HDP.
indd 1 1/11/16 10:51 AM
HDP.indd 2 1/11/16 10:51 AM
Hacerse de palabras
Antología personal
(1976–2015)
HDP.indd 3 1/11/16 10:51 AM
SUMMA DE DÍAS reconoce y celebra la trayectoria de autores nacidos o radicados
en el Estado de México, a través de antologías personales cuya versión impresa
se complementa con el testimonio de la voz viva, de tal modo que los lectores
puedan acercarse, además, a los ritmos y registros vocales de cada uno de estos
autores representativos de la actual literatura mexiquense.
Leer para lograr en grande
COLECCIÓN LETRAS
Summa de días
HDP.indd 4 1/11/16 10:51 AM
alfonso sánchez arteche
Hacerse de palabras
Antología personal
(1976–2015)
Prólogo
Oscar González
HDP.indd 5 1/11/16 10:51 AM
Eruviel Ávila Villegas
Gobernador Constitucional
Simón Iván Villar Martínez
Secretario de Educación
Consejo Editorial: José Sergio Manzur Quiroga, Simón Iván Villar Martínez,
Joaquín Castillo Torres, Eduardo Gasca Pliego,
Raúl Vargas Herrera
Comité Técnico: Alfonso Sánchez Arteche, Félix Suárez,
Marco Aurelio Chávez Maya
Secretario Técnico: Ismael Ordóñez Mancilla
Hacerse de palabras
© Primera edición. Secretaría de Educación del Gobierno del Estado de México. 2015
DR © Gobierno del Estado de México
Palacio del Poder Ejecutivo
Lerdo poniente núm. 300,
colonia Centro, C.P. 50000,
Toluca de Lerdo, Estado de México.
© Alfonso Sánchez Arteche
ISBN: 978-607-495-460-9
© Consejo Editorial de la Administración Pública Estatal
www.edomex.gob.mx/consejoeditorial
Número de autorización del Consejo Editorial de la Administración Pública Estatal
CE: 205/01/80/15
Impreso en México
Queda prohibida la reproducción total o parcial de esta obra, por cualquier medio
o procedimiento, sin la autorización previa del Gobierno del Estado de México,
a través del Consejo Editorial de la Administración Pública Estatal.
HDP.indd 6 1/11/16 10:51 AM
P RÓ LO G O
Para reconocer y distinguir lo característico de la poesía y la
prosa de Alfonso Sánchez Arteche (ASA), prosa de poeta como
bien lo atestigua su reciente y magnífico Génesis apócrifo,* vale
la pena recordar lo que se ha descrito ya acerca de su obra en
una enciclopedia electrónica:**
La poesía de Alfonso Sánchez Arteche se caracteriza por
recuperar el legado histórico de sus predecesores. El trabajo
de los modernistas y de los movimientos de vanguardia,
en especial los contemporáneos dentro de la poesía y la
generación de medio siglo dentro de su narrativa, influyó
notablemente en su trabajo, en cuanto al tratamiento temático.
En sus narraciones cortas, con el vuelo de la imaginación,
retoma el tono de ciertos relatos fantásticos y/o mitológicos con
una alta dosis de humor corrosivo, abordando temáticas muy
diversas donde lo mismo aparecen un líder sindical que algunos
personajes de la literatura hispánica hablando sobre futbol.
En cuanto a sus ensayos, estos se han orientado básicamente
a analizar la aportación de escritores como sor Juana y Josué
Mirlo o de personajes representativos del Estado de México
como Isidro Fabela o Andrés Molina Enríquez, así como de la
historia, la geografía y la naturaleza de dicha región.
* Publicado por el Gobierno del Estado de México, 3a ed., 2015.
** Véase https://es.wikipedia.org/wiki/Alfonso_Sánchez_Arteche
HDP.indd 7 1/11/16 10:51 AM
En cuanto a la elección del título “En obra negra”
(sustituido más tarde por Hacerse de palabras, en un principio
a ASA parece haberle ocurrido algo similar a lo que aconteció
a Marguerite Yourcenar.
Cuando en 1958, ya con un centenar de páginas escritas, la
autora buscaba algo apropiado pero no hallaba nada que pudiera
satisfacerla. Recordó entonces la fórmula L´oeuvre au noir, que
había utilizado antes en un estudio sobre Thomas Mann, y decidió
adoptarla. Esta fórmula designa, en los tratados sobre alquimia,
la fase de separación y de disolución de la sustancia, que era, al
decir de sus practicantes, la parte más delicada y difícil de la gran
obra. No se sabe a ciencia cierta si esta fórmula se aplicaba sobre
la misma materia o si se refería a las pruebas que debe superar
el espíritu que busca liberarse y trascender. Se supone que se
trataría de ambas cosas, usadas de un modo alternativo.
Cada autor a su modo, pero seguramente todos o casi
todos, pasan por la prueba del ácido al reunir, seleccionar y
articular materiales para publicación, más aún cuando se trata
de hacer una antología propia. Decidir sobre el material elegido,
las partes y el título obliga a la autorreflexión y la autocrítica, en
donde aguardan la indulgencia o la complacencia tanto como el
redescubrimiento y la plenitud del acierto.
Al conocer el manuscrito antológico de ASA, de 228
páginas, bajo el título En obra negra (poemas 1969-2011), pensé
desde luego en lo que primero designa esa alocución: obra en
proceso, cimientos, columnas, estructura, trabajo en tránsito
para realizar un proyecto. Y recordé el título de la Yourcenar,
Opus nigrum. No sería la primera vez que se dan reales y
genuinas coincidencias. Pero más adelante, al ir leyendo, me
encontré con una de las partes que aludía a ese mismo proceso
de elaborar o construir algo, sólo que de una manera puntual
HDP.indd 8 1/11/16 10:51 AM
y significativa: Hacerse de palabras, que a su vez ASA ya había
publicado, se lo hice notar y él decidió reemplazar el título.
No sólo se hace de palabras quien discute o disputa algo con
vehemencia, sino quien al hablar o escribir se inventa, se crea
y se recrea.
El ejercicio de las letras no es, o no debiera ser, una
profesión. ¿Un hábito?, sí, ¿una costumbre?, ¿una necesidad? Hay
quienes exaltan la “necesidad” de expresión como una compulsión
del espíritu, como una búsqueda constante de palabras, de
lenguaje. En ese sentido, tal vez podría decirse que el trato con
las letras hace la profesión de un literato. Pero no hablamos de
un lingüista, de un profesor o un investigador literario; sino de
un creador, de un artista. Y de éste sólo en un sentido amplio,
por extensión, puede decirse que es un artista profesional.
No es tampoco un comunicador, un periodista, un locutor, alguien
que trabaja con el lenguaje como su campo de acción. ¿Es el arte
una profesión? El que hace arte con la palabra, el que hace de la
palabra la materia propia de su arte, es al que podemos llamar
artista, aunque no necesariamente “escritor”. Obvio, el escritor
escribe, hace de la escritura más que una profesión un oficio;
antes se le llamaba “escribano”. Y aunque suele identificarse
al escritor con el artista, abarca un ámbito distinto, es un
“intelectual”. El intelectual usa la palabra como su instrumento
de comunicación, pero su intención no es hacer arte con ella.
Hablamos en nuestro tiempo de literatura, de literatos. Poetas,
novelistas, narradores, cuentistas, ensayistas, son quienes hacen
o intentan hacer arte con la palabra. Su materia de trabajo es el
lenguaje y su intención, en el sentido husserliano, es dirigir su
voluntad y su esfuerzo, su acción hacia un fin propio, deseado.
Aquí es donde entra en juego el arte y el artificio, esa singular
combinación en la que el conocimiento, la destreza y sobre todo
HDP.indd 9 1/11/16 10:51 AM
la imaginación, hacen la diferencia. La sensibilidad del artista
de la palabra es la que le permite alcanzar con mayor o menor
fortuna esa región en la que el lenguaje habla con el habla misma
(Heidegger).
La profesión o el oficio del poeta, del literato, puede
ser cualquiera. Dante fue una combinación de político y cura;
Shakespeare fue un teatrero, actor y dramaturgo; Cervantes un
funcionario y tinterillo, recaudador de rentas; Boccaccio, un agente
financiero; Rabelais, un carnicero y médico; Chaucer, un paje y
escudero; Goethe, un científico; Hölderlin, un filósofo enloquecido;
Sor Juana, una monja cortesana; Rimbaud, un adolescente vago y
traficante de armas y esclavos. Y así, puede alargarse la lista.
Es esta sólo una parte del asunto que abordamos. El otro es
el de las calidades o cualidades del artista, del ámbito temporal y
social que le es propio, de la claridad y profundidad de su visión,
así sea su lenguaje un territorio oscuro. ¿Quién es el que hace
la literatura y cuáles son los criterios estéticos para calificar
su obra? ¿Cómo y dónde encontrar los referentes válidos para
justipreciarla? Pareciera que las comparaciones y el juicio de los
pares son inevitables y los que tienen por principio mayor validez.
En esta, como en otras materias, hay quienes entienden pero no
comprenden. Se pueden entender las palabras, pero no el sentido
o los sentidos de una obra. Se toma el rábano por las hojas.
Si es válido hablar de “topos”, de espacios o lugares de la
poesía, ¿quiénes son los poetas que la hacen, la dicen, la cantan?
En el “topos” del altiplano mexicano, ¿quiénes y cómo han
hecho poesía?, ¿quiénes son los que se “hacen de palabras”? De
los primeros, los clásicos, Nezahualcóyotl antes de la conquista
y sor Juana después, en la Colonia, damos un salto mayor para
encontrarnos con la generación de Pagaza, Méndez de Cuenca,
Zúñiga, Mirlo, Carniado, un poco más adelante Rosenzweig, Arias
10
HDP.indd 10 1/11/16 10:51 AM
y García Gutiérrez. En tiempos más recientes, formando parte
de otra generación identificable, tenemos a Roberto Fernández
Iglesias, Raúl Cáceres Carenzo, Alejandro Ariceaga, Francisco
Paniagua, Guadalupe Cárdenas, Pedro Salvador Ale, Luis Antonio
García Reyes, Felix Suárez, Flor Cecilia Reyes, entre otros.
Alejandro Ariceaga hizo ya un buen ensayo de compilación
y presentación crítica de lo que a lo largo del tiempo ha ido
conformando un corpus de la poesía del altiplano, bajo el
título Literatura del Estado de México. Cinco Siglos (1993). Otro
tanto hicieron Francisco Javier Estrada y Thelma Morales: La
independencia y la libertad de los sueños (2010). Como en toda
antología, sólo el tiempo dirá qué se va y qué se queda.
Si es verdad que la poesía es el “impudor quintaesenciado”
—como dice José Emilio Pacheco—, de ello tenemos en una
muestra palpable. Hablamos Alfonso Sánchez Arteche aquí del
poeta, no del historiador ni del fabulador de prosas, relatos,
cuentos. Sinceridad, franqueza, confesión, incluso convicción
social o política, están a flor de piel en sus textos amorosos, de
mitos y leyendas, de historia y de vida cotidiana en barrios y
vecindades urbanas; pero sobre todo, tal vez por su condición
de historiador, en él está presente la raíz y la vigencia del mundo
indígena. Es éste uno de los rasgos más característicos de su
escritura, aun cuando no haga de ellos referencias directas. Una
especie de empatía natural lo conecta con ese mundo.
Es evidente, por otra parte, la supervivencia y la presencia
de lo más propio y singular en lo indígena del altiplano: lo mazahua,
lo otomí, lo matlatzinca, no sólo en las voces y giros del lenguaje
sino en el contraste del México “profundo” frente al México
“imaginario” de los que habló Guillermo Bonfil Batalla. ASA ha
conocido y asimilado de manera natural —por las vivencias del
poeta y los registros del historiador— ese mundo de los antiguos
11
HDP.indd 11 1/11/16 10:51 AM
mexicanos que mantiene su fuerza vital aun en las condiciones
de exclusión y estigma que conforman un peculiar modo de vida
en medio de la discriminación y el racismo. Frente a los “blancos”
y los “euromestizos”, lo indio, los “indomestizos”, expoliados y
empujados a las márgenes por el persistente colonialismo interno;
habitantes de cerros y barrancos o en las goteras de las ciudades,
forman los cinturones de la miseria. Pero subsisten en su mundo y
con su cultura propia, vital y misteriosa, como señala Luis Cernuda
en las agudas observaciones del poeta español sobre lo indio
mexicano. Así, ante el desdén del “castilla”, aparece el lenguaje
“chocarrero” que expresa lo indígena, el lenguaje “chirrisco” que
se burla de todo y de todos, y desde luego de sí mismo.
Es la continuidad de Ometéotl (masculino-femenino), que:
nació para ser dual como el antiguo dios
sin frente y sin espalda […]
para ordenar la luz del día y el firmamento
para que nada separara
carne de hombre y de mujer
ni al reino de los muertos de la mansión florida. (p. 279)
El que habla así es el “poeta indio de los altiplanos”, que
sabe escuchar el “delicado aleteo reverberante” de los colibríes de
Huitzila (p. 191). Y es capaz también de componer poemas cuya
estructura y lenguaje nos remiten a los poetas del mundo antiguo,
de los cuales poseemos excelentes y sobrias traducciones del padre
Garibay y de León Portilla. Parece fácil y sencillo intentar hoy uno
de aquellos cantos, pero si ha de ser fiable y creíble tiene que ser
genuino. Uno de ellos, certero, es “Quiahuitlehua”. Dice así:
Es un mal viento este del norte
12
HDP.indd 12 1/11/16 10:51 AM
que dispersa las hojas,
las aleja,
no las vuelve a juntar
en la jícara azul de los montes.
Ombligo de la luna,
entre los tules,
al corazón erosionado del lago se acercan
los jaguares del trueno
los del escudo de serpiente,
los que hacen con turquesas un collar,
los dueños de la diadema de obsidiana,
los que ofrendan el líquido precioso
al señor y señora
de nuestra carne. (p. 162)
Son, somos, con ASA, parte de una generación poética del
altiplano, un tanto apócrifa y quimérica. Somos, en este paisaje
de tierras altas y frías, semiáridas, azotadas por el viento y la
luz, como las tunas del nopal y como el halcón solitario que
devora esos frutos silvestres, miel y espinas. Somos también
magueyes, fermento y vino blanco, denso, espeso, escanciado
en tinacas, ollas y jarros, de los que aún quedan trazas y resabios,
más domésticos que comerciales.
En los barrios de pueblos y ciudades todavía presenciamos
los ritos y ceremoniales de las fiestas cíclicas, de los cantos y
danzas que, con atavíos de faldas, blusas y listones chillantes,
ejecutan las y los danzantes en los atrios y plazas de las
viejas capillas e iglesias de la región. El autor de Hacerse de
palabras bosqueja un retrato bastante fiel del mundo mexicano
o mexiquense; de ahí su contribución y su mérito. Retrata y
13
HDP.indd 13 1/11/16 10:51 AM
refleja con verosimilitud y acierto la vida simple y el aire todavía
transparente del altiplano que desciende desde el Xinantécatl,
un mundo de pequeños mundos ensimismados, en los que son
ellos mismos su referente.
Más que intenciones descriptivas, lo que encontramos
en ASA es creación y recreación de atmósferas desde la
cotidianidad de vidas sencillas, de y para gente del pueblo-
pueblo, de indios e indomestizos que, como la inmensa
mayoría de los mexicanos, más parecen asiáticos que habitantes
originarios mesoamericanos. ¿Cómo es y cómo vive esa gente,
qué sabe y qué cree, cuáles son las formas de su vida común,
colectiva? De todo ello, ASA nos ofrece claves poéticas acertadas
e irrefutables.
En Hacerse de palabras, título afortunado y certero que
finalmente designa a toda la antología, el poeta va recorriendo
los colores del arcoíris en textos amorosos. Ése es el asunto:
¿qué se ama, cómo se ama y se desama?:
Donde el amor pasó no pasa nada
que pueda doler tanto
cada día. (p. 232)
O bien:
Leo sedimentos del abismo original […]
al pie del árbol místico
de la virtud vacía. (p. 233)
Aquí vale también recordar un texto que ASA escribió a
propósito del fallecimiento de Ariceaga en el 2005, “Discreto
como eras, nada más te ausentaste”, en el que refiere la
14
HDP.indd 14 1/11/16 10:51 AM
sensibilidad y el valor humano de este narrador de un modo
más que circunstancial:
Todo artista creador tiene algo de paranoico y de hipocondría-
co, porque está hecho de la flor de piel y de la carne viva del
mundo; pero siempre creí que esa básica angustia existencial,
indispensable para reinventar, embellecer o desenmascarar la
vida, llegó a ejercer rudeza innecesaria con tu sensibilidad.
Por otra parte, De voces converso, el muy antiguo asunto
de ver el mundo desde la poesía y para la poesía, lleva al autor
a su poética, a su particular craftsmanship. ¿Qué sabe, qué dice,
cómo hace y se hace el creador de imágenes al ejecutar el ya de
suyo extravagante oficio de hacer poesía? Hay aquí, desde luego,
enunciados irrebatibles. ¿Qué tanto funcionan poéticamente?
Asunto complejo y siempre debatible.
Dice a propósito de la muerte de Paz:
Nos hemos dado cita para citarte
en el lugar común
nunca más cierto,
de que tu muerte no cabe en las palabras.
Será tal vez que la palabra muerte
perdió razón de ser con la poesía.
[…]
Sólo un poeta sabe
cuánto se está muriendo mientras vive.
Por eso sueña y funda su ultratumba.
15
HDP.indd 15 1/11/16 10:51 AM
La muerte, en sus distintas caras, es tema recurrente como
cabría esperar. Así, no sólo habla del poeta muerto; también nos
cuenta que:
Genaro Robles se quedó dormido,
se apagó su palabra
y nosotros callamos. (p. 27)
En “Plegaria matutina” dice de la muerte propia:
Araña luminosa,
teje tu red
sobre los párpados abiertos
de un solitario viajero de la aurora.
Tendido en un diván de hierba,
me voy adormeciendo,
hipnotizado por tus cobras.
Voy a morir aquí,
bajo las nubes huérfanas […] (p. 29)
Lirismo de lo cotidiano, ingenuidad, audacia:
Aquí florece el ala
de una libélula barroca.
Como radiografía de lirios ensangrentados
llueve la lluvia imágenes resecas
y el polvo
únicamente el polvo conduce a los cadáveres. (p. 33)
En Retablo barroco, bajo el epígrafe y la invocación de
Miguel Hernández, se recoge un conjunto de sonetos, esos
16
HDP.indd 16 1/11/16 10:51 AM
pequeños sepulcros a los que sólo la calidad del muerto puede
vivificar. En estas difíciles formas anacrónicas hay, sin duda,
indudables aciertos: una muestra, en alejandrinos:
Cómo no perseguir los cabellos espesos,
el líquido sonido de una voz en el viento,
el cuerpo inalcanzable, preso en mi pensamiento,
tu ser, tu andar, tu espacio, de mi mirada presos. (p. 73)
En la última parte, Heredad baldía, se incluye un largo
poema de gran aliento: “La Patria dura”, que es obviamente un
desafío y que celebra y recrea con las variantes propias, duras,
de hoy, esta patria que a la vez nos desprotege y nos abriga, y
que no deja de ser la misma a la cual, en “mitad del foro”, cantó
el zacatecano. (p. 283):
Si volvieras, Ramón, no te daría el país
copas de néctar ni perfume de anís,
si acaso un asfixiante
aroma de canela picante
en la atmósfera gris
que respira el cansado caminante.
Si volvieras no pasearías por tus praderas,
por tus milpas iluminadas de maíz,
por arboledas arrancadas de raíz
para ceder el paso a carreteras
y a cinturones de miseria
ciñendo el talle adusto de la periferia.
No te despertarían alondras ni gorriones
sino el graznido atronador de aviones.
17
HDP.indd 17 1/11/16 10:51 AM
En la provincia del reloj en calma
verías que se desgrana el son de cada hora
como badajo de ametralladora
que sobresalta el alma
con su rabia sonora.
Y en el rubor regado sobre piel de asfalto
el saldo diario de las armas de asalto.
Un paradigma para nosotros, poetas del altiplano, es
desde luego, López Velarde. Objeto de culto oficial y retórico,
por su originalidad y audacia, la vida y obra del zacatecano
se fue convirtiendo en leyenda. 33 años de los que sólo una
parte vivió en la capital; funcionario menor, burócrata,
abogado, el licenciado López se hizo maderista, aunque no un
activo revolucionario. Su mente y su espíritu volaban en otras
latitudes. En las vivencias religiosas del antiguo seminarista, del
irredento enamorado de la prima Fuensanta o de la Dama de la
ciudad; el inventor libérrimo de figuras y metáforas extrañas,
tan extravagantes como las de su maestro Leopoldo Lugones
(La patria fuerte, 1930), fallece tempranamente. ¿Hasta dónde
es válido evocar su presencia cuando leemos y pensamos en
poetas como ASA, cuyo lenguaje tiene fuerte raigambre popular,
audacia y originalidad?
