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1 Pedro

Este documento resume el contenido y mensaje de la Primera Carta de Pedro. Explica que la carta trata principalmente del sufrimiento de Cristo y su relación con la vida cristiana. Aunque tradicionalmente se atribuye al apóstol Pedro, es probable que haya sido escrita décadas después por un autor desconocido que utilizó la autoridad de Pedro. La carta está dirigida a comunidades cristianas rurales de Asia Menor que enfrentaban hostilidad. Alienta a los creyentes a vivir santamente a pesar de

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1 Pedro

Este documento resume el contenido y mensaje de la Primera Carta de Pedro. Explica que la carta trata principalmente del sufrimiento de Cristo y su relación con la vida cristiana. Aunque tradicionalmente se atribuye al apóstol Pedro, es probable que haya sido escrita décadas después por un autor desconocido que utilizó la autoridad de Pedro. La carta está dirigida a comunidades cristianas rurales de Asia Menor que enfrentaban hostilidad. Alienta a los creyentes a vivir santamente a pesar de

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1

1 PEDRO

La Primera carta de San Pero es un escrito precioso del NT para percibir la altura
dela reflexión teológica, la hondura espiritual y la fuerza vital de las comunidades
cristianas mencionadas al comienzo de la carta como destinatarias de este
documento.

Aportaciones especificas de esta carta en los ámbitos de la cristología, de la


eclesiología y de la vida cristiana.

Es clave para la trasformación de la concepción de la iglesia como pueblo de Dios l


texto de 1Pe 2,4-10. El pueblo de Dios es la comunidad de piedras vivas unidas al
resucitado, la autentica piedra viva desechada por los hombres. A teología del
sacerdocio del pueblo de Dios llamado a ofrecer permanentemente en medio de este
mundo del sacrificio espiritual agradable a Dios, es decir, la propia vida.

El problema del sufrimiento: ¿Cuál es el valor del sufrimiento en la vida cristiana?.


¿pretende la carta legitimar de algún modo, los diferentes estratos sociales que allí
aparecen?. ¿intenta justificar la sumisión de los cristianos y cristianas ante las
instituciones públicas o las personas con roles sociales dominantes, como son el
emperado, los gobernadores, los amos, los maridos o los presbíteros?.

En 1Pe 4,12-9 el colmo de la paradoja cristiana: ¿Cómo es posible vivir la alegría en


el sufrimiento? El comienzo de la carta menciona grandes diversas regiones de Asia
Menor, que comprenden las zonas costeras de Asia, Bitimia y Ponto las Continenale
de Galacia y Capadocia. No aparece menciona ninguna ciudad, lo cual es indicio de
que la actividad evangelizadora en la que se sitúa la carta tiene mas bien lugar en las
zonas rurales del interior de estos territorios. La carta además no se dirige a
individuos ni comunidades particulares, sino a grupos cristianos que habían
principalmente en aldeas rurales. Probablemente los destinatarios de la carta sean en
su mayoria campesinos o pastores procedentes del paganismo, de clase social baja,
que cuidan y trabajan las propiedades de las clases superiores Romanas o locales. Es
posible que hubiera también algunos pequeños propietarios cristianos en esas
poblaciones rurales. Pero no se puede considerar gente rica.

En ningún lugar aparece el término persecución, pero si se puede hablar del


sufrimiento que se derivan de una hostilidad ambiental de la sociedad en que viven.
Así se pueden interpretar las referencias a las pruebas por las que pasan los
cristianos, los insultos, calumnias y maledicencias (1, 12; 3,9.16;4,4;5,9) en las que
se ven involucrados los creyentes hasta el punto de ser maltratados y escarnecidos.

Autor

En la carta encontramos los siguientes datos acerca de su autor: Pedro, apóstol de


Jesucristo, copresbítero, testigo de la pasión de Cristo y partícipe de la gloria que se
va a revelar por medio Silvano, hermano de confianza ha escrito brevemente esta
2

carta a los elegidos del ponto, Galacia, Capadocia, Asia y Bitimia, desde Babilonia
(5,13), donde también esta Marcos, su hijo.

Pero a identificación del auto de 1 Pe con el apostol Pedro es una cuestión


controvertida, los argumentos mas significativos en contra de su autenticidad son:

1) La adaptación de los temas teológicos de 1Pe sobrepasa el año 67, por tanto,
el apóstol ya había muerto (año 64 o 67) cuando la carta fue redactada
(década del 80)
2) La calidad literaria de la carta, tanto por el griego utilizado, por el estilo
literario, como por la utilización de los LXX no corresponde a un pescador
de galilea (Hch 4,13)
3) La presencia activa de Silvano en la redacción de la carta (1Pe 5,12)
4) Entre lo destinatarios de la carta figuran las regiones de Galacia y Asia,
iglesias paganas fundadas por Pablo, a las cuales es difícil que el apóstol
Pedro se dirigiera en vida de Pablo.
5) La situación de hostilidad ambiental corresponde a la descrita por Plinio, el
joven a Trajano.

