Juan Manuel Ramírez Delgado
Facultad de Derecho
El llamado
Derecho
Penal
Especial
o Delitos Especiales
en el ámbito federal
Universidad Autónoma de San SEGUNDA EDICION
Luis Potosí
San Luis Actualizada y corregida
Potosí, S.L.P.,
México, 1997
El llamado Derecho Penal
o
delitos especiales
en el ámbito federal
El llamado Derecho Penal Especial
o
Delitos Especiales en el ámbito federal
SEGUNDA EDICION
Actualizada y corregida
JUAN MANUEL RAMÍREZ DELGADO
Facultad de Derecho
Universidad Autónoma de San Luis Potosí
San Luis Potosí, S.L.P., México, 1997.
Derechos Reservados
ISBN-968-6194-47-9 Primera Edición, 1992.
1SBN-968-7674-10-5 Segunda Edición, 1997.
0512-97001-A0112
Editorial Universitaria Potosina
Nota Aclaratoria
Cuando el material para esta obra ya se encontraba en proceso de
impresión, fueron publicadas en el Diario Oficial de la Federación
varias reformas, adiciones y derogaciones en materia penal que
obviamente trascienden al contenido original del libro. Por lo que
al final aparece una ADDENDA con esas reformas y que reco-
mendamos al amable lector tomarlas muy en cuenta.
EL AUTOR.
" No es exacto que la Ley Penal está constituida
exclusivamente por el Código de la Materia, sino
que al lado del mismo se hallan muchas disposi-
ciones dispersas en diversos ordenamientos y no
por ello estas normas pierden su carácter de pe-
nales, pues basta con que se establezcan delitos' e
impongan penas para que juntamente con el Có-
digo Penal del Distrito y Territorios Federales de
1931, que es la Ley sustantiva penal federal, in-
tegren en su totalidad la Ley Penal ".
Seminario Judicial de la Federación, XXV, p.
73. 6a. Epoca. Segunda Parte.
OBSERVACIONES PARA UNA SEGUNDA
EDICIÓN.
Cuando la primera edición se encontraba en proceso de impresión
entre los años de 1991 y 1992, en diversas fechas aparecieron publi-
cadas varias reformas, adiciones, derogaciones y abrogaciones a
determinadas leyes que contienen o contenían ciertos delitos, lo que
modificaba substancialmente el contenido de esa primera edición,
por lo tanto, hubo de aparecer en la misma, una nota aclaratoria y un
apéndice en la página 387, en el que se hace referencia a las leyes
reformadas o abrogadas con posterioridad a la preparación de esta
obra.
Por todo ello, esta segunda edición se ha actualizado y corregi-
do en el año de 1996, atendiendo a todas las modificaciones legisla-
tivas hechas hasta estas fechas, obligando a reestructurar en gran
parte el contenido original; así vemos que la primera parte culmina-
ba con el análisis a las leyes comprendidas en la década de los años
ochenta, ahora y por razones obvias, se incluye la década de los
años noventa en donde quedan incorporadas las siguientes leyes:
Nueva Ley de Instituciones de Crédito (D.O. 18 de julio de 1990),
Nueva Ley para Prevenir y Sancionar la Tortura (D.O. 27 de di-
ciembre de 1991), Nueva Ley Forestal (D.O. 22 de diciembre de
1992), Nueva Ley de la Propiedad Industrial (D. O.2 de agosto de
1994), Nueva Ley de las Sistemas de Ahorro para el Retiro (SAR)
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Publicada el 23 de mayo de 1996, que siguen contemplando dentro
de su articulado ciertos delitos.
En cambio, y a pesar de que también aparecieron publicadas en
esta década las siguientes leyes; no se incluyen por la razón de que
dejaron de contemplar delitos dentro de su contenido: Nueva Ley
de Reforma Agraria, Nueva Ley de Asociaciones Religiosas y de
Culto Público, Nueva Ley de Aguas Nacionales, Nueva Ley de
Nacionalidad, Ley Federal de Sanidad Vegetal, Ley Federal de Sa-
nidad Animal (éstas dos últimas abrogaron la Ley Federal de Sani-
dad Fitop ecuaria) y Nueva Ley Minera.
