Cultura y Sociedad Afro-Rioplatense
Cultura y Sociedad Afro-Rioplatense
y sociedad
afro-rioplatense
Autores:
Roberto Pacheco
Alejandro Frigerio
Luis Ferreira
Dario Arce Asenjo
Norberto Pablo Cirio
Gustavo Horacio Rey
Gustavo Goldman
Martha Maffia
Susana N. Tuler
Alex Borucki
Jean Arsène Yao
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Cultura y sociedad afrorioplatense
-1a. Edición -
Montevideo: Perro Andaluz Ediciones, 2008
312 p., 155 x 220 mm
I.S.B.N. 9974-7805-0-0
Impreso en ZONALIBRO
General Palleja 2478
Tel.: + 598 2 208 7819
Montevideo / URUGUAY
[email protected]
Printed in Uruguay - Impreso en Uruguay
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Cultura y
sociedad
afro-rioplatense
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La negación y ocultamiento de la presencia de
población negra en la Argentina - por lo tanto
también de su participación en la construcción de
esa sociedad- asi como la minimización y
folclorización de los aportes a la cultura nacional de
los afrodescendientes en Uruguay, son temas que
recien en las últimas décadas han comenzado a
merecer aportes académicos novedosos y
francamente realistas.
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La tambora de la fiesta
de san Baltazar
Aproximación a su estudio*
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Empedrado (Dto. Empedrado, Corrientes) se baila la charanda o zemba,
una danza religiosa que se realiza sólo en la fiesta del santo y que
procede de antiguas danzas celebratorias afroargentinas, por lo me-
nos de la segunda mitad del siglo XVIII (Cirio y Rey 1995a). La tam-
bora de referencia se ejecuta sólo en una determinada área geográfica
del culto y se la utiliza en la música procesional y en el baile del santo.
Este artículo se halla dividido en tres secciones: en la primera
desarrollaremos su descripción organológica según la sistematización
de Hornbostel y Sachs (Vega 1989), su técnica de ejecución, denomi-
nación, distribución geográfica y técnica de construcción, según el
modelo de encuesta propuesto por Arom y Dournon-Taurelle (1987);
en la segunda analizaremos dos performances musicales de las fiestas
documentadas, así como diversas ejecuciones del instrumento fuera
de su contexto original. En la tercer y última sección fundamentare-
mos nuestra hipótesis de que la tambora es un instrumento consagra-
do al culto a san Baltazar que otorga sentido religioso a todas las
performances musicales de la fiesta del santo. Dichas performances cons-
tan de la ejecución de música tradicional correntina (chamamé y
“valseado”) y cumbia.
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I
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están colocados en forma de V, aunque con algunas irregularidades.
La tambora posee una correa de algodón tejido para que el tamborero
se la cuelgue al hombro. Es ejecutada por una sola persona, quien
percute sólo uno de sus parches con dos baquetas de madera. Éstas
miden unos 28 cm y están cubiertas de cuero en su extremo de percu-
sión. Cuando el instrumento no se ejecuta se guardan dentro de su
cuerpo, metidas por su oído.
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Este instrumento es propio y exclusivo del culto a san Baltazar,
aunque no se encuentra en toda el área geográfica del mismo. Según
nuestros trabajos de campo, su distribución comprende el centro-oeste
de Corrientes (Dtos. San Roque, Lavalle y Goya) y noreste de Santa
Fe (Dto. General Obligado). En el contexto de las entrevistas realiza-
das, también obtuvimos noticias que se ejecuta en las localidades de
Mercedes (Corrientes), Villa Ocampo (Santa Fe), Basail (Chaco),
General Manuel Belgrano (Formosa) y, en el pasado, en Las Garcitas
(Santa Fe), Esquina, Maruchas y Felipe Yofre (Corrientes). En casi
todas las capillas donde se la emplea solo hay una; la excepción es la
capilla de El Batel (Dto. Goya), donde desde hace unos años se tocan
dos, pues un promesero donó una en agradecimiento al santo, del
tipo bombo que se emplea en las danzas criollas. La tambora se guar-
da en la capilla junto a los demás objetos consagrados y se ejecuta
sólo en el ciclo festivo del santo o cuando un promesero hace una
fiesta durante en año por algún evento, como bendecir una casa nue-
va. Se la emplea en el chamamé, el “valseado” y la cumbia de tipo
tradicional.
