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Etica Profesional Tarea 5

La conciencia moral es la capacidad de juzgar nuestras propias acciones y las de los demás como buenas o malas. Se forma a lo largo de la vida bajo la influencia del entorno social y cultural. Es importante formar la conciencia desde la infancia mediante la educación para que una persona pueda distinguir el bien del mal y actuar de forma ética. Existe un debate sobre si la conciencia se basa más en la razón, los sentimientos o la intuición. En realidad, involucra todos estos elementos.

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Etica Profesional Tarea 5

La conciencia moral es la capacidad de juzgar nuestras propias acciones y las de los demás como buenas o malas. Se forma a lo largo de la vida bajo la influencia del entorno social y cultural. Es importante formar la conciencia desde la infancia mediante la educación para que una persona pueda distinguir el bien del mal y actuar de forma ética. Existe un debate sobre si la conciencia se basa más en la razón, los sentimientos o la intuición. En realidad, involucra todos estos elementos.

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Universidad Abierta Para Adultos

UAPA
Asignatura:
Ética profesional
Facilitador:
Kenia Luna

Sustentante:
Josue Daniel Peña Batista
Matricula:
17-1483
Tema:
Conciencia moral

Fecha de entrega:
11/10/2019
Introducción
La referencia a la conciencia es algo habitual en el hombre. Y puede ser que si
nos preguntan: ¿qué entiendes por conciencia?, la respuesta sea que la
conciencia es aquel hábito que determina la bondad o la malicia de los actos.
¿Eso es así? ¿Es la conciencia la única norma moral? La conciencia, ¿crea la
bondad o la malicia de nuestras acciones o, por el contrario, se adecua a una
norma objetiva? Vamos a intentar resolver estos interrogantes tan
fundamentales para la vida del hombre, pues de ellos depende, en gran parte,
su salvación eterna.
Sin embargo, no podemos pensar que vamos a abordar el tema en toda su
profundidad pues para ello haría falta tratar de la existencia de Dios y de su
Providencia, de la existencia de una realidad y de un orden objetivo; de la
verdad y de la divinidad de la religión católica; de la filosofía de la educación,
etcétera.
No obstante, abordaremos dos temas: la formación y la conciencia, para
posteriormente estudiar la formación de la conciencia y de ahí sacar unas
consecuencias prácticas para dicha formación.
Estimado/a participante, durante esta semana deberás desarrollar las
siguientes actividades para lo cual debes consultar el básico sugerido en
recursos de la unidad. 
1--Elabora un resumen donde  resalte importancia de la formación de la
Conciencia Moral y da tu opinión personal. Auxíliate de tu texto

Conciencia moral

La conciencia moral es esa voz interior que nos obliga a actuar de una forma y
también nos dice si son correctas o no nuestras acciones. Es la capacidad de
juzgar no solo nuestras acciones, sino también las de los demás, como buenas
o malas.

Solo el ser humano es sujeto de actos morales o inmorales; por lo tanto,


podemos decir que la conciencia moral es una función de la persona. La
conciencia moral es la que orienta la conducta en la dirección que la persona,
de acuerdo a sus principios, considera correcta.

Juez de nuestras acciones

Para juzgar y dirigir las acciones la conciencia se sirve de principios, es decir,


de la moral con la que cada persona rige su vida. Estos principios que forman
la moral son los que trajo de su hogar, y los que fueron adquiriendo e
imponiéndose racional y libremente.

Conducta moral e inmoral

Sabemos que algunas personas tienen una conducta moral y que otras no; por
lo tanto, podemos decir que la misma persona es el sujeto de la conducta
moral, porque la conciencia moral es la que capacita al ser humano para captar
y vivir los valores morales. Su desarrollo y perfección dependen de la
personalidad de cada uno, pero una vez que esto se logra, la conciencia moral
es indeleble; es decir, sabe distinguir entre el bien y el mal.

Los juicios y la conciencia moral

La conciencia juzga el hecho antes y después del acto moral. Los juicios
previos establecen los principios; por ejemplo, sabemos que hay que hacer el
bien y evitar el mal; es decir se juzga que, si un acto es bueno, debe ser
realizado; si es malo, debe ser evitado. Después del acto, la conciencia acepta
el hecho si fue bueno, pero si fue malo, lo rechaza; juzga también si el acto fue
digno de recompensa o de castigo. Si fue malo sabe que tiene la obligación de
reparar los males causados.