Una cosa es acercarse a la poesía, ser afecto a ella, y otra
cosa es hacer poesía. ¿Cómo ver desde ese territorio sagrado
lo común, lo que todos ven, y al decirlo alejarse del lugar
común? La ironía del otro y de sí mismo permite una distancia
y es elemento que propicia y contiene la originalidad, que no
debe confundirse con la singularidad. Entre el modernismo
y los atisbos de las vanguardias, en los umbrales de la etapa
de los contemporáneos o de los estridentistas, otros poetas
18
HDP.indd 18 1/11/16 10:51 AM
de provincia daban el tono y las pautas de la poesía mexicana:
González Martínez, Othón, Tablada, Díaz Mirón, Nervo. De este
último López Velarde llegó a decir que “buscando la simplicidad
perdió la magia”. No obstante, frente al decadentismo y un tono
confesional vuelto sobre el espíritu del poeta, llega una oleada
de colorismo nacionalista, costumbrista y tradicional. Como
ha ocurrido en otras latitudes, es en la tierra y la vida de las
provincias donde se fragua la materia poética que dará vida a
la poesía de las patrias mayores, de las capitales, de las lenguas
y letras nacionales.
No podrían pasar inadvertidos los ecos velardianos en
una buena parte de la obra de ASA, y desde luego en poemas
específicos, como “La Patria dura”. El poeta evoca o invoca con
figuras y palabras clave al maestro zacatecano cuando habla de la
“patria en estreno, diamantina”, como campo de “mezquina furia
que mata y muere por nada”. O cuando rememora el “sueño de
negros guantes”, en intensos poemas rimados. Asimismo, hay
un rescate del “ave y el paisaje” en un “canto salvaje” (p. 283)
que refiere inequívocamente a la poesía de Othón. Sin embargo,
lo que singulariza a ASA es la mirada y la expresión burlesca,
escéptica, y a la vez acallada, grave y solemne y casi silenciosa,
que para mí proviene de lo indígena del altiplano.
La voz de ASA es la de una conciencia atribulada y gozosa,
es la del gozo y el tormento, de la futilidad y el asombro, de
la íntima memoria y la sensualidad encarnada, del éxtasis y
el desencanto. Hay aquí poco espacio para la prosapia, la gala
retórica y la erudición falsa. Prevalece, aún en el despliegue de
los largos versos patrios, un tono intimista y un intenso ejercicio
de la emotividad condensada y contenida.
La producción de ASA es abundante y diversa. Hay
descripciones y retratos memorables, como también
19
HDP.indd 19 1/11/16 10:51 AM
descendimientos. Junto a la metáfora y la imagen afortunada,
se da también un cierto exceso de prosaísmo que tira más a la
descripción y a la crónica. ¿Error, acierto? Cada lector podrá
decirlo. ¡Ah!, pero de que levanta el vuelo, como diría Leduc,
ni las cabronas águilas lo alcanzan.
ÓSCAR GONZÁLEZ
Toluca, México; agosto de 2015.
20
HDP.indd 20 1/11/16 10:51 AM
Hacerse de palabras
Antolología personal
(1976-2015)
HDP.indd 21 1/11/16 10:51 AM
HDP.indd 22 1/11/16 10:51 AM
De
Andamiaje de voces
(1976)*
* Gobierno del Estado de México (Colección Poesía. Serie Joaquín Arcadio Pagaza), Toluca, 1976.
[Selección de textos con algunas modificaciones.]
HDP.indd 23 1/11/16 10:51 AM
HDP.indd 24 1/11/16 10:51 AM
A plena voz
HDP.indd 25 1/11/16 10:51 AM
HDP.indd 26 1/11/16 10:51 AM
C AN TO T ELU R ICÓSMICO A JOS UÉ*
Genaro Robles se quedó dormido,
se apagó su palabra
y nosotros callamos.
En el silencio, sólo la tierra
continuó su canto
y allí estaba Josué
hablándonos con labios primitivos,
estrellando su voz líquida en las piedras,
ensangrentando nubes, germinando espigas,
besándoles los pies descalzos a los niños.
Nos quedamos callados, pues Genaro dormía.
En sus pupilas huérfanas la luz volvió a nacer,
inundó su semblante y lo hizo soñar
en las cosas sencillas,
en la quietud del pozo,
en las palabras dulces,
en la sonrisa siempre fresca de los niños.
* Primer lugar en el Concurso Estatal de Poesía organizado por el centro de estudios políticos,
económicos y sociales (CEPES ) en 1970.
27
HDP.indd 27 1/11/16 10:51 AM
Genaro Robles se quedó dormido
pero Josué Mirlo continuó
y entonces, fue la lluvia,
fue la semilla,
la raíz,
el fruto,
eI viento desnudando las estrellas.
Fue la explosión primera,
la palabra,
el juglar que le canta al Universo
a través de los labios de la tierra …
28
HDP.indd 28 1/11/16 10:51 AM
P L EG A R I A MATU TINA
Araña luminosa,
teje tu red
sobre los párpados abiertos
de un solitario viajero de la aurora.
Tendido en un diván de hierba,
me voy adormeciendo,
hipnotizado por tus cobras.
Voy a morir aquí,
bajo las nubes huérfanas,
para resucitar un día
y platicar la historia
de este sencillo corazón que está despierto
a pesar de sus torvas madrugadas.
29
HDP.indd 29 1/11/16 10:51 AM
C ERO E N CO NDUCTA
No conozco otro cielo que este azul
nublado a veces,
oscuro y triste y muerto en ocasiones,
cubierto por esmog o tolvaneras,
lacrimoso y amargo,
como todas las cosas de este tiempo
que apenas tienen ojos para llorar
por el azul del mundo.
Lo he visto desde que era
mi única amistad recomendable,
saltimbanqui, farsante y vagabundo,
que me enseñó a encender la pólvora del día
con un simple chispazo de inquietud.
Fue mi primer cuaderno de lectura,
siempre poblado de letras y viñetas
que nunca se estuvieron sosegadas.
Y ese lenguaje sí que lo entendía,
el idioma mutable y verdadero
con que dicen las nubes su discurso de luz.
30
HDP.indd 30 1/11/16 10:51 AM
V I C I O CO N GÉNITO
La altura, que nos hace padecer
mal de montaña, desdobla embarcaciones
—papel, cera y distancia—
por mano
de poeta.
Inflamado está el viento
de palabras contrahechas
y cabalga en su lomo
este jinete experto
que en un rodeo de mar
aprendió a febrerear
las cometas de octubre.
Papalotes de náilon
que elevó la retórica.
Pero en poesía
es más propio decir
que los pastores de tierra adentro
jamás vimos un muelle
a punto de parir buques mercantes.
31
HDP.indd 31 1/11/16 10:51 AM
V E R DU M BR A
*
Encinos desolados
que apenas se sostienen
sobre sus pájaros.
**
En la humedad de esta tarde
nada llueve para el agua,
nada moja para nadie.
***
Un sauce: toque de queda
que anuncia el bosque
y se desintegra.
32
HDP.indd 32 1/11/16 10:51 AM
MI S A D E CU ERP O AU SENTE
Dejadme caminar calles y perros
abandonados en un rincón del verde
más oscuro y entrañable.
Dejadme en bocanadas
beber toda la luz que se condensa
en el fuego poblado de cenizas.
Bajé por centenares
kilómetros de tiempo circular
y un fantasma grisáceo de mis linfas
recibió el homenaje
a la notable vocación de forastero
que me orientó y me trajo desde otra azul comarca.
Aquí florece el ala
de una libélula barroca.
Como radiografía de lirios ensangrentados
llueve la lluvia imágenes resecas
y el polvo
únicamente el polvo conduce a los cadáveres.
33
HDP.indd 33 1/11/16 10:51 AM
Dejadme pues morir
toda esta muerte
por las calles y perros y piras funerarias.
Y si me amáis, tomadme.
Quebradme.
Disgregadme.
34
HDP.indd 34 1/11/16 10:51 AM
S A L M O L X XII
Ha llegado el tiempo de cosechar.
Es el tiempo.
EI estío.
Vamos al campo a cosechar estíos.
Suelo pensar en Bradbury
cuando escucho esta música.
EI viñador se levantó temprano
y fue a la viña.
Luego en los cestos frutecidos
estallaron esferas
olorosas a junio.
Joan Baez. Luego Vivaldi.
Sigo pensando en Bradbury.
Tiempos dorados, matriarcales tiempos.
Tiempo de sembrar y tiempo de cosechar.
El labrador se levantó muy de mañana una mañana
y caminó hacia el campo de labranza.
35
HDP.indd 35 1/11/16 10:51 AM
A su contacto se rompieron
siete universos de rocío.
El labrador marchó muy de mañana.
Sembró y después volvió a su casa
a esperar que otro viento
trajera un nuevo otoño.
Tiempo de cosechar otros otoños.
36
HDP.indd 36 1/11/16 10:51 AM
Pasaporte
HDP.indd 37 1/11/16 10:51 AM
HDP.indd 38 1/11/16 10:51 AM
NI C I UDA DA NO NI POETA
Esta ciudad
de párpados dormidos
tiene el rumor sonámbulo,
indolente,
de una canción inmensamente oceánica
sepultada en la noche de los descubrimientos.
Yo la recorro:
extranjero,
fantasma irracional,
con estupor de bestia acorralada.
Y quiero ahora
atravesar los muros
que anoche mismo levanté para evitar
que me invadieran los recuerdos.
Pero ya oigo otra vez los pasos que me siguen...
Te acercas,
memoria gris y estúpida
39
HDP.indd 39 1/11/16 10:51 AM
cordón umbilical
de mis fracasos.
Me vences, grito.
Quiero escapar de esta ciudad sitiada,
de esta invencible pesadilla,
de este ser yo, sin ser
más que el espejo de los remordimientos.
Así me va envolviendo el cáliz de las horas.
Así soy yo y no soy
ni ciudadano ni poeta
de esta ciudad con párpados cerrados.
Así me voy muriendo un poco más,
un poco siempre,
poco a poco.
40
HDP.indd 40 1/11/16 10:51 AM
CO N F E S I ONES A UN
EMP L EA D O DE M IGR AC IÓ N
Calzo a veces ciudad
sobre los ojos.
Cuando me echo a la espalda una joroba
y salgo a mendigar mis propios actos.
Eso quise decir:
Que esta mañana abordé otra fatiga
y fui de viaje
por el polvo de afuera
y la humedad clavada.
No me quedó cansancio
para obsequios.
Compartí un alarido.
Ladré en gente.
Los versos del afuera
cargué adentro,
en la más débil piel de lo profundo.
41
HDP.indd 41 1/11/16 10:51 AM
Y ya que una consigna es necesaria
para franquear puertas y perros,
desgarro mi dolor con esta contraseña:
ME SOBRA UNA CIUDAD
O YO ME FALTO.
42
HDP.indd 42 1/11/16 10:51 AM
ECO C I DI O I
EI sol se despertó con el pie izquierdo,
por eso dicen que le duele todo el día.
Amaneció sediento y en su vaso
únicamente halló edificios y nieblumo
para calmar su sed de dios progenitor de espejos.
Deshidratado, lentamente se nos pudre
como un limón abandonado en el frutero
de las nubes.
43
HDP.indd 43 1/11/16 10:51 AM
ECO C I DI O II
No piensa la ciudad.
luego, no existe.
Existen flores explosivas
que al abrirse vomitan
un aroma de asfalto.
En los charcos empollan,
por generación espontánea,
espigas tornasoladas
que de inmediato aprenden a volar.
Pero no existe la niñez.
Nadie peligra.
Todo es hermoso en la mejor
de todas las pesadillas posibles.
44
HDP.indd 44 1/11/16 10:51 AM
Las voces traicionadas
HDP.indd 45 1/11/16 10:51 AM
HDP.indd 46 1/11/16 10:51 AM
I
Por la necesidad
de transmitir lo incomprensible,
abro mi voz
al viento,
al agua,
a mis palabras.
para cantar la soledad
de hogueras rotas,
para decir
el viento ciego que siega espigas,
para comunicar
eI agua muerta e incendiada
que nos quema las manos,
las miradas,
y para pronunciar
las palabras de amor
que van muriendo dentro
de la voz humana.
47
HDP.indd 47 1/11/16 10:51 AM
II
Si la vergüenza es material poético
quiero mojar los labios secos con vergüenza
para que las palabras nazcan limpias
desde donde las siento
y me golpean. Todos somos culpables
convictos y confesos
de un silencioso crimen diario.
. . . Cómo podremos continuar callados
cuando la vida nos reprocha
el no ser más poetas
para ruborizarnos en el instante mismo
de la pernicia.
Somos injustos, sí, venales y podridos,
impotentes para gritar que nos duele
íntimamente el mundo
de montañas violadas,
de ríos sin sangre suave,
48
HDP.indd 48 1/11/16 10:51 AM
de praderas suicidas,
de ti y de mí, malditos frutos de odio.
Que los niños no vengan a nosotros
mientras los buitres mercenarios
nos guarden las espaldas.
Somos los sacerdotes hipócritas
de una inhumana religión de molicie.
Y quedamos callados cuando el ritual de sangre
desborda las arterias valerosas.
Ya no es posible fingir más. Nuestros
débiles pasos nos delatan, este brutal silencio
nos descubre, hasta la indiferencia
nos desenmascara.
Hace falta vergüenza para humedecer los labios.
Y está llegando la hora de la penitencia,
de salir a la vida a proclamar
que este pecado nos está doliendo
desde donde el poema nace limpio
para que lo alumbremos.
49
HDP.indd 49 1/11/16 10:51 AM
III
La gente
—lo de afuera—
quiere hacerme saber
cómo se finge.
"Hay que llevar la máscara
con dignidad y espíritu
de entrega".
"Con atlético impulso
y sin temor".
Pero a veces no basta
una careta
y hay que meter el carnaval dentro
del carnaval. Mentirle a la mentira
para que en este doble juego
se nos presente la verdad
como el reflejo de un reflejo.
Se tienen convicciones
en el rincón más empolvado
50
HDP.indd 50 1/11/16 10:51 AM
del orgullo. ¿Nos avergüenza el polvo?
No. Pero márquese un perfil de sonrojo
en el momento de mostrar
la pocilga ideológica.
Más allá de mi suéter,
los hilos no resueltos de la farsa.
Adentro, estambre y humo.
Moscas tejiendo el trazo
de los discursos.
Y sin embargo, amor,
no tengo máscara
para asombrarte.
El que conoces es mi rostro
y entiendo que con él
no te diviertes.
La función continúa y yo,
definitivamente,
apenas soy un payaso triste.
51
HDP.indd 51 1/11/16 10:51 AM
V
Hoy la mañana se formó
de un aletear de luces
en la azotea del día.
Confabuladas, las espigas,
se sacuden el rocío de la espalda
y hasta el cielo revienta las amarras del viento
para cantar un despertar estrepitoso.
Hoy la palabra se formó
de un aletear de gritos
en la azotea del silencio.
52
HDP.indd 52 1/11/16 10:51 AM
VI
En el silencio de esta noche nadie calla.
Con la mano siniestra todo el mundo
enarbola un cordel
para que mínimas campanas
cerquen mesetas apenas húmedas.
Flor de los tímpanos terrestres;
tú que no duermes,
óyeme y abre tus pabellones sedentarios.
sedientos,
sedimentados en la sangre
por el redoble de un sudor marcial.
Flor del desfiladero:
ahueca el eco del tambor,
tumba las puertas,
retumba las compuertas
y que broten las aguas del poema
en libertad de espiga y pan.
53
HDP.indd 53 1/11/16 10:51 AM
Flor de los surcos con sabor de arado:
tal vez no me conozcas,
pero te hablo
con la voz de un origen tan antiguo
que habrán de erosionarnos muchas lluvias
para que hablemos en el congreso de la luz
el mismo idioma.
Para que hablemos en tu idioma,
el de los hombres llenos
de voluntad y mundo.
Flor de las fábricas: estoy pensando
y pienso que nos pensamos al mismo tiempo,
unidos en la fragua.
Nuestros hijos serán,
la mano izquierda sobre la mano izquierda,
la flor definitiva de los tímpanos terrestres.
54
HDP.indd 54 1/11/16 10:51 AM
De
Retablo barroco
(1979)*
* 2ª ed., Instituto Mexiquense de Cultura (Colección Raya en el Agua, núm. 2), Toluca, 1989. [Se
reproduce íntegramente la segunda edición.]
HDP.indd 55 1/11/16 10:51 AM
HDP.indd 56 1/11/16 10:51 AM
Umbrío por la pena, casi bruno
porque la pena tizna cuando estalla,
donde yo no me encuentro no se halla
hombre más apenado que ninguno.
miguel hernández
HDP.indd 57 1/11/16 10:51 AM
HDP.indd 58 1/11/16 10:51 AM
Retablo barroco
HDP.indd 59 1/11/16 10:51 AM
HDP.indd 60 1/11/16 10:51 AM
I
El pesar de ser hombre es tan pesado
que su peso se ha hundido en mi persona;
cuando sueño lo llevo por corona;
si despierto, me lleva por calzado.
Honda huella de un pie que no perdona
y en la frente su planta me ha posado,
mi cabeza es camino desandado
por pesar que se fue y no me abandona.
Soy liviano de rostro, por costumbre
la mirada total me pesa poco
y no siento mi sangre si la toco
con el peso de un dios desde su cumbre.
Por eso aquí retablo doy barroco
con todo lo que da la pesadumbre.
61
HDP.indd 61 1/11/16 10:51 AM
II
Cuatro heridas de amor llevo en el pecho
y las cuatro me llevan tan herido
que no sé si la herida del despecho
es más herida que la de tu olvido.
La herida del amor insatisfecho
no es la que menos dentro me ha dolido,
en cambio no me duele que hayas hecho
sangrar la del amor incomprendido.
Entiendo que el amor hundió su flecha
hasta el mismo dolor, de tan hundida
que se ahonda al mover la herida estrecha
y hace menos profunda la honda vida.
Cuatro veces mi alma va deshecha.
La tuya viene apenas por su herida.
62
HDP.indd 62 1/11/16 10:51 AM
III
Mi pena es de las penas que no crecen
pero viven erguidas en las venas,
penas niñas que jamás envejecen,
altas de infancia, vigorosas plenas.
Me dirán que estas penas no merecen
ni siquiera llevar nombre de penas,
pues llegando a doler, duelen apenas
y ante penas mayores entristecen.
Sin embargo, mi pena es un rotundo
sentimiento de ausencia y de cadena
que no oxida la sangre ni envenena
el apenado corazón fecundo;
pero que siento propia, por ajena,
pena más pena que el dolor del mundo.
63
HDP.indd 63 1/11/16 10:51 AM
IV
Senos como palomas fugitivas,
uno de ellos rocé, tan levemente,
que apenas lo sentí, como se siente
el vago aroma de las sensitivas.
Ese perfume tibio e indolente
que escapa de las almas primitivas
o de las mariposas que, cautivas,
quieren fugarse en el verano ardiente.
Se me fueron los dos y entre mis manos
quedó sólo la huella de su vuelo.
Se me fueron tus senos hasta el cielo;
y no los siento propios ni cercanos,
únicamente sé que son de hielo
derritiéndose en todos mis veranos.
64
HDP.indd 64 1/11/16 10:51 AM
V
Estrujada mi voz, marchito quedo
quedamente cautivo de una loca
proximidad del beso, si me toca,
y quisiera besar cuando no puedo.
Capullo de un cristal que se equivoca
y florece con pétalos de miedo.
Tanta furia en callar, tanto denuedo
en deshacer con labios tanta roca.
Un rosal giratorio es cada dedo
que en tu flor de caricias se desboca,
con su espina tu lengua me provoca
y aunque sangro de besos, ya no cedo.
Entre tus labios mi clamor enredo
y lo corta el silencio de tu boca.
65
HDP.indd 65 1/11/16 10:51 AM
VI
Desmayo de una mano que semeja
la pincelada eléctrica del rayo,
en sus caricias íntegras me hallo
sólo al momento en que de mí se aleja.
Pulso que pulsa eneros cada mayo
con temblores geométricos de abeja,
luna enferma de risas es la queja
en la fiesta mortal de este desmayo.
Mano aprendiz del palpitar exacto,
maestra en el fingir de su agonía,
nocturna mano con disfraz de día.
