Estudios Atacameños Nº 7, pp.
53-60 (1984)
El sitio ICC‑4: Un asentamiento precerámico en la
quebrada de Inca Cueva (Jujuy, Argentina)
Carlos Aschero1
RESUMEN Entre los otros recursos vegetales locales cabe
mencionar el soldaque (Hypsocharis sp.), cactáceas
Se discuten en estas páginas algunos aspectos referidos a
(Thricocereus tarijensis, y del género Opuntia),
la delimitación de un piso de ocupación en la capa 2 del
sitio Inca Cueva 4 (Departamento Humahuaca, Provincia helechos y gramíneas diversas, fibras y tallos de
de Jujuy, Argentina), su definición como un asentamiento de cortadera (Cortadera sp.) y de juncáceas. De las
cazadores recolectores y sus correlaciones, tomando para especies faunísticas presentes en el registro arqueo-
ello como base los datos ya publicados, los de una reciente lógico, camélidos (vicuñas y guanacos) y cérvidos
campaña y la primera datación radiocarbónica. han virtualmente desaparecido, no así la vizcacha
de la sierra (Lagidium sp.) que abunda en las peñas.
Aspectos biogeográficos del asentamiento De los recursos litológicos locales el principal es la
cuarcita, en forma de guijarros provenientes de un
El emplazamiento del sitio Inca Cueva 4 ocurre en el conglomerado incluido en las areniscas y que han
sector medio de la quebrada de Inca Cueva a los 23° sido procesados en diversos talleres.
Lat. S y 65° 27’ Long. O, en relación con vertientes
permanentes y comunidades vegetales que se iden- En relación al estudio faunístico se ha señalado que
tifican con las de matorral y bosquecillo de queñoas en un radio de 10 km el territorio de explotación
y vegetación compleja de los afloramientos rocosos desde Inca Cueva 4 cubriría otras comunidades ve-
de la tabulación de Ruthsatz y Movia (1975), entre getales y microambientes diversos (Mengoni 1982).
los 3800 y 4000 m.snm. La presencia de queñuas Las prospecciones realizadas hasta el momento no
(Polilepis tomentella) y agua permanente (dos re- han permitido localizar otros tipos de asentamiento
cursos importantes para los asentamientos actuales dentro del radio indicado.
en el borde oriental de la Puna jujeña) posibilitan
la presencia en Inca Cueva de puestos dedicados al Consideraciones sobre la estratigrafía y los
pastoreo, sin implementación alguna de recursos hallazgos
agrícolas locales.
En 1979 se presentó la información preliminar
A través de la información arqueológica los atrac- sobre el asentamiento acerámico de Inca Cueva 4,
tivos para el asentamiento en Inca Cueva 4 habrían asentamiento cuyo foco lo constituía una habitación
sumado a la explotación de la madera de queñua, de modelado intencional, excavada en el interior de
la disponibilidad de otros recursos vegetales para la un abrigo con pinturas rupestres. La capa cultural
dieta y las manufacturas; de una población faunís- que constituía el piso de esta habitación (capa 2)
tica variada favorecida por los recursos de agua y contenía diversos artefactos y ecofactos en una matriz
la topografía; de recursos litológicos aptos para caracterizada por abundantes restos vegetales, con
manufacturas y de reparo proporcionado por los excelente conservación de otras materias orgánicas
numerosos abrigos naturales de las areniscas rojas (Figura 1).
del subgrupo pirgua. Entre estos abrigos se destaca
el sitio Inca Cueva 1 (Gruta de Chulín o de Inca Los artefactos diagnósticos incluyen puntas de
Cueva) que muestra una importante secuencia del proyectil apedunculadas de limbo triangular corto y
arte rupestre local (Aschero 1979a). alargado (Figura 5); raederas laterales, convergentes
y frontolaterales; raspadores de filo restringido y
extendido; un perforador de base formatizada y mi-
Apedunculada
1
croartefactos con retoque y/o microrretoque marginal,
Instituto de Antropología, Facultad de Filosofía y Letras,
Universidad de Buenos Aires. 25 de Mayo 217, 1002, Buenos
todos ellos elaborados sobre cuarcitas, basaltos y
Aires, Argentina. rocas silíceas (ftanitas), algunas de estas últimas con
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CARLOS ASCHERO
tratamiento térmico. Se suman a estos numerosos aparecen expuestos, sugieren a su vez una posible
restos de cordeles de torsión Z‑S‑Z (con predominio relación con algunos rasgos de los artefactos de la
de lana de camélido en las fibras utilizadas), cestería capa 2 (artefactos líticos, cuentas de collar, colgantes
a la plana (plaited) y encordados (twinned) de tipos de pezuña, cestería a la plana).