Acto de voluntad
El ser humano elige hacer el bien o el mal; es decir, su voluntad depende de su
conciencia. Por ejemplo, dos personas observan que un bombero entra a un
edificio en llamas para salvar la vida de un niño. Una de ellas valora el riesgo y
la bondad del bombero, cuyo objetivo en este caso es arriesgar su propia vida
por el prójimo. La otra persona juzga que es una locura exponerse al gran
peligro de perder la vida para salvar la de otro. Cada uno juzgó de acuerdo con
sus principios. Eso es conciencia moral.

Los actos morales, como actos que son, están orientados hacia el exterior, la
realidad, el mundo, los demás. Pero, por ser morales, tienen un aspecto
interno, que es el que hace que sean valorables. No podemos olvidar que
somos morales porque sabemos que podemos elegir, porque sentimos que
tenemos posibilidad de seguir caminos diferentes en nuestra vida, porque nos
damos cuenta de que nuestras acciones tienen consecuencias. La conciencia
de estas consecuencias es la base del aspecto interno de la moral, en ella está
el origen de la valoración de nuestros actos, nuestros hábitos o nuestro modo
de vida. Pero la conciencia moral es también conciencia de la libertad,
conciencia de que no todas las posibilidades de elección son igualmente
valiosas. Por eso es especialmente importante plantearnos qué es y como
funciona. La misma palabra que usamos para referirnos a ella ya nos da una
pista: estar consciente significa darse cuenta de lo que ocurre alrededor. La
conciencia es una forma de conocimiento o de percepción. La conciencia moral
es con lo que nos damos cuenta de lo que vale, de lo que merece la pena para
la vida, de lo que es bueno -o bien, de lo que no merece la pena, de lo malo, de
lo que hay que evitar-.

Hipótesis sobre el funcionamiento de la conciencia moral.

Al definir la conciencia como un tipo de conocimiento o de percepción estamos


reconociendo que es una realidad compleja. Cuando valoramos una acción
realizada o por realizar, la conciencia moral puede actuar de maneras
diferentes: podemos sentir que lo que hemos hecho o vamos a hacer está bien
o mal, sin saber exactamente por qué; podemos también analizar las
consecuencias reales o posibles de nuestra acción y su conveniencia;
podemos recurrir a pensar en normas previamente aceptadas para enjuiciar la
acción... A lo largo de la historia, distintas corrientes de pensamiento sobre la
moral han dado mayor importancia a alguno de estos modos de actuación de la
conciencia moral.

El intelectualismo moral, por ejemplo, considera la conciencia moral como el


conocimiento de lo que es bueno y lo que es malo. Se produce en él una
identificación entre el bien y el conocimiento, por una parte, y el mal y la
ignorancia por otra. En consecuencia, según el mismo, sólo obramos mal
porque creemos, en nuestra ignorancia, que ese mal que hacemos es un bien
para nosotros. La manera de conseguir actuar correctamente será, pues,
educar a nuestra razón en los principios de la moral para que no pueda
llevarnos a valoraciones incorrectas sobre la bondad o maldad de las cosas y
las acciones.
El emotivismo, por el contrario, es el planteamiento de la conciencia moral
como sentimiento. Según los emotivitas, por medio de la razón sólo podemos
llegar a comprender lo útil o lo conveniente para determinados fines, pero no si
algo es bueno o malo. La bondad o maldad de actos, palabras, etc. se siente,
no se conoce racionalmente. Los juicios morales, para los emotivitas, no son
más que medios para comunicar esos sentimientos y para intentar convencer a
los demás de su validez.

El intuicionismo tampoco considera que la razón sirva para determinar la


maldad o la bondad de las acciones y las cosas: la conciencia moral, según los
intuicioncitas, percibe directamente lo bueno y lo malo. Puesto que el bien no
es una cualidad natural -como el color-, no puede percibirse por medio de los
sentidos físicos. Esto hace que los intuicionistas vean la conciencia moral como
un sentido moral -intuición moral- que percibe directamente la bondad o maldad
de las cosas y las acciones, sin intervención de los sentidos físicos ni del
razonamiento.

El intuicionismo y el emotivismo niegan que la razón sea el componente


fundamental de la conciencia moral, aunque desde posturas muy diferentes. El
intuicionismo considera que el bien y el mal están en las cosas y las acciones,
son cualidades reales que percibimos. El emotivismo, por el contrario, sostiene
que son sentimientos que provocan esas acciones y cosas en nosotros;
sentimientos que pueden variar de una persona a otra y son objeto de
discusión.

