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Trabajo Final de Teoria de La Personalidad

Este documento presenta una revisión de los antecedentes históricos, modelos y métodos de evaluación de la personalidad. Explica que la personalidad se ha estudiado desde hace más de 2000 años y que diferentes enfoques teóricos como el psicodinámico, los rasgos y los tipos han intentado medirla. También resume brevemente las perspectivas histórica y psicológica de la personalidad, así como algunos conceptos clave como el temperamento y el carácter.

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Trabajo Final de Teoria de La Personalidad

Este documento presenta una revisión de los antecedentes históricos, modelos y métodos de evaluación de la personalidad. Explica que la personalidad se ha estudiado desde hace más de 2000 años y que diferentes enfoques teóricos como el psicodinámico, los rasgos y los tipos han intentado medirla. También resume brevemente las perspectivas histórica y psicológica de la personalidad, así como algunos conceptos clave como el temperamento y el carácter.

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Elizabeth Soribel Peña Fabian

Sección: 70

Matricula: 2019-00912

Asignatura: Teorías de la Personalidad

Facilitador: Aníbal Ureña

Tema: Trabajo Final

Fecha: 22/06/2020

Introducción:

El objetivo del presente artículo es realizar una revisión teórica de los antecedentes
históricos, modelos explicativos e instrumentos de evaluación utilizados por los diferentes
enfoques teóricos que han propuesto estrategias para la medición de la personalidad;
este es un constructo que se ha venido desarrollando a lo largo de la historia humana, y
sobre el cual se han adelantado gran cantidad de investigaciones que intentan explicar su
formación y desarrollo. Cabe resaltar que aunque cada modelo hace énfasis en describir
la personalidad de acuerdo con los postulados teóricos sobre los cuales se sustentan,
también se ha desarrollado un modelo integrador, el que retoma postulados de algunos
enfoques para construir una visión mucho más amplia de las posibles explicaciones para
la personalidad.

Perspectiva histórica de la personalidad:

El estudio de la personalidad se puede remontar alrededor de un siglo antes de Cristo;


desde entonces los Griegos se interesaron por personificar diferentes papeles en el
drama de dicha cultura, para lo que las personas utilizaban máscaras que cubrían sus
rostros; de esta manera les era posible representar distintos estilos de vida diferentes a
los propios, sin dejar de ser ellos mismos. Es decir, asumir diferentes personalidades
dentro de una misma persona, por lo cual el concepto personalidad se origina del término
persona. Años más tarde, Cicerón (106-43, citado por Cerda, 1985) definió el término
personalidad, enfocándose desde cuatro diferentes significados: a) la forma en cómo un
individuo aparece frente a las demás personas; b) el papel que una persona desempeña
en la vida; c) un conjunto de cualidades que comprenden al individuo; y d) como sinónimo
de prestigio y dignidad, mediante el cual se asignaba el término persona de acuerdo con
el nivel social al que se perteneciera. Los cuatro significados que históricamente se han
dado al concepto de personalidad están relacionados en gran medida con lo anterior, ya
que se relaciona con las características de personalidad que se pueden evidenciar en una
persona, debido a que en un comienzo se parte de la observación, es decir, la parte
externa o superficial de un individuo (máscara) hasta llegar a tener la capacidad de
identificar las características internas del otro. Siguiendo con la época clásica, se dio un
auge en la cantidad de significados del concepto de personalidad; según Cerda (1985)
uno de estos conceptos está adherido a la Santísima Trinidad, entendido como algo
sustancial y no asumido, es decir, que no se construye sino que se encuentra en sí
mismo, hace parte de su esencia. Por otra parte, en la filosofía medieval se fue perfilando
el concepto y de igual manera se involucraron de manera novedosa aspectos éticos y
distintivos del individuo, lo que permitió incluir una mayor cantidad de elementos
característicos de la persona y no solo aspectos generales.

