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Oliver - Mi Fe Es El Hombre

El documento habla sobre la vida cotidiana en un país durante la guerra, donde se racionan algunos alimentos y productos. También menciona las dificultades que enfrentan las mujeres trabajadoras y las desigualdades salariales. El texto analiza la mentalidad de la época respecto al esfuerzo bélico.

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Oliver - Mi Fe Es El Hombre

El documento habla sobre la vida cotidiana en un país durante la guerra, donde se racionan algunos alimentos y productos. También menciona las dificultades que enfrentan las mujeres trabajadoras y las desigualdades salariales. El texto analiza la mentalidad de la época respecto al esfuerzo bélico.

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Maria Rosa Oliver

Mi fe es
el hombre

Ediciones Carlos Lohle


Buenos Aires - Argentina
cuanto alimentacion, ser tota1mente autonomas en lUla un aseensor: "W at c h your step." S'1, tenemos que · dar
CUI
casa donde 1a cocina era COIDUn y evitaba el tener que donde pisamos: los ascensoristas avezados han sido Ila-
compartir las comidas y desbaratar asi una intimidad mados a filas y los noveles, muy jovencitos, no aciertan
imprescindible para mi salud mental. Sin necesidad de a detener el ascensor a nivel del piso.
palabras, esto 10 comprendieron desde el primer instari-
El raeionamiento parece una medida tomada por deber
te las otras des locatarias, pero no bien yo comence a
y no por necesidad: la falta de alimentos que !leva al
invitar a otres personas a mis picnics caseros se me fue
borde del hambre a otros paises en guerra, aqui no se
volviendo problema de conciencia "dejarlas afuera",
advierte. Par 10 demas ni la leche ni la verdura ni los
Puesta a optar entre tranquilizar mi conciencia 0 renun-
huevos, el pescado y el queso estan racionados (al ro-
ciar a esas conversaciones mas personales para las cuales
que/art10 Haman argentine cheese en honor a la naei6n
mi invitaci6n era prctextc, opte pOl' esto ultimo. Afortu-
que 10 exporta), pero todo tiene su precio tope marcado.
nadamente, ellas pronto comenzaron a hacer 10 mismo.
EI unico articulo no comestible sujeto a racionamiento
Luego, muchas veces, comentabamos al dia siguiente
son los zapatos: dos pares al afio por persona. Evidente-
10 que nuestros invitados de 1a vispera nos habian mente no son hechos a medida, Exigirlo seria tan desa-
contado,
tinado como pretender comprar una prenda de vestir
cnsida a mana. La industria de la confeccion -en serie,
For the duration: estas tres palabras se repiten como un pOI' supuesto- se ha comprometido a no cambiar la moda
estribi!lo. Ya pidamos un alfiler de gancho 0 un metro for the duration.
de cinta elastica, ya un piano 0 un cable para el telefo- En las tiendas y en las proveedurias -atestadas a la
no, la contestaci6n es: no hay for the duration. Innece- hora en que las mujeres salen del trebajo-.-, par falta
sario puntualizar que "de la guerra" y es vano indagar de vendedoras, las clientas eligen, !levan 10 elegido al
pOl' que causa ciertos articulos y no otros desapareeen mostrador donde una empleada les da una boleta y de
del mercado en aras del esfuerzo belico. Si en un res- alIi van a ubicarse en Ia cola de las que esperan pacien-
taurante insistimos en que nos sirvan can un minima de temente ante la caja registradora.
premura, 0 si tratamos de lograr cierta comodidad (que
Nadie se queja, nadie protesta, nadie se siente despo-
a1guien vaya a limpiar los vidrios de la ventana, par jado de esos privilegios que muchos creen tener casi por
ejemplo), 0 si nos quejamos de la falta de taximetros, la derechodivino: hay que ganar la gnerra. Lo comprendo,
contestaci6n es un contundente: "Estamos en guerra, llo 10 acepto, pero me pregunto pOI' que ese esfuerzo colecti-
sabe usted?" Un soldado amigo mio, ex combatiente en vo s610 se comprende y se acepta en este caso y no para
el Pacifico, me canto que terminada una batalla en la veneer atros males. Par que se les reprocha a las revo.
que 10 hirieron levemente, embarrado y con la piema lueionesel periodo de carencia y de sacrificios que su
vendada, lleg6 a la cantina en busca de cierta marca de puesta en vigencia exige. Por que nadie se detiene a
cigarrillos; el gordo y rubicundo cantinero 10 mira des· pensar 10 que significa el hecho de que en Inglaterra,
pectivamente y Ie espeto: "Estamos en guerra, llo sabe fameJicay hombardeada, el promedio del peso de los
o no?"
ninas ha aumentado porque el racionamiento obliga a
Tambien a consecuencia del estado de guerra es la fE'partirla leche de manera equitativa.
advertencia que indefectiblemente nos hacen aJ salir de
Secliriaque Unicamente 1a extrema emergencia obliga
112
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.,
a paliar ciertas palpables injusticias. Por. ejemplo, las in- nos consideran un ohjeto que halaga su vanidad." Ha-
tegrantes de las Fuerzas auxiliares fememnas - WAACS, biendooido las Hconfidencias" de Ia otra parte no me
WAVES y W AFES- ganan 10 mismo que los hombres cabia duda de que era asi, pero, sin incurrir en infi.
que en el Ejercito, la Marina y 1a Aeronautica cumple~ dencias,Ies aseguraba a mis amigas que la actitud de
iguales funciones que ellas. Pero para las obreras y Of" sus lovers -lousy 0 no-- era ajena al hecho de que
cinistas sigue en vigencia el menor pago por igual tra- ellasfueran "gringas".
bajo. Aunque este trabajo menos espectacular y de rete- Salvoen el de que, por serlo, se hubieran hecho de-
guardia sea tan necesario para veneer al enemigo como
masiadasilusiones en la capacidad amatoria -no s610
el que realizan las uniformadas. Hablando de este pr~- sexual- del latino.
blema una mujer negra, oficial en las Fuerzas AUXI-
liares del Ejercito, me canto que ahi se estaba iniciando
Nome cabia duda de que la de sus compatriotas tam.
biendistabade ser perfecta.
cierta confraternizaci6n racial y agreg6: "Este usted se-
gura, las mujeres que voluntariamente servimos a1 pais,
en el frente 0 en Ia retaguardia sabernos 10 que quere- En los primeros dias de Washington no salia de mi
mas: si luchamos por 1a democracia haremos que se asombroante la facilidad -y la gratuidad- con que
cumpla." el ~orteamericanocaia en las confidencias, casi diria can-
De los buenos propositos con que dicen que esta pavi- feslOnes,apenas los tragos Ie permitian comunicarse
