónde está Dios en esta epidemia, qué tiene que ver Dios
con el coronavirus9. Los más tradicionalistas no tienen
dudas. Esta pandemia es un castigo divino. Castigo por la
permisión de la homosexualidad, el aborto, la ideología de
género10. Una buena manera de ajustar cuentas con sus
enemigos particulares. Afortunadamente no todos los
religiosos son iguales, el cardenal hondureño Madariaga,
asegura que el «virus, no es un castigo de Dios, porque Dios
no castiga, nos ama y nos ve con una mirada llena de amor

9 James Martin, S.J., Where Is God in a Pandemic?, 22 marzo 2020.


https://www.nytimes.com/2020/03/22/opinion/coronavirus-
religion.html
10 Coronavirus en México: un obispo dice que la pandemia es un castigo

de Dios, https://www.clarin.com/internacional/mexico/coronavirus-
mexico-obispo-dice-pandemia-castigo-dios-homosexualidad-abortos-
eutanasia_0_3XEgdpJHj.html
LOS VIRUS DEL EDÉN
19

y misericordia», al mismo tiempo que acusa de mentalidad


pagana al arzobispo de Milán por decir lo contrario 11.

Todo esto del amor de Dios les suena bien a muchos,


pero les parece insuficiente para describir el ser de Dios y
su intervención en el mundo. ¿Acaso no es también un Dios
santo? ¿Un Dios que aborrece el pecado, un Dios justo que
manifiesta su ira contra los hijos de desobediencia (Efesios
5:6)?
Argumentos bíblicos no les faltan. Tienen de sobra en
una lectura literalista y precristiana del Antiguo
Testamento. ¿No es Dios soberano, Señor de los ejércitos y
de todo cuanto sucede? ¿No castigó los pecados de Israel
con sequías, plagas e invasiones? ¿No es el Todopoderoso
en cuya mano están las fuentes de agua arriba en el cielo y
los rayos que caen a la tierra? ¿Acaso hay alguna brizna de
hierba que crezca sin su permiso? ¿No dirige él el destino

11Obispos católicos y luteranos de Ecuador se unen para luchar juntos


contra la pandemia.
https://www.religiondigital.org/mundo/Maradiaga-coronavirus-
castigo-Dios_0_2215878447.html
LOS VIRUS DEL EDÉN
20

de todos los hombres? ¿No están en sus manos los días de


cada persona?

«El Señor da la muerte y da la vida,


hunde en el abismo y salva de él.
El Señor empobrece y enriquece,
rebaja y engrandece»
(1 Samuel 2:8. BLP)

« ¿Quién es aquel que habla y así sucede,


a menos que el Señor lo haya ordenado?
¿No salen de la boca del Altísimo
tanto el mal como el bien?»
(Lamentaciones 3:37-38. LBLA)

En las expresiones citadas y otras semejantes, hay que


tener en cuenta que el monoteísmo estricto de Israel no le
permitía pensar que algo pudiera escaparse a su ejercicio de
poder y control, de modo que todo lo atribuye a la acción
directa de Dios, sin reparar en los agentes humanos. Dios
es único, sin compañero ni semejante. «Yo soy el Señor, y
no hay otro; fuera de mí no hay ningún Dios» (Isaías 45:5;
cf. 43:11-13). A su lado no hay antidioses o un diablo
culpable del mal, solo Dios como Señor único de su
LOS VIRUS DEL EDÉN
21

creación. Solitario en su soberanía. Única causa directa de


cuando existe. Es Dios mismo quien «personalmente»
endurece el corazón de los que va a castigar. Es en Dios que
está el poder de abrir o cerrar el corazón. «Hasta hoy Yahvé
no os ha dado corazón para entender, ni ojos para ver, ni
oídos para oír» (Deuteronomio 29:4). Esto no significa que
el pueblo hebreo negará la libertad del ser humano, la
aceptaba sin sentimiento de contradicción con el actuar
soberano de Dios. Los judíos vivían su fe más que razonarla.
Un tema para discutir con detalle en otra ocasión.
Sin duda que Jesús compartió la visión de Dios de sus
compatriotas, pero en él se percibe otro tono, otro talante,
otro énfasis que no entra en polémica con la fe tradicional
de sus mayores, pero que representa una nueva manera de
considerar a Dios. Su manera de referirse a él. No más
Señor de los ejércitos, sino simplemente Abba, «padre» en
sentido familiar. No más Poderoso y Terrible
(Deuteronomio 10:17), sino Amor, amor no como
propiedad o atributo, sino como esencia: Dios es Amor (1
Juan 4:8). Amor compartido, amor comunitario en la
LOS VIRUS DEL EDÉN
22

trinidad de su ser12. Amor soberano que sufre; amor


paciente que aguanta; amor que busca a la oveja perdida;
amor poderoso que justifica el impío; amor asombroso que
se deja matar en la persona de su Hijo. «Dios estaba en
Cristo reconciliando consigo al mundo, no tomándoles en
cuenta a los hombres sus pecados» (2 Corintios 5:19).
Amor airado y dolorido por la torpeza humana, por su
incredulidad, su ceguera, su egoísmo; amor sufrido que no
violenta la voluntad de sus criaturas, sino que la atrae con
«lazos de amor» (Oseas 11:4). Amor maternal-paternal que
espera a la vera del camino la vuelta del hijo pródigo.
Las desgracias no vienen sobre los hombres por voluntad
punitiva de Dios, de ser así, los días de vida de los hombres
sobre la tierra serían muy cortos y, por contra, no nos
podríamos explicar las desgracias de los justos, excepto
malinterpretándolas y, como los amigos de Job, atribuirlas
al castigo divino. Jesús nos previno contra esta manera de
ver, cuando dice que Dios hace salir el sol sobre buenos y
malos (Mateo 5:45) y pregunta: «¿O pensáis que aquellos

12 La doctrina de la Trinidad es monoteísmo sin soledad. Dios es


comunidad, dinamismo en eterna comunión consigo mismo sin
egoísmo, amor puro. Es como atisbamos a comprenderlo desde nuestra
finitud.
LOS VIRUS DEL EDÉN
23

dieciocho, sobre los que cayó la torre en Siloé y los mató,


eran más deudores que todos los hombres que habitan en
Jerusalén?» (Lucas 13:4).
El cristianismo ligó desde su principio la idea de Dios a
la persona y mensaje de Jesús. «Nadie conoce al Hijo sino
el Padre, y nadie conoce al Padre sino el Hijo y aquel a quien
el Hijo quiera revelarlo» (Mateo 11:27; Lucas 10:22). Desde
entonces nadie que se considere cristiano puede hacer
teología, o pensar en Dios, aparte de la enseñanza de Jesús
y de la puerta abierta al corazón de Dios que él nos reveló.

La imposible teodicea

En todo el mundo fieles de buena voluntad se han unido


en una oración para que Dios detenga la pandemia. Se
razona que si él es bueno y quiere, puede librarnos de este
valle de sombra y muerte, tiene poder suficiente para ello.

¿Acaso no es esto también una manera de admitir que


esta pandemia tiene su origen en Dios, que supuestamente
él ha puesto en marcha y, por tanto, puede detener gracias
a la intercesión de los fieles? Es difícil eliminar de un
plumazo una mentalidad milenaria que siempre ha visto en
LOS VIRUS DEL EDÉN
24

las desgracias y catástrofes el azote divino, o que atribuye la


enfermedad a algún pecado oculto o ignorado del paciente.
Se entiende que en situaciones de crisis afloren
sentimientos atávicos.
La pregunta sobre el mal, en todas sus formas tiene un
largo historial, desde los días de los filósofos griegos,
cuando Epicuro (vivió entre los siglos IV y III a.C.) propuso
se famoso enigma o paradoja, que más o menos dice así:

«O Dios quiere evitar el mal y no puede, entonces no es


omnipotente; o puede pero no quiere, entonces no es bondadoso;
o no quiere y no puede, entonces no es ni omnipotente ni
bondadoso; o puede y quiere; pero sabemos que esto es incierto
dado que sabemos que el mal existe».

Muchos teólogos de primera línea como Agustín de


Hipona, Tomás de Aquino, Martín Lutero y Juan Calvino,
han tratado de responder a este dilema, pero después de
tantos siglos sigue tan impenetrable como al principio. El
filósofo G.W. Leibniz dedicó a esta cuestión su Essais de
Théodicée sur la bonté de Dieu, la liberté de l'homme et
LOS VIRUS DEL EDÉN
25

l'origine du mal (1710)13. De esta obra deriva la Teodicea


como disciplina filosófica y teológico que se ocupa de
justificar/disculpar a Dios de todo mal.
La cuestión del mal, del dolor en el mundo, tanto en los
seres racionales como irracionales, es un problema
típicamente religioso que a los ateos y agnósticos les tiene
sin cuidado. El mundo es como es y resulta ocioso hacerse
preguntas sobre la responsabilidad del hipotético ser extra-
mundano. Por eso, el filósofo Slavoj Žižek advierte que «lo
realmente difícil de aceptar es el hecho de que las actuales
epidemias son el resultado de la contingencia natural en
su estado más puro, que acaba de ocurrir y no esconde
ningún significado más profundo. En el orden más amplio
de cosas, somos una especie que no importa»14.
Para el conocido científico ateo Richard Dawkins, «en un
universo de electrones y genes egoístas, de fuerzas físicas
ciegas y de replicación genética, algunas personas van a
resultar heridas, otras serán afortunadas, y no

13 Curiosamente este es el único libro que publicó en vida. Edición


española: Ensayo de Teodicea. Sobre la bondad de Dios, la libertad del
hombre y el origen del mal. Editorial Sígueme, Salamanca 2013.
14 Slavoj Žižek, ¡Pandemia! El covid-19 sacude el mundo, p. 13. Abril

2020.
LOS VIRUS DEL EDÉN
26

encontraremos ninguna moraleja ni razón en ello, tampoco


ninguna justicia. El universo que observamos tiene
precisamente las propiedades que deberíamos esperar si,
en el fondo, no hay ningún diseño, ningún propósito,
ningún bien ni ningún mal, nada más que indiferencia
ciega y despiadada. El ADN ni sabe ni se preocupa. El ADN
solo es. Y bailamos al ritmo de su música»15.
La teología cristiana, por el hecho de ser, forzosamente
tiene que reflexionar sobre la existencia y el problema del
mal. Cree en el sentido de la vida, en la libertad del ser
humano, en la bondad de la existencia, pese al mal que la
infesta y vuelve desagradable. El mal le supera, pero cree
que la bondad de Dios está por encima de toda
contradicción. Por eso, históricamente, los cristianos han
sido los que más atención han dedicado a la cuestión del
dolor y del sufrimiento en el mundo. Y han sido ellos, sin
hacer filosofía, los que más se han ocupado de la paradoja
de Epicuro, cuya solución puede ser insoluble pero que no
ha impedido considerarla del haz y al revés. Se ha
combatido con este obstáculo aunque sea para decir, me

15Richard Dawkins, El río del Edén: una visión darwiniana de la vida,


p. 133. Debate, Barcelona 2000.
LOS VIRUS DEL EDÉN
27

resulta imposible superarla, pero no me rindo. Así lo viene


a decir el teólogo español Juan Antonio Estrada, para quien
la teología ni sabe ni puede responder racionalmente al
problema del mal. Para él, la cuestión se reduce
básicamente a una respuesta práctica de espiritualidad. «Lo
específico cristiano no es un saber global sobre el mal, sino
la identificación con una vida, la de Jesús, y la esperanza en
una promesa, la del resucitado. Se puede ser cristiano sin
una teodicea resuelta»16.
El dilema de Epicuro no llamó demasiado la atención de
sus contemporáneos. Su paradoja no afecta a todos los
dioses, sino particularmente a un determinado concepto de
Dios, aquel que postula su bondad y su omnipotencia.
Epicuro no tenía problemas en aceptar los dioses de su
época; él únicamente niega a un dios que tenga las dos
características básicas de omnipotencia y benevolencia, que
es precisamente el Dios cristiano. ¿O no? Andrés Torres
Queiruga, preocupado en toda su labor teológica de
repensar los temas centrales de la teología tradicional
desde el paradigma cultural contemporáneo, que asume las

16Juan Antonio Estrada La imposible teodicea. La crisis de la fe en


Dios. Trotta, Madrid 2003.
LOS VIRUS DEL EDÉN
28

aportaciones de la cultura moderna y de la ciencia,


concuerda con los críticos en que la paradoja de Epicuro es
irrefutable desde el viejo postulado del Dios omnipotente y
la imaginación de que un mundo-sin-mal es posible. «Un
mundo-sin-mal solo puede ser visto hoy como un «fósil»
cultural, un resto mítico de paraísos religiosamente
primitivos o de fantasías freudianamente infantiles […] la
idea de un mundo-finito-sin-mal es tan imposible y
contradictoria como las de un palo-de-hierro o de un
círculo-cuadrado»17. Afirmar hoy que Dios no es bueno u
omnipotente, porque no hace un mundo perfecto, equivale
a argumentar que no lo es, porque no quiere dibujar
círculos-cuadrados o no puede hacer hierros-de-madera.
Cuando empezábamos a entusiasmarnos con la
«solución» iniciada por Torres Queiruga, caemos en la
cuenta de que el camino seguido tampoco nos lleva a un
buen puerto. Nos vuelve a dejar perplejos y con una grave
objeción. Si Dios, como el autor mismo reconoce, sabiendo

