H u e l l a T e o ló g i c a
Revista estudiantil — Vol. 2., No. 1 — Enero/Junio 2020
http://www.redesla.org/revhuella/
El quehacer teológico latinoamericano
Reflexiones teológicas desde Latinoamérica 1
Trabajos del curso CTX 106 El quehacer teológico — UBL — San José, Costa Rica
Huella Teológica es una revista que abre espacios de producción académica
para estudiantes de teología de la Universidad Bíblica Latinoamericana.
Los aportes escritos provienen de la huella teológica (experiencia práctica
y teórica) que va marcando la vida académica de estudiantes de la UBL.
El primer número del segundo volumen de la revista contiene artículos
que se trabajaron en el curso CTX106 El quehacer teológico durante el año
2020.
Angel Eduardo Román-López Dollinger1
Coordinador de la Revista
Margie E. Miller2
Revisión de traducciones al inglés
Teólogo, investigador social y docente en la Universidad bíblica Latinoame-
1
ricana. Colaborador ecuménico de la organización suiza Mission 21.
Volunteer at UBL the past 7 years. Home: Valparaiso, Indiana, USA. Masters
2
Degree in Liberal Studies, concentration Spanish. 35 years teaching Spanish
and ESL (English as a Second Language).
Huella Teológica
Revista académica estudiantil de Teología
Universidad Bíblica Latinoamericana
San José, Costa Rica 2020
Publicación de trabajos elaborados en el curso
CTX 106 El quehacer teológico
Huella Teológica
Revista estudiantil Huella Teológica – Vol. 2, No. 1 – Enero/Junio 2020
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Teología práctica como praxis teológica
Enfoques contextuales diversos - Parte 1
ÍNDICE
Teología práctica como praxis teológica 5
Enfoques contextuales diversos - Parte 1
Angel Eduardo Román-López Dollinger
Lectura popular y comunitaria de la Biblia 11
Una alternativa liberadora para las juventudes cristianas
católicas
Maryuri Herrera Espinoza
Teología latinoamericana de la liberación y 25
transformación social
William Luna Pérez
La persona teóloga y el quehacer teológico 39
Apuntes teológicos desde el contexto Latinoamericano
Yakabet Sandoval Godoy
Teología de la liberación y cambio social en 47
Latinoamérica
César Augusto Núñez Anaya
Teología latinoamericana de la liberación 61
Formación, consolidación y pertinencia para el quehacer teológico
Lilian Aurora Cálix Pavón
Revista estudiantil Huella Teológica – Vol. 2, No. 1 – Enero/Junio 2020
3
Índice
Revista estudiantil Huella Teológica – Vol. 2, No. 1 – Enero/Junio 2020
Teología latinoamericana en la era digital 75
Influencia teológica de las redes sociales en la opinión pública
Jeremías Quintanilla Constanza
Teología Práctica y teología latinoamericana de la 87
liberación
Formación, consolidación y pertinencia para el quehacer teológico
Eva Luzmila Murdock Ramírez
Teología práctica y praxis eclesial 99
José Midi Ariel Guzmán
Revista estudiantil Huella Teológica – Vol. 2, No. 1 – Enero/Junio 2020
4
Revista Estudiantil Huella Teológica
Huella Teológica – Vol. 2, No. 1, pp. 5-10 – Enero/Junio 2020
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Teología práctica como praxis teológica
Enfoques contextuales diversos - Parte 1
Practical Theology as Theological Praxis
Diverse contextual approaches - Part 1
Angel Eduardo Román-López Dollinger*
[email protected]
* Suizo-guatemalteco, docente de la Universidad Bíblica Latinoamericana. Áreas de trabajo:
teología práctica, investigación y estudios de masculinidades. Colaborador ecuménico de la
organización suiza de cooperación para el desarrollo Mission 21.
Angel Eduardo Román-López Dollinger
Teología práctica como praxis teológica
Enfoques contextuales diversos - Parte I
Como profesor del curso El quehacer teológico, me alegra mucho
presentar los aportes escritos que acompañan este primer número del
segundo volumen de la Revista Huella Teológica, porque los mismos re-
flejan el esfuerzo académico, tanto personal como colectivo, de las per-
sonas que se arriesgaron y comprometieron a escribir los artículos para
esta revista. La mayor riqueza de los aportes de este número se encuen-
tra en la forma como se elaboraron, ya que son producto de la construc-
ción de conocimiento crítico colectivo que, durante cuatro meses de es-
tudios, realizaron las personas que participaron en el curso El quehacer
teológico de la Universidad Bíblica Latinoamericana, impartido durante
el primer cuatrimestre del año 2020. Además, una de las características
importantes de estos trabajos, es que reflejan una combinación bastante
equilibrada entre las teorías y conceptualizaciones teológicas estudia-
das en clase y las diversas experiencias pastorales que cada persona par-
ticipante trajo consigo al curso.
El resultado de este maravilloso trabajo fue la elaboración de tex-
tos monográficos cortos, los cuales se editaron para publicarlos en for-
ma de artículos académicos. Por su variedad de enfoques, estos artículo
también reflejan la diversidad de pensamientos teológicos del contexto
latinoamericano. Este aspecto toma mayor relevancia, cuando se toma
en cuenta que la complejidad de situaciones sociales, económicas, polí-
ticas, culturales y religiosas por las que atraviesa la humanidad, requie-
5
Huella Teológica – Vol. 2, No. 1, pp. 5-10 – Enero/Junio 2020
Teología práctica como praxis teológica
ren respuestas teológicas efectivas, tanto en el campo del conocimiento
abstracto, como en la práctica pastoral cristiana.
Otra particularidad de esta experiencia académica –y que se refle-
ja en algunos artículos– es que las últimas semanas del curso se realiza-
ron dentro del contexto del problema mundial de salud que generó la
pandemia del covid-19. Esta situación no solo generó el confinamiento
de las personas en sus hogares, sino también multiplicó los problemas
cotidianos de todas las personas. Las relaciones laborales y académicas
cambiaron, lo mismo pasó con el ritmo cotidiano dentro de la familia y
con las amistades. Sin contar, el temor y el gran desgaste psicológico que
esta situación ha generado.
Sin embargo, y a pesar de todas esas dificultades, es increíble que
las personas que participaron en el curso terminaron su proceso con
mucha motivación y, sobre todo, con responsabilidad. Es más, la situa-
ción compleja que generó la pandemia se asumió como un desafío, el
cual generó también preguntas teológicas fundamentales, por ejemplo:
¿cómo hablar de Dios en medio de situaciones de crisis y catástrofes
como la que se están viviendo con la pandemia?, ¿qué desafíos prácti-
cos (pastorales) quedan de esta experiencia para la reflexión teológica?,
¿cómo resignificar la teología práctica en la nueva normalidad que se
nos viene?, ¿qué papel juega la tecnología y las redes digitales en el que-
hacer teológico latinoamericano?, ¿cuál es el papel de la persona teólo-
ga en el mundo actual, digitalizado y globalizado?, ¿qué sentido tiene
estudiar teología en un mundo individualista y consumista?
Esas y muchas otras preguntas formaron parte de las reflexiones
del curso y, algunas de ellas, se ven reflejadas en los artículos. Pero lo
más importante es que esta experiencia también es una interpelación a
la educación teológica superior, a la iglesia y al cristianismo en general.
En efecto, como se podrá leer en los artículos, la realidad actual, mun-
dial y local, nos llama a preguntarnos sobre la función específica de la
educación teológica, de la pastoral de la iglesia y del cristianismo en los
procesos de transformación social y de desarrollo humano que requiere
actualmente el mundo.
Para tratar de responder a estos desafíos, la UBL sigue desarro-
llando procesos de educación teológica colectivos, donde la formación
académica seria y crítica, junto al acompañamiento pastoral, forman
parte de la construcción de conocimiento por la que apostamos para
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Huella Teológica – Vol. 2, No. 1, pp. 5-10 – Enero/Junio 2020
Angel Eduardo Román-López Dollinger
Latinoamérica y El Caribe. Asimismo, otra de nuestras apuesta es abrir
espacios a las nuevas generaciones de teólogas y teólogos, para que for-
talezcan el quehacer teológico de nuestro continente. Tanto esta revista,
como el curso donde se trabajaron formalmente los artículos, es un es-
pacio para que esas nuevas generaciones comiencen a producir conoci-
miento teológico académico.
Antes de presentar cada uno de los artículos que contiene la re-
vista, es importante aclarar que el curso El quehacer teológico es de
tipo teórico, introductorio y se ubica en el programa universitario de
bachillerato. Además, es un curso dirigido a estudiantes de diferentes
países y contextos de Latinoamérica, quienes estudian en cualquiera
de las dos escuelas de la universidad: Ciencias Teológicas y Ciencias
Bíblicas. Por ser un curso introductorio y del nivel de bachillerato, se
puede asegurar que para la mayoría de personas que escriben en este
número de la revista, esta es su primera experiencia en publicar un
artículo académico.
Los artículos de la revista abordan temáticas diferentes sobre la
teología práctica y la praxis teológica, tratando de presentar enfoques
teóricos y prácticos sobre la experiencia de las personas autoras en la
reflexión y el trabajo pastoral. Por la cantidad de artículos, se decidió
publicarlos en dos números diferentes. Este primer número contiene
ocho artículos, de un total de 16.
El primer artículo, escrito por la costarricense Maryuri Herrera Es-
pinoza, aborda el tema de la Lectura Popular y Comunitaria de la Biblia
(LPCB) como instrumento para empoderar a las juventudes cristianas,
especialmente en el contexto católico. Según la autora, la LPCB permite
no solo descubrir la invisibilización religiosa y sus efectos negativos que
experimentan las juventudes en un mundo cristiano adultocéntrico,
sino sobre todo les provee herramientas para fortalecer sus capacidad
de liderazgo y así constituirse en sujetos activos de su historia, por esa
razón este tipo de lectura se constituye en una alternativa de liberación
para las juventudes.
El segundo artículo, del costarricense William Luna Pérez, analiza
algunos rasgos característicos e importantes de la teología de la libera-
ción en Latinoamérica, así como la influencia que tiene de la Teología
Práctica europea. El autor plantea que la teología práctica europea hizo
un valioso aporte a la teología de la liberación, especialmente al enfo-
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Huella Teológica – Vol. 2, No. 1, pp. 5-10 – Enero/Junio 2020
Teología práctica como praxis teológica
car la reflexión teológica en contextos y sujetos sociales específicos. Sin
embargo, la mayor diferencia de la teología de la liberación latinoameri-
cana es que su compromiso preferencial con las personas empobrecidas
se constituye en la praxis cristiana propicia para motivar y acompañar
procesos de transformación social.
El siguiente artículo, de la chilena Yakabet Sarepta Sandoval, de-
sarrolla el tema de la persona teóloga latinoamericana como productora
de conocimiento práctico, el cual debe desarrollarse sobre la base de la
propia acción pastoral. A partir de la experiencia de su papá, un taxista
que encuentra en su trabajo un espacio para poner en práctica la fe cris-
tiana y para compartir su sabiduría, la autora sostiene que si no hay una
experiencia concreta de fe, que se verifique en la realidad de las perso-
nas, difícilmente se puede hacer teología, pues la teología no es solo un
discurso académico (intelectual), sino sobre todo es la verbalización de
una acción pastoral ya realizada.
En el artículo del peruano César Augusto Núñez Anaya, se en-
cuentra una reflexión sobre el aporte social que la teología de la li-
beración hace a los diferentes contextos de Latinoamérica. La tesis
central del autor es que la praxis de liberación por la que apuesta la
teología latinoamericana de la liberación, está orientada fundamen-
talmente a la transformación social y, por ello, se interesa por iden-
tificar, desde la reflexión teológica y bíblica, las estructuras políticas,
económicas y sociales que generan procesos de empobrecimiento en
la población, para diseñar líneas pastorales de acción que permitan
superar esas estructuras.
En su artículo sobre la relevancia de la teología de la liberación en
el contexto actual, la hondureña Lilian Aurora Cálix Pavón, nos conduce
por algunos de los caminos históricos que permitieron el nacimiento,
consolidación y desarrollo de la teología de la liberación en el contexto
latinoamericano. Según la autora, la teología de la liberación latinoa-
mericana tiene una fuerte influencia de la teología práctica que, como
disciplina teológica, llegó a este contexto desde Europa. Esta influencia
se refleja no solo en su epistemología, sino también en la metodología
que emplea para hacer teología.
El artículo del salvadoreño Jeremías Quintanilla Constanza, pre-
senta uno de los desafíos actuales más importantes para la teología la-
tinoamericana: la digitalización de la sociedad y la religión. Según el
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Huella Teológica – Vol. 2, No. 1, pp. 5-10 – Enero/Junio 2020
Angel Eduardo Román-López Dollinger
autor, la influencia de las redes sociales digitales en la teología es muy
fuerte, pero la misma refleja el modelo ético neoliberal de una sociedad
globalizada que pone énfasis en el individualismo y el consumo de imá-
genes virtuales. Por eso, no es de extrañar que los influencers (influen-
ciadores) sean quienes orientan la opinión pública hacia el consumo
de un producto determinado, el cual pude una imagen personal, una
ideología o una teología. Para el autor, el quehacer teológico tiene en las
redes digitales un desafío muy fuerte.
El siguiente artículo es de la panameña Eva Luzmila Murdock Ra-
mírez, quien hace un análisis de la teología práctica y su relación con la
teología de la liberación, así como de la forma en que esta relación con-
tribuyó a fortalecer el quehacer teológico del contexto latinoamericano.
La autora plantea que es sumamente importante reconocer que toda
construcción teológica actual forma parte de un constructo histórico, el
cual necesariamente se debe conocer para contextualizarlo. Asimismo,
esa contextualización debe estar orientada a elaborar discursos teoló-
gicos que reflejen la relación dinámica y coherente que existe entre la
teoría (teológica) y la práctica (pastoral).
El último artículo de este número corresponde al autor panameño
José Midi Ariel Guzmán, quien presenta un texto donde analiza algu-
nas lecturas sobre la teología práctica y la praxis eclesial, así como el
papel que tienen estos dos conceptos en la construcción de teología de
los diferentes contextos latinoamericanos. Un aspecto interesante que
plantea el autor es que, según su percepción, toda persona que estudia
teología debe tener presente los aspectos teóricos básicos que históri-
camente están detrás de cualquier argumentación teológica. Identificar
estos elementos le puede ayudar fortalecer su trabajo teológico reflexivo
y su compromiso cristiano y eclesial.
Antes de cerrar esta presentación, es importante agradecer a todas
las personas autoras, por el enorme esfuerzo que han hecho, para con-
vertir sus trabajos finales del curso en artículos académicos publicables
para este número de la Revista Huella Teológica. Por otro lado, también
es necesario darle un agradecimiento especial a Margie E. Miller, quien
desde su confinamiento en Estados Unidos, se encargó de revisar las
traducciones al inglés de los resúmenes de cada artículo.
También le agradecemos a usted por apoyar con su lectura los
procesos de formación teológica de estudiantes de Latinoamérica y El
9
Huella Teológica – Vol. 2, No. 1, pp. 5-10 – Enero/Junio 2020
Teología práctica como praxis teológica
Caribe. Asimismo, esperamos que estos aportes se constituyan en una
fuente de motivación para comprometerse o a seguir con el compromiso
de construir un quehacer teológico latinoamericano que acompañe la
construcción de una sociedad más justa, más equitativa y en completa
sintonía con la naturaleza.
Angel Eduardo Román-López Dollinger
30 de mayo de 2020
San José, Costa Rica
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Huella Teológica – Vol. 2, No. 1, pp. 5-10 – Enero/Junio 2020
Revista Estudiantil Huella Teológica
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Lectura popular y comunitaria de la Biblia
Una alternativa liberadora para las juventudes cristianas católicas
Popular and community reading of the Bible
A liberating alternative for Catholic Christian youth
Maryuri Herrera Espinoza*
[email protected]
Aprobación del artículo: 10 de mayo 2020
Recepción del artículo: 02 de abril 2020
* Costarricense, estudiante de la Universidad Bíblica Latinoamericana (UBL) en el área de Cien-
cias Bíblicas. Forma parte del equipo de capacitación en Lectura Popular y Comunitaria de la
Biblia (LPCB) del Centro Bíblico Claretiano “Para que tengan vida” (PQTV) de Costa Rica.
Maryuri Herrera Espinoza
Lectura popular y comunitaria de la Biblia
Una alternativa liberadora para las juventudes cristianas católicas
Resumen
Este documento se elaboró a partir de las guías de estudio del curso CTX106 El
quehacer teológico de la Universidad Bíblica Latinoamericana. Las reflexiones
giran alrededor de la lectura popular y comunitaria de la Biblia (LPCB) y su
influencia en grupos juveniles de la iglesia católica. El objetivo es analizar el
papel que juega este tipo de lectura bíblica en la construcción de las diferen-
tes identidades de las juventudes cristianas. El argumento central de nuestra
reflexión es que la LPCB es un instrumento de empoderamiento colectivo, el
cual se constituye en una alternativa liberadora para las juventudes cristianas,
porque a través de ella, las juventudes visibilizan sus experiencias de fe y sus
formas de sentir y ver la vida desde el ser joven.
Palabras clave: Lectura popular y comunitaria de la Biblia, juventudes cristia-
nas, iglesia católica, empoderamiento colectivo, alternativas liberadoras.
Popular and community reading of the Bible
A liberating alternative for Catholic Christian youth
Summary
This document was prepared from the readings of the course CTX106 El que-
hacer teológico of the Latin American Biblical University. The reflections re-
volve around popular and community reading of the Bible (LPCB) and its in-
fluence on youth groups in the Catholic Church. The objective is to analyze the
role that this type of Biblical reading plays in the construction of the different
identities of Christian youth. The central argument of our reflection is that the
LPCB is an instrument of collective empowerment which constitutes a liber-
ating alternative for Christian youths, because through it, youths make visible
their experiences of faith and their ways of feeling and seeing life.
Keywords: Popular and community reading of the Bible, Christian youth, Cath-
olic Church, collective empowerment, liberating alternative.
11
Huella Teológica – Vol. 2, No. 2, pp. 11-24 – Enero/Junio 2020
Maryuri Herrera Espinoza
Lectura popular y comunitaria de la Biblia
Una alternativa liberadora para las juventudes cristianas católicas
Introducción
En este aporte teológico partimos de la siguiente pregunta: ¿Cómo
la lectura popular y comunitaria de la Biblia (LPCB) pueden a liberar in-
tegralmente a las juventudes católicas? Si hacemos un poco de historia,
encontramos que la experiencia de las personas con la Palabra de Dios
no siempre ha sido positiva, ni mucho menos liberadora. Hasta hace
poco tiempo se tiene acceso a la Biblia, pues anteriormente no todas las
personas tenía permiso para leerla, no digamos para interpretarla. De-
bido a dogmas, leyes, ritos y otros obstáculos, las personas prefieren ale-
jarse de la Palabra de Dios, pues en el cumplimiento de esas normas no
encuentran el sentido que buscan. Lo mismo pasa con las juventudes,
se nos exige cumplir normas y ritos, pero cuando hacemos preguntas
críticas, lo primero que nos dicen es que tenemos que creer por fe.
Al contrario de esa perspectiva que limita la reflexión crítica, la
LPCB es una alternativa liberadora para las juventudes cristianas católi-
cas, porque les ofrece la posibilidad de desarrollar estrategias pastorales
para formar parte de los procesos de transformación social de su con-
texto inmediato.
Estamos en otros tiempos y las respuestas de hace siglos no res-
ponden a las preguntas que actualmente se plantean las juventudes. Ne-
cesitamos partir de las experiencias personales, familiares y comunita-
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Huella Teológica – Vol. 2, No. 1, pp. 11-24 – Enero/Junio 2020
Lectura popular y comunitaria de la Biblia
rias, para poder decir que verdaderamente hemos tenido un encuentro
con Jesús, no con el Jesús que lo siguen acomodando para que no salga
de su zona de confort, sino un Jesús que entra en nuestra vida y nos pide
ir más allá. En otras palabras, se trata de vivir una experiencia teológica,
pero desde un Dios con rostro de joven. “Toda verdadera teología nace
de una espiritualidad, es decir, de un encuentro fuerte con Dios dentro
de la historia”.1
En este documentos encontramos precisamente algunas reflexio-
nes sobre el papel que juega la LPCB en los procesos de empoderamien-
to de las personas jóvenes cristianas, especialmente de aquellas que es-
tán organizadas en grupos de trabajo con enfoque pastoral.
Superar la lectura pasiva y adultocéntrica de la Biblia
Para que la LPCB sea una alternativa real para las juventudes cris-
tianas, es necesario que la misma deje de ser una lectura pasiva y sobre
todo que no sea adultocéntrica. Es decir, tiene que ser una lectura di-
námica y joven. En efecto, si hablamos de devolver la Biblia al pueblo,
porque nació del pueblo, también debemos hablar de dejar la Biblia en
las manos de las personas jóvenes. Dios es un Dios de vida y está donde
hay vida. Por ende, Dios también se encuentra en los contextos donde
los grupos menos desfavorecidos, como las juventudes cristianas, son
invisibilizados.
Asimismo, es necesario evitar caer en el engaño de tener un discur-
so orientado a devolver la Biblia al pueblo, pero sin ofrecer herramientas
a ese pueblo para que pueda leerla liberadoramente. Un instrumento
indispensable para leer la Biblia es la realidad cotidiana. Recordemos
que una forma de interpretar los textos de la Biblia está en la conversa-
ción con la vida diaria. Así las juventudes también pueden interpretar
los textos en clave juvenil, desde sus propias experiencias cotidianas. Si
lo que se quiere es descubrir a Dios hablando hoy con las personas jóve-
nes, entonces debemos escuchar a las juventudes y luego interpretar los
textos. En ese sentido, es necesario poner la vida en diálogo con la Biblia,
porque es en la vida mismo donde está escondido el proyecto de Dios.
1 Leonardo Boff y Clodovis Boff, Como hacer teología de la liberación (Madrid: Pauli-
nas, 1986), 12.
13
Huella Teológica – Vol. 2, No. 1, pp. 11-24 – Enero/Junio 2020
Maryuri Herrera Espinoza
Una perspectiva teológica interesante para leer la Biblia en clave
juvenil, es descubrir en las pastorales juveniles que Dios habla en la Bi-
blia en forma viva y que por eso podemos entablar un diálogo con Él a
través del texto y desde nuestra propia realidad. Y para quienes coordi-
namos esas lecturas, es necesario que, como lo hizo Felipe con el etíope,
prestemos atención a las preguntas que pueden surgir de las personas
jóvenes cuando leen la Biblia: “¿Cómo entender si nadie me hace de
guía?”. (Hch 8, 31)
Así las juventudes desde su propia realidad, apoyados, acompa-
ñadas, guiadas y animadas por las personas que guían la LPCB, puedan
transformar la vida desde su ser joven y desde los diferentes rostros con-
cretos que representan. Esta lectura activa implica escuchar reflexiones
en torno a lo que Dios quiere de las personas, pues la Palabra de Dios
es como una semilla que se siembra en hombres, mujeres y comunida-
des para hacerlas nueva y, sobre todo, para que sean energía viva que
transforme el mundo. Por eso, se puede afirmar que Dios se encarna y
se humaniza también en las juventudes y, a través de ellas, Él invita a la
humanidad a que también se humanice.
Identificación con el método de LPCB
Un aspecto fundamental en la LPCB es su método, el cual requiere
un proceso de identificación con el mismo para asimilarlo e incorpo-
rarlo a la vida comunitaria de los grupos juveniles cristianos. En este
método, la Biblia es reconocida y acogida por el pueblo como Palabra de
Dios. Esta fe ya existía antes de la llegada de la lectura popular de la Bi-
blia. Por eso es que podemos decir que es Palabra de Dios, pero también
es palabra del pueblo. Lo importante es destacar y mantener la Biblia al
servicio del pueblo, para descubrir a Dios en cada rostro invisibilizado.
Biblia y vida van unidas, no se pueden separar.
Es así como podemos decir que en la Biblia encontramos muchos
rostros o imágenes de Dios, pero también podemos agregar que Dios
sigue revelándose en la realidad actual de muchas maneras. Es en esa
realidad, inclusive en la que consideramos más pequeña, donde Dios
nos habla a través de la Palabra, pero también a través de la vida. Aunque
la Biblia se escribió hace mucho tiempo, se encarna hoy en nuestra his-
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Huella Teológica – Vol. 2, No. 1, pp. 11-24 – Enero/Junio 2020
Lectura popular y comunitaria de la Biblia
toria. El pueblo de la Biblia descubrió en sus acontecimientos diferentes
rostros de Dios, un Dios que le liberó, que escuchaba su clamor, que le
acompañaba en su caminata y que bajó para ayudarles.
Dios no sólo se quedó en su cielo sino que se unió con el pueblo,
se mezcló entre las personas. Por eso podemos decir que Dios no fue
indiferente. A través de la lectura popular de la Biblia lo que se pretende
es conversar con el texto, una conversación seria pero también alegre,
joven, comprometedora e interpeladora, es decir, liberadora. La lectura
de la Biblia tiene que hacerse con la única intensión de liberar y hacer
presente a Dios desde los acontecimientos cotidianos de las personas,
para que de esa forma se logre despertar el interés por reflexionar sobre
la vida individual, familiar y comunitaria.
La Revelación, como punto de partida para las personas del pue-
blo israelita, se hizo en el caminar, en lo cotidiano de sus vidas. Par-
tió del hecho de sentir que era un pueblo acompañado, guiado y, sobre
todo, protegido por ese Dios fiel y amoroso. A partir de sus experiencias
cotidianas, Dios se hace pueblo en el pueblo. Así Dios se nos sigue reve-
lando y hablando hoy a través de los acontecimientos cotidianos, tanto
de aquellos que son alegres, como de los más o menos sombríos. En la
Biblia encontramos vivencias de hombres y mujeres, hoy esas vivencias
nos iluminan para seguir en nuestra caminata. Este proceso de ir a la
Biblia y volver a nuestra realidad, es la metodología de la LPCB. Es un
proceso que podemos llamar reflexión teológica a partir de la fe bíblica
y en el cual se conjugan varios factores interesantes, como los que se
mencionan a continuación:
• Creer por la experiencia de hombres y mujeres de un tiempo de-
terminado.
• Ver en nuestro tiempo la presencia de ese Dios que aún se nos
sigue revelando.
• Ser hombres y mujeres de esperanza, sabiendo y confiando que si
Dios estuvo con su pueblo en el pasado, hoy sigue empujándonos
con su aliento de vida.
