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Importante Sentencia Sobre Acción Pauliana y Simulación (Casación 890-2017, Huaura) - LP

El Tribunal Supremo de Justicia de Perú resolvió un caso sobre la ineficacia de un acto jurídico. La demanda se presentó para declarar ineficaz la compraventa de un inmueble realizada por un deudor alimentario a terceros, con el fin de evadir el pago de pensiones adeudadas. El tribunal confirmó la sentencia que declaró fundada la demanda, al encontrar indicios de que los compradores pudieron conocer el fraude o negligentemente no averiguaron sobre la deuda y el estado del inmueble.

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Importante Sentencia Sobre Acción Pauliana y Simulación (Casación 890-2017, Huaura) - LP

El Tribunal Supremo de Justicia de Perú resolvió un caso sobre la ineficacia de un acto jurídico. La demanda se presentó para declarar ineficaz la compraventa de un inmueble realizada por un deudor alimentario a terceros, con el fin de evadir el pago de pensiones adeudadas. El tribunal confirmó la sentencia que declaró fundada la demanda, al encontrar indicios de que los compradores pudieron conocer el fraude o negligentemente no averiguaron sobre la deuda y el estado del inmueble.

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Importante sentencia sobre acción pauliana y

simulación [Casación 890-2017, Huaura]


POR REDACCIÓN LP - 20 JULIO, 2020

SUMILLA: El recurso deviene en infundado pues la Sala de mérito ha determinado que, en el caso de autos,
existen indicios suficientes que, en conjunto, probarían que los demandados compradores estuvieron en
capacidad de conocer que el acto jurídico se celebraba con la finalidad de evadir, por parte del vendedor, el
cumplimiento de su obligación crediticia.

CORTE SUPREMA DE JUSTICIA DE LA REPÚBLICA

SALA CIVIL TRANSITORIA

Casación 890-2017, Huaura

INEFICACIA DE ACTO JURÍDICO.

Lima, catorce de setiembre de dos mil dieciocho.-


LA SALA CIVIL TRANSITORIA DE LA CORTE SUPREMA DE JUSTICIA DE LA
REPÚBLICA: Vista la causa número ochocientos noventa – dos mil diecisiete, efectuado el debate y la
votación correspondiente, emite la presente sentencia.

MATERIA DEL RECURSO.

Se trata del recurso de casación interpuesto por Félix León Zarzoza y Rosa Alejandrina Paulina de León a
fojas trescientos veintisiete, contra la sentencia de vista de fojas trescientos quince, de fecha veintiuno de
noviembre de dos mil dieciséis, emitida por la Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de Huaura, la cual
revocó la sentencia contenida en la Resolución número nueve, de fecha veintiséis de abril de dos mil
dieciséis, que declaró infundada la demanda; y, reformándola declaró fundada la demanda interpuesta por
Carol Stephanie García Carranza sobre Ineficacia de Acto Jurídico; en consecuencia, declararon ineficaz el
contrato de compraventa celebrado entre Carlos Jaime García Ruiz a favor de Félix León Zarzoza y Rosa
Alejandrina Paulina de León respecto del inmueble ubicado en avenida 5 manzana IA, lote 02 – urbanización
Las Palmeras (antes urbanización Limoncillo) del distrito y provincia de Barranca, inscrito en la Partida
Electrónica número 40005163; debiendo volver dicho bien al patrimonio del deudor Carlos Jaime García
Ruiz.

FUNDAMENTOS DEL RECURSO.

Esta Sala Suprema, mediante resolución de fojas cuarenta y ocho del presente cuadernillo, de fecha cuatro de
diciembre de dos mil diecisiete, ha estimado declarar procedente el recurso de casación por las siguientes
causales:

A) Infracción del artículo 197 del Código Procesal Civil; alegando que, han obrado de buena fe, en tanto que
al momento de adquirir el cincuenta por ciento (50%) del bien inmueble sub litis, fueron diligentes al
informarse a través de los Registros Públicos sobre la titularidad del bien, donde no registraba ningún
gravamen sobre el bien, ni existencia de la deuda. Argumentan que, desconocían la deuda alimentaria.
Indican que, no se ha valorado el proceso de división y partición sobre el bien sub litis, iniciado por los
recurrentes contra la madre de la actora, en los que se evidencia que la demanda de autos ha sido motivada
por dicho proceso;