Perspectivas psicológicas de la personalidad :


Desde la perspectiva psicológica se ha venido definiendo el concepto de personalidad;
por ejemplo, Leal, Vidales y Vidales (1997) plantean la personalidad desde tres miradas
diferentes, las cuales son: a) organización total de las tendencias reactivas, patrones de
hábitos y cualidades físicas que determinan la efectividad social del individuo; b) como un
modo habitual de ajustes que el organismo efectúa entre sus impulsos internos y las
demandas del ambiente; y c) como un sistema integrado de actitudes y tendencias de
conductas habituales en el individuo que se ajustan a las características del ambiente.
Adicional a lo anterior, los planteamientos psicológicos hacen referencia a un conjunto de
cualidades propias de cada persona en particular, clasificadas en tres grupos: a)
clasificación de los atributos personales, que hacen referencia a la organización del ser
humano en las diferentes etapas del desarrollo; b) los biólogos y los conductistas la
definen en términos de ajuste, debido a que es un fenómeno de la evolución que se
refiere a un modo de supervivencia o de adaptación al medio a partir de las características
del individuo; y c) la personalidad definida a partir de las diferencias indivi- Teorías de la
personalidad, conceptos y medición 85 Psychologia: avances de la disciplina. Vol. 3. N.°
2.: 81-107, julio-diciembre de 2009 duales, es decir, que las características que posee un
miembro difieren de las características de otro individuo de su mismo grupo (Leal & cols.,
1997). De igual manera Allport (1975, citado por Cerdá, 1985) asume que la personalidad
se refiere a “la integración de todos los rasgos y características del individuo que
determinan una forma de comportarse” (p. 438), es decir, que la personalidad se forma en
función del desarrollo del individuo, a partir de las características ambientales, biológicas y
sociales que explican, modulan y mantienen su comportamiento. A partir de las
características definidas anteriormente, éstas se relacionan con algunos términos que son
primordiales en lo que al estudio de la personalidad se refiere, por lo cual se describirán
dos términos que darán sustento al concepto de personalidad: el temperamento y el
carácter. Según Allport (1975, citado por Cerdá, 1985) el temperamento es un fenómeno
naturalmente emocional, es decir, que se puede presentar a causa de factores genéticos
o hereditarios, pues los individuos reaccionan de manera rápida e intensa ante la
estimulación ambiental y por tanto su estado puede fluctuar de acuerdo a las exigencias
del medio. Desde la primera etapa de la evolución humana, las necesidades de
adaptación del hombre primitivo y de los animales superiores impulsaron el desarrollo de
los instintos básicos –huida, defensa y reproducción–. De acuerdo con estos tres instintos
se constituyen los tres tipos de temperamento, y que hoy es posible representar a través
de tres dimensiones –ansiedad, hostilidad y extraversión–. Cada una de estas
dimensiones o temperamentos están relacionados con el desarrollo de estrategias
cognitivas propias (Lluís, 2002). Respecto al segundo término que compone el concepto
de personalidad se encuentra el carácter que es entendido como el grado de organización
moral que posee un individuo y que se fundamenta a través de los juicios de valor y de
una evaluación ética que se hace de la personalidad, depende en gran medida de la
propia experiencia de cada individuo, debido a que cada persona se ve influenciada por
diferentes factores que ocurren a su 86 Universidad de San Buenaventura, Bogotá, d. c. •
Facultad de Psicología Merfi Raquel Montaño Sinisterra, Jenny Liliana Palacios Cruz &
Carlos Andrés Gantiva Díaz alrededor; por tanto como lo plantea Lluís (2002) el carácter
controla, modifica, corrige y autorregula la actividad de los individuos, a fin de poder dar
respuestas satisfactorias a las exigencias del medio. El carácter es una combinación de
sentimientos, valores y sentimientos que un individuo va adquiriendo a lo largo de su
desarrollo a través de la interacción, condiciones y circunstancias externas, además
difiere en cada individuo de acuerdo con su forma o punto de vista de interpretar la
realidad humana.

Teorías de la personalidad:

De acuerdo con la importancia que se le ha dado al estudio de la personalidad, se


encuentra que para una mejor y mayor conceptualización de la misma, se han
desarrollado diferentes teorías que intentan explicar cómo se constituye la personalidad
humana; también se han diseñado estrategias para su evaluación, medición e
interpretación, cada una de las cuales constituye una forma diferente de abordar este
fenómeno. Los instrumentos de personalidad son diseñados para establecer semejanzas
y diferencias entre varios individuos frente a las manifestaciones conductuales. Los
exponentes de las teorías y estrategias de evaluación que se presentarán Teorías de la
personalidad, conceptos y medición 87 Psychologia: avances de la disciplina. Vol. 3. N.°
2.: 81-107, julio-diciembre de 2009 a continuación se basan en algún modelo psicológico;
por lo tanto, sus ideas acerca de la personalidad están de acuerdo con las leyes y
principios generales de sus postulados.