Los prescriptivistas, en cambio, consideran que la moral se basa en el


carácter prescriptivo (imperativo) de sus juicios. La conciencia moral, según
estos autores, asiente o rechaza los mandatos que presentan los juicios
morales. La manera de demostrar el asentimiento a lo que dice una norma es
cumplirla, la de demostrar el rechazo, no cumplirla.

Todas estas teorías destacan aspectos parciales de la realidad total que es la


conciencia moral. Ésta se compone tanto de razonamientos y juicios como de
sentimientos, intuiciones o  mandatos. 

El origen de la conciencia moral.


La consideración del origen de la conciencia moral puede ayudarnos a
comprender mejor su naturaleza y su funcionamiento. Acerca de este tema
también se han desarrollado distintas opiniones a lo largo de la historia.

En primer lugar, desde la creencia en lo sobrenatural, se ha considerado la


conciencia moral como una expresión de la ley divina. En el ámbito cristiano
medieval, por ejemplo, se consideraba que Dios ha dado la conciencia moral al
ser humano para que pueda reconocer la ley natural, que es el desarrollo de la
ley de Dios en este mundo. No vamos a discutir este tipo de opinión, ya que
depende de la creencia previa en alguna realidad sobrenatural, lo cual queda
fuera del ámbito de una discusión racional.
Por último, desde distintos enfoques, se ha considerado que la conciencia
moral se adquiere. Según estas teorías, la tomamos del entorno en que nos
hemos desarrollado. Los valores dominantes en los distintos grupos sociales en
que nos movemos afectan a nuestro modo de valorar las cosas y las acciones.
A lo largo de nuestra vida, esta conciencia irá desarrollándose y variando,
aunque lo fundamental de la misma se adquiere en la infancia y la
adolescencia.

La cuestión del origen de la conciencia moral es muy importante, ya que la


respuesta que propongamos a la misma afectará directamente a los contenidos
que podemos considerar adecuados para esta conciencia: a lo que podemos
considerar bueno o malo, a los criterios que usemos para valorar y a las
normas que guíen nuestras acciones. Por eso vamos a profundizar más en ella
prestando atención a lo que no consideramos un origen válido de la conciencia
moral (crítica a los determinismos) y a los factores que influyen en la
constitución de la conciencia moral y sus contenidos.

Diferentes acepciones del concepto "conciencia" En la vida diaria,


hablamos de la "conciencia religiosa", de la "conciencia moral", de la
"conciencia cívica", etc., conforme a la actitud que adoptamos frente a la vida,
religiosa, moral, ciudadana, etc. También hablamos de "conciencia
psicológica".

Conciencia Psicológica Con el fin de aclarar el concepto de la conciencia


psicológica nos serviremos de nuestra experiencia diaria. Observamos, por
ejemplo, una puesta de sol. Una serie de sensaciones, de percepciones, de
imágenes, de recuerdos, de afectos nos invaden. Nos sentimos felices. Todo
esto constituye en ese momento nuestra conciencia psicológica. Podemos,
pues, legítimamente, decir que la conciencia psicológica es un conjunto de
experiencias psíquicas inmediatas y actuales que en un cierto momento
aprehendemos de nuestro yo.

Mediante la conciencia psicológica no sólo nos damos cuenta de lo que pasa


dentro de nosotros en un momento dado, sino que también nos damos cuenta
de nuestra propia experiencia. La conciencia psicológica nos permite captar los
fenómenos psicológicos como nuestros; a la vez, dichos fenómenos
psicológicos constituyen una unidad que forma el yo de cada uno de nosotros.

Conciencia moral Para determinar la noción de la conciencia moral, acudiremos


una vez más a nuestra propia experiencia.

a) Es un hecho que nadie de nosotros juzga las acciones de un vegetal o de un


animal irracional como acciones morales o inmorales. Sólo un ser humano es
sujeto de actos morales o inmorales. Podemos por tanto, concluir que "la
conciencia moral es una función de la persona humana".

b) La experiencia nos enseña que ciertas personas observan una determinada


conducta moral y que otras se conducen de forma inmoral. En consecuencia "la
conciencia moral no es algo añadido a la persona, sino que es la misma
persona, el sujeto de la conducta moral". "La conciencia moral es una realidad
dinámica que capacita al hombre para captar y vivir los valores morales". Su
desarrollo y perfección dependen del desarrollo y de la perfección de la
personalidad de cada hombre.