Así mismo quiero hacer la observación y el comentario respecto
a la modificación del artículo 20 Constitucional en su fracción I
que motivó también una reforma al artículo 194 del Código Federal
de Procedimientos Penales, publicada en el D.O. de la Federación
del 22 de julio de 1994 en donde se determina cuales son los delitos
considerados como graves para efectos de que los presuntos res-
ponsables no puedan obtener una libertad bajo caución. En el caso
particular de los denominados delitos especiales, los citados a con-
tinuación son considerados como graves: Artículos 83 Fracción
DI, 83 bis exceptuando sables, bayonetas, lanzas, y 84 de la Ley
Federal de Armas de Fuego y Explosivos; Tortura, previsto en los
artículos 3o. y 5o. de la Ley Federal para Prevenir y Sancionar la
Tortura; Tráfico de Indocumentados, previsto en el artículo 138 de
la Ley General de Población y los previstos en los artículos 104
fracción II y III último párrafo, 105 fracción IV del Código Fiscal
de la Federación.
Cuando me encontraba muy avanzado en la revisión del mate-
rial para esta segunda edición, el legislador federal cambió la de-
nominación "Cuerpo del Delito", por los "Elementos del Tipo Pe-
nal" y en el artículo 168 del Código Federal de Procedimientos Pe-
nales se estableció lo siguiente:"Asimismo, se acreditarán, si el tipo
lo requiere:a) Las cualidades del sujeto activo y del pasivo; b) El
resultado y la atribuibilidad a la acción u omisión; c) El objeto Ma-
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terial; d) Los medios utilizados; e) Las circunstancias de lugar,
tiempo, modo y ocasión; f) Los elementos NORMATIVOS, g) Los
elementos SUBJETIVOS ESPECÍFICOS y, h) Las demás circuns-
tancias que la ley prevea". Subrayando la importancia de los ele-
mentos normativos y subjetivos; por lo que hubiese sido interesante
que analizara en cada una de las figuras típicas dichos elementos,
pero esto hubiese significado muchísimo tiempo y, además, no deja-
ría de ser una opinión muy personal, pues considero que en la inte-
gración de dichos elementos el juez debe aplicar su muy personal
criterio. Aún así; en la Ley del Sistema del Ahorro para el Retiro,
que fue la última analizada me atreví a incursionar en este comenta-
rio.
Cuando la presente obra se encontraba en proceso de edición,
apareció publicada la Ley Federal contra la Delincuencia Organiza-
da, afortunadamente nos dio tiempo para incluirla en el Capítulo
VII. Con el comentario especial de que se relacionan con la misma,
los artículos 83 bis y 84 de la Ley Federal de Armas de Fuego y Ex-
plosivos respecto al acopio y tráfico de armas; artículo 138 de la
Ley General de Población sobre tráfico de indocumentados; artícu-
los 461,462 y 462 bis de la Ley General de Salud respecto al tráfico
de órganos, delitos que con el nacimiento de esta ley pueden dar
origen a una delincuencia organizada. Siendo esto trascendente en
varios aspectos, como lo comento en el análisis respectivo a esta Ley.
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Introducción
Bajo esta denominación se comprenden todas esas conductas típi-
cas existentes en leyes administrativas federales que contemplan en
un apartado de su contenido, un capítulo represivo en el que señalan
dichas conductas delictuosas sancionables en su gran mayoría con
penas de prisión y multa. Por lo tanto, esta serie de disposiciones
punitivas que se encuentran diseminadas en esas leyes administrati-
vas, vienen a formar parte también de nuestro Derecho Penal Posi-
tivo; que a pesar de su importancia y trascendencia han sido poco
exploradas por la doctrina y la investigación. Prueba de ello es la
escasa bibliografia que existe sobre el tema en nuestro país. Hasta
el momento solamente se conocen las obras que han aparecido en el
siguiente orden cronológico: Compilación hecha por la Procura-
duría General de la República en el año de 1984; el libro del Lic.
Carlos Hidalgo Riestra se publica en el año de 1984; el texto del
Lic. Miguel Angel García Domínguez denominado Delitos Espe-
ciales que es una transcripción de articulado sin comentarios, y fi-
nalmente la obra del Dr. Miguel Acosta Romero.
Igualmente este Derecho Penal Especial ha sido olvidado o
abandonado por la docencia y reducido a un plano de segunda cate-
goría ❑ de nula importancia, pues su enseñanza y conocimiento
nunca se incluye en los programas del Derecho Penal. Es a últimas
fechas, que se ha tratado de incluir en algunos estudios de posgrado
pero nunca comentados a nivel licenciatura, pues su desconoci-
miento por parte del docente provoca esa omisión con grave per-
juicio para el educando, y por consecuencia, en ocasiones, hasta
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mal aplicado por algunas autoridades.
