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Procesos Ejecutivos de Los Títulos Valores1

Este documento resume los procesos ejecutivos de títulos valores cuando estos han sido deteriorados, destruidos o extraviados. Explica que cuando el deterioro es parcial, el tenedor puede solicitar al emisor una reposición del título a través de un proceso notarial. Si el emisor se niega, el juez puede ordenar la reposición. Cuando el deterioro es total, si el título es exigible el tenedor puede pedir su inutilización y cobro, y si no es exigible puede pedir una copia. Estas solicitudes se tra
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Procesos Ejecutivos de Los Títulos Valores1

Este documento resume los procesos ejecutivos de títulos valores cuando estos han sido deteriorados, destruidos o extraviados. Explica que cuando el deterioro es parcial, el tenedor puede solicitar al emisor una reposición del título a través de un proceso notarial. Si el emisor se niega, el juez puede ordenar la reposición. Cuando el deterioro es total, si el título es exigible el tenedor puede pedir su inutilización y cobro, y si no es exigible puede pedir una copia. Estas solicitudes se tra
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FACULTAD DE DERECHO

ESCUELA PROFESIONAL DE DERECHO

CURSO : DERECHO COMERCIAL II

DOCENTE : Dr. DAVID GOMES CACERES

TEMA : PROCESOS EJECUTIVOS DE LOS TÍTULOS


VALORES

INTEGRANTES : VASQUEZ VILLALOBOS JEAN PIERRE

CICLO : IX

CHIMBOTE_PERU
1. INTRODUCCIÓN

El hábito de los títulos valores no es una acción temporal de índole eminentemente hábil,
destinado a un pequeño conjunto de especialistas, como podría pensarse por su diversidad
y capacidad. Por el inverso, el Derecho Cambiario goza de una extraordinaria energía y
propagación entre personas que pocas veces conocen de su magnitud e implicancias, y que
si bien los utilizan por razones de estricta ganancia productivo, desconocen sus
consecuencias. En ese sensitivo, una de las fortalezas del nuevo código cambiaria peruana,
la Ley de Títulos Títulos, Ley No. 27287, es sistematizar, juntar en un solo cuerpo legal y
simplificar los distintos regímenes y tipos de títulos que incluso su publicación coexistían
en diversas normas, con el fin de conseguir no exclusivamente una modernización de
nuestro Derecho Cambiario, sino asimismo su superior expansión y comprensión ante
usuarios no abogados.
No pretendemos en este pequeńo resumen hacer un examen integral de la naturaleza de
los títulos valores, luego ello estará a cargo de alguno de los connotados especialistas
cuyos trabajos integran este Pacto, sin embargo, sí consideramos esencial hacer una
breve prólogo al uso y características de los títulos valores, para enfocar adecuadamente
el tema del actual resumen, el cual es el perjuicio, pérdida, olvido o robo de títulos
valores.

2. DETERIORO NOTABLE O DESTRUCCIÓN PARCIAL


2.1 OBLIGACIÓN DE REPOSICIÓN
Uno de los principios más importantes que rige en el Derecho Cambiario, es el Estreno
de Literalidad, según el cual es exigible tan solo lo que consta fielmente en el título, tanto
relación de los montos y/o bienes que representa, como de los acreedores a su pago o
envío, según sea el caso. En ese sentido, la urgencia de recuperación de un título valor
estropeado o destruido parcialmente, esto es, que conservando intactos los datos
esenciales consignados en el igual, ha sufrido un avería inteligible a primera panorama o
una sección pequeña, tiene su origen en el carácter directo que pretensión el Derecho
Cambiario, el cual exige para la capacidad plena de la acto cambiaria, que el instrumento
contenga todos los requisitos solicitados en la Ley de la elemento, su buen estado de
protección, y por supuesto su tenencia física.
Ricardo Beaumont Callirgos y Rolando Castellares comentan este supuesto:
“Quede claro entonces, que esta ordenanza legislativa es para el asunto de un perjuicio
importante que torne inadmisible su realización, en términos de la magnitud y grandeza
judicial, pero que no obstante, advirtiéndose del instrumento la presencia de los datos
necesarios para identificarlo, el poseedor debe asistir a esta norma. “