Elementos constitutivos de la conciencia moral

a) Elementos racionales que concurren a la formación de los juicios Los


juicios son formulados antes y después del acto moral. Los juicios previos
al acto moral establecen los principios. Por ejemplo: Hay que hacer el bien y
evitar el mal. En otras palabras, se juzga que, si tal acto es bueno, debe ser
realizado; si es malo, debe ser evitado. Los juicios después del acto. Una vez
realizado el acto, la conciencia lo acepta si fue bueno y lo rechaza en el caso
de que haya sido malo. La conciencia juzga también si el acto fue digno de
recompensa o de castigo. Si fue malo se pronuncia sobre la obligación de
reparar los males causados.

b) Los sentimientos morales antes del acto. El hombre naturalmente tiene la


tendencia de hacer el bien y evitar el mal. Experimenta, a la vez, respeto al
deber, y por ende, aprecia la conducta buena y menosprecia la conducta mala.
Los sentimientos morales después del acto. El deber cumplido produce en el
hombre alegría. Al no cumplir con su deber, el hombre suele llenarse de
tristeza y, a veces, de vergüenza o remordimiento por el mal causado.

c) Los elementos activos. Son actos de la voluntad. Una vez que la inteligencia
ha concebido el objetivo, la voluntad elige los medios necesarios para
alcanzarlo y, finalmente, busca su ejecución.

Diferencia entre la conciencia moral y la psicológica Unidad y distinción a la


vez. Unidad: En el hombre hay cierta unidad entre la conciencia psicológica y la
conciencia moral. En efecto, la conciencia moral presupone la conciencia
psicológica y, a su vez, la conciencia moral complementa y enriquece la
conciencia psicológica.

Diferencia: La diferencia entre la conciencia psicológica y la conciencia moral


proviene de los distintos objetos a los que se dirige cada una de ellas. La
conciencia psicológica atestigua la existencia de los diferentes elementos que
entran en la estructura del yo, mientras la conciencia moral tiene la función de
valorar los actos del yo y, con ello la de trazar "un proyecto de vida" del yo.

La conciencia moral interior de la moralidad Partamos de un hecho. Dos


personas contemplan la misma acción moral. Por ejemplo: alguien se arroja a
un río tormentoso para salvar la vida de otra persona que se está ahogando.
Una de ellas capta la majestad del valor, objetivo que en este caso es
"arriesgar la propia vida por el prójimo". Otra persona puede juzgar que es una
idiotez exponerse al gran peligro de perder la vida para salvar la vida de otro.
La conciencia moral de ambas personas implica dos elementos: Primero: la
capacidad de valorar el acto de sacrificio.
Esta capacidad recibe el nombre de "norma interior de la conciencia".
Segundo: la capacidad de aprehender el valor objetivo de la acción. En nuestro
ejemplo:" Dar la vida por el prójimo".

En el primer caso de nuestro ejemplo, hay adecuación entre "la norma interior
de la conciencia" y el "valor objetivo". En el segundo caso, la "norma interior de
la conciencia" no está de acuerdo con el "valor objetivo". ¿A qué se debe esta
diferencia?

En el primer caso la norma de la conciencia interior está bien formada y es


capaz de captar el valor objetivo. En el segundo caso, el egoísmo deformó la
conciencia moral, lo cual impide captar el "valor objetivo". De lo dicho fluye
lógicamente que la conciencia moral debe ser formada para captar los valores
objetivos y de esta manera proceder correctamente.

Dicha necesidad es tan antigua como el hombre. Sin embargo en los tiempos
actuales, dicha necesidad se acentúa poderosamente. Asoma la pregunta ¿Por
qué? Hoy más que nunca se pone en duda los auténticos valores y muchas
veces se los desvirtúa.
Ejemplo: bajo la apariencia de ayudar a los pobres se siembra el odio y se
propaga la "lucha de clases". Los valores absolutos se relativizan
sustituyéndose a Dios.
2-Elabora un cuadro de doble entrada donde explique las posiciones de la
psicología analítica y el materialismo dialéctico respecto a la conciencia
Moral.

Posiciones de la psicología analítica Materialismo dialéctico 


1. El psicoanálisis ha establecido que la 1. El materialismo considera el ser social no sólo
conciencia moral se forma a partir de la en forma de objeto que se opone al hombre, sino
introyección o incorporación dentro de sí también subjetivamente, en forma de la actividad
de la inclinación agresiva propia del ser práctica histórico-concreta del hombre.
humano; esto constituye la principal
herramienta de la que se vale la cultura
para volver inofensivo el gusto que tienen
los sujetos por agredirse unos a otros.
2. Este tema introduce el problema de la 2. El materialismo dialéctico es la ciencia que
capacidad que tiene el ser humano para estudia las relaciones entre la conciencia y el
diferenciar el bien del mal. mundo material objetivo, las leyes más generales
del movimiento y desarrollo de la naturaleza, de
la sociedad y del conocimiento.

