Impacto de Los Estresores Laborales en Los Profesionales Y en Las Organizaciones Análisis de Investigaciones Publicadas
Impacto de Los Estresores Laborales en Los Profesionales Y en Las Organizaciones Análisis de Investigaciones Publicadas
Resumen: El burnout es un estrés de carácter persistente vinculado a situaciones de traba-
jo. Este artículo presenta resultados de catorce investigaciones brasileñas e internacionales en
organizaciones públicas y privadas que se relacionan con el estrés laboral y el burnout y que
se publicaron entre 1998 y 2011. Los resultados muestran que los principales estresores5 en el
contexto de las organizaciones están asociados a la presión del trabajo, desajustes en el clima
y la dinámica organizacional, remuneración inadecuada, ausencia de apoyo del grupo y de
la supervisión, falta de autonomía, relaciones interpersonales insatisfactorias, ausencia de un
plan de carrera, condiciones desfavorables en el ambiente de trabajo, relaciones conflictivas
con los superiores o falta de orientación para el desarrollo de las tareas.
* Yeda Cirera Oswaldo es Doctora en Psicología, Máster en Educación, Especialista en Gestión Avanzada
en Recursos Humanos, Psicóloga. Docente de la Maestría Profesional en Administración y MBA en Gestión de
Personas y Desarrollo del Capital Humano de la Universidad Metodista de Piracicaba (Brasil). Área de investi-
gación: Calidad de Vida en el Trabajo, Salud Mental del Trabajador. Consultora y conferencista organizacional
en temas como Gestión de Carrera, Administración del Estrés Laboral, Administración de Conflictos. E-mail:
[email protected]
Elaine Aparecida Dias es Master en Administración, Especialización en Administración Financiera y de
Auditoría y en Especialización en Gestión Pública. Licenciada en Ciencias de Contabilidad, profesora de educa-
ción superior y MBA en finanzas y control de la UNIMEP (Brasil). Consultora en el control en las organizaciones
públicas, privadas y no gubernamentales. Miembro de la Academia de las Artes Limeirense (ALLE) (Brasil).
E-mail: [email protected]
Valeria Rueda Elias Spers es Profesora y Doctora por la Pontificia Universidad Católica de San Pablo. Ha
cursado la Maestría en Educación en la Universidad Estatal de Campiñas (Brasil). Actualmente es profesora en
el Programa de Posgrado Maestría y Doctorado en Administración en la Universidad Metodista de Piracicaba –
UNIMEP (Brasil) E-mail: [email protected]
Odair Ferraz Filho es alumno del Programa de Posgrado dela Maestría Profesional en Administración de
la Universidad Metodista de Piracicaba. Tiene un MBA en Administración de Personal y Desarrollo del Capital
Humano - UNIMEP (Brasil). Graduado en mecánica de Ingeniería Industrial – UNIMEP, experiencia profesional
en la gestión de producción, gestión de sistemas y gestión de recursos humanos. En la actualidad, trabaja en el
desarrollo de proyectos de consultoría organizacional y docente en MBA en Gestión de Personal - UNIMEP.
(Brasil) E-mail: [email protected]
La palabra “estrés” está reconocida por la Real Academia Española, no así la palabra “estresor” que, sin
embargo, es de uso extendido en el vocabulario profesional. A efectos de mantener la fluidez de este texto, la
consideramos preferible a las expresiones “factores estresantes” o “factores que causan estrés”, con la que debe-
ríamos reemplazarla (Nota del Traductor).
The stress of burnout has a persistent character linked to work situations. The paper pre-
sents research results of fourteen Brazilian and international public and private organiza-
tions related to job stress and burnout published between 1998 to 2011. The results show
that the major stressors in the organizational context are associated with pressure at work,
maladjustments in climate and organizational dynamics, inadequate remuneration, lack of
group support and supervision, lack of autonomy, poor interpersonal relationships, lack of
career plan, unfavorable conditions at the workplace, conflictive relations with superiors
and lack of orientation for the tasks.
1. Introducción
Con la llegada de la globalización, de los rápidos cambios en las organizaciones y de las
exigencias del mercado, las empresas pasaron a exigir mejores resultados a sus trabajadores.
