Libro Análisis de Técnicas para Abastecimiento de Agua en La Ingeniería Hidráulica Romana
Libro Análisis de Técnicas para Abastecimiento de Agua en La Ingeniería Hidráulica Romana
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ISBN: 978-84-944687-6-6
Registro: 2015074464
DOI: http://dx.doi.org/10.17993/IngyTec.2015.10
Keywords:
Drinking water, hispania, hydraulic engineering, hydraulic system, roman aqueduct.
Palabras clave:
Acueducto romano, agua potable, ingeniería hidráulica, hispania, sistema hidráulico.
Tabla de Contenido
Vocabulario Romano ....................................................................................................... 11
Introducción .................................................................................................................... 15
El concepto ...................................................................................................................... 19
La comparativa ................................................................................................................ 25
El planteamiento ............................................................................................................. 31
La topografía ............................................................................................................... 32
Los túneles....................................................................................................................... 37
La comparativa ................................................................................................................ 42
El Concepto ..................................................................................................................... 49
La comparativa ................................................................................................................ 54
Conclusión: ...................................................................................................................... 73
Referencias bibliográficas:............................................................................................... 77
Vocabulario Romano
Acueducto; conducción de agua.
Aquilegus; zahorí
Architectus; el que diseña, calcula y presupuesta el acueducto.
Arcuationes; arcos de fábrica por donde circula el agua.
Artifices; trabajadores especializados en algún oficio.
Caducae; agua sobrante o excedente.
Calciscoctores; especializados en mortero y hormigón.
Calix; cuarto de contadores.
Canalis structulis; solera.
Caput aquae; captación.
Caput fontis; captación.
Cippus; señalización correspondiente al eje del canal.
Contectis piscinis; decantador o aireador de agua.
Cuniculus; túnel.
Curator de aguas; autoridad principal.
Ferrarii; herrero.
Figulusii; alfarero-.
Fistulis plumbeis; tuberías de plomo.
Fistulis fictilibus; cañerías de barro.
Fossorii; especialista en excavación y entibado de túneles.
Genículus; codo en la parte inferior de los sifones.
Institores; los que abastecen de material de construcción y herramientas.
Lapidarii; canteros que tallan las dovelas de los arcos.
Later coctus; ladrillo cocido.
Libra acuaria; nivel de agua.
Librator; nivelador, topógrafo.
Lignarii; leñador.
Machinatore; el que diseña y fabrica máquinas.
Capítulo I. Introducción
Introducción
Como el trabajo se basa en una comparativa, aquí tenemos una que deja patente la
importancia del agua:
El aire y el agua son sin duda, los elementos naturales más indispensables para el hombre.
El aire lo es de manera inmediata e inaplazable. El agua, también de forma imprescindible,
pero aplazable dentro de ciertos límites. El aire se obtiene sin esfuerzo, en todas partes y
sin restricción. El agua tan solo existe en ciertos sitios y en cantidad variable de unos
momentos a otros. Por ello se comprende que todas las civilizaciones antiguas hayan
dependido de los lugares donde había agua. (De la Peña, 2010)
El ingenio humano ha permitido que los hombres puedan vivir alejados de las zonas por
donde fluye el agua de forma natural. Esta independencia de las poblaciones respecto a la
fuente, conseguida por el avance técnico del transporte del agua, ha permitido la
expansión geográfica y el desarrollo de la civilización.
El interés del pueblo romano por el agua y su preocupación por que sea abundante y de
calidad es un hecho notorio que podemos apreciar por las lecturas de numerosos autores
y observando el legado que nos han dejado y que todavía quedan muestras a lo largo de
todo su extinguido imperio. (Vitruvio, Frontino, Plinio...). Según Vitruvio, los conceptos a
tener en cuenta para la realización de la obra son que debe ser útil, duradera y bella.
Decir que lo que se entiende por acueducto no es sólo el “puente acueducto” como la
mayor parte de los humanos entienden, sino todo el tramo de conducción desde la
captación del agua hasta la llegada a la ciudad.
El propósito de éste trabajo en cuanto a los tiempos de los romanos es el análisis de los
acueductos de suministro de agua potable para consumo de la población, no analizando
las conducciones para otros fines como los de riego o mineros porque la ejecución difiere
en cuanto a los acabados, planteamientos, etc... .Por ejemplo no se cubría la canalización,
no se daba un tratamiento de paredes y fondo para refino, etc...
Decir que los constructores de los acueductos en tiempos de los romanos, no siempre
hacían las construcciones perfectas, también tenían sus defectos tanto de diseño, técnicos
como de cálculo de costes, los cuales muchas veces se encarecían a medida que la obra se
retrasaba. (Frontino).
El concepto de agua que tenemos, sólo contempla en la mayoría de nosotros el agua
potable que bebemos y el agua sucia o usada (residual). Sin embargo podemos ampliar
éste concepto de manera mucho más descriptiva; tenemos aguas de lluvia, de manantial,
de pozo, de río, de pantanos, duras, blandas, termales, medicinales, de regadío, industrial
y otros muchos tipos de clasificación, dándole a cada tipo un uso totalmente distinto. Pero
nosotros solo nos referiremos al agua potable para consumo humano.
La base de éste trabajo es el líquido elemento H2O esencial para todo tipo de vida en éste
planeta desde el origen de todos los tiempos. Existen textos desde antes del segundo
milenio antes de Cristo sobre la realeza hitita que dan valor al agua de calidad: “El agua
que bebe en palacio ha de ser pura y no debe mancharse, por ejemplo, con cabellos
ajenos” (Fatás, 2006).