Si partimos del hecho que la Biblia nace de las experiencias del
pueblo, entonces actualmente tenemos que releerla en nuestra comu-
nidad y para nuestro propio pueblo, para que se convierta en una luz
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Huella Teológica – Vol. 2, No. 1, pp. 11-24 – Enero/Junio 2020
Maryuri Herrera Espinoza
que ilumine nuestro actuar comunitario. Si el Espíritu de Dios empujó
y dio aliento a su pueblo, hoy sigue soplando aires renovados y llenos de
entendimiento para iluminar nuestro presente.
En nuestras comunidades juveniles, la Biblia debe de ser como la
brújula que nos guía cuando salimos en misión, para reconocer los sig-
nos de muerte de nuestro tiempo y dar paso a los signos de esperanza,
fraternidad, inclusión, respeto y sobre todo de amor.
Características de la LPCB
Como dijimos anteriormente, la Biblia nació de la experiencia de
vida de un pueblo, por eso es que al releer los textos bíblicos hoy, debe-
mos tener en cuenta que no podemos forzar los textos para que digan
algo que no dicen. Podríamos decir que no debemos proyectar en los
textos solamente nuestras ideas. Los textos nacieron en culturas dife-
rentes, con sus costumbres, ritos y creencias. Hacer decir al texto algo
que no dice es ser infiel a la Palabra de Dios y, sobre todo, es ser irrespe-
tuosos a las experiencias de vida ahí plasmadas. Por eso, para acercarnos
a los textos debemos tener presente sus niveles, contextos o realidades
desde donde se escribieron. Porque, así como Dios está presente en la
Biblia (pasado), también lo está en la vida (presente). Es por eso que, al
leer la Biblia, si logramos partir de la vida, ella viene a iluminar la misma
vida en comunidad.
El objetivo principal de la interpretación de la Biblia, no es sólo in-
terpretar la Biblia, sino interpretar la vida con la ayuda de la Biblia y por
eso es necesario tomar en cuenta las características sociales, teológicas
y pastorales de la LPCB.
Características sociales
Una característica social de la LPCB es que siempre busca vincular
la lectura de los textos bíblicos con la realidad social actual. En ese sen-
tido, se puede considerar que la LPCB se constituye en “una didáctica de
la Fe, pues es una práctica existencial a través de la cual una comunidad
busca encontrar el mensaje que Dios tiene para ellos en su situación
16
Huella Teológica – Vol. 2, No. 1, pp. 11-24 – Enero/Junio 2020
Lectura popular y comunitaria de la Biblia
actual”.2 En consecuencia, la LPCB “busca rescatar el sentido histórico y
espiritual original de la Biblia, a partir de la experiencia de la presencia
y revelación de Dios en el mundo (…) y en función del discernimiento
y comunicación de la Palabra de Dios”.3 En otras palabras, este método
para leer la Biblia no deja de lado la vida, ya que su objetivo es hacer vida.
Por esa razón, la realidad de cada grupo es importante, ya que desde esa
realidad tiene que partir la lectura bíblica:
Esto significa que, en el fondo, el criterio básico o la fuente de todo
no es la Biblia ni el estudio de la Biblia, sino la experiencia que hoy
tenemos del Dios y de la vida. (…) O mejor, el criterio básico está
en esta interacción del texto del pasado con nosotros que hoy lee-
mos el texto. [Porque] En cierta manera, continuamos escribiendo
la Biblia.4
Cuando una comunidad juvenil lee el texto lo hace para encontrar
en él respuestas a su situación actual. Las comunidades concretas, em-
pobrecidas y marginadas, lo hacen para buscar una esperanza que alien-
te y guíe su lucha por alcanzar la liberación de estructuras de miseria y
explotación. La Biblia, si es leída con ojos nuevos, transmite un mensaje
liberador para todas las personas. Por eso, cabe mencionar que la LPCB
debe actualizarse constantemente para ser coherente con los desafíos
de cada contexto y cada sujeto. Siempre, en la clave liberadora, debe ser
más humana, dignificadora y amorosa.
Características teológicas
Encontrar la voz de Dios en el texto, aun cuando por sus conteni-
dos nos resistamos a leerlos. Cuando releemos la Biblia muchas veces
se nos hace casi imposible ver la presencia de Dios ahí y más cuando la
situación es de violencia, muerte y pecado. Pero allí es donde radica la
2 Fidel Mauricio Ramírez, “La lectura popular y comunitaria de la Biblia como di-
dáctica de la Fe en contextos latinoamericanos.”, Revista Albertus Magnus 4, núm. 2
(2013): 213.
3 Pablo Richard, “Lectura popular de la Biblia en América Latina: Hermenéutica de la
liberación”, RIBLA, núm. 1 (1988): 30.
4 Carlos Mesters, “Lo que me sale del corazón. Sobre la fuente y el rumbo de la inter-
pretación de la Biblia”, RIBLA, núm. 50 (2005): 20.
17
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Maryuri Herrera Espinoza
acción del Espíritu, tenemos que usar nuestra mente y sentido de criti-
cidad, no es malo cuestionar el texto y hacerle preguntas. Aunque mu-
chas veces nos cueste aceptarlo, la voz de Dios se hace presente aun en
los acontecimientos y situaciones no tan bonitas. Centrarnos solo en lo
malo, tampoco es bueno ya que dejamos de ver los signos de vida que se
hacen presente siempre. Como ya se dijo anteriormente, lo importante
de la LPCB no está en la Biblia en sí, sino en la vida, con todo su enredo
teológico, porque es en la vida, en la historia, en la cotidianidad y en lo
simple donde Dios se revela y actúa.
La LPCB nos invita a descubrir cómo se comunica Dios con su
pueblo, cómo sale a nuestro encuentro y nos invita a rumiar y saborear
la Palabra, pero también nos exige compromiso, ya que tiene que trans-
formar nuestra vida y nuestros ojos para mirar la realidad y la vida como
Dios las mira. Dios sigue actuando en nuestro pueblo y se sigue revelan-
do en los acontecimientos. Recordemos que en cada persona la Palabra
se revela, todos y todas somos palabra viva de Dios.
Lo importante de la Palabra de Dios, no es informarnos, sino im-
portunarnos, desafiarnos. Ese desafío constante exige de las personas
jóvenes transformarse y comprometerse con la sociedad. Exige involu-
crar a Dios en las situaciones que nos aquejan personal, comunitaria y
mundialmente, porque solo así podremos comprobar que el Dios de la
vida camina con el mundo aun en situaciones no tan buenas y está con
nosotras y nosotros en lo cotidiano de nuestras vidas. Solo a partir de
esa perspectiva bíblica comunitaria se puede construir una teología res-
ponsable: “Así, pues, una teología cristiana responsable es siempre una
teología de la realidad y desde la realidad”.5
Muchas veces, en el mensaje del texto bíblico para el pueblo de
Israel de aquel tiempo y la posición frente a sus conflictos, vamos a en-
contrar por lo menos dos posiciones. La primera está relacionada con
lo que Dios quería en ese momento. Cabe mencionar que la posición de
Dios siempre va a estar de parte de la víctima, de la vida y sobre todo de
aquellas personas que sienten amenazada su vida. La segunda posición
está relacionada con la interpretación. Según la interpretación que se
dio en aquel momento y se da ahora, muchas veces por conveniencia
propia, vamos a colocar a Dios de parte de las injusticias y es ahí donde
5 Pedro Trigo, “La teología latinoamericana ante los retos epocales”, Revista Latinoa-
mericana de Teología XXIX, núm. 86 (2012): 122.
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Lectura popular y comunitaria de la Biblia
tergiversamos su mensaje y la acomodamos a nuestra conveniencia e
intereses propios.
Características pastorales
Otro elemento que forma parte de la LPCB es su enfoque práctico,
el cual está orientado a la acción pastoral de las comunidades de fe. So-
bre esta característica, entendida como acción pastoral, Román-López
Dollinger señala lo siguiente:
Se entiende la acción pastoral como las diferentes estrategias que
emplea la iglesia (de base o institucional) para actuar en la realidad
social de un contexto específico. Estrategias que pueden compren-
derse como modelos de trabajo o proyectos de intervención y, por
ello, pueden abarcar diferentes áreas: educación, evangelización, ser-
vicio, etc. Por tratarse de una acción, su análisis se ubica en el nivel de
la práctica humana.6
Como vemos las áreas de acción para implementar estas estrate-
gias son variadas, así como también lo son los desafíos pastorales que
nos presenta la realidad actual.
Por esa razón, y en términos de la acción pastoral, el compromiso
de las comunidades juveniles cristianas que hacen LPCB tiene que ir
más allá de una simple curiosidad por leer la Biblia. Se trata de asumir
nuevos retos y relecturas, de avanzar a contracorriente, para situarnos
comprometidamente con los intereses sociales y espirituales de las ju-
ventudes. Cuando la Palabra de Dios verdaderamente interpela, cues-
tiona e incómoda, nos lleva a actuar siempre a favor de los valores del
Reino de Dios. En ese sentido pastoral, la LPCB se identifica con el obje-
tivo fundamental de la teología práctica:
A la Teología Práctica le cabe la tarea de escuchar las preocupacio-
nes y angustias que atormentan a las personas y a la sociedad en la
actualidad. De esta manera ésta preserva a la teología de la intro-
versión y de la ceguera a la realidad que la encierra. Para desempe-
ñar este rol, entra en diálogo directo con las ciencias sociales y se
6 Angel Eduardo Román-López Dollinger, El quehacer teológico latinoamericano (San
José, Costa Rica: Apuntes del curso CTX106, UBL, 2018), 12.
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asesora de las mismas, pues sólo así obtendrá una visión esmerada
de las cosas.7
Es un trabajo en conjunto, esto es lo que la práctica pastoral busca.
Es una participación activa para defender los derechos de tantos rostros
concretos, invisibles de nuestra sociedad, en conjunto con los diferentes
movimientos que luchan a favor de las causas indígenas, de mujeres,
de personas adultas mayores, de habitantes de la calle, niños, niñas y
jóvenes, personas campesinas y, asimismo, a favor de una reconciliación
con la Madre Tierra.
Nuestra tarea es hacer del presente una sociedad más amorosa,
inclusiva, fraterna, sororal, digna y sobre todo respetuosa de todo y de
todas las personas, especialmente de las que son diferentes. Se trata de
transformar el mundo invirtiendo todo aquello que se ha tergiversado
por mucho tiempo y que nos ha hecho indiferentes frente al dolor y su-
frimiento humano.
No necesariamente se tiene que actuar en todas las causas que
aquejan a nuestra sociedad, la idea es comprometernos en algo espe-
cífico y concreto, en algo que sabemos que podemos cambiar desde
lo poco, desde lo aparentemente insignificante. Se trata de involucrar
también en estos procesos a los grupos socialmente invisibilizados,
por ejemplo, a las juventudes populares, quienes quieren que se les
tome en cuenta para ser protagonistas en la construcción de una so-
ciedad nueva.
La función pastoral de la LPCB debe responder asertivamente a
las juventudes, especialmente cuando no se les toma en cuenta como
personas con capacidades y posibilidades transformadoras, cuando no
se les da oportunidad de expresarse, cuando se les excluye de las decisio-
nes comunitarias. Muchas veces se les delegan cosas simples y no se ve
más allá. Las juventudes pueden hacer más que ordenar sillas, recoger
los objetos tirados o ser espectadores.
Las juventudes necesitan espacios para leer la Biblia, pero no una
lectura en donde el hombre adulto es el centro, sino ver el actuar de Jesús
joven y su papel en la sociedad de su tiempo, para luego interpelarnos
sobre nuestro papel en nuestra sociedad y en nuestro tiempo.
7 Lothar Carlos Hoch, “El lugar de la Teología Práctica como disciplina teológica”, en
Teología Práctica en el contexto de América Latina, ed. Christoph Schneider-Harpprecht
y Roberto E Zwetsch (Quito, Ecuador: CLAI, 2011), 42.
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Lectura popular y comunitaria de la Biblia
Algo que tenemos que tener presente es que las preguntas que la
sociedad se hacía hace mucho tiempo, ya no son las mismas preguntas
que las juventudes se hacen ahora. A medida que vamos evolucionan-
do, también la sociedad evoluciona. Al respecto José María Vigil seña-
la lo siguiente:
Todavía no podemos hacer las reflexiones que haremos dentro de
30 años, cuando esta nueva generación, nacida y crecida en este am-
biente pluralista, tome la palabra y nos diga cómo percibe el mundo
desde su experiencia, una experiencia que nosotros, los que nacimos
y fuimos configurados en otro ambiente no de Pluralidad Religiosa,
sino de singularidad cultural y religiosa, no podemos imaginar.8
Praxis teológica como alternativa liberadora para las
juventudes cristianas católicas
Como personadas jóvenes católicas tenemos una misión cris-
tiana desafiante: renovar y contextualizar constantemente la Palabra
de Dios junto a otros grupos juveniles. Esa Palabra se tiene que hacer
vida en y con las personas jóvenes, debe ser una acción misionera para
todas las juventudes que deciden ir más allá de los límites físicos de
la iglesia y, por ello, conlleva un esfuerzo evangelizador, formador y
transformador.
En el centro de nuestras comunidades juveniles tiene que estar el
Espíritu de Jesús joven, quien tuvo la misión de anunciar la Buena Nue-
va de la llegada del reino de Dios a las personas pobres, mujeres, niñez,
viudas, personas extranjeras, trabajadoras (representadas por los peca-
dores) de su tiempo. Ahora nos toca a cada una de nosotras y a cada uno
de nosotros continuar con el anuncio de esa Buena Nueva inaugurada
por Jesús, hacerla vida en aquellas vidas invisibles y estigmatizadas de
nuestro tiempo.
Esta misión fue asumida por los discípulos y discípulas de Jesús,
luego de su resurrección. Aunque al principio muchas de estas perso-
nas tuvieron miedo de las implicaciones de ese discipulado, e inclusive
8 José María Vigil, Teología del pluralismo religioso: Curso sistemático de Teología
Popular (Quito, Ecuador: Abya-Yala, 2005), 10.
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se devolvieron, como la pareja de Emaús, también hubo otras personas
que desde el principio decidieron asumir en total libertad el proyecto
de vida que ofrecía Jesús. Gracias a esas personas comprometidas con
su discipulado, es que hoy podemos seguir las huellas del Jesús joven
resucitado con la misma fuerza de aquella generación bíblica, lo pode-
mos hacer hoy.
Sin embargo, para que las juventudes podamos implementar ac-
titudes liberadoras en nuestras vidas y contextos, primero tenemos que
sentir la irrupción del Jesús joven en nuestras vidas, no solo a través
de una relectura bíblica, sino sobre todo a través de nuestras experien-
cias personales o de la experiencia de las personas que representan otras
realidades. Si se acepta seguir a este Jesús joven, la vida se hace diálogo
y comunión con él, es una vida de participación comunitaria que está
consciente de su obra salvadora. Es sentir en nuestros corazones el ardor
de la presencia del Jesús joven a través de una lectura liberadora de la
Biblia. Al igual que los caminantes de Emaús, esta experiencia de fe nos
puede abrir los ojos para reconocerle en nuestro camino y en la Palabra
de Dios y, entonces, ponernos en acción:
En ese momento se les abrieron los ojos y reconocieron a Jesús;
pero él desapareció. Y se dijeron el uno al otro: ¿No es verdad que
el corazón nos ardía en el pecho cuando nos venía hablando por el
camino y nos explicaba las Escrituras? Sin esperar más, se pusieron
en camino… (Lc 24,31-33).
Como la pareja de Emaús, ahora nos damos cuenta que nuestras
desesperanzas se transforman en signos de vida cuando se comparte la
Buena Nueva. Jesús invita a asumir el reto de seguir llevando su Palabra
liberadora, su proyecto de vida hasta los confines de la tierra, para trans-
formar las relaciones humanas dañadas en relaciones dignas y amoro-
sas. Cuando una experiencia en nuestras vidas es importante, fuerte e
intensa, es imposible quedarse como si nada… ¡Algo se transforma! O
mejor dicho ¡Todo se transforma!
La misión de las juventudes es llevar a otras personas al encuentro
con Jesús, conocerlo y aceptar su invitación a amar y servir a los demás,
anunciando con hechos y palabras “lo que hemos oído, lo que hemos
visto” (1 Jn 1,1).
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Lectura popular y comunitaria de la Biblia
Conclusiones y perspectivas
Sobre las juventudes del presente, el papa Francisco en su exhor-
tación apostólica, nos propone lo siguiente:
Vive Cristo, esperanza nuestra, y Él es la más hermosa juventud de
este mundo. Todo lo que Él toca se vuelve joven, se hace nuevo, se lle-
na de vida. Entonces, las primeras palabras que quiero dirigir a cada
uno de los jóvenes cristianos son: ¡Él vive y te quiere vivo!9
Jesús se sigue encontrando hoy con las personas jóvenes del
mundo, en nuestro propios contexto de incertidumbre y de dolores. El
llamado es optar por la vida, somos parte de un proyecto de vida y el
reto es ir más allá. Cristo se sigue haciendo presente y vive hoy más que
nunca en tantos sujetos emergentes con rostros sufrientes de nuestra
América Latina.
Hoy urge que la Palabra se renueve en y con las personas jóve-
nes, que se viva desde las diferentes realidades sin quitarle su esencia
de ser joven. Tomar en cuenta su realidad personal, comunitaria y so-
cial. La juventudes tenemos un reto, si sentimos que nuestro corazón
arde y queremos ser luz en medio de tanto proyecto de muerte, tene-
mos la oportunidad de hacerlo.
Esta misión es urgente y la debemos asumir hoy. En nuestros
contextos juveniles ser discípulos y discípulas de Jesús, profetas de
jeans y tennis, que asumimos el desafío cristiano de continuar la mi-
sión de Jesús en este momento actual. No debemos partir de la idea
que lo hacemos porque el mundo está totalmente mal, sino porque
tenemos la esperanza que podemos contribuir en la construcción de
un mundo mejor, llevando nuevos signos de vida, amor, justicia, soli-
daridad, fraternidad, sororidad, inclusión…
9 Francisco, Christus vivit. Exhortación apostólica postsinodal del santo padre Fran-
cisco a los jóvenes y a todo el pueblo de Dios (Ciudad del Vaticano, Roma: Vatica-
no, 2019), http://www.vatican.va/content/francesco/es/apost_exhortations.index.
html.
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Maryuri Herrera Espinoza
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Francisco a los jóvenes y a todo el pueblo de Dios. Ciudad del Vati-
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Trigo, Pedro. “La teología latinoamericana ante los retos epocales”. Revista La-
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Revista Estudiantil Huella Teológica
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http://www.redesla.org/revhuella/
Teología latinoamericana de la liberación
y transformación social
Latin American theology of liberation
and social transformation
William Luna Pérez*
[email protected]
Aprobación del artículo: 15 de mayo 2020
Recepción del artículo: 30 de abril 2020
* Costarricense, estudiante de la Universidad Bíblica Latinoamericana (UBL) en el área de Cien-
cias Teológicas. Anteriormente estudiante del Seminario Bíblico Latinoamericano (SBL). Ac-
tualmente es pastor de la Iglesia Cristiana Discípulos de Cristo.
William Luna Pérez
Teología latinoamericana de la liberación
y transformación social
Resumen
Sobre la base de las lecturas y reflexiones del curso CTX 106 El quehacer teológi-
co de la Universidad Bíblica Latinoamericana, el presente trabajo monográfico
pretende plantear algunos elementos fundamentales de la teología latinoame-
ricana de la liberación. Nuestro objetivo es analizar rasgos característicos de la
teología de la liberación en América Latina y su relación con la teología práctica
europea. La opción preferencial por las personas pobres y marginalizadas ca-
racteriza el quehacer teológico latinoamericano. A partir de esa opción teológi-
ca desarrollamos la tesis central de nuestro trabajo: La teología latinoamerica-
na de la liberación –a diferencia de la teología tradicional de Europa– tiene un
compromiso preferencial con la praxis cristiana en favor de las personas pobres
y orientada a la transformación social.
Palabras clave: Teología latinoamericana, personas pobres, transformaciones
sociales, praxis, liberación.
Latin American theology of liberation
and social transformation
Summary
On the basis of the readings and reflections of the course CTX 106 El queha-
cer teológico of the Latin American Biblical University, this monographic work
aims to present some fundamental elements of Latin American liberation the-
ology. Our objective is to analyze characteristic features of liberation theol-
ogy in Latin America and its relationship with practical European theology.
The preferential option for the poor and marginalized people characterizes the
Latin American theological task. From this theological option we develop the
central thesis of our work: Latin American liberation theology –unlike the tra-
ditional theology of Europe– has a preferential commitment to Christian praxis
in favor of poor people and is oriented towards social transformation.
Keywords: Latin American theology, poor people, social transformations, prax-
is, liberation.
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Huella Teológica – Vol. 2, No. 2, pp. 25-38 – Enero/Junio 2020
William Luna Pérez
Teología latinoamericana de la liberación
y transformación social
Introducción
En este trabajo se analizan algunas lecturas proporcionadas en el
curso CTX106 El quehacer teológico de la Universidad Bíblica Latinoa-
mericana, así como de otros recursos bibliográficos, que nos ayudaran
a comprender el desarrollo que ha tenido la teología clásica hasta a
gestarse, en el caso de América Latina, en lo que hoy conocemos como
la teología Latinoamericana de la liberación; así como las caracterís-
ticas particulares que la convirtieron en una teología con una praxis
liberadora.
La teología Latinoamericana de la liberación se ha caracterizado
por desarrollar una praxis teológica cristiana a favor de los pobres del
continente, con la intención de producir transformaciones sociales que
sean el resultado de las luchas de la comunidades empobrecidas por los
sistemas hegemónicos de injusticia. Y para lograrlo ha desarrollado en
su método una inversión de la teología clásica, convirtiendo un proble-
ma teórico en uno práctico o pastoral; abordando la situación desde la
realidad para luego reflexionar desde la fe, y volver a esa realidad para
transformarla en una nueva condición de justicia.
Es a partir del contexto de la pobreza histórica que ha vivido el
continente latinoamericano que desarrollamos este trabajo analítico, el
cual permitirá reconocer las causas de la misma, así como plantear la ne-
26
Huella Teológica – Vol. 2, No. 1, pp. 25-38 – Enero/Junio 2020
Teología latinoamericana de la liberación y transformación social
cesidad de una praxis teológica que acompañen las luchas de las clases
empobrecidas en su praxis de liberación y por tanto como herramienta
para la transformación social. Para esto será necesario que la iglesia en
su labor pastoral, desarrolle una opción política como compromiso de
fe y de igual manera asuma su papel profético en la sociedad, para ser un
agente de transformación social.
Presencia de la teología tradicional en América Latina
América Latina ha sido, desde los tiempos de la conquista espa-
ñola, depositaria de las corrientes teologías del momento, sobre todo
de las que se han establecido y desarrollado en Europa, estas pusieron
las bases para que en las últimas décadas, surgieran expositores latinoa-
mericanos con un pensamiento teológico liberador. En este apartado
analizaremos brevemente el desarrollo que ha tenido la teología, desde
sus orígenes en la cultura griega hasta su afectación en los principios de
la teología latinoamericana.
Origen y desarrollo histórico de la teología
El concepto que se tiene de la teología hoy día, ha sido el resultado
de su desarrollo a través de varios siglos. Este desarrollo se encuentra es-
trechamente vinculado con la historia y vida de la iglesia, la cual ha dado
aportes significativos al concepto de teología. Sin embargo, el término,
aunque tenía una vinculación con lo divino y con la vida de la iglesia, no
tiene su raíz en el cristianismo, sino en la cultura griega:
Los primeros datos de intento de definición hacen referencia al mito.
Homero y Hesíodo son llamados theologoi por su estilo particular de
componer y de cantar los mitos. Platón utiliza el término theología
en relación con las formas anteriores de hablar de Dios, y se pregunta
por “el dios” en singular, preocupado por la forma correcta de nom-
brarle (Flórez 2008, 158–59).
El cristianismo se apropiará del concepto para aplicarlo progre-
sivamente a su experiencia de fe; concebido en diferentes tiempos por
los pensadores cristianos, como los asuntos referidos a lo divino o su
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William Luna Pérez
doctrina; será en los primeros siglos de la iglesia que se va estableciendo
esa relación de la fe y la vida de la iglesia con la teología.
Un salto significativo en la concepción de la teología, como teolo-
gía pastoral, se da con el nacimiento de la teología práctica, en “el año
1774, en la universidad de católica de Austria” (Román-Lopez Dollinger
2018, 13), llamada también teología pastoral. El propósito de esta era la
formación académica de aquellos que tenía la responsabilidad de apa-
centar a la iglesia. Sin embargo, es hasta el Concilio Vaticano II que la
teología práctica “se desarrolló sobre la base del compromiso pastoral de
la Iglesia con la sociedad moderna. Este compromiso fue interpretado
por algunos sectores cristianos como una praxis cristiana de liberación”
(Román-Lopez Dollinger 2018, 16).
América Latina, tierra de grandes contradicciones y luchas, en
busca de la justicia social, la reducción de la brechas de la desigual-
dad y sobre todo del colonialismo que ha existido desde la época de la
conquista española, se convierte en terreno fértil para que esa semilla,
de una teología práctica desarrollada desde la praxis en la vida de los
pueblos sufrientes, que son las bases populares, germine y permita el
desarrollo de una teología contextualizada a esa realidad: la teología la-
tinoamericana de la liberación.
Influencia de la teología tradicional en el cristianismo
latinoamericano
Cinco siglos de colonialismo no solo económico, sino también
ideológico y religioso, han sometido a Latinoamérica a una visión uti-
litarista o dependiente, como pueblos que deben ser civilizados, edu-
cados y desarrollados, a los cuales se les ha vendido la idea de que son
tercermundistas. La religión ha jugado un papel importante en esta
imposición ideológica, desde el catolicismo, con su idea de salvar a los
aborígenes americanos, hasta el protestantismo norteamericano que
buscaba la salvación de los del sur.
En ese sentido, para el teólogo protestante José Míguez Bonino,
ha existido, hasta hace pocos años, una ausencia histórica de una teo-
logía latinoamericana, y la que había no era contextual a la realidad del
continente, la razón de esta ausencia o importación teológica ha sido
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Teología latinoamericana de la liberación y transformación social
porque: “Ni el catolicismo Romano ni el Protestantismo han tenido
(como iglesias) el arraigo necesario en la realidad humana latinoameri-
cana para alumbrar un pensamiento creador. En otros términos, ambas
iglesias han permanecido marginales a la historia de nuestro pueblos”
(Prólogo a Alves 1970).
