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Instrumentos para La Detección Del Síndrome de Fragilidad en Adultos Mayores

1. El documento propone un fenotipo clínico de fragilidad definido por la presencia de 3 o más de los siguientes 5 criterios: pérdida de peso involuntaria, agotamiento, debilidad, lentitud y baja actividad física. 2. Este fenotipo de fragilidad se asoció con un mayor riesgo de caídas, discapacidad, hospitalización y mortalidad en adultos mayores independientemente de otras comorbilidades. 3. La debilidad muscular parece ser la manifestación más común de fragilidad y puede desencad

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Instrumentos para La Detección Del Síndrome de Fragilidad en Adultos Mayores

1. El documento propone un fenotipo clínico de fragilidad definido por la presencia de 3 o más de los siguientes 5 criterios: pérdida de peso involuntaria, agotamiento, debilidad, lentitud y baja actividad física. 2. Este fenotipo de fragilidad se asoció con un mayor riesgo de caídas, discapacidad, hospitalización y mortalidad en adultos mayores independientemente de otras comorbilidades. 3. La debilidad muscular parece ser la manifestación más común de fragilidad y puede desencad

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el señor queda viudio y queda con una discapacidad desde el punto de visa psicológico

que termina desarrollando grafilidad y acondicionamiento


barreras institucionales: de movilidad de acceso, como el anciano que vive en un
edificio y tenga que bajar por escaleras y por eso genera frafgilidad o discapcidad
paciente con efermedad neurodegenerativa, oa gud que genera discapacidad, trotando,
lo atropellan y lo fracturan, quedan con discapcidad, sarcopenia y fragilidad
amplia relación entre las comorbilidades y la fragilidad ocmo acv neurodegenerativas y
ECV y cardio pulmonares

articulo de opinión, cartas al editor (opiniones), revisión de la literatura artículos re

visión, casos clínicos trabajos originales, articulo de revisión

El síndrome de la fragilidad: definición e historia natural 2018 DE REVISION

La fragilidad es un síndrome clínico común en los adultos mayores, que conlleva un mayor riesgo

de problemas de salud, incluidas caídas, incidentes de discapacidad, hospitalización y mortalidad

Para estadarizar la fragilidad fried porpone un fenotipo clínico de frafilidad como un síndrome bien

definido con fundamentos biológicos. Se plantea que las manifestaciones de la fragilidad se relación

en un ciclo que se exacerba mutuamente de balance energético negativo, sarcopenia y disminución

de la fuerza y tolerancia al esfuerzo En segundo lugar, las manifestaciones clínicas de la fragilidad,

en teoría, pueden organizarse en un ciclo que se perpetúa a sí mismo de eventos que progresan

naturalmente 

DEFINICION DE FRAGILIDAD: como un estado clínicamente reconocible de mayor

vulnerabilidad, que resulta de la disminución de la reserva y la función asociada al envejecimiento

en múltiples sistemas fisiológicos, de modo que la capacidad para hacer frente a los factores

estresantes cotidianos o agudos se ve comprometida. Según fried ES UNA CONDICIÓN QUE

CUMPLE CON 3 DE LOS 5 CRITERIOS FENOTÍPICOS  que indican energía comprometida, a

saber, fuerza de agarre baja, energía baja, velocidad de vigilia más lenta, baja actividad física y

pérdida de peso no intencional

LA DEBILIDAD ES LO AS COMUN, SIGUE LA LENTITUD BAJA ACTIVIDAD FISICA AGOTAMIENTO Y

PERDIDA DE PESO

1. perdida de peso: Línea de base: pérdida> 4,5 kg involuntariamente en el último año

Seguimiento: ([peso en el año anterior - peso actual] / [peso en el año anterior])

≥0,05 y la pérdida no fue intencional


2. agotamiento: Sensación de que todo lo que hizo la persona fue un esfuerzo en la
última semana. Incapacidad para ponerse en marcha en la última semana

3. Poca actividad física: Mujeres: energía <270 kcal en la escala de actividad (18 ítems)

Hombres: energía <383 kcal en la escala de actividad (18 ítems)