Estos delitos especiales han surgido con motivo de la reglamen-
tación de problemas p ertenecientes a áreas ajenas al Derecho Penal,
pues cada código penal que se elabora va resumiendo y organizan-
do a su manera, las especies penales que encuentra vivas y que pue-
den permanecer en él; sometidas a su peculiar disciplina. Pero co-
mo esta creación no se agota nunca, por ser una función propia suje-
ta a los cambios y evolución de la sociedad en cada momento, el
legislador —que no siempre es un connotado jurista—, de una ma-
nera simple incorpora o añade a cualquier ley administrativa un
capítulo al final de la misma, bajo el epígrafe de delitos, infracciones
y sanciones, que comprende determinadas figuras penales, inflando
de una manera irracional el ya de por sí exagerado cúmulo de con-
ductas represivas existentes.
Estas figuras administrativas-penales, adquieren positividad
represiva de acuerdo al artículo 6o. del Código Penal para el Distri-
to Federal en materia del orden común y para toda la República en
materia del orden Federal que señala: "Cuando se cometa un delito
no previsto en este Código, pero sí en una ley especial, se aplicará
ésta tomando en cuenta las disposiciones conducentes de este Có-
digo". De lo anterior se deduce que el llamado Derecho Penal Es-
pecial, está íntimamente vinculado al contenido del Libro Primero
del Código represivo, ya que deberán aplicarse las generalidades
del mismo, como son: causas de excluyentes de responsabilidad,
las reglas de acumulación y de participación, lo referente a la tenta-
tiva y la reincidencia, causas de extinción de responsabilidad penal,
etc.
Estas leyes penales especiales incrustadas en nuestro sistema
punitivo, algunas con ciertas peculiaridades, otras simplemente
repitiendo la figura ya existente en el código -lo cual provoca un
grave defecto técnico-, en ocasiones hasta son más represivas; to-
do ello debido a la ignorancia y falta de conocimientos del legisla-
dor de los principios de la Política Criminal que es determinante
para la creación dp los delitos, pues el derecho penal verdadero y
propio, regula hechos que afectan directa e indirectamente a la co-
munidad, hechos que lesionan gravemente intereses colectivos, lo
que no se palpa en determinados delitos especiales que surgen úni-
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camente para salvaguardar o proteger los intereses de una institu-
ción o autoridad, castigando con pena de prisión conductas que no
tienen la trascendencia para este tipo de sanción, pues los objetivos
de una ley administrativa son muy diferentes a los de una ley penal;
que persigue mediante la intimidación y el castigo resarcir el daño a
la sociedad y la regeneración del delincuente.
La ley administrativa o ley penal especial, al señalar como casti-
go la prisión es obvio que únicamente persigue el fin vengativo de la
autoridad, sin importar los efectos dañinos de esta sanción para el
particular y para la propia sociedad, por ello el legislador al momen-
to de querer incorporar estas figuras penales, deberá recurrir al es-
pecialista en materia penal y criminológica para evitar los graves
errores e incongruencias que a menudo se observan en esas dispo-
siciones; a manera de ejemplo podemos citar las incongruencias
detectadas en cuatro leyes que repiten las figuras típicas o delitos:
Ley General de Instituciones de Fianzas; Ley General de Institu-
ciones y Sociedades Mutualistas, Ley General de Organizaciones
y Actividades Auxiliares de Crédito, mismas que además señalan
penas de multa hasta de 2500 veces el salario mínimo general, que
convertidos a pesos nos da una suma de varios miles de pesos que se
antoja exagerada y violatoria del artículo 22 Constitucional que
prohibe la multa excesiva. Errores de esta naturaleza en que se
aprecia la falta de técnica legislativa, hacen inoperantes e inaplica-
bles muchas de estas leyes en el ámbito penal de nuestro país.
Ordinariamente estos delitos especiales suelen dividirse en dos
grupos: unos, los delitos que aún estando fuera de los códigos pe-
nales, podrían fácilmente incorporarse a éstos, por no existir ningu-
na incompatibilidad entre los mismos que lo impida, evitando la
dualidad de esas conductas típicas como es el caso de las siguientes
leyes: Ley de Vías Generales de Comunicación, Ley Federal del
Trabajo y Ley Federal para Prevenir y Sancionar la Tortura, cu-
yas figuras típicas encuadrarían perfectamente en los capítulos de:
Ataques a las vías de comunicación, fraude y abuso de autoridad,
respectivamente del Código Penal Federal.