Sin embargo, no se debe ignorar lo que menciona Roy May cuando
afirma que “la teología jamás es eterna sino dinámica y cambiante según
coyunturas históricas” (2014), y que es a partir de esa teología tradicional
donde emergerá la teología latinoamericana de liberación. Así mismo
es importante reconocer el aporte humano de las academias tradicio-
nales de la teología ya que “paradójicamente, tuvieron que ser algunos
teólogos posgraduados en el exterior, quienes comenzaron a articulas
discursos más contextuales” (Cervantes-Ortiz 2009, 10) a las realidades
de América Latina, tal es el caso de Míguez Bonino.
Características de la teología latinoamericana de la
liberación
En Latinoamérica, la teología de la liberación, surge en medio de
una realidad social y eclesial muy conflictiva. Socialmente, existe una
lucha ideológica entre el capitalismo y el socialismo. Eclesialmente,
muchos grupos cristianos comprometidos con las necesidades del pue-
blo, demandan una pastoral social que refleje los planteamientos sur-
gidos de los documentos del Concilio Vaticano II. Esta situación le da
unas característica particulares al quehacer teológico latinoamericano,
que lo definirán y diferenciaran de otras teologías. A continuación se
analizan las características socio-pastorales y teológicas de la teología
de la liberación, especialmente las relacionadas con método teológico
que utiliza esta forma de hacer teología.
Características sociales-pastorales
La teología latinoamericana de liberación nace dentro de dos con-
textos históricos muy particulares, en donde sus incidencias se conjuga-
rán en la formación de esta teología. El primero de ellos se ha mencio-
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Huella Teológica – Vol. 2, No. 1, pp. 25-38 – Enero/Junio 2020
William Luna Pérez
nado en el apartado anterior y se refiere al avance teológico y pastoral
que propiciaron los documentos elaborados en el Concilio Vaticano II,
acerca del quehacer teológico desarrollado hacia afuera de la iglesia, en
donde destaca “la comprensión de la teología práctica como praxis de
liberación” (Román-Lopez Dollinger 2018, 21).
El segundo contexto es la coyuntura histórica de la lucha ideo-
lógica y política entre el capitalismo y el socialismo, la cual es conoci-
da como la guerra fría. Este conflicto provocó escenarios sociales muy
convulsos en América Latina, sobre todo porque en él se reflejaba la
búsqueda de los pueblos de un mayor grado de libertad y de desarrollo
social, el cual no estuviera basado en las relaciones de dependencia con
los Estado Unidos.
Los grupos sociales que surgieron en esta época comenzaron a re-
flexionar sobre la opresión, la pobreza y la injusticia social; fue época
de guerrillas y movimientos subversivos, pero también de represiones
políticas. Y es en medio de esas dos realidades históricas latinoamerica-
na que surge una reflexión teológica que es validada por la praxis libe-
radora.
A pesar del triunfo del sistema capitalista y el creciente dominio
de su ideología neoliberal, en el territorio latinoamericano, en el cual
fue mediatizado por las falsas promesas de desarrollo y progreso de los
pueblos, la realidad para América Latina es que la pobreza, la opresión,
las desigualdades sociales se han incrementado en los últimos años.
Esta coyuntura socio-económica-política, permite que el mensaje de
una iglesia que sale a las calles para vivir la fe desde la experiencia los
sufrientes, se convierta en el recurso más importante para desarrollar un
discurso teológico liberador.
Este origen le ha dado una particularidad a la teología latinoame-
ricana, su opción por los pobres en una praxis liberadora, en primera
instancia de las ideologías con las que se le ha retenido en esa condición
de opresión y luego en sus luchas por ser reivindicados en la sociedad
misma. Sin embargo:
Es imposible detenerse en el aspecto puramente socio-económico de
la opresión, esto es, el aspecto “pobre”, por más fundamental y “de-
terminante” que sea. Es preciso ver también otros planos de opresión
social: la opresión de tipo racial: el negro; étnico: el indio; y la opre-
sión de tipo sexual: la mujer (Boff 1990, 104).
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Teología latinoamericana de la liberación y transformación social
Características teológicas
La teología latinoamericana de la liberación, no parte de los pos-
tulados dogmáticos para su reflexión y acción (ortodoxia), sino de las
realidades histórica de las personas para transformarla a través de ac-
ciones concretas (ortopraxis). La teología de la liberación no inicia con
la reflexión, sino con la realidad para luego reflexionar sobre esa reali-
dad, y volver a ella para transformarla. Este proceso de construcción de
conocimiento transformador es el que se conoce como el método de la
circularidad hermenéutica.
Según Román-López Dollinger, la circularidad hermenéutica,
como metodología teológica, se constituye en una de las contribuciones
más importantes de la teología de la liberación para Latinoamérica y el
mundo:
Uno de los aportes más significativos de la teología de la liberación,
relacionado con el compromiso cristiano en los procesos de transfor-
mación social en Latinoamérica, lo constituye la implementación de
la circularidad hermenéutica como método teológico para la pastoral
social de la Iglesia (2016, 91).
En este sentido este método teológico, en la teología de la libera-
ción, queda dividido en tres etapas: una pre-teológica, que se refiere a
la confrontación con la realidad; otra teológica, que es básicamente la
reflexión teórica y la etapa pos-teológica, en la cual se evidencia la trans-
formación de la realidad.
Un elemento muy importante en la teología de la liberación es la
lectura comunitaria de la Biblia, la cual ha dado lugar a la formación de
los grupos populares de estudio bíblico, grupos conocidos como comu-
nidades eclesiales de base (CEBs):
En el ámbito teológico, esta forma de conocimiento tiene implíci-
ta una hermenéutica de la liberación porque representa una forma
transformadora de pensar la fe y de leer la Biblia: desde la propia
óptica (realidad) de las personas empobrecidas y excluidas (Ro-
mán-López Dollinger 2016, 98).
Lectura que cobra un nuevo sentido al ser leída con los ojos de
los que sufre, de los oprimidos, y no desde los que ostentan el poder,
por lo tanto será una lectura que conlleva un mensaje de liberación y
esperanza.
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William Luna Pérez
La crítica a la pobreza en la teología latinoamericana de
la liberación
La pobreza ha sido el elemento característico de la vida del pueblo
latinoamericano, sin embargo esto debe ser de extrañar, considerando
que América Latina posee una gran riqueza en sus recursos naturales,
agua, minerales y suelos. La teología latinoamericana de la liberación
le ha dado rostros a las causas generadoras de pobreza en el continen-
te, causas que son tanto estructurales como ideológicas, y que se han
invisibilizado y naturalizado a través del tiempo, pero que vienen a ser
manifestadas a través de la crítica a la pobreza, hecha desde la teología
latinoamericana de la liberación.
Las causas estructurales que generan la pobreza
La condición de pobreza en América Latina tiene sus raíces des-
de la misma época de la conquista, donde las políticas de extracción y
explotación no solo de los recursos naturales, sino que de la población
nativa, generaron las dinámicas socio-económicas que han mantenido
los pueblos latinoamericanos sumidos en relaciones de colonialismo,
primero de España, luego del expansionismo de los Estado Unidos, y en
la actualidad del capitalismo liderado por la empresas transnacionales
que con sus políticas mercantilistas, se apropian de las tierras y los re-
cursos naturales para convertirlos en capital económico.
A través del dominio del mercado de exportación, la apropiación
de los medios de producción, y control de los mecanismo políticos, unos
pocos asumen el poder sobre las mayorías, las cuales se han visto des-
provista de la capacidad de decir sobre sus condiciones de vida. Son es-
tas formas de distribuir el poder que han dado paso a la creación de las
clases sociales, como menciona Roman-López Dollinger:
De acuerdo al poder sobre la propiedad de los medios de producción,
al poder político y social, las clases sociales quedaron distribuidas,
estructuralmente, en cinco niveles. Estos niveles, que irían desde el
mayor al menor, encuentran sus polos opuestos y contradictorios en:
capitalistas propietarios (con todo el poder) y el proletario informal
(sin nada de poder) (2018, 92).
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Teología latinoamericana de la liberación y transformación social
Es importante remarcar que, en esta distribución de clases so-
ciales, el grupo mayoritario (proletariado) y con “mayor capacidad de
fuerza de trabajo social (45.9%), es quien menos beneficios tiene. Mien-
tras que las clases dominantes son quienes menos aportan en fuerza de
trabajo (1.8%) y, sin embargo, cuentan con mayores privilegios”. (Ro-
mán-López Dollinger 2018, 93).
A esta diferencia en la distribución de las riquezas se le denomina
en la sociología desigualdades sociales. Estas desigualdades son las que
generan el empobrecimiento de las personas, no solo en América Latina
sino que a nivel mundial.
Las causas ideológicas que generan la pobreza
El capitalismo y la globalización se han ido desarrollado sobre la
base ideológica conocida como neoliberalismo, el cual crea en el subjeti-
vo de las personas la necesidad de consumir (consumismo) y de acumu-
lar bienes materiales, como símbolo de bienestar. Además, esta ideolo-
gía ha traído consigo la idea de la privatización de las empresas estatales,
con la falsedad de desarrollo social, quitando al Estado su responsabi-
lidad de velar por el bienestar de los miembros de la sociedad. En este
sentido, y apoyándose en el teólogo Pedro Casaldáliga, Román-López
Dollinger considera que:
...el neoliberalismo es la ideología económica de la exclusión, ya que
se constituye como la doctrina de “la marginación de la mayoría so-
brante. O sea, salimos de la dominación hacia la exclusión. Y, como
se suele decir, hoy ser explotado es un privilegio, porque muchos ni
siquiera alcanzan la ‘condición’ de explotados, ya que no tienen ni
empleo” (2018, 85).
Otro elemento que en América Latina ha sido ideológico y que
ha sostenido las relaciones colonialistas en el continente, es lo que
Aníbal Quijano (2000) ha llamado colonialidad del poder. Según Qui-
jano, este concepto señala que las personas que tienen el poder defi-
nen que unas personas son inferiores a otras por su raza, con lo cual
consolidan su dominio. El problema es más grave cuando los domina-
dos aceptan y consideran válida esa ideología y se ven a sí mismos con
los ojos de aquellos que los dominan.
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Huella Teológica – Vol. 2, No. 1, pp. 25-38 – Enero/Junio 2020
William Luna Pérez
La idea de que ser europeo o norteamericano, es señal de pros-
peridad, desarrollo, capacidad, en relación a que ser latinoamericano
es ser subdesarrollado, dependiente de lo que le puedan dar, o ser
pobre. Es necesario cambiar nuestra concepción acerca de nosotros
mismo como latinoamericanos. Al respecto, Clodovis Boff plantea la
siguiente afirmación:
Por eso los pobres no acostumbran a llamarse «pobres», y ello por un
sentimiento de honra y dignidad. Son los no pobres los que los lla-
man así. Como aquella pobre mujer de una pobre ciudad del interior
de Pernambuco -Tacaimbó- que, al oír que la llamaban «pobre», res-
pondió: «Pobre, no. Pobre es el perro. Nosotros somo desamparados,
pero luchadores» (1990, 106).
La praxis teológica como instrumento de transformación
social
La teología latinoamericana de la liberación busca transformar
la realidad socio-política de los pueblos, y plantea una praxis teoló-
gica como instrumento para lograrlo, esa praxis se dará en dos tareas
particulares de la teología, una es la opción política por los pobres
como compromiso de fe y la otra la labor profética de la iglesia, que
denuncia la injusticia y sus gestores, pero anuncia la buenas nuevas
de salvación, para desarrollar una esperanza que promueva la lucha
por la liberación.
La opción política como compromiso de fe
La opción por los pobres que ha asumido la teología latinoame-
ricana de la liberación, la ubica en el campo político, no porque esta
se convierta en una institución política, sino porque la pobreza está
relacionada con la forma como se ha configurado la sociedad misma y
como se sustenta para mantener su status quo. Por esa razón, la única
forma de superar esa situación, es aliarse y romper con todo compro-
miso que genere injusticia y opresión. Es en ese sentido que la teología
de la liberación es política.
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Teología latinoamericana de la liberación y transformación social
Monseñor Romero ilustró este aspecto teológico como la dimen-
sión política de la fe, en el discurso que ofreció en la Universidad de
Lovaina, el 2 de febrero de 1980, 50 días antes de su asesinato:
La dimensión política de la fe no es otra cosa que la respuesta de la
Iglesia a las exigencias del mundo real socio-político en que vive la
Iglesia. Lo que hemos redescubierto es que esa exigencia es primaria
para la fe y que la Iglesia no puede desentenderse de ella. No se trate
de que la Iglesia se considere a sí misma como institución política
que entra en competencia con otras instancias políticas, ni que posea
unos mecanismos políticos propios; ni mucho menos se trata de que
nuestra Iglesia desee un liderazgo político. Se trata de algo más pro-
fundo y evangélico; se trata de la verdadera opción por los pobres, de
encarnarse en su mundo, de anunciarles una buena noticia, de darles
una esperanza, de animarles a una praxis liberadora, de defender su
causa y de participar en su destino. Esta opción de la Iglesia por los
pobres es la que explica la dimensión política de su fe en sus raíces y
rasgos más fundamentales. Porque ha optado por los pobres reales y
no ficticios, porque ha optado por los realmente oprimidos y reprimi-
dos, la Iglesia vive en el mundo de lo político y se realiza como Iglesia
también a través de lo político. No puede ser de otra manera si es que,
como Jesús, se dirige a los pobres (1980).
Recuperación del sentido profético de la iglesia.
El escenario de América Latina refleja la luchas de los desposeídos
y oprimidos por el sistema capitalista neoliberal, donde la pobreza de
los muchos, es el resultado de la acumulación de riqueza de unos pocos,
que aliados al sistema capitalista promovido por las compañías transna-
cionales que, amparadas por las políticas neoliberales de los gobiernos,
ensanchan la brecha de las desigualdades.
En medio de ese escenario, la iglesia debe está presente para asu-
mir una vez más su papel profético, al estilo de los profetas antiguo-tes-
tamentarios. Esto significa, por un lado, denunciar las injusticias socia-
les como contrarias al Reino de Dios y como situaciones que deben ser
sometidas al juicio divino, por ser causantes de la pobreza y opresión
del pueblo, así como demandar al mundo de convertirse a Dios, que es
conversión en favor de los que sufren.
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William Luna Pérez
Por otro lado, es función profética de la iglesia anunciar las bue-
nas nuevas de salvación a los poderes, la opción de Dios por ellos, el
mensaje de esperanza y de lucha por la reivindicación de su dignidad
humana; en ese anuncio la iglesia debe ser parte activa de la vida de la
comunidad, no es anuncio desde afuera como quien observa, sino como
quien vive el dolor mismo de la pobreza, pero que sabe que las cosas
pueden ser diferentes y por tanto lucha para que así sea.
Conclusión
La Teología como disciplina ha tenido un proceso de formación
y transformación a través de la historia, el cual ha estado relacionado
con los cambios sociales que se han dado en el ser humano; dado que
la teología es una disciplina humana, no se puede considerar eterna
sino cambiante y dinámica de acuerdo a las realidades de la sociedad.
Sin embargo en los últimos años, esos cambios o concepciones del
quehacer teológico, han sido muy significativos para responder a las
situaciones cotidianas de las personas, sobre todo en la sociedad la-
tinoamericana, ya que se ha transformado el problema teórico en un
problema pastoral.
Esa nueva forma del quehacer teológico ha sido llamado teología
latinoamericana de la liberación, la cual posee unas característica par-
ticulares, que la ubican propiamente en el contexto de América Latina,
en donde pretende no solo dar respuesta al sufrimiento de la pobreza, la
opresión y la exclusión de las personas por el sistema capitalista neolibe-
ral, sino que también por ser una opción en favor de los pobres, respon-
diendo con un compromiso político desde la experiencia de la fe.
En América Latina la pobreza ha sido generada por la forma en
que se ha estructurado la sociedad, que promueve las desigualdades en
la distribución de los recursos y riquezas; esas desigualdades han man-
tenido una dinámica en donde el aumento la pobreza de los muchos
es el resultado del aumento de las riquezas de los pocos. Pero también
existe un factor ideológico que influye en el subconsciente colectivo,
para mantener la colonialidad de poder, y que el pobre se vea así mismo
con los lentes de los dominadores.
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Teología latinoamericana de la liberación y transformación social
Por último, cabe indicar que solo una teología que asuma un com-
promiso político con los que sufren y responda con su vocación profética
de denuncia del sistema de injusticia y afirmación con los que sufren,
pude ser realmente una teología práctica y liberadora.
El desafío que todavía nos queda pendiente por desarrollar son las
acciones concretas y particulares que respondan a cada situación espe-
cífica de las comunidades latinoamericanas, representadas en los varia-
dos rostros del sujeto empobrecido de nuestros tiempos: la poblaciones
indígenas, los grupos afrodescendientes, las personas pobres, las muje-
res, las personas de la tercera edad, entre otros rostros empobrecidos de
América Latina.
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Huella Teológica – Vol. 2, No. 1, pp. 25-38 – Enero/Junio 2020
Revista Estudiantil Huella Teológica
Huella Teológica — Vol. 2, No. 1, pp. 39-46 — Enero/Junio 2020
http://www.redesla.org/revhuella/
La persona teóloga y el quehacer teológico
Apuntes teológicos desde el contexto Latinoamericano
The theological person and the theological task
Theological notes from the Latin American context
Yakabet Sandoval Godoy*
[email protected]
Aprobación del artículo: 12 de mayo 2020
Recepción del artículo: 15 de abril 2020
* Chilena. Participa en la Iglesia Luterana de Valdivia. Estudia de manera autodidacta el Hebreo
Bíblico. Estudió administración y trabajó en el sector público de educación. Actualmente estu-
dia Bachillerato en Ciencias Bíblicas en la Universidad Bíblica Latinoamericana (UBL).
Yakabet Sandoval Godoy
La persona teóloga y el quehacer teológico
Apuntes teológicos desde el contexto Latinoamericano
Resumen
Sobre la base de las lecturas y reflexiones del curso CTX 106 El quehacer teo-
lógico de la Universidad Bíblica Latinoamericana, esta monografía reflexiona
sobre los desafíos individuales y colectivos que enfrenta la persona teóloga en el
contexto del quehacer teológico latinoamericano. Nuestra tesis central es que
las personas teólogas de Latinoamérica hacen teología desde su experiencia
humana y luego la integran al conocimiento académico. Este aspecto es funda-
mental, pues refleja que la teología (como discurso teórico) es un acto segundo.
El primer acto corresponde a la experiencia humana-cristiana (conocimiento
empírico). Y esta experiencia puede ser tanto individual como comunitaria.
Palabras clave: Persona teóloga, quehacer teológico, experiencia cristiana, con-
texto latinoamericano, discurso teológico.
The theological person and the theological task
Theological notes from the Latin American context
Summary
Based on the readings and reflections of the course CTX 106 El quehacer teo-
lógico of the Latin American Biblical University, this monograph reflects on
the individual and collective challenges that the theological person faces in
the context of the Latin American theological work. Our central thesis is that
Latin American theologians do theology from their human experience and
then integrate it into academic knowledge. This aspect is fundamental, since
it reflects that theology (as theoretical discourse) is a second act. The first act
corresponds to the human-Christian experience (empirical knowledge). This
experience can be both individual and community.
Keywords: Theological person, theological task, Christian experience, Latin
American context, theological discourse.
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Huella Teológica — Vol. 2, No. 2, pp. 39-46 — Enero/Junio 2020
Yakabet Sandoval Godoy
La persona teóloga y el quehacer teológico
Apuntes teológicos desde el contexto Latinoamericano
Introducción
El tipo de artículo que hago es de compilación de lecturas que he
realizado a través del curso El quehacer teológico de la Universidad Bí-
blica Latinoamericana y del análisis de mi experiencia personal. El tema
que abordo es el de la persona teóloga y el quehacer teológico latinoa-
mericano. Mi argumento central es que, en general, todas las personas
podemos ser teólogas, aun sin tener estudios formales. Sobre la base de
esa afirmación, intentaré describir la imagen y algunas características de
la persona teóloga latinoamericana. La premisa para llegar a la afirma-
ción anterior es la propuesta de la teología de la liberación latinoameri-
cana, la cual indica que toda teoría debe ser puesta en practica cristiana.
En consecuencia, el análisis que hago es un estudio de tipo académico
sobre la función de la persona teóloga en el contexto del quehacer teo-
lógico latinoamericano.
La conclusión final del estudio que presente es que toda persona
tiene la capacidad de razonar y hacer teología desde su contexto histó-
rico, sin que necesariamente tenga estudios formales en teología. Esta
postura ayuda a separarse de algunos prejuicios que tenemos sobre las
personas teólogas (me incluyo porque en su momento pensé que las
personas teólogas son solo personas académicas) y conocer que antes de
ser teólogas, son seres humanos que reflexionan y ayuda a la comunidad
40
Huella Teológica — Vol. 2, No. 1, pp. 39-46 — Enero/Junio 2020
La persona teóloga y el quehacer teológico
cristiana a reflexionar desde su fe y contexto histórico, lo cual realizan
bajo la guía de la luz del evangelio y la palabra de Dios. En consecuen-
cia, toda persona que reflexiona críticamente su fe y que busca construir
una sociedad justa, es una persona teóloga que hace un gran aporte a la
comunidad cristiana y la sociedad.
La teología como experiencia personal
Recuerdo que mi Papá me contó que fue hospitalizado a los doce
años por un tumor que apareció en su espalda. El día antes de la com-
pleja operación, lo visitó un grupo llamado Mujeres de Blanco, al verlo
solo y sin sus padres, se acercaron con mucha empatía y hablaron con él.
Durante la conversación hablaron de un tal Jesús y lo convidaron a orar
por él. Él aceptó y las mujeres oraron por su salud. Al día siguiente, el
último examen físico arrojó como resultado la ausencia del tumor, mi-
lagrosamente había desaparecido. Asombrado por este hecho, mi Papá
se sintió persuadido y, desde entonces, profesa la fe cristiana. Desde
ese momento no ha dejado de buscar y estudiar de manera autodidacta
quién es ese Dios que lo sanó.
Con el pasar de los años, inició un ministerio pastoral en una pe-
queña comunidad cristiana en el pueblo donde vive. También es taxista
y lleva 44 años en ese trabajo. Desde niña tengo los recuerdos de varios
vehículos que ha ido cambiando para mantenerse vigente. Un día le pre-
gunté: ¿Por qué tantos años trabajando en taxi, si eres mecánico (y uno
de los buenos mecánicos)?, económicamente le ayudaría más que ser
taxista. Él me explicó que le gusta su trabajo, no solo porque traslada
personas de un lugar a otro, sino porque además conoce sus historias de
vida. Con esta experiencia, a través de las historias que él conoce, puede
reflexionar y ayudar a otras personas con su fe, volviéndose un ejercicio
de dialogo reflexivo sobre cuestiones cotidianas y otras no tanto.
Por eso, durante el análisis de las lecturas correspondientes al cur-
so, me encantó leer sobre quién es la persona teóloga y por qué puede
ser considerada como tal:
En Latinoamérica se puede decir que toda la persona que cree y ra-
zona su fe es una persona teóloga. Este aspecto toma mayor énfasis
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Huella Teológica — Vol. 2, No. 1, pp. 39-46 — Enero/Junio 2020
Yakabet Sandoval Godoy
cuando esa persona se reúne con el pueblo de Dios (la comunidad de
base) para reflexionar su fe.1
Entonces, veo que mi papá, a pesar de todo, inclusive de no haber
podido terminar su secundaria, es una persona teóloga, porque a través
de las experiencias reflexivas y contextuales que ha tenido y a través de
las historias que comparte con personas en su trabajo, ha logrado ex-
traer y entregar un mensaje más humano de Dios. Esto le ha permitido
ayudar a su comunidad cristiana y fuera de ella, con un lenguaje humil-
de, sencillo, pero lleno de esperanza.
Imágenes y características de la persona teóloga
La mayoría de las personas tenemos opiniones preconcebidas, ge-
neralmente de manera negativa, hacia algo o alguien. Las personas que
estudian teología no escapan a este prejuicio. Con respecto a la imagen
de la persona teóloga en nuestra sociedad y en el ámbito eclesial, estos
prejuicios terminan por perjudicar y desacreditar la teología frente otras
disciplinas y en las propias comunidades cristianas, como lo expresa el
teólogo Juan José Tamayo Acosta:
La imagen de teólogo que opera en el imaginario social es la de una
persona versada en el más allá con hilo directo con Dios; preocupada
por descifrar los misterios divinos, y ajena a los problemas humanos,
por no considerarlos de su competencia. (…) Un teólogo, decía, es
una persona sensata y sesuda que pasa toda una vida encerrada entre
libros intentando dar respuestas exactísimas y precisas a preguntas
que nadie se plantea.
El resultado es una teología con ángeles y arcángeles, querubines y
serafines, con diablos y hasta diablesas, pero sin sujetos humanos;
con Dios arriba, viviendo un universo mítico pero sin comunicación
con los seres humanos, sin preocuparse por las realidades humanas.2
La persona teóloga, antes que ser teóloga, es ser humano, un
ser humano que tiene la capacidad de razonar y reflexionar. A con-
1 Angel Eduardo Román-López Dollinger, El quehacer teológico latinoamericano (San
José, Costa Rica: Apuntes del curso CTX106, UBL, 2018), 6.
2 “Teología del Sujeto”, Theologica Xaveriana 153 (2005): 93.
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Huella Teológica — Vol. 2, No. 1, pp. 39-46 — Enero/Junio 2020
La persona teóloga y el quehacer teológico
tinuación, paso a definir algunos términos, como teología, razonar y
reflexión, los cuales son fundamentales para comprender quién es y
qué hace la persona teóloga. En relación a la primera palabra, teología,
se puede indicar lo siguiente:
Viene de dos raíces griegas: “theos”, que significa “Dios”, y “logos”,
que significa “estudio, razón o tratado”. En conclusión, la teología
es la disciplina que estudia a Dios, pero no basta con decir que es
la disciplina que estudia a Dios. [Pero] no basta con decir que es
“la disciplina que estudia a Dios”, sino que es necesario tomar en
cuenta quién es este Dios a quien la teología estudia, y como le
conocemos.3
La segunda palabra, razonar, se puede definir como la acción
de: “Ordenar y relacionar ideas para llegar a una conclusión”.4 Y la
tercera palabra, reflexionar, se define como: “Pensar atenta y deteni-
damente sobre algo”.5
Al tener claro estas definiciones, podemos ver que tanto razo-
nar como reflexionar son capacidades propias del ser humano y no
capacidades exclusivas de la persona teóloga. En ese sentido, es im-
portante la reflexión que hacen los hermanos Clodovis y Leonardo
Boff sobre el lugar de acción de la persona teóloga, a partir de una
pregunta fundamental:
¿Por dónde anda el teólogo de la liberación? Se le puede encontrar
en las bases. Está ligado a una comunidad concreta, inserto vital-
mente en ella. Ejerciendo el servicio de la iluminación teológica,
pertenece al caminar de la comunidad. (…) Allí está, caminando
con el pueblo, hablando, aprendiendo, oyendo, interrogando y
siendo interrogado.6
La persona teóloga latinoamericana sabe que toda teología es
contextual. Como seres humanos compartimos una cultura en un es-
pacio y tiempo determinado, nuestra vida va sufriendo constantes cam-
bios y estos cambios dependen mucho de nuestro contexto, pues no es
3 Justo L González y Zaida Maldonado Pérez, Introducción a la teología cristiana
(Nashville: Abingdon Press, 2003), 7.