B) Infracción del artículo 195 del Código Civil; sosteniendo que, la recurrida interpreta erróneamente la
referida norma, pues se habría establecido que la carga de la prueba, en cuanto a la ausencia de fraude recae
en la parte demandada; por el contrario, si la demandante no prueba la existencia del perjuicio y la mala fe
del tercero, la demanda es infundada, no pudiendo invertirse la carga de la prueba al tercero adquirente.
Indica que, en el caso de los actos de disposición del patrimonio que son posteriores al crédito, la norma
cuya infracción denuncia ha previsto que el acreedor debe probar:

a) La existencia del crédito; y,

b) Que el tercero conocía del perjuicio a los derechos del acreedor o que ha estado en razonable
situación de conocerlos o de no ignorarlos, en tanto que al deudor y al tercero corresponde la prueba de
la inexistencia del perjuicio, o que existen bienes libres suficientes para garantizar la satisfacción del
crédito; por tanto, los requisitos deben ser concurrentes y estar vinculados; lo cual no ocurre en el caso
de autos, pues los recurrentes desconocían el crédito de la demandante; por lo que es de aplicación el
artículo 197 del Código Procesal Civil; según el cual, la declaración de ineficacia del acto no perjudica
los derechos adquiridos a título oneroso por los terceros subadquirentes de buena fe. Precisa que, se
debe tener en cuenta que en el proceso penal en el que el demandado ha sido condenado por omisión
de asistencia familiar, ya está garantizado el pago de la deuda con la reparación civil que se ha
impuesto.

CONSIDERANDO:

PRIMERO.- Previamente a la absolución del recurso de casación sub examine es necesario hacer un breve
recuento de lo acontecido en el proceso. En tal sentido, se advierte que por escrito de fojas cincuenta y uno a
cincuenta y nueve, subsanado a fojas ciento veinticinco, Carol Stephanie García Carranza interpone demanda
de ineficacia de acto jurídico contra Carlos Jaime García Ruiz, Félix León Zarzoza y Rosa Alejandrina
Paulina de León respecto de la compraventa del inmueble ubicado en avenida 5, manzana IA, lote 2 –
urbanización Las Palmeras del distrito y provincia de Barranca, celebrada el ocho de setiembre de dos mil
catorce. Como fundamento de su demanda, sostiene que:

a) El demandado Carlos Jaime García Ruiz adeuda a la recurrente la suma de veintinueve mil
seiscientos noventa y cinco soles con diecinueve céntimos (S/29,695.19) por concepto de pensiones
alimenticias devengadas, suma que se encuentra aprobada y que viene siendo requerida en el proceso
de divorcio, donde se fijó dicha pensión;

b) Sin embargo, cuando la recurrente quiso solicitar una medida cautelar sobre el inmueble sub litis, se
dio con la sorpresa que el obligado había transferido el cincuenta por ciento (50%) de las acciones y
derechos que tenía sobre el mismo, a favor de Félix León Zarzoza y Rosa Alejandrina Paulina de León;

c) Que la única finalidad de dicha transferencia, ha sido la de disminuir su patrimonio y no responder


por las obligaciones contraídas; utilizando para tal efecto amigos y testaferros; y,

d) Debe tenerse en cuenta que en la Escritura Pública no se ha mencionado la forma de pago con la que
se realizó la transferencia; más aún si es sabido que por la ubicación del bien, su precio es mucho
mayor al acordado entre los demandados; por lo que, se concluye que la venta es ficticia y que el único
fin es evitar que los bienes del deudor respondan por las deudas u obligaciones de este frente a sus
acreedores.

SEGUNDO.- Tramitada la demanda según su naturaleza, el A quo, mediante sentencia de fojas doscientos
cuarenta y siete, de fecha veintiséis de abril de dos mil dieciséis, la declaró infundada. Como fundamentos de
su decisión sostiene, que:

i) De la carta notarial de fecha tres de marzo de dos mil quince, dirigida por Félix León Zarzoza y Rosa
Alejandrina Paulina de León a Emma Valeria Carranza Suárez, en su calidad de copropietaria del
inmueble sub litis, fluye que la madre de la ahora demandante ha tenido oportuno conocimiento de la
traslación de dominio que hizo Carlos Jaime García Ruiz de la parte proporcional que le correspondía;
sin embargo, no consta en autos que la citada carta notarial haya tenido respuesta alguna; y,

ii) En consecuencia, la venta realizada no significa que tenga el propósito de disminuir el patrimonio
del deudor; pues este, en uso de sus derechos, ha dispuesto de la parte que le correspondía; más aún si
existen otros mecanismos para el pago de las acreencias por concepto de pensiones devengadas.