Teoría psicodinámica:

De la personalidad De acuerdo con el teórico más importante de este paradigma de la


psicología (Sigmund Freud, 1856-1939), la conducta de una persona es el resultado de
fuerzas psicológicas que operan dentro del individuo y que por lo general se dan fuera de
la conciencia (Morris y Maisto, 2005). El concepto de conducta desde esta orientación es
de vital importancia porque permite entender la personalidad; es por eso que Pervin y
John (1998) plantean que el punto de vista estructural de Freud es una buena manera de
abordar este tema. Según la idea antes expuesta, la persona posee tres estructuras que
aparecen durante el desarrollo de la vida; la primera de ellas corresponde a lo que se ha
denominado ello, la única estructura que se encuentra presente en el nacimiento y es
totalmente inconsciente, se interesa en satisfacer los deseos del niño con el fin de evitar
el dolor. En esta parte del desarrollo el niño solo tiene dos maneras de obtener placer, las
acciones reflejas y la fantasía (Brainsky, 1998). La segunda estructura planteada por
Freud (1967) es el yo, el que se encuentra entre lo consciente y lo preconsciente que
busca satisfacer los deseos del ello en el mundo externo; se diferencia de éste en que, en
lugar de actuar de acuerdo con el principio del placer (satisfacción inmediata), actúa bajo
el principio de realidad. Por medio del razonamiento inteligente el yo busca demorar la
satisfacción de los deseos del ello hasta que se pueda garantizar la gratificación de la
manera más segura posible. Cuando la persona llega a la edad adulta no solo busca la
satisfacción de deseos sino que empieza a entrar en juego el componente moral, lo cual
se ha denominado súper yo, este cumple las veces de guardián moral, entonces tiene la
función de vigilar al yo para conducirlo hacia las acciones morales socialmente aceptadas
(Pervin & John, 1998).

Teniendo en cuenta lo anterior, Freud plantea que la personalidad se desarrolla en la