El concepto
Para que la captación de agua para consumo humano fuera aceptada, se debían de dar
sobre todo dos premisas: que la calidad del agua fuera buena y que la cantidad que
suministrase fuese acorde a la demanda en cualquier estación del año. Los romanos
consideraban que el agua para consumo humano debería ser agua no estancada, ya que
de esa forma podría corromperse.
Tras la captación, y antes de canalizar las aguas a las conducciones que la transportaban
hasta la ciudad, se aseguraba que ésta fuese lo más pura y transparente posible; pero en
muchas ocasiones llegaba muy turbia y con mucho material en suspensión, entonces los
ingenieros hidráulicos romanos construían balsas de decantación de las arenas y lodos.
Vitruvio (VIII, 8, 3) lo recomienda para las aguas de uso público:
“... Si se hiciesen esos depósitos en número de dos o de tres, de modo que por
decantaciones sucesivas pueda pasar el agua de uno a otro, ello daría por resultado un
agua mucho más sana y agradable; porque, al quedar el limo sedimentado en cada uno de
los depósitos, el agua sería en el otro mucho más clara y conservaría sin olor su sabor. En
caso contrario será menester echarle sal y filtrar... “. Esto es, podía llegarse a flocular el
agua por métodos químicos, para hacerla más potable y menos dura, para después pasarla
por filtros.
Figura 1. Esquema captaciones época de los romanos. Fuente: elaboración propia, 2015
Los manantiales
La captación de agua de manantial era de lo más apreciado por la población romana, lo
consideraban como de una calidad excelente, aunque según Plinio (XXXI, 21, 33) ellos
sabían que este tipo de aguas no eran exclusiva garantía de calidad; pero sí lo daba en la
mayoría de los casos.
Los ríos
La captación de río era muy común para los ingenieros romanos, eso sí la realizaban aguas
arriba del río en lugares donde la contaminación era poco probable.
Las formas más utilizadas para le realización de la captación del río se hacían, según
Vitruvio, atendiendo a las variaciones de caudales que pudiera haber a lo largo del año:
Captación por derivación, se levanta una pequeña presa oblicua a la corriente de
agua, de forma que se aumente la altura de la lámina de agua y así desviar por un
lateral parte del agua que encauzaremos al canal del acueducto.
Captación directa, abriendo por uno de los lados del río un canal que conecte
directamente con el acueducto.
Las presas
No está claro que los romanos hiciesen presas para el consumo humano, según que
autores leamos podemos sacar una u otra conclusión; no obstante en la siguiente tabla se
citan las presas que en España han tenido una cierta consideración.
NOMBRE ALTURA RÍO CUENCA
Almonacid de la Cuba 34,0 Aguasvivas Ebro
Proserpina 21,6 Aº de las Pardillas Guadiana
Cornalvo 20,8 Albarregas Guadiana
Ermita Virgen del Pilar 16,7 Santa María (Aguasvivas) Ebro
Alcantarilla 15 a 20 Guajaraz Tajo
Muel 13,0 Huerva Ebro
Pared de los Moros 8,4 Aº Farlán (Aguasvivas) Ebro
Tabla 1. Principales presas de la época romana en España. Fuente: Arenillas, 2002
Una presa, para que sea efectiva, debe cumplir dos funciones simultáneas. Una es ser
impermeable, la otra es ser lo suficientemente resistente como para aguantar el empuje
del agua embalsada.
El agua embalsada crea un empuje hacia el exterior directamente proporcional a la
profundidad que estemos considerando, creando un gradiente de presiones de forma más
o menos triangular, de modo que en la parte inferior de la presa es donde se presentan los
mayores empujes. Concretamente, para una simple pared vertical, aproximadamente a
1/3 de la altura total del agua embalsada. (Rubio, 2008).
Otro dato de especial importancia es el tipo de fábrica con que se ejecutaron, que fueron:
(Fernández, 1972).
- Opus Quadratum.
Es lo que nosotros llamamos Sillería. Este era un tipo de construcción antiguo, pero
reservado casi exclusivamente para las grandes obras, debido al enorme coste que
levantar estos muros requería.
Opus Incertum.
Este tipo de paramento es lo que habitualmente llamamos Mampostería. Habitualmente
está hecho de piedras colocadas a mano (de ahí el nombre), trabadas someramente con
pequeñas piedras (ripios). Es el tipo de construcción más primitiva con la que se
levantaban muros de piedra. Tiene la ventaja de la relativa facilidad y rapidez de ejecución
de la obra, pero precisamente por ello, adolece de ciertos problemas de inestabilidad
cuando la altura del muro sobrepasa ciertos límites, debido a las junturas verticales, que
tienden a separarse en cuanto aparecen asientos diferenciales en el terreno.
Opus Caementicium
Este fue sin duda el gran logro de los arquitectos romanos. Pese a su nombre, no tenía
nada que ver con el cemento actual, pues el aglomerante que empleaban era
principalmente cal. Como tal, el Opus caementicium no se empleaba como paramento,
sino que se usaba de relleno entre dos paredes confeccionadas con otros aparejos
autoportantes.
Los pozos
A causa de la escasa tecnología de la época, este tipo de captación no se usó nada más
que para el uso individual o particular. La elevación de agua era muy costosa y la
maquinaria requería mucho mantenimiento, por lo que no era rentable. Este tipo de
captación también era muy apreciado porque el agua era de buena calidad y su frescura
les daba a pensar que era saludable.