17A. Torres Queiruga, Mientras permanezca el prejuicio de que Dios


podría si quisiera acabar con el mal del mundo, nadie puede creer en
su bondad. 20.04.2020,
https://www.religiondigital.org/opinion/Andres-Torres-Queiruga-
contradiccion-Dios_0_2223377646.html
LOS VIRUS DEL EDÉN
29

que un mundo, si existe, tiene que ser finito y por tanto


expuesto al mal, ¿por qué, lo crea a pesar de todo? Un
misterio ante el que solo cabe callar y pasar. «Afrontar el
mal es el lote inesquivable de seres finitos con libertad
finita».
Pero, «¿quién conoce la mente del Señor? ¿Quién podrá
instruirle?» (1 Corintios 2:16, DHH). Torres Queiruga
propone una nueva teodicea desde la cual arrojar algo de
luz sobre el misterio. Según él, esto solo es posible desde la
Ponerología, término acuñado por él, del griego ponerós,
«malo», referido a un nuevo tratado teológico para afrontar
el problema del mal desde la finitud del mundo. La
ponerología afirma la inevitabilidad del mal dada la finitud
del mundo, lo cual refuta del dilema de Epicuro, que daba
por sentado la evitabilidad del mal. «E incluso me gustaría
señalar que no solo permite afirmar con plena lógica la
omnipotencia divina, sino que hace brillar mejor la gloria
de su amor infinito de Padre (Madre). Creando por amor,
sabía que sus creaturas estarían expuestas a la mordedura
del mal inevitable. Pero las creó porque en su sabiduría
infinita sabe que, a pesar del mal, la existencia valía la pena;
en su amor incondicional está dispuesto a volcarse en
LOS VIRUS DEL EDÉN
30

ayudar; y en su omnipotencia resucitadora es capaz de


liberarnos definitiva y plenamente del mal en la comunión
última, cuando, libres de las condiciones físicas de la
finitud, Él “será todo en todos”. Entonces resulta posible ese
misterio real, pues gracias a Jesús creemos que, más allá de
la muerte, Dios acoge nuestra “infinitud en hueco y
aspiración”, amparándola ya para siempre jamás en el
océano infinito de su amor»18.

18 A. Torres Queiruga, Repensar el mal. De la ponerología a la teología.


Editorial Trotta, Madrid 2011.
.2.
Los virus del Edén

A finales de los 90 escribí un libro con el título de Salud,


enfermedad y fe (CLIE 1999), tratando de responder y
aclarar un tema muy actual en aquel tiempo como era el don
de sanidades y las curas milagrosas tan publicitadas por los
carismáticos. Para ello tuve que estudiar a fondo la
naturaleza de la enfermedad y sus causas, entre las que se
encuentran los agentes biológicos infecciosos, como virus,
bacterias, hongos y parásitos, causantes de miles de
muertes, todavía hoy19.
Así fue como me sumergí en un mundo invisible al ojo
humano, pero tan inmenso y complejo como el tenemos

19Véase Ruy Pérez Tamayo, Microbios y enfermedades. FCE, México


2007, 2ª ed.
LOS VIRUS DEL EDÉN
33

ante la vista. El universo microbiano supera nuestra


capacidad de comprensión, aunque cada vez sepamos más
del mismo. Multitud de agentes biológicos microscópicos
son las causantes de la mayor parte del sufrimiento y de las
muertes del mundo, sobre todo en los países pobres: cólera,
malaria, tifus, dengue, de ahí que se las llame
«enfermedades de pobres».

Dios y las bacterias

Como cristianos es lógico que nos hagamos preguntas y


cuestionemos el papel de Dios en todo esto, toda vez que
creemos en la providencia divina, estrechamente
relacionada con el amor y el cuidado de Dios de su creación.
El problema del sufrimiento siempre ha sido un grave
obstáculo para la fe. Por naturaleza, nos negamos a creer
que el mal puede convivir con el bien, si este tiene el poder
de eliminarlo. Nuestra rebeldía ante el dolor en el mundo
se vuelve dramática y agónica al confesar que Dios es bueno
y misericordioso.
LOS VIRUS DEL EDÉN
34

Entiendo, pues, a quienes se preguntan: ¿Por qué Dios


permite la pandemia y calla?20
En mi caso, en el mencionado estudio de las
enfermedades por infección vírica, fue un verdadero shock.
A medida que profundizaba en mi conocimiento del mundo
de los microbios y de las múltiples enfermedades
ocasionadas por ellos; al adentrarme en la historia de las
epidemias causadas a lo largo del tiempo, con sus secuelas
de dolor, terror y muerte 21, quedé totalmente perplejo y con
muchas inquietudes. Si Dios es el creador, o fundamento
último de todo cuanto existe, ¿a qué razón obedece la
creación de ese universo diminuto de galaxias y agujeros
negros de microbios, de virus, de bacterias? ¿Qué sentido
puede tener la creación de esos seres infecciosos causantes
de tanto sufrimiento, de tanto dolor, de tantas muertes, que
en tiempo de epidemia han diezmado nación entera y
reducida a veces a la mitad de la población mundial? ¿Qué

20 Víctor Codina, «¿Por qué Dios permite la pandemia y calla? ¿Es un


castigo? ¿Hay que pedirle milagros? ¿Dónde está Dios?»
https://www.religiondigital.org/opinion/Victor-Codina-Dios-
pandemia-milagros-coronavirus-peste-mal-
Jesus_0_2215578438.html
21 Sir Macfarlane Burnet, Historia de las enfermedades infecciosas.

Alianza Editorial, Madrid 1967.


LOS VIRUS DEL EDÉN
35

sentido puede haber en sacrificar no ya una, sino millones


de personas a un organismo microscópico cuya existencia
no parece obedecer a ninguna otra razón que parasitar y
destruir todo aquello que toca? ¿Qué gloria puede dar a
Dios que la existencia de ese universo infinitamente
pequeño de microbios —virus, bacterias, hongos…—
decidan la vida y muerte de los seres superiores: hombres y
animales? ¿No es terrible ver que hombres, mujeres, niños,
con su inteligencia y proyecto de vida, perezcan
dolorosamente por culpa de un ser repugnante, o tan
primitivo como el coronavirus, que no llega ni siquiera a la
categoría de organismo vivo?
En mundo controlado por el azar todo es posible y nada
es extraño, pero en un mundo de orden y diseño inteligente
resulta totalmente incomprensible. Con todo, la fe se
rebela, protesta y, antes de perecer, busca, imagina
respuestas.

¿Cuándo creó Dios las bacterias?

El relato bíblico de la Creación no lo dice. Se entiende. El


conocimiento de los microbios es un descubrimiento
reciente, y fue tan sorprendente que el primero que
LOS VIRUS DEL EDÉN
36

relacionó ciertas enfermedades con gérmenes y bacterias


terminó en un manicomio por prescripción facultativa de
sus colegas médicos. Me refiero a Ignaz Philipp
Semmelweis (1818-65). Una historia trágica y lamentable.
Muy triste y muy revelador de la naturaleza humana y de la
fuerza del conservadurismo en oposición a las ideas nuevas.
Semmelweis fue un médico húngaro que trabajaba en la
primera clínica obstétrica en Viena alrededor del año 1845.
En ese tiempo no era raro que las madres contrajesen una
infección —frecuentemente mortal— inmediatamente
después del parto. La mortalidad por fiebre puerperal, que
es el nombre de esa enfermedad, podía alcanzar hasta 25%
de los casos. Semmelweis se interesó especialmente en
estudiar las causas de esa infección y la razón de por qué su
incidencia era muchísimo mayor en los hospitales que en
los hogares, donde algunas mujeres atendían su parto.
Semmelweis llegó a la conclusión de que el portador de la
infección era el personal que atendía a las parturientas, en
especial los estudiantes de medicina y sus profesores, ya
que las atendían después de practicar autopsias y
operaciones en cuerpos infectados. De inmediato,
Semmelweis organizó un experimento para probar su
LOS VIRUS DEL EDÉN
37

hipótesis, para lo cual ordenó que en un ala de la clínica


todos los estudiantes se lavaran concienzudamente las
manos con agua, jabón e hipoclorito de calcio; en la otra ala,
atendida normalmente por parteras que no tenían contacto
con otros enfermos y donde las muertes por fiebre
puerperal eran más bajas que en la sección atendida por los
estudiantes, las parteras no se lavarían las manos como
aquellos.

Los resultados fueron contundentes. La mortalidad en el


ala donde los estudiantes tenían que lavarse las manos al
salir de las salas de operaciones y de autopsias antes de
atender a las madres parturientas cayó muy por debajo de
la registrada en el ala que había servido como «testigo» del
experimento. La aplicación de esta sencilla regla de higiene
redujo la mortalidad en las mujeres parturientas a menos
de 1%. Sin embargo, el jefe de la clínica reaccionó
prohibiendo la práctica, porque se salía de la ortodoxia
impuesta por la costumbre médica de la época y destituyó a
Semmelweis, arruinándole su reputación, a tal grado que ni
en su país logró que se impusieran las prácticas de asepsia
que había recomendado para reducir el riesgo de fiebre
puerperal. En esa época todavía no había microscopios que
LOS VIRUS DEL EDÉN
38

pudieran demostrar la existencia de esos enemigos


invisibles al ojo humano22.
No tiene, pues, nada de extraño que el autor bíblico no
haga referencia a estos organismos microscópicos. «¿Se
imaginan ustedes hablarles de átomos, microbios, fuerzas
de la materia, composición de las estrellas…, a unas gentes
nómadas de hace cinco mil años? Algo así como hablarles
en chino mandarín»23. Pero, ya que Dios es el creador de
todo cuanto existe, es evidente que Dios también creó a los
microbios, virus, bacterias… ¿Se puede aventurar en qué
«día» de la creación? Sí según los autores creacionistas.
Para Alan L. Gillen, biólogo y director de la revista Answers
Research Journal, Dios creó las bacterias y otros
microorganismos, no de golpe, en un día determinado, sino
en varios. El resto de creacionistas creían que las bacterias
y los hongos eran seres parecidos a las plantas y, por tanto,
debieron aparecer al tercer día. Pero hay una bacteria, la E.

22 René Dubos, editor, Health and Disease (Life Science Library, Nueva
York 1970); Alfonso Ropero, Enfermedad, saludad y fe (CLIE,
Barcelona 1999); José Sarukhán, Las musas de Darwin, cap. I (FCE,
México 1998).
23 Antonio García, La bellísima historia de la Creación (I), 8 enero

2020. https://elfarodehellin.com/la-bellisima-historia-de-la-
creacion-i/
LOS VIRUS DEL EDÉN
39

colino, que apareció en el día sexto porque podemos


encontrarla en el intestino humano y este apareció al final
de la creación. Ahí no acaba la cosa, la Vibrio fischeri es
una bacteria luminiscente que simbiotiza con ciertas
especies de calamares, luego esta fue creada el quinto día,
con la creación de los animales marinos24. Toda esta
especulación sobre la creación de los virus en diferentes
días suena delirante, y aunque se revista de ciencia, no lo
es.
Si confiamos en las investigaciones científicas más
recientes, y para seguir el argumento, Dios debió crear los
microorganismos el primer día, con la creación del cielo y
la tierra, mucho antes de la aparición de la vida vegetal.
¿Por qué? Porque el oxígeno en la tierra, sin el cual no
existiría vida vegetal ni animal, fue producido por unos
organismos llamados cianobacterias, que todavía hoy
podemos encontrar en lagos y océanos. Gracias a la
fotosíntesis, procesado por las cianobacterias, todas las
plantas verdes pueden conseguir su alimento. «Son

24Alan L. Gillen, «Los microbios y los días de la creación», Answers


Research Journal (2008/1), pp. 7–10.
https://answersingenesis.org/days-of-creation/microbes-and-the-
days-of-creation/
LOS VIRUS DEL EDÉN
40

probablemente algunos de los primeros organismos que


tuvimos en nuestro planeta»25.
Hasta aquí no hay problemas mayores, pero, ¿qué pasa
con las bacterias infecciosas, con los virus que siegan vidas
humanas sin misericordia? ¿También ellas son creación de
Dios?
Los creacionistas argumentan que el número de virus
patógenos, dañinos, es muy pequeño, menos del uno por
ciento. La mayoría son principalmente beneficiosos.
Bueno, según el Dr. Peter Daszak, un experto en el tema, se
calcula que probablemente hay 1,7 millones de virus
desconocidos que podrían infectar a las personas en la vida
silvestre26. Una cifra considerable, y da miedo pensar que
basta uno solo para originar una pandemia.
Estos mismos creacionistas nos aseguran que todas las
enfermedades infecciosas debidas a bacterias, virus y