El ambiente de trabajo dejó de ser tan solo origen de motivación, satisfacción y realización
profesional y pasó a ser también fuente de preocupación, sufrimiento y enfermedad para el
ser humano. El estrés relacionado con el trabajo es una variable que contribuye al surgimien-
to de patologías en los individuos, de manera que el tema ha despertado interés en investiga-
dores y en la sociedad en general, a causa de su impacto en el bienestar de los empleados y,
en consecuencia, en la pérdida de productividad y en los resultados organizacionales.
El estrés laboral se vincula a los eventos estresantes en el ambiente de trabajo, con exi-
gencias mayores que las capacidades, recursos y necesidades del trabajador. Este síndrome
puede ser causado por diferentes situaciones, entre ellas, la presión por el aumento de pro-
ductividad, la falta de entrenamiento o los conflictos mal resueltos. La persistencia del estrés
por causas laborales puede llevar al desarrollo del Síndrome de burnout, caracterizado como
un tipo de estrés ocupacional crónico. Se trata de un síndrome de agotamiento emocional,
despersonalización y escasa realización profesional, que puede ocurrir en ocupaciones que se
orientan a la prestación de auxilio y de servicios a las personas, en las que existe una relación
entre el prestador y el receptor del servicio.
Para combatir el estrés, los individuos utilizan estrategias de enfrentamiento (para enca-
rar, para manipular, para arreglárselas) (coping), para intentar evitar las consecuencias físicas
y psicológicas del síndrome y reaccionar de este modo contra esa perturbación.
Se han realizado estudios en el área del estrés ocupacional y del burnout en los diver-
sos campos de actuación profesional, y se puede percibir en la actualidad una preocupación
acerca de la influencia de las contingencias del trabajo en la salud y en el bienestar de las
personas (Lipp, 2007).
Este estudio se llevó a cabo a partir de una investigación bibliográfica y de la presenta-
ción de datos secundarios obtenidos de investigaciones relacionadas con el tema del estrés
laboral.
de cada individuo se pueden agotar hasta llegar a la extenuación. Este proceso, que se inicia
con el estrés ocupacional, comprende situaciones del ambiente de trabajo que amenazan las
necesidades de realización personal y profesional o la salud física o mental, lo que perjudica
la integración con el propio ambiente de trabajo.
En este sentido, hay una pregunta que se presenta en tales contextos:
¿Cuáles son los principales eventos estresores identificados en las investigaciones publi-
cadas entre los años 1998 y 2011?
El objetivo de este artículo es presentar los principales conceptos teóricos que se relacio-
nan con el estrés laboral identificando los principales factores estresores que aparecen en las
catorce investigaciones publicadas.
3. Revisión bibliográfica
La revisión de la literatura aborda en primer lugar el estrés y pasa después al estrés labo-
ral y sus acontecimientos estresores, luego lo discute en su fase prolongada (burnout) hasta
llegar a las pérdidas ocasionadas por el síndrome.
Estrés
Desde el siglo XVII, el término estrés se utiliza en la literatura inglesa para designar
aflicción o adversidad. A partir de allí, apareció por primera vez el uso de la palabra estrés
para señalar al complejo fenómeno compuesto de tensión, angustia e incomodidad. Ya en
el siglo XVIII se produce un cambio de enfoque de la palabra, que pasa a significar acción,
presión, fuerza o influencia muy fuerte sobre una persona (Lazarus, L. 1994).
Al comenzar el siglo XX el médico inglés William Osler asimiló el término estrés al
trabajo excesivo. En la década de 1930, un endocrinólogo llamado Hans Selye sugirió el uso
de la palabra estrés para definir a este síndrome producido por varios agentes desagradables
y, de este modo, la palabra entró en la literatura médica tal como la conocemos hoy (Selye,
1952). En la revisión de sus conceptos en 1982, Selye define al estrés como un quiebre en la
homeostasis del organismo, que provoca una respuesta en el comportamiento para lograr tal
equilibrio (Selye, 1982). La homeostasis es un esfuerzo psicológico que busca mantener al
organismo en un estado de equilibrio interno.
El estrés también se relaciona con la percepción que tiene un individuo de un estresor, lo
que habitualmente se define como las condiciones o eventos que resultan en tensión. En un
corto plazo el estrés percibido puede afectar las actitudes o el comportamiento de un indivi-
duo, pero es a partir de un período más prolongado que estos efectos afectan a su equilibrio
(Kahn, Byosiere. 1992).