4. Lentitud :Observado al caminar 4,57 m al ritmo habitual
Mujeres
Tiempo ≥7 s para estatura≤159 cm Tiempo ≥6 s para estatura> 159 cm
Hombres 
Tiempo ≥7 s para estatura≤173 cm
Tiempo ≥6 s para estatura> 173 cm

5. Debilidad: Fuerza de agarre

Mujeres
≤17 kg para BMI≤23
≤17.3 kg para BMI 23.1-26
≤18 kg para BMI 26.1-29
≤21 kg para BMI> 29

Hombres
≤29 kg para BMI≤24 ≤30
kg para BMI 24.1-26
≤ 30 kg para IMC 26,1-28
≤32 kg para IMC> 28

Alternativamente, la fragilidad se ha operacionalizado como un índice de riesgo contando el número

de déficits acumulados a lo largo del tiempo, denominado índice de fragilidad (IF), que incluye

discapacidad, enfermedades, deficiencias físicas y cognitivas, factores de riesgo psicosociales y

síndromes geriátricos (p. Ej., Caídas, delirio e incontinencia urinaria). Esta es mas sensible de los

resultados adversos para la salud

Historia natural de manifestaciones de criterios de fragilidad

Hay dos hipótesis de la historia natural de la fragilidad

1. Que el ciclo de fragilidad podría iniciarse a través de cualquiera de las manifestaciones

clínicas y luego precipita a un circulo vicioso que culmina en un sd agg y diferentes

manifestaciones a las iniciales que contribuyen a la fragilidad.

2. Aunque hubo una notable heterogeneidad en las manifestaciones iniciales de fragilidad, la

debilidad fue la primera manifestación más común, y la aparición de debilidad, lentitud y


baja actividad física precedió al agotamiento y la pérdida de peso en el 76% de las mujeres

que no eran frágiles al inicio del estudio.

La disminución de la fuerza muscular se ha atribuido a la pérdida de masa y calidad muscular, lo

que se conoce como sarcopenia, como resultado de cambios anatómicos y bioquímicos en el

músculo envejecido. Las causas son estrés oxidativo, alteración en las IL, hormonas inflamatorias,

desnutrición, inactividad física, apoptosis muscular.

Prevalencia e incidencia de fragilidad


 La prevalencia en eeuu 7 al 12%
 Aumenta con la edad al 3.9% en el grupo de edad de 65 a 74 años, 25% en mayores de
85años y mayor en mujeres que en hombre 8vs5%
 Afro 13% frente al 6%
 Mexicoamericanos 7.8%

Prcursores conductuales del desarrollo de la fragilidad

Se cree que un estado manifiesto de fragilidad está precedido por una adaptación conductual

realizada en respuesta a la disminución de la reserva fisiológica y la capacidad para enfrentar los

desafíos ambientales. En el caso del espacio vital, se teoriza que la constricción del espacio vital es

un marcador de disminución de la reserva fisiológica y que la constricción del espacio vital en sí

mismo podría conducir a una disminución de la actividad física y el compromiso social, un

desacondicionamiento acelerado y una disminución exacerbada de la reserva fisiológica.

contribuyendo directamente, a medida que avanzan estos procesos, al desarrollo de la fragilidad

clínica y la consiguiente mortalidad. En el caso del espacio vital, se teoriza que la constricción del

espacio vital es un marcador de disminución de la reserva fisiológica y que la constricción del

espacio vital en sí mismo podría conducir a una disminución de la actividad física y el compromiso

social, un desacondicionamiento acelerado y una disminución exacerbada de la reserva fisiológica.

contribuyendo directamente, a medida que avanzan estos procesos, al desarrollo de la fragilidad

clínica y la consiguiente mortalidad. 


