Cuando la ansiedad toca la puerta
“Humillaos, pues, bajo la poderosa mano de Dios, para que él os exalte cuando fuere el tiempo; echando toda
vuestra ansiedad sobre él, porque él tiene cuidado de vosotros”. – 1 Pedro 5:6-7
Resulta interesante encontrar que, en varios segmentos de la Escritura, para hacer frente a los problemas en
nuestras propias fuerzas, con nuestras habilidades, lo que nos queda es cansancio, ansiedad, frustración y
nuestro orgullo herido. ¿Qué quiere Dios? Que dejemos de pelear como humanos y le entreguemos a Él nuestras
cargas. ¡El Señor quiere que aprendamos a descansar en Él confiadamente!
Cuando caminamos con ansiedad, preocupaciones y temores, es porque hace tiempo que hemos perdido la fe.
Entonces queremos resolver las cosas a nuestra manera. Si la ansiedad es por dinero, salimos a pedir dinero
prestado; si es por enfermedad vamos a los pastores, pero olvidamos de ir directamente delante de Dios y
entregarle nuestras cargas.
LA FE CEDE EL CONTROL A DIOS
Como humanos apenas podemos hacer las cosas naturales; pero Dios tiene poder para hacer lo sobrenatural. Él
hace lo que es imposible para el hombre, rebasa todo límite, rompe toda barrera, anula todo decreto y
diagnóstico médico. Los malos pensamientos aun podrán venir a su mente; el dolor o la enfermedad quizá
continúe, es probable que regrese a casa y vea que nada lo pondrá ansioso. ¡Descansará y tendrá paz sabiendo
que Dios está en control!
Muchos son consumidos por los problemas; ni siquiera pueden adorar a Dios con libertad. ¡Eso no puede seguir
así! Es cierto que todos tenemos problemas, pero la Biblia dice que cuando echamos nuestras cargas sobre Él,
Dios nos cuida. Lo mejor que podemos hacer es soltar nuestros hijos, nuestra esposa o esposo, nuestro negocio,
o lo que sea que nos esté preocupando, y dejarlo en las manos de Dios, porque allí estarán más seguros.
¿QUIÉN DIJO QUE LA PREOCUPACIÓN SOLUCIONA LOS PROBLEMAS?
La preocupación y la ansiedad no resuelven nada. Solo Dios cuida de nosotros; y lo hace bien. Sin embargo, hay
gente que quiere venir a contarnos un chisme. A ese tipo de personas, dígales: “Mis oídos no son basurero del
diablo”. Dígales que, si necesitan ayuda, vayan donde su Padre celestial. ¡Él sabe cómo ayudarlos!
DIOS GUARDARA SU CORAZÓN
“Por nada estéis afanosos, sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego,
con acción de gracias. Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y
vuestros pensamientos en Cristo Jesús. - Filipenses 4:6
La evidencia de que estamos descansando en Dios, y que Él tiene el control de nuestra vida, es la paz. Ésta
viene como resultado de entregarle nuestras cargas a Él, Mientras no lo haga, dormirá tres horas al día,
dependerá de pastillas y vivirá en estrés constante. Hoy, deje que la paz de Dios lo inunde.
Cuando la palabra dice que Dios “guardará vuestros corazones y vuestros pensamientos”, es porque, en el
momento que decidimos soltar el problema, Dios asume el control y guarda su corazón y sus pensamientos.
Todos en algún momento hemos estado ansiosos. Hemos orado, ayunado, sembrado y no vemos la respuesta.
En ese tiempo es cuando debemos confiar más y recibir la paz de Dios.
OREMOS JUNTOS
Iglesia Vida Cristiana / Lecciones de Vida # 23 Cuando la ansiedad toca su puerta 1
Padre celestial en este día, me humillo delante de Tu presencia, reconozco que en mis fuerzas no puedo
resolver los problemas que enfrento. Con fe, echo sobre Ti toda ansiedad, preocupación y miedo. Suelto toda
carga y todo yugo que me agobia. Sé que la mas alta expresión de mi fe es cuando descanso en Ti. Señor, te
entrego mis ansiedades y problemas. ¡Ahora, lléname con tu paz! Amén.
OBJETIVOS
Aprender a soltar nuestras cargas y entregárselas a Dios.
PREGUNTAS FINALES
● ¿Por qué decimos que la fe le entrega el control de nuestra vida a Dios?
● ¿cuál es la evidencia de que estamos descansado en Dios?
● ¿Cómo sabemos que Dios está guardando nuestros corazones y pensamientos?
ACTIVACIÓN
El líder hará el llamado para la salvación.
Guiará al grupo en oración, a humillarse y entregarle todas sus cargas a Dios.
Ministrará al grupo la paz de Dios que sobrepasa todo entendimiento.
DIEZMOS Y OFRENDAS
Pero esto digo: “El que siembra escasamente, también segará escasamente; y el que simbra generosamente,
generosamente también segará”. – 2 Corintios 9:6.
No espere sentir el deseo de dar. Active su fe para dar y comience a sembrar semillas en forma de diezmos y
ofrendas, que ciertamente van a producir cosecha generosa.
Iglesia Vida Cristiana / Lecciones de Vida # 23 Cuando la ansiedad toca su puerta 2