2.2 OBLIGACIÓN DE REPOSICIÓN POR LA VÍA JUDICIAL

La norma ha previsto un plazo para que los citados con la solicitud notarial firmen
el nuevo título valor. Este plazo es de tres días hábiles de recibida la comunicación, y
es válido tanto para el obligado principal como para los avalistas y endosatarios cuando se
les ha exigido su firma. En caso de una negativa injustificada,
el tenedor podrá solicitar al Poder Judicial que ordene el cumplimiento; solicitud que
deberá tramitarse por la vía del procedimiento sumarísimo, presentando
como único sustento, el título dañado o destruido parcialmente. En caso de
una negativa injustificada, aun constando el mandato judicial,
los obligados deberán responder de acuerdo al artículo 368 del Código Penal.
Por otro lado, de haber una negativa fundada en argumentos formales o de fondo, se
tendrán que plantear en la oportunidad y bajo la forma que el proceso sumarísimo
establece para las excepciones y defensas previas o la argumentación de fondo, de ser el
caso.
DETERIORO TOTAL, EXTRAVÍO Y SUSTRACCIÓN
2.3 CONCEPTO GENERAL

Hemos examinado en el subtítulo primero, el tramitación establecido para la


recuperación de títulos deteriorados o destruidos parcialmente. Cuando se trata del
perjuicio total, considerándose con ello asimismo al perjuicio parcial que afecte su
determinación o eficacia, y el perdición o filtración del título, la Ley de Títulos Valores,
por medio del artículo 102, establece un régimen más estricto y arduo, dado que para
dichos casos la regla presenta una doble vía, dependiendo de la exigibilidad del título
valor.
En el primer figurado, esto es, cuando el plazo haya transcurrido y el título valor sea
exigible, el tenedor podrá pedir al Magistrado la inutilidad del título destruido, perdido o
robado, y con ello la inmediata exigibilidad de las préstamos principales y accesorias
incorporadas en él, a fin de evitar el perjuicio a los intereses del poseedor desposeído. En
el secundario figurado, referido a cuando el término para su exigibilidad no ha
transcurrido, subsiste el derecho del poseedor de pedir la recuperación del título a través
de un copia y la supresión del original destruido, perdido o sustraído.
Solís Espinoza define este efecto de la siguiente forma:
“Se produce la circulación anómala o irregular cuando el título es puesto en circulación
sin o contra la voluntad de aquél que figura como emisor o por invalidez del acto
jurídico en la emisión o en la transmisión o por efecto de la desposesión involuntaria
(sustracción o pérdida)”
Al respecto, Solís Espinoza sostiene:
“La certificación es necesaria en ambos sujetos; es decir, desvío fundamentalmente de
la fin de la disciplina cartular: la protección de la negociabilidad del título. No hay tal
fin si no se desarrolla de aprobación con las normas que regulan la circulación. Es el
poder de negociabilidad del título el centro de la tutela cartular. Quien no ha sido
investido con dicha certificación no tiene aún el propio poder de negociar, en el que
consiste la esencia del título valor y de su disciplina”.
n conclusión, debemos señalar que las normas de la LTV no están orientadas a la
carencia de los datos esenciales en un título desmaterializado, o la pérdida del mismo,
por lo que éstos deberán ser regulados por una ley particular.
Gonzalo García Calderón sostiene al respecto:
“Considero que la sección novena del Anteproyecto relativa a la destrucción, deterioro,
extravío y sustracción de los títulos valores no es aplicable a los valores
desmaterializados, por lo que sostengo que deberá regularse, en concordancia con el
acápite antes citado, por una ley especial sobre la materia”.
2.4 LA VÍA PROCESAL
Hemos examinado las dos alternativas que puede elegir el poseedor de un título valor que
ha sido destruido, extraviado o sustraído. Cada una de las opciones corresponde a la
colocación de exigibilidad del título. En este sensitivo, si el título extraviado, destruido o
sustraído es exigible por haber transcurrido su plazo, el poseedor puede demandar su
ineficacia y el inmediato obediencia de sus prestaciones. En el otro supuesto, es decir,
cuando su cumplimiento aun no sea exigible, el tenedor podrá insistir la emisión de un
copia. Ambas solicitudes, contenidas en el artículo 102 de la LTV, se tramitan mediante
progreso sumarísimo, a discrepancia de la normatividad anterior, que consideraba al
proceso abreviado como vía procesal predeterminada.
Comentan Beaumont y Castellares:

“Dicha divulgación no sustituye la deber de la notificación que claramente debe hacerse a las
personas e institución aludida, pues la publicidad a través del diario oficial tiene por finalidad
que otras personas que no intervienen en el título valor, estén asimismo en noticia, conozcan y
en su caso, coadyuven, a que no prospere la petición de un tercero de mala fe, sea que haya
encontrado el título extraviado o lo haya hurtado, y que por el inverso y más bien, coopere en
la petición del accionante, evitando el doble daño que se irrogaría, tanto en la miembro de
aquel que lo recibe de “buena fe” como el que verá anulado y deshecho su derecho ante tal
última situación”
DERECHO DE OPOSICIÓN DEL TENEDOR DEL TÍTULO