cerrado, envolvente y simple. Hay cuentas de collar
recortadas sobre la columela de un caracol terrestre La ocupación de la habitación modelada en el piso
(Strophocheilus Megalobulimulus oblongus) y otras estéril del abrigo y la posterior depositación de las
planas sobre valvas de Diplodon sp. Se recogieron inhumaciones se presentan como dos episodios di-
también plumas embarriladas combinando unas ferentes de ocupación ligados por rasgos culturales
blancas de ñandú con otras rojas de aves exóticas o compartidos pero cuya distancia temporal no ha
bien pelos teñidos de rojo. Además se encontraron sido aún calibrada. Por otra parte, la homogenei-
numerosos pendientes de pezuñas de cérvido con dad estilística de las pinturas rupestres del abrigo
cordeles de amarre conservados. Para todos los as- (agrupaciones de trazos, puntiformes, motivos
pectos vinculados con la ergología, que no se tratan abstractos geométricos simples) y su relación con
aquí, ver Aschero (1979b), Pérez de Micou (1979) las representaciones más antiguas registradas en
y Yacobaccio (1979, 1982). las superposiciones del sitio Inca Cueva 1 (Grupo
Estilístico A) proporcionan datos de apoyo para tal
Cuando en 1978 se emprendieron excavaciones inferencia (Aschero 1979 a y b).
en el abrigo se buscaba localizar remanentes de
una capa con vegetales que había proporcionado La habitación modelada sobre la arena roja estéril de
restos de ocho inhumaciones y artefactos asociados, la capa 3 contenía dos pozos o “bodegas” interiores
conformando un importante conjunto de vestigios (Z‑Y en Figura 1) colmados de restos vegetales y
acerámicos, extraídos en 1936 por Torres Aparicio diversos artefactos y pequeños pozos periféricos
(colección particular, San Salvador de Jujuy). El también con restos vegetales. Las acumulaciones de
objetivo era obtener vestigios que facilitaran la restos vegetales en sedimento carbonoso que cons-
datación y la comparación de la referida colección tituye la capa 3 se extienden fuera del límite de la
con el variado conjunto ergológico recuperado en habitación. La distribución de artefactos y ecofactos
el sitio Inca Cueva 7, datado por la muestra T‑1773 sumado a lo anterior sugieren la existencia de un piso
en 4080±80 años AP (Aschero 1974; Aguerre et de ocupación extendido a ambos lados de la habita-
al. 1973 y 1975). ción. En el interior de esta se concentraba la mayor
cantidad de manufacturas y dos fogones playos, de
Las expectativas mencionadas fueron superadas por escasa potencia y sin contorno de piedras.
el hallazgo de la capa 2, estratificada por debajo de la
lente con restos vegetales designada 1A, conservada Entre los restos faunísticos presentes en el interior
en testigos adosados al fondo de la pared para los y borde de la habitación (procedentes de las cam-
que se infiere correspondían a los remanentes de las pañas 1978/79), Mengoni determinó la presencia de
extracciones de Torres Aparicio (Figura 4). Los dis- restos óseos y fibra de Lagidium viscacia y Chinchilla
tintos artefactos recogidos entre los restos vegetales sp. (NISP: 202; MNI: 16); huesos de Ctenomys sp.
de 1A se correlacionan con los hallazgos de Torres (NISP: 4) y de Artiodactyla (Flia., gen. et. sp. indet.;
Aparicio: fragmentos de astiles con decoración incisa NISP: 11). La presencia de Camelidae (gen. et. sp.
(geométrica) o lisos en cañas macizas (Chusquea indet.) se ha detectado a través de fibra (vellón)
sp.), una pluma embarrilada sujeta a un cordel, un y la Hippocamelus sp. por escasos restos óseos
fragmento de piel de camélido con costura y pintura (NISP: 6) y fibra; esta última representada por una
roja, un bloque tabular con restos de pintura roja, pequeña acumulación de pelos en el fondo de la
torzales de cuero y cordelería en lana y fibra vegetal habitación. Se suman otros escasos restos óseos de
y restos óseos humanos aislados. Canidae (gen. et. sp. indet.; NISP: 1), de Nothura
sp. (NISP: 3) y de un batracio no identificado
Entre las lentes con vegetales 1A y la capa 2, media (Mengoni 1982: 1).