Mano tan frágil, de tan rudo impacto
que condensa en la piel blanda energía
para matarme al roce de su tacto.
66
HDP.indd 66 1/11/16 10:51 AM
VII
Aferrado a mi ser, serenamente,
dueño de un aire que me oprime y ciega,
toda luz de mis ojos se despega
para anclarme al recuerdo más ausente.
Tu imagen solamente ve y navega
por soles de un crepúsculo invidente
que se afirma al soñar lo que no siente
y sueña con sentir cuando se niega.
Si es amor lo que llega, ¿por qué miente?,
¿por qué tan falsa soledad me entrega?
¿Hay presencia más cruel que la que ruega
y ante el ruego se muestra indiferente?
Sereno está mi ser. Mas de repente
ha llegado a extrañar lo que no llega.
67
HDP.indd 67 1/11/16 10:51 AM
VIII
Dolido del presente y de su escombro
a los fantasmas patriarcales llamo,
a todas esas muertas voces que amo,
más vivas que mi voz cuando las nombro.
Quiero elevar con ellas este asombro;
sombría hoguera de lágrimas proclamo,
que en pira funeral, hombro con hombro
levantemos el llanto gramo a gramo.
Quemar tanto dolor quiero y no puedo.
¿Cómo puedo quemar dolores grandes
si me quema un dolor frágil, por mío?
La llama encenderé cuando Quevedo
sus lágrimas comparta con Darío
y deje de llorar Miguel Hernández.
68
HDP.indd 68 1/11/16 10:51 AM
IX
La espada victoriosa del quebranto
se ha quebrado al besarme las costillas,
pero llevo enterradas sus astillas
en el surco más fértil de este llanto.
Va preñado mi pecho de semillas
que germinan al sol de un camposanto;
cuantas veces me nacen, muero tanto
sepultado en sus cunas amarillas.
Mi cosecha de huesos ya celebro
cuando apenas entibio la simiente;
mondaré mi esqueleto limpiamente
con la hoz implacable del cerebro.
Y aunque de mis primicias se alimente,
el quebranto sabrá que no me quiebro.
69
HDP.indd 69 1/11/16 10:51 AM
X
Si de luz me consumo tan ardiente,
al abrigo del nardo enardecido
sembraré la ceniza de un latido
que ilumine mi luz desfalleciente.
Si me muerde un crepúsculo vencido
en la mansa penumbra del oriente,
si no hay ascua tan viva que alimente
mi hambriento corazón ensombrecido.
Si cada año me nace en el estío
y es mi última estación la primavera,
blanca sombra seré de negra hoguera
con las manos ardiéndome de frío.
Oscura luna de la luz entera
que alumbre rayos de mi sol vacío.
70
HDP.indd 70 1/11/16 10:51 AM
XI
Morir sin dios, sin ser y hasta sin muerte,
simplemente morirme verdadero
como muere la tarde en su lucero
de claridad sangrienta. Tal mi suerte.
Para esta débil tarde morir quiero;
para su siempreviva mi astro inerte
plantaré en cada nunca que despierte
cuando el instante mismo en el que muero.
Morir a golpes de morir ligero,
andar con pasos de pisada fuerte
hacia donde el crepúsculo se advierte
más bañado de sangre, por sincero.
De esperar lo que espero, desespero
y de mí esperanzada, va la muerte.
71
HDP.indd 71 1/11/16 10:51 AM
XI I
Ya estabas en el germen central del universo
antes de que bordaran su enjambre los planetas
y hubo quien te cantara sin que hubiera poetas:
Eras un ritmo solo que buscaba su verso.
Sin ti fueron mis noches jornadas incompletas,
no sabía que entre sueños, sobre tu vientre terso
un bosque de caricias brotaría sin esfuerzo
regado por la lluvia de besables cometas.
Has llegado y comprendo que mujer no es el nombre
de una flor cuyas hojas estremece la duda
sino de un fruto dulce que a dudar nos ayuda.
Has llegado y permite que en silencio me asombre
porque imagino, a solas, tu presencia desnuda,
porque sólo me pienso, en tu vida, como hombre.
72
HDP.indd 72 1/11/16 10:51 AM
XI I I
Hombre soy, animal codicioso y hambriento,
al acecho nocturno de caricias y besos,
prisionera mi alma de una cárcel de huesos,
fustigado por tibias bocanadas de aliento.
Cómo no perseguir los cabellos espesos,
el líquido sonido de una voz en el viento,
el cuerpo inalcanzable, preso en mi pensamiento,
tu ser, tu andar, tu espacio, de mi mirada presos.
Solamente tu imagen aprisiono y devoro.
Nada más me permite la implacable conciencia,
que es jaula si soy tigre y redil si soy toro
cautivo del recuerdo. Me devora tu ausencia
y no sé por qué sufro, pero sé por qué lloro:
la pasión animal se me ha vuelto impaciencia.
73
HDP.indd 73 1/11/16 10:51 AM
I
Las nubes recién hechas, cual ovejas de trigo,
en rebaño descienden con su aroma de pan
a beber en las blancas cicatrices de ombligo
que en los ojos azules le han brotado al volcán.
El invierno, silbante, las arrastra consigo
después de que sus flautas trasquilaron el plan
y un tinaco nublado de humedad es testigo
de algodones que pasan y lluvias que se van.
Melodías descarnadas baila un cedro sediento
que perdió los gorriones, la cabeza y el viento
pero no los oídos que le da un alcatraz.
Y en violines de azúcar que orquesta el mediodía
la quietud de Almoloya se volvió sinfonía
donde invierno es el ritmo y el volcán, un compás.
HDP.indd 74 1/11/16 10:51 AM
Postales sin destinatario*
* Los sonetos II, III, IV y V se publicaron por primera vez, con el título “Cuatro cartas sin
destinatario”, en Gonzalo Pérez G., Toluca en la poesía, H. Ayuntamiento de Toluca, Estado de
México, 1978.
HDP.indd 75 1/11/16 10:51 AM
HDP.indd 76 1/11/16 10:51 AM
II
Un costillar azul bajo la luna
donde fósil creció mi geografía;
el dinosaurio de la lejanía
es todas las ciudades y ninguna.
Pero está el esqueleto de otro día,
esta rueda mortal de la fortuna
que en columpio de soles nos acuna
y alas de infancia envuelve en agonía.
Está el ir y venir pisando el verso
con un pie que transita soledades,
está el silencio de las amistades,
un "te quiero decir" mudo y perverso;
hay en esta ciudad tantas ciudades
que no cabrían en todo el universo.
77
HDP.indd 77 1/11/16 10:51 AM
III
Me besa ardiente, me acaricia fría,
deja en mis dedos su sonrisa ambigua,
dulce Toluca, tan ajena y mía,
ciudad amarga que mi fe atestigua.
Creyendo en nada, mi verdad confía
en estas calles de certeza exigua:
busco la noche de su incierto día
y amo lo nuevo de su piel antigua.
Rincón de tiempo donde el tiempo acaba,
eterno instante prolongado en mito,
mansa laguna de mi sangre brava.
Aquí el silencio se me alarga en grito.
y un puñal de pasado se me clava
en la voz, que delira de infinito.
78
HDP.indd 78 1/11/16 10:51 AM
IV
Cuando el día más azul del calendario
me cercene el cordón de la mirada,
llevaré tu silueta congelada
más pegada a la piel que mi sudario.
Ciudad a media luz, alucinada
mariposa de hielo que en tu diario
discurrir del panteón hasta el calvario
has conocido el alma de la nada.
No te pido calor, sigue nublando
con tu danza de sombras mi tristeza;
que este infinito invierno siga en marcha.
Dame un día más, azul, para que cuando
en tu imagen recline la cabeza
no me vuelva ceniza sino escarcha.
79
HDP.indd 79 1/11/16 10:51 AM
V
No sé si por escrúpulo o por fobia
a quererte mi sangre se rebela,
esta frase en mis labios se congela
y el impulso romántico me agobia.
Mas te pronuncio, siempre, con cautela,
con miedo de gritar —cosa tan obvia—
que me recuerdas la primera novia
y la última vez que fui a la escuela.
No voy a repetir que en tus portales
cultivé la más tímida indolencia,
que en ti llevo raíces de una herencia
cimentada en los muros ancestrales.
Entre tú y yo sólo hay de diferencia
que no aceptamos ser, Toluca, iguales.
80
HDP.indd 80 1/11/16 10:51 AM
R EV E L AC I ÓN
Como la tierra eres, fecunda y necesaria,
vital naciendo al soplo de las generaciones,
frágil en alas con que al aire impones
un aroma de nube milenaria.
Eres, amada, el tiempo prometido,
la luz que por los siglos se condensa
y desciende a este día con una intensa
novedad de jazmín recién nacido.
Mis ojos aprisionan el momento
en que llegas ardiente de caricias,
igual que una parvada de noticias
capaces de decirme lo que siento.
Eres la tierra, amada, por fecunda;
en ti beso a la vida, y es profunda
por distinta, en la flor de cada día,
la simiente de tu honda geología.
81
HDP.indd 81 1/11/16 10:51 AM
HDP.indd 82 1/11/16 10:51 AM
De
Voces traicionadas*
(1987)
* Gobierno del Estado de México (Colección Lecturas Mínimas, Serie Poesía, núm. XXI ), Toluca,
1987. [Selección de textos con algunas modificaciones.]
HDP.indd 83 1/11/16 10:51 AM
HDP.indd 84 1/11/16 10:51 AM
II
Si la luz nos hermana
vamos a hartarnos de claridad
hasta que el día termine.
Me gusta verte,
eso es lo que sucede
y me gusta limpiarme
los ojos con luciérnagas
hasta saber
que aun en la noche
tu mirada anticipa
el despertar del día de los descubrimientos.
85
HDP.indd 85 1/11/16 10:51 AM
III
Cuando en tu voz
vivo la voz de lo infinito
cada palabra es nueva
y así voy descubriendo
contigo cada cosa en toda cosa
porque el mundo es reciente.
Tú lo sabes.
86
HDP.indd 86 1/11/16 10:51 AM
IV
Si el corazón existe en algún sitio
si estamos vivos
a pesar de todo
si esto es la muerte
y la resurrección del mundo
volveremos a ser la primavera
al sangrarnos el tacto
la mirada
al quemar el amor en esta hoguera.
Y seremos la aurora a cada paso
Mientras exista la epidermis niña
con que te miras y te miro.
Nos miramos.
87
HDP.indd 87 1/11/16 10:51 AM
X
Tanto besar la piel del mundo
me dejó sólo en huellas.
En ocasiones
soy tan polvo
que no puedo correr sin ir dejando
una estela de frágiles caminos.
Hay tantos ríos aquí
tantas montañas
bordeándome las venas primitivas.
Tantos mares
océanos
primaveras sin luna
oscuras garras
hombres que se desgarran el hambre
y la comparten
y comparten la muerte en mis t r i n c h e r a s
88
HDP.indd 88 1/11/16 10:51 AM
y están aquí viviendo o fecundando
cada crepúsculo u hoguera.
Re lám pa gos
que arrullan a mis fieras
equinoccios que muerden el poema
golondrinas que hieren
y asesinatos que van adormeciéndolas.
Palabras
gritos
conjeturas de luz
y en los caminos una huella infinita
un pie marcado
por el que cruzan aguas
y se entretejen árboles
y me detengo un día tras otro…
PARA BESAR MI PIEL EN LA DEL MUNDO.
89
HDP.indd 89 1/11/16 10:51 AM
HDP.indd 90 1/11/16 10:51 AM
De
De nosotros losotros*
(1989)
* Suplemento Partenón en revista Ágora, año I, núm. 3, Toluca, noviembre de 1989. [Selección de
textos con algunas modificaciones.]
HDP.indd 91 1/11/16 10:51 AM
HDP.indd 92 1/11/16 10:51 AM
R EC ETA
Cuando el aire más tibio entre tus dientes
no se vuelva palabra compartible
que deba yo morder
para encarnarla
cuando la soledad asuste y disperse
a tus espectros,
cuando mi nombre roto te entristezca,
hazme un favor
y cállalo:
Toma el silencio que nos une,
abre sus cuatro esquinas
y envuelve en él toda caricia no resuelta
que nos haya quedado entre los dedos.
Puedes poner también
la última lágrima,
la primera promesa de amor que no cumplimos,
esa larga cadena de cosas
que no nos esclavizan,
el dios que nos faltó para querernos
y el yo sin ti que soy lo que aborreces.
93
HDP.indd 93 1/11/16 10:51 AM
Amarra bien el envoltorio
con los sueños que te sobren,
sacúdelo de tiempo pernicioso
y pon su roto corazón a fermentar
bajo el tronco del árbol
que tú sabes.
94
HDP.indd 94 1/11/16 10:51 AM
RUT I N A
De pronto este milagro de tu ausencia
vuelve a poner entre mis labios plenilunio
y marzo no gastado por palabras.
De pronto decir
yo
me sabe a estreno
y descubro de pronto que amanece
cuando muerdo este
tú
llano y redondo.
Es el amor de pronto la noticia
que deletreo en el pubis de una rosa
y de pronto en el sol recién parido
me confiesa la noche su embarazo.
De pronto, como siempre este de pronto
se viste de tu piel para asombrarme.
95
HDP.indd 95 1/11/16 10:51 AM
Pero nunca un de pronto será nuevo
en el viejo milagro de tu ausencia.
96
HDP.indd 96 1/11/16 10:51 AM
OTO ÑA L
Atrás quedaron secas
las nubes que agotamos
en el festín del aire.
Pudriéndose de llanto
acaso el corazón te sepa dulce
cuando lo escupes a girar
en terraplén de sueños.
Pero te desconocen esos besos
que noviembre archivó con la hojarasca
y te mueres de ajena
en el adiós que te inventaste.
Nos moja como entonces
la tardía granizada de golondrinas
porque el verano está emigrando siempre
hacia donde los párpados
perdieron su equipaje.
97
HDP.indd 97 1/11/16 10:51 AM
U N D Í VAGA
Al agua dice a lluvias
lo que el mar ha olvidado.
En voz baja recita
su naufragio más íntimo
y un sueño navegable
de sirenas desiertas.
Los litorales no son lecho de arena.
Trompos
de espuma
las olas desenredan
su corazón redondo de caracol.
Devoran frugalmente
cariátide y distancia,
fronteras que un dios ciego
olvidó junto al amanecer de los cangrejos.
El pan nocturno de tu mirar
hace puerto en los muelles de mi labranza.
98
HDP.indd 98 1/11/16 10:52 AM
Bebo espumas de trigo,
perfumes de horno frutal en tus mareas,
un quebradizo aliento de crisálidas,
bonanza de tu sangre que me conduce al mar,
a su amasado rumor de labios.
99
HDP.indd 99 1/11/16 10:52 AM
HDP.indd 100 1/11/16 10:52 AM
De
Preludio al sexto sol*
(1993)
* Gobierno del Estado de México / Editorial La Tinta del Alcatraz, Toluca, 1993. [Selección de
textos con algunas modificaciones.]
HDP.indd 101 1/11/16 10:52 AM
HDP.indd 102 1/11/16 10:52 AM
Preludio al sexto sol
HDP.indd 103 1/11/16 10:52 AM
HDP.indd 104 1/11/16 10:52 AM
CE
Grazna el ave nocturna en el espejo
nublado de vapor,
hirviente en brumas,
ombligo al rojo-blanco,
íntima cicatriz,
crisol de luna
donde el hombre transita su ajeno día,
el sudor de su andar trepado en fango,
sobre amalgama bronca de cal y sueño.
Fundación de panales en el agua,
flota de milpas ancladas al pezón de una madre voluptuosa,
gris cardumen encadenado a los muelles del atardecer,
telaraña de lodo y de mentira,
suelo inventado al ras del hombre,
más pequeño que un lago con vocación de nube.
Es cobrizo el rumor de este silencio,
reverbera de plumas,
gorjea miedo,
hace vibrar antenas y fuegos fatuos
105
HDP.indd 105 1/11/16 10:52 AM
frente al rostro de un dios que nos mira volcánico,
pantanoso nos habla
y ordena el sedimento ritual de las generaciones.
Capa tras capa la geología anochece
vencida por un nuevo barniz de cansancio y olvido.
Diapasón implacable,
el polvo se acumula en axilas de tiempo,
cae como lápida la luz crepuscular
y el tecolote reanuda su vigilia de presagios.
106
HDP.indd 106 1/11/16 10:52 AM
O ME
Sigues aquí dormida bajo tu sábana de estrellas,
todavía parturienta de este sol indoloro,
ahíta de esperar con el útero
a flor de embarcaderos.
Si no tuviera
miedo de lastimarte, madre,
tal vez te anunciaría que me ha nacido el vuelo,
que he descubierto en mis costillas
un pájaro de espinas migratorias
y no encuentro parvada que me muestre
los caminos del viento.
Me consume esta sed de lejanía,
pero tu amor me amarra, deambulo por la estepa de tu piel,
rasguño a besos las marchitas colinas que me amamantaron
y te pido al oído,
madre,
que no te agites,
que no te vuelva a sacudir el furor primerizo,
1 07
HDP.indd 107 1/11/16 10:52 AM
que así te quedes
como si fueras frígida,
inmóvil en tu postura de esposa insatisfecha,
en tu muerte precoz
amortajada por calles y edificios.
Te quiero así,
perdona,
porque excitada
y al filo del orgasmo,
todo este sueño vendría por tierra,
toda esta pesadilla se volvería de carne y hueso.
108
HDP.indd 108 1/11/16 10:52 AM
YEI
Sólo se dieron cuenta,
profetas iracundos,
los hijos de la estrella vespertina,
acompañantes del viajero que cruza los nueve ríos,
lectores del pentagrama turbio de la catástrofe.
Ellos poblaron la víspera de ladridos
y nadie comprendió el anuncio.
Cuando uno de ellos gime,
se queja como niño,
es que alguien próximo va a morir,
pero el aullido a coro,
el horizonte que se desgarra en una sola
garganta herida
significa la muerte de la ciudad entera.
A mitad de la noche
un rojizo nopal de luces se quebró,
un águila dorada detuvo su vuelo en seco
109
HDP.indd 109 1/11/16 10:52 AM
y una lluvia de plumas astilladas
cayó al rescoldo del silencio.
Debimos reanudar
la vieja peregrinación,
dejar el Chicomóztoc
maldito por los dioses.
No se desgaja en vano
el árbol de las edades.
Sobre el amate negro
la mano del gran tlacuilo dibuja líneas
diáfanas,
altera rumbos,
tuerce destinos.
Decían los viejos,
dejaron dicho los que vinieron antes
que allá en Tamoanchan,
Xochitlalpan,
Huehue Tlapalan,
se rajó el ahuehuete,
su ramaje de estrellas se partió en el cielo.
110
HDP.indd 110 1/11/16 10:52 AM
La gente entonces sabía leer,
distinguía las figuras,
olía el color de las palabras,
descifraba mensajes en el papel nocturno
donde escribe el intérprete de sí mismo.
Cuando bajó la orden de abandonar las cuevas,
los hombres tomaron a sus mujeres
y las mujeres a sus hijos,
envolvieron en piel de ocelote a sus dioses tutelares
y comenzaron a vagar por los montes,
como heladas fogatas por los llanos,
todos los días husmeando una señal,
hambrientos de una voz
que les dijera dónde
apaciguar su frío.
Así llegaron al petate del águila,
al equipal de la tuna roja,
entre los tules,
a mitad de las cañas,
a este sitio sagrado de su reposo temporal.
Alguna vez tendrían que irse,
lo sabían,
111
HDP.indd 111 1/11/16 10:52 AM
nada hay definitivo en Tlaltícpac,
aquí donde de alguna forma se vive.
Xólotl les avisaba,
Citlalícue transmitía el mensaje.
Y ellos se iban.
Pero hubo un tiempo de olvido.
Los hombres no leyeron el firmamento
y una noche
nadie escuchó la orden de ponerse en camino.
Víspera de ladridos,
nopal quebrándose en el cielo.
Sueño con garras de serpiente
del que no despertaron.
112
HDP.indd 112 1/11/16 10:52 AM
Sones de flauta y tamborcillo
para aplacar a la tormenta
HDP.indd 113 1/11/16 10:52 AM
HDP.indd 114 1/11/16 10:52 AM
S O N D E L A S AVES QU E S O BR EV IVEN
Ahora por estos días
la calandria está echada
canta en su nido
empolla.
Cuando platica Juan Simbrón
se encumbra el águila
en su rostro
resuena el aleteo del vuelo secreto
en que los pájaros dialogan
y cuentan el prodigio cotidiano del bosque
el chasquear de las ramas estremecidas por el temporal
el temporal que azota las piedras
y las piedras fluyendo de un manantial de muertos.