medida en que una persona logra satisfacer los deseos sexuales durante el curso de su
vida, es decir, que la personalidad está determinada por la manera en que se aborda cada
una de las etapas psicosexuales (Morris & Maisto, 2005). Las etapas psicosexuales son
cinco y las vivencias en cada una de ellas dan cuenta de un posible perfil de personalidad.
A continuación se presenta cada una de estas etapas. Etapa oral: este periodo
comprende desde el nacimiento hasta los 18 meses y se caracteriza básicamente, según
Davidoff (1998), porque el niño obtiene placer a través de succionar el pecho de la madre
y masticar los alimentos meses más tardes. Según Freud (1967; citado por Pervin & John,
1998), los niños que obtienen buena gratificación durante esta etapa tienden a ser adultos
optimistas, crédulos y confiables, mientras que los que no son satisfactoriamente
gratificados tienden a ser pesimistas, sarcásticos, discutidores y hostiles. Etapa anal:
comprende de los 18 meses a los 3 años aproximadamente, en esta etapa el placer del
niño está concentrado en el ano y lo experimenta a partir de la expulsión y retención de
heces fecales. Se cree que los hijos de padres estrictos en el entrenamiento de control de
esfínteres tienden a ser autodestructivos, obstinados, mezquinos y excesivamente
ordenados durante la edad adulta (Freud, 1967). Etapa fálica: comprende de los 3 a 6
años, es una etapa muy importante porque es este el momento en que los niños
empiezan a descubrir sus genitales, entonces se apegan mucho más al progenitor del
sexo contrario mientras que experimentan sentimientos de rivalidad con el progenitor del
mismo sexo. De no darse una adecuada identificación con los progenitores se forma lo
que en los niños se conoce como complejo de Edipo y en las niñas complejo de Electra
(Papalia & Wendkos, 1997). Las personas que no reciben suficiente gratificación durante
esta etapa tienden a mostrarse como egoístas, vanidosos, con baja autoestima, tímidos y
con sentimientos de minusvalía durante la edad adulta (Morris & Maisto, 2005). Teorías
de la personalidad, conceptos y medición 89 Psychologia: avances de la disciplina. Vol. 3.
N.° 2.: 81-107, julio-diciembre de 2009 Etapa de latencia: va de los 6 hasta los 12 o13
años; Freud creía que en esta etapa el interés por el sexo disminuye y los niños pueden
jugar con los otros niños del mismo sexo sin experimentar ninguna dificultad (Papalia &
Wendkos, 1997). Finalmente de los 13 años en adelante Freud describe la etapa genital,
momento en el cual se despiertan los impulsos sexuales permitiendo que el adolescente
satisfaga todos los deseos reprimidos durante la niñez, las personas que logran abordar
satisfactoriamente esta etapa, desarrollan un muy buen sentido de responsabilidad y
preocupación por los demás (Davidoff, 1998). Según el enfoque dinámico de la
personalidad la manera de evaluar dicho fenómeno involucra estrategias como las
técnicas de manchas o tintas, técnicas pictóricas o gráficas, técnicas verbales, recuerdos
autobiográficos y técnicas de ejecución. Entre las técnicas de mancha se encuentra la
prueba proyectiva del Rorschach y la técnica de mancha de tinta de Holtzman (HIT). El
Rorschach deriva su nombre de su autor llamado Hermann Rorschach, esta revela
percepciones, emociones, pensamientos e impulsos inconscientes acerca del mundo
exterior (Davidoff, 1998). Consiste en una serie de 10 láminas que contienen manchas, a
las cuales la persona debe hacerles una interpretación comunicando lo que piensa que
representan; adicional a esto el examinador debe llevar un registro del tiempo que tarda la
persona en responder, la localización, los determinantes y la calidad o nivel de la forma de
la respuesta. Aunque esta prueba no posee fiabilidad y validez está mucho más dirigida a
la organización cognitiva del individuo (Papalia & Wendkos, 1997). El HIT fue diseñado
tomando como base el Rorschach, con el fin de eliminar las deficiencias técnicas de los
primeros instrumentos. La técnica de HIT proporciona dos series paralelas de 45 tarjetas
cada una donde la persona debe dar una sola respuesta, incluye muchas variables
presentes en el Rorschach y adiciona otras como ansiedad y hostilidad. De acuerdo con
las técnicas pictóricas o gráficas se encuentran algunas como: el Test de Apercepción
Temática, el cual evalúa la personalidad apar- 90 Universidad de San Buenaventura,
Bogotá, d. c. • Facultad de Psicología Merfi Raquel Montaño Sinisterra, Jenny Liliana
Palacios Cruz & Carlos Andrés Gantiva Díaz tar de 19 tarjetas que contienen dibujos no
definidos en blanco y negro mas una tarjeta en blanco, se le pide al examinado que
elabore una historia de acuerdo con el dibujo. Para la tarjeta blanca se le pide que
imagine algún dibujo que lo describa y que cuente una historia al respecto (Anastasi &
Urbina, 1998). Las técnicas verbales hacen especial énfasis en la asociación de palabras
o en completar frases. Los recuerdos autobiográficos hacen especial énfasis en que la
persona recuerde eventos tempranos de su vida, las técnicas de ejecución hacen
referencias al uso del dibujo, el juego y los juguetes para la interpretación de la
personalidad.

Teoría de los rasgos:

La teoría de los rasgos se refieren a las características particulares de cada individuo


como el temperamento, la adaptación, la labilidad emocional y los valores que le permiten
al individuo girar en torno a una característica en particular (Engler, 1996). En este sentido
Raymond Cattel, uno de los personajes más significativos en esta teoría, agrupó los
rasgos en cuatro formas que se anteponen; de esta manera su clasificación fue la
siguiente:

