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Realidad Sistema Penitenciario Peru PDF

Este documento presenta un resumen de la situación penitenciaria en Perú. Describe los diagnósticos realizados sobre la infraestructura carcelaria, la sobrepoblación y las condiciones de los reclusos. Señala los retos que enfrenta el sistema penitenciario peruano como la falta de recursos, la deficiente atención a los derechos de los reclusos y la necesidad de reformas integrales que incluyan al último eslabón del sistema de justicia penal.
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Este documento presenta un resumen de la situación penitenciaria en Perú. Describe los diagnósticos realizados sobre la infraestructura carcelaria, la sobrepoblación y las condiciones de los reclusos. Señala los retos que enfrenta el sistema penitenciario peruano como la falta de recursos, la deficiente atención a los derechos de los reclusos y la necesidad de reformas integrales que incluyan al último eslabón del sistema de justicia penal.
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LA REALIDAD

DEL SISTEMA
PENITENCIARIO
EN EL PERU:

Diagnóstico,
limitaciones y
retos

Ceas
COMISION EPISCOPAL
DE ACCION SOCIAL

La realidad del Sistema Penitenciario en el Perú 1


2 La realidad del Sistema Penitenciario en el Perú
LA REALIDAD DEL SISTEMA
PENITENCIARIO EN EL PERU:

Diagnóstico, limitaciones y retos

Ceas
COMISION EPISCOPAL
DE ACCION SOCIAL

La realidad del Sistema Penitenciario en el Perú 3


COMISION EPISCOPAL DE ACCION SOCIAL
Departamento de Dignidad Humana
Av. Salaverry 1945 - Lince
Teléfonos: (51-1) 471-0790, 472-4712 Fax: (51-1) 471-7336
www.ceas.org.pe
[email protected]

DEFENSORIA DEL PUEBLO


Programa de Asuntos Penales y Penitenciarios
Jr. Ucayali 388 - Lima 1
Teléfonos: (51-1) 426-7800 Fax: (51-1) 426-7889
www.defensoría.gob.pe

Impresión: Editorial ROEL

Diseño y Diagramación: Miriam De la Cruz

Fotos: Archivo CEAS

Depósito Legal Nº 2006-1637

3,000 ejemplares
Lima, Enero 2006

Este documento se ha realizado con asistencia financiera de la Comunidad Europea.


Los puntos de vista que en él se exponen reflejan exclusivamente la opinión de la
Comisión Episcopal de Acción Social y de la Defensoría del Pueblo y, por lo tanto, no
representan en ningún caso el punto de vista oficial de la Comisión Europea.

4 La realidad del Sistema Penitenciario en el Perú


Indice

Introducción 9

I. Diagnóstico de la situación penitenciaria 23


1. Población Penitenciaria 26
2. Infraestructura penitenciaria y servicios penitenciarios 33
3. Situación del Instituto Nacional Penitenciario
y su personal 43

II. Cárcel y Seguridad Ciudadana 47


Mientras más personas estén en la cárcel
¿existirá mayor seguridad ciudadana? 49
¿La cárcel sirve para garantizar la seguridad ciudadana? 50
¿La cárcel previene la comisión de nuevos delitos? 51
¿Es un peligro la cárcel para la seguridad ciudadana? 51
¿Cuál es el concepto de “cárcel” en una estrategia
de “seguridad ciudadana”? 52

III. Comentando la Situación Penitenciaria 55

IV. Otros temas penitenciarios para el análisis 69


La privatización de cárceles 71
Las gracias presidenciales 73
Las medidas no privativas de libertad 75
La necesidad de instalar un Consejo Nacional
de Política Criminal 75

La realidad del Sistema Penitenciario en el Perú 5


6 La realidad del Sistema Penitenciario en el Perú
INTRODUCCION

La realidad del Sistema Penitenciario en el Perú 7


8 La realidad del Sistema Penitenciario en el Perú
Introducción

Estudiar el mundo carcelario es complejo y resulta difícil no


simplificar sus múltiples aspectos. La cárcel es una institución cerrada,
aislada, silenciosa y algunas veces contrariamente ruidosa, por lo que
en raras ocasiones las informaciones y hechos que nos llegan sobre
ella responden a lo que ocurre verdaderamente, de modo que lo que
muchos pretenden que sea la cárcel pocas veces corresponde con la
realidad.

La situación carcelaria es una de las manifestaciones más graves


de violencia en nuestro país, y al mismo tiempo, objeto de olvido, la
mayoría de los estudios sobre la violencia de los últimos años no lo
considera1. Este olvido abarca también a la criminalidad, ya que si
bien la seguridad ciudadana es motivo de preocupación, no existen
estudios analíticos integrales sobre la criminalidad en el país.

El recordado Papa Juan Pablo II, en su discurso dado en la


Conferencia Internacional de los Responsables de las Administraciones

1
Siendo la cárcel el último eslabón del sistema penal, también es el más descuidado
y olvidado; a pesar que durante muchos años fue objeto de estudio y de preocupación de
destacados penalistas y criminólogos, de un tiempo a esta parte, su debate y análisis ha sido
postergado.

La realidad del Sistema Penitenciario en el Perú 9


Introducción

Penitenciarias2, manifestó “que al recluso se le debe reconocer


siempre la dignidad de persona, como sujeto de derechos y deberes.
En cada nación civilizada la tutela de los derechos inalienables de
todo ser humano debe ser una preocupación común”. Sin embargo
en nuestro país, como producto de la violencia estructural y social,
durante los últimos años se ha incrementado el número de personas
que ingresan a las prisiones, lugares donde la mayoría de sus
derechos son conculcados y se ‘olvida’ muchas veces su condición
de ser humano. Las cárceles no rehabilitan, son lugares que permiten
alejar por un tiempo determinado a las personas que trasgredieron
las leyes de convivencia pero que no realizan una labor efectiva de
rehabilitación.

De otro lado, si bien desde la comunidad internacional existe


una tendencia por apoyar proyectos de reforma del sistema de justicia
penal, a partir de la constatación y preocupación de que dicho sistema
se encuentra en crisis3; y a pesar que dicho sistema está conformado
por un conjunto de subsistemas que actúan interrelacionados (Policía
Nacional, Ministerio Público, Poder Judicial y el Instituto Nacional
Penitenciario), la mayoría de las reformas se han concentrado en
proponer cambios formales en la legislación penal y procesal y en

2
Discurso del Santo Padre Juan Pablo II a la Conferencia Internacional de los
Responsables de las Administraciones Penitenciarias de los cuarenta y cinco Estados
pertenecientes al Consejo de Europa, realizado el 26 de noviembre del 2,004 en Roma,
Italia.
3
Ello, se debe a la necesidad del fortalecimiento de la administración de justicia
como parte del proyecto de reforma para promover la gobernabilidad, la democracia, la
seguridad jurídica y el desarrollo sostenible de los países.

10 La realidad del Sistema Penitenciario en el Perú


la estructura y funcionamiento del Poder Judicial, con una notoria
tendencia a olvidar y descuidar la cárcel.

Entonces, cabe la pregunta ¿De qué sirve reformar o mejorar


el sistema de justicia si el último eslabón queda excluido de estos
programas, siendo clave para confirmar su eficacia en cuanto al
respeto y promoción de los derechos humanos? Aun, cuando se
argumente que esas reformas repercutirán eventualmente en el
subsistema penitenciario, nos preguntamos; mientras tanto ¿Qué se
hace con el drama penitenciario y el estado de cosas inconstitucional
que existen en nuestras cárceles?

En la lógica del “principio de las mayorías” que gobierna


los regímenes democráticos, los internos e internas son personas
marginadas por la sociedad. El mismo hecho de que sean confinados
en las cárceles, hace gráfica la condición de extrañamiento. En
estas condiciones, las personas privadas de libertad no constituyen
un grupo de presión que puedan hacer oír su voz. Por eso, sus
demandas y dolencias se pierden entre el conjunto de necesidades
que agobian a nuestro país.

Pero, la racionalidad constitucional es diferente a dicho


principio. Los derechos fundamentales son precisamente una
limitación al “principio de las mayorías” a fin de garantizar los
“derechos de las minorías”. El Estado y la sociedad deben prestar
atención a la situación de las “minorías olvidadas”, es decir de
aquellos grupos que difícilmente tienen acceso a los organismos
políticos. En tal sentido, el Estado en su conjunto y la sociedad civil
debemos reconocer “el estado de cosas inconstitucional” que se

La realidad del Sistema Penitenciario en el Perú 11


Introducción

presenta en el sistema penitenciario peruano y que exige la toma


de medidas por parte de las distintas autoridades tanto del Poder
Ejecutivo como del Legislativo, con miras a dar solución al estado
oprobioso en el que se encuentran las cárceles.

Hablar de Justicia es mayormente una utopía en las cárceles.