mentado el camino a1 infierno uno era el de convertirse, can una persona hasta ese momenta desconocida. Me
respecto a los "latinos", en "buenos vecinos". Y buscaban preguntah, si no seria por esto mismo, a par ser ya ex-
comprendernos leyendo libros titulados Conozca usted tran]era, 0 porque debido a mi condicion me creian a
America latina, Brasil, pais del futuro, Dentro de Sud resguardode esos avatares. EI hecho es que, luego de
America, Un latinoarnericano habla, Al sur del Rio Gran- mtercambiadaslas primeras frases formales, empezaban
de. Generalmente en esos Iibros, respecto a nuestra way a explayarsesobre su vida privada.
of life, 5e repetian al infinito las palabras "siesta" y Casi indefectiblemente atribufan sus conflictos afec-
"fiesta". Esta fantasia, debido a un Mexico vista en tivosa problemas de aleoha que exponian recurriendo
fotocolor, no molestaba mucho a los latinos de Wash- -can frecuencia inversa a su edad~ a tenninos freu.
ington: a 10 sumo los hacia sonreir; perc, en cambia, dianosy con un candor que traslucia una total ausencia
fueron presa de una sorda y contenida irritaci6n euan- de vauidad y una profunda inseguridad en sf mismos.
do en la revista femenina de mayor circulaci6n entonces Comparadoscon los latinos, en este sentido -yen e]
apareci6 un articulo, escrito por una mujer, titulado: doblea que en este caso se presta el termino usual-,
"Los latinGs son pesimos amantes" (lousy era el adje. eliasno eran cocksure. Sin la mas minima inteneion de
tivo, intraducible). Como para calificar hay que compa· hacer illla encuesta sabre el comportamiento sexual
rar y para camparar 5e requiere pluralidad de referen- de los hombres norteamericanos, interrogue, llegada la
cias, reserve mi opinion al respecto perc me alegre de ocasion,a algunas de sus mujeres, en particular a las
que, siquiera por una vez, a los que alardean de "ma- quehabian sido esposas 0 amantes de hombres de otra
chismo" les cantaran ciertas verdades. Que les dijeran nac1onalidad.No, viriles, sus compatriotas no 10 eran
en publico 10 que en privado algunas de mis amigas menos,pero en el arnor era como si carecieran de ima-
norteamericanas me habian dicho: HMas que amante ginacion,0 les faltara tiempo para aplicarla, y luego
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., '
eludian toda explicacion mediante la cual, segun ellas,la llevar una vida ~ciosa y mundana, las indemnizaciones
vida matrimonial podria ser mas plena. "Hablamos poco, pag~das en sucesivos divorcios constituian para muehas
y de nuestros sentimientos mas intimas, nada", me dijo mujeres un negocio rendidor, Que yo sep "
"1 . " a, poeas 0 nm-
otra. Al pensar en las confidencias que, de manera tan guna . a:~na. se"dedic? a esta racket, en cambio supe
gratuita, esos mismos hombres me hacian, deduje que de va~os la~nos a quienes una secuela de matrimonios
no todo debia obedecer a la imposibilidad de comunica- con .,millonariae
. yanquis les dio un buen pas aryunasl' .
ci6n y para confirmar mi saspeeha le pregunte a una tuacion sOCIal,estable, no solo en la cafe society. A esta
mucama que habia tenido amorios con hombres de color ya se la mencionaba, pero nadie hablaba de play boys y
si estes, como amantes, eran mas satisfactorios. "More d;l que lw;go ~o fue par excelencia, Porfirio Robirosa;
or less", respondi6 sncogiendose de hombros pero afio- solosealudia
. ".a el como el marido de Flor dOT ."IIo.
e ro rUJI
rando 10 que podria ser agreg6: "En cambia, las que han ~~ vida publica .y pnvada de los dictadorzuelos "lati-
tenido sexual intercourse con un chino pierden todo inte- nos era la comidilla de los circulos ligados de una u
res por los blancos." "Si es asi, ipor que no se ven parejas otra manera a la "polftica del buen vecino". Ellos los
mixtas?", pregunte. "Por la sancion social: pocas muje- supremos. 0 benemeritos, 10 eran incondicional au~que
res se atreven a afrontarla .. ." ~Y los hombres? "A ellos n~ gratuitaments. Por eso, cuando Larry Duggan me
se les perdona mas la eleccion par capricho." dlJo que nune~ habia visto semejanza mayor que 1a de
Mi idea de que la mujer norteamericana gozabade los un warlord chino can uno centroamericano supe que no
mismos privilegios que el hombre y era consid-eradasu se trataba unic~mente del color de 1a tez,10;
ojos oblicuos
igual se iba disipando, como aHa dicen, in the thin air, .y eJ abombamlento de pecha: nadie sabia que suerte
Los derechos civiles, tan arduamente conquistados, les cameron 300 millones de dolares prestados a Chiang
servian para duplicar los votos del candidato -rara vez Kal-shekpara que resistiera a la invasion japonesa y que
una candidata, y esta para funciones menores- que la tampoco, claro esta, sirvieron para mejorar 1a suerte
opinion publica, manejada par los hombres, proponia. ~l pueblo chino. ~n cambi,o, era voz corriente que miss
Nunca oi decir que el voto femenino podria gravitar en J annette Kung, h'la del mmistro de Finanzas y cunado
de CbIang, soI·1a un"I·lzar los aviones de guerra para que
una eleccion presidenciaL Y si bien las asociaciones,
ligas y clubes de mujeres, contribuyentes y de clase Ie llevaran de vueIta perfumes, cosmeticos, ropa interior
media, hacian sentir Sil influencia en municipios, pue· y todo cuaDto merece tener la unica heredera del ban-
bIos y estados, las obreras no formaban parte de ninguna quemmas poderoso del ex Celeste Imperio
E "
, .n otro de esos aviones, destinados al transporte de
organizacion sindical. Y la obrera, particularmente for
the duration, trabajaba el doble que el hombre, comoya ml~ltaresy de armamentos, IIego a Washington madame
SE' ha clicho, ganando menos que el. CbIangKai·shek misma acompanada de varios servido-
En cuanto a las innegables ventajas que puede darle r~s y de seis pekineses que no eran militares sino pre-
a la mujer la Ley del Divorcio, solo las que podian cos· falderos co,; hocico hundido y ojos saltones" En
~:OS?s
tear las expensas del juicio gozaban de elIas, como varias ...seqUlto de servldores flgura en primer lugar e1 coci-
de mis compafieras de oficina, latinas incluidas, que e~ ~ero especialista en comida china (suponiamos que en
un segundo 0 tercer matrimonio habian hanado la feli" a CasaBlanca, de la que era huesped, ya tendrian uno
p~o na d"Ie dO. d
1)0 na a) y 10 seguian en importancia las'
cidad ausente en el primero, Par otro lado, en los secto'
res sociales en que un alto nivel economico pennitia camareras y las lavanderas de esas sabanas de seda fina,