La comparativa
Hoy en día la procedencia de las captaciones no tiene la importancia que se le daba en
tiempos de los romanos hace 20 siglos. Al estar obligados por ley al tratamiento del agua
para consumo humano (lo mínimo sería una desinfección), la procedencia tiene su origen
tanto superficial (ríos, lagos) como subterráneo (mediante pozos perforados verticalmente
hasta encontrar el nivel freático). Para pequeñas poblaciones podría darse el caso de que
la captación fuese de manantiales, pero para grandes poblaciones como es el caso, la
procedencia del agua, dada la cantidad necesaria, debe ser de los sitios antes
mencionados. También decir que con los métodos que tenemos hoy en día es posible
desalar el agua de mar e incorporarla a la red para consumo, ya que una vez tratada es
potable, el inconveniente es el coste de construcción de las plantas y su mantenimiento, al
igual que la vida útil que es limitada.
Un proceso de potabilización es mucho más complejo que una simple desinfección, para la
desinfección basta con aportar cloro líquido al agua en una dosificación aproximada de 1
ppm (parte por millón), con lo que eliminaremos los microorganismos patógenos que
contiene el agua. Para la potabilización se dan como mínimo cuatro pasos:
Pre tratamiento, eliminación de cuerpos sólidos en suspensión.
Coagulación, floculación, decantación; se trata de separar las pequeñas partículas
en suspensión.
Filtración, es un cribado muy fino con arenas finas.
Dosificación de cloro y elevación a depósito para su posterior canalización a los
lugares de consumo.
Para la extracción del agua de los pozos usaremos las bombas sumergidas en el agua
contenida en la capa freática en donde se ha hecho la perforación. Realmente son un
grupo formado por dos elementos principales que en orden de abajo arriba son:
Motor, suelen ser motores eléctricos de tensión trifásica que hacen mover un eje
vertical que está conectado mecánicamente al siguiente componente.
Bomba, es el elemento encargado de elevar el agua desde el nivel del agua de la
capa freática hasta la superficie.
En esta bomba sumergible se puede apreciar de abajo hacia arriba las partes de que se
compone; motor refrigerado por agua, bomba impulsora y cuatro rodetes que hacen que
la presión de impulsión sea mayor (a más número de rodetes mayor presión de
impulsión).
Hoy día es muy habitual que el funcionamiento de las bombas (grupos moto-bomba) se
haga con variadores de velocidad, que son aparatos electrónicos que regulan a través de
la variación de la frecuencia del motor, la velocidad con la que giran los motores. Si
controlamos la velocidad de giro del motor conseguimos controlar el caudal y la presión
de la red, de forma que controlamos el suministro.
El planteamiento
Para la realización de un acueducto, entiendo que antes había que plantearse varias
preguntas y hacer un estudio de viabilidad, trayecto, dimensiones, obstáculos,
pendientes... La conducción iría en canal, ”specus”, “canalis” o “rivus”, debería ir cerrada
por que como hemos dicho al principio es para consumo humano.
Según el tamaño de la localidad, se estructuraba la red de abastecimiento de agua, de esta
manera podemos encontrarnos un único acueducto de abastecimiento, un grupo de
acueductos, o acueducto compartido.
El más común es el acueducto único, se canalizaba el agua desde el manantial hasta la
ciudad a distancias normalmente kilométricas salvando los diferentes obstáculos
geográficos y técnicos hasta la entrada a la ciudad. El recorrido elegido era la labor más
complicada para los técnicos, ya que debían elegir un itinerario por donde se pudieran
mantener las pendientes de forma constante, no alargar las distancias
desproporcionadamente y mantener lo más posible el régimen laminar el agua para
mantenerla lo más pura posible.
Cuando las ciudades eran más grandes y pobladas, podía ser necesario más de un
acueducto.
El acueducto compartido es cuando un único acueducto abastecía a una región;
compartiendo el acueducto varias localidades. Eso sí, cada localidad tenía su propio
depósito principal de distribución y desde allí se distribuía por la ciudad.
Problemas a tener en cuenta a la hora de plantearse si es posible la ejecución de un
acueducto cuando las cotas de altitud entre origen y destino de la canalización son
pequeñas (gradiente hidráulico):
que la diferencia de cota entre la captación y destino sea positiva ( que la
captación no esté a menor cota que la población a suministrar)
Si la diferencia de cota es mínima respecto a la longitud entre el origen y destino
de la canalización (% de la pendiente bajo), se plantea un gran problema para que
sea una pendiente uniforme.
Si la pendiente es mínima debemos saber calcular la sección del canal para que el
caudal circulante sea el que requiere la demanda de la población.
Sin olvidar que las paredes del canal y su solera producen una pérdida de carga
considerable cuando hablamos de miles de metros de distancia, factor éste muy
importante cuando la pendiente es mínima.
Otra cuestión a tener en cuenta es los costes de construcción, como curiosidad aporto una
tabla en la que aparece reflejado el coste de algunas conducciones en Roma.
El caudal necesario
La anchura de las zanjas (specus) era variada, dependiendo del caudal a transportar.
Por oposición a los conductos a presión, en los que el agua llena completamente el
conducto, en un canal abierto, siempre existe una superficie libre en contacto con el
exterior, y a la presión atmosférica, que normalmente tomaremos como referencia, y de
valor cero. Este hecho, por una parte facilita los cálculos, pues el término de presión lo
podemos eliminar, al ser conocida en los dos extremos del canal, pero por otra parte lo
complica, al resultar la forma de la superficie libre desconocida. Tiene una distribución
tridimensional de velocidades, mayores en el centro, y menores a medida que nos
acercamos a las paredes y a la solera, que llega a ser cero, un canal cualquiera, de forma
rectangular, el rendimiento hidráulico óptimo se obtiene, cuando el calado es la mitad del
ancho del canal.