4 RAE, “Razonar”, en Diccionario de la Real Academia Española, Versión digital (Ma-
drid: RAE, 2014), https://www.rae.es/.
5 RAE, “Reflexionar”, en Diccionario de la Real Academia Española, Versión digital
(Madrid: RAE, 2014), https://www.rae.es/.
6 Como hacer teología de la liberación (Madrid: Paulinas, 1986), 30.
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Huella Teológica — Vol. 2, No. 1, pp. 39-46 — Enero/Junio 2020
Yakabet Sandoval Godoy
lo mismo, el contexto de historia de las personas que viven en el campo
a las personas que vivan en la ciudad. Por esa razón, la persona teóloga
debe aprender a reconocer estos límites, que son impuesto por nuestra
contextualidad. Sobre esta base contextual, la persona teóloga ya puede
comenzar a hacer teología, a preguntar y escuchar a las personas sobre
cómo perciben y viven sus realidades. Esto permitirá encontrar el enri-
quecedor aporte que traen consigo los diferentes tipos de perspectiva
que generan las diferentes experiencias históricas humanas. Según cada
contexto de esas personas, la persona teóloga podrá acercarse a ellas y
conocer sus experiencias, sueños y percepciones de la realidad. Enton-
ces, desde ahí, podrá realizar la reflexión teológica.
La teología como experiencia comunitaria
La persona teóloga debe ser el “sujeto que en el caminar por la
historia se torna pueblo, no un individuo aislado”.7 Con su conocimien-
to, la persona teóloga debe aportar en su comunidad de fe, a través de
instancias formativas, grupos de reflexión bíblica, grupos de pastoral,
jóvenes, mujeres, etc. Debe existir una coherencia en su discurso, es
decir, debe lograr vincular coherentemente la palabra de Dios con la
realidad humana actualizada. Todo esto le ayudará a construir res-
puestas, conjuntamente con el pueblo, para las preguntas existencia-
les y concretas de las comunidades de fe. Este tipo de acompañamiento
permite guiar a la comunidad cristiana en su caminar, contribuye a que
la comunidad sea coherente con las necesidades reales de las personas.
Las mujeres de blanco que oraron por mi papá de niño, fueron cohe-
rentes con la necesidad real de él, un niño solo, sin padres, requería de
esperanza y compañía para poder enfrentar tan difícil escenario con su
salud y de su vida.
Aquí se muestra una diferencia fundamental entre la persona teó-
loga y las otras personas del pueblo de Dios. La persona teóloga reflexio-
na y sistematiza su experiencia con el pueblo, a través de la producción
escrita de libros, guías, etc. Si bien es importante el conocimiento teó-
rico que se adquiere a través de la teología con el pueblo, la importancia
7 Tamayo-Acosta, “Teología del Sujeto”, 102.
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Huella Teológica — Vol. 2, No. 1, pp. 39-46 — Enero/Junio 2020
La persona teóloga y el quehacer teológico
de expresarlo y registrarlo en textos para su reproducción y publicación,
ayuda a actualizar el conocimiento que se construye en universidades,
centro de capacitaciones pastoral o seminarios teológicos. Sin duda una
producción de ese tipo, que sale de la experiencia práctica de la persona
teóloga, servirá como criterio de acción y lineamientos para construir el
Reino de Dios desde la realidad concreta del pueblo. Es por ello, que se
puede concluir que la persona teóloga latinoamericana no debe limitar-
se solo al escritorio.
Desafíos para el quehacer teológico latinoamericano
El gran desafío que tiene el quehacer teológico latinoamericano,
es superar el individualismo que experimentan y sufren los seres huma-
nos, producto de un mundo globalizado y con una ideología neoliberal.
Este sistema reduce a las personas al consumo y las convierte en egoís-
tas, como personas que solo les interesa y solo reconocen sus derechos
individuales, olvidando los valores comunitarios, el amor al prójimo, la
solidaridad y el compartir.
Entonces, en las experiencias históricas humanas y en la de los
movimientos cristianos, en particular, la persona teóloga encontrará la
materia prima para desarrollar proyectos de transformación social y, por
ello, también debe tener la capacidad de acompañar, organizar y apoyar
proyectos de desarrollo humano, movimientos indígenas, colectivos o
movimientos de mujeres, grupos de las minorías, grupos de mujeres,
de personas adultas mayores, jóvenes y niñez, áreas de la salud, edu-
cación, etc. Lo cual puede y debe hacer tanto fuera como dentro del
ámbito eclesial. Así podrá construir y compartir experiencias teológicas
de liberación y de transformación social. Su teología será, de esta forma,
una teología que se practica en la realidad concreta del ser humano, una
teología que acompaña a grupos que buscan construir nuevas formas de
enfrentar la inequidad, la injusticia, la opresión y la exclusión de nues-
tras sociedades.
De lo anterior se puede afirmar que toda persona teóloga que asu-
me esta perspectiva hace un gran aporte al quehacer teológico latinoa-
mericano.
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Huella Teológica — Vol. 2, No. 1, pp. 39-46 — Enero/Junio 2020
Yakabet Sandoval Godoy
Conclusión
Cuando la persona teóloga está presente en el contexto real de
los seres humanos, adquiere experiencia y con ella será capaz de ayu-
dar y acompañar a las personas a reflexionar desde su propio contexto
histórico. De esta forma motivará al ser humano para que sea forjador
de su propia historia, que la construya en coherencia con el mensaje
del evangelio y de la palabra de Dios. Debe llevar la Buena Nueva a la
humanidad en su contexto actual, para trabajar conjuntamente, con
la comunidad cristiana y el pueblo, en la creación de alternativas li-
beradoras para las personas que, por razones de género, etnia, clase,
salud, educación, cultura o edad, padecen opresión, injusticia y exclu-
sión social. De esta forma su trabajo fortalecerá a la iglesia y a las or-
ganizaciones sociales y movimientos populares que acompañan a los
grupos de personas que buscan construir nuevas formas de enfrentar
la exclusión de nuestras sociedades.
Bibliografía
Boff, Leonardo, y Clodovis Boff. Como hacer teología de la liberación. Madrid:
Paulinas, 1986.
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Huella Teológica — Vol. 2, No. 1, pp. 39-46 — Enero/Junio 2020
Revista Estudiantil Huella Teológica
Huella Teológica — Vol. 2, No. 1, pp. 47-60 — Enero/Junio 2020
http://www.redesla.org/revhuella/
Teología de la liberación y cambio social en Latinoamérica
Theology of liberation and social change in Latin America
César Augusto Núñez Anaya*
[email protected]
Aprobación del artículo: 10 de mayo 2020
Recepción del artículo: 15 de abril 2020
* Peruano, residente en los Estados Unidos de Norte América. Estudiante de la Universidad Bí-
blica Latinoamericana (UBL) en el área de Ciencias Teológicas. Actualmente es pastor de la
Iglesia Metodista Unida en la ciudad de Houston, Texas, donde trabaja con inmigrantes.
César Augusto Núñez Anaya
Teología de la liberación y cambio social en Latinoamérica
Resumen
El presente escrito es una compilación de las lecturas y reflexiones hechas en el
curso CTX 106 El quehacer teológico de la Universidad Bíblica Latinoamericana
(UBL). Nuestro interés es analizar el aporte social transformador de la teolo-
gía de la liberación en el contexto latinoamericano. Partimos de la tesis que la
Teología Latinoamericana de la Liberación se caracteriza por desarrollar una
praxis teológica cristiana orientada a la transformación social. Por ello, para la
teología de la liberación es muy importante el análisis de algunos temas socioe-
conómicos y políticos, como el caso de la pobreza.
Palabras clave: Teología de la liberación, transformación social, contexto lati-
noamericano, pobreza, praxis teológica.
Theology of liberation and social change in Latin America
Summary
This writing is a compilation of the readings and reflections made in the course
CTX 106 El quehacer teológico of the Latin American Biblical University (UBL).
Our interest is to analyze the transforming social contribution of liberation
theology in the Latin American context. We start from the thesis that Latin
American Liberation Theology is characterized by developing a Christian theo-
logical praxis oriented to social transformation. For this reason, for liberation
theology the analysis of some socio-economic and political issues is very im-
portant, such as the case of poverty.
Keywords: Liberation theology, social transformation, Latin American context,
poverty, theological praxis.
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Huella Teológica — Vol. 2, No. 2, pp. 47-60 — Enero/Junio 2020
César Augusto Núñez Anaya
Teología de la liberación y cambio social en Latinoamérica
Introducción
Hablar de la teología latinoamericana de la liberación es hablar
de todos los pueblos de Latinoamérica que han luchado por muchos
años defendiendo su tierra, su naturaleza, sus minerales, su cultura, su
gente y su lengua materna. Pueblos que, por muchos años, estuvieron a
la merced de la colonia española. Pueblos que fueron oprimidos y ani-
quilados, como animales salvajes y que, por más de tres siglos, tuvieron
que soportar el oprobio del invasor. Después de obtener su independía
los pueblos latinoamericanos fueron otra vez invadidos, pero en esta
ocasión, a los europeos, se unieron los estadounidenses, quienes se apo-
deraron de nuestras riquezas naturales, explotaron nuestra tierra, pero
esta vez lo hicieron con más tecnología y con un gran capital económico,
porque el capitalismo empezaba a consolidarse.
En este contexto es donde surgen, desde los pueblos oprimidos,
voces que reclaman libertad frente al sistema opresor e injusto y anhelan
una transformación social genuina, donde la espiritualidad (la fe) jugará
un papel importante para la lucha social y espiritual por la libertad. Por
lo tanto, en este artículo, que es una compilación de lecturas, presenta-
mos el tema teología latinoamericana de la liberación y transformación
social. Esta teología se caracteriza por desarrollar una praxis teológica
cristiana orientada al cambio social que claman nuestros pueblos.
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Huella Teológica — Vol. 2, No. 1, pp. 47-60 — Enero/Junio 2020
Teología de la liberación y cambio social en Latinoamérica
Nuestro estudio se aborda desde cuatro bloques importantes. Pri-
mero, estudiaremos la presencia de la teología tradicional en América
Latina. Segundo, trataremos algunas características de la teología lati-
noamericana de la liberación. Tercero, se analiza la crítica a la pobreza
que hace la teología latinoamericana de liberación. Por último, estudia-
remos la praxis teológica como instrumento de transformación social en
el contexto latinoamericano. Creo firmemente que esta teología ayuda a
fortalecer el quehacer teológico de los pueblos latinoamericanos.
Presencia de la teología tradicional en América Latina
Son más de 500 años de la presencia del catolicismo y casi dos si-
glos del cristianismo tradicional en los pueblos de Latinoamérica, desde
su arribo no han hecho más que influenciar con un evangelio enlatado,
separados de la realidad social, presentándonos a un Jesús inalcanzable
para el ser humano, a un Jesús que tenía más el rostro de conquistador
que de liberador. Esa influencia conquistadora ha estado tan marcada
en nuestra historia que, hasta el día de hoy, existen iglesias que defien-
den ese tipo de evangelio, a tal punto que se puede percibir en sus litur-
gias y en sus predicaciones escapistas y conformistas.
Origen y desarrollo histórico de la teología tradicional
La conquista de América Latina y el Caribe por parte de los es-
pañoles, trajo consigo a la iglesia católica con el fin de evangelizar a los
diferentes pueblos que vivían por esta parte del continente. El proceso
de independencia de estos pueblos latinoamericanos a partir del XIX
trajo consigo la apertura para que protestantes misioneros, como el caso
del escocés Diego Thomson (1788-1854), quien viajó por toda América
Latina para establecer escuelas lancasterianas y la lectura de la Biblia a
través de la Sociedad Bíblica Británica y Extranjera. Cabe resaltar que
uno de los aspectos importantes que surgieron a principios del siglo XX
es la hegemonía norteamericana en latinoamericana, la economía nor-
teamericana se expandió por todo América Latina, dejando a los protes-
tantes británicos relegados.
49
Huella Teológica — Vol. 2, No. 1, pp. 47-60 — Enero/Junio 2020
César Augusto Núñez Anaya
La influencia económica de Estados Unidos en el protestantismo
latinoamericano se le llamó panamericanismo, el cual se reflejó clara-
mente en el Primer Congreso Evangélico de Panamá realizado el año 1916.
La influencia de los misioneros estadounidenses en latinoamericana, se
dio como una repetición de un cristianismo católico y protestante in-
fluenciado por occidente, pero no por tener un pensamiento latino que
naciera del seno de la cultura de los pueblos latinoamericanos. Sobre esas
corrientes misioneras, José Míguez Bonino señala lo siguiente:
“… no han producido el mínimo de pensamiento creador que estos
pueblos tienen derecho de esperar de quienes sostienen haber recibi-
do la misión de anunciar la Palabra de Dios a los hombres.
La escasa literatura producida hasta hace pocos años no ha hecho
más que traducir, reproducir o imitar la de otras latitudes como si no
hubiera nada en el hombre y la circunstancia latinoamericanos que
evocara, aunque más no fuera un vocabulario nuevo para comunicar
el mensaje de Cristo”.1
En ese mismo sentido, se puede agregar que: “la teología misio-
nera se pensaba desde los países misioneros y se reproducía sobre todo
en los seminarios, espacios naturales para propiciar y promover la tarea
teológica. El énfasis biblicista-pietista marcó a muchas generaciones de
pastores y teólogos”.2 Asimismo, considero que, como también lo afirma
Leopoldo Cervantes Ortiz, la teología protestante latinoamericana tie-
ne su origen en la tradición misionera estadounidense y no en la refor-
ma, como algunas iglesias protestantes nos enseñaron.
Influencia de la teología extranjera en el cristianismo
latinoamericano
Definitivamente el cristianismo latinoamericano tuvo una influen-
cia muy marcada por los misioneros protestantes estadounidenses. Según
Leopoldo Cervantes, esta influencia la podemos observar todavía en la
1 José Míguez Bonino, citado en Leopoldo Cervantes Ortiz, “Génesis de la nueva
teología protestante latinoamericana (1949-1970)”, Protestantismo em Revista 18
(2009): 8, http://periodicos.est.edu.br/index.php/nepp/article/view/2030.
2 Cervantes Ortiz, 8.
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Huella Teológica — Vol. 2, No. 1, pp. 47-60 — Enero/Junio 2020
Teología de la liberación y cambio social en Latinoamérica
defensa celosa que hacen algunas iglesias protestantes y evangélicas de
los postulados misioneros tradicionales, es decir, “por repetir celosamen-
te los contenidos evangelizadores del discurso misionero”.3
La relación con el liberalismo de los gobiernos latinoamericanos
propició un estrecho maridaje ideológico, el cual es una de las claves que
explican el tono y el estilo extranjerizante del pensamiento cristiano he-
terodoxo. Aunque repetir fórmulas, sobre todo en la homilética y en evan-
gelización, difícilmente se podrían calificar como teología, han sido los
vehículos ideológicos para establecer los núcleos nacionales de iglesias
organizadas por los misioneros. En consecuencia, la reflexión teológica
protestante estuvo fuertemente influenciada por el pensamiento misio-
nero y vehiculada a través de proyectos evangelizadores o civilizatorios
dedicados a introducir los valores estadounidenses, entendidos como si-
nónimos del Evangelio o del progreso.
La dependencia económica de las nuevas iglesias se traducía en una
dependencia ideológica que duró muchos años y, por ello, en América
Latina era imposible hablar de teología protestante que naciera del propio
seno del continente. Carlos Mondragón menciona que la publicación de
la revista La Nueva Democracia tuvo una influencia relevante en el des-
pertar teológico latinoamericano.4 Asimismo, Míguez Bonino se constitu-
ye como un precursor de la teología protestante latinoamericana por sus
aportes dirigidos hacia una reflexión netamente latinoamericana.
Características de la teología de la liberación
Es importante afirmar que la teología latinoamericana de libera-
ción está en constante construcción, porque es una teología relativamente
joven. En efecto, “la teología es una disciplina en constante construcción,
cuyo objetivo de estudio es la praxis cristiana”.5 Se construye mediante
paradigmas que están evolucionando contentamente. La comparación
con un árbol, planteada por los hermanos Boff, es un buen ejemplo para
comprender la teología latinoamericana de la liberación y los tres niveles
3 8.
4 Carlos Mondragón, citado en Cervantes Ortiz, 9.
5 Angel Eduardo Román-López Dollinger, El quehacer teológico latinoamericano (San
José, Costa Rica: Apuntes del curso CTX106, UBL, 2018), 1.
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Huella Teológica — Vol. 2, No. 1, pp. 47-60 — Enero/Junio 2020
César Augusto Núñez Anaya
que ella abarca: profesional, pastoral y popular. El nivel popular son las
raíces del árbol, el nivel pastoral el tronco y el nivel profesional las hojas.6
Sobre esta base, se puede decir que esta teología integra en su reflexión
elementos sociales, teológicos y pastorales.
Características sociales
Esta característica de la teología latinoamericana “está íntimamen-
te ligada a la propia existencia del pueblo: a su fe y a su lucha”.7 Por eso
se puede verificar, especialmente, en las llamadas comunidades de base.
Por esa razón, es una teología oral (hablada), gestual y sacramental. So-
cialmente, este tipo de teología examina y analiza, desde las bases, lo que
hacen y buscan las comunidades cuando leen el evangelio y lo confrontan
con su propia realidad y con sus sueños de liberación. Es aquí, que en es-
tos sectores empobrecidos, donde se debe encontrar al teólogo, al pastor,
sacerdote u obispo, sentado en medio del pueblo, reflexionado con ellos
y con ellas, sus luchas y su caminar, brindándoles la fe y esperanza que la
sociedad les ha negado. La persona teóloga debe ubicarse socialmente
con el pueblo que ha sido marginado, humillado, crucificado y saqueado
por los sistemas que le han oprimidos. La persona teóloga debe estar jun-
to al pueblo esperando y construyendo su liberación social.
Características teológicas
La teología latinoamericana de la liberación afirma que: “todo el
pueblo de Dios [que] reflexiona sobre su fe; todo él, de alguna manera,
hace teología, y no solamente los profesionales. Mejor dicho, no existe
fe sin un mínimo de teología. En consecuencia: “El sujeto de la fe es
el sujeto de la teología: la fe pensante y pensada, colectivamente cul-
tivada en el contexto de la iglesia”.8 La teología de la liberación es una
teología académica que se fundamenta en práctica liberadora del amor.
Por eso, sus reflexiones buscan respuestas teológicas a la problemática
6 Como hacer teología de la liberación (Madrid: Paulinas, 1986), 20–23.
7 Boff y Boff, 21.
8 Boff y Boff, 9.
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Huella Teológica — Vol. 2, No. 1, pp. 47-60 — Enero/Junio 2020
Teología de la liberación y cambio social en Latinoamérica
que aqueja a las población vulnerables. Por ello, espera que la persona
teóloga no esté siempre en el escritorio y solo pensando, sino que esté
actuando, organizando, participando en las comunidades y poniendo su
intelectualidad al servicio de las personas más necesitadas.
Características pastorales
Esta característica de la teología se refleja en la lógica y el lenguaje
que adopta, aspectos que construye a partir del diálogo entre la base y las
personas teólogas, y que se orientan a generar las pautas comunitarias
para enfrentar las situaciones que requieren ser superadas. Por esa ra-
zón, está ligada a la praxis pastoral de las comunidades de fe populares.
En ese sentido, la teología de la liberación desarrolla las pautas de traba-
jo que las personas necesitan para ser liberadas de forma integral. Esta
práctica es la que permite que la teología no caiga en la reproducción de
un pensamiento evangélico tradicional y dualista. Sobre la característica
pastoral de la teología de la liberación se puede señalar lo siguiente:
La teología pastoral: es la que proyecta la luz de la palabra salvadora
sobre la realidad de las injusticias en orden a la animación eclesial en
la lucha liberadora” está es la misma línea de la teología de liberación
“la práctica liberadora del amor.9
Como se puede observar, estas tres características de la teología
de la liberación están íntimamente unida y dependen entre sí, lo cual
permite integrar en la teología la concepción de una fe que transforma
la realidad y, por ello, se verifica en la historia. En consecuencia, la meta
de la teología de la liberación es luchar desde la fe para alcanzar una
trasformación social que beneficie a los sujetos empobrecidos.
Crítica a la pobreza en la teología de la liberación
La teología latinoamericana de la liberación es crítica ante los
grandes problemas que enfrenta la sociedad en general, en este caso nos
9 Boff y Boff, 28.
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Huella Teológica — Vol. 2, No. 1, pp. 47-60 — Enero/Junio 2020
César Augusto Núñez Anaya
referimos específicamente a los problemas de Latinoamérica, cuyos paí-
ses han sufrido en carne propia las consecuencias de vivir bajo estruc-
turas que les han explotado desmedidamente. Es crítica porque analiza
y reconoce que la pobreza y las estructuras que la generan condiciones
inhumanas y que no deben ser aceptadas por las personas cristianas.
Al analizar la pobreza y sus causas, la teología de la liberación también
busca acompañar a los pueblos en sus procesos de liberación.
Las causas estructurales que generan la pobreza
La llegada del capitalismo a latinoamérica se dio para crear depen-
dencia económica de los países en vía de desarrollo, una de las estrate-
gias que crearon para justificar la ayuda económica fue las denominadas
teorías del desarrollo, su intensión era resolver el atraso o subdesarrollo
del tercer mundo a través de ciertos criterios políticos y económicos
impuesto por el capitalismo mundial.10 Enrique Dussel afirma que esas
teorías planteaban que, para alcanzar el desarrollo, los países subde-
sarrollados deberían lograr: “la entrada de capitales extranjeros en el
sector industrial, reducir los precios de los productos de exportación,
lograr préstamos internacionales y ayudas económicas”.11 Sin embargo,
lo esto generó fue endeudamiento y empobrecimiento.
Otro factor importante en esta época fue la guerra fría, pues en me-
dio de ella las diversas teorías desarrollistas escondían el rostro del capi-
talismo. Estas teorías eran básicamente de dos tipos: 1) Las teorías del de-
sarrollo condicionado: proponían que el desarrollo se da en un proceso de
etapas y a través de la ayuda económica que las naciones recibían del ex-
tranjero. Para recibir ese apoyo, la condición era mantener las relaciones
económicas que existían. 2) Las teorías de CEPAL (Comisión Económica
para América Latina): llamadas teorías estructuralistas, porque concibie-
ron el desarrollo como un problema estructural entre naciones desarro-
lladas y subdesarrolladas. Por ello, evitar el intervencionismo económico
extranjero y generar reformas económicas internas.12
10 Román-López Dollinger, El quehacer teológico latinoamericano, 26.
11 Enrique Dussel, citado en Román-López Dollinger, 26.
12 Román-López Dollinger, 31.
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Huella Teológica — Vol. 2, No. 1, pp. 47-60 — Enero/Junio 2020
Teología de la liberación y cambio social en Latinoamérica
Las causas ideológicas que generan la pobreza
La guerra fría fue la lucha ideológica entre el capitalismo y el so-
cialismo, la cual inicia en 1946 y culmina en 1989, con la caída del muro
de Berlín. En Latinoamérica, el capitalismo se aprovechó de la guerra fría
para luchar contra las ideas comunistas marxista-leninistas que se esta-
ban imponiendo en la región, estas ideas eran consideradas peligrosas
para sus intereses económicos y para la ‘fe del pueblo’”.13 Algunas personas
consideran que, en Latinoamérica, la guerra fría inició en 1954, cuando
Estados Unidos ayudó a derrocar al presidente de Guatemala, Jacobo Ar-
benz Guzmán. Luego se endureció con la revolución cubana en 1959. Otra
crisis fuerte fue el derrocamiento del presidente de Chile, Salvador Allen-
de, en 1973. Posteriormente, los efectos de la guerra fría se observaron en
el triunfo de la revolución sandinista en Nicaragua, en 1979.
Estos acontecimientos reflejan que Estados Unidos siempre estu-
vo dispuesto a defender sus intereses económicos en la región, por eso
apoyó gobiernos que actuaron con represión y violencia en contra de los
movimientos sociales y guerrilleros que tenían influencia comunista.
Consecuencias estructurales e ideológicas de la pobreza
Con la llegada de inversión extranjera los productores nacionales
perdieron su capacidad de competir y les ocasionó pérdidas, los obreros
perdieron sus trabajos, las personas del campo emigraron a la ciudad en
busca de mejores oportunidades para sus familias y sus futuras generacio-
nes. Frente a esta crisis social, desde finales de los años 50s surgieron movi-
mientos sociales que levantaron su voz de protesta y, aunque los gobiernos
reaccionaron violentamente contra ellos, no los podían callar:
…se hicieron presentes en todos los países latinoamericanos movi-
mientos de las clases obreras, campesinas y los marginales (estos úl-
timos en aumento por la modernización del campo, por el quiebre de
las artesanías y medianas industrias que no podían competir con las
que serían las transnacionales).14
13 Román-López Dollinger, 30.
14 Enrique Dussel, citado en Román-López Dollinger, 27.
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Huella Teológica — Vol. 2, No. 1, pp. 47-60 — Enero/Junio 2020
César Augusto Núñez Anaya
El surgimiento de estos grupos sociales, reflejaban los efectos de la
crisis estructural que vivía Latinoamérica en ese período: sectores de las
clases bajas, cada vez más empobrecidos, personas de las zonas rurales
más marginadas y excluidas, más pobreza y extrema pobreza, desempleo
desmedido, falta de acceso a la educación, desempleo, delincuencia y vio-
lencia. Todo ello ocasionado por las políticas económicas internacionales
y por el abandono de las autoridades y del gobierno central.