En Chavarría (San Roque, Corrientes) vive uno de los construc-
tores, el talabartero Abel Yacuzzi (53 años de edad al momento de la
entrevista). Él ha construido muchas tamboras en la zona y nos ha
explicado cómo los construye:
Se hacen dos arcos [de metal...], después se lija la madera [de las duelas],
se le pone alrededor, se le va atando con alambre […]. Después se moja
bien el cuero del guasuncho o cuero de vaca bien mojao y se le empieza
a amoldar […] por el tambor. Después se le estira […] bien al cuero y se
le deja secar, bien seco una vez que esté, ya da el tono al tambor.
Abel Yacuzzi (53), talabartero. TC 3, 1994, Chavarría (San Roque, Co-
rrientes).
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nombre, la fecha de entrega y el destinatario. Tanto Abel como todos
los adultos entrevistados dijeron que el uso de este instrumento “debe
ser antiguo”, puesto que lo conocen desde su infancia y/o por sus
mayores. Abel recuerda haberla vista por primera vez en Maruchas
(Dto. Goya, Corrientes).
La tambora de juguete es de las mismas dimensiones que las cons-
truidas por Abel, y pertenece a una familia de Chavarría. Fue donada
por un promesero de Buenos Aires en agradecimiento de un favor del
santo y por no contar la familia con ninguna, la incorporaron a su
fiesta. El bombo se encuentra en una capilla de Paranacito (Dto. Goya,
Corrientes) y el redoblante de metal en otra de El Batel (Dto. Goya,
Corrientes). De ambos desconocemos las causas por las que fueron
incluidos y si reemplazaron a otras tamboras.
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II
Toque 1
Toque 2
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do música o cumpliendo los roles de reina, alférez 6, promesero o
cambá’rangá 7. La tambora de esta capilla es un antiguo redoblante
militar de metal que se halla todo el año al lado de la imagen del
santo y sólo se toca cada 6 de enero. Varios conjuntos de chamamé y
cumbia participan en la fiesta, siendo acompañados alternadamente
por varios tamboreros, tanto para el baile como para la procesión
(Toques 6, 7 9 y 11).
Toque 6
Toque 7
Toque 9
Toque 11
Toque 5
ramos referencia más arriba a raíz del fallecimiento de una de las her-
manas Cáceres, quien había designado como sucesora a una vecina.
A esta nueva capilla se trasladaron los dos santos, la tambora y demás
objetos del culto. Como no pudimos concurrir a su fiesta inaugural
convocamos a quien la había tocado, Hermenegildo Bordón (31 años),
de Chavarría, para registrarle algunas ejecuciones. Las escenificaciones
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realizadas constaron de la emisión de chamamé por un grabador por-
tátil acompañadas por él. Estas recreaciones denotan una diferencia
sustancial con respecto a las de la procesión de Chavarría en 1994 ya
que, si bien los toques realizados eran similares, era perfecta la sincro-
nía rítmica para con la música grabada(Toques 3 y 4).
Toque 3
Toque 4
El tambor definido para el rey Baltazar está en su altar, ese tambor no se toca en
ninguna oportunidad hasta que no aparezca el día 5, por ejemplo acá, para él. El
tambor es un símbolo, la percusión fue siempre el símbolo de todo lo indio hasta
lo de lo africano, no existe música sin el tambor. La música moderna sin la
batería, sin nada no es música.
Lorenzo Chamorro (aprox. 45), devoto. TC 10, 1997, El Batel (Dto. Goya,
Corrientes).
