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Políticas de Antibióticos, Desinfectantes y Antisépticos

Este documento describe las políticas y estrategias para mejorar el uso de antibióticos en un hospital, incluyendo la creación de un comité de antibióticos multidisciplinario y un programa de uso racional de antibióticos. El objetivo principal es mejorar la calidad de la atención al paciente mediante la reducción de la resistencia a los antimicrobianos, los costos del tratamiento y el logro de resultados óptimos. En las primeras etapas, se realizaron mapas bacteriológicos y, después de un año, se obtuvieron resultados alentadores
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Políticas de Antibióticos, Desinfectantes y Antisépticos

Este documento describe las políticas y estrategias para mejorar el uso de antibióticos en un hospital, incluyendo la creación de un comité de antibióticos multidisciplinario y un programa de uso racional de antibióticos. El objetivo principal es mejorar la calidad de la atención al paciente mediante la reducción de la resistencia a los antimicrobianos, los costos del tratamiento y el logro de resultados óptimos. En las primeras etapas, se realizaron mapas bacteriológicos y, después de un año, se obtuvieron resultados alentadores
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Contenido

1. INTRODUCCION...........................................................................................................................................1
2. POLITICA DE ANTIBIOTICOS.........................................................................................................................2
2.1. MÉTODOS............................................................................................................................................3
2.2. DISCUSIÓN..........................................................................................................................................8
2.3. Fundamentos de políticas de antibióticos........................................................................................10
3. ANTECEDENTES DEL DESARROLLO DE RESISTENCIA.................................................................................11
4. USOS ANTIMICROBIANOS..........................................................................................................................13
4.1. Terapia empírica...............................................................................................................................13
4.2. Terapia dirigida al patógeno.............................................................................................................13
4.3. Profilaxis............................................................................................................................................13
4.4. Métodos para gestión de resistencia...............................................................................................14
4.5. Administración de antibióticos.........................................................................................................14
5. POLÍTICAS NACIONALES DE USO DE ANTIBIÓTICOS..................................................................................15
5.1. Gestión de antibióticos en centros de atención en salud................................................................15
5.2. COMITÉ DE ANTIBIÓTICOS................................................................................................................16
5.3. Equipo de manejo de antibióticos....................................................................................................16
5.4. CAPACITACIÓN..................................................................................................................................18
5.5. Rol del laboratorio de microbiología................................................................................................18
5.6. Control de infecciones asociadas a la atención en salud.................................................................21
6. USO DE ANTISÉPTICOS Y DESINFECTANTES...............................................................................................21
6.1. Introducción......................................................................................................................................21
6.2. Productos a utilizar...........................................................................................................................22
6.3. PRECAUCIONES PARA EL PERSONAL.................................................................................................27
6.4. VESTIMENTA DE LOS OPERADORES..................................................................................................27
6.5. MANTENIMIENTO Y CONSERVACIÓN DE LOS ANTISÉPTICOS Y DESINFECTANTES..........................27
6.6. DESINFECTANTES HOSPITALARIOS...................................................................................................28
7. ANTISÉPTICOS HOSPITALARIOS.................................................................................................................30
8. RECOMENDACIONES GENERALES EN EL USO DE ANTISÉPTICOS Y DESINFECTANTES EN HOSPITALES....31
1. INTRODUCCION

La utilizació n inadecuada de los antimicrobianos ha traído como consecuencia un


incremento de la resistencia de los microorganismos y un aumento en los costos
hospitalarios. Esta situació n provoca mala calidad en el servicio. Durante 2 añ os se
aplicó una política racional inducida a reducir el uso, o poner en reposo, a los
antimicrobianos poco efectivos o inefectivos, en todo el servicio médico del Hospital
Clinicoquirú rgico Docente "Joaquín Albarrá n", de Ciudad de La Habana, Cuba. Se
aplicaron procederes y métodos creados por un equipo multidisciplinario. La forma
de restricció n del uso de antimicrobianos, a partir de un Grupo de Control, muestra
alentadores resultados. En el trabajo se explican las funciones de este grupo. Se
obtuvieron resultados concretos en la disminució n de la resistencia microbiana frente
a los antimicrobianos má s utilizados. Son significativos los datos que muestran la
reducció n de costos y volú menes de antibió ticos usados en relació n con el añ o de
referencia, período en el que aú n no se practicaba la política actual. La investigació n
demostró , que esta política es aplicable en cualquier hospital, a bajo costo y con
resultados a corto plazo.

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2. POLITICA DE ANTIBIOTICOS

La política de antibió ticos es el conjunto de estrategias y actividades llevadas a cabo


para organizar el tratamiento antimicrobiano en el hospital, y conseguir resultados en
salud para los pacientes. Los principios bá sicos que deben dirigirla son la medicina
basada en la evidencia, la epidemiología local y la libertad de prescripció n de los
facultativos. En la actualidad, la política de antibió ticos es má s necesaria que nunca
por razones clínicas, epidemioló gicas y econó micas. La Comisió n de Infecciones es la
responsable de la política de antibió ticos en los hospitales. Sus funciones, como
ó rgano asesor de la direcció n médica, son el aná lisis de la epidemiología de las
infecciones del centro, las medidas para su prevenció n y control, la mejora del uso
apropiado de los antimicrobianos, la formació n y la producció n de conocimientos.
Conseguir los objetivos clínicos, ecoló gicos y econó micos de la política de antibió ticos
no es tarea fá cil. Poner de acuerdo a cientos de profesionales en torno a las
recomendaciones sobre indicaciones, posología y duració n del tratamiento antibió tico
basadas en las mejores evidencias científicas y en las guías locales, es complejo, pero
se puede hacer. Para ello es clave que la Comisió n de Infecciones desarrolle el PROA a
través de un equipo multidisciplinar y con liderazgo profesional, y que cuente con el
apoyo institucional que asegure que el buen uso de los antimicrobianos es un objetivo
prioritario del centro, y por lo tanto de cada uno de los servicios implicados, y que el
equipo de PROA dispone de los recursos necesarios.

Las enfermedades infecciosas son una de las principales causas de la morbilidad y


mortalidad de los pacientes ingresados en nuestros hospitales. Por esta razó n los
antimicrobianos son los medicamentos má s utilizados en el tratamiento de estos
pacientes; pero en muchas ocasiones su utilizació n es inadecuada. Segú n nuestros
estudios y otros estudios de colegas especializados,1-4 se puede reportar hasta el 75
% de uso incorrecto. El creciente consumo de este grupo farmacoló gico ha traído
como consecuencia un aumento de la resistencia de los microorganismos a
antimicrobianos que antes eran susceptibles. Esto ha determinado muchos fracasos
terapéuticos y la necesidad de utilizar drogas má s tó xicas y costosas1,5-10 capaces de
producir graves consecuencias para la salud humana.11,12 Ademá s la utilizació n
irracional de los antimicrobianos crea un problema econó - mico en nuestros
hospitales y en los de otros países, porque incrementa los costos de salud. Este
fenó meno se manifiesta de forma especial en el sistema hospitalario del Tercer
Mundo.11-13 Es interesante señ alar que en 1983 se gastaron en el mundo 9 000
millones de dó lares en antimicrobianos y se espera que a finales de siglo la cifra se
eleve a 40 000 millones de dó lares.14,15 Es evidente que todos estos elementos
negativos provocan una mala calidad en la atenció n del paciente hospitalizado.

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Nuestro grupo de trabajo, al tomar en cuenta los antecedentes señ alados desarrolló
un programa de uso racional de antimicrobianos y lo sustentó en bases científicas y no
solamente en criterios de expertos. Tres han sido los objetivos que nos hemos
propuesto: 1. Disminuir la resistencia de los microorganismos. 2. Reducir los costos en
el tratamiento hospitalario. 3. Obtener una ó ptima calidad de atenció n. Esta política de
antimicrobianos comenzó sus primeros pasos con la confecció n de los mapas
bacterioló gicos. Ya en el primer añ o de aplicada se comienzan a obtener resultados
alentadores, tales como la reducció n de la resistencia en los antibió ticos estudiados y
la disminució n de los costos. El desarrollo del estudio y el aná lisis de los resultados,
nos permite comentar el objetivo principal que perseguimos: "mayor calidad en la
atenció n a pacientes hospitalizados".