Creemos, pues, que se trata de un escrito Pseudoepigráfico de un responsable culto


de la fraternidad, conocedor de la situación por la que pasan los cristianos, que
utilizando la autoridad del apostol Pedro, dirige esta carta circular a las iglesias de
Asia Menor:

Fecha y lugar

El tiempo de redacción de la carta se puede deducir de la localización histórica de


los distintos temas doctrinales y parenéticos de la carta, poniendo de relieve las
relaciones literarias y doctrinales de dependencia o de influencia de 1Pe con otros
escritos del NT.

Los datos de la Cristología, la Eclesiología y la Escatología son indicios para pensar


en una fecha de redacción dentro del periodo subapostólico, entorno al año 80.

Respecto al lugar de redacción de la carta, muchos comentarios se inclinan por


Roma, encubierta con el nombre de Babilonia (5,13). En efecto, la designación de la
capital del imperio con el nombre simbólico de Babilonia esta testimoniada no solo
en la literatura judeocristiana posterior al año 70 como sostenía.

Sin embargo, no se puede concluir nada con certeza y nos inclinamos mas bien por
la hipótesis de la localización de 1Pe en algún núcleo cristiano importante de Asia
Menor, debido a la sencilla estructuración de la iglesia que se deja entrever los rasos
sencillos que caracterizan la figura del auto, al conocimiento real y concreto que
tiene de la situación de los destinatarios, y a la presencia en la carta del término
cristiano procedente de Antioquia.

Contenido y mensaje
3

El sufrimiento y la pasión de Cristo y su relación con la vida cristiana constituyen, a


los temas fundamentales de esta carta. El tema del sufrimiento es el mas frecuente
en la carta.

Mas aún, la pasión de Cristo en particular, expresada con un vocabulario propio, con
un total de 12 referencias, parece constituir el tema principal: la sangre de Cristo
(1Pe1,2.19) y el sufrimiento de Cristo (1Pe 1,11). Así como los verbos sufrir y
desechar referidos a Cristo son el núcleo fundamental del mensaje doctrinal y
parenético de la carta.

Además de esta frecuencia terminológica sobre la pasión de Cristo tiene especial


importancia el hecho de que prácticamente en todas las secciones de la carta,
indicada, aparece el tema de la pasión de Cristo. Es por ellos por lo que
consideramos este tema como el eje central del mensaje de la carta ciertamente la
pasión de Cristo es la clave doctrinal de la carta, al mismo tiempo que el fundamento
mas profundo de la exhortación a llevar una buena conducta.

La pasión de Jesucristo es la fuente donde emana la novedad jenuina de 1Pe en el


tratamiento de los tema doctrinales y parenéticos de la iglesia de la diáspora a la el
autor pretende alimentar y robustecer en la fe y en la confianza de medio de su
sufrimiento.

Género Literario

Normalmente se ha considerado esta carta como un escrito de carácter exhortativo o


parenético. Sin embargo, no es este el tenor predominante en 1Pe respecto al género
expositivo o doctrinal. El conjunto de la carta no nos permite separar los géneros
expositivo parenético de un modo evidente. Debido a que ambos géneros aparecen
my bien entrelazados entre si a lo largo de toda la carta, preferimos denominar este
género literario como exhortación fundamentada o consideración exhortatoria. De
este modo queremos reivindicar y recuperar la importancia doctrinal de esta carta en
el conjunto del NT.

Utilización del Antiguo Testamento en la carta

El actor de la carta ha utilizado como base de sus citas del AT la traducción griega
de lo LXX, pero no podemos excluir en algunos casos, una relación directa con el
texto Hebreo. Después del Apocalipsis, junto con la carta de los Hebreos , 1Pe es
uno de los escritos del NT que en proporción con su extensión, mas utiliza el AT en
citas y alusiones es relevante, sobre todo el hecho que no todas las partes de la
sagrada escritura están presentes de algún modo en la carta: el Pentateuco, los Libros
Históricos, los Profetas y la Literatura Sapiencial aparecen en 1Pe. El génesis con
alusiones a Noe, Sara y Abraham; el Éxodo mediante la figura del cordero pascual,
el rescate y las clausulas de la alianza; el levítico con la exhortación a la santidad;
los Salmos, el Libro de los Proverbios y la Literatura Profética mediante múltiples
referencias, destacan especialmente las citas del Cantico del Siervo de Yahveh de Is
4

53, presente en el texto central de 1Pe 2,22-25 y otros textos de Isaias y Oseas,
combinados con Sal 117 (LXX)en 1Pe 2,4-10, así como las amplias citas de Is 40,6-
8 en 1Pe 1,2-25 y de Sal 33,13-17 (LXX) en 1Pe 3,10-12. Con esta utilización
amplia del AT y como recurso literario, la iglesia aparece como pueblo de Dios,
heredero legítimo de las promesas de Dios a Isrrael, desde la perspectiva del plan de
salvación en Jesucristo.