un segmento de arena rojiza con vegetales desmenu-
zados (1B) que ofrece hallazgos esporádicos en los El análisis faunístico ha permitido inferir que viz-
testigos de fondo de la pared. Los artefactos recogidos cachas y chinchillas eran traídas enteras al sitio.
en campañas anteriores en el piso del abrigo, en el La escasa representatividad de Hippocamelus y
sector próximo al talud, donde los sedimentos lB Artiodactyla en general (considerando lo adecuado
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EL SITIO ICC-4: UN ASENTAMIENTO PRECERAMICO EN LA QUEBRADA DE INCA CUEVA…
del hábitat local) sugería: 1) la existencia de otras carbonosos y/o abundantes carbones sueltos) continúa
estructuras de habitación o de evacuación fuera del en todas las cuadrículas excavadas mostrándose muy
sector excavado, 2) el transporte solo de partes de delgada hacia la zona del talud y potente hacia la
los animales trozados fuera del sitio, y 3) un consu- pared. Hacia el sector 4‑5 está compuesta por dos
mo interfamiliar y compartido (fraccionamiento y camadas de vegetales que pueden diferenciarse por su
repartición de la pieza) (Mengoni 1982: 5). estado y composición, sin mediación de sedimentos
interestratificados. Esta zona E‑H muestra artefactos
Un primer fechado radiocarbónico de Inca Cueva líticos dispersos, muy pocos formatizados (raspa-
4 obtenido sobre una muestra de carbón vegetal de dores frontales y artefacto burilante) con escasos
uno de los núcleos de fogón en el piso del recinto desechos de manufacturación que se concentran en
habitacional (ver Figura 1) ofrece una alternativa H2‑3, en continuidad con los registros del fondo de
con respecto a la ubicación temporal sugerida en el la habitación.
primer informe (Aschero 1979b). La muestra proce-
sada por el Dr. Alonso en el Instituto Rocasolano de En esta misma zona, en las cuadrículas próximas al
Madrid proporcionó la siguiente datación: Muestra talud, se observa la presencia de concentraciones con
CSIC‑498: 9230±70 años AP (7280 años AC). vegetales en mal estado de conservación, residuos
de una actividad no determinada. La ubicación de
Esto lleva a rever las correlaciones antes sostenidas estos en el borde externo de la habitación y contra
con sitios precerámicos tardíos en zonas próximas la pared de un nuevo pozo‑depósito ubicado en
de la Puna oriental y Norte Grande chileno. F5‑6 (pozo “F”) permite asociar esta estructura de
cavado con el piso de ocupación. Sus dimensiones
Una nueva campaña realizada en 1982 permitió (65 x 80 cm y 40 cm) de profundidad son semejantes
ampliar la base de datos disponibles para estas a las del pozo “Y” del interior de la habitación. Su
correlaciones.2 contenido incluye diversos restos vegetales de reco-
lección, troncos de queñua, cordeles de lana y dos
Nuevos datos sobre el piso de ocupación de costillas humanas. Faltan los elementos suntuarios
capa 2 (pendientes, cuentas y plumas embarriladas) que
caracterizaban los pozos del interior de la habitación
Los resultados obtenidos en las campañas 1978/79 (Aschero 1979b). Entre la habitación y el pozón “F”
planteaban una serie de interrogantes en torno a tres hacia el borde del talud se ubicaron cuatro agujeros
ítems principales: a) la existencia de otras estructuras con un diámetro variable entre 10 y 14 cm y entre
de planta y la continuidad del piso con vegetales en 15 a 20 cm de profundidad, posibles remanentes
el exterior de la habitación modelada; b) la relación de postes clavados verticalmente en el sedimento
de semejanza entre las tecnofacturas de IA y 2; c) el arenoso y muy próximos entre sí; el relleno de éstos
hallazgo de otros indicadores de relación entre las lo constituía el sedimento con vegetales y carbones
pinturas rupestres y las ocupaciones del abrigo. La de la capa 2.