Cómprame-cómprame-cómprame
mi-ropa/mi-ropa-cómprame
le pide la chicharra mujer
a la chicharra hombre.
115
HDP.indd 115 1/11/16 10:52 AM
A Juan Simbrón la vista se le pierde
cuando sale de ronda furtiva por esas voces
cuando recita melodías que le enseñó
andar husmeando solo
ruidos de selva
bajo el calor y entre la lluvia.
Caballero-caballero/Llévame-caballero
grita el tapacamino
y la paloma real
te-espero/sí-vámonos
el macho a la hembra
y ella responde
sí-te-espero/te-espero-en-el-estero.
Nos dice Juan Simbrón
que hay que grabar al pitorreal
al spito negro como el rebozo
a la ruidosa primavera
a la torcaz
hay que grabarlos de veras
a todos hay que grabarlos
antes de que se acaben.
116
HDP.indd 116 1/11/16 10:52 AM
Dentro de años o de meses
ya no habrá nada. Se tragarán el bosque,
se lo están tragando
el petróleo y los pastizales.
Y a Juan Simbrón
se le desprenden las plumas
de entre los ademanes
cuando dice estas cosas
que ningún libro cuenta
porque ya escritas suenan de otro modo.
1 17
HDP.indd 117 1/11/16 10:52 AM
S O N D E LOS QU E VU ELAN
Ebrio de sol, fiebre y abejas,
con los nervios revueltos
por odios de familia
a las cascadas rubias que murmuran,
el dios del trueno
brama desde la costa.
Tremaris
Aktsini
San Juan el Rayo
bebe hasta cuatro veces
aguamiel en paneles de luna.
La quinta es la vencida. En ella tiene
su altar Meyahuel Ometochtli,
el incierto capitán de los cuatrocientos conejos.
Nadie sabe qué harán
los hombres cuando les llega la borrachera,
unos lloran o bailan a Xochiquétzal,
118
HDP.indd 118 1/11/16 10:52 AM
otros oyen la voz de Mictlancíhuatl y lloran
o se les mete la furia de Huitzilopochtli,
pelean y matan,
luego se arrodillan a besar los labios de Centéotl.
Quién sabe por qué causa
les entra un dios a los que toman.
San Juan el Rayo
no tiene más nahual que la tormenta.
Su conejo es la furia destructora.
Sube del mar,
parvada de olas en erupción,
mecate de libélulas hambrientas,
cangrejo sanguinario que desciende a las milpas.
Tonacatlalpan tiembla
cuando Aktsiní
Tremaris
se anuncia próximo y vengativo
con el estruendo de su bandera gris,
haciendo resonar su látigo de lenguas amarillas.
119
HDP.indd 119 1/11/16 10:52 AM
Los jóvenes se juntan en el teocali,
en voz baja dialogan,
se aconsejan,
deciden sujetar al dios incontinente
antes de que termine por inundar el mundo.
Hay que cercar su ruido con flautas
para que se adormezca,
dice Tordo de Fuego,
el hijo de la Caña.
Habla también Venado Pardo,
dueño del aire tibio en el poniente,
recomienda ceñirle el cuello
con percusiones de tambor
porque el ritmo lo asfixia.
Están de acuerdo en todo,
pero Papán,
rey de las aves
dirá cómo amarrarlo para siempre
volando en torno al sol
por los cuatro rumbos del universo.
1 20
HDP.indd 120 1/11/16 10:52 AM
Luego piden permiso al señor del monte,
Quihui Koló. Danzan toda la noche en su honor
y antes de que amanezca
cortan el árbol más erguido,
lo desenraman,
lo llevan arrastrando al centro del pueblo.
Ahí cavan un hoyo,
alimentan a la señora de la tierra
Quihui Chat y plantan el madero ahí
donde cada año vuelan los papanes sagrados
por el aire de de flauta que adormece,
entre los ritmos del tambor que asfixia.
Desde entonces
cuando bajan los voladores
Tremaris brama de dolor
Aktsiní se estremece.
A San Juan el Rayo
lo amarrarán a un tronco
sin la gloria de Cristo en Semana Santa,
sin el fervor con que se recibe a los muertos
el dos de noviembre.
1 21
HDP.indd 121 1/11/16 10:52 AM
Por eso su lamento de olas
nos llega desde el mar
desconsolado y solo. Es el dolor
de quien se queda
sin fiesta de cumpleaños.
1 22
HDP.indd 122 1/11/16 10:52 AM
T E PA LC A NTOS
ú lt i m a voluntad
Los amigos me olvidarán tal vez
pero si existes, Dios, sólo te pediría
larga vida a mis enemigos.
Su odio logrará que mi recuerdo perdure.
b o d eg ó n
Engastada una nuez en tu garganta,
entre tus muslos un durazno:
¿Qué joyero labró en ti tan delicada pedrería?
to po g r a f ía
Si este planeta fuera el seno de la Vía Láctea
el multifamiliar donde vives sería el pezón
y su areola el misterio de tus ojos.
1 23
HDP.indd 123 1/11/16 10:52 AM
h u m a n u m est
Al mejor flechador se le va una estrella.
Errar es tu vocación
y mi sino.
big bang
Si algún día el cosmos se contrae
y el tiempo desanda sus pasos
lo nuestro empezará en un desencuentro
más doloroso que la muerte.
1 24
HDP.indd 124 1/11/16 10:52 AM
De
De voces converso*
(1998)
* Pliego suelto de La Colmena, núm. 18, UAEM, Toluca abril—junio de 1998. [Selección de textos
con algunas modificaciones.]
HDP.indd 125 1/11/16 10:52 AM
HDP.indd 126 1/11/16 10:52 AM
V I EJO P O ETA QU E SE VA
QU E DA N D O ENTR E NOSOTROS
Nos hemos dado cita para citarte
en el lugar común
nunca más cierto,
de que tu muerte no cabe en la palabras.
Será tal vez que la palabra muerte
perdió razón de ser con la poesía.
Un cadáver velado es otra cosa.
Poca cosa.
Turbia materia expuesta a lo indecible,
a todo aquello que se dice de cualquiera,
menos una verdad radiante:
que hoy amaneció sin ti
y el mundo sigue como si nada.
Hemos oído lo de siempre,
que dejas un inmenso vacío,
que nadie ocupará tu sitio de poeta vivo mayor.
Ignoran que cada uno es la medida precisa de su obra.
1 27
HDP.indd 127 1/11/16 10:52 AM
El espacio vacío de la poesía es urgencia de eternidad
que vence al tiempo.
Únicamente dejan hueco los versos sin poesía.
Tu ausencia es la que ya no cabe en ningún sitio.
Pero ni la poesía descansa en paz
ni Paz descansa.
Sólo un poeta sabe
cuánto se está muriendo mientras vive.
Por eso sueña y funda su ultratumba.
El otro mundo del poeta
está en el más acá
y es carne viva,
clon de la dúctil materia de los sueños,
réplica de la esencia,
fecundación in vitro,
tú en mí por ti del otro lado del espejo.
Desde hoy cuando te leo,
verbo encarnado en tinta para siempre,
a debatir te invoco.
Acudes cuando te cito a donde quiero.
1 28
HDP.indd 128 1/11/16 10:52 AM
Sólo se fue cualquier cosa de ti,
lo más gastado.
Tu verdad está a prueba,
No hay engaño, eres lo que aparentas,
la palabra desnuda
sin apetitos ni debilidades de hombre que te desdigan.
Como todos los días
el poeta ha muerto,
pero qué viva la poesía.
Que viva la poesía.
1 29
HDP.indd 129 1/11/16 10:52 AM
MA EST R A MADU RA QU E NO
QU I E R E SENTIR SE U SADA
Nos ha tocado el fin de la historia
con la ventisca de su respiración.
Abolidas las puertas del paraíso,
todo termina como un juego de dados.
Algunos han ganado sin arriesgar
y otros
apostándolo todo
perdieron.
Esperábamos oír las trompetas del Día del Juicio
y sólo una voz impersonal
va leyendo en el altavoz
los nombres de los 300 afortunados.
La lista de Forbes es el veredicto del Gran Árbitro.
Leer la nómina de los derrotados sería el cuento de nunca acabar.
(Perdió su equipo, lástima, Señor Jesucristo.
Qué managers triunfadores hubieran sido
herr Carlos Marx, tovarich Lenin
de no haber equivocado la camiseta).
1 30
HDP.indd 130 1/11/16 10:52 AM
Borrón y cuenta nueva.
No tiene caso seguir jugando,
para qué,
si los apostadores se han retirado
y no hay más fichas sobre la mesa.
¿Y todos los que dieron algún día su vida por algo?
¿Los que creyeron fecundar con su sangre al mundo?
De todos modos estarían muertos.
Aquel martirologio perdió sentido.
Quizás nunca lo tuvo.
Hoy importan el roll, el score, el raiting, el standing.
La cotidiana cotización en la bolsa de mitos útiles.
Sobre la historia, maestra, las coronas,
un moño negro en la puerta de cada archivo
y una empinada pira de fichas de trabajo.
Arderá nada más la memoria inútil de los ardidos por el tiempo.
Anales somos y en cenizas de crónica nos convertiremos.
“Como una pintura nos iremos borrando…”
Fórmula infalible:
Amnesia crónica para aliviarse
de esta inevitablemente necesaria mutilación del pasado.
1 31
HDP.indd 131 1/11/16 10:52 AM
Internauta, has llegado a la región más inmediata del aire,
tu presencia en la red te hace presente.
Quedan algunos locos por ahí.
¿Quién abusa de quién cuando recuerda?
¿Quién que padezca la manía de correr tras sus fantasmas
no busca la complicidad de otros cazadores furtivos?
Llegan de noche a la caverna,
muestran al grupo sus presas,
las destazan,
las asan junto al fuego
y una vez satisfechos van repitiendo
ese ritual “hubo una vez”
iniciador del cuento que hoy acaba.
No ha tocado el fin de la historia
con el helado filo de su guillotina.
1 32
HDP.indd 132 1/11/16 10:52 AM
S E Ñ O R M UY SER IO QU E DEP LO RA
E L H OY QUE YA NO ES COM O AYER
De repente ya nadie te conoce.
Nadie que dé razón de ti,
de tus andanzas.
Únicamente tú te das cuenta.
Das cuenta de tu ser y te dueles.
La ciudad,
tu ciudad
es una plaza tomada.
Ancho y ajeno el mundo
entró en ella de noche
y no saldrá.
Tu ciudad es un tren de jadeos
y tu nostalgia una mínima estación deshabitada.
Han penetrado en tu sombrío solar
los fuereños,
hurgan en tus escondites,
husmean rastros en tus senderos secretos
y he aquí que ya no hay intimidad
1 33
HDP.indd 133 1/11/16 10:52 AM
en los espacios que volviste tuyos
con cada travesura y beso y vómito.
De pronto la ciudad no es algo tuyo.
Les pertenece a tantos
que a nadie le importa en realidad
si vas o vienes,
con quién
a dónde
y para qué.
No más miradas de reproche, de envidia, de cualquier cosa.
¿Acaso te das cuenta cómo estrenas
una gratuita libertad inmerecida?
Te atemoriza, tiemblas y te acorralas.
¿Dónde han ido los otros
—te preguntas—,
la gente con su qué dirán,
los chismorreos corrientes como pan nuestro de cada día
y las gruesas cortinas agitándose al paso del vecindario?
¿Dónde ha quedado el dulce recato de la provincia,
dónde la tierra donde nos enseñaron a poner los pies?
¿Qué crees, amigo? Te rebasó la vida.
1 34
HDP.indd 134 1/11/16 10:52 AM
Deberías andar como todos
en tus cosas
si tus cosas no anduvieran por todas partes
enmascaradas de remordimientos.
Cómo vas a vivir
muriéndote de miedo
por sentirte tan libre
con el futuro adherido a la piel
si nadie,
nadie en tu propia ciudad
te reconoce.
1 35
HDP.indd 135 1/11/16 10:52 AM
N I Ñ O CO N LA CARA P INTA DA
QU E P I D E LIMOSNA E N UNA E SQUIN A
El gran payaso, payasito, es algo serio.
Es la mueca del alma
frente a la angustia del no ser.
El gran payaso saca de sí lo más humano,
lo defectuoso por naturaleza,
lo sublimemente irrealizado.
Frente al espejo es como un dios
que perfecciona el día de la creación
al modelar en la arcilla de su rostro
la sorpresa de Adán
entre el fruto prohibido y la desnudez de Eva.
Los pies del gran payaso,
payasito,
se enredarán uno con otro
sólo por demostrar que el hombre es un ser que tropieza.
1 36
HDP.indd 136 1/11/16 10:52 AM
Poeta de la persistencia en el error,
después de cada pirueta el gran payaso
escuchará el ruidoso aplauso de
quien lo hizo y lo llenó de gracia.
El gran payaso es infinitamente rico,
derrocha gusto de vivir.
No pide. Se nos da a manos llenas.
Abusado, payasito de la calle,
tú con el hambre dibujada en el rostro,
abusado siempre,
abusado por otros y cuidándose de todos,
eres la mueca trágica de esta civilización,
la flor de sus alcantarillas.
No hubo para ti bienaventuranzas en el sermón,
pero sí hubo quien te vendiera por treinta monedas
y una soberbia muchedumbre que se lava las manos en ti.
Nadie que se confiese culpable de tu escarnio.
Existe sin embargo y anda libre.
Quien hizo del gran payaso un pordiosero
también ha sido capaz de pintar como payaso a un niño sin infancia.
1 37
HDP.indd 137 1/11/16 10:52 AM
Qué cantidad de dueños tiene la pista de este circo.
Pero qué payasada tan grande,
payasito: eres
la peor acción de nuestro cada día.
1 38
HDP.indd 138 1/11/16 10:52 AM
De
De cierta ciudad*
(1995)
* 2ª. ed., Tunastral, A. C. / Conaculta - Fonca (Colección Libros de la Tribu, núm. 2), Toluca, 2001.
[Se reproduce íntegramente la segunda edición.]
HDP.indd 139 1/11/16 10:52 AM
HDP.indd 140 1/11/16 10:52 AM
Envuelve la niebla los cantos del escudo:
sobre la tierra cae lluvia de dardos.
cacamatzin
Lo peor que se dirá de mi ciudad es esto.
carl sandburg
Todo se quedó en el tiempo. Todo se quemó allá lejos.
joaquín pasos
HDP.indd 141 1/11/16 10:52 AM
HDP.indd 142 1/11/16 10:52 AM
Contracorriente
HDP.indd 143 1/11/16 10:52 AM
HDP.indd 144 1/11/16 10:52 AM
E ROS I Ó N
este puño de pasto que irrumpe en la banqueta
anuncia una conjura
semilla presa bajo una losa
gota de lluvia que se infiltra
¿cómo tan lejos del sol pudieron
fundir sus pieles
de agua inestable y fuego encadenado?
ii
nadie te aplastará
tierna madeja hirsuta
has ganado el derecho de no ser pastoalfombra
ni grama de pradera
trillada por los rebaños
hoy será tu prisión la que te defienda
145
HDP.indd 145 1/11/16 10:52 AM
iii
en la raya del piso
que los niños no pisan porque se queman
innumerables dedos húmedos
la tierra extiende
a mitad del verano
hay un plantón de hojas incultas
iv
podrán venir el azadón
el hielo
el aliento
herbicida de noviembre
no moriré del todo después de todo
volveré con las lluvias
a roer el cemento
hasta que no quede más calle
sino llanura virgen
y césped estremecido en actos de amor
146
HDP.indd 146 1/11/16 10:52 AM
EX H UMAC IO NES
A dos pasos de ti
abuelo fósil
hay huesos de mamut
madera chamuscada
algunas lascas.
Dictaminan los sabios
que fuiste cazador de proboscídeos
que fabricabas puntas de pedernal
que ya tenías dominio sobre el fuego.
Prototipo del hombre prehistórico
nunca sabrán que fuiste
el bueno para nada de la tribu.
En noches de luna llena
aullabas y hacías ruidos extraños
con pedazos de madera.
1 47
HDP.indd 147 1/11/16 10:52 AM
Abandonabas el asedio del bisonte
para irte a bañar con las mujeres
y les hacías cosquillas en el sexo
usando no sé qué palabras
que sólo tú sabías.
Un día te sorprendieron los ancianos
cuando hurtabas tizones
para pintarrajear las cuevas.
La gravedad del caso
y el peso de una roca amarrada a tu cuello
te trajeron hasta el fondo del pantano
como al también incomprendido
mamut de la era glacial.
ii
Entre los bienes de manos muertas
que la nación vendió
iba tu momia
fray Servando.
Fue propiedad de un empresario de circo
que la exhibió por toda Europa
148
HDP.indd 148 1/11/16 10:52 AM
entre mujeres barbudas
cerdos de dos cabezas
y licántropos.
¿Acaso no querías
causar asombro al mundo?
El sermón de la virgen
estampada en la tilma de Tomás-Quetzalcóatl
tus actos de escapismo
las tenidas nocturnas de tu logia
tu acrobacia verbal en cortes y congresos
tu mesianismo patrio
noble fraile
no es nada comparado con la morbosa fascinación
que despertaste
después de muerto.
Porque ya estabas momificado en vida.
El día que México se dijo libre
quedaste en la otra orilla de la historia.
149
HDP.indd 149 1/11/16 10:52 AM
iii
Encontrarán tu cráneo
en un esquina del campo militar.
Tu madre llorará nuevamente
ahora con el alivio
de saber que por fin apareciste.
Darán razón de ti
tu luminosa frente perforada
el prognatismo de tu maxilar
y mechones rojizos de una melena inconfundible.
Tristes
envejecidos
claudicantes
dirán tus compañeros
que aquello fue un error
que tu muerte no tuvo sentido.
Pero, ¿vale la pena vivir así
y no como soñaste?
1 50
HDP.indd 150 1/11/16 10:52 AM
ECLI P S E
este sol crudo
que se despoja de placenta
tiene que andar sin piel
por el ombligo del día
su fulgor lo deslumbra
y desconoce la noche que le aguarda
grano cautivo de prematura resurrección
ii
Nuestro Señor Despellejado
cuánto dolor te costará
ponerte en movimiento
tu ángel anunciador no dijo
que nacerías en carne viva
1 51
HDP.indd 151 1/11/16 10:52 AM
cercado por estrellas que llueven
dardos de sal
lloras de sufrimiento
no de recién parido
iii
una mano implacable me hunde en la montaña
me precipita al mar
todas las tardes me arroja del azul
y al azul conmigo
dicen que sirvo al mundo
a mí nadie me sirve
ya no hay quien dé su corazón para que vuelva
en vano he venido a ser el que arde a solas
¿esta es la dulce libertad prometida?
¿por qué no retornar
a la jícara del conejo
bajo la falda de serpientes?
1 52
HDP.indd 152 1/11/16 10:52 AM
iv
los cuatrocientos que arrojan humo
somos los incontables capitanes de la niebla
giramos sobre un pie
por las cuatro esquinas del aire
se deja oír nuestro atabal de oro
sonajas de ceniza se desgranan
hemos venido de donde no se sueña
somos parte de aquel por quien todo vive
lo hemos recorrido de un lado al otro
somos su excremento
cuando me haya secado
como fruto agridulce en la rama,
¿habrá quien llore por mi carne enjuta? no
para entonces cada hombre tendrá su sol particular
y su lluvia privada
pero muy pocos recibirán el nombre de hombres
1 53
HDP.indd 153 1/11/16 10:52 AM
los demás andarán en carne viva
con su eclipse a la espalda.
1 54
HDP.indd 154 1/11/16 10:52 AM
Como el maizal que anhela
HDP.indd 155 1/11/16 10:52 AM
HDP.indd 156 1/11/16 10:52 AM
FLO RE STO LENDA S
Quedamente
como con miedo de tocar
se recuesta la lluvia en los hombros del día,
humedece el amor desecado en las copas
y un murmullo de mínimos partos
infiltra las rendijas de nuestra piel primera.
Amo su oficio de caracoles,
su implacable barrer con pinceles de vidrio
encrucijadas,
ávidos poros,
labios que labra el sueño en su prisión de musgo.
La presiente el oído cuando se acerca,
lengua reptil,
voraz
hilandera de pegajosos laberintos
que teje la telaraña del recuerdo en mis ojos.
1 57
HDP.indd 157 1/11/16 10:52 AM
AT L ACA H UALO
Amanece la luna con su bostezo verde.
Esa pálida luz que inventó la montaña
para beber el sol en los maizales.
El corazón del jade es encarnado
y amarilla la pulpa del silencio.
La luz tiene el color
triunfal
de los cadáveres.