Saludo inicial: Gracia y paz a los elegidos: 1,1-2

El actor se presenta con el nombre de Pedro y con el atributo de apostol para dirigir
esta carta circular, como responsable de la comunidad a los cristianos de la diáspora,
habitantes de las regiones mencionadas de Asia Menor: El saludo típico cristiano de
gracia y paz es de carácter trinitario y pone de relieve la función que Cristo
representa para los elegidos desde el misterio de su muerte. La obediencia y la
aspersión de la sangre de Cristo aluden a ello: gracias a la obediencia e Cristo hasta
el derramamiento de su sangre, cumpliendo la voluntad del Padre por su amor a los
hermanos y por su sangre derramada como justo acecinado se esta llevando acabo el
designio del Padre.

La obediencia de Jesucristo expresa, en primer lugar, la actitud profunda con la que


Cristo asumió y fue llevado a la pasión hasta la muerte: a causa de la obediencia de
Jesucristo hemos sido elegidos y salvados. En segundo lugar, la obediencia esta
manifestando el dinamismo ético en el que han entrad los cristianos: los elegidos
han sido llamados para vivir una obediencia como la de Jesucristo adhiriéndose así
al misterio de su Pasión y muerte, apropiándose sus mismas actitudes.

La sangre de Jesucristo una imagen de la pasión y muerte sacrificial de Jesus. Pero


no estamos ante el valor ritual de la sangre, sino ante la fuerza del derramamiento de
la sangre correspondiente a un sacrificio existencial, la sangre de la propia vida por
el bien de los hermanos.

Se trata de la sangre de la nueva alianza por la cual a los hombre el perdón de los
pecados y el definitivamente el acceso a Dios (cf.1Pe3,18). Culto y existencia son
aspectos inseparables en la persona de Cristo. La obediencia sellad con su sangre
constituye el fundamento de la nueva alianza para que la humanidad pueda entrar en
la comunión con Dios. Por una parte, la sangre de Jesús es la sangre del justo (3,8),
violentamente asesinado; por otra, esta sangre es purificadora. Es causa de salvación
para los elegidos y al mismo tiempo, es una llamada a vivir ese dinamismo
sacrificial y de perdón, plasmará en actitudes concretas de servicio y disponibilidad
hacia los demás en las circunstancias adversas del sufrimiento de los cristianos.

Prólogo teológico Cristocéntrico: 1,2-12


5

En el prólogo teológico y cristocentrico de 1Pe (1,3-12) encontramos los temas


principales de las cartas, su clave literaria y diversos elementos estructurantes de la
misma. Así, en 1,3-5la regeneración, como gran tema original del 1Pe en el NT, la
esperanza viva, la herencia incorruptible y la salvación anticipan los temas
esctructurantes de la segunda parte, 1,13.

La pasión y glorificación de Cristo (1,11) constituye el centro sintáctico literario y


temático de la última parte del prólogo (1,10-12). Tanto la actividad profética en el
pasado como la acción evangelizadora en el presente tienen como objetivo
primordial. Dar testimonio de la pasión-glorificación de Cristo y anunciarla como
buena noticia de la salvación.

La pasión-glorificación de Cristo es el acontecimiento concreto, culminante de la


historia de la salvación.

Con el Cristo sufriente y viviente irrumpe en la historia humana la salvación


definitiva, la cual, sin embargo, se concibe de un modo dinámico en 1Pe, pues los
creyentes acceden a ella a través de la fe y el mor a Cristo pueden creer en ella hasta
llegar al momento escatológico en que se revelará en plenitud. Asi pues, la
salvación, en cuanto objetivo de la fe cristiana en el presente punto de la
regeneración (1,5) en el anuncio de los profetas de antaño y de los evangelizadores
del presente, y se ha llevado a cabo en la historia mediante la pasión y glorificación
de Cristo (1,11).

Un significado particular adquiere también la pasión de Cristo para los destinatarios


de NT que están pasando por la prueba de la fe en el sufrimiento. En la parte central
del prólogo se trata de la paradoja existencial de la alegría en el sufrimiento. Gracias
a la regeneración experimentada en la vida cristiana, por la resurrección de
Jesucristo de entre los muertos, es posible vivir en la esperanza y en la promesa de
una salvación escatológica. Por todo ello, tiene sentido halar de la alegría en la
prueba del dolor; unidos a Cristo por la fe y el amor, los cristianos tienen la
posibilidad de experimentar el sufrimiento en comunión con la pasión de Cristo
(cf.4,13), como una prueba de fe.