TERCERO.- Apelada la mencionada resolución, la Sala Superior, mediante sentencia de fojas trescientos
quince, de fecha veintiuno de noviembre de dos mil dieciséis, resuelve revocarla; y, reformándola, declara
fundada la demanda; en consecuencia, ineficaz el contrato de compraventa celebrado entre Carlos Jaime
García Ruiz a favor de Félix León Zarzoza y Rosa Alejandrina Paulina de León, respecto del inmueble
ubicado en avenida 5, manzana IA, lote 02 – urbanización Las Palmeras, distrito y provincia de Barranca;
debiendo volver dicho bien al patrimonio del deudor Carlos Jaime García Ruiz. Como sustento de su
decisión señala que:

i) El demandado Carlos Jaime García Ruiz, a sabiendas de que tiene una deuda alimentaria a favor de
su hija Carol Stephanie García Carranza, decidió celebrar una compraventa de las acciones y derechos
que tiene en propiedad respecto del inmueble sub litis; desprendiéndose de esa manera de un bien
patrimonial para dejar de cumplir la indicada obligación alimentaria, ya que no está acreditado de qué
manera o con qué otro patrimonio podría cumplir dicha obligación;

ii) Si bien los demandados Félix León Zarzoza y Rosa Alejandrina Paulina de León alegan que
adquirieron los derechos y acciones del inmueble de buena fe y que dicha adquisición se realizó sin
haber tomado conocimiento del estado físico y jurídico del mismo; estos hacen una inversión de
sesenta mil soles (S/60.000.00) sin demostrar de donde obtuvieron tal recurso, ya que según su
declaración, el primero es jubilado, y su cónyuge es ama de casa; además, presuntamente pagan dicha
suma en el mes de mayo, sin que se haya formalizado la compraventa mediante Escritura Pública que
recién se realizó en setiembre de dos mil catorce; y,

iii) Es decir, los compradores han procedido con manifiesta negligencia y descuido, ya que para
invertir sesenta mil soles (S/60.000.00), no tomaron el mínimo cuidado de averiguar el estado actual
del inmueble que está en la posesión de Emma Valeria Carranza Suárez y de que a raíz del proceso de
divorcio hay una deuda alimentaria que el vendedor debía pagar a favor de su hija, la demandante; por
lo que, teniendo en cuenta que la buena fe es un respaldo que favorece al comprador solo cuando este
ha sido diligente y ha tomado las medidas mínimas necesarias para conocer el estado actual del bien
que desean adquirir en propiedad, el argumento de los demandados no es sostenible ni jurídica ni
fácticamente.

CUARTO.- Estando a los fundamentos del recurso que nos ocupa, es necesario destacar que, el debido
proceso es un derecho complejo que está conformado por un conjunto de derechos esenciales que impiden
que la libertad y los derechos de los individuos sucumban ante la ausencia o insuficiencia de un proceso o
procedimiento, o se vean afectados por cualquier sujeto de derecho -incluyendo el Estado- que pretenda
hacer uso abusivo de estos. En ese sentido, es menester recalcar que el artículo 139 inciso 3 de la
Constitución Política del Perú, consagra como principio rector de la función jurisdiccional, dentro de nuestro
ordenamiento jurídico, la observancia del debido proceso. Este, conforme a la interpretación que
reiteradamente ha condiciones necesarias para defender adecuadamente y dentro de un plazo razonable los
derechos u obligaciones sujetos a consideración[1] .