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en forma de sobre, que luego de haber ensobradodurante
deserlo pasada la guerra. En los circulos oficiales de
una neche a la esposa del generalisimo, al dia signiente
Washingtonse sabla que eI generaHsimo, en vez de Ian.
batian como banderas inclinadas entre los cafiones anti.
zarsus tropascontra los invasores japoneses, las ernplea-:
aereos que apuntaban al cielo desde la azotea de la Casa
'" a fonda contra los comunistas chinos. En esa Iucha
Blanca. Muy hermosa, elegante y ademas cristiana, rna.
gJ intestine perilla los armamentos y gastaba parte de los
dame Chiang dio su speech en un templo: la prensa
n d61are.>(menos segura estoy de que desperdiciara el can.
elogi6 su gracia, su los movimientos de sus manes,
vOZ,
CJ 5ejo de sus asesores). Sin embargo, como urgia aliviar
n' pero no tanto el discurso mismo, quiza P?rquebastaba
Is presionjaponesa en el Pacifico, altos jefes del Ejercito
si con publicarlo entero. Cuando Ie pregnute al vicepresi
delKuomintangeran invitados a Washington donde, ade-
a dente Henry Wallace que impresion Ie habia causado],'
masde considerar can ellos una estrategia militar can.
rl glamorosa enviada, sonrie~do con l~ve soma repine,
junta, se les alentaba a emprender previamente la of en-
tl como aprendidos de memoria, los eloglOs.hechos.porlos
~vacontrael enemigo comun.
r pcriodicos, y agreg6: "Si quiere saber mas pregnntelea
n mistress Perkins, que ayer estuvo la~gam~~te
~solascon En un gran banquete, al que asistieron unicamente
r ella ... Se que usted la va a ver manana. MistressPer. ~diers de alta graduacion en ambos Ejercitos, el desig-
5 kins secreta ria de Trabajo en el gabmete de Roosevelt nado paraofrecer el agasajo termino su discurso asegu-
-a 'quien conoci en casa de mi~ter M0.rgenthau,secre J'iD.do a sus huespedes chinos, con mas elocuencia que
r tario del Tesoro--, me habia invitado a ir a su despacho sentidode la oportunidad: "You'll see. We will lick those
"e/low bastards." La melida de pata, que se difundi6
I para converser sabre las condiciones del trabajo de las
mujeres en mi pais. Asi 10 hicimos d~ra~te un b~enraio enseguida,causa mucha gracia, particularmente a los
pero antes de despedirme Ie pregunte que Ie habla par. "[atinos" y, entre estos, mas aun a aquellos a los que la
sangreaborigen les amarilleaba 1a piel.
cido madame Chiang. .."
-Ab, veo que Henry ya se 10 ha cantado. I'Que mws·
creto! -a grego, riendo. da me &anbastantenumerosos los latinoamericanos a quie.
-No mister Wallace no me ha contado na , S' nesse les despertaba alia una conciencia de raza que
sugirio ,que Ie pidiera a uste d que me 10 cantara.,. 1 antesno ternan,y reaccionaban ante ella segu.ll su luci-
dez.Losconvencionales a prejuidados se jactaban de su
puede. . . . dijo se 10 dice
Puedo no es secreto, 10 que a IDl me , . en 5alJgre puramente europea y negaban hasta disculpar
a muchos. Me expuso larga y detallad~~:tec~a~~g::r. Is discriminacioncontra los negros, tema que enidado-
que ellos consideran adecuado para samenteeluillan los de inocultable ascendencia india 0
mine 1a guerra. africana;los de mente liberada hablaban can la mayor
-I Como es? naturalidadde sus origenes etnicos y no perdian opor-
-Me temo que fascismo puro. I que ha. tulUdad de criticar la discriminacion. Los mexicanos, tan
Miss Perkins no pareda desconcertada Pdio;~ conelu. orguIlosos de su sangre azteca a maya que hasta se la
, me sorpren a S fenian enando no 1a lienen, asumian ana dos aclitu-
bia constatado. Tampoco a nn d Ch' ng Kai-shek10 U!d

es·a I . 1
. I emmen e la . . osmas se es acentuaba ese orgullo' a unos pocas
si6n: sheer fasCISm, e r~. d . a esperar que de)ara tan "
ha bia sido, 10 era y nada m UCla POCOs que hubiera podido contados can los dedos