Llamadas a la esperanza y la santificación

La memoria creyente del acontecimiento liberador llevado a cabo gracias a la sangre


de Cristo es la razón profunda del cambio de conducta en los cristianos, del paso de
una vida si sentido a una vida en la esperanza y de la ignorancia a la santidad. El
liberador es Cristo, en el modo de la liberación es la pasión sellada con el
derramamiento de su sangre (1,18-19).

La memoria de la fe creyente hecha sus raíces en la pasión de Cristo y comprende la


grandeza de la liberación acaecida desde una perspectiva teológica: este era el
proyecto de Dios desde ante de la creación del mundo.
6

La fe en Dios y en el misterio pascual de Jesucristo llevan a una esperanza viva, que


se ha de plasmar en una conducta nueva, como corresponde a los regenerados por
Dios Padre.

Renacidos de una semilla incorruptible: la palabra viva: 1,22-25

Reaparece en 1,23 la regeneración, un tema original de 1Pe. La función mediadora


de la resurrección de Cristo en la regeneración de los creyentes, la desempeña en
este texto la palabra viva y permanente de Dios, como semilla incorruptible,
expresa el origen de la nueva vida, purificada en la obediencia, para vivir en el amor
mútuo. Esta palabra de Dios se identifica con el mensaje de la evangelización (1,25),
el cual, según 1,11-12 no es otro que el anuncio de la pasión y glorificación de
Cristo. Por eso se puede deducir, que el fundamento de la regeneración se encuentra
en el misterio de la pasión de Cristo, que abarca su sufrimiento, muerte y
resurrección. La cita de Is 40,6-9 en 1Pe 1,24-25 sirve de argumento escriturístico
para mostrar la vitalidad de la palabra de Dios con su potencia regeneradora.

Los elegidos junto a la piedra viva, crecen en la salvación: 2,1-10

La tercera unidad doctrinal indica la finalidad del cambio de conducta y de alimento


que los cristianos han de experimentar: el crecimiento en la salvación. Este es el
objetivo de la exhortación a desear leche autentica imagen alusiva a la palabra viva
de Dios. Así, entramos en el tema dominante de esta unidad, la piedra (2,4.5.6.7.8),
especialmente como imagen cristológica. A partir de 2,3 se desarrolla una amplia
consideración teológica, donde se recogen motivos, citas y alusiones del AT que
constituyen un texto doctrinalmente denso de carácter cristológico y eclesiológico.
El verbo desechar es clave como referencia a la pasión de Jesucristo. La imagen de
la piedra desechada tiene un sentido mesiánico que se desprende de la resonancia de
los textos verotestamentarios expresamente reseñados o adusidos (Is 28,16).

El rechazo de la piedra implica en 1Pe 2,7, la identificación de Jesús como mesías,


pero especialmente desde su pasión y muerte, los momentos históricos mas
concretos que culminan el rechazo de la piedra por parte de los constructores. Los
constructores son los dirigentes religiosos del pueblo de Isrrael en la época de Jesús
cuya falsedad hipocresía y envidia pueden ser el exponente de una religiosidad solo
aparente, que contrasta enormemente con la religiosidad atentica que vive de la
palabra. Judíos y Cristianos a los largo de la historia, hemos tergiversado o
descuidado no pocas veces el núcleo del culto autentico que Dios requiere. En 2,4 se
habla de un rechazo mas generalizado por parte de los hombres pero con una
característica nueva: ellos han desechado a Cristo, la piedra viviente. El misterio de
la pasión de Cristo sigue estando presente en la historia.

La dimensión corporativa del Cristo viviente como comunión de las piedras


vivientes con el resucitado supone que el desprecio de uno conlleva el desprecio de
los otros y viceversa. Sin embargo, esta es la clave elegida por Dios para revelar a
los hombres su misericordia: junto a Cristo, la piedra viviente desechada por los
7

hombres pero elegida y preciosa para Dios, los cristianos como piedras vivientes,
por la acción del Espíritu ofrecen sus propias vidas como sacrificio espiritual en el
ejercicio de su función sacerdotal.

1Pe evoca por una parte, el carácter sacerdotal de la pasión de Cristo (su sangre
como ofrenda espiritual cf.1,19;3,18), y por otra, la participación de los creyentes en
el rechazo que Cristo sufrió por parte de los hombres. Por eso, los cristianos hacen
presente el misterio de la pasión en medio del mundo, van creciendo en la salvación
en medio del mundo, van creciendo en la salvación y van construyendo, gracias a la
trasformación sacerdotal por el espíritu la auténtica fraternidad mesiánica cristiana,
llamada a identificarse con el Cristo Pascual.

Disponibilidad y estima hacia toda la criatura humana por causa del Señor:
2,11-17

La exhortación general a llevar una buena conducta en un ambiente pagano en la


nota esencial de un cristiano que quiere ser luz en medio de este mundo. Pero la
buena conducta en esta carta no queda indeterminada ni definida por valores
abstractos, sino por algo tan concreto como la singularidad de las actitudes propias
de Jesús en la experiencia crucial de su vida: su pasión hasta la muerte en cruz.