Para Selye (1956), el estrés se divide en tres fases: alerta, resistencia y extenuación. Lipp
(2000) le agregó una nueva fase, denominada casi-extenuación, que estaría entre la fases de
resistencia y la de extenuación.
En este modelo en la fase de alerta (1.ª), el organismo está expuesto a una situación que
produce tensión, se prepara para una acción de lucha o de fuga, que es esencial para la pre-
servación de la vida. Si el estrés continúa presente por un tiempo indeterminado, la fase de
alerta pasa a la de resistencia, que es cuando el organismo intenta adaptarse para restablecer
la homeostasis.
En la fase de resistencia (2.ª) los síntomas típicos que se presentan son problemas de
Estrés laboral
Una de las principales fuentes de riesgo de estrés es el ambiente de trabajo. El estrés vincula-
do con el trabajo, también llamado laboral u ocupacional, se ha destacado en muchas investigacio-
nes, ya que el trabajo puede ser tanto una fuente de satisfacción de diversas necesidades humanas,
como la autorrealización, el sostenimiento de relaciones interpersonales o la subsistencia, como
también una fuente de enfermedad para los trabajadores (Murta; Trócolli, 2004).
El estrés laboral se puede definir como las situaciones en que la persona percibe a su
ambiente de trabajo como amenazador para sus necesidades de realización personal o profe-
sional o para su salud física o mental, lo que perjudica su integración en su ámbito de trabajo
(França; Rodrigues, 2005).
El estrés laboral puede verse también como “cualquier fuerza” que conduce a que un
factor psicológico o físico vaya más allá de sus límites de estabilidad y produzca tensión en
el individuo (Cooper, Cooper; Eaker, 1988).
Según la concepción de Siegrist (1996), el estrés laboral se asocia al desequilibrio entre
el esfuerzo y la recompensa en el trabajo. El esfuerzo en el trabajo se empeña como parte
de un proceso de intercambio que se organiza socialmente, cuyas recompensas sociales se
distribuyen por medio de tres sistemas de transmisión: dinero, estima y oportunidades de
carrera. Cuando existe una falta de equivalencia entre costos y beneficios o un alto control y
una baja recompensa, se puede producir un estado de angustia y estrés, con propensión hacia
reacciones a nivel emocional y fisiológico.
De acuerdo con Baker y Karasek (2000) el estrés laboral se asocia a los factores exi-
gencia-control relacionados con las características psicosociales del trabajo, con lo que re-
presenta un desencuentro entre las condiciones de trabajo y los trabajadores individuales. Es
visible que las respuestas físicas y emocionales perjudiciales ocurren cuando las exigencias
del trabajo no están en equilibrio con las capacidades, recursos o necesidades del trabajador.
Una situación de trabajo saludable sería aquella que permite el desarrollo del individuo, al-
ternando exigencias y períodos de reposo, en una interacción dinámica entre el hombre y el
Síndrome de burnout
El estrés en un estado más grave y constante también puede ser conocido como Síndro-
me de burnout, que según Trigo et ál. (2007) es un nivel de estrés ocupacional prolongado
que comprende extenuación emocional, distanciamiento de las relaciones sociales y disminu-
ción del sentimiento de relación personal. Los mismos autores señalan que los individuos que
trabajan en condiciones de muchas demandas psicológicas asociadas a bajo poder de decisión
tienen mayor tendencia a desarrollar una sintomatología depresiva, cuando se los compara
con los trabajadores que no están expuestos a esas condiciones.
El término burnout proviene del inglés y pretende designar algo que dejó de funcionar
por extenuación de su energía. Para Covalan (1996), este síndrome se caracteriza como un
estado de fatiga o frustración causado por la dedicación excesiva y prolongada a una causa y
también por la falta de habilidad para encarar alguna situación. El estrés continuo relacionado
con el trabajo constituye también un factor relevante para provocar trastornos depresivos y
otras enfermedades, tales como síndrome metabólico, síndrome de fatiga crónica, disturbios
El estrés laboral representa costos y pérdidas financieras, tanto para las organizaciones
como para el individuo, además de incidir en otros tipos de pérdidas, como se muestra en el
Cuadro 1.