Las autoridades que tienen incidencia en el ámbito penal y
penitenciario, tiene el deber de velar por el respeto de los derechos
y garantías necesarias para un proceso justo y condiciones de vida
digna. Sin embargo, algunas de ellas hacen uso de estas facultades
para ir en contra del respeto de los derechos de toda persona,
encarcelada o libre. La Conferencia Episcopal Ecuatoriana emitió
una “Declaración por la cultura de la legalidad y la justicia”,
publicada el 27 de febrero del 2005, donde señala que “la
democracia solamente es posible en un Estado de Derecho, donde
se protegen los derechos y se determinan las responsabilidades,
tanto de las personas como de los órganos del poder y de la
sociedad. Asimismo, el poder debe ser bien utilizado, pues: si el
poder y la aplicación de la ley (…) se vuelven instrumentos para
la guerra entre grupos, se contamina todo el sistema y se rompen
los bordes de la democracia. Fácilmente se destroza la igualdad
ante la ley, porque su aplicación se vuelve selectiva y arbitraria,
se quiebran las garantías ciudadanas, (…) Entonces la fuerza se
impone sobre la justicia y el despotismo sobre el derecho”

12 La realidad del Sistema Penitenciario en el Perú


Rol del Estado durante los últimos años
en el tema penitenciario

Durante el gobierno de Alberto Fujimori, se instaló una


política criminal de emergencia que modificó las líneas centrales del
Código Penal de 1991, teniendo como efecto directo en el sistema
penitenciario el orientar la finalidad de la pena hacia la mera retribución
e inocuización, plasmada en la implementación de regímenes duros
e inhumanos, lo que se sumo a la ya existente crisis penitenciaria4; el
incremento significativo de la población penal originó la saturación y
el colapso de los principales servicios penitenciarios; un alto número
de internos condenados a penas largas sin beneficios penitenciarios
y la construcción de penales de máxima seguridad. A esto se suma
un gran número de personas sentenciadas por la supuesta comisión
de los delitos de Traición a la Patria o Terrorismo y que proclamaban
su inocencia. La arbitrariedad de la Administración de Justicia fue
tal que fueron muchos los inocentes encarcelados y condenados a
largas penas, lo que origino la mal llamada figura de indulto, que en
términos legales, es el perdón de la pena, sin embargo para estos casos
concretos, era concedido al encontrar inocente a aquellas personas
que ya habían sido sentenciados y cuyos procesos se encontraban
culminados, es decir los llamados “indultos por inocencia”.

En el gobierno de Valentín Paniagua, se dio inicio a un proceso


de revisión de los principales problemas que afectaban las condiciones

4
Es necesario destacar que dicha crisis es permanente al menos desde la década
de los años 80 del siglo pasado, como lo muestran los hechos de violencia dados en dicha
época. En tal sentido no se trata de una crisis coyuntural sino estructural e intrínseca al
sistema penitenciario.

La realidad del Sistema Penitenciario en el Perú 13


Introducción

de detención de las personas privadas de libertad, adecuando -a


través de diversas normas- las condiciones de detención existentes
hasta ese momento a los estándares mínimos señalados en las normas
internacionales; se crearon comisiones especiales de trabajo para
contemplar la problemática penitenciaria y se retomó la política de
concesión de indultos como medidas inmediatas para humanizar las
cárceles. Lamentablemente dicha orientación fue abandonada por el
actual gobierno.

Si bien el actual régimen, a través del Ministerio de Justicia


aprobó el Plan Nacional de Tratamiento Penitenciario, como
documento rector de la política penitenciaria en el país, que contiene
un interesante diagnóstico de la realidad, no ha implementado aún
sus propuestas, lo que unido al incremento constante de la población
penitenciaria y la disminución de los recursos para el INPE, da como
resultado que la situación de las personas privadas de libertad y el
personal penitenciario se agrave cada vez más.

A inicios del presente año se declaró en emergencia el Instituto


Nacional Penitenciario y entre otras medidas urgentes se planteó
construir dos nuevos penales al sur y norte de la ciudad de Lima,
lo cierto es que hasta el momento no se han asignado los recursos
necesarios para ello.

14 La realidad del Sistema Penitenciario en el Perú


Cuadro 1

Acciones Avances

Declara en Emergencia al Ninguno


INPE por un período de un año
calendario

Autoriza al INPE nombrar Ninguno. Hasta la fecha no se ha


hasta 400 nuevos agentes de nombrado a nuevos agentes de
seguridad penitenciaria seguridad penitenciaria.

Construcción de dos Ninguno


Establecimientos Penitenciarios

Funcionamiento a Máxima Actualmente el Penal de Piedras


capacidad del Penal de Piedras Gordas alberga a más de 260
Gordas personas. Por las condiciones
tan duras y represivas de este
penal, los internos sólo podrán ser
trasladados bajo ciertos criterios
establecidos por ley (D.S. 016-2004-
JUS), caso contrario las autoridades
cometerían abuso de autoridad.

La realidad del Sistema Penitenciario en el Perú 15


Introducción

EL CERIAJUS.- La Comisión Especial de Reforma Integral


de la Administración de Justicia (CERIAJUS) realizó un
diagnóstico sobre la situación del Sistema Penitenciario,
el mismo que señala, entre otros aspectos:

 El incumplimiento del mandato constitucional de


rehabilitación del interno y la falta de políticas de
tratamiento penitenciario;
 Ausencia de una política penitenciaria;
 Falta de mecanismos de coordinación de la política
criminal del Estado y el sistema de administración de
justicia;
 Falta de voluntad política para la mejora de las
condiciones de detención;
 Ausencia de una política de despenalización desde
el Ministerio de Justicia;
 Disminución considerable del uso de la gracia
presidencial, especialmente para casos
humanitarios o internos en situación de especial y
grave vulnerabilidad y,
 La ausencia de un mecanismo judicial de control de
la ejecución de la pena.

16 La realidad del Sistema Penitenciario en el Perú


Omisión del Estado frente a
la problemática penitenciaria

Existen varias respuestas sobre la base de un conjunto de


factores externos e internos que refuerzan y, en otros casos,
exacerban esta situación.

 El incremento de la criminalidad violenta en América Latina,


en donde a partir de la década de los ochenta, particularmente
en los espacios urbanos, la relación violencia/criminalidad
y más específicamente la criminalidad violenta, se ha
incrementado de manera significativa.

 La sensación de inseguridad ciudadana -reforzada en ciertos


casos por los medios de comunicación social- y la difusión de
encuestas de opinión que juegan un papel predominante en
el diseño de la política criminal. Las nociones de miedo, riesgo
y seguridad tienen mayor relación con la actual tendencia al
“expansionismo penal”.

 El tema de los derechos humanos en sede carcelaria es difícil


de abordar. Regularmente la opinión pública considera que
quienes están en la cárcel son responsables de la inseguridad
ciudadana. Así, lo que ocurre en la cárcel no interesa y toda
sugerencia sobre la necesidad de abordar su problemática
no despierta simpatías cuando se trata de quienes han
delinquido.

También existen otros factores internos como el problema de


la gran cantidad de presos sin sentencia; el lento procedimiento

La realidad del Sistema Penitenciario en el Perú 17


Introducción

judicial; la resistencia al uso de las medidas alternativas a la


prisión; las legislaciones y sentencias duras; los cambios en la
composición de la población penal; el crítico hacinamiento en los
penales; personal penitenciario sin capacitación y remuneraciones
adecuadas; los nuevos diseños arquitectónicos en la construcción
de los penales que priorizan los aspectos de seguridad antes que el
tratamiento; y, la coexistencia de normas contradictorias al interior
de los penales que imposibilitan la rehabilitación y el tratamiento
penitenciario.

La búsqueda de una mejora


del sistema penitenciario

Por lo señalado, la Defensoría del Pueblo y la Comisión


Episcopal de Acción Social (CEAS) ofrecen el presente diagnóstico
para visibilizar los problemas de nuestras cárceles a fin de llamar
la atención del gobierno, del Estado y la sociedad civil, sobre la
necesidad de abordar su problemática a fin de conseguir un sistema
penitenciario: SEGURO, ORDENADO, JUSTO, EFICIENTE Y
RESPETUOSO DE LOS DERECHOS HUMANOS. Este paradigma
de sistema protector contribuirá de lejos en incrementar los niveles
de seguridad ciudadana.

El Papa Juan Pablo II señaló en su discurso ante los


Responsables de las Administraciones Penitenciarias en Noviembre
del 2004, que “las medidas simplemente represivas o punitivas, a
las que hoy se recurre normalmente, resultan inadecuadas para
la consecución de objetivos de auténtica recuperación de los
detenidos. Por consiguiente, es necesario reflexionar, cómo estáis

18 La realidad del Sistema Penitenciario en el Perú


haciendo, sobre la situación carcelaria en sus mismos fundamentos
y en sus finalidades”

Es claro que en el actual panorama penitenciario la


posibilidad de realizar un tratamiento resocializador, que permita
una reinserción de los egresados del penal en su entorno social,
es poco menos que imposible de lograr. Conocemos casos de
personas que se han resocializado a pesar de la cárcel, pero nunca
gracias a la cárcel.