Praxis teológica como instrumento de transformación
social
La praxis de la teología latinoamericana de liberación, buscaba
que el ser humano encuentre la liberación integral, en todos los aspec-
tos de su vida. Fue una teología práctica, porque tenía un compromiso
de fe con la vida, con el evangelio de Jesús y a favor del prójimo que sufre
pobreza e injusticia, acompañándolo en sus luchas cotidianas. Fue un
quehacer teológico comprometido con la praxis de la liberación. En ese
sentido, “la teología practica se constituyó en una acción pastoral comu-
nitaria, pues su teología provenía directamente de la comunidad eclesial
de base”.15 Es así como, a través de la teología de la liberación, la iglesia
latinoamericana asumió un compromiso político de fe, se solidarizó con
las víctimas del sistema, recuperó su rol profético y predicó la salvación
como un proceso colectivo de transformación social.
La opción política como compromiso de fe
La transformación social va acompañada de un compromiso de fe
que se materializa en la práctica social de las personas cristianas. La igle-
sia debe comprometerse con los problemas actuales de las sociedades y
es esta práctica social de la fe la que debe convocar a todos los grupos
y movimientos sociales a comprometerse con los derechos humanos,
con la justicia, la equidad y con los temas sociales actuales: “género, ge-
neración, interculturalidad, religiosidad, ecumenismo, etc. Temas que,
15 Román-López Dollinger, 22.
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Huella Teológica — Vol. 2, No. 1, pp. 47-60 — Enero/Junio 2020
Teología de la liberación y cambio social en Latinoamérica
necesariamente, tienen que ser parte de una sociedad inclusiva, digna,
solidaria y justa”.16 Este compromiso de la iglesia y la teología es lo que se
denomina la dimensión política de la fe.
Solidaridad con las víctimas del sistema
Una teología que no se sensibiliza con los problemas de las per-
sonas pobres, es que de una u otra manera ha sido influencia por el sis-
tema opresor y por ello, esta no es una teología práctica, porque no se
preocupa por las necesidades de aquellas personas que han sido despo-
jadas de sus bienes materiales y, como personas, han sido consideradas
incompletas, no humanos, incapaces de alcanzar sueños. El sistema les
ha oprimido, los gobiernos los han vendido al mejor postor para ultrajar
sus tierras, es por ello que están empobrecidas y claman por justicia. Por
eso, la teología debe solidarizarse con las víctimas del sistema, es decir
debe ser: “una teología al servicio del reino de Dios que anunció el Jesús
histórico, tanto en su dimensión histórica (sin injusticia, explotación ni
opresión) como en su expresión sacramental (encarnada en el mundo
sin ser del mundo). Es una teología contextualizada”.17
Recuperación del sentido profético de la iglesia
La iglesia latinoamericana por muchos años había estado callada,
frente a las injusticias que se cometían contra los pueblos latinoamerica-
nos, porque también estas eran influenciadas por pensamientos extranje-
ros y por doctrinas que decían que las personas eran pobres porque Dios
les había castigado por sus pecados. La iglesia consideraba que no tenía
que ser parte de los problemas sociales, porque había lo sagrado estaba
divorciado de los secular, el mundo social no era compatible con la fe cris-
tiana. Bajo esas premisas la iglesia defendía su silencio frente a las injus-
ticias. Sin embargo, la teología de la liberación le recordó a la iglesia su
función profética en la sociedad, es decir, denunciar las injusticias, estar a
favor de los pobres, de los que no tienen voz, de los invisibles de la socie-
16 Román-López Dollinger, 11.
17 Román-López Dollinger, 22.
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Huella Teológica — Vol. 2, No. 1, pp. 47-60 — Enero/Junio 2020
César Augusto Núñez Anaya
dad; pero también ser voz profética que trae y ofrece esperanza, libertad
a los cautivos, trae consuelo al afligido. Por eso, es fundamental que la
teología le siga recordando a la iglesia que debe estar comprometida pro-
féticamente con los sucesos de estos tiempos.
La salvación como proceso de transformación social
Otro postulado de la teología de la liberación es: si no hay liberación
ni transformación social, no puede haber salvación. Necesitamos que el
evangelio social de Jesús se encarne en la historia, que el reino predicado
y vivido por él emerja desde las bases de los empobrecidos, es por eso que
el mensaje predicado de todo cristiano debe ofrecer la salvación histórica
que propone Jesús. Él es centro de la historia de la salvación. Su muerte en
la cruz del calvario para traer libertad a los desamparados y pobres para
que formen parte del reino enseñado por Jesús, un reino donde mora la
justicia y el amor. Esta es la salvación que debe plantear la teología, pues
es una salvación que se da como un proceso de transformación personal y
colectiva, es una liberación integral. Por eso, nuestra teología debe ser una
teología de la liberación “que la construye toda la iglesia (institucional y
popular), en solidaridad con las necesidades de las personas empobreci-
das y comprometida con un proyecto mundial de liberación-salvación”.18
Conclusiones
La herencia de la teológica tradicional hizo que, difícilmente, pu-
diéramos despertar de este adormecimiento religioso que no tenía nada
del contexto latinoamericano y donde las escuelas teológicas tenían
eran biblicista-pietista. Leopoldo Cervantes afirma que, “tuvieron que
ser algunos teólogos postgraduados en el exterior, quienes comenzaron
a articular discursos más contextuales”. El cristianismo latinoamericano
tuvo mucha influencia del pensamiento de los misioneros protestantes,
así como de la ideología que estos representaban, es por ello que mu-
chas iglesias eran la copia fiel de las iglesias extranjeras.
18 Román-López Dollinger, 22.
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Huella Teológica — Vol. 2, No. 1, pp. 47-60 — Enero/Junio 2020
Teología de la liberación y cambio social en Latinoamérica
Los escritos y aportes teológicos que llamaban a la reflexión de
algunos teólogos latinoamericanos tuvo su recompensa, el mensaje
que impartían eran de la realidad latinoamericana y del daño que había
causado la influencia extranjerizante hacia los pueblos latinos. Por más
ayuda (económica) que recibía, el pueblo se volvía cada vez más pobre,
solo un grupo de personas se enriquecía a costa de la clase trabajadora.
La teología latinoamericana nace del clamor del pobre y tiene
como características bien marcadas la praxis cristiana, por lo que re-
quiere que sus líderes ya sea sociales-políticos, religiosos (teólogos, pas-
tores, obispos) tengan como objetivo la práctica cristiana de una libera-
ción-salvación espiritual y social.
Creemos que la pobreza en América Latina fue generada por las
estructuras del capitalismo. De hecho, la pobreza ayudaba a fortalecer
la idea de mantener una dependencia absoluta a la economía extranjera.
Sin embargo, el pensamiento social y el compromiso sociopolítico de
algunos movimientos sociales y cristianos se hizo presente en la lucha
contra todo tipo de explotación. La lucha del pueblo quedo en medio de
la lucha de poderes entre el capitalismo y el socialismo. El despertar del
pueblo latinoamericano fue a través del surgimiento de los movimientos
sociales, así como del apoyo pastoral de la iglesia.
Perspectivas
Como latinoamericano inmigrante en tierra extranjera he apren-
dido a valorar aún más mis raíces culturales, somos un continente ben-
decido por Dios, pero también maltratado, humillado y explotado por
largos siglos y por naciones extranjeras que nos consideraron naciones
y personas de tercera categoría. Por otra parte, es triste ver que nuestros
líderes políticos y religiosos se han prestado para vender nuestros pro-
pios países a capitales extranjeros.
Vivo en carne propia las historias de nuestra gente latina, que in-
migraron a la parte sur de los Estados Unidos, en busca de mejores opor-
tunidades y así cumplir el ansiado sueño americano. Emigran porque el
gobierno en sus países los han abandonado, hay desempleo, escasez de
alimento, viven en pobreza y pobreza extrema. Muchas de estas perso-
nas nos cuentan que no tenían que comer, vivían en la miseria, no había
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Huella Teológica — Vol. 2, No. 1, pp. 47-60 — Enero/Junio 2020
César Augusto Núñez Anaya
educación de buena calidad para sus hijos e hijas, la delincuencia y la
violencia iban en aumento. Han vivido en carne propia la opresión de
las élites que gobiernan su nación. No les queda otra opción más que
abandonar su tierra que los vio nacer y crecer.
Nuestros hermanos y hermanas latinos y latinas que llegan a vivir
a los Estados Unidos, se encuentran con una realidad muy distinta a la
que les contaron: viven la opresión del capitalismo. Si bien es cierto, al-
gunos logran mejorar su forma de vida, pero a qué costo: viven solo para
trabajar. A otros nos los va muy bien y vuelven a sus países igual como
cuando salieron. Aquí es donde las iglesias cristianas hispanas/latinas
deben tener un mensaje liberador, esperanzador, que se les considere
como personas amadas por Dios, el Jesús inmigrante que los acoge tal
como son, el Dios con nosotros.
La iglesia debería ser el reino de Dios predicado por Jesús, pero,
lamentablemente eso no es así, todavía existen muchas iglesias tradi-
ciones hispanas que predican un mensaje que no es acorde a la realidad
del pueblo inmigrante, no predican un mensaje contextual. Las igle-
sias tradicionales aun están abusando del pueblo latino/hispano con un
mensaje condenatorio. Predican un Dios de ira, que odia al pecador, que
si no le das tus diezmos él te va a castigar, entre otras cosas más. Todavía
queda un gran reto para todas las personas teólogas y estudiantes de
teología de Latinoamérica y para el pueblo cristiano: donde nos encon-
tremos debemos marcar la diferencia en nuestra forma de transmitir el
evangelio liberador de Jesús. Debemos comprometernos con una praxis
cristiana orientada a acompañar a nuestro pueblo, quien todavía está en
proceso de encontrar una verdadera liberación social y espiritual.
Bibliografía
Boff, Leonardo, y Clodovis Boff. Como hacer teología de la liberación. Madrid:
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Huella Teológica — Vol. 2, No. 1, pp. 47-60 — Enero/Junio 2020
Revista Estudiantil Huella Teológica
Huella Teológica — Vol. 2, No. 1, pp. 61-74 — Enero/Junio 2020
http://www.redesla.org/revhuella/
Teología latinoamericana de la liberación
Formación, consolidación y pertinencia para el quehacer teológico
Latin American liberation theology
Formation, consolidation and relevance for the theological task
Lilian Aurora Cálix Pavón*
[email protected]
Aprobación del artículo: 10 de mayo 2020
Recepción del artículo: 15 de abril 2020
* Hondureña, residente en los Estados Unidos de Norte América. Estudiante de la Universidad
Bíblica Latinoamericana (UBL) en el área de Ciencias Teológicas. Candidata al ministerio del
diaconado en la Iglesia Metodista Unida.
Lilian Aurora Cálix Pavón
Teología latinoamericana de la liberación
Formación, consolidación y pertinencia para el quehacer teológico
Resumen
Sobre la base de las lecturas del curso CTX 106 El quehacer teológico de la Uni-
versidad Bíblica Latinoamericana, esta reflexión indaga sobre algunos aspectos
históricos que, durante las segunda mitad del siglo XX, permitieron el surgi-
miento, formación y consolidación de la teología de la liberación en el contexto
latinoamericano. El objetivo es identificar la influencia de la Teología Práctica
–católica y protestante– de Europa en la construcción de la identidad actual
de la teología latinoamericana de la liberación. Esta revisión histórica también
permite visualizar los desafíos epistemológicos, metodológicos y prácticos ac-
tuales del quehacer teológico latinoamericano.
Palabras clave: Teología latinoamericana de la liberación, contexto latinoame-
ricano, quehacer teológico, circularidad hermenéutica, revisión histórica.
Latin American liberation theology
Formation, consolidation and relevance for the theological task
Summary
Based on the readings of the course CTX 106 El quehacer teológico of the Latin
American Biblical University, this reflection investigates some historical as-
pects that, during the second half of the 20th century, allowed the emergence,
formation and consolidation of liberation theology in the Latin American con-
text. The objective is to identify the influence of Practical Theology - Catholic
and Protestant - of Europe in the construction of the current identity of Latin
American liberation theology. This historical review also allows us to visualize
the current epistemological, methodological and practical challenges of Latin
American theological work.
Keywords: Latin American liberation theology, Latin American context, theo-
logical work, hermeneutical circularity, historical revision.
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Huella Teológica — Vol. 2, No. 2, pp. 61-74 — Enero/Junio 2020
Lilian Aurora Cálix Pavón
Teología latinoamericana de la liberación
Formación, consolidación y pertinencia para el quehacer teológico
Introducción
Este trabajo es de tipo teórico y tiene su base en la compilación
de lecturas del curso CTX 106 El quehacer teológico de la Universidad
Bíblica Latinoamericana (UBL). Nuestro interés es abordar el tema de
la teología de la liberación en el contexto latinoamericano, mediante un
breve análisis de su origen, contexto en el que se formó y consolidó, así
como su importancia y relevancia actual, donde el quehacer teológico
presente y futuro de Latinoamérica requieren una reflexión crítica de la
fe y un enfoque pastoral de compromiso social, como el que propone y
ha representado la teología de la liberación.
Nuestras reflexiones se realizan desde el análisis de las lecturas
del curso, las cuales ofrecieron una perspectiva teológica que parte del
contexto de los pueblos latinoamericanos. Sobre esta base, en el pre-
sente escrito, analizamos algunos aspectos que le dieron vida a la teo-
logía de la liberación en nuestros contextos, por ejemplo, la necesidad
de humanizar a la humanidad, el interés por volver al mensaje y ejem-
plo de Jesús y su ministerio con las personas empobrecidas, oprimidas y
vulnerables. Por último, llegamos a la conclusión que, en la actualidad,
la teología de la liberación sigue siendo pertinente para el contexto la-
tinoamericano, pues permite tener una comprensión mas acertada de
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Huella Teológica — Vol. 2, No. 1, pp. 61-74 — Enero/Junio 2020
Teología latinoamericana de la liberación
la realidad y ofrece herramientas para hacer reflexiones críticas de fe en
nuestras comunidades de base.
Origen europeo de la teología latinoamericana de la
liberación
El cristianismo llega a América con la consigna de traer la civi-
lización por medio de la colonización que realizaron países europeos
como: España, Portugal, Francia e Inglaterra. Todo esto provoca que
las bases del cristianismo de nuestro continente estén formadas por
acciones de violencia, esclavitud, marginalización y opresión, por
parte de los colonizadores hacia los pueblos originarios de América.
Luego del período de independencia, muchos misioneros de Estados
Unidos, quienes heredaron su teología de Inglaterra, iniciaron un pro-
ceso de adoctrinamiento teológico en las misiones que fueron estable-
ciendo en Latinoamérica.
Hasta ese momento histórico, no se puede hablar formalmen-
te de una teología propiamente latinoamericana y, mucho menos,
de una teología de la liberación. Esto es importante señalarlo, pues a
pesar que ya existían algunas ideas y pensamientos teológicos eman-
cipadores y contextuales por parte de teólogos locales, todavía no
había una identidad teológica latinoamericana plenamente estruc-
turada. Aun así, la teología de la liberación ya había comenzado a
nacer, especialmente en los movimientos de resistencia en contra de
la esclavitud y las injusticias desde tiempos de los colonizadores (L.
Boff y Boff 1986, 15).
Lo que se puede afirmar, con bastante seguridad, es que el Conci-
lio Vaticano II (1962-1965), fue fundamental para la formación de la teo-
logía de la liberación en Latinoamérica. Este concilio se da en un perío-
do en el que se vive el “optimismo de una Europa Reconstruida”, después
de la segunda guerra mundial. Todo ello es producto de la renovación
teológica que se fue desarrollando principalmente en Francia y Alema-
nia (Silva 2009, 94).Esto nos ayuda a tener en claro que, al contrario de
lo que algunas personas opinan o creen, la teología de la liberación no
nace directamente ni de forma natural en Latinoamérica. Al respecto,
Malik Tahar Chaouch explica lo siguiente:
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Huella Teológica — Vol. 2, No. 1, pp. 61-74 — Enero/Junio 2020
Lilian Aurora Cálix Pavón
En este sentido, hay que tomar también distancia con la idea de que
la teología de la liberación surgió de diferentes puntos de América la-
tina, como un efecto inmediato y casi natural de las realidades regio-
nales. La convergencia de cristianos en movimientos sociales y políti-
cos fue también el producto de las redes en las cuales circulaban sus
ideas y se definían sus intereses. Hay que mencionar la regularidad
y la intensidad de su circulación entre Europa, América del Norte y
América latina, y entre los diferentes países de la región. Se observa la
presencia importante de actores exógenos e, inversamente, el paso de
los latinoamericanos por Europa y América del Norte, a través de sus
estudios y de los canales religiosos. Se destaca, sobre todo, la consoli-
dación de solidaridades internacionales, cristalizadas por intercam-
bios intelectuales (encuentros teológicos internacionales, invitacio-
nes académicas y colaboraciones editoriales), y por la multiplicación
de coordinaciones internacionales de organizaciones eclesiales y
civiles. Éstas se dedicaban a sensibilizar sobre la realidad latinoame-
ricana, así como a proyectos más concretos de desarrollo social y de
defensa de los derechos humanos. Más que un efecto directo de los
contextos, que no podían explicar por sí solos las variaciones de sus
impactos nacionales y locales, la teología de la liberación resultó de
una cierta mirada de la realidad latinoamericana mediatizada por sus
redes y sus interacciones internas y externas (2007, 452s).
Los debates, conclusiones y documentos del Concilio Vaticano
II, dieron paso a los temas centrales de dos importantes asambleas del
Consejo Episcopal Latinoamericano (CELAM), estamos hablando de las
asamblea de Medellín (1968) y de Puebla (1979). Tanto el concilio como
estas dos asambleas, generan y autorizan el nacimiento de una nueva
teología, la cual se irá definiendo formalmente como teología de la li-
beración. Esto lo tomaremos más adelante, por el momento, acerqué-
monos un poco al contexto latinoamericano en esta época que nace y se
desarrolla la teología de la liberación.
Contexto latinoamericano en las décadas 1960s y 1970s
Este período es muy importante en la formación de la teología
de la liberación, debido a la situación sociopolítica en la que se encon-
traba Latinoamérica. En ese tiempo se vivían dos posturas ideológicas,
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Huella Teológica — Vol. 2, No. 1, pp. 61-74 — Enero/Junio 2020
Teología latinoamericana de la liberación
políticas y económicas totalmente opuestas, una de ellas representada
por el capitalismo y la otra por el socialismo, lo cual provocó diversos
enfrentamientos y conflictos locales e internacionales. A este conflicto
se le conoció como la guerra fría.
Por un lado, se encontraba la ideología capitalista, la cual represen-
taba ideas políticas y económicas orientadas al desarrollo y progreso de los
países, ideología que tenía como referente en Latinoamérica a los Estados
Unidos. En efecto, esta ideología fue apoyada e implementada fuertemen-
te por el gobierno de los Estados Unidos, con el propósito de adquirir el
control económico y político de los países latinoamericanos.
Por el otro lado, encontramos la ideología socialista, impulsada
por economistas, ideólogos e intelectuales de diferentes países lati-
noamericanos y quienes tenían como referente la reciente revolución
cubana. Estos pensadores reflexionaban acerca de las contradicciones
del capitalismo y sus teorías desarrollistas. Según ellos, estas teorías
desarrollistas fueron creadas para contrarrestar las contradicciones
que generaba el capitalismo en esa época. Por ejemplo, criticaban que
Estados Unidos implementó en ese período un plan de ayuda para
llevar a Latinoamérica al desarrollo y la industrialización, denomina-
do Alianza para el progreso. Pero lo que estaba detrás de ese plan era
fortalecer a los gobiernos locales para que hicieran frente a los movi-
mientos de resistencia que se estaban levantando y organizando para
construir un nuevo sistema, donde los ricos ya no fueran más ricos ni
los pobres más pobres.
Las teorías desarrollistas se pueden resumir en la siguiente tesis:
afirmaban que la condición de los países subdesarrollados es una etapa
previa al desarrollo y que mediante la modernización e industrializa-
ción apoyado por los países que han alcanzado el desarrollo, los países
subdesarrollados alcanzarían el desarrollo. Por esa razón, como una res-
puesta contraria a las teorías del desarrollo, intelectuales latinoamerica-
nos comienzan a formular la teoría de la dependencia.
La teoría de la dependencia parte de las contradicciones que ge-
nera las teorías desarrollistas, pues la realidad es muy diferente a lo que
ellas querían plantear, puesto que el capitalismo lo que había generado
era una migración de campesinos a la ciudad, ya que tenían que vender
sus tierras, al no poder competir con la industrialización. Lo mismo ocu-
rría con otros negocios de artesanías y demás productos locales. Estas
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Huella Teológica — Vol. 2, No. 1, pp. 61-74 — Enero/Junio 2020
Lilian Aurora Cálix Pavón
personas que migraban del campo a la ciudad, se encontraban con que
no podían acceder a un puesto de trabajo dentro del sector industrial,
podía ser por la edad o porque no eran mano de obra calificada, es de-
cir, no tenían una formación para desempeñar los cargos. Esto provocó
que el sector marginalizado de la población aumentara en gran medida.
Otra contradicción del capitalismo es que se enfocaba en el producto
nacional bruto, que este fuese en aumento, pero sin importar cómo es-
tuviesen divididos estos ingresos. Pues la mayoría de la riqueza social
estaba concentrada en ciertas familias, quienes tenían el poder econó-
mico del país.
En consecuencia, la teoría de la dependencia establece básicamen-
te que el problema no es que los países subdesarrollados se encuentran
en una etapa previa al desarrollo y por eso deben aprovechar el apoyo de
los países industrializados para lograr salir del subdesarrollo, sino que el
problema para los países subdesarrollados de Latinoamérica es que no
tenían la capacidad “…suficiente para alcanzar el desarrollo que suponía
la industrialización, ya que sus economías nacieron como dependencia
colonial y crecieron como dependencia capitalista” (Román-López Do-
llinger 2018, 34).
Dentro de la teoría de la dependencia se encuentra el concepto
de centro-periferia, el cual expande y profundiza sociológicamente, para
que se constituya en una alternativa de análisis a la propuesta desarro-
llista que dividía a los países en desarrollados y subdesarrollados. Este
concepto hace visible que el problema es tanto interno como externo, es
decir, al interior de los países existe un centro representado por las ciu-
dades y una periferia representada por el campo. Mientras que, a nivel
externo, el centro los representan los países industrializados y la perife-
ria, los países no-industrializados.
En consecuencia, el centro se refiere a las economías de las gran-
des ciudades, las cuales son monopolizadas por empresas de capital
extranjero en su mayoría, y la periferia se refiere a las áreas rurales y
cómo la economía de las ciudades industrializadas les afecta. Precisa-
mente en las periferias se dan los movimientos eclesiales de base, en
los cuales se comienza a sentir la esencia de la teología de la liberación:
reflexionar la fe y hacer teología desde la práxis y la vida concreta del
sujeto vulnerable.
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Huella Teológica — Vol. 2, No. 1, pp. 61-74 — Enero/Junio 2020
Teología latinoamericana de la liberación
Formación y consolidación de la teología de la liberación
en Latinoamérica
Como pudimos observar anteriormente, la crisis ideológica, eco-
nómica y política de la década de los 60s y 70s, permitió que personas
teólogas latinoamericanas comenzaran a reflexionar sobre la importan-
cia de hacer una nueva teología, que estuviera más acorde al contexto
local y a las situaciones que se vivían en él. Una teología que fuera crítica
con la problemática de la pobreza e injusticia que aumentaba cada día.
Las reflexiones teológicas de esas personas coincidían en que la teología
carece de sentido si no se enfoca, en primer lugar, en el prójimo y es-
pecíficamente en aquellas personas que viven en situaciones precarias
y hasta inhumanas. Es decir, la teología debería reflexionar acerca del
sufrimiento que viven las personas más vulnerables de los pueblos lati-
noamericanos.
Ahora bien, esta personas teólogas estaban vinculadas tanto a la
iglesia católica como a la protestante. Por esa razón, se puede afirmar que
ambas iglesias hicieron aportes teológicos muy importantes, los cuales
marcaron las bases de la teología latinoamericana de la liberación.
El aporte católico empieza con el Concilio Vaticano II, el cual se
realizó desde el año 1962 al 1965. El objetivo de este concilio era actuali-
zar la iglesia y, para ello, planteó varios temas de suma importancia para
la formación de la teología de la liberación en Latinoamérica. Por ejem-
plo, el concilio afirmó que la Iglesia debe volver a asumir su compromiso
y responsabilidad con la humanidad y con el mundo actual. La iglesia
católica en Latinoamérica, marcó su huella en la historia mediante dos
conferencias de CELAM, una llevada a cabo en Medellín, Colombia en
el año 1968 y la otra en Puebla, México en el año 1979.
Desde la primera conferencia en Medellín, teólogos latinoameri-
canos empezaron con más fuerza a contribuir en la formación de la teo-
logía de la liberación, puesto que esta conferencia superó a la teología
europea, al ser clara y contundente en cuanto a su compromiso con la
paz y la justicia ante una realidad latinoamericana caracterizada por la
injusticia, violencia y desigualdad. Algunos puntos importantes que se
abordaron en Medellín fueron: la opción por los pobres como categoría
teológica, asumir el compromiso de denunciar las injusticias sociales y
políticas, cosa que no se había hecho antes y que le da forma a la teología
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Huella Teológica — Vol. 2, No. 1, pp. 61-74 — Enero/Junio 2020
Lilian Aurora Cálix Pavón
de la liberación como una teología con compromiso social e ideológico.
Por eso la fecha de esta conferencia es considerada como la fecha de na-
cimiento de la teología de la liberación.
En la conferencia de Puebla se terminan de asentar las bases de la
teología de la liberación, ya que en esta conferencia se nota una postura
firme y clara en temas sobre la opción preferencial por los pobres, in-
cluido este término preferencial por las críticas que habían recibido res-
pecto a ser excluyentes en cuanto a la salvación de toda la humanidad,
lo cual aclararon para no prestarse a malas interpretaciones: la opción
preferencial por los pobres es la estrategia que Jesús utilizó para traer la
salvación a toda la humanidad y que en los rostros de los niños, de los
pobres, ancianos, campesinos e indígenas se refleja el rostro actualizado
de Jesús y con quienes se tiene que adquirir un compromiso y responsa-
bilidad y ponerlos a ellos como sujetos de la reflexión teológica.
También se habló sobre la gran brecha entre ricos y pobres y la
desigual distribución de la riqueza, en donde los pueblos latinoame-
ricanos viven en situaciones de miseria y en muchos casos hasta inhu-
manas. Lo cual se catalogó como pecado estructural y, por ello, la igle-
sia debe estar en su contra, especialmente porque se da en y afecta con
mayor contundencia a países que se definen católicos (Román-López
Dollinger 2018, 68).