118
119
de consejo 0 advertencia; en carnbio, suele delat~r envi-
yanquis no entendian. Tampoco hubieran entendido que
di y frustracion. ~Que otra cosa Ie quedaba a Vizcacha
la conmoci6n del boliviano se debia, en parte, a la simi-
ra 10 que sabia "mas" por VIeJOque
que . por di18bl 0").
litud entre Salta y su pais. Lo mismo Ia de las dos perua-
nas. No todo se debe al altiplano. Hasta el .ironico, casi
cinico, mexicano suspira: "Ay, Rosita, cuantas casas her-
EL S6TANO
mesas y cuantas malas de mi tierra acabo de recono-
cer... " Mister Wallace sefiala la similitud entre los
En 1a Oficina Coordinadora de Asuntos Interamericanos,
"gauchos"y los primeros cowboys perc pone mas en-
las salas de deliberaciones y de proyecciones cinemato-
fasis al exclamar: "And what a lovely girl", refiriendose
graficas estaban situadas ~n el subsu.elo, por razones de
a Amelia Bence. Nelson RockefeIler elogia la calidad de
emergencia: podrian set-vir- de refugio en casa de bom-
la produccion que, si comparada con la de la pelicula que
barden, annque las pocas veces que hubo simulacra ~:
vi en su casa, debe parecerle insuperable. Enseguida pre-
alerta encontrandome en la Oficina, name- nos aconsejo
gunta a uno de los que esto concieme si hay posibilidades
que b~jaramos al sotano sino que n~s aleja~amos de las
de que se exhiba comercialmente. "Las senoras de las so-
ventanas: los corredores amplios se convcrnan entonces
ciedadesprotectoras de animales rcaccicnaran contra la
en patio de reereo, incluidas risas, bromas y juegos.
escena en que se les prende fuego a la cola de los caba-
A la sala de proyecciones fui tres veces, una com~
llos y exigiran su prohibicion", respondi6.
invitante dos como invitada. Aquella, cuando se paso
La pelicula tuvo para mi otra cola, ademas de las
La Guer;a Gaucha, de Lucas Demare, que Angel Ma·
mentadas. Edmundo LasaIle, a quien la oficina de cen-
gafia me habia hecho mandar segun 10 convenido. Ade-
sura postal enviaba la correspond en cia I1egada desde
mas de mister WaIlace, Nelson RockefeIler Y mis com-
America latina cuando habia ciertas frases 0 palabras
pafieros de trabajo, entre los asistentes estaban los que
oscurss, se aparecio en casa una tarde a contarme liUy
podian juzgar si la pelicula -que yo no conocia- tenia
especialmente que acaba de leer una carta dirigida a mi
posibilidades de ser distribuida comercialmente en los
sospechosade estar escrita en clave. Me muestra la ob-
Estados Unidos, Olvide esta finalidad no bien comenz6
servacion hecha: se menciona una pelicula "Virgen" y
la proyecci6n, y tambien cedi6 enseguida la tensi6n de·
realizadaslas pertinentes averiguaciones se comprueba
bida al temor de que fuera mala. Iba comprobando 10
que no existe una producci6n can ese titulo. "(Y usted
contrano pero sin reparar en todo aquello que los eritieos
se ha dado cuenta de 10 que se trata?", Ie pregunto. "Ay,
Haman encuadre, ritmo, actuaci6n, enfoque, ihunina·
mi amor, ni que fuera tonto: Ie preguntan si habria po-
cion. Solo estaba atenta a 10 que en la pantaIla sucedia,
sibilidad de conseguir aqui peIicuIa virgen, y finna su
transportada en la distancia y en el tiempo a pesar de
amigo Angel Magana." Nos resulto un juego divertido
que veia a Francisco Petrone, a Magana, a Enrique Mui·
imaginarfrases inocentes que a los censores pudieran pa-
fio y a Amelia Bence. Me alegraba que a los otros espec·
recerlespeligrosas para la security. Dias despues recibi
tadores estos nombres no les hicieran presente el pre-
Ia carta sin la menor sefial de que ni dedos de hada
sente. Hubo aplausos al final y, encendida la luz, mis
hubieranabierto su sobre.
amigos se acercaron a comentar. Ya antes de terminar,
EI segundo descenso al sotano fue para ver un docu-
Enrique de Lozada me habia dicho: "Esto me conmueve
mental sobre el Amazonas. Cuando I1ego, los dos brasi-
hasta ]os ... " y emple6 un termino que por suerte los
lenos que 10 han traido a la Division de Intercambio
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Com rcial e hallan atareados en 10 cabin a del proyector tencias daban a entender que tendrlamos el privilegio de
no hay tiempo de que nos los presenten a 10 de la Di- asistir a un debate, no diria sabre un top-secret perc SI SG-
vi. i6n d Int rcambio Cultural. Oigo sus voces cuando brealga que se lo acercaba. Entendiendolo de esta mane.
m n ionan I s lugar que I camara proyecta. La selva ra, durante muchos afios no 10 comente: ahara Ia docn-
qu d sde I avion par ce una tupida e ilimitada planta- mentacionoficial ha hecho publico el asunto del que alii
ci6n d r poll s, a niv I humano es una marana, y las me entere. Llegue a esa reunion COn unos minutos de re-
vil rit d plata rio inmen as de fluir lento. La camara rraso.Ante una mesa larga estaba ya sentada, y deliberan-
r d ti ne n las marg nes de estes rios y el comentarista do,1aplana mayor de la Oficina (casi todos elias finuncis-
xpli qu pr yecto p dria concretarse alli, que indus- las) y algunos militares de alto grado, cosa inusitada ahi.
tria prosp rar, qu Iabrica instalarse, que plantacion Los oyentes ocupamos los asientos adosados a las paredes
r ndir. D tonto n tanto e ve alguns empr a ya en Iaterales. Me sente junto a Lozada, con 1a firma voluntad
fun i6n on uno r tahila de cifras coma Iondo sonoro, de prestar atenci6n a un tema que no me interesaba en
unic qu n merece comentario son los chicos que lo mas minima. Se leian muchos informes sabre inver-
por hnb r mirado en Ioc ahora nos miran a nosotros sionesde capital, pertenencia de empresas, firmas usu-
can int rrogaci n des perada. Posiblemente nunea mi· fructuarias, etcetera, y tanto en esos reports como en los
r n d Olra manera esto chicos de cabezas enormes sabre cambiosde op~n~ones que suscitaban, las palabras we y
eu rpas raqultieo que eJ vientre, hinchado a reventar, they eran las unlcas que para nil se referian a algo con.
comba haci atn\ p ra equilibrarlo sabre las piernas se· creto: nasatros eran los que estaban ahi, en pugna con
cam patas dave zancuda. La camara debi6 atraer· elias, a los que habla que desplazar de los lugares que
mo I luz de una lampara a las falenas: no hay ocupaban. EUos, tenian que ser los nazis. No poman ser
m "g n a" nasa ni d limo n que no aparezcan. Ahorn otros. Si yo no 10 entendia as! era sin duda debido a mi
qu no e d b a la falta de technicolor -como al ignorancia en cuestiones financieras. Perc cnanta mas
principia I Cl'el- el agobio que ese "t:r6pico" me cau a. atencion a 10 clicho, mas patente se me hacia que no se
Apena termin6 la proyecci6n sali al vestibula donde trataba de los alemanes. Muy en voz baja, totalmente
m nt a sperar a Enrique que, can otros funcionarios perpleja y temiendo incurrir can mi sospecha en el peca-
d In Ii in , en la alida de la sala de proyecciones cado de "levantar falso testimonio", Ie pregunte a En-
com ota 1 d umental coo los j6velles que acaban de rique si podria ser posible que se estuvieran refiriendo a
p en tarlo. t to me ven y, zafandose del grupe, se los ingleses. "Si, claro." Me mira y alga en mi cara Ie
.c rcan ami, d qui 0, upoogo, s610 sabeo la oaciona· causa risa. Agrega: "Recien te has dado cuenta." Senti
comosi la suela de una bota me aplastara contra la pared
lidad. no pr glInta que me ha parecido. Antes de que
yo nt te, I otro 10 hace por mi: "E pra chorar, niiol" a la altura del cora zan impidiendome respirar. Apretan~
Al alir d la Ultima reuni6n en el s6tano 00 hubiera do dientes y punos aguante hasta que los financistas
Uo,. d : al ootrano de la compasi60 -y la ira- 1. civiles 0 de unifonne (con condecoraciones algunos), die~
d .. p '6n no arranca lagrimas. AI invitarme, me ad· ran por terminado su aquelarre. Ya en la calle volvi a
~u. n qu ni a mi ni a de Lozada nos corresponderi. preguntarle a Enrique: "Asl que hay una guerra abierta
a51 t,.. board·meeting en que se can Iderarlao pro- contra los alemanes y una subterninea contra los brita-
bl rna 006mi pem como etas ataluM a Amenca mcas." "Bueno, si, ~no 10 sabias? Ahara estas perdiendo
tn inocencia ... ", replica mi amigo.
tina bacia On nosotros una e",cepci6n. La .dver·