a) comunes (propios de todas las personas) contra únicos (son característicos de


individuo); b) superficiales (fáciles de observar) contra fuentes (solo pueden ser
descubiertos mediante análisis factorial); c) constitucionales (dependen de la
herencia) contra moldeados por el ambiente (dependen del entorno); d) los
dinámicos (motivan a la persona hacia la meta) contra habilidad (capacidad para
alcanzar la meta) contra temperamento (aspectos emocionales de la actividad
dirigida hacia la meta) (Aiken, 2003). Posteriormente, Hans Eysenck (1970) definió
la personalidad como una organización estable y perdurable del carácter, del
temperamento, del intelecto y del físico de la persona, lo cual permite su
adaptación al ambiente, definición originada a partir del orden de las fuerzas
biológicas, la tipología histórica y la teoría del aprendizaje, estableciendo así la
base de la personalidad compuesta por tres dimensiones: introversión-
extroversión, neocriticismo (síntomas relacionados con la ansiedad) y psicoticismo
(conducta desorganizada) (Davidoff, 1998). Eysenck describe la personalidad
como una jerarquía de respuestas específicas y respuestas habituales que no solo
describen la conducta sino que busca comprender los factores causales de la
misma (Engler, 1996). Eysenck (1947) realizó una revisión acerca de las teorías
del temperamento con la que logró dar explicación a los factores o dimensiones de
la personalidad: introversión en contraposición con extroversión y emocionalidad
en contraposición con estabilidad, siendo la primera dimensión la que determina
que una persona sea sociable y participativa al relacionarse con otros sujetos.
Extroversión-introversión es una dimensión continua que varía entre individuos,
pues algunos tienden a ser más amistosos, impulsivos y extrovertidos mientras
que otros se inclinan por ser más reservados, callados y tímidos. La dimensión de
emocionalidad, en contraposición con estabilidad, se refiere a la capacidad de
adaptación de un individuo al ambiente y a la estabilidad de esta conducta a través
del tiempo. Algunas personas son más estables emocionalmente de una manera
integral mientras que otras Teorías de la personalidad, conceptos y medición 93
Psychologia: avances de la disciplina. Vol. 3. N.° 2.: 81-107, julio-diciembre de
2009 suelen ser más impredecibles desde el punto de vista emocional. Eysenck y
Rachman (1965) sostiene que existen dos extremos de esta dimensión en los que
fácilmente una persona puede encajar o no; en uno de los extremos las personas
son emocionalmente más inestables, intensas y exaltantes con facilidad o por el
contrario son malhumoras, ansiosas e intranquilas; en el otro, las personas son
más estables a nivel emocional, calmadas, confiables y despreocupadas. La
dimensión denominada psicoticismo se caracteriza por la pérdida o ausencia del
principio de realidad connotado por la incapacidad para distinguir entre los
acontecimientos reales o imaginados (Engler, 1996). Entre los instrumentos de
evaluación de la personalidad.

Teoría conductual de la personalidad:

Watson, padre del conductismo, manifestó su acuerdo con la teoría de John Locke en el
siglo XVII sobre la tabula rasa, teoría de la personalidad según la cual un recién nacido
viene en blanco y es el ambiente el que determinará la personalidad debido a la
maleabilidad de este, no solo en la infancia sino también en la etapa adulta (David off,
1998). De otra manera, Skinner, quien realizó experimentos sobre el aprendizaje animal y
humano, concluyó que lo que una persona aprende a hacer es semejante a como
aprende otras cosas; por tal razón, lo que implica motivación inconsciente, aspectos
morales y rasgos emocionales no existe (Papalia y Wendkos, 1997).

El enfoque conductual de la personalidad hace énfasis en la especificidad situacional


restándole importancia a las manifestaciones internas (Pervin & 96 Universidad de San
Buenaventura, Bogotá, d. c. • Facultad de Psicología Merfi Raquel Montaño Sinisterra,
Jenny Liliana Palacios Cruz & Carlos Andrés Gantiva Díaz John, 1998). Finalmente, la
visión de Skinner concibe la conducta como un producto elicitado como reforzador que
incrementa la incidencia conductual. Por lo tanto, el concepto estructural de la
personalidad, planteado por Hull (1943) en el modelo E-R, sostiene que los estímulos
llegan a conectarse a las respuestas para formar lazos E-R; a partir de esta asociación
entre estímulo y respuesta se establecen los denominados hábitos; la estructura de la
personalidad está en buena parte conformada por hábitos o lazos E-R. Otro concepto
estructural que utilizó Hull fue el impulso definido como un estímulo capaz de activar la
conducta; por lo tanto, son los impulsos los que hacen responder a un individuo. Estos
pueden ser primarios (innatos), secundarios (aprendidos); los primarios hacen referencia
a condiciones fisiológicas en el interior del organismo (hambre, sed), mientras que los
secundarios son aquellos que se han adquirido con base en asociaciones de impulsos
primarios (ansiedad o miedo).