Fragilidad en adultos mayores: evidencia de un fenotipo 
Se crearon indicadores para frágil (3 o más componentes de fragilidad) y en riesgo
prefragil intermedia (1 o 2 componentes de fragilidad), siendo el grupo no frágil (0
componentes de fragilidad
Medicina de preciion: busca tratar de señalar fenotipos o genotipos para poder
atacarlos directamente, pc dm con fenoipo insuniopenico o insulinoresistente y los dos
fenotípicamente tienen estrategias terapéuticas diferentes, si e mira genotípicamente
mala expreison de SGLT2 y se usa esos blanocs terapueitcos, es el futuro del a ctuar en
medicina
Analizar los fenotipos de manera separada

Antecedentes. La fragilidad se considera altamente prevalente en la vejez y confiere un alto


riesgo de caídas, discapacidad, hospitalización y mortalidad. La fragilidad se ha considerado
sinónimo de discapacidad, comorbilidad y otras características, pero se reconoce que puede tener
una base biológica y ser un síndrome clínico distinto. Aún no se ha establecido una definición
estandarizada

Métodos. Para desarrollar y operacionalizar un fenotipo de fragilidad en adultos mayores y evaluar


la validez concurrente y predictiva, el estudio utilizó datos del Cardiovascular Health Study. Los
participantes fueron 5.317 hombres y mujeres de 65 años o más (4.735 de una cohorte original
reclutada en 1989-1990 y 582 de una cohorte afroamericana reclutada en 1992-1993). Ambas
cohortes recibieron evaluaciones iniciales casi idénticas y 7 y 4 años de seguimiento,
respectivamente, con exámenes anuales y vigilancia de los resultados que incluyen enfermedad
incidente, hospitalización, caídas, discapacidad y mortalidad

Resultados. La fragilidad se definió como un síndrome clínico en el que estaban presentes tres o
más de los siguientes criterios: pérdida de peso involuntaria (10 libras en el último año),
agotamiento autoinformado, debilidad (fuerza de agarre), velocidad de caminata lenta y poca
actividad física. La prevalencia general de fragilidad en esta población que vive en la comunidad fue
del 6,9%; aumentó con la edad y fue mayor en mujeres que en hombres. La incidencia a los cuatro
años fue del 7,2%. La fragilidad se asoció con ser afroamericano, tener una educación e ingresos
más bajos, una salud más deficiente y tener tasas más altas de enfermedades crónicas comórbidas
y discapacidad. Hubo superposición, pero no concordancia, en la concurrencia de fragilidad,
comorbilidad y discapacidad. Este fenotipo de fragilidad fue predictivo de forma independiente
(durante 3 años) de caídas incidentes, empeoramiento de la movilidad o discapacidad en las AVD,
hospitalización y muerte. con cocientes de riesgo que van de 1,82 a 4,46, sin ajustar, y de 1,29 a
2,24, ajustados para una serie de características sociales, de salud y de enfermedad que predicen
la mortalidad a 5 años. El estado de fragilidad intermedia, según lo indicado por la presencia de
uno o dos criterios, mostró un riesgo intermedio de estos resultados, así como un mayor riesgo de
volverse frágil durante 3-4 años de seguimiento (odds ratios para incidentes de fragilidad 5 4,51 sin
ajustar y 2,63 ajustado por covariables, en comparación con aquellos sin criterios de fragilidad al
inicio del estudio
Definen la fragilidad como un síndrome biológico de disminución de la reserva y resistencia a los
factores estresantes, que resulta de la disminución acumulativa en múltiples sistemas fisiológicos y
que causa vulnerabilidad a resultados adverso

Conclusiones. Este estudio proporciona una posible definición estandarizada de fragilidad en


adultos mayores que viven en la comunidad y ofrece validez concurrente y predictiva para la
definición. También encuentra que hay una etapa intermedia que identifica a aquellos con alto
riesgo de fragilidad. Finalmente, proporciona evidencia de que la fragilidad no es sinónimo de
comorbilidad o discapacidad, pero la comorbilidad es un factor de riesgo etiológico y la
discapacidad es un resultado de la fragilidad. Esto proporciona una base potencial para la
evaluación clínica de quienes son frágiles o en riesgo, y para futuras investigaciones para
desarrollar intervenciones para la fragilidad basadas en una determinación estandarizada de la
fragilidad.