Organizaciones Individuo
Baja concentración
Accidentes graves
Cuantos más elementos haya a la izquierda, son más las pérdidas sufridas por las organiza-
ciones, cuantos más a la derecha, son los individuos los que sienten los perjuicios. Existen casos
en que las pérdidas afectan a ambos de la misma manera (caída del desempeño y de la producti-
vidad, accidentes graves) y otros en que afectan más a la persona que a la organización. En casos
extremos pueden perjudicar hasta a la misma imagen de la organización (Couto, 1999).
El estrés vinculado al trabajo coloca en riesgo la salud de los trabajadores y entre el 50 y el 80
% de todas las enfermedades se relacionan con el nivel de estrés (Pelletier, 1984). El ambiente de
trabajo, la estructura organizacional y las relaciones de trabajo contribuyen a moldear las respues-
tas individuales al estrés y la tensión y pueden ocasionarles problemas a las empresas.
Para Hespanhol (2004), en la vida del trabajador pueden surgir varias consecuencias
potencialmente negativas, que pueden repercutir a nivel físico, psicológico y del comporta-
miento, cuando no consigue lidiar con situaciones estresantes. Se observan en el área física
varias manifestaciones de dolencias que se vinculan con el estrés, tales como dolores de
cabeza, rechinar los dientes, dolores de cuello y de hombro, gastritis, colitis, aumento o pér-
dida de peso, palpitaciones cardíacas y aumento de la presión arterial. En el área psicológica,
ansiedad, insomnio y depresión. En el comportamiento aparecen tics nerviosos, hablar preci-
pitadamente, fatiga, indecisión y pérdida de eficiencia en el trabajo.
Otros síntomas, como cansancio, perturbación, angustia, aceleración del ritmo cardíaco,
pérdida de la memoria, dolores intensos de cabeza, hipertensión y dolores de la columna
también se relacionan con el estrés (Robbins; Coulter, 1998).
Baccaro (1986) destaca otros síntomas, como inestabilidad emocional, incapacidad para
concentrarse, ansiedad y dolores musculares.
Aunque los factores organizacionales parezcan ser los mayores generadores de estrés,
pues las personas le dedican una gran parte de su tiempo de vida al trabajo, es importante des-
tacar que, aunque puedan estar sujetos a las mismas condiciones de vida y de trabajo, algunos
individuos son más propensos que otros a enfermarse, (Botega; Turato, 1996).
4. Metodología
Los principales resultados que aparecen en el Cuadro 2 fueron extraídos de catorce in-
vestigaciones nacionales e internacionales publicadas a lo largo de catorce años, que exponen
a las organizaciones investigadas y a los principales factores estresores verificados en la
muestra.
trabajadores de ambos sexos (190 mujeres y 179 hombres), que ocupaban diferentes cargos
(investigadores, empleados administrativos, técnicos y supervisores) en empresas públicas y
privadas del sector bancario, ubicadas en el Distrito Federal brasileño, señalaron que la varia-
ble de apoyo organizacional, que involucra al proceso de gestión, la adecuada conducción de
los jefes, el apoyo social en el trabajo y las políticas de ascenso y de salario, puede disminuir
la extenuación emocional. En relación con las estrategias de enfrentamiento, el estudio mos-
tró evidencias de que el uso de estrategias de escape incrementa la extenuación emocional.
De acuerdo con Pelletier (1984) el ambiente de trabajo, la estructura organizacional y las
relaciones de empleo saludables contribuyen a evitar el estrés laboral.
Mendes, Costa y Barros (2003) verificaron las estrategias para enfrentar el sufrimiento
psíquico en el trabajo bancario de veinte personas. Los resultados apuntaron hacia la frustra-
ción con el trabajo, la insatisfacción con la empresa y las relaciones profesionales inadecua-
das, todos vinculados con el sufrimiento. Para enfrentar al estrés se utilizan las estrategias
de negación y de control por medio de mecanismos de racionalización. Contribuyendo a los
resultados de esa investigación, Delboni (1997) describe que los niveles muy altos de estrés
en el ambiente de trabajo ocasionan caída del desempeño, enfermedades laborales y sufri-
miento en el trabajador.