Por eso esta serie de imperativos en la exhortación no trata de conculcar la sumisión


a nadie ni el sometimiento ante nada, sino demostrar una disponibilidad y una estima
hacia criatura humana por causa del Señor, emperador o de sus gobernadores. A
estos ciertamente se les reconoce su soberanía y su función gubernativa, pero
dejando claro que, en la polaridad entre Dios y el Hombre, el Emperador queda
considerado mas bien al mismo nivel que cualquier otra criatura humana, y como tal
es digno de servicio y de estima (2,17) pero no de temor reverencial, mas que de
sometimiento sumisión, en 1Pe se trata de ponerse a disposición de los demás,
como expresión concreta de la buena conducta cristiana y del amor en el mundo
pagano, considerando superiores a los demás y colocándose por debajo de ellos
como muestra de suma humanidad.

Disponibilidad de los esclavos: sufriendo y haciendo el bien como Cristo


sufriente: 2,18-25

Este es el texto central de toda la carta y en el encontramos con claridad la altura


específica de a vocación cristiana, pues la llamada a la disponibilidad y al servicio a
los demás no tiene límites, e ha de vivir en toda circunstancia y con todas las
personas (cf.2,13), y por ello, también con los amos pero incluso con aquellos que se
portan mal, con los retorcidos. Mantenerse siempre en esta actitud de disponibilidad
y de servicio incluso ante quienes hacen sufrir injustamente en la vocación cristiana
por excelencia, siguiendo el ejemplo de Cristo.

Esta actitud de disponibilidad, incluso en la situación de sufrimiento injusto, queda


valorada como una gracia, como un don de Dios, s se asume en virtud de la
8

experiencia que uno tiene de Dios y haciendo el bien. O es el dolor en sí mismo lo


que constituye una gracia, sino el sufrimiento haciendo el bien, devolviendo bien por
el mal, como Cristo.

En 2,21 encontramos una afirmación querikmática de gran transcendencia que


expresa el hecho y el sentido concreto de la pasión del Señor: Cristo sufrió por
vosotros, dejándoos un ejemplo para que sigáis sus huellas (1Pe2,21bc). Tomando y
reelaborando expresiones y emotivos del cuarto canto del siervo sufriente Is
53,4.5.6.9.12 el actor presenta en 1Pe Cristo sufriente con elementos de la teología
del siervo. El verbo sufrir, referido a Cristo en este contexto, no significa solo su
muerte, sino mas bien su sufrimiento, el cual puede abarcar hasta la muerte, pero sin
limitarse a ella.

Hay dos aspectos esenciales a la pasión de Cristo que van intrínsecamente unidos y
que dan patentes en este desarrollo central: la singularidad (cf.2.21b.24) y la
ejemplaridad del sufrimiento (cf.2,21cd.22-23).

La exposición cristológica de 1Pe2,21-25 constituye el núcleo doctrinal fundamental


de toda la carta. La salvación y la liberación que el Mesías traen consigo, tienen su
momento culminante en la pasión de Cristo. La mismo tiempo, la ejemplaridad del
sufrimiento de Cristo en el fundamento de la nueva identidad de los cristianos,
quienes, siguiendo el ejemplo del Señor, están llamados a vivir el sufrimiento injusto
con buenas obras, devolviendo bien por mal, cumpliendo así la voluntad de Dios y
experimentando la verdadera gracia de Dios.

De este modo, esta perícopa cristológica (2,21-25) se convierte en la razón mas


profunda de la exhortación particular dirigida a los esclavos, es decir, del talante con
el que estos se han de poner a disposición de sus amos, incluso a disposición de
aquellos que les hacen sufrir injustamente. Esa conducta paradójica, orientada
exclusivamente hacia el bien de los demás, es la autentica gracia de Dios, que se ha
manifestado históricamente en la pasión del Cristo sufriente.

Disponibilidad y estima en el matrimonio: 3,1-7

Lejos de pesar que estamos ante una legitimación de la superioridad del hombre
respecto a la mujer y de la subordinación de esta respecto a aquel, nos encontramos
ante otra exhortación paradigmática para manifestar la vocación cristiana, poniendo
de relieve la equiparación de la dignidad del hombre de la mujer y de los
comportamientos requeridos en ambos. La disponibilidad y la estima hacia toda
persona humana constituyen el contenido fundamental de la exhortación, también
son aquí objetos de la exhortación en la vida matrimonial.