Los romanos intuían el principio de la conservación del caudal, esto es, que el caudal es
constante en todo el recorrido, por lo tanto en los tramos de menor pendiente, la
velocidad del agua es menor, y por consiguiente, aumenta el calado, mientras que en los
tramos de mayor pendiente, el calado disminuye.
La topografía
La topografía era importante en el sentido de que de ella dependería la longitud de la
canalización, del número de puentes, túneles...
La pendiente del trazado estaba condicionada sobre todo para que la velocidad del agua
no fuera elevada para no producir erosiones en el canal, que además del deterioro del
mismo generaba que se mezclasen partículas en suspensión en el agua y por tanto que la
calidad de la misma se redujera. Para corregirlo una solución es ensanchar el canal para
reducir la velocidad, con lo que se produce la decantación de las partículas en suspensión.
Para realizar las obras debieron recurrir a los conocimientos de geometría que los
matemáticos egipcios y griegos lograron desarrollar con anterioridad. Uno de los
instrumentos más utilizados fue la dioptra, servía para medir ángulos con precisión, tanto
verticales como horizontales necesaria para las grandes parcelaciones, la triangulación en
grandes superficies, también estaba como instrumento de precisión el corobate, que
apoyado sobre trípode también realizaba funciones topográficas.
Figura 8. Esquema transporte época de los romanos. Fuente: elaboración propia, 2015
La canal superficial
Según los romanos el agua debe ir a salvo de la luz para que no proliferen las algas,
bacterias, etc. por lo que estaban cubiertas en la mayoría de los tramos de los acueductos
para agua de consumo humano, también servía para que el agua no se ensuciara con
polvo, materia orgánica, obstrucciones por derrumbes en terrenos montañosos etc.
Según el volumen que ocupa el agua dentro de la canal distinguimos los de agua rodada o
canales abiertos y los sifones o de agua forzada.
Los tipos
La parte superior del specus se cubría generalmente con una bóveda de cañón continua.
Los materiales de los cuales estaba hecha, generalmente eran los de la zona. Podían ser
ladrillos, o simplemente lajas de piedra. El resto, hasta el nivel del terreno se cubría de
tierra.
Así Vitruvio (VIII, 7, 2) comenta respecto a la necesidad de cubrir el canal:
“... Si la conducción se hiciese por zanjas o canales, las obras de albañilería deben ser lo
más sólidas posible y con una pendiente de no menos de un cuarto de pulgada por cada
cien pies de longitud, siendo además necesario que la construcción esté cubierta con
bóveda, a fin de que el sol no toque de ningún modo el agua... “
Los tipos según la cubrición podemos enumerarlos de la siguiente forma:
1. Bóveda, es el más utilizado.
2. Dintel plano, utilizado para desagües o arquetas de canalización de tuberías.
3. Apuntado, bastante utilizado por su rápida y fácil construcción, pero con peor
inspección y estanqueidad.
4. Falsa bóveda, poco frecuente.
1 2 3 4
Figura 9. Diferentes secciones de canales según el tipo de cubierta. Fuente: De la Peña, 2010
El revestimiento interior
Los canales estaban impermeabilizados (opus signinum) por varios motivos tales
como no perder el agua, evitar que las corrientes de agua provocasen el deterioro y
posible destrucción del acueducto, conseguir que el agua a su paso tenga el menor
coeficiente de fricción (pérdida de carga) sobre las paredes del canal, por lo se conseguía
también con ello tener un flujo laminar y no provocar turbulencias. También se trataba de
que la sección fuese uniforme, con cambios de dirección suaves y pendientes uniformes y
pequeñas para que la velocidad del agua fuese constante pero no elevada.
La impermeabilización se conseguía con capas sucesivas de opus signinum. Siendo
el espesor de las mismas variables, en las paredes laterales no solía pasar de 4 cm., pero
en la cara del fondo, hay mucha variedad. El acueducto de Trembaly sólo tiene 2cm, el de
Cartago 13, y el Aqua Marcia 18 (Malissard, Alain. 2001). También, para dar mayor
estanqueidad se solía encintar las esquinas de unión entre las caras laterales y el fondo,
con un cuarto bocel de Opus signinum.
Las proporciones
Geométricamente se había preconcebido unas proporciones entre la altura del arco de
medio punto y la anchura o luz del arco; así podemos hablar de la razón áurea, la
proporción cordobesa... entre las más usuales.
La razón áurea es la proporción entre los lados de un rectángulo particular. Vino
enunciada por primera vez por Euclides de Alejandría en su libro III de su “Tratado de los
elementos”. La formulación de Euclides se limitaba a establecer que un rectángulo
encierra la máxima belleza si resulta semejante a otro formado por su lado mayor y la
suma de ambos lados. El “rectángulo áureo” se obtiene como proporción entre el radio de
la circunferencia circunscrita a un decágono regular y el lado del mismo. Al número
1,618… se le llama por lo mismo, “Número de oro”.
La llamada proporción cordobesa se obtiene entre el radio de la circunferencia circunscrita
a un octógono regular, y el lado del mismo. El cociente obtenido es el llamado Número
Cordobés 1,3065...
Los túneles
Las elevaciones del terreno, planteaban tantos problemas como las depresiones, sin
embargo, jamás los ingenieros romanos dudaron en perforar las montañas cuando era
necesario. Es notable en este aspecto la experiencia adquirida en la excavación de túneles
mineros, técnica anterior a los acueductos. Es por esto que los túneles abundan más que
las grandes arcuationes y mucho más que los sifones.
El mismo Vitruvio, recomienda en el capítulo VII de su libro VIII referido al agua, horadar
sin más ante la presencia de un obstáculo en el trazado de un acueducto.