134 135
.
sotano,
Al
id
importante y confortabls que una man'
. , ana
de (
VI convern a en guanda, no tuve otra oportunidadde dad cuando, mas tarde, en honor mio, pasaron una pe-
dia volver. licula argentina tan mala que de haber tenido sobrecar-
que
gado el estomago el bochorno me habria indigestado, y
tan vieja que, cuando eparecio en la pantalla uno de los
OCIABILIDAD "segundos papeles", Dolores del Rio exclam6: "jAy, mi
EL
primo Pepito, que muri6 hace ocho afios!" Por suerte, a
En Washington, ciudad de oficinas, sin teatros, Cones. Dolores -con quien despues fui muy amiga- no la
En impresiono demasiado ver inesperadamente a su parien-
las caso cines y un centro comercial reducido y pocoactio
te difunto. Terminada la "produccion (para mi) nacio-
gra vo, particulannente en aquellos afios de la guerra, reo
nal", ella comenzo a corear, muy animada, las graba-
em unir e a converser COnamigos era casi la unica diversion
ciones de cantos populares mexieanos. Mister Wallace
bar que no quedaba a los que no perteneciamos a1 cuerpo
repiti6 una palabra preguntando su significado, y como
ale: diplomatico, cuya actividad era intensa, ininterrumpida Doloresse neg6 a traducirselo, me 10 pregunto a mi. Yo
que y, segun sus frecuentadores, aburrida. Pero tambien ne tampoco10 sabia. Dolores se acerco y me 10 dijo al Dido.
ver cesaria, ya que en las grandes recepciones no solotenian Todos nos miraron, a la expectativa. James hubiera po-
en oporrunidad de intercambiar oficiosas impresiones e in- dido explicar en publico el significado de ese termino, a
i rmaciones sino, ademas, la de echar un parrafito util pesar de que debia de ser muy inocente.
in\" can alguno de esos altos Iuncionarios del Estado, quie Ni el mas leve de sus proleg6menos ---que en otros
La nes, por exceso de tra bajo y para no dar Ia impresion de ambientes se oian como el lejano tronar de un volcan
ga; despiUarrar en casas frivolas el dinero y el tiempo ne· dormido- habia turbado jamas las reuniones en casa
mi cesarios al esfuerzo belico, lIevaban una vida bastante de Concha Romero James, directora del Departamento
pa: austera. Cultural de la Union Panamericana. De irresistible sinI·
pal a me hab;a detenido alin a pensar en esta Ultimamo· patia, regurdeta, risuena y rapida, unos anteojos de len-
po. tivaci6n la primera vez -a pocas semanas de mi llega· tes gruesos achicaban los ojos vivaees de esta mexicana
Es da- que Nelson Rockefeller me invito a comer a SU con esponjosa melena gris y tez muy clara que solia in-
la casa, especie de gran bungalow entre arboles aiioso5,5J- vitar a sus amigos y a los intelectuales de paso por
bi( Washington -estables habia pocos- a copiosos y tra-
luada en las afueras de la ciudad. Mister Wallace, Dolo·
co. res del Rio, Carmen Figueroa -dueiia de un gran diario dicionales late-tea domingueros, sustituto de la cena Sll-
lIa primida para cumplir con el mandamiento de "guardar
de MoxieD-, Enrique y Carmen de Lozada, el anfitn~n
cit las fiestas". Pero, hecha 1a ley, aunque sea la de Dios,
y su esposa Mary -alta, Iarga de cuello y tan afabe
tTl
como sensata- rodeamos la mesa esa noche, tan calnro· hecha la trampa: la mesa estaba atestada de toda clase
qu de sandwiches, paneeillos, canapes y facturas que en
sa que atribui a la intenci6n de no sobrecargarnos de ~.
iie suculencia y cantidad superaban a cuanto en una corni-
lorias el hecho de que s6Io nos sirvieran peras sobrehops
ta da corriente hubieran servido. La due:na de casa s610
de lechuga en vez de fiambre, albondiguillas de p~scad~
se tenia que encender a1 samovar y el pequeno horne para
como "plato Iuerte" y ensalada de frutas. Despues, )
aD hacer panqueques y waffles. Y aunque Ie era imposible
el living nos sirvieron cafe (que los latinos beblmos ,
EI , ( lor· preyer cuantos faltarian ni cuantos aparecerian sin pre-
hi:- gaseosas (que nadie tom6) y leche helada ~ue as n .
ali vio aviso, nunca parecio ser tomada a1 desprovisto. Su
teamericanos sorbleron can delelte). Agradecl la frug
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astros de cine mas en el cenit. Con el dinero de los COIlI-
mo-. Ojala: son reales. Usted ni 50S pecha el afan de
pradores de prestigio social ella "ofrecia" fiestas y ban.
algunos por figurar en las cronicas de Elsa Maxwell.
quetes en los mas lujosos lugares de Nueva York, Paris, Creen que eso les da prestigio." Algunos, sin embargo,
Londres, la Riviera. Una cadena de periodico, le publi- se resisten a participar en sus ardides sensacionalistas,
caba una cronica en que comentaba cuanta reunion se Molotov contesto: "A esa senora no le sera agradable
daba, chisme circulaba a escandalo se producia en ese conversar conmigo", y la gran duquesa Maria sefialo:
"gran mundo" del que ella -fea, obesa, sin "apellido", "Nada tendria que decirle al senor Molotov", cuando
sin dolares y sin mayor cultura- era el deus ex machi- Elsa Maxwell consulto a uno y a otra para reunirlos.
na, A los pocos minutos de conocerla, en una pequefia
reunion muy "selecta", adverti su rapidez para "calar"
a la gente y su consecuente don de ubieuidad: pacas Ira- HOLLYWOOD
ses ha bia intercambiado con ella cuando se acerco a sa-
ludarla una nieta de Antenor Patine, a la que Ie pregun· Partes de ciudades de diferentes paises, epocas, estilos;
to que sabia de la situacion politica en Bolivia, y como el entrar a los studios, apenas si acentua la hibridez de
la muchacha le diera una contestacion de acuerdo con su la California del Sur, can su arquitectura improvisada,
mentalidad y SQ conveniencia de "dueiia del estafio''. indecisa, sin caracter y postiza en esa tierra. Todo es
miss Maxwell Ie respondio con una especie de gruiiido fachada en las "calles" que no son calles. Alivio al pasar
que podria haber sido tanto aprobatorio como desaproba- del exterior polvoriento a uno de los enormes galpones
torio, y apenas su interpelada se apart6 para saludar a llenos de focos, cables, gruas, poleas, rieles, sillas pIega-
otra persona, ella se volvio hacia mi y exclamc can tono dizas, camaras rodantes, colgantes, deslizantes. Olor a
indignado: "Oyo, como si uno no supiera what's going on aceite de maquina y a grasa de maquillaje. En el costado
there." Enseguida me interrogo sabre algunos argentinas oscuro, detras de los focos, mecanicos de overol mueven
que vivian en el Ritz, de Paris. Las pocas noticias que al las maquinas , en la parte iluminada, sentadas contra
F~cto pude darle merecieron el honor de figurar en Stl
.L ~
una pared, los extras esperan. Visten trajes de epaca de
columna mientras "10 que sucede en Bolivia" fue olimpi· los varios Luises de Francia, pelucas blancas, medias
camente pasado por alto. A los pocos dias me invito a uno idem; sabre polleras arrepolladas se mueven rapidas va-
de los almuerzos que daba en su departamento situado en rias agujas de tricot; algu.n entorchado chambelan fuma
una de las torres del Waldorf Astoria (los mils baralas, displicente, mientras los que preparan y deciden van y
segun dicen). Seriamos unos seis invitados, entre elIas vienen con sus viseras transpar.entes y megafono en ma-
una princesa Metternich y una "aIteza real" de algtrna na. Espero el paso de algun "astra". Espero en vano.
desplazada monarquia balcanica. A cada rata un diputa· Todo es espera.
do, un senador, un ministro llama ba a nuestra anfitriona Bora de almorzar. El restaurante, cafeteria 0 10 que
par telefono, y ella, can leve gesto de contrariedad, se le- sea, no puede compararse can los alegres y luminosos
comedores de los campus universitarios. En una mesa,
vantaba de la mesa e iba a un cuarto contiguo desde don·
sentada sola, una mujer se mira a un espejo y parece
de ni el rumor de su voz nos llegaba. Volvia y reanudaba
empeiiada en sacarse una arena de debajo de un parpa-
el dialogo interrumpido. Asi, par 10 menos seis veces.
do. Claro, 10 tiene hinchado y rojizo, pero el otro tam-
En Washington Ie conte a mister Wallace de las si·
bien. Reconozco los ojos saltones de Bette Davis. Trato de
muladas llamadas telefonicas. '\~Simuladas? -excla·