La mujer ocupa un puesto singular en la vida familiar y cristiana. Su conducta a de


ser palabra convincente y manifestación de un espíritu profundamente humano y
delicado, como corresponde a quienes han recibido en herencia la gracia de la vida,
en la cual podrán practicar también los maridos. La autenticidad y la trasparencia de
9

un corazón servicial y sereno en lo que vale a los ojos de Dios. Estas exhortaciones
de la carta interpelan, en primer lugar a la mujer, pero no son solo llamadas
particulares, dirigidas exclusivamente a ellas sino a todos los cristianos. Por eso se
puede decir que a partir de 1Pe, todo cristiano, tanto el hombre como la mujer, el
esclavo como el amo, el joven como el anciano, esta llamado a mantenerse en la
buena conducta de disponibilidad, de estima hacia los otros con un corazón
trasparente y humilde, capaz de sacrificarse por el bien de los demás.

Llamados a la vida haciendo el bien, como herederos de la bendición de Dios:


3,8-12

Es una exhortación general dirigida a todas sobre el tema de hacer el bien, relativo a
las relaciones internas y externas de la fraternidad cristiana. La solidaridad y el amor
fraterno en el interior de la comunidad son indiscutibles como talante cristiano. La
misericordia y la humildad en las relaciones con los otros implica, con el cfp.2,3, a
bajarse y considerar los demás superiores a uno mismo, como Cristo que se abajó
hasta la muerte y muerte de cruz. Pero el culmen de la moral cristiana lo constituye
indudablemente, la postura ante los enemigos, ante los adversarios y ante los que
nos hacen daño: hacer siempre el bien, mas aun, devolver bien por mal. En la carta
se habla de insultos calumnias, maledicencias, mentiras y engaños. La respuesta
genuinamente cristiana en el contexto de hostilidad ambiental en que se mueven los
fieles cristianos, no se puede limitar a evitar el mal de palabra o de obra (3,10-11a),
sino que propone un planteamiento mas constructivo, se trata de responder deseando
el bien al otro y de hacer el bien (3,11b). La razón fundamental de este
comportamiento es que los creyentes son herederos de una bendición, de una palabra
regeneradora de vida, la palabra que anuncia el nacimiento a la vida nueva por la
resurrección de Jesucristo de entre los muertos. La herencia es el perdón obtenido
como gracia para los pecadores, para los injustos y para los que insultaban a Jesús en
la cruz a quienes Jesús respondía también con bendiciones desando el bien y
consebiéndoselo.

Llamados a la felicidad en el testimonio de Cristo y de la esperanza: 3,13-16

En el contexto del sufrimiento concreto de las injurias y ofensas al que están


sometidos los creyentes, responde al autor de 1Pe con un macarismo de resonancias
evangélicas. El anuncio de la felicidad de 3,14 se corresponde con la octava
bienaventuranza del primer evangelio (Mt 5,10a) y con el otro macarismo de 1Pe
4,14. En estos textos se trata de sufrir o ser perseguíos por causa de la justicia, es
decir, de la fidelidad en la buena conducta, conforme a la voluntad de Dios, aunque
esto suponga tener que afrontar un sufrimiento injusto. La esperanza es en 1Pe, la
seña de identidad de los cristianos, puesto que es el primer objetivo mencionado en
la carta como consecuencia de la regeneración (cf. 1Pe 1,3) y el primer imperativo
de la misma (1,13). En 3,15 se trata del calor testimonial de la esperanza. Este es el
texto originario fundamento de la teología: intentar dar razón de la esperanza, con la
palabra racional, con delicadeza y con respeto. La comunión con Cristo, el amor
10

personal hacia él y la fe en él como Señor conducen a un testimonio público de esa


esperanza a través de la palabra con la luz de la razón (3,15b) y mediante la buena
conducta (3,16).

Sufrir haciendo el bien, como Cristo que concede la salvación mediante


bautismo: 3,17-22

la singularidad salvífica esta contenida en la expresión por los pecadores. El


sufrimiento de Cristo fue por excelencia, un sufrir haciendo el bien, mas aun, era el
sufrimiento del justo que propiciaba el bien supremo de la salvación para los
injustos. Cristo en su pasión es el salvador y el modelo para los cristianos el que nos
lleva la comunión con Dios (3,18c) y el que nos enseña el nivel de amor al que los
cristianos estamos llamados por voluntad de Dios: hasta la pasión haciendo el bien.

El tema del sufrimiento de Cristo alcanza una formulación única en el paralelismo


antitético de 3,18d: Cristo experimenta el proceso de muerte violenta al que los
hombres lo someten, y en dicho proceso experimenta también la fuerza vivificante
del espíritu, que reposa sobre él conduciéndolo a la vida y a la gloria. Este es el
acontecimiento que da origen a la salvación expresada y celebrada en el bautismo
de los cristianos (cf. 2,21), como fuente para una vida regenerada por Dios en orden
al bien, a la justicia y a la esperanza.