Los túneles, generalmente empezaban a excavarse por los dos extremos. Si tenían una
longitud considerable, se empezaban también por puntos intermedios, manteniendo
siempre la misma pendiente.
Otro uso muy importante de los pozos de registro es el mantenimiento del canal del túnel,
para la limpieza e inspección. Además también servía de referencia para poner los
balizamientos del acueducto en superficie, donde se colocaban los hitos de policía de
salvaguarda del acueducto (Moreno, 2010).
Los sifones
Los romanos no eran muy partidarios de la construcción de sifones, por las
dificultades que ello entrañaba. Tener en cuenta que un sifón romano es un sistema que
permite el paso de agua de un lugar a otro por gravedad, y que las presiones de entrada y
de salida son la misma.
Varios fueron los problemas a los que se tuvieron que enfrentar y que no fueron
completamente capaces de resolver, el primero con las cañerías de plomo y cerámicas,
fue el de la estanqueidad para las altas presiones a las que las tuberías de los sifones
estaban sometidas. El otro gran problema fue la extracción del aire de las conducciones en
los sifones.
Cuando la depresión a salvar era demasiado profunda (Si tenemos en cuenta que el
“record” de altura de unas arcuationes está aproximadamente en 50 m. en el Pont du
Gard, es de suponer que este era el límite) se procedía a la construcción de un sifón.
En un principio, los sifones eran simples tuberías apoyadas en las laderas de las montañas,
con una parte horizontal (Venter) en el fondo del valle, para suavizar el cambio de
dirección, y un acodamiento más o menos pronunciado en cada extremo de la parte
inferior (Geniculus).
Posteriormente las tuberías se enterraban por dos motivos: uno era protegerlos de la
rapiña, y el otro era evitar en la medida de los posible que los cambios de temperatura
afectasen a las dilataciones de las tuberías. Otra medida imprescindible en las arquetas de
cabecera era un buen sistema de decantación de arenas y limos.
Los ingenieros romanos, a base de sentido común, llegaron de una forma empírica a
solventar la manera de enfrentarse a tres fuerzas que aparecen en los sifones: La
resistencia de las paredes, la presión estática, y la pérdida de carga.
La resistencia de las paredes del sifón es debida a que en el mismo, la superficie de
contacto entre el agua y la tubería es total, a diferencia de lo que ocurre en los canales,
donde la superficie del agua rueda libre. Esto hace que el rozamiento sea
comparativamente mayor en los sifones que en los canales abiertos. Por ello, si las
arquetas de entrada y de salida del sifón se colocasen a la altura que correspondería a un
canal de agua rodada, al agua fluiría tan despacio que acabaría desbordándose en la
arqueta de cabecera. El gradiente hidráulico necesario, para un sifón ha de ser por lo tanto
mayor. Generalmente duplica la pendiente normal del acueducto.
La presión estática es la que soporta la tubería debido a la profundidad a la que está
respecto la arqueta de cabeza. Esta presión es independiente de si el agua está quieta o
en movimiento. Cuando la presión era muy elevada se recurrían las tuberías de plomo.
Cuando no era demasiado alta, se colocaban tuberías cerámicas.
Las tuberías de plomo se fabricaban enrollando sobre un cilindro de madera una plancha
de plomo, y posteriormente soldando la junta. Las longitudes de estas tuberías eran de
unos tres metros. El ancho de la plancha de plomo, oscilaba entre tres y cinco
centímetros. (Hodge, 2002)
Las tuberías cerámicas presentaban el inconveniente de la estanqueidad, y de la
relativamente escasa resistencia a la tracción que presenta la cerámica. La resistencia la
obviaban empleando estas tuberías en aquellos sifones que no estaban sometidos a una
presiones demasiado altas, y la estanqueidad la resolvían empleando una pasta adherente
especial (Malthae) que menciona Plinio el Viejo.
En otras ocasiones, y sin duda impelidos por la necesidad, se vieron obligados a construir
las tuberías de piedra. Es el caso del sifón de Cádiz, formado por el ensamblaje de miles de
piedras perforadas y unidas con Maltae.
El tercer problema que los ingenieros romanos debieron solventar fue el de la pérdida de
carga inercial del agua (debida al movimiento) en los codos de la cañería. Por una parte
habría que anclar fuertemente los codos, pues la pérdida de carga se produce siempre
hacia el exterior de la curva.
Aparte de esto, debían tener en cuenta el llamado “golpe de ariete” que se produce en
una tubería acodada cuando se somete a presión bruscamente. La tubería pues, debe ser
llenada poco a poco para evitar que reviente en el primer codo. Al mismo tiempo, para
vaciarla, tampoco debe cortarse el suministro de golpe, pues el efecto de onda de choque
que se introduce, hace que esta se dispare en el interior de la tubería.
Luego en las proximidades de las ciudades se volvía a hacer pasar por otro decantador y
aireador del agua, llamado “contectis piscinis”. También servían como decantadores los
propios depósitos de distribución de las ciudades.
A lo largo de las conducciones se disponían equipos para optimizar el funcionamiento del
sistema. Podemos clasificarlos según su finalidad.
Calidad: desarenadores, aireadores.
Cambio de carga hidráulica: pozos o cascadas, resaltos, escaleras.
Los materiales
No tenían los conocimientos que hoy tenemos sobre la confección de morteros,
hormigones y demás materiales en los que para que tengan unas determinadas
características, es necesario tener conocimientos de química, microscopía, etc., ellos
deducían el comportamiento de los materiales de forma empírica, por lo que incurrían en
errores y contradicciones a menudo.