25 Michael Marshall, ¿Cómo se creó el aire que respiramos? 10 julio


2015.
https://www.bbc.com/mundo/noticias/2015/07/150709_vert_earth
_oxigeno_tierra_lp
26 Gerardo Lissardy, «Estamos encarando epidemias como el covid-19

de forma equivocada»: entrevista con el ecólogo de enfermedades


Peter Daszak, https://www.bbc.com/mundo/noticias-internacional-
51796442
LOS VIRUS DEL EDÉN
41

bacilos como la gripe, la malaria y la tuberculosis


aparecieron tras la expulsión del paraíso. Según Milton De
los Santos, presentador del programa Creation Moments
en español, los microbios, por cuanto son una de las
creaciones más importantes de la creación, fueron creados
buenos, «se hicieron dañinos como parte de la maldición
sobre la creación como consecuencia del pecado»27. Una
afirmación imposible de verificar. No negamos que, desde
un punto de vista bíblico y teológico, el pecado, el
quebrantamiento de la ley divina, tiene consecuencias y
produce efectos negativos sobre la persona. La Biblia dice
que todo comenzó con el acto de desobediencia del primer
hombre, que transgredió la orden de no comer «del árbol
del conocimiento del bien y del mal porque el día que lo
hagas, sin duda morirás» (Génesis 2:17). Es conocido como
pecado original, el que dio origen a los males que nos
rodean, que son como un morir en vida, o un vivir para la

27M. De los Santos, ¿Por qué existen gérmenes?


https://www.oneplace.com/ministries/momentos-de-la-
creacion/read/devotionals/momentos-de-la-creacion/por-que-
existen-germenes-11767048.html. Cf. Miguel Núñez, ¿Son parte de la
creación de Dios las bacterias, los virus y las enfermedades?, 30 marzo,
2017, https://integridadysabiduria.org/son-parte-de-la-creacion-de-
dios-las-bacterias-los-virus-y-las-enfermedades/
LOS VIRUS DEL EDÉN
42

muerte. «Por medio de un solo hombre el pecado entró en


el mundo, y por medio del pecado entró la muerte; fue así
como la muerte pasó a toda la humanidad» (Romanos
5:12, NVI).
En los manuales clásicos de teología esto se explica
como efectos del pecado original sobre la persona: «En
cuanto al cuerpo son innumerables las desdichas y
miserias en que incurrimos por el pecado original. Por él
nos vemos sujetos al hambre, a la desnudez, a las
enfermedades, dolores, tristezas, y dejando otras muchas
miserias a la más terrible entre las cosas terribles, que es la
muerte, estipendio del pecado»28.

Una interpretación más ajustada a la realidad, nos


explica que la maldición, el castigo divino, expresa la
ruptura de la armonía entre la humanidad y la naturaleza.
Por eso el trabajo es ahora alienante, la tierra es hostil y se
rebela contra el hombre, que de soberano se ha
transformado en tirano egoísta y prepotente. «La relación

28Antonio de San Joseph, Compendio Moral Salmaticense según la


mente del Angélico Doctor, tomo I, p. 144 Imprenta de Josef de Rada,
Pamplona 1805.
LOS VIRUS DEL EDÉN
43

con la tierra, en la que había sido puesto el hombre para que


“la cultivara y guardara” (2:15), no es ya ennoblecedora, no
es ya una emocionante aventura, sino una tortura, un peso
soportado «con dolor y con el sudor del rostro».
«Encontramos en estas palabras el drama entero de la
ciencia, de la técnica y del trabajo cuando enloquecen y
devastan el paraíso terrestre de la creación. Nuestra
sensibilidad moderna nos permite comprender cuan
terrible es este desequilibrio entre el hombre y la
naturaleza. Si el autor sagrado hubiera escrito en nuestros
días, en aquellos “cardos y espinas” habría visto todas las
agresiones perpetradas contra el ambiente por el egoísmo
industrial, habría introducido también la pesadilla nuclear,
expresión de una naturaleza pervertida por el hombre, una
naturaleza que también, a su vez, se torna rebelde y
amenazadora, se transforma en una realidad hostil»29.

Es una sensación agobiante tener que reconocer la


existencia virus tan letales para la humanidad, ¿no podría
Dios haber creado un mundo libre de virus patógenos? Me

29Gianfranco Ravasi, Guía espiritual del Antiguo Testamento. El libro


de Génesis (1-11), p. 105. Herder/Ciudad Nueva, Madrid 1992.
LOS VIRUS DEL EDÉN
44

gustaría responder a esta pregunta con la reflexión


interrogativa que hace John Lennox, y que enlaza con lo que
Torres Queiruga decía sobre la imposibilidad de un mundo
finito sin mal: «¿No podría haber creado una electricidad
que no fuera peligrosa o un fuego que no quemara? ¿No
podría haber creado un mundo orgánico sin depredación?
¿No podría haber creado una vida en la que nunca sucediera
nada malo y los virus siempre fueran beneficiosos? ¿No
podría haber creado seres que nunca hicieran lo malo?»30

Somos, vivimos y nos movemos entre microbios

Adán es el nombre del primer hombre según la Biblia.


Adán, en hebreo, significa sencillamente hombre, viene de
una raíz que significa rojo, emparentada con otra (adamah)
que significa, suelo, tierra, que vendría a decirnos que el
hombre surge de la tierra (del polvo, o barro), cuyo color
rojizo se manifiesta en la piel humana. El término español
viene de latín humus, «tierra, polvo, barro». Idénticamente
lo mismo que en hebreo.

30John Lennox, ¿Dónde está Dios en un mundo con coronavirus?, p.


51. Poiema Publicaciones 2020.
LOS VIRUS DEL EDÉN
45

Según la Biblia Dios creó al hombre del polvo de la tierra


(Génesis 1:27). En un grano de polvo hay 10 000 bacterias.
Luego imagínense los millones de bacterias que forman
nuestro cuerpo, porque ya sabemos que los virus, las
bacterias, los microbios estaban presentes en el Edén. Ellos
componen gran parte de nuestro soporte material. Según
se ha calculado, y de modo asombroso, pues las cifras
escapan de nuestra imaginación, dentro del organismo
conviven trillones de especies microscópicas. Resulta que el
90% de nuestras células son bacterias. Una cura de
humildad, humilitas, que también viene del latín humus,
hombre. ¿Por qué, entonces, somos tan soberbios, tan
arrogantes?
La sola mención de bacterias, virus, microbios nos
produce escalofríos en este tiempo de pandemia,
enfermedad y muerte. Si supiéramos que no solo están
dentro de nosotros, sino a nuestro alrededor, en el aire que
respiramos, en los vientos que nos llegan desde lejanos
desiertos31. Cada día, casi un billón de virus y más de 20

31Mónica G. Salomone, Polizones de la calima: Miles de millones de


microbios viajan en las tormentas de polvo, 25 febrero 2020.
https://www.agenciasinc.es/Reportajes/Polizones-de-la-calima-
miles-de-millones-de-microbios-viajan-en-las-tormentas-de-polvo
LOS VIRUS DEL EDÉN
46

millones de bacterias circulan por la atmósfera terrestre y


se depositan en lugares de alta montaña32. Unos 800
millones de virus y otros 20 millones de bacterias caen al
día sobre un metro cuadrado de tierra. Si subimos a las
montañas, allí están; si en las profundidades de la tierra, allí
se encuentran; si en el fondo de los mares, ahí los tenemos.
En ellos existimos y nos movemos. «Por fortuna, los virus
que, en su mayoría, infectan a bacterias, no a los humanos
o a otros animales. Así que no hay de qué preocuparse si
inhalamos unos cuantos millones de virus cada vez que
salimos a pasear», dice el virólogo de la Universidad de la
Columbia Británica, Curtis Suttle33.
Es de felicitar que ya en los albores de la microbiología,
los primeros investigadores se dieran cuenta de que en ese
inmenso universo microbiano que se abría ante ellos no
todos los virus eran nocivos para la vida humana.

32 La mayoría de los virus y bacterias viajan por la atmósfera miles de


kilómetros, 8 febrero 2018. https://www.agenciasinc.es/Noticias/La-
mayoria-de-los-virus-y-bacterias-viajan-por-la-atmosfera-miles-de-
kilometros
33 Miguel Ángel Criado, Millones de virus y bacterias caen del cielo

cada día, 14 febrero 2010.


https://elpais.com/elpais/2018/02/11/ciencia/1518374319_051285.h
tml
LOS VIRUS DEL EDÉN
47

Descubrieron que «algunos de ellos son feroces y capaces


de ocasionar la muerte; pero otros, son beneficiosos y útiles
y, en su mayoría más importantes para la Humanidad que
cualquier continente o archipiélago»34. Es decir, los
microbios, virus, bacterias, no son nuestro enemigo, como
se pensó en el siglo XIX.
El cuerpo humano, ya lo dijimos, alberga billones de
microbios que conforman todo un mundo en simbiosis con
su entorno. Estos microscópicos y multitudinarios
compañeros vitales no solo moldean nuestros órganos, sino
que nos protegen de enfermedades e influyen en nuestro
comportamiento35. Por desinformación o ignorancia, lo
ponemos en peligro mediante el consumo abusivo de
antibióticos. Sin darnos cuenta, la extinción de los
microbios desencadenaría graves consecuencias para
nuestra salud36. Ya desde el primer nivel de la piel los
microorganismos que la habitan conforman una
impresionante barrera de defensa que bloquea la invasión
de microbios patógenos.

34 Paul de Kruif, Cazadores de microbios. Salvat, Barcelona 1995.


35 Ed Yong, Yo contengo multitudes. Debate. Barcelona 2020.
36 Martin J. Blaser, SOS microbios. Debate. Barcelona 2019.
LOS VIRUS DEL EDÉN
48

Nos guste o no, somos microbios, o como alguien ha


dicho, «un envoltorio con microbios»37. En nuestro cuerpo
viven unos 100 billones de microbios. Imagínense que
ocurría si se rebelaran contra nosotros por culpa de nuestro
mal proceder. Los microbios nos ayudan a construir
nuestro propio sistema inmunitario. Tienen, pues, una
razón de ser muy importante para nuestra vida, y nuestra
salud. «Mantenernos sanos es imposible sin ellos», asegura
la bióloga Alanna Collen38. Es nuestra responsabilidad
llevarnos bien con nuestros microbios, porque de ellos
depende nuestra salud, nos advierte Ignacio López-Goñi,
profesor de Microbiología y Parasitología 39. «Cada persona
es un ecosistema —confirma el Dr. Roger Paredes—, en el
que, aproximadamente, la mitad de las células son
humanas y, la otra mitad, de microbios. Y vivimos con ellos
en una situación de mutualismo: nosotros les
proporcionamos nutrientes para su supervivencia y ellos

37 Yasmine Belkaid, «Las personas solo somos un envoltorio con


microbios»,
https://elpais.com/elpais/2018/08/21/ciencia/1534872891_089675.html.
38 Alanna Collen, 10% humano: por qué los microbios de tu cuerpo son

la clave de tu salud. RBA, Barcelona 2019.


39 Ignacio López-Goñi Microbiota. Los microbios de tu organismo.

Editorial Guadalmazán, Córdoba 2018.


LOS VIRUS DEL EDÉN
49

nos permiten estar más saludables. Es una especie de pacto


que hace que seamos como somos y vivamos como
vivimos»40.
Por tanto, tenemos que reajustar nuestro enfoque de la
naturaleza, de la creación, de Dios, de la salud y de la
enfermedad. Habrá que estar atentos al microbioma
humano. Aunque no podamos comprender todo, ni explicar
todo, sí podemos al menos agarrarnos a lo que ya sabemos
y que se manifestó en la persona y obra de Jesucristo, aquél
que nos reveló a Dios como Padre bueno. La fe consiste en
confiar que esa revelación es digna de confianza, la cual nos
dice que Dios, en la persona de su Hijo, se preocupa por la
enfermedad y el dolor de sus criaturas. A Dios le importa el
sufrimiento humano y por eso se encarnó en la persona de
Jesús. Las curaciones y milagros de sanación ocupan un
lugar muy importante en la vida de Jesús; son como señales
de redención y esperanza en medio de un mundo enfermo.
Las sanaciones de Jesús nos dicen que la salvación no es
solo un pasaporte o un boleto de entrada en el cielo, que la
redención del alma, del yo, del espíritu humano, incluye el

40«Gracias a los microbios»,


https://miradasconalma.org/personas/gracias-microbios/
LOS VIRUS DEL EDÉN
50

cuerpo, sus inclinaciones, sus capacidades. La salvación


cristiana no se limita al anuncio de una felicidad en el más
allá, sino que comienza en el más acá como una vida
perdonada por gracia, una vida liberada para Dios y para
los semejantes, parte de la nueva creación que se va
gestando en Cristo. Es un sentimiento de infinito respecto
a la vida, de cuidado responsable de todo cuanto existe. Si
Dios cuida de las hierbas y flores del campo, de los pájaros
que trinan en los árboles (Mateo 6:26-33), ¿no cuidaremos
nosotros también de ellas? ¿Por qué la redención no va
alcanzar el planeta entero, con sus criaturas, si ya los
profetas cuando vislumbraban un futuro creado por Dios
incluían al feroz león, a la serpiente venenosa y al manso
cordero (Isaías 65:25)? ¿No gime y clama la creación
irracional la redención de los hijos racionales de Dios
(Romanos 8:19-23)?
Los virus patógenos nos pueden enfermar, y en algunos
casos matar, es la condición natural del ser humano que
vive en comunidad con otros y solidario, involuntario en la
mayoría de las ocasiones, del destino de los demás. No se
trata de que unos sean más pecadores que otros, aunque
como veremos después, las actividades humanas son las
LOS VIRUS DEL EDÉN
51

responsables de esta pandemia y de otros muchos males


que nos afectan a todos, se trata de que vivimos en un
mundo donde las desgracias son compartidas y las acciones
de unos repercuten sobre otros.
A los científicos toca averiguar la procedencia y
naturaleza del covid-19, a nosotros nos toca creer y esperar
el triunfo de la vida, haciendo todo lo posible por respetar
el equilibrio de la creación y no traspasar sus límites,
procurando llevar vidas responsables, sanas y agradecidas,
como corresponde a hijos de Dios, templos vivos de su
presencia en Espíritu (1 Corintios 6:19). Ante la
incertidumbre y alarma que se vive, ejercitemos la fe y la
esperanza, como corresponde a aquellos que creen en el
buen Dios y han conocido en la persona de su Hijo las
virtudes de la vida nueva.
.3.
Cuando la
Naturaleza/Dios habla
por medio del
coronavirus

Descartando que la actual pandemia del Covid-19 sea un


castigo divino por nuestras muchas maldades, no me parece
del todo sabio ignorar la transcendencia de lo que estamos
viviendo estos días y el mensaje que nos llega de más allá de
nuestro campo de visión y entendimiento. O dicho en
términos de exhortación cristiana: «Ten cuidado con las
personas que interpretan el dolor causado por un mal natural
como un castigo divino. Pero también ten cuidado con los
LOS VIRUS DEL EDÉN
54

que afirman que Dios no tiene nada que decir a través de esta
pandemia, particularmente a las sociedades occidentales que
le han dado la espalda y lo consideran totalmente irrelevante
para sus culturas»41.