obtención de información sobre estos estaba sujeta
a la delimitación de sectores no perturbados por las Hacia el frente norte la apertura de la zona L‑M
extracciones de 1936. La reactivación de los perfi- abarcó un extremo de la habitación y permitió
les de 1979 proporcionó dos frentes para seguir la ubicar en su borde externo una lente de basuras y un
capa 2 y detectar perturbación, ampliándose la nuevo pozo‑depósito de mayores dimensiones que
excavación hacia los sectores E‑H/2-6 hacia el frente los anteriores; éste fue designado “M” y excavado
sur y L‑M/4‑6 hacia el norte (ver Figura 1). parcialmente. La referida lente (“L” en Figura 1)
presenta un alto contenido de ceniza y carbones,
Respecto al primero de los ítems citados, los re- abundantes restos vegetales (gran cantidad de corteza
sultados de esta última campaña proporcionan una de queñua, tallos y hojas de soldaque y otros mal
importante información adicional. Hacia el frente conservados), astillas de huesos largos y algunos
sur la capa 2 (con restos vegetales en sedimentos artefactos líticos que incluyen otra punta de proyectil
triangular apedunculada de fractura incompleta. La
presencia de vegetales no quemados entre cenizas y
2 La campaña, financiada por la Facultad de Filosofía y Letras carbones sugiere que se trata de la evacuación del
de la Universidad de Buenos Aires, contó con la participación
de H. Yacobaccio, E. Cúneo, V. Horwitz, P. Mancini, G.
contenido de los fogones interiores de la habitación
Platania, N. Ratto y H. Vidal. cuando éstos no estaban activos, explicando también
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CARLOS ASCHERO
Figura 1. Inca Cueva 4, capa 2 y perfiles de las capas 2 y 3.
la escasa potencia de los mismos. El pozo “M” sectores periféricos de la habitación; 2) la existencia
(de 1.10 m x 0.50 m de profundidad) proporcionó de otras estructuras de planta vinculadas a esta capa
abundantes restos de cordeles de lana, torzales de (pozos‑depósito, lente de basura, agujeros de postes);
cuero y vegetales de recolección. En la zona cumbre 3) la disminución en la frecuencia de hallazgos de
se recogió otra punta triangular apedunculada en artefactos líticos fuera del sector de la habitación;
cuarcita y en la base fragmentos de pieles curtidas, 4) la recurrencia en el relleno de los pozos exteriores
vellones de lana de camélido y pelos de cérvido. de ecofactos y artefactos semejantes a los recogidos
Estos últimos hallazgos son importantes porque en el interior de la habitación, en el piso o en los
repiten gran parte de los residuos recogidos en el pozos‑depósito. Estas observaciones verifican que
interior de la habitación. se trata de un piso de ocupación expresado por la
organización espacial de las actividades, inferidas
El conjunto de estos hallazgos indica: 1) la conti- a partir de la distribución de los vestigios y por las
nuidad de la capa 2 con sus restos vegetales en los zonas de evacuación de los residuos.
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EL SITIO ICC-4: UN ASENTAMIENTO PRECERAMICO EN LA QUEBRADA DE INCA CUEVA…
Figura 2. Ubicación de Inca Cueva 4 en la Provincia de Jujuy.
Figura 3. Excavación de Inca Cueva 4.
Figura 4. Inca Cueva 4, Perfil H2-H6.
Figura 5. Puntas de proyectil apedenculadas de Inca Cueva 4.
57
CARLOS ASCHERO
Respecto al segundo ítem antes citado la reducida y vegetales no leñosos; 1b) un “área de depositación
cantidad de artefactos recogidos en capa, en las lentes aglomerada” correspondiente a la zona de los pozos
con vegetales de 1A y en 1B, no permite establecer y fogones internos de la habitación, y 1c) un “área de
mayores relaciones con la capa 2. Se observó, sin depósito aglomerado” correspondiente a uno y otro
embargo, la existencia de un pozo‑depósito (“G” pozo del interior del recinto (Yacobaccio 1981). La
en Figura 1) con las mismas características de los primera de estas subdivisiones equivale espacialmente
anteriores, que recortaba la capa 2, rellenada con al anterior “espacio reservado”, designación que debe
restos vegetales de las lentes 1A. En su contenido ser dejada de lado en razón de lo inferido a través del
predominan los torzales de cuero, observándose microanálisis, confirmado por la distribución de los
un cuidadoso revestimiento de paja en la base del hallazgos en la zona E-H y por la presencia de restos
pozo. de pelo de cérvido en el fondo de la habitación. El
uso del término “depósito aglomerado” implica que
Para el tercer ítem planteado se han sumado en esta se trata de un relleno, sin organización alguna en
campaña nuevos indicadores en relación con el arte los elementos depositados. Lo que sí existe es una
rupestre. Restos de pigmento blanco, un fragmento de cierta selección entre los artefactos abandonados en
roca tabular quemada con pintura roja y vellones de estos pozos-depósito interiores (elementos del adorno
lana de camélido teñidos con rojo fueron recogidos en personal) respecto a los exteriores. A esta área de
capa 2. Estos se suman al artefacto con pintura roja, a habitación con sus subdivisiones debe agregársele
los restos de pigmento blanco y al hisopo citados en ahora una “subárea de evacuación próxima” repre-
el informe anterior (Aschero 1979b). No se hallaron sentada por la lente de basura. Los pozos exteriores
restos de las pinturas afectadas por la exfoliación serían también “depósitos aglomerados”, con las
de la arenisca, excavando al pie de las mismas; se diferencias de contenido ya apuntadas respecto a
deduce que estos se han desintegrado o bien han los del interior de la habitación.