2.1. MÉTODOS

A la hora de confeccionar el equipo de trabajo para enfrentar las tareas obligadas de


este estudio, 2 premisas nos sirvieron de base: − Un equipo multidisciplinario − La
participació n de cada miembro con una tarea concreta sin excedernos nunca en el
nú mero de expertos ni en la diversidad de especialidades. La estructura del equipo
debía ser muy sencilla, pero debía permitir analizar los mú ltiples elementos que se
tendrían en cuenta para poder sustentar, de manera racional y objetiva (en el mundo
de la praxis y en el mundo de la abstracció n científica) la política trazada. De esta
forma, logramos hacer que participaran la administració n de nuestro hospital; los
especialistas del á rea microbioló gica; los farmacó logos, epidemió logos, farmacéuticos,
médicos especialistas de las á reas clínica y quirú rgica, ingenieros en informá tica y
especialistas en economía. Entre los primeros pasos para materializar la política
trazada, estuvieron aqué- llos que nos llevaron a la confecció n de los mapas
bacterioló gicos. Como es sabido, el nutriente fundamental de estos mapas se
encuentra en los resultados, estudio y graficació n de los cultivos y antibiograma. El
método de difusió n en agar de Bauer-Kirby1,5,16,17 fue el procedimiento técnico
escogido para conocer los índices de resistencia de los microorganismos frente a los
antimicrobianos.

Evaluamos que este procedimiento técnico se recomendaba por sí mismo dada su


explotació n internacional y la seguridad de sus resultados. Los datos obtenidos como
consecuencia del trabajo diario se acumularon y estudiaron a lo largo de 12 meses.1
En posesió n de este cú mulo de informació n, y a fin de comenzar a aplicar la política de
actuació n, se informó trimestralmente el resultado de los mapas obtenidos a cada uno
de los diferentes servicios médicos del hospital. Como herramienta de apoyo fue
necesario estimular el uso de cultivos para que los mapas adquiriesen mayor valor de
uso.18 En el desarrollo del trabajo surgió un inconveniente. Necesitá bamos utilizar

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antibió ticos específicos cuyos discos de antibiograma no teníamos en existencia.
Nuestro laboratorio de microbiología, luego de un cuidadoso trabajo, logró fabricar
discos de antibiograma para esos antibió ticos.19 La técnica de determinació n de la
actividad bactericida en el suero se comenzó a practicar desde el comienzo del
trabajo.20 El laboratorio de microbiología controló todos los meses la resistencia de
los gérmenes a los antimicrobianos. Con los resultados de este control se obtuvo un
pará metro que nos facilita medir los resultados de la política trazada. A estos estudios
microbioló gicos se les aplicó la técnica estadística de comparació n para 2 muestras
independientes y se utilizó un alfa de 0,05. Realizamos un aná lisis retrospectivo a las
historias clínicas de los egresados que usaron antibió ticos en los mayores servicios
médicos del hospital, esto es, Medicina Interna y Cirugía General, para determinar las
modalidades de uso y así detectar los há bitos de prescripció n, combinació n, intervalos
y dosis incorrecta.

Confeccionamos una encuesta de conocimientos sobre antimicrobianos y la aplicamos


al cuerpo médico de forma anó - nima. Los resultados fueron similares a los reportados
por Simmons: no se conocían lo suficiente, má s del 50 % de las preguntas se
respondieron mal. Con todos estos argumentos los colectivos médicos de cada servicio
confeccionaron una guía, por consenso, de conductas terapéuticas antimicrobianas
para cada entidad nosoló gica, para definir las formas de uso empírica, específica o
profilá ctica para cada caso. Los servicios quirú rgicos acordaron comenzar a aplicar la
"profilaxis perioperatoria". Los resultados obtenidos se reflejaron de inmediato, con
signos positivos, en beneficio de la política trazada. Fue necesario establecer un
control sobre los antimicrobianos que mostraron mayor índice de resistencia en su
lucha contra las infecciones, y se estableció un fuerte control con aquéllos que deseá -
bamos proteger por ser má s tó xicos y costosos y de reciente adquisició n.
Esta diná mica de funcionamiento hizo que se creara el comité de expertos que se
formó a partir de un colectivo multidisciplinario conocedor de enfermedades
infecciosas o con amplia experiencia en la terapéutica antimicrobiana. Este grupo
control asumió varias funciones:
– La primera y de gran importancia fue la de categorizar los antimicrobianos. Para ello
se apoyaron en la experiencia individual y colectiva y en los resultados de los estudios
de susceptibilidades (mapas bacterioló gicos).
– De esta forma los antimicrobianos quedaron divididos en 3 grupos: no controlados
(grupo I), semicontrolados (grupo II) y controlados (grupo III).
– Los antimicrobianos no controlados (grupo I) podían ser prescritos por todos los
médicos de la institució n. Los semicontrolados (grupo II), podían ser prescritos só lo
por los jefes de servicio, salas o docentes. El grupo de los controlados solo podían ser
autorizados por los miembros del comité de expertos.

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– Los jefes de guardia podían utilizar por su cará cter de excepcionalidad médica de
urgencia todos los grupos. Si eran utilizados antimicrobianos del grupo III, la farmacia
informaba directamente al comité de expertos, y éste valoraba el caso, aprobando o
no, la continuidad del tratamiento.
– El comité de expertos tiene la facultad de hacer pasar a «reposo» o restringir
aquellos antibió ticos que presentan un elevado índice de resistencia y se han
convertido, en medicamentos inefectivos.

Como consecuencia de este estudio y al observar sus resultados, en nuestro centro


hospitalario se encuentran en " reposo" y desde el primer añ o de aplicada la política
los antibió ticos ampicillín, carbenicilina y cefaloridina que só lo pueden ser utilizados
si existe susceptibilidad en estudios microbioló gicos. El tiempo de reposo está
determinado, en primer lugar, por los resultados de los estudios de resistencia. Debe
reseñ arse que la funció n de la farmacia es fundamental. Un buen trabajo de este
servicio ayuda, de forma decisiva, a la verificació n y el control de los antimicrobianos
a través de los despachos; en especial, los medicamentos comprendidos en los grupos
semicontrolados (grupo II) y los controlados (grupo III). Para ellos, confeccionamos
un registro específico donde se asienta esta informació n
Como complemento de este modus operandi, diseñ amos y pusimos en funcionamiento
un protocolo computadorizado sobre la base de datos Quest Tree. Este protocolo
recoge, entre otros, los siguientes:

a) Informació n general del paciente.


b) Factores de riesgo.
c) Procederes terapéuticos, clínicos y quirú rgicos.
d) Detalles de uso de antimicrobianos.
e) Resultados obtenidos en el laboratorio microbioló gico.

La fuente que nos suministraba la informació n se encontraba en la historia de cada


paciente, tratados con antimicrobianos, a la hora de su egreso. Luego se procesaban
estos datos, y la informació n obtenida, se transmitía cada mes a cada Jefe de Servicio.
Ellos evaluaban el uso de los antimicrobianos, en cada paciente, conjuntamente con su
colectivo médico. Otro protocolo de informá tica29 se elaboró durante el trabajo, éste
nos sirvió para ordenar y llevar al lenguaje médico, los mapas bacterioló gicos. Los
datos referidos a los costos causados por consumo de antimicrobianos en pacientes

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hospitalizados, uno de los objetivos má s importantes perseguidos por este trabajo, los
aportaron el servicio de Farmacia y el Departamento de Contabilidad. Toda la
informació n de la actividad hospitalaria a la que hacemos referencia en el acá pite
discusió n se elaboró y facilitó por el departamento de Registros Médicos
RESULTADOS
Sería agotador para el lector exponer los resultados de resistencia frente a todos los
antimicrobianos, las cifras muestran que el 76 % de los antimicrobianos estudiados
aumentaron su eficacia terapéutica durante el período en que aplicamos el siguiente
estudio y analizamos sus resultados.