Población: Este estudio utilizó datos del


Cardiovascular Health Study, un estudio prospectivo
y observacional de hombres y mujeres de 65 años o
más. La cohorte original ( norte 5 5201) fue
reclutado de cuatro comunidades de Estados Unidos
en 1989-1990. En 1992-93 se reclutó una cohorte
adicional de 687 hombres y mujeresafroamericanos
en tres de estos sitios. Los participantes fueron
reclutados a partir de muestras estratificadas por
edad y género de las listas de elegibilidad. Ambas
cohortes recibieron evaluaciones iniciales idénticas
(excepto que la última no recibió espirometría ni
ecocardiogramas al inicio del estudio) y seguimiento
con exámenes anuales y llamadas telefónicas
semestrales y vigilancia de los resultados que incluyen enfermedad incidente, hospitalizaciones,
caídas, discapacidad y mortalidad.

Excluimos a aquellos con antecedentes de Parkinson ( norte 5 47), accidente cerebrovascular


( norte 5 245), o puntuaciones Mini-Mentales, 18 ( norte 5 84), y aquellos que estaban tomando
Sinemet, Aricept o antidepresivos ( norte 5 235), ya que estas condiciones podrían presentarse
potencialmente con características de fragilidad como consecuencia de una sola enfermedad

Se hicieron entrevistas estandarizadas, las cuales determinaban la salud autoevaluada, demografía,


los hábitos de salud, la pérdida de peso, los medicamentos utilizados y el diagnóstico auto
informado por el médico de eventos cardiovasculares, enfisema, asma, diabetes, artritis,
enfermedad renal, cáncer y discapacidad auditiva y visual

Mortalidad: Las muertes se identificaron en los contactos semestrales y se confirmaron


mediante una vigilancia intensiva (37,42). La certeza de la mortalidad se completó en
un 100% hasta el octavo año.

También se ajustaron los modelos Cox ajustados por covariables, utilizando covariables basales que
han demostrado predecir la mortalidad en esta cohorte (42): edad, sexo, ingresos,
tabaquismo, uso de diuréticos sin antecedentes de hipertensión o insuficiencia cardíaca congestiva,
glucosa en ayunas, albúmina, creatinina; medidas objetivas de enfermedad subclínica, que
incluyen: presión arterial sistólica braquial y tibial, fracción de eyección ventricular izquierda
anormal (FEVI; por ecocardiografía), anormalidad mayor del ECG, capacidad vital forzada (FVC) y
estenosis máxima de la arteria carótida (por ecografía), insuficiencia cardíaca congestiva (historial
validado), puntuación de sustitución de símbolo de dígitos, síntomas depresivos (puntuación CES-D
excluyendo las dos preguntas utilizadas en la definición de fragilidad) y dificultad en $ 1 IADL.
También se encontró que el peso y la actividad física eran predictores independientes de
supervivencia

RESULTADOS

La incidencia de fragilidad a tres años fue de 7% para los años 0 a 3 y también fue del 7% para la
incidencia de fragilidad a 4 años de los años 3 a 7, para la primera cohorte. La segunda cohorte
tuvo una tasa de incidencia de 4 años del 11%. Es probable que estas tasas de incidencia estén
subestimadas, ya que no incluyen la pérdida por mortalidad o aquellos cuya fragilidad no se pudo
evaluar en el seguimiento debido a la falta de datos.

Aquellos que eran frágiles eran mayores, más propensos a ser mujeres y afroamericanos, y tenían
menos educación, menores ingresos, peor salud y tasas más altas de enfermedades crónicas
comórbidas y de discapacidad que aquellos que no eran frágiles o estaban en el nivel intermedio.

En particular, el 7% de los que eran frágiles no tenía ninguna de estas enfermedades crónicas y el
25% solo tenía una; fueron: 56% artritis, 25% hipertensión, 8% diabetes y menos del 5% de
angina, insuficiencia cardíaca congestiva, cáncer y enfermedad pulmonar. Tanto una menor
cognición como una mayor sintomatología depresiva se asociaron con la fragilidad

el 72% y el 60% de los que eran frágiles informaron dificultades en las tareas de
movilidad o IADL, respectivamente, mientras que solo el 27% de los que eran frágiles
tenían dificultades en las AVD.

