por John A. KEEL.
John Keel, auténtico precursor e intuitive genial dentro de Ia tematica OVNI, fue el primer investigador que
destacé Ia naturaleza paranormal y extradimensional del Fenémeno, asi como sus graves y frecuentemente da-
linas y perturbadoras repercusiones para el ser humano. El articulo que aqui encabezamos, expone puntos de
vista muy personales y en los que quizé su postura no sca tan objetiva como cabria desear. No podemos olvidar
que Keel se halla muy vinculado a diversas instancias gubernamentales de USA. Aun no compartiendo, en este
caso, su adversa actitud con respecto a la ciencia, hemos considerado que el trabajo de tan polémico autor siem-
pre es interesante para el lector.
La ciencia puede tener mayor relacién con el Fenémeno OVNI de lo que
cabria suponer a primera vista. Es muy probable que, de hecho, ella sea la
originadora de vehiculos tales como el reproducido en este croquis, que fue
avistado en tierra, en Tripolitania, Italia, descrito por el Sr. Carmelo Pa-
potto. Obsérvese la semejanza con el dibujo de un proyecto de aparato
discoidal impulsado por turborreactores, de los que en la década de los 50
los Gobiernos reconocian estar desarrollando.
Los Cientificos y la Incdgnita OVNI.‘Cuando Sit Martin Ryle y su equi-
po de radio-astrénomos detectaron
por primera vez, en 1967, sefiales
de radio en sus pulsémetros, sos-
tuvieron entre ellos un agitado de-
bate. Inicialmente, manejaron la
teorfa de que habjan interceptado
«un rayo de navegacién disefiado
por una raza extraterrestres, y dis-
cutieron cuél seria el curso de ac-
cién que convenia adoptar. {Debian
notificar a la Prensa 0 al Gobierno?
(«No, la noticia podria extenderse
y crear un pénico general parecido
al de La Guerra de los Mundos, di-
jo el profesor Hewish.) ,0 enviar
una nota a Nature? (1). Afortuna-
damente, decidieron guardar el se-
ereto de su descubrimiento y no
pas6 mucho tiempo antes de que
averiguaran que el origen de las
sefiales era natural y no tecnolégico.
Pero la leccién que dejé este
acontecimiento es clara. Si algdn
cientifico, de cualquier nacionali-
dad, tropezara realmente con prue-
bas auténticas de una civilizacion
extraterrestre, es muy probable que
‘guardara el secreto de su descubri-
miento. Los ufélogos serian los il-
timos en enterarse. El cientifico
verificaria una y otra vez su descu-
brimiento, tal vez durante afios, y
a final de cuentas pediria la cola-
boracién de algunos colegas de su
confianza. Tal vez con el tiempo,
publicaria algin articulo oscuro y
confuso reduciendo el aconteci-
miento a unas cuantas formulas
mateméticas. . Posteriormente, el
cientifico se convertiria en el cen-
tro de una controversia, legando
al extremo de arricsgar su reputa
cién. Porque la ciencia esté domi-
nada por administradores egoistas
y, debemos reconocerlo, por ver-
daderos fanaticos.
Pte
eo sae
La ciencia es més bien una apli-
cacién de lo conocido que una inves-
tigaci6n 0 busqueda de lo no cono-
cido. Las tajantes criticas de Char-
les Fort contra el establishment
cientifico de su poca atin son vali-
das en la actualidad. Esto es tan
cierto, que podemos tener dudas
muy serias sobre la utilidad de los
cientificos en el estudio del fend-
meno de los OVNIs. Lo més proba-
ble es que si un grupo considerable
de cientificos se dedicara a la in-
vestigacién ufolégica, se _generase
més controversia y conflictos de
personalidad que en cualquiera de
nuestros grupos activos y no cien-
tificos de ufélogos. De ello, ya te-
nemos algunos ejemplos sobresa-
lientes.
Si algun cientifico, de
cualquier nacionalidad,
tropezara realmente con
Pruebas de una
civilizacién extraterrestre,
es muy probable que
guardara el secreto
de su descubrimiento.