Para ilustrar mejor a los especialistas interesados, seleccionaremos aquellos


antimicrobianos que má s frecuentemente se usan en nuestro hospital. Mejoran
notablemente su índice de resistencia a la kanamicina 6,5 %, gentamicina 16 % y la
novobiocina 22,3 %; só lo la penicilina incrementó su resistencia, incidencia que
analizaremos en el acá pite de discusió n. Los antimicrobianos que se encuentran en
reposo, carbenicilina, ampicillin y cefaloridina motivaron un descenso en los índices
de resistencia cuyos valores fueron 25 %, 24,6 % y 13 % respectivamente (si lo
comparamos con los índices del añ o de referencia). Como consecuencia de estos
resultados se dejó de adquirir la cefaloridina y se disminuyeron en 85,3 % las
adquisiciones de ampicillín y carbenicilina

Entre los objetivos importantes de nuestra investigació n se distingue la disminució n


de los costos hospitalarios. Se evidencia, al analizar las cifras, un decrecimiento en el
uso y gastos por concepto del uso racional de los antibió ticos. Los costos bajan parcial
y generalmente como consecuencia directa de la aplicació n de la Política de
Antibió ticos, que pretende un equilibrio eficiente entre los intereses econó micos, la
racionalidad científica y la calidad del servicio. En la figura se aprecia el incremento de
los ingresos y las operaciones mayores, la estabilidad de la tasa de infecció n (como
consecuencia de la aplicació n de la Política se logra identificar la verdadera tasa en el
primer añ o: 8,6) y la tasa de mortalidad neta que también disminuyó (tabla 1).

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2.2. DISCUSIÓN

Nuestra experiencia de 3 añ os en la aplicació n de la Política de Antibió ticos nos


permite hacer algunas consideraciones.
• La estructura multidisciplinaria que organizó y orientó la política de
antimicrobianos realizó una funció n determinante.
• No estamos exentos de dificultades e incomprensiones. No resultó fá cil convencer a
nuestros colegas. Aú n hoy día existen en nuestro colectivo médico algunas
incomprensiones con respecto a la política. Los médicos desean mantener su
independiente derecho a prescribir drogas y se sienten amargamente agraviados por
los intentos de otros, no importa cuá n expertos sean.
• La preparació n previa de los mapas bacterioló gicos y la calidad de
perfeccionamiento de las técnicas microbioló gicas, permitió obtener un resultado
ó ptimo. Estos elementos junto al comité de expertos conforman las bases científicas
en la aplicació n de la política.
• Ademá s, después de aplicar la Política de Antibió ticos, la resistencia de las bacterias
disminuye mucho.30 En el grupo I la penicilina incrementó su resistencia y esto es
debido a 2 factores: al inicio del programa su resistencia era alta; al restringir y
controlar a un buen grupo de antimicrobianos se comenzó a abusar de ella. Esto
determinó que el comité de expertos después de un aná lisis cuidadoso, la pasara al
grupo III, al inicio del tercer añ o de la investigació n. El estudio ha demostrado que
debemos continuar la bú squeda de soluciones de control para el grupo I.
• Se introduce el uso profilá ctico perioperatorio y resulta un menor índice de infecció n
posquirú rgica.
• De los antibió ticos en reposo los resultados obtenidos son esperanzadores. La
disminució n fue cuantitativamente superior al resto del grupo II. Estos antibió ticos
podrá n ser utilizados de nuevo con resultados terapéuticos má s eficientes. Los
resultados econó micos son alentadores aunque el período estudiado es breve. Las
cifras de ahorro son importantes para nuestro hospital. Aú n no hemos podido conocer
la cantidad ahorrada en gastos indirectos. – Los logros de esta política o programa se
obtienen a corto plazo. En las tablas 2, 3 y 4 se pueden analizar los resultados econó -
micos positivos obtenidos bajo los efectos de la política

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• Los datos presentados en la figura, permiten explicar varios aspectos: La actividad
hospitalaria creció después de la política; el nú mero de ingresos se incrementó ; los
gastos de antimicrobianos disminuyeron, a pesar que las operaciones se
incrementaron en má s de 2 000, lo que nos hubiera llevado a un mayor consumo de
antibió ticos; la tasa de infecció n se mantiene dentro de los pará metros aceptables y el
índice de mortalidad disminuyó . Con estos 2 ú ltimos factores se demuestra que la
política no provocó efectos negativos.
Podemos concluir que nuestra política logró disminuir la resistencia de los
microorganismos. Antimicrobianos que hoy son poco efectivos y mañ ana será n muy
ú tiles. Demostramos que es posible hacer una política de medicamentos en un país
subdesarrollado, a bajo costo y con importantes resultados econó micos. Es bueno
recordar que entre el 40 y el 60 % del presupuesto de medicamentos de un hospital
está compuesto por este grupo farmacoló gico.
Al hacer un uso científico racional y equilibrado de los antimicrobianos, la calidad de
atenció n al paciente es superior. Una forma de medir la eficiencia de la política está
dada por la disminució n de los costos, que implicó no usar gran cantidad de dosis de
antimicrobianos. Esta reflexió n nos lleva a preguntarnos:
• Cuá nto dañ o dejamos de hacer?
• Cuá ntas insuficiencias renales evitó nuestra política?
Por ú ltimo, sugerimos aplicarse en otros hospitales e incluso, pensamos en otros
grupos farmacoló gicos que se quieran proteger en aras de una mejor calidad de
atenció n

2.3. Fundamentos de políticas de antibióticos

• Debido al uso extendido de antibió ticos que albergan, los centros de atenció n en
salud favorecen la selecció n de cepas bacterianas resistentes.
• Para posponer el desarrollo de resistencia en los microorganismos, el uso de
antibió ticos debe ser cuidadoso y racional.
• Se debe fomentar la correcta prescripció n de antibió ticos en hospitales y centros de
atenció n en salud.
• El laboratorio de microbiología puede orientar a los internistas en el uso de
antibió ticos específicos.
• Es importante contar con un programa de administració n de antibió ticos, a fin de
disminuir el riesgo de resistencia.

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3. ANTECEDENTES DEL DESARROLLO DE RESISTENCIA

El descubrimiento de los antibió ticos fue un hecho revolucionario que ha salvado


millones de vidas; sin embargo, su efectividad ha ido disminuyendo a la par que los
microorganismos van desarrollando resistencia a sus efectos. El surgimiento de
bacterias resistentes a muchos antibió ticos (como la tuberculosis multirresistente,
bacterias Gram-negativas productoras de betalactamasa y carbapenemasas, y el
Staphylococcus aureus resistente a meticilina, SARM) ha creado un círculo vicioso que
demanda constantemente nuevos antibió ticos, invariablemente má s costosos. Muchos
servicios médicos no pueden costear estos nuevos medicamentos y por lo tanto sus
pacientes, especialmente en países en desarrollo, no reciben el tratamiento apropiado.
Para mantener la susceptibilidad, o al menos postergar el desarrollo de resistencia, es
necesario hacer uso racional de los antibió ticos. Esto es de primer interés para todas
las partes: gobierno, médicos y la comunidad en general. El proceso de desarrollo de
resistencia puede retardarse con un sistema de prescripció n adecuado; esto incluye:
1) capacitació n,
2) políticas de antibió ticos y
3) vigilancia de uso de antibió ticos y resistencia bacteriana con envío perió dico de
informes a la comunidad médica. También se requiere la implementació n de
actividades efectivas de prevenció n y control de infecciones (PCI). La resistencia a
antibió ticos se desarrolla a través del proceso natural de mutació n. Debido a que las
bacterias se multiplican rá pidamente (a veces cada 20 minutos), las mutaciones se
materializan muy rá pidamente. La resistencia puede transferirse no solo a la
descendencia, sino que en ocasiones ademá s a bacterias completamente diferentes. La
adquisició n de resistencia a través de plá smidos, transposones o mutaciones genéticas
directas puede desembocar en que la progenie (células hijas) muestre alteraciones al
sitio blanco de acció n del antibió tico, la producció n de enzimas desintoxicantes o que
éstas se manifiesten en una menor absorció n del antibió tico. Si esto sucede en un
ambiente en que el antibió tico es usado habitualmente, se producirá la selecció n de
cepas bacterianas resistentes. En un centro de atenció n en salud con un programa
inadecuado de PCI, éstas pueden diseminarse y causar brotes.