QUINTO.- En ese sentido, la motivación de las resoluciones judiciales constituye un elemento del debido
proceso y, además, se ha considerado como principio y derecho de la función jurisdiccional consagrado en el
inciso 5 del artículo 139 de la Constitución Política del Perú, norma constitucional que ha sido recogida en el
artículo 12 del Texto Único Ordenado de la Ley Orgánica del Poder Judicial, en el inciso 6 del artículo 50 e
incisos 3 y 4 del artículo 122 del Código Procesal Civil, cuya infracción origina la nulidad de la resolución,
conforme lo disponen las dos últimas normas procesales señaladas. Una motivación adecuada conlleva la
justificación lógica, razonada y conforme a las normas constitucionales y legales, así como con arreglo a los
hechos y petitorios formulados por las partes; por lo tanto, una motivación adecuada y suficiente comprende
tanto la motivación de hecho o in factum (en la que se establecen los hechos probados y no probados
mediante la valoración conjunta y razonada de las pruebas incorporadas al proceso, sea a petición de parte
como de oficio, subsumiéndolos en los supuestos fácticos de la norma) y la motivación de derecho o in jure
(en la que se selecciona la norma jurídica pertinente y se efectúa una adecuada interpretación de la misma).

SEXTO.- Ahora bien, a fin de determinar si un pronunciamiento específico ha cumplido con el deber de
motivación, en los términos antes reseñados, conviene recordar que, según lo ha sostenido esta Suprema
Corte: “El cumplimiento de este deber no se satisface con la sola expresión escrita de las razones internas o
sicológicas que han inclinado al juzgador a decidir la controversia de un modo determinado, sin importar
cuáles sean éstas; sino que, por el contrario, exige necesariamente la existencia de una exposición clara y
coherente en la sentencia que no solo explique, sino que justifique lógicamente la decisión adoptada, en base
a las pruebas y demás hechos efectuado la Corte Interamericana de Derechos Humanos, exige
fundamentalmente que todo proceso o procedimiento sea desarrollado de forma tal que, su tramitación
garantice a las personas involucradas en él, las acontecidos en el proceso, y en atención a las normas
jurídicas aplicables al caso”[2]

SÉTIMO.- Estando a lo expuesto, y atendiendo las infracciones de orden material y procesal que se invocan,
es necesario precisar que el artículo 195 del Código Civil busca garantizar un crédito, el cual se ve afectado
por un acto jurídico de disposición de patrimonio de su deudor; por tal motivo, el citado dispositivo legal ha
previsto que el acreedor, pueda invocar que se declare ineficaz, respecto del él, los actos gratuitos u onerosos
de su deudor, por los cuales renuncia a derechos o disminuye su patrimonio perjudicando el cobro del
crédito. Respecto de la carga de la prueba, en el caso de actos onerosos de disposición del patrimonio, los
cuales son posteriores al crédito, la norma en comento ha previsto que corresponde al acreedor probar:

a) La existencia del crédito; y,

b) Que el tercero conocía del perjuicio a los derechos del acreedor o que ha estado en razonable
situación de conocerlos, o de no ignorarlos; en tanto que, al deudor y al tercero corresponde la prueba
de la inexistencia del perjuicio, o que existen bienes libres suficientes para garantizar la satisfacción
del crédito[3].

OCTAVO.- Revisados los actuados, se aprecia que mediante sentencia de fecha veintitrés de enero de dos
mil seis, aprobada por sentencia de vista de fecha veinticuatro de agosto del mismo año, el Primer Juzgado
Especializado Civil de Barranca de la Corte Superior de Justicia de Huaura fijó a favor de la ahora
demandante, una pensión alimenticia ascendente a la suma de doscientos veinte soles mensuales (S/220.00);
en base a la cual, dicho juzgado ha aprobado dos liquidaciones de pensiones devengadas ascendentes a los
montos de cinco mil ochocientos veinte soles con cinco céntimos (S/5,820.05) y diez mil noventa y ocho
soles y sesenta y tres céntimos (S/10,098.63) respectivamente; por lo que, la acreencia de la demandante se
encuentra acreditada. De otro lado, ello permite colegir que pese a tener conocimiento de dicha acreencia,
pues en dicho proceso el demandado Carlos Jaime García Ruiz sí ha participado activamente, este ha
transferido las acciones y derechos que ostenta sobre el inmueble sub litis a favor de Félix León Zarzoza y
Rosa Alejandrina Paulina de León; lo que demuestra que aquella venta ha tenido como propósito sustraerse
de la obligación alimentaria que aquel mantiene con la demandante; ello, además, de que no se ha acreditado
en el presente proceso la existencia de otros bienes que puedan garantizar el cumplimiento de su pago.