Otro dato importante que resaltó en esta conferencia fue sobre la
metodología que debía implementarse en la reflexión teológica para po-
ner en práctica una reflexión crítica de la fe, se habló de utilizar los co-
nocimientos sociales, económicos e ideológicos para poder llevar a cabo
una teología más contextualizada. Se dejó muy claro que era necesario
que la iglesia se comprometiera en hacer una teología profética al de-
nunciar los actos de injusticia y mostrar la solidaridad con las personas
que han sido marginalizadas por las estructuras de poder, dándoles más
énfasis a los grupos cristianos de base, pues solo así se podría desarrollar
esta nueva perspectiva.
Por otra parte, el aporte protestante también fue muy importante.
Este aporte se refleja en algunas de sus conferencias y asambleas, por
ejemplo: la asamblea CMI, Illinois, en 1954, donde se habló sobre el
compromiso social en temas de justicia que la iglesia tenía que asumir.
En esta asamblea se habló sobre el método teológico que se debía usar
al hacer reflexión teológica, el cual se determinó que como acto primero
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Huella Teológica — Vol. 2, No. 1, pp. 61-74 — Enero/Junio 2020
Teología latinoamericana de la liberación
debía tomar la reflexión teológica y como acto segundo la experiencia
social, lo cual era contrario a la metodología planteada en el Concilio
Vaticano II, pero en alguna medida reflejaba el grado de compromiso
social de la iglesia protestante. Al respecto, algunos teólogos señalaron
ese método generaba problemas, pues si se pone en primera instancia
la reflexión teológica, se cae en el riesgo que esta sea para justificar po-
siciones preconcebidas por la iglesia y, a la vez, eso podría suprimir una
perspectiva más crítica y científica de la fe.
Otro dato importante es que en esta asamblea del CMI los temas se
abordaron desde los problemas de Europa y, desde esa perspectiva, se tra-
bajo la teología. Sin embargo, a pesar de eso, esta asamblea dio paso a que
en las otras asambleas se implementara una perspectiva latinoamericana.
También cabe mencionar que estamos hablando del año 1954, es decir,
ocho años antes del Concilio Vaticano II, así que el hecho que la iglesia
protestante haya puesto sobre la mesa el tema de la justicia social fue un
aporte muy significativo para la futura teología de la liberación.
Los próximos eventos y asambleas significaron un gran aporte a la
teología de la liberación debido a la especificación en temas de proble-
máticas relacionadas directamente con nuestro contexto latinoamerica-
no y ya no con el contexto europeo. Temas de suma importancia, como
la discriminación racial, fueron tratados en una de estas conferencias,
lo cual permitió confirmar que la discriminación racial se convierte en
discriminación económica y política.
En todas estas conferencias que vinieron después se asumió un
verdadero compromiso por la teología y pastoral social, ya no sólo des-
de la reflexión, sino que se dio el paso a la praxis. También, en estas
asambleas, la participación de un grupo de mujeres y jóvenes, puso en
el marco de la reflexión teológica la invisibilización que sufrían las mu-
jeres y la necesidad de verlas sujeto social y teológico, al igual que las
comunidades indígenas, afrodescendientes y campesinas.
Método de la teología latinoamericana de la liberación
Sobre la base de los temas y compromisos abordados en las confe-
rencias y asambleas, tanto de la iglesia católica como de la protestante,
surge la necesidad de una metodología que ayude a la reflexión crítica de
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Lilian Aurora Cálix Pavón
la fe y que utilice las ciencias sociales, políticas y económicas para cum-
plir con los objetivos planteados. Es así como se asumió el método de la
circularidad hermenéutica, el cual es empleado por varias ciencias y se
adaptó muy bien para el uso en la teología de la liberación, especialmen-
te por implementar la práctica concreta de la realidad como primer paso
para la reflexión teórica. Por esa razón, se afirma que funciona “como
un método inductivo que permite analizar un fenómeno a partir de su
propia realidad (dada y determinada), para regresar a ella de una forma
transformadora (Román-López Dollinger 2016, 84).
La circularidad hermenéutica consta de tres momentos, el primer
momento es el pre-teológico y, como su nombre lo indica, nos dice que,
antes de la reflexión teológica, debemos estar sumergidos en la realidad
de las personas excluidas, empobrecidas, marginalizadas, en medio de
las comunidades populares, las comunidades de base, integrados y com-
prometidos con sus luchas y resistencias del día a día. Al respecto, los
hermanos Boff señalan lo siguiente:
El teólogo de la liberación no es un intelectual de escritorio. Es antes
un «intelectual orgánico», un «teólogo militante», que se sitúa den-
tro del caminar del pueblo de Dios y se articula con los responsables
de la pastoral. Ciertamente conserva un pie en el centro de reflexión
y otro en la vida de la comunidad. Por lo demás, aquí asienta su pie
derecho (1986, 30).
Para poder llegar al segundo momento de la circularidad her-
menéutica, primero debemos saber la realidad contextual a la cual
nos vamos a referir, de esta manera la teología se convertiría en teo-
logía liberadora, al ser congruente con la realidad de las personas en
su contexto.
El segundo momento de la circularidad hermenéutica, es la parte
teológica o reflexiva. Después de tener como base la realidad contextual
de “primera mano”, procedemos a hacer la reflexión crítica de la fe. Para
hacer esta reflexión necesitamos implementar tres pasos, que son muy
conocidos en la teología de la liberación: ver, juzgar y actuar.
En el ver, lo que haremos es auxiliarnos de las disciplinas socio-
lógicas, económicas y políticas para poder tener un marco formal de la
sociedad, analizando todas las razones y motivos de la injusticia y opre-
sión, así como las circunstancias y resistencia de los sectores margina-
lizados de la población. Con esta información socio-analítica podemos
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Huella Teológica — Vol. 2, No. 1, pp. 61-74 — Enero/Junio 2020
Teología latinoamericana de la liberación
dar los primeros pasos en el avance de la exposición teórica, donde se
planteará el cómo se puede mejorar esta situación social.
En el juzgar, entra la parte de la teoría formal, es decir la reflexión
teológica, pero de una forma crítica y buscando su sentido liberador y
transformador a textos bíblicos, para poder generar un cambio en el es-
cucha y llevar a cabo una liberación o trasformación de la realidad. En
esta etapa se usa la hermenéutica bíblica, la cual ayuda a que los textos
bíblicos puedan tomar esa forma liberadora de la que hablamos y que se
conviertan en mensajes de liberación para nuestras comunidades de fe y
todo aquel que escuche y se sienta identificado.
El siguiente paso es el actuar, el cual, aunque todavía se encuentra
en la parte teórica, se caracteriza por estar orientado a la “práctica”, pues
en este paso se consideran los criterios u objetivos prácticos a los que se
pretende llegar: una realidad transformada.
El tercer momento del método teológico es la transformación de
la realidad. En esta parte ya podemos evidenciar los efectos de la praxis
liberadora. Este es el momento de la circularidad hermenéutica donde
se va a medir o poner a prueba la eficacia de los momentos anteriores
y sobre todo del momento hermenéutico. Si el discurso teológico que
hicimos no ayuda al cambio, mejoramiento y transformación de nuestro
contexto, hicimos teología, pero no teología de la liberación (C. Boff
1990, 99s; Román-López Dollinger 2016, 93s).
Pertinencia de la teología latinoamericana de la
liberación
Hasta aquí hemos visto el nacimiento y formación de la teología
de la liberación y el contexto en el cual se desarrolló. Si bien no se ori-
ginó de manera natural en Latinoamérica, sí nace desde la necesidad
de buscar respuestas desde la perspectiva de la fe a la gran pregunta de
¿Cómo llevar el mensaje del evangelio del Reino de Dios a las personas
que están llenas de sufrimiento y dolor causado por un sistema injusto y
opresor? (Román-López Dollinger 2018, 61s)
Si antes trataba de justificar la reflexión teológica, en la teolo-
gía de la liberación, es la reflexión teológica la que tiene que tratar
de dar respuestas coherentes a las situaciones de injusticia en el con-
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Lilian Aurora Cálix Pavón
texto donde se desarrolle, dignificando a las personas marginalizadas
mediante la acción de liberación al hacer actos proféticos, es decir,
denunciando cualquier acto de injusticia y trayendo la esperanza y la
fe en que una realidad mejor es posible, a través de la transformación
del contexto.
La teología de la liberación es pertinente en la actualidad y en el
futuro por su capacidad de ser autocrítica y de adaptarse a la historia
donde Dios se sigue manifestando y hablando a través de las formas
que las personas tienen para viven la fe, especialmente las personas
oprimidas. Es de la realidad de estas personas que parte la teología de
la liberación, al convertir en los sujetos de la teología a las personas
empobrecidas y marginalizadas: mujeres, ancianos y ancianas, niñas y
niños, jóvenes, campesinos y campesinas, personas desempleadas, mi-
grantes, indígenas, afrodescendientes, los colectivos LGTB+ y a nues-
tra Madre Tierra.
Cada día que pasa, los problemas sociales provocados por estruc-
turas y sistema injustos van empeorando, por lo que se hace necesario
que la iglesia, como portadora de Buenas Nuevas, sea un instrumento
profético en el mundo contemporáneo, en el cual se necesita de per-
sonas y grupos sociales que sigan denunciando las injusticias, dignifi-
cando y haciendo visible a quienes sufren discriminación y exclusión,
haciéndoles llegar la esperanza de un mundo nuevo.
Otra contribución muy importante de la teología de la liberación
y, por lo tanto, una razón más de su pertinencia en el presente y futuro
en Latinoamérica, es su método teológico que, como hemos analizado
antes, es una nueva forma de hacer teología que coloca cada texto en su
contexto, como nos dicen los hermanos Boff, para no hacer una inter-
pretación literal sino de acuerdo a nuestra realidad contextual (Boff y
Boff, citado en Román-López Dollinger 2016, 99).
Sobre la pertinencia y el aporte de la teología de la liberación a
la transformación integral de las personas y sociedades, el sociólogo y
teólogo Dirceu Benincá, en una entrevista, expone lo siguiente:
Así pensadas y vividas, la fe y la espiritualidad ayudan a la liberación,
al tiempo que superan una visión mágica de Dios y un modelo mera-
mente dogmático y ritualístico de religión. Al apuntar a los cambios
sociales y personales posibles y necesarios, la fe cristiana incorpora
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Huella Teológica — Vol. 2, No. 1, pp. 61-74 — Enero/Junio 2020
Teología latinoamericana de la liberación
un compromiso libertador y se constituye en un combustible capaz
de sustentar la reacción ante las más diversas formas de opresión.
Para la TdL no basta la búsqueda de la liberación de alguna angustia
existencial, lo que le vale es la liberación integral (Entrevista a Dirceu
Benincá en Fontenele 2015).
Conclusión
La teología de la liberación se consolida en las comunidades de
base, desde el sufrimiento de los pueblos latinoamericanos, que luchan
para que el Reino de Dios se haga presente en la tierra. El método teoló-
gico de la teología de la liberación se hace desde la convivencia con esta
realidad, para que el discurso a posteriori sea congruente, coherente y
pertinente con el contexto. Todo esto hace que la teología de la libe-
ración represente la esperanza del Evangelio y sea un testimonio de la
manifestación de Dios en la historia humana. Ese es el desafío de toda
persona teóloga, interpretar esa voz de Dios por medio de la historia de
sus hijos e hijas.
Por último, queremos indicar que, al decir que la acción liberado-
ra de la teología latinoamericana debe ser integral, también debemos
tomar en cuenta que esto implica reconocer la diversidad del sujeto so-
cial al que responde la teología de la liberación, lo cual añade compleji-
dad a la reflexión teológica, pues implica nuevas investigaciones y temas
por reflexionar y, sobre todo, nuevos desafíos para el quehacer teológico
latinoamericano.
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Lilian Aurora Cálix Pavón
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una teoría todavía incomprendida. Entrevista especial”. Teología
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Huella Teológica — Vol. 2, No. 1, pp. 61-74 — Enero/Junio 2020
Revista Estudiantil Huella Teológica
Huella Teológica — Vol. 2, No. 1, pp. 75-86 — Enero/Junio 2020
http://www.redesla.org/revhuella/
Teología latinoamericana en la era digital
Influencia teológica de las redes sociales en la opinión pública
Latin American theology in the digital age
Theological influence of social networks on public opinion
Jeremías Quintanilla Constanza*
[email protected]
Aprobación del artículo: 12 de mayo 2020
Recepción del artículo: 15 de abril 2020
* Salvadoreño, pentecostal, técnico en redes digitales. Actualmente radica en Costa Rica y es
estudiante de Bachillerato en Ciencias Teológicas en la Universidad Bíblica Latinoamericana
(UBL).
Jeremías Quintanilla Constanza
Teología latinoamericana en la era digital
Influencia teológica de las redes sociales en la opinión pública
Resumen
A partir de las lecturas del curso CTX106 El quehacer teológico de la Universi-
dad Bíblica Latinoamericana, el presente documento aborda uno de los desafíos
actuales más importantes para la teología latinoamericana: la digitalización de
la sociedad. Nuestro objetivo es explorar algunas características de las redes so-
ciales digitales y la influencia teológica que estas tienen en la percepción de la
realidad que desarrollan algunas personas. La tesis central de nuestro trabajo es
que los mensajes teológicos de las redes sociales pueden promover procesos de
cambio en la sociedad y en la actitud de las personas. Pero para que ello suceda,
es necesario que la iglesia y las personas teólogas se formen en el uso asertivo
de los recursos digitales de nuestro tiempo, las cuales debido a la pandemia que
afecta actualmente el mundo entero se han vuelto fundamentales.
Palabras clave: Teología latinoamericana, era digital, transformación social, re-
des sociales, quehacer teológico, influencers, sensibilización, plataformas.
Latin American theology in the digital age
Theological influence of social networks on public opinion
Summary
Based on the readings of the course CTX106 El quehacer teológico at the Latin
American Biblical University, this document addresses one of the most import-
ant current challenges for Latin American theology: the digitization of society.
Our objective is to explore some characteristics of digital social networks and the
theological influence they have on the perception of reality that some people de-
velop. The central thesis of our work is that the theological messages of social
networks can promote processes of change in society and in people’s attitudes.
But for this to happen, it is necessary that the church and theologians be trained
in the assertive use of the digital resources of our time, which the pandemic that
currently affects the entire world has made fundamental.
Keywords: Latin American theology, digital age, social transformation, social net-
works, theological work, influencers, awareness, platforms.
75
Huella Teológica — Vol. 2, No. 2, pp. 75-86 — Enero/Junio 2020
Jeremías Quintanilla Constanza
Teología latinoamericana en la era digital
Influencia teológica de las redes sociales en la opinión pública
Introducción
El presente artículo es el resultado de un proceso de análisis de la
realidad, la observación y la investigación de algunos conceptos rela-
cionados con la problemática a tratar. Debido a la situación tecnológica
actual del mundo, como lo es la modernización de canales de comu-
nicación y la necesidad constante de actualización digital, la fe se ha
convertido en un tema de mucho debate y reflexión, debido a la abun-
dante información a la que se tienen acceso y a la facilidad de compartir
pensamiento, opinión y argumentos, algunos muy objetivos y otros de
muy poca o nada relevancia.
Las redes sociales se han convertido en canales de transmisión de
fe, es decir, en medios digitales por los cuales puede compartirse la expe-
riencia religiosa. Estos canales pueden servir para confirmar, fortalecer
y enseñar, así como para criticar, señalar y cuestionar. Muchas personas
involucradas en la teología, pastorado, enseñanza y en cualquier otra
actividad académica o labora, han utilizado las diferentes plataformas
digitales con el fin de crearse seguidores y comunidades virtuales que
apoyen y difundan su pensamiento y enseñanzas. Algunas de estas pla-
taformas se caracteriza por ofrecer buen contenido y otras con demasia-
dos vacíos, pero que, por la versatilidad que ofrecen este tipo de medios,
son igualmente compartidos.
76
Huella Teológica — Vol. 2, No. 1, pp. 75-86 — Enero/Junio 2020
Teología latinoamericana en la era digital
La paradoja de la información se hace evidente en este tipo de me-
dios: mientras más información se comparte más desinformación circu-
la. Lo anterior nos lleva a preguntarnos ¿se pueden realmente utilizar
las redes sociales y los medio digitales como una fuente confiable de
información que promueva cambios sociales positivos? Y la respuesta
es sí, y es que la desinformación no responde solamente a la saturación
de contenido digital, porque esta ha existido desde siempre, el reto en
la actualidad es convertir las nuevas herramientas en fuentes de pensa-
miento teológico responsable, que realmente sensibilice y sirva de libe-
ración sobre la nueva forma de opresión y marginación: la imagen. En
este artículo abordamos de forma general esta temática y los desafíos
que genera para el quehacer teológico latinoamericano.
Características de las redes digitales
Las redes sociales digitales son sistemas plurales de comunicación
en los cuales todos los usuarios son igualmente emisores y receptores, este
sistema de hiperconectividad se produce como consecuencia una hiperso-
cialización y por lo tanto una abundante e interminable información que es
una de sus principales características. Por otra parte, las redes sociales cuyo
principal objetivo es conectar a las personas, también son puntos de des-
encuentro social, así lo señala Eudald Carbonell Roura: “La hiperconexión
que se produce como consecuencia de la socialización de la revolución
científico-técnica nos hace incrementar la complejidad en los procesos de
relación social de especie, como nunca antes se había producido”.1
Esto plantea un desafío, no solamente social y tecnológico, sino
también teológico, un desafío que presente soluciones a una nueva
forma de esclavitud y de opresión, un desafío que se constituya en una
nueva teología de la liberación digital. Las redes sociales determinan la
concepción que tenemos de las realidad social. Es la facilidad que existe
para transmitir un mensaje lo que lleva a crear en la diversidad de pen-
samientos también una situación de caos de fe. Por ejemplo, es común
que la religión tradicional, fundamentalista y ortodoxa, hace pensar a
1 Eudald Carbonell Roura, “Prólogo”, en La sociedad de la ignoriancia y otros ensayos,
ed. Antoni Brey, Daniel Innerarity, y Mayos Gonçal (Barcelona: Libros Infonomia,
2009), 7.
77
Huella Teológica — Vol. 2, No. 1, pp. 75-86 — Enero/Junio 2020
Jeremías Quintanilla Constanza
las personas que escribiendo frases o versículos en sus redes sociales
están haciendo algún tipo de kerigma. Inclusive, hay personas que colo-
can sus fotografías con un versículo para recibir reacciones y, ¿qué pasa
cuando no se logran las reacciones esperadas?
Es aquí donde interviene otra problemática, la opresión social de
no ser aceptado, las reacciones se han vuelto signos de aceptación social,
medidores de inclusión o exclusión, que ha llevado a muchas personas
a cometer locuras increíbles, con el único fin de lograr la viralidad. Este
fue el caso de la inf luencer Belle Delphine, quien puso en venta unos
pequeños frascos con agua sucia de su bañera, para aquellos que qui-
sieran tener algo de su erótica esencia. O el caso de Logan Paul, un
famoso youtuber estadounidense, que fue ampliamente condenado
por filmar uno de sus videos en el bosque de Aokigahara en Japón, el
lugar donde muchas personas han ido voluntariamente a terminar
con sus vidas. En su video, incluso, mostró un cadáver colgando de
un árbol, y el revuelo que causó la imagen lo obligó a bajarlo de la
plataforma y pedir disculpas públicas.2
Tal deseo de aceptación y exhibición desmedida no se limita so-
lamente a las personas que quieran hacer reír o mostrar una buena apa-
riencia, sino que es igual de preocupante la cantidad de personas que les
gusta lucirse cuando están sufriendo, publicando indirectas, videos de
maltrato, abuso infantil, bromas que terminan en tragedias y otras cosas
más. Frente a una sociedad decadente de pudor y privacidad, es donde
surge la necesidad existencial de una teología de liberación.
Elementos que forman parte de las redes sociales
Un elemento innovador de las redes sociales es la aparente facilidad
de ser escuchados, de ahí que surgen muchos influencers3, que es el término
para definir a lo que se conoce técnicamente como mercadotecnia influ-
2 Antonio Rosselot, “11 locuras hechas por los influencers para llenarse de «Me gusta».
Más de uno terminó arrestado”, información general, Upsocl (blog), el 18 de julio de
2019, http://www.upsocl.com/lulu/11-locuras-hechas-por-los-influencers-para-lle-
narse-de-me-gusta-mas-de-uno-termino-arrestado/.
3 Aquella persona que tienen un séquito de seguidores en redes sociales, los cuales
escuchan sus mensajes y sus recomendaciones y las difunden.
78
Huella Teológica — Vol. 2, No. 1, pp. 75-86 — Enero/Junio 2020
Teología latinoamericana en la era digital
yente, esta necesidad social de modelos nos ha conducido a un consumo
irreverente de tales personajes. No hay un tópico social, personal, profe-
sional o familiar que no tenga un grupo de influencers que, en su mayoría,
de forma empírica, brindan opiniones que terminan siendo adoptadas y
seguidas por muchas personas. Esta figura mediática también se ha hecho
claramente visible en el vivir eclesial, con figuras apostólicas de abundante
riqueza que sirven como modelos de prosperidad, o párrocos con mensajes
novedosos que son seguidos por multitudes en sus redes.
Al referirnos a la aparente facilidad de convertirse en un influen-
ciador de masas, hacemos referencia a la realidad que esto conlleva. La
mayoría de las personas que logran éxito como influencers, tienen tras
de ellas mucha inversión de tiempo y de recursos, no solamente equi-
pándose para crear sus videos sino para pautar planes de promoción
para tener mayor alcance.
A esta forma ilusoria en que las redes sociales crean en los usua-
rios la necesidad de una imagen el filósofo y magister en comunicación,
Sergio Roncallo le denomina espejismo ontológico:
...estamos en un ‘espejismo ontológico’, es decir la gente cree que si
no está en redes sociales no existe. Es un espejismo porque realmente
no tiene que estar en una red social para existir. Pero lo extraño ahora
es no pertenecer a una red social.4
La necesidad de aparentar o de presentar una imagen para com-
partirla en las redes es lo importante, si tiene contenido o no, eso no im-
porta. De esta forma, si alguien realiza un viaje a la playa y no lo muestra
siente que no ha viajado, si come algo extraordinario y no lo fotografía,
parece que no ha comido nada. Incluso si alguien tiene una opinión y no
la expresa en sus redes sociales siente que no es escuchado.
La religión en la era digital
Los aspectos mencionados anteriormente son perfectamente
aplicables también a la difusión del mensaje de la fe, del kerigma, de
4 Semana, “¿Por qué nos exhibimos en redes sociales?”, ¿Por qué nos exhibimos en
redes sociales?, el 19 de agosto de 2016, Digital edición, sec. Cultura, https://www.
semana.com/cultura/articulo/por-que-nos-exhibimos-en-redes-sociales/489607.
79
Huella Teológica — Vol. 2, No. 1, pp. 75-86 — Enero/Junio 2020
Jeremías Quintanilla Constanza
la reflexión teológica, del qué hacer pastoral y del estudio bíblico. En el
año 2008 el papa Benedicto XVI creó su blog personal como sugerencia
del obispado para que fuera un medio de comunicación con la feligresía.
El papa Francisco ha utilizado mucho sus redes sociales, sobre todo Twi-
tter y su canal de Youtube para compartir opiniones, homilías, reflexio-
nes y más. Esta necesidad de actualización en la iglesia se vio incremen-
tada de forma obligada ante la pandemia del Covid-19, el cierre de las
actividades grupales en la mayoría de los países del mundo ha llevado a
las instituciones religiosas a plantearse nuevas formas de transmitir el
mensaje y de realizar las liturgias.
Uso religioso de las redes sociales
Para expresar la fe en las redes sociales, solamente basta escribir
o compartir lo que alguien más escribió y listo. Sin embargo el desafío
que tenemos frente a nosotros es enorme, porque de la forma en que lo
planteamos al inicio, una sobreinformación produce desinformación, así
también la saturación de temas religiosos termina provocando un recha-
zo a la figura eclesial, pastoral y dogmática. ,En este momento coyuntural,
donde el mundo siente más la necesidad de confiar en un poder superior,
ha llevado a muchos a expresar su fe incluso de formas abusivas, otros
impregnados de ignorancia, de supersticiones y de falsos conceptos her-
menéuticos y teológicos. En un gran porcentaje del uso religioso que se le
da a las redes sociales, su contenido tiene como base la esperanza de una
destrucción mundial por parte de Dios, el advenimiento de una situación
apocalíptica y la temerosa confianza de ser librados.
Influencia de las redes digitales en las personas cristianas
Las redes sociales han venido a sustituir las congregaciones, las
transmisiones en vivo han sustituido los púlpitos, las aplicaciones han
sustituido la Biblia de papel y los amenes (de amén) se han vuelto reac-
ciones y likes. Han surgido una gran cantidad de nuevos predicadores,
hay personas orando por montones. La transformación de la iglesia a
la era digital es más que evidente e inevitable, ya estamos en ella. Pero
80
Huella Teológica — Vol. 2, No. 1, pp. 75-86 — Enero/Junio 2020
Teología latinoamericana en la era digital
entonces, ¿cómo plantear una espiritualidad que nazca del encuentro
con Dios en una realidad de sobresaturación de expresiones religiosas?,
y ¿cómo mantener la fe en medio del bombardeo de confrontaciones
escépticas? Pues, es en este momento donde debemos construir sobre
las bases sólidas de la fe.
Desafíos digitales para el quehacer teológico
latinoamericano
Estamos frente a grandes desafíos, donde es necesario hacer una
relectura de lo que fue la teología del pasado y comenzar a formar una
nueva espiritualidad basada en la búsqueda por liberarse de la nueva
opresión, una nueva opresión virtual que denigra, margina, excluye y
destruye al ser humano. Tenemos frente a nosotros el desafío de enten-
der (o al menos tratar de entender) a Dios en este momento de la histo-
ria. La teología debe plantear una nueva eclesiología, donde los templos
sean sustituidos por el medio ambiente, lo que el papa Francisco en su
convocatoria antes la crisis medio ambiental ha llamado la casa común.
Una eclesiología que frente a la necesidad de aceptación que imponen
las redes sociales brinde una inclusión en el reino.
Las plataformas digitales deben ser esas herramientas en la pas-
toral de nuestras comunidades. Herramientas que nos permitirán acer-
carnos a las personas necesitadas y que por eso deben convertirse en
acciones de liberación: “En la liberación, los oprimidos se unen, entran
en un proceso de concienciación, descubren las causas de su opresión,
organizan sus movimientos y actúan de forma articulada” 5.