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Los antibió ticos afectan la flora bacteriana normal, la que puede volverse resistente y
actuar como reservorio de genes de resistencia. Esto plantea un problema ú nico, en el
sentido que el tratamiento a la infecció n de un paciente puede afectar a otros
pacientes. Por lo tanto, cada vez que sea posible deben usarse antibió ticos de espectro
reducido. Los antibió ticos también son de uso extendido en medicina veterinaria
(para infecciones y como promotores del crecimiento) y en la agricultura, lo que crea
reservorios adicionales de microbios resistentes a antibió ticos que pueden infectar a
los seres humanos.
El uso excesivo de agentes antimicrobianos es directamente responsable del
desarrollo de resistencia; por lo tanto se debe fomentar el ejercicio de buenas
prá cticas de prescripció n de antibió ticos. También debe aplicarse intervenciones
efectivas de PCI, pese a que algunos modelos matemá ticos sugieren que en situaciones
en que se dan tanto un nivel importante de resistencia a antibió ticos y un alto
consumo de antimicrobianos, la mejor solució n es el control del uso de antibió ticos. El
impacto clínico de la resistencia a antibió ticos es enorme, con mayores tasas de
morbilidad y mortalidad.
Los pacientes con microorganismos resistentes requieren de hospitalizaciones má s
largas, lo que se traduce en mayores costos y pérdida de días-cama. En la comunidad,
el tratamiento de enfermedades tales como TBC, especialmente la TBC asociada a
síndrome de inmunodeficiencia adquirida (SIDA), se ve disminuido en su eficiencia al
enfrentarse a cepas multirresistentes.

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4. USOS ANTIMICROBIANOS

4.1. Terapia empírica

La terapia empírica es el tratamiento para una infecció n posible o probable antes de


que se encuentren disponibles los resultados de laboratorio, o cuando es imposible
obtenerlos. Es factible que sea necesario tomar decisiones empíricas basadas en la
evidencia microscó pica, sin el aporte adicional de cultivos e informació n de
sensibilidad; sin embargo, es necesario revisar esta informació n cuando sea posible
obtenerla.

4.2. Terapia dirigida al patógeno

La terapia dirigida al pató geno es un tratamiento antibió tico diseñ ado de acuerdo a
los resultados de investigaciones microbioló gicas, y cuyas opciones son determinadas
segú n informació n específica de sensibilidad o resistencia.

4.3. Profilaxis

La profilaxis es el uso de antibió ticos para prevenir una infecció n. Generalmente se


aplica justo antes de una cirugía y debe centrarse en los microorganismos que con
má s probabilidad podrían causar una infecció n después del procedimiento. También
puede usarse para prevenir

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4.4. Métodos para gestión de resistencia

Puntos clave de los programas de gestió n de antibió ticos


• Políticas a nivel nacional
• Políticas locales a nivel de hospital o centro de atenció n en salud
• Formularios y pautas adecuadas a las necesidades locales
• Equipos efectivos a cargo del control de infecciones
• Apoyo eficiente del laboratorio de microbiología
• Capacitació n y auditorías

infecciones en pacientes con compromiso inmune (por ejemplo, pacientes con SIDA,
cá ncer o trasplantados) o en aquellos que entran en contacto con fuentes de infecció n
conocidas (por ejemplo, meningitis meningocó cica, TBC). La profilaxis debe usarse
por el menor tiempo posible, y aplicarse durante el período en que los antibió ticos
resultan má s efectivos. Una terapia prudente requiere la revisió n oportuna de los
antibió ticos diagnosticados, especialmente para efectos de cambiar de administració n
intravenosa (IV) a oral. Los manuales y formularios locales deben proveer opciones
adecuadas

4.5. Administración de antibióticos

Los programas de administració n de antibió ticos son vistos como un factor clave para
modificar las prá cticas de prescripció n de los médicos, y disminuir el uso de
antibió ticos. El ejercicio de pautas o políticas de uso de antibió ticos, que pueden ser
nacionales, locales o específicas de cada centro de atenció n en salud, demuestran
compromiso con el uso prudente de antibió ticos. Su implementació n demuestra que el
gobierno, las sociedades médicas y la comunidad tienen conciencia del problema y
está n alineadas con la bú squeda de una solució n. Las políticas locales deben enfocarse
en el uso de antibió ticos con el menor espectro posible, menos costosos, de toxicidad
mínima y que generen un menor impacto en el desarrollo de resistencia. La
Ilustració n muestra los programas de atenció n en salud que requieren la cooperació n
e interacció n de mú ltiples equipos. La Tabla señ ala los puntos clave. Todo programa
debe ser bien diseñ ado e implementado a través de una combinació n de medios:
voluntad, persuasió n y/o restricció n.

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La capacitació n también es importante, así como la producció n y difusió n de pautas. El
programa debe ser sometido a auditorías regularmente, y se debe proporcionar
retroalimentació n tanto a usuarios como a directores. Si una auditoría indica que los
métodos voluntarios no está n funcionando, puede ser necesario agregar una
restricció n sobre ciertos tipos de antibió ticos.

5. POLÍTICAS NACIONALES DE USO DE ANTIBIÓTICOS

Las iniciativas deben comenzar a nivel nacional, con regulació n de la producció n e


importació n de antibió ticos, así como de la producció n local. Algunas funciones
relevantes de los gobiernos son la implementació n de leyes que disminuyan el uso de
antibió ticos de venta sin receta, imponer límites al uso veterinario de estos productos
y educar a la comunidad. El gobierno debe garantizar la disponibilidad de antibió ticos
esenciales suficientes para cubrir los requerimientos locales; y que cada centro de
atenció n en salud tenga acceso a servicios efectivos de microbiología y PCI. Es
necesario que la política nacional incluya capacitació n en uso y mal uso de
antibió ticos, tanto a nivel de pre como post grado. Es importante que existan pautas
escritas para el tratamiento de las infecciones má s importantes que pueden adquirirse
en la comunidad. La població n general debe recibir informació n acerca de las
consecuencias del mal uso de antibió ticos.
Los antibió ticos para uso humano solo deben ser prescritos por médicos o
trabajadores de la salud con capacitació n adecuada, que ademá s cuentan con una guía
de protocolos supervisados. Es necesario evitar la posibilidad de adquirir este tipo de
medicamentos sin receta. El uso de antibió ticos para fines veterinarios debe remitirse
al tratamiento de enfermedades, y no ser una prá ctica habitual para fomentar el
crecimiento o el bienestar (profilaxis grupal o de rebañ o)

5.1. Gestión de antibióticos en centros de atención en salud

La prescripció n inadecuada de antibió ticos puede resumirse en los siguientes


términos: “demasiados pacientes reciben antibió ticos de amplio espectro
innecesarios, por la vía incorrecta, en dosis inadecuada y por períodos de tiempo
demasiado prolongados”. A menudo, esta prá ctica se origina en la renuencia de
quienes prescriben, que consideran que su experiencia personal es má s relevante que
las recomendaciones basadas en la evidencia, o quienes ven estas iniciativas como una
excusa para disminuir costos. A menudo, los médicos cuestionan por qué debieran no
usar un antibió tico si está disponible. La respuesta es simple:

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los antibió ticos no actú an sobre el paciente; lo hacen sobre sus microorganismos. Los
tratamientos individuales pueden, y de hecho así lo hacen, generar un impacto sobre
otros pacientes mediante la propagació n de resistencia. Ademá s, una infecció n ocurre
en un paciente bajo el cuidado de muchos especialistas médicos diferentes, la mayoría
de quienes no cuentan con capacitació n específica en enfermedades infecciosas. El
manejo cuidadoso de antibió ticos en centros de atenció n en salud requiere un enfoque
integral que incluya la asignació n de prioridades por parte de la administració n e
involucra a mú ltiples actores, así como también necesita contar con el personal y
recursos financieros adecuados.
Los siguientes son algunos elementos importantes de un programa de gestió n
integral.