En el ámbito de los títulos valores, la tenencia del mismo establece una fuerte
presunción de propiedad y de buena fe, por los Principios de Literalidad y Autonomía.
Solís la llama la regla de “posesión vale título” Este principio se ve plasmado de forma
general en los artículos 12 y 16 de la LTV. Así, en el presente caso las normas no
pueden amparar directamente y sin contradicción al que pretende reivindicar un título
valor, cuya posesión carece por sustracción o extravío, ni deslegitimizar de plano a
quien posee el documento. En ese sentido, el tenedor que se considere legítimo puede
oponerse a la solicitud de ineficacia y al cumplimiento inmediato de las obligaciones
incorporadas, siempre que no haya sido emplazado con la demanda judicial.
El Doctor Ulises Montoya Manfredi sostenía, respecto de dicho conflicto de intereses,
lo siguiente:
“El supuesto del derecho que invoca el peticionario es que carece de título por
habérsele sustraído, por habérsele perdido o porque el título está deteriorado al punto
que no puede ser identificado, es decir, que no está en condiciones de acreditar de
inmediato su condición de titular del documento.
De otro lado, el supuesto legal respecto al opositor es que éste tiene en su poder el título
original. Se trata, entonces, de decidir quién es el verdadero propietario, lo cual sólo
puede resolverse en el mismo proceso sumarísimo o, de estimarlo así el Juez, en proceso
distinto, dependiendo de la complejidad de la causa”

2.5 LIBERACIÓN DEL OBLIGADO PRINCIPAL


Como hemos visto, el obligado debe realizar con las prestaciones principales y
accesorias incorporadas en el título valor a la exposición de éste, y cumpliendo con la
diligencia establecida para cada tipo de título. Por ello, puede darse el caso que el título
sea puesto a cobro por el poseedor ilegítimo anteriormente de que los obligados, el
emisor o la Institución de Compensación y Cancelación de Valores sean notificados con
su filtración o extravío. En ese sentido, cualquier obligado que haya pagado las
obligaciones contenidas en el título valor antes de conocer, -o estar en la oportunidad de
conocer- la notificación respecto de su sustracción o extravío, es inimputable respecto
del pago indebido efectuado, quedando automáticamente liberado de tal obligación. En
tal circunstancia, será aplicable también el artículo 1267 del Código Civil, referido a
pago impropio, pudiendo exigir la reposición de lo pagado.
Por otro lado, y siguiendo lo señalado por el Doctor Ulises Montoya Manfred, puede
darse el caso contrario, esto es, que no habiendo recibido comunicación alguna respecto
de la solicitud de ineficacia del título, y no habiendo sido publicada aun la solicitud, el
reconocido sí conozca de la situación de filtración o dańo del título valor, confabulando
con el comprador para darle a dicha traslado la apariencia o careta de “buena fe”. Este
sería un caso sumamente difícil para el legítimo tenedor que ha solicitado la ineficacia
del título, pues debe probar la mala fe del comprador, lo cual es tremendamente difícil
al no tener
fechas ciertas para desvirtuar la buena fe simulada, como son la fecha de publicación
y/o la fecha de notificación. Por otro lado, en el Derecho Cambiario y en general para
toda clase de transacción con bienes muebles, rige la presunción de buena fe,
establecida por el artículo 914 del Código Civil.
En caso el solicitante pueda demostrar la mala fe del obligado, éste último obviamente
no será liberado de su obligación, y le serán aplicables las acciones penales del caso.
2.6 DECLARACIÓN DE INEFICACIA DEL TÍTULO ORIGINAL
Como consecuencia de la petición de que trata el artículo 102, el Juez deberá
comprobar el derecho del peticionante a la emisión de un duplicado o a la ejecución
inmediata de las prestaciones, y en ambos casos, a la ineficacia del título original
extraviado, sustraído o destruido. Parra ello deberá previamente cumplir con lo
siguiente:
 Comprobar que el peticionario ostenta el derecho que sustenta su pretensión, y
transcurridos diez días desde la última publicación, no se haya presentado
oposición alguna, o;
 De presentarse oposición, ésta hubiera sido desestimada en resolución firme, es
decir, que ponga fin a la controversia.
Montoya Manfredi aporta una visión adicional respecto de esta oposición ante el
tenedor o fedatario:
“La Ley no se ha puesto en la situación de la prudencia sustitutoria del protesto, o que el
título tenga la cláusula sin protesto, por lo que es aconsejable que el obligado que recibió
la comunicación la ponga en sentido de la entidad del Sistema Financiero, que debe
cancelar el título con cargo a dicha cuenta, o a la Cámara Provincial de Comercio, a
efecto, en el primer caso, de evitar el pago mediante el débito en su cuenta, y para evitar,
en el segundo, que su nombre aparezca en el Registro Nacional de Protestos”. Esta
diligencia del obligado es opcional, por no estar plasmada en la Ley, aunque
recomendable; sin embargo, nosotros consideramos que, a fin de evitar un pago indebido
a un poseedor ilegítimo, sería mejor si dicha comunicación a la empresa financiera o a la
Cámara de Comercio la realiza derechamente el poseedor afectado.
Respecto de ello, Carlos Malagarriga sostiene:
“Para el aviso al girado se ordena que se recurra a una notificación judicial, dada, sin
duda, la mayor importancia que reviste el que llegue a conocimiento del girado del
extravío del documento. Por lo mismo, el portador legítimo del título perdido debe,
aunque la ley no lo exija, avisar particularmente de inmediato al girado, sin perjuicio de
solicitar también inmediatamente la notificación judicial,
pues ésta podría demorarse”.
4 REPOSICIÓN EN LA LEY DEL MERCADO DE VALORES
En caso el título valor partido, destruido, extraviado o sustraído se encuentre registrado en un
dispositivo centralizado de convenio, la regeneración o inutilidad deberá someterse a las
normas de la Ley del Mercado de Valores (en adelante LMV). Al respecto, el artículo 33 de la
LMV establece lo siguiente: “Dentro del día próximo de tomado entendimiento del avería,
descarrío o sustracción de un valor o de cualquier mesura judicial o acto que afecte al valor, el
emisor o el encargado de sus custodia debe colocar tal hecho en entendimiento de la bolsa o
entidad garante de la dirección del mecanismo centralizado en el que estuvieren registrados,
así como de CONASEV. En los casos de extravío o sustracción de valores, las referidas
instituciones deberán dar una adecuada publicidad a tales hechos. En los casos de deterioro,
extravío y sustracción de los valores mobiliarios, son aplicables las disposiciones de la Ley de
Títulos Valores”