Los cientificos y los eruditos or-
‘ganizados por la Universidad de Co-
lorado para integrar el Comité Con-
don se polarizaron répidamente en
dos facciones opuestas (2). En el
transcurso de un afio, ya habjan
perdido de vista su meta y estaban
enzarzados en una lucha interna
totalmente estéril, que a final de
cuentas destruy6 todo el valor y el
propésito del proyecto OVNI de la
Universidad de Colorado. Poste-
riormente, dos cientificos que no
estaban integrados al comité, el di-
funto doctor James McDonald y el
doctor J. Allen Hynek, dedicaron
un esfuerzo titénico para desacre-
ditar el proyecto Condon (3). Otros,
en especial Philip Klass, escritor
sobre temas aeroespaciales, tr
jaron esforzadamente para’ at
y desacreditar a Hynek y McDo-
nald. El doctor McDonald pasé los
iiltimos dias de su vida reinvesti-
gando concienzudamente los casos
enumerados en el Informe Condon,
mientras que el doctor Hynek us6
gran parte de su tan esperado libro
fen reconstruir el desastre de Colo-
rado. El doctor Condon, cuya repu-
tacién cientifica pesaba mucho més
que la de Hynek y McDonald jun-
tos, también puso su granito de are-
na en conferencias y declaraciones
iiblicas (4). Todo el asunto ter
né en un conflicto amargo y précti.
camente estéril, comparable a I
campaiia de Keyhoe contra George
Adamski en la década de 1950.
En el periodo 1947-55 hubo una
situacién similar de discordia den-
tro de la Fuerza Aérea de los Est
dos Unidos, cuando varias public:
ciones y organizaciones ufoldgicas
, todos ellos antagénicos
entre si. Como resultado de todas
estas batallas, la investigacién de
los OVNIs en’ los Estados Unidos
se ha paralizado.
EXPERIENCIAS
PERSONALES
ee
Mi primer encuentro con la co-
munidad cientifica se realiz6 a me-
diados de 1a década de 1950, cuan-
do la arqueologia era uno de mis
intereses principales. Conoci, en-
trevisté e hice amistad con una gran
cantidad de arquedlogos y egipts-
logos, y no transcurrié mucho tiem-
po antes de que me interesaran sus
interpretaciones _conflictivas
opuestas de hechos bisicos, y los
pleitos y controversias pueriles en
que estaban involucrados. Poco des-
pués descubri que esos mismos pro-
‘blemas tenfan todas las disciplinas
cientificas.
Como editor cientifico de Funk &
Wagnalls, importante compafia
editorial de enciclopedias. una de
mis tareas era publicar las colabo-
raciones de los cientificos. La com-
pafifa requeria la colaboracién de
cientificos prominentes en todos los
campos para que contribuyeran con
sus libros. Solamente se acept:
articulos de los principales fisi
@
Los Cientificos y la Incégnita OVNI.quimicos, astrénomos, etc. A me:
nudo me sorprendia y me decepcio-
naba la calidad general de los arti-
culos enviados por estos eminentes
sabios; muchos de ellos estaban
muy cerca de ser analfabetos. Cuan-
do traté de encontrar un verdade-
ro experto en meteoritos, descubri
que los astrénomos eran tan raros.
tan egofstas y estaban tan confun:
didos como ios arquediogos. Des-
pués de algunas entrevistas con los
fisicos nucleares de la Comisién de
Energia Atémica, también comencé
a poner en tela de juicio su madu-
rez. (En realidad, la historia del
desarrollo de la bomba atémica ilus-
tra gréficamente la torpeza y la con-
fusién filoséfica de los hombres que
consolidaron ese proyecto).
Recientemente pasé un afio en
la ciudad de Washington como ase-
sor especial de una importante de-
pendencia del Gobierno dedicada
principalmente a problemas médi-
cos y psicolégicos. En ese puesto,
tuve entrevistas diarias con médi-
cos, psiquiatras, radiGlogos y toda
clase de cientificos. De modo que
mis experiencias personales con la
ciencia y los’cientificos son bastan-
te amplias y detalladas.
POR QUE RECURRIK
ACIENTIFICOS?
En mis primeras investigaciones
sobre los OVNIs, cuestioné abier-
tamente la practica gubernamental
de recurrit a astrénomos como el
Dr. Carl Sagan para hacer consul-
tas sobre OVNIs, cuando el proble-
ma parecia ser mas militar y legal
que astronémico (5). Si en realidad
los OVNis eran vehiculos manufac-
turados, definitivamente estaban
violando nuestra érea de espacio (lo
cual era un problema militar), ate-
rrizando ilegalmente en nuestros
campos de cultivo (problema que
compete a la Administracién Fe-
deral de Aerondutica) y atemori-
zando a nuestros ciudadanos al per:
seguir automéviles y realizar actos
similares (problema de violacién
de la ley, del dominio del FBD. Evi
dentemente, ninguna de las ante:
Los Cientificos y la incégnita OVNI.