Aunque a nuestra mente acudan preguntas angustiosas


como ¿por qué no acude Dios en nuestro socorro?, ¿por qué
permite que nos pase esto?, no podemos encausar a Dios
por su silencio y su no intervención. No podemos porque
entonces perderíamos la perspectiva y no aprenderíamos
nada. Dios, por decirlo en términos humanos, está tan
afectado, o más, por esta pandemia que nosotros mismos,
pues la sufre en la vida de aquellos que ama y en su mismo
carácter de providente y sustentador de cuanto existe, de
modo que más que encausado, es parte acusadora.

Un toque del cielo

Lo que está pasando no es un castigo de Dios, pero


tampoco un accidente de la vida, algo que ha ocurrido como
por azar. La actual pandemia obedece a causas naturales

41John Lennox, ¿Dónde está Dios en un mundo con coronavirus?, p.


37. Poiema Publicaciones 2020.
LOS VIRUS DEL EDÉN
55

alteradas de las que la mano del hombre es el único


responsable y convicto de juicio. No el virus en sí mismo,
que no tiene culpa deliberada —ni siquiera es un organismo
vivo—, sino los agentes humanos que han traficado con
cosas que han abierto las puertas de su exposición mortal al
mundo entero.
El planeta gemía con estertores de agonía y no le
prestábamos atención. Sus profetas, los defensores de esta
Anima Naturalis, eran tomados por individuos excéntricos
enemigos del sistema que exageraban el problema de una
manera histérica. Los gobiernos, los poderosos, los
traficantes sin hacer caso, minimizando los efectos de la
contaminación, del cambio climático, del calentamiento
global. Cada cual haciendo chistes fáciles y burlándose de lo
que estaba pasando, hasta que fue demasiado tarde para
negarlo. En este sentido, la pandemia del Covid-19 sí es un
toque del cielo, una sería llamada de atención sobre una
ciudad dormida complacientemente sobre sus artefactos de
última generación.
Muchos activistas venían denunciando desde hace años
que las tropelías ecológicas que se están perpetrando a
todos los niveles traerían consecuencias catastróficas.
LOS VIRUS DEL EDÉN
56

Como perfectos idiotas no nos preocupábamos de la


matanza de animales, de la contaminación de los mares, de
la deforestación de las selvas. Qué nos importaba a nosotros
la suerte de algunos bichos y de unos cuántos árboles. De
algún lugar había que conseguir carne para nuestros platos,
piel para nuestros abrigos, madera para nuestros
muebles…, y para nuestros ataúdes. Pero ahora nos ha
tocado a nosotros, a nosotros hombres y mujeres de los
países más avanzados tecnológicamente, que teníamos una
medicina tan desarrollada que nos parecía que más pronto
que tarde, gracias al conocimiento de genoma humana, nos
volvería inmortales. De golpe hemos despertado del sueño
y hemos entrado en la pesadilla de nuestro carácter
pecador, es decir, mortal (Romanos 5:12), seres-para-la-
muerte, en medio de un planeta que llevaba tiempo
enfermo y alterado debido a la pérdida de biodiversidad,
una tragedia sin precedentes
en nuestro planeta, una
especie de sexta extinción masiva de especies, la primera
que se produce desde la de los dinosaurios, puesto que la
tasa de desaparición de especies en el último siglo es 100
veces superior a la tasa natural estimada. Desde 1998 WWF
LOS VIRUS DEL EDÉN
57

alerta del descenso dramático de las poblaciones de


vertebrados a través del Índice Planeta Vivo.
Elaborado por WWF, en colaboración con la Red de la
Huella Global y la Sociedad Zoológica de Londres, este
índice analiza la tendencia de 16 000 poblaciones de más de
4 000 especies42. Según el último informe publicado en
2018, el planeta ha perdido un promedio del 60% de las
poblaciones de vertebrados en poco más de 40 años (1970-
2014).
Los científicos de todo el mundo son conscientes de que
entre las causas de la propagación de las enfermedades
infecciosas emergentes, como el ébola, la fiebre
hemorrágica de Marburgo, el SARS, el MERS, la fiebre del
Valle del Rift, el zika y otras, hay factores importantes como
la pérdida de hábitat, la creación de entornos artificiales, la
manipulación y el comercio de animales salvajes y, en
general, la destrucción de la biodiversidad43.

42 Grooten y Almond, eds., Informe Planeta Vivo / Living Planet


Report (2018). WWF, Gland, Switzerland.wwf.es/
informeplanetavivopdf
43 WWF España, Pérdida de naturaleza y pandemias. Un planeta sano

por la salud de la humanidad. Madrid 2020. Documento completo:


https://www.wwf.es/?54120/Perdida-de-naturaleza-y-pandemias-
Un-planeta-sano-por-la-salud-de-la-humanidad
LOS VIRUS DEL EDÉN
58

El despertar de los virus

Miles de virus que aún no han sido descubiertos duermen


en la naturaleza. En la mayoría de casos es probable que
nunca oigamos hablar de ellos. Pero si la acción humana
sigue invadiendo territorio salvaje, aumentan las
posibilidades de que los agentes patógenos de los animales
salvajes «despierten» y pasen al hombre. Esta es una de las
líneas de investigación que la comunidad científica sigue
desde hace décadas y hay equipos destinados a rastrear
dónde hay más probabilidades de que un virus invada el
cuerpo humano. «La gente tiene que entender que todo esto
está pasando porque estamos alterando el ecosistema
rápidamente», señala el biólogo Carlos Zambrana-
Torrelio44.

Los virus y bacterias han convivido con nosotros desde el


principio de los tiempos. En hábitats bien conservados, con

44 Patricia Peiró, Los virus que dormían en la naturaleza, hasta que


llegaron los humanos, 28 marzo 2020.
https://elpais.com/elpais/2020/03/23/planeta_futuro/1584966075_
762387.html
LOS VIRUS DEL EDÉN
59

gran diversidad de especies que se relacionan en equilibrio,


los virus se distribuyen entre las distintas especies y no
afectan al ser humano. «Pero cuando la naturaleza se
altera o destruye, se debilitan los ecosistemas naturales y
se facilita la propagación de patógenos, aumentando el
riesgo de contacto y transmisión al hombre, con los
consiguientes efectos negativos sobre nuestra salud»45.

La mayor parte de las epidemias que hemos sufrido en


los últimos años han sido de naturaleza zoonótica, es decir,
procedente de los animales. Así el SIDA/VIH, que surgió de
virus que vinieron de monos y chimpancés cuya carne fue
vendida en África Central; la gripe A de 2009, el MERS de
2012 o el SARS de 2002, que se originó en un mercado al
aire libre en Guangdong (China), probablemente
proveniente de una civeta de las palmeras, un pequeño
mamífero del sur asiático. Todas estas epidemias han
comenzado, pues, con virus que viven en animales, que al
entrar en relación con personas las parasitan, las enferman
y las matan.

45 WWF España, Pérdida de naturaleza y pandemias, p. 4.


LOS VIRUS DEL EDÉN
60

¿Cómo ha llegado a ocurrir esto? ¿Qué proceso se ha


producido? Hay varios factores, entre ellos la pérdida de
bosques y biodiversidad. Los bosques, como bien se dice
desde Greenpeace, «son el hogar de miles de especies
animales diferentes, muchas de ellas portadoras de virus,
bacterias y otros microorganismos a los que el ser humano
no había estado expuesto. Con la tala y la deforestación, en
particular en los bosques tropicales como el Amazonas y el
Congo, se está permitiendo que los seres humanos entren
en contacto con estas poblaciones de fauna silvestre. El
resultado es un incremento de las llamadas enfermedades
zoonóticas, procedentes de los animales»46.

De manera que nada de una deidad vengativa arrojando


virus contra una pobre humanidad como la nuestra, sino
una humanidad que de manera irresponsable está
alterando el equilibrio de la naturaleza. Como bien dice el
biólogo mexicano José Sarukhán, «no son bichos que
encontraron una especie llamada homo sapiens, sino que

https://madera-sostenible.com/opinion/menos-bosques-es-igual-a-
46

mas-enfermedades/
LOS VIRUS DEL EDÉN
61

vienen de otra cantidad de especies que habitan en los


ecosistemas que hemos destruido»47.

Según los cálculos de Organización Mundial de la Salud


(OMS), más del 70% de las nuevas enfermedades humanas
surgidas en los últimos 40 años tienen su origen en
animales. Dos tercios de todos los tipos de patógenos que
infectan personas son zoonóticos, es decir, saltan de un
animal a un ser humano. No hay duda que «la pérdida de
naturaleza facilita la proliferación de los patógenos»48.

Las talas de bosques y selvas, la quema de praderas y la


destrucción de hábitats animales son una práctica habitual
casi desde el descubrimiento de la agricultura, ¿por qué,
precisamente ahora, las enfermedades zoonóticas han
llegado a ser una amenaza para la población humana?
Simplemente, por el aumento de la población y las políticas

47 Ana Laura Tagle Cruz, Sufrimos de enfermedades provenientes de


especies cuyo hábitat destruimos, 21 abril 2020,
https://www.cronica.com.mx/notas-
sufrimos_de_enfermedades_provenientes_de_especies_cuyo_habita
t_destruimos-1151620-2020
48 Nuestra destrucción de la naturaleza es responsable del Covid19 y

otras enfermedades, https://www.greenteach.es/nuestra-destruccion-


de-la-naturaleza-es-responsable-del-covid19/
LOS VIRUS DEL EDÉN
62

agresivas que no han tenido reparos en la destrucción de


ecosistemas a gran escala con tal de conseguir beneficios
económicos. Peter Daszak es Presidente de EcoHealth
Alliance, una organización global de investigación científica
con sede en Nueva York. Ha dedicado toda su vida a
estudiar cómo surgen virus que pueden ser problemas de
salud pública en el mundo. Su conclusión es la siguiente: «A
medida que tenemos más contacto con la vida silvestre en
nuestras actividades cotidianas, como la construcción de
carreteras, la tala de bosques, el comercio de especies
silvestres [todos ellos portadores de virus] o la agricultura,
estamos expuestos a estos virus»49.

Recientemente, en 2019, el IPBES (Panel


Intergubernamental sobre Biodiversidad y Servicios de los
Ecosistemas) presentó el informe más completo realizado
hasta la fecha, con la participación de casi 500 científicos y
la revisión de alrededor de 15 000 fuentes científicas y
gubernamentales, y determinó que alrededor de un millón

49Gerardo Lissardy, «Estamos encarando epidemias como el covid-19


de forma equivocada»: entrevista con el ecólogo de enfermedades Peter
Daszak, https://www.bbc.com/mundo/noticias-internacional-
51796442
LOS VIRUS DEL EDÉN
63

de especies de animales y plantas están ahora en peligro
de


extinción, un hecho sin precedentes en la historia de la
humanidad. Este informe también alertó de que un 75% del
medio terrestre y el 66% del marino han sido alterados
significativamente por las actividades humanas50. Hasta un
85% de los humedales han desaparecido. El ritmo de
deforestación planetaria, aunque se ha ralentizado algo, fue
de 26 millones de hectáreas en 2018, según el informe de la
Declaración de Nueva York (cuyo objetivo es limitar a 10
millones de hectáreas la pérdida de bosques en el mundo
para 2020). Toda esa alteración ha derivado en la
devastación de la biodiversidad en forma de evaporación de
variedades de plantas y animales 51. La eliminación de
hábitats favorece la zoonosis, por eso las epidemias más
graves de los últimos años han llegado por ese conducto.