En el estudio de Rossi (2004), que se realizó con 900 empleados (450 hombres y 450
mujeres) en cuatro organizaciones de tres grandes ciudades brasileñas, se muestran diferen-
cias importantes en la percepción del estrés entre hombres y mujeres. Para las mujeres el
principal factor estresante es la sobrecarga de trabajo, como tener que hacer más de lo que el
tiempo o la capacidad permiten. Para los hombres, la incertidumbre en relación con el trabajo
se presenta como el factor estresor más importante. Los resultados indican la existencia de
un desequilibrio entre las necesidades y las capacidades de las mujeres en relación con las
exigencias del trabajo.
Paschoal y Tamayo (2005) investigaron a 437 trabajadores, 249 hombres y 188 mujeres,
de diferentes organizaciones públicas y privadas, ubicados tanto en el Distrito Federal como
en el estado de São Paulo. Para la estadística del estrés ocupacional se utilizó la Escala de
Estrés en el Trabajo (EET), compuesta por 31 ítems. Los resultados señalaron que los prin-
cipales factores estresores son los psicosociales, entre los que se destacan los intrínsecos al
trabajo, los aspectos de relación interpersonal, autonomía y control del trabajo y los factores
relacionados con la carrera. Como explicación de los resultados se halla la teoría de Baker y
Karasek (2000), que describe al estrés laboral relacionando a los factores exigencias-control
con las características psicosociales del trabajo, de lo que surge un desencuentro entre las
condiciones del trabajo y los trabajadores individuales.
El estudio de Silveira et ál. (2005) evaluó el burnout en una muestra de 60 policías ci-
viles que trabajan en la ciudad de Porto Alegre. Los resultados sugieren que el burnout se
relacionaba más con los factores de la organización que con el tipo de actividad que se desa-
rrollaba. Por lo tanto, lo que esta investigación muestra es que el burnout tiene más que ver
con una suma de factores que involucran a la organización que con la modalidad de trabajo
que se lleva a cabo. Según Harrison (1999) se considera al burnout como un tipo de estrés de
carácter persistente vinculado a situaciones de trabajo.
La investigación de Martins y Pinheiro (2006) evaluó el sufrimiento psíquico (estrés
laboral) en las relaciones de trabajo. La investigación se hizo en el sector gráfico de Ceará,
en una industria de formularios continuos que también tiene filiales en las ciudades de Per-
nambuco, Recife, Salvador, Bahia y Teresina. Los resultados mostraron un nivel de estrés
elevado con sufrimiento psíquico en las relaciones de trabajo a partir de la relación con la
organización. Los resultados también demuestran que los síntomas de orden psicológico que
se presentaron afectan al desempeño y la productividad de la organización. Al concordar
con los resultados, Cooper, Cooper y Eaker (1988) señalan que los factores intrínsecos de la
organización, tales como condiciones de trabajo empobrecidas, jornadas extensas de trabajo
y duplicación de turnos pueden ocasionarle sufrimiento psíquico al trabajador.
En su investigación, Costa, Junior y Maia (2007) procuraron diagnosticar la incidencia y la
fase del estrés en policías militares de la ciudad de Natal, además de establecer el predominio de
la sintomatología física y mental. Se investigó una muestra de 264 individuos extraída de una
población de 3.193 militares del Comando de Policía de la capital. Los resultados presentaron
una proporción de 52,6 % de policías sin síntomas de estrés, mientras que el 47,4 % presentaron
sintomatología. Del 47,4 % con estrés, el 3,4 % se encontraba en la fase de alerta, 39,8 % en la
fase de resistencia, 3,8 % en la fase de casi extenuación y 0, 4 % en la fase de extenuación. Se
registraron síntomas psicológicos en 76 % de los policías con estrés, y síntomas físicos en 24
% de ellos. Para Hespanhol (2004), varias consecuencias potencialmente negativas podrán apa-
recer en la vida del trabajador cuando no consigue lidiar con situaciones de estrés, que pueden
repercutir en el nivel físico, psicológico y del comportamiento.