En lo que sí llegaron a ser unos verdaderos maestros, fue en la confección de hormigones
de cal. Hoy en día nosotros usamos como aglomerante el cemento, ellos usaban la cal,
cuando unían la cal con arena y agua obtenían el opus caementicium, lo que nosotros
llamamos hormigón.
La cal, los romanos no fueron los inventores de la cal de obra, aunque sí fueron los
primeros que la emplearon de forma masiva como elemento aglomerante de
construcción. (Hernández, 2002)
Las cales en construcción se dividen en cales hidráulicas, capaces de endurecer bajo el
agua y cales aéreas, que no endurecen bajo el agua. Los romanos utilizaron las cales
aéreas, ya que las hidráulicas desconocían la tecnología necesaria para su confección, sí
decir que de forma indirecta consiguieron acercarse a ellas cuando mezclaban “polvo de
Puzol”, que no es otra cosa que un polvo volcánico con sílice y alúmina. Este polvo
mezclado con cal, formaba una pasta que era capaz de fraguar y endurecer bajo el agua.
La cal aérea es el resultado de la descomposición por calor de las rocas calizas, formadas
básicamente por carbonato cálcico. Cuando la roca alcanza los 900 ºC se descompone en
dióxido de carbono y óxido de calcio. El óxido de calcio es lo que llamamos “cal viva”, que
es muy inestable, pues cuando reacciona con el agua da hidróxido de calcio y desprende
calor. El hidróxido de calcio es lo que llamamos “cal apagada”. La cal apagada la usamos
como pasta que fragua lentamente en dos tiempos, primero pierde el agua de amasado y
luego se produce la carbonatación, que consiste en la absorción por parte del hidróxido de
calcio del anhídrido carbónico del aire, formando el carbonato cálcico. Vemos que al final
del proceso hemos obtenido de nuevo el carbonato cálcico, por lo que al menos
teóricamente hemos reconstruido la roca natural.
La cal hidráulica fragua bajo el agua. Cuando mezclamos arcilla del 8 al 20% y caliza, a la
sometemos a temperatura superior a 900ºC reaccionan el óxido de calcio, el anhídrido
silíceo y la alúmina, formando silicatos y aluminatos, que al reaccionar con el agua forman
hidrosilicatos e hidroaluminatos que cristalizan en forma de cristales entrecruzados,
formando una masa compacta que al necesitar agua para el endurecimiento, puede
hacerlo bajo el agua.
Los morteros. Cuando la cal se seca y se endurece, sufre una considerable pérdida de
volumen que la hace resquebrajar. Este es el motivo por el que no es muy idónea en
estado puro como material de construcción. Desde muy antiguo se supo que mezclándola
con arena de distintos grosores, se evitaban estos efectos nocivos. A esta mezcla de cal y
arena es a lo que llamamos mortero. Al conjunto de arena y grava, le llamamos árido. Una
clasificación genérica del tipo de árido sería de mina, de río y de playa.
El material de revoco por excelencia era el opus signinum, este compuesto de arena de
rio, fragmentos de cerámica y cal, tenía buen comportamiento con el agua, por ello lo
usaban para recubrir los canales, cisternas, depósitos, por su buen comportamiento en
cuanto a impermeabilización.
Los ladrillos. A la obra levantada con ladrillo se le llamaba opus testaceum. Los ladrillos se
obtienen de la cocción de la arcilla, que es un silicato alumínico hidratado. La materia
prima es el caolín. Cuando la arcilla, simplemente está seca, puede volver a formarse una
pasta moldeable en contacto con el agua. Si se emplea para construcción en forma de
ladrillo, se llama adobe. Cuando la arcilla pierde el agua de composición, es cuando
decimos que la arcilla está cocida. En ese punto ya no vuelve a poder moldearse en
contacto con el agua.
Vitruvio Menciona tres tipos de ladrillos, aunque los romanos sólo usaron uno, el llamado
didoron que tiene 1 pié de largo y 1/2 de ancho.
Las piedras son otro de los elementos constructivos fundamentales empleados por los
romanos. De hecho, es el más antiguo. La variedad de la piedra era tal que su uso en
construcción se hacía necesario en función de las proximidades, salvo en el caso de la
construcción de lujo, y evidentemente como capricho de algún potentado.
La comparativa
Las plantas potabilizadoras necesitan una extensión de terreno de miles de metros
cuadrados, por lo que económicamente no es rentable su ubicación dentro del casco
urbano de las ciudades. También hay que tener en cuenta la situación de los puntos de
captación o entrega del agua a potabilizar.
El transporte hasta los lugares de distribución se le llama aducción (acción de conducir), es
decir desde los depósitos de salida de plantas potabilizadoras hasta la distribución a
poblaciones. El tamaño de estas tuberías es muy variado, dependiendo del suministro
requerido en las horas de mayor demanda, de forma que se aporte el caudal necesario y
que la presión en el punto de suministro no baje por debajo de unos límites. Para el
cálculo y dimensionado de los elementos de la red existen programas que tienen en
cuenta multitud de factores para calcular las características de los elementos a instalar en
la red, por ejemplo tenemos el Sara, Infoworks y quizás el más utilizado Epanet que es un
programa desarrollado por la Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos, con
ellos podemos analizar los sistemas de distribución y hacer simulaciones hidráulicas,
obteniendo los datos de caudal, velocidad, presión y altura.
Figura 15. Esquema transporte siglo XXI. Fuente: elaboración propia, 2015
Las aducciones pueden ser de varios tipos, las más significativas serían:
Aducción por gravedad, el agua circula por la diferencia de la cota geométrica
entre dos puntos.