sido removidos con los sedimentos extraídos por
Torres Aparicio. Se mantiene por lo tanto la hipótesis Las otras áreas que integran el asentamiento pueden
de que una u otra ocupación (capas 2 y 1A) estarían ser sostenidas. En la antesala se ha vuelto a observar
vinculadas con la ejecución de las pinturas. la presencia de artefactos líticos, guijarros y bloques
tabulares que tendrían que ver con actividades ejecu-
Características del asentamiento tadas a cielo abierto. Debe señalarse, sin embargo,
que tanto aquí como en la capa 0 de la excavación
Cuando en 1979 se integraron los hallazgos de Inca (constituida por excrementos de roedores) se reco-
Cueva 4 en términos de un asentamiento acerámico, gieron este año escasos fragmentos de cerámica aún
se pusieron en relación la habitación, los vestigios no clasificados; no obstante, puede afirmarse que no
recogidos en la base del talud o antesala del abrigo ha habido en la cueva una ocupación de grupos con
y los grandes artefactos de tipo chopper recogidos cerámica. La presencia de fragmentos de guijarros
al pie de las queñuas de un bosquecillo que se y lascas de cuarcita con retalla marginal en capa 2,
inicia en las proximidades del sitio (Torrentera de los troncos y la abundancia de corteza de queñua
las Queñuas; “TQ” en Figura 2). Se designó enton- en los pozos-depósito observados en esta última
ces: 1) un sector de habitación dentro del abrigo campaña llevan a insistir en la hipótesis de que esos
(dividida en un “espacio de actividad interior” y artefactos de tipo chopper recogidos al pie de las
un “espacio reservado” dentro del recinto); 2) un queñuas están funcionalmente ligados a la explotación
espacio de actividad exterior en el sector de la an- del bosquecillo por parte de los ocupantes del
tesala, y 3) un sector de explotación próxima en la abrigo.
Torrentera de las Queñoas. Los análisis llevados a cabo
por Yacobaccio sobre los artefactos líticos con La presencia de vegetales en las distintas estructuras de
rastros de utilización y sustancias adheridas más lo planta indica la existencia de una recolección variada
observado en la reciente campaña han permitido es- y si bien no se posee aún un diagnóstico completo de
tablecer nuevas opciones en ese primer esquema. las especies no hay evidencia de cultígenos. Entre los
vegetales comestibles se destaca por su abundancia
Se ha sugerido para la zona de habitación una subdi- el soldaque, conocido en la actualidad como un
visión en: 1a) un “área de actividad específica” donde estimulante para las afecciones de la altura y para
se harían tareas relacionadas con el laboreo de pieles uso medicinal. Si bien los tubérculos son posibles
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EL SITIO ICC-4: UN ASENTAMIENTO PRECERAMICO EN LA QUEBRADA DE INCA CUEVA…
de recoger durante todo el año en la zona del abrigo, un punto más sureño con persistencia de puntas
los tallos y hojas se secan en otoño e invierno, por triangulares desde épocas tempranas (Rivera y
lo tanto la presencia de tallos y hojas entre los vege- Ampuero 1971).