Al contrario, si algo se puede garantizar a una persona que


ingresa como interno por primera vez a un penal, es que en esos
espacios va a verse sometido a un conjunto de condiciones que lo
impulsarán a adoptar “valores” y “estilos de comportamiento” para
ser considerado un “buen detenido” y un “buen delincuente”.

Si se entiende que la cárcel debe ser utilizada únicamente en


los casos necesarios, es evidente que ello no se cumple, habiéndose
optado en los últimos años por normas penales sobrepenalizadoras
y reductoras de beneficios penitenciarios, sin brindar los recursos
necesarios para hacer de las cárceles elementos integrados a la
política de seguridad ciudadana.

La realidad del Sistema Penitenciario en el Perú 19


Introducción

Los costos del sistema penitenciario y


la construcción de nuevos penales

Conocemos que todo proyecto de ley debe incluir un análisis


costo beneficio para su aprobación, sin embargo, es frecuente que
al respecto sólo se indique que el mismo “no implica mayores
gastos para el Estado”, lo que no es del todo cierto, en tanto
según información del ILANUD y del INPE el costo anual de
mantener en nuestro país a una persona en la cárcel es superior a
los 1,300 dólares americanos. Así, es claro que todo proyecto de
ley penal tiene un efecto económico directo sobre nuestro sistema
penitenciario, lo que debe tomarse en cuenta para planificar
aspectos básicos como una proyección del incremento de internos
y el costo que implicaría para el sistema penitenciario.

Una solución inmediata, planteada por el INPE, sería


la construcción de nuevos penales, especialmente en Lima
para descongestionar el penal de Lurigancho y así realizar una
separación de los internos jóvenes primarios, a los que de manera
especial se les debe brindar un tratamiento penitenciario que
impida su introducción definitiva en la “carrera criminal”.

Si bien ello produciría efectos inmediatos no es la solución


integral a la problemática. No debe olvidarse que a inicios de la
década pasada, ante la crítica situación del penal de Lurigancho, se
construyeron los penales de Cañete y Huaral, con una capacidad,
entre ambos, cercana a las 2,000 plazas.

20 La realidad del Sistema Penitenciario en el Perú


No obstante una vez construidos, fueron casi de modo
inmediato ocupados y luego de casi 10 años la situación del penal
de Lurigancho nuevamente se agravó hasta llegar a la actual
situación (8, 564 internos).

Por lo tanto, conjuntamente con la construcción de nuevos


penales debe realizarse una revisión de la legislación penal para
adecuarla a parámetros claros de política criminal, y que la dación
de nuevas normas penales, procesales o penitenciarias, consideren
el costo que su aplicación tendrá sobre las cárceles. Asimismo es
importante revisar los criterios jurisdiccionales, a fin de lograr
que pueda contarse con un sistema penitenciario no sólo seguro,
ordenado y justo, sino también que el ingreso de una persona
a un penal no implique la potencial generación de una mayor
criminalidad.

La realidad del Sistema Penitenciario en el Perú 21


22 La realidad del Sistema Penitenciario en el Perú
Contexto General

I.
Diagnóstico
de la situación
penitenciaria

La realidad del Sistema Penitenciario en el Perú 23


24 La realidad del Sistema Penitenciario en el Perú
Desde hace algunos años, el diagnóstico de la situación
penitenciaria es crítico, sin embargo el Estado a pesar de conocer
esta real situación, no ha ejecutado acciones que contribuyan a
humanizar las cárceles y dar condiciones mínimas de vida para
las personas que albergan en dichos centros. Y por el contrario,
ha mostrado un desinterés por esta población que al parecer
pierde más que su libertad, pues en las cárceles peruanas, también
se pierde el derecho a la salud, a la dignidad de persona, a ser
inocente mientras no se pruebe lo contrario, a vivir en condiciones
de vida digna, etc.

Existe un Plan Nacional de Tratamiento Penitenciario que


pareciera haber quedado en los archivos del Ministerio de Justicia,
pues poco o casi nada se ha avanzado de las recomendaciones
señaladas en este Plan. Si bien, se creo una Comisión para
el seguimiento a las Recomendaciones del PNTP, no se tiene
conocimiento de las acciones ejecutadas por esta comisión que
hayan contribuido a mejorar las cárceles del país. Ante dicha
situación se reitera el llamado a las autoridades que tiene poder
decisión a fin de que reconociendo esta dramática situación de las
personas privadas de libertad, ejecuten lineamientos de política
penitenciara a corto y mediano plazo que tenga como horizonte
la humanización de las cárceles, el tratamiento adecuado que
permita la real rehabilitación y reinserción de las personas que han
delinquido.

Con este panorama damos a conocer, en base a la estadística


penitenciaria del INPE, una breve descripción de la situación
penitenciaria actual.

La realidad del Sistema Penitenciario en el Perú 25


Diagnóstico

1. Población Penitenciaria

A julio del 2005, la población penal asciende a 33,049


internos, distribuida en 84 establecimientos penitenciarios de todo
el país. La Policía Nacional tiene bajo su administración interna
y externa 31 establecimientos penales y el Instituto Nacional
Penitenciario 53.

Gráfico 1

La Dirección Regional Lima tiene el más alto índice de internos


con 17,307 (52.4% del total de la población penal nacional), en
tanto que el penal de Lurigancho es el establecimiento con mayor
población en el país, albergando a 8,564 internos (49.48% de la
población penal de la Región Lima y el 25.91% de la población
penal nacional).

26 La realidad del Sistema Penitenciario en el Perú


El crecimiento promedio de la población penal es del 12% al
13% anual, cifra que constituye un índice alarmante con relación
al incremento de la criminalidad oficial como consecuencia del uso
indiscriminado de la cárcel.

Gráfico 2

a. Situación jurídica.- Según la estadística penitenciaria el 70.5


% de la población penal tiene la condición jurídica de procesada
y sólo el 29.5 % de sentenciada5. Estas cifras proporcionadas

5
La Cortes Superiores de Justicia de Arequipa y el Callao han expresado que el nivel
de procesados alcanzado en sus respectivas jurisdicciones alcanzan casi un 50%.

La realidad del Sistema Penitenciario en el Perú 27


Diagnóstico

por la administración penitenciaria, no han sido contrastadas


porque no existe información disponible emitida desde otras
instituciones.

Gráfico 3

Del 70.5% de personas privadas de libertad, un gran sector


de ellas tiene que esperar largos años para que se resuelva su
situación jurídica, es decir se les condene o absuelva:

Cuadro 2
Años 1 - 2 2 - 3 3 - 5 5 - 10 10 - 15 15 - 20 20 - 25 25 - 30
años años años años años años años años

Nº de 4552 1998 1385 578 205 9 0 2


Procesados
Fuente: Estadística del INPE. Julio 2005

28 La realidad del Sistema Penitenciario en el Perú


¿Es posible que una persona se encuentre más de veinte años
en prisión esperando una sentencia? En las cárceles peruanas hay
2 personas, y se suma a ello su situación de enfermos mentales.

b. Tipo de delito.- La mayoría de internos e internas se ubica


en cuatro grandes grupos de modalidades delictivas: Los
delitos contra el patrimonio con el 41.60% de la población
penal nacional (13,736 internos); tráfico ilícito de drogas con
23.8% (7,853 internos), terrorismo el 3.3% (1,104 internos)
y contra la vida el cuerpo y la salud el 9.0 % (2,963 internos).
El resto de la población, es decir el 22.3% (7,393 internos)
han cometido otro tipo de delitos.

Gráfico 4

La realidad del Sistema Penitenciario en el Perú 29


Diagnóstico

c. Población penal por sexo.- La población penal masculina


constituye el 92.95% de la población y la femenina el
7.05%. Si bien la incidencia delictiva femenina es reducida
con relación al género masculino, su crecimiento en las dos
últimas décadas ha sido notable. En 1978 representaban al
3.66%, en 1988 el 6.5% y a junio del 2000 ascendían ya al
8.24%.

El 64.09 % de la población penal femenina se encuentra


procesada o condenada por delito de tráfico ilícito de drogas,
particularmente en la modalidad de micro comercialización.
El 6.69 % por delitos de terrorismo y traición a la Patria y el
29.22 % por otros delitos.

Gráfico 5

30 La realidad del Sistema Penitenciario en el Perú


• La situación de los niños y niñas en prisión

De acuerdo a nuestra normatividad, una madre que se


encuentra en prisión podrá permanecer con su menor hijo o hija
en un establecimiento penitenciario hasta cuando el menor cumpla
tres años de edad, momento en el cual el menor es separado
de su madre. Las Estadísticas del INPE a julio del 2005 indican
que existen 167 niños en prisión y un total de 158 madres, de
las cuales 122 se encuentran en calidad de procesadas y sólo 36
tienen sentencia.