Es hoy el día del año en que florecen
el pedernal y el rito,
la sangre que dispersa su aridez en los llanos.
El hombre no conoce a la mujer
ni ella se ocupa de lavarse.
Hay que torcer el cielo de punta a punta,
mordisquear sus orillas,
poner un poco de ceniza en los labios
1 58
HDP.indd 158 1/11/16 10:52 AM
y recordar
siete culebra,
corazón del cerro,
madre que se alimenta de inmundicias,
como llegaron a herir el polvo
los jaguares del trueno,
los que eyaculan astros
sobre algodón de escarcha.
Uno los llama con escudos de cascabeles,
con tímidas sonajas de tecomate,
imitando la fuga del venado
cuando quiebra hojas secas en el bosque.
Luego nos arrastramos desnudos en torno de los manantiales,
fingimos sed,
masticamos pedazos secos y salados de carne,
que se reseque la saliva.
Nadie puede dormir junto al agua
porque no amanece.
La serpiente de nubes lo devora,
se alimenta del olor a sueño
y aborrece el aroma de la vigilia.
1 59
HDP.indd 159 1/11/16 10:52 AM
Cuidado entonces con espantarla,
se le debe escuchar luminosa y cercana,
pero que no se arrastre,
que no venga a nosotros,
no antes de que haya clavado
el último lucero de la sequía
su aguijón
en el pozo.
160
HDP.indd 160 1/11/16 10:52 AM
QU IA H U I TLEH UA
Agrio,
agusanado de calor,
es un cráter de espinas
Tamoanchan,
vientre de tierra.
Águilas de collar
lo circundan.
Malacate de polvosas plumas,
ronda de espinas,
una trenza de garras se hunde en el cuello
de la mazorca.
Vencidos por el peso de las pisadas
de pedernal
que pasan
crujen los vellos de zacate,
se resquebraja el pubis de huizache
flechado por navajas que descienden
de la región del negro y de los muertos.
161
HDP.indd 161 1/11/16 10:52 AM
Es un mal viento este del norte
que dispersa las hojas,
las aleja,
no las vuelve a juntar
en la jícara azul de los montes.
Ombligo de la luna,
entre los tules,
al corazón erosionado del lago se acercan
los jaguares del trueno
los del escudo de serpiente,
los que hacen con turquesas un collar,
los dueños de la diadema de obsidiana,
los que ofrendan el líquido precioso
al señor y señora de
nuestra carne.
Se sangrarán labios y lengua,
vaina de las orejas, punta de la nariz,
tallo florido del pene que se derrama en niebla de mariposas
y el firmamento gris,
molcajete de estrellas,
desbordará el llanto puntual de la fecundación.
162
HDP.indd 162 1/11/16 10:52 AM
Así los dioses y sus criaturas
aprenderemos a llorar
dulcemente el amor que no nos abandona.
1 63
HDP.indd 163 1/11/16 10:52 AM
T L A XO CH I M ACO
Es el niño del mar.
El hijo de la mariposa verde.
Lo amamos por sus ojos de relámpago,
por su olor a tormenta,
por esas ganas de llorar
que se le vuelven escarcha en las pestañas,
por el sediento manantial de espigas
enredado en su pelo,
por su espiral invocación de nubes
lo veneramos desde la última cosecha.
En el templo del caracol,
en el santuario de la espuma
se le amamanta con miel y jugo de elote tierno.
Ahí el pequeño dios
gobierna entre las vírgenes de dorados pezones,
se yergue como flor de nubes,
164
HDP.indd 164 1/11/16 10:52 AM
como guirnalda de maíz tostado
y el cacao de las flautas lo arrulla
para que no le gane la tristeza.
Mañana muy temprano,
dice una voz,
serás el colibrí prendido al árbol de las tetas,
fruto de plumas que nadie cortará,
gota multicolor de luz,
tibio jade ensartado en el collar del sol,
flor que anuncia el nacimiento y la muerte del día.
Te llevaremos,
dice otra,
a la cuna del agua,
ahí donde se juntan lo dulce y lo salado,
donde mar y lago se acarician,
donde el amor es una inagotable conversación de caracoles,
donde se inicia el viaje de las nubes a las montañas
y habrás de caminar junto a tu madre,
tomado de la mano con la lluvia.
Pálido mensajero del aire,
anillo transparente en la respiración del fuego,
165
HDP.indd 165 1/11/16 10:52 AM
rehilete de pétalos con sed,
acércate a mi seno,
aquí te está esperando
un fresco temazcal de infancia eterna.
La mariposa verde aletea en sus párpados.
Brisa de espigas lo sacude,
un copili de espuma
cubre el templo.
166
HDP.indd 166 1/11/16 10:52 AM
C AR N I S L E VANDA S
De qué lágrima, luz, de qué retiro,
de qué claustro materno
viene este diapasón de prisas,
el tambor de este asedio en la ventana.
No sé si pertenezca mi nombre a la tormenta
pero como algo suyo lo repite,
traza mis iniciales secretas en la noche,
he despertado a mi bestia tribal
y una hoguera de sombras asustadas
ladra al relámpago.
No debo continuar aquí.
Un aullido de ortigas me reclama,
esgrime su collar de lumbre,
me rodea,
erotiza mi tacto,
desata la piedra y hace danzar
un coágulo de insectos enloquecidos.
1 67
HDP.indd 167 1/11/16 10:52 AM
Cabalgadura ardiente,
ha comenzado a desahogar su fiebre en mi sorpresa
y al fondo de sus estertores
he perdido la piel,
el peso de otros huesos me tritura
y relincho en el fondo de ese tórax
y me babea una yegua su lechoso sudor de madreselva.
Astro en ebullición
vamos al trote, luz, no te detengas,
al núcleo seminal de la nube
al cogollo del vientre donde se fragua la humedad,
a la matriz
de prisa
que nos espera
la vagina de miel derramándose en peces.
Viscosa gruta del deseo,
la falda de serpientes me succiona,
endulza su avidez con cristales de tiempo,
naufraga en la resaca del amanecer.
Fragua de lágrimas y sudores,
destila perlas dulces,
168
HDP.indd 168 1/11/16 10:52 AM
cuentas largas,
collares de vapor en la ventana que se desdibuja.
Es julio
y noche adentro
algunas gotas caen.
Pongo a secar el miedo en el umbral
y entre las sábanas mi piel estremecida.
169
HDP.indd 169 1/11/16 10:52 AM
T L ALO CAN
La nube
quemadura.
Plumas ávidas de piel
parvadas de pavesas que se posan en el temblor del tacto.
Con qué parvo pavor nos estremece el trueno
cómo corremos a casa cuando comienza el chubasco
cuántos paraguas se abren como murciélagos
y apaciguan el pánico de sentirnos golpeados por las gotas.
Ya no es agosto el goce pródigo
de persistir como las aves a pesar de la lluvia.
Esta estación
no hervimos de amor en los jardines
ni al despedirnos
notamos lo mojados que nos dejó andar juntos.
Tal vez envejecimos antes que la gabardina
y nuestra juventud quedó colgada de un perchero.
170
HDP.indd 170 1/11/16 10:52 AM
Es que la madurez le llega al hombre
con el miedo de salir a la calle cuando llueve
o es que la gente de cualquier edad
finalmente aprendió cómo hacer el amor en seco
lejos del manotazo lúbrico del verano.
Pero ha pasado el tiempo de las preguntas.
Ven otra vez a la ventana,
ve venir el galope inagotable
de la estación invicta
golpeando el vidrio.
El óxido y la fruta.
La nube
que —diría Villaurrutia—
madura
y dura apenas lo que su quemadura.
17 1
HDP.indd 171 1/11/16 10:52 AM
HDP.indd 172 1/11/16 10:52 AM
Entre lodo y astillas*
* En las anteriores ediciones, los versos estaban intencionalmente mal cortados para desconcertar
al lector; aquí se ajustan mejor a la métrica y al ritmo, además, se realizaron otras modificaciones.
HDP.indd 173 1/11/16 10:52 AM
HDP.indd 174 1/11/16 10:52 AM
V I STA ZO A LAS CO R DILLER AS
Usted que como nadie
noventa años murió piedras y plantas y gente
de toda naturaleza,
que le tomó la medida al mundo
al mismo tiempo que Napoleón pretendía sujetarlo,
usted
Federico Enrique Alejandro Barón de Humboldt
(¿así debo llamarle?
¿acaso Herr, Monsieur, Signore, Mister?
¿cómo se le habla a un hombre
“en viaje para adquirir conocimientos”?
¿citizen of the world?).
En fin, usted a secas
lo más probable es que no recuerde
una descolorida ciudad de Nueva España
que visitó en septiembre de 1803.
Podría darle por seña
un informe científico casi exacto:
a 4,672 metros sobre el nivel del mar
175
HDP.indd 175 1/11/16 10:52 AM
se alza el Pico del Fraile.
Pero quien calculó
la altura de tantas cumbres
y se asomó al cráter del Pichincha
y estuvo a punto de conquistar el Chimborazo
y vio en actividad el Cotopaxi desde tierra
lo mismo que de viaje hacia el mar por el río Guayas,
tal vez haya olvidado las dos lagunas apacibles
de Xinantécatl.
Supongo que no le conmovió
la ciénega de Lerma con sus aldeas de pescadores
y sus artesanías de tule
y sus mansas navegaciones,
luego de remontar las aguas del Orinoco
hasta su afluente el Casiquiari
que lo conecta por el río Negro
con el Amazonas.
Es más seguro que el nombre de Toluca
le resulte familiar por un árbol
que llamó su atención y la de nuestro
Amado Bondpland.
176
HDP.indd 176 1/11/16 10:52 AM
No hablo del Gyrocarpus “volador”
de semillas acróbatas
contorsionadas por el viento
que barre cálido el valle de Aragua.
Tampoco me refiero
al “palo de vaca”
productor de una leche ácida y espesa
pero rica
que usted probó en la hacienda de Barbula
¿recuerda que bebida inmoderadamente
provoca vómito y hace arrojar
bolas de caucho?
Sin forzar la memoria
ponga su mente en blanco e imagine
un árbol con manos.
Innumerables flores con dedos rojos
que palpan el corazón y lo alivian
o al menos lo consuelan en sus quebrantos.
Antes de ver el “árbol de la manita”
debió pensar que era una fábula,
una conseja de exploradores
como la que se contaba de los indios-raya
que tenían la cabeza en el ombligo.
177
HDP.indd 177 1/11/16 10:52 AM
El macpalxóchiquauitl,
a usted le consta,
era una especie de antigüedad más clara
que la del árbol legendario de la Noche Triste
o el ahuehuete que en Chapultepec
se ufanaba
de haber sido plantado
por Nezahualcóyotl.
Bondpland, que examinó
las hojas lobuladas y cordadas en la base,
el cáliz campanulado de sus flores sin corola
y los cinco estambres salientes,
rojos,
encorvados,
que simulan la forma de una mano
estuvo de acuerdo con el doctor Cervantes
en que su nombre botánico debía ser
cheirostemon platanoides.
Hoy se le clasifica
como chirantodendron pentadactylon.
Eso no importa.
Con los siglos se aprende
que las verdades científicas más duraderas
178
HDP.indd 178 1/11/16 10:52 AM
son aquellas que irrigan
los cauces de la poesía.
Si usted me lo permite
le invito a mirar nuevamente
el “árbol de la manita”.
Caminaremos hacia el norte de Toluca
por calles que nunca imaginó
ni en Berlín ni en Londres ni en París,
mucho menos en la provincia mexicana.
Ya no verá milpas
ni será necesario vadear arroyos
que humedecían las ingles de esta
región equinoccional.
Le asombrará sin duda
saber que el árbol es ahora propiedad de una familia
que comercia sus flores
y no admite visitantes.
Por fortuna usted es extranjero y huele a dólares.
Nos dejarán entrar sin problemas.
Cuando lo vea llore si quiere,
como es natural que ocurra al encontrarse
179
HDP.indd 179 1/11/16 10:52 AM
dos viejos amigos que no se han visto
en casi un par de siglos.
Tómese su tiempo, pero dígame
Federico Enrique Alejandro Barón de Humboldt
si este es el mismo árbol que usted vio
y si estos dedos góticos
aún le acarician el corazón con la ternura
de una madre olvidada.
180
HDP.indd 180 1/11/16 10:52 AM
PU D O R ES Y SU P ERSTIC IO NES
Partido por la cintura
el Sanmiguel empotrado
en la barda de Apinahuizco.
El medio arcángel desafiante
que se recorta en piedra
con párpados de grano de café
y labios de caracol marino.
El querubín embarnecido
a punto de tirar el último mandoble
antes que la erosión borre su espada.
El veterano sin piernas
que en la primera guerra
pisoteó la testa de Luzbel.
El Sanmiguel sólo-cabeza-y-hombros
que nos recuerda al Adán texcocano de Acolman
y al Cristo bizantino
en un mosaico mutilado de Santa Sofía, Estambul.
Al barrio de San Miguel Apinahuizco
se llega por dos caminos.
181
HDP.indd 181 1/11/16 10:52 AM
El primitivo trepa por La Retama.
Ya lo pavimentaron y el ascenso
es más suave que cuando niños.
El otro, culebra de cemento,
viene bordeando cerros.
Circunvalación norte
o Paseo de los Matlatzincas.
El caserío se hinca a los pies
de San Miguel
llamado erróneamente por algunos viajeros
Titucuitlapílco.
Debe ser Pinahuizco
dicen los nahuatlatos.
Lugar en donde crece la “yerba de la vergüenza”
Arbor púdica
“mimosa sensitiva”
como traduce Olaguíbel.
Según Robelo
“en (donde hay) los escarabajos de los agüeros”.
Pinahuixtli llamaban a la sensitiva o dormilona,
planta herbácea espinosa
con flores en cabezuelas rosadas
cuyas hojas se pliegan al menor contacto.
El pinahuixtle era en cambio
“cierto escarabajo que (los indios) tenían por agüero”.
182
HDP.indd 182 1/11/16 10:52 AM
Pastores niños
revuelven la majada con un palo
para atrapar “toritos” tornasoles.
Se les enreda
un hilo en el cuerno
y es como jugar con un avión de pilas
pero vivo.
En el atrio no hay flores ni insectos.
Sólo la plazoleta lisa.
El edificio nuevo que parece bodega
y la vieja iglesia plateresca recubierta de yeso.
En la barda encajaron
al Sanmiguel,
a esa virgen roída por la humedad
y entre los dos
un misterioso pilón de piedra
donde imagino ritos de fertilidad
al Priapo juguetón
que sobrepuebla el barrio.
1 83
HDP.indd 183 1/11/16 10:52 AM
O R F EO EN LOS INVIE R NOS
Por la cuesta de Santa Bárbara
resopla el piñatero
balanceándose al centro de su constelación,
baja como crecida de temporal,
rompe la bóveda,
sale de madre,
destapa olores de ropa tendida sobre nopales,
estiércol y lejía,
blancuras achacosas que se orean en el sol
marchito de diciembre.
Estos eran los bajos fondos de Toluca
desperdigados en la falda del cerro,
inciertos callejones por los que
ningún coyote entraba a malorear a las gallinas
o de menos
salía con el hocico en flor.
De tan allá regresa
el piñatero con el pintado manojo
de sus desvelos al hombro,
184
HDP.indd 184 1/11/16 10:52 AM
dilatada hortaliza de carnaval,
primeras novias de barro,
jugosa redondez enredada en crinolinas de papel.
Desde que le metieron pavimento y focos
todo mundo pasa por Santa Bárbara
sin que ladren los perros
ni las muchachas se persignen
(No vaya a ser mi novio, virgen santa)
o resuene el metálico trueno de los muelles.
Hoy nada más el piñatero vuelve
con aureola de santo en procesión,
lamparoso de engrudo,
manos embadurnadas de arcoíris
prendiendo fuegos de San Juan.
Patas arriba en su escoba arrabanadas,
estrelladas,
apiñadas,
da tentación de verlas cabeza abajo
tan fresquitas como si las acabaran
de coger en el cerro
y apetitosas cuando tiritan,
zumban,
185
HDP.indd 185 1/11/16 10:52 AM
arden de miedo,
se les arruga el corazón de tepalcate.
Piñaaatas palaaas posaaadas
parrompeeerlas pooor la noooche
y al sonoro rugir del pregón crujen zaguanes,
rechinan cerrojos,
carreras, risas, chiflidos hacen ronda,
acarician los flecos,
calan a coscorrones el vientre fértil, ancho, quebradizo.
Hoy no,
a lo mejor mañana dice la madre,
los niños que preguntan al piñatero si pasará de nuevo
y él les contesta que todos los días hasta el 24
si le sobran piñatas o hace más
para vender,
ya Dios dirá.
Luego baja por Bravo rumbo al centro
el piñatero de Santa Bárbara
tal vez lo último que nos quedó del barrio.
Según la estación hará
papalotes o judas de cartón o calaveras de dulce
y un día su cruz de ébano labrada con rosetones
186
HDP.indd 186 1/11/16 10:52 AM
y su crespón de tafetán
para que no se diga
que no hizo a tiempo lo que manda
el costumbre.
1 87
HDP.indd 187 1/11/16 10:52 AM
EL T I E M PO GOTEABA LECHE
Avellanada en vidrio
la cúpula de Santa Clara.
Popotillos de nube
barren sol en el frágil
febrero de su cáscara.
Cuando uno se acerca
entre gulas de pan horneándose
y gabanes impasibles
que rodean el sanatorio,
cesa el estruendo
de las viejas fachadas
y en la segunda infancia del jardín una pareja
unida por el silencio
mira en dos direcciones.
Acaso él recuerda en obra negra
el gótico chaparro de los ventanales
que hacen esquina.
A ella tal vez le espantan
las fauces grises de una nueva armazón
a espaldas de la lonchería pintada de colorines.
188
HDP.indd 188 1/11/16 10:52 AM
“Puerta del cielo ruega por nosotros”
musita la inscripción del pórtico.
Se mece en el columpio
una niña de pantalón azul brillante.
Sobre el pretil de la fuente se balancea
un anciano de chamarra lustrosa.
Desmañanado viento menea los cedros.
A marcha lenta por la avenida van
los motores rumiando fastidio de domingo.
La juguera se aburre tras una formación de vasos
tapados con mitades de naranja.
Caerán
inevitables
como cáscaras de coco en el desierto
las campanadas de las doce.
El vecindario de Santa Clara
cuarteándose de humedad,
nostalgia de techos altos
se empinará a tomar su baño de paraíso
bajo la regadera del tragaluz
que llueve plata en polvo.
Los calostros del mediodía.
189
HDP.indd 189 1/11/16 10:52 AM
U N A BATALLA P O R TEMO R P ERDI DA
En las axilas jugosas de mayo,
vibrante girasol,
retoña el colibrí.
Prendido de la luz
como la lengua del amante cuando se clava
en el ojal de los profundos apetitos.
Al chupamirto-chuparrosa-picaflor
lo asedian gavilanes,
el escolar ocioso,
la yerbera que atraviesa
su ardiente corazón con una exacta
aguja de tejer destinos.
Codiciado trofeo.
Amuleto costoso.
Dios de bolsillo
conductor de peregrinaciones,
desvelos,
necesidades que se sienten en los órganos
de la recreación.
190
HDP.indd 190 1/11/16 10:52 AM
El barrio de Huitzila era
lugar de colibríes
como Tzintzuntzan en Michoacán
Huitzilopochco-Churubusco en México
o el Huitzilac sangriento del valle morelense.
Con el afán de tasar a las aves por su cauda,
el español decía
pájaro-mosca,
tomín o tominejo.
Pero el poeta indio de los altiplanos
supo escuchar su delicado
aleteo reverberante
y capturó
el encanto de esa música
en el náhuatl huitzilin y el purhépecha tzintzun.
La ciudad ahuyentó los colibríes de Huitzila
descargó pestilencia en el río de las márgenes floridas
y marchitó los brillos de amor posible
que descendían a sorber los dulces
sudores del deseo.
191
HDP.indd 191 1/11/16 10:52 AM
Pero una mañana los sorprendí,
verdes-azules-violáceos, en ronda primaveral
por las laderas del Toloche.
Hace quince años
cuando bebía los vientos
por una muchacha de ojos claros
un chupamirto me hubiese dado valor
para enamorarla.
Se dice que es el ave de la seducción,
pero también de las batallas.
A principios de invierno
clava su pico en la hendidura de un tronco,
pierde sus plumas
y enjuta.
Aletargado permanece como el sol,
que en esos días reclina la cabeza
hacia el árbol del sur.
El de la izquierda.
Donde se posa el dios guerrero
Colibrí Zurdo-Huitzilipochtli.