NOVENO.- De otro lado, en cuanto a la buena fe que alegan los recurrentes, es menester precisar que según
el artículo 2014 del Código Civil: “El tercero que de buena fe adquiere a título oneroso algún derecho de
persona que en el registro aparece con facultades para otorgarlo, mantiene su adquisición una vez inscrito su
derecho, aunque después se anule, rescinda, cancele o resuelva el del otorgante por virtud de causas que no
consten en los asientos registrales y los títulos archivados que lo sustentan. La buena fe del tercero se
presume mientras no se pruebe que conocía la inexactitud del registro”.

DÉCIMO.- Respecto al segundo párrafo del citado artículo, debe señalarse que este contiene una presunción
relativa, al establecer que la buena fe se presume mientras no se pruebe que se conocía la inexactitud del
registro; en consecuencia, no basta acreditar la adquisición de un bien a título oneroso del titular aparente,
sino que, además, las pruebas actuadas en el proceso deberán encontrarse destinadas a corroborar la buena fe
con la que actuaron los compradores del bien, no solo en base a la inexactitud del registro (buena fe
registral), sino, además, el desconocimiento subjetivo (buena fe subjetiva); esto es, que el adquirente,
verdaderamente, no debió conocer las causales de invalidez o ineficacia del acto jurídico celebrado, aun
cuando no aparecían en el registro; situación que según se observa, resulta ser una derivación directa del
principio de la buena fe, conforme a la disposición regulada en el artículo 1362 del Código Civil, que señala
que los contratos deberán negociarse, celebrarse y ejecutarse según las reglas de la buena fe y común
intención de las partes[4].

DÉCIMO PRIMERO.- En ese sentido, si bien, tal como se señala en el recurso que nos ocupa, al celebrarse
el acto jurídico, materia de la presente demanda, no existía anotación alguna en los Registros Públicos que
publicite la acreencia a favor de la demandante ordenado en el proceso de Divorcio por Causal; también es
cierto que, los demandados Félix León Zarzoza y Rosa Alejandrina Paulina de León en la Audiencia de
Pruebas de fecha veintitrés de octubre de dos mil quince, han reconocido no haber tomado posesión del
predio, no haber hecho depósito alguno por la transferencia, que el pago se habría hecho personalmente,
haber celebrado la Escritura Pública casi un año y medio después de haber realizado dicho pago y,
desconocer la ubicación exacta del inmueble adquirido.

DÉCIMO SEGUNDO.- En consecuencia, el no haber exhibido medio de pago alguno, aunado al hecho de
no haber acreditado la capacidad económica de los compradores, pues de los contratos adjuntados a la
contestación de demanda solo se aprecia la compra de un inmueble en el año dos mil uno, así como la venta
de dos lotes de terreno por sumas muy inferiores a la del contrato que es materia de la presente demanda,
este Colegiado colige que la transferencia del bien tiene como propósito impedir el cumplimiento de la
obligación contraída por Carlos Jaime García Ruiz en el citado proceso judicial; además, es evidente que los
compradores estuvieron en razonable situación de conocer la acreencia, pues una conducta diligente,
atendiendo a que alegan una transferencia de sesenta mil soles (S/60.000.00), les hubiera conllevado a
adoptar las medidas necesarias para conocer el estado del inmueble sub litis, que viene siendo ocupado por la
excónyuge del vendedor; por lo que, el acto jurídico cuestionado no se encuentra protegido por el principio
de la buena fe registral Por las razones anotadas y en aplicación del artículo 397 del Código Procesal Civil;

Declararon: INFUNDADO el recurso de casación interpuesto por Félix León Zarzoza y Rosa Alejandrina
Paulina de León a fojas trescientos veintisiete; en consecuencia, NO CASARON la sentencia de vista de
fojas trescientos quince, de fecha veintiuno de noviembre de dos mil dieciséis, emitida por la Sala Civil de la
Corte Superior de Justicia de Huaura; DISPUSIERON la publicación de la presente resolución en el Diario
Oficial “El Peruano”, bajo responsabilidad; en los seguidos por Carol Stephanie García Carranza contra
Félix León Zarzoza y otros, sobre Ineficacia de Acto Jurídico; y los devolvieron. Ponente Señor Ordóñez
Alcántara, Juez Supremo.-

S.S.
ROMERO DÍAZ
CABELLO MATAMALA
ORDÓÑEZ ALCÁNTARA
DE LA BARRA BARRERA
CÉSPEDES CABALA

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