5.2. COMITÉ DE ANTIBIÓTICOS

Este comité puede constituirse en sí mismo, o ser parte del comité de medicamentos y
terapias. El comité de antibió ticos debe redactar pautas y protocolos locales para el
uso de antibió ticos. Los miembros deben ser:
• Médicos que prescriben antibió ticos (especialistas en enfermedades infecciosas,
medicina intensiva, medicina interna, pediatría, farmacología clínica, cirugía):
• Enfermeras, especialmente en países en los que prescriben antibió ticos;
• Farmacéuticos (aportará n informació n acerca del uso de antibió ticos);
• Microbió logos (aportará n informació n sobre resistencia bacteriana, así como
mecanismos y desarrollo de resistencia);
• Miembros de la administració n;
• Miembros del comité de control de infecciones (a menudo, especialmente en centros
pequeñ os, el microbió logo también corresponde a esta categoría);
• Otros profesionales, segú n se requiera.

5.3. Equipo de manejo de antibióticos

Los hospitales grandes y otros centros de atenció n en salud deben contar con un
equipo para asesorar en el uso de antibió ticos e implementar auditorías segú n se
requiera. Esta instancia reuniría a médicos especialistas en enfermedades infecciosas,
farmacó logos clínicos, farmacéuticos (idealmente con capacitació n especializada),
microbió logos clínicos y cualquier otro médico autorizado para utilizar antibió ticos de

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uso restringido. El requisito mínimo para centros de menor tamañ o es un
farmacéutico de antibió ticos (al menos de medio tiempo), que cuente con el apoyo de
un médico especialista en control de infecciones
Pautas y protocolos Los centros de atenció n en salud deben contar con políticas de
antibió ticos que incluyan guías y protocolos para uso de antibió ticos. Los protocolos
pueden ser específicos por sala, especialmente si hay problemas asociados a
resistencia bacteriana; por ejemplo en oncología o salas de cuidado intensivo.

Por lo general, una política de antibió ticos cubrirá las siguientes á reas:
 Lista de antibió ticos en el formulario; no se debe usar ningú n antibió tico fuera
de la lista.
 Pautas para el tratamiento empírico y dirigido de infecciones comunes, con
indicació n de dosis y duració n del tratamiento, terapias de primera y segunda
línea y qué usar para pacientes alérgicos.
 Protocolos para profilaxis quirú rgica (que incluyan ó rdenes de suspensió n
después de 24 horas).
 Protocolos para la disminució n del uso parenteral de antibió ticos, que incluyan
ó rdenes de suspensió n después de 3 a 5 días (segú n la severidad de la
infecció n) y recomendaciones para tratamientos secuenciales, como protocolos
de transició n de administració n IV a oral.
 Protocolos para la administració n de antibió ticos de uso restringido, que
incluyan có mo solicitarlos y quién puede autorizar su uso (a menudo el
microbió logo, médico de control de infecciones o médico especializado en
enfermedades infecciosas).

Las pautas y protocolos deben desarrollarse a partir de una conversació n con los
médicos, a fin de tomar en consideració n sus puntos de vista acerca del tipo de
antibió tico, ruta de administració n, dosis y duració n de la terapia. De esta forma todas
las partes los sentirá n como propios y su implementació n será má s fá cil. Los
antibió ticos para profilaxis quirú rgica deben variar segú n sea el tipo de operació n y
situació n epidemioló gica. Los antimicrobianos profilá cticos deben ser diferentes de
los usados habitualmente para tratarlas infecciones quirú rgicas. La lista de
antibió ticos disponible depende de la política de un país y de la forma de
financiamiento del sistema de atenció n en salud. La Organizació n Mundial de la Salud
recomienda una lista de antibió ticos esenciales en la Lista Modelo de Medicamentos
Esenciales10, la que se actualiza cada dos añ os. La lista má s reciente incluye 30
antibió ticos antimicrobianos : 23 en la lista bá sica, 2 para enfermedades de
transmisió n sexual y 5 en la lista complementaria para casos excepcionalmente
severos de infecciones asociadas a la atenció n en salud causadas por pató genos

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resistentes (ceftazidima, cefotaxima, imipinem+cilastatina, clindamicina y
vancomicina); también incluye otros 5 medicamentos de uso restringido para
tuberculosis multirresistentes
Los antibió ticos recomendados en pautas y protocolos específicos deben escogerse
segú n los patrones de resistencia bacteriana locales. Si un centro de atenció n en salud
no cuenta con servicio de microbiología, puede usar informació n de resistencia
regional o nacional. Si estos datos no existen, las pautas y protocolos pueden basarse
en informació n de resistencia internacional, aú n cuando esto resulta menos adecuado

5.4. CAPACITACIÓN

El uso correcto de las pauta y protocolos requiere capacitació n, especialmente de los


médicos má s jó venes. Esto incluye reuniones formales, rondas clínicas con miembros
del comité de antibió ticos o del equipo de manejo de antibió ticos, y charlas formales.
La capacitació n debe centrarse en los antibió ticos nuevos, nuevos métodos de
administració n y su influencia en la ecología bacteriana. Tanto empleados del centro
como profesionales independientes pueden proveer los servicios de capacitació n
requeridos, pero éstos NO deben ser suministrados por representantes de la industria
farmacéutica. Las presentaciones de empresas farmacéuticas deben ser avaladas por
el comité de antibió ticos y es necesario que un miembro de dicho comité se encuentre
presente al momento de la realizació n de la charla

Requerimientos mínimos para obtener un programa local de antibió ticos efectivo


1. Un comité de antibió ticos que desarrolle un formulario y pautas para la
implementació n de terapias empíricas y dirigidas, en el centro de atenció n específico.
2. Servicio de microbiología, en el centro de atenció n en salud o externalizado.
3. Vigilancia de consumo de antibió ticos y de resistencia antimicrobiana; entrega
perió dica de retroalimentació n a los profesionales a cargo de la prescripció n.
4. Programa de control de infecciones efectivo.
5. Capacitació n en uso de antibió ticos y consecuencias del mal uso de los mismos.
6. Auditorías regulares e integrales, con entrega de retroalimentació n a los
profesionales a cargo de la prescripció n.

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5.5. Rol del laboratorio de microbiología

La contribució n del laboratorio de microbiología es fundamental para un buen manejo


de antibió ticos en un centro de atenció n en salud. La aplicació n rutinaria de pruebas
de sensibilidad (antibiogramas) ayuda a identificar los niveles individuales de
sensibilidad y resistencia a antibió ticos específicos, y ayuda a los miembros de la
comunidad clínica a escoger terapias apropiadas.
Los laboratorios de microbiología solo debieran realizar pruebas con los antibió ticos
recomendados en pautas locales. Si un aislado muestra sensibilidad, el informe puede
limitarse al antibió tico de primera línea, y continuar con los de segunda solo en caso
de encontrarse con muestras de resistencia. Esto hace menos probable que se
prescriban antibió ticos de segunda línea (generalmente de mayor espectro, má s
tó xicos y costosos

Otros datos que emanan del laboratorio de microbiología y que constituyen un marco
de referencia para la elecció n correcta de antibió ticos y la reducció n del uso
innecesario, son:
• Vigilancia de resistencia bacteriana, con informes perió dicos a profesionales
encargados de su prescripció n.
• Revisió n del estatus de portador de microorganismos resistentes; detecció n
molecular y tipificació n
• Informes de sensibilidad antibió tica, que deben restringirse a agentes de espectro
reducido, con la incorporació n de antimicrobianos de segunda y tercera línea
exclusivamente cuando los primeros fallen.
• Informes regulares a usuarios acerca de los cambios en los patrones de resistencia,
vía publicaciones, correos electró nicos, etc

Se han recomendado varias estrategias de testeo e informe de sensibilidad antibió tica,


todas orientadas a la reducció n del riesgo de desarrollo de resistencia. Ellas incluyen
el informe selectivo y restringido a favor de los antibió ticos de primera línea; políticas
de rotació n cíclica de antibió ticos (es decir, el cambio regular de los antibió ticos
sometidos a informe); y detecció n molecular y vigilancia para determinarlos niveles
de resistencias de microorganismos clave.
Otras funciones importantes del laboratorio de microbiología incluyen notificar
temprana y regularmente al equipo de control de infecciones acerca de aislados
bacterianos resistentes (para ayudar a controlar su diseminació n), y entregar
retroalimentació n a la comunidad clínica acerca del uso y costo de antibió ticos, así

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como de la resistencia específica en las salas a su cargo (a menudo esta es la mejor
manera de cambiar há bitos de prescripció n).