Aducciones por bombeo, es necesario bombear el agua para que circule entre los
dos puntos.
Figura 17. Seccionamiento ventosa de triple efecto. Fuente: elaboración propia, 2015
No debemos olvidar la importancia que tienen los depósitos desde la captación hasta la
distribución. Además de servir como almacenamiento del agua, también tienen otras
funciones tales como reguladores de presión, evitar golpes de ariete, evacuadores del aire
de las conducciones, chimeneas de equilibrio, etc. Tendremos que tener en cuenta que el
agua en los depósitos creará un circuito de entrada hacia la salida, el motivo es la
renovación del agua del depósito cada determinado periodo de tiempo. En caso de
entrada y salida por el mismo tubo, lo que se hace es que la altura de la lámina de agua
del depósito varíe en un ciclo de tiempo estipulado, es decir el nivel de agua del depósito
sea variable, par de esta manera se producía la renovación del agua.
De forma genérica podemos clasificar los depósitos según su cota sobre el terreno como
depósitos de superficie y depósitos elevados. Los materiales de construcción son de forma
predominante el hormigón armado en sus versiones de ejecutado in-situ y prefabricados.
Los depósitos elevados son de menor capacidad (m3) que los de superficie por razones
obvias, la estructura y el coste de un depósito elevado son infinitamente superior que la
de uno de superficie para grandes volúmenes de agua. Los elevados se están olvidando
porque la principal misión que cumplían, que era subir la cota de nivel para de esta
manera asegurarse una presión estable en la red de distribución y suficiente para el
suministro a los usuarios. El motivo es la utilización de válvulas reguladoras automáticas
que regulan la presión abajo de la válvula y el uso de variadores de velocidad que elevan la
presión de aguas abajo del motor.
El Concepto
El concepto de distribución de agua en una ciudad lo podemos entender como el reparto
de agua a todos y cada uno de los barrios, edificios y viviendas. Nosotros utilizamos el
concepto de caudal, volumen que pasa por la conducción en la unidad de tiempo, para la
distribución del agua. Los romanos utilizaban la sección de la tubería para determinar su
unidad de medida que era la quinaria, era aquella que tenía 5/4 de dedo, 2’31 cm, de
diámetro y 4’19 cm2 de sección.(De la Peña, 2005)
Trataban de que el agua no estuviera en contacto con el exterior, que no estuviera
estancada y que las velocidades no fuesen altas para que no arrastrasen material en
suspensión.
El agua podía entrar en la ciudad de tres formas si atendemos a la cota de recepción; a
nivel, es lo más común, directamente entra al depósito principal desde el canal. Forzada,
el agua entra a menor cota, por lo que se debe elevar hasta el depósito. En sifón,
aprovechamos un punto elevado del acueducto para desde allí introducirla en una
conducción cerrada para aprovechando la presión elevar el agua hasta el depósito, donde
saldrá libre a presión atmosférica.
Figura 20. Esquema de abastecimiento de agua en su etapa inicial. Fuente: De la Peña, 2010
Figura 21. Esquema distribución época de los romanos. Fuente: elaboración propia, 2015
Los depósitos
Los depósitos como hoy en día sabemos son básicamente un “recipiente” que acumula un
determinado volumen de agua para consumos varios, principalmente son para agua
potable, por lo que el consumo puede ser humano. En tiempos de los romanos el uso era
similar, aunque hay que añadir que en ocasiones juntaban en un mismo edificio depósito
principal, aireador y partidor, elementos que luego definiremos.
De los depósitos salían conducciones de gran sección que conectaban los
distintos depósitos entre sí. En caso de ser grandes depósitos podrían estar decorados, en
cuyo caso se llamarían ninfeos.
Su clasificación la podemos realizar según se encuentren respecto a la cota del
terreno; enterrados, semienterrados, a nivel o por último elevados. Si atendemos a su
estructura interior podemos clasificarlos según el número de cámaras.
Los partidores
También denominados depósitos repartidores, era desde donde se hacían las desviaciones
para consumo.
Figura 23.Cámara de distribución del castellum aquae, con orificios calibrados para distribuir el agua
a los barrios. Fuente: Moreno, 2007
Las tuberías
Las tuberías que se usaban eran de materiales tales como el plomo, cerámica, piedra y
bronce. Las secciones eran muy variadas y el uso de cada una de ellas dependía sobre
todo de la presión y el diámetro necesario. Las de piedra se usaban para comunicar los
distintos depósitos y siempre funcionaban a presión. Las de cerámica no soportaban
grandes presiones, pero eran relativamente económicas. Las de plomo eran las más
utilizadas porque aguantaban la presión, aunque según Vitruvio (VIII, 7, 9) ya sabían que el
plomo con el agua produce albayalde, un compuesto blanquecino poco saludable. Por
último tenemos las tuberías de bronce, las cuales se usaban para pequeños tramos junto a
los grifos, contadores, etc.
La comparativa
Las redes de distribución serán de diseño mallado, eliminando puntos que faciliten la
contaminación o el deterioro del agua distribuida.
Dispondrán de mecanismos adecuados que permitan su cierre por sectores, con objeto de
poder aislar áreas ante situaciones anómalas, y de sistemas que permitan las purgas por
sectores para proteger a la población de posibles riesgos para la salud. (BOE, 2003)
Figura 27. Pantalla mural esquematizando la red de distribución de Valencia. Fuente: elaboración
propia, 2015
Figura 28. Esquema distribución siglo XXI. Fuente: elaboración propia, 2015
Figura 29. Válvula de retención de cámara partida. Fuente: elaboración propia, 2015
Otro apartado son los elementos de medida, que en ocasiones son imprescindibles para el
buen funcionamiento de la red. Nos aportan datos que nos sirven para el control de red.