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no mirarla: a 10 mejor adivina la angustia que me causa huelo en el aire", le explique y el refunfufio que el mis-
su cara estragada (~sera s610 par los anos?), sus labias mo desatino decian sus hijas, mis amigas.
flaccidos con el rouge corrido, su pelo rojizo y opaco, to- Las dos chieas V\T arner parecian incontaminadas por
do cuanto -10 se- desaparecera de mi memoria no bien Hollywood. Casadas ambas con directores de cine bus-
vuelva a verla en Ia pantalla. caban sus amigos can total prescindencia del ambiente a
Reunion en casa de Dalton Trumbo can un grupo de que pertenecian. Una, ya me habia contado en Nueva
libretistas. En rueda, me interrogan sabre las produc- York de la primera vez que lleg6 a esa ciudad, cay6 bajo
ciones que mas aceptaci6n han tenido en rni pais. Les la "proteccion" de Elsa Maxwell, frecuent6 ese conglo-
digo que solo puedo decirles cuales son las que a mi me merado de snobs internacionales -aun no llama do jet-
han gustado. Las voy nombrando y por 10 general con- set 0 the beautiful people- y se alej6 de el tan nauseada
testan: "it was a flop". que, "durante afios, no pudo hojear un numerc de Vogue
o de Harper's Bazaar. La otra, Billy, can su marido, Mil-
Muy onomatopeyico el terrnino qu~ signifies "Iracaso
ton Sperling, un muchacho joven recien llegado del fren-
cornercial", suena como la bosta al estrellarse contra el
tc con el grado de capitan, varias condecoraeiones y una
suelo. Conozco la expresi6n: vez tras vez la repitio Jack
pierna a medio componer, eran una pareja muy Iresca,
Whitney cuando, de paso par Buenos Aires, fue a visi- muy alegre y rnuy progressive que invitaban uuicamen-
tarme y me hizo igual interrogatorio. Flop, flop hacian te a amigos can quienes pudieran entenderse politica-
los rnillones que el productor millonario sabia invertidos mente, sin que esta unanimidad de criteria evitara las
en esas pel:iculas que a mi me parecian las mejores por· discusiones 0 se redujera a temas que descartaban Ia
que, segun el, yo era "demasiado sofisticada". Para que risa. Su chalet blanco, lleno de cretonas floreadas y roo
no hagan flop se trata de que el argumento y el dialoga deado de arboles me resultaba un oasis de autenticidad
puedan ser comprendidos por un nino de entre doce y y sencillez en la region mas ficticia y pretensiosa del
catorce anos (aunque despues no sean "aptas para me· mundo. Si alguna vez e1 termino easy going tuvo para
nores"). EI dato sobre el cociente mental que impide el mi un sentido fue durante aquellas reuniones en que
flop me 10 dan los guionistas. Muchos de elIas, a quiza cRda uno se servia a si mismo 10 que queria y 10 cornia
todas, anos despw\s fueron parte de los "Diez de HoUy· clonde pudiera proseguir la conversaci6n en cursa 0 ini-
vvood", a los cuales el macartismo, acusEmdolos de ejercer ciaI' otra.
actividades antinorteamericanas, condeno al desempleo) EI trayecto entre aquella caSa y Los Angeles tomaba
a la carcel y al exilio'. mas de media hora de auto. De noche, al val vel' a la
No podia prever aquello cuando Henry Warner, uno ciudad, se la veia, abajo, como un desparramo de dia-
de los famosos hermanos, sefialando can un puntero a la mantes y otras piedras preciosas. Entre el rutilante man·
Argentina, en el gran mapa de America colgado en la chon y 1a ruta se extiende un terrena ondulado cubierto
pared detras de su escritorio, dijo: 'lEI unico pais fascista de impecable cesped. "Es la mejor cancha de golf de
del eontinente", y yo Ie aconseje: "Suba el puntero, mis- California", me informa Milton Sperling, que maneja
ter Warner, porque esa nacion grande situada mas arri· el auto. Lo felicito par tener tan cerca de su casa donde
ba es la que mas probabiIidades tiene de ser fascista." hacer e1 ejercicio que su medico Ie ha prescrito. "En ese
''t;W~r?'': pregunto perplejo el viejo, mientras uno de club no me admiten", dice, y par mi mente pas an sus
sus eJecutlvos aprobaba con careajadas mi reflexion. "Lo condecoraciones, su grado de capitan, su pierna lesioua-