El estudio de Takahashi (2009), que investigó la vulnerabilidad al estrés laboral de 201
operadores de telemarketing de una empresa ubicada en el interior de São Paulo, cuya mues-
tra se componía de 86,6 % de mujeres y 13,4 % de hombres, señaló su vulnerabilidad al estrés
laboral. Los hombres presentaban cifras más elevadas en el factor clima organizacional; las
mujeres, en el de sobrecarga de trabajo.
Oswaldo (2009) investigó la vulnerabilidad al estrés laboral en 114 administrativos de
dos empresas del ramo metalúrgico y cinco prestadores de servicios localizados en el interior
del estado de São Paulo. Los resultados indicaron que el 78 % se encontraban en fase de casi
extenuación y 22 % en fase de resistencia. Los principales estresores laborales estaban aso-
ciados a la presión en el trabajo, como acumulación de funciones y de tareas, exceso de res-
ponsabilidad, ritmo acelerado, nuevas metas y dificultad en la administración de conflictos.
De acuerdo con el estudio, Murta y Trócolli (2004) definen al estrés laboral como situaciones
en que la persona percibe a su ambiente de trabajo como amenazador para sus necesidades de
realización personal y profesional o para su salud física y mental.
Oliveira y Santos (2010) investigaron el estrés laboral en policías. Participaron de la
investigación 24 policías militares de dos batallones de la Policía Militar del Estado de São
Paulo. El promedio de edad fue de 33 años y 5 meses, la edad mínima fue de 18 años y la
máxima de 50. El género masculino representó el 79,2 % de la muestra y el femenino el 20,8
%. Los resultados pusieron en evidencia que el 91,7 % de los participantes se sentían estre-
sados siempre o a veces; una parte, el 41,7 %, relató haber reaccionado en forma impulsiva
alguna vez; el 88,3 % se sentían siempre o a veces cansados emocionalmente después de un
día de trabajo; el 62,5 % afirmaron que a veces percibían que estaban agresivos en el trabajo;
20,8 % ya habían pensado en el suicidio y el 8,3% nunca se sentía realizado con la profesión.
Los principales estresores laborales citados fueron el bajo salario en relación con la función,
sobrecarga de trabajo, doble jornada de trabajo y presión constante de los superiores.
El estudio de Koltermann, Koltermann y Horta (2011) investigó la preponderancia del
estrés ocupacional en bancarios y las fuentes de estrés en el ambiente de trabajo. El estudio
incluyó a bancos estatales y privados de Pelotas/RS y de las ciudades de la región de co-
bertura del Sindicato de los Trabajadores en Establecimientos Bancarios (SEEB-Pel). Fue
6. Conclusión
El estrés se relaciona con una cadena de reacciones complejas a nivel biológico, psico-
lógico y social, que comprende circunstancias en las cuales los recursos de cada individuo se
pueden agotar hasta la extenuación. Los síntomas de estrés no se presentan de forma inme-
diata o dominante, existen fases en que esa perturbación persiste hasta llegar a una situación
más aguda, con quiebre total de la resistencia y extenuación física y psicológica.
Un ambiente de trabajo amenazador para las necesidades de realización personal y pro-
fesional del individuo o para su salud física y mental desencadena el estrés laboral y puede
causar el burnout cuando existen situaciones de estrés crónico y persistente.
Las investigaciones publicadas entre los años 1998 y 2011, de autores brasileños e in-
ternacionales, muestran que los principales eventos estresores relacionados con las organi-
zaciones están asociados a la presión en el trabajo y al clima y la dinámica organizacional.
Ante los resultados obtenidos se admite que el estrés laboral en una de las principales causas
del proceso de enfermedad del trabajador y que pone en riesgo su salud física y psicológica,
lo que genera pérdidas a los propios individuos y a las organizaciones. Se citan entre estas
el consumo de cigarrillos, bebidas alcohólicas y drogas; la disminución significativa de la
creatividad; la inactividad física; el sufrimiento psíquico; la impulsividad; la agresividad y el
cansancio físico, entre otros.
Se admite que aún no se encuentra una causa común que motive el estrés laboral porque
los eventos estresores varían según las condiciones y ambientes de trabajo y pueden desenca-
denar reacciones diferentes en cada persona, tanto de amenaza potencial como de alternativa
de enfrentamiento al estrés; por lo tanto, cualquier trabajador está sujeto al estrés y cada
organismo reacciona de forma diferente para enfrentarlo.
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