50 IPBES, 2019. Global Assessment Report on Biodiversity and


Ecosystem Services. https://ipbes.net/global-assessment
bit.ly/NaturalezaDeclive
51 Raúl Rejón, La destrucción de la naturaleza que provoca la actividad

humana multiplica nuevas enfermedades como la COVID-19,


https://www.eldiario.es/sociedad/destruccion-naturaleza-provocada-
enfermedades-COVID-19_0_1016299124.html
LOS VIRUS DEL EDÉN
64

En resumen, se puede decir, que el «despertar», los


brotes de enfermedades víricas en estos últimos años no se
debe a ninguna causa sobrenatural desconocida, sino
simple y llanamente a la actividad humana irresponsable y
depredadora. Sería bueno tener en cuenta las palabras del
papa Francisco cuando nos recuerda que «Dios nos ha
unido tan estrechamente al mundo que nos rodea, que la
desertificación del suelo es como una enfermedad para cada
uno, y podemos lamentar la extinción de una especie como
si fuera una mutilación [de nosotros mismos]»52.

El comercio de animales salvajes

Segundo, el comercio internacional de animales


salvajes es otro importante factor de la actividad humana
que aumenta el riesgo de contraer enfermedades
zoonóticas. El tráfico ilegal de especies salvajes está
identificado como una de las principales causas de pérdida
de biodiversidad y vida salvaje53. Se comercia brutal y

52Francisco, Evangelii gaudium, 215.


53 https://www.eldiario.es/sociedad/trafico-ilegal-especies-
defaunacion-arrasar_0_867214046.html
LOS VIRUS DEL EDÉN
65

cruelmente con animales silvestres con diversos fines:


consumo humano; utilización como amuletos o como
medicina y potenciadores de la virilidad54. Un negocio que
mueve al año entre 8 000 y 20 000 millones de dinero
negro en todo el mundo55.

Este tráfico ilegal, además de canallesco y criminal, pone


en contacto animales y humanos con el riesgo de facilitar la
proliferación de patógenos infecciosos. En los mercados de
muchas partes del mundo «se mezclan animales vivos y
muertos, lo que facilita la expansión de un virus entre ellos
y hacia el ser humano»56. Rikkert Reijnen, del Fondo
Internacional para el Bienestar Animal y director del
Programa contra el crimen de la vida salvaje (Wildlife
Crime Program) advierte de lo que ocurre en estos
mercados de consumo de carne silvestre: «Coges a especies
salvajes, las pones bajo una situación de estrés y las mezclas

54 N. Wolfe; P. Daszak; A. Kilpatrick; D. Burke, «Bushmeat Hunting,


Deforestation, and Prediction of Zoonotic Disease», Emerging
Infectious Diseases Journal, 2005/11/30
55 WWF España, Pérdida de naturaleza y pandemias, p. 8.
56 Adeline Marcos, El tráfico ilegal de animales salvajes, una bomba

sanitaria que ha estallado con el coronavirus,


https://www.eldiario.es/sociedad/animales-salvajes-sanitaria-
estallado-coronavirus_0_1014198666.html
LOS VIRUS DEL EDÉN
66

con otras. Este es el hábitat perfecto para los virus, que son
inteligentísimos». Ciertamente, reconoce, «el ser humano
caza animales desde el principio de su existencia, eso no es
algo nuevo, pero sí las cantidades que se consumen ahora y
la capacidad de que los animales viajen de un lado a otro del
globo en cuestión de horas»57.
El virólogo Edward Holmes, confiesa que no le
sorprende en absoluto que haya surgido este y otros tipos
de coronavirus. «Sabemos que los animales salvajes tienen
una gran variedad de virus y que algunos pueden
propagarse en los humanos. Muchas personas hemos
estado advirtiendo sobre esto durante años». La solución
es, afirma Holmes, que para ayudar a evitar la próxima
pandemia es que «los humanos deben reducir su exposición
a la vida salvaje, por ejemplo, prohibiendo los mercados en
los que se venden animales vivos y el tráfico de vida
salvaje»58.

57Patricia Peiró, Humanos que comen animales salvajes sin control:


un polvorín para la salud mundial, 14 marzo 2020.
https://elpais.com/elpais/2020/03/02/planeta_futuro/1583166211_
017881.html?rel=listapoyo
58 Miguel Ángel Criado, El cerco sobre el pangolín como fuente del

coronavirus se estrecha, https://elpais.com/ciencia/2020-03-26/el-


LOS VIRUS DEL EDÉN
67

Estados Unidos es el principal importador de vida


animal salvaje del mundo, con el riesgo de trasladar
decenas de patógenos zoonóticos. Entre 2000 y 2005
importó un total de 246 772 mamíferos de 190 géneros (68
familias), capaces de albergar un gran número de zoonosis
de riesgo. El comercio de vida silvestre ofrece a los
patógenos zoonóticos innumerables oportunidades de
poner en peligro la sanidad pública59.

La deforestación ha dejado sin su refugio a los animales


silvestres y ahora son fácil presa de sus cazadores. A esto
hay que sumar que los espacios dejados vacíos por la
deforestación, son ocupados de forma masiva por grupos
humanos. «Esto expone estos nuevos asentamientos a
nuevos patógenos, porque parte de la fauna que había se va,
pero el resto se adapta, se mantiene y entra en las
construcciones humanas. No solo donde viven, sino

cerco-sobre-el-pangolin-como-fuente-del-coronavirus-se-
estrecha.html
59 Boris I. Pavlin, Lisa M Schloegel y Peter Daszak, «Risk of Importing

Zoonotic Diseases through Wildlife Trade, United States», Emerging


Infectious Diseases, Noviembre 2009, pp. 1721-1726.
https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC2857234/
LOS VIRUS DEL EDÉN
68

también donde está el ganado y pueden infectarlo y a partir


de ahí infectar a las personas»60.
Hemos cruzado fronteras que no deberíamos haber
cruzado. No hemos prestado suficiente atención al espíritu
de la naturaleza, pecamos constantemente contra ella. No
queremos oír, como dice el director del programa de Medio
Ambiente de la ONU, Inger Andersen, que «la naturaleza
nos está enviando un mensaje»61.

Un mensaje naturalmente divino

La naturaleza nos está enviando un mensaje. ¡Qué razón


tienen los científicos y expertos en epidemias! Y nosotros,
como cristianos que creemos en Dios como fundamento
creador y sustentador de todo cuanto existe, no podemos
sino asentir y entender que lo mismo que prestamos

60 «Estamos alterando demasiado los sistemas naturales y entran en


contacto con la especie humana virus que nunca lo habían estado»,
https://www.publico.es/sociedad/entrevista-jordi-serra-cobo-
alterando-sistemas-naturales-entran-contacto-especie-humana-virus-
habian.html
61 Coronavirus: 'Nature is sending us a message’, says UN

environment chief.
https://www.theguardian.com/world/2020/mar/25/coronavirus-
nature-is-sending-us-a-message-says-un-environment-chief
LOS VIRUS DEL EDÉN
69

atención a la revelación especial/sobrenatural, registrada


en la Escritura, debemos prestar atención a los que se nos
enseña mediante la revelación general/natural, que,
aunque carente de escritura, a su manera también habla 62.
«Los cielos cuentan la gloria de Dios» (Salmo 19:1), la
«creación entera gime» (Romanos 8:22), «la naturaleza
enseña» (1 Corintios 11:14). No podemos ser indiferentes a
las señales que nos envía la naturaleza, como si no fueran
un aviso del cielo. No podemos tomarnos a la ligera las
señales de alarma del planeta, la contaminación
generalizada del mismo; la explotación de su suelo y de sus
aguas y de los seres que lo habitan con fines de lucro.
Hemos transgredido leyes naturales, y eso es un grave
pecado, pues en última instancia son faltas contra la ley
divina, en cuanto la divinidad está presente en cada
partícula creada como poder de ser y de conservación en sí
misma. La presencia divina asegura la permanencia y el
desarrollo de cada ser, «es la continuación de la acción
creadora»63. «La naturaleza no es otra cosa sino la razón de

62 Dios ha escrito un libro precioso, «cuyas letras son la multitud de


criaturas presentes en el universo». Juan Pablo II, Catequesis (30 enero
2002), L’Osservatore Romano, 1 febrero 2002, p. 12
63 Tomás de Aquino, Summa Theologiae I, q. 104, art. 1.
LOS VIRUS DEL EDÉN
70

cierto arte, concretamente el arte divino, inscrito en las


cosas, por el cual las cosas mismas se mueven hacia un fin
determinado»64.

Del mismo modo que Dios puso al primer ser humano en


el jardín del Edén para que lo cuidase, Dios tendrá por
responsable a todo ser humano por el modo de relacionarse
con la creación, y no tendrá por inocente a quien atente
contra ella. El pecado, la caída, ha trastocado y endurecido
el resultado de nuestro trabajo, pero no nos exime de
nuestra responsabilidad con la naturaleza y su ánima
viviente. Al contrario nos hace responsables. Vivimos en un
mundo que no es nuestro. Es de Dios, y nosotros somos
responsables ante él. Puede ocurrir, y ocurre, que
pequemos contra el mundo, contra la tierra y los seres que
la habitan del mismo modo que pecamos contra nuestros
semejantes.
La responsabilidad, o mayordomía como dicen algunos,
«ante una tierra que es de Dios implica que el ser humano,
dotado de inteligencia, respete las leyes de la naturaleza y

64 Tomás de Aquino, In octo libros Physicorum Aristotelis expositio, lib.


II, lectio 14.
LOS VIRUS DEL EDÉN
71

los delicados equilibrios entre los seres de este mundo,


porque “él lo ordenó y fueron creados, él los fijó por
siempre, por los siglos, y les dio una ley que nunca pasará”
(Salmo 148:5b-6). De ahí que la legislación bíblica se
detenga a proponer al ser humano varias normas, no sólo
en relación con los demás seres humanos, sino también en
relación con los demás seres vivos: “Si ves caído en el
camino el asno o el buey de tu hermano, no te
desentenderás de ellos [...] Cuando encuentres en el camino
un nido de ave en un árbol o sobre la tierra, y esté la madre
echada sobre los pichones o sobre los huevos, no tomarás a
la madre con los hijos” (Deuteronomio 22:4.6). De este
modo advertimos que la Biblia no da lugar a un
antropocentrismo despótico que se desentienda de las
demás criaturas»65.
En el Antiguo Testamento aparecen cientos de leyes
tendentes al cuidado de la tierra y de los animales.
Cualquier tipo de abuso es condenado. Tal es la
preocupación de Dios por los animales que el Sabbat, día
sagrado por excelencia, prescribe que en ese día no solo

65 Francisco, Laudato Si’, 68.


LOS VIRUS DEL EDÉN
72

toda persona debe abstenerse de realizar ningún tipo de


trabajo, sino que debe respetarse el reposo hasta de los
mismos animales. Un día de cada siete sin yugos, ni arados,
ni cargas, ni caminatas… ¿Podemos imaginarnos el bien
que esto representaba para los animales de tiro y trabajo? Y
no solamente en Sábado, sino que también en las múltiples
fiestas nacionales debía decretarse reposo general:
hombres, mujeres, siervos, extranjeros y animales. Dios
nunca olvida a las almas irracionales, porque todas tienen
su razón de ser y su manera de contribuir al bienestar de la
creación. Por medio de las leyes protectoras de los
animales, el legislador quería inculcar a su pueblo la lección
de que «los animales son criaturas de Dios; no son
propiedad ni recursos de los seres humanos, ni están para
la utilidad o comodidad de éstos, más bien son seres
preciosos a los ojos de Dios»66.

66 Andrew Linzey, Los animales en la teología. Editorial Herder,


Barcelona 1996. De los teólogos antiguos, John Wesley destaca por su
interés en el bienestar animal, no como un elemento pasajero, sino
como una preocupación teológica que le acompañó toda la vida. Véase
Teología de la creación wesleyana: Los animales y la salvación,
https://iglesiametodista.org.ar/teologia-de-la-creacion-wesleyana-
los-animales-y-la-salvacion/ «El justo cuida de la vida de su bestia; mas
el corazón de los impíos es cruel» (Proverbios 12:10).
LOS VIRUS DEL EDÉN
73

Ciertamente el Dios de la Biblia no es indiferente al


bienestar de su Creación. Esto debería despertar nuestra
conciencia de que estamos pisando terreno sagrado, igual
que Moisés se descalzó ante la presencia de la zarza ardiente
porque era un terreno teofánico, un lugar donde se
manifestó la presencia divina (Éxodo 3:4), toda la tierra y
cuanto en ella vive está alentada por momentos teofánicos.
El ser humano es omnívoro por naturaleza y por
educación, se comería a su propia madre si le convencieran
de ello. Para muchos parece que esto es una prueba de la
superior libertad humana poder comer de todo lo que
existe. El deseo de experimentar nuevos sabores parece no
conocer límites. Cada día se ofertan nuevos platos
compuestos por los ingredientes más inverosímiles. Pero
los tiene, existen límites a lo que podemos llevarnos a la
boca. Basta con volver de nuevo al Antiguo Testamento para
observar las leyes que regulan la dieta alimenticia de Israel
y la limitación de determinados animales que no debe
comer. Dejando de lado la cuestión de por qué unos
animales sí y otros no, una cuestión sobre la que los
antropólogos han escrito abundantemente, una cosa es
evidente: hay que poner límites al deseo. No todo lo es
LOS VIRUS DEL EDÉN
74

deleitoso a la vista o agradable al paladar se puede comer.