riores dependencias estaba real-
mente interesada en el asunto y la
actividad de la Fuerza Aérea era,
en gran parte, un asunto de rela-
ciones ptiblicas. Aparentemente,
a principios de la década de 1950,
el Gobierno decidié no tomar en se-
tio a los OVNIs (6), por lo menos
a nivel piblico. En vez de integrar
un grupo pequefio de investiga-
dores calificados —personal de in-
teligencia, psicdlogos y cientificos
adiestrados para hacer entrevistas
profundas—, el gobierno estableci6
comités ad hoc de astrénomos y de
legos interesados en la materia;
aquel enfoque sélo podia conducir
a resultados negativos. Aun asi, no
se investigé ni un caso de OVNI tan
concienzudamente y sistemitica-
mente como se investiga una Iluvia
rutinaria de meteoritos o el descu-
brimiento de algtin hueso prehist6-
John Keel fue el primer investigador en atribuir un origen extradimen-
sional a los seres protagonistas del Fenémeno OVNI. La total ausencia de
logica en sus manifestaciones, as‘ como su capacidad de aparecer y desa-
parecer en un instante quedaban ast explicadas. En la foto: portada de
«La Domenica del Corriere», representando el veridico caso de la Sra. Rosa
Dainelli.El doctor Hynek estaba conscien-
te de esto y a menudo declaraba
durante alguna entrevista que a los
acontecimientos que giraban alre-
dedor de los OVNis se les debia dar
el «tratamiento FBI». La verdad es
que el FBI estaba involucrado pe
féricamente en algunas. investig
ciones sobre OVNIs, pero cuando
‘en 1967 pedi que se me permitiera
revisat los archivos que ese orga-
nismo tenia sobre OVNIs, se me
informé que tales archivos ‘no exis-
tian.
‘Como es natural, los fandticos
de los OVNIs habian especulado
durante afios sobre la hipdtesis de
que el Gobierno «ocultaba» alguna
verdad al piiblico, suponiendo que
si alguna ver se encontraba una
prueba concreta, la Fuerza Aérea
Ja guardarfa en secreto como ocurri6
con las sefiales pulsares de Sir Mar-
tin. Sin embargo, sabiendo cémo
funciona el Gobierno, y llevando
relaciones estrechas ‘con muchos
funcionarios importantes, me pare-
ci6 raro que ni siquiera hubiese
un rumor real de algin descubri-
miento semejante (excepto por las
hipstesis descabelladas de la Pren-
Y existe una gran interrogante:
si pedimos la ayuda de la ciencia
moderna para la investigacién de
los OVNIs, ja qué clase de cienti
ficos debemos dirigirnos? Durante
muchos afios, el doctor Hynek ha
ido hablando de su «Colegio In-
visible de cientificos» (7). Pero, son
muy pocos los miembros de esta
institucién que han salido a la su-
icie. Ya hemos sufrido la pre-
sencia de demasiados astrénomos
y exobidlogos que hablan sobre las
probabilidades de que exista vida
en otras partes del Universo. Pero
eso tiene poco o nada que ver con
el verdadero problema de los OV-
NIs. Como el mismo doctor Hynek
lo dice constantemente, e! verda~
dero problema radica en estudiar
‘ala gente que ha tenido ese tipo de
experiencias. Ese es el primer paso
logico para una verdadera investi-
gacién de los OVNIs. Cuando haya
quedado establecido que los prin-
cipales acontecimientos de OVNIs
han sido causados por un estimulo
exterior, podremos dar ef segundo
El OVNI irrumpe en nuestra rea-
lidad cotidiana con un efecto de
vastador de nuestras estructuras
de pensamiento.
paso: estudiar e interpretar ese es-
timulo.
S iediieata cickien. |
QUE PODEMOS ESPERAR
DE LA CIENCIA? |
Asf pues, el problema se vuelve
{éntico al que enfrentan los parap
sicélogos y los investigadores psi-
quicos. La ufologia se convierte en
un estudio de la conducta. Cuando
por primera vez sefialé esto, me vi
sometido a la animadversin de
muchos grupos ufolégicos, porque
se trataba de una desviacién radical
de Ia hipstesis extraterrestre que,
aunque nunca ha sido comproba-
da ni se comprobard, siempre es
popular.
Si la ufologia logra atraer a su
campo una mayor cantidad de cien-
tificos, ;qué podemos esperar?