3. Gracias a esta las personas podemos 3. Es materialista porque parte del


identificar la cualidad moral de un acto a reconocimiento de la materia como base única
realizar o ya ocurrido, permitiéndole del mundo, considerando la conciencia como
asumir la responsabilidad del mismo. una propiedad de la material altamente
organizada, como una función del cerebro, como
un reflejo del mundo objetivo;
4. Dicho entendimiento no es ni originario, 4. es dialéctico porque reconoce la
ni innato; el sujeto no nace aprendido para concatenación universal de los objetos y
distinguir el bien del mal. fenómenos del mundo, el movimiento y
desarrollo de éste como resultado de
contradicciones internas que actúan dentro de
él.
5. Es una influencia exterior, ya sea una 5. El materialismo considera el ser social no sólo
moral religiosa o una ética social, la que en forma de objeto que se opone al hombre, sino
determina lo que es malo o bueno para también subjetivamente, en forma de la
alguien, influencia que deberá introyectarse actividad práctica histórico-concreta del hombre
por la vía de una identificación.
3-En tu libro base y en la Pág.136 encontraras una lista de Dichos sobre la
Conciencia, escoge 10 y preséntalos y explica que entiendes de cada uno de
ellos. 

Dichos sobre la Conciencia


Hay infinidades de dichos, en el refranero y en la literatura de los pueblos sobre la
conciencia. Algunos a modo de ejemplo:

“Mientras la conciencia no te reproche nada malo, que el comentario del otro te tenga
sin cuidado”.

Si la persona se conduce apegado a la etica y las normas humana este entiende que esta
obrando y respectando a los demas , por lo tanto esta tranquilo.

“La conciencia es un destello de la pureza del estado primitivo del hombre”.


Se refiere a que en la antigüedad el hombre no agredía a los demás, y su forma era más
civilizada

“Mi conciencia tiene para mi más peso que la opinión de todo el mundo”.
Mis actos, mi conducta, mi forma de vida apegada a los buenos principios, no hay que
temer lo que digan los demas.

“De gran peso es el testimonio que la conciencia forma acerca del vicio y de la virtud; si
lo suprimís, nada permanece”.
Nuestra forma de repeler los malos hábitos, como también la manera de cosechar
virtudes.

“Oh conciencia digna y pura, cuán amargo tormento te produce una pequeña falta”.
Cuando sabemos que hemos obrado mal o de una forma inadecuada nuestra conciencia
nos reprime.

“Las manchas de la conciencia empalidecen la tez”.


Cuando no estamos andando, hablando como se debe se nota en nuestra cara que no lo
estamos haciendo bien.

“Quien quiera escuchar la voz sincera de la conciencia, debe saber poner silencio
alrededor suyo y dentro de sí mismo”.
Es mejor se prudente en todo momento que darle curso a nuestra lengua, en mucho
hablar hay ofensas.

“Fácilmente estará contento y sosegado el que tiene la conciencia limpia”.


Todos aquellos que se conduzcan si agredir, ni lastimar, ni maltratar a nadie estará en
paz consigo mismo y su entorno.

“La buena conciencia es tan alegre, que hace alegres todas las molestias de la vida”.
Cuando vivimos en armonía con todos, nuestro entorno nos alegra.

“Muchos son los buenos, si se da crédito a los testigos; pocos, si se toma declaración a
sus conciencias”.
Cuando le damos la razón a los demás sin tenerla, pero si no es axial seremos malos o
enemigos.

“La buena conciencia sirve de almohada”.


Cuando nuestra conciencia nos premia podemos dormir tranquilo

Conclusión
El ser humano elige hacer el bien o el mal; es decir, su
voluntad depende de su conciencia. Por ejemplo, dos
personas observan que un bombero entra a un edificio en
llamas para salvar la vida de un niño. Una de ellas valora el
riesgo y la bondad del bombero, cuyo objetivo en este caso
es arriesgar su propia vida por el prójimo. La otra persona
juzga que es una locura exponerse al gran peligro de
perder la vida para salvar la de otro. Cada uno juzgó de
acuerdo con sus principios. Eso es conciencia moral.

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