Dieta para personas sin vesícula biliar
Dra. Angela Manso
16 Marzo 2018
La vesícula biliar es un órgano muy pequeño situado debajo del
hígado cuya principal función consiste en almacenar la bilis producida
por el hígado y verterla en el intestino delgado (duodeno) para facilitar la
digestión de las grasas.
Cuando se ingiere un alimento, se activan una serie de señales
hormonales y nerviosas, que provocan la expulsión de la bilis por
parte de la vesícula biliar.
¿Pero qué sucede cuando una persona no tiene vesícula biliar, qué
alimentación debe seguir?
Cuando una persona es operada de vesícula, la bilis no tiene un lugar
donde almacenarse, de modo que el hígado va expulsando bilis
continuamente al intestino delgado.
Esto afecta a la digestión de las grasas, al colesterol y a las vitaminas
liposolubles, que al no ser emulsionadas por la bilis, pasan más tiempo
en el organismo, enlenteciendo la digestión.
Aunque un exceso de grasas puede producir determinados síntomas
como gases, inflamación y diarrea, más del 90 % de las personas que son
operadas de vesícula pueden volver a realizar una alimentación normal en
poco tiempo, ya que el cuerpo se adapta con facilidad.
Hábitos dietéticos para personas sin vesícula biliar
Realizar 5 comidas al día y evitar que sean muy copiosas o grasas, con el
objetivo de facilitar la digestión.
Beber mucha agua al día. Las infusiones son recomendables pero sin
azúcar.
Tomar abundantes verduras evitando las que te produzcan flatulencia.
Tomar fruta a ser posible con el estómago vacío y esperar 20 minutos
para comer otra cosa.
Tomar cereales integrales para combatir el estreñimiento. Las semillas de
lino o linaza pueden ayudarte.
Como fuente principal de grasa se debe utilizar aceite de oliva virgen.
Otras fuentes permitidas son el aguacate y los frutos secos.
Tomar pescados, carnes y lácteos no grasos.
Tomar legumbres en cantidades moderadas ya que en exceso pueden
producir gases. Una solución puede ser pasarlo por un chino para quitar la
piel.
Las técnicas culinarias recomendadas son a la plancha, asado, al
papillote, al vapor o al microondas.
Evitar los productos light, leche entera, harinas refinadas, alimentos
procesados, alimentos ricos en grasas, los fritos, carnes rojas, comida rápida,
embutidos, azúcar, refrescos, salsas y aliños.
En general tomar alimentos ricos en fibra y pobres en grasa animal
para mejorar el tránsito intestinal.
Estilo de vida adecuado
Hacer ejercicio físico diario para que el intestino se mantenga activo.
Reducir el nivel de estrés y de ansiedad del día a día ya que son factores
que repercuten en el hígado y en la vesícula biliar.