Teoría cognitiva de la personalidad:

Esta teoría plantea que la conducta está guiada por la manera como se piensa y se actúa
frente a una situación; sin embargo, no deja de lado las contingencias que ofrece el
ambiente inmediato ante cualquier situación. En palabras de Bandura (1977), la
personalidad es la interacción entre cognición, aprendizaje y ambiente; de igual manera
juegan un papel importante las expectativas internas de los individuos, pues el ambiente
influye en la manera de comportarse y por tanto modifica las expectativas del individuo
ante otras situaciones respecto a su comportamiento, teniendo en cuenta que las
personas se ajustan a unos criterios o estándares de desempeño que son únicos a la hora
de calificar un comportamiento en diversas situaciones. De acuerdo con el cumplimiento o
no de las expectativas, se dice que las personas que alcanzan grandes niveles de
desempeño interno desarrollan una actitud llamada autoeficacia (Bandura y Locke, 2003),
entendida como la capacidad de manejar las situaciones de manera adecuada para
generar resultados deseados. Mientras que para Rotter (1954) esto puede ser utilizado
como una habilidad cognitiva que influye en las personas de acuerdo con el manejo de
sus expectativas, como lo plantea Bandura (1977; citado por Davidoff, 1998), la conducta
de las personas está orientada a metas, pues los individuos se pueden regular a sí
mismos; además tienen un grado de libertad y capacidad de cambiar durante toda la vida.
Bandura consideró a los humanos como seres complejos, únicos, activos, destacando el
pensamiento y la autorregulación. Pues los individuos están en una continua resolución
de problemas, partiendo de la experiencia y de la capacidad de procesamiento de
información. Por tal razón, Bandura realizó sus estudios en humanos en el nivel
contextual; por lo tanto, a través de la observación de modelos la persona puede
transformar imágenes e ideas que se pueden combinar y modificar con el fin de elaborar
patrones de conducta adecuados. Siguiendo con Bandura, el carácter, al definirse por
dimensiones aprendidas y vinculadas a factores psicosociales, tiende a formarse de
manera continua pero especialmente en los procesos de socialización más básicos. Entre
los modelos centrados en dimensiones del carácter se destacan los que se centran en el
concepto de “esquema”. Los esquemas son sistemas estructurados y entrelazados,
responsables del procesamiento de un estímulo percibido y su respuesta conductual
asociada (Beck, Freeman, Pretzer, Davis, Fleming & Ottaviani, 1995). Por su parte,
Mischel (1973) se interesó por estudiar las variables personales del aprendizaje social
cognoscitivo, variables que generaron otras maneras de percibir las diferencias
conductuales; a partir, de estos estudios se pudo especificar cómo las cualidades de una
persona influyen en el ambiente y las situaciones, así como también que el individuo
emite patrones de conducta complejos y distintos en cada una de sus interacciones
cotidianas.

La estructura genética interactúa con el entorno social y no hay dos individuos que tengan
un entorno idéntico, ni siquiera dos hermanos criados en el mismo hogar.

Al principio, Allport propuso dos clases de rasgos: los individuales y los comunes.

Etapas del desarrollo del propio (Yo) de Allport

Etapas del desarrollo del propio


● yo corporal
(0-3) distingue su cuerpo del entorno
● identidad del sí mismo
(0-3) identidad permanece a pesar de cambios en el ambiente.
● Autoestima
(0-3) orgullo por logros.
● extensión del sí mismo
(4-6) los objetos y personas forman parte de mi mundo

● Autoimagen
(4-6) crea una imagen idealizada de su persona y conducta, sabe que satisface o no las
expectativas de los padres.
● el sí mismo como agente racional
(6-12) solución de problemas con lógica.
● esfuerzo del proprio
Adolescencia, formular planos a largo plazo
● edad adulta
Autonomía funcional, crea su estilo de vida consciente

Raymond Cattell considero la existencia de 16 dimensiones básicas de la personalidad.

Todo el trabajo de Cattell se ha orientado al descubrimiento de los elementos que


configuran la personalidad, y al desarrollo de pruebas para poder valorar estos elementos
o rasgos.

Para obtener los rasgos fundamentales de personalidad, Cattell partió del análisis del
lenguaje, ya que consideraba que el idioma dispone de palabras que recogen cualquier
cualidad (criterio léxico).