En aquellos que cumplieron con los criterios de fragilidad al inicio del estudio, la mortalidad fue seis
veces mayor (18%) que la de los no frágiles (3%)
DISCUSIÓN

La fragilidad siguió siendo un predictor independiente del riesgo de estos resultados adversos. El
grupo intermedio con una o dos características de fragilidad tenía un riesgo elevado, pero
intermedio, de estos resultados y un riesgo de fragilidad posterior

la observación de que un subconjunto de los que eran frágiles no informó ninguna de las
enfermedades evaluadas apoya la hipótesis de que puede haber dos vías diferentes por las cuales
los individuos se vuelven frágiles: uno, como resultado de cambios fisiológicos del envejecimiento
que no son basado en la enfermedad (p. ej., sarcopenia relacionada con el envejecimiento [16] o
anorexia del envejecimiento [30,31,49,50]), y el otro una vía común final de enfermedad grave o
comorbilidad-

La probabilidad de fragilidad también fue mayor entre las mujeres y / o aquellas con un nivel
socioeconómico más bajo. El género femenino podría conferir un riesgo intrínseco de fragilidad
debido a que las mujeres comienzan con una masa magra y una fuerza más bajas que los hombres
de la misma edad; a partir de entonces, las mujeres que pierden masa corporal magra con el
envejecimiento podrían tener más probabilidades de cruzar el umbral necesario para la fragilidad.
Las mujeres también podrían tener una mayor vulnerabilidad a la fragilidad a través de los efectos
extrínsecos sobre la sarcopenia (p. Ej., Porque las mujeres mayores tienen una mayor probabilidad
de una ingesta nutricional inadecuada, en comparación con los hombres, debido a que viven solas
con mayor frecuencia

Nuestros hallazgos apoyan la hipótesis de que la fragilidad causa discapacidad, independientemente


de las enfermedades clínicas y subclínicas (tabla 7). El síndrome de fragilidad puede ser un
precursor fisiológico y un factor etiológico de la discapacidad, debido a sus características centrales
de debilidad, disminución de la resistencia y disminución del rendimiento

sugiriendo que la fragilidad comienza afectando las tareas de movilidad antes de causar dificultades
en la función de la etapa final, como las AVD, o que existen vías adicionales por las cuales los
adultos mayores pueden volverse discapacitados. Por ejemplo, la discapacidad debida a la artritis
de las manos puede afectar muy específicamente a la capacidad de agarrar o comer, sin tener
ninguna relación con la fragilidad. Por tanto, la fragilidad no parece ser sinónimo de discapacidad o
comorbilidad. Dados los hallazgos aquí, los términos parecen aplicarse a entidades distintas, pero
relacionadas, y no deben usarse indistintamente.
Operacionalización del fenotipo de fragilidad en CHS.

1. Contracción: pérdida de peso, no intencional, de ≥10 libras el año anterior o, en el


seguimiento, de ≥5% del peso corporal en el año anterior (por medición directa del peso).
2. Debilidad: fuerza de agarre en el 20% más bajo al inicio del estudio, ajustado por sexo e
índice de masa corporal.
3. Poca resistencia y energía: como lo indica el autoinforme de agotamiento. El agotamiento
autoinformado, identificado por dos preguntas de la escala CES-D ( 36 ) , se asocia con la etapa
de ejercicio alcanzada en la prueba de esfuerzo graduada, como un indicador del
VO 2 máx. ( 43 ) , y es predictivo de enfermedad cardiovascular ( 44). ) .
4. Lentitud: El 20% más lento de la población se definió al inicio del estudio, basado en el
tiempo para caminar 15 pies, ajustando por género y altura de pie.
5. Nivel bajo de actividad física: se calculó una puntuación ponderada de kilocalorías gastadas
por semana al inicio del estudio ( 34 ) ( 45 ) , según el informe de cada participante. Se identificó el
quintil más bajo de actividad física para cada género.
Instrumentos para la detección del síndrome de fragilidad en adultos mayores: una

revisión sistemática – de revisión


Jossiana Wilke Faller ,David do Nascimento Pereira,Suzana de Souza,Fernando Kenji
Nampo,Fabiana de Souza Orlandi,Silvia Matumoto 2019

Objetivo: fue identificar instrumentos para la detección de fragilidad en adultos mayores,


caracterizando sus componentes, escenarios de aplicación, capacidad para identificar prefragilidad y
propiedades clinimétricas evaluadas: validez, confiabilidad, sensibilidad. , especificidad, valor
predictivo positivo y valor predictivo negativo.