Recordemos Génesis 3. Y lo mismo se aplica a todos los
órdenes de la vida.
Hemos creado generaciones de personas consentidas
para las que todo está permitido si está a su alcance. No les
hemos enseñado a contener sus deseos, a educarlos, a
dominarlos. Y esto no por viejos atavismos trasnochados, o
por el prurito legalista, pues el cristianismo es ante todo un
camino de libertad, pero libertad con sentido, libertad
responsable, libertad inteligente. «Todo me es lícito, pero
no todo conviene» (1 Corintios 10:23).
Las leyes de Dios están al servicio de la vida, son como
las señales de tráfico que se colocan a lo largo de la carretera
para a avisar a los conductores de los distintos elementos
del trazado que pueden resultar peligrosos cuando
conducimos de un modo imprudente. La intención es evitar
accidentes, mantener la seguridad y preservar la vida. Aquí
la teología está llamada a ser testimonio de una vida
responsable delante de Dios, de los hombres y mujeres, de
los animales y la naturaleza, conforme a la gracia, la verdad
y la vida revelada por Jesucristo (Juan 1:17; 10:10).
.4.
ANTES Y DESPUÉS
DEL COVID-19

¿Por qué los gobiernos y las autoridades sanitarias


tardaron tanto tiempo en reaccionar? ¿Ignoraban lo que
estaba pasando? ¿Nadie les avisó? Son preguntas que
muchos ciudadanos se hacen a la luz de la propagación de
la epidemia a escala mundial. La queja es que de haber
actuado con más rapidez se hubieran evitado muchos
contagios y muertes. ¿Por qué esta tardanza irresponsable,
es que nadie sabía nada?
LOS VIRUS DEL EDÉN
77

Una tormenta anunciada

Saber se sabía, y mucho. No hay excusas que valgan. «No


podemos decir que esto nos haya cogido por sorpresa —
dice el sociólogo Jeremy Rifkin—. Todo lo que nos está
ocurriendo se deriva del cambio climático, del que han
venido advirtiendo los investigadores y yo mismo desde
hace tiempo. Hemos tenido otras pandemias en los últimos
años y se han lanzado advertencias de que algo muy grave
podría ocurrir»67.

Hace tiempo que los gobiernos y autoridades mundiales


venían siendo advertidos de amenazas evidentes de
pandemias semejantes a la que sufrimos. Este aviso no
procedía del cerebro calenturiento de algunos lunáticos o
profetas del apocalipsis, sino de científicos y epidemiólogos
de reconocido prestigio.

67Jeremy Rifkin, «Estamos ante la amenaza de una extinción y la gente


ni siquiera lo sabe», https://theconversation.com/jeremy-rifkin-
estamos-ante-la-amenaza-de-una-extincion-y-la-gente-ni-siquiera-lo-
sabe-
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LOS VIRUS DEL EDÉN
78

Hasta que no les explotó en la propia cara los dirigentes


políticos minimizaron el peligro y, en el caso destacado de
algunos, alegremente decían «no creer» en los informes de
los técnicos, cuando aquí no se trata de creer o no creer, sino
de saber, de analizar la información, de contrastar los datos
y de respetar el trabajo de los expertos, pero todos somos
conscientes de las presiones de las fuerzas vivas de la
economía sobre los gobiernos.
Los hechos, como señales de peligro, estaban ahí,
premonitorios, recogidos en sendos informes oficiales: las
diversas emergencias causadas por el cólera y la peste en
2017. Pero, claro, esto ocurría allende de nuestras fronteras,
en la periferia del mundo rico; así que nada de qué
preocuparse ni tomar nota. Cosas de pobres, enfermedades
de pobres. La Organización Mundial de la Salud (OMS), que
lo veía venir, señaló el 2018 como un año de brotes de
enfermedades y otras emergencias de salud pública en todo
el mundo. Por en todo el mundo muchos entendieron los
pobres de siempre. Se olvidaba que en un mundo
globalizado e interconectado como el nuestro ya no hay
lugares aislados en sus privilegios e inmunes a que un
estornudo en Pakistán, por poner un ejemplo, no provoque
LOS VIRUS DEL EDÉN
79

una epidemia en el corazón de los centros urbanos más


distinguidos.
A perro flaco todo son pulgas. En los países pobres no es
solo que tengan un sistema de salud lleno de agujeros con
tantas carencias que no llega a todos, es que, además y
desgraciadamente, se encuentra mermado por los
conflictos que los desangran, desde Yemen hasta Ucrania,
desde Sudán del Sur hasta la República Democrática del
Congo. Los centros de salud, el personal sanitario y las
infraestructuras esenciales son cada vez más el blanco de
las partes combatientes, denuncia OMS. A menudo, el
personal humanitario que trata de suministrar alimentos,
agua y medicamentos que salvan vidas no puede acceder a
las personas que los necesitan desesperadamente. Este es el
mundo en que vivimos.
La OMS estima que, cada año, se registran más de 200
millones de casos de paludismo en el mundo, y que esta
enfermedad, transmitida por mosquitos, causa más de
400 000 defunciones. Pero, claro, en un 90% la mortalidad
LOS VIRUS DEL EDÉN
80

se registra en países en los que nadie piensa, pertenecientes


al África subsahariana68.
En septiembre de 2019 la Junta de Vigilancia de la OMS
publicó un extenso informe sobre la emergencia sanitaria
que se avecinaba. Mencionó expresamente a la OMS
porque este organismo ha sido denunciado por Mr. Trump
de «ocultar y manejar inadecuadamente la importancia de
la expansión del coronavirus», debido a lo cual decidió
congelar la aportación de EE.UU. a la OMS. El director de
la prestigiosa revista científica The Lancet, Richard
Horton, reaccionó escribiendo en su cuenta de Twitter que
la decisión de Trump es «un crimen contra la humanidad…
Cada científico, cada sanitario, cada ciudadano debe
resistir y rebelarse contra esta traición a la solidaridad
global»69.

68 Datos extraídos del informe de la Organización Mundial de la Salud,


Diez amenazas a la salud mundial en 2018,
https://www.who.int/features/2018/10-threats-global-heath/es/
69 COVID: Trump acusado de «crimen contra la humanidad» por

cortar fondos a la OMS en plena pandemia,


https://es.euronews.com/2020/04/15/covid-trump-acusado-de-
crimen-contra-la-humanidad-por-cortar-fondos-a-la-oms-en-plena-
pand
LOS VIRUS DEL EDÉN
81

La OMS llamó la atención sobre los contagios en Wuhan


el 5 de enero. Cuatro días después distribuía una guía a los
Estados miembros sobre este desconocido virus. El último
día de enero declaraba la emergencia global70.

En el informe de septiembre de 2019 la OMS, titulado


Un mundo en peligro, comenzaba diciendo: «Nos
enfrentamos a la amenaza muy real de una pandemia
fulminante, sumamente mortífera, provocada por un
patógeno respiratorio que podría matar de 50 a 80
millones de personas y liquidar casi el 5% de la economía
mundial. Una pandemia mundial de esa escala sería una
catástrofe y desencadenaría caos, inestabilidad e
inseguridad generalizados. El mundo no está
preparado»71. Hasta aquí esto resultaba fácil de entender
por los presidentes y sus consejeros —se supone que al
menos algunos de sus consejeros o asesores lo leyeron—,
pero lo que se podía atragantar un poco es cuando a

70 https://www.elindependiente.com/politica/2020/04/15/trump-
culpa-al-oms-de-la-pandemia-del-coronavirus-y-congela-la-
aportacion-de-eeuu/
71 OMS, Un mundo en peligro, p. 6.

https://apps.who.int/gpmb/assets/annual_report/GPMB_Annual_R
eport_Spanish.pdf
LOS VIRUS DEL EDÉN
82

continuación se dice: «El mundo necesita establecer de


forma proactiva los sistemas y compromiso necesarios para
detectar y controlar posibles brotes epidemiológicos. Tales
actos de preparación constituyen un bien público mundial
que debe promover de forma constructiva la colaboración
de las comunidades —ya sean locales o internacionales— en
la preparación, detección, respuesta y recuperación.
Invertir en la preparación ante las emergencias sanitarias
mejorará los resultados sanitarios, generará confianza en la
comunidad y reducirá la pobreza, y contribuirá también a
los esfuerzos por alcanzar los Objetivos de Desarrollo
Sostenible de las Naciones Unidas»72.
Y concluía: «Lo que necesitamos es liderazgo y la
voluntad de actuar con firmeza y eficacia». Precisamente lo
que más estamos echando en falta, un liderazgo unido y
comprometido en el bien general.

Información no faltaba, estaba ahí, pero no se le hizo


caso. Demasiado ocupados con congresos internaciones de
empresas y empresarios; con la celebración de juegos
olímpicos; con las grandes competiciones deportivas… ¿Por

72 OMS, Un mundo en peligro, p.6.


LOS VIRUS DEL EDÉN
83

qué hacer caso a rumores de desastres cuando todo iba tan


bien? El riesgo de pandemias de tipo coronavirus estaba en
el aire, se podía haber trabajado en investigación y vacunas,
como recomendaba la OMS a los dirigentes mundiales, pero
esto no se incluía en los presupuestos nacionales, antes lo
contrario, precisamente recorte en gasto sanitario e
investigación médica.

Por lo general, como dice Peter Daszak, uno de los


autores del informe, «tenemos una amnesia colectiva:
olvidamos las pandemias después que suceden. Y entre
pandemias pensamos: ¿Por qué estas personas están tan
preocupadas por estos virus? Es muy poco probable…»73. A
esto se suma el coste de investigación de los virus, que
requiere financiación, para lo cual sería necesario que los
países de todo el mundo trabajasen juntos, lo cual de
momento suena a utopía.

Entre 2011 y 2018, la OMS realizó un seguimiento de

73Gerardo Lissardy, «Estamos encarando epidemias como el covid-19


de forma equivocada»: entrevista con el ecólogo de enfermedades Peter
Daszak, https://www.bbc.com/mundo/noticias-internacional-
51796442
LOS VIRUS DEL EDÉN
84

1 483 brotes epidémicos en 172 países. Enfermedades


potencialmente epidémicas como la gripe, el síndrome
respiratorio agudo severo (SARS), el síndrome respiratorio
de Oriente Medio (MERS), el ébola, el zika, la peste o la
fiebre amarilla, entre otras, presagian una nueva era
marcada por una mayor frecuencia en la aparición de brotes
de consecuencias nefastas y propagación potencialmente
rápida, cada vez más difíciles de gestionar.

Virus liberados del hielo

Esta epidemia debería hacer reflexionar a los


negacionistas del cambio climático. No es nada fácil.
Demasiados intereses económicos por medio. Otros son
aquel criado del profeta Elías, que cuando este profetizó
una gran lluvia después de una larga sequía, siete veces fue
a la orilla del mar y no vio nada, y cuando al final vio algo,
le pareció una nube que cabía en la palma de la mano. No
presagiaba una tormenta, pero esta llegó y fuerte (1 Reyes
18:42-44). Del mismo modo, quienes niegan el
calentamiento global no ven nada fuera de lo normal. La
tierra ha pasado por muchos ciclos alternos de calor y frío,
LOS VIRUS DEL EDÉN
85

debido a causas naturales: un leve desplazamiento del eje


de rotación de la tierra, un mínimo cambio en su
movimiento de traslación alrededor del sol y ya tenemos
asegura una tormenta perfecta. El resultado de la actual
investigación científica del cambio climático informa que
eje de rotación de la Tierra se ha desplazado 10 centímetros
por año debido al deshielo de Groenlandia, cuya masa de
agua descongelada aumenta el nivel del mar que produce el
desplazamiento del eje de rotación de la Tierra.

El deshielo de Groenlandia es causado por el


calentamiento global, relacionado con la actividad humana,
así lo confirman los expertos de la NASA. «Los registros
independientes a largo plazo de estaciones meteorológicas,
satélites, boyas oceánicas, mareógrafos y muchas otras
fuentes de datos confirman que nuestra nación, como el
resto del mundo, se está calentando. Los patrones de
precipitación están cambiando, el nivel del mar está
aumentando, los océanos se están volviendo más ácidos y la
frecuencia e intensidad de algunos fenómenos
meteorológicos extremos están aumentando. Muchas
líneas de evidencia independiente demuestran que el
rápido calentamiento del último medio siglo se debe
LOS VIRUS DEL EDÉN
86

principalmente a las actividades humanas»74.

También el papa Francisco, asesorado por una amplia


comunidad de científicos, llega a la misma conclusión,
luego de ponderar las causas naturales indudablemente
presentes en el cambio climático. «La humanidad está
llamada a tomar conciencia de la necesidad de realizar
cambios de estilos de vida, de producción y de consumo,
para combatir este calentamiento o, al menos, las causas
humanas que lo producen o acentúan. Es verdad que hay
otros factores (como el vulcanismo, las variaciones de la
órbita y del eje de la Tierra o el ciclo solar), pero numerosos
estudios científicos señalan que la mayor parte del
calentamiento global de las últimas décadas se debe a la
gran concentración de gases de efecto invernadero (dióxido
de carbono, metano, óxidos de nitrógeno y otros) emitidos
sobre todo a causa de la actividad humana»75.