Si el Código del Niño y Adolescente indica que debemos


velar por el bien superior del niño o niña, por qué no otorgar un
arresto domiciliario a estas madres, mientras esperan sentencia? o
¿por qué no otorgarles otras penas distintas a la pena privativa de
libertad? La cárcel no es un ambiente adecuado para que un niño
o niña se desarrolle adecuadamente.

d. Edad.- La población penal nacional está compuesta


básicamente por jóvenes. El segmento más criminalizado
se encuentra en el grupo etario integrado por personas que
tienen entre 20 a 34 años de edad, que representan al 55.22%
en hombres y el 3.52 % en mujeres del total de los internos.

f. Tiempo de reclusión.- El 50.49 % (16,660) de internos


tienen como promedio de permanencia en un establecimiento
penal de 2 días a un año; el 21.10 % (6,975) entre uno a dos
años; 12.16 % (4,021) entre dos a tres años; 10.22 % (3,379)
entre tres a cinco años; el 4.82 % (1,593) entre cinco a diez
años; el 1.24 % (410) entre diez a treinta años.

La realidad del Sistema Penitenciario en el Perú 31


Diagnóstico

Esto significa que el 83.75 % de los internos tiene un promedio


de permanencia entre dos días a tres años, lo que implica
que en nuestro país los penales son básicamente centros de
detención transitorios.

g. Tiempo de sentencia.- De los 9,758 internos sentenciados,


el 3.6% había sido condenado entre 2 días a 12 meses de
pena privativa de libertad, el 7.87 % entre uno a tres años,
el 9.48 % entre tres a cinco años, el 34.35 % entre cinco a
diez años, 18.32 % entre 10 a 15 años, 12.68 % entre 15 a
20 años, 7.47 % entre 20 a 25 años, 4.98 % entre 25 años
a más, el 0.86 % a cadena perpetua y el 0.08 % no había
especificado.

Como se puede observar, existe un 11.47 % de internos


condenados entre dos días a tres años de pena privativa
de libertad efectiva; y, en el otro extremo, un 4.98 % de
internos sentenciados entre veinte a treinta y cinco años. En
el primer caso, se trata de la aplicación de penas privativas
de libertad efectivas de corta duración, que a juzgar por
la pena impuesta podemos suponer que los sentenciados
estuvieron involucrados en delitos de mediana o mínima
trascendencia, por lo que, podrían haber sido objeto de otro
tipo de penas o de medidas alternativas a la prisión. En el
segundo caso, se trata de los primeros resultados de la política
de sobrecriminalización.

32 La realidad del Sistema Penitenciario en el Perú


2. Infraestructura penitenciaria
y servicios penitenciarios

En la construcción de los establecimientos penitenciarios de


la presente década se ha priorizado el criterio de seguridad (celdas
unipersonales y bipersonales de reducidos espacios). Muestra de
ello, es la construcción del penal de Piedras Gordas en Ancón.

Como se observa en el siguiente gráfico la infraestructura


penitenciaria en la mayoría de casos se encuentra en regular o
mal estado, lo que afecta las condiciones de detención de los
internos.

Gráfico 6

La realidad del Sistema Penitenciario en el Perú 33


Diagnóstico

a. Capacidad de albergue.- Los 84 penales tienen una


capacidad de albergue de 20,497 personas. Teniendo en
consideración que la población penal a julio de 2005 asciende
a (33,049) internos, es evidente que existe una sobrepoblación
promedio nacional del 62.02%. En consecuencia, existe un
déficit de 12,552 unidades de internamiento.

Cuadro 3

CAPACIDAD DE ALBERGUE

Los penales que forman parte de La Dirección Regional Lima


presentan el índice más alto de sobrepoblación con el 67.75%. Es
particularmente preocupante la situación del penal de Lurigancho
que tiene una capacidad para 1,200 personas y una población de
8,564 internos, el penal de Mujeres de Chorrillos Comunes con
capacidad para 288 internas pero alberga a 913 y el de Sarita
Colonia en el Callao con una capacidad para 572 pero alberga a
1,492.

34 La realidad del Sistema Penitenciario en el Perú


b. Alimentación.- El presupuesto diario por interno es de S/.
3.50 que resulta insuficiente para una adecuada alimentación.
En algunos casos, el déficit calorífico es cubierto por el aporte
de ellos mismos, sus familiares o instituciones humanitarias.

La adecuada administración y el manejo responsable del


presupuesto para alimentación, constituyen dos factores
fundamentales para garantizar un mínimo de calidad del
servicio. Es notable la mejora de la alimentación en los
penales donde los internos participan en la programación,
elaboración y distribución de los alimentos.

Desde enero del 2004 los alimentos han sido concesionados


a empresas privadas. Este nuevo sistema ha presentado
constantemente problemas debido a que los mecanismos
de control no son adecuados, siendo necesario mejorar la
técnica contractual y los procesos de licitación para instalar
mecanismos de supervisión en la cantidad, calidad y el respeto
de los derechos de los internos e internas que, contratados
por los proveedores, laboran en la cocina.

c. Los Servicios Penitenciarios.- Como parte del adecuado


tratamiento penitenciario y atención a las necesidades de los
internos, en todo penal se ordena la existencia de un conjunto
de servicios, brindados por profesionales penitenciarios.
Lamentablemente como se observa en el cuadro siguiente
su número es claramente insuficiente para atender las
necesidades de los más de 33,000 internos.

La realidad del Sistema Penitenciario en el Perú 35


Diagnóstico

Cuadro 4
Servicio Penitenciario Profesionales
Servicio Legal 61 abogados
Servicio de Salud 52 médicos y 113 enfermeros
Servicio Social 102 asistentes sociales
Servicio Psicológico 89 psicólogos

Es evidente que estos profesionales se ven desbordados en


su capacidad, siendo numerosos los casos de penales que
no cuentan con algún profesional. Adicionalmente a ello
debe de considerarse que los servicios no cuentan con la
infraestructura y material necesario para su labor, limitando
mucho más la citada capacidad.

Por lo tanto la mayoría de la población penal se encuentra


en estado de indefensión legal, sin una atención del servicio
social ni psicológico.

* La salud penitenciaria.- No existe información de infectados


por VIH a nivel nacional, salvo 92 casos confirmados en el
penal de Lurigancho de Lima.

La salud penitenciaria se encuentra en un estado critico,


incluso en comparación con la población en libertad, siendo
muestra de ello que en el penal de Lurigancho la tasa de
morbilidad por TBC es 9.85 veces mayor que en la ciudad de
Lima. En relación al grave problema del VIH-SIDA, el nivel de
prevalencia es 7 veces mayor que en la calle (en la comunidad

36 La realidad del Sistema Penitenciario en el Perú


libre es 0.30%; en toda la población penal es 1.10% y en
el caso particular de Lurigancho 2.60%). Ello origina que la
reclusión de una persona en un penal de manera automática
lo ponga en grave riesgo de ser contagiado con estas dos
enfermedades.

Cuadro 5

La realidad del Sistema Penitenciario en el Perú 37


Diagnóstico

Gráfico 7

Cuadro 6

38 La realidad del Sistema Penitenciario en el Perú


Pero este potencial peligro no sólo afecta a la población
penitenciaria sino también al resto de la ciudadanía, en tanto,
mediante las visitas que reciben puede, potencialmente,
transmitir estas enfermedades a la población en libertad. Por
ejemplo, para seguir con el caso del penal de Lurigancho, este
recibe una visita de 900,000 personas al año (entre niños y
adultos) que constituyen una “población puente” de transmisión
de tales enfermedades a los integrantes de la comunidad por el
alto índice de contagio6.

* Servicio religioso.- El culto religioso es una actividad


importante en los penales, mitigando los efectos de la prisión.
La presencia de las diversas iglesias e instituciones religiosas es
permanente, en labores de acompañamiento, en la ejecución
de acciones asistenciales y en la vigilancia penitenciaria. La
actividad de los agentes pastorales es importante, no sólo porque
trabajan directamente con el interno, sino porque contribuyen de
manera eficaz al bienestar de un establecimiento penal. El Papa
Juan Pablo II señaló que “los ministros del culto, están llamados
a realizar una tarea delicada, y en ciertos aspectos insustituibles,
que no se reduce sólo a los actos de culto, sino que a menudo se
extiende a las exigencias sociales de los reclusos que la institución
penitenciaria no siempre está en condiciones de satisfacer”.

6
Según el Presidente del INPE, se ha conseguido que la política nacional de salud
del MINSA incluya a la población penal a través de un convenio suscrito. Además, se ha
proyectado la creación de una “Unidad Coordinadora Nacional de Salud Penitenciaria”. El
Fondo Global de Salud (plataforma que recibe donaciones de países europeos) ha donado al
Estado peruano 3 millones de dólares para repotenciar el sistema de salud penitenciaria en
9 penales, en especial para el tratamiento de TBC y VIH-SIDA.

La realidad del Sistema Penitenciario en el Perú 39


Diagnóstico

d. Trabajo penitenciario.- Existen 13,628 internos que


desarrollan actividades de trabajo, de los cuáles el 19%
aportan, el 2% son trabajadores ad honoren y el 79% son
trabajadores registrados.