Comentaremos los más usuales atendiendo a la medida de magnitud que miden:
Medición de presión, denominados comúnmente como manómetros depresión,
pueden ser de distintas escalas dependiendo de la presión a medir.
Medición de caudal, aquí diferenciaremos lo que son caudalímetros; miden el
caudal instantáneo (notar que también miden el caudal acumulado tanto en
sentido directo como inverso) basándose en la velocidad del agua, los más
comunes los electromagnéticos y los ultrasonidos. Y contadores; que miden el
caudal acumulado y si queremos saber el instantáneo debemos hacer una simple
operación matemática que nos divida el caudal que ha pasado entre el tiempo
que ha tardado en pasar. Estos últimos son de tipo mecánico, de turbina o hélice
De mariposa, por su bajo coste son muy utilizadas, sobre todo para diámetros
grandes, a partir de 300mm. Constan de un disco que gira 90º sobre un eje
acoplado en la diagonal, para tuberías de secciones grandes y si la presión
diferencial es considerable, se suelen poner unos desmultiplicadores que hacen
que girando un eje se transmita el movimiento a la válvula con menor fuerza.
De bola, es como una bola perforada con el diámetro de la tubería, por lo que la
pérdida de carga a su paso es nula, se utiliza en pequeñas secciones de tubería y
tiene una excelente estanqueidad.
Otros tipos, solo decir que existen otros tipos pero que para el tema que nos
abarca no es meritorio que las describamos.
Figura 38. Partes de una válvula de regulación anular automatizada. Fuente: elaboración propia,
2015
Figura 39. Partes de una válvula de mariposa automatizada. Fuente: elaboración propia, 2015
Figura 40. Vista de estación automatizada en by-pass. Fuente: elaboración propia, 2015
Figura 41. Cuadro eléctrico de control de una estación remota. Fuente: elaboración propia, 2015
Se conservan aquí dos pilares que conforman tres arcos, junto con los apoyos en las
paredes del barranco.
Los pilares son de opus cuadratum y llegan a tener en la parte más elevada una altura de
33 m sobre el fondo.
Figura 44. Vista de la cimentación de los pilares sobre roca. Fuente: elaboración propia, 2015
Como se puede ver en las fotos los apoyos de los pilares son directamente sobre la roca
del lecho del río, los dos apoyos extremos de los arcos también son sobre las rocas
laterales.
Una vez rebasado este puente el specus (la canal) gira bruscamente en dirección este para
seguir a través de un impresionante cortado denominado Peña Cortada (nombre que le da
al acueducto), un tajo vertical de 25 m de altura, 90 cm de anchura y 50 m de longitud,
(Fernández, 1983) con un estribo central, a manera de apoyo.
La roca extraída debió aprovecharse en la construcción del puente acueducto.
Figura 47. Vista del canal en la roca. Fuente: elaboración propia, 2015
A continuación, el acueducto presenta un total de 11 túneles en roca compacta, con
ventanas de aireación para permitir la extracción del material.
Son muy apreciables en muchos tramos las diaclasas, grietas en las rocas sin
desplazamiento, se distinguen de las fallas por que en estas últimas sí que hay
desplazamiento de las rocas.
Conclusión:
Un concepto a tener en cuenta respecto a la comparativa realizada en éste trabajo es que
en época de los romanos el abastecimiento de agua potable a una población se realizaba
sin ningún tratamiento bacteriológico, o tratamiento análogo a los que se hacen hoy en
día, antes el agua tal cual se tomaba, así llegaba a las poblaciones. Por ese motivo se
tomaba el agua de manantiales para asegurarse de que no estaba contaminada, razón por
la cual el agua provenía de distancias kilométricas, pudiendo llegar a más de cien
kilómetros en algunos casos.
También nos encontramos con la dificultad de que aun conociendo el procedimiento
mecánico para ejecutar éstas construcciones, lo que no se sabe claro es de qué manera
plantearon y diseñaron las obras.
Los romanos han dejado patente que han sabido aprovechar los medios que tenían a su
alcance para realizar las obras de ingeniería hidráulica que en sus tiempos hicieron.
Supieron crear asentamientos, industria y agricultura a kilómetros de donde se
encontraban de forma natural los recursos hidráulicos.
Lo que se plantea es; ¿qué ha cambiado respecto a la captación, transporte y distribución
del agua potable para el consumo humano desde tiempos de los romanos?. Realmente se
siguen haciendo los mismos pasos:
Captación, lo que varía es el lugar, de modo que antes se tenía que captar agua
que no fuera necesario su posterior tratamiento bacteriológico, y ahora no es
problema porque el tratamiento sabemos hacerlo. Qué duda cabe que si el agua
es más pura mejor para nuestro gusto y olor. También precisar que la
construcción hoy día de grandes presas nos ayuda a tener reservas con las que
paliar los periodos de sequía.
Transporte, hoy día es más flexible el trazado por donde queramos llevar el agua.
Hemos solucionado el problema que conlleva el transporte de agua en
conducciones cerradas, a presión y salvando obstáculos de diferencias de cota
tanto positivas como negativas. Tenemos los elementos necesarios para
transportar el agua desde la captación hasta el lugar de distribución de forma
fiable y controlada.
Distribución, la distribución es lo que más ha cambiado, hoy en día tenemos
elementos que nos permiten controlar la red aunque el caudal sea reducido,
controlamos las fugas, los consumos de todos los sectores de la red, su calidad y
algo que ellos no hicieron, que es reciclar el agua que después de usarla la
desechamos.
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Relación de figuras