Auditoría de cumplimiento Es necesario auditar el cumplimiento de todas las políticas


y normas. El informe de los datos extraídos de auditorías refuerza los mensajes
educacionales y ayuda a destacar las á reas donde se necesita má s trabajo.
Las auditorías suelen requerir un equipo multidisciplinario, generalmente liderado
por un microbió logo clínico o un médico especializado en enfermedades infecciosas,
ya que es necesario revisar las notas clínicas e interpretarlas correctamente. Si se
realizan como parte de rondas clínicas pedagó gicas, las auditorías pueden ser una
herramienta poderosa en el intento de desarrollar políticas de prescripció n má s
sensatas.

Algunas á reas claves a auditar:


• Observació n de los protocolos y normas en ejercicio: los medicamentos,
¿Está n siendo usados de acuerdo con el protocolo?
¿Se especifican claramente los tratamientos empíricos versus los dirigidos?
¿Se descontinú a oportunamente el uso de medicamentos?
¿Existe uso apropiado segú n la necesidad clínica y los resultados en microbiología?
¿Hay un uso y aplicació n correctos y apropiados de las pautas de profilaxis?

• Efectividad: ¿Se está n siguiendo las políticas y normas?


 Informació n de consumo: basada en control de inventario
 Recetas firmadas
 Informació n de uso: dosis diarias definidas, basadas en el nú mero de
días/cama del paciente y en el largo de su hospitalizació n.
• Pertinencia: Las políticas, ¿está n siendo aplicadas con efectividad?
 Dosis: ¿Demasiado o demasiado poco?
 Oportunidad: ¿Fechas de inicio y descontinuació n?
 Pertinencia: ¿Cumplimiento con las políticas locales?

Las preguntas de la auditoría también se pueden usar para formar un paquete. El


desarrollo y uso de paquetes de auditoría se basan en un enfoque de “todo o nada,” en
que cada elemento del paquete es tan importante como los demá s. En conjunto,

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constituyen un reflejo de la estrategia para una política integral de manejo de
antibió ticos

5.6. Control de infecciones asociadas a la atención en salud

Las cepas bacterianas resistentes se seleccionan por uso excesivo de antibió ticos, pero
también pueden ingresar a un centro junto a un paciente que viene de otro hospital,
residencia de cuidados permanentes o incluso de la comunidad. Si la PCI es efectiva, se
produce un equilibrio entre las cepas resistentes introducidas, seleccionadas y ‘dadas
de alta’ y es posible lograr un estado de contenció n de la resistencia. Una PCI eficaz
debiera disminuir las infecciones asociadas a la atenció n en salud, detener la
ocurrencia de brotes y disminuir la transmisió n de pató genos. Esto disminuirá el uso
de antibió ticos, así como la presió n antibió tica; por lo tanto, habrá una menor
selecció n de cepas resistentes. Sin embargo, la PCI no puede detener el surgimiento de
nuevos patrones de resistencia, y por lo tanto solo será exitosa en combinació n con
políticas de antibió ticos efectivas. Por cierto que un programa deficiente de PCI
produce má s infecciones, má s uso de antibió ticos, má s resistencia, etc.; se crea un
círculo vicioso. El equipo de control de infecciones debe trabajar en estrecha
colaboració n con el departamento local de microbiología y recibir informes
tempranos regulares acerca de pacientes en quienes se ha detectado una cepa
resistente. Las políticas locales deben identificar acciones a tomar para el aislamiento
efectivo de estos pacientes y para una adecuada limpieza ambiental una vez que hayan
sido dados de alta

6. USO DE ANTISÉPTICOS Y DESINFECTANTES

6.1. Introducción

Los desinfectantes y antisépticos constituyen una herramienta esencial para controlar


la diseminació n de agentes infecciosos .
Con su utilizació n apropiada se pueden obtener má ximos beneficios para lo cual se
debe tener en cuenta lo siguiente:
 Ningú n desinfectante es universalmente eficaz.
 Algunos agentes químicos son buenos cono antisépticos, pero no son efectivos
como desinfectantes , en tanto otros desinfectantes resultan tó xicos como
antisépticos.

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 No todos los elementos que entran en contacto con el paciente deben ser
esterilizados ni requieren la misma preparació n.
 Los antisépticos se usan sobre la piel para eliminar o disminuir la flora
residente y transitoria de la misma.
 Los desinfectantes son productos ampliamente utilizados para la destrucció n
de los microorganismos que habitan sobre una superficie inanimada , con
excepció n de las esporas bacterianas .

6.2. Productos a utilizar

a) Yodo-povidona:
La yodo-povidona es un compuesto químico entre la Polivinilpirrolidona (PVP) y el
Yodo o el ion Triioduro, con una formula especifica , de la cual dependen muchas de
sus propiedades .

Es un antiséptico relativamente libre de toxcidad e irritació n.


La solució n jabonosa resulta ú til para el lavado de manos antiséptico y para el bañ o
prequirú rgico de los pacientes . También puede ser utilizado como desinfectante de
nivel intermedio .
La solució n tó pica esta recomendada para la curació n de heridas . Tiene corta acció n
residual .No debe ser utilizado como desinfectante .
Ademá s de las bacterias Gram positivas y Gram negativas , elimina virus hongos ,
protozoos y levaduras .
También ha sido descrito como tuberculicida . El yodo puede penetrar rá pidamente
las paredes celulares de los microorganismos y absorberse a través de cualquier
superficie corporal , excepto la piel intacta del adulto.
Su uso frecuente no genera mas irritació n que su aplicació n especifica , siempre y
cuando estemos en presencia de yodo Povidona original y bajo normas nacionales e
internacionales

Deben mantenerse en recipientes opacos y al abrigo de la luz.


b) Gluconato de clorhexidina al 4 % :

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Es un antiséptico jabonoso de amplio espectro , bactericida eficaz contra gérmenes
Gram positivos y Gram negativos . Es también efectivo contra hongos y virus , ( in
vitro resulta efectivo contra virus encapsulados incluyendo el VIH , el herpes simple ,
citomegalovirus e influenza ). Su acció n es baja sobre Mycobacterium tuberculosis .
Su efecto germicida es rá pido y prolongado . Tiene una importante acció n residual
sobre la piel , entre tres y seis horas.
Actú a causando la ruptura de las membranas de la célula microbiana y precipitando
su contenido celular.
No es tó xico y puede usarse en recién nacidos.
Esta recomendado para el lavado de manos antiséptico del personal de salud de las
unidades de cuidados intensivos , quiró fano y unidades de aislamiento.
Resulta de gran utilidad en la descolonizació n de gérmenes Gram positivos de la piel
de los pacientes que van a ser intervenidos quirú rgicamente. Se ha demostrasdo que
una ducha diaria con este producto reduce la colonizació n por Staphylococcus aureus.
En reglas generales , la repuesta de la piel con el uso sucesivo y los reiterados lavados ,
es adecuada.
Debe mantenerse en su envase original , a temperatura ambiente y al abrigo de
la luz.
No deben usarse para la desinfección de elementos o superficies ya que no ha
sido formulado para este propósito .

c) Triclosan:
Es de amplio espectro y su actividad es buena frente a bacterias Gram positivas y
Gram negativas , exceptuando las especies de Pseudomonas . Actú a por ruptura de la
pared celular del microorganismo , su actividad frente a virus y hongos parece ser
reducida . Se puede absorber a través de piel intacta .
Las concentraciones jabonosas comerciales se presentan generalmente al 1%.

d) Alcohol Iodado:
Es una combinació n de yodo con alcohol al 70 % , se debe utilizar en concentraciones
al 2 % . Actú a sobre bacterias Gram positivas y Gram negativas , Mycobacterium TBC y
hongos . Se lo utiliza como antiséptico de elecció n para la preparació n de la zona
operatoria de la piel .