tales recogidos en la capa 2 indican su recolección
en épocas de primavera o verano. Estos tubérculos El patrón de la habitación de Inca Cueva 4 con sus
fueron encontrados por Fernández en las excavaciones pozos‑depósito no ofrece objeciones mayores para
efectuadas en Inca Cueva 1 (Fernández 1969-70). una ubicación temprana, conociendo las cronologías
Las gramíneas de capa 2 son identificables con las de Tiliviche 1B y Tarapacá 14 A en el Norte Grande,
especies Stipa, Festuca y Bromus sp., esta última con habitaciones semisubterráneas modeladas, a
con especímenes en floración, lo que refuerza la cielo abierto. Las habitaciones más tempranas de
hipótesis de una ocupación de fin de primavera o Tiliviche estarían relacionadas con la fecha de 7850
verano. Otros vegetales locales identificados son la AP (Núñez y Moragas 1977-78: 59), mientras que
cortadera, las cactáceas y una leguminosa (Lupinus las de Tarapacá 14 A (casa 5) habrían sido habitadas
sp.). Los fragmentos de caña (Chusquea sp.) son desde el 6430 AP (Núñez y True 1974). Este patrón
alóctonos, posiblemente obtenibles en tierras bajas se generaliza para los complejos tardíos precerámi-
orientales. cos del área del río Loa y de San Pedro de Atacama
incorporando paredes de piedra o laja en sitios como
Correlaciones Caleta Huelén 42, Tulan 52 y Puripica 1 (Núñez
et al. 1974; Núñez 1981).
El fechado radiocarbónico obtenido (que será
controlado con otras dataciones en curso) indicaría La similitud de la cordelería y cestería de Inca Cueva 4
un asentamiento temprano en relación a los pocos con las de los complejos tempranos de Guitarrero
fechados disponibles para el Precerámico de la Puna es notable y en este sentido apoya la hipótesis de
argentina. La correlación inmediata son los hallazgos Adovasio sobre el temprano desarrollo de estas
de la capa E3 del sitio CH III de Huachichocana con técnicas en América (Adovasio y Maslowski 1980:
dataciones de 10200±420 (GAK 5847), 8420±530 287). Un segundo aspecto es la selección de lana
(P-2280) y 9340±130 (P-2236) años AP (Fernández de camélido como fibra de neto predominio en
Distel 1980). De esta capa Fernández Distel dio a Inca Cueva 4, lo que marca una diferencia con la
conocer puntas apedunculadas triangulares junto cordelería temprana de Guitarrero (Adovasio y
a otras de limbo lanceolado. La ilustrada en su Maslowski 1980: 262). La implementación de la
informe de 1974 bajo el n° 866 responde al patrón lana para abastecer tecnologías específicas en Inca
morfológico de las de limbo triangular corto de Cueva 4 implicaría (de confirmarse la cronología)
Inca Cueva 4, pero es, como las restantes triangula- una temprana dependencia de estos grupos andinos
res, de mayor tamaño y está formatizada mediante con respecto al camélido.
lascados más anchos y cóncavos que las de este sitio,
según lo observado en el Museo del Pucara de Tilcara La evidencia disponible para sostener desplazamientos
(Fernández Distel 1974; Aguerre et al. 1975). estacionales desde o hacia Inca Cueva 4 es aún débil.
Las plumas de aves exóticas, las cañas utilizadas y
Componentes tempranos con puntas triangulares algunas rocas (como el basalto, los sílices y calcedo-
apedunculadas comparables a las de Inca Cueva 4 nias) que pueden proceder respectivamente de tierras
han sido localizados y datados en las estratigrafías bajas orientales o del piso precordillerano puneño,
de Tuina y San Lorenzo, en la serranía de Calama no son conclusivas para suponer territorios anuales
y zona de San Pedro de Atacama, respectivamente; muy extendidos puesto que bien pueden provenir de
las dataciones son de 10820 años AP para Tuina tempranos intercambios. Lo que sí puede enfatizarse
y entre 10400 a 9960 años AP para San Lorenzo es que el asentamiento de Inca Cueva 4 dispone de:
(Núñez 1980 y com. pers.). Hallazgos más distantes a) recursos locales suficientes para las necesidades
en los complejos IIb a IId de Guitarrero y en la base de la dieta y las manufacturas; b) que la densidad de
de la secuencia de Pachamachay, con cronologías artefactos recogidos no presupone un grupo grande
tempranas del orden de los 8000 a 11000 AP, avalan de personas y/o estadías prolongadas, y que c) en
la posición temprana de las puntas triangulares en contraste con esto último, la organización del piso
el área andina (Lynch 1980: 300; Rick 1980: 316). habitacional con sus diversas estructuras de cavado
San Pedro Viejo en el Norte Chico chileno marca y con la “limpieza” o evacuación de residuos de la
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CARLOS ASCHERO
habitación en los pozos‑depósito, sugiere una reuti- vinculados con el arte rupestre o la funebria quedan
lización periódica del sitio o un prolongado tiempo como probables variables a tomar en cuenta en la
originalmente previsto para su ocupación. Rituales interpretación de la índole del asentamiento.
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