5 REPOSICIÓN DE TÍTULOS VALORES NOMINATIVOS E


INTRANSFERIBLES
Finalmente, el artículo 108 establece un régimen especial para la reposición de los
títulos nominativos. Como sostuvimos en el punto 2.1 del presente artículo, cada tipo de
título valor tiene normas específicas para su transferencia y circulación, y por ello la
buena fe en la adquisición responderá al análisis diligente que haga el que quiera
adquirir el título.
Así, para los títulos intransferibles o nominativos, cuya propiedad y titularidad constan
en los registros del emisor, el sólo mérito de una comunicación notarial del titular al
obligado principal, solicitando un duplicado por causales de pérdida, sustracción o
destrucción, obliga a éste a emitir el duplicado a favor de la persona inscrita en el
registro o matrícula como titular. El título original, sustraído, destruido o perdido no
será transferible, ni negociable, en cuanto el titular se encuentra registrado en la
matrícula, y es el único que pude ejercer los derechos que dicho título le confieren.
.
6 A MODO DE CONCLUSIÓN
De esta forma, hemos hecho una sumaria revisión del régimen general establecido en la
Ley No. 27287, Ley de Títulos Valores, para los casos de sustracción, deterioro total,
destrucción o extravío de títulos valores. Consideramos que si bien el proceso que estas
causales originan está bien identificado, y sus consecuencias correctamente anticipadas,
existen aún algunas
contradicciones y vacíos originados en la dualidad de procedimientos ante los distintos
niveles de deterioro del título o por la completa ausencia física causada por la
sustracción o la pérdida.
Respecto del aspecto estrictamente procesal de la pérdida, deterioro, destrucción o
sustracción del título valor, consideramos que el proceso sumarísimo, establecido por la
LTV, constituye la vía adecuada, puesto que por su menor número de actos procesales,
extensión en plazos y requisitos formales, permite una mayor celeridad y al mismo
tiempo, una debida defensa y salvaguarda del interés del tenedor que considera legítimo
su derecho.
Asimismo, consideramos pertinente hacer un acercamiento a la figura de la circulación
irregular, y no sólo respecto de sus efectos procesales si no la forma de subsanar tal
hecho en el Derecho Cambiario. De esta modo, hemos también citado algunos efectos
penales y administrativos de cada acto, con los cuales se puede tener una visión más
amplia de este tema, tan sutil en cuanto que no ha sido tratado ampliamente por la
doctrina, pero a la vez fundamental por tratarse de bienes muebles que por su tamaño y
material son sujetos a deterioro involuntario; y muchas veces por su valor son objeto de
codicia y sustracción.
Consideramos fundamentales en este tema dos aspectos: la regulación de la buena fe en
la adquisición de títulos valores, dependiendo de su clase, lo cual tratamos en la parte
general del punto 1.1, y el régimen de oposición del tenedor, que enfrenta su derecho al
del solicitante de la ineficacia, cumplimiento de la obligación o reposición,
dependiendo del caso.

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