Otro nivel de actividad salvífica de Cristo resucitado en el que encontramos en 3,19-


20 donde se dirige incluso se dirige al mundo de los espíritus. En este texto aparece
la cuestión cristológica del desensus ad ínferos del credo cristiano. Se trata de
identificar quienes son los espíritus en prisión, de ver a donde ser dirigió Cristo, y
de descubrir el contenido de su mensaje.

El alcance de la salvación presente en este texto trasciende, a nuestro parecer el


tiempo, el espacio y las coordenadas de la vida y de la muerte. Cristo resucitado en
quien fue a anunciar un mensaje de salvación a los pecadores del pasado, incluso a
aquellos a los que la tradición rabínica negaba toda esperanza de salvación. El actor
de 1Pe se remonta hasta Noe, es decir, hasta el primer acontecimiento que la biblia
nos cuenta, para establecer una conexión definitiva en Cristo en la primera actuación
salvadora de Dios en la historia humana. La interpretación mas tradicional ha
entendido la acción de Cristo como un descenso a los infierno en el intervalo entre
su muerte y resurrección.

La referencia al bautismo en 3,21 no pretende dar una definición al mismo, sino


mostrar junto a la realidad salvífica que comporta una dimensión de interioridad,
descartando el sentido de purificación física o externa. Entendemos aquí el
bautismo como una respuesta libre del creyente a la acción salvífica de Dios, y en
este sentido, es como el compromiso con Dios que emana de una buena conciencia.
Una orientación semejante estaba ya presente en las prácticas bautismales de la
primera mitad del siglo II, en las que se puede constatar este carácter de compromiso
bautismal con Dios mediante un juramento tal como testimonian Clinio y Justino.
11

La Pasión de Cristo, origen de la nueva mentalidad cristiana: 4,1-6

La conclusión de la primera parte comienza con la pasión de Cristo: Así pues, ya


que Cristo sufrió (4,1a). Esta es la primera consideración en el orden de las
motivaciones decara a la adquisición de la auténtica mentalidad cristiana requerida
en 4,1b. pretende resaltar los aspectos fundamentales de una conducta coherente con
la nueva identidad cristiana, llevando una vida sobria de oración de acogida mutua,
de servicio en la fraternidad, y sobre todo de un amor intenso.

Se pone de relieve la prioridad de la pasión de Jesucristo en la teología de la carta el


hecho de la pasión y su sentido esencial como primacía sobre el pecado (4,1c)
constituye la razón profunda del cambio de mentalidad y de conducta que
corresponde a un planteamiento cristiano de la vida.

Siguiendo el ejemplo Jesucristo en su pasión, experimentando como Cristo el


sufrimiento del rechazo por parte de los hombre y haciendo el bien a los demás, lo
creyentes empiezan a vivir según la voluntad de Dios. Conscientes de la liberación
acontecida en sus vida gracias a Cristo. Sabiendo que por medio de la pasión se ha
hecho posible la regeneración, `por consiguiente, la ruptura definitiva con el pecado,
los cristianos están llamados a revivir continuamente la novedad de la gracia de Dios
en la experiencia del amor, expresión eminente de la trasformación radical efectuada
por el espíritu en el corazón del hombre y característica esencial de la mentalidad
cristiana.

La glorificación de Dios mediante el amor y los demás carismas: 4,7-11

por una parte se esta poniendo fin a una situación anterior de pecado ya un estilo de
vida pagano, pero al mismo tiempo, ese dinamismo ético se desprende de la
participación de los creyentes en el nuevo estado de cosas en la vida como
regenerados por a resurrección de Jesucristo y con la mentalidad propia de los que
tienen parte en la pasión de Cristo el cual ha terminado realmente con el pecado
inaugurando una nueva situación que permita vivir en la sobriedad, en la oración, en
el amor intenso.

El amor queda de relieve como nota esencial de la conducta cristiana y es reforzado


con una cita del Prov.10,12 según traducción literal del texto hebreo n de los LXX,
como es lo normal en esta carta.

En 4,1 es Cristo quien con su pasión ha terminado con el pecado, en 4,8b es el amor
el que quita multitud de pecados, en virtud de este paralelismo de funciones respecto
al pecado, podemos entender la pasión de Cristo como expresión concreta de su
amor.

La alegría en comunión con la pasión y la gloria de Cristo: 4,12-19

Esta sesión constituye una exhortación a la alegría en la prueba del sufrimiento. Lo


especifico sobre el sufrimiento en esta sesión 4,12-19 es la llamada la alegría
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cuando existe la solidaridad con Cristo en su pasión. En la medida que compartís el


sufrimiento de Cristo, alegraos. Desde esta clave es posible entender la paradoja del
misterio: la alegría a pesar del sufrimiento, en el sufrimiento y por el sufrimiento. En
esto consiste realmente participar en la pasión de Cristo, es decir, en la
trasformación de todo sufrimiento en pasión en virtud de la acción de espíritu.
Afrontándolo como Cristo y desde Cristo en 1Pe no se exhorta simplemente a la
alegría, sino a la alegría inherente al misterio de la pasión. La razón de a alegría es
la vinculación personal a Cristo mediante la identificación con él, en comunión de
vida y de destino con la realización histórico-escatológica de su mesianismo. 1Pe
presenta la acogida voluntaria de esa alegría como condición para alcanzar la gran
alegría final. La gracia de encontrar esta dicha en medio del sufrimiento se debe a la
presencia en los creyentes del espíritu vivificante de Dios, el espíritu de la gloria
(cf.4,14).