Gráfico 8

Por otra parte, el personal del INPE dedicado al área de


trabajo a nivel nacional suma alrededor de 179 profesionales. Si
sólo tomamos en cuenta los internos e internas que pertenecen a
algunos de los programas de trabajo, un profesional tendría a su
cargo aproximadamente 78 internos o internas aproximadamente.
Sin embargo, sabemos que la mayoría de estos profesionales se
encuentran en la Dirección Regional Lima, quedando las demás
Direcciones Regionales con escaso personal para esta área tan
importante del tratamiento.

40 La realidad del Sistema Penitenciario en el Perú


Como muestra presentamos el siguiente cuadro:

Cuadro 7

Dirección Nº de Nº de internos Nº de Nº de internos


Regional Establecimientos por programas servidores por servidor del
del INPE Penitenciarios de trabajo del área de área de trabajo
controlados trabajo
D.R Oriente 4 Penales 1337 5 267
Pucallpa
D.R. Centro 10 Penales 1625 15 108
Huancayo
D.R. Norte 19 Penales 2848 28 101
Chiclayo
D.R. Lima 15 penales 4718 75 62

Fuente: Oficina de Trabajo y Educación - INPE. Año 2004

e. Educación penitenciaria.- A nivel nacional 8,152 internos


desarrollan actividades educativas, de los cuales 814 reciben
educación primaria y secundaria; 459 internos están inscritos
en programas de alfabetización; 1,366 internos reciben
educación primaria y 5,513 internos reciben formación
ocupacional.

El personal docente dedicado a esta área de servicio suman


sólo 321, de los cuales 81 pertenecen al INPE, 237 al Ministerio
de Educación y 3 de otras instituciones. Con este número de
profesionales es difícil brindar una educación adecuada.

La realidad del Sistema Penitenciario en el Perú 41


Diagnóstico

Gráfico 9

Gráfico 10

42 La realidad del Sistema Penitenciario en el Perú


3. Situación del Instituto Nacional Penitenciario
y su personal

El INPE sólo cuenta con 4,852 agentes penitenciarios que


tienen un ingreso mensual que va de S/. 700.00 a S/. 1,000
nuevos soles. Casi el 50% presta servicios en seguridad por turnos
de 24 por 48 horas, lo que reduce a un tercio la disponibilidad
real del personal. El 22% desarrollan actividades de tratamiento y
el 28% realizan trabajos para la administración. Existe un déficit
de 2,500 agentes penitenciarios, por lo que esta diferencia está
siendo cubierta por personal de la Policía Nacional.

Cuadro 8

La realidad del Sistema Penitenciario en el Perú 43


Diagnóstico

Gráfico 11

En relación al personal de tratamiento, el cuadro que


presentamos muestra el número insuficiente de profesionales para
esta área tan importante y primordial en la rehabilitación:

44 La realidad del Sistema Penitenciario en el Perú


Cuadro 9

Establecimiento penitenciario Nº de Nº de profesionales Nº de


internos dedicados al internos
o tratamiento por
internas penitenciario profesional
Callao 1,492 74 20.1
Lurigancho 8,564 166 51.5
Mujeres de Chorrillos 913 63 14.4
Sentenciados de Huamancaca (Huancayo) 622 21 29.6
Mujeres de Concepción 21 4 5025
Sentenciados de Pucallpa 904 11 82.1
Sentenciados de Castilla (Piura) 1,297 10 129.7
Mujeres de Sullana 76 1 76

Una persona ingresa a prisión para ser rehabilitada conforme lo


indica nuestra Constitución y demás normas internas. Preguntamos:
con este número de profesionales en el área de tratamiento ¿se podrá
cumplir el fin rehabilitador? ¿Cuál es el tiempo que un profesional
tendría que dedicar a una persona para lograr cambios de conducta
y de valores? ¿Bastaría sólo tres minutos?

Presupuesto.- El presupuesto del INPE para el 2004 fue


de S/.143´622,000.00 nuevos soles. Para atender los grandes
problemas del sistema penitenciario, se requiere un monto adicional
de aproximadamente de S/.60´000.000.00 nuevos soles, que ha
sido solicitado pero sólo se le ha concedido S/.10´000,000.00,
monto que sólo cubre temas pensionarios y aspectos de seguridad
para el penal de Piedras Gordas.

La realidad del Sistema Penitenciario en el Perú 45


46 La realidad del Sistema Penitenciario en el Perú
II.
Cárcel y
Seguridad Ciudadana

La realidad del Sistema Penitenciario en el Perú 47


48 La realidad del Sistema Penitenciario en el Perú
Regularmente se considera que para hacer frente al delito debe
de aplicarse medidas de extrema seguridad, sanciones drásticas,
para que así los delincuentes no vuelvan a delinquir. Ello ha sido
una constante desde la promulgación del Código Penal (1991)
y sus posteriores modificaciones para incrementar las sanciones.
Asimismo, las normas procesales y de ejecución penal han tenido
la misma direccionalidad (ejemplo de ello es la limitación de los
beneficios penitenciarios).

Como consecuencia se ha originado un mayor número de


personas privadas de libertad procesadas y sentenciadas.

Luego de algunos años de aplicación de esta política criminal,


es necesario reflexionar si el enfoque represivo ha contribuido a
lograr aquello que los ciudadanos anhelan: una vida cotidiana con
mayor seguridad personal para realizar sus proyectos de vida y
la protección de sus propiedades, es decir un incremento en la
seguridad ciudadana.

Mientras más personas estén en la cárcel


¿existirá mayor seguridad ciudadana?

Si el enfoque es, que el sancionar y apartar a un mayor


número de personas permitirá que la sociedad se sienta más
segura, los resultados que exhibe la realidad evidencian que dicho
enfoque es un fracaso.

De hecho, como se ha observado en los últimos años,


la población privada de libertad ha mostrado un incremento

La realidad del Sistema Penitenciario en el Perú 49


Cárcel y Seguridad Ciudadana

significativo, pero ello no ha implicado una mejora en la sensación


de seguridad por los ciudadanos, y si bien no existen estadísticas
claras sobre la criminalidad, no existen evidencias que la misma
haya disminuido.

¿La cárcel sirve para garantizar


la seguridad ciudadana?

No, es evidente que la cárcel en las actuales condiciones,


no sirve ni contribuye en el concepto democrático de seguridad
ciudadana.

Es claro que la respuesta ante la inseguridad ciudadana tiene


diversos aspectos, siendo uno de ellas la persecución de los delitos
cometidos y la búsqueda de una sanción para quienes hayan
delinquido. La sanción por excelencia en estos casos es la cárcel,
la que de acuerdo a la Constitución y las normas vigentes, debería
servir para resocializar a las personas que han cometido un delito.

En tal sentido, la cárcel debería de resocializar para que


dicha persona a futuro no delinca y así disminuir la criminalidad.
Pero conforme hemos podido observar, es claro que la situación
existente actualmente en nuestros penales no garantiza de ningún
modo la resocialización, y aquellas personas que logran salir de la
cárcel, no encuentran las facilidades para llevar una vida acorde a
las reglas sociales.

Todo lo contrario, el internamiento de una persona que


delinque por primera vez en un penal lo introduce en un ambiente

50 La realidad del Sistema Penitenciario en el Perú


marcado por la violencia y patrones de conducta que pueden
propiciar el inicio de una actividad criminal permanente.

¿La cárcel previene la comisión de nuevos delitos?

No, la cárcel en la actualidad no esta sirviendo para prevenir el


delito; todo lo contrario, mantiene una situación de hacinamiento,
falta de servicios básicos, violencia interna, etc., que no sirve para
resocializarlos.

¿Es un peligro la cárcel para


la seguridad ciudadana?

La cárcel no puede ser considerada como un peligro para la


seguridad ciudadana, pero debido a la falta de atención por parte
de los diferentes gobiernos, propician que estos espacios sociales
se constituyan en el factor criminógeno más determinante en la
inseguridad ciudadana. Priorizar las medidas en un enfoque sólo de
seguridad ciudadana, sin tomar en cuenta la realidad de la cárcel,
constituye un grave desatino.

El Papa Juan Pablo II señaló que “una legítima preocupación,


que algunos manifiestan, es que el respeto a la dignidad humana de los
detenidos no vaya en detrimento de la tutela de la sociedad. Por eso
se insiste en la necesidad de defender a los ciudadanos, incluso con las
formas de disuasión que constituyen unos castigos ejemplares. Pero la
aplicación necesaria de la justicia para defender a los ciudadanos y el
orden público no a de impedir la debida atención a los derechos de

La realidad del Sistema Penitenciario en el Perú 51


Cárcel y Seguridad Ciudadana

los detenidos y a la recuperación de sus personas; al contrario, se trata


de dos aspectos que se integran. Prevención y represión, detención y
reinserción son intervenciones complementarias entre si”7.