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Debe mantenerse en recipientes opacos para evitar que por la evaporación se
altere su concentración .

e) Alcohol:
Es una alternativa para la antisepsia de la piel en los pacientes sensibles al yodo , con
un tiempo de contacto no inferior a los 60 segundos.
Alcohol etílico al 70 % ( etanol) es mas frecuente en el ambiente hospitalario.
El alcohol isopropilico al 70 / 90 % ( isopropanol) es algo mas potente que el
etílico .

Ambos alcoholes son bactericidas rá pidos , mas que bacteriostá ticos , contra formas
vegetativas de bacterias. También son tuberculicidas , funguicidas y virucidas , pero
no destruyen las esporas bacterianas.
El alcohol isopropilico es incapaz de actuar frente a los virus hidró filos (Echo,
Cocksackie). Su actividad destructiva disminuye notablemente cuando se lo diluye por
debajo del 50% . La concentració n optima esta en un rango entre 60 y 90%.
Ambos alcoholes resecan la piel , lesionan el epitelio y provocan ardor cuando se
aplican sobre heridas abiertas .
La concentració n recomendable es al 70 % debido a que produce menos sequedad en
la piel y menor dermatitis química .
El alcohol al 70% con el agregado de emolientes en forma de gel , puede utilizarse
con lavado antiséptico (VER RECOMENDACIONES PARA LAVADO DE MANOS).
No tiene efecto residual pero varios estudios demostraron que es capaz de reducir el
99.7% la concentració n microbiana de la piel de las manos . Actú a desnaturalizando
las proteinas .Este efecto se consigue al reducir el alcohol con agua ( 70 % ).
Se recomienda para termó metros , estetoscopios y superficies externas de terapia
respiratoria.
Son inflamables y deben ser guardados en un lugar limpio , fresco , bien
ventilados y herméticamente cerrados.

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f) Peroxido De Hidrógeno:
Destruye los radicales hidroxilos. Ataca las membranas lipidicas , el ADN y otros
componentes esenciales de la célula . Es bactericida , funguicida , virucida,
tuberculizada y en altas concentraciones con tiempos prolongados es esporicida.
Se utiliza como Desinfectante de Alto Nivel ( DAN) . La concentració n utilizada debe
ser de 6 a 25 % en solució n estabilizada, 3% no es esporicida.
Debe contener inhibidor de la corrosió n . Es irritante para las mucosas.

Debe protegerse de la luz y conservarse en envase opaco y herméticamente


cerrado .

g) Hipoclorito De Sodio ( Agua Lavandina):


Es un desinfectante de uso comú n en el ambiente hospitalario. Cuando se usa al 1% ,
su uso queda limitado a laboratorios o sectores donde se manejen cultivos virales o
extensas superficies contaminadas con sangre .
Cuando se usa al 0.1 % , actú a como desinfectante siempre que se haya realizado una
buena limpieza previa en superficies en general .
Cuando se lo utiliza en superficies , el personal de limpieza que lo aplica debe hacerlo
con guantes resistentes . De esta forma se preserva el equilibrio de la flora normal de
las manos.
Se inactiva frente a materia orgá nica por lo cual no debe mezclarse con detergentes
produce vapores tó xicos e irritantes para los operadores .
Debe mantenerse en su envase original ( plá stico opaco ) y al abrigo de la luz . La luz
solar contribuye a la pronta degradació n del cloro .
Las soluciones se preparan con agua y en el momento de ser usadas , el resto debe
descartarse ya que pierde un principio activo .
De acuerdo con las ultimas normativas nacionales al respecto , la lavandina comercial
debe expenderse en una concentració n de 60 gramos de cloro activo por litro .
Su mayor ventaja , ademá s de su bajo costo , es su acció n rá pida.
El hipoclorito de sodio resulta corrosivo para el instrumental medico ya que lo
deteriora rá pidamente .

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IMPORTANTE:
 Las superficies ambientales no criticas contaminadas con sangre u otros
fluidos corporales deben ser limpiadas antes de aplicar hipoclorito de sodio
para desinfectarlas .
 El hipoclorito de sodio , como la mayoría de los desinfectantes , se inactiva en
presencia de materia orgánica.
 Aun en su envase original de plá stico opaco , cerrado y resguardado de la luz ,
las concentraciones de cloro activo se reducen en un 40 a un 50 % después de
30 dias de fabricada.
 Las soluciones no deben prepararse con agua caliente debido a que se forma
trihalometano ( cancerigeno animal )

h) Formaldehído:
Debe ser utilizado como solució n acuosa . Actualmente se desaconseja su uso
hospitalario , excepto en el reprocesamiento de hemodializadores , preparació n de
vacunas virales y para preservar piezas anató micas . Es bactericida , tuberculicida ,
fumicida , virucida y moderadamente activo contra esporas . Es toxico , irritante y
potencialmente carcinogenico. Es un desinfectante de alto nivel (DAN) . Muy irritante
tiene olor fuerte y el limite seguro para los trabajadores es de 0.75 ppm en 8 horas.
Debiendo ser utilizado con elementos de barrera.

i)Glutaraldehido Al 2% :
La solució n activada posee acció n esterilizante en tiempos prolongados ( 10 horas ) , y
actú a como DAN con periodos no inferior a los 20 minutos.
La solució n se activa cuando se mezcla con el alcalinizante , a partir de ese momento
posee una vida ú til de 14 días o 28 días.
No es corrosivo para metales , elementos de endoscopia , goma , plá stico y equipos de
terapia inhalatoria. No es activo contra bacterias , esporas , hongos , mico bacterias ,
virus lípidos y no lípidos.
La capacidad germicida de la solució n varia segú n el uso del producto activado . A
mayor uso diario , se produce una disminució n de la vida media del mismo .
Se recomienda su medició n y no el estandarizado durante 14 o 28 días . Algunas
marcas comerciales de este producto ofrecen tiras reactivas destinadas a medir la
concentració n del mismo.

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Es por ello que conviene tener en cuenta las especificaciones del fabricante.
La contaminació n de la solució n con materia orgá nica influenciara en la perdida de la
actividad.
La limpieza manual se realiza con jabones enzimá ticos , cepillando la superficie de los
instrumentos con cepillos duros ( no de metal ) bajo chorro de agua fría . No se debe
usar agua a mas de 45º c pues coagula la albú mina y hace difícil la limpieza.
Instrumentos acanalados , huecos y con cualquier tipo de luz deben ser lavados en su
interior mediante presió n.
Algunas investigaciones mostraron que los plá sticos y gomas absorben un 10 % de
glutaraldehido y lo van liberando en aproximadamente 24 horas . La absorció n
disminuye sometiendo el material a 2 minutos y agitando frecuentemente el material .
También el enjuague de elementos con canaletas , ranuras o luces interiores deben
efectuarse mediante presió n .
6.3. PRECAUCIONES PARA EL PERSONAL

Organismos Internacionales han normatizado que la concentració n en el ambiente no


debe superar 2 ppm. Esto se logra en un ambiente ventilado y exclusivo , con cubetas
de plá stico y herméticamente cerradas .
No se debe limpiar superficies externas de aparatos o medio ambiente con la solució n.
El glutaraldehido es sumamente toxico para la piel y las mucosas.
La inhalació n del mismo resulta toxico .
El personal que lo utiliza debe ser entrenado en su corroe manejo y conocer las
medidas de bioseguridad que debe emplear.
Debe implementar un control medico cada 180 dias.

6.4. VESTIMENTA DE LOS OPERADORES

 Barbijo de alta eficacia.