Itroducción:La fragilidad es un proceso dinámico en el que se produce una reducción de la


función física, psicológica y / o social asociada al envejecimiento que representa un problema de
salud pública por las consecuencias clínicas. . El reconocimiento adecuado de la fragilidad puede
reducir los riesgos de intervenciones posiblemente perjudiciales, de modo que cuando se detecta
temprano, es posible preservar las reservas funcionales y cognitivas, mantener la capacidad de
autocuidado y prevenir discapacidades, caídas, decadencia, institucionalización, hospitalización y
muerte

Aproximadamente el 10% de las personas mayores de 65 años y del 25 al 50% de las mayores de
85 son frágiles, según los criterios establecidos por Fried

Antes de comenzar este estudio, se buscó en la literatura revisiones sistemáticas que aborden la
fragilidad en los adultos mayores. Las revisiones sobre validación de instrumentos de evaluación de
la fragilidad 

Métodos: Se buscó en un total de 14 fuentes electrónicas para identificar estudios que


investigaran instrumentos para la detección de fragilidad o que presentaran la construcción y / o
evaluación clinimétrica del instrumento, según criterios establecidos por los Estándares basados en
el COnsenso para la selección de Instrumentos de Medición en salud (COSMIN). Se incluyeron 96
estudios en la síntesis cualitativa: se identificaron 51 instrumentos para la detección de la
fragilidad, con dominios predominantemente físicos; 40 fueron construidos y / o validados para su
uso en la población de adultos mayores de la comunidad, 28 solo resaltaron la distinción entre
individuos frágiles y no frágiles y 23 presentaron tres o más niveles de fragilidad. Los instrumentos
FRAGIRE, FRAIL Scale, Edmonton Frail Scale e IVCF-20 fueron los más frecuentemente analizados
en relación a las propiedades clinimétricas.

Esta revisión sistemática se llevó a cabo de acuerdo con los elementos de notificación preferidos
para revisiones sistemáticas y metaanálisis (PRISMA.

1. Elaboración de la pregunta de investigación; 2. Elaboración del protocolo y registro en el


Registro prospectivo internacional de revisiones sistemáticas (PROSPERO), bajo el número
CRD42017039318; 3. Ejecución de las búsquedas en las bases de datos; 4. Selección de
estudios según los criterios de elegibilidad; 5. Extracción de datos de los estudios primarios
y; 6. Síntesis de resultados

Inclusión: participantes de 60 años o más; estudios que describen un instrumento capaz de evaluar
la fragilidad y la presentación de propiedades de validación / adaptación clinimétricas o culturales
del instrumento de medición de la fragilidad. Se excluyeron informes técnicos, carta al editor,
artículos de revisión y resúmenes / anales de eventos.

La taxonomía y las definiciones utilizadas para las propiedades clinimétricas evaluadas siguieron los
criterios establecidos por los Estándares para Instrumentos de Medición de la Salud (COSMIN)
basados en el COnsenso [ 8 ] y fueron:

 Validez: se refiere al grado en que un instrumento mide el constructo (s) para el cual fue
construido, incluyendo: validez de contenido, validez de constructo y validez de criterio
(validez concurrente, validez predictiva).
 Fiabilidad: destaca elementos relacionados con la coherencia, precisión, estabilidad,
equivalencia y homogeneidad, es decir, principios para reproducir un resultado de forma
coherente en el tiempo y el espacio, o desde la perspectiva de diferentes observadores.
 Sensibilidad: probabilidad de un resultado positivo de la prueba si el sujeto evaluado
presenta la condición.
 Especificidad: probabilidad de un resultado negativo de la prueba si el sujeto examinado no
presenta la condición.
 Valor predictivo positivo (VPP): definido como la proporción de verdaderos positivos entre
todas las personas con resultados positivos en la prueba.
 Valor predictivo negativo (VPN): definido como la proporción de verdaderos negativos entre
todas las personas con resultados de prueba negativos.
 Adaptación cultural: adaptación de lengua y cultura requerida cuando se utiliza una escala
o medida en un país diferente de aquel en el que fue creada y validada, para mantener el
grado de desempeño de los ítems de la versión original.