Por lo pronto, el asunto no pro-
mete ninguna ganancia, ni siquiera
la oportunidad de obtener algin
subsidio gubernamental; de ma-
nera que seran pocos (0 ninguno)
los cicntificos importantes que se
interesen en el asunto. Mas que
ningiin otro grupo, los cientificos
estin interesadisimos en la publi-
cidad. Una publicidad adecuada
puede conducir a ia fama, la fortu-
na e incluso al Premio Nobel. Pero
el asociarse con cualquier tema
marginal de investigacién, puede
ser muy nocivo para la carrera de
cualquier cientifico. (Mi carrera
‘como escritor profesional ha sufrido
dafios incalculables por mi vincula~
cid con el asunto de los OVNIs).
Irénicamente, el doctor Con-
don (8) fue el cientifico més promi-
nente que ha intervenido en la
vestigacién de los OVNIs durante
los tiltimos 25 afios. Pero en mu-
ory
Los Cientificos y la Incdégnita OVNI.cchos sentidos, él fue una excepcién,
dado que ya antes habia prestado
su nombre a muchas causas poco
populares. Se convirtié en la vict
ma de tantos ataques y abusos, que
poco después de haberse integrado
‘el Comité Condon se vio forzado
a adoptar una actitud negativa y de
defensa, Otrvs cientificus importan-
tes tomarén este caso como un
ejemplo y evitardn tocar el tema tra-
tando de que no les suceda lo que a
Condon.
Durante algunos afios, esta si-
tuacién dejard a la ufologia en ma-
nos de cientificos de segunda cate-
goria. Algunos de ellos conside-
rardn a la ufologia como un medio
ara lograr publicidad y para pro-
‘mover una carrera cn decadencie
(aunque dicha publicidad ejerceré
un efecto opuesto... como ellos mis:
mos lo descubrirdn antes de que
pase mucho tiempo). Otros, los que
tengan menos capacidad para con-
tender con los multiples problemas
ocultos de los OVNIs, introducirén
Sus errores en este campo y s6lo
servirén para aumentar la confu-
sién y la controversia. Las discusio-
nes mezquinas de las publicaciones
ufolégicas ya comenzaron a exten-
derse a algunas revistas cientificas.
Philip Klass denuncié el aterrizaje
de Socorro, Nuevo México, como
lun truco para promover el turismo.
El doctor Hynek decidié que el
asunto de Socorro era tan descon-
certante ;después de sus 17 aos co-
‘mo asesor de ufologla! que pregun-
t6 a Ia Fuerza Aérea si el objeto no
era otra cosa que Ia prueba de al-
gtin vehiculo secreto. Los nuevos
cientificos que se acerquen a la ufo-
logia tendrén que comenzar a partir
de cero, dado que, hasta el momen-
to, son contadisimos los datos cien-
. tificos que se han publicado al res
pecto. Tendrén que pasar por la
misma perplejidad y por el proceso
de elaboracién de teorias que su-
fren todos los recién llegados a es-
cena, Tendran que aprender a se-
parar los fenémenos psiquicos ob-
vios de los posibles fenémenos ufo-
égicos, y con frecuencia la linea
divisoria entre ellos es tan tenue
que resulta imposible distinguirla,
Todos los cientificos que se atre-
van a entrar al terreno de los OVNIs
tendrén enemigos que los atacarén
con gusto en cualquier oportuni-
dad, y no sélo a ellos sino también
al campo de investigacién que han
elegido. Si el cientifico no obtuvie-
ra alguna prueba nueva e importan-
te, es probable que se quede con-
gelado en su sitio durante afios...
© para siempre.
LAS DESVENTAJAS
SON MAYORES
Las desventajas sobrepasan con-
siderablemente los pequefios ali-
cientes para convertirse en un cien-
tifico de la ufologia. Y la comunidad
cientifica es capaz de generar mis
controversias, tonterias y calum-
nias de las que jamés hayan sofia-
do las organizaciones ufoldgicas.
JOHN
KEEL
ANEXO:
APORTACIONES CIENTIFICAS
RECIENTES AL ESTUDIO
DELOS OVNIS
El Dr. Jacques Ravatin (7), cate-
dratico de Fisica Matematica en la
Universidad francesa de Amiens,
poseedor asimismo del titulo de In-
geniero Quimico, ha organizado un
grupo experimental que dirige los
resultados de sus investigaciones
basicamente a la Universidad, si
bien ha realizado algunos trabajos
para la Industria privada. Los tra-
bajos del grupo del Dr. Ravatin se
centran en la Fisica de los Campos,
y més especificamente en las pro-
pledades ondulatorias debidas a las
formas, analizdndolas por méto-
dos derivados de la Radioestesia
y empleando el conocimiento de la
Cabala hebrea.