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da, su suegro el magnate de la gran industria. "Yo no evaluacion}. Le reitero 10 que ya le habia expuesto por
soya gentile", me recuerda. carta y que he ido por pedido de Antonio Lopez Llausas,
La sarpresa, atra vez, fue a la ida. Estanda en Wash- de quien Ie day 1a direcci6n, miro mi reloj y Ie advierto
ington recibi una carta de Antonio Lopez Llausris pidien- que ya han pasado los tres minutos que podia dedicarle a
dome que viera a Salvador Dali y Ie propusiese ilustrar este encargo. Llamo al chofer y me despido de Dali, que
para la Editorial Sudamericana una edicion de EZ Qui. "ha entendido", Aun atravesando el parque el taxista me
[ote. Dali no estaba en Nueva York. Par no recuerdo que pregunta si ese hombre que hab16 conmigo es un actor.
medio Ie hice Ilegar el mensaje a la casa donde el era "No, es un pintor." "Tanto da, no good." "~Good para
huesped, la de Henry Warner, en Hollywood. Me escri- que?" "Para ser amigo de el", dice, reflexiona y me ex-
bi6 diciendome que si iba por alia 10 buscara, y en el plica: "Usted es extranjera ~no? .. nueva en Holly-
papel de la carta dibuj6 varias figuritas. A los pocos dias wood... Bueno, cuidese de esta gente." Le agradezco el
de lIegar a Los Angeles, Ie telefonee, Contest6 su mujer: consejoasegurandole que 10 seguire, "No Ie costar-a mu-
"No, el senor Dali no puede ir al centro: venga usted a cho: usted es distinta". Me callo porque desconfio del
hablar con el." "Imposible: no tengo auto" (breve silen- elogiogratuito. No bien cstoy con los Sperling les cuento
cia en que me senti caer varios grados en la importancia 10 sucedido. Me instan a repetir, con todo detalle, 10
que podria haberme atribuido mi interlocutora). "No es del escupitajo en la fuente. Divertidos como locos me
tan Iejos", advirtio, y me explic6 donde estaban. Que- hacen prometer que voy a escribir this wonderful story.
de ba sobre la ruta que iba hacia Pacific Palissades, don- Cumplo la promesa pasados veinticinco afios.
de los Sperling me habian invitado a cenar esa misrna Cuando Douglas Fairbanks (hijo) y su mujer vinie-
noche. Al decirle que se daba la casualidad de que po· ron a Buenos Aires en una de las tantas giras de "buena
dria pasar par ahi, madame Gala crey6 necesario ad· vecindad" que se hacian entonces, el manifest6 su deseo
vertirme que mister Dali disponia solo de diez minutos de conocer escritores; como el directorio de 1a SADE
para hablar conmigo. considero que no Ie correspondia invitar a un actor,
Ningun fantasma puede haber venido al oeste al "cas· Mallea me pregunt6 si yo no podria organizar ese en-
tillo" del mayor y mas importimte de los hermanos War· cuentro en casa. Asi 10 hice. Victoria, a los pocos dias,
ner, pero de Andaluda han debido traer, azulejo par los·invito a su casa. Douglitas conoci6 asi a cuantos es-
azulejo y mannol par marmol, la gran fuente que cen- critores quiso y a cuantos cerca de los escritores estaban.
tra el patio exterior don de, luego de pasar por un trecho rvIrs. Fairbanks, particularmente, qued6 muy agradeci-
de parque, se detiene el taxi. Le digo a un portera de da: cuando pasado un ana supo que Victoria y yo ibamos
mucha librea que Ie avisen a mister Dali que 10 buscan. a los Estados Unidos, manifestaba su contento diciendo
El portero vuelve: mister Dali me invita a entrar for a que "pronto van a llegar Victoria del Campo y Maria de
drink. Explico que estoy apurada. EI portero se aleja la Rosa". Cuando esta ultima llego a Hollywood, en·
COn este mensaje. EI chafer se baja, va hacia la fuente, contra en e1 hotel de Los Angeles la invitacion a la co-
de espaldas a mi se detiene al borde y abre las piernas, mida que en honor suya darian los Fairbanks. Claro que
pero no: se limita a escupir muy lejos. Sale Dali -bigo- yo estaba deseando conocer en carne y hueso a los que
tes en punta de alambre y piel cerosa- y me reitera la en la pantalla veia en blanco y negro. En casa de los
invitaci6n mientras pasa revista a mi peinado, mi vesti- Fairbanks tendria esa oportunidad. La casa baja y gran-
menta y mi collar de oro antiguo (10 de mas peso en su de rodeaba un enorme patio-piscina de la que emergi6