 Protecció n ocular ( gafas para evitar el riesgo de salpicaduras en mucosas
ocular)
 Guantes resistentes.
 Delantal impermeable.

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Dado que no se puede medir la toxicidad ambiental presente donde se utiliza el
producto , se recomienda que los operadores no permanezcan mas de 15 a 20 minutos
seguidos , especialmente con las cubetas contenedoras de glutaraldehido destapados.

6.5. MANTENIMIENTO Y CONSERVACIÓN DE LOS ANTISÉPTICOS Y


DESINFECTANTES.

La política hospitalaria , en materia de adquisició n y puesta en uso de los distintos


antisépticos y desinfectantes deberá ser clara y estar basada en criterios
cuidadosamente analizados . Deben Guardarse en envases originales con su respectiva
tapa.
Las diluciones y el fraccionamiento en las distintas áreas del Hospital deben ser
abolidos.
Deben ser utilizados en las concentraciones por el fabricante.
6.6. DESINFECTANTES HOSPITALARIOS

Los desinfectantes actú an reduciendo y matando células bacterianas por


desactivació n de enzimas, hidró lisis, y oxidació n, funcionando de forma má s selectiva
que los antisépticos. Debido a su alta toxicidad só lo se pueden aplicar sobre materia
inerte.
Los desinfectantes hospitalarios de uso má s comú n cumplen condiciones como:
 Servir contra un amplio espectro de microorganismos pató genos.
 Asequibles a bajo coste, dadas la cantidades necesarias para efectuar
la limpieza y desinfección en éste tipo de instalaciones de grandes
dimensiones.
 Actuar eficazmente en los má s cortos espacios de tiempo.
 No producir efectos tó xicos durante su uso o posteriormente por acció n
residual, pero sin embargo deben actuar incluso tiempo después de su
aplicació n, conservando sus propiedades.
Existe una clasificación de desinfectantes segú n su grado de en tres grupos:
 Desinfectantes de nivel alto, entre los que se encuentra
el glutaraldehído disuelto al 2% en agua, acaban con todo tipo de
microorganismos como hongos, bacterias y esporas.

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 Desinfectantes de nivel medio, actú an sobre una gran cantidad de
microorganismos, pero no sobre esporas, en éste grupo está por ejemplo
el hipoclorito de sodio.
 Desinfectantes de bajo nivel, eliminan bacterias en estado vegetativo y
algunos tipos de virus, entre éste tipo de desinfectantes se encuentra la
disolució n de amonio cuaternario en un porcentaje de 0,2 en agua

Propiedades y características de los desinfectantes hospitalarios más utilizados


1. Solución de glutaraldehido:
Es uno de los desinfectantes más utilizados por su amplio espectro de actuació n,
pero tiene propiedades tó xicas tanto durante su uso en la limpieza, como en el
contacto posterior, por lo que debe ser totalmente eliminado con agua, antes de
utilizar los objetos y superficies.
Se utiliza para la esterilización de material sanitario delicado y con piezas de goma,
pvc o caucho.
Si existen restos de materia orgá nica, hay que realizar una limpieza previa por
arrastre mecá nico, para evitar que ésta forme una barrera que inactive o disminuya el
potencial desinfectante de éste producto.
Su eficacia depende el tiempo de exposició n, de tal manera que si se aplica durante un
cuarto de hora las superficies y materiales contará n con un nivel bajo de desinfecció n,
mientras que si se someten a una exposició n durante 12 horas, se consigue
la esterilización del material.
Formaldehído:
Se usa en concentració n de entre el 2 y 8%, y se trata de uno de los desinfectantes
químicos de acció n lenta que pueden acabar con las esporas en un período de
aproximadamente 18 horas después de su aplicació n.
Se presentan en formato de vapor y aerosol para desinfección de equipos y
superficies, mobiliario, y telas en habitaciones de hospitales, y en mayor
concentració n para desinfectar materiales y equipo quirú rgico.
Hay que utilizar con protecció n para evitar irritaciones de vías respiratorias por
inhalació n.
2. Hipoclorito de sodio disuelto al 1% o 5% en agua.
Es un producto químico de alto poder desinfectante, pero no se puede utilizar sobre
metal por su propiedad corrosiva, y su eficacia está má s limitada en presencia de
restos orgá nicos.

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En mayor concentració n actú a bien para la desinfección de material quirúrgico, y
materiales plá sticos.
Hay que utilizar con protecció n en las manos.
3. Alcohol etílico es muy eficaz en tratamientos de desinfección de bacterias,
hongos y virus, pero no funciona para destruir esporas. Se utiliza en
concentraciones de un 70% disuelto en agua.
4. Compuestos de Amonio cuaternario también son muy utilizados en
la desinfección de superficies en hospitales, aparatos sanitarios e
instrumental médico con la particularidad de que no es un producto corrosivo
y tampoco ataca el color.

7. ANTISÉPTICOS HOSPITALARIOS

Son productos químicos que se utilizan en la higiene y desinfección de la piel:


Se utilizan antisépticos para el lavado clínico y quirúrgico de manos por parte del
personal sanitario antes de intervenciones, y en atenció n a pacientes con bajos
sistemas inmunitarios, o con enfermedades infecciosas.
Los antisépticos funcionan por destrucció n de proteínas.
Entre las características de estos compuestos químicos está n:
 Su eficaz poder desinfectante de acción rápida en breves segundos tras su
aplicació n.
 Su efecto prolongado tiempo después sobre los microbios.
 La seguridad de no producir alteraciones importantes en la piel, salvo efecto de
sequedad en algunos casos.
Propiedades y características de los antisépticos má s utilizados en hospitales
1. Alcoholes etílicos, propílicos e isopropílicos: se utilizan habitualmente en una
concentració n del 70%, y por ser altamente inflamables y volá tiles, deben ser
almacenados en condiciones adecuadas y de forma cuidadosa.

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2. Derivados fenó licos, como el triclosán de amplio espectro sobre bacterias y de
poder de actuació n con una rapidez intermedia, que se utiliza en el lavado de
manos principalmente.
3. Tintura de yodo: es un poderoso antiséptico compuesto de yodo y alcohol,
que oxida y desactiva las células de forma rá pida y segura, conservando sus
propiedades incluso después de una hora de su aplicació n. Pueden producir
quemaduras sobre piel expuesta durante un largo tiempo.

8. RECOMENDACIONES GENERALES EN EL USO DE


ANTISÉPTICOS Y DESINFECTANTES EN HOSPITALES

 Siempre hay que utilizar los productos químicos desinfectantes siguiendo


estrictamente las recomendaciones del fabricante sobre porcentaje de
disolució n, tiempo de aplicació n y formas de conservació n.
 La utilizació n simultá nea de dos desinfectantes puede ser peligrosa, ademá s
de alterar su eficacia.
 Algunos productos pueden no actuar correctamente sobre materias con
determinado tipo de residuos.
 Antes de utilizar productos desinfectantes hospitalarios almacenados, hay
que ver su fecha de caducidad, ya que con posterioridad quedan inactivos, por
lo que hay que guardarlos en sus recipientes originales.
 Los antisépticos y desinfectantes de uso hospitalario, deben estar incluido
en el protocolo de limpieza y desinfección de hospitales, especificando las

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normas para el uso de cada uno con indicació n de las superficies sobre las que
se deben de utilizar, así como informació n sobre precauciones y conservació n.

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EXAMEN N° 05
NOMBRE Y APELLIDO: ___________________________________________________________________
CODIGO: ____________
FECHA: ____________

CUESTIONARIO

1. ¿QUE ENTIENDE POR POLITICA DE ANTIBIOTICOS?

2. ¿CUALES SON LOS FUNDAMENTOS DE POLITICA DE ANTIBIOTICOS

¿EXPLIQUE?

3. ¿EN QUE CONCISTE LA TERAPIA EMPIRICA?

4. ¿QUE AREAS CUBRE UNA POLITICA DE ANTIBIOTICOS?

5. ¿QUE SON LOS ANTISEPTICOS HOSPITALARIOS?

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