Exhortaciones particulares a los presbíteros y a los jóvenes: 5,1-5

El autor de la carta se presenta como copresbítero de la comunidad y como testigo


de la pasión (5,1) para hacer una llamada a la humildad cristiana a los presbíteros, a
los jóvenes y a todos en general. La clave de identificación personal a la que recurre
para hablar en su responsabilidad en la fraternidad no es la autoridad del cargo
recibido sino la experiencia de fe de ser testigo de la pasión de Cristo. Cuando el
autor de la carta habla de si mismo no recurre a ningún titulo de preeminencia sobre
los demás, sino que toda humildad se presenta como copresbítero con y como los
demás presbíteros y se remite a una experiencia esencial de la identidad cristiana:
dar testimonio de la pasión del Señor.

La misión de los presbíteros es pastorear el rebaño de Dios pero no se explica en que


consiste el pastoreo, sino que se insiste mas bien en el modo y las actitudes con las
que se ha de llevar a cabo dicha tarea.

Frente a la concepción del presbítero como funcionario que se limita a cumplir con
su tarea, la carta invita a los responsables a ser modelos de gratuidad para el rebaño,
modelo en entrega, disponibilidad y generosidad en contraposición al afán de lucro,
al despotismo o al abuzo de autoridad con los miembros del rebaño. A los jóvenes
por su parte, se les pide también disponibilidad (5,5a), pero todos los cristianos se
han de revestir de humildad recíproca (5,5b), exhortación que encuentra su
argumento escriturístico en Proverbios 34.

Exhortación general a la humanidad a la fe y a la solidaridad: 5,6-9

Casi al final de la carta esta exhortación recapituladora nos recuerda los centros de
interés en los que la carta quiere insistir. La humilad y la confianza en Dios,la
sobriedad y la vigilancia, pero con la firmeza de la fe han de ser las armas para
defenderse al mal, representado como León rugiente, figura del enemigo que acosa a
los cristianos. La solidaridad con el sufrimiento de la fraternidad cristiana es una
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motivación profunda para mantenerse firme en la fe (5,9) cuando llega la


tribulación.

En esa comunión fraterna hay ciertamente un indicio del evidente del triunfo
definitivo del amor sobre el pecado, de la vida sobre la muerte, y del bien sobre el
mal. Por ello, todo sufrimiento en la medida que es compartido, es signo de la
comunión con la pasión de Cristo y manifestación primordial de la gracia de Dios en
el mundo.

Epilogo teológico dexológico: 5,10-11

La carta concluye de forma solemne a manera de bendición con doxología final. Le


Dios de Jesucristo que llama a la gloria eterna dará fuerza a los cristianos para vivir
el sufrimiento presente, en comunión con la pasión de Cristo y con el sufrimiento de
los hermanos. Este es el único acceso a la gloria eterna. En Cristo en una realidad
plena y en los cristianos una vocación que va haciéndose realidad. En esto consiste
la verdadera gracia de Dios (5,12), de la cual es testimonio precioso entre los
escritos del NT, la primera carta de Pedro.

Saludo Final: gracia y paz de parte de los colegiados: 5,12-14

La despedida final de1Pe es de estilo epistolar. En ella se recogen menciones


singulares a personas y circunstancias del escrito así como referencias a puntos
capitales de su contenido la carta parece ser obra de un autor culto.

La vinculación de Marcos a la figura de Pedro la presencia de Silvano como


amanuense, evocan la armonía de la fraternidad cristiana tras la tensión primera de
la iglesia entre la tendencia judeocristiana y la paganopaulina que se hizo presente
con el concilio de Jerusalén, pues Marcos se había apartado de Pablo, mientras que
Silvano era compañero suyo. La aparición de ambos con el apóstol Pedro en esta
carta es un testimonio de cohesión y de autoridad de la iglesia.

El objetivo de la carta queda patente también al final. La pretensión es dar


testimonio de la auténtica gracia de Dios y exhortar y a vivir de esa gracia, según la
nueva mentalidad originada en la pasión amorosa y gloriosa de Cristo, sintiéndose
todos miembros de una misma fraternidad y coparticipes de la misma elección. La
carta circular esta destinada a una lectura comunitaria en las reuniones de la
asamblea, donde el beso del amor fraterno era el saludo habitual.

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