Asimismo, el Compendio de Doctrina Social de la Iglesia,


publicado por el Pontificio Consejo Justicia y Paz, en Junio del 2004,
indica que: “la pena no sirve únicamente para defender el orden
público y garantizar la seguridad de las personas, ésta se convierte
además en un instrumento de corrección del culpable, una corrección
que asume el valor moral de expiación, cuando el culpable acepta
voluntariamente su pena: La finalidad a la que se atiende es doble. Por
una parte, favorecer la reinserción de las personas condenadas; por
otra parte, promover una justicia reconciliadora, capaz de restaurar
las relaciones de convivencia armoniosa rotas por el acto criminal.”

¿Cuál es el concepto de “cárcel” en una estrategia


de “seguridad ciudadana”?

Lo que debe realizarse en primer lugar, es clarificar la idea


de ¿qué modelo de cárcel queremos tener? Una “cárcel de mero
castigo” o “una cárcel útil y eficiente” cuyo diseño penitenciario
permita que una persona una vez puesta en libertad, no delinca
nuevamente.

7
Discurso del Santo Padre Juan Pablo II a la Conferencia Internacional de los
Responsables de las Administraciones Penitenciarias de los cuarenta y cinco estados
pertenecientes al Consejo de Europa, realizado el 26 de noviembre del 2,004 en Roma,
Italia.

52 La realidad del Sistema Penitenciario en el Perú


Es obvio que como finalidad preventiva, sin negar la calidad
de castigo a la pena, la cárcel debe de buscar que no se vuelva a
delinquir, lo que beneficiaría a favor de la ciudadanía al disminuir
la cantidad de delitos. Sólo en ese sentido, la privación de la
libertad tendría una utilidad futura, más allá de la satisfacción del
sentimiento de venganza.

Pero, conforme se observa de la realidad penitenciaria, nuestras


cárceles no se encuentran en condiciones de realizar dicha labor,
por la insuficiencia de la capacidad para brindar un tratamiento
penitenciario y porque las condiciones de hacinamiento hacen
difícil realizar una adecuada clasificación de internos, de modo tal
que se pueda brindar un tratamiento diferenciado de acuerdo a las
características personales de cada interno.

Por el contrario, en la actualidad es muy posible que en el


caso de una persona joven que delinca por primera vez en una
modalidad de poca gravedad, sea ingresado en un establecimiento
penitenciario marcado por la violencia y el abuso en su contra,
realizado incluso por sus propios compañeros, donde uno de los
mecanismos de sobrevivencia (a fin de evitar ser objeto de mayores
maltratos) es asumir patrones de conducta violentos e integrarse
en las prácticas y valores de las organizaciones criminales. De ese
modo, al salir en libertad, en lugar de considerar mantener una
conducta acorde a lo establecido como legal por la sociedad, opte
por realizar actividades delincuenciales.

Por ello, resulta imprescindible que el sistema penitenciario


cuente con los recursos necesarios para conseguir un diseño

La realidad del Sistema Penitenciario en el Perú 53


Cárcel y Seguridad Ciudadana

penitenciario que persiga ese fin (función preventiva), que permita


que la cárcel sea un componente útil y eficaz en una política
integral de seguridad ciudadana.

Desde el punto de vista constitucional, es imperioso destinar


el presupuesto necesario para convertir las prisiones en centros
seguros, ordenados, eficaces y justos. La inversión en las cárceles
no puede ser objeto de transacciones. El Estado tiene la obligación
constitucional de ofrecerle a la sociedad una cárcel segura,
ordenada, eficaz y respetuosa de la dignidad humana. El gasto en
cárceles debe tener un carácter prioritario dentro del gasto público
social.

El gasto público en el mejoramiento de la situación carcelaria en el


país puede acarrear necesariamente algunas reducciones de inversión
en otros sectores. Sin embargo, estimamos que el sacrificio que ello
impone sobre los demás ciudadanos no es “desproporcionado” o
“secundario” en razón de su carácter temporal y de las obligaciones
especiales del Estado con los internos. Además, este sacrificio es
exigible en el marco del deber ciudadano de solidaridad social8.

8
Informes de Naciones Unidas (2002) ha señalado que un enfoque democrático de
lucha contra la criminalidad se basa en tres pilares: aplicación de la ley penal, prevención
del delito y solidaridad social.

54 La realidad del Sistema Penitenciario en el Perú


III.
Comentando
la Situación
Penitenciaria

La realidad del Sistema Penitenciario en el Perú 55


56 La realidad del Sistema Penitenciario en el Perú
En un debate democrático, hemos querido recoger la opinión
de representantes de la sociedad civil y del Estado para conocer
sus impresiones sobre la cárcel; ¿Qué perfil deben tener las cárceles
en el país?

Augusto Álvarez Rodrich


Director del Diario Perú21

“Los penales peruanos requieren soluciones de


fondo. El origen de la dramática realidad de los
penales peruanos es un problema antiguo que
se agravará en el futuro si no se toman decisiones
radicales. Como consecuencia del descuido estatal
por los penales, estos son lugares hacinados donde
es imposible rehabilitar a los reclusos para que se
reintegren a la sociedad. Son ‘tierra de nadie’. Una
solución de fondo a este problema es la aplicación de
mecanismos para otorgar las cárceles en concesión
al sector privado. Para ello, el Estado organiza un
concurso en el que fija un monto diario por recluso
que se compromete a pagarle a una entidad privada
a cambio de la prestación de una serie de servicios
que incluyen el manejo de la cárcel y la apropiada
manutención del recluso expresada en indicadores
cuantificables, cuyo cumplimiento es evaluado por
un organismo regulador que bien podría ser el INPE.
Gana el concurso la empresa que ofrezca el menor
monto por debajo del que fije -con realismo- el
Estado. Con el fin de incentivar a la concesionaria a

La realidad del Sistema Penitenciario en el Perú 57


Comentarios

“resocializar” al recluso, el Gobierno se compromete


a pagarle un bono durante un período en el que este
es liberado y no vuelve a delinquir. Ello induce a la
empresa a rehabilitar al preso durante su estancia
en el penal y a buscarle un empleo al final de su
condena. Evidentemente, este mecanismo costará
más que el ínfimo presupuesto que hoy le asigna el
Estado a los penales. Pero esto -junto con un Poder
Judicial que no sea indolente y administre justicia
con fluidez- sería una expresión de solidaridad con
peruanos en desgracia que merecen una nueva
oportunidad”.

Monseñor Pedro Barreto Jimeno S.J.


Arzobispo Metropolitano de Huancayo

“Jesús nos dice con claridad: Estuve en la cárcel y


me fueron a visitar. El 5 de setiembre del 2004 tomé
posesión de la Arquidiócesis de Huancayo y una
de mis primeras visitas no solo como Arzobispo de
Huancayo sino como hermano, fue al Penal de
Huamancaca el 20 de setiembre.
El mayor misterio que no podemos entender, es que
Jesús siendo Dios y hombre verdadero, pudiéndose
defender, pudiendo exterminar a aquellos que
injustamente lo condenaron, no lo hizo, no porque
fuera cobarde, sino porque nos amaba, porque
quería dar testimonio que la persona vale aunque es

58 La realidad del Sistema Penitenciario en el Perú


ajusticiada e incluso injustamente, como es el caso
de él, que sufrió apresamiento, burla, escarnio, tortura
hasta grados inimaginables.
La cárcel sigue siendo una consecuencia de la
crisis que vive nuestra sociedad golpeada por el
neoliberalismo salvaje, que oprime a los más pobres
y enriquece cada vez más a un grupo pequeño,
todo esto no puede llevarnos al desaliento, nos tiene
que llevar a una convicción profunda, de vivir con
honradez, verdad, solidaridad y respeto mutuo.
Solamente así podemos hacer grande nuestro país,
podemos hacer grande nuestra humanidad”.

Julia Valenzuela Cuellar


Congresista de la República

“Las cárceles en nuestro país tiene básicamente


tres problemas: 1) Demora, lentitud u olvido en la
resolución de los expedientes principales; 2) Demora,
lentitud u olvido en la resolución de las solicitudes de
beneficios penitenciarios; y como consecuencia de
ambos 3) El hacinamiento y sobrepoblación. Existen
otros problemas como alimentación, atenciones
básicas de salud, herramientas para redención de
la pena por el trabajo o la educación, régimen de
visitas y otros, que no tendría mayor relevancia si
atendiéramos los primeros tres.

La realidad del Sistema Penitenciario en el Perú 59


Comentarios

En las visitas inopinadas que he realizado a las cárceles


como Presidenta de la “Subcomisión encargada
del estudio y análisis de la situación penitenciaria
a nivel nacional”, se ha podido constatar que las
autoridades del Instituto Nacional Penitenciario
(INPE), se limitan a cumplir la función carcelaria que
depende de la burocracia del Ministerio de Justicia
obviando el trabajo de resocialización y reinserción
en la sociedad que debe primar en la acción punitiva
del Estado, dentro de sus limitaciones materiales y
presupuestarias.
La problemática carcelaria tiene una variable
cardinal: el Poder Judicial. Este importante órgano
estatal, no cumple adecuadamente el importante rol
de impartir justicia que le pueblo le ha conferido. El
problema de las cárceles puede encontrar verdadera
solución cuando el Órgano Jurisdiccional comience
a cumplir honestamente su función.
Por último, no debemos olvidar el trabajo de
prevención que deben cumplir las instituciones del
Estado. El trabajo en la educación de los niños, la
labor de fortalecimiento de la familia, las alternativas
de esparcimiento, la seguridad que brinde el Señor
Interior, etc., son importantes debido a que tiene sus
efectos directamente en la reducción de los niveles
de criminalidad”.