¿Qué tiene que ver esto con el tema de los virus y las

74 Borja Rodrigo, La NASA no ha admitido que el culpable del cambio


climático sean «cambios en la órbita solar» en vez de los gases
invernadero, 5 septiembre 2019 https://www.newtral.es/la-nasa-no-
ha-admitido-que-el-cambio-climatico-sea-causa-de-cambios-en-la-
orbita-solar-en-vez-de-por-los-gases-invernadero/20190905/
75 Francisco, Laudato Si’, 12.
LOS VIRUS DEL EDÉN
87

epidemias? Al parecer, mucho. Según los expertos del


Fondo Mundial para la Naturaleza (World Wildlife Fund,
WWF) el cambio climático funciona como acelerador de
algunos procesos destructivos o amenazas para la
biodiversidad. Facilita la aparición de determinadas
especies en nuevas áreas donde pueden llevar
enfermedades antes desconocidas o desaparecidas; lo que
se llama «virus reemergentes». Esto puede ocurrir con
determinadas aves, pero es especialmente notorio y
dramático con varias especies de mosquitos o garrapatas,
que suelen ser vectores y transmisores de virus y otras
enfermedades. Es el caso del mosquito Aedes, portador del
virus del dengue, cuya incidencia mundial se ha
multiplicado drásticamente en las últimas décadas, tanto
que el riesgo de infección afecta a aproximadamente la
mitad de la población mundial. En 2019 se produjo un gran
aumento en la cantidad de casos de dengue en todo el
mundo.

Más grave todavía, el calentamiento global funde el hielo


de todo el planeta y libera distintos tipos de virus que han
permanecido siglos retenidos. La fusión de un glaciar chino
LOS VIRUS DEL EDÉN
88

podría liberar 33 especies de virus, 28 de ellas


completamente desconocidas para la ciencia y con
potencial de infección a humanos. Algo similar ocurre
cuando se derriten los suelos permanentemente congelados
(permafrost) de las zonas boreales, tal como se vio por
ejemplo en 2016 con los brotes de ántrax en Rusia. Es
probable que no se trate de casos aislados y haya otros virus
y bacterias enterrados bajo el hielo76.

76 WWF España, Pérdida de naturaleza y pandemias, p. 9.


https://www.wwf.es/?54120/Perdida-de-naturaleza-y-pandemias-
Un-planeta-sano-por-la-salud-de-la-humanidad
.5.
La economía del
coronavirus

Debido a la sobreexplotación de los recursos naturales


hemos «despertado» a los virus que estaban confinados en
su propios hábitats o congelados en los polos y se han
introducido en nuestras sociedades modernas por
diferentes medios, de tal modo que nos vemos inmersos en
una nueva era de enfermedades infecciosas de las que nos
prevenía el informe de 2019 de la OMS. Y ahora es la hora
de actuar unidos y solidariamente (un sueño nada más).
Todos estamos en el mismo barco y nadie se salvará solo.
LOS VIRUS DEL EDÉN
91

No hay un arca de Noé para uso exclusivo de la élite, de los


que están arriba. Hasta allí también llegarán las olas del
virus.

Divino Mercado

El dios de este siglo tiene un nombre claro y distintivo:


Mercado. Cuenta con infinidad de adoradores, cuyo credo
básico se reduce a conseguir beneficios cada vez mayores,
no importa que sea mediante la producción de bienes de
consumo, o de productos financieros que solo benefician a
los especuladores. A los ladrones, a los codiciosos, para
entendernos. Personas, pueblos, países, el mundo entero
está supeditado a este culto. No hay otro programa que su
programa. Maneja una sustancia, un sacramento con el que
todos quieren comulgar: Dinero. Su moral es la antítesis de
la ética cristiana: Greed is good, la avaricia es buena, tal es
el lema que preside su templo de Wall Street. Tal es «la
blasfemia de nuestros días, la herejía suprema, que acaba
siendo siempre idolatría» (Pedro Casaldáliga).

Nadie contaba con que una diminuta mota de polvo del


LOS VIRUS DEL EDÉN
92

Covid-19 pusiera de manifiesto los pies de barro del


sistema. El mercado se ha venido abajo. La bolsa se
desploma. Una colosal caída del coloso. Los científicos ya
sabían que vendrían pandemias, probablemente de la
variedad del coronavirus, cuyas consecuencias serían
terribles para la economía. «Hubiese sido posible
prepararse en aquel punto y abordarlo como se hace con la
gripe — reflexiona Noam Chomski—. Pero no se ha hecho.
Las farmacéuticas tenían recursos y son superricas, pero no
lo hacen porque los mercados dicen que no hay beneficios
en prepararse para una catástrofe a la vuelta de la
esquina»77. Lo mismo decía en España, Vicenç Navarro,
economista y catedrático de Ciencias Políticas. «Los
productores de vacunas y fármacos son las empresas
farmacéuticas, en su mayoría radicadas en los países ricos,
que tienen como objetivo principal optimizar sus
beneficios, lo cual quiere decir que solo producen vacunas
o fármacos para enfermedades que les son rentables, según

77 «Hemos entregado nuestro destino a tiranías privadas»,


https://www.efe.com/efe/espana/cultura/chomsky-estamos-ante-
otro-fallo-masivo-y-colosal-del-capitalismo-neoliberal/10005-
4226729
LOS VIRUS DEL EDÉN
93

el criterio de lo que llaman mercados»78.

De Marduk a Wall Street

Toda la Biblia, desde Génesis en adelante, es una


denuncia y una lucha contra la idolatría, contra las
ideologías que se imponen sobre la gente y la subyuga, le
chupa la sangre y le niega la libertad. El primero
ídolo/vector ideológico de la época con quien ajusta cuentas
el autor bíblico es con Marduk, el creador del hombre en la
cultura del antiguo Oriente Próximo. Un dios ingenioso que
junto a otros dioses, los únicos seres existentes en los
antiguos mitos, tenía que realizar la laboriosa y agotadora
faena de cavar zanjas y elevar diques para conducir el agua
que alimentase los cultivos necesarios para su sustento,
puesto que hasta los dioses tienen que comer, si no,
mueren.

Un día a Marduk se le encendió la luz. Acudió ante la

78 Vicenç Navarro, Lo
que no se ha dicho de la epidemia de coronavirus,
https://www.nuevatribuna.es/opinion/vicenc-navarro/ha-dicho-
epidemia-coronavirus/20200316192235172144.html
LOS VIRUS DEL EDÉN
94

Junta de Dioses y les propuso su brillante idea: crear un ser


que hiciera el trabajo por ellos y así ellos poder descansar y
dedicarse al ocio. Los dioses son clase ociosa, aunque les
gusta apremiar al trabajo a los demás. Todos aplaudieron
con regocijo la propuesta. Hombre llamarían a aquel
engendro, que soportaría toda la carga de su sustento y de
su bienestar. Y así se hizo. Así es como surgieron los
hombres al servicio de los dioses.

Este relato se encuentra también en la cultura


precolombina. En el moderno Mercado (Market, en inglés;
Markt en alemán) resuena el nombre del viejo Marduk. Un
mismo espíritu les anima. Los de abajo, el pueblo, al
servicio de los de arriba —la aristocracia monetaria—,
realizando los trabajos más pesados por la menor
remuneración posible, la mínima para mantenerles vivos y
con la suficiente fuerza para realizar su trabajo esclavo. La
Junta de Accionistas (que así se llama ahora la antigua
asamblea de dioses) a recibir beneficios, y con la
advertencia —imperativa— de aumentarlos cada día más,
exigiendo mayor rendimiento y productividad de la clase
obrera, sin reparar en el sufrimiento humano ni en los
LOS VIRUS DEL EDÉN
95

costos medio ambientales.

Frente a esta concepción de la divinidad (espejo de la


realidad social), se levanta majestuosa y única la visión del
Dios bíblico. Crea al hombre por un acto libre y
desinteresado. Lo que diríamos un acto de amor. No lo pone
a su servicio, ni siquiera como monaguillo que haga sonar
la campana cada vez que se levante o se siente, o tenga
ganas de oír alabanzas en su nombre. Sencillamente, Dios
crea al hombre por el hombre mismo, o como diría el
filósofo I. Kant: el hombre es un fin en sí mismo, no un
medio para usos de otros individuos, lo que lo convertiría
en una cosa79.

Exactamente, no es un medio, una cosa, a utilizar por


otros. Al contrario, es todo un señor. Dios los bendijo —
varón y hembra—, y les dijo: «Fructificad y multiplicaos;
llenad la tierra, y sojuzgadla, y señoread en los peces del
mar, en las aves de los cielos, y en todas las bestias que se
mueven sobre la tierra» (Génesis 1:28). De trabajar para
otros —junta de dioses o accionistas—, nada de nada. «He

79 Immanuel Kant, Fundamentación de la metafísica de las


costumbres. Alianza Editorial, Madrid 1999.
LOS VIRUS DEL EDÉN
96

aquí que os he dado toda planta que da semilla, que está


sobre toda la tierra, y todo árbol en que hay fruto y que da
semilla; os serán para comer» (v. 29).

En el relato del segundo capítulo genesiaco se dice que


Dios tomó al hombre, y lo puso en el huerto de Edén, para
que lo labrara y lo guardase (2:15), pero para su propio
sustento. Un trabajo no enajenado de su persona, como
mercancía, sino como realización personal para su propio
mantenimiento. El entorno insuperable: un huerto provisto
de todo árbol delicioso a la vista, y bueno para comer (2:9).
En resumen, el hombre, según la versión bíblica en
confrontación con la caldea, no está hecho al servicio de los
dioses, del mercado o de la economía, sino al contrario,
como dirá Jesucristo respecto al Sábado (Marcos 2:27). El
hombre no está creado para la Economía, sino la Economía
para hombre. Si alguien no entiende esto, difícilmente
entiende la Biblia, y mucho menos el Evangelio de Cristo.

Esto no significa la negación del mercado y de la


economía, lo que se condena es su absolutización, el pecado
de convertir un medio en un fin, lo cual es trastocar el orden
divino de la creación, que es vida y simbiosis; homeosis y
LOS VIRUS DEL EDÉN
97

ayuda mutua, que es precisamente lo que trastoca el


pecado, negación de lo que se afirma, afirmación de la
negatividad.

El relato del acadio Marduk, más allá del mito, refleja la


situación socioeconómica de la sociedad en que fue
compuesto. Una sociedad dolorosamente dividida entre los
de arriba y los de abajo, cuyos reyes-sacerdotes, o
sacerdotes-reyes legitiman sus privilegios recurriendo a
una historia que remite al principio del tiempo la situación
de desigualdad existente entre los hombres. Es lo que los
autores bíblicos nunca hacen. Eso explica su desconfianza y
su rechazo de tener un rey como los demás pueblos (1
Samuel 8:4-5), pueblos politeístas dominados por una
casta monarco-sacerdotal-terrateniente indiferente a la
desgracia del pueblo, al que se priva de todo para ellos
acapararlo todo. Encima, los de abajo deben agradecer las
migajas que caen de las opulentas mesas de sus dueños. El
viejo profeta Samuel argumenta contra la conveniencia de
tener un rey semejante a los pueblos idólatras. Con el
corazón dolorido expone las razones por las que la
monarquía no debía tener lugar en Israel:
LOS VIRUS DEL EDÉN
98

«Esto es lo que os espera con el rey que os va a gobernar:


Llamará a filas a vuestros hijos, y a unos los destinará a los carros
de combate, a otros a la caballería y a otros a su guardia personal
[…] Tomará también a su servicio a vuestras hijas, para que sean
sus perfumistas, sus cocineras y sus panaderas. Se apoderará de
vuestras mejores tierras y de vuestros mejores viñedos y olivares,
y se los entregará a sus funcionarios. Os quitará la décima parte
de vuestros cereales y viñedos, y se la entregará a los
funcionarios y oficiales de su corte. También os quitará vuestros
criados y criadas, y vuestros mejores bueyes y asnos, y los hará
trabajar para él. Se apropiará, además, de la décima parte de
vuestros rebaños, y hasta vosotros mismos tendréis que servirle»
(1 Samuel 8:11-17, DHH).