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lk......................
~----==_-----~~--=iiiiiiiiiIIiII ~
Douglitas, secandose el torso dorado pOl' el 501, Me saluda ces- a las convenciones donde se deciden las candida-
Y sigui6 a vestirse para cenar. Los invitados fueron lle- turas). De un azul tirando al violeta, brillantes y gran-
gando. Selected friends, me habia advertido Mrs. Fair. des,los de Gary Cooper serian los ojos de hombre mas
banks: tan selectos que no habia entre enos un solo actor: lindosque he vista si se pudiese juzgarlos prescindiendo
casi todos eran irnportantes funcionarios en Washington de la mirada. La de el, en ese momenta, s6Io expresa la
y a casi todos los canada. Despues de cenar en peque. rimidez perpleja que le hace brotar gotas de sudor en
fias mesitas pasamos a un salon especial claude proyec· 12 Irente ]' sabre ella bio superior. Ha de ser horrible
taron una pelicula vieja para decidir si valia 0 no la pena sentirsemostrado como un animal de rara hermasura y
hacer una version nueva. Ignoro si hicieron la nueva tener que someterse a esa prueba gratuita y repetida.
version pero por consejo de mistress Fairbanks, que me Me resuIta simpatico su desgano par entablar conversa-
dio la direccion de los fabricantes, al dia siguiente fui a cioncan gente que ni Ie va ni Ie viene. Uris se aleja can
encargar el ultimo modele en silla de ruedas. Los em- pretexto de preparar el set. Quedo frente a frente de un
pleados de la cas a "Everest & J annings" me informaron Gary Cooper con labios apretados y cubierta de sudor la
que las sillas habian sido ideadas para los lisiados de gue. frente donde el maquillaje disirnula el tul que sostiene
rra y que para la entrega ellos tenian prioridad. Yo la un discreto taupet. Deber-ia decirle que el tambien puede
necesitaba antes de una semana. Les dije que viajaba retirarse, ir a descansar , pero no: para llenar el embara-
rnucho, que iba de pais en pais, que les haria una buena zoso silencio le pregunto si son las escenas finales las
propaganda, accedieron y al cabo de seis dias recibia en que trnscurrcn en Buenos Aires. "No se como sigue el
el hotel Ia silla de metal cromado, liviana, plegable ]' filme, (usted sir', es su respuesta. "Se que aparece Bue·
hecha a medida. Ya he perdido Ia cuenta de las personas nos Aires, nada mas." '\::Se pued,e cazar en su pais? (Que
que en diversos paises me han pedido las sefias de los animales hay?" Le informo que rnuchos y muy divers os
ahara famosos fabricantes. Con leves refacciones la si· segun el clima. "~Hay varios climas? (Es tan grande?"
llita ha viajado conmigo durante mas de un cuarto de Can el tenedor Ie trazo un mapa sobre el mantel y voy
siglo. diciendo: semitropical, calido, templado. A cada enumera·
cion el menciona: "tigres.. jabalies, vena dos, osos ... ",
Milton Sperling y Uris, su ayudante, estan filmando Osos no hay, Ie informo, pero Ie hablo del hormiguero
una producci6n titulada La capa y el puiial, cuyo pro· ]' se 10 describo pensando que cuando lleguemos al pin-
tegonista es Gary Cooper. EI temaes de espionaje ]', giiino tendre teIDa para postergar el ulterior silencio.
segun me han dicho, los ultimos episodios transcurren Ilusi6n vana: "Small game", dictamina, respecto del oso
en Buenos Aires. Me llevan aver el rodaje. Antes al. hormiguero, el espec.ialista en caza mayor.
morzamos en el comedor del studio. Gary Cooper, sen- Como yo no entiendo ni siquiera de la menor y como
tado ante una mesa distante, esta tomando el cafe. Uris ya hemos recorrido todas las latitudes siento, can pani·
Ie hace sefia de que se acerque. Le digo a Uris que Gar]' co, que se me terrnina el tema. Uris reapar.ece muy opor-
Cooper se parece mucho a Wallace. "Ojala que se Ie tunamente.
pareciera en el cerebra", reflexiona rni amigo, entre EI de ver rodar repetidas veces una misma secuencia
dientes. Pienso que quiza si Wallace tuviera los ojos de era un tedio que habJa olvidado_ (D6nde habra comen-
Gary Cooper, ganaria cualquier elecci6n (anTIque, en zado y don de terminan:l ese dialogo de amor reducido a
verdad, las mujeres no asisten -pOl' 10 menos enton- tres replicas en boca de Gary Cooper y Lili Palmer? Ella,

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entonces casada can Ralph Richardson, cada vez que tie- p6mulosasiaticos, aclara: "Esta es Katina Paxinu y esta
ne que rehacer la escena deja su bebe sabre mis faldas. Gail Sondergaard."
Vuelve, 10 torna en brazos y revive, rnientras entre las Lesconfieso:habia olvidado totalmente que estaba en
ruinas de una ciudad bombardeada aparecen y desapa- Hollywood.
recen dos fantasmas: Gary Cooper y su doble.
Como naturaleza nada hay en la California del Sur
que supere, para mi, las escarpadas laderas cubiertas de 4 DE JUNIO
eucaliptos que dan al mar. EI aroma del erbol tan fa-
miliar predomina sabre las timidas refagas que suben Un historiador, un soci61ogo, un economista y un psico-
del Pacifico, la noche que Uris me lleva a comer a su logocompletabanlos ocho comensales que, con la duefiu
casa. En el interior de 10 que alli llaman una "casa de de casa, Una importante amiga suya, mistress Hibbles-
tablas", estan su mujer y dos amigas que, no bien salu- dales, Victoria Ocampo y yo, se sentaron a una mesa
dan, vuelven a su tejido. A un costado del living la mesa circular que bajo la direccion de la anfitriona se convir-
ya esta tendida. Lamparas bajas bien distribuidas con- ti6, mientras cenabamos, en "mesa redonda". Desde el
tribuyen a dar al ambiente un aire acogedor que, par ccmienzo, fiUy suave y atinadamente, ella planteo el
alga indefinible, me resulta familiar como la fragancia tema de la situaci6n politica en la Argentina y fue pi-
a eucalipto. La senti al cntrar y par eso me distraje diendo a cada uno que diera su parecer. Previa infonne
cuando me nombraron a las dos tejedoras. Quizas ni me sabre la especialidad y los meritos del informante de
las presentaron: he de haber estado can ellas en otra turno, Ia senora, un tanto voluminosa, de cabeza blanca
reunion. Les pregunto donde nos hemos visto antes y bien ondulada, habia elegido a sus invitados con la mis-
sonrien siempre atentas a las agujas y la lana. Las mao rna minuciosidad COn que habia compuesto el menu,
nejan can una habilidad que me hace superponer a sus pero con una satisfaccion mayor, apenas perceptible en
manos las de mi madre que tambien, como elIas ahara, los ademanes con que evitaba todo supuesto intento de
tallaba en la conversacion a discusion sin equivocarse en interrumpir al disertante y el orden casi ritual con que
los "puntas". Hablamos de la guerra, de politica y las conducia la bien concertada reunion. Se veia a las claras
dos tricoteras dicen cosas muy atinadas. La mayor ha de que estaba viviendo uno de esos momentos en que se
estar cerca de los cincuenta alios, tiene pelo negro, brio concretan las ultimas ilusiones abrigables en la vejez y
Hante y facciones muy regulares; la otra, pocos afiosme-
nor, por sus pomulos sal.ientes pareceria de origen tar·
taro si su cutis, sus ojos y sus cabellos no fueran tan
j
~ que, sin duda alguna, el dinero ayuda a materializar.
Pero, a pesar del respeto que el nivel espiritual de 1a da-
rna me inspiraba, me costaba conterrer 1a risa: habia
claros. iDonde, donde, donde diablos he estado can elIas? creida que esa sociabilidad concertada solo se daba en el
me pregunto a riooo del eli-elic de sus agujas. Nos sen- mal teatro a se veia en algunas caricaturas del New
tamas a la mesa adornada con velitas prendidas. "Bueno, Yorker. Las "tesis" Ie quitaron tiempo a1 debate. En el
ahara que no estan pendientes del tejido, diganme dande inmenso salon contiguo esperaban los musicos de Una
nos hemos visto antes", les pido a mis "conocidas", que orquesta de camara y un gran numero de invitados uni-
vuelven a sonreir. "Til, si, las has visto antes, y mas de camente al concierto.
una vez, estoy segura", me dice mistress Uris que, sei18' A las pocas tardes no me sorprendi6 encontrarme can
lando primero a la de pelo renegrido y despues a la de el sociologoen un acto dado en honor de Pablo Neruda:

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