60 La realidad del Sistema Penitenciario en el Perú


José Miguel Morales
Presidente de CONFIEP

“Las cárceles son centros de reclusión que no


tienen las condiciones para que el cumplimiento
de una pena privativa de la libertad cumpla con
el objetivo que le asigna la ley que es permitir la
resocialización del condenado. Por el contrario,
muchas veces se convierte en una “escuela del
delito. En consecuencia, es urgente, la construcción
de nuevos establecimientos penitenciarios que estén
destinados a la población penitenciaria con mayores
posibilidades de readaptarse, como sería el caso de
los jóvenes entre 18 y 22 años, que hayan ingresado
por primera vez a un penal. Tales cárceles deberán
estar provistas de Talleres de trabajo y contar con
posibilidades de capacitación para los internos”.

Pilar Coll
Agente de Pastoral de Cárceles

“…La cárcel no rehabilita y menos en las condiciones


de sobrepoblación y escasísimas posibilidades de
tratamiento que tienen las nuestras, con presupuestos
más que magros que solo permiten que los presos
sobrevivan de mala manera. En nombre de la
seguridad nuestras cárceles están sobrepobladas y
carecen de las condiciones mínimas de dignidad,
con riesgo permanente de explotar. …La cárcel
debería ser la última respuesta a la violencia, muchas

La realidad del Sistema Penitenciario en el Perú 61


Comentarios

personas no deberían estar encarceladas aunque


si merecen ser sancionadas pero con una sanción
que rehabilite…. Quiero afirmar que la seguridad
ciudadana no es incompatible con los derechos
humanos, incluidos los de las personas que han
delinquido, sino que son complementarios porque
los derechos humanos no son negociables ni son un
mérito que adquieren los que se portan bien. Un país
que no respeta los derechos humanos se convierte
en una amenaza para sus ciudadanos.
Todos tenemos derecho a la seguridad pública y a
ser protegidos de la violencia. El sistema de justicia
penal fue creado cuando la seguridad pública
estaba amenazada por la violencia. Nuestro sistema
penal actual esta basado en la retribución: los que
cometieron un crimen tienen que ser sancionados por
lo que hicieron mal pero mucha gente piensa que
esto no funciona y en algunos países se explora formas
alternativas en las que en parte actúa la justicia penal
pero tentando una justicia restaurativa que enfoca
primero a la víctima y a la comunidad afectada por
el crimen, no opone el Estado al delincuente.
Las cárceles necesarias al menos por ahora, deben
restringir a los casos que supongan un peligro real para las
personas o para la sociedad y que los Poderes Públicos,
las Iglesias y la ciudadanía debemos responsabilizarnos
de la humanización de las cárceles, en donde sea
posible la rehabilitación y la recuperación de las
personas y dejen de ser escuelas de delincuencia”.
Extracto de Ponencia dada en Foro sobre Seguridad
Ciudadana, realizado en la ciudad de Trujillo, el 30 de
setiembre del 2005, tema: Sistema Penitenciario)

62 La realidad del Sistema Penitenciario en el Perú


Washington Ipenza Pacheco
Alcalde Distrital de Villa María del Triunfo

“La realidad carcelaria en el Perú es compleja y


deprimente. Pero si deseamos alcanzar el fin de la
Ciencia Penitenciaria: lograra que el interno, una
vez en libertad, no vuelva a recaer en el delito,
entonces debemos actuar en base a dos factores:
una real y científica aplicación del Sistema Progresivo
Técnico, a cargo de hombres comprometidos con
esta delicada labor (rehabilitar al interno, no lograr
un buen preso), que se viabilice con una adecuada
inversión económica del Estado, como de entes
privados interesados en ello. Aunque a algunos no
les agrade invertir dinero en este ámbito, debemos
pensar que -de seguir la situación actual- cada
día se agravará más este problema. No debemos
olvidar también que la persona es el fin supremo de
la Sociedad y del Estado según nuestra Constitución
Política. En el aspecto procesal es necesario que el
Poder Judicial actúe con la debida celeridad en los
casos de reos en cárcel a fin de descongestionar
los centros penitenciarios, ya que muchas veces los
grandes perjudicados son personas que finalmente
resultan inocentes o no merecían carcelería por
tanto tiempo”.

La realidad del Sistema Penitenciario en el Perú 63


Comentarios

Nátale Amprimo Pla


Congresista de la República

“Si Dante Alighieri hubiera conocido las cárceles


peruanas se hubiera inspirado en ellas para describir
el infierno. Hacinamiento, promiscuidad, violencia
física y moral son el pan de cada día para los miles
de internos que sobreviven en lugares a los que
sólo por formalidad puede denominarse ‘centros
penitenciarios’.
Esta dura realidad colisiona frontalmente con el
artículo 1º de la Constitución Política del Perú, que
proclama la defensa de la persona humana como
fin supremo de la sociedad y del Estado y del literal h)
del inciso 24 del artículo 2º del mismo cuerpo de leyes,
que prohíbe toda forma de tortura y naturalmente
también se opone a los principios humanistas que
orientan nuestra legislación penal.
La solución de este problema exige una reforma integral
del sistema judicial peruano que prácticamente
ha colapsado y que se manifiesta en la lentitud de
los procesos que perjudican a miles de internos sin
sentencia que llenan las cárceles y también requieren
de una política penitenciaria que en concordancia
con el marco constitucional garantice las condiciones
de vida mínimas y la reinserción de los infractores de
la ley penal en la sociedad”.

64 La realidad del Sistema Penitenciario en el Perú


R.P. Gerardo Cote
Vicariato Apostólico de Pucallpa

“Tener una actitud de compasión hacia los internos,


varones y mujeres, no puede limitarse a decir
‘pobrecitos se han equivocado’ sino mirar más allá del
hecho delictivo y pensar en las causas del mismo ¿Por
qué han cometido este delito?...¿es consecuencia de
qué?...¿cómo fue su infancia?... ‘¿Mis padres dónde
están?..expresa con frustración un joven condenado
a veinte años de cárcel, yo me crié en la calle’.
¿Cuántos que están allí por violación, fueron violados
de niño? Ante esta triste realidad, con consecuencias
que afectan a tantas personas en nuestra sociedad,
podemos ver a los internos e internas de un penal con
ojos diferentes y, en lugar de echarles toda la culpa,
reflexionar sobre nuestra propia responsabilidad
como conciudadanos y conciudadanas.
Las miles de personas que viven en las cárceles del
país están esperando que ponga mucho empeño
en desarrollar y practicar valores humanos, morales
y espirituales que sean sustento de una vida digna
y sana en la sociedad. ‘Hay sinvergüenzas que no
quieren cambiar’ dirá mucha gente ¿creemos que
es la manera de pensar de Jesús?.
Si bien la primera responsabilidad es construir una
sociedad de hermanos que se respeten para reducir
poco a poco el número de encarcelados(as) es
importante mejorar la atención en los penales y
hacer de estos lugares “casas de recuperación”.
Esta responsabilidad corresponde a los del INPE, a los
del Poder Judicial, los familiares y a todos lo grupos

La realidad del Sistema Penitenciario en el Perú 65


Comentarios

que acuden a visitar a los internos e internas. El trato


que se les brinda, la amabilidad, el respeto a sus
derechos y saber escucharles sin prejuicio, más bien
con compasión, es el camino a seguir para tocar los
corazones, sanar heridas profundas, y darles fuerza de
ponerse de pie y avanzar hacia una vida renovada”
Extracto del artículo “Estuve en la cárcel y me visitaste”
Boletín de la Iglesia Católica de Pucallpa, octubre 2005.

Fausto Alvarado Dodero


Congresista de la República

“Atendiendo a la crisis por la que afrontan los


establecimientos penitenciarios de nuestro país, la
CERIAJUS, planteó dentro de la agenda de cambios
el tema de la reforma del sistema penitenciario, al ser
considerada de vital importancia, como parte de la
“reforma del sistema penal” (área temática VIII).
En ese sentido, la CERIAJUS, planteó la necesidad
de impulsar la implementación del Plan Nacional de
Tratamiento Penitenciario, así como la reestructuración
del INPE para la mejora de los servicios penitenciarios.
Dicho Plan elaborado por la Comisión Especial creada
mediante resolución N° 343-2002-JUS de fecha 24 de
septiembre del 2002, presenta un diagnóstico y un
conjunto de acciones de corto, mediano y largo
plazo, destinadas a mejorar la situación carcelaria del
país; para lo cual se requiere de un compromiso que
dé una respuesta integral de todas las instituciones
que conforman el sistema penal en nuestro país.”