Pero el pueblo no escuchó -¿cuándo escucha el pueblo?- y


tuvieron reyes semejantes al resto de los pueblos, y por lo
mismo se dividieron entre sí; la exigencias caprichosas e
intolerables de un rey obligó a las tribus a partirse en dos
reinos, con sus respectivos reyes. Unos alcanzaron más gloria
que otros, pero en ambos reinados los profetas no dejan de
denunciar el quebrantamiento de la ley divina, el abandono
de las viudas y de los huérfanos. Desde entonces, el Dios de
Israel es más que nada el Dios y padre de los huérfanos y de
las viudas; de los extranjeros y de los pobres de la tierra. Estas
son las prioridades de Dios, por encima de las batallas y
triunfos de los ejércitos israelitas; de la prosperidad y riqueza
LOS VIRUS DEL EDÉN
99

de sus gobernantes; incluso por encima del sistema


sacerdotal y sus sacrificios de animales engordados.
Algo anda muy mal en el mundo cuando en el país más rico
y poderoso del mundo, a la gente de abajo le preocupa más la
factura del hospital que su propia curación.
.6.
La gran mutación

Esta epidemia ha sacado lo mejor de muchos, dando


pruebas de verdadero heroísmo; pero también la bajeza de
otros, revelando la ambigüedad del ser humano que siempre
se mueve, nos movemos, entre dios y el diablo, ángeles y
demonios al mismo tiempo. Los que no tienen no son mejores
que los tienen, solo que en los que tienen se revela, se
descorre el velo que cubre el recinto interior del egoísmo e
insolidaridad que a todos nos parasita. Leo como resignada
confirmación lo que la teóloga Emilce Cuda dice de lo que está
ocurriendo en Italia: «En el país del Papa Francisco desató las
furias entre los empresarios quienes, en respuesta y por pura
provocación, también tomaron una decisión: despedir
trabajadores en medio de la pandemia, al margen de la mesa
102

de diálogo social, sin amenaza de quiebra. ¿Lo hicieron por


fines económicos o políticos? Lo hicieron por decisión, y
punto»80.

¿Cómo saldremos de esta?

La pandemia del coronavirus ha puesto en evidencia los


fallos del sistema económico actual dominado por el
pensamiento único del neoliberalismo. Estaban ahí, pero
mientras afectaba a otros, los demás creían que eso no era
probable que les ocurriera a ellos. Somos demasiados
optimistas respecto a nuestra propia suerte, decía Eduardo
Punset, soñamos que moriremos de viejos y con pocas
enfermedades. ¿A quién, cuando la vida le sonríe, le preocupa
el incremento de las enfermedades conocidas como diseases
of despair, «enfermedades de la desesperación», tales como
suicidios, alcoholismo, drogadicción y violencia interpersonal
que se da entre las personas de pocos recursos? Eso les pasa
a los otros, que no saben afrontar las contrariedades, ni

80 Emilce Cuda, «Estamos sitiados entre dos frentes: el viral y el


liberal», https://www.religiondigital.org/opinion/Emilce-Cuda-
sitiados-frente-liberal-viral-capitalismo-pobreza-america-mundo-
crisis-coronavirus-estado-derechos_0_2219778006.html
103

luchan con todas sus fuerzas para salir su situación negativa.


Unos fracasados.

Así se explica que, incluso entre las clases más afectadas,


se acepte sin rechistar el avance de la ideología de muerte, las
políticas neoliberales, llevadas a la práctica desde los años 80
del siglo pasado. Hemos sido testigos del desmantelamiento
del Estado de Bienestar, ya precario de por sí en España e
inexistente en otros países. «El punto central de esta
ideología neoliberal ha sido disminuir las intervenciones del
Estado que favorezcan el bien común, hecho responsable del
enorme descenso de la calidad de vida y bienestar de las
poblaciones, contribuyendo con ello a crear la enorme crisis
climática, por un lado, y a la pandemia, por el otro»81.
Todos los analistas de la situación presente, ya sean
economistas, filósofos, políticos, sociólogos o poetas,
coinciden en afirmar que ya nada va a ser como antes. «Las
cosas a las que estábamos acostumbrados como parte de
nuestra vida diaria ya no se darán por sentadas, tendremos
que aprender a vivir una vida mucho más frágil con amenazas

81Vicenç Navarro, Lo que se está ocultando en el debate sobre la


pandemia, https://www.nuevatribuna.es/opinion/vicenc-
navarro/ocultando-debate-pandemia/20200324140346172554.html
104

constantes. Tendremos que cambiar toda nuestra postura


ante la vida, ante nuestra existencia como seres vivos entre
otras formas de vida»82.
El Covid-19 nos ha metido en un terreno pantanoso, en un
campo de arenas movedizas del que no sabemos cómo vamos
a salir. Los hay más o menos optimistas, como Noam
Chomsky, que sin negar las dificultades que tendremos que
afrontar, afirma que se puede conseguir, se puede salir de
esta situación. «Los humanos nos hemos enfrentado ya a
graves problemas en el pasado» 83.
Para Vicenç Navarro, estamos siendo testigos del fin del
neoliberalismo. «La pandemia está mostrando la necesidad
de cambiar profundamente las correlaciones de fuerzas
dentro los Estados, a fin de eliminar la excesiva influencia de
unos intereses particulares que obstaculizan alcanzar el bien
común»84.

82Slavoj Žižek, ¡Pandemia! El Covid-19 sacude al mundo, p. 49. Abril,


2020.
83 Noam Chomsky: «Superaremos la crisis del coronavirus, pero

tenemos crisis más serias por delante», https://kaosenlared.net/noam-


chomsky-superaremos-la-crisis-del-coronavirus-pero-tenemos-crisis-
mas-serias-por-delante/
84 Vicenç Navarro, Lo que se está ocultando en el debate sobre la

pandemia, https://www.nuevatribuna.es/opinion/vicenc-
navarro/ocultando-debate-pandemia/20200324140346172554.html
105

Lo bueno de esta epidemia, como ha puesto de manifiesto


Žižek, es que el Covid-19 en su intromisión involuntaria en
nuestras vidas ha puesto de manifestó las líneas que nos
separan de la barbarie. «Uno de los signos de la civilización
actual es la creciente percepción de que continuar las diversas
guerras que rodean el mundo es una locura total y sin sentido.
Así también la comprensión de que la intolerancia hacia otras
razas y culturas, o hacia las minorías sexuales, palidece ante
la magnitud de la crisis a la que nos enfrentamos»85.

Conversión o barbarie

Conociendo como conocemos la naturaleza humana —bajo


el signo del pecado—, nos extraña mucho que la percepción
intelectual de la locura y barbarie que representan las guerras
(locura que ya denunció con vigor Erasmo de Rotterdam en
su día, cuando los príncipes jugaban a ser mecenas del arte),
la intolerancia racial o sexual, vaya a comunicar a la voluntad
la capacidad de enmienda. Me parece que los males y fallos
de nuestro sistema-mundo no va pasar a un segundo plano

85Slavoj Žižek, ¡Pandemia! El Covid-19 sacude al mundo, p. 63. Abril,


2020
106

porque hayamos tenido una experiencia cercana a la muerte


debido al peligro del Covid-19, antes me creo la visión más
negra estilo Walking dead86, o el más civilizado «usted es un
peligro potencial de contagio, por favor, manténgase alejado,
abandone nuestro vecindario».

«¿Puede el etíope cambiar de piel,


o el leopardo quitarse sus manchas?»
(Jeremías 13:23).

Más realista me parece la propuesta de Jesucristo, que


comienza con una llamada a la conversión general. «Si no
os arrepentís, todos pereceréis igualmente» (Lucas 13:5). O
nacemos de nuevo (Juan 3:3) o aquí no hay quien viva. No
nacer a lo nuevo, sino dejar que lo nuevo nazca en nosotros.
Es decir, permitir que lo que está por encima de nuestras

86 «En el inicio de la cuarentena, las armas y las bebidas alcohólicas


fueron los productos más vendidos. Ante un posible escenario Walking
dead, parte de la sociedad americana corrió a las tiendas de armas y
municiones. Las noticias de la CBS daban cuenta de disparos entre
vecinos. El alcalde de Baltimore, Jack Young, debió pedir a los
ciudadanos que dejasen de tirotearse entre ellos para no tener que usar
camas de hospitales destinadas a enfermos de Covid-19». Walter C.
Medina, Sacrificar a los débiles. American way of…
https://www.nuevatribuna.es/articulo/global/sacrificar-debiles-
american-way-of/20200423175750173935.html
107

fuerzas nos agracie con la fuerza que ya no es vivir en el yo,


dichoso o desgraciado, sino en aquello que afianza el yo,
para que su no-yo sea el yo-valor que se planta en medio de
la vida, perdonado y rehecho. Un yo que sale del yo para
recuperar su yo. No es un juego de palabras, es el camino
que va de la muerte a la vida. La vida que es muerte del viejo
hombre y alumbramiento del nuevo hombre creado en
Cristo Jesús (Efesios 2:10). Nueva creación (2 Corintios
5:17) que es la gran mutación de la que habla nuestro
querido amigo Xabier Pikaza. La necesidad más urgente de
nuestra sociedad, pero también la menos accesible dada la
desconfianza y la indiferencia creciente a la religión, el
espíritu. «En sentido general, la vida de los hombres
cambia por evolución, a través de pequeñas variaciones a
partir de aquello que existía previamente. Pero Jesús no ha
sido una simple evolución, un breve cambio dentro de un
modelo de vida ya existente, sino una mutación, una nueva
creación»87.

87 Xabier Pikaza, Coronavirus, un tiempo para «resucitar». La


mutación cristiana, https://www.religiondigital.org/el_blog_de_x-
_pikaza/Coronavirus-ocasion-resucitar-pascua-
mutacioncristiano_7_2224347544.html
108

Esta mutación que necesitamos no es de orden vírica, a


pesar de que estamos colonizados por microorganismos
instalados en cada partícula de nuestro cuerpo; ni acto de la
voluntad, ya religiosa, ya política, impotente en cuanto
parte y cómplice de la vieja creación; es la irrupción del
Espíritu en el valle de los huesos secos de nuestra vieja
naturaleza, cuyo aliento hace resucitar (Ezequiel 37:4-6),
rompe el corazón de piedra y le da vida (Ezequiel 11:19-20);
en una palabra, es voluntad divina que hace nuevas todas
las cosas (Juan 1:13; Apocalipsis 21:5). Se impone no
imponiendo, solo amando (Juan 3:16), de modo que
nuestra impotencia se convierte en dynamis, potencia
renovadora con la llama del amor, pues solo el amor puede
salvarnos.

Amor pobre, pero rico; manso, pero audaz; hambriento,


pero saciando a muchos; justo, pero justificando a los
injustos; limpio, pero ensuciándose por el bien común;
pacífico, pero aguerrido para no discriminar a nadie;
perseguido, pero victorioso (Mateo 5:3-12). «Más que
vencedores por medio de aquel que nos amó» (Romanos
8:37).
109

No es el nuestro un mundo proclive al cambio, pero nada


sino una conversión sincera y profunda al Evangelio puede
ayudarnos, a creyentes y no creyentes, a religiosos o a
autodenominados cristianos. La conversión a Cristo es
levadura que hace fermentar la masa. Sal que da sabor a la
existencia.
No saldremos mejores de esta pandemia, pero quizá sí
más conscientes de nuestra fragilidad, de lo efímero de
nuestra existencia, del mal a nuestro alrededor. Puede que
esta conciencia nos dure poco, si es que llega a darse. Sería
un desperdicio vital no haber aprendido nada. Pero qué
regocijo que en la presente postración escuchemos una
nota, si musical o existencial no se sabe, pero que nos llegue
como lo más nuestro que no es nuestro, pero que
necesitamos desesperadamente. Mutación y simbiosis por
la que eternamente nos asociamos en el tiempo con la
realidad que nos devuelve nuestra verdadera imagen, a
nuestro verdadero ser contagiado por los males del mundo,
viciado conforme a los deseos engañosos (Efesios 4:22).
En Cristo recupera ese hombre roto y completo, alegre y
triste, solitario y acompañado, sano y viciado, la imagen
perdida de Dios, que es verdadera imagen del hombre y la
110

mujer destinados a una vida superior, llamados por gracia


y por gracia recuperados como una vuelta al hogar, que es
Cristo (Romanos 8:29). A partir de ahí la nueva creación
comienza como una nueva manera de ver y entender el
mundo, atento a sus carencias y dispuesto a su cuidado.
LA PANDEMIA DEL COVID-19 está
llevando de cabeza a los
111
investigadores científicos y personal
sanitario; a los gobernantes de todo el
mundo; a los economistas; a los
pequeños y grandes empresarios, y a
toda la población en general, por miedo
al contagio y a las consecuencias para
su vida laboral futura. Los religiosos
también se han visto sacudidos en sus
creencias y valoraciones. Para muchos
se trata de un castigo divino por los
pecados de la sociedad; para otros, una
señal de que se acerca la catástrofe
final del Apocalipsis, un indicio del
terrible Juicio Final. A un buen número
le sume en la perplejidad, aunque
confiado en sacar las lecciones
oportunas del mismo.

La Biblia no habla de los virus, pero es


un hecho que existen -un vasto
universo paralelo. En ocasiones son
responsables de millones de muertos.
¿Cómo es posible que Dios los creara?
¿Cuándo lo hizo? ¿Por qué? Preguntas
difíciles que aquí se analizan de una
manera adecuada y responsable con
vistas a una orientación cristiana que
ayude a entender y actuar.
Además el autor informa de la
verdadera naturaleza de la pandemia y
de su origen claramente trazable a la
actividad humana y su alteración de la
naturaleza, una cuestión de vital
importancia que pone en riesgo el
futuro del planeta, de lo cual
ciertamente esta pandemia sí que es un
aviso, como preludio de una nueva era
de enfermedades víricas. En nuestras
manos está el cambio de rumbo, para
ello todos necesitamos una
verdadera mutación personal.

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