Aunque hablar de teología de la liberación, para algunos, pueda
parecer descontextualizado, anacrónico o inapropiado, la verdad es que
estamos frente a nuevos sistemas de opresión y ante estos nuevos siste-
mas los desafíos son los mismos que enfrentó la teología de la liberación
en su tiempo, pero ahora con nuevas aristas. Es necesario identificar
cuáles son las causas actuales de la opresión. Podemos decir que lo que
antes se llamó opresión social, ahora es, opresión individual, porque es
un mundo gobernado por un sistema individualista, aparta la indivi-
5 Leonardo Boff y Clodovis Boff, Como hacer teología de la liberación (Madrid: Pauli-
nas, 1986), 14.
81
Huella Teológica — Vol. 2, No. 1, pp. 75-86 — Enero/Junio 2020
Jeremías Quintanilla Constanza
dualidad y está aplastando de forma brutal al individuo. Así es, está con-
duciendo a cientos de jóvenes a la depresión, el suicidio, a una soledad
causada por la incapacidad de alcanzar los modelos de vida que le han
influenciado. Es un sistema que les arrebata la personalidad q cientos de
jóvenes y les hace sentirse menos por no ser tan sensuales o atractivos
como las personas que les influyen en las redes.
Tenemos que crear estrategias pastorales que combatan los nue-
vos cañones de aceptación y éxito, las formulas comparativas y las con-
diciones de desigualdad y exclusión que llenan las redes sociales con
mensajes de odio, de muerte y de marginación.
Estrategias para informar responsablemente
Estamos frente a nuevos desafíos que deparan los nuevos tiempos
y que nos orientan a la búsqueda de nuevas estrategias de comunicación
que unifiquen la teología. El nuevo desafío para la teología es replantear
el servicio de la iglesia, a partir de preguntarse cómo la iglesia sirve a la
comunidad por nuevos canales de comunicación y cómo comunica por
nuevos canales de servicio. Es un desafío que nuevamente tenemos que
asumir con responsabilidad, crear canales de información que contras-
ten la desinformación abundante producto de la búsqueda de reaccio-
nes y seguidores.
El quehacer teológico debe formularse sobre la base de premisas
actuales y contextuales, debe imponerse a las nuevas filosofías sofis-
tas, debe posicionarse como primera fuente confiable de información.
Tenemos el reto de crear contenido para las redes sociales que sea se-
rio, pertinente, oportuno, humano, pastoral, bíblico, solidario, inclu-
yente, didáctico, liberador y, sobre todo, con la mejor calidad técnica
posible, porque actualmente de nada sirve tener un buen contenido
sin una buena producción, la buena información se pierde con una
mala producción, el buen mensaje pierde su eficacia con una mala pre-
sentación.
Es la era de la imagen, de la apariencia, del diseño y si la teología
no encuentra su lugar para plantearse de acuerdo a los nuevos tiempos,
seguirá dejando la reflexión a los influencers vacíos.
82
Huella Teológica — Vol. 2, No. 1, pp. 75-86 — Enero/Junio 2020
Teología latinoamericana en la era digital
Elaborar una teología digital del acompañamiento
Es un verdadero desafío de la pastoral poder crear un ambiente de
reflexión social genuina y no uno basado en el pensamiento mediocre,
amorfo y tosco de las redes sociales. Bajo una mentalidad de mientras
no me dañe a mi la sociedad se desocializa6. Por ejemplo, nos oponemos
a los gobernantes y al manera de expresarlo es haciendo comentarios
en las redes sociales o subiendo memes. Los vecindarios modernos (lla-
mados residenciales) están llenos de personas que ni saben quién vive
a la par, la gente en los buses no conversa, todos caminan con sus audí-
fonos y los ojos en la pantalla. Sin embargo, en este mundo social, dejar
de pensar en uno para pensar en los demás es un verdadero desafío de
concientización. ¿Qué influencia puede tener la teología en este tipo de
concientización social?
Este desafío es una interpelación para el cristianismo. Necesita-
mos acompañar a los que rodeados de muchos amigos no encuentran
amistad, aquellos que sufren maltrato, marginación, abuso, opresión,
depresión y deseos de suicidio. Necesitamos elaborar una pastoral digi-
tal, una teología práctica que convierta las redes en canales de acompa-
ñamiento. Debemos crear un diálogo con el que sufre, asistir al que lo
necesita. Para lograr eso, es necesario implementar algunos pasos estra-
tégicos en la nueva praxis pastoral:
• Concientizar a las comunidades de la necesidad de una espiritualidad
basada en el bienestar común, en una nueva transformación social
donde se valore la individualización como parte del desarrollo comu-
nal, la transmisión de información oportuna y el diálogo preciso.
• Incorporación de los medios digitales en el acercamiento pastoral e
integrar a cada uno en círculos de crecimiento y ayuda.
• Involucramiento de los individuos en el acompañamiento de otros,
aprovechando la oportunidad de compartir lo que recibimos, deja-
mos de lado el asistencialismo de los años 80s, para convertirnos en
asistentes involucradores, de esta forma logramos la concientiza-
ción de uno y este uno de otro, etc.
6 Esta palabra no existe, pero a lo que trato de referirme es a que creamos domos con
ventanitas al exterior en cada mundo encerrado en los dispositivos
83
Huella Teológica — Vol. 2, No. 1, pp. 75-86 — Enero/Junio 2020
Jeremías Quintanilla Constanza
Es amplio el abanico de posibilidades que tenemos con las redes
sociales para poder crear una teología del individuo como agente de
cambio social. Pero, para ello, también tenemos que revitalizar el mé-
todo teológico y darle su dinamismo práctico, así como lo plantea Ro-
mán-López Dollinger para el caso de la teología de la liberación:
El aporte novedoso que la teología de la liberación hizo al desarrollo del
círculo hermenéutico radica, precisamente, en la ruptura o inversión
epistemológica que hace del mismo, al convertir el problema teórico en
un problema práctico, es decir, en un problema social (pastoral).7
Podemos decir que la digitalización de los medios de comunica-
ción teológicos pueden hacer un aporte muy importante al cambio social
y puede ayudar a hacer la ruptura con muchos paradigmas eclesiales, pas-
torales y cristianos obsoletos. De esta forma, se podrá formar una espiri-
tualidad que no margine, que no excluya, que no fomente la violencia,
que vea en el medio ambiente su templo, que luche por la vida.
Promover un like para la vida
Es increíble que el mayor sentimiento que apremia a un joven res-
pecto de seguidores y reacciones en las redes sociales sea la soledad y la
desilusión, ¿podrá la iglesia detectar a un joven cuya vida no tiene senti-
do y está albergando en su corazón deseos de muerte? La vieja teología
de la liberación nos llevó por el camino metodológico del ver, juzgar
y actuar, pero ahora, ¿cómo podemos ver la realidad a través de una
pantalla?, ¿cómo podemos juzgar y entender por medio de fotografías,
estados y selfies? La teología de la liberación tuvo como objeto al ser
empobrecido y marginado, nuestra nueva teología social debe enfocarse
en el solitario, desilusionado y abandonado.
Al sujeto de la teología de la liberación las causas económicas lo
ataron a una condición de esclavitud, a nuestro nuevo sujeto, son las
7 Angel Eduardo Román-López Dollinger, “Circularidad hermenéutica y transforma-
ción social. Reflexión sobre el método de la teología latinoamericana de la libera-
ción”, en Símbolos, desarrollo y espiritualidades. El papel de las subjetividades andi-
nas en la transformación social, ed. Angel Eduardo Román-López Dollinger y Heydi
Tatiana Galarza Mendoza (La Paz, Bolivia: ISEAT, 2016), 92.
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Huella Teológica — Vol. 2, No. 1, pp. 75-86 — Enero/Junio 2020
Teología latinoamericana en la era digital
causas digitales que lo llevan a una esclavitud. No importa lo que deba
gastar para tener los mejores zapatos y poder lucirlos en una fotografía,
el valor de la comida ya no la da el buen sabor, sino las reacciones a la
foto que sube. De ahí que la dependencia a las redes sociales digitales
esté haciendo a la juventud apartarse del sentido de vivir y más aún de
la fe. El ser aceptado por su grupo social, le ha llevado a construir un
avatar, una imagen producto del imaginativo global y del deseo de inte-
gración, pero a la vez sigue sin llenar el vacío.
¿Cómo predicarle libertad a alguien que puede estar en cualquier
parte del mundo con solamente un clic? Este es un verdadero desafío para
la teología práctica, encontrar respuestas para estas personas en su mun-
do actual (digital). Quizá aún existan los pobres, en el sentido económico,
pero hay tantos pobres con sus iPhone, tablets y laptops, que también son
victimas de la bestia del consumismo, no son empobrecidos económica-
mente, sino castrados de la capacidad de soñar y de aspirar a un mundo
diferente. La pobreza de una nueva generación tecnológica no está en la
capacidad de su bolsillo, sino en la carencia de su mente.
Conclusión
No es un secreto para nadie que la religión, así como el sistema
educativo, necesita reestructurarse, actualizarse y modernizarse Esta-
mos viviendo el momento preciso para reinventarnos, para realizar una
relectura de la fe y de la praxis teológica. El desafío está claro, y nos pro-
ducto solamente de investigaciones, sino es un desafío impuesto por la
realidad mundial. Debemos enfrentar la coyuntura actual desde la pers-
pectiva de la liberación de los nuevos sistemas de opresión. La teología
debe reformar la manera en que planteamos la concientización social
desde la comprensión de la individualidad, para desarrollar una pastoral
que echando manos de las nuevas tecnologías permita adentrarse en la
cotidianidad y establecer nuevos paradigmas de liberación. Así como la
teología latinoamericana de la liberación interpeló la sociedad desde las
comunidades oprimidas, ahora debemos reformular nuevas acciones de
resistencia para crear canales de liberación a los nuevos individuos opri-
midos, excluidos, marginados y despreciados por las nuevas relaciones
sociales que plantea la denominada hiperconectividad.
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Huella Teológica — Vol. 2, No. 1, pp. 75-86 — Enero/Junio 2020
Jeremías Quintanilla Constanza
La pastoral de la era tecnológica debe formular una teología de
acompañamiento a partir, incluso, de la observación de otras ciencias
sociales y las metodologías modernas de investigación que nos ayudan
a comprender mejor la realidad que se vive en las individualidades co-
lectivas, así como también nos puede ayudar a analizar críticamente esa
realidad a partir del fundamento pastoral y bíblico. Desde esta perspec-
tiva, la teología podrá acciones en las cuales pueda transmitir nuevas
concepciones de fe, que den respuestas reales con las herramientas digi-
tales a las coyunturas actuales.
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Román-López Dollinger, Angel Eduardo. “Circularidad hermenéutica y trans-
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mericana de la liberación”. En Símbolos, desarrollo y espiritualidades.
El papel de las subjetividades andinas en la transformación social,
editado por Angel Eduardo Román-López Dollinger y Heydi Tatiana
Galarza Mendoza, 83–110. La Paz, Bolivia: ISEAT, 2016.
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Huella Teológica — Vol. 2, No. 1, pp. 75-86 — Enero/Junio 2020
Revista Estudiantil Huella Teológica
Huella Teológica — Vol. 2, No. 1, pp. 87-98 — Enero/Junio 2020
http://www.redesla.org/revhuella/
Teología Práctica y
teología latinoamericana de la liberación
Formación, consolidación y pertinencia para el quehacer teológico
Practical Theology and
Latin American Liberation Theology
Formation, consolidation and relevance for the theological task
Eva Luzmila Murdock Ramírez*
[email protected]
Aprobación del artículo: 10 de mayo 2020
Recepción del artículo: 15 de abril 2020
* Panameña, anglicana y estudiante de la Universidad Bíblica Latinoamericana (UBL) en el área
de Ciencias Teológicas. Administradora de empresas, con especialidad en administración de
proyectos. Actualmente administra una escuela en la ciudad de Panamá.
Eva Luzmila Murdock Ramírez
Teología Práctica y
Teología Latinoamericana de la Liberación
Formación, consolidación y pertinencia para el quehacer teológico
Resumen
El presente documento describe y analiza algunos aspectos fundamentales de
la Teología Práctica y su relación con la teología latinoamericana de la libera-
ción en el mundo contemporáneo. Las reflexiones que aquí se presentan tie-
nen como base teórica las lecturas del curso CTX 106 El quehacer teológico
de la Universidad Bíblica Latinoamericana (UBL). Nuestro objetivo es motivar
la reflexión crítica e histórica sobre la influencia de la Teología Práctica en la
formación y consolidación de la teología de la liberación en el contexto lati-
noamericano. Este aspecto también permite identificar la relación dinámica y
coherente que debe existir entre la teoría teológica y la práctica pastoral.
Palabras clave: Teología latinoamericana de la liberación, teología práctica,
práctica pastoral, teoría teológica, sujeto pobre.
Practical Theology and
Latin American Liberation Theology
Formation, consolidation and relevance for the theological task
Summary
This document describes and analyzes some fundamental aspects of practical
theology and its relationship with Latin American liberation theology in to-
day’s world. The reflections presented here are based on the theoretical read-
ings of the course CTX 106 El quehacer teológico of the Latin American Biblical
University (UBL). Our objective is to motivate critical and historical reflection
on the influence of practical theology in the formation and consolidation of
liberation theology in the Latin American context. This aspect also allows us to
identify the dynamic and coherent relationship that must exist between theo-
logical theory and pastoral practice.
Keywords: Latin American liberation theology, practical theology, pastoral
practice, theological theory, poor subject.
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Huella Teológica — Vol. 2, No. 1, pp. 87-98 — Enero/Junio 2020
Eva Luzmila Murdock Ramírez
Teología Práctica y
Teología Latinoamericana de la Liberación
Formación, consolidación y pertinencia para el quehacer teológico
Introducción
Este trabajo fue escrito para ser usado como ayuda al análisis de
un compendio de lecturas del curso El quehacer teológico. En el mismo
se presentan algunos conceptos y aportes de trabajos de investigación
de personas teólogas, lo que nos ayudará a comprender y analizar el
quehacer teológico de la teología práctica y la teología Latinoamericana
de la Liberación, desde una perspectiva social y comunitaria. Además,
nos acercaremos al significado de teología práctica, sus aportes, su desa-
rrollo, su evolución hasta nuestros días, sus características que la hacen
diferente a otros modelos teológicos. Asimismo queremos responder la
siguiente pregunta: ¿cómo podemos hacer teología desde un accionar
participativo, pastoral y latinoamericano.
Las lecturas del curso nos enseñan que, como personas teólogas
debemos responder a los problemas humanos actuales desde pastora-
les comprometidas con la realidad social de las personas. Solo así, la
teología latinoamericana puede considerarse teología de la liberación,
porque a través de su acción dinámica, coherente, crítica y reflexiva, nos
conduce a la transformación liberadora de nuestros pueblos, regiones,
comunidades de fe y de nuestras propias vidas. Solo de esa forma la teo-
logía puede tener impacto en la sociedad.
88
Huella Teológica — Vol. 2, No. 1, pp. 87-98 — Enero/Junio 2020
Teología Práctica y Teología Latinoamericana de la Liberación
El sujeto que está en el centro de la teología latinoamericana de la
liberación es la persona “pobre”, con quien se compromete desde su pa-
sado histórico, su realidad actual y sus luchas reinvicatorias y en favor de
la justicia. Este sujeto “pobre” se encuentra organizado en instituciones
y comunidades de fe, desde donde realiza una praxis liberadora para la
transformación social e individual.
Muchos han sido los aportes de las comunidades de base cristia-
nas, tanto católicas como protestantes, para formar y consolidar la teo-
logía latinoamericana de la liberación, pero lo más importante ha sido
la motivación que nos han inyectado, para ser parte de procesos y teo-
logías liberadoras. Todo esto nos confronta a nuevos desafíos que, por
sucesos globales, procesos sociales, políticos y económicos, nos lleva a
nuevas formas de ver al sujeto de la teología latinoamericana. Les invito
a discernir a través de este trabajo la importancia que tiene actualmente
la teología práctica y el análisis de la teología latinoamericana de la libe-
ración para nuestros pueblos.
Conceptualización de la Teología Práctica
El concepto de Teología Practica se ha venido formando desde
muchos años atrás. Este nombre se ha utilizado en la academia para
implicar el estudio de la teología en una forma que sea aplicable y útil a
nuestras realidades sociales. El término se utiliza en la práctica acadé-
mica en seminarios, talleres, cursos y universidades. Nace en Europa,
en el siglo XVIII, con el fin de modificar los estudios eclesiásticos que
se dictaban en ese entonces. Dentro de este contexto nos enseña cómo
desarrollarla desde nuestra vida personal y familiar, en el mensaje de la
escritura bíblica y es aplicado mientras nos relacionemos con comuni-
dades, entes un ministerio eficaz a las personas:
La teología práctica o teología aplicada es la aplicación práctica
de la teología a la vida diaria.
Según el teólogo cristiano Richard Osmer, la teología práctica parte de
cuatro preguntas esenciales que se desglosan en las siguientes tareas:
1. ¿Qué es lo que está sucediendo? => tarea empírico-descriptiva
2. ¿Por qué está sucediendo? => tarea interpretativa
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Eva Luzmila Murdock Ramírez
3. ¿Qué debe suceder? => tarea normativa
4. ¿Cómo debemos responder? => tarea pragmática1
Durante mucho tiempo, se ha intentado definir el significado espe-
cífico y el lugar que puede ocupar la Teología Práctica o Teología Pasto-
ral, como también se le llama, dentro de otras disciplinas teológicas. Por
ejemplo, mientas la Teología Práctica es la teoría de la praxis cristiana, la
Teología Bíblica reflexiona sobre el testimonio de la comunidad de fe en el
Antiguo y Nuevo Testamento. Por su parte, la Teología Histórica reflexio-
na sobre la historia de la iglesia a través de los tiempos y como enfrentó
sus debates según el contexto cultural, religioso e ideológico. En cuanto
ala Teología Sistemática, es la que se encarga de explicar los contenidos de
fe cristiana actualizándola de acuerdo al accionar actual.2
Asimismo, la Teología Practica se compone de otras áreas disci-
plinarias como la teología homilética, pastoral, educación cristiana,
entre otras.
Sus relaciones con otras disciplinas
El protestantismo nos explica que han existido diferentes formas
como la Teología Practica se relaciona con otras disciplinas teológicas,
de las cuales se destacan las siguientes tres:
• Como práctica de la teología: Tillich afirma que la Teología Práctica es
la teoría de técnica que ayuda a la teología a realizar su trabajo ecle-
sial.3 Es decir, la Teología Practica toma el conocimiento de las demás
disciplinas teológicas para que sean aplicados a la vida de la iglesia.
• Como teología de la práctica: “Según Werner Jetter, ‘Teología Practica
es la teología del servir de la iglesia’”.4 Esta forma de concebir la Teolo-
1 “Teología práctica”, en Wikipedia, la enciclopedia libre, el 13 de febrero de 2020,
https://es.wikipedia.org/w/index.php?title=Teolog%C3%ADa_pr%C3%A1ctica&ol-
did=123523523, resaltados en el original.
2 Lothar Carlos Hoch, “El lugar de la Teología Práctica como disciplina teológica”, en
Teología Práctica en el contexto de América Latina, ed. Christoph Schneider-Har-
pprecht y Roberto E Zwetsch (Quito, Ecuador: CLAI, 2011), 30–44.
3 Hoch, 37s.
4 Hoch, 38.
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Teología Práctica y Teología Latinoamericana de la Liberación
gía Práctica significa una mejora en su concepción, pues implica que
la iglesia hace teología cuando realiza su función de servicio.
• Como ciencia de la práctica: Esta forma de concebir la teología, pro-
puesta por Daiber, expresa que la Teología Practica se relaciona con
otras ciencias sociales para desarrollar estrategias que permitan que
la iglesia realice de forma eficaz su trabajo práctico en la sociedad.5
Asimismo, Norbet Greinacher considera que esta disciplina com-
bina el diálogo y la reflexión entre la teología (teoría) y la práctica
(acción) de la iglesia.6
Función para su aplicación
La Teología Práctica tiene como función escuchar las preocupa-
ciones, las angustias, las opresiones de las personas y grupos sociales, y
reflexionar críticamente lo que está haciendo la iglesia y la comunidad
cristiana para proveer a las personas justicia y reivindicación, a través de
la transformación de la sociedad.
Podemos decir que la teología práctica busca reflexionar sobre
la acción que realizamos en la iglesia, en nuestras comunidades de
fe, en nuestra sociedades y culturas. Esta reflexión está vinculada a
la realidad actual y tiene como motivación la práctica histórica de
Jesús en el mundo. Este esfuerzo teórico y práctico que realizamos
hace que la iglesia se pronuncie en las comunidades que trabaja, con
la ayuda de todos sus integrantes, para promover la vida, la paz, la
justicia y la solidaridad.
Es importante resaltar que anteriormente la teología practica
incursionaba más bien en los ámbitos de preparación, formación aca-
démica, pero en el transcurrir del tiempo ha tenido que ir cambiando
a una acción más particular, entrar en una praxis teológica, que no se
queda solamente en conocimiento académico teórico, sino entra en el
campo de la acción, proporcionando a la iglesia las herramientas nece-
sarias para que pueda realizar su liderazgo de acuerdo a la necesidades
de la sociedad.
5 Hoch, 38.
6 Hoch, 39.
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Huella Teológica — Vol. 2, No. 1, pp. 87-98 — Enero/Junio 2020
Eva Luzmila Murdock Ramírez
Teología Latinoamericana de la Liberación
El aporte de la Teología Practica a la teología latinoamericana de
la liberación ha sido fundamental para combinar dinámicamente y efi-
cientemente la teoría con la práctica. Esto lo logra a partir de relacionar
la teoría y la práctica en los siguientes tres niveles:
a) Una relación teórica a medida en que toma la práctica de las co-
munidades cristianas como materia prima de su reflexión. Al
proceder de esta manera, la Teología de la Liberación se vuelve
una teología de la praxis.
b) Una relación práctica con la praxis a medida en que el teólogo
mismo se ubica en medio a una práctica de luchas de la comuni-
dad y se compromete con ésta. Su teología será una teología en la
práctica, es decir, hecha desde la práctica.
c) Por último, la relación entre teoría y práctica en la Teología de la
Liberación se evidencia en el hecho de la teología de ser una teo-
logía para la práctica. Es decir, ésta se propone ofrecer subsidios
a los que están involucrados al frente de las luchas liberadoras.7
Desde esta perspectiva la teología de la liberación encuentra su
campo de trabajo en la pastoral, apoyada por los lineamientos y estrategias
elaboradas por la Teología Práctica. Es así como la pastoral se puede cons-
tituir en el actuar coherente y transformador de la iglesia en el mundo.8
La teología de la liberación hizo su entrada formal en las décadas
de los 1960-1970, por las necesidades que vivía el pueblo latinoamerica-
no en esos días. Asimismo, su nombre se le atribuye a Gustavo Gutié-
rrez, por su libro titulado Teología de la liberación, escrito en el año 1972.
Muchas personas teólogas aseveran que esta teología surge a raíz de las
necesidades pastorales que pasaban los pueblos vulnerables de ese en-
tonces. Aunque en un primer momento la iglesia católica hizo aportes
fundamentales a la teología de la liberación, posteriormente también
aparecieron aportes significativos de la iglesia protestante en América
Latina y a nivel internacional.9
7 Hoch, 40.
8 Hoch, 41.
9 Angel Eduardo Román-López Dollinger, El quehacer teológico latinoamericano (San
José, Costa Rica: Apuntes del curso CTX106, UBL, 2018), 61.
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Teología Práctica y Teología Latinoamericana de la Liberación
Contribución de personas teólogas a la teología
latinoamericana de la liberación
Las reflexiones sociopolíticas de algunas personas teólogas con-
tribuyeron a definir ese compromiso de demostrar la relevancia de la
reflexión teológica crítica para la liberación de los pueblos:
• Gustavo Gutiérrez: Planteó un desafío: “Entre nosotros la gran pre-
gunta pastoral –y en consecuencia también teológica– es ¿cómo de-
cirle al pobre, a quien se le impone condiciones de vida que expresan
la negación del amor, que Dios lo ama? Esto equivale a preguntarse,
¿cómo encontrar un lenguaje sobre Dios en medio del dolor y la
opresión en que viven los pobres de América latina?.10
• Hugo Assmann: Puso énfasis en la historia de la teología: “El mérito
mayor de la Teología de la Liberación quizá esté en su insistencia en
el punto de partida histórico de su reflexión: la situación de Améri-
ca (Latina) dominada”.11
• Clodovis y Leonardo Boff: Se concentraron en lo espiritual: “En el
fundamento de la teología de la liberación se encuentra una místi-
ca: el encuentro con el Señor en el pobre, que hoy es toda una clase
de marginados y explotados de nuestra sociedad. (…) El que no se
dé cuenta de esta realidad escandalosa no puede entender el discur-
so de la teología de la liberación”.12
• Juan Luis Segundo: Tuvo un enfoque humanizado: “Ni el mensaje
cristiano, ni la vida de la iglesia tiene sentido para otra finalidad que
no sea la de llevar a la historia, a una sociedad, a condiciones de vida
que sean cada vez más humanas”.13
• Victorio Araya: Piensa que todo parte de la fe profética que encuentra
su lugar histórico en la realidad social. “Una fe que no asuma lo re-
al-histórico deja de tener sentido. La fe cristiana encuentra su dimen-
sión auténtica y su fuerza profética en la medida de su historicidad”.14
10 Citado en Román-López Dollinger, 62.
11 Citado en Román-López Dollinger, 62.
12 Citados en Román-López Dollinger, 62.
13 Citado en Román-López Dollinger, 62.
14 Citado en Román-López Dollinger, 62.
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Eva Luzmila Murdock Ramírez
• José Miguez Bonino: Piensa que su reflexión proviene de las expe-
riencias cristianas latinoamericanas. “…la teología Latinoamericana
de la liberación comienza a emerger (¿cómo toda teología?) a poste-
riori como una reflexión sobre los hechos y las experiencias que ya
han evocado una respuesta de parte de los cristianos”.15
Todos estos aportes nos muestran que la teología de la liberación
surge como respuesta a los intereses y necesidades que pasaban los pueblos
de América latina. Se puede observar que esta teología centró sus ideas y
reflexiones en la persona pobre de la región, así como en los movimientos
sociales, los conflictos, las preocupaciones culturales, socioeconómicas,
las situaciones de subsistencia de las grandes mayorías. Todo ello motivó
a la iglesia a centrar su accionar, su teología, su pastoral en estos grupos
vulnerables y oprimidos, lo cual generó que asumiera una postura política
que criticaba las estructuras que generaban la pobreza.