66 La realidad del Sistema Penitenciario en el Perú


Graciela Fernández Baca
Presidenta de la Cámara de Comercio de Lima

“Es uno de los problemas estructurales del Perú. La


situación carcelaria es caótica, infame, lesiva a los
derechos fundamentales de los reclusos, excepto de
aquellos que tienen poder económico y gozan de
comodidades lo cual es un oprobio para el resto de la
población penal. Las autoridades conocen el tema,
pero no lo abordan. La Policía y el INPE están plagados
de agentes corruptos que permiten el ingreso de armas,
celulares y drogas, etc. La infraestructura carcelaria es
deplorable, etc. El hacinamiento es denigrante, rebasa
en seis o más veces la capacidad de ocupación. Los
procesos penales duran seis veces más de lo normal. Al
final, el 70% de inculpados salen absueltos. La lentitud
judicial es clamorosa. Hay miles de presos sin sentencia
que purgan más tiempo en prisión que el que les
correspondería. SOLUCION: Debe ser integral, dentro
de la reforma de la Administración de Justicia. Se debe
diseñar una política carcelaria en la que participen
miembros de la sociedad civil con el poder ético”.

La realidad del Sistema Penitenciario en el Perú 67


68 La realidad del Sistema Penitenciario en el Perú
IV.
Otros temas
penitenciarios para
el análisis

La realidad del Sistema Penitenciario en el Perú 69


70 La realidad del Sistema Penitenciario en el Perú
La privatización de cárceles

El tema resurge como negocio en los Estados Unidos en


la década de los 80, y se pone en el tapete primordialmente en
términos económicos de costo-beneficio y calidad de los servicios,
argumentos que impulsan la privatización en países de América
Latina (Chile, Costa Rica, Colombia, México y Venezuela) y el
Caribe, a partir de las necesidades de espacio por la sobrepoblación
y la consecuente necesidad de construcción carcelaria.

En las cárceles privadas el Estado delega a la empresa privada


su función de ejecución de la pena de prisión, lo que plantea el
debate sobre la siguiente pregunta. ¿Cuánto es delegable de las
actividades que implican la ejecución de la pena de prisión, sin
llegar a delegar la función misma?

Regularmente las empresas transnacionales penitenciarias


proponen un paquete integral que incluye el diseño, construcción,
financiamiento y administración (operación y mantenimiento) de
las cárceles, es necesario examinar cada uno de estos segmentos,
siendo el referido a la administración el que plantea los límites
de lo delegable: es decir, ¿qué es delegable: la alimentación, la
limpieza, el mantenimiento, la seguridad (interna o externa), la
disciplina? o ¿hasta dónde puede asumir la empresa privada la
ejecución de la pena?

Esta administración -que por lo general las empresas la


plantean con una duración de veinte años- es la que produce las
mayores ganancias para las empresas, por lo que ellas insisten

La realidad del Sistema Penitenciario en el Perú 71


Otros temas

en que para ejecutar este componente deben tener a su cargo la


seguridad interior. Sin embargo, por lo general, los países consideran
esta función como indelegable por disposición constitucional.

Existen varios aspectos que regularmente son evaluados para


dar paso a las cárceles privadas:

• Constitucional y legal: ¿Qué es delegable y qué no es


privatizable de las actividades que implica la ejecución de la
pena?

• Político criminal: ¿Cuáles son las ventajas o desventajas de las


“cárceles privadas” en miras a la resocialización del interno y
la prevención del delito?

• Económico: ¿Cuánto de ahorro implica para el Estado la


delegación de tales actividades a la empresa privada, o cuánto
más debe de gastar para hacer rentable esta actividad para
la empresa privada? En efecto, los primeros estudios indican
que para hacer atractiva la cárcel económicamente, el Estado
debería de pagar a la empresa privada entre 12 a 15 dólares
diarios por interno, cifra mucho mayor al monto actual que es
de 3 dólares y medio, lo que evidenciaría que la privatización
en lugar de significar un ahorro implicaría un incremento de
los recursos públicos en el sistema penitenciario. (En Costa
Rica, una cárcel privada para 1,200 internos ha sido cotizada
en 72 millones de dólares. Se tiene que pagar 680,000 dólares
anuales a la empresa privada por el penal construido en un
plazo de 15 a 18 años).

72 La realidad del Sistema Penitenciario en el Perú


• Ético: Aun cuando la legislación lo permita ¿Es éticamente
lo mejor privatizar la ejecución de las sanciones penales? Es
ético políticamente gastar 70 u 80 millones de dólares por una
sola cárcel privada? Por montos menores a los señalados, se
pueden construir más penales con diseños para promover el
trabajo y educación.

Finalmente, debe considerarse la opinión de organismos


técnicos sobre la materia, como el Instituto Latinoamericano de
Naciones Unidas para el Tratamiento de los reclusos y prevención
del delito (ILANUD), recomienda a los países que no es conveniente
impulsar estos programas.

Las gracias presidenciales

Una de las características más visibles y dolorosas de nuestras


cárceles, es la presencia de un número importante de internos en
situación de especial vulnerabilidad, debido a razones de salud,
edad, tiempo de permanencia en el penal y situación jurídica. La
reclusión de estas personas puede implicar una mayor afectación a
su situación personal, por lo que la privación de libertad pierde su
objeto y todo intento de resocialización resulta insostenible.

Dentro de este grupo de personas encontramos a internos


con enfermedades como el VIH/SIDA, insuficiencia renal crónica,
TBC multidrogoresistentes, cáncer y otras que por su gravedad
requieren de atención médica especializada y permanente, que

La realidad del Sistema Penitenciario en el Perú 73


Otros temas

la administración penitenciaria no puede brindar en el penal por


falta de medios y recursos; asimismo los mayores de 60 años
cuyas condiciones de detención agravan las afecciones de salud
propias de su edad, su capacidad física y mental y sus facultades
para auto sostenerse; los enfermos psiquiátricos que carecen de
un tratamiento especializado; así como los internos procesados
sin condena e internos sentenciados a pena privativa de libertad
efectiva de corta duración.

Frente a esta realidad surge la pregunta: ¿qué objeto tiene la


prisión para estas personas? ¿Es viable el principio resocializador?
¿Tiene algún sentido mantenerlas recluidas?, ¿Qué alternativa tiene
un Estado Social de Derecho respetuoso de la dignidad humana?

Para estos casos, entre otros, resultan adecuadas las Gracias


Presidenciales (indulto, conmutación de pena y derecho de
gracia) especialmente por razones humanitarias, que mediante
su empleo racional puede constituirse en una valiosa herramienta
político-criminal para implementar medidas de deshacinamiento y
correctivos en casos de aplicación inadecuada de la ley o errores
judiciales evidentes.

En tal situación el gobierno debe impulsar políticas


humanitarias de excarcelación -con procedimientos de revisión
muy cuidadosos, equitativos y ágiles- los mismos que no generarán
alarma social, pues no representan en esas condiciones ningún
peligro a la seguridad ciudadana. Todo lo contrario, es una forma
de darle “rostro humanitario” a nuestras cárceles mediante este
tipo de excarcelaciones.

74 La realidad del Sistema Penitenciario en el Perú


Las medidas no privativas de libertad

Si bien estas han sido consideradas como un mecanismo


para disminuir la cantidad de personas encarceladas o sancionar
a quienes cometen delitos o faltas leves, lo cierto es que han sido
poco aplicadas.

Esta situación se debe, como en otros países del mundo, a


que la propia legislación las limita a reducidos supuestos, o por
que se considera que penas como la prestación de servicios
comunales no son consideradas como una verdadera sanción. En
nuestro país, a ello se adiciona que los magistrados regularmente
no consideran su aplicación, optando en la mayoría de casos por
suspender la ejecución de la pena privativa de libertad.

La necesidad de instalar un Consejo Nacional


de Política Criminal

La situación carcelaria en el país, es uno de los indicadores


más importantes que hacen evidente la falta de una Política
Criminal Científica que pueda diseñar las estrategias de reacción
social frente a la criminalidad. Sólo existe un enfoque represivo
e ineficaz frente a este problema social. Lamentablemente,
ninguna institución o entidad del Estado lidera y dirige la Política
Criminal del Estado. Todo lo contrario, hay una ausencia total de
coordinación institucional entre los operadores del sistema penal,
del sistema educativo y del sistema social.

La realidad del Sistema Penitenciario en el Perú 75


“La situación carcelaria es una de
las manifestaciones más graves de
violencia en nuestro país, y al mismo
tiempo, objeto de olvido, la mayoría
de los estudios sobre la violencia de
los últimos años no lo considera. Este
olvido abarca también a la criminalidad,
ya que si bien la seguridad ciudadana
es motivo de preocupación, no existen
estudios analíticos integrales sobre la
criminalidad en el país”

Con la colaboración de:

76 La realidad del Sistema Penitenciario en el Perú

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