Objetivos terapéuticos

Los criterios de anormalidad de esta teoría son los siguientes:

● La personalidad atrofiada es resultado de muchas situaciones bruscas durante la


niñez ya sea por genes o el ambiente que intervengan, si el individuo está
incapacitado física, mental o emocionalmente, tiene muchas dificultades para
desarrollarse y sobresalir en la vida.
● Para alcanzar la buena vida no hay que renunciar a los placeres, sino no abusar
de ellos: no hay que sentir remordimientos por gozar de un placer que gente
menos afortunada no puede disfrutar, pero sí, hay que intentar ayudar a los menos
afortunados.
● Con el concepto del bien y del mal desarrolla lo que nos puede resultar más
conveniente, necesario o más satisfactorio, ya que, aunque seamos libres de
poder elegir lo que queramos siempre habrá cosas más importantes que otras.

El determinar si un motivo es funcional o autónomo no es lo esencial sino el saber que


debemos enfatizar el concepto de que vivimos en el presente y no en el pasado

Perspectiva del aprendizaje


La teoría del aprendizaje social como se aplica a la personalidad, está representada por
Albert Bandura, y se inspira en la teoría conductista de Skinner. Bandura, al igual que
Skinner, se concentra en la conducta manifiesta y no en las necesidades, los rasgos, los
impulsos o los mecanismos de defensa

Modelamiento

Por medio del modelamiento (es decir, observando la conducta de un modelo e


imitándola) podemos adquirir respuestas que no hemos desempeñado ni exhibido antes, y
podemos fortalecer o debilitar las actuales. En otra investigación del efecto del
modelamiento en el aprendizaje, Bandura comparó la conducta de los padres de dos
grupos de niños. Un grupo era de pequeños sumamente agresivos y el otro era de niños
más inhibidos. Según la teoría de Bandura, la conducta de los chicos debería reflejar la de
sus padres. La investigación reveló que los padres de los niños inhibidos también lo eran,
y que los padres de los niños agresivos también lo eran.

Desinhibición

Las investigaciones han demostrado que las conductas que una persona suele suprimir o
inhibir se exhibirán con más facilidad ante la influencia de un modelo. Este fenómeno,
llamado desinhibición, se refiere al debilitamiento de una inhibición o su restricción
cuando se tiene contacto con un modelo.
Efectos de los modelos sociales

Con base en una investigación exhaustiva, Bandura llegó a la conclusión que gran parte
de la conducta –tanto buena como mala, normal como anormal– se aprende imitando la
de otros. A partir de la infancia, adquirimos respuestas frente a los modelos que nos
presenta la sociedad

Características de la situación del modelamiento

Bandura y sus colegas investigaron tres factores que influyen en el modelamiento: las
características del modelo, las características del observador y las consecuencias
reforzantes asociadas con la conducta.

● Características de los modelos: Afectan la tendencia a imitarlos. En la vida


real, la influencia de la persona que se parece a uno será mayor que la de la
persona que es diferente en aspectos evidentes y significativos.
● Características del observador : Determinan la eficacia del aprendizaje por
observación. Las personas que tienen poca seguridad en sí mismas y baja
autoestima son más propensas a imitar al modelo que las personas que tienen
mucha seguridad en sí mismas y alta autoestima
● Consecuencias reforzantes asociadas con la conducta: Las
recompensas vinculadas con una conducta particular afectan el grado de
modelamiento e incluso superan el efecto de las características del modelo y del
observador.
● Procesos del aprendizaje por observación

Las etapas del aprendizaje por observación

Se distinguen 4 etapas fundamentales en este tipo de aprendizaje:


1. Adquisición: Es la etapa en la que el alumno capta los rasgos del referente y
cuando el modelo es más condicionante e influyente. En los niños el principal
modelo es el maestro y su influencia dependerá del carisma y el grado en que los
alumnos se identifiquen con él.

2. Retención: Segunda fase caracterizada por el análisis de los comportamientos


observados y posterior guardado en la memoria en forma de imágenes mentales.
Estas podrán ser extraídas cuando sea necesario.

3. Ejecución: En este punto, llega el momento de poner en práctica los


comportamientos apropiados y útiles que se han ido almacenando en la memoria,
Para realizar esta acción es necesaria la correcta traducción de la información
retenida en la fase anterior.

Consecuencias: En la cuarta parte es cuando se comprueba la verdadera utilidad de la


puesta en práctica de los conocimientos aprendidos. Se trata de adaptar lo aprendido a
situaciones y problemas

● La personalidad
● Métodos para el estudio de la personalidad
● Hormonas y personalidad

La personalidad

La palara personalidad viene del latín persona, palabra con la que se designaba a las
máscaras que usaban los actores en obras teatrales.