El tema de liberación se posicionó en Latinoamérica con tanta fuer-
za, que logró que muchas personas cristianas creáramos una reflexión crí-
tica de la teología en la historia latinoamericana. Unido a esta crítica, se
integró en método teológico que, a partir de la realidad, permitía crear
una reflexión que tomaba en cuenta los criterios presentes en las realida-
des de nuestros pueblos: situaciones sociales y culturales muy diversas y
complejas, estructuras socioéconómicas injustas, imposición histórica del
cristianismo, etc. Sobre esta nueva forma de vivir la fe cristiana, Gustavo
Gutiérrez señala: ”La teología como reflexión crítica de la praxis histórica
es así una teología liberadora, una teología de la transformación liberadora
de la historia de la humanidad y, por ende, también, de la porción de ella
–reunida en ecclesia– que confiesa abiertamente a Cristo.16
Aporte católico y protestante a la teología latinoamericana de
la liberación
Durante la década de los años 1950s, 1960s y 1970s, la iglesia cató-
lica tuvo reuniones importantes con planteamientos teológicos y pasto-
rales con el fin de apoyar a las personas que ejercían liderazgo cristiano
en sus procesos de acompañamiento a grupos de personas que vivían en
15 Citado en Román-López Dollinger, 63.
16 Citado en Román-López Dollinger, 64.
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Huella Teológica — Vol. 2, No. 1, pp. 87-98 — Enero/Junio 2020
Teología Práctica y Teología Latinoamericana de la Liberación
condiciones de vulnerabilidad e injusticia. A través de diferentes reunio-
nes y encuentros oficiales, la iglesia católica definió directrices claras y
precisas que guiaban esa praxis pastoral de liberación, la cual era el re-
sultado de las reflexiones teológicas y de las actividades pastorales de un
mundo moderno. Entre esas reuniones oficiales se pueden mencionar
las siguientes:
• El Concilio Vaticano II, en Roma (1962): Impulsó la actualización de
la iglesia, para que la misma se reconciliara con la humanidad. El
papa Juan XXIII fue unos de los propulsores de este concilio.17
• II Conferencia de CELAM-Medellín, Colombia (1968): Se considera
que aquí nace la teología de la liberación en Latinoamérica, debido
a su mensaje, el cual planteaba que los problemas socioeconómicos,
pastorales que existía en América Latina se debían solucionar con
la liberación de los pueblos. El impacto de esta conferencia fue muy
grande, pues se abordaron temas muy delicados, como los de injus-
ticia, miseria, abandono, discriminación. El mensaje de Medellín
fue bien recibido por muchos grupos cristianos, quienes tomaron
esa opción de abogar por las personas pobres.18
• III Conferencia del CELAM-Puebla, México (1979): Su tema princi-
pal fue la evangelización en el presente y futuro de América Latina.
Aquí se asumió la opción preferencial por los pobres y los jóvenes de
Latinoamérica. La motivación fue el proyecto de Jesús, el cual llama
a la iglesia a ir a los más necesitados y excluidos. Hacer que los niños
y jóvenes tuvieran otra oportunidad, otra realidad, la realidad que
ofrece el mensaje social del evangelio. La iglesia logró asumir un
papel profético, al comprometer a luchar por la justicia, la paz, los
derechos humanos.19
Desde la iglesia protestante también hubieron aportes muy signi-
ficativos, los cuales de alguna forma se fueron integrando para promo-
ver una forma de teología que representaba los intereses de la población
vulnerable. En ese sentido, se puede decir que también sirvió de base
para lo que sería la teología de la liberación. Estos aportes se hicieron vi-
17 Román-López Dollinger, 65s.
18 Román-López Dollinger, 66–68.
19 Román-López Dollinger, 68s.
95
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Eva Luzmila Murdock Ramírez
sibles en diversas reuniones y encuentros oficiales, a nivel internacional,
de la iglesia protestante. Entre esas reuniones y encuentros, se pueden
mencionar los siguientes:
• II Asamblea del Consejo Mundial de Iglesias (CMI), en Evanston Illi-
nois (1954): El tema fue Cristo, la esperanza del mundo. Aquí se trato
el tema de cómo la iglesia debería hacer frente a la situación social
que se vivía en el mundo, cómo debería responder frente a los pro-
blemas difíciles que tenia la sociedad y verlo desde una perspectiva
donde la iglesia tuviera un rol totalmente a favor de las personas más
necesitados y exigiendo que se respetara su la dignidad humana.20
• CELA II: Segunda Conferencia Evangélica de Latinoamérica, en
Lima Perú (1961): Aquí la iglesia protestante adquirió un compro-
miso teológico y pastoral a favor de los pobres de América Latina.
Temas como injusticia social, reforma agraria, imperialismo econó-
mico y los pueblos indígenas fueron los que se trataron. Proponían
cambios estructurales en los sectores económicos y políticos acom-
pañando las ideas de superación y desarrollo de los pueblos.21
• Conferencia Mundial del CMI – Ginebra, Suiza (1966): Su principal
tema fue la discriminación racial mundial. Su objetivo era superar
el racismo, el odio y la indiferencia que existe entre los pueblos. Esta
conferencia propuso un alto a la discriminación, pues todos somos
hijos e hijas de Dios y hermanos y hermanas en Cristo. Asimismo,
se propuso que el problema racial se tratara y trabajar en y desde la
iglesia, para que un mensaje más humano se trasmitiera a las co-
munidades de fe y así expandirlo hacia afuera. Una herramienta al
proceso de liberación fue el dialogo, la educación, como los mejores
mecanismo para lograr construir un mundo más justo y humano.22
• ISAL II- Chile (1966) e ISAL III, Uruguay (1967): En estas dos reu-
niones se habla de la transformación del “pobre”. Se propone que la
iglesia se comprometa con las personas que padece pobreza. Para
ello, según estas conferencias, es necesario generar cambios socia-
les, donde el motor de ese proceso de transformación es Dios. Y la
20 Román-López Dollinger, 70s.
21 Román-López Dollinger, 71s.
22 Román-López Dollinger, 72s.
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Teología Práctica y Teología Latinoamericana de la Liberación
iglesia debe permitir que Dios se manifieste a través de la praxis de
liberación, para cambiar su manera de verse e ir hacia ese cambio en
las estructuras sociales,.23
Desafíos de la teología practica como teología de la
liberación en Latinoamérica
La teología práctica busca involucrarse en las situaciones coti-
dianas del ser humano. Su intención es reflexionar sobre la manera de
cómo hacemos iglesia. Durante su historia, esta disciplina se ha ido
transformando, hasta llegar a lo que actualmente es, una disciplina
que ilumina la práctica pastoral del cristianismo. En otras palabras, el
desafío actual de la teología práctica como praxis de liberación es lo-
grar vincular el conocimiento teológico (teórico) con práctica (acción)
cristiana que hacemos desde nuestras comunidades. La teología prac-
tica y la teología de la liberación se relacionan entre sí, se complemen-
tan una a la otra, una necesita de la otra, no se pueden separar. Desde
el accionar dentro de la iglesia, se pueden implementar modelos de
trabajo diferentes, métodos diferentes, los cuales se construyen gracias
a la teología práctica, pero también con el apoyo de nuestro testimonio
liberador, de nuestras decisiones sobre cómo podemos hacer iglesia y
cómo podemos caminar junto a nuestro prójimo para transformar la
realidad de injusticia en algo más humano.
En síntesis la teología latinoamericana está llena de acciones
pastorales de compromiso social, las cuales se vinculan no solo con la
teología de la liberación, sino también con la teología práctica, porque
lo que buscan es el bienestar y la liberación de los pueblos. La iglesia y
la formación teológica deben involucrarse con la realidad de las comu-
nidades de América Latina, vivir conjuntamente con ellas sus necesi-
dades y así constituirse en esa voz profética de salvación y liberación.
Debemos adecuarnos a los cambios de la sociedad, estar siempre aten-
tos y atentas a reaccionar en beneficio de los sujetos más vulnerables y
excluidos de la sociedad.
23 Román-López Dollinger, 74s.
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Eva Luzmila Murdock Ramírez
Conclusión
La teología práctica tiene su función en la reflexión teológica so-
bre las prácticas y experiencias vividas en un plano individual o comuni-
tario de las personas cristianas, todo ello a la luz de la fe, del compromi-
so social con la realidad histórica y en solidaridad con las personas más
débiles. En este sentido, la teología es un instrumento para promover la
liberación de los pueblos.
La teología latinoamericana de la liberación nace del aporte pas-
toral de la iglesia católica y protestante de América Latina. Esta teología
tiene al sujeto “pobre como la parte central de su reflexión y de su ac-
ción pastoral. Por eso, le acompaña en su historia social y le ofrece un
Evangelio que promueve vida en abundancia. Esta teología se asocia con
las ciencias sociales para poder realizar su tarea de proveer a la iglesia y
a los grupos cristianos, los instrumentos necesarios para luchar contra
toda forma de injusticia, maltrato, discriminación y opresión económi-
ca-social. Esta teología sabe que la iglesia debe estar en constante pre-
paración para cumplir su praxis de liberación, de forma comprometida
y totalmente participativa.
Bibliografía
Hoch, Lothar Carlos. “El lugar de la Teología Práctica como disciplina teológi-
ca”. En Teología Práctica en el contexto de América Latina, editado
por Christoph Schneider-Harpprecht y Roberto E Zwetsch, 30–44.
Quito, Ecuador: CLAI, 2011.
Román-López Dollinger, Angel Eduardo. El quehacer teológico latinoamerica-
no. San José, Costa Rica: Apuntes del curso CTX106, UBL, 2018.
“Teología práctica”. En Wikipedia, la enciclopedia libre, el 13 de febrero de 2020.
https://es.wikipedia.org/w/index.php?title=Teolog%C3%ADa_pr%-
C3%A1ctica&oldid=123523523.
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Huella Teológica — Vol. 2, No. 1, pp. 87-98 — Enero/Junio 2020
Revista Estudiantil Huella Teológica
Huella Teológica — Vol. 2, No. 1, pp. 99-107 — Enero/Junio 2020
http://www.redesla.org/revhuella/
Teología práctica y praxis eclesial
Practical theology and ecclesial praxis
José Midi Ariel Guzmán*
[email protected]
Aprobación del artículo: 12 de mayo 2020
Recepción del artículo: 15 de abril 2020
* Panameño. Estudiante de Bachillerato en Ciencias Bíblicas en la Universidad Bíblica Latinoa-
mericana (UBL). Tiene una licenciatura en Humanidades con especialidad en inglés por la
Universidad de Panamá. Es miembro de la Iglesia Metodista en el Caribe y Las Américas en el
distrito de Panamá-Costa Rica.
José Midi Ariel Guzmán
Teología práctica y praxis eclesial
Resumen
El presente análisis es producto de una compilación de lectura sobre la teolo-
gía práctica y praxis eclesial. Estas lecturas se analizaron y discutieron colec-
tivamente en el curso CTX106 El quehacer teológico de la Universidad Bíblica
Latinoamericana. El objetivo de este artículo es presentar y analizar, de forma
muy general, algunos conceptos y características básicas de la teología práctica
como disciplina teológica y de la praxis eclesial como la acción cristiana. Cono-
cer estos aspectos teóricos es muy importante para las personas que estudian
teología, pues les permite identificar la importancia práctica de la teología en
el contexto latinoamericano.
Palabras clave: teología práctica, cristianismo, praxis eclesial, conocimiento
teológico, campo teológico.
Practical theology and ecclesial praxis
Summary
This analysis is the product of a compilation of readings on practical theology
and ecclesial praxis. These readings were collectively analyzed and discussed in
course CTX106 El quehacer teológico of the Latin American Biblical University.
The objective of this article is to present and analyze, in a very general way,
some basic concepts and characteristics of practical theology as a theological
discipline and of ecclesial praxis as Christian action. Knowing these theoretical
aspects is very important for people studying theology, since it allows them to
identify the practical importance of theology in the Latin American context.
Keywords: practical theology, Christianity, ecclesial practice, theological
knowledge, theological place.
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Huella Teológica — Vol. 2, No. 1, pp. 99-107 — Enero/Junio 2020
José Midi Ariel Guzmán
Teología práctica y praxis eclesial
Introducción
La teología practica y la praxis eclesial se comprenden como mo-
vimientos sociales con el interés de apoyar a la comunidad, ya sea en
asuntos políticos, culturales, educativos y cristianos. El análisis de este
tema nos ayudará a descubrir, localizar y comprender la importancia y
la influencia de los movimientos cristianos comprometidos profunda-
mente con una práctica teológica en beneficio de la sociedad latinoa-
mericana.
En este documento se analizan algunas lecturas proporcionadas
en el curso El quehacer teológico, para lo cual se abordan los siguientes
puntos: teología práctica y acción pastoral, su relación con la evangeli-
zación, disciplina teológica, dificultades de su definición, teología de
la liberación, el desarrollo de la teología Europea y su influencia en la
actualidad.
Los puntos antes mencionados serán explicados teóricamente
desde la perspectiva de algunas personas que han investigado el tema
de la teología práctica y la praxis eclesial. Estas lectura y su respectivo
análisis han sido importantes para la formación teológica de personas
cristianas y personas con liderazgo religioso.
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Huella Teológica — Vol. 2, No. 1, pp. 99-107 — Enero/Junio 2020
Teología práctica y praxis eclesial
Teología práctica y praxis eclesial en América Latina
La teología práctica, entendida como praxis eclesial, surgió en
América Latina en medio de una crisis del quehacer teológico, ya que
en esas décadas, entre 1960s y 1970s, habían muchos problemas sociales
y las personas teólogas estaban enfocadas más en la parte académica o
teórica de la teología. Es decir, la teología servía más a la iglesia como
a la iglesia como institución, que a las necesidades de la población lati-
noamericana. Había un descuido de la iglesia en los problemas sociales
y políticos.
Sin embargo, la situación cambiaría con la formación de la teo-
logía de la liberación y la iglesia comenzaría a dirigir sus acciones
hacia una teológica práctica comprometida con la gente de América
Latina.
Considero que en la actualidad la teología práctica sigue en crisis,
ya que algunas personas en el campo teológico se han preocupado más
en la preparación académica personal que en los problemas o necesi-
dades de las personas vulnerables. Es decir, muchas personas teólogas
hace teología teórica.
Es importante comprender que aún existen necesidades sociales
en Latinoamérica que la teología práctica y las acciones deben abordar,
por lo tanto, el tema sigue siendo de interés para aquellas personas teó-
logas o personas cristianas preocupadas por la realidad social y que bus-
can un conocimiento teológico que responda a las necesidades políticas,
sociales, educativas y religiosas de la población.
Además, esta población debe convertirse en el sujeto de la teo-
logía, pues es quien le da fundamento a la práctica eclesial (Floristán
1993).
En relación a la teología práctica como disciplina académica se
puede decir lo siguiente: “La teología práctica y pastoral se ocupa de la
reflexión teológica y el análisis de la acción de la Iglesia, comprendiendo
la práctica de las comunidades eclesiales y de las personas que practican
la fe cristiana” (Theological Latinoamericana 2016).
De aquí se puede deducir que tanto la teología practica como la
praxis eclesial son trabajos en conjunto de los personas con liderazgo
eclesial, así como de cualquier persona cristiana que promueve acciones
sociales en beneficio de las personas necesitadas.
101
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José Midi Ariel Guzmán
Teología práctica y acción pastoral
La teología practica y acción pastoral son básicamente reflexiones
y experiencias que se complementan, una desde el plano teórico (teolo-
gía práctica) y la otra desde el plano práctico (acción pastoral).
Por eso, la teología práctica tiene la función de reflexionar teórica-
mente sobre la forma en que la acción pastoral de la iglesia se compro-
mete con los intereses genuinos de los pueblos latinoamericanos, quie-
nes sufren en diferentes aspectos bajo el poder y dominio de la política
de las naciones exteriores.
Sobre esta base, la teología práctica debe comprenderse como una
forma de hacer que abarca las siguientes reflexiones:
• Reflexión teológica de la práctica cristiana. Es el análisis teórico en
cuanto a la acción pastoral y práctica social de la Iglesia que debe
ser realizada en y para la comunidad, además, debe responder a
su entorno. La reflexión basada en este campo de práctica ha de
tomar en cuenta con seriedad las herramientas facilitadas por los
conocimientos académicos, con el fin de mejorar la comprensión,
profundización, descubrimientos y para presentar las argumen-
taciones teológicas de la práctica pastoral de la iglesia de forma
sistematizada.
• Reflexión teológica de la acción pastoral. Es una estrategia orga-
nizada y lógica para que la iglesia cumpla su función social en la
realidad. Estas estrategias garantizan el que el modelo de trabajo
o el proyecto de intervención sea eficiente. Este tipo de reflexión
abarca las diferentes áreas de la disciplina, entre las cuales es im-
portante mencionar: evangelización, educación, servicio entre
otros. La acción pastoral como reflexión teológica se ha de com-
prender como análisis en cuanto al nivel practica humana en la
sociedad humana.
• Reflexión histórica. La teología practica y la acción pastoral se con-
cretizan en la historia. Por lo tanto, es indispensable que conozca
con claridad y detalle el entorno, las características de la comunidad
a la que acompaña, sus expresiones culturales actuales, su estilo de
vida, sus cosmovisiones, sus tradiciones eclesiales. Todos estos fac-
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Teología práctica y praxis eclesial
tores ayudarán a que las personas agentes de pastoral puedan re-
flexionar teológicamente sobre las estrategias que emplearán en su
acción pastoral.
La importancia de estas tres formas de reflexión teológica es que
siempre están dinámicamente unidas y por ello permiten un análisis
teológico que responde a la realidad social de las personas. En ese senti-
do, Román-López Dollinger plantea lo siguiente:
Cuando se reflexiona teológicamente sobre experiencias o proyectos
cristianos es común encontrarse con dos términos estrechamente
vinculados entre sí: teología práctica y acción pastoral. Además de
su vinculación, la importancia de estos términos radica en que ellos
permiten tener un referente para delimitar el análisis o la reflexión
teológica (2018, 12).
Por lo tanto no debemos dividir estos dos términos en la ciencia
de la teología, ya que ellos contienen relaciones fundamentales, las cua-
les explican y guían la acción de las personas cristianas en el mundo.
La teología practica en relación con la evangelización
La evangelización es y ha sido uno de los proyectos eclesiales más
fuerte de nuestros países de América Latina. Por esa razón, la teología
práctica, además de preparar a líderes eclesiales en el acompañamiento
de personas, también sirvió para la evangelización de personas y para
justificar la presencia del cristianismo en la región.
La idea detrás de la formación de los líderes cristianos que evan-
gelizaron América Latina, fue llevar el Evangelio y la obra de Jesucristo a
las personas más vulnerables aquí en la tierra. Por eso, la teología trató
siempre de presentar a Jesús como la persona principal de sus reflexio-
nes. Y la evangelización se apoyo en esas imágenes de Jesús, para llegar
a un pueblo que por sus sufrimientos se identificaba con un Jesucristo
sufriente.
La teología practica también tiene que ver con la cultura de las
naciones de Latinoamérica, pero, ¿cómo sería posible llevar a cabo la
acción eclesial sin conocer las culturas de estos países? Es aquí donde la
teología práctica nos ilumina y nos debe enseñar que la evangelización
debe ser lo que Ángel Salvatierra llamó el “hilo conductor de la práctica
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José Midi Ariel Guzmán
eclesial” (1993), pero no solamente para anunciar la buena nueva, sino
más bien para descubrir y experimentar situaciones diaria de opresión
y exclusión que viven las personas y para solidarizarse en sus luchas por
sobrevivir en un mundo adverso.
Teología práctica como disciplina teológica
Como disciplina teológica, la teología práctica es sumamente im-
portante en el quehacer teológico latinoamericano. Esta disciplina es la
base para realizar la acción social de la iglesia de forma profesional. Por
eso es importante conocerla un poco más a fondo.
El origen de la teología práctica como disciplina universitaria nace
en la universidad católica de Austria en 1774, con el propósito de pro-
fesionalizar a los pastores y sacerdotes de la iglesia. Su objetivo fue dar
herramientas teóricas y prácticas para que los pastores hicieran su tra-
bajo más eficientemente. Sin embargo, al respecto Lothar Carlos Hoch
afirma que:
Desde su cuna la Teología Práctica es una disciplina controvertida. Su
nacimiento como disciplina teológica con apéndice en las facultades
de Teología sucedió más por un acto de negligencia, casi por un des-
cuido, que propiamente como fruto de un anhelo consensual de sus
genitores (2011a, 34).
Esto indica que no fue una tarea fácil para que la teología práctica
lograra consolidarse en la academia y que fuera reconocida por la iglesia.
Sin embargo, esta disciplina tuvo un evolución y fue tomando cada vez
más vitalidad, pues durante su historia se fue adaptado a los contextos
eclesiales y a las diferentes corrientes de pensamiento teológico que le
ha tocado vivir. Pero, el mayor desafío de la teología práctica es lograr
construir su propia identidad como disciplina.
Este aspecto genera otro problema: marcar claramente la dife-
rencia de la teología práctica con respecto a las otras disciplinas de la
teología.
Sobre ese aspecto, es importante destacar lo que escribe Ro-
mán-López Dollinger, quien plantea que “la teología práctica surgió con
el nombre de teología pastoral en el contexto católico y en medio de una
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Teología práctica y praxis eclesial
fuerte crisis política entre Iglesia y Estado” (2018, 14). Posteriormente
cambio su nombre a teología práctica, lo cual le dio una dimensión dife-
rente, pues se enfocó en la práctica de la iglesia.
Dificultades para definir la teología práctica
Como ya se indicó antes, la teología práctica se ha enfrentado a
la dificultad de encontrar su propia identidad. Junto a eso, existe la di-
ficultad histórica de poder definirla de forma clara y precisa. Muchas
personas teólogas han intentado dar una definición de teología práctica,
pero esas definiciones siempre se han quedado cortas. Las razones por
las que es difícil definirla pueden ser los siguientes:
1) Los cambios constantes de los significados teológicos. 2) Las nuevas
categorías y conceptos teóricos del discurso científico. 3) Los nuevos
desafíos eclesiales, sociales y religiosos del mundo. 4) La constante
secularización de la sociedad (Román-López Dollinger 2018, 14).
Por esa razón, definir la teología práctica es una tarea muy compli-
cada, la cual requiere constantes redefiniciones.
Parece que el problema para definir la teología práctica se encuen-
tra en que las definiciones que se han hecho, muchas veces se hacen de
áreas específicas de esta disciplina y, al quedar aisladas, no se tiene un
definición completa de la misma.
Una definición que parece rescatar su valor, riqueza e importancia
histórica es la que resume Román-López Dollinger, sobre la base de la
propuesta de Dietrich Rössler: “La teología práctica es la combinación
de los principios de la tradición-trasmisión cristiana con los saberes que
provee la experiencia científica (teórica) actual” (2018, 14).
La preocupación sobre la definición e identidad de la teología
práctica es un problema que también se presenta fuertemente en Lati-
noamérica.
Me parece que la nueva generación de personas teólogas “debe-
mos hacer una limpieza de nuestra casa, tener claridad acerca de los
estatutos que rigen la teología práctica como disciplina teológica, acerca
de su objeto de estudio específico y definir las sub-disciplinas en las que
se divide” (Hoch 2011b, 79). Ese es nuestro desafío.
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José Midi Ariel Guzmán
Teología de la liberación como teología práctica
Otra elemento de la teología práctica que genera dificultades en
Latinoamérica es su vinculación con la teología de la liberación. El pro-
blema parece que está en que la teología de la liberación se centra en la
práctica y parece que por eso, la teología práctica ya no tiene una fun-
ción específica.
Yo creo que la historia de la teología de la liberación es importan-
te y en ella encontramos la influencia que ha tenido en el pensamiento
teológico local, pero la teología práctica sigue siendo una disciplina es-
pecífica que debe ser definida y explicada a partir de su identidad lati-
noamericana.
La teología de la liberación es eminentemente práctica, sin em-
bargo, la teología práctica no es necesariamente solo práctica, sino más
bien es un elemento académico que ilumina la práctica.
Esa confusión se puede sentir cuando Casiano Floristán plantea:
“en definitiva, la teología de la liberación es teología práctica por su pun-
to de partida: percepción y análisis de la realidad miserable, producto
de las situaciones y estructuras económicas, sociales y políticas injustas
que producen indignación ético religioso” (1993). Sin embargo, aunque
la teología práctica esté vinculada con la teología de la liberación, creo
que tienen funciones diferentes.
Conclusión
La teología practica y praxis eclesial están estrechamente vincula-
das, pues mientras la segunda se refiere a la acción cristiana, la primera
se refiere al estudio y análisis de esa acción. Es decir, la teología práctica
ofrece instrumentos y lineamientos académicos, para que la praxis ecle-
sial sea eficiente y que responda a las necesidades sociales y religiosas
de las personas, especialmente, de aquellas que están en situación de
vulnerabilidad.
Las lecturas que revisamos sobre la teología práctica, nos han ayu-
dado a comprender que esta disciplina está en constante cambio y que
siempre se ha estado en búsqueda de su identidad, tanto en el contexto
europeo, como en el latinoamericano. El desafío de quienes estudiamos
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Teología práctica y praxis eclesial
teología es lograr construir una teología práctica que ilumine la praxis
eclesial, pero que también se preocupe por acompañar las luchas de las
personas y los procesos de cambio social. Entonces, construir la identi-
dad de la teología práctica en Latinoamérica no es solo responsabilidad
de las iglesias y universidades, sino de toda la comunidad cristiana.
Finalmente, la teología práctica debe ser reconocida, como lo es la
teología de la liberación, especialmente por su compromiso en favor de
las personas empobrecidas de Latinoamérica y del mundo.
Bibliografía
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2a ed. Salamanca: Ediciones Sígueme.
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editado por Christoph Schneider-Harpprecht y Roberto E Zwetsch,
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Salvatierra, Angel. 1993. “Presupuesto teológicos-pastorales y espirituales de la
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Huella Teológica — Vol. 2, No. 1, pp. 99-107 — Enero/Junio 2020
H u e l l a T e o ló g i c a
Revista estudiantil — Vol. 2., No. 1 — Enero/Junio 2020
Huella Teológica
Es una revista para estudiantes de teología que quieren iniciarse el
la producción de textos académicos. Los artículos de este número
son producto del curso El quehacer teológico del año 2020.
Las producciones escritas la Revista Huella Teológica tienen el
principal propósito de contribuir a la formación continua de agentes
pastorales, activistas, profesionales y creyentes con un profundo
compromiso cristiano liberador.
Construyendo conocimiento colectivo
Trabajos del curso CTX 106 El quehacer teológico — UBL — San José, Costa Rica