Un chupamirto que acaba de revivir no se deja
capturar fácilmente.
192
HDP.indd 192 1/11/16 10:52 AM
Ese día me hizo falta
algo más que una red de malla fina
para cautivarlo y una aguja para punzar
su cuerpo trémulo.
Porque alguien sin valentía
para confesar su amor a una muchacha de ojos claros
mucho menos será capaz
de partirle el corazón a un colibrí.
1 93
HDP.indd 193 1/11/16 10:52 AM
I N VA S I Ó N
Un sorprendente azul de domingo.
La señora joven haciendo aerobics.
Tortuosa corre la cinta asfáltica.
Prende su anafre la quesadillera.
Con el escape abierto pasa un trailer.
Desde aquí pueden verse las azoteas del centro.
Una mujer sin medias lee fotonovelas.
La loma estrena chalet suizo.
Aquel niño trazudo mete la nariz en una bolsa.
Tendederos entre parabólicas.
Dice la barda que todos estamos con el licenciado.
Sobreviven las tejas avergonzadas de no andar a la moda.
Futbolistas se surten de cerveza.
Sólo El Cóporo sabe lo que le duele.
Colores desafiantes en las fachadas.
Una voz femenina se hace cachos en el tocacintas.
Sobre el pulmón del cerro se resiste.
Murallas de nopal basáltico.
Chavitos encuerados manoseando aguapuerca.
194
HDP.indd 194 1/11/16 10:52 AM
Otra ciudad enfrentada a la de abajo.
Se resiste, se aguanta, se vive de lo que cae.
Hay que subir por callejones empinados.
Greñas mugrosas.
Bragueta abierta.
Y usted a qué carajos viene.
Uno suda pero de miedo.
No es borrachera, es hambre.
Cómo no se van a espantar las damas de beneficencia.
Pinches rateros, nomás nos vienen a engañar.
No es barrio ni es colonia.
El espíritu santo no da los materiales.
Agua todos los días sólo para los ricos.
Cuál interés social cuál caridad cristiana
Aquí las cosas se han conseguido a güevo.
La verdad yo nada más pasaba
Me perdí.
195
HDP.indd 195 1/11/16 10:52 AM
EX VOTO
Los tamales dorándose en la sartén abombada.
Una mujer les quita la camisa de totomoxtle
y los echa a nadar en aceite.
El ebrio trasnochado tiembla.
Chisporrotea.
Se está friendo en alcohol y sueño
con el primer fogonazo del alba.
San Sebastián es una nota de referencia
al margen de la ciudad.
Lo abrió en canal el pavimento.
Flechas de circulación atraviesan su torso herido.
Pero el mes taumaturgo
—enero sabio en pócimas y ungüentos—
junta los miembros desgajados del barrio,
les da una friega de árnica y ruda,
sopla en su boca alientos
de campana,
pólvora,
incienso,
196
HDP.indd 196 1/11/16 10:52 AM
para la feria de Sansebas
que interrumpe la circulación
entre Josefa Ortiz/Instituto Literario/Cinco de Mayo.
A la misa de gallo una parvada de rebozos
hiela el atrio.
Cascarón de cemento empolla
el canto taciturno de las beatas
sin pecado visible que combatir.
Antes fluía el aroma carnal
de los vecinos callejones.
La Chata, también Paca en Melero y Piña
para los clientes de medio pelo.
A la vuelta La Pizarrina
curaba insomnios encopetados.
Colegios de placer
donde padres, padrinos y tíos
perdieron la gracia original
por la peseta o el tostón
(diezmo/primicia/parabienes de Venus-Tlazotéotl,
devoradora de poluciones ruborosas).
Este chorro de instinto
cuajado materia y alma en mi persona
1 97
HDP.indd 197 1/11/16 10:52 AM
pudo quedar ahí
seco en un trozo de percal
o pisoteado en tierra suelta
o piltrafa de amor culpable
despeñascado en el retrete.
De niño
iba las madrugadas de domingo
a comprar alfalfa para mis conejos.
La vendían por bultos
junto a la barda de Sansebas.
Ya de vuelta
una pastosa sensación de inexplicable alivio
trenzaba sus misterios en mi saliva.
198
HDP.indd 198 1/11/16 10:52 AM
BA LCÓ N M EDIC INA L Y GALA NTE
En complicidad con el zaguán abierto
la mirada escudriña
llagas y humedades del patio.
Los expuestos resortes del tambor.
El peltre de la bacinica despostillada.
El yeso que se cuartea.
La madera podrida en el dintel.
La rancia penumbra de las habitaciones.
Tartamudea macetas el corredor.
Soliloquio de flores amaestradas
y plantas de emergencia.
Hay algunas que alivian
con sólo pronunciarlas:
Sangredecristo,
contrayerba blanca,
hojasanta,
raíz del manso,
yerba del cáncer,
tapacola,
pulmonaria.
199
HDP.indd 199 1/11/16 10:52 AM
Para calmar los nervios
el tumbavaqueros.
Los cólicos se curan con el mil en rama.
Pata de león contra el sarpullido.
La yerba de la golondrina corta diarreas.
También están las otras,
que simplemente curan la soledad,
como pensamientos,
geranios, alhelíes, hortensias, agapandos,
la millonaria que se extiende,
la malamadre que saca a sus retoños de la maceta,
la colmena que borda carpetas blancas en el prado.
Pero entre tanta seducción de aromas y colores
sólo me excita
el mastuerzo alpinista de muros
con sus paraguas planos
y sus cornetas anaranjadas.
Al mastuerzo le debo placeres vergonzosos.
Como crecí en el barrio de San Juan Bautista
(a espaldas de la capilla de Sandieguito)
para ir a la escuela
20 0
HDP.indd 200 1/11/16 10:52 AM
tenía que pasar junto a la estancia
“Isabel de Castilla”,
una blanca rotonda recostada
tras el biombo de alambre
con celosía de mastuerzos.
Al amanecer
las flores se empinaban hacia la calle
y las raptábamos
para trozar su frágil espolón,
esa membrana objeto de deseo
que derrama una gota de miel en la lengua.
Nos divertía
rapar dientes de león
soplando en su melena blanca
y mirar deslizarse los copos de pelusa
por las resbaladillas del aire.
Pero el vicio pueril
de hurgar en la trastienda de una flor
para sorber su perla de rocío
sólo el himenoclasta que un día fuimos
lo extraña.
20 1
HDP.indd 201 1/11/16 10:52 AM
U N O D E MIEDO
La muerte sabe
a dulce de pepita
a cordero de dios que se disuelve y limpia
los pesares del mundo.
Niños de toda edad
con atavismo celta-chichimeca
devoran cráneos de azúcar translúcida.
Copas de almíbar
donde el último aliento se anticipa
en el vidrio soplado del alfeñique.
Alguien hurtó las herramientas del destino
para moldear tu calavera
y plantarle tu nombre en la frente.
Semanas antes de los días de muertos
se vienen a poner en el portal
los hacedores de arcanos festivos.
Tienden su simulacro de panteón
y la despreocupada humanidad pasea
20 2
HDP.indd 202 1/11/16 10:52 AM
entre esqueletos que pelan los dientes
y frutales ofrendas que convidan
al fiel difunto que cada quien
lleva consigo.
Nada tendría que hacer
la chocarrera calabaza de Halloween
con su estudiada mueca de
asústate o te mueres
si no fuese también un fruto nuestro que regresa
del otro lado mascando inglés
con dentadura postiza.
Aquí la calabaza no se vacía
para usarla de máscara.
Se come cocida en trozos
endulzados con piloncillo y se sopea
en un plato de leche
como el camote
achicalado.
Con el chilacayote seco se preparan
los cabellitos de ángel.
Los dulces de los muertos son acitrones,
naranjas cubiertas,
frutas cristalizadas.
203
HDP.indd 203 1/11/16 10:52 AM
Con pasta de semillas están hechas
frutitas falsas
cubiertas de color y canela en polvo.
Pero de azúcar
se modelan borreguitos de ondulante vellón
y se moldean las calaveras que nos ven
desde sus órbitas de papel estaño.
Mi padre cuenta que en su infancia,
cuando vivían en San Juan Chiquito,
unas tenderas solteronas
le enseñaron a hacer figuras de alfeñique.
En ese barrio
los primeros días de noviembre no eran
tan tristes como otros días.
En cada casa había
por lo menos
un difunto fresco para llorar y comer
mole con tamales sobre su tumba.
El hermano pleitero
cosido a puñaladas en la cantina.
Aquel compadre borrachín que amaneció
entelerido como gorrión junto a la zanja.
20 4
HDP.indd 204 1/11/16 10:52 AM
El chamaquito que se ahogó en el pozo
o lo ahogaron,
quién sabe
y para no ir más lejos ese pariente
que entró a la tienda de mi abuelo
con las tripas entre las manos.
San Juan Chiquito tenía entonces
más ánimas en pena de habitantes.
Se contaba la historia de un espanto que aparecía
encaramado en las bardas de adobe
y que por las noches descendían
silbando del cerro las brujas
como pelotas de zacate en llamas.
No se crea
me dijo en el mercado nuevo
una vendedora de flores,
a lo mejor no sea la muerte
lo que nos mete miedo.
Quién sabe si es la muina
de los que no se quieren ir.
20 5
HDP.indd 205 1/11/16 10:52 AM
Triste su calavera
la mía es de azúcar
y me la chupo
desde la víspera.
20 6
HDP.indd 206 1/11/16 10:52 AM
EN G E N E RAL P R IM
Tras el zaguán oscuro
los ojos de mi abuela,
los ojos de mi abuela junto al muro
brillando con más brillo que la vela.
Remendaba con luz nuestro futuro,
con sus parches de amor sobre la tela.
En la cocina de humo la veía.
Humo en fulgor de su mirada densa.
Cómo olvidar, Celia García,
el humo negro de tu trenza,
el aroma dulzón de tu cigarro
y las ollas hirvientes como soles.
Incandescían en su crisol de barro,
planetas en sazón, nuestros frijoles.
Era el olor picante del adobe
y agridulce el adobo en la cazuela.
207
HDP.indd 207 1/11/16 10:52 AM
Permite que me embobe
en tu recuerdo, abuela,
y en las tardes oreadas de lejía
cuando el barrio pringoso
detrás de nuestros pasos se perdía
pero no el ondular de tu rebozo.
Ya el callejón no existe ni el jacal.
Sólo en la ciudadela
de mis muertos amados tu ritual
presencia me consuela:
feriado y carnaval
entre los días de escuela,
caricias de tomillo, de laurel
y besos de canela.
Por qué ardiste de miel
y azúcar en panela,
tú no te has ido. Me vives en la piel
con tu dulce vejez de humo, abuela.
20 8
HDP.indd 208 1/11/16 10:52 AM
O CTAVA G ENER ACIÓ N
Un barco anclado a mitad de la nave.
El utópico viaje mercenario
a tierra de infieles.
No zarpará esta flota inflamada de fe
mientras hierva la calle de motores.
Cómo podrán cruzar
los cruzados de Pedro Nolasco
la avenida Morelos.
Qué inabordable la navegación
entre los callejones del Ratón
y Víctimas
y Corregidor Gutiérrez.
Ocho generaciones nos contemplan
desde esta luminosa esfinge
agorzomada.
Templo de la Merced
vencido por la asfixia
de la modernidad.
20 9
HDP.indd 209 1/11/16 10:52 AM
El tráfico y el comercio ambulante.
Hace cien años
la caravana cívica
te dejó sin atrio
y un obelisco garrapateado
de jeroglíficos
preserva la memoria de
nuestros ilustres desconocidos.
21 0
HDP.indd 210 1/11/16 10:52 AM
T I AN G U I S
Cuando el vidriero sopla en la caña
y la flor gira sobre su pie,
una burbuja de húmeda transparencia
gravita en lucha con el aire.
El aliento solar en la matriz del agua.
Cada fruto es el verbo encarnado de Natura
el háganse las nubes a imagen y semejanza
de la piel nuestra de cada noche
y se tiñe de aromas el árbol de la vida
y agridulce el pecado original se deshace en la lengua.
ii
Barro en sazón
desparramándose el estío
cómpremos / véndamos.
21 1
HDP.indd 211 1/11/16 10:52 AM
El borbollón dorado, magenta, ocre.
Güerita acérquese.
Chaquira de acociles–lentejuela de pápaloquelite.
Cómo te gustan las apreturas, vieja.
Bajo la enagua del mercado
se suda la gota gorda de la costumbre.
De sol a sol
llueva o truene,
vinistes y ya vendistes
comprastes y ya te fuistes,
hasta el oxígeno se regatea.
El aromado plexo solar de la papaya
el mamey en decúbito dorsal
las rotundas tetas de la frutera bajo la blusa.
Lo más grato.
Lo gratis.
21 2
HDP.indd 212 1/11/16 10:52 AM
WA L P URG I S
Un siglo al menos permaneces así
a media respiración agónica.
En esta madrugada perpetua
Dios afila sus cuchillos de silencio.
Con tu par de árboles jubilados
y tu atrio baldío que se quedó hasta sin limosneros
no sé qué aguardas
San Bernardino
para rendir la plaza e irte de ermitaño
al cerro de tu nacencia.
Pasará la ciudad de largo.
Los días en azules caravanas te cruzarán
pero en el rictus de tus muros
seguirán bostezando los ángeles del hastío.
Las gárgolas del estío.
El bosque y sus espectros en aquelarre.
21 3
HDP.indd 213 1/11/16 10:52 AM
D I OS T E SALVE…
Hoy que el tiempo te vuelve concreta y accesible,
carnalmente dispuesta
a rutinarios actos de fecundación
deja que al menos te robe una sonrisa,
porque ningún otro vendrá a decirte
que te prefiere presa y al fondo de la vecindad.
En tu cárcel de adobe y cielo raso
eras el fruto del bien y el mal
guardado por el perro del hortelano.
Todo el mundo sabía que ahí estabas,
que en torno a tu cintura se bordaba
un milagro de piel,
un envoltorio de sueños húmedos.
Rompiendo el alba,
antes de que graznara la Tabacalera,
una sombra funesta
se deslizaba junto a la gorda pila de piedra,
21 4
HDP.indd 214 1/11/16 10:52 AM
arrancaba espumosos lamentos al agua
y se iba dejando huellas tangibles de tu ser
prendidas de los mecates.
El tendedero denunciaba tu florecimiento.
Sólo tu madre podría decir
si era viuda o dejada o madre sin marido,
pero gracias a ella
la vecindad era el santuario donde te venerábamos
cuando de madrugada
se te sacaba en procesión dominical,
embozada en un velo y en la neblina
y en la turbia humareda del deseo.
Mujer sin nombre y casi hasta sin cuerpo,
inmaculada arca de la lujuria,
consuelo de los anhelantes,
alivio de los nostálgicos,
ángel del tiempo que se nos pudre en la memoria.
Ahora sigues anónima.
Antes que nombre tu madre te dio apellido.
Sólo vimos tu rostro a la luz del día
21 5
HDP.indd 215 1/11/16 10:52 AM
el día de tu boda
y era tu rostro el de un cachorro entrampado.
Ríete ahora si quieres
pero yo te prefiero presa y al fondo de la vecindad,
más que en el último piso de este condominio.
21 6
HDP.indd 216 1/11/16 10:52 AM
FI N D E F I E STA
El esqueleto de la feria se asolea
desvergonzadamente.
Es julio y no ha llovido
dice la buñuelera a la del tiro al blanco.
Debe ser un milagro de la virgen.
A los ferieros les angustian
las mañanas nubladas y el cielo que se encapota
desde temprano.
En días de bonanza,
el empresario desparrama sus carnes
en una silla de tijera.
Bebe cerveza y masca charales fritos.
Para los niños ir a la feria significa subir
al carrusel y al volantín.
El orgullo paterno
complacido viendo la mansa cabalgata
y el redundante cambio de saludos
cada vez que el jinete se acerca.
217
HDP.indd 217 1/11/16 10:52 AM
El silencioso terror de la madre al imaginar
que la silla voladora se suelta
de su gancho de acero.
Para los novios están hechos
la batidora
el látigo
la rueda
de la
fortuna.
Allá arriba
ni modo de no abrazarse
y qué tal sabe un buen deseo robado a medio grito
y el manoseo con buen pretexto
y hay que bajar ceñidos se menea
el piso
Enrebozadas unas damas averiguan.
Yo no dejo a mis hijas que se trepen,
menos si traen vestido,
usted sabe.
Fíjese qué peligrosos
estos fierros.
Qué tal si uno se cae,
ya ve que nunca falta.
Calmudas juzgonean los aparatos,
21 8
HDP.indd 218 1/11/16 10:52 AM
al cabo que es temprano
y todavía le cuelga para la misa.
Como varillas de paraguas
las armazones afiladas
cortan en triángulos el azul espeso. Salpicado en sudor
pringado de grasa
un jayán de cabello crespo se atarea
desarmando el motor de la ola.
Se desploma la tarde
dulzona
sobre la plaza en siesta.
Pronto el olor acre
de tacos y pambazos,
los buñuelos que crujen como caída de hojas secas,
el golpear de aros contra la loza,
los focos amarillos que giran
y los pliegues del manto de la virgen del Carmen
deshilachándose en cascada de estrellas,
harán que sepa a gloria
esta risueña bacanal de verano.
21 9
HDP.indd 219 1/11/16 10:52 AM
HDP.indd 220 1/11/16 10:52 AM
De
Hacerse de palabras
(2011)*
* La Tinta de Alcatraz (Colección La Hoja Murmurante, Separata de Arte Libertario, núm. 397),
Toluca, 2011.
HDP.indd 221 1/11/16 10:52 AM
HDP.indd 222 1/11/16 10:52 AM
DEC I R LA S COSAS
Para Vicky Aguirre
Diste tu voz y la palabra a tantos
en el panal hoy seco de tus labios,
en tu lengua sedienta de lectura,
que no me cabe en la amistad sangrante
este silencio de alas rotas a medio vuelo
entre la flor del canto y la tinta aromada
por el presente de tu presencia.
Cómo decirte: amiga, no te vayas
si vivir te pesaba, si tenías
ya clavado en el cuerpo un aguijón de sombras
contra la voluntad de todos
y a pesar de la humana virtud
de tu versátil ser como eras.
Acaso nos dirás; tenía que irme,
hoy no me duelo más de mí, es el dolor
de ustedes lo que me duele.
223
HDP.indd 223 1/11/16 10:52 AM
Está bien, corazón tempranamente quieto,
quédate donde estás, en la memoria,
donde no habrán de marchitarse
el enjambre de luz en tus pestañas,
la aureola oscura que enmarcó tu rostro,
la cadenciosa espiga de tu andar,
tu sonreír exacto,
tu prestancia.
No hallo manera de decirte adiós,
sólo se va tu cuerpo, pero dejas
tu juventud prendida en el recuerdo
y en el gusto el profundo sabor a miel
de tu decir las cosas.
224
HDP.indd 224 1/11/16 10:52 AM
LA CAVA D E FILOS
A Flor Cecilia Reyes
Si uno pudiera escoger a los amigos
por su color, aroma, gusto y consistencia,
por su crianza y su tiempo de añejamiento,
sabría también cuál es su maridaje.
Pero la vida es un viñedo ebrio,
una barrica desfondada
donde se da de todo y hay que probar lo que se da,
algunas veces grata y generosamente,
otras con aspereza y amargura,
en copas altas o en dedales,
siempre como una sed en busca de otros labios.
Amistar es un diario beber del vino ajeno
necesidades y apetitos, paciencia y desapego,
amor al semejante y al distinto,
al que te duele, al que te alivia,
al que anda a tu lado o se te aparta.
225
HDP.indd 225 1/11/16 10:52 AM
Y sin embargo los amigos
que te acompañan hasta el final
son los que van escanciados en ti
con el sabio reposo del que nada espera.
226
HDP.indd 226 1/11/16 10:52 AM
ÉSTA , LA VI DA
A Augusto Isla
Desde dónde pensarla
si se tiene a sí misma como referente.
Es una narrativa cruel
pero no hay otra,
uno se mueve entre marchas triunfales
y procesiones de engañados,
sin estandarte que enarbolar
ni signo en el cual escudar la indefensión
ante el tiempo.
Somos los desterrados de Utopía,
los que una vez soñaron otro mundo
mientras que el propio se les desmoronaba
en el cuenco agrietado de los dedos.
Ese mañana sucumbió en el ayer,
no su entusiasmo:
Para abarcar la posibilidad del hoy
en la dilatación de sus confines,
227
HDP.indd 227 1/11/16 10:52 AM
nos ha quedado el sereno estigma
de la desesperanza.
Quién puede garantizar la eternidad,
idea perfecta y en consecuencia falsa.