La personalidad está definida como el conjunto de rasgos y cualidades que configuran el


comportamiento de una persona y la hace única y diferente a las demás.

Métodos para el estudio de la personalidad


Los psicólogos estudian la personalidad de distintas formas. Hay quienes se concentran
en la conducta observable. Otros se concentran en los sentimientos y experiencias
conscientes. Y otros tratan de descubrir las fuerzas inconscientes que nos motivan. En el
estudio de la personalidad no existe un método absoluto, uno que sea bueno para
examinar un aspecto de la personalidad, quizás no sea adecuado para otro.

Inventarios de auto reporte u objetivos: es una técnica que consiste en pedir a las
personas que aportan información de sí mismas, para lo cual deben contestar preguntas
sobre su conducta y sentimientos en distintas situaciones. Esta clase de pruebas contiene
reactivos acerca de síntomas, actitudes, intereses, miedos y valores. Los sujetos tienen
que indicar con qué exactitud los reactivos describen sus características o su grado de
acuerdo con cada uno.

Técnicas proyectivas: estas fueron ideadas para su trabajo con pacientes afectados
por trastornos emocionales. Inspirados en la importancia que Freud otorgó al
inconsciente, estos instrumentos tratan de penetrar en la parte invisible de nuestra
personalidad.

Entrevistas clínicas: en esta se le hacen, al evaluado, preguntas relevantes sobre las


experiencias de su vida pasada y actual sobre sus relaciones familiares y sociales, sobre
los problemas que lo impulsaron a buscar ayuda psicológica. Durante la entrevista puede
explorarse una amplia gama de conductas, sentimientos e ideas.

Procedimientos de evaluación de la conducta: En este procedimiento un


observador evalúa el comportamiento de la persona en una situación determinada.
Cuanto mejor la conozca, más exacta puede ser su evaluación.

Procedimientos de muestreo de pensamientos y experiencias: en el muestreo


de pensamiento se registran sistemáticamente los pensamientos de una persona para
obtener una muestra a lo largo de un periodo. Puesto que éstos son una experiencia
personal y no pueden verse, el único que puede efectuar este tipo de observación es el
individuo cuyos pensamientos van a estudiarse. Así pues, el observador y el individuo
observado son el mismo en este caso.

Hormonas y personalidad
Las hormonas son sustancias que nuestro cuerpo vierte en el torrente sanguíneo, con
el objetivo de influir en el funcionamiento de otras células.
Testosterona: Hormona sexual masculina segregada especialmente en el testículo,
pero también, y en menor cantidad, en el ovario y en la corteza suprarrenal, que tiene
efectos morfológicos, metabólicos y psíquicos.

Muchos investigadores consideran que las hormonas además de causar cambios físicos,
también producen cambios en el cerebro, lo que resulta en diferencias de conducta.

Conclusión:

La gran variedad de planteamientos sobre la personalidad hace que este constructo


posea gran relevancia para las diversas corrientes psicológicas, debido a que en cada
periodo histórico el concepto es más estudiado y por ende mejor descrito. La relevancia
teórica que en investigación se le ha dado al concepto de personalidad a lo largo de la
historia y de acuerdo con las manifestaciones que se hacen evidentes en los seres
humanos, llevan a que sea un constructo bastante controvertido debido a que no se han
establecido criterios universales para identificar perfiles de personalidad. A lo largo de la
historia ha sido difícil unificar el constructor de personalidad debido a que desde las
diferentes posturas teóricas se han planteado diversos criterios, categorías y definiciones
que no se enmarcan dentro de una perspectiva que incluya todos los factores que la
componen; esto por la congruencia que deben tener las teorías de la personalidad con el
enfoque dentro del cual surgen.

A medida que ha surgido la necesidad de abordar el concepto de personalidad como una


manera de entender el porqué del comportamiento del ser humano, ha surgido también la
necesidad de construir instrumentos de medición, que evalúen las características
individuales para determinar un perfil de personalidad; esta evaluación se hace desde los
diferentes componentes de la personalidad.

Bibliografía:

Aiken, L. (2003). Tests psicológicos y evaluación. México: Pearson Educación. Allport, G. (1940).
Motivation in personality: reply to Mr. Bertocci. Psychological Review. 47; 533-554. Allport, G.
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& Locke, E. (2003). Negative Self-efficacy and goal effect revisited. Journal of Applied Psycholgy, 8,
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personalidad. Barcelona: Paidos.

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