Por la aplicacién de los instru-
mentos asi confeccionados, siguien-
do criterios extraidos de la Légica
Matemética més sofisticada, al te-
ma OVNI (entre muchos otros), el
Dr. Ravatin expone haber llegado
a las siguientes conclusiones que,
desde su punto de vista, no oftecen
ninguna duda:
Tal como hemos extraido de
nuestras investigaciones, ejercidas
tanto sobre fotografias como sobre
las mismas personas contactadas,
el Fenémeno OVNI se acompafia de
Estados Ondulatorios que hemos
identificado, sin ningtin temor de
error, como de naturaleza mégi-
ca, y otros de indole anti-humana,
ambos extremadamente peligrosos,
y_ la confusién, las dificultades fi-
sicas y psicoldgicas y otros sinto-
mas que se presentan en las per-
sonas que sc han aproximado a un
OVNI, son el resultado de la ex-
posicidn a estas emisiones que no-
sotros conocemos muy bien. Los
sujetos dicen haber sido introduci-
dos en el interior del OVNI y trans-
portados «a otro planeta, etc. De
hecho, ellos han sido tinicamente
aprisionados por la estructura del
Objeto Fractal (9) que es el OVNI
en si, y han pasado de un nivel de
Ia realidad a otro. El manipulador
incosciente del Fenémeno no es
otro que la Humanidad misma, y los
OVNIs no son més que réplicas de-
formadas de los Objetos Técnicos
de nuestra civilizacién. El caréc-
antinatural de nuestra tecnolo-
‘gia es el que nos encontramos, re-
flejado, en estas distorsiones de la
realidad, peligrosas € irdnicas que
son los OVNIs».
NOTAS DE LAR:
(1) NATURE es una revista ameri-
cana de prestigio mundial en el ém-
bito cientifico. — (2), (3), (@)y (8) El
«Asunto Condon» fue muy sonado
en su tiempo, como un gran escén-
dalo, ya que la C.1.A. impuso a los
cientificos involucrados en el pro-
yecto, que la conclusién DEBIA
SER el definitivo desprestigio del
tema OVNI. Condon no era més que
Los Cientificos y la Incégnita OVNI.
Ec)‘el chombre de paja» de Ia Agencia.
Los componentes honrados del co-
‘mité dimitieron y solicitaron la ayu-
da de McDonald y Hynek para de-
nunciar ta .— (5) El fend-
‘meno OVNI probablemente sea, an-
te todo, un problema filoséfico y
metafisico, en cuanto que conmo-
ciona y dilata TODAS las fronteras
del conocimiento actual del ser hu-
mano, y, como tal, deberfan set los
grandes pensadores y los auténticos
hombres de ciencia los que traba-
jasen en su interpretacion. —
(6) Mas bien, la determinacién del
gobierno USA fué encomendar el
Tema OVNI a la C.LA., dado que
se consideraba como concerniente
a la Defensa Nacional. Eso dio Iu-
gar a la politica de «Debunking»,
a la censura, a la persecucién y eli
minacién de investigadores y testi-
gos «incémodos», y a mantener le-
jos del conocimiento puiblico los
miltiples proyectos del Pentégono
en pos de la construccién de vehi-
culos de similares caracteristicas,
como los ultrasecretos R.P.V.S. —
(7) Muchos son los cientificos con-
sagrados actualmente al estudio de
los OVNIs. Entre ellos, los mas co-
nocidos quizds sean los doctores
Hynek y Vallée en USA, pero exis-
ten muchos otros cuyas investi
ciones de vanguardia les llevan a
tropezarse con el Fenémeno, como
‘el genial Wilchelm Reich, en el
transcurso de su experimento ORA-
NUR para controlar Ia Radioacti-
vidad, 0 como el Dr. Jacques Rava-
tin, sobre cuyo trabajo incluimos
un Anexo, por su gran interés. Las
conclusiones de este cientifico, cu-
riosamente, coinciden totalmente
con las hipétesis enunciadas en los
libros del autor del articulo. —
(9) Un Objeto Fractal es una figura
‘© cuerpo que se halla situada entre
dos dimensiones distintas, por
ejemplo: una superficie y un volu-
men, o, en el caso de los OVNIs, un
‘cuerpo situado entre las 3D y las 4.
Este concepto fue elaborado a fina-
les del siglo pasado por Georg Can-
tor, uno de los més grandes mate-
miticos de Ia Historia, y es utili-
zado en las mateméticas modernas,
especialmente en las denominadas