De todos los sujetos predicables
el Yo es el más acotado
por el verbo Ser,
es el deíctico del presente a solas,
el que se inventa máscaras y conjuros
para hacer abortar lo que debe venir
inevitablemente.
Si uno tiene, para qué, un espíritu
hallará la manera de soportar el trance
a rostro descubierto,
con el olor a santidad
de los verbos desnudos.
228
HDP.indd 228 1/11/16 10:52 AM
A M O R , H ECH O DE PALABR AS *
En una semana se puede reunir
todas las palabras de amor que se
han pronunciado sobre la tierra y
prenderles fuego.
jaime sabines
ro j o
Una semana es demasiado poco,
apenas lo suficiente para fundar
la imperfección de un mundo
o cumplir con el ciclo laboral
entre rutinas y ocio.
La gente se ama a ratos,
con prisa muchas veces
y sin motivo casi siempre.
Es tan breve la vida que apresura
los signos del amor,
* En la edición original cada segmento se identificaba con un número romano, aquí se ha dado
título a cada uno de éstos.
229
HDP.indd 229 1/11/16 10:52 AM
sus encarnados códigos,
los urgentes rituales milenarios,
los rojos lengüetazos del instinto
que enardecen el nudo de los cuerpos,
lo ciñen hasta el límite y
repentinamente lo desatan
cuando basta un instante
para sentirse al borde del vacío,
sólo sujetos al ser por un brebaje espeso
rebosante en la copa.
Frágil amor de orquídea
abierta y seca el mismo día,
amor de torpe mariposa en llamas
herida por la luz que la sedujo.
230
HDP.indd 230 1/11/16 10:52 AM
n a r a n ja
Qué sería del amor sin las palabras que lo arropan
igual que la cáscara al fruto mientras madura,
qué sería de su tierna pulpa de naranja
sin la grávida red donde se inflama el jugo.
Pero qué sería de las palabras
sin el amor que las eleva o las hunde,
las arranca del suelo,
las vuelve arcilla
y se modela en ellas para perpetuarse.
Lo humano del amor son las palabras,
las que se pronuncian o se sueñan,
las dichas al oído que acaban en los labios
o las que mueven al tacto para hablar en caricias,
las que se quedan en papel por falta de correspondencia,
las que el hastío secó,
las rotas por la fatalidad.
231
HDP.indd 231 1/11/16 10:52 AM
Toda palabra puede ser poseída por el amor
cuando le toca, cuando su aliento
se prende en cada frase hasta incendiar
el discurso a dos voces
de anhelos enfrentados.
Pero también están las palabras del desamor.
Desandar el amor es desdecirse,
volver sobre las huellas de lo hablado
y hundirse en el intento por borrarlas.
La mayor maldición, la peor injuria
no ofenden al amor, lo certifican.
Decir el chingado amor,
este jodido amor de mierda,
amor hijo de puta,
es restregar la no cerrada cicatriz de sus astillas,
es bramar de ansiedad por lo pasado.
Donde el amor pasó no pasa nada
que pueda doler tanto
cada día.
232
HDP.indd 232 1/11/16 10:52 AM
a m a r i llo
No es un libro tu cuerpo
pero leo
en sus turgentes líneas
caricias olvidadas por la marea,
leo las huellas de un tacto
interminablemente distendido
sobre latentes nervaduras
que escriben el amor y lo recrean.
Leo sedimentos del abismo original,
labios de tiempo herido que devoran
las amarillas salpicaduras del placer,
hojas rotas tatuadas con estertores
al pie del árbol místico
de la virtud vacía.
En las ramas de carne que se entreveran leo
constelada la cruz de los destinos,
233
HDP.indd 233 1/11/16 10:52 AM
las urgencias del clímax,
la vida que reclama en su fruto la semilla
y el deseo que la niega
porque lo suyo es el instante
en que gravita al filo del no ser.
En ti me leo, amada,
no para comprenderme ni para que me comprendas,
sólo te leo para estar en ti
y saber que también me estás leyendo
a oscuras, entre sudores y gemidos,
mientras nos damos a escribir el poema a dos cuerpos
que se profanan para divinizarse.
234
HDP.indd 234 1/11/16 10:52 AM
v er d e
Estás más solo ahora que cuando estabas solo.
Acaso sea preferible andar sediento que insatisfecho,
porque una vez gastado el licor agridulce
de saliva, sudor y resinas hirvientes,
vaciado el vino que se agolpa en las gargantas
al filo de la asfixia en el éxtasis del deseo,
cada arista de piel guarda la huella
del placer agotado como íntima quemadura.
Si algo queda después
debe ser el amor o la costumbre de amar.
Se aman los que aprenden a cortejarse,
a descubrir sendas ocultas para sentir
que escapan de sí mismos
y se reinventan en otros cuerpos
de verdes espesuras
235
HDP.indd 235 1/11/16 10:52 AM
como renuevos en el árbol siempre reciente
del misterio.
Se aman los que se sueñan
durmiendo juntos aun a la distancia,
los que se reencuentran con una frase cultivada
durante meses o años de separación,
los que pueden curarse en una noche
del sufrimiento crónico de la ausencia.
También se aman los que comparten
el pan sin levadura de los días,
los que se satisfacen con un beso,
los que aprendieron las armonías de la prosa,
los que disipan el silencio y el ruido
con el bajo continuo de la ternura.
Sólo tú que estás solo, no te preguntas
qué hiciste con el otro pedazo de tu soledad.
236
HDP.indd 236 1/11/16 10:52 AM
a zu l
Donde el amor se hundió no existe
la palabra olvido,
pero sí muchas otras de curación.
Una vez roturados los cuerpos en barbecho
nuevas rejas vendrán
para labrar su pauta.
Qué nos deja el amor cuando nos deja
sino una ríspida erosión,
un regusto de sal,
la remediable congoja del desierto.
Aun el que abandona no olvida,
de cuando en cuando resentirá en el plexo solar
la comezón azul de la nostalgia.
Algunos se enamoran del amor,
lo sufren sin padecerlo,
pero amar es encadenarse a un solo nombre,
237
HDP.indd 237 1/11/16 10:52 AM
a un rostro, a un ritmo,
a la tibieza de una cercanía.
Es respirar del mismo aire
para decir las cosas que se dicen a solas,
las contraseñas que franquean zonas secretas.
Y a veces el amor está hecho
de voces huecas, de pasión vergonzante,
hay quien lo finge para disfrutar
furtivamente de lo no sembrado
o lo arrebata como fruto de rapiña.
Mas el que ama no pierde
si abandona con lágrimas
la llaga del placer germina en otra carne
o adviene en surco abierto
para nuevas labranzas.
238
HDP.indd 238 1/11/16 10:52 AM
índigo
Después de tantos amoríos
dices que sabes todo sobre el amor.
Conoces la topografía de la hembra,
los puntos vulnerables de su corteza,
los bálsamos afrodisíacos que le estremecen,
las posiciones del Kamasutra
más otras de tu invención.
Pides y se te da,
a veces sin pedirlo se te entrega,
pero lo narras igual siempre
como rutina de gimnasia rítmica,
Dónde está la mujer, esa mujer pregunto
y apenas me describes la desnudez de un cuerpo,
sólo colores de tez y cabellera,
índigos párpados sometidos,
avidez de unos labios frente a tu pubis,
239
HDP.indd 239 1/11/16 10:52 AM
estrecheces que lames y penetras,
clamores y estertores del mismo inexorable orgasmo.
Así haces el amor, ¿pero lo haces?
¿No sabes que el amor está hecho de nombres propios,
de sustantivos en común,
de verbos conjugados en primera persona del plural,
de artículos, adjetivos, preposiciones,
conjunciones, adverbios,
de todo lo enamorable que hay en el idioma?
¿Por qué te quedas en la voz del instinto,
en la onomatopeya,
en las interjecciones del coito ocasional
entre deseos incógnitos?
Lo cierto es que no se hace
únicamente con el cuerpo,
antes que nada significa
un acto de habla
y un hecho de escritura.
Siempre al imán de la palabra amor
se adhiere cualquier otra palabra.
24 0
HDP.indd 240 1/11/16 10:52 AM
vi o leta
Todo hecho de amor se hace contra natura.
Amar es expandir el alma y desdoblarla,
querer que quepa en otra piel,
sentirse penetrado por un eco de sangre,
es pretender caminar dentro del Otro
todos los pasos del placer
una semana y la siguiente.
Somos el animal que habla y se enamora,
el que no sólo se reproduce sino erige
en torno de un impulso vital
cercos y encrucijadas.
Somos ángel y bestia,
encantamiento y desencanto,
seducción y crueldad,
el que se arranca los ojos de dolor
o el que aniquila lentamente con su ausencia.
241
HDP.indd 241 1/11/16 10:52 AM
Y somos también el animal que odia la vida,
el que tala, esteriliza y mata sin necesidad,
el arrogante fundador de imperios
sobre viudas y huérfanos y miserables.
Somos la mano poderosa que aparta lo blanco de lo negro,
la que instaura virtudes y pecados,
la que no reconoce el amor de los que se aman en violeta.
Al animal de guerra, intolerancia y ambición que somos
le salen sobrando las palabras,
la escala musical, el arcoíris,
el claroscuro de los sueños húmedos
y el diapasón de las pasiones mórbidas.
Él, que no ama ni a sí mismo
durará lo que nuestro silencio.
Soñemos que ha de venir un día de amor apalabrado
en que esa oscura voluntad
arda en la urdimbre de las redes sociales.
24 2
HDP.indd 242 1/11/16 10:52 AM
Heredad baldía*
* Algunos de estos poemas fueron publicados en Facebook.
HDP.indd 243 1/11/16 10:52 AM
HDP.indd 244 1/11/16 10:52 AM
EL H O R N O DE LA IR A
A Javier Sicilia
Estoy comiendo un pan ensangrentado,
desde hace días todo me sabe a sangre
o siento que así sabe.
¿Cómo saber a qué saben las cosas que más duelen?
He probado lágrimas de desengaño
y me han sabido a sal triturada con los dientes
en la placenta seca del mar.
Luego de sufrir traición he tragado bilis
y sé que es ácida como membrillo prematuro,
áspera como peregrinar por el desierto.
Pero este pan deja en el paladar un regusto a óxido y a ceniza,
a cauce árido de arterias rotas por un rayo,
a pátina de angustia que en la garganta se coagula.
¿A qué puede saber el pan cuando lo amasan
manos con miedo y hambre?
¿Qué le ofrece su madrugar al tahonero?
En el mantel sombrío de su casa, ¿qué le espera?
24 5
HDP.indd 245 1/11/16 10:52 AM
Harina amarga, levadura podrida,
pan ázimo nuestro de estos días en éxodo
a través del silencio,
con el maná de sangre que llueve a cántaros en quiebra.
Si el hierro viene al cuello o el cuello al hierro,
peor para el degollado.
Me quito el pan de los labios para dárselo al suelo,
que suelas lo trituren,
polvo alimente polvo
y oculta sangre amase espigas nuevas.
08/05/11
24 6
HDP.indd 246 1/11/16 10:52 AM
S I CA R I OS
Puerilidad huérfana de infancia,
maleza de placer sin ataduras,
duda sembrada a pecho abierto,
carne de azar cedida al hambre y al asalto,
frágil supervivencia sujeta al grito de la sangre.
Donde flores no hay
florece hierro,
fortuna frívola los entrega al odio,
venganza los arropa,
ambición hace de ellos cachorros de la noche.
Saben de empuñadura, gatillo, cañón, mira,
desconocen el ser del otro
al que perforan y desfiguran.
¿Qué entienden de lo suyo, los suyos,
la rota marcha, el no ir por propio pie al hogar en luto?
Caerán de la misma forma,
lo saben y disfrutan con morbo lúbrico,
247
HDP.indd 247 1/11/16 10:52 AM
móviles blancos a punto de tiro
sin derecho al espanto ni a la defensa,
ojiva por ojiva,
quien a centella mata a fogonazo muere,
gusanos necios que pululan en el fruto podrido.
Vida no les importa,
sólo aprendieron muerte,
ajena o propia
pero a la mano
de quien ordena ejecutar
sin temor, sin remordimientos.
24 8
HDP.indd 248 1/11/16 10:52 AM
LOS I N CO NTA BLES
El hijo que salió a trabajar y no vuelve.
La hija que no regresa de la escuela.
Al paso de las horas
se cuartean los muros de la normalidad,
un orificio en la fortaleza labra cavernas
y el hogar se desploma.
Alguien que así nos falta,
el vacío de su ser, su dilatada ausencia
hace que nada valga lo que se tiene,
que toda cosa sepa a pérdida insoportable.
Para esa forma de vacío
no hay respuestas,
puede llenarse el aire de palabras
mientras que el corazón se ahueca
taladrado de llanto y desaliento.
Andará de parranda con los amigos,
se habrá ido con el novio,
dirán los que dicen que investigan
24 9
HDP.indd 249 1/11/16 10:52 AM
y recomiendan esperar
el sonido de un timbre desgarrador.
Esperar en medio de humillación y angustia.
En tanto, la ignorante sospecha cobra cuerpo
¿No sería que andaba en malas compañías?
Se curan en salud por si aparece el cadáver horadado.
Desde que toda víctima es culpable
mientras no se demuestre su inocencia,
incluso hallarse en el sitio equivocado
explica y atenúa los motivos del crimen.
Ser joven es ya no poder andar en cualquier parte,
es no vestirse más como a uno le gusta.
La juventud es un estigma que recorre el cuerpo
y muerde hasta las huellas del andar errado siempre,
es ponerse todos los días la piel del ciervo acorralado,
volar con el plumaje del pájaro al descubierto,
significa ser presa predilecta de las balas.
Antes los disolvían por sus ideas.
ahora priva la idea de que desaparecen sin motivo,
el nombre propio se desvanece en una lista interminable
y se deja de contar entre los vivos
250
HDP.indd 250 1/11/16 10:52 AM
pero también entre los muertos,
para no ser ni siquiera una cifra
cuando se ha perdido la cuenta.
Cada alguien que no llega es alguien que se queda
como una marca de agua salada en el partido cuenco
del parentesco y la amistad,
una interrogación de arrugas secas,
una mueca de agravio en las líneas de expresión,
un por qué congelado en los labios
y un ademán de tedio en el que no sabe
o no quiere responder.
251
HDP.indd 251 1/11/16 10:52 AM
S I N CO N DICIO NES
Lívidos
pétalos tumefactos,
orquídea pisoteada por amor,
andanza errante, errónea,
votiva lámpara vencida.
Te dejaste golpear otra vez
y sólo sentías remordimiento,
inconfesable miedo de que él no regresara
como si algo hubieses hecho mal.
Amabas porque amabas
lo que te sacudía,
látigo alzado frente al rostro,
azote tras azote,
cada rayo dejaba su amoratada estela.
Dispersa flor tendida en acres sábanas,
por amor merecías caricias,
piel tierna sobre tu tersa piel de entrega.
252
HDP.indd 252 1/11/16 10:52 AM
Manos desamorosas te maceraron,
volverás a la tierra,
ofrenda de la cólera
al dar por dar
mal entendido.
253
HDP.indd 253 1/11/16 10:52 AM
E STA YA NO ES LA PATR IA *
La patria está de duelo porque ha muerto.
La hemos visto morir acribillada
en cada joven víctima de su tiempo,
tiempo de rabia donde sombras paridas por el vacío
corrompen, rasgan y asfixian
la carne en pie del futuro inerme.
Ésta, la que nos queda, no es ya la patria prometida,
la de piedras con alma y paisajes que cortan el aliento,
la patria madre por la que nos dijeron que valía la pena matar
o morir,
la que el dedo de Dios escrituró como destino.
Aquella patria suave nos ha dejado huérfanos
y en su lugar se ofrece
por dinero y poder
una madrastra ávida de sangre
que bebe confundidas
la del sicario, la del uniformado y la del inocente.
* Leído en una marcha contra la violencia en la ciudad de Toluca.
254
HDP.indd 254 1/11/16 10:52 AM
Obscena cortesana que cumple citas
en palacios y casas de seguridad,
en cuarteles, barandillas y estrados,
que enjoyada de plata, balas y peste
se exhibe por las calles
y deja tras de sí una cauda de madres enlutadas,
viudas sin horizonte y huérfanos sin rumbo,
cuerpos heridos por besos y caricias que no habrán de cicatrizar,
hermandad condenada a la no resignación,
pequeños astros rotos acumulados
en el podrido corazón de una galaxia imbécil.
De esta madre postiza, de esta tan poca madre,
madrota y coima de cualquier poder,
es de la que estamos hasta la madre.
Por ella nadie debiera nacer soldado,
no nos merece una muerte más
ni de mercenario ni de rehén ni de indefenso.
Y no hemos hecho nada para merecerla.
Somos mujeres y hombres secuestrados
por una guerra de estulticia y odio
entre tantos adultos inmaduros
que juegan con lo que no les pertenece.
Las manos que hoy nos tienen a su merced
255
HDP.indd 255 1/11/16 10:52 AM
supieron de armas antes que de libros
y amaron al dinero antes que al prójimo,
¿quién las hizo violentas? ¿la violencia?
¿de dónde vino esa pasión suicida
por la riqueza y el poder a cualquier precio?
¿cuánto valor puede tener la vida si se le fija un costo?
¿cómo pedir justicia por los muertos
si lo primero que está en venta es la justicia?
¿cómo buscar culpables cuando la culpa se reparte entre tantos
cómplices?
Pero ustedes, los dueños del poder y la riqueza,
ustedes fariseos, los que con una mano venden armas y droga
mientras que con la otra ordenan la matanza
de jóvenes a los que dicen defender,
respondan, comediantes al servicio de la doble moral:
¿Qué han hecho de la infancia al corromperla
con el arte del bien matar y el mal vivir de lo malhabido?
¿Cómo pueden hablar de familia cuando empobrecen y
disuelven los hogares?
¿De cuántos hijos de la calle, amamantados con rencor, se hacen
ustedes cargo?
¿Les importa educar si no saben enseñar con el ejemplo?
Se lucran de la droga o convocan a luchar contra ella
256
HDP.indd 256 1/11/16 10:52 AM
porque dicen que mata
y juntos se autonombran comandantes de la muerte,
jinetes del terror narcotizados por la soberbia.
Quédense con su patria, no es la nuestra.
Nuestra patria es la vida generosa y digna
que no exige morir antes de que nos toque.
Por su soberanía sólo vale la pena vivir y amar hasta el cansancio
para fundar sobre los restos de aquella que nos ha dado el ser
un espacio y un tiempo
donde quepa por fin la humanidad entera.
Ustedes, carroñeros, púdranse en su poca patria,
que es de la que estamos hasta la madre.
06/04/11
257
HDP.indd 257 1/11/16 10:52 AM
S A LVA R A LA PALABR A *
La vida se pone en marcha
cuando la gente marcha
movida por el dolor y la impaciencia,
no por el odio,
no por el miedo,
sí en el silencio para herir al silencio,
al paso de la sangre para detener el torrente de sangre
al vuelo de la voz para sacar de su prisión a la palabra.
¿Quién le ha dado alas a la violencia,
quién la puso en libertad para marcarnos en la frente su hierro,
quién decretó esta esclavitud para los que creían haber nacido
[libres?
Es el poder que nos amenaza desde ambas caras de su moneda.
La corrupción que se trasmina,
el cáncer que desciende desde las hojas a la raíz,
la riqueza obscena que llama al dinero fácil,
el dinero sucio robado al sudor de manos limpias,
* Leído en una marcha contra la violencia en la ciudad de Toluca.
258
HDP.indd 258 1/11/16 10:52 AM
la gran impunidad que incita a las más pequeñas.
la mentira mayor que alimenta a todas las falsedades.
La violencia no es nuestra, son sus guerras internas,
sus crueles luchas por el poder.
Pedimos nos devuelvan la seguridad que nos deben,
no más armas ni operativos contra la que es su propia obra.
Cárcel para los criminales,
quienes delinquen y quienes los protegen,
no más leyes hipócritas que niegan la realidad y la hacen
[rentable,
paz para los pacíficos responsables de su salud y de sus hábitos.
Dejen que cada uno, cada una, se haga cargo de su ser,
de sus deberes, de sus dolores y de sus placeres,
del arte de existir dentro de las fronteras del día,
del hoy como sagrado oficio de intentar el amor
y reinventar el tiempo.
No más cuarteles, pero sí más escuelas,
no escuelas que sean cuarteles
sino espacios abiertos a la imaginación,
al trabajo de hacernos más humanos
por el simple apetito de vivir y convivir.
259
HDP.indd 259 1/11/16 10:52 AM
No más armas, pero sí más libros,
no libros como armas de dominio
sino como instrumentos de saber,
herramientas de futuro
que abran caminos hacia todas las artes y las ciencias,
hacia la ciencia y arte mayor de compartir.