El otro grupo —que es el de minoría— recibe el calificativo de
delitos especiales inasimilables, pues su característica temp oro-
espacial o circunstancial les impide formar parte incluso de un Có-
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digo Punitivo, ya que solamente pueden darse estos hechos delic-
tuosos en un determinado momento, como es el caso de los llama-
dos delitos electorales, que disonarían en un código común por su
función intermitente cada tres o seis años en épocas de elecciones.
Sin embargo y contra toda lógica jurídica, con fecha de 15 de
agosto de 1990 nuestro legislador federal cometió el error de ex-
traer estos delitos del Código Federal de Instituciones y Procedi-
mientos Electorales para trasladarlos al Código Penal mediante la
inclusión de un titulo vigesimocuarto, artículos 401 a 413, bajo la
denominación de 'Delitos Electorales y en Materia de Registro
Nacional de Ciudadanos". Lo acertado en este caso sería eliminar
estos delitos y darles la característica de simples faltas administrati-
vas.
Quiero subrayar que en este trabajo únicamente se analizan los
delitos que se encuentran comprendidos en Leyes Federales por ser
éstas las de mayor trascendencia, ya que su aplicación puede reali-
zarse en cualquier parte de la República.
Esta obra se divide en dos partes; en la primera se comentan las
leyes en las que no hay duda alguna respecto a su vigencia y aplica-
ción, para su mejor entendimiento se separa por décadas en un or-
den cronológico, partiendo desde los años treinta —1934--; fecha de
la ley más antigua que comprende estas figuras especiales hasta la
década de los noventa —1996— en que se elaboró esta segunda
edición.
La segunda parte comprende un anexo con aquellas leyes que
en una opinión personal y por diversas razones expuestas en el co-
mentario de cada una de ellas, no pueden y no deben considerarse
como disposiciones penales especiales, además de ser nula su apli-
cación; como es el caso de la Ley de Imprenta que data del año de
1917 y cuyas penalidades ya no están vigentes por remitir al Código
Penal de 1871. Todas las Leyes de este anexo deben ser motivo de
un exhaustivo estudio por parte del legislador, pues su contenido es
obsoleto e inadecuado a la realidad político-social que se vive en el
país.
Finalmente, con este trabajo como ha sido siempre mi vocación
académica, pretendo formar en el estudiante una inclinación a la
superación académica ya que ellos me motivan con el estímulo
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constante que recibo en cada clase a través de sus valiosas inter-
venciones y opiniones, esperando con esta obra corresponder a sus
inquietudes y que el día de mañana, cuando se desempeñen como
autoridades o como profesionistas independientes, busquen una
aplicación más humana y congruente del jus puniendi que reclama
la comunidad hoy en día.
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CAPITULO
Leyes comprendidas en los años de 1930-1939
1.1 Ley que reformó los Artículos 2o, 3o, 4o, 5o, 7o, 11, 14, 15,
16, de la Ley Monetaria.'
Muchas dudas quedan respecto a esta Ley; en primer lugar porque
no se encuentra su contenido y todo lo que se publica de la misma
son los artículos transitorios. En segundo lugar y dado que sil vi-
gencia data del 27 de abril de 1935, desde entonces han surgido
varias reformas y modificaciones con motivo del cambio de la mo-
neda en el país por lo que es dificil afirmar su vigencia. Incluso con
fecha 9 de septiembre de 1993 aparecieron publicadas reformas y
adiciones a los artículos 2o y 3o. de la Ley Monetaria como conse-
cuencia de la nueva unidad del sistema monetario en México, de-
jando sin efecto la redacción anterior de estos artículos de la ley en
comentario.
Ante la imposibilidad de poder determinar su vigencia o no, de
cualquier manera corresponde hacer el estudio y análisis a las figu-
ras típicas descritas en la misma. El artículo 7o. señala: "Las viola-
ciones a los artículos 2o, 3o, 4o y 6o. transitorios de esta Ley, se
castigan con pena de prisión de tres meses a tres años, más el de-
.- Publicada en Ediciones Andrade, S.A. Legislación Mercantil y Leyes Conexas, Tomo L pp.
595 - 605.
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