Resultados: Las búsquedas electrónicas arrojaron un total de 5.604 registros. Después de eliminar
los duplicados e incluir los resultados de la búsqueda manual ( n = 14), quedaron 3.391 registros,
de los cuales 3.180 se excluyeron por título y resumen. La lectura de las 211 publicaciones
restantes a texto completo llevó a la exclusión de 115 estudios, ya que incluían medidas de
constructos distintos a la fragilidad ( n = 66) o no presentaban información sobre la evaluación
clinimétrica del instrumento ( n = 49). En consecuencia, 96 estudios cumplieron los criterios
preestablecidos y se incluyeron en esta revisión, que tenían un total de 51 instrumentos.

Los instrumentos con mayor número de propiedades clinimétricas evaluadas fueron la Escala FRAIL
y la Escala Frail de Edmonton-EFS, en los que se evaluaron nueve dominios, habiendo sido
adaptada culturalmente la Escala FRAIL en siete países

Un total de 9 instrumentos [ 18 , 23 , 27 , 33 , 45 , 47 , 73 , 107 , 112 ] evaluó aspectos físicos y


psicológicos (aspectos emocionales, como alteración del estado de ánimo, motivación y reclusión),
1 [ 109 ] evaluó aspectos físicos y sociales (apoyo social)

Solo 7 instrumentos fueros validados


Discusión: En esta revisión, se presentaron 51 instrumentos que evaluaron la fragilidad en adultos
mayores. Los dominios que constituían estos instrumentos eran predominantemente físicos; sin
embargo, se observaron elementos de orden psicológico, social y ambiental en los instrumentos
desarrollados más recientemente. El uso de enfoques más amplios es uno de los puntos de
relevancia en el contexto de la fragilidad, ya que el enfoque exclusivo en los problemas físicos
puede conducir a la fragmentación de la atención a los adultos mayores [ 28 ]. La asociación entre
fragilidad y factores sociales ha sido ampliamente reconocida, y el aislamiento social también se
asocia significativamente con la mortalidad. Las relaciones sociales juegan un papel central en el
bienestar humano y están directamente involucradas en el mantenimiento de la salud

El instrumento CFAI, desarrollado a partir de datos del Estudio Belga del Envejecimiento, y el
FRAGIRE incluye el componente ambiental en la evaluación multidimensional de la fragilidad y
excluyen los ítems de discapacidad y comorbilidades. El CFAI también permite la evaluación de la
fragilidad a través de entrevistas postales y telefónicas [ 37 ], a diferencia del FRAGIRE, que es
administrado por un entrevistador capacitado.

La precariedad de la situación de la vivienda y condiciones tales como espacio reducido, falta de


instalaciones físicas y barreras a la vivienda y los servicios aumentan el riesgo de vulnerabilidad a
los factores estresantes y se han relacionado con la fragilidad [ 119 , 120 ]. Muchos adultos
mayores permanecen en sus propios hogares el mayor tiempo posible, debido a la posibilidad de
una mayor autonomía en comparación con el envejecimiento en hogares de ancianos y los aspectos
psicosociales favorables de permanecer en el mismo entorno. Sin embargo, los adultos mayores
con mayores ingresos y mejor salud optan por la atención en instituciones [ 121 ]. Por lo tanto, es
aconsejable incluir las condiciones ambientales en la evaluación de la fragilidad entre los adultos
mayores

os instrumentos FRAGIRE [ 68 ], FRAIL Scale [ 53 ], EFS [ 24 ] y IVCF-20 [ 107 ] fueron los
instrumentos examinados con mayor frecuencia para determinar las propiedades clinimétricas

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