Por este día, sólo el silencio para hacer resonar el silencio,
la sangre contenida para que no se derrame más
y el compromiso con la verdad
para que se desplome esta ciudadela de odio
fincada sobre mentiras.
Salvar nuestra verdad es salvar a la palabra.
Si ella no se salva, nosotros tampoco nos salvaremos.
Si ella no triunfa, fracasará la vida.
08/05/11
26 0
HDP.indd 260 1/11/16 10:52 AM
I MP RECAC IÓ N
A Guillermo Fernández
La furia descargada en tu pecho repercute
sobre el plexo solar del mundo que fundaste
a pulso y a latidos,
puesto tu corazón a la intemperie,
no por ello tan frágil
como tu desgarrable piel,
no tan expuesto
como el pistón de bronce en tu garganta.
Cuando desgarra más ausencia que partida,
cuanto más duele el ánimo infestado de no resignación,
el santo inconformismo que predicaste,
escribano goliardo,
dionisiaco profeta del verbo a plomo sobre las cosas.
Todo decir lo tuyo clama justicia
no por saber motivo y modo,
sólo nombres de cuerpos que tomaron el tuyo
para oficiar tinieblas en el altar del odio.
26 1
HDP.indd 261 1/11/16 10:52 AM
No los queremos en libertad de torturar a la palabra,
no nuevamente con sus podridas fauces
frente al fruto en sazón aromado de tiempo,
no más con el poder de quebrar una vida
y torcérsela a tantos.
Lo mucho que mataron de nosotros
clama un poco de muerte
en sombra y soledad
para los poeticidas.
26 2
HDP.indd 262 1/11/16 10:52 AM
R ES UR R ECC IÓ N
Lo torturaron para que dijera la verdad.
Sólo soy un poema, les decía.
Ellos querían que confesara
ser panfleto,
incendiaria proclama,
llamado a rebelión.
Únicamente digo lo que digo, imploraba,
Pero ellos perseguían doble sentido,
segundas intenciones.
Aquí reclama paz, nuestra guerra es justa y necesaria.
Dice no haber justicia, y nosotros qué somos.
Habla de hambre sin ver que estamos satisfechos.
Todo poema es falso porque simula realidad,
desvirtúa con imágenes,
adultera lo real y lo real nos pertenece.
Lo escarnecieron, lo azotaron, lo pusieron en cruz
y ahí se desintegró para mostrarles
el fondo de su ser, sólo letras con aire.
263
HDP.indd 263 1/11/16 10:52 AM
Pero era bueno, bello y útil.
Al tercer día reencarnó
y dijo todo lo que sabía.
26 4
HDP.indd 264 1/11/16 10:52 AM
LA PAT R I A DU RA
La criatura que aprende a caminar,
¿sabe acaso que es patria lo que pisa?
Sus coordenadas son apenas
la inabarcable latitud de un pecho
y la pronta largueza de unos brazos vigilantes.
¿A cuántos pasos del primero que da
uno comprende que anda sobre la patria
y que la patria se mueve en cada quien
cuando la siente suya?
Plantados en el suelo,
los pies experimentan la gravedad,
más tarde el entusiasmo de ponerse en marcha,
adquieren el hábito de caer y levantarse,
intuyen que hay distancia, medida, tiempo
y se hacen a la costumbre de ir hacia donde quieren
con un afán irresistible de apropiación.
En todo mundo el mundo se abre
como un fino aleteo de sensaciones
26 5
HDP.indd 265 1/11/16 10:52 AM
que sacuden la piel, la nariz, los oídos, la lengua
y los ojos,
entrada principal de las cosas al cuerpo.
Pero cuando uno se pone en equilibrio
y empieza a caminar hacia las cosas,
brota en medio del pecho la flor de los sentidos,
el natural impulso de sentirse libre.
26 6
HDP.indd 266 1/11/16 10:52 AM
2
¿Y los que nacen condenados a la oscuridad o al silencio,
los que se arrastran o mueven sobre ruedas,
los que nunca dejarán de ser niños,
los que no saben qué quieren pero quieren?
La libertad para ellos no será un don gratuito,
será el costoso fruto de una y otra jornada,
será el pan que se gana con el sudor de ser naturaleza plena,
porque nada en el hombre es tan perfecto
como el anhelo de perfección.
No es mucho lo que piden,
sólo un punto de apoyo
para sentir que el mundo se ilumina en sus reflejos,
leer en otros labios la voz humana,
saber bajo otros pies el suelo firme
o mecerse entre frondas de peral palpitante.
Fueron nacidos para el amor.
Acaso más que nadie
267
HDP.indd 267 1/11/16 10:52 AM
lo dan sin condiciones
y entre manos de nube tibia aprenden
que sin amor no hay libertad posible.
26 8
HDP.indd 268 1/11/16 10:52 AM
3
Hay otros que no están porque jamás llegaron.
En el camino entre el deseo y lo deseado
cayeron
en un abismo
de sangre irreparable.
Deseado fruto eran que se secó
o eran sólo deseo transformado en culpa
o los hizo imposibles una cierta manera de entender la
libertad
o los negó alguna forma de razón,
¿alguien puede decir que sabe
tantos
motivos y causas
para que un vientre se abra o no a la maternidad?
Merecen ser paridos todos los que pueden nacer para la vida,
no como carne de látigo, venta y placer,
no para violencia y miedo.
26 9
HDP.indd 269 1/11/16 10:52 AM
Vendrán predicadores a decirnos que la vida es don divino,
¿acaso pueden explicar de dónde vienen
tanta miseria y odio?
Cada familia es responsable, ordenan,
como si hubiera una para cada infancia en flor
y para todo fruto de piel con alma.
¿Dónde está esa familia que abrigue y alimente
a tantos hijos del deseo no deseados?
Pecar es obligarlos a nacer para arrojarlos al infierno.
Pecado capital, el peor de todos, suma de todos, epítome del
mal,
es dejarlos en manos de la suerte
y luego condenar que anden en malos pasos.
270
HDP.indd 270 1/11/16 10:52 AM
4
A ras del piso ya eres habitante,
dueño de algo del mundo,
de la pequeña firmeza en que te afianzas,
de lo que no sabes que también se mueve
pero va quedándose atrás en tu constante
ir y venir por todo.
Sólo tu sombra pegada a ti te sigue,
en tanto que otras sombras no te caigan encima.
Un día los abuelos se te vuelven lágrimas,
cuando no son los padres o algún hermano
y aprendes que hay un cofre de llanto en los de tu carne,
que sólo eso te dejan
mientras los ves hundirse con sus secretos.
La tierra cobra entonces su condición sagrada.
En ella está tu ombligo, como sembrada queda
la profunda semilla de tus difuntos fieles,
los que cada año han de volver a su espacio en la mesa
27 1
HDP.indd 271 1/11/16 10:52 AM
o al filo de su lápida
con un carrizo de colibrí para sorber aromas
de ramos, guisos y sudores amados.
Muy pronto aprenderás que uno teme a la muerte
igual que en cualquier otro sitio del mundo
pero aquí, sólo aquí
a los que no se tiene miedo es a los muertos
cuando son nuestros muertos en corazón y en rostro,
como quisieron que los recordáramos
para que nadie caiga en el olvido.
272
HDP.indd 272 1/11/16 10:52 AM
5
Ácido bello
amor cuando disuelve
cuerpos en humedad de sábana,
candor en gotas de parafina urgente,
consumida pasión que se consuma a tiempo
y no declina al desbordarse
porque se borda
una tras otra vez como caudal de río
sobre las mismas piedras que fueron lava
y no se les deslava en la memoria
la erupción de su arrojo,
su ardiente corazón caído en tierra,
la rodadura del andar entre impacientes manos de agua.
Quintaesencia de luz
amor oscuridad reclama y soledad
entre silencios interrumpidos por la música
que el frote hace brotar en párpados de palpitante piel,
273
HDP.indd 273 1/11/16 10:52 AM
en labios desparramados como pétalos
por continentes incontenibles
que entrechocan
las mordientes aristas de sus placas terrestres
donde gravita la azul corteza
de otro planeta en germen.
En todas partes se puede copular
pero amor no se hace en cualquier parte,
escoge sus vasijas despacio en cada espacio
para verter la nieves derretidas de los latentes sueños,
volcar arenas de sus playas desiertas desde el mar de una nube
que en una noche llueve todas las lágrimas del no sentirse,
del reencontrar en otro pecho la cavidad precisa
de sus inconsolables profundidades.
Si llegas al amor que no te llegue
como la mano artera del ardor que te empuja
hacia abismos sin nombre que no saben cómo llamarte,
cómo decirte en llamas que te arrojas a un fuego que te imprime
estigmas en la frente, cicatrices aradas por la rutina,
porque amor es sagrada comunión con la carne
que se reinventa en todo acto de entrega
como primera vez o como última
floración de universo.
274
HDP.indd 274 1/11/16 10:52 AM
No lo hacemos, se hace
a través de nosotros para un antiguo
rito consagratorio de espigas consteladas
en el trayecto de una caricia que se desmorona
como cubo de azúcar que se reintegra al polvo de estrellas
aglutinado en sangre, en la gavilla de nervios que nos agita
cuando ha llegado la hora de cosechar semillas de ternura,
labios llovidos de voces insaciables en busca de su eco,
necesidad de ir más allá del límite de las palabras
y atravesar el río como puentes colgantes
tendidos en suspensión de alientos
ansiosos de llegar a su vacío.
De nuevo ha sido amor
ácido bello.
275
HDP.indd 275 1/11/16 10:52 AM
6
Digo profundidad y digo altura,
lo mismo digo muelle que digo santuario,
tanto selva como asfalto digo,
pronuncio extremidades de rugoso papel
sobre el que nos hacemos escritura de polvo
entre raíz que hunde y corriente que arrolla,
desde fuego que nos retiene a viento que nos arrastra.
Digo también árbol del consejo y rosa de la fortuna.
Todos hemos sido migrantes,
antes éramos nómadas, luego sedentarios fuimos,
nada hay que nos escriture a nada,
somos un poco de certidumbre y algo de vaguedad,
la obstinación del invasor, del esclavo la huída,
ser de los que se están yendo,
estar de los que irán quedando.
Pero hay primera piedra
esgrafiada con sangre,
276
HDP.indd 276 1/11/16 10:52 AM
hondas marcas de hierro,
eslabones partidos,
cicatrices de pólvora,
vibrátil magnetismo de ombligo original.
Fino hilo radiante
cose respiración a cintura de virgen,
firmamento de mórbida avellana
revestida con cáscara de aurora.
Jade montado en ángel
con plumaje de fibra.
Rodilla en tierra, brazos en rogativa
mientras anillos estrujan fe,
voraces cuencos devoran esperanza,
desecha caridad mano impasible
que de avaricia hace virtud.
Del claustro maternal al atrio trashumante,
aire de apariciones nos envuelve
y andamos en crisálida
por toda parte
que destino nos dé por paradero.
Mercantil fanatismo viste de verde,
atávico poder en rojo se disfraza,
277
HDP.indd 277 1/11/16 10:52 AM
blanco de aspas en giro somos para los dardos,
partida de cacería parte y reparte águila hendida.
Sólo queda estandarte
como paño, mantel, mortaja de carne nuestra.
278
HDP.indd 278 1/11/16 10:52 AM
7
La que a todos nos toca de algún modo,
nos acaricia o nos sacude,
causa de duelo o motivo de placer,
la Patria nos contiene o nos consiente,
primer amor en la niñez del alma,
nostalgia en la vejez
de lo que bien pudo haber sido.
Nació para ser dual como el antiguo dios
sin frente y sin espalda,
con su doble bastón de mando
para ordenar la luz del día y el firmamento,
para que nada separara
carne de hombre y mujer
ni al reino de los muertos de la mansión florida.
Ometéotl y el Andrógino.
Nezahualcóyotl y Platón distantes
279
HDP.indd 279 1/11/16 10:52 AM
en espacio y en tiempo,
contiguos en el sueño de la unidad,
tangenciales aliados en el hallazgo
del mismo mito primigenio
sobre la partición y pérdida del Otro.
¿Qué son los ojos oblicuos de la Patria
sino un ansioso corazón dividido
que ha de mirar por todos
entre el ayer de agua quemada
y el mañana de suelos asolados?
Si por ella fuera, tal vez seríamos uno,
el primogénito de su razón de ser
porque nos quiso libres, iguales y fraternos.
Pero donde el dinero esclaviza, ¿existe libertad?
¿Puede haber igualdad donde se tiene todo o casi nada?
¿En qué fraternidad dialogan miseria y opulencia?
¿La Patria es culpable o víctima?
Sin duda es lo que el tiempo ha hecho de ella.
Su historia es la del Uno sobre del Otro.
Déspota Conquistador Creyente Encomendero
Monarca Peninsular Hacendado Patrón Gobierno
28 0
HDP.indd 280 1/11/16 10:52 AM
Varón Adulto Joven Normal
sobre
tributario indígena misionero pagano siervo
súbdito criollo dependiente peón asalariado pueblo
mujer niño anciano diferente
mas, ¿cuándo sobre de nadie el ciudadano?
La Patria, partido amor en duelo,
Utopía en obra negra,
espacio por hacerse en algún tiempo
mientras que el tiempo se nos acaba.
28 1
HDP.indd 281 1/11/16 10:52 AM
10
Porque la tarde
bañada en sangre y plomo
nos llueve como
granizo de puñales, temporal cobarde,
con tembloroso azoro de palomo
a tu sedosa patria de luz húmeda me asomo
traicionado profeta, vela que arde.
No sé cómo decirte, bardo de madrugada
que tu patria en estreno, diamantina,
es campo nuevamente de mezquina
furia que mata y muere por nada.
No hallo palabras que ilustren lo que siento
al ver el dilatado territorio
que a tu alma se le dio como alimento,
debajo de una manta de cemento
y cubierto de luto su oratorio.
28 2
HDP.indd 282 1/11/16 10:52 AM
Hoy se oye sólo hondo lamento
que evoca paredón y crematorio.
La ilusión que llevaste como único equipaje
no es más balcón de tu celaje.
El sueño de negros guantes
que presagió tu viaje
se ha ido llevando la ciudad de antes
y el más bien muerto de los mares errantes
mata en silencio al ave y al paisaje
con su canto salvaje,
con sus alas trepidantes.
Si volvieras, Ramón, no te daría el país
copas de néctar ni perfume de anís,
si acaso un asfixiante
aroma de canela picante
en la atmósfera gris
que respira el cansado caminante.
Si volvieras no pasearías por tus praderas,
por tus milpas iluminadas de maíz,
por arboledas arrancadas de raíz
283
HDP.indd 283 1/11/16 10:52 AM
para ceder el paso a carreteras
y a cinturones de miseria
ciñendo el talle adusto de la periferia.
No te despertarían alondras ni gorriones
sino graznido atronador de aviones.
En la provincia del reloj en calma
verías que se desgrana el son de cada hora
como badajo de ametralladora
que sobresalta el alma
con su rabia sonora.
Y en el rubor regado sobre piel de asfalto
el saldo diario de las armas de asalto.
También supiste de crueldades, maestro,
viviste la revuelta
y la barbarie suelta,
los pueblos incendiados y el aullido siniestro
de madres que lloraron por su ilusión devuelta
a rastras por un cabestro.
Ahora sufrirías desesperanza envuelta
en redes de secuestro.
28 4
HDP.indd 284 1/11/16 10:52 AM
Porque sin causa justa ni retórica ardiente,
por todo se secuestra: Para pedir rescate,
para hurtar sangre joven y aprestarla al combate,
para exprimir riqueza de la carne reciente,
para hacer del futuro la víctima inocente
de vicio que envenena o venganza que abate.
Referirte la Patria sería mentar la soga
en casa del que sufre tortura y ahorcamiento,
irte a mentar la Patria en su endurecimiento
por los veneros de petróleo inútil de la droga.
Corrupto paraíso, hipocresía que ahoga,
cultivo de dinero, cosecha de armamento,
autoridad que finge desde su actuar violento,
venal justicia que por el vil aboga.
Vate de intimidades que en tu canto nos diste
la clave de suavidad para una Patria pura,
no mereces mirar panorama tan triste.
Conserva la ilusión frente a esta hora oscura,
porque en el alma suave de tu gente subsiste
la fe, ante la dureza, de que la Patria dura.
28 5
HDP.indd 285 1/11/16 10:52 AM
HDP.indd 286 1/11/16 10:52 AM
Índice
HDP.indd 287 1/11/16 10:52 AM
HDP.indd 288 1/11/16 10:52 AM
7 Prólogo, Óscar González
Hacerse de palabras
Antolología personal (1976-2015)
De Andamiaje de voces (1976)
A plena voz
27 Canto teluricósmico a Josué
29 Plegaria matutina
30 Cero en conducta
31 Vicio congénito
32 Verdumbra
33 Misa de cuerpo ausente
35 Salmo LXXII
Pasaporte
39 Ni ciudadano ni poeta
41 Confesiones a un empleado de migración
HDP.indd 289 1/11/16 10:52 AM
43 Ecocidio I
44 Ecocidio II
Las voces traicionadas
47 I
48 II
50 III
52 V
53 VI
De Retablo barroco (1979)
Retablo barroco
61 I
62 II
63 III
64 IV
65 V
66 VI
67 VII
68 VIII
69 IX
70 X
71 XI
72 XII
73 XIII
HDP.indd 290 1/11/16 10:52 AM
74 I
Postales sin destinatario
77 II
78 III
79 IV
80 V
81 Revelación
De Voces traicionadas (1987)
85 II
86 III
87 IV
88 X
De De nosotros losotros (1989)
93 Receta
95 Rutina
97 Otoñal
98 Undívaga
De Preludio al sexto sol (1993)
Preludio al sexto sol
105 Ce
107 Ome
HDP.indd 291 1/11/16 10:52 AM
109 Yei
Sones de flauta y tamborcillo para aplacar
a la tormenta
115 Son de las aves que sobreviven
118 Son de los que vuelan
123 Tepalcantos
De De voces converso (1998)
127 Viejo poeta que se va quedando entre nosotros
130 Maestra madura que no quiere sentirse usada
133 Señor muy serio que deplora el hoy que ya no es como ayer
136 Niño con la cara pintada que pide limosna en una esquina
De De cierta ciudad (1995)
Contracorriente
145 Erosión
147 Exhumaciones
151 Eclipse
Como el maizal que anhela
157 Florestolendas
158 Atlacahualo
161 Quiahuitlehua
164 Tlaxochimaco
167 Carnis levandas
HDP.indd 292 1/11/16 10:52 AM
170 Tlalocan
Entre lodo y astillas
175 Vistazo a las cordilleras
181 Pudores y supersticiones
184 Orfeo en los inviernos
188 El tiempo goteaba leche
190 Una batalla por temor perdida
194 Invasión
196 Exvoto
199 Balcón medicinal y galante
202 Uno de miedo
207 En General Prim
209 Octava generación
211 Tianguis
213 Walpurgis
214 Dios te salve…
217 Fin de fiesta
De Hacerse de palabras (2011)
223 Decir las cosas
225 La cava de filos
227 Ésta, la vida
229 Amor, hecho de palabras
HDP.indd 293 1/11/16 10:52 AM
Heredad baldía
245 El horno de la ira
247 Sicarios
249 Los incontables
252 Sin condiciones
254 Esta ya no es la patria
258 Salvar a la palabra
261 Imprecación
263 Resurrección
265 La Patria dura
HDP.indd 294 1/11/16 10:52 AM
palabras
Hacerse de
Antología personal (1976–2015)
de Alfonso Sánchez Arteche, se termi-
nó de imprimir en enero de 2016, en los
talleres gráficos de Armando Rodríguez
Rodríguez, ubicados en Avenida 519 núm.
199, en San Juan de Aragón, primera sec-
ción, delegación Gustavo A. Madero, C.P.
07969, en México, D.F. El tiraje consta de
2 mil ejemplares. Para su formación se
usó la familia tipográfica Gandhi Serif y
Sans, de Gabriela Varela, David Kimura,
Cristóbal Henestrosa y Raúl Plancarte.
Concepto editorial: Félix Suárez, Hugo
Ortíz y Juan Carlos Cué. Formación: Carlos
Fernando Bernal Gutiérrez. Portada: Juan
Carlos Cué. Cuidado de la edición: Sofía
Soares y el autor. Supervisión en impren-
ta: Carlos Fernando Bernal Gutiérrez.
Editor responsable: Félix Suárez.
HDP.indd 295 1/11/16 10:52 AM
HDP.indd 296 1/11/16 10:52 AM