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En los cultos afroamericanos los instrumentos que se ejecutan
son todos propios y exclusivos, y mediante su toque se busca estable-
cer comunicación con las potencias sobrenaturales. Por ejemplo, en
la religión Umbanda los tambores son consagrados mediante un bau-
tizo, al igual que su tamboreiro. Por otro lado, comprobamos que en el
discurso de los devotos de san Baltazar es idea generalizada que el
empleo de este instrumento se encuentra vinculado a las antiguas
prácticas afroargentinas del culto:
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Y más lo usan al golpe con la tambora cuando [...] da el golpe del acordeón [...]
para el zapateo, o para la forma después para donde va el aplauso... la mejor
música donde más [...] se usa la tambora, el golpe. Porque ahora la usan mayor-
mente a ese golpe en la guitarra, cuando da la emoción del zapateo del que
siente la música, porque ahí noma’ el que siente, el que siente la música del
zapateo entonces que se destaca por la guitarra y antes era el golpe de la tambo-
ra, pegaban ahí y resuena más la música, sale mejor, eh, eso e’ en los bailes de
san Baltazar.
Máximo Aguirre (aprox. 45), devoto. TC 9, 1996, El Sombrerito (Dto. Ge-
neral Obligado, Santa Fe).
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Consideraciones finales
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1. Croquis del modelo de tambora construida por Abel Yacuzzi
(pag. 156)
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4) Col: particular. Pro: Chavarría (San Roque), Ctes. F: 1996. Colec:
Cirio y Rey. Obs: construido por encargo nuestro al mismo tiempo
que los Nº 3 y 5. Lleva la inscripción: Recuerdo / del / talabatero [sic] /
Abel Yacuzzi / Chavarría / Corrientes / 8/12/96.
5) Col: Instituto Nacional de Musicología “Carlos Vega”, N° 418.
Pro: Chavarría (San Roque), Ctes. F: 1996. Colec: Cirio y Rey. Obs:
construido por encargo nuestro al mismo tiempo que los Nº 3 y 4.
Lleva la siguiente inscripción: Recuerdo / del / talabatero [sic] / Abel
Yacuzzi / Chavarría / Corrientes / 8/12/96.
6) Loc: Chavarría (San Roque), Ctes. Fam: Saucedo. Obs: tambor de ju-
guete de madera terciada de fabricación industrial. Baquetas construidas por
Abel Yacuzzi.
7) Loc: El Chañaral (San Roque), Ctes. Fam: Silvani. Ar: Abel Yacuzzi.
Obs: se encontraba originalmente en Chavarría y es al que hacemos refe-
rencia en la descripción de la procesión de 1994.
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8) Loc: El Batel (San Roque), Ctes. Fam: Quirós. Ar: Abel Yacuzzi. Obs:
uno de sus parches está deteriorado.
9) Loc: El Batel (Goya), Ctes. Fam: Perichón. Obs: antiguo redoblante de
metal. Aros de madera y cuerda vibrante que cruza el parche no percusivo.
10) Loc: Paranacito (Goya), Ctes. Fam: Perichón. Obs: bombo tubular de
madera terciada.
11) Loc: Yataity Calle (Lavalle), Ctes. Fam: Duarte. Obs: bombo tubular
de madera terciada.
12) Loc: El Batel (Goya), Ctes. Fam: Perichón. Obs: bombo tubular de
madera terciada.
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Notas
(1) Esta investigación fue iniciada en 1991, habiendo sido realizados trabajos de campo
en las provincias de Buenos Aires, Corrientes, Chaco, Formosa y Santa Fe.
(2) Si bien la ortodoxia católica celebra el 6 de enero la Epifanía del Señor o “Santos Reyes”,
la canonización de san Baltazar es popular, por lo que su culto se practica sólo en altares
y capillas familiares.
(3) A pesar de que estos tres modelos poseen aros de madera, nunca se los percute.
(5) La fiesta documentada se realizó al día de Reyes de 1997 y estimamos que tuvo una
concurrencia de unas 2.000 personas.
(6) Es tradicional que las fiestas del santo estén presididas por una o varias reinas y/o
reyes. Estos cargos son ocupados voluntariamente por promeseros por un tiempo míni-
mo de tres años como pago al santo por un favor recibido. Su tarea, así como la de los
alféreces, es permanecer sentados presidiendo el baile.
(7) Los cambá’rangá o cambacito, son devotos de san Baltazar que en cumplimiento de
favores recibidos del santo se disfrazan, enmascaran y animan la fiesta por el mismo
lapso temporal que la reina (ver Nota 6).
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